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LIC.

DERECHO
UNIVERSIDAD DEL SOCONUSCO.

MATERIA:
DERECHO ROMANO.

TEMA:
DERECHO PROCESAL CIVIL ROMANO.

ALUMNO:
BARRIOS ROBLERO SULEIMA.

CATEDRATICO:
DOLORES GARCIA RIVERA.
DERECHO PROCESAL CIVIL ROMANO.
El Derecho Procesal Civil, fue instaurado en Roma para que los
ciudadanos no ejercieran la fuerza por su propia mano. El Derecho
Procesal nace cuando un romano ejerce la actio, porque tenía el
derecho de defenderse y reclamar una situación jurídica en juicio, para
ejercer este derecho tenían que ser ciudadanos romanos y
paterfamilias. Después que el Estado se organiza, el derecho procesal
civil, es la solución de una controversia por parte del juez o
magistrado.
El proceso civil atravesó en Roma por dos grandes períodos: el del
ordo iudiciorum privatorum y el de la extraordinaria cognitivo.
El proceso en roma es igual al que tenemos en la actualidad era
necesaria la petición a órganos encargados de administrar justicia la
ayuda que necesitamos para llevar a cabo la resolución de un
problema legal. El estado instituye los órganos jurisdiccionales, el cual
el particular no debe hacerse justicia por su propia mano, sino que
está obligado a acudir a los órganos de impartición de justicia.
En la época de Augusto existieron medidas que condenaban la
justicia por propia mano lo cual en la actualidad se sigue castigando,
es lo que llamamos la ley “ojo por ojo diente por diente” también Marco
Aurelio estableció que quien hiciera justicia por su propia mano
perdiera el derecho que defendía.
Gayo en la última partes de sus instituciones la denomino “derecho de
las acciones” los romanos utilizaron la palabra acción para hacer
referencia a la disciplina “derecho de perseguir judicial mente lo que
deben a uno. El derecho procesal fue de especial interés para los
romanos, que consideraban que mientras hubiera acción había
derecho. Lo que fue el derecho honorario se originó precisamente en
el ámbito procesal, cuando el pretor peregrino se vio impedido a
conocer de las controversias que se presentaban entre extranjeros y
los ciudadanos. PARTES EN EL PROCESO
Aquí encontramos al actor o demandante que es quien sufre el daño
en el bien jurídico tutelado o el sujeto pasivo como lo conocemos y la
otra parte es quien desconoce o no ha cumplido con un deber, es
quien causa el daño o el sujeto activo de la conducta, también era
llamado “Reus” por los romanos. Ambos podían ser representados por
un procurador o un cognitor.
Cognitor: representante nombrado solamente frente a la otra parte y
ante el tribunal.
Procurator: era un representante común y corriente.
Las sanciones que existían en una ofensa infundada podrá acrecentar
la condena, si los litigantes presentaban juramento de obrar de buena
fe y no lo hacían se les podía acusar de perjuros, el demandado
también podía defenderse se le permitía que en juicio contrario pidiera
la quinta o la décima parte del valor del litigio inicial, ósea el que
perdiera pagara los gastos procesales.
Se conocieron tres sistemas de procedimiento correspondientes a los
diferentes periodos históricos políticos.
El primero fue el sistema de acción de la ley que se inició durante la
monarquía pero fue consagrado hasta la república con las XII tablas.
El segundo fue creado por el pretor peregrino, fue el formulario que
coexistió por un tiempo con el de acciones de la ley.
El tercero y último fue el proceso extraordinario donde el proceso era
monofásico.
Habla de cinco acciones de la ley tres declarativas y dos ejecutivas, en
cualquiera de ellas el particular acudía al magistrado a pedir justicia.
Se habla también que el juez se basa en la formula, en las pruebas y
en el alegato de las partes lo que seguimos viendo la semejanza con
el que se mira actualmente, el juez disponía de los plazos más
amplios, según las circunstancias el cual era de 18 meses. Si el
demandante reclamara más de lo debido y al no poder justificar su
demanda el juez absolverá al demandado. El procedimiento
extraordinario que es el último corresponde al imperio absoluto, el cual
siguió en manos de los magistrados, pero aparece la justicia imperial
que poco a poco remplazan los antiguos órganos jurisdiccionales.
Partes en el proceso
 El Pretor, hacía las funciones de un magistrado, se presentaban
ante él.
 Actor, es el ciudadano que llevaba a cabo la acción.
 Demandado, también se le denomina Reus, es el que no
cumplía con un deber
 Cognitor tenía la función de representar al actor frente al pretor
 Procurator, era un representante común y era nombrado por
mandato.
