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Índice

TEMA 1 - La Constitución Española de 1978

1. La Constitución Española de 1978

A) Referencia histórica.
Mediante referéndum, el día 6 de diciembre de 1978, el pueblo es pañol ratifica la Cons titución Es pañola (CE). El día 27
es s ancionada por el Rey (Juan Carlos I), y finalmente s e pública en el Boletín Oficial del Es tado (BOE), el día 29 del
mes y año res eñados .

La CE es el res ultado de un laborios o proces o de reforma política (1975-1978), que permitió la trans ición de un
s is tema autoritario (dictadura del General Franco) a uno cons titucional, equiparable a las democracias avanzadas , s in
que s e produjes e des de el punto de vis ta jurídico una ruptura con el ordenamiento jurídico anterior (1936-1975). De ahí
que es te período s ea conocido his tóricamente por la trans ición es pañola.

Para llevar a cabo la res eñada trans ición, que s us tituyera el entramado ins titucional creado por la dictadura, la
Comis ión de As untos Cons titucionales y Libertades Públicas del Congres o de los Diputados nombró, s iendo Pres idente
del Gobierno, Don Adolfo Suarez de Unión de Centro Democrático, una Ponencia de s iete diputados que fue la
encargada de elaborar el anteproyecto de Cons titución.

Es tos s iete ponentes cons titucionales , conocidos como los Padres de la Cons titución fueron:

1. Don Gabriel Cis neros (Unión de Centro Democrático).

2. Don Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón (Unión de Centro Democrático).

3. Don Jos é Pedro Pérez LLorca (Unión de Centro Democrático).

4. Don Manuel Fraga Iribarne (Alianza Popular).

5. Don Gregorio Peces Barba (Socialis tas en el Congres o).

6. Don Miguel Roca Junyent (Minoría catalana); y

7. Don Jordi Sole Tura (Grupo Comunis ta).

El texto elaborado por dichos ponentes , es aprobado el 31 de octubre de 1978 en el Congres o de Diputados , por 325
votos a favor, 6 en contra (del diputado de Eus kadico Es querra y de diputados de Alianza Popular) y 14 abs tenciones
(entre las que figuran las del Partido Nacionalis ta Vas co); y en el Senado por 226 votos a favor, 5 en contra y 8
abs tenciones .

Una vez aprobada, fue ratificada en el referéndum res eñado al inicio de es te apartado, con el 87% de los votos a s u
favor.

La Cons titución de 1978 es la primera que s e alcanza en Es paña por cons ens o; que unido a s u larga vigencia, hace de
ello un hecho único en la his toria de Es paña.

Nota.- En s u larga vigencia que va des de 1978 has ta nues tros días , la Cons titución Es pañola s ólo fue reformada en
dos ocas iones .

a) Año 1992. Se añadió el incis o “y pas ivo” en el artículo 13.2, quedando redactado de la s iguiente forma.-
Artículo 13.2.-“Solamente los es pañoles s erán titulares de los derechos reconocidos en el artículo 23, s alvo lo
que, atendiendo a criterios de reciprocidad, pueda es tablecers e por tratado o ley para el s ufragio activo y pas ivo
en las elecciones municipales ”

b ) Año 2011. Se s us tituyó íntegramente el artículo 135, en aras de cumplir la es tabilidad pres upues taria y el
control del déficit.

Artículo 135 anterior a la reforma.-

1. ”El Gobierno habrá de es tar autorizado por Ley para emitir Deuda Pública o contraer crédito”.

2. “Los créditos para s atis facer el pago de los interes es y capital de la Deuda Pública del Es tado s e entenderán
s iempre incluidos en el es tado de gas tos de los pres upues tos y no podrán s er objeto de enmienda o
modificación, mientras s e ajus tan a las condiciones de la Ley de emis ión”.

Actual artículo 135.-

1. ”Todas las Adminis traciones Públicas adecuarán s us actuaciones al principio de es tabilidad pres upues taria”.

2. “El Es tado y las Comunidades Autónomas no podrán incurrir en un déficit es tructural que s upere los márgenes
es tablecidos , en s u cas o, por la Unión Europea para s us Es tados Miembros ”.

Una ley orgánica fijará el déficit es tructural máximo permitido al Es tado y a las Comunidades Autónomas ,
en relación con s u producto interior bruto. Las Entidades Locales deberán pres entar equilibrio
pres upues tario.

El Es tado y las Comunidades Autónomas habrán de es tar autorizados por ley para emitir deuda pública o
contraer crédito.

Los créditos para s atis facer los interes es y el capital de la deuda pública de las Adminis traciones s e
entenderán s iempre incluidos en el es tado de gas tos de s us pres upues tos y s u pago gozará de prioridad
abs oluta. Es tos créditos no podrán s er objeto de enmienda o modificación, mientras s e ajus ten a las
condiciones de la ley de emis ión.

El volumen de deuda pública del conjunto de las Adminis traciones Públicas en relación con el producto
interior bruto del Es tado no podrá s uperar el valor de referencia es tablecido en el Tratado de
Funcionamiento de la Unión Europea.

4. Los límites de déficit es tructural y de volumen de deuda pública s ólo podrán s uperars e en cas o de catás trofes
naturales , reces ión económica o s ituaciones de emergencia extraordinaria que es capen al control del Es tado y
perjudiquen cons iderablemente la s ituación financiera o la s os tenibilidad económico o s ocial del Es tado,
apreciadas por la mayoría abs oluta de los miembros del Congres o de los Diputados .

5. Una Ley orgánica des arrollará los principios a que s e refiere es te artículo, as í como la participación, en los
procedimientos res pectivos , de los órganos de coordinación ins titucional entre las Adminis traciones Públicas en
materia de política fis cal y financiera. En todo cas o regulará:

a. La dis tribución de los límites de déficit y de deuda entre las dis tintas Adminis traciones Públicas , los
s upues tos excepcionales de s uperación de los mis mos y la forma y plazo de corrección de las des viaciones
que s obre uno y otro pudieran producirs e.

b. La metodología y el procedimiento para el cálculo del déficit es tructural.

c. La res pons abilidad de cada Adminis tración Pública en cas o de incumplimiento de los objetivos de
es tabilidad pres upues taria.

6. Las Comunidades Autónomas , de acuerdo con s us res pectivos Es tatutos y dentro de los límites a que s e refiere
es te artículo, adoptarán las dis pos iciones que procedan para la aplicación efectiva del principio de es tabilidad en
s us normas y decis iones pres upues tarias .

B) División y estructura.
La CE s e divide en:

1. PREÁMBULO.

2. UN TÍTULO PRELIMINAR (artículos 1 al 9).

3. TÍTULO I.-“De los derechos y deberes fundamentales ” (artículos 10 al 55).

4. TÍTULO II.-“De la Corona” (artículos 56 al 65).

5. TITULO III.- “De las Cortes Generales ” (artículos 66 al 96).

6. TITULO IV.-“Del Gobierno y la Adminis tración” (artículos 97 al 107).

7. TITULO V.- “De las Relaciones entre el Gobierno y las Cortes Generales ” (artículos 108 al 116).

8. TÍTULO VI.- “Del Poder Judicial” (artículos 117 al 127).

9. TÍTULO VII.- “Economía y Hacienda” (artículos 128 al 136).

10. TÍTULO VIII.-“De la organización territorial del Es tado (artículos 137 al 158).

11. TÍTULO IX.-“Del Tribunal Cons titucional” (artículos 159 al 165).

12. TÍTULO X.- “De la reforma cons titucional” (artículos 166 al 169)

13. CUATRO DISPOSICIONES ADICIONALES.

14. NUEVE DISPOSICIONES TRANSITORIAS.

15. UNA DISPOSICIÓN FINAL y

16. UNA DISPOSICIÓN DEROGATORIA.

En res umen la CE cons ta de un Preámbulo, Título Preliminar, 10 Títulos , 4 Dis pos iciones adicionales , 9 Dis pos iciones
trans itorias , 1 Dis pos ición final y 1 Dis pos ición derogatoria. Los 169 artículos que la forman, s e encuentran recogidos
en el Título Preliminar y los 10 Títulos anteriormente res eñados .

La CE s e puede es tructurar de la s iguiente forma:

1. Preámbulo.- De valor declarativo no preceptivo. Se expres a en él, la voluntad de la Nación es pañola de crear
una Cons titución y derivado de ello, un Es tado s ocial y democrático de Derecho.

En él s e es tablece lo s iguiente: “La Nación es pañola, des eando es tablecer la jus ticia, la libertad y la
s eguridad, y promover el bien de cuantos la integran, en us o de s u s oberanía, proclama s u voluntad de:

Garantizar la convivencia democrática dentro de la Cons titución y de las leyes conforme a un orden
económico y s ocial jus to.

Cons olidar un Es tado de Derecho que as egure el imperio de la ley como expres ión de la voluntad popular.

Proteger a todos los es pañoles y pueblos de Es paña en el ejercicio de los derechos humanos , s us culturas
y tradiciones , lenguas e ins tituciones .

Promover el progres o de la cultura y de la economía para as egurar a todos una digna calidad de vida.

Es tablecer una s ociedad democrática avanzada y,

Colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos
de la Tierra.

En cons ecuencia, las Cortes aprueban y el pueblo ratifica lo s iguiente”.

2. Parte dogmática.- Título preliminar (artículos 1 a 9) y Título I (artículos 10 al 55).

Se identifica el modelo de Es tado, los principios bás icos ins piradores del s is tema político, as í como los
derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos y s us garantías .

En el Título I s e recogen los derechos y deberes fundamentales de la forma s iguiente.

Capítulo I.- Es pañoles y extranjeros .

Capítulo II.- Derechos y Libertades . Es te capítulo s e s ubdivide en las s iguientes s ecciones : Sección
1ª.- De los derechos fundamentales y libertades públicas , y Sección 2ª.- De los derechos y deberes
fundamentales de los ciudadanos .

Capítulo III.- Principios rectores de la política s ocial y económica.

Capítulo IV.-De las garantías y derechos fundamentales .

Capítulo V.- Sus pens ión de derechos y libertades .

3. Parte orgánica.- Del Título II al Título IX; (artículos 56 al 165)

En dichos Títulos de la CE s e procede a la regulación de los órganos bás icos que ejercen los poderes
es tatales ( ejecutivo, legis lativo y judicial); la organización territorial (municipios , provincias y comunidades
autónomas ) y adminis trativa del Es tado; el s ometimiento de los Jueces y Tribunales (independientes ,
inamovibles y res pons ables ) al imperio de la ley; el modelo de s is tema económico, financiero y tributario
que tenemos en Es paña, y el Tribunal Cons titucional (máximo garante de la Cons titución).

4. Parte final.- Título X (artículos 166 al 169), en el que s e recogen los requis itos y mayorías s uficientes para
llevar a efecto la reforma de la Cons titución.

5. Las disposiciones adicionales (cuatro), en las que s e reconoce entre otros as pectos el s is tema foral y el
gobierno canario.

6. Las disposiciones transitorias (nueve), en las que s e es tablece los s is temas es peciales en la ordenación del
territorio, la provis ionalidad de las Cortes Cons tituyentes , etc).

7. La disposición derogatoria (una), en la que s e elimina la Ley de Reforma Política de 1977 que hizo pos ible la
actual Cons titución Es pañola; as í como cualquier otra que contradiga lo es tablecido en la Cons titución.

8. La disposición final (una), s obre la entrada en vigor ( el mis mo día de s u publicación en el Boletín Oficial del
es tado-BOE, es decir el 29 de diciembre de 1978) de la Cons titución Es pañola.

EJERCICIO 1

1. La Constitución Española de 1978 consta de 159 artículos

a. Verdadero
b. Fals o

2. La Constitución Española fue ratificada por el pueblo español mediante referéndum, en fecha 6 de
diciembre de 1978

a. Verdadero
b. Fals o

3. La Constitución Española fue sancionada por el Rey (Juan Carlos I) en fecha 27 de diciembre de 1978

a. Verdadero
b. Fals o

4. La Constitución Española fue publicada en el Boletín Oficial del Estado en fecha 29 de diciembre de
1978

a. Verdadero
b. Fals o

5. La Constitución Española, desde su entrada en vigor hasta nuestros días, sólo fue reformada en tres
ocasiones

a. Verdadero
b. Fals o

6. La Constitución Española consta de un Preámbulo, un Título Preliminar, diez Títulos, cuatro


Disposiciones Adicionales, nueve Disposiciones Transitorias, una Disposición Derogatoria y una
Disposición Final

a. Verdadero
b. Fals o

7. El Preámbulo de la Constitución Española tiene valor declarativo y preceptivo

a. Verdadero
b. Fals o

8. La Constitución Española entro en vigor al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial del
Estado

a. Verdadero
b. Fals o

9. La entrada en vigor de la Constitución Española se regula en su Disposición Derogatoria

a. Verdadero
b. Fals o

10. La parte dogmática de la Constitución Española se recoge exclusivamente en el Título Preliminar de la


misma (artículos 1 a 9)

a. Verdadero
b. Fals o

11. Cuando la Constitución Española fue elaborada, ratificada y sancionada, el Presidente del Gobierno
era Felipe González Márquez.

a. Verdadero
b. Fals o

12. Los siete ponentes constitucionales, conocidos como los Padres de la Constitución fueron Don Gabriel
Cisneros, Don Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Don José Pedro Pérez Llorca, Don Manuel Fraga
Iribarne, Don Gregorio Peces Barba, Don Miguel Roca Junyent; y Don Jordi Sole Tura

a. Verdadero
b. Fals o

13. En el año 1992 se reformó el artículo 13.2 de la Constitución Española

a. Verdadero
b. Fals o

14. En el año 2012 se reformó, sustituyéndolo íntegramente, el artículo 136, en aras de cumplir la
estabilidad presupuestaria y el control del déficit.

a. Verdadero
b. Fals o

15. La Constitución Española de 1978 fue ratificada en referéndum, con el 87% de los votos a su favor.
a. Verdadero
b. Fals o

16. El texto elaborado por los ponentes constitucionales es aprobado el 31 de octubre de 1978 en el
Congreso de Diputados y en el Senado

a. Verdadero
b. Fals o

17. En el año 2011 se reformó, sustituyéndolo íntegramente, el artículo 135

a. Verdadero
b. Fals o

18. El texto elaborado por los ponentes constitucionales, es aprobado en el Congreso de Diputados, por
325 votos a favor, 6 en contra y 14 abstenciones; y en el Senado por 226 votos a favor, 5 en contra y 8
abstenciones

a. Verdadero
b. Fals o

19. La Constitución de 1978, no es la primera que se alcanza en España por consenso

a. Verdadero
b. Fals o

20. En el Preámbulo de la Constitución de 1978 se expresa la voluntad de la Nación española de crear


una Constitución y derivado de ello, un Estado social y democrático de Derecho

a. Verdadero
b. Fals o

21. En el Preámbulo de la Constitución de 1978 se establece que la Nación española, deseando


establecer la justicia, la libertad y la seguridad, y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su
soberanía, proclama su voluntad de consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la ley
como expresión de la voluntad popular

a. Verdadero
b. Fals o

22. En el Preámbulo de la Constitución de 1978 se establece que la Nación española, deseando


establecer la justicia, la libertad y la seguridad, y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su
soberanía, proclama su voluntad de promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a
todos una digna calidad de vida

a. Verdadero
b. Fals o

23. El TÍTULO VII de la Constitución se denomina “Del Poder Judicial”

a. Verdadero
b. Fals o

24. El TÍTULO II de la Constitución se denomina “De la Corona”

a. Verdadero
b. Fals o

25. El TÍTULO IX de la Constitución se denomina “De la reforma constitucional”

a. Verdadero
b. Fals o
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TEMA 2 - Valores superiores y principios inspiradores

2. Valores superiores y principios


inspiradores

A) Valores superiores.
La Cons titución Es pañola los recoge en el Título Preliminar.

El artículo 1 es tablece en s u apartado 1:”Es paña s e cons tituye en un Es tado s ocial y democrático de Derecho, que
propugna como valores s uperiores de s u ordenamiento jurídico la libertad, la jus ticia, la igualdad y el pluralis mo
político”.

Son un referente es encial en el proces o de producción, interpretación y aplicación del Derecho. En ellos s e definen las
orientaciones bás icas a las que el ordenamiento debe dirigirs e: la libertad, la jus ticia, la igualdad y el pluralis mo
político.

Las caracterís ticas de los mis mos s on:

1. Tienen carácter normativo y obligatorio para todos los des tinatarios de las normas .

2. Son las as piraciones ideales que una comunidad elige como los objetivos máximos a des arrollar por el
ordenamiento jurídico.

3. No agotan s u contenido normativo; s iempre hay que profundizar el s entido de los valores pos itivizados . Es to
implica que ejercen s obre es tos una función crítica y de pres ión.

4. Cons tituyen no s ólo una guía para la interpretación y des arrollo del ordenamiento s ino también unos límites para
el mis mo.

Procederemos al anális is de los res eñados valores .

1. LIBERTAD.- Es te valor tiene dos grandes dimens iones :

Organizativa.- Se cons agra la s oberanía popular, la legitimación de los gobernantes por medio de
elecciones periódicas por s ufragio univers al y la s eparación de poderes (ejecutivo, legis lativo y judicial).

Dimens ión pers onal.- Donde el valor libertad s e realiza des de varias pers pectivas .

a. Libertad-autonomía.- Cons is te en la capacidad de actuación s in interferencias de otras


pers onas , organizaciones o grupos s ociales y del Es tado. Se recoge en los artículos 16,17 y 19
de la CE

b. Libertad de participación.- Se recoge en los artículos 22,23 y 28 de la CE; en los cuales s e


favorece la intervención de las pers onas en la organización del poder y en la fijación de los
criterios generales de la organización del Es tado.

c. Libertad de pres tación.- Se recoge en el artículo 9.2 de la CE; el cual es tablece la obligación que
tiene el Es tado de realizar conductas pos itivas para facilitar la libertad.

2. JUSTICIA. Se puede definir es te valor como el ins trumento indis pens able para lograr que la libertad s ea más
igual para todos . El Tribunal Cons titucional ha eludido la aplicación directa de es te valor, excepto en s u ámbito
más es tricto, es to es , el relativo a la Adminis tración de Jus ticia; o bien lo reconduce a algún principio
cons titucional; tal y como hace la STC (Sentencia del Tribunal Cons titucional) 66/1990, de 5 de abril cuando
s eñala que “en el reproche de arbitrariedad debe incluirs e, as imis mo, el relativo a la les ión del valor de
“jus ticia” que cons agra el artículo 1 de la Norma fundamental”.

3. IGUALDAD. Es te valor debe entenders e conjuntamente con el de la libertad; en la medida que aquella s in es ta
hace incompatible la convivencia con el Es tado s ocial y democrático de Derecho.

Es te valor no s ólo s e recoge en el artículo 1.1 de la CE, s ino también en los artículos 9.2 y en el 14 de la
mis ma.

Artículo 9.2.-“Corres ponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la
igualdad del individuo y de los grupos en que s e integra s ean reales y efectivas ; remover los
obs táculos que impidan o dificulten s u plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en
la vida política, económica, cultural y s ocial”.

Artículo 14.- “Los es pañoles s on iguales ante la ley, s in que pueda prevalecer dis criminación alguna
por razón de nacimiento, raza, s exo, religión, opinión o cualquier otra condición o circuns tancia
pers onal o s ocial”.

El profes or Don Gregorio Peces Barba, es tablecía que la igualdad pres entaba divers as dimens iones ; las
cuales s on:

Generalidad.- Todos los ciudadanos s on des tinatarios de las mis mas normas y s ometidos a las
ins tituciones y tribunales .

Equiparación.- Lo cual implica un trato igual de circuns tancias o de s ituaciones no idénticas . En


determinados cas os tal diferencia no es relevante para jus tificar un dis tinto dis frute o ejercicio de
determinados derechos o para la aplicación de una dis tinta reglamentación normativa. De nues tra CE
s e difiere que no s on relevantes para jus tificar una normativa jurídica dis tinta el nacimiento, raza, s exo,
religión, opinión o cualquier otra condición o circuns tancia pers onal o s ocial.

Diferenciación.- Se refiere al valor de igualdad ante la ley. Legis lar s upone diferenciar las dis tintas
pos iciones jurídicas res ultantes del tráfico jurídico. Es ta diferenciación de trato tiene s u bas e en la
exis tencia de determinadas condiciones relevantes , como puede s er la extranjería, la riqueza res pecto
al trato fis cal de la riqueza, etc…

Procedimiento.- Debe s er el mis mo para todos con independencia de las pers onas o de los interes es
en juego de cada cas o.

4. PLURALISMO POLÍTICO.- Su reflejo más evidente s e encuentra en el artículo 6 de la CE, en el cual s e es tablece
que “los partidos políticos expres an el pluralis mo político, concurren a la formación y manifes tación de la
voluntad popular y s on ins trumento fundamental de participación política. Su creación y el ejercicio de s u
actividad s on libres dentro del res peto a la Cons titución y a la Ley. Su es tructura interna y funcionamiento
deberán s er democráticos ”.

Diferentes artículos de la CE aluden a es te principio des de otros puntos de vis ta; que s on los s iguientes :

a. Pluralis mo s ocial; es decir el papel fundamental de los s indicatos y as ociaciones empres ariales en
las relaciones laborales (artículos 7,28 y 37).

b. Pluralis mo territorial; es decir el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que


integran la Nación es pañola (artículo 2).

c. Pluralis mo lingüís tico y s imbólico; es decir manifes taciones de los s ímbolos y lenguas que integran el
Es tado es pañol (artículos 3 y 4).

d. Pluralis mo ideológico y religios o, es decir no s ólo s e garantiza la libertad, ideológica y de culto de los
individuos y las comunidades , s in más limitaciones que el mantenimiento del orden público protegido
por la Ley, s ino también la prohibición de obligar a alguien a declarar s obre s u ideología, religión o
creencias . As imis mo s e engloba en el mis mo, que ninguna confes ión tendrá carácter es tatal y que los
poderes públicos deben tener en cuenta las creencias religios as de la s ociedad es pañola y
mantendrán las cons iguientes relaciones de cooperación con la Igles ia Católica y las demás
confes iones . ( artículo 16 CE).

e. Pluralis mo en el ejercicio de la libertad de expres ión.- Es to implica que debe garantizars e a los grupos
s ociales y políticos s ignificativos , res petando el pluralis mo de la s ociedad y de las divers as lenguas
de Es paña, el acces o a medios de comunicación s ocial dependientes del Es tado ( artículo 20.3).
f. Pluralis mo as ociativo.- Reconocimiento del derecho de as ociación, fines , medios e ins cripción de las
mis mas , as í como s u s us pens ión o dis olución (artículo 22).

B) Principios inspiradores.
La CE, al tratars e de la norma en la que s e fundamenta todo el ordenamiento jurídico, recoge los mis mos en el
artículo 9.3 en relación con el artículo 9.1.

Artículo 9.1.-“Los ciudadanos y los poderes públicos es tán s ujetos a la Cons titución Es pañola y al res to del
Ordenamiento jurídico”

Artículo 9.3.-“La Cons titución Es pañola garantiza el principio de legalidad, jerarquía normativa, la
publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o
restrictivas de derechos individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la
arbitrariedad de los poderes públicos”.

Derivado de es te artículo los principios ins piradores s on:

1. Legalidad.

2. Jerarquía normativa.

3. Publicidad de las normas .

4. Irretroactividad de las dis pos iciones s ancionadoras no favorables o res trictivas de derechos individuales .

5. Seguridad jurídica, y

6. Res pons abilidad e interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos .

Los principios res eñados es tán interrelacionados , es decir que ninguno de ellos podría garantizars e plenamente s i los
demás no es tuvieran o es tuvies en igualmente protegidos . SON EL NUCLEO MATERIAL CON VALIDEZ PARA EL
CONJUNTO DEL ORDENAMIENTO JURÍDICO JUNTO CON LOS VALORES SUPERIORES; PERO A DIFERENCIA DE
ESTOS SON DE NATURALEZA PROPIAMENTE JURIDICA Y SU CONTENIDO ES MENOS ABSTRACTO.

A continuación procederemos a examinar cada uno de los principios cons titucionales .

1 º PRINCIPIO DE LEGALIDAD.- Es te principio implica jurídicamente la primacía de la Ley, mediante la cual s e


expres a la voluntad del titular de la s oberanía, repres entada por el Parlamento. El artículo 9.1 de la CE es tablece
que “Los ciudadanos y los poderes públicos es tán s ujetos a la Cons titución y al res to de ordenamiento del
ordenamiento jurídico”.

La expres ión es pecífica de es te principio es la s umis ión a la ley de la actividad adminis trativa que proclama el
artículo 103 de la CE que es tablece:

1. “La Adminis tración Pública s irve con objetividad los interes es generales y actúa de acuerdo con los
principios de eficacia, jerarquía, des centralización, des concentración y coordinación, con s ometimiento
pleno a la ley y al Derecho”.

2. “Los órganos de la Adminis tración del Es tado s on creados , regidos y coordinados de acuerdo con la Ley”.

3. “La ley regulará el es tatuto de los funcionarios públicos , el acces o a la función pública de acuerdo con los
principios de mérito y capacidad, las peculiaridades del ejercicio de s u derecho a s indicación, el s is tema de
incompatibilidades y las garantías para la imparcialidad en el ejercicio de s us funciones ”.

Es te principio, junto con otros , rige la actuación de los poderes públicos , es decir s u s ometimiento al
ordenamiento jurídico en el des arrollo de s us funciones .

2º PRINCIPIO DE JERARQUIA NORMATIVA.- Es un principio s obre la es tructura del ordenamiento jurídico es pañol,
el cual es piramidal. En la cús pide del mis mo s e encuentra la propia Cons titución Es pañola (CE). Derivado de es te
principio las normas de rango s uperior prevalecen s obre las de rango inferior. El res peto a es te principio es
condición de validez de las normas jurídicas . Si las normas pos een la mis ma fuerza normativa, en cas o de
contradicción prevalece la pos terior, ya que s e entenderá que ha derogado a la anterior.

Es te principio hay que relacionarlo con otro de gran tras cendencia para el ordenamiento jurídico cons titucional, que
s i bien no s e recoge expres amente en el artículo 9.3 de la CE, s e pueden encontrar tres manifes taciones del
mis mo en aquel. Es te principio es el de COMPETENCIA y las tres manifes taciones que s e encuentran s on:

1. Orgánica.- La norma debe s er dictada por el órgano que dis ponga de la potes tad normativa
corres pondiente.

2. Territorial.- Solo tienen validez las normas o actos procedentes de ,los órganos de un ente territorial, s i
aquellas han s ido dictadas dentro de s u competencia normativa.

3. Normativa.- La categoría de las normas tienen un ámbito material prefijado por la Cons titución, de manera
que s ólo podrán proyectar s u fuerza normativa dentro de es e ámbito material.

3 º PUBLICIDAD DE LAS NORMAS.- Es un principio, junto con otros , que vers a s obre la eficacia de las normas
jurídicas .

Para que pueda s er exigido el cumplimiento general de una norma debe proceders e a s u publicación en un
medio oficial conocido y acces ible (Boletín Oficial del Es tado, Diario Oficial de las Comunidades Autónomas ),
para que aquella pueda conocers e. Si no s e procede a s u publicación no puede obligars e al cumplimiento
de una norma.

4º IRRETROAC TIVIDAD DE LAS DISPOSICIONES SANCIONADORAS NO FAVORABLES O RESTRICTIVAS DE


DERECHOS INDIVIDUALES.- Derivado de es tos principios no s e puede s ancionar una acción con normas más
duras que las vigentes en el momento de la comis ión de la infracción. Su ámbito de aplicación es el Derecho
s ancionador, es decir el Derecho Penal y el Derecho Adminis trativo. El Tribunal Cons titucional (TC) derivado de es te
principio ha deducido una interpretación a contrario s ens u, en virtud de la cual s e garantiza cons titucionalmente la
retroactividad de la Ley penal favorable.

En relación con las dis pos iciones res trictivas de derechos individuales , lo primero que hay que preguntars e
es que s e entiende por los mis mos . El Tribunal Cons titucional ha s os tenido una interpretación res trictiva en
referencia a los derechos fundamentales y libertades públicas de la Sección 1ª del Capítulo II ( Derechos y
deberes fundamentales ) de la Cons titución Es pañola. Es ta limitación s ólo afecta s ituaciones jurídicas
cons olidadas .

5º SEGURIDAD JURÍDICA.- Es un principio bás ico del ordenamiento jurídico y de alcance más general. De él s on
ins trumentales algunos de los demás principios .

La s eguridad jurídica s e puede entender como la conformidad a Derecho y previs ibilidad de la actuación de los
poderes públicos , y es pecialmente la interpretación y aplicación del Derecho por parte de las Adminis traciones
públicas y los jueces y tribunales . Es to pres upone la pos ibilidad de conocer no s olo las normas que integran el
ordenamiento s ino también los actos de aplicación del mis mo.

6º RESPONSABILIDAD E INTERDICCIÓN DE LA ARBITRARIEDAD DE LOS PODERES PUBLICOS.- Rigen, junto


con el de legalidad, la actuación de los poderes públicos ; los cuales s e s ometen al ordenamiento jurídico en el
des arrollo de s us funciones .

Todos los poderes públicos que lleven a efecto una actuación inadecuada, al es tar s ujetos al ordenamiento jurídico,
s on res pons ables (principio de res pons abilidad). La Cons titución Es pañola s eñala como manifes taciones s ingulares
de es te principio las s iguientes :

Artículo 106.2.- “Los particulares , en los términos es tablecidos en la Ley; tendrán derecho a s er indemnizados ,
por toda les ión que s ufran en cuales quiera de s us bienes o derechos , s alvo en los cas os de fuerza mayor,
s iempre que la les ión s ea cons ecuencia del funcionamiento de los s ervicios públicos ”.

Artículo 121.- “Los daños caus ados por error judicial, as í como los que s ean cons ecuencia del funcionamiento
anormal de la Adminis tración de Jus ticia darán derecho a una indemnización a cargo del Es tado, conforme a la
Ley”.

El principio de interdicción de la arbitrariedad s ignifica, en cambio, que toda actuación llevada a cabo por los poderes
públicos no puede carecer de jus tificación. Los poderes públicos , no los particulares , cada uno dentro del ámbito de
s u competencia, s ólo deben actuar en beneficio del interés público, de acuerdo con los procedimientos que la ley
marca y con res peto a los principios y valores cons titucionales y legales .

Nota.- TITULO PRELIMINAR (artículos 1 al 9).-

Artículo 1.-

1. “Es paña s e cons tituye en un Es tado s ocial y democrático de Derecho, que propugna como valores s uperiores de
s u ordenamiento jurídico la libertad, la jus ticia, la igualdad y el pluralis mo político”.

2. “La s oberanía nacional res ide en el pueblo es pañol, del que emanan los poderes del Es tado”.

3. “La forma política del Es tado es pañol es la Monarquía parlamentaria”.

Artículo 2.- “La Cons titución s e fundamenta en la indis oluble unidad de la Nación es pañola, patria común e indivis ible
de todos los es pañoles , y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la
integran y la s olidaridad entre todas ellas ”.

Artículo 3.-

1. “El cas tellano es la lengua oficial del Es tado. Todos los es pañoles tienen el deber de conocerla y el derecho a
us arla.

2. Las demás lenguas es pañolas s erán también oficiales en las res pectivas Comunidades Autónomas de acuerdo
con s us Es tatutos .

3. La riqueza de las dis tintas modalidades lingüís ticas de Es paña es un patrimonio cultural que s erá objeto de
es pecial res peto y protección”.

Artículo 4.-

1. “La bandera de Es paña es tá formada por tres franjas horizontales , roja, amarilla y roja; s iendo la amarilla de
doble anchura que cada una de las rojas ”.

2. “Los Es tatutos podrán reconocer banderas y ens eñas propias de las Comunidades Autónomas . Es tas s e
utilizarán junto a la bandera de Es paña en s us edificios públicos y en s us actos oficiales ”.

Artículo 5.- “La capital del Es tado es la villa de Madrid”.

Artículo 6.- “Los partidos políticos expres an el pluralis mo político, concurren a la formación y manifes tación de la
voluntad popular y s on ins trumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de s u actividad
s on libres dentro del res peto a la Cons titución y a la ley. Su es tructura interna y funcionamiento deberán s er
democráticos ”.

Artículo 7.- “Los s indicatos de trabajadores y las as ociaciones empres ariales contribuyen a la defens a y promoción
de los interes es económicos y s ociales que le s on propios . Su creación y el ejercicio de s u actividad s on libres dentro
del res peto a la Cons titución y a la ley. Su es tructura interna y funcionamiento deberán s er democráticos ”.

Artículo 8.-

1. “Las Fuerzas Armadas , cons tituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como mis ión
garantizar la s oberanía nacional e independencia de Es paña, defender s u integridad territorial y el ordenamiento
cons titucional”.

2. “Una ley orgánica regulará las bas es de la organización militar conforme a los principios de la pres ente
Cons titución”

Artículo 9.-

1. “Los ciudadanos y los poderes públicos es tán s ujetos a la Cons titución y al res to del ordenamiento jurídico”.

2. “Corres ponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y
de los grupos en que s e integran s ean reales y efectivas ; remover los obs táculos que impidan o dificulten s u
plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y s ocial”.

3. “La Cons titución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas , la
irretroactividad de las dis pos iciones s ancionadoras no favorables o res trictivas de derechos individuales , la
s eguridad jurídica, la res pons abilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos ”.

EJERCICIO 2

1. Según la Constitución Española, España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho

a. Verdadero
b. Fals o

2. La Constitución Española propugna como valores superiores del ordenamiento jurídico: la libertad, la
justicia, la igualdad y el pluralismo político.

a. Verdadero
b. Fals o

3. Según la Constitución Española, en su artículo 14, los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda
prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra
condición o circunstancia personal o social

a. Verdadero
b. Fals o

4. La Constitución Española garantiza la retroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o


restrictivas de derechos individuales

a. Verdadero
b. Fals o

5. La Constitución Española garantiza la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los


poderes públicos

a. Verdadero
b. Fals o

6. La Constitución Española garantiza el principio de legalidad, jerarquía normativa y la publicidad de las


normas

a. Verdadero
b. Fals o

7. Según la Constitución Española, los poderes del Estado emanan del pueblo español, en donde reside la
soberanía nacional

a. Verdadero
b. Fals o

8. Según la Constitución Española, la monarquía parlamentaria es la forma política del Estado español

a. Verdadero
b. Fals o

9. Según el artículo 3.1 de la Constitución Española, el castellano es la lengua oficial de España

a. Verdadero
b. Fals o
10. Según la Constitución; las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas
Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos

a. Verdadero
b. Fals o

11. Según la Constitución; los Estatutos podrán reconocer banderas y enseñas propias de las
Comunidades Autónomas

a. Verdadero
b. Fals o

12. Según la Constitución, la capital del Estado es la Comunidad de Madrid

a. Verdadero
b. Fals o

13. Según la Constitución, los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la misma y al resto del
ordenamiento jurídico

a. Verdadero
b. Fals o

14. Según la Constitución, está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja; siendo la
amarilla de doble anchura que cada una de las rojas, la bandera del Estado

a. Verdadero
b. Fals o

15. Según la Constitución, los sindicatos de trabajadores y las asociaciones empresariales contribuyen a
la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales que le son propios

a. Verdadero
b. Fals o

16. Según el artículo 8.1 de la Constitución; tienen como misión garantizar la soberanía nacional e
independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional, las fuerzas
armadas y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado

a. Verdadero
b. Fals o

17. Según la Constitución, las Fuerzas Armadas están constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el
Ejército del Aire

a. Verdadero
b. Fals o

18. Según la Constitución, los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y
manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política

a. Verdadero
b. Fals o

19. Según la Constitución, la estructura interna y funcionamiento de los sindicatos de trabajadores y las
asociaciones empresariales deberán ser democráticos

a. Verdadero
b. Fals o

20. Según la Constitución, la creación y el ejercicio de la actividad de los partidos políticos son libres
dentro del respeto a la Constitución y a la ley
a. Verdadero
b. Fals o

21. Según la Constitución, las banderas y enseñas propias de las Comunidades Autónomas se utilizarán
junto a la bandera de España en sus edificios públicos y en sus actos oficiales

a. Verdadero
b. Fals o

22. Según la Constitución, la estructura interna y funcionamiento de los sindicatos y las organizaciones
empresariales deberán ser democráticos

a. Verdadero
b. Fals o

23. Según la Constitución, los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y
manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política

a. Verdadero
b. Fals o

24. Según la Constitución, una ley ordinaria regulará las bases de la organización militar conforme a los
principios de la presente Constitución

a. Verdadero
b. Fals o

25. Según la Constitución; corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la
libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integran sean reales y efectivas; remover los
obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la
vida política, económica, cultural y social

a. Verdadero
b. Fals o

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TEMA 3 - Derechos y deberes fundamentales

3. Derechos y deberes fundamentales.


Se recogen en el Título I de la Cons titución Es pañola.- “DE LOS DERECHOS Y DEBERES FUNDAMENTALES”

El res eñado Título I s e es tructura en los s iguientes capítulos .-

Capítulo I.- De los es pañoles y extranjeros .

Capítulo II.- De los derechos y libertades .

Capítulo III.- De los principios rectores de la política s ocial y económica.

Capítulo IV.-De las garantías de las libertades y derechos fundamentales .

Capítulo V.- De la s us pens ión de derechos y libertades .

A) Derechos fundamentales.
El artículo 10 de la CE es tablece lo s iguiente:

1. ”La dignidad de la pers ona, los derechos inviolables que le s on inherentes , el libre des arrollo de la pers onalidad,
el res peto a la ley y a los derechos de los demás s on fundamentales del orden político y de la paz s ocial”.

2. “Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Cons titución Es pañola reconoce s e
interpretan de conformidad con la Declaración Univers al de los derechos humanos y los tratados y acuerdos
internacionales s obre las mis mas ratificados por Es paña”.

En res umen, es te artículo regula una s erie de principios y valores que s e configuran como fundamento de orden
político y de paz s ocial; haciendo remis ión a la Declaración Univers al de los derechos humanos y a los tratados y
acuerdos internacionales s obre derechos humanos ratificados por Es paña; con el fin de que s irvan de guías en la
interpretación de las normas internas relativas a derechos y libertades que la Cons titución reconoce.

Nota.- Dentro del reseñado Título I, hay que hacer referencia, a efectos de su conocimiento y de
seguir un orden cronológico, antes de entrar en los derechos y deberes fundamentales propiamente
dichos, al articulado del Capítulo I .-“De los españoles y los extranjeros”.

Artículo 11.-

1. La nacionalidad es pañola s e adquiere, s e cons erva y s e pierde de acuerdo con lo es tablecido en la ley.

2. Ningún es pañol de origen podrá s er privado de s u nacionalidad.

3. El Es tado podrá concertar tratados de doble nacionalidad con los país es iberoamericanos o con aquellos que
hayan tenido o tengan una particular vinculación con Es paña. En es tos mis mos país es , aun cuando no
reconozcan a s us ciudadanos un derecho recíproco, podrán naturalizars e los es pañoles s in perder s u
nacionalidad de origen”.

Artículo 12.-“Los es pañoles s on mayores de edad a los dieciocho años ”.

Artículo 13.-

1. “Los extranjeros gozarán en Es paña de las libertades públicas que garantiza el pres ente Título en los términos
que es tablezcan los tratados y la ley”.

2. “Solamente los es pañoles s erán titulares de los derechos reconocidos en el artículo 23, s alvo lo que, atendiendo
a criterios de reciprocidad, pueda es tablecers e por tratado o ley para el s ufragio activo y pas ivo en las
elecciones municipales ”.

3. “La extradición s ólo s e concederá en cumplimiento de un tratado o de la ley, atendiendo al principio de


reciprocidad. Quedan excluidos de la extradición los delitos políticos , no cons iderándos e como tales los actos de
terroris mo”.

4. “La ley es tablecerá los términos en que los ciudadanos de otros país es y los apátridas podrán gozar del derecho
de as ilo en Es paña”.

El capítulo II de la CE que s e inicia con el artículo 14 (De los derechos y libertades ), s e divide (lo cual tiene s u
importancia en lo que res peta a los dis tintos niveles de protección a la luz de los dis pues to en el artículo 53) en
Sección 1ª.- “De los derechos fundamentales y libertades públicas ” (artículos 15 a 29) y la Sección 2ª.- “De los
derechos y deberes de los ciudadanos ” (artículos 30 a 38).

Artículo 14.- “Los es pañoles s on iguales ante la Ley, s in que pueda prevalecer dis criminación alguna por razón de
nacimiento, raza, s exo, religión, opinión o cualquier otra condición o circuns tancia pers onal o s ocial”.

Los derechos fundamentales y libertades públicas reconocidos en la Sección 1ª s on:

1º Derecho a la vida y a la integridad física y moral.

El artículo 15 es tablece.-“Todos tienen derecho a la vida y a la integridad fís ica y moral, s in que, en ningún cas o,
puedan s er s ometidos a tortura, ni a penas inhumanas o degradantes . Queda abolida la pena de muerte, s alvo lo
que puedan dis poner las leyes penales militares para tiempos de guerra”.

El derecho a la vida y el derecho a la integridad fís ica y moral s on los derechos más bás icos y primarios de todos
los reconocidos en el texto cons titucional, en la medida que la afirmación de los demás s olo tiene s entido a partir
del reconocimiento de és tos . Si, por un lado, res ulta evidente que el derecho a la vida es el antecedente o
s upues to ontológico s in el cual los res tantes derechos , fundamentales o no, no tendrían exis tencia pos ible, por
otro lado nos encontramos con que el derecho a la integridad pers onal, en s u doble dimens ión fís ica y moral,
opera como s u complemento ineludible en cuanto garantiza la plena inviolabilidad del s er humano y s ienta las
bas es de s u cons trucción individual y s ocial.

2 º Derecho a la libertad ideológica, religiosa y de culto; se reconoce el carácter aconfesional de


Estado.

Es tos derechos es tán íntimamente vinculados al libre des arrollo de la pers onalidad.

El artículo 16 es tablece.-

1. “Se garantiza la libertad ideológica, religios a y de culto de los individuos y las comunidades s in más limitación,
en s us manifes taciones , que la neces aria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.

2. Nadie podrá s er obligado a declarar s obre s u ideología, religión o creencias .

3. Ninguna confes ión tendrá carácter es tatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religios as de la
s ociedad es pañola y mantendrán las cons iguientes relaciones de cooperación con la Igles ia Católica y las demás
confes iones ”.

3º Derecho a la libertad y a la seguridad.

Se recoge en el artículo 17 que es tablece.-

1. “Toda pers ona tiene derecho a la libertad y a la s eguridad. Nadie puede s er privado de s u libertad, s ino
con la obs ervancia de lo es tablecido en es te artículo y en los cas os y en la forma, previs tos en la ley.

2. La detención preventiva no podrá durar más del tiempo es trictamente neces ario para la realización de las
averiguaciones tendentes al es clarecimiento de los hechos , y en todo cas o, en el plazo máximo de s etenta
y dos horas , el detenido deberá s er pues to en libertad o a dis pos ición de la autoridad judicial.

3. Toda pers ona detenida debe s er informada de forma inmediata, y de modo que le s ea comprens ible, de
s us derechos y de las razones de s u detención, no pudiendo s er obligada a declarar. Se garantiza la
as is tencia de abogado al detenido en las diligencias policiales y judiciales , en los términos que la ley
es tablezca.

4. La ley regulará un procedimiento de “habeas corpus ” para producir la inmediata pues ta a dis pos ición
judicial de toda pers ona detenida ilegalmente. As imis mo, por la ley s e determinará el plazo máximo de
duración de la pris ión provis ional.

4º Derecho al honor, intimidad personal y familiar y a la propia imagen, garantizándose igualmente la


inviolabilidad el domicilio y el secreto de las comunicaciones y con la garantía de que una ley limitará
el uso de la informática.

Artículo 18.-

1. “Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad pers onal y familiar y a la propia imagen.

2. El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o regis tro podrá hacers e el él s in cons entimiento del titular o
res olución judicial, s alvo en cas o de flagrante delito.

3. Se garantiza el s ecreto de las comunicaciones y, en es pecial, de las pos tales , telegráficas y telefónicas , s alvo
res olución judicial.

