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EL DIOS HERMES - THOTH Y LA ORDEN DEL TEMPLE

⚜️Salam Aleykum mi hermano


En este pequeño ensayo, te comparto mi punto de vista a lo que de alguna
manera hemos aprendido en nuestra amada casa de la Orden del Temple,
y que a su vez cada uno recorre su propio camino.
Como siempre me encomiendo a tus oraciones para que el amor de
nuestro ABBA ilumine mi sendero en este caminar de servicio hacia el
prójimo, siempre sea de acuerdo a su voluntad, aumente mi fe para que se
fortalezca mi armadura y poder combatir las fuerzas de las tinieblas,
acreciente la armonía, la justicia y misericordia en mi corazón para
comprender, ayudar y transmitirle el mensaje de que Dios ama y ama de
verdad a quien amo.
Como siempre. No escribo para todos, pero estás invitado a leerlo.

La literatura resulta bastante elocuente cuando se trata del dios griego


Hermes ; en cambio, lo es mucho menos en Thoth, sin duda porque el
impacto de este último en la cultura y las sociedades occidentales es
mucho menor, además el Nombre Hermes es muy impáctate. Ciertamente,
la antigua civilización egipcia y su mitología (o religión) siempre han
fascinado a los estudiosos; pero precisamente por ser eruditos, sus
exégesis han permanecido la mayor parte del tiempo inaccesibles al gran
público, no sólo por los obstáculos que encuentra el lector para encontrar
información precisa en libros o páginas de internet, sino también por la
dificultad de comprenderlas y asimilarlas perfectamente.

Así, si es relativamente fácil obtener y consultar obras extensas sobre la


mitología griega, que traten entre otras cosas de este dios tan famoso y
simpático que es Hermes, llamado Mercurio por los Romanos, me pareció
por otra parte importante proporcionar claridad y luz a este tema. Los
documentos detallados sobre este personaje, que seguro fue un ser
humano alguna vez y se convirtió en un mito, a saber, esta deidad que
lleva el nombre de Thoth, es bastante escurridizo. En cuanto a Hermes
Trismegistus, descendiente de este último si hemos de creer en ciertas
genealogías, es objeto de comentarios detallados en mi opinión bastante
complicado.

Es muy complicado, para un occidental del Siglo XXI llegar a comprender


de forma adecuada y precisa una cultura egipcia en donde nació el mito
de Hermes miles de años antes de Cristo, luego el mito paso a Grecia,
luego a Roma, posteriormente se han escrito libros sobre Hermes en los
siglos XIX y XX .

Difícil es la tarea de aclarar qué se entiende por filosofía y escritos


herméticos, y sus implicaciones en la varias escuelas Iniciáticas actuales,
especialmente en la Orden del Temple. Los textos agrupados en lo que se
denomina el Corpus Hermeticum son de difícil dar abordaje para quien no
esté preparado para ellos, y no es fácil extraer de ellos una visión del
mundo bien asentada.

Por tanto, revelar los grandes misterios de Hermes-Thot, es una tarea


complicada, abordarlos mediante una presentación efectiva de los
elementos a la mano es algo parcial. Pero, seguro que en la Orden tiene
que ver mucho con Hermes, en su aspecto de Muerte por asesinato y
posterior resurrección, volviendo a la vida en el nuevo Maestro.

Seguir un orden cronológico, presentando al Thoth egipcio, pasando luego


al jocoso y sin embargo primordial Hermes griego, y finalmente al
misterioso Hermes Trismegistus. Posteriormente, observando las
implicaciones que estas tres entidades han tenido para una parte de la
filosofía occidental, concretamente su rama esotérica, precisando para
terminar su impacto del hermetismo en la Orden del Temple actual. Es
posible que el Dios Thoth egipcio, haya sido traído de alguna cultura de la
antigua Mesopotamia, muy anterior a Egipto.