 El Recuperator, era el encargado de resolver los conflictos entre
los ciudadanos romanos y los extranjeros, a través del Ius
Honorarium
Si el procurator era el representante del demandado, tenía que pagar
una fianza: la satisdactio iudicatum solvi, (la garantía de pagar la
sentencia)
FASES HISTORICAS DEL SISTEMA PROCESAL ROMANO
El sistema del derecho procesal romano ha pasado por tres fases
históricas y son las siguientes:
1. Legis actiones (acciones de la ley).
2. La forma del proceso (por fórmula).
3. La del proceso extra ordinario.
ORDO IUDICIORUM PRIVATUM (LEGIS ACTIONES Y
SISTEMAS FORMULARIOS).
Es el sistema de juicios privados.
Estaba constituido por las legis actiones y por el procedimiento
formulario. La legis actio representa la sociedad romana imbuida de
rito y solemnidad.
Las partes, presentes en la fase in iure que sería ante el magistrado
hacen sus peticiones y declaraciones de acuerdo con fórmulas
rigurosamente establecidas por la costumbre o la ley. Estas acciones
eran inmutables y el más leve error acarreaba la pérdida del pleito.
Existía pues la necesidad de que los litigantes —únicos
conocedores del pleito— acudiesen a los sacerdotes.
Tenía un carácter predominantemente oral y constaba de la fase
in uire y apud iudicem.
La fase in iure se iniciaba con la ius vocatio, que era el llamamiento
privado por parte del demandante al demandado ante el magistrado, al
cual estaba obligado a acudir. Si el reo no quería acudir, podía
comprometerse a enviar a un sustituto, para llevar a cabo la
comparecencia, y este se hacía responsable de su persona y sus
bienes (regulado en la Ley de las XII tablas) Si el reo no quería ir, se le
aprehendía corporalmente.
Una vez presentes las partes ante el magistrado, se procedía
con la comparecencia ante el mismo sin solemnidades.
Procedía entonces la Litis contestatio, se formulaban las palabras
solemnes y se concertaba el juez, el día y la hora para
comparecer ante él. De no haber acuerdo, lo designaba el
magistrado.
La Litis contestatio tenía tres efectos:
—Excluyente.
—Fijatorio.
—Novatorio
En la fase apud iudicem, una vez nombrado el juez, las partes
comparecen ante él. Si el demandado no comparecía, el juez dictaba
sentencia favorable
Si el mismo magistrado que conocía en la primera parte, la resolvía
directamente sin dar paso a la etapa ante el Juez, para agilizar los
procedimientos, sobre todo en cuestiones de alimentos o de estado.
Este modo de resolver las cuestiones litigiosas se generalizó, y en
época del emperador Diocleciano era el modo común. La
abolición definitiva del proceso formulario se produjo por una
Constitución de los emperadores de Constancio y Constante.
Legis actiones (acciones de la ley)
 Se le conoce como ordo iudiciorum privatum (ordenación de
juicios privados)
 Se desarrollaba en dos fases: la primera ante el magistrado in
iure y termina con la Litis contestatio, y la segunda pasa ante el
juez y termina cuando éste dictaba la sentencia.
 Este sistema era válido para las acciones de: sacramentum,
postulatio iudicis, condictio, manus iniectio y pignora capio.
Proceso por formula.
Este proceso sustituyó a las legis actiones, porque sólo eran para
ciudadanos romanos, el proceso formulario incluía las acciones de los
peregrinos, estaba divido en:
Fase in iure: la fórmula
 Se empezaba con el escrito en el que se explicaba el problema
 El procedimiento constaba de dos fases: in iure: se redacta y
acepta el escrito y la apud indicem: el proceso ante el juez
Dentro de la fase in iure se encuentran:
 La demostratio: exposición de los hechos
 La intentio: se admite la pretensión del actor
 La condenatio: cuando el juez determina quién tiene la razón.
El procedimiento formulario que caracterizó la segunda fase del
desarrollo procesal en Roma, administraba justicia en litigios
entre romanos y extranjeros y pleitos de extranjeros entre sí.
El nuevo procedimiento puede resumirse en los siguientes
elementos:
 Las partes exponían sus pretensiones per verba concepta, es
decir, en palabras de su propia elección. Por este motivo,
disminuía la dependencia de la administración de justicia
respecto del ius civile.
 El pretor deja de ser un espectador del proceso, o mejor dicho,
una autoridad cuyo papel se limita a vigilar si las partes recitan
correctamente sus papeles. Se convierte en un organizador que
Determina discrecionalmente cuál será el programa procesal de cada
litigio individual, señalando a cada parte sus derechos y deberes
procesales.
