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BLOQUE 11. LA DICTADURA FRANQUISTA (1939- 1975).

11.1. La creación del Estado franquista. Grupos ideológicos y apoyos sociales. Etapas
de la dictadura y principales características de cada una de ellas. El contexto
internacional: del aislamiento al reconocimiento exterior.

La creación del Estado franquista

Franco era ante todo un militar, con escasa formación política. Nunca tuvo un proyecto político
concreto para organizar el Estado aunque hay que reconocerle grandes dotes de mando y una
gran habilidad para adaptarse a las circunstancias políticas de cada momento.

El régimen de Franco fue una Dictadura militar, que se impuso mediante la represión. Sus
antecedentes están en la Guerra Civil. Cuando el golpe militar de julio de 1936, se convirtió en
una guerra prolongada, los militares sublevados decidieron crear una Junta de Defensa
Nacional para organizar el territorio que controlaban. El 1 de octubre de 1936 la Junta de
Defensa reunida en Salamanca nombró a Francisco Franco como Jefe de Estado y
Generalísimo de los ejércitos uniendo bajo su mando los poderes militar y político y sentando
las bases del nuevo régimen. El 1 de enero de 1938, se creaba oficialmente el Estado Nacional
con sede en Burgos, que eligió a Franco como Jefe de Estado y Presidente del Gobierno. A
esta doble condición unía la de la jefatura militar y la de las fuerzas políticas (falange, carlistas),
que habían sido obligadas a unirse bajo su mando.

Entre las características del nuevo régimen destacan:

a) Era un sistema personalista y autoritario en el que Franco concentraba todos los


poderes.

- Jefe del Estado y del gobierno.

- Generalísimo de los ejércitos.

- Jefe del partido único.

A imitación de otros líderes autoritarios europeos acuñará el título de “Caudillo”.

b) Tenía como pilares ideológicos:

- el Tradicionalismo: defensa de la religión, de la familia y del orden social.

- El anticomunismo y el rechazo a toda ideología opuesta al régimen. Nada más


terminar la guerra se aprobó la Ley de Responsabilidades Políticas (1939), por la que miles de
republicanos fueron represaliados.

- La defensa de la Unidad de España.

c) El nuevo estado se basaba en los principios de Administración centralizada,


autoridad y jerarquía.
d) Las únicas organizaciones de carácter social reconocidas eran los sindicatos
(controlados por el estado y según el modelo de los sindicatos católicos del S. XIX), y la familia,
en la se fomentaba la natalidad.

e) El régimen tiene un partido único. Para evitar la utilización del término partido, que
recordaba a la república y a las “degradadas” democracias parlamentarias, se le definirá como
Movimiento Nacional.

f) Mitificación de la historia de España. Se adoptan como símbolos del nuevo estado, el


águila imperial, el yugo y las flechas (recuerdo de los Reyes Católicos y símbolo de Falange) y el
lema: Una, Grande y Libre.

g) Contará con el apoyo incondicional del ejército y de la iglesia.

Los fundamentos ideológicos del régimen franquista

Tras su victoria en la Guerra Civil el régimen franquista fue creando una estructura orgánica
muy influida por el fascismo italiano y por la impronta política de Falange que llevó a que el
régimen se definiese como Nacionalsindicalista. Sin embargo, a partir de 1943, Franco dio un
cambio de rumbo ideológico prohibiendo el término de fascista para referirse a su régimen y
selló su alianza con la iglesia católica adoptando el calificativo de Nacionalcatólico. Así se
presentaba al franquismo como un régimen específicamente español y sin influencias de los
modelos totalitarios italiano y alemán. Se reconocía como único referente ideológico al
catolicismo y se establecía una interpretación muy singular de la democracia, definiéndola
como “Democracia orgánica” que consideraba que la verdadera democracia era aquella en la
que estuviesen representados los tres órganos naturales de asociación: la familia, donde se
nace; el municipio donde se vive y el sindicato donde se trabaja. Para el régimen franquista los
partidos políticos eran construcciones artificiales que sólo dividían y enfrentaban a la sociedad.

