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Tema 11. 2024.

RESUMEN
I. Las garantías del crédito tributario con carácter general. II. Causas de
extinción con carácter general. El pago. La compensación. Condonación y baja por
insolvencia. La prescripción.

I. LAS GARANTÍAS DEL CRÉDITO TRIBUTARIO CON CARÁCTER GENERAL


Dentro del Derecho Financiero, las garantías del crédito tributario son aquéllas dirigidas
a asegurar la prestación tributaria reforzando su efectividad. Con carácter general, se
pueden señalar las garantías personales y las reales.
Dentro de las primeras tenemos la sustitución, la responsabilidad tributaria (solidaria y
subsidiaria) y la sucesión. Las garantías reales tenemos:
1. El crédito tributario es un crédito privilegiado. Derecho de prelación. Artículo 77 de la LGT
La Hacienda pública (Estatal, Autonómica o local) tendrá prelación o preferencia para
el cobro de los créditos tributarios vencidos y no satisfechos en cuanto concurra con
otros acreedores, excepto que se trate de acreedores de dominio, prenda, hipoteca u otro
derecho real debidamente inscrito en el registro correspondiente con anterioridad a la
fecha en que se haga constar en el mismo el derecho de la Hacienda Pública . → La
Hacienda Publica (cualquier administración) el derecho de prelación es que tienen
preferencia para cobrarse las deudas tributarias frente a otros acreedores
2. El derecho de retención
La Administración tributaria tendrá derecho de retención frente a todos sobre las
mercancías declaradas en las aduanas para el pago de la pertinente deuda aduanera y
fiscal, por el importe de los respectivos derechos e impuestos liquidados, de no
garantizarse de forma suficiente el pago de la misma. Así se establece en el artículo 80
de la LGT.
El derecho de retención es empleado en tributos de carácter indirecto.
II. CAUSAS DE EXTINCIÓN DE LA OBLIGACIÓN TRIBUTARIA

Las causas de extinción de la obligación tributaria remiten con carácter general a la


teoría general de las obligaciones del Derecho civil. No obstante, hay que señalar que en
el Derecho tributario existen causas especiales basadas en su naturaleza pública, en las
potestades de la Administración y en la seguridad jurídica del obligado tributario.
1. El pago
El pago es la forma general de extinción del crédito tributario. Se trata de facilitar al
máximo a los obligados tributarios el cumplimiento de sus obligaciones a través de
dicha forma general. El pago es, por tanto, la forma normal y lógica de extinción de las
obligaciones tributarias.
En primer lugar, respecto a los sujetos que pueden realizar el ingreso, coinciden con la
lista contenida en el artículo 35 de la LGT que señala a los obligados tributarios.

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Aunque nada impide el pago por cualquier otra persona distinta del obligado (art. 33.1
del RGR), es decir, se admite el pago por tercero.
En segundo lugar, en relación al objeto del ingreso y medios de pago, el objeto es la
cantidad de dinero que constituye la prestación pecuniaria. Respecto a los medios de
pago, se establecen dos tipos: en efectivo o mediante la utilización de efectos timbrados.
Su regulación está contenida en los artículos 60 a 64 de la LGT y 33 a 43 del RGR.
Respecto a los períodos del pago, se establece el voluntario y el ejecutivo, que también
se tratan en el procedimiento de recaudación.
a) En período voluntario se recaudan las deudas mediante el pago realizado por el
propio obligado tributario dentro del plazo establecido por la ley de cada tributo. El
artículo 65 de la LGT permite la posibilidad de aplazamiento y fraccionamiento del
pago. Por ejemplo, cuando se trata de tributos autoliquidados por los particulares, como
el IRPF, los plazos de ingreso en período voluntario se establecen en su normativa. En
el IRPF estos plazos coinciden con los meses de mayo y junio del año siguiente al
devengo del impuesto.
b) En período ejecutivo (art. 163 y ss. de la LGT) se recaudan las deudas no ingresadas
en período voluntario y supone la ejecución expropiatoria de los bienes del deudor para
transformarlos en dinero y permitir así el cobro del tributo.
Los ingresos fuera de plazo comportan el nacimiento de obligaciones accesorias que
suponen el pago de intereses de demora o de recargos por pago extemporáneo sin
requerimiento previo, que fueron estudiados, como tales obligaciones accesorias, en el
marco de las relaciones jurídicas que surgen del tributo.
2. La prescripción
La prescripción tributaria es una forma de extinción de los derechos y acciones por el
transcurso del tiempo o, mejor dicho, por la pasividad o inacción del titular. Esta
institución con carácter general se establece en el Código Civil.
En el ámbito del Derecho tributario, la prescripción de las obligaciones tributarias se
regula en los artículos 66 a 70 de la LGT. Y se produce por el transcurso de 4 años sin
que los titulares tanto del derecho como de la obligación ejerzan las facultades
atribuidas por sus correspondientes derechos y obligaciones.
a) Supuestos de prescripción y plazos
Cuáles son los derechos (según los califica la propia LGT) que prescriben en este plazo,
los señala la LGT en su artículo 66 cuando dispone que prescribirán a los cuatro años
los siguientes derechos:
a) El derecho de la Administración para determinar la deuda tributaria
mediante la oportuna liquidación.
b) El derecho de la Administración para exigir el pago de las deudas
tributarias liquidadas y autoliquidadas.
c) El derecho a solicitar las devoluciones derivadas de la normativa de
cada tributo, las devoluciones de ingresos indebidos y el reembolso del
coste de las garantías.
d) El derecho a obtener las devoluciones derivadas de la normativa de

