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ESFUERZO AXIAL.

TRACCIÓN Y COMPRESIÓN

Esfuerzo y estado tensional de un prisma mecánico sometido a tracción o compresión


monoaxial

Diremos que un prisma mecánico está sometido a tracción o compresión monoaxial cuando al
realizar un corte por cualquier sección recta el torsor de las fuerzas que actúan sobre la parte
eliminada se reduce en el centro de gravedad de la sección al esfuerzo normal N, es decir, en
todas las secciones rectas del prisma se anulan el esfuerzo cortante y los momentos torsor y
flector.

Las fuerzas axiales siempre deberán representarse sobre el eje de la pieza. De no ser así,
parecerían momentos flectores o eventualmente algún momento torsor.

Axial: En la dirección del eje.

Por convenio, tomaremos el esfuerzo normal positivo cuando la sección trabaje a tracción y
negativo cuando lo haga a compresión. Aunque desde el punto de vista formal la tracción y la
compresión no difieren más que en el signo del esfuerzo normal N, pueden existir diferencias
cualitativas entre estos dos modos de carga, como veremos en su momento que ocurre en el
caso de barras esbeltas sometidas a compresión.

El esfuerzo normal en un prisma mecánico será, en general, una función de la abscisa que
determina la posición de la sección recta. N = N (x)

En la figura se observan fuerzas colineales de distintos sentidos, en la dirección del eje.


Supondremos que dichas fuerzas suman cero, porque siempre trabajamos con sólidos en
equilibrio. Además de ello, dichas fuerzas axiales podrán y deberán representarse mediante
diagramas como se muestra en la figura.

Por otro lado, para determinar como se distribuyen las tensiones que se engendran en el
prisma mecánico, se considera un pequeño elemento, cuya cara sombreada forma parte de
una sección recta.

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Las componentes de la matriz de tensiones σnx, τxy, τxz sobre esta cara habrán de verificar, por el
principio de equivalencia:

Con estas seis ecuaciones no se pueden determinar las tensiones σnx, τxy y τxz que el esfuerzo
normal N origina en la sección; es necesario recurrir a hipótesis simplificativas.

La hipótesis que nos resuelve la indeterminación del sistema de ecuaciones es la llamada


Hipótesis de Bernoulli o de conservación de las secciones planas.

Hipótesis de Bernoulli o de Conservación de las secciones planas.

Las secciones trasversales del prisma mecánico, que eran planas y perpendiculares a su línea
media antes de la deformación, permanecen planas y normales a dicha línea media después de
producida ésta.

Es decir, una sección plana antes de que sea aplicada la fuerza, se mantiene plana después de
aplicada la fuerza. En el caso del esfuerzo axial, esas secciones sólo se trasladan.

Al ser constante la deformación longitudinal unitaria en todos los puntos de la sección


transversal, también será constante la tensión σnx. Se deduce la siguiente ecuación:

La tensión de tracción es la fuerza N aplicada, dividido el área de la sección recta. No habrá


otras tensiones normales ni tampoco otras tangenciales.

La hipótesis de Bernoulli, de la conservación de las secciones planas, garantiza esta suposición.

Por otra parte, cualquier paralelepípedo elemental que consideremos en la barra de lados
paralelos a la retícula dibujada en su superficie se deformará según otro paralelepípedo cuyas
caras son paralelas a las de aquél, por lo que se conservará el paralelismo de sus aristas. Quiere
esto decir que no existen distorsiones angulares, es decir

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Y, por tanto, que:

Se comprueba que con estos resultados se verifican idénticamente las ecuaciones de


equivalencia segunda, tercera y cuarta. También se verifican las dos restantes, pues ambas son
el producto de una constante por el momento estático de la sección respecto de un eje que
pasa por el centro de gravedad que, como sabemos, es nulo.

Fácilmente se comprende que en todos los puntos del sólido elástico el estado tensional es el
mismo. Este estado tensional se denomina estado tensional homogéneo.