 El proceso conservaba su división en una instancia in iure y
otra in iudicio; pero, como eslabón entre ambas fases,
encontramos ahora la fórmula con las tres funciones siguientes:
La fórmula contenía las instrucciones y autorizaciones que enviaba el
magistrado al juez.
Ciertamente, la fórmula era también una especie de contrato procesal,
ya que las partes tenían que declarar que estaban conformes con la
fórmula.
La fórmula escrita sustituía con ventaja las memorias de los testigos,
que, al terminar la instancia in iure del procedimiento de las legis
actiones, debían fijar en su mente todos los detalles de aquella
primera fase del proceso (la Litis contestatio).
Por la estructura de estas fórmulas, cada proceso podía referirse a un
solo punto controvertido, como principio general, y se caracterizaba
por dividir una controversia compleja en sus diversos elementos para
ejercer, para cada elemento controvertido, una acción por separado.
En el sistema formulario, la notificación (in ius vocatio) era un acto
privado a cargo del actor; éste debía invitar al demandado a que le
acompañara ante el magistrado. Aquél podía obedecer
inmediatamente o pedir que se pospusiera la comparecencia algunos
días, en cuyo caso debía dar un fiador (vindex) para garantizar su
puntual asistencia el día convenido.
Si el procedimiento in iure encontrábamos la lucha por la fórmula, en
el apud iudicem hallamos la lucha por la sentencia, y la parte medular
de esta lucha era la tentativa, por ambas partes, de comprobar los
hechos en que se fundaría su actio, exceptio, replicatio. También
intervenían algunos factores de derecho, especialmente si
la intentio era in ius concepta, de manera que las partes también
trataban de convencer al juez respecto de cuestiones puramente
jurídicas.
Generalmente, tres días después de la Litis contestatio, las partes se
presentaban ante el juez. En este momento, ya no había necesidad de
fianzas que asegurasen su comparecencia; su propio interés les
impulsaba a presentarse puntualmente; de lo contrario, uno corría el
riesgo de ser considerado contumaz.

PROCESO EXTRA ORDINEM


Procedimiento extraordinario es en el Derecho Procesal romano el
broche de oro, y el que cambia definitivamente la estructura procesal,
asemejándolo a nuestro procedimiento actual.
El nombre de “cognitio extraordinem” o fuera del proceso ordinario, se
debió a que en plena vigencia del proceso formulario ordinario, fueron
instaurándose otros, a partir de los albores del imperio, en los que no
se respetaba la división en dos instancias procesales (la “in iure”
instruida por el magistrado y la “apud iudicium” ante el Juez) sino que
el mismo magistrado que conocía en la primera parte, la resolvía
directamente sin dar paso a la etapa ante el Juez, para agilizar los
procedimientos, sobre todo en cuestiones de alimentos o de estado.
Este modo de resolver las cuestiones litigiosas se generalizó, y en
época del emperador Diocleciano era el modo común. La abolición
definitiva del proceso formulario se produjo por una Constitución de los
emperadores de Constancio y Constante.
Fueron características de este proceso, mucho menos formal y con
forma predominantemente escrita, la existencia de una sola etapa
procesal, a cargo de un Juez, que era un funcionario público o estatal,
con amplias libertades de apreciación de las pruebas, estableciéndose
a partir de entonces, una serie de funcionarios judiciales pagos, que
originó una burocracia judicial.
Apareció la noción de costas judiciales, que debía abonar el que
resultaba vencido en el litigio.
La posibilidad de la representación, del juicio llevado en rebeldía, y la
apelación de sentencias (hasta dos sobre un mismo asunto) fueron
una posibilidad.
Había magistrados inferiores, los “iudices pedanei”, que eran jueces
delegados, para cuando las causas excedían las posibilidades de
resolución de los jueces.
El proceso se iniciaba, a partir de Justiniano, con el “libellus
conventionis”, que era un escrito firmado por el actor u otra persona a
su ruego. Un funcionario público, el “executor”, si el “libellus” no era
desestimado por el Juez, por ser contrario a derecho, y éste ordenaba
el traslado, a través del “interlocutio”; se lo entregaba al demandado.
Las costas de este traslado eran a cargo del demandado y se
denominaba “sportulae”. La contestación del demandado, llamada
“libellus contradictionis” debía ser entregada al “executor” al recibir el
“libellus conventionis”.
Con la demanda y su contestación, se producía la “litis contestatio”,
que ya no producía el efecto de consumir la acción, como en los
sistemas anteriores, de las “legis actiones” o del proceso formulario.