4. La ley limitará el us o de la informática para garantizar el honor y la intimidad pers onal y familiar de los
ciudadanos y el pleno ejercicio de s us derechos ”.

5 º Derecho a elegir libremente residencia y a circular por el territorio nacional (a los españoles), así
como a entrar y salir de España sin que este derecho pueda ser limitado por motivos políticos o
ideológicos.

Se recoge en el artículo 19, el cual es tablece.- “Los es pañoles tienen derecho a elegir libremente s u res idencia y a
circular por el territorio nacional. As imis mo, tienen derecho a entrar y s alir libremente de Es paña en los términos
que la ley es tablezca. Es te derecho no podrá s er limitado por motivos políticos o ideológicos ".

6º Derecho a la libertad de expresión.

Se recoge en el artículo 20 que es tablece lo s iguiente.-

1. “Se reconocen y protegen los derechos :

a. A expres ar y difundir libremente los pens amientos , ideas y opiniones mediante la palabra, el es crito o
cualquier otro medio de reproducción.

b. A la producción y creación literaria, artís tica, científica y técnica.

c. A la libertad de catedra.

d. A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difus ión. La ley regulará el
derecho a la cláus ula de conciencia y al s ecreto profes ional en el ejercicio de es tas libertades .

2. El ejercicio de es tos derechos no puede res tringirs e mediante ningún tipo de cens ura previa.

3. La ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación s ocial


dependientes del Es tado o de cualquier ente público y garantizará el acces o a dichos medios de los grupos
s ociales y políticos s ignificativos , res petando el pluralis mo de la s ociedad y de las divers as lenguas de
Es paña.

4. Es tas libertades tienen s u límite en el res peto a los derechos reconocidos en es te Título, en los preceptos
de las leyes que lo des arrollen y, es pecialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen
y a la protección de la juventud y de la infancia.

5. Sólo podrá acordars e el s ecues tro de publicaciones , grabaciones y otros medios de información en virtud
de res olución judicial.

7º Derecho de reunión pacífica y sin armas, sin necesidad de previa autorización.


Se recoge en el artículo 21 que es tablece lo s iguiente:

1. “Se reconoce el derecho de reunión pacífica y s in armas . El ejercicio de es te derecho no neces itará
autorización previa.

2. En los cas os de reuniones en lugares de tráns ito público y manifes taciones s e dará comunicación previa a
la autoridad, que s ólo podrá prohibirlas cuando exis tan razones fundadas de alteración del orden público,
con peligro para pers onas o bienes ”.

8º Derecho de asociación; las que persigan fines o utilicen medios tipificados como delito son ilegales.

Se res eña en el artículo 22 que es tablece:

1. “Se reconoce el derecho de as ociación.

2. Las as ociaciones que pers igan fines o utilicen medios tipificados como delito s on ilegales .

3. Las as ociaciones cons tituidas al amparo de es te artículo deberán ins cribirs e en un regis tro a los s olos
efectos de publicidad.

4. Las as ociaciones s ólo podrán s er dis ueltas o s us pendidas en s us actividades en virtud de res olución
judicial motivada.

5. Se prohíben las as ociaciones s ecretas y las de carácter paramilitar”.

9 º Derecho a participar en los asuntos públicos, así como el de acceso en condiciones de igualdad a
las funciones y cargos públicos.

Se es tablece en el artículo 23.-

1. “Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los as untos públicos , directamente o por medio de
repres entantes , libremente elegidos en elecciones periódicas por s ufragio univers al.

2. As imis mo, tienen derecho a acceder en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos , con los
requis itos que s eñalen las leyes ”.

10º Derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales. Incluye el derecho a obtener un
fallo por parte de los Tribunales y a que este fallo se cumpla. También a no confesarse culpable y a la
PRESUNCION de inocencia.

Artículo 24.-

1. “Todas las pers onas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de s us
derechos e interes es legítimos , s in que, en ningún cas o, pueda producirs e indefens ión.

2. As imis mo, todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, a la defens a y a la as is tencia de
letrado, a s er informados de la acus ación formulada contra ellos , a un proces o público s in dilaciones indebidas y
con todas las garantías , a utilizar los medios de prueba pertinentes para s u defens a, a no declarar contra s í
mis mos , a no confes ars e culpables y a la pres unción de inocencia.

La ley regulará los cas os en que, por razón de parentes co o de s ecreto profes ional, no s e es tará obligado a
declarar s obre hechos pres untamente delictivos ”.

11º Derecho al principio de legalidad en materia sancionadora.

Artículo 25.-

1. “Nadie puede s er condenado o s ancionado por acciones u omis iones que en el momento de producirs e no
cons tituyan delito, falta o infracción adminis trativa, s egún la legis lación vigente en aquel momento.

2. Las penas privativas de libertad y las medidas de s eguridad es tarán orientadas hacia la reeducación y
reins erción s ocial y no podrán cons is tir en trabajos forzados . El condenado a pena de pris ión que es tuviere
cumpliendo la mis ma gozará de los derechos fundamentales de es te Capítulo, a excepción de los que s e vean
expres amente limitados por el contenido del fallo condenatorio, el s entido de la pena y la ley penitenciaria. En
todo cas o, tendrá derecho a un trabajo remunerado y a los beneficios corres pondientes de la Seguridad Social,
as í como al acces o a la cultura y al des arrollo integral de s u pers onalidad.

3. La Adminis tración civil no podrá imponer s anciones que, directa o s ubs idiariamente, impliquen privación de
libertad”.

12º Derecho a la jurisdicción ordinaria.

Artículo 26.-“Se prohíben los Tribunales de Honor en el ámbito de la Adminis tración civil y de las organizaciones
profes ionales ”.

13º Derecho a la educación y a la libertad religiosa.

Artículo 27.-

1. “Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de ens eñanza.

2. La educación tendrá por objeto el pleno des arrollo de la pers onalidad humana en el res peto a los principios
democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales .

3. Los poderes públicos garantizan el derecho que as is te a los padres para que s us hijos reciban la formación
religios a y moral que es té de acuerdo con s us propias convicciones .

4. La ens eñanza bás ica es obligatoria y gratuita.

5. Los poderes públicos garantizan el derecho de todos a la educación, mediante una programación general de la
ens eñanza, con participación efectiva de todos los s ectores afectados y la creación de centros docentes .

6. Se reconoce a las pers onas fís icas y jurídicas la libertad de creación de centros docentes , dentro del res peto a
los principios cons titucionales .

7. Los profes ores , los padres y, en s u cas o, los alumnos intervendrán en el control y ges tión de todos los centros
s os tenidos por la Adminis tración con fondos públicos , en los términos que la ley es tablezca.

8. Los poderes públicos ins peccionarán y homologarán el s is tema educativo para garantizar el cumplimiento de las
leyes .

9. Los poderes públicos ayudarán a los centros docentes que reúnan los requis itos que la ley es tablezca.

14º Derecho a la sindicación y huelga.

Articulo 28.-

1. “Todos tienen derecho a s indicars e libremente. La ley podrá limitar o exceptuar el ejercicio de es te derecho a las
Fuerzas o Ins titutos armados o a los demás Cuerpos s ometidos a dis ciplina militar y regulará las peculiaridades
de s u ejercicio para los funcionarios públicos . La libertad s indical comprende el derecho a fundar s indicatos y a
afiliars e al de s u elección, as í como el derecho de los s indicatos a formar confederaciones y a fundar
organizaciones s indicales internacionales o afiliars e a las mis mas . Nadie podrá s er obligado a afiliars e a un
s indicato.

2. Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defens a de s us interes es . La ley que regule el
ejercicio de es te derecho es tablecerá las garantías precis as para as egurar el mantenimiento de los s ervicios
es enciales de la comunidad”.

15º Derecho de petición, tanto individual como colectiva y por escrito.

Artículo 29.-

1. “Todos los es pañoles tendrán el derecho de petición individual y colectiva, por es crito, en la forma y con los
efectos que determine la ley.

2. Los miembros de las Fuerzas o Ins titutos armados o de los Cuerpos s ometidos a dis ciplina militar podrán
ejercer es te derecho s ólo individualmente y con arreglo a lo dis pues to en s u legis lación es pecífica”.
Los derechos y deberes de los ciudadanos reconocidos en la Sección 2ª s on:

A) DERECHOS CIUDADANOS.

1º Derecho a contraer matrimonio.

El artículo 32 es tablece que.-

1. “El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica.

2. La ley regulará las formas de matrimonio, la edad y capacidad para contraerlo, los derechos y deberes de
los cónyuges , las caus as de s eparación y dis olución y s us efectos ”.

2º Derecho a la propiedad privada y a la herencia.

El artículo 33 de la CE recoge lo s iguiente.-

1. “Se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia.

2. La función s ocial de es tos derechos delimitará s u contenido, de acuerdo con las leyes .

3. Nadie podrá s er privado de s us bienes y derechos s ino por caus a jus tificada de utilidad pública o interés
s ocial, mediante la corres pondiente indemnización y de conformidad con lo dis pues to por las leyes ”.

3º Derecho a la fundación para fines de interés general.

Se recoge en el artículo 34 de la CE que.-

1. “Se reconoce el derecho de fundación para fines de interés general, con arreglo a la ley.

2. Regirá también para las fundaciones lo dis pues to en los apartados 2 y 4 del artículo 22.

4º Derecho al trabajo.

Artículo 35.-

1. “Todos los es pañoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profes ión u oficio,
a la promoción a través del trabajo y a una remuneración s uficiente para s atis facer s us neces idades y las de s u
familia, s in que en ningún cas o pueda hacers e dis criminación por razón de s exo.

2. La ley regulará un es tatuto de los trabajadores ”.

5º Derecho al reconocimiento de los colegios profesionales democráticos

Artículo 36.-“La ley regulará las peculiaridades propias del régimen jurídico de los Colegios Profes ionales y el
ejercicio de las profes iones tituladas . La es tructura interna y el funcionamiento de los Colegios deberán s er
democráticos .

Derecho a la negociación colectiva laboral y a adoptar medidas de conflicto colectivo entre repres entantes de
empres arios y trabajadores ”; y

Artículo 37.-

1. “La ley garantizará el derecho a la negociación colectiva laboral entre los repres entantes de los trabajadores y
empres arios , as í como la fuerza vinculante de los convenios .

2. Se reconoce el derecho de los trabajadores y empres arios a adoptar medidas de conflicto colectivo. La ley que
regule el ejercicio de es te derecho, s in perjuicio de las limitaciones que pueda es tablecer, incluirá las garantías
precis as para as egurar el funcionamiento de los s ervicios es enciales de la comunidad”.

6º Derecho a la libertad de empresa en el marco de una economía de mercado

Artículo 38.-“Se reconoce la libertad de empres a en el marco de la economía de mercado. Los poderes públicos
garantizan y protegen s u ejercicio y la defens a de la productividad, de acuerdo con las exigencias de la economía
general y, en s u cas o, de la planificación”.
B) DEBERES CIUDADANOS.

Se regulan en s u amplia mayoría en la Sección 2ª del Capítulo II del Título I de nues tro texto cons titucional, y s on:

1º Deber de defender España, que al mismo tiempo se configura como un derecho.

Artículo 30.1, 2 y 3.-

1. “Los es pañoles tienen el derecho y el deber de defender a Es paña.

2. La ley fijará las obligaciones militares de los es pañoles y regulará, con las debidas garantías , la objeción de
conciencia, as í como las demás caus as de exención del s ervicio militar obligatorio, pudiendo imponer, en s u
cas o, una pres tación s ocial s us titutoria.

3. Podrá es tablecers e un s ervicio civil para el cumplimiento de fines de interés general”.

Deberes de los ciudadanos en cas o de emergencia pública, es decir cuando concurran s ituaciones de grave
ries go, catás trofe o calamidades públicas . Se trata de adoptar ante es tas s ituaciones , medidas que favorezcan
la s eguridad y protejan la s alud, la vida, los bienes pers onales y s ociales , y que, en todo cas o, puedan
aminorar los ries gos o daños producidos .

Artículo 30.4.- “Mediante ley podrán regulars e los deberes de los ciudadanos en los cas os de grave ries go,
catás trofe o calamidad pública”.

2 º Deberes tributarios. El sistema impositivo no podrá tener carácter confiscatorio y los tributos se
pagaran en proporción al nivel de renta.

Artículo 31.-

1. “Todos contribuirán al s os tenimiento de los gas tos públicos de acuerdo con s u capacidad económica mediante
un s is tema tributario jus to ins pirado en los principios de igualdad y progres ividad que, en ningún cas o, tendrá
alcance confis catorio.

2. El gas to público realizará una as ignación equitativa de los recurs os públicos , y s u programación y ejecución
res ponderán a los criterios de eficiencia y economía.

3. Sólo podrán es tablecers e pres taciones pers onales o patrimoniales de carácter público con arreglo a la ley”.

3º Deberes de los cónyuges; También se regulan los derechos

Artículo 32.-

1. “El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica.

2. La ley regulará las formas de matrimonio, la edad y capacidad para contraerlo, los derechos y deberes de los
cónyuges , las caus as de s eparación y dis olución y s us efectos ”.

Otros deberes reconocidos en el articulado de nues tra Cons titución.

Deber de trabajar. Es te tiene una dimens ión metajuridica o moral, pues por s us es enciales caracterís ticas no
exis te ninguna norma que s ancione s u incumplimiento ( artículo 40)

Deber de todos los es pañoles de conocer el cas tellano y el derecho a us ar es a lengua, en tanto que es lengua
oficial del Es tado; con independencia de las oficiales de las Comunidades Autónomas . (Artículo 3)

Deber de colaboración con la jus ticia en el curs o del proces o y en la ejecución de lo res uelto (artículo 118)

Deber de comparecer ante comis iones de inves tigación (artículo 76.2)

Deber de as is tencia de los padres a los hijos durante s u minoría de edad y en los demás cas os que legalmente
proceda (artículo 39)

Deberes s anitarios en relación con la protección, la organización y tutela de la s alud a través de medidas
preventivas o de las pres taciones o s ervicios s anitarios (artículo 43).

Deber de cons ervación, defens a y res tauración del medio ambiente (artículo 45).

Nota.- GARANTIA Y SUSPENSION.

GARANTIA.- Se encuentra regulado en el Titulo I del Capitulo IV de la Cons titución Es pañola.-“De las Garantías de las
libertades y derechos fundamentales ”.

El artículo 53 de la CE es tablece:

1. “Los derechos y libertades reconocidos en el Capítulo s egundo del pres ente Título vinculan a todos los poderes
públicos . Sólo por ley, que en todo cas o deberá res petar s u contenido es encial, podrá regulars e el ejercicio de
tales derechos y libertades , que s e tutelarán de acuerdo con lo previs to en el artículo 161, 1, a).

2. Cualquier ciudadano podrá recabar la tutela de las libertades y derechos reconocidos en el artículo 14 y la
Sección primera del Capítulo s egundo ante los Tribunales ordinarios por un procedimiento bas ado en los
principios de preferencia y s umariedad y, en s u cas o, a través del recurs o de amparo ante el Tribunal
Cons titucional. Es te último recurs o s erá aplicable a la objeción de conciencia reconocida en el artículo 30.

3. El reconocimiento, el res peto y la protección de los principios reconocidos en el Capítulo tercero informarán la
legis lación pos itiva, la práctica judicial y la actuación de los poderes públicos . Sólo podrán s er alegados ante la
Juris dicción ordinaria de acuerdo con lo que dis pongan las leyes que los des arrollen”.

Nues tra Cons titución ha contemplado un complejo s is tema de garantías de los derechos reconocidos en s u texto. De
acuerdo con la mayor o menor intens idad de las garantías jurídicas cons titucionalmente es tablecidas , s e s uele hacer,
s iguiendo la s is temática cons titucional, la s iguiente triple clas ificación de los derechos y libertades :

a) Derechos y libertades reconocidos en el artículo 14, Sección Primera del Capítulo


Segundo del Título I y artículo 30.

Bajo la rúbrica "De los derechos fundamentales y de las libertades públicas " nues tra Cons titución reconoce derechos
tales como el derecho a la vida, a la libertad o el honor. Gozan del máximo nivel de protección jurídica. De ahí que para
garantizar es te mayor nivel de protección s e contemple, como medida es pecífica, además de las previs tas para todos
los derechos del Capítulo Segundo -a la que más abajo nos referimos -, el recurs o de amparo, en s us dos es calones ,
judicial y cons titucional.

1. Amparo judicial

El amparo de los derechos fundamentales y libertades públicas ante los Tribunales ordinarios s e ins trumenta a
través de un procedimiento es pecial, preferente y s umario, s egún pres cribe el apartado 2 del artículo 53.

Dicho procedimiento preferente y s umario fue regulado tempranamente mediante la Ley 62/1978, de 26 de
diciembre, de protección juris diccional de los derechos fundamentales de la pers ona, pos teriormente completada,
en cuanto al ámbito de los derechos protegidos , por el , de 20 de febrero y por la dis pos ición trans itoria s egunda
de la , de 3 de octubre, del Tribunal Cons titucional.

Se articulaban en la citada Ley 62/1978 tres vías de protección de los derechos fundamentales -penal, civil y
contencios o adminis trativa- s iendo caracterís ticas comunes de todas ellas la reducción de los plazos , la s upres ión
de trámites y la es cas ez de formalidades .

No obs tante, por lo que s e refiere a la garantía civil, el artículo 249.2º de la , de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil
declaró aplicable el juicio ordinario a "las (demandas ) que pretendan la tutela del derecho al honor, a la intimidad y
a la propia imagen, y las que pidan la tutela judicial de cualquier otro derecho fundamental, s alvo las que s e
refieran al derecho de rectificación", quedando derogados por la dis pos ición derogatoria 2.3º de dicha los artículos
11 a 15 de la Ley 62/1978, de 28 de diciembre, de protección juris diccional de los derechos fundamentales de la
pers ona. Por lo que res pecta a la garantía contencios o-adminis trativa, el procedimiento regulado en los artículos
114 a 122 de la , de 13 de julio, reguladora de la Juris dicción Contencios o-adminis trativa vino a s us tituir al previs to
por la Ley 62/1978 como amparo judicial en dicho orden juris diccional. As í pues , únicamente res tan vigentes de la
inicial Ley 62/1978 los artículos relativos a la garantía penal (artículos 2 a 5)

Por otro lado, la Ley de Procedimiento Laboral, aprobada por , de 27 de abril y la , de 19 de junio, del Régimen
Electoral General, regulan, res pectivamente, la tutela de los derechos de libertad s indical y de s ufragio con arreglo
a s endos procedimientos preferentes y s umarios que vienen a unirs e, para es tos derechos , a los ya exis tentes
creados por las mencionadas leyes .

As imis mo, por s u parte, la Ley 38/2002, de 24 de octubre, de reforma parcial de la Ley de Enjuiciamiento Criminal,
s obre procedimiento para el enjuiciamiento rápido e inmediato de determinados delitos y faltas , y de modificación
del procedimiento abreviado, derogó los artículos 1 a 5 de la citada Ley 62/1978, de 26 de diciembre, de Protección
Juris diccional de los Derechos Fundamentales de la Pers ona. El título IV del Libro IV de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, contempla el procedimiento por delitos de injuria y calumnia contra particulares y en el Título V el
procedimiento por delitos cometidos por medio de la imprenta, el grabado u otro medio mecánico de publicación,
que recogen el contenido de la protección otorgada por la ley 62/1978.

La dis pers ión de la garantía s umaria y preferente ante los Tribunales ordinarios en las dis tintas leyes rituarias s e
ha completado en el año 2002, s in perjuicio de las críticas doctrinales que s e han s us citado al res pecto.

2. Amparo constitucional

A través del mis mo, el Tribunal Cons titucional s e convierte en garante máximo de los derechos y libertades .

Se trata de un recurs o que procede ante la vulneración de cuales quiera de los derechos contemplados en los
artículos 14 a 29 y 30 de la Cons titución.

Es un recurs o de carácter s ubs idiario, por lo que requiere el agotamiento de la vía judicial previa, en la que habrá
de habers e invocado el derecho vulnerado, a fin de que los órganos judiciales hayan podido pronunciars e s obre la
vulneración alegada.

En palabras del propio Tribunal Cons titucional: " ...el artículo 53.2 CE atribuye la tutela de los derechos
fundamentales primariamente a los Tribunales ordinarios (...), por lo que la articulación de la juris dicción
cons titucional con la ordinaria ha de pres ervar el ámbito que al Poder Judicial res erva la Cons titución (...). El
res peto a la precedencia temporal de la tutela de los Tribunales ordinarios exige que s e apuren las pos ibilidades
que los cauces proces ales ofrecen en la vía judicial para la reparación del derecho fundamental que s e es tima
les ionado (...) es ta exigencia, lejos de cons tituir una formalidad vacía, s upone un elemento es encial para res petar
la s ubs idiariedad del recurs o de amparo y, en última ins tancia, para garantizar la correcta articulación entre es te
Tribunal y los órganos integrantes del Poder Judicial, a quienes primeramente corres ponde la reparación de las
pos ibles les iones de derechos invocadas por los ciudadanos , de modo que la juris dicción cons titucional s ólo puede
intervenir una vez que, intentada dicha reparación, la mis ma no s e ha producido" (por todas , , de 27 de
noviembre).

La reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Cons titucional, operada por LO 6/2007 de 24 de mayo, ha acentuado los
caracteres de excepcionalidad, cognición limitada y s ubs idiariedad que eran propios de la juris dicción de amparo,
en particular mediante la introducción del incidente de nulidad de actuaciones del art. 241 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, como última fas e de la vía previa que debe agotars e preceptivamente ante la juris dicción ordinaria
antes de acudir al amparo cons titucional. Otra modificación importante en es te s entido es que en la demanda de
amparo debe jus tificars e la es pecial tras cendencia del Recurs o, que condicionará la admis ión del mis mo.

Los derechos reconocidos en la Sección 1ª del Capítulo Segundo del Título I comparten otras garantías con los
derechos reconocidos en la Sección 2ª de es te mis mo Capítulo: s u vinculatoriedad o eficacia inmediata, la res erva
de ley y la tutela de s u contenido es encial a través del control de cons titucionalidad de las leyes .

b) Derechos reconocidos en el Capítulo Segundo del Título I

A los derechos incluidos en las dos Secciones del Capítulo Segundo s e aplica lo que es tablece el apartado 1 del
artículo 53: que "vinculan a todos los poderes públicos ", que "s ólo por ley que, en todo cas o deberá res petar s u
contenido es encial, podrá regulars e el ejercicio de tales derechos y libertades " y que podrán s er tutelados "de
acuerdo con lo previs to en el artículo 161.1 a)"; lo que s ignifica, para los derechos reconocidos en los artículos 14 a
38 de la Cons titución, una triple garantía:

Principio de vinculatoriedad o eficacia inmediata de los derechos. Con es ta primera garantía s e


quiere s ubrayar tanto la es pecial protección de que gozan los derechos y libertades del Capítulo
Segundo (como s e verá de inmediato, los principios del Capítulo Tercero no gozan de es ta aplicación o
vinculatoriedad inmediata), como el carácter de norma jurídica no neces itada de des arrollo de los
artículos que reconocen tales derechos y libertades (que s on invocables directamente ante los
Tribunales de Jus ticia s in neces idad de otra norma que los des arrolle y que, en el cas o de que tal
des arrollo s e produzca, operan, s egún s e verá a continuación, como un auténtico límite al legis lador).
Reserva de ley. En s egundo lugar, s e es tablece el principio de res erva de ley para el des arrollo y
regulación del ejercicio de es tos derechos y libertades , ley que, a tenor de lo dis pues to en el artículo 81
de la Cons titución, tendrá que s er orgánica para el des arrollo de los derechos fundamentales y
libertades públicas (es decir, para los derechos y libertades de la Sección 1ª). De modo que s i para el
des arrollo del derecho de petición o el de reunión, por ejemplo, es precis a una ley orgánica, bas taría la
ordinaria -o inclus o un Decreto-Ley en cas os de extraordinaria y urgente neces idad- para regular las
formas de matrimonio o el derecho de propiedad.

Lo que s e pers igue con es ta habilitación al legis lador (es tatal o autonómico) para el des arrollo de
derechos y libertades es excluir al Ejecutivo de toda pos ibilidad de regulación de los mis mos ,
quedando limitada la potes tad reglamentaria. Porque "la res erva de ley del artículo 53.1 CE impone al
legis lador una barrera infranqueable, que ha de s er s iempre res petada como garantía es encial de
nues tro Es tado de Derecho (...) que as egura que la regulación de los ámbitos de libertad que
corres ponden a los ciudadanos depende exclus ivamente de la voluntad de s us repres entantes " (, de
6 de marzo entre otras ).

Por otro lado, la legis lación de des arrollo de los derechos y libertades recogidos en el Capítulo
Segundo tendrá que res petar, en todo cas o, s u "contenido es encial, es decir "aquella parte del
contenido de un derecho s in la cual és te pierde s u peculiaridad, o, dicho de otro modo, lo que hace
que s ea recognos cible como derecho perteneciente a un determinado tipo. Es también aquella parte
del contenido que es ineludiblemente neces aria para que el derecho permita a s u titular la
s atis facción de aquellos interes es para cuya cons ecución el derecho s e otorga". De ahí que el
contenido es encial de un derecho s e viole "cuando el derecho queda s ometido a limitaciones que lo
hacen impracticable, lo dificultan más allá de lo razonable o lo des pojan de la neces aria protección"

Control constitucional de las leyes de desarrollo. Con es ta cautela, que s e prevé con remis ión
expres a al artículo 161.1 de la Cons titución, y obvia en la medida en que cualquier ley puede s er
s ometida al juicio de cons titucionalidad ante el Alto Tribunal, s e cierra la s erie de garantías previs tas en
el artículo 53.1 para los derechos y libertades del Capítulo Segundo del Título I.

c) Principios rectores de la política social y económica

Bajo es ta rúbrica tienen cabida preceptos de muy variada naturaleza, des de auténticos derechos s ociales -como el
derecho a la protección de la s alud o la vivienda- a fines de interés general -la dis tribución equitativa de la renta, el
progres o s ocial y económico- o verdaderos mandatos al legis lador -por ejemplo, las s anciones contra atentados al
patrimonio his tórico, cultural y artís tico de los pueblos de Es paña-.

De todos ellos , s in dis tinción, predica el artículo 53 que "informarán la legis lación pos itiva, la práctica judicial y la
actuación de los poderes públicos , y que "s ólo podrán s er alegados ante la juris dicción ordinaria de acuerdo con lo
que dis pongan las leyes que los des arrollen".

A la vis ta de la redacción del precepto cons titucional, res ulta claro que el Capítulo Tercero no recoge auténticos
derechos ; s e trata, en dicción cons titucional que obvia tal mención, de "principios " que cumplen más bien una función
orientadora de la actuación de los poderes públicos (es pecialmente del Legis lativo y el Ejecutivo, aunque
expres amente s e cita también la práctica judicial). No s on tampoco normas de aplicación inmediata o cuyos
"derechos " tienen s u origen inmediato en la Cons titución, porque requieren de un des arrollo legis lativo para poder s er
alegados ante los Tribunales ordinarios . No pueden tener, por s í mis mos , acces o al Tribunal Cons titucional, aunque
s e encuentran, es o s í, protegidos por el principio general de rigidez cons titucional y por la correlativa pos ibilidad de
cues tionar la incons titucionalidad de una norma con rango legal que los vulnere.

En definitiva, a tenor de lo dis pues to en el artículo 53, la protección reforzada que la Cons titución contempla para los
derechos y libertades fundamentales de la Sección 1ª del Capítulo Segundo del Título I queda rebajada en cuanto a los
derechos y deberes de la Sección 2ª del mis mo Capítulo y aún mucho más difuminada por lo que s e refiere los
principios rectores de la política s ocial y económica del Capítulo III.

SUSPENSION.-

La s us pens ión de los derechos y libertades s e encuentra recogida en el artículo 55 del Capítulo V del Título I de la
Cons titución es pañola.

Artículo 55.-

1. “Los derechos reconocidos en los artículos 17, 18, apartados 2 y 3, artículos 19, 20, apartados 1, a) y d), y 5,
artículos 21, 28, apartado 2, y artículo 37, apartado 2, podrán s er s us pendidos cuando s e acuerde la declaración
del es tado de excepción o de s itio en los términos previs tos en la Cons titución. Se exceptúa de lo es tablecido
anteriormente el apartado 3 del artículo 17 para el s upues to de declaración de es tado de excepción.

2. Una ley orgánica podrá determinar la forma y los cas os en los que, de forma individual y con la neces aria
intervención judicial y el adecuado control parlamentario, los derechos reconocidos en los artículos 17, apartado
2, y 18, apartados 2 y 3, pueden s er s us pendidos para pers onas determinadas , en relación con las
inves tigaciones corres pondientes a la actuación de bandas armadas o elementos terroris tas .

La utilización injus tificada o abus iva de las facultades reconocidas en dicha ley orgánica producirá
res pons abilidad penal, como violación de los derechos y libertades reconocidos por las leyes ”.

Derivado de es te artículo s e regulan las s iguientes modalidades de s us pens ión.-

1ª Colectiva de derechos y libertades.

El artículo 116 de la Cons titución es pañola res eña los es tados de alarma, excepción y s itio que s e des arrollan por la
Ley orgánica 4/1981 de 1 de junio.

Artículo 116.-

1. “Una ley orgánica regulará los es tados de alarma, de excepción y de s itio, y las competencias y limitaciones
corres pondientes .

2. El es tado de alarma s erá declarado por el Gobierno mediante decreto acordado en Cons ejo de Minis tros por un
plazo máximo de quince días , dando cuenta al Congres o de los Diputados , reunido inmediatamente al efecto y
s in cuya autorización no podrá s er prorrogado dicho plazo. El decreto determinará el ámbito territorial a que s e
extienden los efectos de la declaración.

3. El es tado de excepción s erá declarado por el Gobierno mediante decreto acordado en Cons ejo de Minis tros ,
previa autorización del Congres o de los Diputados . La autorización y proclamación del es tado de excepción
deberá determinar expres amente los efectos del mis mo, el ámbito territorial a que s e extiende y s u duración,
que no podrá exceder de treinta días , prorrogables por otro plazo igual, con los mis mos requis itos .

4. El es tado de s itio s erá declarado por la mayoría abs oluta del Congres o de los Diputados , a propues ta exclus iva
del Gobierno. El Congres o determinará s u ámbito territorial, duración y condiciones .

5. No podrá proceders e a la dis olución del Congres o mientras es tén declarados algunos de los es tados
comprendidos en el pres ente artículo, quedando automáticamente convocadas las Cámaras s i no es tuvieren en
período de s es iones . Su funcionamiento, as í como el de los demás poderes cons titucionales del Es tado, no
podrán interrumpirs e durante la vigencia de es tos es tados .

Dis uelto el Congres o o expirado s u mandato, s i s e produjere alguna de las s ituaciones que dan lugar a
cualquiera de dichos es tados , las competencias del Congres o s erán as umidas por s u Diputación Permanente.

6. La declaración de los es tados de alarma, de excepción y de s itio no modificarán el principio de res pons abilidad
del Gobierno y de s us agentes reconocidos en la Cons titución y en las leyes ”.

2º Individual de derechos y libertades.

Se encuentra recogido en el artículo 55.2 de la Cons titución es pañola y s e limita a s us artículos 17.2 y 18.2 y 3. La
razón de s er de es te precepto s e encuentra o tiene s u bas e en la lucha contra organizaciones armadas o terroris tas .
Artículo 55.2 .-“Una ley orgánica podrá determinar la forma y los cas os en los que, de forma individual y con la
neces aria intervención judicial y el adecuado control parlamentario, los derechos reconocidos en los artículos 17,
apartado 2, y 18, apartados 2 y 3, pueden s er s us pendidos para pers onas determinadas , en relación con las
inves tigaciones corres pondientes a la actuación de bandas armadas o elementos terroris tas .

La utilización injus tificada o abus iva de las facultades reconocidas en dicha ley orgánica producirá res pons abilidad
penal, como violación de los derechos y libertades reconocidos por las leyes ”.

Artículo 17.2 .-“La detención preventiva no podrá durar más del tiempo es trictamente neces ario para la realización de
las averiguaciones tendentes al es clarecimiento de los hechos , y, en todo cas o, en el plazo máximo de s etenta y dos
horas , el detenido deberá s er pues to en libertad o a dis pos ición de la autoridad judicial”.

Artículo 18.2 y 3.

2. El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o regis tro podrá hacers e en él s in cons entimiento del titular o
res olución judicial, s alvo en cas o de flagrante delito.

3. Se garantiza el s ecreto de las comunicaciones y, en es pecial, de las pos tales , telegráficas y telefónicas , s alvo
res olución judicial”.

Breve referencia a los es tados de alarma, excepción y s itio.-

EL ESTADO DE ALARMA.- Se regula en los artículo 4 a 12 de la Ley Orgánica 4/1981 de 1 de junio. Es


un régimen excepcional que s e declara para as egurar el res tablecimiento de la normalidad de los
poderes en una s ociedad democrática. El gobierno puede declarar el es tado de alarma en todo o parte
del territorio nacional cuando s e produzca alguna de las s iguientes alteraciones graves de la
normalidad:

Grave ries go, catás trofe o calamidad pública, tales como terremotos , inundaciones ,
incendios urbanos y fores tales o accidentes de gran magnitud.

Cris is s anitarias , tales como epidemias y s ituaciones de contaminación graves .

Situaciones de des abas tecimiento de productos de primera neces idad.

Paralización de s ervicios públicos es enciales para la comunidad y concurra alguna de las


circuns tancias o s ituaciones anteriores .

El es tado de alarma es declarado por el Gobierno mediante decreto acordado en Cons ejo de Minis tros
por un plazo máximo de 15 días , dando cuenta al Congres o de los Diputados , reunido inmediatamente
al efecto y s in cuya autorización no podrá s er prorrogado dicho plazo, y es tablecerá el alcance y
condiciones vigentes durante la prórroga. El decreto determinará el ámbito territorial a que s e
extienden los efectos de la declaración.

No s upone una s us pens ión de derechos ; pero puede cons is tir en limitar la circulación o permanencia
de pers onas o vehículos en horas y lugares determinados , practicar requis as temporales de todo tipo
de bienes o imponer pres taciones pers onales obligatorias o limitar o racionar el us o de s ervicios o el
cons umo de productos de primera neces idad.

El ESTADO DE EXCEPCIÓN, s e regula en los artículos 13 a 31 de la Ley Orgánica 4/1981 de 1 de


junio. Es un régimen que puede declarar el gobierno de un país en s ituaciones es peciales .

El Es tado que s e encuentre en es ta s ituación, declara un régimen de excepción, durante el cual s e


s us pende el libre ejercicio de algunos derechos por parte de los ciudadanos .

El control del orden interno pas a a s er controlado por las Fuerzas Armadas . Cuando el libre ejercicio
de los derechos y libertades de los ciudadanos , el normal funcionamiento de las ins tituciones
democráticas , el de los s ervicios públicos es enciales para la comunidad res ulte tan gravemente
alterado que el ejercicio de las potes tades ordinarias fuera ins uficiente es tablecer y mantenerlo.

Para ello, el gobierno s olicitará del Congres o de los Diputados , la autorización para declarar el es tado
de excepción. El Congres o debatirá la s olicitud, pudiendo aprobarla en s us propios términos o
introducir modificaciones en la mis ma. Obtenida la autorización procederá a declarar el es tado de
excepción, acordado para ello en Cons ejo de Minis tros un decreto con el contenido autorizado por el
Congres o de los Diputados .

Plazo máximo de 30 días .

Prórroga, el Gobierno podrá s olicitar al Congres o de los Diputados la prórroga de es ta


declaración, que no podrá exceder de 30 días .

En es te es tado s e podrán s us pender los s iguientes derechos fundamentales reconocidos por la CE:

Art. 17.2.- Detención preventiva.

Art. 18.2.- Inviolabilidad del domicilio.

Art. 18.3.- Secreto de las comunicaciones .

Art. 19.-Libertad de elección de res idencia y libre circulación por el territorio nacional.

Art. 20.1.a).- Libertad de expres ar el pens amiento.

Art. 20.1.d).- Derecho a comunicar o recibir información veraz por cualquier medio de
difus ión.

Art. 20.5.- Prohibición de s ecues trar publicaciones y otros medios de información s in


res olución judicial.

Art. 21.2.- Derecho de reunión en lugares de tráns ito público y manifes taciones .

Art. 28.2.- Derecho de huelga.

Art. 37.2.- Derecho a adoptar medidas de conflicto colectivo

El ESTADO DE SITIO es un régimen de excepción que puede declarars e cuando s e produzca o


amenace con producirs e una ins urrección o acto de fuerza contra la s oberanía o independencia de
Es paña, s u integridad territorial o el orden cons titucional que no pueda res olvers e por otros medios .
Es tá regulado en el artículo 116.4 de la Cons titución en relación con los artículos 32 a 36 de la Ley
Orgánica 4/1981 de 1 de junio. El Gobierno, en exclus iva, propone al Congres o s u declaración, el cual
deberá aprobarlo por mayoría abs oluta.

Repres enta un concepto equivalente al de es tado de guerra, y por ello s e dan a las fuerzas armadas
facultades preponderantes para los actos de repres ión.

Durante el ‘es tado de s itio’ quedan en s us pens o las garantías cons titucionales , con mayor o menor
extens ión, s egún la legis lación.

Es te es tado s e dicta, generalmente, en cas o de invas ión, guerra exterior o guerra civil.

Es ta normativa legal precis a que el Gobierno podrá proponer al Congres o de los Diputados la
declaración de es tado de s itio «cuando s e produzca o amenace producirs e una ins urrección o acto de
fuerza contra la s oberanía o independencia de Es paña, s u integridad territorial o el ordenamiento
cons titucional que no pueda res olvers e por otros medios » (LO 4/1981 art. 32). «La corres pondiente
declaración —añade— determinará el ámbito territorial, duración y condiciones del es tado de s itio».

El Congres o de los Diputados podrá as imis mo determinar en es a declaración «los delitos que durante
s u vigencia quedan s ometidos a la Juris dicción Militar» (art. 35). En es as circuns tancias , el Gobierno,
que dirige la política militar y de la defens a, as umirá todas las facultades extraordinarias previs tas en
la Cons titución y en la citada Ley Orgánica de Es tados de Alarma, de Excepción y de Sitio y des ignará
la autoridad militar que, bajo s u dirección, haya de ejecutar las medidas que procedan en el territorio
a que el es tado de s itio s e refiera (art. 33 de la L. O. 4/1981).

EJERCICIO 3
1. Según la constitución, se interpretan de conformidad con la declaración universal de los derechos
humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas ratificados por España, las normas
relativas a los derechos fundamentales y a las libertades:

a. Verdadero
b. Fals o

2.Según la Constitución, ningún español, sea o no de origen, podrá ser privado de su nacionalidad

a. Verdadero
b. Fals o

3.Según la Constitución, los españoles son mayores de edad a los dieciséis años

a. Verdadero
b. Fals o

4.Según la Constitución, la dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre
desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamentales del
orden político y de la paz social

a. Verdadero
b. Fals o

5.Según la Constitución, el Estado podrá concertar tratados de doble nacionalidad con los países
iberoamericanos o con aquellos que hayan tenido o tengan una particular vinculación con España

a. Verdadero
b. Fals o

6.Según la Constitución, quedan excluidos de la extradición los delitos políticos, considerándose como
tales los actos de terrorismo.

a. Verdadero
b. Fals o

7.Según la Constitución, la extradición sólo se concederá en cumplimiento de un tratado o de la ley,


atendiendo al principio de reciprocidad.

a. Verdadero
b. Fals o

8.Según la Constitución, los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación
alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia
personal o social

a. Verdadero
b. Fals o

9.Según la Constitución, queda abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes
penales militares para tiempos de guerra

a. Verdadero
b. Fals o

10.Según la Constitución, cualquier confesión, no sólo la católica, tendrá carácter estatal

a. Verdadero
b. Fals o

11. Según la Constitución, cualquiera podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o
creencias
a. Verdadero
b. Fals o

12.Según la Constitución, la detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente
necesario para la realización de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos, y en todo
caso, en el plazo máximo de cuarenta y ocho horas, el detenido deberá ser puesto en libertad o a
disposición de la autoridad judicial

a. Verdadero
b. Fals o

13.Según la Constitución, se garantiza la asistencia de abogado al detenido en las diligencias judiciales,


no policiales, en los términos que la ley establezca

a. Verdadero
b. Fals o

14.Según la Constitución, toda persona detenida debe ser informada de forma inmediata, y de modo que
le sea comprensible, de sus derechos y de las razones de su detención, no pudiendo ser obligada a
declarar

a. Verdadero
b. Fals o

15. Según la Constitución, para producir la inmediata puesta a disposición judicial de toda persona
detenida ilegalmente, la ley regulará un procedimiento de “habeas corpus”

a. Verdadero
b. Fals o

16.Según la Constitución, el domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse el él sin
consentimiento del titular o resolución judicial, aún en caso de flagrante delito

a. Verdadero
b. Fals o

17.Según la Constitución, los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por
el territorio nacional

a. Verdadero
b. Fals o

18. Según la Constitución, los españoles tienen derecho a entrar y salir libremente de España en los
términos que la ley establezca. Este derecho podrá ser limitado por motivos políticos o ideológicos

a. Verdadero
b. Fals o

19.La Constitución reconoce y protege el derecho a la libertad de catedra

a. Verdadero
b. Fals o

20. La Constitución reconoce y protege el derecho a comunicar o recibir libremente información veraz por
cualquier medio de difusión

a. Verdadero
b. Fals o

21. Según la Constitución, sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros
medios de información en virtud de resolución judicial o administrativa
a. Verdadero
b. Fals o

22. Según la Constitución, el ejercicio del derecho de reunión pacífica y sin armas necesitará autorización
previa

a. Verdadero
b. Fals o

23. Según la Constitución, se prohíben las asociaciones secretas y las de carácter paramilitar

a. Verdadero
b. Fals o

24. Según la Constitución, las asociaciones que persigan fines o utilicen medios tipificados como delito
son ilegales

a. Verdadero
b. Fals o

25. Según la Constitución, las asociaciones sólo podrán ser disueltas o suspendidas en sus actividades en
virtud de resolución judicial o administrativa motivada

a. Verdadero
b. Fals o

26. Según la Constitución, todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y
tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda
producirse indefensión

a. Verdadero
b. Fals o

27. Según la Constitución, en los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se
dará comunicación previa a la autoridad, que nunca podrá prohibirlas, pero si velar para que no se
produzca alteración del orden público, con peligro para personas o bienes

a. Verdadero
b. Fals o

28. Según la Constitución, todas las personas tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley,
a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la presunción de inocencia

a. Verdadero
b. Fals o

29. Según la Constitución, la ley regulará los casos en que, por razón de parentesco o de secreto
profesional, no se estará obligado a declarar sobre hechos presuntamente delictivos”

a. Verdadero
b. Fals o

30. Según la Constitución, Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas
hacia la reeducación y reinserción social y podrán consistir en trabajos forzados

a. Verdadero
b. Fals o

31. Según la Constitución, la Administración civil podrá imponer sanciones que, directa o
subsidiariamente, impliquen privación de libertad

a. Verdadero
b. Fals o

32. Según la Constitución, se prohíben los Tribunales de Honor en el ámbito de la Administración civil y de
las organizaciones profesionales

a. Verdadero
b. Fals o

33. Según la Constitución, nadie puede ser condenado o sancionado por acciones u omisiones que en el
momento de producirse no constituyan delito, falta o infracción administrativa, según la legislación
vigente en aquel momento

a. Verdadero
b. Fals o

34. Según la Constitución, la enseñanza básica es obligatoria y gratuita

a. Verdadero
b. Fals o

35. Según la Constitución, los profesores, los padres y, en su caso, los alumnos intervendrán en el control
y gestión de todos los centros sostenidos por la Administración con fondos públicos o privados, en los
términos que la ley establezca

a. Verdadero
b. Fals o

36. Según la Constitución, todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza

a. Verdadero
b. Fals o

37. Según la Constitución, la libertad sindical comprende el derecho a fundar sindicatos y a afiliarse al de
su elección, así como el derecho de los sindicatos a formar confederaciones y a fundar organizaciones
sindicales internacionales o afiliarse a las mismas. Nadie podrá ser obligado a afiliarse a un sindicato

a. Verdadero
b. Fals o

38. Según la Constitución, la educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana
en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales

a. Verdadero
b. Fals o

39. Según la Constitución, se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus
intereses. La ley que regule el ejercicio de este derecho establecerá las garantías precisas para asegurar
el mantenimiento de todos los servicios de la comunidad

a. Verdadero
b. Fals o

40. Según la Constitución, los miembros de las Fuerzas o Institutos armados o de los Cuerpos sometidos
a disciplina militar podrán ejercer el derecho de petición sólo de forma colectiva y con arreglo a lo
dispuesto en su legislación específica

a. Verdadero
b. Fals o

41. Según la Constitución, todos los españoles tendrán el derecho de petición individual y colectiva, por
escrito, en la forma y con los efectos que determine la ley

a. Verdadero
b. Fals o

42. La Constitución reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia

a. Verdadero
b. Fals o

43.Según la Constitución, todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre
elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para
satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por
razón de sexo

a. Verdadero
b. Fals o

44.Según la Constitución, mediante ley podrán regularse los deberes de los ciudadanos en los casos de
grave riesgo, catástrofe o calamidad pública

a. Verdadero
b. Fals o

45.Según la Constitución, todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su
capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y
progresividad que tendrá alcance confiscatorio

a. Verdadero
b. Fals o

46.Según la Constitución, sólo podrán establecerse prestaciones personales o patrimoniales de carácter


público con arreglo a la ley

a. Verdadero
b. Fals o

47.Según la Constitución, el gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos, y
su programación y ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economía

a. Verdadero
b. Fals o

48.En la Constitución no se recoge el deber de comparecer ante comisiones de investigación

a. Verdadero
b. Fals o

49.Según la Constitución, cualquier ciudadano podrá recabar la tutela de las libertades y derechos
reconocidos en el artículo 14 y la Sección primera del Capítulo segundo ante los Tribunales ordinarios por
un procedimiento basado en los principios de preferencia y sumariedad y, en su caso, a través del
recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional

a. Verdadero
b. Fals o

50.Según la Constitución, una ley orgánica podrá determinar la forma y los casos en los que, de forma
individual y con la necesaria intervención judicial y el adecuado control parlamentario, los derechos
reconocidos en los artículos 17, apartado 2, y 18, apartados 2 y 3, pueden ser suspendidos para
personas determinadas, en relación con las investigaciones correspondientes a la actuación de bandas
armadas o elementos terroristas

a. Verdadero
b. Fals o
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TEMA 4 - El derecho a la protección de la salud

4. El derecho a la protección de la salud.


Se recoge dentro del Título I. De Los derechos y deberes fundamentales , en el Capítulo tercero (De los principios
rectores de la política s ocial y económica); en s u artículo 43.