La hipótesis de Bernoulli no es válida para secciones cercanas a aquellas en las que se aplican
fuerzas concentradas, pero sí es acorde con el principio de Saint-Venan, que establece que,
exceptuando un pequeño tramo inicial de la barra, las tensiones internas no varían si se
sustituye una fuerza externa concentrada por un sistema de fuerzas equivalente, como puede
ser el formado por una distribución uniforme en la sección extrema.

Estado de deformaciones por tracción o compresión monoaxial

- La barra de longitud L, ante una tracción adquiere una longitud (L + ΔL). M pasará a M´
- La sección que estaba en una posición X de desplazo una cantidad U.
- Si una sección en una posición X se alarga en una cantidad U, en término diferenciales
dx se alarga du, en la misma relación de deformación ɛx. Por lo tanto, du se relaciona
con dx a través de la deformación ɛx.

Conocida la matriz de tensiones, la obtención de la matriz de deformación es inmediata


aplicando las leyes de Hooke generalizadas.

Por ley generaliza de Hooke se puede expresar a la deformación como la tensión normal en la
dirección X (σNX) dividido el módulo elástico de Young (E).

Y las deformaciones, en las direcciones perpendiculares a esta (Y, Z), se pueden expresar
también mediante la Ley generaliza de Hooke, tendiendo en cuenta el Módulo elástico de
Young y el Coeficiente de Poisson.

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Las deformaciones angulares son igual a cero.

El corrimiento u de una sección abscisa x en dirección del eje x se puede calcular integrando la
primera de estas ecuaciones, teniendo en cuenta que u depende exclusivamente de x.

La deformación, hemos visto anteriormente, se puede expresar como (ΔL/L),


macroscópicamente.

Por lo tanto, ɛx, que es igual a la tensión normal σNX dividido el módulo elástico de Young (E),
puede expresarse como el alargamiento que sufre un diferencial dx (du), dividido el
alargamiento original de dx.

Si pasamos dx en la ecuación, obtenemos el desplazamiento U como una función

Si lo integramos entre cero y la longitud de la barra, obtendremos el ΔL expresado en términos


de las variables y parámetros que dominan el sistema.

 P = fuerza (de tracción en este caso)


 L = Longitud de la barra
 E = Módulo elástico de Young
 A = Área de la sección transversal

Para barras escalonadas, en las que se produzcan saltos discretos de los valores del área de la
sección o del esfuerzo normal, la fórmula a aplicar para el cálculo del alargamiento absoluto,
supuesto despreciable al efecto producido por la concentración de tensiones, sería

Dilatación

Consideremos ahora el entorno elemental de un punto


interior del prisma mecánico de la Figura. Sea V el volumen
de dicho entorno antes de la deformación y ΔV la variación
de volumen experimentada una vez aplicada la fuerza axial P

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La dilatación cúbica unitaria será, despreciando infinitésimos de orden superior (se hace más
pequeña)

La dilatación se anulará para μ = 0.5 (μ = ν = coeficiente de Poisson)

El único caso en que el sólido traccionado no va a cambiar su volumen es aquel que


corresponde a materiales con coeficiente de Poisson igual a 0.5 (MATERIALES ELASTÓMEROS –
Ej: Caucho, suelas de zapatillas, cartílagos naturales)

Es decir, materiales que ante esfuerzos pueden mantener su volumen invariable, por lo cual la
dilatación es nula.

Tensiones y deformaciones producidas en un prisma recto originadas por su propio peso.


Sólido de Igual Resistencia 1

En algunas ocasiones la magnitud de las cargas que actúan sobre el prisma es muy grande, lo
que hace que el peso propio del mismo se pueda considerar despreciable. En otras, por el
contrario, sólo el propio peso puede producir por sí mismo unas tensiones que pudieran ser del
mismo orden de magnitud, e incluso superiores, que las debidas a las cargas y que,
evidentemente, habrá que tener en cuenta.

Se analiza el caso de una pieza empotrada en un extremo y colgando, y el mismo caso, pero
con la pieza apoyada sobre el suelo (El estudio del esfuerzo axial vale tanto para compresión
como para tracción)

Primer caso

Como la pieza tiene una sección constante, se plantea el peso por unidad de longitud como el
producto del peso específico (у) por el área de la sección transversal (Ω = A)

Se trabaja con peso específico porque, en general, en un sólido la estructura es lo


suficientemente homogénea para que la densidad sea constante (No expresamos como ρ*g
como en Fluidos, sino con у)

Para obtener el peso total se debería realizar у*Ω*L.