Thoth
Djehouti de su nombre real, dios de Hermópolis (anteriormente Schmoun),
Thoth es venerado desde el Alto Imperio y particularmente bajo el Imperio
Medio; se le representa en varias formas: ibis, babuino, a veces león,
hombre con cabeza de ibis o, a veces de león, mono con cabeza de perro,
lo que lo acerca a Anubis el chacal. A veces se le considera como el
Verbo, el creador de sí mismo, de los demás dioses y de Egipto, a veces
como el hijo de Ra, su corazón, o incluso de Osiris; se supone que reinó
7726 años en la tierra, antes de que los dioses dejaran reinar a los
hombres. Dios de la Inteligencia Cósmica, es, según la versión, hijo del
Isis, o surgido de la cabeza de Seth sembrada por su sobrino Horus (al
igual que Atenea, también diosa de la inteligencia, pero no cósmica,
surgida de la cabeza de Zeus ). Thoth juzga en nombre de Ra; asigna a los
dioses ya los hombres sus funciones, y funda las ciudades y sus límites.
Posteriormente, fue identificado con el dios luna Ioh; ahora la luna es un
astro masculino cargado de magia y que marca el paso del tiempo por sus
ciclos, de modo que hemos visto en Thoth al Kronos egipcio, dueño del
tiempo y del destino, y también de la memoria, ya que según, él mismo
narra el reino y sus recuerdos. Gobierna la imaginación y la conciencia
creadoras (cuya sede es el corazón), y tiene el poder de realizar
metamorfosis y transmutaciones: por lo tanto, no es de extrañar que se le
atribuya la invención de la alquimia y las ciencias naturales. Organizador
del cosmos, " pesa el mundo", es decir, lo mantiene en armonía.

Se le atribuyen muchos otros atributos: inventor de la escritura y la


aritmética (se le llama el " Señor de los números"), es archivero, guardián
de las bibliotecas y mecenas de los escribas (él mismo es el secretario de
los dioses). Creador o portador del verbo y de la palabra, es también su
mensajero (lo que se llama "hib" en egipcio, así se explica su
representación en forma de "ibis" por esta etimología). Para los griegos, se
decía que Thoth había inventado la filosofía (ligada al lenguaje), mientras
que nosotros mismos estamos acostumbrados a considerar a los griegos
como creadores de este último, en la forma muy racional que reviste en la
civilización occidental.

Su relación con la Palabra y con el logos también está representado por su


condición de dios de la magia, un arte en el que el habla creativa y, a
veces, la escritura son de gran importancia. Así, dos usos del lenguaje
aparentemente opuestos, el argumentativo lógico y el pre-formativo
esotérico, se encuentran unidos en la figura de Thoth. Su vínculo con lo
sagrado, naturalmente inherente a su condición de divinidad y de mago, se
afirma además por el papel de iniciador y guardián de los misterios que se
le atribuyen. Aparece pues como un regenerador (siendo la iniciación
garantía de renovación espiritual), lo que también se puede detectar en el
hecho de que es el dios de la medicina, que da el aliento divino para el
más allá (ceremonia de la apertura de la boca), y que ayuda a Isis a reunir
a los miembros de Osiris para permitir que éste renazca. Finalmente, si no
es el dios de los muertos, es un *psicopompo, es decir, guía las almas de
los difuntos en el más allá (atribución que comparte con Anubis según las
distintas lecturas que tenemos poco que ver); también procede al pesaje
de corazones, **"opsicostasis”, y ritos funerarios; por lo tanto, se ocupa de
los misterios de la muerte, la contrapartida complementaria de su función
como regenerador.

*Un psicopompo es un ser que en las mitologías o religiones tiene el papel


de conducir las almas de los difuntos hacia ultratumba, cielo o infierno. La
voz proviene del griego ψυχοπομπóς (psychopompós) que se compone de
psyche, 'alma', y pompós, 'el que guía o conduce'. Los psicopompos son
criaturas, espíritus, ángeles o deidades en muchas religiones cuya
responsabilidad es escoltar a las almas recién fallecidas de la Tierra hasta
el más allá. Su rol no es el de juzgar a la persona fallecida, sino
simplemente guiarla. Apareciendo frecuentemente en el arte funerario.

** La psicostasis (del griego στάσις, 'disputa', y ψυχή, 'aliento') El término


psicostasis proviene del griego y significa el peso del espíritu o la lucha del
alma, esto es, el procedimiento por el cual se determina la condenación o
salvación eterna. En el cristianismo sucederá al final de los tiempos,
cuando se produzca el Juicio Final y San Miguel pese en una balanza las
buenas y malas acciones. En este proceso también interviene el diablo,
quien utiliza artimañas para inclinar la balanza a su favor y llevarse el alma
al infierno.

