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INFORME

LA EXTINCIÓN DE LA DEUDA TRIBUTARIA

El pago es la forma habitual de extinción de la deuda tributaria. Así el pago no solo extingue

la deuda tributaria, sino que libera, además, al deudor y a los responsables, si los hubiera. Puede

efectuar el pago, en período voluntario o período ejecutivo, cualquier persona, tenga o no interés

en el cumplimiento de la obligación, ya lo conozca y lo apruebe, ya lo ignore el obligado al pago.

El tercero que pague la deuda no estará legitimado para ejercitar ante la Administración los

derechos que corresponden al obligado al pago. El cobro de tributos a la ciudadanía tiene como

fin contribuir al financiamiento del Estado colombiano, no obstante es necesario fijar los

parámetros para el cobro de los tributos ya que estos no pueden permanecer de manera indefinida

en el tiempo, es decir, se debe establecer la vigencia de estos, la oportunidad de cobro y la

manera como se logrará el recaudo de los mismos de manera persuasiva o coactiva. Según el

acuerdo con lo establecido por el artículo 59 de la LGT, las deudas tributarias podrán extinguirse

de las siguientes formas: mediante el pago, por prescripción, por compensación y por

condonación.

El modo más lógico de extinción de la deuda tributaria es el pago, ya que este, si la obligación

tributaria principal es el pago de la cuota, resulta evidente que cualquier otro modo de extinción

(condonación, prescripción...) no es el perseguido por el legislador cuando define el presupuesto

de hecho que va a constituir el hecho imponible como medidor de la capacidad económica del

obligado tributario.

Existen ciertos lazos para el pago de la deuda tributaria. Los cueles están estipulados por el

artículo 62 de la LGT estos son:


a) Corresponderán abonarse en el plazo contemplado en su propia normativa las deudas

resultantes de autoliquidaciones.

b) Las deudas resultantes de liquidaciones practicadas por la Administración se ingresarán de

acuerdo con la fecha en que se produzca la notificación.

Es de tener en cuenta que si la notificación de la liquidación se realiza entre los días 1 y 15 de

cada mes, desde la fecha de recepción de la notificación hasta el día 20 del mes posterior o, si

éste no fuera hábil, hasta el inmediato hábil siguiente. Así mismo si la notificación de la

liquidación se realiza entre los días 16 y último de cada mes, desde la fecha de recepción de la

notificación hasta el día 5 del segundo mes posterior o, si éste no fuera hábil, hasta el inmediato

hábil siguiente.

c) El pago en periodo voluntario de las deudas de notificación colectiva y periódica que no

tengan establecido otro plazo en sus normas reguladoras deberá efectuarse en el periodo

comprendido entre el día 1 de septiembre y el 20 de noviembre o, si éste no fuera hábil, hasta el

inmediato hábil siguiente. La Administración Tributaria competente podrá modificar el plazo

señalado en el párrafo anterior siempre que dicho plazo no sea inferior a dos meses.

d) Las deudas que deban abonarse mediante efectos timbrados se pagarán en el momento de la

realización del hecho imponible, si no se dispone otro plazo en su normativa específica.

e) Las deudas que se exijan en periodo ejecutivo, y una vez notificada la providencia de

apremio, deberán ingresarse en los siguientes plazos:


• Si la notificación de la providencia se realiza entre los días 1 y 15 de cada mes, desde la

fecha de recepción de la notificación hasta el día 20 de dicho mes o, si éste no fuera hábil, hasta

el inmediato hábil siguiente.

• Si la notificación de la providencia se realiza entre los días 16 y último de cada mes,

desde la fecha de recepción de la notificación hasta el día 5 del mes siguiente o, si éste no fuera

hábil, hasta el inmediato hábil siguiente.

Aplazamiento y fraccionamiento. Aunque generalmente se alude a ambas figuras de forma

conjunta, es diferente la una de la otra. El fraccionamiento supone un aplazamiento con la

especialidad de realizarse el pago en varios plazos y que necesariamente va a obligar a realizar

pagos parciales, a diferencia del aplazamiento, el cual supone un diferimiento en el momento del

pago, pero referido al importe total de la deuda. Esta materia se encuentra regulada en el artículo

65 de la LGT.

Los efectos de la solicitud de aplazamiento o fraccionamiento son los siguientes:

• Si la deuda está en periodo voluntario de pago, la consecuencia es que no se iniciará el

periodo ejecutivo.

• Si la deuda está en vía ejecutiva, el procedimiento no se suspende, si bien se podrán

paralizar las actuaciones tendentes a la enajenación de los bienes embargados.

• La LGT regula exhaustivamente la necesidad de aportar garantía para la concesión de

fraccionamiento o aplazamiento en el pago de la deuda tributaria.


La prescripción es la extinción del crédito tributario, motivada por la inactividad de su titular

durante un plazo legal predeterminado, que se sitúa, actualmente, en cuatro años (artículo 66

LGT).

Conforme a esta institución, el ente público acreedor no podrá determinar la deuda tributaria

mediante la oportuna liquidación, ni exigir el pago de las deudas liquidadas. Por su parte, los

obligados tributarios no podrán solicitar las devoluciones que se puedan derivar de la normativa

propia de cada tributo, ni las que puedan corresponder por los ingresos indebidos realizados, ni

siquiera el reembolso del coste de las garantías.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que el plazo de prescripción se interrumpe, comenzando

de nuevo, entre otros supuestos en aquellos en los que existe cualquier acción de la

Administración tributaria conducente a la liquidación de la deuda o por la interposición de

reclamaciones o recursos de cualquier clase por parte del interesado.