Para cimentar estos principios se fueron incorporando un conjunto de normas de carácter


pseudoconstitucional conocidas como Leyes Fundamentales:

1. El Fuero del Trabajo, promulgada en 1938.


2. La ley constitutiva de Cortes, de 1942. Creaba un sistema pseudorepresentativo
pero sus miembros, denominados procuradores en Cortes, eran elegidos por el
régimen entre los miembros del Movimiento Nacional o del clero.
3. El Fuero de los españoles, 1945, recogía una declaración de derechos y deberes
individuales muy reducidos.
4. Ley de referéndum nacional, 1945, establecía un procedimiento de consulta popular
ante hechos de gran trascendencia. Se convocó poco y los resultados siempre fueron
favorables al régimen franquista.
5. Ley de sucesión, 1947, Franco tenía la prerrogativa de designar a su sucesor.
6. Ley de principios del Movimiento Nacional, 1958 era el ideario político del
franquismo.
7. Los sindicatos verticales. El Fuero del Trabajo daba al Estado el control de las
relaciones laborales y de la organización sindical. El término vertical o amarillo,
deriva de que agrupan a patrones y obreros para evitar la lucha de clases. La
adscripción era obligatoria y estaban controlados por el Estado que designaba a los
delegados nacionales. No se permitía la huelga como recurso reivindicativo.
Grupos ideológicos y apoyos sociales

Los grupos políticos que apoyaron la sublevación militar se situaban en el espacio de la


derecha ideológica. Su modelo social y político coincidía, en términos generales, con el de los
militares golpistas. No obstante, representaban posiciones ideológicas diversas y, en
ocasiones, antagónicas. Todas estas formaciones tenían sus propias aspiraciones que fueron
quedando diluidas tras ser obligadas a fusionarse, en pro de una causa mayor y bajo la
autoridad de Franco, en la Falange Española Tradicionalista y de las JONS.

La Falange

En los comienzos del franquismo su influencia fue muy grande pues el número de sus
miembros creció espectacularmente durante la Guerra Civil. Sus planteamientos ideológicos
iníciales estaban próximos al fascismo y tenía una eficaz estructura paramilitar. Sin embargo, la
muerte de su fundador José Antonio Primo de Rivera, permitió a Franco someterlos a su
autoridad. Controlaron ámbitos de poder muy importantes dentro del franquismo (los medios
de información y propaganda; la organización sindical y la dirección del Movimiento Nacional).
Uno de sus líderes más significados fue Serrano Suñer, cuñado del Dictador. Con el tiempo su
influencia fue decayendo a favor de los católicos.

Los católicos

No pertenecían a un movimiento ideológico concreto aunque muchos procedían de la CEDA y


de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas. Siendo la iglesia católica uno de los
pilares del régimen franquista fueron ganando influencia incorporándose a los gobiernos de
Franco ocupando diversos ministerios. A partir de los años “50” la influencia católica se
incrementó con miembros del Opus Dei, por su alta cualificación profesional. Franco recurrió a
ellos para ocupar los ministerios de gestión económica. Fueron los llamados gobiernos de los
tecnócratas.

Los monárquicos

Formaban dos bloques prácticamente antagónicos:

1. Los Carlistas o Tradicionalistas, también conocidos como Requetés, representaban el


viejo foralismo y el legitimismo de la ley Sálica.

2. Los juanistas, partidarios del hijo de Alfonso XIII, Don Juan de Borbón, nuevo
pretendiente al trono que aspiraba a la restauración de la monarquía borbónica. Don
Juan, padre del rey Juan Carlos, acabó enfrentado con Franco y viviendo en el exilio.

El régimen franquista contó con amplios apoyos sociales pues cualquier oposición era
perseguida y reprimida. Los vencedores en la Guerra Civil, impusieron una concepción de vida
basada en la moral católica y la disciplina militar (obediencia ciega a cualquier superior
jerárquico). La mentalidad conservadora y el orden social atrajeron a su causa a las clases altas
e, incluso, a las clases medias y a los pequeños propietarios rurales que se vieron
representados por los valores que defendía el nuevo régimen: familia, catolicismo, propiedad
privada y autoridad. El control ideológico de los españoles se convirtió en un objetivo desde la
infancia. En la enseñanza se introdujo la asignatura de Formación del Espíritu Nacional y se
crearon organizaciones juveniles de encuadramiento doctrinario como el Frente de
Juventudes y la Sección Femenina.

Por su parte, el ejército y la iglesia se convirtieron en los pilares del régimen. El ejército fue
columna vertebral del sistema. Su fidelidad fue compensada con una situación de privilegio y
su participación en los altos cargos de la administración. Por otra parte, el clero fue uno de los
principales apoyos del régimen franquista. La decidida defensa del catolicismo por parte de
Franco, convirtió la Guerra Civil en una “cruzada” contra el ateísmo y llevó al estado franquista
a definirse ideológicamente como nacionalcatólico. Eso le supuso el reconocimiento del
Vaticano.