Artículo 43.-

1. “Se reconoce el derecho a la protección de la s alud.

2. Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la s alud a través de medidas preventivas y de las
pres taciones o s ervicios neces arios . La ley es tablecerá los derechos y deberes de todos al res pecto.

3. Los poderes públicos fomentarán la educación s anitaria, la educación fís ica y el deporte. As imis mo facilitaran la
adecuada utilización del ocio."

De es te artículo s e deriva el derecho a la protección de la s alud y a la atención s anitaria de la s alud de todos los
ciudadanos .

Los principios y criterios s us tantivos que permiten el ejercicio en Es paña de es te derecho s e regulan por la Ley
14/1986, General de Sanidad y s e concretan en:

a. Financiación pública,

b. Univers alidad, y

c. Gratuidad de los s ervicios s anitarios en el momento del us o.

d. Derechos y deberes definidos para los ciudadanos y para los poderes públicos .

e. Des centralización política de la Sanidad en las Comunidades Autónomas .

f. Pres tación de una atención integral de la s alud procurando altos niveles de calidad debidamente evaluados y
controlados .

g. Integración de las diferentes es tructuras y s ervicios públicos al s ervicio de la s alud en el Sis tema Nacional de
Salud.

El Sis tema Nacional de Salud (SNS) es , por lo tanto, el conjunto coordinado de los Servicios de Salud de la
Adminis tración del Es tado y los Servicios de Salud de las Comunidades Autónomas que integra todas las funciones y
pres taciones s anitarias que, de acuerdo con la ley, s on res pons abilidad de los poderes públicos .

El res eñado artículo 43 hay relacionarlo con los artículo 41, 50,51, 148.1.20ª, 148,1,21ª, 149.1.16ª t 149.1.17ª de la
CE; que expres an lo s iguiente:

Artículo 41.-“Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos , que
garantice la as is tencia y pres taciones s ociales s uficientes ante s ituaciones de neces idad, es pecialmente en cas os de
des empleo. La as is tencia y pres taciones complementarias s er´na libres ”.

Artículo 50.- “Los poderes públicos garantizarán, mediante pens iones idóneas y periódicamente actualizadas , la
s uficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad. As imis mo, y con independencia de los deberes
familiares , promoverán s u bienes tar mediante un s is tema de s ervicios s ociales que atenderán s us problemas
es pecíficos de s alud, vivienda, cultura y ocio”.

Artículo 51.-

1. “Los poderes públicos garantizarán la defens a de los cons umidores y us uarios , protegiendo, mediante
procedimientos eficaces , la s eguridad, la s alud y los legítimos interes es económicos de los mis mos .

2. Los poderes públicos promoverán la información y educación de los cons umidores y us uarios , fomentarán s us
organizaciones y oirán en aquellas cues tiones que puedan afectar a aquellos , en los términos que la ley
es tablezca.

3. En el marco de lo dis pues to en los apartados anteriores , la ley regulará el comercio interior y el régimen de
autorización de productos comerciales ”.

Artículo 148.- “1. Las Comunidades Autónomas podrán as umir competencias en las s iguientes materias :…

20ª As is tencia s ocial.

21ª Sanidad e higiene”.

Artículo 149.- “1. El Es tado tiene competencia exclus iva s obre las s iguientes materias :

16ª. Sanidad exterior: Bas es y coordinación general de la s anidad. Legis lación s obre productos farmacéuticos .

17ª La legis lación bás ica y régimen económico de la Seguridad Social, s in perjuicio de la ejecución de s us
s ervicios por las Comunidades Autónomas ”.

Las trans ferencia del INSALUD a las Comunidad Autónoma de Andalucía s e aprobó mediante el Real Decreto
nº400/1984, de 22 de febrero.

La as unción de competencias por las Comunidades Autónomas cons tituye un medio para aproximar la ges tión de la
as is tencia s anitaria al ciudadano y facilitarle as í garantías en cuanto a la equidad, la calidad y la participación.

La experiencia y la práctica de las relaciones entre el Es tado y las Comunidades Autónomas en el ámbito de la
protección de la s alud proporcionan referencias importantes para el des arrollo de la cohes ión en el Es tado
autonómico.

El es fuerzo compartido que, en es te s entido, realizan todos s us integrantes , tiene como objetivo que el Sis tema
Nacional de Salud mantenga una identidad común y res ponda a los principios cons titucionales de unidad, autonomía y
s olidaridad en los que s e fundamenta el Es tado autonómico.

Por todo ello, la Ley de Cohes ión y Calidad del SNS es tablece acciones de coordinación y cooperación de las
Adminis traciones públicas s anitarias como medio para as egurar a los ciudadanos el derecho a la protección de la
s alud, con el objetivo común de garantizar:

a. Equidad, en la línea de des arrollo del principio cons titucional de igualdad, que garantice el acces o a las
pres taciones y, de es ta manera, el derecho a la protección de la s alud en condiciones de igualdad efectiva en
todo el territorio y pos ibilite la libre circulación de todos los ciudadanos .

b. Calidad, que conjugue la incorporación de innovaciones con la s eguridad y efectividad de és tas , que oriente los
es fuerzos del s is tema hacia la anticipación de los problemas de s alud o hacia s oluciones eficaces cuando és tos
aparecen; calidad que evalúe el beneficio de las actuaciones clínicas incorporando s ólo aquello que aporte un
valor añadido a la mejora de la s alud, e implicando a todos los actores del s is tema.

c. Y, por último, participación ciudadana, tanto en el res peto a la autonomía de s us decis iones individuales como en
la cons ideración de s us expectativas como colectivo de us uarios del s is tema s anitario, que permita además el
intercambio de conocimientos y experiencias .

As imis mo, la Unión Europea, de la que forma parte el Es paña como país miembro; en el artículo 4.2.f) del Tratado de
Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) define como competencia compartida entre la Unión y los Es tados
miembros “los as untos comunes de s eguridad en materia de s alud pública”, y en s u artículo 6.a) atribuye a la UE
competencia para apoyar, coordinar o complementar la acción de los Es tados miembros en materia de protección y
mejora de la s alud humana. En s u artículo 9 es tablece que en la definición y ejecución de s us políticas y acciones , la
Unión tendrá en cuenta las exigencias relacionadas con la protección de la s alud humana.

El artículo 36 permite las prohibiciones o res tricciones a la importación, exportación o tráns ito jus tificadas por razones
de orden público, moralidad y s eguridad pública, protección de la s alud y vida de las pers onas y animales ; y los
artículos 45 y 52 permiten también res tricciones a la libre circulación y es tablecimiento por razón de s alud pública. El
artículo 114 aboga por una aproximación de las legis laciones de los Es tados miembros en materia de s alud.

Pero en lo es encial, el derecho de la Unión en lo concerniente a la protección de la s alud s e contiene en el título XIV de
TFUE, que lleva por rúbrica “s alud pública” (artículo 168). Se trata de una competencia trans vers al, pues to que s e
proclama el compromis o de que al definirs e y ejecutars e todas las políticas y acciones de la Unión s e garantice un alto
nivel de protección de s alud humana y s e promueva la cooperación y la coordinación entre los Es tados miembros en
es te ámbito. Aun tratándos e de una competencia complementaria a la acción de los Es tados miembros , s e es tablece
el procedimiento legis lativo ordinario (codecis ión) para que la Unión pueda dictar normativa que haga frente en es te
ámbito a los problemas comunes de s eguridad, en relación con:

a. medidas que es tablezcan altos niveles de calidad y s eguridad de los órganos y s us tancias de origen humano, as í
como de la s angre y derivados de la s angre; es tas medidas no impedirán a ningún Es tado miembro mantener o
introducir medidas de protección más es trictas ;

b. medidas que es tablezcan normas elevadas de calidad y s eguridad de los medicamentos y productos s anitarios .

c. medidas en los ámbitos veterinario y fitos anitario que tengan como objetivo directos la protección de la s alud
pública;

El Parlamento Europeo y el Cons ejo, también con arreglo al procedimiento legis lativo ordinario y previa cons ulta al
Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones , podrán adoptar también medidas de fomento des tinadas a
proteger y mejorar la s alud humana y, en particular, a luchar contra las pandemias trans fronterizas , medidas relativas
a la vigilancia de las amenazas trans fronterizas graves para la s alud, a la alerta en cas o de tales amenazas y a la
lucha contra las mis mas , as í como medidas que tengan directamente como objetivo la protección de la s alud pública
en lo que s e refiere al tabaco y al cons umos exces ivo de alcohol, con exclus ión de toda armonización de las
dis pos iciones legales y reglamentarias de los Es tados miembros .

El Cons ejo, a propues ta de la Comis ión, podrá también adoptar recomendaciones para cumplir es tos fines .

En todo cas o, la acción de la Unión en el ámbito de la s alud pública res petará las res pons abilidades de los Es tados
miembros por lo que res pecta a la definición de s u política de s alud, as í como a la organización y pres tación de
s ervicios s anitarios y atención médica.

Res umen legis lativo.-

1. La Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad, cons tituye la norma de referencia en el es te ámbito, en
tanto en cuanto es tablece la es tructura y el funcionamiento del s is tema s anitario público, orientado
prioritariamente a la promoción de la s alud y a la prevención de las enfermedades . Según s u artículo 1, s u
objeto cons is te en la regulación general de todas las acciones que permitan hacer efectivo el derecho a la
protección de la s alud reconocido en el artículo 43 y concordantes de la Cons titución. La ley tiene la condición de
norma bás ica, en el s entido del artículo 149.1.16.ª de la Cons titución, y es de aplicación en todo el territorio
nacional.

2. Titulares de los derechos a la protección de la s alud y a la atención s anitaria s on:

a. todos los es pañoles y los ciudadanos extranjeros que tengan es tablecida s u res idencia en el territorio nacional,
y

b. los extranjeros no res identes en Es paña, as í como los es pañoles fuera del territorio nacional, que tendrán
garantizado tal derecho en la forma que las leyes y convenios internacionales es tablezcan.

De acuerdo con la juris prudencia cons titucional (SSTC 236/2007 y 139/2016, de 21 de julio), el derecho a la
protección de la s alud y la as is tencia s anitaria, en tanto que derecho de configuración legal, es s us ceptible
de s er modulado y, por tanto, limitado en s u aplicación a los extranjeros por la normativa vigente, que s e
examinará más adelante.

3. A todos s e les reconocen, con res pecto a las dis tintas adminis traciones públicas s anitarias , una s erie de
derechos (art. 10), como el res peto a la pers onalidad, dignidad e intimidad, a la no dis criminación, a la
información, a la confidencialidad, a la as ignación de médico, a participar en las actividades s anitarias , o a
utilizar vías de reclamación y propues tas de s ugerencias , entre otros , y s e es tablecen, as imis mo, una s erie de
obligaciones (art. 11) , como cumplir con las pres cripciones generales de naturaleza s anitaria, comunes a toda la
población, o res pons abilizars e del us o adecuado de las pres taciones ofrecidas por el s is tema s anitario. En es te
punto hay que mencionar la importante Ley 41/2002, de 14 de noviembre, bás ica reguladora de la autonomía del
paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica, que completa las
previs iones que la Ley General de Sanidad enuncia como principios generales . Es ta ley refuerza y da un trato
es pecial al derecho de la autonomía del paciente, y concede una es pecial atención a las ins trucciones previas ,
que contemplan los des eos del paciente expres ados con anterioridad dentro del ámbito del cons entimiento
informado.

En cuanto al derecho a la información, como derecho del ciudadano cuando demanda la atención s anitaria, és te
ha s ido objeto en los últimos años de divers as matizaciones y ampliaciones por leyes y dis pos iciones de
dis tinto tipo y rango. As í, la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter
Pers onal, califica a los datos relativos a la s alud de los ciudadanos como datos es pecialmente protegidos ,
es tableciendo un régimen es pecialmente riguros o para s u obtención, cus todia y eventual ces ión.

4. Según la Ley General de Sanidad, los poderes públicos orientarán s us políticas de gas to s anitario en orden a
corregir des igualdades s anitarias y garantizar la igualdad de acces o a los s ervicios s anitarios públicos en todo el
territorio es pañol, s egún lo dis pues to en los artículos 9.2 y 158.1 de la Cons titución (art.12). Las normas de
utilización de los s ervicios s anitarios s erán iguales para todos , independientemente de la condición en la que s e
acceda a los mis mos (art.16)

5. Son competencia exclus iva del Es tado la s anidad exterior y las relaciones y acuerdos s anitarios internacionales
(art. 38). Las Comunidades Autónomas ejercerán las competencias as umidas en los Es tatutos y las que el
Es tado les trans fiera o, en s u cas o, les delegue (art. 41). Las decis iones y actuaciones públicas previs tas en la
Ley que no s e hayan res ervado expres amente al Es tado s e entenderán atribuidas a las Comunidades Autónomas
(art. 41.2)

6. Todas las es tructuras y s ervicios públicos al s ervicio de la s alud s e integrarán en el Sis tema Nacional de Salud,
conjunto de Servicios de Salud de la Adminis tración del Es tado y de los Servicios de Salud de las Comunidades
Autónomas en los términos es tablecidos en la Ley (art. 44), que tiene como caracterís ticas fundamentales :

a. la extens ión de s us s ervicios a toda la población

b. la organización adecuada para pres tar una atención integral a la s alud

c. la coordinación y, en s u cas o, la integración de todos los recurs os s anitarios públicos en un dis pos itivo
único.

d. la financiación mediante recurs os de las Adminis traciones Públicas , cotizaciones y tas as por la pres tación
de determinados s ervicios .

e. la pres tación de una atención integral de la s alud, procurando altos niveles de calidad debidamente
evaluados y controlados . (art. 46)

7. En cada Comunidad Autónoma s e cons tituirá un s ervicio de s alud integrado por todos los centros , s ervicios y
es tablecimientos de la propia Comunidad, Diputaciones y Ayuntamientos y cuales quiera otras Adminis traciones
territoriales intracomunitarias , que es tará ges tionado bajo la res pons abilidad de la res pectiva Comunidad
Autónoma. (art. 50)

8. Las Comunidades Autónomas delimitarán y cons tituirán en s u territorio demarcaciones denominadas áreas de
s alud, que s on las es tructuras fundamentales del s is tema s anitario, res pons abilizadas de la ges tión unitaria de
los centros y es tablecimientos del s ervicio de s alud de la Comunidad Autónoma en s u demarcación territorial y
de las pres taciones y programas s anitarios a des arrollar por ellos (art. 56)

9. El Es tado y las Comunidades Autónomas aprobarán planes de s alud en el ámbito de s us res pectivas
competencias y podrán es tablecer planes de s alud conjuntos (arts . 70 y 71)

10. La financiación de la as is tencia s anitaria pres tada s e realizará con cargo:

cotizaciones s ociales

trans ferencias del Es tado

tas as por la pres tación de determinados s ervicios

aportaciones de las Comunidades Autónomas y de las Corporaciones Locales .


tributos es tatales cedidos .

11. Se econoce el derecho al libre ejercicio de las profes iones s anitarias , de acuerdo con lo es tablecido en los
artículos 35 y 36 de la Cons titución (art. 88). En es te punto hay que citar la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de
ordenación de las profes iones s anitarias , que tiene por objeto la regulación de los as pectos bás icos de las
profes iones s anitarias tituladas en lo que s e refiere a s u ejercicio por cuenta propia o ajena, a la es tructura
general de la formación de los profes ionales , al des arrollo profes ional de és tos y a s u participación en la
planificación y ordenación de las profes iones s anitarias . Las dis pos iciones de la ley s on aplicables tanto s i la
profes ión s e ejerce en los s ervicios s anitarios públicos como en el ámbito de la s anidad privada.

También ha de teners e en cuenta la Ley 55/2003, de 16 de diciembre, del Es tatuto Marco del pers onal
es tatutario de los s ervicios de s alud, que tiene por objeto es tablecer las bas es reguladoras de la relación
funcionarial es pecial del pers onal es tatutario de los s ervicios de s alud que conforman el Sis tema Nacional de
Salud, a través del Es tatuto Marco de dicho pers onal. En fin, y de igual modo, en la Ley General de Sanidad s e
reconoce la libertad de empres a en el s ector s anitario, conforme al artículo 38 de la Cons titución (art. 89) y la
pos ibilidad para las Adminis traciones públicas s anitarias , en el ámbito de s us res pectivas competencias , de
es tablecer conciertos para la pres tación de s ervicios s anitarios con medios ajenos a ellas (art. 90)

12. Corres ponde, s egún la ley, a la Adminis tración s anitaria del Es tado, valorar la idoneidad s anitaria de los
medicamentos y demás productos y artículos s anitarios , tanto para autorizar s u circulación y us o como para
controlar s u calidad (art. 95). En es te punto debe recordars e nuevamente que en el año 2002 culminó el proces o
de des centralización de la as is tencia s anitaria del Sis tema Nacional de Salud, de modo que todas las
Comunidades Autónomas han as umido las funciones que venía des empeñando y los s ervicios que venía
pres tando el Ins tituto Nacional de la Salud, incluida la pres tación farmacéutica. És ta comprende los
medicamentos y los productos s anitarios , as í como el conjunto de actuaciones encaminadas a que los pacientes
los reciban y utilicen de forma adecuada y con la información neces aria para s u correcto us o y al menor cos te
pos ible.

Por lo que res pecta a la normativa en es ta materia, la Ley 29/2006, de 26 de julio, pretendió, al igual que la Ley
25/1990, de 20 de diciembre, del Medicamento, derogada por ella, dotar a la s ociedad es pañola de un
ins trumento ins titucional que permitiera que los problemas relativos a los medicamentos fueran abordados por
cuantos agentes s ociales s e vieran involucrados en s u manejo, en la pers pectiva del perfeccionamiento de la
atención a la s alud.

La continua s uces ión de normas que han completado o modificado, con dis tinto alcance, la Ley 29/2006, entre
otras las dirigidas a contener el gas to farmacéutico en un contexto de cris is económica, hacía acons ejable la
elaboración de un texto único que comprendies e, debidamente armonizadas , todas las dis pos iciones aplicables
en el ámbito de citada ley. A es te fin res ponde el texto refundido de la Ley de garantías y us o racional de los
medicamentos y productos s anitarios , aprobado por Real Decreto Legis lativo 1/2015, de 24 de julio, que deroga
la ley de 2006 a excepción de determinadas dis pos iciones finales .

La vigente Ley regula, en el ámbito de las competencias que corres ponden al Es tado:

a. todos los as pectos relativos a los medicamentos de us o humano y productos s anitarios ;

b. la actuación de las pers onas fís icas o jurídicas en cuanto intervienen en la circulación indus trial o comercial
y en la pres cripción o dis pens ación de los medicamentos y productos s anitarios ;

c. los criterios y exigencias generales aplicables a los medicamentos veterinarios ,y

d. los cos méticos y productos de cuidado pers onal.

La Ley pres ta es pecial atención al régimen de garantías , tanto las de carácter general previs tas en el Título I
(abas tecimiento y dis pens ación, de independencia, de defens a de la s alud pública o de trans parencia), como las
predicables es pecíficamente de los medicamentos de us o humano y los veterinarios , regulados
res pectivamente en los capítulos II y III del Título II. El Título III regula la inves tigación de medicamentos de us o
humano y el IV es tablece las garantías exigibles en la fabricación y dis tribución de medicamentos , incluyendo
las preceptivas autorizaciones y control adminis trativo, que s e ejerce por la Agencia Es pañola de Medicamentos
y Productos Sanitarios . Los Títulos V y VI prevén, res pectivamente, las garantías s anitarias del comercio
exterior de medicamentos y los regis tros de laboratorios farmacéuticos y de fabricantes , importadores o
dis tribuidores de principios activos . El régimen relativo al us o racional de medicamentos de us o humano s e
es tablece en el Título VII y la financiación pública de los medicamentos y productos s anitarios s e recoge en el
Título VIII. Finalmente, la Ley s e cierra con los títulos relativos al régimen s ancionador, a la acción de ces ación y
a las tas as aplicables .

13. En otro orden de cues tiones , por lo que res pecta a las oficinas de farmacia, cons ideradas como
es tablecimientos s anitarios (STC 109/2003, de 5 de julio y 181/2014, de 6 de noviembre, entre otras ), la Ley
General de Sanidad prevé que es tarán s ujetas a la planificación s anitaria en los términos que es tablezca la
legis lación es pecial de medicamentos y farmacia (art. 103.3). En cumplimiento de es ta previs ión, la Ley 16/1997,
de 25 de abril, de regulación de s ervicios de las oficinas de farmacia, que tiene s u origen en el Real Decreto-ley
11/1996, s e propus o adecuar la normativa reguladora del s ector (vigente des de 1978) a las nuevas neces idades
y mejorar la atención farmacéutica a la población, mediante una s erie de medidas como:

a. la regulación de la definición (es tablecimientos s anitarios privados de interés público, s ujetos a la


planificación s anitaria que es tablezcan las Comunidades Autónomas , en las que el farmacéutico titular-
propietario de las mis mas , as is tido, en s u cas o, de ayudantes o auxiliares , deberá pres tar una s erie de
s ervicios bás icos - relativos a adquis ición de medicamentos , vigilancia y control de recetas , garantía de
atención farmacéutica, entre otras muchas - a la población) y las funciones de las oficinas de farmacia;

b. la fijación de los criterios bás icos para la ordenación farmacéutica que deberán abordar las Comunidades
Autónomas tomando como referencia a las unidades bás icas de atención primaria;

c. la s implificación y ordenación de los expedientes de autorización de apertura;

d. la regulación de la trans mis ión de las oficinas de farmacia;

e. la exigencia de la pres encia cons tante de un farmacéutico en la actividad de dis pens ación:

f. la flexibilización del régimen de jornada y horario de apertura de es tos es tablecimientos , otorgando el


carácter de mínimos a los horarios oficiales que, en garantía de los us uarios , puedan fijar las
Comunidades Autónomas .

14. Algo más de diez años des pués de la aprobación de la Ley General de Sanidad, el Pleno del Congres o de los
Diputados , en s u s es ión del día 18 de diciembre de 1997, aprobó, s in modificaciones , el texto del acuerdo de la
Comis ión de Sanidad y Cons umo, relativo al Informe de la Subcomis ión creada en el s eno de dicha Comis ión
para avanzar en la cons olidación del Sis tema Nacional de Salud mediante el es tudio de las medidas neces arias
para garantizar un marco financiero es table y modernizar el s is tema s anitario manteniendo los principios de
univers alidad y equidad en el acces o. Las propues tas de la Subcomis ión, fruto de las numeros as
comparecencias que s e s ucedieron ante la mis ma y del debate y reflexión de s us miembros , s e articularon en
torno a cuatro grandes capítulos y cons is tieron:

En cuanto a aseguramiento y prestaciones.-

1. cons olidar el as eguramiento s anitario univers al;

2. garantizar las pres taciones s anitarias ,

3. ins trumentar alternativas para la as is tencia s ocio s anitaria, y

4. des arrollar nuevas fórmulas para la racionalización de la pres tación farmacéutica.

En cuanto a la financiación sanitaria.-

1. as egurar un marco financiero es table, y

2. garantizar la s uficiencia financiera y la equidad territorial.

En cuanto a organización y gestión.-

1. orientar el s is tema s anitario a las neces idades de s alud.

2. impuls ar la autonomía de ges tión.


3. atender las preferencias de los us uarios y

4. potenciar el protagonis mo de los profes ionales .

En cuanto a coordinación territorial.-

1. completar la des centralización territorial.

2. promover la cooperación y la coordinación territorial, y

3. reforzar el Cons ejo Interterritorial.

Alguna de las preocupaciones que motivaron el inicio de los trabajos de la Subcomis ión, as í como alguna de s us
conclus iones aprobadas , s e plas maron en las dos leyes que s e refieren a continuación:

15. La Ley 15/1997, de 25 de abril, des arrollada por el Real Decreto 29/2000 de 14 de enero, es tablece que la
ges tión de los centros , s ervicios y es tablecimientos s anitarios de protección de la s alud o de as is tencia s anitaria
o s ocios anitaria puede llevars e a cabo de forma directa (la tradicional en las ins tituciones s anitarias de la
Seguridad Social) o indirectamente, a través de cuales quiera entidades de naturaleza o titularidad públicas
admitidas en Derecho (empres as públicas , cons orcios , fundaciones u otras entidades de naturaleza o titularidad
pública). Se habilita al Gobierno y a los órganos de gobierno de las Comunidades Autónomas -en los ámbitos de
s us res pectivas competencias - para determinar las formas jurídicas , órganos de dirección y control, régimen de
garantías de la pres tación, financiación y peculiaridades en materia de pers onal de las entidades que s e creen
para la ges tión de los centros y s ervicios mencionados . La pres tación y ges tión de los s ervicios s anitarios y
s ocios anitarios podrá llevars e a cabo, además de con medios propios , mediante acuerdos , convenios o
contratos con pers onas o entidades públicas o privadas , en los términos previs tos en la Ley General de Sanidad.

Con el fin de acomodar la LOFAGE (Ley 6/1997, de 14 de abril), hoy derogada, a las peculiaridades del ámbito
s anitario y pres ervar el carácter es tatutario del régimen jurídico de s u pers onal, s e incluyó en la Ley 50/1998,
de 30 de diciembre, la regulación de las fundaciones públicas s anitarias , que s e rigen por la Ley 40/2015, de 1
de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público (capítulo vii del Título II) en lo no previs to por aquélla.

16. Por s u parte, la Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohes ión y calidad del Sis tema Nacional de Salud es tablece, a la
luz de la experiencia habida des de la aprobación de la Ley General de Sanidad, acciones de coordinación y
cooperación de las Adminis traciones públicas s anitarias como medio para as egurar a los ciudadanos el derecho
a la protección de la s alud, con el objetivo común de garantizar la equidad, la calidad y la participación s ocial en
el Sis tema Nacional de Salud. Sin perjuicio de es te objetivo general, la ley contiene también normas aplicables a
todo el s is tema s anitario es pañol, no s ólo a la s anidad pública, en la medida en que, por imperativo del artículo
43.2 de la Cons titución, incumbe también a los poderes públicos ejercer un control s obre la s anidad privada, en
relación con las actividades de información, s alud pública, formación e inves tigación y en materia de garantías
de s eguridad y de calidad.

17. Entre las numeros as modificaciones de la Ley 16/2003 cabe mencionar es pecialmente la efectuada por Real
Decreto-ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la s os tenibilidad del Sis tema Nacional
de Salud y mejorar la calidad y s eguridad de s us pres taciones , en tanto en cuanto acomete una reforma
es tructural del Sis tema que pretende dotarlo de s olvencia y viabilidad, reforzando las medidas de cohes ión para
hacerlo s os tenible en el tiempo y, con ello, garantizar la univers alización del acces o a las pres taciones s anitarias
s ufragadas con fondos públicos .

La nueva regulación s upone un cambio en la política de progres iva extens ión de la as is tencia s anitaria gratuita o
bonificada, que s e aprecia a partir de la creación del Sis tema Nacional de Salud. Se adopta un modelo
s us tentado principalmente en la conexión entre la cotización al s is tema de la Seguridad Social y el derecho a
recibir las corres pondientes pres taciones s anitarias en condiciones de gratuidad o de bonificación. En es te
s entido, el Tribunal Cons titucional, en Sentencia 139/2016, de 21 de julio, ha declarado que el s ólo hecho del
cambio de criterio del legis lador en nada afecta a la cons titucionalidad de la medida, ya que "la Cons titución no
ha prefigurado directamente un contenido pres tacional que el legis lador deba reconocer neces ariamente a
cualquier pers ona, s ino que el art. 43.2 CE impone un mandato a los poderes públicos , y en particular al
legis lador, para es tablecer los derechos derivados del apartado 1 de es e mis mo precepto."

En cons ecuencia, a partir de la citada reforma de la Ley de cohes ión y calidad del Sis tema Nacional de Salud, el
reconocimiento del derecho a la as is tencia s anitaria precis a de un título jurídico es pecífico, de manera que la
atención s anitaria en Es paña s e garantiza, con cargo a fondos públicos , a las pers onas que os tenten la
condición de as egurado, la cual concurre en (art. 3):

los trabajadores afiliados a la Seguridad Social y en s ituación de alta o as imilada,

los pens ionis tas del s is tema de la Seguridad Social.

los perceptores de pres taciones periódicas de la Seguridad Social.

los que s e hubies en agotado la pres tación o s ubs idio por des empleo y figuren ins critos en las oficinas
corres pondientes como demandantes de empleo.

También podrán os tentar la condición de as egurado, s iempre que no s uperen el límite de ingres os determinado
reglamentariamente, las pers onas de nacionalidad es pañola o de algún Es tado miembro de la Unión Europea,
del Es pacio Económico Europeo o de Suiza que res idan en Es paña y los extranjeros titulares de una autorización
para res idir en territorio es pañol.

Tienen la condición de beneficiarios de un as egurado, entre otros , el cónyuge (o pers ona con análoga relación
de afectividad) y los des cendientes a cargo de aquél menores de 26 años o con dis capacidad igual o s uperior al
65%, s iempre que res idan en Es paña.

Las pers onas que no tengan la condición de as egurado o de beneficiario del mis mo podrán obtener la
pres tación de as is tencia s anitaria mediante el pago de la corres pondiente contrapres tación o cuota derivada de
la s us cripción de un convenio es pecial.

Mantienen s u régimen es pecífico las pers onas titulares o beneficiarias de los regímenes es peciales de la
Seguridad Social ges tionados por la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Es tado, la Mutualidad
General Judicial y el Ins tituto Social de las Fuerzas Armadas , s i bien pueden optar por recibir as is tencia s anitaria
a través de los s ervicios públicos del Sis tema Nacional de Salud.

Finalmente, la as is tencia s anitaria de los extranjeros no regis trados ni autorizados como res identes en Es paña
s e limita a los s upues tos de urgencia por enfermedad grave o accidente, has ta la s ituación de alta médica, y de
as is tencia al embarazo, parto y pos tparto. En todo cas o, los extranjeros menores de dieciocho años recibirán
as is tencia s anitaria en las mis mas condiciones que los es pañoles (art. 3 ter).

18. La Ley regula en s u capítulo I la ordenación de las pres taciones de atención s anitaria. En primer lugar, define el
catálogo de pres taciones como el conjunto de s ervicios preventivos , diagnós ticos , terapéuticos , rehabilitadores y
de promoción de la s alud dirigidos a los ciudadanos , que comprende las pres taciones de s alud pública, atención
primaria y es pecializada, s ocios anitaria, urgencias , farmacia, ortoprótes is , productos dietéticos y trans porte
s anitario (art. 7). Las pres taciones incluidas en el catálogo s e hacen efectivas a través de un conjunto de
técnicas , tecnologías y procedimientos que integran la cartera común de s ervicios del Sis tema Nacional de
Salud, aprobada por Real Decreto 1030/2006, de 15 de s eptiembre.

19. En cuanto a la garantía de las pres taciones conviene des tacar (i) la previs ión de la exis tencia de s ervicios de
referencia para la atención de aquellas patologías que precis en de alta es pecialización profes ional o elevada
complejidad tecnológica, o cuando el número de cas os a tratar no s ea elevado y pueda res ultar acons ejable, en
cons ecuencia, la concentración de los recurs os diagnós ticos y terapéuticos , y (ii) la neces aria extens ión de las
garantías de s eguridad y calidad de las pres taciones , más allá del ámbito es tricto del Sis tema Nacional de
Salud, a la totalidad del s is tema s anitario, incluidos , por tanto, los centros y s ervicios privados .

20. El acces o de los ciudadanos a las pres taciones de atención s anitaria que proporciona el Sis tema Nacional de
Salud s e facilita a través de la Tarjeta Sanitaria Individual, como documento adminis trativo que acredita
determinados datos de s u titular, y que atiende a los criterios es tablecidos con carácter general en la Unión
Europea. (art. 57)

21. Pueden des tacars e, además , los s iguientes as pectos de la regulación que efectúa la Ley 16/2003:

Se aborda una reordenación del ejercicio de las competencias que con carácter exclus ivo corres ponden
al Es tado en materia de avaluación, regis tro, autorización, vigilancia y control de los medicamentos y de
los productos s anitarios (artículos 30 y s s )

Enumera una s erie de principios referidos a la planificación y formación de los profes ionales de la
s anidad, as í como al des arrollo y a la carrera profes ional y a la movilidad dentro del Sis tema Nacional
de Salud (capítulo III).

Las normas que s obre inves tigación contiene la ley (capítulo IV) van dirigidas a ordenar, en el ámbito
s anitario, la actividad inves tigadora de los órganos competentes de la Adminis tración General del
Es tado. En cuanto al Ins tituto de Salud Carlos III, creado por la Ley General de Sanidad, s e precis an en
la ley s us cometidos en materia de fomento de la inves tigación en s alud.

Se encomienda al Minis terio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad el es tablecimiento de un s is tema


de información s anitaria que garantice la dis ponibilidad de la información y la comunicación recíprocas
entre la Adminis tración s anitaria del Es tado y la de las Comunidades Autónomas (artículo 53).

Se abordan las actuaciones coordinadas del Es tado y de las Comunidades Autónomas en materia de
s alud pública y de s eguridad alimentaria (art. 65).

22. La participación s ocial en el Sis tema Nacional de Salud, s e articula principalmente a través del Comité
Cons ultivo, dependiente del Cons ejo Interterritorial del Sis tema Nacional de Salud (art. 67). Es te órgano, creado
por la Ley General de Sanidad, s e regula en el capítulo X de la ley, con lo que queda derogado el art. 47 de la
mencionada Ley. El Cons ejo, órgano permanente de coordinación, cooperación, comunicación e información de
los s ervicios de s alud, entre ellos y con la Adminis tración del Es tado, tiene como finalidad promover la cohes ión
del Sis tema Nacional de Salud a través de la garantía efectiva de los derechos de los ciudadanos en todo el
territorio del es tado (art. 69).

23. Por lo que res pecta a la Alta Ins pección (capítulo XI), es ta s e regula en términos análogos a los contenidos en el
artículo 43 de la Ley General de Sanidad, que deroga, s i bien s e incorporan entre s us funciones algunas
inequívocamente propias de la ins pección que corres ponde al Es tado y que no s e recogían en aquella Ley.

24. El des arrollo legis lativo del derecho a la protección de la s alud reconocido en el artículo 43 de la Cons titución s e
ha centrado fundamentalmente en la importante tarea de ordenar y coordinar las actividades de la as is tencia
s anitaria, tal y como s e des prende de la regulación de la Ley General de Sanidad de 1986, as í como de la Ley de
cohes ión y calidad del Sis tema Nacional de Salud de 2003, y de s us res pectivas reformas .

Con la aprobación de la Ley 33/2011, de 4 de octubre, General de Salud Pública, s in embargo, la protección de
la s alud deja de atenders e exclus ivamente des de la vertiente del cuidado de las pers onas enfermas ya que s e
complementa con la vertiente preventiva y de protección y promoción de la s alud.

En efecto, de acuerdo con el preámbulo de la Ley, s u objeto es dar una res pues ta completa y actual al
requerimiento contenido en el artículo 43 de la Cons titución Es pañola y, en cons ecuencia, tratar de alcanzar y
mantener el máximo nivel de s alud pos ible de la población. La nueva regulación pretende que los s ervicios
s anitarios encuadrados en el Sis tema Nacional de Salud as uman un papel más relevante en la acción preventiva
y en la s alud comunitaria, y no s ólo des de la pers pectiva de las acciones curativas , cuidadoras y de
rehabilitación.

La Ley General de Salud Pública s e es tructura en los s iguientes títulos :

Un Título Preliminar, relativo al objeto, ámbito de aplicación de la Ley y principios generales de la s alud
pública que deben garantizars e en las actuaciones de s alud pública, entre los que des taca el requis ito
de que la equidad y la s alud guíen el conjunto de las políticas de gobierno.

El Título I s e ocupa de los derechos y deberes de los ciudadanos y de las obligaciones de las
Adminis traciones en materia s alud pública. La Ley reconoce el derecho de los ciudadanos , directamente
o a través de las organizaciones en que s e agrupen o que los repres enten, a la información en materia
de s alud pública, con las limitaciones previs tas en la normativa vigente.

1. El Título II, el más extens o de la Ley, des cribe las actuaciones de s alud pública, que
comprenden:

2. el es tablecimiento de las bas es para una vigilancia integral de s alud pública que abarque todos
los condicionantes de la s alud y el propio es tado de s alud.

3. la definición de las líneas generales que deben s eguir las políticas en materia de prevención de
problemas de s alud y s us determinantes ;
4. la neces aria coordinación entre los s ervicios s anitarios y las actuaciones de las es tructuras de
s alud pública, as í como entre prevención de la enfermedad y promoción de la s alud.

5. las actuaciones en materia de protección de la s alud dirigidas a la prevención de los efectos


negativos que divers os elementos del medio pueden tener s obre la s alud y el bienes tar de las
pers onas ;

6. la aplicación de la evaluación de impacto en s alud, es decir, la combinación de procedimientos ,


métodos y herramientas mediante la cual un programa o norma pueden s er evaluados en
relación con s us efectos y la dis tribución de los mis mos s obre la s alud de la población;

7. la s anidad exterior y la s alud internacional, parte es encial de la s alud pública y competencia


exclus iva del Es tado; y

8. la implantación de un Sis tema de información en s alud pública, que pos ibilita el intercambio de
la información neces aria para el mejor des arrollo de las actuaciones en materia de s alud
pública.

El Título III regula la planificación y coordinación de la s alud pública, con el objetivo de contribuir a
mantener y mejorar la s alud de la población a través de una organización que permita coordinar los
recurs os exis tentes de una manera eficiente. A tal efecto, s e dis pone la articulación de la s alud pública
a través de la Es trategia de Salud Pública, que define las actuaciones dirigidas a los principales
factores determinantes de la s alud. Se crea as imis mo el Cons ejo As es or de Salud Pública como órgano
colegiado de cons ulta y participación, ads crito al Minis terio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

El Título IV s e ocupa del pers onal profes ional y de inves tigación en s alud pública.

El Título V, por s u parte, regula la autoridad s anitaria es tatal y s us agentes .

La Ley s e completa con el Título VI que recoge las infracciones y s anciones en es te ámbito.

25. Finalmente, en el ámbito de la protección de la s alud pública también des taca la Ley 28/2005, de 26 de diciembre
de Medidas s anitarias frente al tabaquis mo y reguladora de la venta, el s uminis tro, el cons umo y la publicidad de
los productos del tabaco, modificada por Ley 42/2010, de 30 de diciembre y, más recientemente, por Real
Decreto-ley 17/2017, de 17 de noviembre, que trans pone la Directiva 2014/40/UE del Parlamento Europeo y del
Cons ejo, de 3 de abril de 2014, relativa a la aproximación de las dis pos iciones legales , reglamentarias y
adminis trativas de los Es tados miembros en materia de fabricación, pres entación y venta de los productos del
tabaco y de los productos relacionados . La Ley 28/2005 s upus o un hito importante en la política de nues tro país
en la lucha contra el tabaquis mo, tanto en lo que s e refiere a la prohibición de fumar en lugares públicos como a
las medidas encaminadas a potenciar la des habituación del tabaco y a tratar de erradicar a medio y largo plazo
el hábito de fumar.

