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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Salud

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria

Universidad de las Ciencias de la Salud “Hugo Chávez Frías”

DETERMINANTES DE LA SALUD Y LA ENFERMEDAD Y

SALUD AMBIENTAL

R2 INSTRUMENTACIÓN QUIRÚRGICA

MARIA V. CALDERON R.

CI: 16.445.293

R2 HEMOTERAPIA

IVETTE PEÑALOZA

CI: 13.803.999

MARZO 2024
Índice

Introducción......................................................................................................................................3

Los determinantes de la salud y la enfermedad:........................................................................5

Los modelos del proceso salud-enfermedad:..............................................................................5

Las características de los modelos del proceso salud-enfermedad varían según el tipo de
modelo, pero en general se pueden mencionar las siguientes:................................................5

El modelo biomédico:..................................................................................................................5

El modelo psicosocial:................................................................................................................6

El modelo ecológico:...................................................................................................................6

El modelo de determinación social:..........................................................................................6

La salud ambiental:.....................................................................................................................6

Las características de la salud ambiental son las siguientes:...................................................7

Los componentes de la salud ambiental son los siguientes:.....................................................8


Introducción

Los determinantes de la salud constituyen un complejo entramado de


factores que ejercen una influencia significativa en la salud y el bienestar general
de las personas y las comunidades. Estos determinantes abarcan una amplia
gama de aspectos que van desde el contexto social y económico hasta el medio
ambiente, pasando por la genética y los comportamientos individuales. La
interacción de estos elementos no solo afecta la salud en un momento dado, sino
que también determina la calidad de vida y la posibilidad de llevar una existencia
plena y saludable a lo largo del tiempo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) subraya la relevancia de estos


determinantes y aboga por una estrategia holística para su abordaje. Este enfoque
integral implica la colaboración transversal de diversos sectores, incluyendo la
educación, el empleo, la vivienda y el urbanismo, así como el acceso equitativo a
sistemas de salud de calidad. El objetivo es no solo mejorar los niveles de salud
de la población, sino también disminuir las disparidades sanitarias que a menudo
se observan entre diferentes grupos socioeconómicos y geográficos.

El reconocimiento y la intervención en los determinantes de la salud son


fundamentales para el desarrollo de políticas públicas efectivas. Esto incluye la
implementación de programas que promuevan estilos de vida saludables, el
diseño de ciudades que favorezcan la actividad física y el bienestar, y la garantía
de condiciones laborales que no perjudiquen la salud mental y física de los
trabajadores. Asimismo, es crucial fomentar la educación sanitaria desde edades
tempranas, asegurando que las futuras generaciones estén mejor preparadas para
tomar decisiones informadas sobre su salud.
En conclusión, los determinantes de la salud son piezas clave en el
complejo rompecabezas que conforma el bienestar humano. Su estudio y
comprensión permiten a los profesionales de la salud y a los responsables de la
formulación de políticas diseñar intervenciones más precisas y efectivas. Al
hacerlo, se avanza hacia una sociedad más justa y saludable, donde cada
individuo tiene la oportunidad de alcanzar su máximo potencial de salud y
bienestar. La OMS continúa liderando esfuerzos globales en este sentido,
promoviendo la equidad en salud como un derecho fundamental y un objetivo
esencial para el desarrollo sostenible.

Los determinantes de la salud y la enfermedad: son los factores que


influyen en el estado de bienestar físico, mental y social de las personas y las
poblaciones. Estos factores pueden ser de naturaleza biológica, genética,
ambiental, social, económica, cultural, política o comportamental. Algunos
ejemplos de determinantes de la salud y la enfermedad son el acceso a los
servicios de salud, la calidad de la atención, la educación, el empleo, el ingreso, la
vivienda, el saneamiento, la alimentación, el estilo de vida, el medio ambiente, etc.

Los modelos del proceso salud-enfermedad: son representaciones


teóricas que intentan explicar la relación entre los determinantes de la salud y la
enfermedad y los resultados en términos de morbilidad, mortalidad y calidad de
vida. Existen diferentes tipos de modelos del proceso salud-enfermedad, según el
enfoque que adopten, el nivel de análisis que realicen y la complejidad que
consideren. Algunos ejemplos de modelos del proceso salud-enfermedad son el
modelo biomédico, el modelo psicosocial, el modelo ecológico y el modelo de
determinación social.
Las características de los modelos del proceso salud-enfermedad
varían según el tipo de modelo, pero en general se pueden mencionar las
siguientes:

El modelo biomédico: se basa en el paradigma médico-biológico y se


centra en el estudio de las causas específicas de las enfermedades, el
diagnóstico, el tratamiento y la curación. Este modelo enfatiza el papel de los
agentes patógenos, los factores de riesgo, los mecanismos fisiopatológicos y las
intervenciones clínicas. Este modelo tiene una visión reduccionista, individualista y
curativa de la salud y la enfermedad.