Pero como aquí se expresa q = у*Ω, lo que se obtiene es un peso por unidad de longitud
(similar a una carga repartida).

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Para una sección dx cualquiera, si la aislamos, la sección debe estar en
equilibrio (porque todo el cuerpo está en equilibrio). Para la misma,
habrá una fuerza normal N actuando sobre la cara superior (que evita
que la parte inferior a la misma se caiga), y en la cara inferior habrá una
fuerza normal (que será la de todo el peso de dicha parte) y el peso de la
sección, que también tendrá un valor (q*dx).

Evaluamos como varían dichos parámetros en los extremos de la barra.

De la ecuación de equilibrio:

N ( dN ) + у∗Ω∗dx−N ( x )=0
N ( x+ dx )+ у∗Ω∗dx−N ( x )=0
Trabajando con esta expresión, queda:

Si luego la integramos, separando variables (N por un lado y X por otro):

¿Cómo valoramos las constantes de integración? Con un valor conocido de la variable


integrada en los extremos del dominio.

La fuerza normal en x = 0 será igual a la de todo el peso de la barra (P). De aquí se obtiene a la
fuerza normal N como función, demostrando que habrá un espectro de valores para la misma.

Si ahora dividimos miembro a miembro por Ω, la relación entre la fuerza normal y el área de la
sección recta nos va a dar la Función Tensión Normal en cada sección recta.

Segundo caso

En caso de estar el prisma en la posición empotrada en su base inferior o


apoyada, puede demostrase que:

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Por otro lado, en cuanto a las deformaciones que se producen en el prisma sometido a su
propio peso, obtendremos la Ley de desplazamientos de las secciones rectas a partir de la
expresión de la deformación longitudinal unitaria dada por la Ley de Hooke.

Sabemos que la deformación (ɛ) es la derivada del desplazamiento (du) respecto de la


coordenada que domina el eje de la barra, y es igual por la Ley de Hooke, a la Tensión (σ)
dividido el módulo elástico (E). Luego la tensión podemos expresarla por la ecuación que
obtuvimos anteriormente.

Si lo que requerimos es obtener el desplazamiento como función, pasamos el dx, integramos


m.a.m

Luego la constante la podemos evaluar sabiendo que en X = 0, en el empotramiento de la


barra, no hay ningún desplazamiento, es decir, esa sección no se desplaza.

Por otro lado, como obtuvimos C = 0, la función desplazamiento, como función de X, es


cuadrática.

Si la evaluamos en L obtendremos el alargamiento total de la barra, que será una sumatoria de


los sucesivos desplazamientos que sufre cada una de las secciones rectas.

Podemos observar aquí como el alargamiento por peso propio es la mitad de lo que se
alargaría una barra sin peso, que está traccionada con una fuerza P.

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¿Por qué con la carga del peso propio una barra se alarga menos?  Porque el peso está
repartido

Los desplazamientos que sufren las secciones más externas de la barra son menores que
aquellas que se encuentran más cercanas a la sección del empotramiento, y esto sucede
porque están sujetas a mayor tensión.

Entonces, en el efecto de tracción por peso propio, lo que hay es

- Una variación lineal de la fuerza normal, que es máxima en el empotramiento y cero en


el extremo
- Una variación lineal de la tensión de tracción, que es máxima en el empotramiento y
cero en el extremo
- Una variación cuadrática del desplazamiento, que es cero en el empotramiento y es
máxima en el extremo de la barra (que es donde se acumula la sumatoria del
desplazamiento de todas las secciones anteriores), y es igual a P*L / 2*E*Ω

Este es el efecto del peso propio en un cuerpo que tiene una forma prismática, es decir, que
tiene sección recta uniforme y donde, por lo tanto, la tensión está cambiando.

SI nosotros deberíamos dimensionar, darle tamaño, a la sección recta empotrada para que el
cuerpo no colapse, lo haríamos sobre la tensión P/Ω.