Etapas de la Dictadura

Tal vez la Dictadura se pensase como una solución transitoria pero acabó siendo vitalicia y
alargándose durante cerca de cuarenta años, pasando por distintas etapas en las que se fue
adaptando a la coyuntura internacional:

1. Triunfo y creación del Estado franquista (1939-1959).

2. Consolidación y desarrollismo económico (1959-1973).

3. Crisis final y muerte de Franco (1973-1975).

1. Triunfo y creación del Estado franquista: del Nacionalsindicalismo a la Democracia


Orgánica (1939-1959).

El Estado franquista se va asentando y organizando ideológicamente, primero bajo la


influencia de Falange y de los totalitarismos italiano y alemán (el régimen se define como
Nacionalsindicalista 1939-1943), para luego alejarse del fascismo. España se declara no
beligerante, durante la 2ª Guerra Mundial y encuentra en el catolicismo una vía ideológica
propia iniciando la etapa del Nacionalcatolicismo (1943-1945). La derrota Nazi y el nuevo
contexto internacional surgido de la Guerra Mundial hizo que el régimen franquista se
distanciase, claramente, de las potencias del eje y se acercase a los aliados, que tenían
sistemas democráticos. La propaganda franquista comenzó a denominar al régimen como
Democracia Orgánica, lo que no impidió su aislamiento internacional acabada la guerra.

En el ámbito económico, las consecuencias de la Guerra Civil, que dejaron al país devastado, y
el aislamiento internacional generaron graves problemas de desabastecimiento y la recesión
de la economía española que tuvo que recurrir al autoabastecimiento (etapa de la autarquía).
La población pasaba hambre y floreció el mercado negro o estraperlo.

2. La consolidación del régimen: la etapa del desarrollismo (1959-1973).

Con la entrada de España en la ONU en 1955, se conseguía el reconocimiento internacional


y la consolidación del régimen franquista. A mediados de los años “60” se inició una tímida
apertura con la Ley de Prensa, que relajaba un poco la censura. Sin embargo, en 1967, la
Ley Orgánica del Estado confirmaba todos los poderes de Franco, siendo sometida a
referéndum, obtuvo un 96% de votos afirmativos. Dos años después, en 1969, Franco
nombró al príncipe Juan Carlos como su sucesor, a título de rey, pero obligándole a jurar
fidelidad a las leyes fundamentales del Movimiento Nacional. En expresión del propio
Franco todo quedaba atado y bien atado.

En el aspecto económico se produce un gran crecimiento impulsado por la política de los


ministros conocidos como “los tecnócratas” y sus planes de desarrollo para impulsar la
industria nacional y el turismo. Es la época del desarrollismo.

3. La crisis final del franquismo (1973-1975).

La avanzada edad de Franco y la creciente oposición política anunciaban el final de la


Dictadura, aunque los miembros más fieles e inmovilistas del régimen se oponían a
cualquier cambio. La realidad era que el régimen franquista era un anacronismo y la última
dictadura en el contexto democrático de Europa Occidental que, aunque reconocía al
régimen, le había impedido el acceso a la Comunidad Europea.

La crisis del régimen también coincidió con una crisis económica a nivel mundial: la crisis
del petróleo de 1973, que anunciaba una nueva recesión económica.

El 20 de noviembre de 1975, fallecía Francisco Franco y Don Juan Carlos era elegido como
rey, abriendo una nueva etapa en la historia de España.

El contexto internacional: del aislamiento al reconocimiento exterior.

Al acabar la Segunda Guerra Mundial en 1945, los Aliados no olvidaron el apoyo de Franco a
Hitler y sometieron al franquismo a una dura condena política y al aislamiento internacional
que tuvo su máxima expresión en la Resolución adoptada por la ONU, el 12 de diciembre de
1946, que acusaba al Régimen de Franco de fascista prohibiéndole la entrada en los
organismos internacionales y retirando de España a sus embajadores. España también quedó
fuera del Plan Marshall con el que se reconstruyó económicamente Europa tras la guerra
mundial. Únicamente Portugal y Argentina mantuvieron su reconocimiento a Franco.