El actor debía entregar caución de impulsar la causa hasta la
sentencia, de acuerdo a los plazos prescriptos y de pagar las costas
en caso de ser vencido. A su vez, el demandado también debía dar
fianza de que se defendería legalmente. Quedaban exceptuados de
dar caución material pudiendo reemplazarla por una simple caución
juratoria, los indigentes, las personas de renombre y los poseedores
de inmuebles.
En esta etapa pierde importancia la prueba testimonial, en favor de la
documental, y también de la pericial, ya que al no ser el Juez una
persona especialmente escogida por las partes en función de su
conocimiento del tema, debía ser asesorado sobre cuestiones
científicas y técnicas.
LEGIS ACTIONES.
Es el procedimiento solemne entre dos litigantes, que tiene lugar ante
un magistrado jurisdicente, y por medio del cual, empleando palabras
solemnes y hasta ademanes simbólicos, en presencia de testigos, se
prepara el juicio, que recibirá luego ante el juez su ulterior desarrollo.
En las legis actiones se procedían con tal solemnidad de forma y con
una precisión tan rigurosas, que la menor inexactitud llevaba
aparejada la pérdida del proceso.
Las legis actiones eran cinco, pero tan sólo tres miraban al
procedimiento de cognición, tales eran: la legis actio sacramento, la
iudicis postulatio, y la condictio; las otras dos, la manus iniectio y la
pignoris capio, correspondían al procedimiento de ejecución.
 Se llamaba Sacramentum a la cantidad en dinero que los
litigantes debían depositar en manos del pontífice (in sacro
deponebant), de modo que la cantidad del vencido cedía a
beneficio del tesoro público. Posteriormente fue sustituido el
depósito efectivo de la cantidad por la simple promesa hecha
ante el magistrado jurisdicente y garantizada por medio de
fiadores (praedes).
La legis actio sacramento era la forma general para hacer valer en
juicio los derechos propios, y se aplicaba a todos los casos para los
que no existiese una legis actio especial, es decir, tanto en las
cuestiones de propiedad como en las acciones personales. En las
cuestiones de propiedad, el magistrado, antes de que la causa pasase
al juez, decidía cuál de los litigantes de la cosa litigiosa (vindicatis
dicebat). De esta manera se determinaba también cuál de las partes
debía sostener la posición de actor y cuál la de demandado.
 Legis actio per judicis arbitribe postulationem era, por así decirlo,
el complemento del procedimiento per sacramentum. Entre
iudicis postulatio y sacramentum existe, poco más o menos, la
misma relación que entre arbitria y iudicia. En otros términos: el
sacramentum se aplicaba a las cuestiones cuyo objeto era
completamente determinado, en término que la decisión requería
en el juez alguna latitud. Las partes, en vez de ser remitidas ante
el tribunal de los centunviros, obtenían un árbitro que disfrutaba
un poder de apreciación mucho más extenso, y procedía mejor
según los principios de la equidad que a tenor del derecho
riguroso.
 Legis actio por conditionem
Esta es la más reciente de las legis actiones, y fue introducida por la
ley Silia para los créditos de cantidad cierta y determinada, y extendida
después por la ley Calpurnia a todas las acciones personales de omni
certa re. El nombre de condictio deriva de condicere, esto es, de la
íntima que el actor hacía sin solemnidad especial al demandado para
que compareciese ante el magistrado ad iudicem capiendum. La
palabra condictio no tardó en ser empleada para designar toda acción
personal de estricto derecho. El procedimiento per condictionem era
más sumario que los precedentes, como lo requería la misma
naturaleza de la causa, y concurría electivamente con la legis actio
sacramento in personam. Y, en efecto, tratándose de créditos de una
cantidad determinada de dinero o de otra cosa precisa, era
conveniente que la ley concediese medios más expeditos y menos
complicadas para hacer valer los propios derechos, lo cual se obtiene
permitiendo al actor citar sin solemnidad alguna al adversario para la
comparecencia ante el magistrado ad iudicem capiendum trigesima
die, descartando todas las demás solemnidades requeridas para la
legis actio sacramento.
Las legis ejecutivas eran dos:
 Legis Actio per manús injectionem, hacía efectivos los derechos
Subjetivos. Aquí, pasados 30 días de que dictaran la sentencia,
el Acreedor podía tomar por la fuerza al deudor para llevarle ante
el Magistrado. Ya con el magistrado, el acreedor ponía la mano
en la Espalda del deudor y decía por qué hacía eso, la causa y la
deuda Que tenía. Este podía pagar o presentar un vindex, y él
quedaría libre.