Un ejemplo de ello es que el señor X presenta autoliquidación por IRPF del ejercicio 20X1 en

el plazo reglamentario para ello. Si la Inspección decide iniciar actuaciones de comprobación e

investigación de su situación tributaria, la notificación de inicio de actuaciones debe practicarse

antes del 30 de junio de 20X6, fecha en la que se cumplen los cuatro años contemplados en el

artículo 66 a) de la LGT.

La compensación esta designada por la LGT como la aceptación de la posibilidad de que las

deudas tributarias se extingan total o parcialmente por compensación, ya sea ésta de oficio o a

instancia del obligado tributario.

Compensación de oficio. Serán compensables de oficio las deudas que se encuentren en

periodo ejecutivo. La posibilidad de compensar de oficio deudas en periodo voluntario estará


condicionada a la concurrencia de determinadas circunstancias. También es posible la

compensación de oficio de las deudas que tengan con el Estado comunidades autónomas,

entidades locales y demás entidades de derecho público.

Compensación a instancia del obligado tributario. El obligado tributario podrá solicitar la

compensación de las deudas tributarias que se encuentren tanto en periodo voluntario de pago

como en periodo ejecutivo. La presentación de una solicitud de compensación en periodo

voluntario impide el inicio del periodo ejecutivo de la deuda concurrente con el crédito ofrecido,

si bien ello no obsta para que se produzca el devengo del interés de demora que pueda proceder,

en su caso, hasta la fecha de reconocimiento del crédito.

La condonación de la deuda tributaria es, en realidad, un acto de liberalidad en virtud del cual

el acreedor renuncia total o parcialmente a la prestación, lo que implica, por ende, que la deuda se

extingue en su totalidad o en la parte que corresponda (artículo 75 LGT). Dado que el acreedor de

la relación tributaria no puede renunciar al crédito tributario, la condonación, como medio de

extinción de obligaciones tributarias violenta el principio general de indisponibilidad, de ahí que

se exija que la misma se establezca por Ley, en la cuantía y con los requisitos que en la misma se

determinen.

Con relación a la insolvencia del deudor es conocida como la imposibilidad de la prestación

como modo de extinción de la obligación no es aplicable a las obligaciones genéricas. De aquí

que la obligación tributaria no pueda extinguirse por esta causa, al menos tal y como ésta aparece

regulada en el Código Civil.

El artículo 76 de la LGT dice que "las deudas tributarias que no hayan podido hacerse

efectivas en los respectivos procedimientos de recaudación por insolvencia probada, total o


parcial, de los obligados tributarios se darán de baja en cuentas en la cuantía procedente,

mediante la declaración del crédito como incobrable, total o parcial, en tanto no se rehabiliten

dentro del plazo de prescripción de acuerdo con lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 173 de

esta Ley".

Del citado artículo se desprende:

• Lo que se declara incobrable es el crédito, no a la persona o entidad obligada al pago.

• La declaración como incobrable de un crédito tributario puede ser total o parcial.

• La declaración como incobrable de un crédito implica que se declaren fallidos a todos y

cada uno de los obligados al pago.

Globalizando se puede decir que la obligación fiscal es un campo fascinante del derecho fiscal

que merece ser estudiado a fondo y en consecuencia dedicarle varios artículos de este blog para

entender a la perfección sus antecedentes, elementos y naturaleza jurídica.

CUESTIONAMIENTO

¿Se extingue la relación tributaria por muerte del responsable?

Si, este hecho se hace visible con la muerte del responsable de la obligación tributaria (si es

que éste no ha dejado bienes que puedan garantizar el cumplimiento de la obligación), dicho de

otra manera: si el deudor fallece, la obligación también. Asimismo como se hereda el patrimonio,

también las deudas y todos los colombianos tienen herederos, según la ley.
¿Cuándo no se tiene noticia del deudor que se debe hacer?

Cuando no se tiene noticia del deudor por más de cinco años y no se haya podido hacer

efectiva la obligación, por no existir bienes embargados ni garantía alguna. Como lo afirma el

Código Civil, las deudas formales se pueden extinguir y una manera de hacerlo es la prescripción,

es decir, el paso del tiempo en que una obligación se puede cobrar, pero todo depende de cómo se

instrumenta la obligación para que, pasados cinco o diez años, efectivamente prescriba sea

entidad financiera, establecimiento de comercio, operador celular, empresa de servicios públicos

o colegio, resulta muy poco probable que un acreedor deje pasar cinco años, si media contrato

que contiene la obligación exigible, para cobrar o, en consecuencia, emprender una acción

ejecutiva ante un juez. Superado ese tiempo, min es más remota la posibilidad de que se dejen

pasar 10 años para que prescriba la deuda sin que se active un proceso judicial ordinario.

¿Qué significa compensar una deuda?

La compensación de deudas consiste en la posibilidad de liquidar saldos deudores y

acreedores cuando una misma persona es simultáneamente deudora y acreedora de otra.


Elabore un flujograma acerca de la prescripción de una acción de cobro
Conclusiones acerca del impacto económico que se puede presentar por dejar extinguir

una deuda tributaria o por el pago inoportuno

El impacto económico que se puede presentar por dejar extinguir una deuda tributaria o por el

pago inoportuno es el interés por mora y el reporte en las centrales de riesgo ya que con esto se

paga un alto precio reputacional y manchar, por meses o años, la hoja de vida crediticia que

llevan rigurosamente centrales de información como Datacredito, Cifin, Procredito, entre otras,

sobre obligaciones saldadas, al día o en mora.

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