El modelo psicosocial: se basa en el paradigma biopsicosocial y se centra


en el estudio de la interacción entre los factores biológicos, psicológicos y sociales
que influyen en la salud y la enfermedad. Este modelo enfatiza el papel de las
emociones, las actitudes, las creencias, las expectativas, el estrés, el apoyo social
y las intervenciones conductuales. Este modelo tiene una visión holística,
integradora y preventiva de la salud y la enfermedad.

El modelo ecológico: se basa en el paradigma socio-ecológico y se centra


en el estudio de las relaciones entre los sistemas biológicos, físicos y sociales que
determinan la salud y la enfermedad. Este modelo enfatiza el papel de los factores
ambientales, los determinantes sociales, las políticas públicas y las intervenciones
comunitarias. Este modelo tiene una visión sistémica, dinámica y promocional de
la salud y la enfermedad.

El modelo de determinación social: se basa en el paradigma crítico y se


centra en el estudio de las condiciones históricas, estructurales y contextuales que
generan las inequidades en salud y enfermedad. Este modelo enfatiza el papel de
los factores políticos, económicos, culturales, ideológicos y éticos que configuran
la distribución del poder, los recursos y las oportunidades en la sociedad. Este
modelo tiene una visión transformadora, emancipadora y participativa de la salud y
la enfermedad.

La salud ambiental: es el campo de estudio que se ocupa de evaluar y


controlar los impactos del medio ambiente sobre la salud de las personas y
viceversa. La salud ambiental incluye factores físicos, químicos, biológicos y
sociales que pueden afectar el bienestar físico, mental y social de las personas y
las poblaciones. La salud ambiental también tiene como objetivo prevenir y reducir
los riesgos ambientales que pueden causar enfermedades, discapacidades y
muertes prematuras.

Algunos de los problemas de la salud ambiental son la contaminación del


aire, el agua y el suelo, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la
exposición a sustancias tóxicas, la inseguridad alimentaria, la falta de
saneamiento, la deforestación, la urbanización, la pobreza, la violencia y la
desigualdad social. Estos problemas pueden tener efectos negativos sobre la
salud humana, como enfermedades respiratorias, cardiovasculares, infecciosas,
alérgicas, cancerígenas, neurológicas, reproductivas y mentales.

Existen diferentes enfoques sobre el medio ambiente y la salud, que varían


según el nivel de análisis, el marco teórico y la perspectiva ética que adopten.
Algunos de los enfoques más conocidos son el enfoque ecológico, el enfoque
biopsicosocial, el enfoque socioecológico y el enfoque de determinación social.
Cada uno de estos enfoques tiene sus propias ventajas y limitaciones, y pueden
complementarse entre sí para lograr una comprensión más integral y holística de
la salud ambiental.
El propósito de la salud ambiental es promover un medio ambiente
saludable que garantice una vida sana y digna para todos, respetando los
derechos humanos y los principios de equidad, justicia y solidaridad. Para ello, se
requiere de la participación activa y responsable de todos los actores sociales,
desde los individuos hasta los gobiernos, pasando por las organizaciones civiles,
académicas y empresariales.

Las características de la salud ambiental son las siguientes:

Es una disciplina multidisciplinaria e intersectorial, que integra


conocimientos y métodos de diversas ciencias naturales y sociales, así como de
diferentes sectores de la sociedad.

Es una disciplina dinámica y compleja, que se adapta a los cambios y


desafíos que plantea el medio ambiente y la salud en un contexto globalizado y
diverso.

Es una disciplina preventiva y promocional, que busca anticiparse y evitar


los daños ambientales sobre la salud, así como potenciar los beneficios
ambientales para la salud.

Es una disciplina ética y política, que se basa en valores y principios que


orientan la toma de decisiones y la acción colectiva para mejorar la salud
ambiental.

Los componentes de la salud ambiental son los siguientes:

Los determinantes ambientales de la salud, que son los factores del medio
ambiente que influyen en la salud de las personas y las poblaciones, ya sean de
naturaleza física, química, biológica o social.
Los indicadores ambientales de salud, que son las medidas cuantitativas o
cualitativas que permiten evaluar el estado y la evolución de la salud ambiental,
así como identificar las prioridades y las necesidades de intervención.

Las intervenciones ambientales de salud, que son las acciones planificadas


y sistemáticas que se realizan para prevenir, controlar o corregir los problemas de
salud ambiental, así como para fomentar los factores protectores de la salud
ambiental.

Los factores de riesgo ambiental presentes en la comunidad son aquellos


elementos o condiciones del medio ambiente que aumentan la probabilidad de que
las personas o las poblaciones sufran algún daño o enfermedad relacionado con el
medio ambiente. Algunos ejemplos de factores de riesgo ambiental presentes en
la comunidad son:

La contaminación del aire por fuentes fijas o móviles, como las industrias,
los vehículos, las quemas o los incendios, que puede provocar irritación,
inflamación o infección de las vías respiratorias, así como enfermedades
cardiovasculares, cerebrovasculares o cancerígenas.

La contaminación del agua por sustancias químicas, biológicas o físicas,


como los metales pesados, los microorganismos patógenos, los plaguicidas, los
detergentes o los residuos sólidos, que puede causar intoxicación, diarrea, cólera,
hepatitis, parasitosis o cáncer.