EJERCICIO 4

1.Según la Constitución, organizar y tutelar la salud a través de medidas preventivas y de las


prestaciones o servicios necesarios compete a los poderes públicos

a. Verdadero
b. Fals o

2.En el artículo 43.1 de la Constitución, se reconoce el derecho a la protección de la salud.

a. Verdadero
b. Fals o

3.Según la Constitución, los poderes públicos facilitaran la adecuada utilización del ocio

a. Verdadero
b. Fals o
4.Según la Constitución, los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el
deporte.

a. Verdadero
b. Fals o

5.El derecho a la protección de la salud se recoge en el Capítulo II del Título I de la Constitución

a. Verdadero
b. Fals o

6.El Sistema Nacional de Salud (SNS) es el conjunto coordinado de los Servicios de Salud de la
Administración del Estado y los Servicios de Salud de las Comunidades Autónomas que integra todas las
funciones y prestaciones sanitarias que, de acuerdo con la ley, son responsabilidad de los poderes
públicos.

a. Verdadero
b. Fals o

7.Según la Constitución, los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para
todos los ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de
necesidad, especialmente en casos de desempleo

a. Verdadero
b. Fals o

8.Según la Constitución, la asistencia y prestaciones complementarias no serán libres

a. Verdadero
b. Fals o

9.Según la Constitución, los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y


periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad

a. Verdadero
b. Fals o

10.Según la Constitución, los poderes públicos promoverán la información y educación de los


consumidores y usuarios, fomentarán sus organizaciones y oirán en aquellas cuestiones que puedan
afectar a aquellos, en los términos que la ley establezca

a. Verdadero
b. Fals o

11.Según la Constitución, los poderes públicos garantizarán la defensa de los consumidores y usuarios,
protegiendo, mediante procedimientos eficaces, la seguridad, la salud y los legítimos intereses
económicos de los mismos

a. Verdadero
b. Fals o

12.Según la Constitución, las Comunidades Autónomas podrán asumir competencias en asistencia social

a. Verdadero
b. Fals o

13.Según la Constitución, las Comunidades Autónomas no podrán asumir competencias en sanidad e


higiene

a. Verdadero
b. Fals o
14.Según la Constitución, el Estado no tiene competencia exclusiva sobre legislación de productos
farmacéuticos

a. Verdadero
b. Fals o

15.Según la Constitución, el Estado tiene competencia exclusiva sobre Sanidad exterior

a. Verdadero
b. Fals o

16.Según la Constitución, el Estado tiene competencia exclusiva sobre la legislación básica y régimen
económico de la Seguridad Social, sin perjuicio de la ejecución de sus servicios por las Comunidades
Autónomas”

a. Verdadero
b. Fals o

17.Según la Ley General de Sanidad, los poderes públicos orientarán sus políticas de gasto sanitario en
orden a corregir desigualdades sanitarias y garantizar la igualdad de acceso a los servicios sanitarios
públicos en todo el territorio español, según lo dispuesto en los artículos 9.2 y 158.1 de la Constitución

a. Verdadero
b. Fals o

18.La Ley 14/1986, de 25 de abril,General de Sanidad tiene la condición de norma básica, en el sentido
del artículo 149.1.16.ª de la Constitución, y es de aplicación en todo el territorio nacional

a. Verdadero
b. Fals o

19.La Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad, constituye la norma de referencia en este ámbito,
en tanto en cuanto establece la estructura y el funcionamiento del sistema sanitario público, orientado
exclusivamente a la prevención de las enfermedades

a. Verdadero
b. Fals o

20.Todos los españoles y los ciudadanos extranjeros que tengan establecida su residencia en el territorio
nacional son titulares de los derechos a la protección de la salud y a la atención sanitaria son

a. Verdadero
b. Fals o

21.Según la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad, las normas de utilización de los servicios
sanitarios no serán iguales para todos, ya que dependen de la condición en la que se acceda a los
mismos

a. Verdadero
b. Fals o

22.Según la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad, las decisiones y actuaciones públicas
previstas en la Ley que no se hayan reservado expresamente al Estado se entenderán atribuidas a las
Comunidades Autónomas

a. Verdadero
b. Fals o

23.En cada Comunidad Autónoma se constituirá un servicio de salud integrado por todos los centros,
servicios y establecimientos de la propia Comunidad, Diputaciones y Ayuntamientos y cualesquiera otras
Administraciones territoriales intracomunitarias, que estará gestionado bajo la responsabilidad del
Ministerio de Sanidad
a. Verdadero
b. Fals o

24.Las Comunidades Autónomas delimitarán y constituirán en su territorio demarcaciones denominadas


áreas de salud

a. Verdadero
b. Fals o

25.El Estado, las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos aprobarán planes de salud en el ámbito
de sus respectivas competencias y podrán establecer planes de salud conjuntos (arts. 70 y 71)

a. Verdadero
b. Fals o

26.La financiación de la asistencia sanitaria prestada se realizará con cargo a las cotizaciones sociales y
transferencias del Estado, exclusivamente

a. Verdadero
b. Fals o

27.La financiación de la asistencia sanitaria prestada se podrá realizar con arreglo a tasas por la
prestación de determinados servicios

a. Verdadero
b. Fals o

28.La financiación de la asistencia sanitaria prestada no se podrá realizar con arreglo a aportaciones de
las Comunidades Autónomas y de las Corporaciones Locales y a tributos estatales cedidos.

a. Verdadero
b. Fals o

29.La Ley 29/2006, de 26 de julio, regula, en el ámbito de las competencias que corresponden al Estado,
todos los aspectos relativos a los medicamentos de uso humano y productos sanitarios

a. Verdadero
b. Fals o

30.La Ley 29/2006, de 26 de julio, no regula, en el ámbito de las competencias que corresponden al
Estado, los cosméticos y productos de cuidado personal

a. Verdadero
b. Fals o

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Anexo

OTRAS INSTITUCIONES DEL ESTADO Y


REFORMA CONSTITUCIONAL
RECONOCIDAS EN NUESTRA CARTA
MAGNA

A. El tribunal constitucional. La reforma de la constitucion. La


corona. Funciones constitucionales del rey. Sucesion y regencia.

1. EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL.

La Constitución Española lo regula en su Título IX, artículos 159 a 165. Hay que s ubrayar no s olo que este
Tribunal no se incluye en las instancias del Poder Judicial que s e recogen en el Título VI, artículos 117 a 127 de
aquella s ino también que s u regulación cons titucional s e s itúa en preceptos anteriores a la Reforma cons titucional
(Titulo X, artículos 166 a 169).

También debemos hacer referencia en cuanto normativa que afecta al mismo a la Ley Orgánica 2/1979 de 3 de
octubre del Tribunal Constitucional.

El Tribunal Constitucional (artículo 159.1 y 2), está formado por doce miembros nombrados por el Rey: entre
Magistrados y Fiscales, Profesores de Universidad, funcionarios públicos y Abogados, todos ellos juristas
de reconocida competencia con más de quince años de ejercicio profesional.; a propuesta del Congreso
(cuatro) y del Senado (cuatro) por mayoría de tres quintos de sus miembros respectivamente, del
Gobierno (dos) y a propuesta del Consejo General del Poder Judicial (dos).

Los miembros del mis mo (artículo 159.3), s erán nombrados por un período de nueve años y se renovaran por
terceras partes cada tres años.

El artículo 159.4 es tablece un riguros o régimen de incompatibilidades .-“ La condición de miembro del Tribunal
Cons titucional es incompatible: con todo mandato repres entativo; con los cargos políticos o adminis trativos ; con el
des empeño de funciones directivas en un partido político o en un s indicato y con el empleo al s ervicio de los mis mos ;
con el ejercicio de las carreras judicial y fis cal, y con cualquier actividad profes ional o mercantil.

En lo demás , los miembros del Tribunal Cons titucional tendrán las incompatibilidades propias de los miembros del
poder judicial.

Los miembros del Tribunal Constitucional serán independientes e inamovibles en el ejercicio de su


mandato (artículo 159.5).

En relación con el Presidente del Tribunal Constitucional hay que precisar que será nombrado entre sus
miembros por el Rey, a propuesta del mismo Tribunal en pleno y por un período de tres años (artículo
160).

Su jurisdicción engloba todo el territorio nacional (artículo 161)

Es competente para conocer (artículo 161):

a. Del recurso de inconstitucionalidad contra leyes o dis pos iciones normativas con fuerza de ley. La
declaración de incons titucionalidad de una norma jurídica con rango de ley, interpretada por la juris prudencia,
afectará a es ta, s i bien la s entencia o s entencias recaídas no perderán el valor de cos a juzgada.

b. Del recurso de amparo por violación de los derechos y libertades referidos en el artículo 53.2 de la
Constitución española, en los casos y formas que la ley establezca. (artículo 53.2. “Cualquier ciudadano
podrá recabar la tutela de las libertades y derechos reconocidos en el artículo 14 y la Sección primera del
Capítulo s egundo ante los Tribunales ordinarios por un procedimiento bas ado en los principios de preferencia y
s umariedad y, en s u cas o, a través del recurs o de amparo ante el Tribunal Cons titucional. Es te último recurs o
s erá aplicable a la objeción de conciencia reconocida en el artículo 30”).

c. De los conflictos de competencia entre el Estado y las Comunidades Autónomas o de los de estas
entre sí.

d. De las demás materias que le atribuyan la Constitución y las leyes orgánicas.

Además por un lado el artículo 161.2 dis pone que “El Gobierno podrá impugnar ante el Tribunal Cons titucional las
dis pos iciones y res oluciones adoptadas por los órganos de las Comunidades Autónomas . La impugnación producirá la
s us pens ión de la dis pos ición o res olución recurrida, pero el Tribunal, en s u cas o, deberá ratificarla o levantarla en un
plazo no s uperior a cinco mes es ” y por otro en el artículo 163 s e refiere a la cues tión de incons titucionalidad en los
s iguientes términos “cuando un órgano judicial cons idere, en algún proces o, que una norma con rango de ley,
aplicable al cas o, de cuya validez dependa el fallo, pueda s er contraria a la Cons titución, planteará la cues tión ante el
Tribunal Cons titucional en los s upues tos , en la forma y con los efectos que es tablezca la ley, que en ningún cas o
s erán s us pens ivos ”.

Es tán legitimados para interponer. (artículo 162.1)

a. El recurso de inconstitucionalidad.-

1º El Pres idente del Gobierno.

2º El Defens or del Pueblo, 50 Diputados , 50 Senadores , los órganos colegiados ejecutivos de las Comunidades
Autónomas y, en s u cas o, las As ambleas de las mis mas .

3º 50 Diputados

4º 50 Senadores

5 º Los órganos colegiados ejecutivos de las Comunidades Autónomas y, en s u cas o, las As ambleas de las
mis mas .

b. El recurso de amparo.-

1º Toda pers ona natural que invoque un interés legítimo.

2º Toda pers ona jurídica que también invoque un interés legítimo.

3º El Defens or del Pueblo.

4º El Minis terio Fis cal.

El artículo 162.2 res eña que “en los demás cas os , la ley orgánica determinará las pers onas y órganos legitimados ”.

El artículo 163 establece que “cuando un órgano judicial cons idere, en algún proces o, que una norma con rango de
ley, aplicable al cas o, de cuya validez dependa el fallo, pueda s er contraria a la Cons titución, planteará la cues tión ante
el Tribunal Cons titucional en los s upues tos , en la forma y con los efectos que es tablezca la ley, que en ningún cas o
s erán s us pens ivos ”.

También hay que dejar constancia de lo establecido en el artículo 164 .1 y 2 en relación a la publicación y
efectos de las sentencias del Tribunal Constitucional.

Artículo 164.

1. "Las s entencias del Tribunal Cons titucional s e publicarán en el Boletín Oficial del Es tado con los votos
particulares , s i los hubiere. Tienen el valor de cos a juzgada a partir del día s iguiente de s u publicación y no cabe
recurs o alguno contra ellas . Las que declaren la incons titucionalidad de una ley o de una norma con fuerza de ley y
todas las que no s e limiten a la es timación s ubjetiva de un derecho, tienen plenos efectos frente a todos .

2. Salvo que en el fallo s e dis ponga otra cos a, s ubs is tirá la vigencia de la ley en la parte no afectada por la
incons titucionalidad”.

Por último el artículo 165 es tablece que “Una ley orgánica regulará el funcionamiento del Tribunal Cons titucional, el
es tatuto de s us miembros , el procedimiento ante el mis mo y las condiciones para el ejercicio de las acciones ”.

2. LA REFORMA COSTITUCIONAL.

Es el procedimiento por el cual se modifica el texto constitucional siguiendo los trámites establecidos en
la misma a tal efecto.

Se encuentra regulado en el Titulo X, artículos 166 a 169 de la Constitución Española. Establece dos
procedimientos rígidos, es decir diferentes y con mayor complejidad que el procedimiento legislativo
ordinario, atendiendo a la materia, para garantizar la supremacía de la misma.

El artículo 166 reseña que “La iniciativa de reforma constitucional se ejercerá en los términos previstos
en los apartados 1 y 2 del artículo 87”.

Artículo 87.

“1. La iniciativa legis lativa corres ponde al Gobierno, al Congres o y al Senado, de acuerdo con la Cons titución y
los Reglamentos de las Cámaras .

2. Las As ambleas de las Comunidades Autónomas podrán s olicitar del Gobierno la adopción de un proyecto de
ley o remitir a la Mes a del Congres o una propos ición de ley, delegando ante dicha Cámara un máximo de tres
miembros de la As amblea encargados de s u defens a.

De esto se deduce que la iniciativa es del Gobierno, de las Cortes o de las Asambleas legislativas de las
CC.AA.

INICIATIVA

Iniciativa de reforma promovida por el Gobierno

No exis te diferencia s us tancial con la iniciativa legis lativa ordinaria. De acuerdo con el art. 88 de la Cons titución (s e
abreviará CE a menudo), los proyectos de reforma deberán s er aprobados en Cons ejo de Minis tros y remitidos al
Congres o de los Diputados , acompañados de una expos ición de motivos y de los antecedentes neces arios para
pronunciars e s obre ellos .

De acuerdo el art. 146 del Reglamento del Congres o (RC, en lo que s igue), los proyectos de reforma s e tramitarán
conforme a las normas de dicho R.C. para los proyectos de ley, por lo que podrán s er objeto de enmienda a la
totalidad y, por lo tanto, de un debate a la totalidad en el Pleno del Congres o, que podría terminar con la devolución al
Gobierno (art. 112 RC).

Iniciativa de reforma promovida por el Congreso de los Diputados o el Senado

Tiene algunas peculiaridades res pecto a la iniciativa legis lativa ordinaria exigidas por los Reglamentos de las
Cámaras .

La propos ición de reforma en el Congres o debe s er s us crita por dos grupos parlamentarios (en vez de uno) o por 1/5
de los Diputados (70, en vez de 15 que s e exigen para una ley).

En el Senado deben s er 50 Senadores de más de un grupo parlamentario (frente a un s olo grupo o 25 Senadores
para una ley).

En todo cas o las propos iciones de reforma han de s uperar el trámite de s u toma en cons ideración por la Cámara
res pectiva.

Iniciativa de reforma promovida por las Asambleas Legislativas de las CC.AA.

De acuerdo con el art. 87.2 CE podrán s olicitar del Gobierno la adopción de un proyecto de reforma, o remitir a la
Mes a del Congres o una propos ición de reforma, que deberá s er tomada en cons ideración por la Cámara Baja.

Sobre el límite temporal a la iniciativa de reforma, el artículo 169 es tablece que no podrá iniciars e la reforma
cons titucional en tiempo de guerra o de vigencia de alguno de los es tados previs tos en el Artículo 116; es decir
alarma, excepción y s itio. De es te artículo s e difiere que no podrán iniciars e pero s i continuars e.
PROCEDIMIENTOS DE REFORMA

Se es tablece en nues tro texto cons titucional como s e res eño al principio de es te epígrafe dos tipos de
procedimiento para su reforma, los cuales s on el s imple u ordinario de reforma y el agravado de reforma.

a. El procedimiento simple u ordinario de reforma

Aparece regulado en el art. 167 CE, y es de aplicación cuando la reforma no afecta a las s iguientes partes :

Título preliminar.

Título I, Capítulo II, Sección 1.ª (Derechos fundamentales y libertades públicas )

Título II (La Corona)

Se ha dicho que es te procedimiento s imple es el único pos ible, dada la complejidad del procedimiento agravado, y es
el único que s e ha utilizado has ta ahora para reformar el art. 13.2.15

La tramitación parlamentaria s e des arrollará de acuerdo con lo dis pues to en el art. 167 y los Reglamentos de las
Cámaras para el procedimiento legis lativo ordinario:

Los proyectos de reforma constitucional deberán ser aprobados por una mayoría de tres quintos de cada
una de las Cámaras. Si no hubiera acuerdo entre ambas, se intentará obtenerlo mediante la creación de
una Comisión de composición paritaria de Diputados y Senadores, que presentará un texto que será
votado por el Congreso y el Senado.

De no lograrse la aprobación mediante el procedimiento del apartado anterior, y siempre que el texto
hubiere obtenido el voto favorable de la mayoría absoluta del Senado, el Congreso, por mayoría de dos
tercios, podrá aprobar la reforma.

Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación cuando
así lo soliciten, dentro de los quince días siguientes a su aprobación, una décima parte de los miembros
de cualquiera de las Cámaras.

El procedimiento para la celebración del referéndum del art. 167.3 s e regula en la Ley Orgánica 2/1980, de 18 de
enero, s obre Regulación de las Dis tintas Modalidades de Referéndum, s egún la cual el referéndum s erá convocado en
el plazo de 30 días y celebrars e dentro de los 60 días s iguientes a s u convocatoria.

El texto no podrá s er s ometido a s anción Real s ino des pués de los 15 días s iguientes a s u aprobación, de acuerdo con
el art. 167.3, permitiéndos e la pos ible s olicitud de referéndum. Si s e celebra és te la s anción s erá pos terior a la
convalidación de la reforma por el cuerpo electoral.

b. El procedimiento agravado de reforma

Aparece regulado en el art. 168 CE, y es de aplicación cuando s e pretende la “revis ión total de la Cons titución” o la
reforma afecta a las s iguientes partes :

Título preliminar.

Título I, Capítulo II, Sección 1.ª (Derechos fundamentales y libertades públicas )

Título II (La Corona)

La interpretación del s entido de revis ión total de la Cons titución no es tá definido en dicho artículo. Podemos entender,
s iguiendo a Pérez Royo que puede por razones cualitativas o cuantitativas . En cualquier cas o s i la revis ión total afecta
a s u contenido es encial, a s u núcleo identificativo, la reforma s upondría un cas o de fraude a la Cons titución.

La tramitación parlamentaria s e des arrollará de acuerdo con lo dis pues to en el art. 168 y los Reglamentos de las
Cámaras :

Se inicia en el Congreso con un debate a la totalidad que decide la conveniencia u oportunidad de la


reforma. El debate termina con una votación, que será favorable a la reforma si se obtiene una mayoría
de dos tercios de los Diputados.

Después de la comunicación del Presidente del Congreso al del Senado, se vota en ésta Cámara,
necesitando el apoyo de las dos terceras partes de los Senadores.

El Presidente del Congreso los comunicará entonces al Presidente del Gobierno, para que someta a
sanción real el Decreto por el que se disuelven las Cortes.

Las nuevas Cortes deberán ratificar la decisión tomada por las disueltas y proceder al estudio del nuevo
texto constitucional, tramitándolo por el procedimiento legislativo ordinario, y que deberá ser aprobado
de nuevo por mayorías de dos terceras partes en ambas Cámaras.

Aprobada la reforma por las Cortes, el Presidente del Congreso lo comunicará al Presidente del Gobierno,
y será sometido preceptivamente a un referéndum para su ratificación.

LÍMITES DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL

Salvo la limitación es tablecida en el artículo 169 de la Cons titución que impide la reforma de la mis ma en tiempo de
guerra o durante la vigencia de los Es tados de alarma, excepción o s itio, la Cons titución de 1978 podrá reformars e en
cualquier momento y en s u totalidad, ya que no contiene cláus ulas de intangibilidad explícitas .

Sin embargo, ha de entenders e que exis te un límite material implícito: no podría s uprimirs e la democracia mis ma.

Por otra parte, el Tribunal cons titucional podría controlar la reforma cons titucional des de el punto de vis ta formal pero
no des de el punto de vis ta material.

Nues tra Cons titución no tiene ninguna cláus ula de intangibilidad, no hay límite material en s u reforma. Sólo tiene el
límite temporal que s e indica en el art. 169, de no inicio de reforma es tando en vigor alguno de los es tados
excepcionales .

Aunque pueda pens ars e en un principio que s e podrían alterar los principios mis mos del régimen democrático exis te
el límite material implícito. Es irreformable el principio democrático, no s e puede s uprimir la democracia, ni s iquiera
empleando un procedimiento democrático: s ería una violación pura y s imple de la legalidad cons titucional.

La Ley Orgánica del Tribunal Cons titucional no contempla explícitamente vías proces ales para la incons titucionalidad de
una reforma cuando no s e res peten los mecanis mos formales previs tos o cuando s e utilizara el procedimiento s imple
para modificar as pectos s ujetos al procedimiento agravado, ha de entenders e que compete al es te órgano el control
de la cons titucionalidad de la reforma. No es competencia s uya, s in embargo, los límites materiales , al no haber
límites a los mis mos en nues tro texto cons titucional.

El control de la reforma deberá s er, en todo cas o, preventivo, ya que una vez reformada la Cons titución no puede s er
objeto de enjuiciamiento por parte del Tribunal Cons titucional.

Leer. La Constitución Española ha sido reformada en dos ocasiones, que son:

1. Año 1992. Se añadió el inciso “y pasivo” en el artículo 13.2, quedando redactado de la siguiente
forma.

Art.13.2.-” Solamente los es pañoles s erán titulares de los derechos reconocidos en el artículo 23, s alvo lo
que, atendiendo a criterios de reciprocidad, pueda es tablecers e por tratado o ley para el derecho de
s ufragio activo y pasivo en las elecciones municipales ”.

2. Año 2011. Se sustituyó íntegramente el artículo 135.

Artículo 135 anterior a la reforma.

1. " El Gobierno habrá de es tar autorizado por Ley para emitir Deuda Pública o contraer crédito.

2. Los créditos para s atis facer el pago de interes es y capital de la Deuda Pública del Es tado s e entenderán s iempre
incluidos en el es tado de gas tos de los pres upues tos y no podrán s er objeto de enmienda o modificación,
mientras s e ajus ten a las condiciones de la Ley de emis ión”.

Actual artículo 135.

1. "Todas las Adminis traciones Públicas adecuarán s us actuaciones al principio de es tabilidad pres upues taria.

2. El Es tado y las Comunidades Autónomas no podrán incurrir en un déficit es tructural que s upere los márgenes
es tablecidos , en s u cas o, por la Unión Europea para s us Es tados Miembros .
Una ley orgánica fijará el déficit es tructural máximo permitido al Es tado y a las Comunidades Autónomas ,
en relación con s u producto interior bruto. Las Entidades Locales deberán pres entar equilibrio
pres upues tario.

3. El Es tado y las Comunidades Autónomas habrán de es tar autorizados por ley para emitir deuda pública o
contraer crédito.

Los créditos para s atis facer los interes es y el capital de la deuda pública de las Adminis traciones s e
entenderán s iempre incluidos en el es tado de gas tos de s us pres upues tos y s u pago gozará de prioridad
abs oluta. Es tos créditos no podrán s er objeto de enmienda o modificación, mientras s e ajus ten a las
condiciones de la ley de emis ión.

El volumen de deuda pública del conjunto de las Adminis traciones Públicas en relación con el producto
interior bruto del Es tado no podrá s uperar el valor de referencia es tablecido en el Tratado de
Funcionamiento de la Unión Europea.

4. Los límites de déficit es tructural y de volumen de deuda pública s ólo podrán s uperars e en cas o de catás trofes
naturales , reces ión económica o s ituaciones de emergencia extraordinaria que es capen al control del Es tado y
perjudiquen cons iderablemente la s ituación financiera o la s os tenibilidad económica o s ocial del Es tado,
apreciadas por la mayoría abs oluta de los miembros del Congres o de los Diputados .

5. Una ley orgánica des arrollará los principios a que s e refiere es te artículo, as í como la participación, en los
procedimientos res pectivos , de los órganos de coordinación ins titucional entre las Adminis traciones Públicas en
materia de política fis cal y financiera. En todo cas o, regulará:

a. La dis tribución de los límites de déficit y de deuda entre las dis tintas Adminis traciones Públicas , los s upues tos
excepcionales de s uperación de los mis mos y la forma y plazo de corrección de las des viaciones que s obre uno
y otro pudieran producirs e.

b. La metodología y el procedimiento para el cálculo del déficit es tructural.

c. La res pons abilidad de cada Adminis tración Pública en cas o de incumplimiento de los objetivos de es tabilidad
pres upues taria.

6. Las Comunidades Autónomas , de acuerdo con s us res pectivos Es tatutos y dentro de los límites a que s e refiere
es te artículo, adoptarán las dis pos iciones que procedan para la aplicación efectiva del principio de es tabilidad en
s us normas y decis iones pres upues tarias .

3. LA CORONA.

El Título Preliminar de la Cons titución en s u artículo 1.3 es tablece que “la forma política del Estado español es la
Monarquía parlamentaria”.

La regulación cons titucional de la Corona es tá recogida en el Título II, artículos 56 a 65.

Con la denominación de la Corona s e es tá haciendo referencia a un órgano del Estado: la Jefatura del Estado.
Derivado de ello la Cons titución (artículo 56.1) es tablece que el Rey es el Jefe del Estado: as í es fácil dis tinguir
entre la Corona (órgano del Es tado” y la figura del Rey (pers ona del Rey), como es tablece también la Cons titución al
s eñalar que es el Titular de la Corona.

La Corona de España tiene carácter de hereditaria “en los sucesores de Su Majestad Don Juan Carlos I de
Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica” (artículo 57.1). El actual Rey es Felipe VI, hijo del
anteriormente res eñado; el cual a partir de s u abdicación, des empeña la función de Rey emérito y s igue recibiendo el
tratamiento de Rey.

El Titular de la Corona puede ser lo mismo Rey que Reina; as í la Cons titución s e refiere al “cons orte de la
Reina” diferenciándolo de la Reina cons orte.

La figura del Rey viene definida en la Cons titución por una s erie de caracteres , as í como el régimen de s u
proclamación y juramento.

El artículo 56 de las Cons titución es tablece que:”


1. El Rey es el Jefe del Es tado, s ímbolo de s u unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de
las ins tituciones , as ume la más alta repres entación del Es tado es pañol en las relaciones internacionales ,
es pecialmente con las naciones de s u comunidad his tórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expres amente
la Cons titución y las leyes .

2. Su Título es el de Rey de Es paña y podrá utilizar los demás que corres pondan a la Corona.

3. La pers ona del Rey es inviolable y no es tá s ujeta a res pons abilidad. Sus actos es tarán s iempre refrendados en
la forma es tablecida en el artículo 64, careciendo de validez s in dicho refrendo, s alvo lo dis pues to en el artículo
65.2.

El artículo 64 establece:

1. "Los actos del rey s erán refrendados por el Pres idente del Gobierno y, en s u cas o, por los Minis tros
competentes . La propues ta del Pres idente del Gobierno, y la dis olución previs ta en el artículo 99, s erán
refrendados por el Pres idente del Congres o”.

2. De los actos del Rey s erán res pons ables las pers onas que los refrenden.”

El artículo 65.2 recoge que “El Rey nombra y releva libremente a los miembros civiles y militares de s u Cas a”.

En res umen, los caracteres son:

a. Jefe del estado.

b. Símbolo de la unidad y permanencia del Estado

c. Arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones

d. Asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales,
especialmente con las naciones de su comunidad histórica.

e. Su persona es inviolable (en la esfera penal no puede ser detenida) y no está sujeta a
responsabilidad (política), ya que por sus actos responden las personas que los refrenden.

La ley de Enjuiciamiento Criminal establece que el Rey, la Reina, sus respectivos consortes, el
Principe heredero y los Regentes del Reino, están exentos del deber de declarar ante los Jueces y
Tribunales; mientras que las demás personas de la Familia Real están exentas de concurrir al
llamamiento del Juez, pero no de declarar, pudiendo hacerlo por escrito.

f. Ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes.

g. El Título es el de Rey de España; con independencia de que pueda utilizar los demás que
correspondan a la Corona; es decir a la dinastía histórica borbónica.

El Real Decreto 1368/1987 de 6 de noviembre s obre Títulos , Tratamientos y Honores de la Familia Real y de los
Regentes es tablece que el titular de la Corona se denominará Rey o Reina de España y será tratado de
Majestad. El cons orte del Rey de Es paña, mientras lo s ea o permanezca viuda, recibirá la denominación de Reina y el
tratamiento de Majes tad. Mientras que el cons orte de la Reina de Es paña recibirá la denominación de Principe y el
tratamiento de Alteza Real.

La condición de Rey o Reina de Es paña s e adquiere normalmente, des de el hecho del nacimiento y la herencia, s egún
el orden s uces orio. Se es Rey o Reina de Es paña por el hecho de fallecimiento o abdicación de los anteriores . Ahora
bien, es tos no pueden ejercer como tales s in alcanzar la mayoría de edad, mientras s on menores entra en juego la
Regencia.

El Rey es proclamado ante las Cortes generales; ante las cuales prestará juramento de desempeñar
fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, y respetar los derechos de
los ciudadanos y de las Comunidades autónomas. Es te juramento, con el de fidelidad al Rey, también habrán de
pres tarlo el Príncipe heredero al alcanzar la mayoría de edad y el Regente o Regentes al hacers e cargo de s us
funciones (artículo 61 de la Cons titución).

El artículo 65.1 de la Cons titución hace referencia a la Familia Real, cons tituida por los parientes del Rey, y a la Cas a
del Rey.

En relación a lo anteriormente reseñado podemos hacer las siguientes observaciones:

1º El Rey recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global para el sostenimiento de su
Familia y Casa, y distribuye libremente la misma.

2º Existe un registro Civil de la Familia Real, que se regula por el Real Decreto de 1981 y que se lleva
en el Ministerio de Justicia, a cargo del propio Ministro de justicia; en su libro se inscriben los
nacimientos, matrimonios, defunciones y otros actos inscribibles relativos al estado civil de los
miembros de la Familia Real.

3º Los Títulos y Tratamientos de la Familia Real están regulados por el real decreto de 1987. Los hijos
del Rey serán Infantes de España y recibirán el Tratamiento de Alteza Real, mientras que sus consortes
tendrán el tratamiento que el Rey les conceda, por vía de gracia. Los hijos de los infantes tendrán la
consideración de Grandes de España y el tratamiento de Excelencia.

El Principe o Princesa de España tendrán desde su nacimiento la dignidad de Principe o Princesa de


Asturias y los demás Títulos vinculados tradicionalmente al sucesor de la Corona de España..

4 º La Casa del Rey está regulada por el Decreto 434/1988 de 6 de mayo, modificado por última vez
mediante el Real Decreto 999/2010 del 5 de agosto. La Casa del Rey constituye un organismo bajo
dependencia directa del Rey y tiene como misión servirle de apoyo en cuantas actividades se deriven
del ejercicio de sus funciones como Jefe del Estado. Todos los miembros civiles y militares de la Casa
del Rey son nombrados y relevados por este, a tenor de lo dispuesto en el artículo 65.2 de la
Constitución.

La Casa del Rey está constituida por.

a. Jefatura. Del Jefe de la mis ma dependerán todas los Servicios de es ta, como órgano de apoyo y as is tencia
inmediata, as i como la Oficina de Intervención, a cuyo frente es tará un Interventor que ejercerá funciones de
control de la ges tión económico-financiera.

b. Secretaría general

c. Cuarto Militar y Guardia Real.

CESE

En relación con el CESE en el cargo del Rey hay que exponer que este es de carácter vitalicio, por lo tanto solo
se extingue por el fallecimiento. La dignidad del Rey se tiene desde su nacimiento (as í s e explica que la
Regencia s e ejerza en nombre del Rey pero s u actividad s ólo pueda llevars e a cabo cuando s e alcanza la mayoría de
edad y s e pres ta el corres pondiente juramento).

Los artículos 57.5 y 59.2 de la Cons titución recogen la abdicación (cuando el Rey cede su derecho en favor del
Principe heredero) e inhabilitación (para el ejercicio de s u autoridad, en el que entra en función la Regencia) del
cargo de Rey, lo que implica su cese.

Artículo 57. 5. “Las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de
s uces ión a la Corona s e res olverán por una ley orgánica”.

Artículo 59.2. “Si el Rey s e inhabilitare para el ejercicio de s u autoridad y la impos ibilidad fuere reconocida por las
Cortes Generales , entrará a ejercer inmediatamente la Regencia el Príncipe heredero de la Corona, s i fuere mayor de
edad. Si no lo fuere, s e procederá de la manera previs ta en el apartado anterior, has ta que el Príncipe heredero
alcance la mayoría de edad”.

(*Artículo 59.1. Cuando el Rey fuere menor de edad, el padre o la madre del Rey y, en s u defecto, el pariente mayor
de edad más próximo a s uceder en la Corona, s egún el orden es tablecido en la Cons titución, entrará a ejercer
inmediatamente la Regencia y la ejercerá durante el tiempo de la minoría de edad del Rey).

Breve mención al Principe Heredero de la Corona.

El artículo 57 de la Constitución Española, en sus puntos 1 y 2 establece lo siguiente:


1. "La Corona de Es paña es hereditaria en los s uces ores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero
de la dinas tía his tórica. La s uces ión en el trono s eguirá el orden regular de primogenitura y repres entación, s iendo
preferida s iempre la línea anterior a las pos teriores ; en la mis ma línea, el grado más próximo al más remoto; en
el mis mo grado, el varón a la mujer, y en el mis mo s exo, la pers ona de más edad a la de menos .

2. El Príncipe heredero, des de s u nacimiento o des de que s e produzca el hecho que origine el llamamiento, tendrá
la dignidad de Príncipe de As turias y los demás títulos vinculados tradicionalmente al s uces or de la Corona de
Es paña.

Según el Real Decreto de 1987 el heredero de la Corona tendrá la dignidad de Principe o Princesa de
Asturias como ya se reseñó anteriormente; pero en base a este Real Decreto, el consorte del mismo/a
tendrá la misma dignidad.

Al alcanzar la mayoría de edad deberá prestar juramento ante las Cortes Generales; es el mismo que debe
realizar el Rey, pero con el añadido de mostrar fidelidad a este. (artículo 61.2 de la Constitución).

Por último hay que reseñar que es llamado si es mayor de edad a la Regencia cuando se produce la
inhabilitación del Rey para el ejercicio de su autoridad.

Breve mención a los Reyes consortes.- El artículo 58 de la Constitución Española establece que “La Reina
cons orte o el cons orte de la Reina no podrán asumir funciones constitucionales, s alvo lo dis pues to para la
Regencia”.

Hay que reiterar que el cons orte del Rey de Es paña, mientras lo s ea o permanezca viuda, recibirá la denominación de
Reina y el tratamiento de Majes tad. Mientras que el cons orte de la Reina de Es paña recibirá la denominación de
Principe y el tratamiento de Alteza Real.

4. FUNCIONES CONSTITUCIONALES DEL REY

Es tas funciones s on más bien s imbólicas , ya que s egún la Cons titución, el Rey s e encuentran des provis to de poderes
efectivos .

Se recogen expres a o genéricamente en la Cons titución Es pañola y en las Leyes . Las genéricas derivan del papel que
s e atribuye al Rey como s ímbolo de la unidad y permanencia del Es tado, como árbitro y moderador del funcionamiento
regular de las ins tituciones y como el más alto repres entante de las relaciones internacionales . Las expres as
cons tituyen facultades regladas , y por lo general, actos debidos .

Los artículos 62 y 63 de la Cons titución Es pañola recogen dichas funciones cons titucionales ; expres ando lo s iguiente:

“Artículo 62

Corres ponde al Rey:

a. Sancionar y promulgar las leyes.

b. Convocar y disolver las Cortes Generales y convocar elecciones en los términos previstos en la
Constitución.

c. Convocar a referéndum en los casos previstos en la Constitución.

d. Proponer el candidato a Presidente del Gobierno y, en su caso, nombrarlo, así como poner fin a sus
funciones en los términos previstos en la Constitución.

e. Nombrar y separar a los miembros del Gobierno, a propuesta de su Presidente.

f. Expedir los decretos acordados en el Consejo de Ministros, conferir los empleos civiles y militares y
conceder honores y distinciones con arreglo a las leyes.

g. Ser informado de los asuntos de Estado y presidir, a estos efectos, las sesiones del Consejo de
Ministros, cuando lo estime oportuno, a petición del Presidente del Gobierno.

h. El mando supremo de las Fuerzas Armadas.

i. Ejercer el derecho de gracia con arreglo a la ley, que no podrá autorizar indultos generales.
i. Ejercer el derecho de gracia con arreglo a la ley, que no podrá autorizar indultos generales.

j. El Alto Patronazgo de las Reales Academias”.

“Artículo 63

1. El Rey acredita a los embajadores y otros representantes diplomáticos. Los repres entantes extranjeros
en Es paña es tán acreditados ante él.

2. Al Rey corresponde manifestar el consentimiento del Estado para obligarse internacionalmente por
medio de tratados, de conformidad con la Constitución y las leyes.

3. Al Rey corresponde, previa autorización de las Cortes Generales, declarar la guerra y hacer la paz”.

A mayores le corresponden al Rey las siguientes funciones:

a. Nombrar al Presidente del Tribunal Supremo, al Fiscal General del Estado y a los Vocales del Consejo
General del Poder Judicial.

b. Nombra al Presidente y demás miembros del tribunal Constitucional.

c. Se administra la Justicia en su nombre

d. Ha de respetar los Derechos de las Comunidades Autónomas

e. Nombra al Presidente de las Comunidades Autónomas con el refrendo del Presidente del Gobierno.

f. Sanciona los Estatutos de Autonomía

g. Convoca los referéndums autonómicos

h. Confiere los empleos civiles y militares, y concede honores y distinciones con arreglo a las Leyes.

5. SUCESION Y REGENCIA.

La sucesión se encuentra recogida en el artículo 57 de la Constitución Española, el cual establece lo


siguiente.-

“Artículo 57

1. La Corona de Es paña es hereditaria en los s uces ores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de
la dinas tía his tórica. La s uces ión en el trono s eguirá el orden regular de primogenitura y repres entación, s iendo
preferida s iempre la línea anterior a las pos teriores ; en la mis ma línea, el grado más próximo al más remoto; en
el mis mo grado, el varón a la mujer, y en el mis mo s exo, la pers ona de más edad a la de menos .

2. El Príncipe heredero, des de s u nacimiento o des de que s e produzca el hecho que origine el llamamiento, tendrá
la dignidad de Príncipe de As turias y los demás títulos vinculados tradicionalmente al s uces or de la Corona de
Es paña.

3. Extinguidas todas las líneas llamadas en Derecho, las Cortes Generales proveerán a la s uces ión en la Corona en
la forma que más convenga a los interes es de Es paña.

4. Aquellas pers onas que teniendo derecho a la s uces ión en el trono contrajeren matrimonio contra la expres a
prohibición del Rey y de las Cortes Generales , quedarán excluidas en la s uces ión a la Corona por s í y s us
des cendientes .

5. Las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de s uces ión a la
Corona s e res olverán por una ley orgánica”.

De este artículo se deriva que en la sucesión en el trono se sigue el orden regular de primogenitura y
representación, siendo preferida siempre:

a. La línea anterior a la posterior.


b. En la misma línea, el grado más próximo al más remoto.

c. En el mismo grado, el varón a la mujer.

d. En el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos.

e. En el caso de que se extingan todas las líneas llamadas en derecho a la sucesión, las Cortes
Generales proveerán a la sucesión en la Corona en la forma que más convenga a los intereses de
España

Asimismo se precisa en el mismo:

1º La exclusión en la sucesión de todas aquellas personas (así como sus descendientes) que, teniendo
derecho a la sucesión en el trono, contrajeran matrimonio contra la expresa prohibición del Rey y de
las Cortes generales.

2 º Establece en cuanto a la interpretación del orden sucesorio que Las abdicaciones y renuncias y
cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en relación al mismo se resolverán por una ley
orgánica.

La Regencia.- Se refiere a los supuestos en que existiendo Rey o Reina, no se encuentra en condiciones
de ejercer las funciones que corresponden al titular de la Corona, bien porque es menor de edad o bien
porque se encuentra inhabilitados.

Se pueden distinguir las siguientes clases de regencia.

1º Legítima. Se es tablece en el artículo 59.1 y 2 de la Cons titución, al dis poner las pers onas que han de ejercerla.
Se dis tingue s egún s e trate de la minoría de edad del Rey o de s u inhabilitación.

En la minoría de edad del Rey son llamados:

a. Padre o madre del Rey.

b. El pariente mayor de edad más próximo a suceder en la Corona.

En la inhabilitación del Rey, son llamados:

a. El Príncipe heredero de la Corona si fuere mayor de edad.

b. Si el Príncipe no es mayor de edad, se seguirá el mismo orden del apartado anterior hasta
que este alcance la mayoría de edad.

2º Dativa. Artículo 59.3 de la Cons titución, que es tablece que “s i no hubiera ninguna pers ona a quien corres ponda
la Regencia, es tá s erá nombrada por las Cortes Generales , y s e compondrá de una, tres o cinco pers onas ”.

El Regente debe ser español y mayor de edad, y debe ejercer su mandato constitucional siempre en
nombre del Rey (artículo 59.4 y 5 de la Cons titución es pañola); prestando el mismo juramento que este ante
las Cortes Generales y además el de fidelidad al Rey (artículo 61.2 Cons titución es pañola).

El o la regente tendrá el tratamiento de Alteza e iguales honores que los establecidos para el Príncipe
de Asturias (Real Decreto de 1987).

Nota. Diferencia entre REGENCIA y TUTELA.

La tutela, como ins titución del derecho de familia, s e refiere a la guarda de la pers ona y bienes de las pers onas
menores de edad o incapacitadas . Esta institución de la tutela se refiere solamente a la persona o bienes del
Rey o Reina de España, y no tiene nada que ver con las funciones políticas de Corona que, en estos
casos, son ejercidas por la Regencia.

Según la Cons titución (artículo 60.1) s e diferencian las s iguientes clas es de tutela.-

1º Testamentaría. Será tutor del Rey menor de edad, la pers ona que en s u tes tamento hubies e nombrado el Rey
difunto s iempre que s ea mayor de edad y es pañol de nacimiento.
2º Legítima. Si no hay tutor tes tamentario, s erá el padre o la madre mientras permanezcan viudos .

3º Dativo. Si no hay tutor tes tamentario, ni legítimo, lo nombrarán las Cortes Generales .

El cargo de tutor del Rey implica el cumplimiento de las funciones tutelares , guarda de la pers ona y bienes , ejercidas
como un deber en beneficio del tutelado.

Según el ya res eñado artículo 60, puntos 1 y 2 de la Cons titución es pañola, el cargo de tutor del Rey:

No puede acumulars e al cargo de Regente, s ino en el cas o del padre, madre o as cendientes directos
del rey (abuelos por ejemplo).

El ejercicio de la tutela es incompatible con el de todo cargo o repres entación política (s alvo lo que s e
hizo cons tar antes para el cargo de tutor pueda acumulars e al de Regente).

Res umiendo la tutela como ins titución s e refiere únicamente a la pers ona o bienes del Rey o la Reina de Es paña,
mientras que la regencia como ins titución s e refiere al des empeño de las funciones políticas de la Corona.

El Refrendo de los actos del Rey.- Nota.

El refrendo es un acto voluntario, ya que la pers ona que lo práctica as ume la res pons abilidad derivada de aquél, por lo
tanto no es tá obligada a facilitar la firma s i des ea eludir tal res pons abilidad.

El refrendo tras lada la res pons abilidad del Rey a la pers ona que lo efectúa y que es por ello regulado. La inviolabilidad
e irres pons abilidad real, s e refiere únicamente a los actos públicos del Rey; en la es fera penal no puede s er detenida
s implemente.

De acuerdo con la Cons titución refrendarán al Rey s egún los cas os , el Pres idente del Gobierno, el Pres idente del
Congres o de los Diputados (artículo 99) o los Minis tros de los dis tintos Departamentos .

Es tán exceptuados de refrendo los actos del Rey relativos al nombramiento y relevo de los miembros de s u Cas a.
Algunos autores s eñalan que deben quedar excluidos del refrendo los actos relativos al nombramiento de tutor del Rey
menor efectuado en tes tamento, y la libre dis tribución de la cantidad global que los pres upues tos as ignan para el
s os tenimiento de s u familia y de s u Cas a, ya que s e trata de ambos pers onalís imos .

B. LAS CORTES GENERALES: COMPOSICIÓN, ATRIBUCIONES Y FUN-


CIONAMIENTO DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS Y SENADO. EL
DEFENSOR DEL PUEBLO.

1. LAS CORTES GENERALES:COMPOSICIÓN, ATRIBUCIONES Y FUNCIONAMIENTO DEL


CONGRESO DE LOS DIPUTADOS Y EL SENADO.-

Las Cortes Generales se encuentran recogidas en el Titulo III de la Constitución, artículos 66 al 96.

España como democracia repres entativa instaura un sistema bicameral compuesto por dos Cámaras, el
Congreso de los Diputados y el Senado.

El Congres o de los Diputados tiene unas atribuciones o facultades s uperiores (como s e res eñara en otro apartado de
es te tema) a las del Senado, por lo que nues tro s is tema bicameral es imperfecto, atenuado o des equilibrado.

El artículo 66 de la Cons titución Es pañola es tablece:

1. "Las Cortes Generales repres entan al pueblo es pañol y es tán formadas por el Congres o de los Diputados y el
Senado.

2. Las Cortes Generales ejercen la potes tad legis lativa del Es tado, aprueban s us Pres upues tos , controlan la acción
del Gobierno y tienen las demás competencias que les atribuya la Cons titución.

3. Las Cortes Generales s on inviolables ”.


Las características de las Cortes Generales son:

Representar al pueblo español.

Son un órgano de poder político.

Son un órgano deliberante.

Su estructura es bicameral, con preeminencia del Congreso sobre el Senado.

Son inviolables.

Su acción es continuada ejerciendo sus funciones incluso durante las vacaciones


parlamentarias o en los supuestos de disolución o extinción del mandato, a través de la
Diputación Permanente.

Son un poder legislativo, es decir, creadoras de Derecho, de normas superiores a cualquier


otra.