Veremos que varias de estas características, y en particular las que Thoth


comparte con el Hermes griego, son de gran importancia para la
masonería, y no sólo la propia del rito egipcio.

Hermes-mercurio
Su madre es Maïa, la mayor de las Pléyades, hija del titán Atlas, asimilada
por los romanos a una divinidad del crecimiento y de la primavera, o de la
renovación (que no debe confundirse, sin embargo, con la Maïa de la
mitología hindú, aunque también es un principio creativo); su padre no es
otro que el gran Zeus. Nació en el monte Cyllene, en una cueva, lugar
propicio para las iniciaciones.

Desde temprana edad, Hermes muestra dudosas habilidades para el robo


y la astucia, ya que le roba el rebaño de vacas a su hermano Apolo, quien
pone el asunto en conocimiento de Zeus; no desmantelado por eso,
Hermès intenta torcer a su padre, a quien la historia divierte mucho.
Finalmente, Apolo perdona, e incluso enseña el arte de la adivinación a
"Hermes el insolente", para usar el título de una novela de Sten Nadolny.
Es sin duda sobre la base de estos hechos que el niño que había crecido
se convirtió en el santo patrón de los ladrones y comerciantes (dejo a
todos libres para meditar sobre esta comparación).

Pero Hermes es mucho más que eso. Podemos añadir esta definición:
“Hermes dios personificando el doble crepúsculo de la tarde y la mañana,
arrastrado en una carrera continua, desapareciendo cada tarde en el oeste
para reaparecer cada mañana en el este; en adelante concebido como un
dios viajero, protector de los caminos". Hermes aparece entonces como la
divinidad del entremedio, del umbral y de los pasajes, por lo que no es de
extrañar que se vea llevado a circular entre los mundos, ya sea el divino y
el humano (Hermes es más conocido como mensajero de los dioses, como
Thoth; es el encargado de dar a conocer la voluntad de Zeus a los
humanos, y a las deidades que no residen en el Olimpo), a los vivos y a los
muertos (como Thoth es un dios psicopompo, conduce las almas de los
difuntos a su lugar de descanso final), o de lo profano y lo sagrado (está a
cargo de las iniciaciones e iniciados, nuevamente como Thoth).

Antes de volver a este punto, fundamental para nosotros los templarios,


citemos algunos otros atributos revueltos: inventor de la lira, a veces por
eso considerado el dios de la música, es también el guardián de las
puertas y el protector de las calles y los caminos; dios del viento,
amanecer o atardecer, está simbolizado en el centro de la encrucijada por
piedras, el harmai, terminales de forma cuadrangular, así esculpidos para
representar un resplandor de lo sagrado en todas las direcciones indicadas
por el cruce de caminos (estos tienen fama de ser lugares imbuidos de
magia; así en la Edad Media se pensaba que las brujas iban allí
regresaban por la noche a hacer un pacto con el diablo). Lo sagrado es
específico de cualquier divinidad, pero en el caso de Hermes, es tanto más
marcado cuanto que su nombre deriva, según Pierre Gordon, de una raíz
semítica “hrm”, que significa “sagrado”, precisamente.
Hermes es a la vez muerte y resurrección, al igual que Thoth; así, a veces
es representado por un falo (símbolo de fertilidad), y relacionado con la
Madre Tierra; pero también lo es con Madre Luna, Hécate, bruja y diosa de
las encrucijadas, y amante con Hades y Perséfone del inframundo (ella
misma es ambivalente, pues se la asocia tanto con los muertos como con
los cultos de la fertilidad). El cetro de Hermes llamado "caduceo" a veces
está coronado por una luna creciente; le vendría de Thoth (asimilado al
dios luna Ioh, como hemos visto), pero mientras que el de este último
representa un escorpión y una serpiente, el del dios griego representa dos
serpientes entrelazadas. La doble filiación solar/ctónica de Hermes
también aparece en la elección de sus animales favoritos, a saber, el gallo,
heraldo de la luz, y el perro, animal psicopompo; la presencia de este
último junto a Hermes está en el origen de la asimilación ocasional, bajo el
nombre de Hermanubis, de Hermes a Anubis con cabeza de perro, que
también desempeña, en la religión egipcia, el papel de guía de los
muertos. Para concluir sobre los lazos muy fuertes que el dios griego
mantiene con el más allá, señalemos que a veces es responsable de la
psicostasis (pesaje de las almas), al igual que Thoth.