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cada tributo, las devoluciones de ingresos indebidos y el reembolso del
coste de las garantías.
Como es fácil de comprobar, la prescripción beneficia al contribuyente o al obligado
tributario en los supuestos a) y b) porque en ambos casos se extinguen derechos para la
Administración tanto para determinar la deuda tributaria y para exigir el pago de las
deudas tributarias. Al contrario, la prescripción perjudica al contribuyente o al obligado
tributario en los supuestos c) y d) ya que prescriben sus derechos a solicitar y a obtener
las devoluciones derivadas de la normativa de cada tributo.
b) Interrupción
La prescripción se interrumpe cuando se actúa en el ejercicio de esos derechos o esas
obligaciones a las que acabamos de hacer mención. El artículo 67 establece el cómputo
de los plazos de prescripción. A partir de ahí se volverán a contar el plazo de 4 años.
3. La compensación
La compensación es una forma de extinción de las deudas tributarias de un obligado
tributario que a su vez tiene créditos reconocidos por acto administrativo con la
Administración. Con las condiciones que se establezcan reglamentariamente, dicho
obligado podrá extinguirlas total o parcialmente por compensación de acuerdo con el
artículo 71 a 74 de la LGT.
Existen dos formas de compensación: a instancia del obligado tributario o de oficio. En
el primer caso, el obligado tributario podrá solicitar la compensación de las deudas
tributarias tanto en período voluntario de pago como en período ejecutivo.
En el caso de la compensación de oficio, la Administración tributaria compensará las
deudas tributarias que se encuentren en período ejecutivo. Asimismo, se compensarán
de oficio durante el plazo de ingreso en período voluntario las cantidades a ingresar y a
devolver que resulten de un mismo procedimiento de comprobación limitada o
inspección o de la práctica de una nueva liquidación por haber sido anulada otra anterior
de acuerdo con lo dispuesto en el apartado 5 del artículo 26 de la LGT.
4. La condonación
Este modo de extinción de las obligaciones está reñido con el principio básico en
nuestra materia de la indisponibilidad por parte de la Administración de los créditos
tributarios según establece el artículo 18 de la LGT. Este requisito es consecuencia
lógica, a su vez, de que el establecimiento de los tributos se hace asimismo por ley de
acuerdo con los artículos 31.3 y 133.1 de la CE.
En casos excepcionales, la necesidad de condonar la deuda tributaria puede venir
impuesta por exigencias insoslayables de justicia. En este sentido, el artículo 75 de la
LGT establece:
Las deudas tributarias sólo podrán condonarse en virtud de Ley, en la
cuantía y con los requisitos que en la misma se determinen (NO EN VIRTUD
DE PACTO, SOLO POR LEY).
La LGT no puede contradecir los principios de justicia tributaria ni el momento del
establecimiento de tributos ni tampoco en el de la condonación. Por ello, su ámbito
propio son los Impuestos sobre bienes inmuebles y actividades económicas, en los que

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la obligación tributaria nace con independencia de la obtención de un beneficio real. La
condonación será de una obligación tributaria concreta.
Para concluir se puede señalar que este modo de extinción se ha utilizado de forma
muy limitada y sobre todo en relación a deudas tributarias de carácter local cuando se
produzcan circunstancias extraordinarias que las justifiquen como catástrofes
naturales u otras situaciones de índole análoga.

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