Controlan la acción del Gobierno, y

Son un órgano de publicidad, así el artículo 80 exige que sus sesiones plenarias sean
públicas, salvo acuerdo contrario de cada Cámara adoptado por mayoría absoluta, o en
casos excepcionales de acuerdo con el reglamento.

Por último hay que dejar cons tancia que ambas Cámaras tienen un mandato de cuatro años.

COMPOSICIÓN

EL CONGRESO DE DIPUTADOS.- Es el órgano político por excelencia que canaliza la repres entación del pueblo
es pañol, es además el principal órgano en la elaboración de leyes , s in perjuicio del Senado que tiene un carácter
s ubordinado.

El artículo 68 de la Cons titución es pañola recoge los elementos es enciales de la es tructura y el s is tema electoras que
rigen el Congres o de Diputados .

El apartado 1 del res eñado artículo s eñala que “el Congres o s e compone de un mínimo de 300 y un máximo de 400
Diputados , elegidos por s ufragio univers al, libre, igual, directo y s ecreto, en los términos que es tablezca la ley”.

La Ley Orgánica del Régimen Electoral General de 5 de junio de 1985, en su artículo 162.1 establece que
el Congreso esta formado por 350 diputados.

El artículo 68 de la Constitución, en su apartado 2, establece los criterios básicos del sistema electoral
español para el congreso de los Diputados, disponiendo que “la circuns cripción electoral es la provincia. Las
poblaciones de Ceuta y Melilla es tarán repres entadas cada una de ellas por un Diputado. La ley dis tribuirá el número
total de Diputados , as ignando una repres entación mínima inicial a cada circuns cripción y dis tribuyendo los demás en
proporción a la población”.

Según el apartado 3 del res eñado artículo cons titucional, la elección s e verificará en cada circuns cripción atendiendo a
criterios de repres entación proporcional.

El Congres o es elegido por cuatro años . Las elecciones tendrán lugar entre los treinta y s es enta días computados
des de la terminación del mandato (artículo 68.4 y 6 de la Cons titución); y aquel deberá s er convocado dentro de los 25
días s iguientes a la celebración de las elecciones .

El apartado 5 del meritado artículo 68 es tablece que no s olo que s on “electores y elegibles todos los es pañoles que
es tén en pleno us o de s us derechos políticos , s ino también que la Ley reconocerá y el Es tado facilitará el ejercicio del
derecho de s ufragio a los es pañoles que s e encuentren fuera del territorio de Es paña.

La Res eñada Ley Orgánica del Régimen Electoral General (artículo 162.2 y 3) fija en dos Diputados el número inicial y
dis tribuye los res tantes s egún un procedimiento proporcional (s is tema D´Hondt), que favorece a los partidos
mayoritarios .

El sistema electoral implantado, es el siguiente:


1 º El s is tema de candidaturas s erá de lis tas cerradas , en las que habrá de incluirs e tantos candidatos como
pues tos hayan de cubrirs e. Pueden pres entar candidaturas los partidos políticos y coaliciones de partidos
legalmente cons tituidos .

2 º Cada uno de los electores de un dis trito s ólo podrá dar s u voto a una s ola lis ta, s in introducir en ella
modificaciones , ni alterar el orden de colocación de los candidatos .

3º De los 350 es caños a cada circuns cripción le corres ponde un mínimo de dos Diputados , s alvo a Ceuta y Melilla
que es tan repres entados cada una de ellas por un Diputado.

4 º Los 248 Diputados res tantes s e dis tribuyen entre las provincias en proporción a s u población, conforme al
s iguiente procedimiento:

A. Se obtiene una cuota de reparto res ultante de dividir por 248 la cifra total de población de derecho de las
provincias penins ulares e ins ulares .

B. Se adjudican a cada provincia tantos Diputados como res ulten, en números enteros , de dividir la población
de derecho provincial por la cuota de reparto.

C. Los Diputados res tantes s e dis tribuyen as ignando uno, a cada una de las provincias s egún el cociente
obtenido conforme al apartado anterior, que tenga una fracción decimal mayor.

5 º Para el reparto de es caños entre las diferentes candidaturas , s egún el artículo 163 de la Ley Orgánica del
Régimen Electoral General, s e es tablece:

A. No s e tienen en cuenta aquellas candidaturas que no hubieran obtenido al menos el 3% de los votos
válidos emitidos en la circuns cripción.

B. Se ordena de mayor a menor, en una columna, las cifras de votos obtenidos por las res tantes
candidaturas .

C. Se divide el número de votos emitidos por cada candidatura por 1,2,3, etc ; has ta un número total o igual al
de es caños corres pondientes a la circuns cripción. Los es caños s e atribuyen a las candidaturas que
obtengan los coeficientes mayores en el cuadro, atendiendo a un orden decreciente.

D. Cuando en la relación de cocientes coinciden dos corres pondientes a dis tintas lis tas , el es caño s e atribuirá
a la lis ta con un número mayor total de votos . Si hubiera dos lis tas , con igual número de votos , el primer
empate s e res olverá por s orteo y los s uces ivos en forma alternativa.

E. Determinado el número de es caños que corres ponde a cada lis ta, es tos s erán adjudicados a los
candidatos incluidos en la mis ma por el orden de colocación en que aparezcan.

La Cons titución en s u artículo 68, como ya s e hizo cons tar anteriormente, s eñala un plazo para el mandato del
Congres o, tanto colectiva como individualmente. La determinación del mandato repres entativo puede dars e por
iniciada des de que el Diputado es elegido, es to es , des de el propio día de la elección. De ahí que es te s ea el momento
inicial que adopta la Cons titución para iniciar el cómputo de cuatro años que dura el mandato.

El fin del mandato parlamentario, además de por caus as divers as (fallecimiento, s entencia firme que as í lo es tablezca,
renuncia, etc.) s obreviene trans curridos cuatros años des de la elección (caducidad ordinaria) o cuando s e dis uelva la
Cámara (extinción anticipada). La convocatoria de elecciones no s upone automáticamente la extinción del mandato,
que s ólo s e producirá s i media, efectivamente, dis olución.

Hay que dejar cons tancia (artículo 78.3 de la Cons titución) que la extinción del mandato no afecta a los miembros de la
Diputación Permanente del Congres o (tanto titulares como s uplentes ), que retendrán el mandato y s us funciones
has ta la cons titución del Congres o de Diputados res ultante de las elecciones . La Diputación Permanente garantiza la
continuidad y permanencia de la ins titución legis lativa; es la otra cara de la moneda del principio de temporalidad
es tudiado.

EL SENADO. El artículo 69.1 de la Constitución Española lo define como la cámara de representación


territorial.

Senado o Cámara alta o segunda Camara conforma junto con el Congreso de los Diputados, el órgano
Cortes Generales en el sistema parlamentario español.
Su regulación cons titucional s e des arrolla en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General 5/1985 de 19 de junio. En
el ámbito del Derecho Parlamentario, des taca como norma fundamental reguladora del Senado, s u Reglamento, cuyo
texto refundido fue aprobado por la Mes a del Senado, oída la junta de portavoces , el 3 de mayo de 1994.

El artículo 69 en s us apartados 2,3, 4 y 5 es tablece como entes territoriales reconocidos : el Municipio, la provincia, la
Agrupación de municipios , las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y las Comunidades Autónomas ; pero no arbitra
ninguna repres entación de los municipios ni de s us agrupaciones , ni opta por una repres entación exclus iva de las
Comunidades Autónomas . Hace de la Provincia la circuns cripción en la que s e eligen las ¾ partes del Senado como
prevé el artículo 161 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General.

Las Comunidades Autónomas quedan con muy reducida participación. Las provincias ins ulares y a Ceuta y Melilla s e
les da un tratamiento parcialmente dis tinto.

Los Senadores pueden s er elegidos por elección directa o por las As ambleas Legis lativas de las Comunidades
Autónomas .-

a. Por elección directa.- Son 208, elegidos en circuns cripciones provinciales o ins ulares . Cada provincia elige a
cuatro Senadores , por s ufragio univers al, libre, igual, directo y s ecreto por los votantes de cada una de ellas
(artículo 69.2 CE y artículo 165.1 LOREG).

No obs tante, en las provincias ins ulares , cada is la o agrupación de ellas con Cabildo o Cons ejo Ins ular
cons tituye una circuns cripción a efectos de elección de Senadores , corres pondiendo tres a cada una de las
is las mayores -Gran Canaria, Mallorca y Tenerife- y uno a cada una de las s iguientes is las o agrupaciones :
Ibiza-Formentera, Menorca, Fuerteventura, Gomera, Hierro, Lanzarote y La Palma (artículo 69.3 CE y artículo
165.2 LOREG).

Las poblaciones de Ceuta y Melilla eligen cada una de ellas dos Senadores (artículo 69.4 CE y 165.3
LOREG).,

La fórmula electoral es la mayoritaria bas ada en la votación de tres nombres en lis tas abiertas , de los que
s aldrán elegidos los 4 candidatos mas votados .

b. Los elegidos por las As ambleas Legis lativas de las Comunidades Autónomas .- Des ignarán un Senador y otro
más por cada millón de habitantes de s u res pectivo territorio (en total dos ). La des ignación corres ponde a la
As amblea Legis lativa o, en s u defecto, al órgano colegiado s uperior de la Comunidad Autónoma, de acuerdo con
lo que es tablezcan los Es tatutos , que as egurarán, en todo cas o, la adecuada repres entación proporcional
(artículo 69.5 CE y artículo 165.4 LOREG).

El referente que s irve de bas e para determinar el número concreto de Senadores que corres ponde a cada Comunidad
Autónoma es el cens o de población de derecho vigente en el momento de celebrars e las últimas elecciones al Senado.
En la actualidad el número total de Senadores des ignados por las Comunidades Autónomas s e eleva a 56.

Como en el cas o del Congres o, el mandato de los Senadores termina cuatro años des pués de s u elección o el día de
dis olución de la Cámara.

ATRIBUCIONES DEL CONGRESO Y DEL SENADO.-

Artículo 66. 2 de la Constitución española establece que “ Las Cortes Generales ejercen la potes tad legis lativa
del Es tado, aprueban s us Pres upues tos , controlan la acción del Gobierno y tienen las demás competencias que les
atribuya la Cons titución”.

Derivado de es te artículo, las principales atribuciones de las Cortes Generales s e pueden agrupar s egún s us
funciones , en:

A) Función Legislativa

La principal atribución reconocida a las Cortes Generales es el ejercicio de la potes tad legis lativa del Es tado a través
de, fundamentalmente, la elaboración de las leyes .

La iniciativa legis lativa o la pos ibilidad de proponer leyes , corres ponde indis tintamente al Gobierno, al Congres o, al
Senado, a las As ambleas Legis lativas de las Comunidades Autónomas (a través de la s olicitud al Gobierno para que
és te envíe un proyecto de ley a las Cortes Generales o enviando a la Mes a del Congres o una propos ición de ley) y a
los ciudadanos , mediante la iniciativa popular reconocida cons titucionalmente, pres entando a las Cortes propos iciones
de ley, s obre ciertas materias , cuando s e recojan firmas acreditadas de electores s uperiores al medio millón.

Se denomina proyecto de ley al enviado por el Gobierno (tras la aprobación por el Cons ejo de Minis tros ) a las Cortes
Generales y, propos ición de ley, cuando la iniciativa legis lativa s e lleva a cabo por una de las dos Cámaras , por la
As amblea Legis lativa de una Comunidad Autónoma o por iniciativa popular.

Una vez que la ley ha s ido aprobada por ambas Cámaras , el Rey la s ancionará y promulgará, ordenando s u
publicación en el Boletín Oficial del Es tado (art. 91).

As í mis mo, las Cortes podrán delegar la potes tad legis lativa en el Gobierno, mediante una ley, para que és te legis le
s obre determinadas materias que recibirán el nombre de Decretos Legis lativos (arts . 82 y 85), y convalidarán o
derogarán Decretos -Leyes , adoptados por el Gobierno en cas o de exinaria y urgente neces idad.

El recorte que s e operará, por imperativo cons titucional, de las facultades legis lativas de las Cortes conforme s e vaya
produciendo la as unción de materias por las Comunidades Autónomas que s e cons tituyan (art 149.3 en relación con el
148 y el 151) es un hechos bás ico a tener en cuenta en el momento de determinar el alcance de la función legis lativa
parlamentaria.

B) Función financiera

1 º Planificación, mediante ley; de la actividad económica general para atender a las neces idades colectivas ,
equilibrar y armonizar el des arrollo regional y s ectorial y es timular el crecimiento de la renta y de la riqueza y s u
más jus ta dis tribución (artículo 131.1).

2º Ejercicio de la iniciativa pública en la actividad económica, res ervando al s ector público, mediante ley, recurs os o
s ervicios es enciales , es pecialmente en cas o de monopolio, y acordando la intervención de empres as cuando lo
exigiere el interés general (artículo 128.2).

3 º Ejercicio de la potes tad originaria para es tablecer tributos mediante ley y, por norma del mis mo rango,
determinación de todo beneficio fis cal (artículo 133).

4º Examen, enmienda y aprobación de los Pres upues tos Generales del Es tado (artículo 134).

5º Autorización al Gobierno para emitir Deuda Pública o contraer crédito (artículo 135).

6º Examen y aprobación de la Cuenta General del es tado (artículo 136).

C) Función de control

Las funciones de control s obre la labor del poder ejecutivo (Gobierno) s e reconocen a las Cortes en el Título V de la
Cons titución (artículo 108 a 116).

El Gobierno res ponde s olidariamente de s u ges tión política ante el Congres o de los Diputados .

Las Cámaras y s us Comis iones (dentro de es tas las de “Inves tigación” des tinadas a cualquier as unto de interés
público), podrán recabar, a través de los Pres identes de aquellas , la información y ayuda que precis en del Gobierno y
de s us Departamentos , y de cuales quiera autoridades del Es tado y de las Comunidades Autónomas .

Tendrán acces o a los datos , informes y documentos de la Adminis tración; y los grupos parlamentarios podrán
proponer acuerdos (propos iciones no de ley) de la Cámara para definir s u criterio s obre cualquier tema, excepto s i s e
trata del texto articulado de una ley.

As imis mo, tanto el Gobierno, como cada uno de s us miembros tendrán que comparecer ante las Cámaras s i es tas
reclaman s u pres encia y es tarán s ometidos a interpolaciones y preguntas que es tos le formulen (artículo 110 y 11 de
la Cons titución Es pañola).

Sin embargo, el control político más importante de las Cortes al Gobierno, s e articula a través de los mecanis mos de
la MOCION DE CENSURA y de la CUESTIÓN DE CONFIANZ A que s e pres entarán ante el Congres o de Diputados .

1º Moción de censura.- Se tramitará por el Congres o y deberá s er propues ta, al menos , por una décima parte
de los Diputados y habrá de incluir un candidato alternativo a la Pres idencia del Gobierno (moción de cens ura
cons tructiva-artículo 113 de la Cons titución). En el s upues to de que por el Congres o, por mayoría abs oluta, exija la
res pons abilidad política del Gobierno y le niegue la confianza al Pres idente; es te deberá pres entar s u dimis ión al
Rey y el candidato alternativo pas ará a s er nuevo Pres idente del Gobierno.

2 º Cuestión de confianza .-En es te cas o, es el propio Pres idente del Gobierno, previa deliberación del Cons ejo
de minis tros y bajo s u exclus iva res pons abilidad, el que s olicita la confianza del Congres o de los Diputados , a
través de la pres entación para s u votación de s u programa o una declaración política general (artículo 112 de la
Cons titución). La confianza s e entenderá otorgada cuando votes a favor de la mis ma la mayoría s imple de los
Diputados (artículo 113 de la Cons titución), y en el cas o de que el Congres o niegue s u apoyo al Gobierno, es te
pres entará s u dimis ión al Rey.

D) Adopción de decisiones políticas fundamentales que no revisten carácter de ley,


aunque pueden desembocar en normas.

1º Revis ión de la Cons titución en cuanto a s u iniciativa en los mis mos términos que para la legis lación ordinaria,
excluyendo la iniciativa popular (artículo 166 de la Cons titución).

2º Tratados internacionales , donde s e opera con carácter general una s us titución de la técnica de la ratificación
parlamentaria, por la de la previa autorización de las Cortes al Gobierno para celebrar y denunciar determinados
convenios internacionales (artículo 93 a 96 de la Cons titución)

3º Referéndum cons ultivo de todos los ciudadanos s obre decis iones políticas de es pecial tras cendencia, el cual s e
convoca por el Rey, a propues ta del Pres idente del Gobierno, con la autorización expres a del Congres o de los
Diputados (artículo 92).

4º Autorización de la declaración de guerra y conclus ión de paz (artículo 63.3 de la Cons titución).

E) Integración y control de otros órganos constitucionales.

1º Provis ión a la s uces ión en la Corona (artículo 57.3 de la Cons titución) y exclus ión en la s uces ión ( artículo 57.4
de la Cons titución), inhabilitación del Rey (artículo 59.2 de la Cons titución), des ignación de la Regencia(artículo 59.3
de la Cons titución) y proclamación del Rey (artículo 61.1).

2 º Propues ta al Rey, tanto por el Congres o como por el Senado, de cuatro pers onas cada Cámara para s er
des ignadas miembros del Tribunal Cons titucional (artículo 159.1 de la Cons titución).

3º Propues ta al Rey, tanto por el Congres o como por el Senado, de las pers onas para s er des ignadas miembros
del Cons ejo General del Poder Judicial (artículo 122.3 de la Cons titución), y.

4º Des ignación del Defens or del Pueblo (artículo 54 de la Cons titución).

Estudiando cada Cámara por separado.

El Congreso, como cámara de repres entación provincial, tiene atribuido como funciones principales :

Ejercer la iniciativa legislativa

Elaborar y aprobar los proyectos de leyes ordinarias y orgánicas.

Proponer al Rey la convocatoria de Referéndum

Otorgar su confianza al candidato propuesto por el Rey para Presidente del Gobierno.

Exigir responsabilidad política al Gobierno.

Declarar el “estado de sitio” a propuesta del Gobierno.

Proponer al Rey el nombramiento de los miembros para formar parte del Consejo
General del Poder Judicial.

El Senado, como cámara de repres entación territorial, s us funciones principales s on las s iguientes :

Ejercer la iniciativa legislativa


Ejercer la iniciativa legislativa

Deliberar sobre el texto de los proyectos de ley recibidos del Congreso, aprobándolo,
oponiendo su veto o introduciendo enmiendas.

Proponer al Rey el nombramiento de cuatro miembros para formar parte del Consejo
General del Poder Judicial.

FUNCIONAMIENTO DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS Y SENADO

Dividiremos es te punto en organización y funcionamiento propiamente dicho de las Cámaras .

A. Organización.- En virtud de s u autonomía orgánica, cada una de las Cámaras s e rige por s u propio
Reglamento, que es tablece la organización de los órganos a través de los cuales actúa. Podemos dis tinguir entre
órganos de gobierno y dirección, órganos de producción parlamentaria, organización interna y Diputación
Permanente.

1 º Organos de gobierno y dirección.- Como todo órgano colegiado, las Cámaras neces itan algún tipo de
coordinación o dirección. El Presidente, la Mesa y la Junta de Portavoces s on los encargados de es te
cometido.

El Presidente.- Cada Cámara tiene s u Pres idente, elegido res pectivamente por el Pleno del Congres o o
del Senado. El artículo 72.3 de la Cons titución es pañola es tablece que “ Los Pres identes de las Cámaras
ejercen en nombre de las mis mas todos los poderes adminis trativos y facultades de policía en el interior
de s us res pectivas s edes ”.

El Pres idente repres enta la Cámara, dirige los debates , ordena pagos y aplica, interpreta y s uple el
Reglamento. En Es paña el Pres idente del Congres o de los Diputados y el Pres idente del Senado mantienen
una cierta neutralidad e imparcialidad.

El Pres idente del Congres o pres enta una fis ionomía clara debida a las funciones que as ume hacia el
exterior de la Cámara: refrenda determinados actos del Rey, incluido el de dis olución de las Cámaras en el
s upues to del artículo 99.5 de la Cons titución, es res pons able de los actos refrendados y pres ide las
s es iones conjuntas de ambas Cámaras .

La Mesa.- Son los órganos rectores de cada Cámara y elegidos por las mis mas . Tienen funciones de
gobierno interno res pecto a la adminis tración parlamentaria. As is te al Pres idente. Es un órgano colegiado
formado por el Pres idente de la Cámara, los vicepres identes (cuatro en el Congres o y dos en el Senado) y
los cuatro s ecretarios . Entre s us competencias des tacan: la clas ificación de los documentos , la
organización de los trabajos de la Cámara y la dirección adminis trativa.

La Junta de Portavoces.- Es un órgano de compos ición y funciones es trictamente políticas . En las tareas
de dirección de las Cámaras ha ido tomando cada vez más relieve. Bajo la pres idencia del Pres idente de la
Cámara, es tá integrada por los portavoces de los grupos parlamentarios . Toma s us decis iones por
cons ens o o en función del criterio de voto ponderado, en razón del pes o del grupo en el pleno de la Cámara
res pectiva. A las reuniones de la Junta puede as is tir un repres entante del Gobierno, con voz, pero s in voto,
por lo que las relaciones entre el Gobierno y la Cámara res pectiva s e ins titucionalizan.

2º Organos de producción parlamentaria.- Las Cámaras funcionarán en Pleno y por Comis iones (artículo 75
de la Cons titución es pañola).

El Pleno.- Es el órgano que reúne a todos los miembros de una Cámara a convocatoria de s u Pres idente,
ya s ea por iniciativa propia o a petición de parte de s us miembros o de divers os grupos parlamentarios , a
fin de tratar un orden del día, confeccionado por és te de acuerdo con la Junta de Portavoces . Las s es iones
plenarias s erán públicas , s alvo acuerdo en contrario, adoptado por mayoría o con arreglo al Reglamento
(artículo 80 de la Cons titución).

Las Comisiones.- EL artículo 75.1 de la Cons titución las concibe como un órgano ordinario de trabajo,
preparador de las tareas del Pleno.

El aumento y la complejidad del trabajo parlamentario y la neces idad de s u racionalización han hecho que
las comis iones s ean órganos de funcionamiento diario del Parlamento. Las comis iones pueden s er de
divers a clas es :
a. Comisiones permanentes legislativas , es tablecidas por el Reglamento que cubren las grandes
áreas de la actuación política y legis lativa.

b. Comisiones permanentes no legislativas que s e ocupan de as pectos de funcionamiento interno


(comis iones de reglamento, del es tatuto de s us miembros , de materias res ervadas , de
nombramientos ), de funciones no legis lativas (comis ión de peticiones ) o de es tudio permanente de un
determinado as unto.

c. Comisiones de legislatura, creadas para cada legis latura con las atribuciones que és ta cons idere
oportuno.

d. Comis iones de es tudio, exis tentes en el Senado, des tinadas al es tudio de cualquier as unto público de
interés .

e. Comis iones de inves tigación, des tinadas a inves tigar cualquier as unto de interés público.

El art. 76.2. CE es tablece la obligación de los ciudadanos a comparecer ante las comis iones “a
requerimiento de las Cámaras ”. Es ta obligación ha s ido regulada por la LO 5/1984 de 24 de mayo de
comparecencia ante las Comis iones de Inves tigación del Congres o y del Senado o de ambas Cámaras .

Los miembros de las Comis iones s e dis tribuyen entre los grupos parlamentarios en proporción al número
de parlamentarios integrados en cada uno de ellos .

En el Senado es des tacable la Comis ión General de las Comunidades Autónomas , formada por el doble de
miembros que el res to de las comis iones del Senado y que ejerce aquellas funciones de es tudio e informe
más relacionadas con las Comunidades Autónomas .

3º Organización interna: Parlamentarios y Grupos parlamentarios.

Los grupos parlamentarios s on la traducción en el ámbito parlamentario de los partidos políticos . El


art.78.1 de la Cons titución, los contempla como agrupaciones voluntarias de parlamentarios . La integración
de los parlamentarios en un grupo es el res ultado de la libre voluntad concorde del grupo y del parlamento.
En Es paña las facultades de un diputado o s enador individualmente es tán muy res tringidas . Son los grupos
parlamentarios los que pueden pres entar la mayor parte de iniciativas y a ellos les corres ponden los
turnos de debate, cues tión práctica de máxima importancia.

Los grupos parlamentarios s e han convertido en los verdaderos protagonis tas de la vida de las Cámaras .
El Parlamento actual es s obre todo un Parlamento de grupos en el que cas i todos los procedimientos
previs tos por los Reglamentos contemplan el debate parlamentario, como un debate entre grupos .

Podemos distinguir entre:

Los grupos parlamentarios en el Congreso.- Los Diputados , en número no inferior a quince, podrán
cons tituirs e en grupo parlamentario. También los Diputados de una o varias formaciones políticas que,
aun s in reunir dicho número, hubieran obtenido un número de es caños no inferior a cinco y al menos
un 15% de los votos corres pondientes a las circuns cripciones en que hubieren pres entado candidatura
o el 5% de los obtenidos en el conjunto de la Nación.

La cons titución de los grupos parlamentarios s e hará dentro de los cinco días hábiles s iguientes a la
s es ión cons titutiva del Congres o. Los Diputados que no queden integrados en ningún grupo pas arán a
formar el Grupo Mixto.

Los grupos parlamentarios y los grupos territoriales en el Senado.- Cada grupo es tará
compues to, al menos por diez Senadores , los que no s e incorporen a un grupo parlamentario pas arán
a integrar el Grupo Mixto. La formación de grupos parlamentarios s e hará también en el plazo de cinco
días hábiles contados des de la cons titución del Senado.

Dentro de los grupos parlamentarios que s e compongan de Senadores elegidos en el territorio o por
las As ambleas Legis lativas u órganos colegiados s uperiores de dos o más Comunidades Autónomas ,
podrán cons tituirs e grupos territoriales . Ningún Senador puede formar parte de más de un grupo
territorial.
Cada grupo territorial es tará integrado, al menos , de tres Senadores elegidos en el territorio o
des ignado por la As amblea Legis lativa u órgano colegiado s uperior de la Comunidad Autónoma
res pectiva (artículos 32 y 33 del Reglamento del Senado).

4º La Diputación Permanente.- Para el cas o en que las Cámaras no es tén reunidas o cuando es tén dis ueltas
la Cons titución es tablece la exis tencia de una Diputación Permanente, pres idida por el Pres idente de la Cámara
“En cada Cámara habrá una Diputación Permanente compues ta por un mínimo de veintiún miembros, que
repres entarán a los grupos parlamentarios , en proporción a s u importancia numérica” (78.1CE) “Expirado el
mandato o en caso de disolución, las Diputaciones Permanentes seguirán ejerciendo sus funciones
hasta la constitución de las nuevas Cortes Generales”( 78.3 CE).

La función genérica de cada Diputación Permanente es velar por los poderes de la Cámara. En los periodos
entre s es iones , también puede acordar la celebración de una s es ión extraordinaria. La Cons titución
res erva a la diputación Permanente del Congres o unas competencias propias que s e derivan de la
intervención de la Cámara Baja en la convalidación de decretos -leyes y de s u intervención en los es tados
de emergencia previs tos en el art.116 CE. El art.78.4 CE, es tablece que reunida la nueva legis latura, “la
Diputación Permanente dará cuenta de los as untos tratados y de s us decis iones ”.

B. Funcionamiento.- En la medida que es objeto de normativa cons titucional, el funcionamiento de las Cámaras
comprende el examen de la duración de la legis latura, los períodos de s es iones y s es iones extraordinarias , la
convocatoria, la adopción de acuerdos y la publicidad de los trabajos .

1 º La legislatura.- La duración de la legis latura es de cuatro años para ambas Cámaras , s alvo cas o de
dis olución anticipada (artículos 68.4 y 69.6, as í como el 115 de la Cons titución es pañola).

Corres ponde al Rey convocar y dis olver las Cortes Generales y convocar elecciones en los términos
previs tos en la Cons titución (art 62.b de la Cons titución es pañola).

2 º Los periodos de sesiones y sesiones extraordinarias.- Las Cámaras celebran dos períodos de
s es iones cada año con carácter ordinario: de s eptiembre a diciembre y de febrero a junio. Por exclus ión, no hay
s es iones en los mes es de enero, julio y agos to. Se hallan, pues , reunidas 274 días al año (artículo 73.1 de la
Cons titución es pañola).

Las s es iones extraordinarias es tán reguladas en el artículo 73.2 de la Cons titución es pañola, el cual
es tablece que “Las Cámaras podrán reunirs e en s es iones extraordinarias a petición del Gobierno, de la
Diputación Permanente o de la mayoría abs oluta de los miembros de cualquiera de las Cámaras . Las
s es iones extraordinarias deberán convocars e s obre un orden del día determinado y s erán claus uradas una
vez que és te haya s ido agotado”.

3 º La convocatoria de la Cámara.- Debe s er realizada por s u Pres idente, conforme al Reglamento, con un
orden del día es tablecido de común acuerdo por el Pres idente y la Junta de Portavoces . Si incluyere
interpelaciones y preguntas han de s er previamente comunicadas al Gobierno. El Gobierno puede exigir incluir
un punto en el orden del día.

El Pres idente de un órgano parlamentario pude convocar a los miembros del mis mo a una s es ión, que
puede s er ordinaria o extraordinaria.

4º La adopción de acuerdos.- Los requis itos para la adopción de acuerdos válidos s on los s iguientes :

Reunión reglamentaría, es to es , debidamente convocada.

As is tencia de la mayoría de los miembros del órgano de que s e trate, condición riguros a s i
comprende todos y cada uno de los momentos de la s es ión.

Aprobación de los acuerdos por la mayoría de miembros pres entes , que debe entenders e como
mayoría s imple, s in perjuicio de las es peciales que es tablezcan la Cons titución, las Leyes y los
Reglamentos de las Cámaras .

Ejercicio del voto de manera pers onal, s in pos ibilidad de delegación.

En res umen, el Reglamento de la Cámara regula la ordenación del debate y el Pres idente tiene facultades
para ordenarlo. Como criterio general el debate s e realiza mediante la intervención de los parlamentarios
en un turno a favor de la propues ta y otro turno en contra por un tiempo predeterminado. El Reglamento de
la Cámara regula la ordenación del debate y el Pres idente tiene facultades para ordenarlo. Como criterio
general el debate s e realiza mediante la intervención de los parlamentarios en un turno a favor de la
propues ta y otro turno en contra por un tiempo predeterminado. Concluidos los debates s e procede a la
votacióny mediante ella s e adoptan los acuerdos parlamentarios . Para adoptar acuerdos es precis o la
exis tencia de un quorumde as is tencia, “para adoptar acuerdos , las Cámaras deben es tar reunidas
reglamentariamente y con as is tencia de la mayoría de s us miembros ” (79.1 CE) “Los acuerdos para s er
válidos , deberán s er aprobados por la mayoría de los miembros pres entes , s in prejuicio de las mayorías
es peciales ” (CE 79.2). Se es tablece por tanto, como criterio general la adopción de acuerdos mediante la
mayoría s imple, s ólo cuando es té expres amente es tablecido en la Cons titución o en el Reglamento
Parlamentario s e podrán requerir otras mayorías .

Las votaciones pueden s er: por as entimiento, ordinaria, pública por llamamiento (inves tidura, moción de
cens ura y cues tión de confianza) o s ecreta. Tras la votación s e puede us ar el derecho a la explicación de
voto.

5º La publicidad de los trabajos.- Se regula en el artículo 80 de la Cons titución es pañola, el cual es tablece
que “Las s es iones plenarias de las Cámaras s erán públicas , s alvo acuerdo en contrario de cada Cámara,
adoptado por mayoría abs oluta o con arreglo al Reglamento”.

La forma de dar publicidad tanto a los acuerdos de las Cámaras como a s us deliberaciones ha s ido la
exis tencia de boletines oficiales y diarios de s es iones ; hoy exis te también la emis ión de s es iones en
directo por medio de un canal parlamentario acces ible en internet.

La Cons titución remite a los Reglamentos Parlamentarios la determinación de s upues tos en que una s es ión
del Pleno no s ea pública (cues tiones de decoro de la Cámara, s us pens ión de alguno de s us miembros ) e
indica, como ya s e res eñó, que cada Cámara puede declarar no pública una s es ión por mayoría abs oluta
(art. 80 CE). A las s es iones de las comis iones s ólo pueden as is tir los medios de comunicación s ocial.

Nota.- Relaciones entre las dos Cámaras.

El artículo 74 de la Cons titución es pañola.-

1. Las Cámaras s e reunirán en s es ión conjunta para ejercer las competencias no legis lativas que el Título II (la
Corona) atribuye expres amente a las Cortes Generales .

2. Las decis iones de las Cortes Generales previs tas en los artículos 94,1, 145,2, y 158, 2, s e adoptarán por
mayoría de cada una de las Cámaras . En el primer cas o, el procedimiento s e iniciará por el Congres o, y en los
otros dos , por el Senado. En ambos cas os , s i no hubiera acuerdo entre Senado y Congres o, s e intentará
obtener por una Comis ión Mixta compues ta de igual número de Diputados y Senadores . La Comis ión pres entará
un texto que s erá votado por ambas Cámaras . Si no s e aprueba en la forma es tablecida, decidirá el Congres o
por mayoría abs oluta.

En el primer cas o del artículo 94.1, el procedimiento s e iniciará por el Congres o y en los otros dos por el
Senado. En es tos s upues tos , s i no hubies e acuerdo entre el s enado y el Congres o s e intentará obtener por
una Comis ión Mixta de compos ición paritaria de Diputados y Senadores . La Comis ión pres entará un texto
que s erá votado por ambas Cámaras . Si no s e aprueba en la forma es tablecida, decidirá el Congres o por
mayoría abs oluta.

Artículo 94.1. La pres tación del cons entimiento del Es tado para obligars e por medio de tratados o convenios
requerirá la previa autorización de las Cortes Generales , en los s iguientes cas os :

a. Tratados de carácter político.

b. Tratados o convenios de carácter militar.

c. Tratados o convenios que afecten a la integridad territorial del Es tado o a los derechos y deberes
fundamentales es tablecidos en el Título I.

d. Tratados o convenios que impliquen obligaciones financieras para la Hacienda Pública.


e. Tratados o convenios que s upongan modificación o derogación de alguna ley o exijan medidas legis lativas
para s u ejecución.

Artículo 145.2. Los Es tatutos podrán prever los s upues tos , requis itos y términos en que las Comunidades
Autónomas podrán celebrar convenios entre s í para la ges tión y pres tación de s ervicios propios de las mis mas , as í
como el carácter y efectos de la corres pondiente comunicación a las Cortes Generales . En los demás s upues tos ,
los acuerdos de cooperación entre las Comunidades Autónomas neces itarán la autorización de las Cortes
Generales .

Artículo 158.2. Con el fin de corregir des equilibrios económicos interterritoriales y hacer efectivo el principio de
s olidaridad, s e cons tituirá un Fondo de Compens ación con des tino a gas tos de invers ión, cuyos recurs os s erán
dis tribuidos por las Cortes Generales entre las Comunidades Autónomas y provincias , en s u cas o.

Nota.- Aspectos básicos del procedimiento de elaboración y aprobación de las leyes.-

Las leyes s on normas aprobadas por las Cortes Generales , s ancionadas y promulgadas por el Rey y publicadas en el
Boletín Oficial del Es tado.

El “Poder legis lativo” res ide en las Cortes Generales ; es decir, es el órgano encargado de elaborar leyes .

A pes ar de lo res eñado, la iniciativa legis lativa puede s er ejercida por:

1º El Gobierno. El artículo 22 de la Ley 50/1997, de 27 de noviembre, del Gobierno regula la iniciativa legis lativa del
mis mo.

El Gobierno, como prevén los artículos 87 y 88 de nues tro texto cons titucional, ejercerá la iniciativa
legis lativa mediante la elaboración, aprobación muy pos terior remis ión de los proyectos de ley al Congres o
de los Diputados o, en s u cas o, al Senado.

El procedimiento de elaboración de proyectos de ley s e iniciará en el Minis terio o Minis terios competentes
mediante la elaboración del corres pondiente anteproyecto, que irá acompañado por la memoria y los
es tudios o informes s obre la neces idad y oportunidad del mis mo, as í como por una memoria económica
que contenga la es timación del cos te a que dará lugar.

En todo cas o, los anteproyectos de ley habrán de s er informados por la Secretaría General Técnica.

El titular del Departamento proponente elevará el anteproyecto al Cons ejo de Minis tros a fin de que és te
decida s obre los ulteriores trámites y, en particular, s obre las cons ultas , dictámenes e informes que
res ulten convenientes , as í como s obre los términos de s u realización, s in perjuicio de los legalmente
preceptivos .

Una vez cumplidos los trámites a que s e refiere el apartado anterior, el titular del Departamento
proponente s ometerá el anteproyecto, de nuevo, al Cons ejo de Minis tros para s u aprobación como proyecto
de ley y s u remis ión al Congres o de Diputados o, en s u cas o, al Senado, acompañándolo de una Expos ición
de Motivos y de la Memoria y demás antecedentes neces arios para pronunciars e s obre él.

Cuando por razones de urgencia as í lo acons ejen, el Cons ejo de Minis tros podrá pres cindir de los trámites ,
s alvo los que tengan carácter preceptivo, y acordar la aprobación de un proyecto de ley y s u remis ión al
Congres o de los Diputados o, en s u cas o, al Senado.

2º El Congres o.

3º El Senado.

4º Las As ambleas de las Comunidades Autónomas también pueden tomar la iniciativa al res pecto, procediéndos e
de una de las dos formas s iguientes :

a. Solicitando del Gobierno la adopción de un proyecto de ley.

b. Remitiendo a la Mes a del Congres o una propos ición de ley, en cuyo cas o delegarán ante es ta Cámara
has ta un máximo de tres miembros de la As amblea para defender la propos ición.
5º La iniciativa popular.- Se regula por la Ley Orgánica 3/1984, de 26 de marzo. Para pres entar una propos ición de
ley por iniciativa popular s e exige un mínimo de 500.000 firmas acreditadas ; quedando excluidas de las mis ma, las
materias que s ean propias de leyes orgánicas , tributarias , de orden internacional o referentes a la prerrogativa de
gracia.

----Los principales aspectos de la tramitación de un proyecto de ley son:

1º Se aprueba previamente en Cons ejo de Minis tros .

2 º Se remite al Congres o, acompañado de una “Expos ición de Motivos ” de los antecedentes neces arios para
pronunciars e s obre el proyecto.

3º La Mes a del Congres o ordenará s u publicación y la apertura del plazo para pres entar enmiendas , dis poniendo
des de es te momento, los Diputados y Grupos Parlamentarios , de un plazo de 15 días hábiles para pres entarlas a
la totalidad del proyecto o parte del articulado; es tas últimas podrán s er de s upres ión, modificación o adición.

4º Se es tudiará el proyecto en la corres pondiente Comis ión Permanente Legis lativa y tendrán lugar los debates
s obre las enmiendas .

5 º Aprobado un proyecto de ley por el Congres o, s u Pres idente lo remitirá, con los antecedentes del mis mo y
documentos producidos en la tramitación ante dicha Cámara, al Pres idente del Senado. Es te último, cumplidos los
trámites reglamentarios , s ometerá el proyecto a la deliberación del Senado

6º En el plazo de dos mes es , contados a partir del día en que s e reciba el texto del proyecto, el Senado puede
aprobarlo, oponer s u veto o introducir enmiendas . El citado plazo puede reducirs e a 20 días naturales en los
proyectos declarados de urgentes por el Gobierno o por el Congres o.

7º Si el Senado aprueba el proyecto, el Rey s ancionará la ley en el plazo de 15 de días , la promulgará y ordenará
s u inmediata publicación.

8º En cas o de veto por el Senado, el proyecto de ley no podrá s er s ometido a la s anción del Rey has ta que el
Congres o levante el veto mediante la ratificación por “mayoría abs oluta” del texto original.

Si no obtuvies e tal mayoría s e s ometerá de nuevo a votación una vez hayan trans currido dos mes es des de la
interpos ición del veto. Si en es ta votación el proyecto lograra “mayoría s imple”, quedará levantado el veto y
aprobado; en cas o contrario, el proyecto s erá rechazado.

9º Si el s enado hubiera introducido enmiendas , el proyecto no s e s ometerá al Rey para s anción has ta que el
Congres o s e pronuncie s obre las mis mas , aceptándolas o no por “mayoría s imple”.

----La tramitación de las proposiciones de ley se ajustará, en líneas generales, al siguiente procedimiento:

1º Se pres entarán acompañadas de una “Expos ición de Motivos ” y de los antecedentes neces arios para poder
pronunciars e s obre ellas .

2º Las propos iciones de ley dimanantes del Congres o podrán s er adoptados a iniciativa:

De un Diputado, con la firma de otros 14 miembros de la Cámara.

De un Grupo Parlamentario, con la s ola firma de s u portavoz.

3 º Ejercitada la iniciativa, la Mes a del Congres o ordenará la publicación de la propos ición de ley, as í como s u
remis ión al Gobierno, para que exponga s u criterio al res peto.

4º Si trans currido 30 días , el Gobierno no hubiera manifes tado expres amente s u dis conformidad a la tramitación,
la propos ición s erá debatida en el Pleno del Congres o para s u toma en cons ideración.

5º Tomada en cons ideración, la Mes a del Congres o acordará s u envío a la Comis ión competente y la apertura del
plazo para la pres entación de enmiendas . No s e admitirán enmiendas de totalidad de devolución.

6º Se s eguirá a continuación análogo proces o que en la tramitación de los proyectos de ley, corres pondiendo s u
pres entación ante el Pleno a uno de los proponentes o a un Diputado del Grupo Parlamentario autor de la iniciativa.

----En cuanto a las proposiciones de ley cuya iniciativa haya sido tomada por el Senado, hay que resaltar
dos particularidades.-
1º No s erá precis o en el Congres o el trámite de “toma en cons ideración”, por cuanto que s e habrá cumplido ya
previamente en el Senado.

2º En es te s upues to s í que s e admitirán enmiendas de totalidad de devolución cuando s e tramite la propos ición de
ley en la Cámara Baja.

-----Las proposiciones de ley de las Comunidades Autónomas, y las de iniciativa popular, serán
examinadas por la Mesa del Congreso a efectos de verificar el cumplimiento de los requisitos legalmente
establecidos. Si los cumplen, se tramitarán conforme al procedimiento detallado. El trámite de “toma en
consideración” será definido por una Delegación de la Comunidad Autónoma que haya tomado la
iniciativa.

-----Por último hay que destacar que las decisiones políticas de especial trascendencia pueden ser
sometidas a referéndum consultivo de los ciudadanos; el cual deberá ser convocado por el Rey, a
propuesta del Presidente del Gobierno, y previa autorización del Congreso de los Diputados.

El artículo 91 de nues tro texto cons titucional es tablece que “El Rey s ancionará en el plazo de quince días las leyes
aprobadas por las Cortes Generales , y las promulgará y ordenará s u inmediata publicación.

2. EL DEFENSOR DEL PUEBLO.

El Defens or del Pueblo s e encuentra regulado en el artículo 54 del Titulo I “De los Derechos y Deberes Fundamentales ”
del capítulo IV “De las Garantías de las libertades y Derechos Fundamentales ” de la Cons titución Es pañola; el cual
es tablece que “una ley orgánica regulará la ins titución del Defens or del Pueblo, como alto comis ionado de las Cortes
Generales , des ignado por és tas para la defens a de los derechos comprendidos en es te Título, a cuyo efecto podrán
s upervis ar la actividad de la Adminis tración, dando cuenta a las Cortes Generales .

La ley orgánica 3/1981, de 6 de abril, del Defens or del Pueblo es la que regula es ta ins titución, a la cual nos
referiremos a continuación para el es tudio de es te.

El artículo 1 de la res eñada ley orgánica define al Defens or del Pueblo como el alto comis ionado de las Cortes
Generales des ignado por és tas para la defens a de los derechos comprendidos en el Título I de la , a cuyo efecto
podrá s upervis ar la actividad de la Adminis tración, dando cuenta a las Cortes Generales . Ejercerá las funciones que le
encomienda la Cons titución y la pres ente Ley. Es decir es el encargado de defender los derechos
fundamentales y las libertades públicas de los ciudadanos mediante la supervisión de la actividad de las
administraciones públicas.