No obstante, el final de la Guerra Mundial fue también el inicio de la conocida como Guerra
Fría que enfrentaba a EEUU con la URSS. Europa quedó dividida en dos bloques ideológicos
separados por lo que se conoció como el Telón de Acero. La nueva coyuntura internacional
favoreció al Régimen franquista que supo explotar su exacerbado anticomunismo y el valor
estratégico de la Península Ibérica. Los Estados Unidos buscaban aliados y territorios donde
ubicar bases militares, lo que hizo cambiar la actitud de EEUU hacía Franco que pasó a ser
considerado un aliado valioso y le abrió las puertas al reconocimiento internacional:

- En 1950 la ONU revocó la condena contra Franco.


- En 1953 se firmó el Pacto de Madrid con EEUU, que permitía que
se estableciesen bases americanas en España.
- En 1955 España era admitida en la ONU y en 1957 en el FMI
(Fondo Monetario Internacional).

La nueva situación rompía el aislamiento y fue definitivo para la consolidación de la Dictadura.

11.2. Política económica del franquismo: de la autarquía al desarrollismo.


Transformaciones sociales: causas y evolución.

Política económica del franquismo: de la autarquía al desarrollismo.

La política económica: la autarquía (1939-1957)

La Guerra Civil había dejado a España en una situación ruinosa: destrucción de sus industrias y
de sus infraestructuras; perdida de capital financiero y de las reservas de oro (utilizadas por la
república para comprar material de guerra); pérdida de población…

Al terminar la guerra española comenzó la mundial, lo que impidió a España recibir ayuda del
extranjero. Tras la guerra, el aislamiento internacional del régimen de Franco, provocó un
bloqueo a la economía española que, además, no se pudo beneficiar de las ayudas económicas
de EEUU para reconstruir una Europa devastada por la guerra y que se conoce como “Plan
Marshall”.

Debido a estas circunstancias, la economía española tuvo que abastecerse dependiendo de


sus propios recursos, eso la convirtió en una economía cerrada y de
autoabastecimiento. El propio régimen lo fomentó como símbolo de independencia y de
medida de capacidad de los españoles denominando al sistema económico como autarquía
(capacidad de autoabastecimiento), y cuyas características son:

b) intervencionismo estatal en todos los aspectos económicos: producción,


distribución y consumo. Se nacionalizaron bienes estratégicos (creación de
RENFE, nacionalización de las eléctricas) y de primera necesidad.
c) Fuerte proteccionismo. Se imponen fuertes aranceles para impedir la
importación de productos y proteger a la industria nacional.
d) Creación de un conglomerado industrial controlado por el Estado, el INI
(Instituto Nacional de Industria).

La recuperación económica fue muy lenta y España tardó varias décadas en salir del
subdesarrollo cuya máxima expresión eran las cartillas de racionamiento para abastecer a las
familias de productos básicos y disimular el fantasma de la miseria.

La etapa del desarrollismo

En 1957, la situación política y económica internacional aconsejaron dar un cambio de rumbo en


el gobierno al que se van a incorporar un grupo de ministros y de altos cargos con una acreditada
cualificación profesional y la mayoría de los cuales eran miembros del Opus Dei. Estos gobiernos
serán conocidos como los de los tecnócratas (técnicos con amplios conocimientos) y llevaron a
cabo una serie de medidas en el ámbito económico conocidas como los planes de desarrollo, que
pretendían impulsar la industria nacional y modernizar a la economía española para sacarla del
estancamiento y del subdesarrollo. La llegada de los “tecnócratas” al gobierno iba a suponer un
cambio en la orientación económica. El modelo de autarquía económica se había mostrado
ineficaz por lo que se tomaron nuevas medidas con las que se pretendía: limitar el
intervencionismo del Estado; reducir la política proteccionista y equilibrar los presupuestos.

Para conseguir estos objetivos se impulsaron varios planes económicos:

a) Plan de Estabilización (1959-1964) con el que se quería reajustar la economía


estabilizando los precios y conteniendo la inflación. Se devaluó la peseta y se
dio entrada a la inversión extranjera.
b) Planes de Desarrollo (1964-1975) tenían como objetivo equilibrar la desigual
distribución industrial de España creando nuevas zonas industriales en
ciudades medianas y capitales de provincia. Con estos “polos industriales de
desarrollo” también se pretendía frenar la emigración interior.
Las consecuencias de estas medidas fue el denominado milagro económico español, con el que se
consiguió doblar la renta per capita española, mejorar la producción agraria, impulsar la
industrialización en sectores como la siderurgia y el automóvil y conseguir un fuerte crecimiento
del sector servicios impulsado por el turismo. Este desarrollismo fue posible por los bajos salarios
y por las remesas de dinero enviadas por los emigrantes españoles en Europa con los que también
se mitigaban las cifras del desempleo.

