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Gigon
El poema es obra de las Musas, que hablan por boca del poeta. En general la musa ayuda al
poeta en su trabajo específico, le impulsa a desarrollarlo y llevarlo a término.
Hesiodo quiere enseñar la verdad de acuerdo con el encargo de las Musas y por eso le es
tanto más necesaria la asistencia de las Musas. No se propone hablar de tal o cual batalla de
los tiempos pasados, sino de la vida de los dioses desde su origen.
Cuando son las diosas las que plantean la alternativa entre verdad y verosimilitud, significa
que solo ellas pueden establecer una alternativa de este tipo. Solo una divinidad puede
manifestar la verdad. Una reflexión ulterior sobre los motivos hesiodicos llegara a la
explicación de que la verdad mana únicamente de los dioses y que el mundo homérico, no
solo por su carga de aventuras y destinos, sino también por su carácter de verosimilitud, es
el mundo propiamente dicho, en el que los hombres como tales se hallan irremediablemente
encerrados.
Hesiodo enfrenta su verdad con la verosimilitud de Homero. La figura de la musa obtiene
una nueva significación. Las dos cosas van juntas y están unidad por un tercer elemento que
nos permite comprender la persona de Hesiodo. Las Musas dan a Hesiodo el encargo de
recitar el canto que ellas mismas entonan delante del trono de su padre, Zeus. La actitud de
Hesiodo ante Zeus es completamente distinta a la de Homero. La religión Homérica cuesta
encontrar un poco de verdadera fe. En Hesiodo la fe en Zeus es el centro de su ser y el
elemento por el que hayan unidad interna las dos obras que de él conservamos: La
Teogonía y Los Trabajos y los días. Los Trabajaos y los días nos hablan de Zeus como
guardián de justicia y la Teogonía no es otra cosa más que un himno a Zeus, en el que se
nos cuenta como Zeus, después de dominar los desordenados poderes de tiempos remotos,
asienta su reino de justicia.
II
Hesiodo quiere hablar del principio, de lo primero que existió. Es la pregunta por la historia
y precisamente en ese punto límite en que esta se está deslizando hacia la filosofía.
La pregunta por el acontecer histórico en general es la pregunta por lo que ha existido antes
y de lo que ha brotado el presente. Su última frontera es la pregunta por lo que es el
comienzo de todo el pasado. También puede plantearse como ¿De dónde viene todo? Esto
lleva al problema del principio, que esta más allá de la historia, porque no solo estuvo en el
comienzo y abrió la serie de acontecimientos numerables, sino que es lo más verdadero y
real.
Hesiodo no se pregunta por lo más remoto históricamente, sino por el principio de lo que
existe; es la pregunta por el principio filosófico que, desde entonces no dejara de seguir
siendo planteada por la filosofía, que terminara tomando el nombre de physis: el punto de
partido y el fundamento de la evolución del cosmos.
-Primer punto de vista-A primera vista la Teogonía podría ser tomada como un canto de
alabanza a Zeus. Su estructura corresponde a la de un himno a los dioses, con la historia de
su nacimiento y con la hazaña en la que la divinidad se acredita como elementos centrales.
El poema se cierra con el comienzo del reinado de Zeus, creador y amante de la paz y la
justicia.
-Segundo punto de vista- todavía más importante. Zeus no es el señor desde el principio,
sino el tercero. El más antiguo es Uranos, el esposo de la Tierra. Tiene muchos hijos pero
teme por su señorío por eso no los deja salir a la luz y los encierra en la Tierra. Los hijos se
revelan y Cronos arrebata el poder de su padre convirtiéndose en el segundo rey dios. Pero
teme a sus hijos y los empieza a devorar a medida que nacen. Zeus se salva y salva a sus
hermanos y lo precipita al mundo subterráneo, convirtiéndose en el tercer señor.
Se trata tres veces el motivo del padre que peca contra sus hijos, y del hijo que se afirma en
la existencia, defendiéndose y que, sin embargo se hace culpable. Con culpa se gana la vida
y por esa misma la pierde.
-Tercer aspecto-La teogonía habla de los dioses pero Hesiodo no trata de informar sobre
los dioses de su fe, sino de exponer una visión total del mundo en forma de una extensa
genealogía de los dioses. El propósito de Hesiodo en la Teogonía no es solo hablar de la
verdad y de los orígenes, sino también del Todo. Y este es el tercer pensamiento filosófico
que se nos presenta.
Las figuras nombradas en la Teogonía no son traídas a colación porque sean dioses, sino
que son llamados dioses porque no pueden faltar las zonas por ellos representadas en el
cuadro del conjunto del Todo, que Hesiodo tiene ante la vista, sin poderlo llamar todavía
por su nombre.
El tema de la Teogonía es el Todo, pero por tal se entiende lo que está por encima del
hombre y se le opone, sin que se lo pueda tener a mano.
Aparecen las tres sustancias originarias: Caos, Tierra y Eros. Prescindiendo aquí del Caos,
la Tierra es el suelo en el que se desenvuelve toda la vida. El Eros es la fuerza que hace
surgir las generaciones de los dioses y mantiene el curso del devenir del mundo y también
es el que se apodera del interior del hombre.
Tierra y Eros representan dos tipos distintos de poderes superiores, El uno son las cosas que
no puede dominar la mirada del hombre; el otro, los poderes de los que no puede hacerse
dueña el alma humana.
Hesiodo nos muestra su Totalidad compuesta de los dos ámbitos de realidad no disponible
para el hombre.
Hay más que pertenece a la pregunta por el Todo. Este consiste en la ordenada relación
mutua de sus miembros. Y esta interdependencia se obtiene primeramente por el principio
genealógico. En esta red de relaciones no hay claros ni rupturas. El segundo principio es
que cada dios singular tiene su especial categoría y una tarea dentro del Todo.
III
En el pensamiento mítico griego, cielo y tierra son representados, a veces, como una
cavidad. La tierra llana es el suelo y el cielo semiesférico es el techo de la cavidad del
universo.
Hesiodo arranca de la imagen de la cueva del mundo, pero suprime mentalmente cielo y
tierra. El principio es informe, y, para llegar al principio, hay que prescindir también de
estas dos realidades que poseen una forma propia. Y no nos queda más que el espacio entre
el cielo y la tierra: es el Caos.
Para Hesiodo el principio tiene que se lo mas indeterminado y confuso. No puede ser algo
determinado, por la sencilla razón de que todo lo determinado y diferenciado tiene que
brotar de él.
Caos, Tierra y Eros son las tres realidades originarias que existen desde el principio. El
llegar a la existencia es para el pensamiento antiguo un continuo ir surgiendo “de sí mismo”
y no un ser creado por algo superior y ya existente.
IV
Todo lo que relata Hesiodo se halla inmenso en el lenguaje del mito. El mar y los montes,
el hambre y las muertes se presentan como personas divinas.