En el ámbito europeo exis te el Defens or del Pueblo Europeo. El Es tatuto del Defens or del Pueblo europeo fue aprobado
por Decis ión 94/262 del Parlamento Europeo de 9 de marzo de 1994.

1º ELECCIÓN Y CESE DEL DEFENSOR DEL PUEBLO.

El art. 2º.1 de la Ley Orgánica del Defens or del Pueblo dis pone que: «El Defens or del Pueblo s erá
elegido por las Cortes Generales para un período de cinco años ». Con es te s is tema de elección lo que
s e pretende cons eguir es cons ervar la independencia de la ins titución, al s eparar la legis latura
parlamentaria de cuatro años , de la elección del Defens or del Pueblo cada cinco, cons iguiendo que
ningún grupo parlamentario influya en el Defens or del Pueblo.

Como s eñala el artículo 3º, podrá s er elegido cualquier es pañol mayor de edad que s e encuentre en
el pleno dis frute de s us derechos civiles y políticos .

El Defens or del Pueblo no es tá s ujeto a mandato imperativo alguno, no recibe ins trucciones de ninguna
autoridad, des empeña s us funciones con autonomía y goza de inviolabilidad e inmunidad durante s u
permanencia en el cargo.

ELECCIÓN

Al Defens or del Pueblo lo eligen el Congreso de los Diputados y el Senado mediante una votación,
en la que se necesita una mayoría de tres quintos.

Previamente una Comis ión Mixta Congres o-Senado, es la encargada de proponer a los Plenos de las
Cámaras el candidato o candidatos a Defens or del Pueblo, adoptando s us acuerdos por mayoría
s imple. Una vez que cons igue efectuar una propues ta, s e entra en la s egunda fas e, cons tituida por la
elección del Defens or a través de los Plenos del Congres o de los Diputados y del Senado.

El art. 2º.4 LODP regula que «s erá des ignado quien obtuvies e una votación favorable de las tres
quintas partes de los miembros del Congres o y pos teriormente, en un plazo máximo de veinte días ,
fues e ratificado por es ta mis ma mayoría del Senado». Ambas mayorías cualificadas , tiene como
objetivo lograr la neutralidad del Defens or del Pueblo, bas e de s u independencia.

En el cas o de no alcanzars e las mayorías legalmente exigidas , s e iniciará de nuevo el procedimiento,


comenzando des de el inicio con las reuniones de la Comis ión Mixta a los efectos de formular nuevas propues tas
de candidato o candidatos en el plazo máximo de un mes .

CESE.

Las divers as causas de ces e del Defens or vienen recogidas en el artículo 5º.1 LODP.

Artículo 5

1. El Defens or del Pueblo ces ará por alguna de las s iguientes caus as :

1ª Por renuncia.

2ª Por expiración del plazo de s u nombramiento.

3ª Por muerte o por incapacidad s obrevenida.

4ª Por actuar con notoria negligencia en el cumplimiento de las obligaciones y deberes del cargo.

5ª Por haber s ido condenado, mediante s entencia firme, por delito dolos o.

Pueden dividirs e en dos tipos : regladas y de apreciación dis crecional por las Cortes Generales .

Regladas s on: la muerte, renuncia y expiración del plazo de s u nombramiento, circuns tancias en las que la vacante en
el cargo s e declarará por el Pres idente del Congres o.

Caus as de apreciación dis crecional s on las res tantes y en es tos cas os s e decidirá el ces e, por mayoría de los tres
quintos de los componentes de cada Cámara, mediante debate y previa audiencia del interes ado. Son los cas os de la
incapacidad s obrevenida, la actuación con notoria negligencia en el cumplimiento de las obligaciones y deberes del
cargo y la condena, mediante s entencia firme, por delito dolos o.

El ces e tiene dos consecuencias inmediatas ; la primera: el inicio del procedimiento para el nombramiento de un
nuevo Defens or del Pueblo, en plazo no s uperior a un mes y la s egunda: el Adjunto primero o, en s u defecto, el
s egundo, pas a a des empeñar las funciones de modo interino has ta que las Cortes Generales procedan a la
des ignación de un nuevo titular.

ESTRUCTURA

El Defens or del Pueblo es tá auxiliado por dos Adjuntos, Primero y Segundo, en los que puede delegar s us
funciones , y que s on nombrados previa conformidad de las Cortes Generales , y que, junto con la Secretaria General
forman la Junta de Coordinación y Régimen Interior, cuyas competencias es tán definidas en el artículo 18 del
Reglamento de Organización y Funcionamiento.

El artículo 34 de la LODP indica que podrá es tar as is tido por un Gabinete Técnico , bajo la dirección de uno de los
As es ores des ignados por él mis mo, corres pondiendo a dicho Gabinete organizar y dirigir la Secretaría particular del
Defens or del Pueblo, realizar los es tudios e informes que s e le encomienden y ejercer las funciones de protocolo.

La Oficina del Defensor del Pueblo , es tá formada por las pers onas que s e encuentren al s ervicio del Defens or,
s ean o no funcionarios provenientes de la Adminis tración pública.

ADJUNTOS PRIMERO Y SEGUNDO.

El artículo 8º.1 de la Ley Orgánica del Defens or del Pueblo, regula las figuras de los Adjuntos .

Las competencias vienen enumeradas en el artículo 12.1 del Reglamento de Organización y Funcionamiento del
Defens or del Pueblo (ROFDP).

“1. Corres ponderán a los Adjuntos del Defens or del Pueblo las s iguientes competencias :

a. Ejercitar las funciones del defens or del Pueblo en los cas os de delegación y s us titución previs tos en la Ley
Orgánica.

b. Dirigir la tramitación, comprobación e inves tigación de las quejas formuladas y de las actuaciones que s e
inicien de oficio, proponiendo, en s u cas o, al Defens or del Pueblo la admis ión a trámite o rechazo de las
mis mas y las res oluciones que s e es timen procedentes , y llevando a cabo las actuaciones comunicaciones
y notificaciones pertinentes .

c. Colaborar con el Defens or del Pueblo en las relaciones con las Cortes Generales y la Comis ión Mixta en
ellas cons tituida al efecto y en la s upervis ión de las actividades de las Comunidades Autónomas y, dentro
de ellas , de la coordinación con los órganos s imilares que ejerzan s us funciones en es te ámbito.

d. Preparar y proponer al Defens or del Pueblo el Informe Anual o los informes extraordinarios que deban
elevars e a las Cortes Generales .

e. As umir las res tantes funciones que s e les encomienden en las leyes y dis pos iciones reglamentarias
vigentes .

2. La delimitación de los res pectivos ámbitos de funciones de los dos Adjuntos s e llevará a cabo por el Defens or
del Pueblo, poniéndos e en conocimiento de la Comis ión cons tituida en las Cortes Generales , en relación con el
citado Defens or. Para ello, cada Adjunto s e res pons abilizará de las áreas que s e le atribuyan. Sin perjuicio de lo
es tablecido en el artículo 8. del pres ente Reglamento, el Adjunto Primero as umirá la coordinación de los s ervicios
dependientes del Defens or del Pueblo as í como el des pacho ordinario con el Secretario General. En s u defecto
as umirá las expres adas funciones el Adjunto Segundo.

3. La admis ión definitiva o el rechazo y en s u cas o, la res olución última da las quejas formuladas , corres ponde
acordarla al Defens or del Pueblo o al Adjunto en quien delegue o que le s us tituya.

4 . El Defens or del Pueblo podrá recabar, oída la Junta de Coordinación y Régimen Interior, el conocimiento,
dirección o tratamiento de cualquier queja o inves tigación cuyo trámite corres ponda a los Adjuntos .”

Sus nombramientos s e iniciarán mediante propues ta del Defens or del Pueblo a través del Pres idente del Congres o,
a efectos de que la Comis ión Mixta Congres o-Senado otorgue s u conformidad previa al nombramiento. Es to s e debe a
que el Adjunto Primero (y en s u defecto, el Adjunto Segundo) es tá llamado a s us tituir al titular de la ins titución des de
el mis mo momento de ces e de és te. En quince días procederá a realizar la propues ta de nombramiento de Adjuntos .
Obtenida la conformidad, el nombramiento s erá publicado en el Boletín Oficial del Es tado.

4. SECRETARÍA GENERAL

El artículo 19 del Reglamento de Ordenación del Defens or del Pueblo, regula la figura del Secretario General.

“1. Corres ponderán al Secretario general las competencias s iguientes :

a. El gobierno y régimen dis ciplinario de todo el pers onal, ejerciendo las competencias no atribuidas
es pecíficamente al Defens or del Pueblo, los Adjuntos o la Junta de Coordinación y Régimen Interior.

b. Dirigir los s ervicios dependientes de la Secretaría General.

c. Preparar y pres entar a la Junta de Coordinación Régimen Interior las propues tas de s elección de los
As es ores y demás pers onal, para s u informe y pos terior res olución por el Defens or del Pueblo.

d. Preparar y elevar a la Junta de Coordinación y Régimen Interior el anteproyecto del Pres upues to.

e. Adminis trar los créditos para gas tos del Pres upues to del Defens or del Pueblo.

f. Redactar las actas y notificar los acuerdos de la Junta de Coordinación, y Régimen Interior.

2. En cas o de vacante aus encia o enfermedad, el Secretario General s erá s us tituido internamente por el Director
que des igne el Defens or del Pueblo, oída la Junta de Coordinación y Régimen Interior”.
5. COMPETENCIAS

La competencia del Defens or del Pueblo s e extiende a la totalidad de órganos y autoridades de la Adminis tración
General del Es tado, de las Adminis traciones de las Comunidades Autónomas y a las de las Adminis traciones Locales .
As imis mo, puede intervenir ante quienes actúen como agentes o colaboradores de cualquiera de es tas
Adminis traciones en el cumplimiento o realización de fines o s ervicios públicos .

El Defens or del Pueblo ha de velar por que la Adminis tración res uelva expres amente en tiempo y forma las peticiones
y recurs os que le hayan s ido formulados .

El Defens or del Pueblo, no puede intervenir en los s iguientes s upues tos :

Cuando no haya exis tido intervención de las adminis traciones públicas .

Cuando s e trate de conflictos entre particulares .

Cuando haya trans currido más de un año des de el momento en que el ciudadano haya tenido
conocimiento de los hechos objeto de s u queja.

Cuando s e trate de quejas anónimas , s in pretens ión concreta, en las que s e aprecie mala fe o aquellas
cuya tramitación pueda acarrear perjuicios a legítimos derechos de terceros .

Cuando s e plantee la dis conformidad con el contenido de una res olución judicial.

DEFENSA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y CONTROL DE LA ADMINISTRACIÓN.

El Defens or del Pueblo, tiene como mis ión la protección y defens a de los derechos fundamentales y las libertades
públicas de los ciudadanos . Además controla que la Adminis tración pública actúe conforme a lo dis pues to en el
artículo 103.1 de la Cons titución, es decir, que s irva los interes es generales con objetividad y que actúe de acuerdo
con los principios de eficacia, jerarquía, des concentración, coordinación, y con s ometimiento pleno a la ley y al
derecho, prohibiéndos e expres amente toda arbitrariedad.

La única función que es tá llamado a cumplir el Defens or es la defens a de los derechos fundamentales , s iendo la
actividad de control de la Adminis tración la vía para alcanzar dicho objetivo.

El artículo. 9.1 LODP contempla la función s upervis ora del Defens or s obre la actividad de la Adminis tración:

“ 1 . El Defens or del Pueblo podrá iniciar y pros eguir de oficio o a petición de parte, cualquier inves tigación
conducente al es clarecimiento de los actos y res oluciones de la Adminis tración pública y s us agentes , en relación
con los ciudadanos , a la luz de lo dis pues to en el art. 103.1 de la Cons titución, y el res peto debido a los derechos
proclamados en s u Título I”.

Por lo tanto, el Defens or no s e circuns cribe tan s ólo a la Adminis tración pública como ente abs tracto, s ino que s e
proyecta a los funcionarios o, más ampliamente aún, a las pers onas concretas al s ervicio de la Adminis tración. As í
lo refuerza el art. 20.1 LODP que nos indica: “cuando la queja a inves tigar afectare a la conducta de las pers onas al
s ervicio de la Adminis tración, en relación con la función que des empeñan”.

ADMINISTRACION DE JUSTICIA.

El artículo 13 de la LODP hace referencia a la relación con la Adminis tración de Jus ticia:

“Cuando el Defens or del Pueblo reciba quejas referidas al funcionamiento de la Adminis tración de Jus ticia, deberá
dirigirlas al Minis terio Fis cal para que és te inves tigue s u realidad y adopte las medidas oportunas con arreglo a la Ley,
o bien dé tras lado de las mis mas al Cons ejo General del Poder Judicial, s egún el tipo de reclamación de que s e trate;
todo ello s in perjuicio de la referencia que en s u Informe general a las Cortes Generales pueda hacer al tema”.

La intervención que s e atribuye al Defens or en nada incide s obre el principio de independencia del Poder judicial. Hay
que diferenciar dos planos : el primero hace referencia a la es tricta función de adminis trar jus ticia «por Jueces y
Magis trados integrantes del Poder judicial, independientes , inamovibles , res pons ables y s ometidos únicamente al
imperio de la Ley» (art. 117.1 CE); el s egundo comprende el funcionamiento material de la Adminis tración de Jus ticia
en cuanto verdadero «s ervicio público». Es obvio que la intervención del Defens or nada tiene que ver con la función
juris diccional, viniendo referida al s ervicio público de pres tación de jus ticia o, por extens ión, a la Adminis tración de
Jus ticia.

El Defens or del Pueblo no puede entrar en el examen individual de aquellas quejas s obre las que es té pendiente
res olución judicial y lo s us penderá s i, iniciada s u actuación, s e interpus iere por pers ona interes ada demanda o
recurs o ante los tribunales ordinarios o el Tribunal Cons titucional, ya que el Defens or del Pueblo debe res petar la
independencia del poder judicial.

ADMINISTRACION MILITAR.

En lo referente a la Adminis tración Militar, el art. 14 LODP dis pone: «El Defens or del Pueblo velará por el res peto de
los derechos proclamados en el Título I de la Cons titución, en el ámbito de la Adminis tración Militar, s in que ello pueda
entrañar una interferencia en el mando de la Defens a Nacional».

Por lo tanto nos encontramos con un auténtico límite, por otra parte perfectamente entendible, en la función del
Defens or de velar por el res peto de los derechos fundamentales y las libertades públicas en el ámbito de la
Adminis tración militar. La no interferencia en el mando de la Defens a Nacional.

6. INTERPOSICIÓN DE RECURSOS.

El Defens or del Pueblo está legitimado para interponer los recurs os de incons titucionalidad y amparo, de acuerdo
con lo dis pues to en la Cons titución y en la Ley Orgánica del Tribunal Cons titucional 2/1979, de 3 de octubre.

De es ta forma, el Defens or s e convierte en el único de los órganos del Es tado que res ulta habilitado para la
interpos ición de ambos tipos de recurs os y as í s e permite a la ins titución reaccionar frente a cualquier actuación
vulneradora de derechos proveniente de todo poder público.

Le da la opción de interponer el recurs o de amparo, frente a actos s in valor de Ley emanados de las Cortes o de
cualquiera de s us órganos , o de las As ambleas Legis lativas de las Comunidades Autónomas ; frente a dis pos iciones ,
actos jurídicos o s imple vía de hecho del Gobierno o de s us autoridades o funcionarios , o de los órganos ejecutivos
colegiados de las Comunidades Autónomas , y frente a actos u omis iones de un órgano judicial (arts . 42, 43 y 44 Ley
Orgánica del Tribunal Cons titucional).

7. LA FIGURA DEL DEFENSOR DEL PUEBLO EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS.

Regular el s is tema de relaciones entre las ins tituciones autonómicas , nacidas al amparo de los res pectivos Es tatutos
de Autonomía y la figura del Defens or del Pueblo, cuyos objetivos y medios s on idénticos , s e realiza mediante la Ley
36/1985, de 6 de noviembre, por la que s e regulan las relaciones entre la ins titución del Defens or del Pueblo y las
figuras s imilares en las dis tintas Comunidades Autónomas .

La finalidad de dicha Ley es es tablecer, con carácter general, las adecuadas normas que des arrollen y concreten el
modo de aplicación de los principios bás icos de coordinación y cooperación previs tos en el artículo 12.2 de la LODP.

E l artículo 2, regula el régimen de colaboración y coordinación entre ins tituciones , aunque la Ley nada dice, en el
cas o de que es a colaboración y coordinación no s e llegue a dar.

1. "La protección de los derechos y libertades reconocidos en el titulo I de la cons titución y la s upervis ión, a es tos
efectos , de la actividad de la adminis tración publica propia de cada comunidad autónoma, as í como de las
adminis traciones de los entes locales , cuando actúen en ejercicio de competencias delegadas por aquella, s e
podrá realizar, de oficio o a ins tancia de parte, por el defens or del pueblo y el comis ionado parlamentario
autonómico en régimen de cooperación, s egún lo es tablecido en el apartado s egundo de es te articulo, en todo
aquello que afecte a materias s obre las cuales s e atribuyan competencias a la comunidad autónoma en la
cons titución y en el res pectivo es tatuto de autonomía y s in mengua de lo es tablecido en cuanto a facultades del
defens or del pueblo por la cons titución y por la ley orgánica 3/1981, de 6 de abril.

2. A fin de des arrollar y concretar adecuadamente la colaboración y coordinación entre el defens or del pueblo y los
comis ionados parlamentarios autonómicos , s e concertaran entre ellos acuerdos s obre los ámbitos de actuación
de las adminis traciones publicas objeto de s upervis ión, los s upues tos de actuación de los comis ionados
parlamentarios , las facultades que puedan ejercitar, el procedimiento de comunicación entre el defens or del
pueblo y cada uno de dichos comis ionados parlamentarios , y la duración de los propios acuerdos .

3. En la s upervis ión de la actividad de órganos de la adminis tración publica es tatal, que radiquen en el territorio de
cada comunidad autónoma, el defens or del pueblo podrá recabar la colaboración del res pectivo comis ionado
parlamentario para la mejor eficacia de s us ges tiones y recibirá de el las quejas que le hubieran s ido remitidas
s obre la actividad de dichos órganos de la adminis tración publica es tatal. A s u vez, el defens or del pueblo podrá
informar al comis ionado parlamentario autonómico del res ultado de s us ges tiones .”

Las figuras s imilares de las dis tintas Comunidades Autónomas, previs tas en s us res pectivos Es tatutos , no han
s ido des arrolladas por Ley en todos los cas os . Únicamente Cantabria, Extremadura y Madrid s on las CC.AA que no
tienen Defens or del Pueblo, con la s alvedad de la Comunidad Autónoma de Madrid que des arrolla la figura del
Defens or del Menor, as imilable a la del Defens or del Pueblo, pero res tringida a la función de protección de los
menores . En todas las demás , es decir en catorce, exis te la figura del Defens or del Pueblo, que tienen competencias
idénticas al nacional, pero dentro de s u ámbito territorial.

La nomenclatura de los mis mos recoge en algunos cas os las figuras his tóricas as imiladas a la actual, como s on el
“Justicia Mayor” de Aragón o el “Diputado del Común” de Canarias . Otras Comunidades lo as imilan a la figura del
“Procurador Común”, como en Cas tilla y León, “Procurador General”, en As turias , “Valedor do Pobo” en
Galicia, “Personero Común” en Extremadura (todavía no des arrollado legis lativamente), “Sindic de Greuges”
(Síndico de Agravios ) en Cataluña, Comunidad Valenciana e Is las Baleares , “Ararteko” en el País Vas co o
directamente lo nombran “Defensor del Pueblo”, como en Andalucía, Navarra, Cas tilla La Mancha, La Rioja y Murcia.

Breve mención a la Dotación económica en la Ley orgánica.

Artículo 37

La dotación económica neces aria para el funcionamiento de la ins titución cons tituirá una partida dentro de los
Pres upues tos de las Cortes Generales .

Disposición transitoria

A los cinco años de entrada en vigor de la pres ente Ley, el Defens or del Pueblo podrá proponer a las Cortes
Generales y en informe razonado aquellas modificaciones que entienda que deben realizars e a la mis ma.

Dis pos ición Final Única Mecanis mo Nacional de Prevención de la Tortura

Primero. El Defens or del Pueblo ejercerá las funciones del Mecanis mo Nacional de Prevención de la Tortura de
conformidad con la Cons titución, la pres ente Ley y el Protocolo facultativo de la Convención contra la tortura u otros
tratos o penas crueles , inhumanos o degradantes .

Segundo. Se crea un Cons ejo As es or como órgano de cooperación técnica y jurídica en el ejercicio de las funciones
propias del Mecanis mo Nacional de Prevención, que s erá pres idido por el Adjunto en el que el Defens or del Pueblo
delegue las funciones previs tas en es ta dis pos ición. El Reglamento determinará s u es tructura, compos ición y
funcionamiento.

Dis pos ición final única introducida por el artículo tercero de la L.O. 1/2009, de 3 de noviembre, complementaria de la
Ley de reforma de la legis lación proces al para la implantación de la nueva Oficina judicial, por la que s e modifica la
L.O. 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial («B.O.E.» 4 noviembre).Vigencia: 5 noviembre 2009

C. EL PODER JUDICIAL. EL CONSEJO GENERAL DEL PODER JUDICIAL.


EL TRIBUNAL SUPREMO. LA ORGANIZACIÓN JUDICIAL ESPAÑOLA.
EL PODER JUDICIAL

El Poder Judicial es el conjunto de órganos que s on titulares u os tentan la potes tad juris diccional en repres entación del
pueblo. El ejercicio de aquella s e produce de un modo independiente, para evitar injerencias de los demás poderes del
Es tado (legis lativo y ejecutivo), con el único s ometimiento a la Ley.

Se encuentra regulado en:

Cons titución Es pañola. Título VI

Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial, modificada por la Ley Orgánica 16/1994, de 8 de
noviembre
Ley 38/1988, de 28 de diciembre, de Demarcación y de Planta Judicial.

Ley Orgánica 4/2013, de 28 de junio, de reforma del Cons ejo General del Poder Judicial, por la que s e modifica
la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial.

El artículo 117.1 de la Cons titución es pañola es tablece que “La jus ticia emana del pueblo y s e adminis tra en nombre
del Rey por Jueces y Magis trados integrantes del poder judicial, independientes , inamovibles , res pons ables y
s ometidos únicamente al imperio de la Ley”.

Los principios que rigen el Poder Judicial s on:

Principio de exclus ividad juris diccional.

Principio de origen popular de la Jus ticia.

Independencia de los Jueces y Magis trados .

Sometimiento al imperio de la Ley.

Principio de actuación del Poder Judicial.

Pas amos a exponer cada uno de los res eñados principios .-

Principio de exclusividad jurisdiccional.- El artículo 117.3 de la Cons titución es pañola es tablece


que “El ejercicio de la potes tad juris diccional en todo tipo de proces os , juzgando y haciendo ejecutar lo
juzgado, corres ponde exclus ivamente a los Juzgados y Tribunales determinados por las leyes , s egún
las normas de competencia y procedimiento que las mis mas es tablezcan”.

Principio del origen popular de la Justicia. La jus ticia emana del pueblo, corres pondiendo a Jueces
y Magis trados la función de adminis trarla.

Independencia de Jueces y Magistrados

Independencia de los Jueces y Magis trados res pecto a todos los órganos judiciales .

Independencia de Jueces y Magis trados res pecto de los órganos de Gobierno del Poder Judicial.

Garantías de la independencia de Jueces y Magistrados:

Garantías judiciales.Se habilita a los Jueces y Magis trados para s eguir las vías judiciales oportunas
por razón de pres iones o violaciones de s u independencia.

Garantías administrativas.Los Jueces y Magis trados no podrán s er s eparados , tras ladados , ni


jubilados s ino es por alguna de las cues tiones y con las garantías previs tas en la propia LOPJ.

El sometimiento al imperio de la ley

Los Jueces y Magis trados en el ejercicio de la potes tad juris diccional s on, s imultáneamente, defens ores de la
legalidad. No pueden por tanto, ni violar, ni modificar la legalidad. En es te s entido s e entiende el art. 1 LOPJ, que
prohíbe a los Jueces y Magis trados la aplicación de Reglamentos o cualquier otra dis pos ición, contrarios a la
Cons titución, a la Ley o al principio de jerarquía normativa.

El art. 5.1 LOPJ, proclama a la s upremacía de la Cons titución y la obligación de los Jueces y Magis trados de interpretar
y aplicar las leyes s egún los preceptos y principios cons titucionales , conforme a la interpretación de los mis mos que
res ulte de las res oluciones dictadas por el Tribunal Cons titucional.

Principio de actuación del Poder Judicial, engloba los siguientes:

Principio de gratuidad de la Justicia (art. 119 de la C.E.; artículo 20.1 LOPJ). La ley 25/1986, de
24 de diciembre, s uprime las tas as judiciales .

La ley 1/1996, de 10 de enero, regula la as is tencia jurídica gratuita y el Real Decreto 2103/1996, de 20 de
s eptiembre, aprueba el Reglamento de as is tencia jurídica gratuita. Debemos tener en cuenta que la jus ticia s erá
gratuita cuando as í lo dis ponga la Ley, y en todo cas o a quien acredite ins uficiencia de recurs os para litigar.

Principio de publicidad de las actuaciones judiciales, con las excepciones previs tas en las leyes
proces ales

Principio de oralidad, es pecialmente en materia criminal (art. 120.2 de la C.E.; art. 229.1 LOPJ).

Principio de responsabilidad del Es tado por error judicial o indebido funcionamiento de la


Adminis tración de Jus ticia (art. 121 de la C.E; Título V, Libro III, art. 292 al 297 LOPJ).

EL ESTATUTO JURÍDICO DE JUECES Y MAGISTRADOS

Los ras gos que tipifican la pos ición jurídico-adminis trativa de los Jueces y Magis trados s on:

Inamovilidad

Jueces y Magis trados no podrán s er s eparados , s us pendidos , tras ladados o jubilados , s i no es con arreglo a lo
es tablecido en las leyes .

Sistema de Incompatibilidades

Art. 127.1 de la C.E. es tablece una incompatibilidad fundamental entre la condición de Juez o Magis trado con la
pertenencia a cualquier partido político o s indicato o con el ejercicio de cualquier otro cargo.

Según el Capítulo Segundo del Título II del Libro IV, art. 389 al 397 LOPJ. La condición de Juez o Magis trado es
incompatible con el ejercicio de cualquier otro cargo público (adminis trativo, judicial o político), as í como con el
ejercicio privado de cualquier profes ión.

Excepciones del régimen general de incompatibilidades s e encuentran únicamente “la docencia e inves tigación jurídica,
as í como la producción y creación literaria, artís tica, científica y técnica y las publicaciones derivadas de aquéllas ” (art.
389.5 LOPJ).

Las asociaciones profesionales

Art. 127.1 CE pos ibilidad de que Jueces , Magis trados y Fis cales creen As ociaciones de acuerdo con lo que es tablezca la
Ley.

El régimen de as ociación de Jueces y Magis trados s e recoge en el art. 401 LOPJ, cuyas caracterís ticas s on:

Las as ociaciones de Jueces y Magis trados tendrá plena pers onalidad jurídica o capacidad para el
cumplimiento de s us fines , entre los que des tacan, la defens a de los interes es profes ionales de s us
miembros .

El ámbito de las As ociaciones s erá nacional, pero podrán cons tituirs e s ecciones territoriales
coincidentes con las demarcaciones de los Tribunales Superiores de Jus ticia.

La Cons titución s erá válida con la s imple ins cripción en el regis tro que a es tos efectos llevara el
Cons ejo General del Poder Judicial.

Responsabilidad

La res pons abilidad es cons ecuencia directa de la efectiva independencia de los Jueces y Magis trados en el ejercicio de
la potes tad de juzgar.

EL CONSEJO GENERAL DEL PODER JUDICIAL

El artículo 122 de la Cons titución es tablece que “El Consejo General del Poder Judicial es el órgano de gobierno
del mismo. La ley orgánica es tablecerá s u Es tatuto y régimen de incompatibilidades de s us miembros y s us
funciones , en particular en materia de nombramientos , as cens os , ins pección y régimen dis ciplinario”.

La Cons titución es pañola es tablece es ta novedad que s upone otorgar al Poder Judicial capacidad de autogobierno y
derivado de ello cons agrar s u independencia, acabando con la intromis ión del Poder Ejecutivo en el mis mo; como era
tradición en Es paña. El Cons ejo General del Poder Judicial s e hace cargo de las competencias que ejercía previamente
el Minis terio de Jus ticia en lo relativo al régimen del pers onal judicial.

La capacidad de gobierno del Cons ejo General del Poder Judicial debe s er entendido, s egún s e des prende del artículo
122.2 de la Cons titución, como la ges tión de la s elección, formación, nombramientos , as cens os , s ituaciones
adminis trativas y régimen dis ciplinario de Jueces , Magis trados y Secretarios Judiciales .

El artículo 59 de la Ley Orgánica del Tribunal Cons titucional s itúa al Cons ejo General del Poder Judicial entre los
órganos cons titucionales , condición es ta que no atribuye al Tribunal Supremo. El Cons ejo es , pues , un órgano
cons titucional, cuya función no es juris diccional, s ino organizativa e ins trumental, en orden a as egurar la
independencia del Poder Judicial.

Las COMPETENCIAS del Consejo no viene especificadas en la Constitución; s i bien el artículo 122.2 de la
mis ma, enumera algunas : nombramientos , as cens os , ins pección y régimen dis ciplinario. Es el artículo 107 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, el que recoge las competencias, las cuales son:

1º Propuesta por mayoría de tres quintos para el nombramiento del Presidente del Tribunal Supremo y
del Consejo General del Poder Judicial.

2 º Propuesta por mayoría de tres quintos para el nombramiento de miembros del Tribunal
Constitucional.

3º Inspección de Juzgados y Tribunales.

4 º Selección, formación y perfeccionamiento, provisión de destinos, ascensos, situaciones


administrativas y régimen disciplinario de Jueces y Magistrados.

5 º Nombramiento mediante Orden de los Jueces y presentación a Real Decreto, refrendado por el
Ministerio de Justicia, de los nombramientos de Magistrados del Tribunal Supremo, Presidente y
Magistrados.

6 º Nombramiento del Secretario General y miembros de los gabinetes o servicios dependientes del
mismo.

7º Ejercicio de las competencias relativas al centro de selección y formación de Jueces y magistrados


que la Ley le atribuye.

8º Elaborar, dirigir la ejecución y controlar el cumplimiento del presupuesto del Consejo.

9 º Potestad reglamentaria en los términos previstos en el artículo 110 de esta Ley, que dice que el
Consejo General del Poder Judicial podrá dictar reglamentos sobre su personal, organización y
funcionamiento en el marco de la legislación sobre la función pública. Estos reglamentos, que deberán
ser aprobados por el Pleno del Consejo General por mayoría de tres quintos de sus miembros, se
publicarán en el “Boletín Oficial del Estado”, autorizados por el Presidente.

10º Publicación oficial de la colección de Jurisprudencia del Tribunal Supremo.

11º Aquellas otras que le atribuyan las leyes.

Según el artículo 108 de la res eñada Ley:

“1. El Consejo General del Poder Judicial deberá informar los anteproyectos de leyes y disposiciones
generales del Estado y de las Comunidades Autónomas que afecten total o parcialmente a algunas de
las siguientes materias:

a. Determinar y modificar las demarcaciones judiciales y su capitalidad en los términos del


artículo 35 de esta Ley.

b. Fijación y modificación de la plantilla orgánica de Jueces y Magistrados, Secretarios y personal


que preste servicios en la Administración de Justicia.

c. Estatuto orgánico de Jueces y Magistrados.

d. Estatuto orgánico de los Secretarios y del resto del personal al servicio de la Administración de
Justicia.

e. Normas procesales o que afecten a aspectos jurídicos-constitucionales de la tutela ante los


Tribunales ordinarios del ejercicio de derechos fundamentales y cualesquiera otras que afecten
a la constitución, organización, funcionamiento y gobierno de los Juzgados y Tribunales.
f. Leyes penales y normas sobre régimen penitenciario.

g. Aquellas otras que le atribuyan las leyes”.

Este artículo también establece que debe ser oído con carácter previo al nombramiento del Fiscal General
del Estado.

El Cons ejo General del Poder Judicial es tá s ometido a una fiscalización política, que s e recoge en el artículo 109 de
la Ley Orgánica del Poder Judicial. Se es tablece en el mis mo que es te debe elevar anualmente a las Cortes Generales
una Memoria s obre el es tado, funcionamiento y actividades del propio Cons ejo y de los Juzgados y Tribunales de
Jus ticia. As imis mo, incluirá las neces idades que, a s u juicio, exis tan en materia de pers onal, ins talaciones y de
recurs os en general, para el correcto des empeño de las funciones que la Cons titución y las leyes as ignan al Poder
Judicial.

La Ley Orgánica 16/1994, de 8 de noviembre, ha otorgado una nueva redacción al artículo 110 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial en relación a la POTESTAD REGLAMENTARIA del Cons ejo.

El artículo 110 de la meritada Ley establece:

“El Cons ejo General del Poder Judicial podrá dictar reglamentos s obre s u pers onal, organización y funcionamiento en
el marco de la legis lación s obre la función pública.

El Cons ejo General del Poder Judicial, en el ámbito de s us competencias y con s ubordinación a las leyes , podrá dictar
reglamentos de des arrollo….para es tablecer regulaciones de carácter auxiliar…”.

El precepto continúa con una enumeración de materias , entre las que des tacan:

1º Sis tema de ingres o, promoción y es pecialización, régimen de los funcionarios judiciales en prácticas y de los
Jueces adjuntos , y curs os técnicos y prácticos en el centro de s elección y formación de Jueces y Magis trados .

2º Forma de dis tribución entre turnos y de provis ión de plazas vacantes y des iertas de Jueces y Magis trados .

3º Tiempo mínimo de permanencia en el des tino de Jueces y Magis trados .

4º Procediminetos de concurs os reglados .

5º Actividades de formación de los Jueces y Magis trados .

6º Situaciones adminis trativas .

7º Honores y tratamiento de Jueces y Magis trados y reglas de protocolo en actos judiciales .

Los proyectos de reglamentos de des arrollo s e s ometerán a informe de las as ociaciones profes ionales de Jueces y
Magis trados y de las corporaciones profes ionales o as ociaciones de otra naturaleza … Se dará intervención a la
Adminis tración del Es tado por medio del Minis terio de Jus ticia y a las Comunidades Autónomas s iempre que una y otra
tengan competencias relacionadas con el contenido del reglamento. El Minis terio Fis cal s erá oído cuando le afecte la
materia.

Los reglamentos , que deberán s er aprobados por el Pleno del Cons ejo General del Poder Judicial por mayoría de tres
quintos de s us miembros autorizados por el Pres idente, s e publicarán en el Boletín Oficial del Es tado.

La COMPOSICION del Consejo General del Poder Judicial.

El artículo 122.3 de la Cons titución es tablece que: “El Cons ejo General del Poder Judicial es tará integrado por el
Pres idente del Tribunal Supremo, que lo pres idirá, y por veinte miembros nombrados por el Rey por un periodo de
cinco años . De és tos , 12 entre Jueces y Magis trados de todas las categorías judiciales , en los términos que es tablezca
la ley orgánica; cuatro a propues ta del Congres o de los Diputados , y cuatro a propues ta del Senado, elegidos en
ambos cas os por mayoría de tres quintos de s us miembros , entre Abogados y otros juris tas , todos ellos de
reconocida competencia y con más de 15 años de ejercicio de s u profes ión”.

La Ley Orgánica del Poder Judicial dedica el Título II a la regulación del Cons ejo (artículos 107 a 148), teniendo en
cuenta la nueva redacción que otorga a los artículos 111 a 116. La Ley Orgánica 2/2001, de 28 de junio, relativa al
procedimiento de elección de s us miembros , dis pone que s erá el s iguiente: el Cons ejo General del Poder Judicial
es tará integrado por el Pres idente del Tribunal Supremo, que lo pres idirá, y por 20 miembros nombrados por un
periodo de cinco años por el Rey, mediante Real Decreto refrendado por el Minis tro de Jus ticia; elegidos 12 de ellos
entre miembros provenientes de la Carrera Judicial (Jueces y Magis trados de todas las categorías judiciales que s e
hallen en s ervicio activo y no s ean miembros del Cons ejo s aliente o pres ten s us s ervicios en los órganos técnicos del
mis mo) previa propues ta formulada por el Congres o de los Diputados y el Senado al Rey (cada Cámara propondrá
s eis Vocales , por mayoría de tres quintos de s us res pectivos miembros , entre los pres entados a las Cámaras por los
Jueces y Magis trados , exactamente por las As ociaciones judiciales s iguiendo criterios es trictos de proporcionalidad); y
los res tantes miembros del Cons ejo ( ocho), procedentes de expertos jurídicos . Es tos miembros s on elegidos por el
Congres o de los Diputados y por el Senado, que los propondrán al Rey para s u nombramiento entre abogados y otros
juris tas de reconocida competencia con más de 15 años de ejercicio en s u profes ión, que no s ean miembros del
Cons ejo s aliente, ni pres ten s us s ervicios en los órganos técnicos del mis mo. El Pleno de cada Cámara elegirá a
cuatro vocales , por mayoría de tres quintos de s us miembros , en la mis ma s es ión en que s e procederá a la elección
de los s eis Vocales anteriormente res eñados .

RENOVACIÓN.- En su totalidad cada cinco años, computados desde la fecha de su constitución.

LA SESIÓN CONSTITUTIVA del Consejo será presidida por el Vocal de mayor edad, y se celebrará una vez
nombrados los 20 Vocales del mismo, que tomarán posesión de su cargo prestando juramento o promesa
ante el Rey. El Consejo saliente continuará en funciones hasta la toma de posesión del nuevo Consejo.

El Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial será nombrado por el Rey a
propuesta del Consejo General del Poder Judicial (mayoría de tres quintos), entre miembros de la carrera
judicial o juristas de reconocida competencia con más de 15 años de antigüedad en la carrera o en el
ejercicio de su profesión. Podrá ser reelegido y nombrado, por una sola vez, para un nuevo mandato. Su
nombramiento se lleva a cabo por Real-Decreto refrendado por el Presidente del Gobierno.

AC TIVIDAD, INCOMPATIBILIDADES Y RESPONSABILIDAD.- Los miembros del Cons ejo General del Poder Judicial
des arrollan s u actividad con dedicación exclus iva y s u cargo es incompatible con cualquier otro s ea público o privado,
a excepción de la mera adminis tración del patrimonio pers onal o familiar. También le s erán de aplicación las
incompatibilidades es pecíficas de los Jueces y Magis trados .

La res pons abilidad civil y penal de los miembros del Cons ejo General del Poder Judicial s e exige por los trámites
es tablecidos para la de los Magis trados del Tribunal Supremo.

Los Vocales del Cons ejo no es tán ligados por mandato imperativo alguno y no podrán s er removidos de s us cargos ,
s ino por agotamiento de s u mandato, renuncia, incapacidad, incompatibilidad o incumplimiento grave de los deberes
del cargo. Es tos no podrán s er promovidos durante la duración de s u mandato a la categoría de Magis trados del
Tribunal Supremo, ni nombrados para cualquier cargo de la carrera judicial de libre des ignación o en cuya provis ión
concurra apreciación de méritos .

ESTRUCTURA DEL CONSEJO.

Es tá formado por:

a. El Pres idente

b. El Vicepres idente

c. Pleno

d. Comis ión Permanente

e. Comis ión Dis ciplinaría

f. Comis ión de Calificación

g. Comis ión de Es tudios e Informes

h. Comis ión Pres upues taría

FUNCIONES.

Estudiaremos solamente las del Presidente y el Pleno.


A) Funciones del Presidente del Consejo.-

Os tentar la repres entación del Cons ejo

Convocar y pres idir las s es iones del Pleno y de la Comis ión Permanente, decidiendo los empates con
voto de calidad.

Fijar el orden del día de las s es iones del Pleno y de la Comis ión Permanente

Someter cuantas propues tas cons idere oportunas en materias de la competencia del Pleno o de la
Comis ión Permanente.

Proponer el nombramiento de Ponencias para preparar la res olución o des pacho de un as unto.

Autorizar con s u firma los acuerdos del Pleno y de la Comis ión Permanente.

Ejercer la s uperior dirección de la actividad de los órganos técnicos del Cons ejo.

Las demás previs tas en la ley.

B ) EL PLENO.- Es tá compues to por todos los miembros del Cons ejo. Se reúnen en s es ión ordinaria o
extraordinaria a convocatoria del Pres idente o del Vicepres idente, en s u cas o. Para s u válida cons titución s e
requiere que s e hallen pres entes un mínimo de 14 de s us miembros , con as is tencia del Pres idente o de quien
legalmente le s us tituya.

Anualmente el Pleno del Cons ejo des ignará la Comis ión Permanente, que es tará compues ta por el Pres idente y
cuatro Vocales elegidos por el Pleno por mayoría de tres quintos , dos pertenecientes a la carrera judicial y otros
dos que no formen parte de la mis ma.

El Pleno del Cons ejo elegirá por mayoría de tres quintos , de entre s us Vocales , a los componentes de la Comis ión
Dis ciplinaria, que es tará integrada por cinco miembros . Tres de ellos , elegidos entre los Vocales que pertenezcan a
la carrera judicial y los dos res tantes , ajenos a es ta. Su Pres idente s erá elegido por el miembro de la mis ma que
s ea elegido por mayoría. A la Comis ión Dis ciplinaria le compete la ins trucción de expedientes e impos ición de
s anciones a Jueces y Magis trados .

--------La Comisión de Calificación cons ta de los mis mos miembros que la Comis ión Dis ciplinaria; y la elección de
s us miembros y s u Pres idente s e hará de la mis ma forma.

--------La Comisión de Estudios e informes s e compondrá de cinco miembros elegidos por el pleno del Cons ejo de
entre s us Vocales por mayoría de los miembros pres entes . La Comis ión s e renovará anualmente. La Comis ión elige
de entre s us miembros por mayoría al Pres idente. Quedará válidamente cons tituida cuando s e hallen pres entes al
menos tres de s us miembros . La adopción de acuerdos tendrá lugar por mayoría y quien pres ida tendrá el voto de
calidad.

---------La Comisión Presupuestaría s e compondrá de cinco miembros elegidos por el Pleno del Cons ejo, de entre
s us Vocales , por mayoría de los pres entes . La Comis ión s e renovará anualmente. En cuanto a la des ignación de s u
Pres idente, adopción de acuerdos y cons titución, es válido lo expres ado en párrafos anteriores en relación a la
Comis ión de Es tudios e Informes .

----------Por último hay que s ubrayar que el Reglamento de Organización y Funcionamiento del Cons ejo de 1986
determina los órganos técnicos del Consejo, que son:

El Secretario General.

El Gabinete Técnico

El Servicio de Personal Judicial

La Gerencia

La intervención

--LOS ACTOS DEL CONSEJO.- Los acuerdos de los órganos colegiados del Cons ejo s erán adoptados por mayoría de
los miembros pres entes , s alvo cuando la ley dis ponga otra cos a. El Pres idente del órgano colegiado corres pondiente
tiene voto de calidad o dirimente en cas o de empate. Las deliberaciones de los órganos del Cons ejo s on res ervadas ,
debiendo guardar s ecreto de las mis mas s us componentes .

Los acuerdos s obre el nombramiento de los Pres identes y Magis trados reves tirán la forma de Real Decreto, firmado
por el Rey y refrendado por el Minis tro de Jus ticia. Los nombramientos de Jueces s e efectuaran por el Cons ejo
mediante Orden. Todos ellos s e publicarán en el Boletín Oficial del Es tado.

Los actos declarativos de derechos , la revis ión de oficio y, en s u cas o, la declaración previa de les ividad, s e adoptará
por el Pleno del Cons ejo por mayoría abs oluta de votos .

Los actos del Cons ejo s on inmediatamente ejecutivos , s in perjuicio del régimen de impugnación previs to en la Ley
Orgánica del Poder Judicial; s i bien cuando s e interponga un recurs o, la Autoridad competente para res olverlo podrá,
de oficio o a ins tancia de parte, acordar la s us pens ión de la ejecución, cuando la mis ma pudiera caus ar perjuicios de
impos ible o difícil reparación, o cuando es te es tablecido por ley.