 Legis Per pignoris capionem, que actuaba respecto a los bienes
del deudor; Aquí no era necesario un magistrado, ni que
estuviera el demandado, Ni que fuese día hábil. Este caso se
daba para casos especiales por Ley o costumbre.
LEGIS ACTIONES DECLARATIVAS.
La legis actio declarativa pretende que el juez se pronuncie sobre la
existencia de un derecho puesto en tela de juicio.
Las acciones declarativas son:
Legis actio sacramentum (acción de ley por apuesta).
Legis actio per iudicis postulationem (acción de ley por petición de un
juez o de un árbitro).
Legis actio per condictionem (acción de ley por requerimiento).
LEGIS ACTIONES EJECUTIVAS.
Una acción de ley ejecutiva sirve tan sólo para conseguir la ejecución
de una sentencia ya existente o para otros casos análogos.
Las acciones ejecutivas son:
Legis actio per manus iniectionem (acción de ley de aprehensión
corporal).
La legis actio per pignoris capionem (acción de ley de toma de prenda
o embargo).
La primera era un modo legal de ejecución sobre la persona, y la
segunda un modo de ejecución sobre los bienes del deudor.
DECADENCIA DE LAS LEGIS ACTIONES.
La legis actiones son las acciones que usaban los antiguos
bien porque procedían de las leyes o bien porque se amoldaban a los
términos de las leyes y por esta razón debían cumplirse con el mismo
rigor que las propias leyes. Por otro lado, las legis actiones se
suelen definir como: declaraciones solemnes, acompañadas de
gestos rituales, impuesto por el Ordenamiento jurídico a los
particulares, para la defensa de sus derechos. Su fuente principal es
Gayo.
Su origen se remonta a la época arcaica. Constituye la forma más
antigua de enjuiciar y la primera manifestación de la justicia
privada, bajo el control y dirección de la autoridad. Su decadencia
se inicia cuando una Lex Aebutia empieza a reconocer la
validez de algunos procesos que venían realizándose ante el
pretor peregrino, basados en su imperium y a través de breves
escritos en dónde se concretaba la naturaleza del derecho alegado.
Su extinción se produce con Augusto y sus leges Iuliae de los juicios
púbicos y privados.
SISTEMA FORMULARIO.
El procedimiento formulario que caracterizó la segunda fase del
desarrollo procesal en Roma, encuentra su origen probablemente
fuera de Roma y fue adoptado por el praetor peregrinus, quien, desde
242 a.C., administraba justicia en litigios entre romanos y extranjeros y
pleitos de extranjeros entre sí.
Las partes exponían sus pretensiones per verba concepta, es decir, en
palabras de su propia elección. Por este motivo, disminuía la
dependencia de la administración de justicia respecto del ius civile.
El pretor deja de ser un espectador del proceso, o mejor dicho, una
autoridad cuyo papel se limita a vigilar si las partes recitan
correctamente sus papeles. Se convierte en un organizador que
determina discrecionalmente cuál será el programa procesal de cada
litigio individual, señalando a cada parte sus derechos y deberes
procesales.
El proceso conservaba su división en una instancia in iure y otra in
iudicio; pero, como eslabón entre ambas fases, encontramos ahora la
fórmula con las tres funciones siguientes:
La fórmula contenía las instrucciones y autorizaciones que enviaba el
magistrado al juez.
Ciertamente, la fórmula era también una especie de contrato procesal,
ya que las partes tenían que declarar que estaban conformes con la
fórmula.
La fórmula escrita sustituía con ventaja las memorias de los testigos,
que, al terminar la instancia in iure del procedimiento de las legis
actiones, debían fijar en su mente todos los detalles de aquella
primera fase del proceso (la Litis contestatio).
ELEMENTOS PRINCIPALES DE LA FORMULA.
Demonstration: exposición de los hechos y causas del litigio Intentio
puede ser certa o incerta.
La 1ra el objeto del litigio está bien determinado en la 2da es
indeterminado y su determinación se deja al criterio del juez.
Condemnatio: confiere al juez la facultad de absolver o condenar.
Adiudictio: El juez puede abjudicar total o parcialmente el objeto del
litigio.
ELEMENTOS ACCESORIOS DE LA FORMULA.
Exceptio Se introducen hechos que, si se prueban, conducen a su
absolución. Se clasifican en:
 Perentorias o perpetuas
 Dilatorias o temporales.
Praescriptio. Se antepone a la misma fórmula para determinar o
limitar su contenido Se clasifican en:
 Pro parte actore.