Entre los resultados positivos del milagro español cabría señalar como los más importantes los
siguientes:
a) La renta per capita española aumentó en más del doble entre 1960 y 1970.
b) El producto interior bruto (PIB), casi se triplicó.
c) Se inició una modernización en todos los sectores económicos incorporando nuevas
tecnologías.
d) El sector más desarrollado fue el industrial impulsado por el sector químico, los altos
hornos y especialmente la fabricación de automóviles, con la creación de SEAT
(Sociedad Española de Automóviles Turismo), con patente de la italiana FIAT.
e) Avance del sector servicios debido al espectacular crecimiento del turismo desde los
años “60”, con la llegada masiva de turistas extranjeros atraídos por el sol, las playas
y los bajos precios.

No obstante, el milagro económico español ocultaba todavía grandes desajustes:

1) Grandes desequilibrios regionales que favoreciesen el desarrollote áreas industriales


como Cataluña, Madrid o País Vasco, Mientras las áreas del interior peninsular quedaban
atrasadas y despobladas.
2) La balanza comercial española seguía siendo muy deficitaria por la carencia de recursos
energéticos y la importación de maquinaria.
3) El desarrollo económico no creó el suficiente empleo por lo que millones de españoles se
vieron obligados a emigrar a Europa ( Alemania, Suiza, Bélgica…).
La emigración tuvo diversos efectos:

- la llegada de dinero (divisas) que los emigrantes enviaban a sus familiares en


España.
- Una salida al desempleo en España que habría provocado tensiones sociales y
políticas.
- Un cambio en las características de la sociedad española.

Transformaciones sociales

El desarrollo económico también tuvo sus efectos sobre la sociedad española transformándola
de rural a urbana. Las ciudades españolas doblaron o triplicaron su población entre 1960 y
1975 debido a uno de los fenómenos demográficos más importantes de este período los
grandes movimientos migratorios tanto interiores como al exterior. Millones de españoles se
desplazaron desde las áreas rurales a las grandes ciudades o a las regiones industriales
(Cataluña, País Vasco) y turísticas (Levante, Baleares). El espectacular crecimiento de Madrid o
Barcelona hizo surgir un cinturón de ciudades dormitorio en su periferia. Por su parte, la
emigración exterior hacia Europa (Alemania, Francia o Suiza) supuso la salida de más de un
millón y medio de españoles cuyas remesas de divisas fueron fundamentales para impulsar el
desarrollo económico del país y para mitigar el desempleo.

La sociedad también se vio afectada en su estructura. El aumento de la renta per capita permitió
que las clases medias supusiesen, por primera vez, más del 50% de la población española. El
bienestar económico introdujo a España en el modelo de las sociedades de consumo lo que
supuso una mejora en la alimentación, de la demanda de bienes de consumo (electrodomésticos,
automóviles) o de vivienda propia. Surge una nueva mentalidad en la juventud que se aleja de la
estricta moral católica y aspira a mayor libertad en las costumbres y en la política. La sociedad
española comenzaba a demandar cambios hacia la libertad y hacia la democracia.
11.3. La oposición a la dictadura: principales grupos y evolución en el tiempo. La crisis
del franquismo desde 1973 a la muerte de Franco.

La oposición a la dictadura: principales grupos y evolución en el tiempo.

Los republicanos

La España de Franco no fue la de la reconciliación. Cerca de medio millón de españoles


abandonó España al acabar la Guerra Civil huyendo de la represión franquista. En las últimas
semanas de la Guerra Civil miles de combatientes republicanos y sus familias marcharon al
exilio por la frontera francesa. También los miembros del gobierno republicano incluidos Juan
Negrín y Manuel Azaña, se exiliaron, primero en Francia y luego en México, donde
mantuvieron las instituciones republicanas. Muchos republicanos esperaban que la derrota
de los fascismos en la Segunda Guerra Mundial, supondría el final de Franco por lo que se
sumaron a la resistencia francesa o rusa y organizaron una oposición al Régimen franquista
desde el exterior presionando para que fuese condenado y aislado internacionalmente.
Muchos fueron apresados por los nazis y conducidos a los campos de exterminio como el de
Mathausen donde perdieron la vida. Algunos intentaron entrar en España por el valle de Arán
para acabar con el franquismo pero su aventura acabó en fracaso.

