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En el presente artículo se expone las posturas de los glosadores (interpretes del Derecho)

sobre tres supuestos de enriquecimiento injustificado de mayor relevancia, mismos que


están en las Dessensiones dominorum. En donde los glosadores se acogieron a dos posturas
distintas respecto a la regulae iuris, es decir la interpretación y aplicación de las reglas
jurídicas. Además, se da un breve recuento sobre la creación de la universidad, luz para
aquella época de oscuridad.
El estudio y la enseñanza del Derecho Romano en Occidente resurgió gracias a la
contribución de Inerius, maestro de las Artes Liberales, precursor del primer centro de
estudio jurídico en la ciudad de Bolonia en función a libros llegados a Revena; dando
origen a la primera universidad “Alma mater legum”. Este centro nace en dicha ciudad por
el incremento del tráfico comercial que exige expertos en temas jurídicos.
Lucerna iuris (Inerius) enseñaba la trivium: gramática, dialéctica y la retórica, destrezas
esenciales en el manejo de las leyes. Los doctores Bulgarus, Martinus, Ugo y Lacobus,
discípulos de Inerius, de quienes surgen posturas diferentes respecto a la interpretación y
aplicación del Derecho, expuestas en las Dessensiones dominorum, en contexto a la
aclaración del D. 50, 17, 206 “Cum alterius detrimento et iniuria fieri locupletiorem”.Esto
dado por el discernir de la escuela Bulgaritae de Bulgarus, regida estrictamente a lo que
decía el derecho civil y la escuela Gosiani de Martinus Gosia que se apegaba a una
interpretación más flexible basada en la aequitas.
Una disputa controvertida debido a lo que representa un enriquecimiento injustificado, lo
más relevante es que la aequitas naturalis por parte de Gosia marco un papel importante
para mantener el equilibrio patrimonial. La postura Bulgarus se fundamentó en cambio en
la ratio constituita (regirse estrictamente a la ley); y Martinus, basándose en Pomponio, la
rudis ratio, propuso la actio utilis ex aequitate como una acción procesal.
El tema de discusión del primer supuesto es si se le debe pagar o no a un gestor que realizó
trabajos para el dominus sin consentimiento de este. Bulgaris siguió la decisión justiniana al
negar el derecho para regresar los gastos empleados por el gestor ya que no tenía la
aprobación el dominus negotii; por el contrario, Martinus sostiene que es favorable
conceder una actio negotiorum gestorum utilis con el supuesto de quien se entromete en los
negocios ajenos depraedandi animo. El segundo caso radica, si la persona que construyó en
terreno ajeno debe ser restituidito por el material invertido; la regla es que el dueño de
terreno se quedaba con todo, sin embargo, Martinus concede la acción para evitar el
enriquecimiento injustificado del dueño del terreno. En el tercer caso trata sobre un tercero
que vende cosas ajenas y debate que medida procesal puede tomar el afectado
reivindicatio, condictio o la actio negotiorum gestorum utilis; algunos gestores creen que
solo se debe aplicar si el dueño ratifica la venta, Martinus sostiene que se debe ser
concedida siempre.
La sociedad no mantiene un mismo punto de vista respecto a este criterio, pero el ámbito
legal se ha alimentado del derecho romano. Donde las posturas de Bulgarus (iuspositivista)
y Martinus (iusnaturalista) reflejan la diversidad de enfoques en la interpretación y
aplicación del derecho romano en el contexto medieval, debate que sentó las bases para el
desarrollo posterior del ius commune.

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