No es fácil determinar cómo pudo ocurrir esto último. El uso del caduceo y
la relación con la luna son características comunes a Hermes y Thoth, pero
es sobre todo a través del verbo, el logos (apodo dado al dios griego, por
otra parte), que se comprende este fenómeno. Se afirma que “en la época
helenística, las especulaciones sobre el logos habían puesto de manifiesto
otro aspecto de Hermes que iba a acercarle a Thoth. Desde toda la
antigüedad, en Grecia, Hermes había sido considerado el heraldo, el
mensajero de los dioses, en adelante el intérprete de la palabra divina, y
Platón, en el Crátilo (…), incluso se divirtió derivando el nombre de Hermes
de ese de hermeneo," intérprete". Hermes se convierte en un dios de la
transmisión del conocimiento, la educación y la memoria. Ahora Thoth
también expresa la Palabra divina, a veces se hace mensajero y se
encarga de la instrucción de los iniciados, como antes he indicado. Otros,
templarios expertos en este tema, piensan que esta fusión de los dos
dioses se debió quizás a Herodoto, pero también a la influencia del rey
Ptolomeo, cuya política, en el siglo III a. C., tendió a fusionar a griegos y
egipcios.

Hermes, animado por Thoth, se convertirá en el Trismegistus, el maestro


de los pensamientos trascendentes, el dispensador de la luz oculta, el
revelador de los secretos iniciáticos.

Hermes Trismegisto

Hermes Trismegistus es el supuesto autor de una serie de textos


conocidos como Hermética o Corpus hermeticum. No sabemos si
realmente existió; varias hipótesis circulan sobre este tema. Así, en su
novela Hermes el Insolente, se piensa que el dios griego regrese al mundo
contemporáneo diciendo que no tiene nada que ver con el Trismegistus,
siendo este último un charlatán egipcio no más alto que un metro y medio,
y que, teniendo una compleja de inferioridad debido a su pequeño tamaño,
se había dado a sí mismo el apodo de "tres veces muy alto»; la idea es
ciertamente de risa, pero lamentablemente es de temer que no se base en
nada serio. Cicerón afirma que hubo cinco Hermes, el último (el dios que
conocemos) mató a Argos (el gigante guardián de los cien ojos, la historia
se cuenta en los relatos de la mitología griega) luego huyó a Egipto donde
tomó el nombre de Thoth y enseñó leyes y escribiendo; según otros, era
hijo de Agathodemon (él mismo hijo de Thoth); pero según Lactancio, era
sólo un hombre, aunque muy culto, de ahí su apodo de Trismegistus, que
aparece en tiempos de Ptolomeo IV Philopator (…): megistos kai megistos
kai megistos. Algunos han argumentado que esto significaba que vino tres
veces a Egipto, o que había experimentado una triple encarnación, antes,
durante y después del diluvio, o que era porque era el tercer Hermes
(egipcio-árabe, después del egipcio y el greco. -Romano); pero el mismo
Trismegisto explica la presencia del número tres en su nombre por el
hecho de que "posee las tres partes de la sabiduría del mundo entero". En
todo caso, es considerado, según algunos templarios como el "modelo
mítico del iniciado y del hermenéutico". (rasgo que comparte con el griego
Hermes), y en el Islam, como el padre de los sabios y el profeta de los
filósofos; en Egipto, fue una gran entidad civilizadora, a través de los ritos
de iniciación. En última instancia, nadie sabe quién fue Hermes
Trismegistus, y si en última instancia no fue más que un símbolo; es
quizás, en un Libro titulado Los grandes iniciados, quien da la mejor
definición de ella: “Designa al mismo tiempo a un hombre, una casta y un
dios. Hombre, Hermes es el primero, el gran iniciador de Egipto; la casta
es el sacerdocio depositario de las tradiciones ocultas; dios es el planeta
Mercurio, asimilado con su esfera a una categoría de espíritus, de divinos
iniciadores; en una palabra, Hermes preside la región supramundana de la
iniciación celestial".
Las revelaciones herméticas representan una gnosis, como muchas
surgieron en el período helenístico, en el sentido de que la revelación del
Noûs-Dios, mediado por Hermes, permite que el iniciado guarde en sí
mismo el elemento divino que portaba sin saberlo; no sólo son importantes
por su número, por los campos que tratan (filosofía, teología, astrología,
alquimia, magia, etc.), sino también por lo que nos enseñan sobre un
determinado estado de pensamiento en un lugar y en un momento dado,
un pensamiento que tuvo repercusiones significativas y duraderas en el
mundo occidental. Muchos templarios exegetas modernos, subrayan la
oscuridad del texto, no sólo por el lenguaje, sino también por los conceptos
que nos parecen impregnados de 2000 años una idea judeocristiana,
totalmente dominante; que ha influenciado en la manera de ver el mundo
del antiguo Egipto.
Mucho material didáctico sobre Hermes–Thoth se perdió en el incendio de
la Biblioteca de Alejandría, hoy por ejemplo no tendemos el porqué los
egipcios ponían a sus dioses como mitad humano y mitad animales, a qué
obedecía esto, no lo sabemos.
Clemente de Alejandría –para quien toda la literatura sagrada egipcia se
remonta a Hermès– cuenta con 42 libros, 36 específicos de Hermès y 6
médicos; compuestos en Egipto pero escritos en griego, datan o al menos
se conocen del período helenístico (siglo I a. C); no parece, al menos que
sepamos, que hubo una literatura de Hermes en lengua egipcia durante el
período faraónico. Estos libros se dividen tradicionalmente en 3 grupos:
1. El Corpus Hermeticum , cuyo primer tratado es el Poimandres , al que
vale la pena analizar; entre estos tratados o logos hay uno que trata de la
regeneración por iniciación del discípulo, quien primero debe purificarse y
fortalecer su mente contra "la ilusión del mundo"; los tratados del Corpus
Hermeticum están ligados a una tradición antigua, ligada a los oráculos
divinos y a la filosofía helenística.