Sin embargo, el inicio de la Guerra Fría, favoreció al franquismo por sus posiciones
anticomunistas y le permitió sobrevivir. El gobierno republicano en el exilio organizó una
oposición desde el exterior consiguiendo, en un principio, que las democracias occidentales
les reconociesen como gobierno legítimo y que condenasen y aislasen internacionalmente a la
España de Franco. Consiguieron evitar su entrada en organismos internacionales como la ONU
o el Mercado Común Europeo y una resolución en la que no sólo condenaban al régimen
franquista sino que se le exigía formar un gobierno democrático. Sin embargo, la situación
cambió radicalmente en 1953, con la firma de un tratado preferencial con EEUU, que
establecía una alianza militar por la que España cedía su territorio para que se instalasen bases
militares norteamericanas y, a cambio, conseguía ayuda militar, económica y reconocimiento
internacional. Con el apoyo estadounidense y de los países iberoamericanos la España de
Franco consiguió ingresar en la ONU en 1955 y consolidar su reconocimiento internacional.

El maquis

Pese a todo, dentro de España surgió una oposición interna que se fue reorganizando
clandestinamente contra el franquismo. Entre 1944 y 1949, se organizó un movimiento guerrillero
de oposición formado por antiguos combatientes republicanos y conocido como maquis. Su
intención era mantener la lucha armada dentro de España hasta que la presión internacional
acabase con el franquismo. Su lucha se concentró en zonas rurales y aisladas de la cordillera
cantábrica (Asturias, León) y Pirineos. Sin embargo su aislamiento y el hostigamiento de la Guardia
Civil acabaron con el movimiento.

Oposición interna

A finales de los años “50” la oposición se extendió a otros ámbitos como el universitario. En 1956
las protestas estudiantiles provocaron el cierre de la Universidad y la declaración del estado de
excepción. También se reorganizaran clandestinamente y con apoyo exterior algunas fuerzas
políticas (PCE, PSOE, PNV) y sindicales que reclamaban mejoras salariales y el derecho a huelga.
Por su parte la iglesia comienza a jugar un nuevo papel social más comprometido en el que una
nueva generación de sacerdotes abogan por la reconciliación y el cambio social o hacen suya la
lucha obrera, siendo conocidos como los curas rojos. Por su parte el clero catalán y vasco se
significó en su apoyo a posiciones nacionalistas.

Los monárquicos

Por su parte los monárquicos acabarán también enfrentados al régimen de Franco. Alfonso XIII
había abdicado en su hijo Don Juan. Al final de la Guerra Civil un grupo de militares y
procuradores pidió a Franco restaurar la monarquía pero este lo rechazó. En 1945, Don Juan pidió
a Franco que dimitiese y restaurase la monarquía (Manifiesto de Lausana). Franco no lo hizo y sus
relaciones se deterioraron. Don Juan nunca llegó a reinar.

La oposición en los años finales del franquismo

En 1962, representantes de diversas fuerzas políticas antifranquistas tanto del interior como del
exilio se citaron en la ciudad alemana de Munich, para aunar fuerzas, buscar una salida política e
impedir el ingreso de la España franquista en la Comunidad Europea.

A partir de los años sesenta aumentaron los frentes de oposición:

- El movimiento obrero a través de sindicatos clandestinos cuya reclamación del derecho a


la libre sindicación les fue dando fuerza y protagonismo. En este contexto nació el
sindicato Comisiones Obreras (CCOO), impulsado por el partido comunista junto con
sindicatos de tendencia cristiana como USO.
- La agitación universitaria revitalizada a partir de 1969 con huelgas y manifiestos en los
participaron profesores de prestigio que fueron expedientados y expulsados de sus
cátedras como Enrique Tierno Galván o José L. López Aranguren.

- Oposición de sectores de la Iglesia aunque la Alta jerarquía eclesiástica se mantuvo fiel al


franquismo, un cierto cambio comenzó a apreciarse como consecuencia del Concilio
Vaticano II. muchos sacerdotes ampararon y colaboraron con las fuerzas de oposición
permitiendo reuniones y encierros del movimiento obrero en las parroquias.