Supongamos el prisma recto de peso P, longitud L y sección recta de área constante Ω, en uno
de cuyos extremos está sometido a una carga F, que supondremos uniformemente repartida en
esa sección, creando un estado tensional en el caso (a) y de compresión en el (b).

Consideramos la barra cargada, además de su propio peso, con una carga de distribución
uniforme en su sección libre, de resultante F, por el Principio de Superposición podemos
expresar las leyes de esfuerzos normales, tensiones y desplazamientos de las secciones rectas
de la siguiente manera

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El resultado al que hemos llegado, para el Desplazamiento TOTAL, nos dice que cuando se
considera un prisma de sección constante sometido a tracción (o compresión) igual a la carga
aplicada incrementada en otra igual a la mitad del peso propio de la pieza.

En el caso estudiado, hemos supuesto constante la sección Ω. Asegurando que la Tensión


Máxima dada sea menor o igual a la tensión admisible, en cualquier otra sección del prisma la
tensión será inferior a la σadm con toda seguridad. Esta circunstancia nos permite disminuir las
secciones del prisma hasta conseguir que en cualquiera de ellas la tensión sea la misma; con un
consiguiente ahorro de material.

Tensiones y deformaciones originadas por su propio peso. Sólido de Igual Resistencia 2

¿Qué forma debería tener un cuerpo colgado traccionado para en cada sección recta exista la
misma tensión σ?

Llegamos así al concepto de sólido de igual resistencia, es decir, un sólido en el que se tiene en
cuenta su propio peso y es tal que, en cualquier sección recta, la tensión σ es la misma.

Consideremos el pilar de la figura, y calculemos la función que da el valor de la sección Ω del


mismo para que verifique estas condiciones

Sean dos secciones próximas (mm) y (nn). Sobre la superior, la carga es igual a la
correspondiente a la sección inferior aumentada en el peso de la porción de prisma
comprendida entre ambas. La superficie de la sección (mm) será mayor que la de (nn) y la
diferencia dΩ entre una y otra ha de ser tal que tensión producida por el peso del prisma
elemental sea σ, es decir

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Por ejemplo, el hecho de trabajar con sólidos de igual resistencia favorece el ahorro de
material en las construcciones. De este modo, en cada sección del sólido sólo existirá la
cantidad necesaria de material para soportar la tensión máxima estimada.

¿Por qué se coloca la fuerza F en el análisis?

Porque de otro modo, si no existiese F, la tensión en la sección final sería 0 y no σ. F debe existir
para establecer la tensión que luego será constante en toda sección recta.

En el empotramiento, y luego en cada una de las secciones, el valor de la tensión será σ.

¿Qué es lo que cambia entonces?  El valor de Ω difiere para cada sección

Luego, habiendo puesto el signo negativo debido a que cuando X aumenta, Ω disminuye. Se
llega así a una ecuación diferencial en la que, separando variables e integrando, se tiene:

Obtenemos así una expresión de la sección recta como función de


X en virtud de los parámetros del problema, es decir, el peso
específico del material (у), y el valor de la tensión σ que nosotros
queremos que tenga en cada sección recta (tensión admisible).

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¿Cómo evaluamos C?

La expresión funcional respecto a X, de la sección recta de un sólido de igual resistencia,


traccionado por su peso propio y por una fuerza F sigue la ley exponencial.

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Energía de Deformación

Cuando se deforma un material hay que realizar un trabajo sobre dicho material, y como
estamos en un período elástico, las respuestas serán elásticas y dicho trabajo quedará
almacenado como energía de deformación. Cuando dejemos de realizar un trabajo sobre el
cuerpo, dicha energía almacenada devolverá al cuerpo al estado original, si no se han superado
los límites máximos.

Si graficamos la fuerza que se realiza sobre un sólido, respecto al alargamiento, obtenemos una
función lineal. El trabajo realizado sobre la pieza, que queda almacenado como energía de
deformación, es la integral del área bajo la recta.

Este trabajo, que es un ideal de conservación de energía, es la misma cantidad que quedo
almacenada como energía de deformación y que llamamos U.