2. El Asclepio o "Discurso Perfecto", cuyo original griego se pierde, pero


que nos es conocido por su traducción latina: es un debate sobre la
continuidad entre toda clase de seres en el mundo; el hombre juega allí un
papel de intermediario, porque está en contacto con Dios y con los
demonios; aún según este texto, serían tres seres vivientes: Dios, el
mundo y el hombre;

3. La Antología de Stobeus, en la que encontramos el Kore Kosmou , o


Alumno del Mundo, tratado en el que se expone otro mito demiúrgico:
Hermes modela el cuerpo humano para las almas viles, que han buscado
conocer el secreto de su creación; se encarnan y se les priva de la
capacidad de ver lo divino; el hombre es así definido como una mala
mezcla de tierra y agua; la iniciación entonces quiere ser rectificación.

Estos tres tipos de textos nos sitúan en presencia de Hermes instruyendo


a su hijo Tat, Asclepio o el rey Amón, o recibiendo las revelaciones de
Noûs , el Dios supremo (sobre Dios, el mundo y el alma); nótese que se
afirma, en Los Grandes Sabios del Antiguo Egipto, que Asclepio no sería
otro que Imhotep (lo que debería interesar particularmente a los hermanos
templarios del todo el mundo, por sus vínculos con el arte de las
construcciones góticas en las catedrales), pero también que Hermes
Trismegistus sería también la última encarnación de Imhotep; Reconozco
que no me queda muy claro, porque de esto habría que deducir que
nuestro ABBA sólo estaría hablando consigo mismo…

El Poimandres narra el sueño en el que Hermes ve a Noûs , el intelecto


supremo (también llamado Poimandres, es él quien da nombre al tratado):
éste le cuenta la historia de la creación del universo. Es una serie de
metamorfosis en las que se suceden la luz y la sombra, la humedad y el
fuego; entonces la Santa Palabra emerge de la luz celestial; el mundo
luminoso se multiplica y establece el mundo de las ideas, bajo la égida del
Verbo, el logos, hijo de Dios. Aparece un segundo hijo de Dios, el
demiurgo Nous que hace los siete planetas; con su hermano regula el
movimiento de los astros del que sigue la aparición de los animales; un
antroposo nace el hombre celestial, que rompe los siete círculos de los
planetas y se une a la sombra que proyecta sobre el mundo de abajo; de
esta conjunción salen siete seres humanos, macho y hembra a la vez. Al
caer en la materia porque quería contemplarla, este ser primordial tomó las
cualidades de las siete esferas que atravesó; de esta caída nacen las
formas animadas e inanimadas, que conservan una parte divina del Nous y
una parte material de las esferas.