La contaminación del suelo por agentes químicos, biológicos o físicos,


como los fertilizantes, los pesticidas, los hidrocarburos, los desechos orgánicos o
los escombros, que puede afectar la calidad y la productividad de los cultivos, la
biodiversidad, el ciclo del agua y la salud humana.

El cambio climático por el aumento de la temperatura global, el incremento


de los fenómenos meteorológicos extremos, la elevación del nivel del mar, la
alteración de los ecosistemas y la reducción de la disponibilidad de recursos
naturales, que puede generar estrés térmico, deshidratación, golpe de calor,
enfermedades infecciosas, desnutrición, desplazamiento, conflictos, trauma y
depresión.

La exposición a radiaciones ionizantes o no ionizantes, como las


provenientes de fuentes naturales o artificiales, como el sol, los rayos cósmicos,
las antenas, los celulares, los microondas, los rayos X o las centrales nucleares,
que pueden producir quemaduras, cataratas, alteraciones genéticas, leucemia o
cáncer.

La exposición a ruido excesivo o continuo, como el originado por el tráfico,


la construcción, la industria, la música, los electrodomésticos o las actividades
recreativas, que puede ocasionar pérdida de audición, estrés, ansiedad,
irritabilidad, insomnio, hipertensión, infarto o accidentes.

La exposición a campos electromagnéticos, como los generados por las


líneas de alta tensión, los transformadores, los aparatos eléctricos o los
dispositivos inalámbricos, que pueden causar dolores de cabeza, fatiga,
alteraciones del sueño, problemas de memoria, leucemia o cáncer.
La exposición a alérgenos ambientales, como los ácaros, el polen, el moho,
el pelo de animales, los insectos o los alimentos, que pueden desencadenar
reacciones alérgicas, como rinitis, asma, dermatitis, urticaria, anafilaxia o shock.

La exposición a sustancias tóxicas, como los metales pesados, los


solventes, los plaguicidas, los medicamentos, los cosméticos, los productos de
limpieza o los aditivos alimentarios, que pueden provocar intoxicación, alergia,
irritación, inflamación, infección, daño orgánico, malformación o cáncer.

La falta de acceso a servicios básicos, como el agua potable, el


saneamiento, la electricidad, el gas, la recolección de residuos o el transporte
público, que puede generar insalubridad, inseguridad, pobreza, exclusión,
violencia o enfermedades.

La falta de acceso a espacios verdes, como los parques, los jardines, las
plazas o las áreas naturales, que puede afectar la salud física, mental y social de
las personas, al limitar las oportunidades de recreación, relajación, contacto con la
naturaleza, actividad física, interacción social y calidad del aire.
Conclusión:

La salud, entendida como un estado de completo bienestar físico, mental y


social, trasciende la mera ausencia de afecciones o enfermedades. Es una
condición multifacética que refleja la calidad de vida y la capacidad de las
personas para interactuar, adaptarse y desarrollarse dentro de su entorno. Para
aspirar a este ideal de salud, es imperativo abordar de manera proactiva y
consciente los determinantes de la salud, que son factores variados y complejos
que van desde el contexto socioeconómico hasta el medio ambiente, pasando por
la genética y las elecciones personales en cuanto a estilos de vida.

El logro de un estado óptimo de salud es una responsabilidad compartida


que demanda la colaboración activa de distintos sectores de la sociedad. La
educación juega un papel crucial al empoderar a los individuos con el
conocimiento necesario para tomar decisiones saludables. El sector laboral debe
garantizar condiciones de trabajo seguras y justas que no comprometan la salud
física y mental de los empleados. La vivienda, como un derecho básico, debe
proporcionar un ambiente seguro y saludable. El transporte, por su parte, debe
facilitar el acceso a servicios de salud y oportunidades para la actividad física. Y,
por supuesto, el sistema sanitario debe ser accesible, equitativo y de alta calidad,
enfocado no solo en el tratamiento, sino también en la prevención y promoción de
la salud.

Al integrar estos elementos y trabajar de manera conjunta, se puede


fomentar una sociedad más saludable y equitativa, donde cada persona tenga la
oportunidad de alcanzar su máximo potencial de bienestar. Esto implica también la
creación de políticas públicas que prioricen la salud en todas las estrategias de
desarrollo y la implementación de programas que aborden los determinantes de la
salud de forma inclusiva y sostenible.
En resumen, la salud es un recurso vital para la vida diaria, no el objetivo de
la existencia. Es un concepto positivo que enfatiza los recursos sociales y
personales, así como las capacidades físicas. Por lo tanto, mejorar la salud y el
bienestar requiere una visión amplia, acciones coordinadas y la participación de
toda la comunidad. Con un compromiso colectivo hacia la salud integral, podemos
construir un futuro más prometedor para todos.
Bibliografía

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la salud. Recuperado de https://www.who.int
 Organización Mundial de la Salud. (s.f.). La salud: un estado de
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https://www.who.int
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Delgado Rodríguez, M., Bolúmar Montrull, F., Herruzo Cabrera, R., &
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ed.). Elsevier España.

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