Las vías de impugnación de los actos del Cons ejo s on la adminis trativa y la contencios a-adminis trativa.

Los actos de trámite que determinen la impos ibilidad de continuar un procedimiento o produzcan indefens ión y las
res oluciones definitivas de la Comis ión Permanente y la Comis ión Dis ciplinaria, s erán impugnables en alzada ante el
Pleno del Cons ejo.

Los actos , res oluciones y dis pos iciones emanados del Pleno s erán recurribles en vía contencios o-adminis trativa ante
la Sala corres pondiente del Tribunal Supremo.

EL TRIBUNAL SUPREMO

El Tribunal Supremo es el órgano jurisdiccional superior en todos los órdenes (excepto lo que s e res erva en
materia de garantías cons titucionales al Tribunal Cons titucional). Tiene jurisdicción en toda España y ningún otro
tribunal puede utilizar el título de “Supremo”.

La sede del Tribunal Supremo se encuentra en la villa de Madrid.

El Tribunal Supremo está formado por:

1) Pres idente

2) Pres identes de Sala

3) Magis trados que determine la ley para cada Sala y, en s u cas o, Secciones que pueda tener cada Sala.

El Tribunal Supremo estará integrado por las siguientes Salas:

Ordinarias

1. Sala Primera de lo Civil

2. Sala Segunda de lo Penal

3. Sala Tercera de lo Contencios o-Adminis trativa

4. Sala Cuarta de lo Social

5. Sala Quinta de lo Militar

Las competencias de cada una de es tas Salas del Tribunal Supremo:

SALA DE LO CIVIL

A la Sala Primera le corres ponde conocer:

De los recursos de casación, revisión y otros extraordinarios en materia civil que es tablezca la
Ley

De las demandas de responsabilidad civil por hechos realizados en el ejercicio de s u cargo, dirigidas
contra el Pres idente del Gobierno, Pres identes del Congres o y del Senado, Pres idente del Tribunal
Supremo y del Cons ejo General del Poder Judicial, Pres idente del Tribunal Cons titucional, Miembros del
Gobierno, Diputados y Senadores , vocales del CGPJ, Magis trados del Tribunal Cons titucional y del
Tribunal Supremo, Pres identes de la Audiencia Nacional y de cualquiera de s us s alas y de los
Tribunales Superiores de Jus ticia, Fis cal General del Es tado, Fis cales de s ala del Tribunal Supremo,
Pres idente y Cons ejeros del Tribunal de Cuentas , Pres idente y Cons ejeros del Cons ejo de Es tado,
Defens or del Pueblo y Pres idente y Cons ejeros de las CC.AA, cuando as í lo determinen s us Es tatutos
de Autonomía.

De las demandas de responsabilidad civil dirigidas contra magis trados de la Audiencia Nacional o de
los Tribunales Superiores de Jus ticia por hechos realizados en el ejercicio de su cargo.

SALA DE LO PENAL

A la Sala Segunda del Tribunal Supremo le corres ponde conocer:

De los recursos de casación, revisión y otros extraordinarios en materia penal que es tablezca
la Ley.

De la ins trucción y enjuiciamiento de las caus as contra el Pres idente del Gobierno, Pres identes del
Congres o y del Senado, Pres idente del Tribunal Supremo y del Cons ejo General del Poder Judicial,
Pres idente del Tribunal Cons titucional, Miembros del Gobierno, Diputados y Senadores , vocales del
CGPJ, Magis trados del Tribunal Cons titucional y del Tribunal Supremo, Pres identes de la Audiencia
Nacional y de cualquiera de s us s alas y de los Tribunales Superiores de Jus ticia, Fis cal General del
Es tado, Fis cales de s ala del Tribunal Supremo, Pres idente y Cons ejeros del Tribunal de Cuentas ,
Pres idente y Cons ejeros del Cons ejo de Es tado, Defens or del Pueblo y Pres idente y Cons ejeros de las
CC.AA, cuando as í lo determinen s us Es tatutos de Autonomía.

De la ins trucción y enjuiciamiento de las caus as contra Magis trados de la Audiencia Nacional o de un
Tribunal Superior de Jus ticia

En las caus as previs tas en los apartados 2 y 3 s e des ignará un ins tructor (entre los miembros de la s ala y s egún un
turno prees tablecido) que no formara parte de la mis ma para enjuiciarlas .

SALA DE LO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO

A la Sala Tercera del Tribunal Supremo le corres ponde conocer:

En única ins tancia, de los recurs os contencios o-adminis trativos contra actos y dis pos iciones del
Cons ejo de Minis tros , de las Comis iones Delegadas del Gobierno y del Cons ejo General del Poder
Judicial y contra los actos y dis pos iciones de los órganos competentes del Congres o de los Diputados y
del Senado, del Tribunal Cons titucional, del Tribunal de Cuentas y del Defens or del Pueblo en los
términos y materias que la Ley es tablezca y de aquellos otros recurs os que excepcionalmente le
atribuya la Ley.

De los recurs os de cas ación y revis ión en los términos es tablecidos por Ley.

SALA DE LO SOCIAL

La Sala Cuarta del Tribunal Supremo tiene competencia para conocer de los recurs os de cas ación y revis ión y otros
extraordinarios que es tablezca la Ley en materias propias de es te orden juris diccional.

SALA DE LO MILITAR

La Sala Quinta del Tribunal Supremo s e regirá por s u propia legis lación y s upletoriamente por la pres ente Ley y por el
ordenamiento común a las demás Salas del Tribunal Supremo.

Nota: La L.O. 4/2014, de 11 de julio, complementaria de la Ley de racionalización del s ector público y otras
medidas de reforma adminis trativa por la que s e modifica la L.O. 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial introduce
que además de las competencias atribuidas a las Salas de lo Civil y de lo Penal del Tribunal dichas Salas
conocerán de la tramitación y enjuiciamiento de las acciones civiles y penales, respectivamente,
dirigidas contra la Reina consorte o el consorte de la Reina, la Princesa o Príncipe de Asturias y su
consorte, así como contra el Rey o Reina que hubiere abdicado y su consorte.
Es peciales

1º Tribunal de Conflictos de Jurisdicción (art. 38).

Los conflictos de juris dicción entre los Juzgados o Tribunales y la Adminis tración s erán res ueltos por un órgano
colegiado cons tituido por el Pres idente del Tribunal Supremo, que lo pres idirá, y por cinco vocales , de los que dos
s erán Magis trados de la Sala de lo Contencios o-adminis trativo del Tribunal Supremo, des ignados por el Pleno del
Cons ejo General del Poder Judicial , y los otros tres s erán Cons ejeros Permanentes de Es tado, actuando como
Secretario el de Gobierno del Tribunal Supremo.

El Pres idente tendrá s iempre voto de calidad en cas o de empate.

2º Sala de conflictos de Jurisdicción (art. 39).

Los conflictos de juris dicción entre los Juzgados o Tribunales de cualquier orden juris diccional de la juris dicción
ordinaria y los órganos judiciales militares , s erán res ueltos por la Sala de Conflictos de Juris dicción, compues ta
por el Pres idente del Tribunal Supremo, que la pres idirá, dos Magis trados de la Sala del Tribunal Supremo del
orden juris diccional en conflicto y dos Magis trados de la Sala de lo Militar, todos ellos des ignados por el Pleno del
Cons ejo General del Poder Judicial. Actuará como Secretario de es ta Sala el de Gobierno del Tribunal Supremo.

El Pres idente tendrá s iempre voto de calidad en cas o de empate.

3º Sala de Conflictos de competencia (art. 42 LOPJ):

“Los conflictos de competencia que puedan producirs e entre Juzgados o Tribunales de dis tinto orden juris diccional,
integrados en el Poder Judicial, s e res olverán por una Sala es pecial del Tribunal Supremo, pres idida por el
Pres idente y compues ta por dos Magis trados , uno por cada orden juris diccional en conflicto, que s erán des ignados
anualmente por la Sala de Gobierno. Actuará como Secretario de es ta Sala es pecial el de Gobierno del Tribunal
Supremo”.

4º Sala Especial conocerá (art. 61 LOPJ):

“1. Una Sala formada por el Pres idente del Tribunal Supremo, los Pres identes de Sala y el Magis trado más antiguo
y el más moderno de cada una de ellas conocerá:

1º De los recurs os de revis ión contra las s entencias dictadas en única ins tancia por la Sala de lo Contencios o-
adminis trativo de dicho Tribunal.

2º De los incidentes de recus ación del Pres idente del Tribunal Supremo, o de los Pres identes de Sala, o de más
de dos Magis trados de una Sala.

En es te cas o, los afectados directamente por la recus ación s erán s us tituidos por quienes corres ponda.

3º De las demandas de res pons abilidad civil que s e dirijan contra los Pres identes de Sala o contra todos o la
mayor parte de los Magis trados de una Sala de dicho Tribunal por hechos realizados en el ejercicio de s u cargo.

4º De la ins trucción y enjuiciamiento de las caus as contra los Pres identes de Sala o contra los Magis trados de
una Sala, cuando s ean juzgados todos o la mayor parte de los que la cons tituyen.

5º Del conocimiento de las pretens iones de declaración de error judicial cuando és te s e impute a una Sala del
Tribunal Supremo.

6º De los proces os de declaración de ilegalidad y cons ecuente dis olución de los partidos políticos , conforme a lo
dis pues to en la Ley Orgánica 6/2002, de 27 de junio, de Partidos Políticos .

2. En las caus as a que s e refiere el número 4 del apartado anterior s e des ignará de entre los miembros de la Sala,
conforme a un turno prees tablecido, un ins tructor que no formará parte de la mis ma para enjuiciarlos .

3. Una Sección, formada por el Pres idente del Tribunal Supremo, el de la Sala de lo Contencios o-adminis trativo y
cinco Magis trados de es ta mis ma Sala, que s erán los dos más antiguos y los tres más modernos , conocerá del
recurs o de cas ación para la unificación de doctrina cuando la contradicción s e produzca entre s entencias
dictadas en única ins tancia por Secciones dis tintas de dicha Sala.”

A) Al s ervicio del Tribunal Supremo exis tirá un Gabinete Técnico, que as is tirá a la Pres idencia y a s us diferentes
Salas en los proces os de admis ión de los as untos de que conozcan y mediante la elaboración de es tudios e
informes que s e le s oliciten. También pres tará apoyo a las Salas es peciales en el des pacho de as untos que les
es tén atribuidos .

B ) El Gabinete Técnico es tará integrado por un Director y por miembros de la Carrera judicial y otros juris tas
que os tentarán la denominación de Letrados del Gabinete Técnico.

C) los efectos anteriores , en el Gabinete Técnico exis tirán tantas áreas como órdenes juris diccionales . Dentro
de cada área podrá exis tir una s ección de Admis ión y otra s ección de Es tudios e Informes . En la Sala Quinta de
lo Militar podrá haber un Letrado del Gabinete Técnico.

Los Letrados pres tarán s us s ervicios en las diferentes áreas atendiendo a s u es pecialización profes ional.

LA ORGANIZACIÓN JUDICIAL ESPAÑOLA.

1. CONCEPTO DE ÓRGANO JUDICIAL.

La función juris diccional, es decir, la función de juzgar y ejecutar lo juzgado, s e atribuye en Es paña a una s erie de
órganos es tatales que genéricamente reciben el nombre de Tribunales . Es ta denominación s e res erva propiamente
para los órganos colegiados , en los que s u titularidad corres ponde a varios miembros que reciben el nombre de
Magis trados ; denominándos e Juzgados los órganos unipers onales en el que el titular es una s olo pers ona, Juez o
Magis trado.

2. CLASIFICACIÓN DE LOS ÓRGANOS JUDICIALES.

Podemos clas ificar los órganos judiciales exis tentes de acuerdo con los s iguientes criterios :

a. Atendiendo a s u carácter, puede dis tinguirs e entre órganos técnicos , legos y mixtos . Los órganos técnicos es tán
formados por Jueces y Magis trados con conocimientos jurídicos . Cons tituyen la regla general, exigiéndos e el
título de Licenciado en Derecho. Dentro de los órganos mixtos hay que citar al Tribunal de Jurado.

b. Por el orden juris diccional del que conocen. Atendiendo a es te criterio, s on órganos s imples los que conocen de
materias propias de un s olo orden juris diccional (civil, penal, contencios o-adminis trativo o s ocial). Es ta es la
regla general. Como excepción, s on órganos plurales y Salas Civil-Penal de los Tribunales Superiores de Jus ticia
pues to que conocen de los órdenes civil y penal.

c. Por s u función proces al, podemos dis tinguir por un lado, los órganos de ins tancia -primera o única- que s on
aquéllos que res uelven los as untos por primera vez. En determinados cas os , cabe una s egunda ins tancia, es
decir un nuevo enjuiciamiento pleno, ante un órgano s uperior. En otros , no cabe una s egunda ins tancia, s ino un
recurs o extraordinario, ante un órgano también s uperior, pero que actúa con juris dicción limitada, ya que
ordinariamente no puede modificar los hechos declarados probados por el inferior. As í ocurre con el recurs o de
cas ación.

3. ENUMERACIÓN Y ASPECTOS GENERALES DE LOS ÓRGANOS JUDICIALES.

La Ley Orgánica del Poder Judicial de 1 de julio de 1985 establece que la potestad jurisdiccional se
atribuye a los siguientes Juzgados y Tribunales: Juzgados de Paz; Juzgados de Primera Instancia e
Instrucción, de lo Penal, de lo Contencioso-Administrativo, de lo Social, de Menores y de Vigilancia
Penitenciaria; Audiencias Provinciales; Tribunales Superiores de Justicia; Audiencia Nacional y Tribunal
Supremo.

Tanto los Tribunales Superiores de Jus ticia como la Audiencia Nacional y Tribunal Supremo, en realidad s on
organizaciones judiciales que engloban dentro de ellas otros órganos , denominados Salas , que s on las que realmente
ejercen la potes tad juris diccional. En ocas iones es tas Salas s e dividen, a s u vez, en Secciones . También las
Audiencias Provinciales s uelen dividirs e en Secciones .

A continuación expondremos una idea general de cada uno de los Juzgados y Tribunales que integran el organigrama
judicial es pañol.

Juzgados de Paz . En la bas e de la organización judicial, cons tituyen una excepción a la regla
general de justicia técnica puesto que los Jueces de Paz pueden ser nombrados aun no
siendo licenciados en Derecho, siempre que reúnan los requisitos para el ingreso en la
Carrera Judicial. Des de otra pers pectiva s on órganos plurales y de ins tancia ya que conocen por
primera vez de as untos penales (delitos leves ) y civiles s i bien de muy es cas a tras cendencia. Por
último, en cuanto a su demarcación judicial, es de ámbito municipal. Concretamente, existirá
un Juzgado de Paz en todos aquellos municipios donde no haya Juzgado de Primera
Instancia e Instrucción. Donde no haya Juzgado de Paz, el de Primera Instancia e Instrucción
asume sus competencias

Juzgados de Primera Instancia e Instrucción. En cada Partido Judicial habrá uno o más
Juzgados de Primera Instancia e Instrucción, con sede en la capital de aquél y jurisdicción
en todo su territorio. Tomarán su designación del Municipio de su sede.

Cuando van unidos s on órganos mixtos con competencia en el orden civil y penal, s i bien en las
poblaciones más importantes aparecen s eparados , dando lugar a dos tipos de órganos diferentes :
los Juzgados de Primera Ins tancia por un lado y los Juzgados de Ins trucción, por otro. Cuando es to
ocurre, los Juzgados de Primera Ins tancia actúan, como s u nombre indica, como órganos de ins tancia
en materia civil para la generalidad de los juicios que s e s us citan en el ámbito del ordenamiento
jurídico privado (civil/mercantil). Por s u parte, los Juzgados de Ins trucción, cuando s e trata de hechos
tipificados como falta en el Código Penal, s on órganos de ins tancia en algunos cas os y de apelación
res pecto de los Jueces de Paz en los demás . En cuanto a los delitos , tras la s entencia del Tribunal
Cons titucional de 12 de julio de 1988 que prohibió la acumulación en un mis mo órgano de las
funciones de ins trucción y enjuiciamiento, por cuanto afectaba a la imparcialidad del Juez
s entenciador, la primera de las funciones s e atribuye a los Juzgados de Ins trucción, cuya principal
función es la de averiguar las circuns tancias de los hechos que revis ten carácter de delito y as egurar,
en s u cas o, la pers ona y bienes de los pres untamente res pons ables . Cuando el enjuiciamiento
corres ponda al Juzgado Central de lo Penal o a la Audiencia Nacional, la ins trucción s e le atribuye al
Juzgado Central de Ins trucción.

Juzgados de lo Penal. De ámbito provincial tienen competencias en el ámbito penal.


Fundamentalmente les corres ponde el enjuiciamiento de los delitos menos graves . Al Juzgado Central
de lo Penal, con s ede en Madrid y juris dicción en toda Es paña, le corres ponde el enjuiciamiento de
aquellos delitos que por s u naturaleza s e le atribuyen a la Audiencia Nacional pero que por s u pena
es tán dentro de los límites de los atribuidos a los Juzgados de lo Penal.

Juzgados de lo Social. Su ámbito territorial es la provincia, si bien podrán establecerse en


poblaciones distintas de la capital cuando las necesidades del servicio o la proximidad a
determinados núcleos de trabajo lo aconsejen. Excepcionalmente podrán extender su
competencia a dos o más provincias dentro de la misma Comunidad Autónoma. Conocerán en
primera o única ins tancia de los proces os s obre materias propias de es te orden juris diccional que no
es tén atribuidas a otros órganos del mis mo.

Juzgados de lo Contencioso-Administrativo . Son órganos de ins tancia con competencia objetiva


para conocer de los recurs os que s e deduzcan contra actos y dis pos iciones de determinados órganos
adminis trativos . Su demarcación judicial es la Provincia.

Juzgados de Vigilancia Penitenciaria . En cada provincia, y dentro del orden jurisdiccional


penal, habrá uno o varios Juzgados de Vigilancia Penitenciaria, que tendrán funciones
jurisdiccionales previstas en la Ley General Penitenciaria, en materia de ejecución de penas
privativas de libertad, medidas de seguridad, control jurisdiccional de la potestad
disciplinaria de las autoridades administrativas, amparo de los derechos y beneficios de los
internos en los establecimientos penitenciarios y demás que señale la ley.

Juzgados de Menores . Su ámbito territorial es la provincia, aunque es pos ible es tablecerlos con
juris dicción s obre un partido determinado o agrupación de partidos o s obre dos o más provincias de
una Comunidad Autónoma de acuerdo con las exigencias de trabajo. Les corresponde el ejercicio de
las funciones que establezcan las leyes para con los menores que hubieren incurrido en
conductas tipificadas por la ley como delito o falta y aquellas otras que, en relación con los
menores, les atribuyan las leyes.

Audiencias Provinciales . Tendrán su sede en la capital de la provincia, de la que tomarán su


nombre y sobre la que extenderán su jurisdicción, pudiendo crearse Secciones fuera de la
capital de la provincia, a la que quedarán adscritos uno o varios partidos judiciales. Son
órganos mixtos ya que tienen competencias en materia penal y civil. Concretamente, en el ámbito penal
les corres ponde el enjuiciamiento de los delitos más graves . En el ámbito civil fundamentalmente s on
órganos de apelación o s egunda ins tancia res pecto de las res oluciones dictadas por los Juzgados de
Primera Ins tancia.

Audiencia Nacional. Con su sede en Madrid, tiene jurisdicción en toda España. Cons ta de tres
Salas : Sala de lo Penal (de única ins tancia para los delitos más graves previs tos en el artículo 65 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial), Sala de lo Contencios o-adminis trativo (órgano de ins tancia única
aunque también conoce de los recurs os contra las s entencias dictadas por los Juzgados centrales de lo
contencios o-adminis trativo) y Sala de lo Social (órgano de ins tancia única).

Tribunales Superiores de Justicia . Representan la innovación más importante en la


estructura judicial española que es una consecuencia del Estado de las Autonomías, ya que
con ellos , como dice el art. 70 L.O.P.J., culminará la organización judicial en el ámbito territorial de la
Comunidad Autónoma, s in perjuicio de la juris dicción que corres ponde al Tribunal Supremo. Tomará el
nombre de la Comunidad Autónoma y extenderá su jurisdicción al ámbito territorial de ésta
(art. 71 L.O.P.J.), y s egún ha s eñalado el Tribunal Cons titucional, el Tribunal Superior de Jus ticia no es
un órgano de las Comunidades Autónomas , s ino del Es tado (S. 22-junio-1982 ) s iendo s u relación con
aquéllas de carácter territorial, dada la radicación del lugar de s u s ede (S. 14-julio- 1981). Los
Tribunales Superiores de Justicia están integrados por las Salas de lo Civil y Penal, de lo
Contencioso-administrativo y de lo Social (art. 72 L.O.P.J.).

Tribunal Supremo . Nos remitimos a lo res eñado en el punto anterior de es te tema. Como ya s e
expus o tiene s u s ede en Madrid y s e organiza en Salas que s on las que realmente ejercen funciones
juris diccionales , en materias propias de los órdenes juris diccionales a los que hace referencia s u
denominación: Sala Primera: "De lo Civil"; Sala Segunda: "De lo Penal"; Sala Tercera: "De lo
Contencios o-adminis trativo"; Sala Cuarta: "De lo Social"; Sala Quinta: "De lo Militar". La función
principal del Tribunal Supremo es el conocimiento de los recursos de casación y revisión.

D. EL GOBIERNO Y LA ADMINISTRACION. EL PRESIDENTE DEL GO-


BIERNO. EL CONSEJO DE MINISTROS. DESIGNACION, CAUSAS DE
CESE Y RESPONSABILIDAD DEL GOBIERNO.
1. EL GOBIERNO Y LA ADMINISTRACION

La regulación cons titucional del Gobierno y la Adminis tración del Es tado s e encuentra contenida en el Título IV
(artículos 97 a 107), bajo la rúbrica “del Gobierno y de la Adminis tración”.

En cumplimiento del mandato cons titucional contenido en los artículos 97 y 98 CE, s e ha aprobado la ley 50/1997, de
27 de noviembre, del Gobierno.

El artículo 97 de la Cons titución Es pañola, es tablece que “el Gobierno dirige la política interior y exterior, la
Adminis tración civil y militar y la defens a del Es tado. Ejerce la función ejecutiva y la potes tad reglamentaria de acuerdo
con la Cons titución y las Leyes ”.

El ejercicio de s us competencias no es tá s ometido a las indicaciones del Parlamento, aunque s í a s u control.

No es un órgano ejecutor de la voluntad parlamentaria, ni es tá s ubordinado a ella, s ino que s e coloca en pie de
igualdad con el Poder Legis lativo.

Los principios que configuran s u funcionamiento s on tres : el principio de dirección pres idencial, que otorga al
Pres idente del Gobierno la competencia para determinar las directrices políticas que deberá s eguir el Gobierno y cada
uno de los Departamentos ; la colegialidad y cons ecuente res pons abilidad s olidaria de s us miembros , y el principio
departamental que otorga al titular de cada Departamento una amplia autonomía y res pons abilidad en el ámbito de s u
res pectiva ges tión.

De acuerdo con el artículo 98 CE, el Gobierno s e compone del Pres idente, los Vicepres identes en s u cas o, los
Minis tros , y de los demás miembros que es tablezca la ley.
Similar contenido pres enta el artículo 1.2 de la Ley del Gobierno.

De la lectura de es tos dos preceptos puede concluirs e que el Gobierno es un órgano colegiado en el que exis ten dos
componentes fijos (el Pres idente y los Minis tros ) y otra s erie de componentes variables o pos ibles (los
Vicepres identes , y aquellos otros miembros que es tablezca la ley).

Por lo que res pecta a es tos últimos , lo cierto es que la ley no ha optado por aumentar el número de categorías de
miembros del Gobierno. Los Minis tros s in cartera s on precis amente es o, Minis tros , y no una categoría adicional o
nueva de miembros del Gobierno.

Los requis itos para s er miembro del Gobierno s e encuentran detallados en el artículo 11 de la Ley del Gobierno. Se
trata de los s iguientes :

Ser es pañol,

Mayor de edad,

Dis frutar de los derechos de s ufragio activo y pas ivo,

No es tar inhabilitado para el ejercicio de empleo o cargo público por s entencia judicial firme.

Los miembros del Gobierno no podrán ejercer otras funciones repres entativas que las propias del mandato
parlamentario, ni cualquier otra función pública que no derive de s u cargo, ni actividad profes ional o mercantil alguna
(artículo 14 L.G.), s iéndoles de aplicación el régimen de incompatibilidades de los altos cargos de la Adminis tración
General del Es tado (Ley 5/2006, de 10 de abril, de regulación de los conflictos de interes es de los miembros del
Gobierno y de los Altos Cargos de la Adminis tración General del Es tado).
Finalmente, los miembros del Gobierno s e reúnen en Cons ejo de Minis tros y en Comis iones Delegadas del Gobierno.

2. EL PRESIDENTE DEL GOBIERNO

El Presidente del Gobierno: os tenta la jefatura del Gobierno de la nación, dirigiendo la acción de s u equipo y
coordinando las funciones de los demás miembros , s in perjuicio de la competencia y res pons abilidad directa de es tos
en s u ges tión (artículos 98.2 de la Cons titución es pañola y artículo 2 de la Ley del Gobierno.

Funciones:

Repres entar al Gobierno.

Es tablecer el programa político del Gobierno y determinar las directrices de la política interior y exterior
y velar por s u cumplimiento.

Proponer al Rey, previa deliberación del Cons ejo de Minis tros , la dis olución del Congres o, del Senado o
de las Cortes Generales .

Plantear ante el Congres o de los Diputados , previa deliberación del Cons ejo de Minis tros , la cues tión de
confianza.

Proponer al Rey la convocatoria de un referéndum cons ultivo, previa autorización del Congres o de los
Diputados .

Dirigir la política de defens a y ejercer res pecto de las Fuerzas Armadas las funciones previs tas en la
legis lación reguladora de la defens a nacional y de la organización militar.

Convocar, pres idir y fijar el orden del día de las reuniones del Cons ejo de Minis tros .

Refrendar, en s u cas o, los actos del Rey y s ometerle, para s u s anción, las leyes y demás normas con
rango de Ley, de acuerdo con lo es tablecido en los artículos 64 y 91 de la C.E.

Interponer el recurs o de incons titucionalidad.

Crear, modificar y s uprimir, por Real Decreto, los Departamentos Minis teriales , as í como las
Secretarías de Es tado. As imis mo, le corres ponde la aprobación de la es tructura orgánica de la
Pres idencia del Gobierno.
Proponer al Rey el nombramiento y s eparación de los Vicepres identes y de los Minis tros .

Res olver los conflictos de atribuciones que puedan s urgir entre los diferentes Minis terios .

Impartir ins trucciones a los demás miembros del Gobierno.

Ejercer cuantas otras atribuciones le confieren la Cons titución y las leyes .

3. EL CONSEJO DE MINISTROS

Antes de entrar en el Cons ejo de Minis tros propiamente dicho, debemos dis tinguir entre el Vicepres idente y los
Minis tros .

Al Vicepres idente o vicepres identes (ya que puede exis tir Vicepres idente primero o s egundo), cuando
exis tan, (ya que s u exis tencia es potes tativa y no obligatoria) les corres ponderá el ejercicio de las
funciones que les encomiende el Pres idente. El Vicepres idente que as uma la titularidad de un
Departamento Minis terial os tentará, además , la condición de Minis tro (art. 3 L.G.).

En los cas os de vacante, aus encia o enfermedad, as umirán, de acuerdo con el corres pondiente orden
de prelación, las funciones del Pres idente del Gobierno, s iendo as umidas , en defecto de los mis mos ,
por los Minis tros , s egún el orden de precedencia de los Departamentos (art. 13 L.G.).

La s eparación de los Vicepres identes (al igual que la de los Minis tros s in cartera) llevará aparejada la
extinción de es tos órganos .

Los Ministros (artículo 4 L.G) es tablece que, como titulares de s us Departamentos , tienen
competencia y res pons abilidad en la es fera es pecífica de s u actuación.

Funciones :

Des arrollar la acción del Gobierno en el ámbito de s u Departamento, de conformidad con los acuerdos
adoptados en Cons ejo de Minis tros o con las directrices del Pres idente del Gobierno.

Ejercer la potes tad reglamentaria en las materias propias de s u Departamento.

Ejercer cuantas otras competencias les atribuyan las leyes , las normas de organización y
funcionamiento del Gobierno y cuales quiera otras

Refrendar, en s u cas o, los actos del Rey en materia de s u competencia.

Además de los Minis tros titulares de un Departamento, podrán exis tir Minis tros s in cartera, a los que s e les atribuirá
la res pons abilidad de determinadas funciones gubernamentales .

El Consejo de Ministros.

De acuerdo con el artículo 1 de la Ley 50/1997, el Gobierno puede funcionar como Cons ejo de Minis tros o como
Comis iones Delegadas (“los miembros del Gobierno s e reúnen en Cons ejo de Minis tros y en Comis iones Delegadas
del Gobierno”).

El Consejo de Ministros es un órgano colegiado constitucional.

El artículo 18 L.G. es tablece que el Pres idente del Gobierno convoca y pres ide las reuniones del Cons ejo de Minis tros ,
actuando como Secretario el Minis tro de la Pres idencia.

Las reuniones del Cons ejo de Minis tros podrán tener carácter decis orio o deliberante. El orden del día de las
reuniones del Cons ejo de Minis tros s e fijará por el Pres idente del Gobierno.

Le corresponde tomar todas aquellas decisiones del Gobierno que no están reservadas al Presidente, y
aprobar los Decretos que han de ser expedidos por el Rey. Actúa como una ins tancia vertebradora del complejo
de órganos que integran la Adminis tración. Además , s e trata de un órgano de carácter bifronte: por un lado, nos
encontramos ante un órgano político, cuando adopta decis iones de es te tipo; y por otro, ante un órgano
adminis trativo, cuando s us decis iones inciden en el ámbito burocrático adminis trativo. Puede añadirs e también, que el
Consejo de Ministros es un órgano de competencia general.
Atribuciones del Consejo de Ministros

El artículo 97 de la Cons titución Es pañola es tablece dos funciones primordiales del Gobierno: la dirección política
general y la función normativa.

En bas e al artículo 5 de la Ley del Gobierno, con carácter general podemos s eñalar las s iguientes atribuciones del
Cons ejo de Minis tros como órgano colegiado del Gobierno:

1. Aprobar los proyectos de ley y s u remis ión al Congres o de los Diputados o, en s u cas o, el Senado.

2. Aprobar el Proyecto de Ley de Pres upues tos Generales del Es tado.

3. Aprobar los Reales Decretos -Leyes y los Reales Decretos Legis lativos .

4. Acordar la negociación y firma de Tratados internacionales , as í como s u aplicación provis ional.

5. Remitirlos los Tratados internacionales a las Cortes Generales .

6. Declarar los es tados de alarma y de excepción y proponer al Congres o de los Diputados la declaración del
es tado de s itio.

7. Dis poner la emis ión de Deuda Pública o contraer crédito, cuando haya s ido autorizado por una Ley.

8. Aprobar los reglamentos para el des arrollo y la ejecución de las leyes , previo dictamen del Cons ejo de Es tado,
as í como las demás dis pos iciones reglamentarias que procedan.

9. Crear, modificar y s uprimir los órganos directivos de los Departamentos Minis teriales .

10. Adoptar programas , planes y directrices vinculantes para todos los órganos de la Adminis tración General del
Es tado.

11. Ejercer cuantas otras atribuciones le confieran la Cons titución, las leyes y cualquier otra dis pos ición.

As imis mo le corres ponden:

1. Competencias derivadas del ejercicio del poder reglamentario.

2. Es tablecer y s uprimir Comis iones Delegadas del Gobierno.

3. Autorizar trans acciones s obre derechos de la Hacienda.

4. Determinar el límite de la circulación fiduciaria y adoptar cuantas medidas de importancia acons eje la s ituación
económica del país .

5. Res olver los recurs os que s e interpongan ante el Cons ejo de Minis tros .

6. Autorizar la contratación de obras , s ervicios y s uminis tros .

7. A s us reuniones , cuyas deliberaciones s on s ecretas , podrán as is tir los Secretarios de Es tado cuando s ean
convocados .

En cuanto a la iniciativa legis lativa del Gobierno, ejercerá aquélla en los términos de los artículos 87 y 88 de la C.E.,
mediante la elaboración, aprobación y pos terior remis ión de los proyectos de ley al Congres o de los Diputados o, en
s u cas o, al Senado.

Nota.-Qué son las Comisiones Delegadas del Gobierno.- Son las reuniones restringidas de miembros del
Gabinete y que tienen como mis ión principal res olver los problemas de coordinación y des conges tión del Cons ejo de
Minis tros . Se trata por tanto de un órgano de competencia restringida.

El artículo 6 L.G. dis pone que el Cons ejo de Minis tros , a propues ta del Pres idente del Gobierno, acordará, por Real
Decreto, la creación, modificación y s upres ión de las Comis iones Delegadas del Gobierno, as í como la delegación en
és tas de funciones es pecíficas de aquél. La pres idencia de las mis mas corres ponde al Pres idente del Gobierno,
pudiendo delegarla en el Vicepres idente, en cualquiera de los Vicepres identes , de exis tir más de uno, o en un Minis tro,
s egún el orden de precedencia de los Departamentos minis teriales .
El Real Decreto de creación de una Comis ión Delegada deberá es pecificar, en todo cas o:

a. El miembro del Gobierno que as ume la pres idencia de la Comis ión.

b. Los miembros del Gobierno y, en s u cas o, Secretarios de Es tado que la integran.

c. Las funciones que s e atribuyen a la Comis ión.

d. El miembro de la Comis ión al que corres ponde la Secretaría de la mis ma.

Podrán s er convocados a s us reuniones , cuyas deliberaciones también s on s ecretas , los titulares de aquellos órganos
s uperiores y directivos de la Adminis tración General del Es tado que s e es time conveniente.

Actualmente, exis ten las s iguientes Comis iones Delegadas del Gobierno:

a. Comis ión Delegada del Gobierno para Situaciones de Cris is .

b. Comis ión Delegada del Gobierno para As untos Económicos .

c. Comis ión Delegada del Gobierno para Política Autonómica.

Como órganos colegiados del Gobierno, les corres ponde:

a. Examinar las cues tiones de carácter general que tengan relación con varios de los Departamentos Minis teriales
que integren la Comis ión.

b. Es tudiar aquellos as untos que, afectando a varios Minis terios , requieran la elaboración de una propues ta
conjunta previa a s u res olución por el Cons ejo de Minis tros .

c. Res olver los as untos que, afectando a más de un Minis terio, no requieran s er elevados al Cons ejo de Minis tros .

d. Ejercer cualquier otra atribución que les confiera el ordenamiento jurídico o que les delegue el Cons ejo de
Minis tros .

Nota. Órganos de colaboración y apoyo al Gobierno.-

Regulados en los artículos 7 a 10 de la Ley del Gobierno y s on:

Los Secretarios de Es tado.

Son órganos s uperiores de la Adminis tración General del Es tado, directamente res pons ables de la ejecución de la
acción del Gobierno en un s ector de actividad es pecífica de un Departamento o de la Pres idencia del Gobierno. Son
nombrados y s eparados por Real Decreto del Cons ejo de Minis tros , a propues ta del Pres idente del Gobierno o del
miembro del Gobierno a cuyo Departamento pertenezcan (artículo 15 LG.).

Comis ión General de Secretarios de Es tado y Subs ecretarios

Como órgano de es tudio y preparación de los as untos que s e s ometen a la deliberación del Cons ejo de Minis tros , s e
regula la Comis ión General de Secretarios de Es tado y Subs ecretarios , que es tará integrada por los titulares de las
Secretarías de Es tado y por los Subs ecretarios de los dis tintos Departamentos Minis teriales .

La Pres idencia de la Comis ión General de Secretarios de Es tado y Subs ecretarios corres ponde a un Vicepres idente del
Gobierno o, en s u defecto, al Minis tro de la Pres idencia (artículo 8 L.G.). Actualmente, conforme al Real Decreto
554/2004, de 17 de abril, s obre las Vicepres idencias del Gobierno, la pres idencia de es ta Comis ión la os tenta la
Vicepres idencia primera del Gobierno.

Por s u parte, el Real Decreto 1194/2004, de 14 de mayo, atribuye s u s ecretaría al Subs ecretario de la Pres idencia y
s eñala que el Secretario General para la Adminis tración Pública as is tirá a es ta Comis ión cuando s e traten as untos
propios de s u competencia.

Sus reuniones tienen carácter preparatorio de las s es iones del Cons ejo de Minis tros , debiendo examinars e en ellas
todos los as untos que vayan a s ometers e a aprobación de és te (excepto aquéllos que s e determinen por las normas
de funcionamiento de aquél), y s in que en ningún cas o pueda adoptar decis iones o acuerdos por delegación del
Gobierno.

El Secretariado del Gobierno.

Como órgano de apoyo del Cons ejo de Minis tros , de las Comis iones Delegadas del Gobierno y de la Comis ión General
de Secretarios de Es tado y Subs ecretarios , ejercerá las s iguientes funciones :

1. La as is tencia al Minis tro-Secretario del Cons ejo de Minis tros (el Minis tro de la Pres idencia).

2. La remis ión de las convocatorias a los diferentes miembros de los órganos colegiados antes citados .

3. La colaboración con las Secretarías Técnicas de las Comis iones Delegadas del Gobierno.

4. El archivo y cus todia de las convocatorias , órdenes del día y actas de las reuniones .

5. Velar por la correcta y fiel publicación de las dis pos iciones y normas emanadas del Gobierno que deban
ins ertars e en el Boletín Oficial del Es tado.

El Secretariado del Gobierno s e integra en la es tructura orgánica del Minis terio de la Pres idencia.

Los Gabinetes .

Son órganos de apoyo político y técnico del Pres idente del Gobierno, de los Vicepres identes , de los Minis tros y de los
Secretarios de Es tado, realizando s us miembros tareas de confianza y as es oramiento es pecial, s in que en ningún
cas o pueda adoptar actos o res oluciones que corres pondan legalmente a los órganos de la Adminis tración General del
Es tado o de las organizaciones ads critas a ella.

Particularmente les pres tan s u apoyo en el des arrollo de s u labor política, en el cumplimiento de las tareas de
carácter parlamentario y en s us relaciones con las ins tituciones y la organización adminis trativa.

4. DESIGNACION, CAUSAS DE CESE Y RESPONSABILIDAD DEL GOBIERNO

Es tos procedimientos de formación y ces e giran es encialmente en torno a la figura del Pres idente, s iendo el
nombramiento y ces e de és te el elemento definitorio, de que dependen el res to de miembros del Gobierno.

Formación.- De la lectura de la regulación cons titucional del Pres idente del Gobierno s e llega a la conclus ión de que
existen dos formas de nombramiento o designación del mismo: la designación ordinaria , previs ta en el
artículo 99 CE, y la designación extraordinaria, que es consecuencia de la aprobación de una moción de
censura o de la pérdida de una cuestión de confianza (artículos 112, 113 y 114 CE).

Designación ordinaria : El artículo 99 CE s e refiere al procedimiento ordinario de nombramiento del Pres idente del
Gobierno, es to es , la votación de inves tidura:

1. Des pués de cada renovación del Congres o de los Diputados y en los demás s upues tos cons titucionales en que
as í proceda, el Rey (previa cons ulta con los repres entantes des ignados por los grupos políticos con
repres entación parlamentaria y a través del Pres idente del Congres o), propondrá un candidato a la Pres idencia
del Gobierno.

2. El candidato propues to conforme a lo previs to en el apartado anterior expondrá ante el Congres o de los
Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y s olicitará la confianza de la Cámara.

3. Si el Congres o de los Diputados , por el voto de la mayoría abs oluta de s us miembros , otorgare s u confianza a
dicho candidato, el Rey le nombrará Pres idente. De no alcanzars e dicha mayoría, s e s ometerá la mis ma
propues ta a nueva votación cuarenta y ocho horas des pués de la anterior, y la confianza s e entenderá otorgada
s i obtuvies e la mayoría s imple.

4. Si efectuadas las citadas votaciones no s e otorgas e la confianza para la inves tidura, s e tramitarán s uces ivas
propues tas en la forma previs ta en los apartados anteriores .

5. Si trans currido el plazo de dos mes es , a partir de la primera votación de inves tidura, ningún candidato hubiere
obtenido la confianza del Congres o, el Rey dis olverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el
refrendo del Pres idente del Congres o.
En la fas e de cons ulta del Rey, el protagonis mo corres ponde a los repres entantes des ignados por los grupos políticos
con repres entación parlamentaria, y no a los repres entantes de los grupos parlamentarios . Cabe inclus o que es os
repres entantes no os tenten la condición de Diputados o Senadores .

La propues ta debe s er refrendada por el Pres idente del Congres o. Si bien, el Pres idente del Congres o no tiene poder
de decis ión alguno s obre la propues ta del Rey.

El nombramiento del Presidente corresponde al Rey, en tanto que el refrendo corresponde al Presidente
del Congreso. El res to de los miembros del Gobierno s erán nombrados y s eparados por el Rey, a propues ta de s u
Pres idente. En es te cas o, el refrendo corres ponde al Pres idente del Gobierno.

Designación extraordinaria: Por los procedimientos de la cues tión de confianza y la moción de cens ura ( s e
es tudian los mis mos en el tema de las Cortes Generales ).

Cese del Presidente y del Gobierno.

El ces e del Pres idente y, por ende, del Gobierno, s e produce:

Por fallecimiento o por dimis ión aceptada por el Rey.

Por expiración del mandato parlamentario. En efecto, la finalización del mandato del Congres o que
otorgó s u confianza al Pres idente trae cons igo el ces e del mis mo, ya s ea por el agotamiento del
mandato de cuatro años , ya s ea por dis olución anticipada.

Por pérdida de la confianza parlamentaria, que puede tener lugar en dos s upues tos : por el triunfo de
una moción de censura, o por la pérdida de una cuestión de confianza.

El ces e de los demás miembros del Gobierno

También es pos ible el ces e de alguno o algunos de los miembros del Gobierno.

As í, de acuerdo con los artículos 100 CE y 12 LG “los demás miembros del Gobierno s erán nombrados y s eparados
por el Rey, a propues ta de s u Pres idente”.

Por s u parte, la s eparación de los Vicepres identes del Gobierno y de los Minis tros s in cartera llevará aparejada la
extinción de dichos órganos .

El Gobierno ces ante continuará en funciones has ta la toma de pos es ión del nuevo Gobierno.

El Gobierno en funciones facilitará el normal des arrollo del proces o de formación del nuevo Gobierno y el tras pas o de
poderes al mis mo y limitará s u ges tión al des pacho ordinario de los as untos públicos , abs teniéndos e de adoptar,
s alvo cas os de urgencia debidamente acreditados o por razones de interés general cuya acreditación expres a as í lo
jus tifique, cuales quiera otras medidas .

El Pres idente del Gobierno en funciones no podrá:

Proponer al Rey la dis olución de alguna de las Cámaras , o de las Cortes Generales .

Plantear la cues tión de confianza.

Preponer al Rey la convocatoria de un referéndum cons ultivo.

El Gobierno en funciones no podrá:

Aprobar el Proyecto de ley de Pres upues tos Generales del Es tado.

Pres entar proyectos de ley al Congres o de los Diputados o, en s u cas o, al Senado.

RESPONSABILIDAD DEL GOBIERNO

El Gobierno res ponde s olidariamente en s u ges tión política ante el Congres o de los Diputados .

La res pons abilidad criminal del Pres idente y de los demás miembros del Gobierno s erá exigible, en s u cas o, ante la
Sala de los Penal del Tribunal Supremo.

Si la acus ación fuere por traición o por cualquier delito contra la s eguridad del Es tado en el ejercicio de s us funciones ,
s ólo podrá s er planteada por iniciativa de la cuarta parte de los miembros del Congres o, y con la aprobación de la
mayoría abs oluta del mis mo.

Nota.- CONTROL DE LOS ACTOS DEL GOBIERNO.