 Pro parte reo Replicatio Hechos que introduce el demandante en
la fórmula, para desvirtuar los que se han incluido en la exceptio.
Duplicatio Hechos que introduce el demandado en la fórmula,
para desvirtuar aquellos que introdujo el demandante en la
replicatio.
PROCEDIMIENTO IN IURE.
La etapa procesal en que el magistrado organizaba el juicio. Tenía
como fin, fijar el planteamiento de la cuestión litigiosa en términos
jurídicos, sin considerar la veracidad o falsedad de los hechos
invocados por las partes; y decidir si debe haber juicio (iudicium).
La citación del demandado en el proceso formulario se diferencia
profundamente de la in ius vocatio que regía en las legis actiones y su
dureza fue atenuada a través de varias medidas.
En los textos de Ulpiano, el demandado debía de quedar totalmente
enterado y poder preparar su defensa, o avenirse y ceder. El edicto
actionis extraprocesal exigía que el demandante mostrara todos los
documentos y pruebas que iba a hacer valer en el juicio. Así el
demandado sabía perfectamente a qué atenerse en el juicio y las
pruebas que podían ser aportadas en él.
Las personas que contravinieran estas disposiciones del edicto
actionis extraprocesal eran sancionadas por el pretor.
La citación ante el magistrado continúa siendo, en el procedimiento
formulario, el acto formal por el cual el demandante debe citar al
demandado.
El demandado debe comparecer ante el magistrado, con
independencia de que el actor haya cumplimentado o no la edictio
actionis extraprocesal, y solamente algunas personas, en razón del
cargo o de la inoportunidad del momento, pueden no ser citados a
juicio, como son: el cónsul, el prefecto, el pretor, el procónsul y los
demás magistrados con imperio. Tampoco pueden ser citados a juicio
el novio o la novia cuando contraen matrimonio, ni el juez durante el
juicio, ni el que está actuando en un litigio ante el pretor, ni el que va
en la comitiva del entierro de una persona o asiste a sus exequias, ni
los que siguen al cadáver, según un rescripto de los emperadores
Marco Aurelio y Vero, ni los locos, ni los menores, ni los ascendientes.
Una vez las partes ante el pretor, el demandante solicita del mismo la
concesión de la acción: editio y postulatio actionis. El magistrado
verifica la causae cognitio o breve examen de la capacidad de los
litigantes y de su legitimación activa y pasiva, así como de su propia
competencia. Pero antes de la postulatio, el demandante puede
interrogar al demandado acerca de algunas circunstancias que podría
modificar la petición de su acción e incluso excluirla.
LITIS CONTESTATIO.
La Litis contestatio o atestiguamiento del litigio en el procedimiento
formulario es un acto complejo.
La Litis contestatio es el momento procesal central, y a este momento
es preciso referirse en relación con los efectos que produce en el
litigio, puesto que las partes han fijado sus posiciones: el actor a través
de la acción ejercitada y concedida por el pretor, y el demandado, a
través de las excepciones propuestas, que podían ser replicadas por
el demandante, duplicadas por el demandado y triplicadas. Los
litigantes ya no pueden introducir variaciones en las posiciones
adoptadas. Las partes han aceptado el iudicium concedido por el
magistrado y se han sometido a la futura decisión del juez o jueces.
A partir de la Litis contestatio la cuestión objeto del litigio se convierte
en res in iudicium deducta; es decir, en una cuestión pendiente de
juicio.
Las cosas que son objeto del litigio no pueden ser vendidas.
Las acciones intransmisibles, o las que tiene un plazo para su
interposición, se hacen a partir de la Litis contestatio transmisible y
perpetuas.
Las Litis contestatio se producen una sola vez.
PROCEDIMIENTO APUD IUDICIM.
La fase o etapa procesal apud iudicem tiene su inicio con el término de
la Litis contestatio, cuando la intervención del magistrado ha concluido
y el asunto pasa a manos del juez. Esta segunda fase se acaba con la
sentencia, aunque cuando esta resulta ser condenatoria, debe
procederse después a su ejecución.
MEDIOS DE LA PRUEBA.
Se desarrolla ante un juez y en gran parte se mantuvo como en la
etapa de la actio legis; pero aquí el juez se basa primero en la fórmula,
en las pruebas y alegatos de las partes, El uso de la escritura permite
la aportación de documentos como medios aprobatorios. Además, los
plazos de sentencia son más amplios, es decir, si el proceso es entre
romanos se ha designado un solo juez, el plazo máximo de la Litis
contestatio y la sentencia será de dieciocho meses, pero si el proceso
se lleva acabo ante los recuperatores, será necesario que la sentencia
se dicte mientras el pretor permanezca en funciones, es decir, en el
plazo de un año.