Se trata también del ascenso de las almas hacia lo divino: Hermes enseña
su teoría de la salvación, porque el alma humana, nacida de la luz, se ha
hundido en la materia de la que debe liberarse; como Plotino posterior y el
cristianismo, el hermetismo se ocupa de la dirección de las almas y se
define en parte como una ***soteriología. Traduce una aspiración al
conocimiento de dios y de todo, así como una esperanza de regeneración
tras el destierro en la materia; según Zósimo, el método de Hermes para
salvarse consiste en purificar su alma aquí abajo de cualquier pasión
carnal susceptible de unirla al cuerpo. Sin embargo, surge un problema
porque el Corpus Hermeticum presenta dos doctrinas irreconciliables que
engendran dos actitudes opuestas: o el mundo es bello, y es necesario
contemplarlo para llegar a Dios (esto es particularmente evidente en el
tratado 5 del Corpus Hermeticum, donde se dice que Dios se revela y se
manifiesta en las cosas que crea); o es malo, y entonces uno debe alejarse
de él para lograr el mismo objetivo. Es este dualismo entre lo divino y lo
terrenal el que parece prevalecer en todos los tratados; encuentra su
fuente en Platón, que distingue entre lo inteligible y lo sensible, y
reaparece en las doctrinas cristianas (en particular en todo lo que exige el
desapego de las pasiones carnales; los cristianos han visto así en Hermes
Trismegistus un profeta capaz de hacer avanzar su causa). El método
empleado consiste en esforzarse por comprender la esencia divina, pero
también la propia naturaleza (que al final quizás sea lo mismo, o casi); esto
recuerda el famoso mandato de Sócrates, "conócete a ti mismo".», cuya
influencia también se puede detectar en la forma dialogada de los tratados
herméticos, mediante los cuales Hermes lleva a su discípulo a encontrar él
mismo las respuestas a sus preguntas: es una técnica que pertenece a la
mayéutica socrática (se dice en otra parte del Poïmandrès : " Que el
hombre en quien hay inteligencia se conozca a sí mismo ").

***La soteriología es la rama de la teología que estudia la salvación. El


término proviene del griego σωτηρία (sōtēria, "salvación") y λογος (logos,
"estudio de").

El pensamiento hermético, en su afán por comprender la naturaleza


profunda del hombre y del mundo, establece relaciones analógicas y
homológicas entre el alto y el bajo, que reemplazan la visión racionalista,
tal como se expresa en particular en la filosofía aristotélica; así, “cada
fragmento del todo se corresponde y entra en contacto con las otras partes
del mismo todo” entendiendo que: "desde la época helenística y hasta el
Renacimiento, esta doctrina de la unidad del Kosmos y la simpatía que une
a todos sus miembros ha tenido valor de dogma”. Detectamos la influencia
del neoplatonismo, los libros judíos, el panteísmo egipcio despojado de sus
formas simbólicas y revestido de las formas abstractas de la filosofía
griega. Comprendemos entonces que a algunos les haya parecido una
mezcolanza indigerible, impresión reforzada por aseveraciones a veces
contradictorias, ya lo he mencionado un poco, oscilando entre el
pesimismo y el optimismo: a veces los hombres aparecen como mortales
incapaces de prescindir de los bienes materiales, encadenados como
están en la prisión del cuerpo, a veces como seres de origen divino para
quienes la muerte es una palabra sin sentido; además, los hombres no son
iguales: algunos son llevados a convertirse en iniciados capaces de
comprender la Luz, pero la mayoría quedarán sobras incorregibles; es
cierto que esta distinción entre los elegidos y los demás se encuentra en
muchas religiones o filosofías de carácter iniciático, y que la realidad del
mundo profano nos muestra también que la igualdad, ay (tres veces ay, si
me atrevo a decir) no, no de existir, no sólo a nivel material, sino también a
nivel intelectual y sobre todo espiritual.
A pesar de todo, la grandeza del hermetismo reside en esta posibilidad
afirmada de reencuentro con la divinidad, aunque sea sólo para algunos, y
en el plano filosófico, en una negativa a fragmentar los distintos campos
del saber, como hace el racionalismo (lo que podría inspirar partidarios del
cientificismo contemporáneo y del positivismo…). me atrevo a decir) no
existe, no sólo a nivel material, sino también a nivel intelectual y sobre todo
espiritual.