Son tres los tipos de control s obre el Gobierno de los que puede hablars e:

El control político: des de el momento en que todos los actos y omis iones del Gobierno es tán s ujetos al
control político de las Cortes Generales .

El control juris diccional: por el cual los actos del Gobierno s on impugnables ante la juris dicción
contencios o-adminis trativa con arreglo a la ley reguladora de la mis ma.

Por último, el control cons titucional: pues to que la actuación del Gobierno puede s er igualmente
impugnada ante el Tribunal Cons titucional, en los términos previs tos en la Ley Orgánica reguladora de
tal Ins titución.

Nota.- LAS FUNCIONES DEL GOBIERNO.

Por lo que res pecta a las FUNCIONES DEL GOBIERNO, el artículo 97 CE dis pone que el Gobierno dirige la política
interior y exterior, la Adminis tración civil y militar y la defens a del Es tado. Ejerce la función ejecutiva y la potes tad
reglamentaria, de acuerdo con la Cons titución y las leyes .

Es ta fórmula es reproducida por el artículo 1.1 de la Ley el Gobierno.

Podemos clas ificarlas en:

Funciones políticas o de gobierno,

Funciones legis lativas ,

Funciones ejecutivas .

Funciones políticas y de gobierno:

La función política o de gobierno, hace referencia a las facultades de dirección de la comunidad política que la
Cons titución otorga al Gobierno.

Es to no quiere decir que todos los actos de contenido político es tén, por es te s ólo hecho, exentos de fis calización
juris diccional.

Dentro de la función política des tacan los s iguientes actos concretos :

La orientación y dirección de la comunidad política.

Actos relacionados con la política exterior, corres pondiendo al Gobierno la dirección de la mis ma.

Actos tendentes al logro del equilibrio entre las dis tintas Ins tituciones del Es tado.

Actos relacionados con la dirección de la Defens a nacional (como el mando efectivo de las Fuerzas
Armadas o declarar la guerra y hacer la paz); actos que la Cons titución Es pañola atribuye al Rey, pero
cuyo contenido material corres ponde al Gobierno.

Actos realizados como cons ecuencia de las s ituaciones de anormalidad en la vida cons titucional del
Es tado. As í, de acuerdo con el artículo 5.1 LG corres ponde al Gobierno declarar los es tados de alarma
y excepción y proponer al Congres o de los Diputados la declaración del es tado de s itio.

En relación con las Comunidades Autónomas , corres ponde al Gobierno:

1. Controlar el ejercicio, por parte de las mis mas , de facultades delegadas corres pondientes a materias
de titularidad es tatal.
2. El nombramiento del Delegado del Gobierno en cada una de ellas .

3. La adopción de las medidas neces arias para obligar a las Comunidades Autónomas a cumplir s us
obligaciones cons titucionales y legales .

4. La impugnación ante el Tribunal Cons titucional de dis pos iciones y res oluciones adoptadas por los
órganos de aquéllas .

Funciones legis lativas :

Le corres ponde al Gobierno la iniciativa legis lativa, la potes tad reglamentaria y la facultad de dictar dis pos iciones con
rango de ley.

Función ejecutiva:

El Gobierno es el res pons able de que es ta tarea ejecutiva s ea eficazmente des empeñada por la Adminis tración, que
es precis amente el ins trumento que permite al Gobierno des arrollar es ta labor. Por es te motivo es el Gobierno el que
dirige, controla y orienta directamente la actuación de aquélla y cuenta con todas las facultades neces arias para
cons eguir la aplicación de las leyes .

E. LA ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL ESTADO: LAS COMUNIDA-


DES AUTONOMAS: CONSTITUCION Y DISTRIBUCIÓN DE COMPE-
TENCIAS ENTRE EL ESTADO Y LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS. LA
ADMINISTRACION LOCAL: ENTIDADES QUE LA INTEGRAN. LA
PROVINCIA, EL MUNICIPIO Y LA ISLA.
1. LA ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL ESTADO: LAS COMUNIDADES AUTONOMAS:
CONSTITUCION Y DISTRIBUCIÓN DE COMPETENCIAS ENTRE EL ESTADO Y LAS
COMUNIDADES AUTÓNOMAS.

La regulación cons titucional de la organización territorial del Es tado s e regula en el Título VIII, artículos 137 a 158,
ambos incluidos .

El artículo 137 establece que el Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las
Comunidades Autónomas que se constituyan. Señala as imis mo que todas es tas entidades gozan de autonomía
para la ges tión de s us res pectivos interes es .

En relación con la autonomía, hemos de es tablecer también el principio general derivado del artículo 2 de la
Cons titución. Es te artículo es tablece que:

“ La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e


indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las
nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”.

El Título VIII de la Cons titución es tablece además los principios bás icos de la organización territorial reiterando en s u
artículo 138 el principio de s olidaridad y lo matiza en relación con los ciudadanos , en s u artículo 139 al es tablecer el
principio de igualdad en materia de derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio.

Hemos de entender que las diferencias entre las Comunidades Autónomas y los Municipios y las Provincias , a pes ar
de es tar enunciados todos ellos como s ujetos de la autonomía s on profundamente divergentes . A modo de resumen
diremos que:

Las Comunidades Autónomas tienen personalidad jurídica propia independiente del Estado siendo
auténticas entidades de derecho público y no simples órganos del estado o de su administración.

Ello s e concreta en:

Autonomía política. Pueden as umir y ejecutar decis iones políticas propias y diferentes a las del
Es tado. Es una autonomía s uperior a la de las entidades provinciales y municipales , va más allá de una
autonomía meramente adminis trativa, con potes tades legis lativas y de gobierno.

Autonomía normativa. Tienen potes tad normativa, es decir capacidad legis lativa.

Autonomía institucional y de gobierno. Tienen competencias para configurar y es tructuras de


ordenación ins titucional y de gobierno.

Autonomía administrativa . Además de aprobar s us propias normas de ordenación normativa s obre


materias de s u competencia, es tán habilitadas para proceder a s u ejecución.

Autonomía financiera. Gozan de es ta autonomía para s atis facer s us competencias , as ignándoles la


cons titución los recurs os neces arios para la ges tión de s us interes es , en coordinación con la hacienda
es tatal y con la aplicación del principio de s olidaridad con el res to de los es pañoles .

Los municipios y provincias también tienen autonomía para la satisfacción de sus fines, pero diferencia
de las comunidades autónomas tan sólo se trata de autonomía administrativa y financiera.

El estado autonómico se caracteriza en nuestro Derecho por una serie de principios.

Como hemos s eñalado, el artículo 2 de la Cons titución es tablece los principios de unidad, autonomía y s olidaridad.
Otros han s ido formulados por la doctrina en la juris prudencia del Tribunal Cons titucional. Des tacamos los s iguientes :

Principio de constitucionalidad

La Cons titución, artículo 9.1, es tablece que “los ciudadanos y los poderes públicos es tán s ujetos a la Cons titución y al
ordenamiento jurídico”.

Las autonomías por tanto también es tán s ujetas a la Cons titución. Sus normas que res petar el principio de jerarquía
normativa debido a la cons titución, las relaciones entre Es tado y las comunidades autónomas también deben
s ometers e a la ordenación de la cons titución, quedando derogadas todas aquellas dis pos iciones que s e opongan a
ella. De es te modo, como veremos , cuando una comunidad autónoma incumpla las obligaciones que la Cons titución y
otras normas les impongan, el gobierno podrá acordar las medidas neces arias para el cumplimiento forzos o de
dichas obligaciones o para la protección del interés general.

Principio de unidad

Es el principio más bás ico de los que informan el es tado autonómico. Nues tro cons tituyente enunció una única
s oberanía, la indis oluble unidad de la Nación, que s e atribuye s ólo al pueblo es pañol.

Principio de autonomía

La autonomía s upone la atribución de una s erie de competencias a favor de ciertos entes , con carácter general, para
la ges tión de s us res pectivos interes es .

El Tribunal Cons titucional reitera que “la autonomía es una potes tad dentro del Es tado, de naturaleza política y no
s implemente adminis trativa, pero diferente a la noción de s oberanía”.

Principio de solidaridad

Se articula entre las dis tintas nacionalidades y regiones , as í como entre és tas y la Nación es pañola.

El principio de s olidaridad va unido al de unidad y de autonomía. Es un factor de equilibrio entre las nacionalidades y
regiones y la unidad de la nación es pañola y tiene por finalidad evitar los des equilibrios en el des arrollo autonómico.

Principio de igualdad

Recogido en el artículo 1.1 y 14 de la Cons titución y reiterado por la juris prudencia del Tribunal Cons titucional, es uno
de los principios es enciales de nues tro s is tema autonómico.

Se traduce en:

Igualdad jurídica bás ica de los ciudadanos

Igualdad jurídica bás ica de las Comunidades Autónomas


Principio de cooperación

A diferencia del principio de s olidaridad con el que s e halla íntimamente relacionado, el de cooperación no s e
menciona expres amente en la Cons titución, ni s e recoge tampoco de forma unánime por toda la doctrina. El Tribunal
Cons titucional argumenta que s e encuentra implícito en la mis ma es encia de la organización territorial del Es tado.

Principio de no federabilidad

El artículo 145.1 de la Cons titución es tablece que “en ningún cas o s e admitirá la federación de Comunidades
Autónomas ”.

Si s e permite lógicamente la potes tad de s us cribir convenios entre ellas . Pueden s er de dos tipos :

Los convenios para la ges tión y pres tación de s ervicios propios de las comunidades autónomas , que
deben s er comunicados a las Cortes Generales .

Los convenios es pecíficos de cooperación, más relevantes , que imponen una previa autorización de las
Cortes .

Principios predicables de las Comunidades Autónomas

Las comunidades autónomas s on corporaciones públicas de bas e territorial y de naturaleza política

Tienen pers onalidad jurídica propia

Son entidades territoriales que gozan de autonomía política mayor que la que gozan los municipios y
provincias

Gozan de potes tad legis lativa y ejecutiva

Son órganos cons titucionales

PROCESO DE CREACIÓN

Características del proceso autonómico

Los caracteres del proceso autonómico son:

a. Proces o general y voluntario: tiene naturaleza general porque la cons titución en s u artículo 143. 1 de la
Cons titución, as igna a todas las provincias con caracterís ticas his tóricas , culturales y económicas comunes , los
territorios ins ulares y las provincias con entidad regional his tórica, s u pos ible configuración en comunidades
autónomas .

El carácter voluntario viene dado porque a la cons titución entiende la autonomía no como una obligación
s ino por el contrario, como un auténtico derecho dejándolo a la dis ponibilidad de los s ujetos implicados .

b. Proces o unánime: el carácter voluntario no ha provocado diferencias ya que todas las regiones han optado por
as umir la autonomía política máxima previs ta cons titucionalmente.

c. Proces o no uniforme: como cons ecuencia del principio de voluntariedad, exis ten varios modos de acces o a la
autonomía

d. Proces o periódico: s e ha cons truido de una manera gradual.

e. Proces o flexible: las competencias as umidas por las comunidades autónomas no conforman una lis ta cerrada

Territorios habilitados

Los territorios que pudieron ejercer el derecho a cons tituirs e en Comunidades Autónomas s e es tablecen en el artículo
143 de la Cons titución. De es te modo pudo s er ejercitado por:

Las provincias limítrofes con caracterís ticas his tóricas , culturales y económicas comunes

Los territorios ins ulares

Las provincias con entidad regional his tórica


Además s e es tablece, en el artículo 144, la pos ibilidad de que territorios que no cuenten con ninguna de es as
caracterís ticas ( como es el cas o de Madrid) s e cons tituyan en Comunidades Autónomas previa autorización de las
Cortes Generales :

Las Cortes Generales , mediante ley orgánica, podrán, por motivos de interés nacional:

Autorizar la cons titución de una comunidad autónoma cuando s u ámbito territorial no s upere el de una
provincia y no reúna las condiciones del apartado 1 del Art. 143.

Autorizar o acordar, en s u cas o, un Es tatuto de autonomía para territorios que no es tén integrados en
la organización provincial.

Vías de acceso a la autonomía

La Constitución establece dos vías de acceso denominadas:

Vía común o lenta

Vía especial o rápida

La cons ecuencia final de la opción ejercida por los territorios , es decir, las cons ecuencias de optar por una u otra vía,
s e traducen en el nivel de competencias que pudieron alcanzar las recién cons tituidas Comunidades Autónomas . Si la
vía de acces o era la vía rápida la Comunidad podía acceder a las competencias es tablecidas en el artículo 148 de la
Cons titución y también a competencias es tablecidas en el artículo 149. Si por el contrario la opción s e ejercía s obre la
vía lenta, las competencias adoptadas del artículo 148, s olo podrían ampliars e una vez hubieran trans currido cinco
años y previa reforma del Es tatuto de Autonomía.

a) Vía Común o general

En es te cas o la iniciativa del proces o autonómico corres ponde a todas las Diputaciones interes adas o al órgano
interins ular corres pondiente y a las dos terceras partes de los municipios cuya población repres ente, al menos , la
mayoría del cens o electoral de cada provincia o is la.

Es tos requis itos deberían s er cumplidos en el plazo de s eis mes es des de el primer acuerdo adoptado al res pecto por
alguna de las Corporaciones locales interes adas .

La iniciativa, en cas o de no pros perar, s olamente podría reiterars e pas ados cinco años .

La Dis pos ición trans itoria 1ª de la Cons titución permitía que en los territorios dotados de un régimen provis ional de
autonomía, s us órganos colegiados s uperiores , mediante acuerdo adoptado por la mayoría abs oluta de s us
miembros , s us tituyeran la iniciativa de las Diputaciones Provinciales o a los órganos interins ulares corres pondientes .

En el cas o de Navarra, la iniciativa corres pondía al órgano Foral competente, el cual adoptaría s u decis ión por mayoría
de los miembros que lo componían. Para la validez de dicha iniciativa era precis o, además , que la decis ión del órgano
Foral competente fuera ratificada por referéndum expres amente convocado al efecto, y aprobado por mayoría de los
votos válidos emitidos .

Por último, y en relación con Ceuta y Melilla, la Dis pos ición Trans itoria 5ª de la Cons titución es tableció que podrían
cons tituirs e en Comunidades Autónomas s i as í lo decidían s us res pectivos Ayuntamientos , mediante acuerdo
adoptado por la mayoría abs oluta de miembros y as í lo autorizaban las Cortes Generales , mediante una ley orgánica.

Una vez ejercida la iniciativa, el s iguiente pas o era la elaboración de un proyecto de Es tatuto de Autonomía. En es te
punto, es tablece el artículo 146 que “el proyecto de Es tatuto s erá elaborado por una as amblea compues ta por los
miembros de la Diputación u órgano interins ular de las provincias afectadas y por los Diputados y Senadores elegidos
en ellas y s erá elevado a las Cortes Generales para s u tramitación como ley”.

Por tanto, tras la aprobación del proyecto de Es tatuto, debía remitirs e és te a las Cortes Generales para s u aprobación
como ley orgánica, con lo que quedaba completado el proces o.

b) Vía especial

En es te cas o la iniciativa aparece recogida en el artículo 151 de la Cons titución en los s iguientes términos .
La iniciativa del proces o autonómico debe s er adoptada, además de por las Diputaciones o los órganos interins ulares
corres pondientes , por las tres cuartas partes de los Municipios de cada una de las provincias afectadas que
repres enten, al menos , la mayoría del cens o electoral de cada una de ellas y dicha iniciativa s ea ratificada mediante
referéndum por el voto afirmativo de la mayoría abs oluta de los electores de cada provincia en los términos que
es tablezca una ley orgánica.

El procedimiento para la elaboración del Es tatuto s erá el s iguiente:

El Gobierno convocará a todos los Diputados y Senadores elegidos en las circuns cripciones
comprendidas en el ámbito territorial que pretenda acceder al autogobierno, para que s e cons tituyan en
As amblea, a los s olos efectos de elaborar el corres pondiente proyecto de Es tatuto de autonomía,
mediante el acuerdo de la mayoría abs oluta de s us miembros .

Aprobado el proyecto de Es tatuto por la As amblea de Parlamentarios , s e remitirá a la Comis ión


Cons titucional del Congres o, la cual, dentro del plazo de dos mes es , lo examinará con el concurs o y
as is tencia de una delegación de la As amblea proponente para determinar de común acuerdo s u
formulación definitiva.

Si s e alcanzare dicho acuerdo, el texto res ultante s erá s ometido a referéndum del cuerpo electoral de
las provincias comprendidas en el ámbito territorial del proyectado Es tatuto.

Si el proyecto de Es tatuto es aprobado en cada provincia por la mayoría de los votos válidamente
emitidos , s erá elevado a las Cortes Generales . Los Plenos de ambas Cámaras decidirán s obre el texto
mediante un voto de ratificación. Aprobado el Es tatuto, el Rey lo s ancionará y lo promulgará como ley.

De no alcanzars e el acuerdo a que s e refiere el apartado 2.º de es te número, el proyecto de Es tatuto


s erá tramitado como proyecto de ley ante las Cortes Generales . El texto aprobado por és tas s erá
s ometido a referéndum del cuerpo electoral de las provincias comprendidas en el ámbito territorial del
proyectado Es tatuto. En cas o de s er aprobado por la mayoría de los votos válidamente emitidos en
cada provincia, procederá s u promulgación en los términos del párrafo anterior.

Distribución de competencias

Las Comunidades Autónomas podrán as umir competencias en las s iguientes materias :

1. Organización de s us ins tituciones de autogobierno.

2. Las alteraciones de los términos municipales comprendidos en s u territorio y, en general, las funciones que
corres pondan a la Adminis tración del Es tado s obre las Corporaciones locales y cuya trans ferencia autorice la
legis lación s obre Régimen Local.

3. Ordenación del territorio, urbanis mo y vivienda.

4. Las obras públicas de interés de la Comunidad Autónoma en s u propio territorio.

5. Los ferrocarriles y carreteras cuyo itinerario s e des arrolle íntegramente en el territorio de la Comunidad
Autónoma y, en los mis mos términos , el trans porte des arrollado por es tos medios o por cable.

6. Los puertos de refugio, los puertos y aeropuertos deportivos y, en general, los que no des arrollen actividades
comerciales .

7. La agricultura y ganadería, de acuerdo con la ordenación general de la economía.

8. Los montes y aprovechamientos fores tales .

9. La ges tión en materia de protección del medio ambiente.

10. Los proyectos , cons trucción y explotación de los aprovechamientos hidráulicos , canales y regadíos de interés de
la Comunidad Autónoma; las aguas minerales y termales .

11. La pes ca en aguas interiores , el maris queo y la acuicultura, la caza y la pes ca fluvial.

12. Ferias interiores .


13. El fenómeno de des arrollo económico de la Comunidad Autónoma dentro de los objetivos marcados por la
política económica nacional.

14. La artes anía.

15. Mus eos , bibliotecas y cons ervatorios de mús ica de interés para la Comunidad Autónoma.

16. Patrimonio monumental de interés de la Comunidad Autónoma.

17. El fomento de la cultura, de la inves tigación y, en s u cas o, de la ens eñanza de la lengua de la Comunidad
Autónoma.

18. Promoción y ordenación del turis mo en s u ámbito territorial.

19. Promoción del deporte y de la adecuada utilización del ocio.

20. As is tencia s ocial.

21. Sanidad e higiene.

22. La vigilancia y protección de s us edificios e ins talaciones . La coordinación y demás facultades en relación con las
policías locales en los términos que es tablezca una ley orgánica.

El Es tado tiene competencia exclus iva s obre las s iguientes materias :

1. La regulación de las condiciones bás icas que garanticen la igualdad de todos los es pañoles en el ejercicio de los
derechos y en el cumplimiento de los deberes cons titucionales .

2. Nacionalidad, inmigración, emigración, extranjería y derecho de as ilo.

3. Relaciones internacionales .

4. Defens a y Fuerzas Armadas .

5. Adminis tración de Jus ticia.

6. Legis lación mercantil, penal y penitenciaria; legis lación proces al, s in perjuicio de las neces arias es pecialidades
que en es te orden s e deriven de las particularidades del derecho s us tantivo de las Comunidades Autónomas .

7. Legis lación laboral; s in perjuicio de s u ejecución por los órganos de las Comunidades Autónomas .

8. Legis lación civil, s in perjuicio de la cons ervación, modificación y des arrollo por las Comunidades Autónomas de
los derechos civiles , forales o es peciales , allí donde exis tan. En todo cas o, las reglas relativas a la aplicación y
eficacia de las normas jurídicas , relaciones jurídico-civiles relativas a las formas de matrimonio, ordenación de
los regis tros e ins trumentos públicos , bas es de las obligaciones contractuales , normas para res olver los
conflictos de leyes y determinación de las fuentes del derecho, con res peto, en es te último cas o, a las normas
de derecho foral o es pecial.

9. Legis lación s obre propiedad intelectual e indus trial.

10. Régimen aduanero y arancelario; comercio exterior.

11. Sis tema monetario: divis as , cambio y convertibilidad; bas es de la ordenación de crédito, banca y s eguros .

12. Legis lación s obre pes as y medidas , determinación de la hora oficial.

13. Bas es y coordinación de la planificación general de la actividad económica.

14. Hacienda general y Deuda del Es tado.

15. Fomento y coordinación general de la inves tigación científica y técnica.

16. Sanidad exterior. Bas es y coordinación general de la s anidad. Legis lación s obre productos farmacéuticos .
17. Legis lación bás ica y régimen económico de la Seguridad Social, s in perjuicio de la ejecución de s us s ervicios por
las Comunidades Autónomas .

18. Las bas es de régimen jurídico de las Adminis traciones públicas y del régimen es tatutario de s us funcionarios
que, en todo cas o, garantizarán a los adminis trados un tratamiento común ante ellas ; el procedimiento
adminis trativo común, s in perjuicio de las es pecialidades derivadas de la organización propia de las
Comunidades Autónomas ; legis lación s obre expropiación forzos a; legis lación bás ica s obre contratos y
conces iones adminis trativas y el s is tema de res pons abilidad de todas las Adminis traciones públicas .

19. Pes ca marítima, s in perjuicio de las competencias que en la ordenación del s ector s e atribuyan a las
Comunidades Autónomas .

20. Marina mercante y abanderamiento de buques ; iluminación de cos tas y s eñales marítimas ; puertos de interés
general; aeropuertos de interés general; control del es pacio aéreo, tráns ito y trans porte aéreo, s ervicio
meteorológico y matriculación de aeronaves .

21. Ferrocarriles y trans portes terres tres que trans curran por el territorio de más de una Comunidad Autónoma;
régimen general de comunicaciones ; tráfico y circulación de vehículos de motor; correos y telecomunicaciones ;
cables aéreos , s ubmarinos y radiocomunicación.

22. La legis lación, ordenación y conces ión de recurs os y aprovechamientos hidráulicos cuando las aguas dis curran
por más de una Comunidad Autónoma, y la autorización de ins talaciones eléctricas cuando s u aprovechamiento
afecte a otra Comunidad o el trans porte de energía s alga de s u ámbito territorial.

23. Legis lación bás ica s obre protección del medio ambiente, s in perjuicio de las facultades de las Comunidades
Autónomas de es tablecer normas adicionales de protección. La legis lación bás ica s obre montes ,
aprovechamientos fores tales y vías pecuarias .

24. Obras públicas de interés general o cuya realización afecte a más de una Comunidad Autónoma.

25. Bas es de régimen minero y energético.

26. Régimen de producción, comercio, tenencia y us o de armas y explos ivos .

27. Normas bás icas del régimen de prens a, radio y televis ión y, en general, de todos los medios de comunicación
s ocial, s in perjuicio de las facultades que en s u des arrollo y ejecución corres pondan a las Comunidades
Autónomas .

28. Defens a del patrimonio cultural, artís tico y monumental es pañol contra la exportación y la expoliación; mus eos ,
bibliotecas y archivos de titularidad es tatal, s in perjuicio de s u ges tión por parte de las Comunidades
Autónomas .

29. Seguridad pública, s in perjuicio de la pos ibilidad de creación de policías por las Comunidades Autónomas en la
forma que s e es tablezca en los res pectivos Es tatutos en el marco de lo que dis ponga una ley orgánica.

30. Regulación de las condiciones de obtención, expedición y homologación de títulos académicos y profes ionales y
normas bás icas para el des arrollo del artículo 27 de la Cons titución, a fin de garantizar el cumplimiento de las
obligaciones de los poderes públicos en es ta materia.

31. Es tadís tica para fines es tatales .

32. Autorización para la convocatoria de cons ultas populares por vía de referéndum.

Sin perjuicio de las competencias que podrán as umir las Comunidades Autónomas , el Es tado cons iderará el s ervicio
de la cultura como deber y atribución es encial y facilitará la comunicación cultural entre las Comunidades Autónomas ,
de acuerdo con ellas .

Las materias no atribuidas expresamente al Estado por la Constitución podrán corresponder a las
Comunidades Autónomas, en virtud de sus respectivos Estatutos. La competencia sobre las materias que
no se hayan asumido por los Estatutos de Autonomía corresponderá al Estado, cuyas normas
prevalecerán, en caso de conflicto, sobre las de las Comunidades Autónomas en todo lo que no esté
atribuido a la exclusiva competencia de éstas. El derecho estatal será, en todo caso, supletorio del
derecho de las Comunidades Autónomas.

Las Cortes Generales , en materias de competencia es tatal, podrán atribuir a todas o a alguna de las Comunidades
Autónomas la facultad de dictar, para s í mis mas , normas legis lativas en el marco de los principios , bas es y
directrices fijados por la ley es tatal. Sin perjuicio de la competencia de los Tribunales , en cada ley marco s e
es tablecerá la modalidad del control de las Cortes Generales s obre es tas normas legis lativas de las Comunidades
Autónomas .

El Es tado podrá trans ferir o delegar en las Comunidades Autónomas , mediante ley orgánica, facultades
corres pondientes a materia de titularidad es tatal que por s u propia naturaleza s ean s us ceptibles de trans ferencia o
delegación. La ley preverá en cada cas o la corres pondiente trans ferencia de medios financieros , as í como las formas
de control que s e res erve el Es tado.

El Es tado podrá dictar leyes que es tablezcan los principios neces arios para armonizar las dis pos iciones normativas de
las Comunidades Autónomas , aun en el cas o de materias atribuidas a la competencia de és tas , cuando as í lo exija el
interés general. Corres ponde a las Cortes Generales , por mayoría abs oluta de cada Cámara, la apreciación de es ta
neces idad.

ORGANIZACIÓN BÁSICA DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS

La Cons titución es tablece, en relación con la organización bás ica de la Comunidades Autónomas , en el artículo 152,1
tres clas es de órganos :

Asamblea legislativa, elegida por s ufragio univers al, con arreglo a un s is tema de repres entación
proporcional, y con funciones legis lativas y de control.

Consejo de Gobierno, con funciones ejecutivas y adminis trativas .

Presidente del Consejo, elegido por la As amblea de entre s us miembros , a quien incumbe la
dirección del Cons ejo de Gobierno, la repres entación máxima de la comunidad autónoma y la ordinaria
del Es tado en ella.

Aunque en principio es ta organización es tablece para aquellas comunidades de régimen es pecial, ha terminado
imponiéndos e en todas y cada una de nues tras comunidades autónomas , con independencia de s i es tamos ante
comunidades que han accedido a la autonomía por la vía es pecial o por la del artículo 143.

LA ASAMBLEA LEGISLATIVA

Todas las comunidades autónomas gozan de potes tad legis lativa y de una As amblea al margen de cómo hayan
accedido a dicha autonomía, s alvo los cas os peculiares de Ceuta y Melilla.

El artículo 152.1 de la Cons titución s eñala una “As amblea Legis lativa” es decir un parlamento autonómico unicameral.
Es te modelo ha s ido adoptado por todas las comunidades autónomas .

La as amblea legis lativa s e denomina de diferentes maneras en los res pectivos es tatutos autonomía. As í reciben la
denominación de “Cortes ” en Aragón, Cas tilla la Mancha, Cas tilla León, Navarra y comunidad valenciana. Se denomina
“Parlamento” en Cataluña, País Vas co, Andalucía, Galicia, Baleares y Canarias . En As turias recibe el nombre de “Junta
general”. En La Rioja s e denomina “Diputación general” y por último s e denomina “As amblea” en Cantabria,
Extremadura, Madrid, Murcia, Ceuta y Melilla.

Características comunes

a. El s ufragio para la elección de s us miembros es univers al. La circuns cripción electoral es la provincial, en
aquellas comunidades que s ean uniprovinciales . El s is tema electoral vigente en todas ellas es el s is tema D
´Hondt.

b. Al igual que en el Congres o de los Diputados , s e ha es tablecido en los es tatutos una barrera legal, aunque varía
s u porcentaje. Murcia en la comunidad valenciana requieren 15%, mientras que en Canarias , s e exige un 3% de
los votos válidos o un 20% de los votos en cada una de s us is las .

c. Es una competencia del Pres idente de la comunidad autónoma. Des de 1991 s e celebran el último domingo de
mayo cada cuatro años , pero Cataluña, País Vas co, Andalucía y Galicia tienen regulaciones es peciales .
d. Los es caños s e dis tribuyen s egún las poblaciones res pectivas en s us circuns cripciones electorales . En el País
Vas co s us territorios dis frutan de un mis mo número de diputados con independencia de s u población.

e. Autonomía reglamentaria.

f. Mandato parlamentario de los diputados autonómicos es de cuatro años .

g. Periodos de s es iones de s eptiembre a diciembre y de febrero a junio.

h. Los parlamentarios autonómicos dis frutan del denominado fuero es pecial, donde no cabe la detención s alvo en
los cas os de flagrante delito; el goce de una as ignación económica que puede s er una cantidad fija y dietas y de
inviolabilidad por las opiniones manifes tadas en el ejercicio de s us funciones . Sin embargo no gozan de
inmunidad.

i. Las funciones de las as ambleas parlamentarias autonómicas s on s emejantes a las de las cortes generales y
podemos diferenciar las s iguientes :

Función pres upues taria

Función legis lativa

Función de control del Ejecutivo autonómico

Función de elección del Gobierno y del Pres idente del Ejecutivo autonómico

Función de participación en la reforma de la Cons titución

Función de participación en el control de cons titucionalidad de la ley y s í dis pos iciones normativas con
fuerza de ley

Función de participación en la compos ición del Senado

ÓRGANOS EJECUTIVOS.

Como indicábamos , el artículo 152.1 de la Cons titución s eñala que la organización ins titucional bás ica s erá un cons ejo
de gobierno con funciones ejecutivas , adminis trativas , y un pres idente, elegido por la as amblea de entre s us
miembros y nombrado por el Rey, al que corres ponde la dirección del cons ejo de gobierno, la s uprema repres entación
de la res pectiva comunidad autónoma y la ordinaria del Es tado en aquélla. El Pres idente y los miembros del cons ejo
de gobierno s erán políticamente res pons ables ante la As amblea.

El Presidente

El pres idente es el órgano más relevante del ejecutivo autonómico.

Será elegido por la As amblea de entre s us miembros , s iendo nombrado por el Rey, pudiendo res altar las s iguientes
fas es :

a. Propues ta del candidato.

b. Pres entación del programa de gobierno. Defens a y debate ante la As amblea.

c. Votación del candidato. Se requiere la obtención en primera votación, de la mayoría abs oluta y en s egunda
bas tará con la mayoría s imple. Si no s e logras e la inves tidura de un candidato en el plazo máximo de dos mes es
s e procederá a la dis olución del Parlamento Autonómico y a la corres pondiente convocatoria de elecciones
políticas .

d. Nombramiento del candidato por el Rey debidamente refrendado.

Le corres ponde la dirección del Cons ejo de Gobierno, la s uprema repres entación de la res pectiva Comunidad y la
ordinaria del Es tado en aquella.

El Consejo de Gobierno

Las funciones que des empeña el cons ejo de gobierno s on plurales pudiéndos e clas ificar en dos grupos :
Funciones recogidas en la propia cons titución

Funciones recogidas en s us res pectivos es tatutos de autonomía y leyes de gobierno.

Los es tatutos de autonomía reglamentan la res pons abilidad civil y penal de los miembros del cons ejo
de gobierno que s e ins trumenta ante el Tribunal Superior de Jus ticia de cada Comunidad Autónoma.

En cuanto al control político y mecanis mos de exigencia de res pons abilidad política todos los
reglamentos parlamentarios de las Comunidades Autónomas pormenorizan los mecanis mos por los
que s e encauza el control del ejecutivo: preguntas , interpelaciones , comis iones inves tigación, al igual
que en el s is tema es tablecido en las Cortes Generales con res pecto al control del Gobierno es tatal.

Los ins trumentos utilizados s on los clás icos de cues tión de confianza y moción de cens ura.

1. Cues tión de confianza. Su legitimación s e atribuye al pres idente del cons ejo de gobierno. Su objeto no es el
mis mo en todas las comunidades . Su tramitación parlamentaria recoge varias fas es .
2. Moción de cens ura. Cons ta de divers as fas es : la pres entación de un candidato alternativo, el res paldo de un
número mínimo de parlamentarios autonómicos , un periodo de enfriamiento des de s u debate y votación, el
res paldo de la mayoría abs oluta de los miembros de la Cámara.

Breve referencia al EL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA

Las Comunidades Autónomas no gozan de un poder judicial autónomo y diferenciado. El poder judicial es un atributo
exclus ivo del Es tado, que s e extiende a todo s u territorio.

La organización judicial autonómica cos ta del Tribunal Superior de Jus ticia de la Comunidad Autónoma.

Sus caracterís ticas las res umimos del s iguiente modo:

Se es tructura en tres s alas : de lo civil y penal, de lo contencios o-adminis trativo y de lo s ocial.

Sus competencias es tán delimitadas en el artículo 152.1 de la Cons titución, s iendo las más
s obres alientes del conocimiento de los recurs os de cas ación, revis ión y actos extraordinarios de
s upues tos de derecho común en el ámbito de la comunidad.

En cuanto a s u compos ición, tendrá un pres idente y tendrá la cons ideración de magis trado del Tribunal
Supremo mientras des empeña s u cargo.

Cons tará además de los Pres identes de Sala y de los Magis trados que determine la ley para cada una
de las s alas y en s u cas o de las acciones que puedan crears e dentro de ellas .

2. LA ADMINISTRACION LOCAL: ENTIDADES QUE LA INTEGRAN.

Dentro del conjunto de Entes Públicos que integran la es tructura del Es tado, las Entidades Locales cons tituyen el
es calón territorial inferior, por debajo de la Adminis tración del Es tado y de las Comunidades Autónomas .

El Es tado es pañol s e organiza territorialmente en municipios , provincias y Comunidades Autónomas .

Los Entes Locales s e clas ifican entidades locales bás icas cuya exis tencia es obligatoria s egún la Cons titución y que en
buena lógica no pueden s er s uprimidas , s on los municipios y las provincias e is las y, otras entidades locales cuya
exis tencia es potes tativa y podrán crears e libremente por virtud de la legis lación de las Comunidades Autónomas s on
las entidades de ámbito territorial inferior al municipio (cas eríos , pedanías , barrios , aldeas ..), las comarcas y otras
entidades que agrupan varios municipios , las áreas metropolitanas (agrupan a municipios que s ufren grandes
aglomeraciones urbanas ) y las mancomunidades de municipios (as ociaciones de municipios para pres tar s ervicios en
común)

En resumen, la Administración local es el sector de la Administración Pública integrada por entidades


políticas menores, de carácter territorial. Entre ellas, cabe distinguir:

Entidades obligatorias de carácter básico: municipios, islas y provincias.

Otras entidades locales, que pueden dividirse a su vez en:

Supramunicipales, como por ejemplo áreas metropolitanas, comarcas, agrupaciones de


municipios, etc.

Inframunicipales, como por ejemplo aldeas, barrios, parroquias, urbanizaciones, etc.

La Adminis tración local s e caracteriza por tres PRINCIPIOS GENERALES:

1. Autonomía.

2. Elección democrática de sus miembros.

3. Suficiencia financiera.

3. LA PROVINCIA, EL MUNICIPIO Y LA ISLA.

LA PROVINCIA

Entidad Local con personalidad jurídica propia, constituida por una agrupación de municipios. Es también
una división territorial para el cumplimiento de los fines del Estado.

Sus tres elementos s on el territorio, la población y la organización.

Territorio. Es la s uma de los términos municipales de los municipios integrados en s u ámbito


geográfico.

Población. Es tá cons tituida por el conjunto de los vecinos de los diferentes municipios que la integran.

Organización. El gobierno y la adminis tración autónoma de las provincias es tán encomendados a


Diputaciones u otras Corporaciones provinciales .

Son órganos que existen en todas las Diputaciones provinciales: el Presidente, los Vicepresidentes, la
Comisión de Gobierno y el Pleno.

El Pleno es tá integrado por el Pres idente y los Diputados provinciales . Son elegidos por y entre los
Concejales de los Ayuntamientos por un s is tema electoral de s egundo grado. Siendo compatible la
condición de Diputado Provincial con la de Concejal de Ayuntamiento de manera que s i s e ces a como
Concejal, implica el ces e de Diputado.

La Comis ión de Gobierno provincial es tá formada por el Pres idente y un número de Diputados no
s uperior al tercio del número legal de los mis mos (libremente des ignados y s eparados por el
Pres idente de la Diputación). Los Vicepres identes s on des ignados y revocados libremente por el
Pres idente de entre los miembros de la Comis ión de Gobierno la cual es obligatoria cualquiera que s ea
el número de los habitantes de la provincia. Las facultades de Alcalde, Tenientes de Alcalde, Comis ión
de Gobierno Municipal y Pleno s on idénticas a las del Pres idente, Vicepres identes , Comis ión de
Gobierno y Pleno de la Diputación Provincial.

EL MUNICIPIO.

Es el Ente Público primario, núcleo esencia de la Administración Local.

Sus tres elementos son el territorio, la población y la organización.

Territorio. El ámbito o lugar geográfico en el que es ta entidad ejerce s us competencias es un


elemento es encial que lo cons tituye como tal ente público de carácter territorial, y s e denomina término
municipal. Sus pos ibles alteraciones s on competencia del Pleno de la Corporación que ha de contar con
el dictamen del Cons ejo de Es tado o del órgano cons ultivo análogo a es te de la Comunidad Autónoma y
s i no han partido a iniciativa de la Corporación local, con la audiencia del municipio o municipios
afectados .

Población. Es el conjunto de pers onas ins critas en el padrón municipal. Toda pers ona que viva en
Es paña (es pañoles o extranjeros ) es tá obligada a ins cribirs e en el padrón del municipio en el que
res ida habitualmente. Quien viva en varios municipios deberá ins cribirs e únicamente en el que habite
durante más tiempo al año. Los ins critos en el padrón municipal s on los vecinos del municipio. La
condición de vecino s e adquiere en el mis mo momento de s u ins cripción en el padrón. Para dars e de
alta en el padrón s erá neces ario pres entar, s i procede, el certificado de baja en el padrón del municipio
en el que s e hubiera res idido anteriormente. El padrón municipal es el regis tro adminis trativo donde
cons tan los vecinos de un municipio. Sus datos cons tituyen prueba de la res idencia en el municipio y
del domicilio habitual en el mis mo. Las certificaciones que de dichos datos s e expidan tendrán carácter
de documento público y fehaciente para todos los efectos adminis trativos . El padrón debía rectificars e
anualmente, pero ya no es neces ario realizar renovaciones quinquenales (cada 5 años ). La formación,
mantenimiento, revis ión y cus todia del padrón municipal corres ponde al ayuntamiento a fin de que
es tos puedan s ervir como bas e para la celebración de es tadís ticas de población a nivel nacional y para
que los ayuntamientos puedan remitir los datos actualizados neces arios para el mantenimiento del
Cens o electoral. Se atribuye al Ins tituto Nacional de Es tadís tica las funciones de coordinación de los
dis tintos padrones municipales , a la vez que s e crea el Cons ejo de Empadronamiento como órgano de
colaboración en es ta materia entre la Adminis tración General del Es tado y los Entes Locales , fijándos e
además los datos obligatorios del contenido del padrón. La Adminis tración General del Es tado, en
colaboración con los ayuntamientos y adminis traciones de las Comunidades Autónomas confeccionará
un padrón de es pañoles res identes en el extranjero. Las pers onas ins critas con es te padrón podrán
cons iderars e vecinos del municipio es pañol que figura en los datos de s u ins cripción a efectos del
derecho de s ufragio, no cons tituyendo, en ningún cas o, población del municipio.

Organización. El s is tema general de organización de las adminis traciones locales lo cons tituye el
Ayuntamiento, integrado por el Alcalde y los Concejales . Los concejales s on elegidos por los vecinos del
municipio por s ufragio univers al igual, libre, directo y s ecreto (es decir, a través de las elecciones
locales ). El Alcalde s erá elegido por los concejales s alvo en el régimen de concejo abierto, en que es te
es elegido por los vecinos directamente. El concejo abierto es un régimen es pecial de organización local
previs to para municipios de pequeñas dimens iones , cons is tente en que el gobierno y la adminis tración
municipales corres ponden a un Alcalde y una As amblea vecinal de la que forman parte todos los
electores . No exis te propiamente Ayuntamiento, por no exis tir concejales que actúen como
repres entantes o delegados de los electores . Los electores s on por s í mis mos los que ejercen las
tareas de gobierno y adminis tración municipal. La elección del Alcalde, en el régimen de Ayuntamiento
s e realiza de la s iguiente manera: pueden s er candidatos únicamente los concejales que encabecen las
corres pondientes lis tas y s erá proclamado el candidato que obtenga la mayoría abs oluta de los votos
de los concejales o, en s u defecto, s erá elegido el candidato que encabece la lis ta más votada. En cas o
de empate entre los votos de varias lis tas , s e elegirá al Alcalde por s orteo.

Los órganos de Ayuntamiento son: El Alcalde, el Pleno (formado por el Alcalde y todos los
concejales ) y los tenientes de alcalde existen obligatoriamente en todos los Ayuntamientos
(s on órganos es enciales ).

En los municipios de más de 5000 habitantes (población de derecho) deberá exis tir una Comis ión de gobierno
municipal (formada por el Alcalde, que la pres idirá, y por un número de concejales no s uperior al tercio del
número legal de los que forman la Corporación).

Las competencias de estos órganos son:

El Alcalde.

Es el Pres idente de la Corporación, le corres ponde dirigir el gobierno y la adminis tración municipales .

Repres enta al Ayuntamiento.

Convoca y pres ide las s es iones del Pleno y de la Comis ión de Gobierno.

Dirige e ins pecciona las obras y s ervicios municipales .

Dicta bandos .

Ejerce la jefatura de la Policía municipal,

Otorga licencias , y

Es el jefe s uperior del pers onal de la corporación.

El Pleno (formado por el Alcalde y todos los concejales ).


Le corres ponde fis calizar a los órganos de gobierno municipal (pudiendo ces ar al Alcalde por medio de una moción de
cens ura).

Aprueba las ordenanzas municipales y los planes de ordenación urbana, as í como los pres upues tos generales de la
corporación.

Aprueba la plantilla de pers onal, la relación de pues tos de trabajo, las bas es de las pruebas para la s elección de
pers onal y para los concurs os de provis ión de pues tos de trabajo, fijando la cuantía de las retribuciones
complementarias de los funcionarios y el número y régimen de pers onal eventual, pudiendo aprobar la s anción de
s eparación del s ervicio de los funcionarios de la Corporación y el des pido del pers onal laboral.

Comisión de Gobierno.

Sus miembros s on des ignados y ces ados libremente por el Alcalde.

Su mis ión es as is tirle en el gobierno y adminis tración de los interes es municipales y ejercer las
funciones que el Alcalde le delegue.

Los tenientes de alcalde.

Son des ignados y revocados libremente por el Alcalde, de entre los miembros de la Comis ión de
Gobierno y donde es ta no exis ta, de entre los concejales .

Sus tituyen por el orden de s u nombramiento al Alcalde, en los cas os de vacante, aus encia o
enfermedad.

LA ISLA.

Cada isla tiene su administración propia en forma de Cabildos (Canarias) y Consejos insulares (Baleares).
Dichos órganos s e pueden cons iderar Diputaciones Provinciales pero s us competencias s erán las que fijen los
Es tatutos y demás normas es pecíficas de las Comunidades Autónomas .

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