Si ahora la reescribimos, teniendo en cuenta la función que hemos encontrado anteriormente


del alargamiento, entonces U

Luego, si a la primera expresión la dividimos por el volumen de la barra, obtenemos una


ecuación para la Energía por Unidad de Volumen

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Cargas de Impacto

Podemos aplicar una fuerza lentamente, lo que equivale a aplicar una fuerza en condiciones
estáticas, o podemos aplicar una fuerza de impacto, es decir, una fuerza que se aplica en un
corto tiempo, produciendo una gran variación de velocidad, y que puede alcanzar valores
elevados en este corto tiempo de interacción de un cuerpo con otro, generando esta fuerza
impulsiva o de contacto.

Supongamos que tenemos una barra que va a ser traccionada por una carga de impacto, una
carga que hará contacto con la barra en un instante de tiempo muy corto.

Para el estudio, supondremos una carga con masa M que será lanzada de una altura h, y que
conectará con el extremo de la barra en el tope (brida), produciendo de modo que la barra se
deforme o alargue una cierta cantidad por la fuerza de tracción se ejerce sobre la misma.

Este problema se resuelve desde el punto de vista de la conservación de energía.

Toda la energía potencial de la masa M se va a invertir en energía potencial de deformación de


la barra de longitud L.

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Para h = 0  Carga súbita.

Por lo tanto, si la deformación es el doble, la tensión también porque es proporcional a la


deformación cuando estamos en el campo elástico.

Se demuestra que las cargas de impacto generan como mínimo el doble de esfuerzo con
respecto a la carga estática.

Esto es muy importante en el diseño de elementos de máquinas porque muchas de las piezas se
solicitan a cargas de impacto o cargas súbitas, que alcanzan su valor máximo en un instante, y
generan sobre los cuerpos solicitaciones mayores a la que podrían aparecer en condiciones
estáticas.

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Tensiones de origen Térmico

Cuando tenemos un prisma mecánico recto y se calienta de forma uniforme de tal manera que
su temperatura se eleva ΔT °C, la longitud L de cualquiera de sus dimensiones experimenta una
variación ΔL dada por la ecuación:

δ = ΔL = α*L* ΔT
En donde es el coeficiente de dilatación térmica, que es constante para cada material y
cuyos valores para un conjunto de materiales de uso común se recogen en la tabla.
Cuando una barra de longitud L se somete a un cambio de temperatura, la misma se alarga por
dilatación.

Esta variación de las dimensiones no producirá tensión alguna si no hay ninguna causa que
impida la libre dilatación. Pero sí se pueden producir tensiones en la pieza si la deformación se
ve impedida total o parcialmente como ocurre, generalmente, en los sistemas hiperestáticos

Consideremos, por ejemplo, la viga isostática:

Al producirse una elevación ΔT °C de la temperatura experimentará un alargamiento


ΔL = α*L* ΔT, puesto que no está restringida su libre dilatación, pero no existirá en la
viga ninguna consecuencia de esta variación térmica.
Por el contrario, si la misma viga en vez de tener un apoyo fijo y otro móvil tuviera dos
apoyos fijos y es, por tanto, un sistema hiperestático, la dilatación ya no es libre. El
sistema queda en una situación equivalente a haber dejado libre la dilatación ΔL y
haber aplicado a continuación una fuerza N de tracción o compresión de valor tal que
la deformación producida sea precisamente ΔL.

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Ahora si existirán tensiones en la viga, que llamaremos tensiones térmicas o tensiones de
origen térmico. Su valor se puede deducir fácilmente igualando, en este caso, las expresiones
de ΔL.

Si al elemento se le impide la libre dilatación mediante una restricción como un


empotramiento, el elemento quedará sometido a un esfuerzo al ser impedido el alargamiento
por medio de los empotramientos.

Como en la realidad los empotramientos están impidiendo completamente la deformación,


debe cumplirse que:

Esto en valores absolutos porque, por ejemplo, si el delta de


temperatura es de alargamiento, el delta de carga será de
acortamiento (tensión de compresión)

Por lo tanto, el esfuerzo generado (en cuanto a tensión, que nunca deberá superar la
admisible) por el cambio de temperatura es:

- Si ΔT es positivo, surgen tensiones de compresión


- Si ΔT es negativo, surgen tensiones de tracción

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Del ejemplo expuesto anteriormente se deduce una regla general: Una variación de
temperatura en un sistema isostático no produce tensiones de origen térmico, pero sí las
produce, en cambio, si el sistema es hiperestático.