La sentencia forzosamente pecuniaria, solo puede contener la
absolución o condena del demandado, el juez deberá de dictar
sentencia de acuerdo a lo establecido en la formula (aunque esta
tenga errores por ambas partes al tratar de exponer sus pretensiones
en dicha fórmula), si alguna de las partes perdiese el juicio puede
iniciar otro porque su derecho no ha sido resuelto en justicia.
Plus petitio. El demandante reclama más de lo pedido, y al no poder
justificar su demanda el juez absuelve al demandado, extinguiéndose
su derecho para obrar por segunda vez.
El plus petitio puede ser de cuatro clases:
1. Re, Tiene que ver con las cosas, por ejemplo alguien pide 10,000
ases y sólo le debía 5,000.
2. Tempore, Se refiere al tiempo. Por ejemplo cuando se reclama
antes del vencimiento de la deuda.
3. Loco, Se refiere al lugar, es decir, se prometió entregar algo en
Roma y el demandante quiere que lo entregue en lugar distinto.
4. Causa, Reclamación de más por la causa, cuando se establece una
obligación en cuanto al género se reclama la especie, o bien cuando el
deudor puede cumplir una de varias prestaciones, el acreedor designe
cual.
Minus petitio. El demandado pide menos de lo que le debe. Sólo
obtendrá lo que pide pues el juez está impedido o limitado para
condenar más de lo establecido en la intentio. Pero el demandado
podrá reclamar por lo que le hace falta.
SENTENCIA.
La fase apud iudicem termina con la sentencia, la cual deberá ser
dictada por el juez en forma pública y en voz alta. Para su ejecución
abra de dirigirse al magistrado, pues es aquel quien goza del
imperium.
Hasta finales de la República, la sentencia tenía fuerza de cosa juzga
y no podía tenerse una nueva decisión. Sin embargo en casos de
excepción encontramos revocatio in duplum y la in integrum restitutio.
En la primera el afectado por la sentencia podía reclamar la nulidad de
la misma, si la reclamación era mal fundada era acreedora a una
condena de los doble de lo debido. El segundo creyéndose lesionado
por la sentencia podía solicitarlo, es un recurso extraordinario con
carácter rescisorio.
En la época imperial nace una vía en contra del recurso de la
sentencia, la apelación, que corresponde al procedimiento
extraordinario.
CUMPLIMIENTO.
El deudor tiene un plazo de sesenta días para cumplir con la
sentencia, en caso contrario, el acreedor ejercía la actio iudicati y se
ejerce sobre los bienes del deudor mediante cualquier de las tres
medidas:
 Bonorum venditio, es la venta en bloque del patrimonio del
deudor, y entraña para el mismo la nota de infamia, aunque
para evitarla el deudor podía hacer cesión voluntaria de sus
bienes (bonorum cessio).
 Bonorum distractio, es la venta al menudeo de los bienes del
deudor; se lleva a cabo para sustituir la nota infamante y la
operación era efectuada por un curador nombrado ex profeso
para ello.
 La toma de prenda o pignus in causa iudicati, procedimiento
empleado por el magistrado para asegurar el efecto de sus
decisiones cuando juzgaba extra ordinem, el acreedor se podía
quedar con los bienes del deudor por un periodo de dos meses
después de eso los podía vender para cobrarse el adeudo y
darle el sobrante al deudor.
COGNITIO EXTRA ORDINEM.
A partir del siglo I algunas controversias relativas a casos especiales
fueron sometidas por iniciativa imperial a un proceso diverso del
formulario, un proceso "extraordinario" llamado cognitio extra ordinem.
También hemos explicado cómo tal proceso fue ampliando
paulatinamente su campo de aplicación en detrimento del proceso
formulario, que fue abolido definitivamente por una Constitución de
Constancio y Constante del año 342. Podría afirmarse que a partir de
este momento sólo queda en vigor la cognitio extra ordinem, que es el
proceso de la edad justinianeo, y que continuó llamándose
extraordinario, si bien tal denominación ya no tenía razón de ser, pues
ahora era el "ordinario", el normal, al que había de someterse toda
controversia.
La desaparición de la misma fórmula y la eliminación de la bipartición
en dos fases (in iure y apud iudicem), que son rasgos fundamentales
de la cognitio extra ordinem, en la que todo el proceso, incluida la
decisión final, se sustancia ante un mismo y único órgano
jurisdiccional, un magistrado-juez, que normalmente era un funcionario
público.