- Grupos y formaciones políticas que proliferaron clandestinamente representando


amplios espectros ideológicos:
a) el Partido Comunista de España (PCE), se convirtió en la fuerza clandestina
mejor organizada y con mayor implantación.
b) El PSOE, se renovó en 1974 al elegir como secretario general a un
jovencísimo Felipe González.
c) Partidos nacionalistas entre los que había fuerzas históricas como el
Partido Nacionalista Vasco (PNV) o Ezquerra Republicana de Cataluña
(ERC), junto con otras nuevas como Convergencia Democrática de
Cataluña y Unió Democrática en Cataluña.
d) Fuerzas de extrema izquierda que propugnaban una oposición
recurriendo a la lucha armada y a acciones terroristas. Los principales
grupos fueron el FRAP, el GRAPO y fundamentalmente ETA, cuyo objetivo
era la independencia del País Vasco.
La crisis del franquismo desde 1973 a la muerte de Franco

Entre 1970 y 1975, la edad avanzada de Franco y las presiones para democratizar el régimen
provocaron un clima de inestabilidad política acentuado por las acciones terroristas. La oposición
política y social iba en aumento y los propios franquistas estaban divididos entre Aperturistas
partidarios de introducir reformas en el franquismo y los Inmovilistas, conocidos como el Búnker,
deseosos de mantener el Régimen inalterable. En 1969 Franco había designado al príncipe Juan
Carlos como sucesor con la intención de restaurar la monarquía pero haciéndole jurar los
Principios del Movimiento Nacional, para darle continuidad al Régimen. En junio de 1973, Franco
formó un nuevo gobierno presidido por el almirante Carrero Blanco, persona de confianza del
dictador y perteneciente al sector más inmovilista. Por primera vez se diferenciaban los cargos de
Jefe del Estado y de presidente del gobierno, que hasta entonces había asumido el propio Franco.

Seis meses después de su nombramiento, el 20 de diciembre de 1973, un atentado de ETA


acababa con la vida de Carrero Blanco y daba un duro golpe al Régimen. Para sustituirle se
nombró a Carlos Arias Navarro, que inició una tímida apertura y promulgó una Ley de
Asociaciones Políticas en diciembre de 1974, aunque solo estaba pensada para dar satisfacción a
las distintas tendencias del franquismo. La inestabilidad política se fue acentuando con las
protestas ciudadanas: manifestaciones, huelgas, que exigían mejoras sociales y derechos
democráticos. Por otra parte, los atentados terroristas de ETA y el FRAP (Frente Revolucionario
Antifascista Patriótico), se incrementaron lo que llevó a la aprobación de una nueva Ley
Antiterrorista que recogía la pena de muerte para los condenados por terrorismo. Al amparo de la
nueva ley, en septiembre de 1975, serían sentenciados a muerte y ejecutados cinco miembros de
ETA y del FRAP, lo que desató una oleada de protestas internacionales y la amenaza de sanciones
diplomáticas que hicieron reaparecer el fantasma del aislamiento internacional de España.

Además, en 1974, una sublevación militar conocida como la Revolución de los Claveles, acabó con
la dictadura en Portugal dejando a la dictadura franquista como un anacronismo dentro de
Europa Occidental.

A los acontecimientos políticos se unió una grave crisis económica provocada por la subida de los
precios del petróleo en 1973, cuyos efectos fueron: el aumento del déficit; el incremento de la
inflación y del paro y la interrupción de la emigración hacia Europa. La situación económica
aumentó la conflictividad laboral y la oposición al Régimen franquista al que se consideraba
incapaz de dar una solución a los graves problemas. Solo en el final del franquismo se veía la salida
a la crisis económica, social y política.

La avanzada edad y el deterioro de la salud de Franco prolongaron la crisis final del franquismo
entre 1974 y su muerte el 20 de noviembre de 1975. La incertidumbre política debilitaba la toma
de decisiones como quedó patente en la crisis del Sahara español. El gobierno de Marruecos
reclamó el territorio y promovió una marcha de ciudadanos conocida como la Marcha Verde, para
ocuparlo. La indecisión del gobierno español acabó cediendo a las presiones marroquíes con la
entrega del Sahara Occidental a Marruecos el 14 de noviembre de 1975, olvidando los
compromisos de independencia prometidos al pueblo saharahui.

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