También se deduce el procedimiento para determinar las tensiones térmicas cuando se


impiden las dilataciones:

1. Se calcula la dilatación, como si ésta fuera libre.


2. Se aplica la fuerza de tracción o compresión monoaxial para que la pieza ocupe la
posición a la que está obligada por las ligaduras impuestas.
3. Se hace un esquema gráfico de los dos apartados anteriores y se deducirá de él la
relación o relaciones geométricas entre las deformaciones debidas a las variaciones
térmicas y las fuerzas de tracción o compresión aplicadas.

Tracción o Compresión Monoaxial Hiperestática

Al plantear el equilibrio de un sistema sucede frecuentemente que el número de incógnitas es


superior al número de ecuaciones que proporciona la Estática y, por lo tanto, no son suficientes
para resolver el problema. Tales sistemas reciben el nombre de sistemas estáticamente
indeterminados o sistemas hiperestáticos.

Llamaremos grado de hiperestaticidad (n) al número que expresa la diferencia entre el número
de ecuaciones independientes de que se dispone y el número de incógnitas.

La causa de que la Estática no resuelva esta clase de problemas está en que allí
considerábamos el sólido como rígido. Las deformaciones que presentan las diferentes partes
de un sistema, consideradas como sólidos elásticos, proporcionan el número de ecuaciones
restantes necesarias para obtener la solución del problema. Estas ecuaciones adicionales
expresan las condiciones geométricas de las ligaduras impuestas a los sistemas deformables y
reciben el nombre de ecuaciones de compatibilidad de las deformaciones.

El primer ejemplo que vamos a considerar es el sistema constituido por una columna de área Ω
empotrada en sus dos extremos sometida a una carga P, y en la que deseamos conocer los
esfuerzos normales que actúan en sus diversas secciones.

En este sistema, las incógnitas son las reacciones RA y RB de los empotramientos, mientras que
la única ecuación de equilibrio es la que expresa la nulidad de las resultantes de las cargas
verticales. A partir de las ecuaciones de la estática, sólo podemos plantear una ecuación,
donde hay dos incógnitas.

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Este será un problema hiperestático de grado 1 (una incógnita más que las que podemos
resolver)

La ecuación de compatibilidad de las deformaciones que necesitamos la podemos obtener


sustituyendo un empotramiento, el superior, por ejemplo, por la reacción de la ligadura, en
virtud del postulado de liberación, e imponer la condición de que el desplazamiento de esta
sección es nulo.

Mediante las ecuaciones de deformación, se debe cumplir que lo que se comprime la barra en
b debe ser igual a la tracción que se genera en a, porque la suma de ambas deformaciones
debe dar cero para que la longitud (a + b) siga siendo la misma

Otro caso Hiperestático

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Otro ejemplo Hiperestático

Dado que las ecuaciones de la estática presentan un problema hiperestático, lo resolvemos


mediante las ecuaciones de deformación

De lo expuesto se desprende que cuando nos encontramos con un caso de tracción o


compresión hiperestática, a las ecuaciones de equilibrio de la Estática hay que añadir la
condición de compatibilidad de las deformaciones de las diversas partes del sistema. Una
forma de expresar esta condición es hacer un esquema en el que figure el sistema deformado,
y a la vista de la configuración geométrica que este adopta se deducen las relaciones que
existen entre las deformaciones de las diferentes partes.

Es evidente que el número de ecuaciones independientes entre deformaciones que se


necesitan para la determinación del problema es igual al grado de hiperestaticidad del sistema.

Otro posible método a aplicar para la resolución de problemas de tracción o compresión


hiperestática está basado en el teorema de Castigliano.

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Tracción o Compresión Biaxial de membranas elásticas con simetría axial y pequeño espesor.

Si tomamos un elemento diferencial, de cualquier membrana o “cáscara” con simetría axial, de


dicha membrana en general se observará que habrá tensiones que producirán tracción, en la
dirección tangencial de las circunferencias (σt) (perpendicular al eje), y también habrá
tensiones que producirán tracción, en la dirección tangente a la curvatura meridional (σm).