Otras acusadas diferencias entre ambos procesos, serán puestas de
relieve a medida que expliquemos la marcha del procedimiento.
Es el último sistema de procedimiento que regulo el derecho romano,
corresponde al Imperio Absoluto, característico del derecho
postclásico. Convivió con el procedimiento formulario, se aplicaba en
casos de excepción, es decir, de forma extraordinaria, para resolver
controversias que se suscitaban en relación con instituciones de nueva
creación.
La justicia imperial del principado (jueces funcionario, servidores del
Estado y dependientes del emperador) se inclinó por este sistema,
sustituyendo a las fórmulas. Con Diocleciano a partir del S. III quedo
como único sistema vigente.
DESARROLLO DE LA COGNITIO EXTRA ORDINEM.
La apelación, un juez superior conoce el asunto y puede revocar,
confirmar o modificar la sentencia primaria, Se formulaba ante el juez
que hubiera dictado la sentencia en un plazo no mayor a 10 días de
forma oral o escrita si transcurría el tiempo o plazo sin apelación la
sentencia era firma y se ejecutaba.
Notificación o Litis denuntiatio, hecha a petición del actor por un
empleado del juzgado, quien le presentaba la demanda (libellus
conventionis) al demandado.
Contestación de la demanda o libellus contradictionis por el
demandado a través del empleado del juzgado.
Litis contestatio, en la que las partes exponían sus argumentos.
Procedimiento probatorio, se ofrecían, desahogaban y valoraban las
pruebas, la reina de las pruebas es la confesional. Las más
importantes testimonial, la documental y la pericial.
Sentencia, la cual podía ser impugnada por el recurso de apelación.
Conservó la in integrum restitutio como recurso extraordinario.
CARACTERISTICAS DE LA COGNITIO EXTRA ORDINEM.
Algunos aspectos y problemas muy importantes:
La appellatio.
El procedimiento contumacial
La Litis contestatio
El procedimiento sumario
Se habían considerado la cognitio examinando el origen y estructura
del procedimiento por libelos del período justinianeo, o estudiado el
tema desde el punto de vista de una determinada interpretación
histórica del paso del Derecho clásico al Derecho justinianeo, o de los
poderes del princeps en el ámbito jurisdiccional.
LITIS CONTESTATIO.
El momento en que la demanda es notificada al demandado, sus
efectos dejan de ser los que se habían configurado durante la vigencia
del procedimiento formulario.
Notificación de la demanda al demandado, citándolo a la presencia del
magistrado.
Al momento de la Litis contestatio, la cuestión litigiosa se convierte en
el objeto del juicio.
Estando de acuerdo las partes en el contenido de la fórmula, se
designaba al juez.
PRUEBAS.
Rige el principio de la prueba lega o reglamentada, según el cual, el
juez no puede libremente valorar y apreciar los resultados de las
pruebas, sino según criterios previamente establecidos. La prueba
documental tiene preferencia sobre la testifical, y dentro de aquélla
tienen mayor valor probatorio los documentos redactados por
funcionarios públicos y notarios (tabelliones). Así mismo, el valor de
los testimonios es graduado en razón de la situación social de las
personas que los prestaban, y el juez no puede otorgar eficacia
probatoria al testimonio de una sola persona. Finalmente, se admiten
cada vez con mayor frecuencia las presunciones, tanto iuris et de iure,
como iuris tantum.
SENTENCIA.
La sentencia, redactada por escrito y leída a las partes, ya no tiene por
qué consistir necesariamente en una suma de dinero, sino que el juez
puede condenar a la restitución de una cosa, cuando esa fuera la
pretensión del actor. Dada la jerarquización de la magistratura, otra
diferencia notable es la posibilidad de apelar la sentencia ante un
magistrado de rango más elevado, estableciendo como última
instancia el recurso ante el propio emperador.
Sentencia, la cual podía ser impugnada por el recurso de apelación.
Conservó la in integrum restitutio como recurso extraordinario.
INTERDICTOS.
Los interdictos, son órdenes emitidas por el pretor, en virtud de su
imperium, para solucionar una situación jurídica particular que no era
producto de una infracción a la ley, sino que podía llegar a serlo, por lo
que el pretor se anticipaba en evitarlo.
Así, los edictos nunca dieron como resultado que se adjudicara un
derecho, sino que se limitara la libertad de alguien para obrar de
determinada manera, de allí su nombre: interdictum (prohibir).
Y aunque el pretor podía configurar de forma autónoma los casos en
los que obraría para imponer un interdicto, en general trataron sobre la
preservación del orden público, o, de bienes tutelados que podían
verse afectados a esperas de un juicio.

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