Se observan 2 centro de curvatura. Uno de ellos necesariamente coincide con el eje de la


membrana.

¿Por qué aparecen estas tensiones?

Porque en general estas son estructuras cerradas, sometidas a una presión interior
superior a la presión exterior (Δp = Pi – Pe > 0), por ello la membrana se deforma
con la curvatura que se muestra en la figura.

Es decir, tiene esta forma porque se fabrica así, pero en realidad se va a deformar
también de la misma manera para evitar que dicho diferencial salga expulsado en
la dirección normal n, por la diferencia de presión positiva que existe dentro de los
tanques, es por ello que aparecen dichas tensiones. La diferencia de presión se
contrarresta con la fuerza en la dirección normal de dichas tensiones

Mediante las ecuaciones de equilibrio planteamos el balance de fuerzas

Se observa, primero, la fuerza positiva que ejerce la diferencia de presión sobre el área del
elemento en la dirección normal, y luego, las 2 fuerzas negativas ejercidas por cada una de las
tensiones tangencial y meridionales, proyectadas en sus ángulos correspondientes (dθc/2,
dθm/2)

Mediante las identidades y luego dividiendo m.a.m por dsc y dsm, nos queda la expresión de
Laplace.

La ecuación de Laplace gobierna el equilibrio en las membranas de pequeño espesor y con


simetría de revolución (axial) para un estado biaxial de tracción. Aplicaremos Laplace para
membranas cilíndricas y esféricas.

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Recipientes Esféricos

La característica y virtud de los tanques esféricos se encuentra en que el estado biaxial de


tensiones se da con tensiones del mismo valor, es decir, que ejercen las mismas fuerzas en
cualquier parte del sólido.

Esto es porque los planos de tensiones tangenciales y meridionales se cortan en el centro de la


esfera.

Ecuación de Laplace:

Un recipiente esférico se puede definir como una estructura de igual resistencia. En todo punto
estará sometido a las mismas tensiones.

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Recipiente cilíndrico con fondos

Se observa que, si comparamos un tanque cilíndrico de radio r con un


tanque esférico de igual radio, la tensión es el doble en el cilindro que, en
el tanque esférico, o, dicho de otro modo, en un tanque esférico de
espesor (e) podemos resistir el doble de presión interior que un tanque
cilíndrico de espesor (e).

Por otro lado, si el cilindro está cerrado, la presión actuando en los fondos va a producir fuerzas
que se descargarán sobre la sección recta superior (de corona) e introducirán un valor de
tensión meridional. El hecho de que no haya un valor para el radio meridional no quiere decir
que no haya una tensión meridional.

Por lo tanto, si un recipiente cilíndrico explota siempre lo hará con una falla longitudinal,
porque estas serán las tensiones que primero vencerán la resistencia del material

¿Por qué se desaprovecha más material en la fabricación de recipientes cilíndricos que en los
esféricos?

Porque la tensión meridional en los recipientes cilíndricos es la mitad de la tensión tangencial,


y los mismos se deberán fabricar en función de las tensiones tangenciales a la cuales serán
sometidos, por lo tanto, quedará sobredimensionado en la dirección meridional.

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Estado Triaxial reducido

¿Por qué es un estado triaxial reducido?

La carga de compresión, que se observa en el elemento tridimensional de la derecha, no se


utiliza, sino que se utiliza el estado biaxial de la izquierda para representar el fenómeno.

- La tensión que se observa en una esfera es r/e veces mayor que la presión. Ambas
tienen las mismas unidades, por lo cual son comparables. La tensión de compresión, en
la dirección normal del diferencial de membrana de un tanque esfera, es mucho menor
que las tensiones tangenciales y meridionales, por lo cual no tiene sentido hacer un
análisis triaxial cuando la tensión en la dirección normal es mucho más chica que las
otras. Por lo cual el sistema triaxial real se reduce a un sistema biaxial al poder
despreciar con argumentos la tensión normal de compresión frente a las tensiones de
tracción en la dirección tangencial y meridional que se producen.

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