Como han señalado varios analistas, el hermetismo alejandrino, que se


esforzó por sacar a la luz el sentido interior y profundo de los ritos
iniciáticos antiguos, vinculó el pensamiento racionalista griego con la
mística cristiana. Es cierto que se ha sugerido que Hermes Trismegistus
fue ante todo un mero testaferro utilizado en época helenística para
satisfacer una necesidad de revelación que inquietaba a muchas mentes
cansadas del racionalismo; es sin embargo mucho más que eso, ya que
conoce su hora de esplendor entre los siglos XIV y XVII, es decir mucho
después de su época de surgimiento (es cierto que es sobre todo un texto
más reciente que es el origen , a saber, la tabla Esmeralda ).
Las afirmaciones son un poco severas con respecto al hermetismo (hay
que decir que predica un poco para su parroquia en sus obras…): “Los
libros de Hermes Trismegistus pueden compararse con la religión de
Homero, y con la religión cristiana, ya que dejan claro cómo el mundo pudo
pasar de una a otra. En ellos, las creencias que nacen y las creencias que
mueren se encuentran y se dan la mano. Era justo que fueran puestos bajo
el patrocinio del Dios de las transiciones y de los intercambios, que explica,
alivia y reconcilia; del conductor de las almas, que abre las puertas del
nacimiento y de la muerte; del Dios del crepúsculo, cuya vara dorada brilla
en la tarde, al atardecer para adormecer a las razas cansadas en un sueño
eterno, y en la mañana en Oriente para llevar a las nuevas generaciones a
la esfera inquieta de la vida”.

La Orden del Temple es la única superviviente de los antiguos misterios


Herméticos, y puede denominarse guardián de ellos.
Es un brote directo de los misterios de Egipto: que en algún taller de la
Orden se haya impartido, no es otra cosa que las cavernas y la oscuridad
de los cedros de la India y las oscuras profundidades de las pirámides y
las criptas de los magníficos templos de Isis; los mismos griegos, habiendo
pasado a rutas luminosas del conocimiento bajo los misteriarcas
Prometeo, Hermes , Thoth, Dionisio y Orfeo, formulan las leyes eternas
del Universo Recientemente algunos estudiosos han presentado pruebas
convincentes de que la Orden tuvo sus orígenes en la herencia Egipcia:
quienes coinciden en esa conclusión tras plantearse el tema desde puntos
de vista totalmente diferentes. Aquéllos habían reseguido la continuidad de
los egipcios partiendo de Carnac y Abidos, mientras que el segundo se
dedicó a buscar los orígenes de los rituales templarios actuales, y también
él se halló conducido por esa pista hasta los judíos.
Resulta así que muchos estudios se complementan proporcionan un
cuadro bastante completo de los vínculos entre esas dos grandes
organizaciones ocultas. El punto principal de discrepancia entre
historiadores es que los primeros consideran que la Orden tuvo su origen
en unos monges aislados, acogidos al refugio, y que pasaron a Inglaterra
en 1603 cuando subió al trono el rey escocés Jaime VI, con el consiguiente
aumento de influencia de la aristocracia escocesa. En cambio otros creen
que los templarios en Inglaterra fue donde se convirtieron en
francmasones Canteros. Aduce este autor con bastante fundamento que
los templarios fomentaron la insurrección campesina de 1381 que se
dedicó a atacar concretamente las propiedades de la Iglesia y las de los
caballeros hospitalarios —las dos organizaciones principales enemigas de
aquéllos—, mientras que tuvieron buen cuidado de no dañar los edificios
que habían sido de los templarios antiguamente. Muchas personas ajenas
a estos asuntos creen que la francmasonería es una especie de cofradía
de viejos camaradas un poco chiflados, y de paso sirve como camarilla de
introducidos que reparte lucrativos negocios e influencias entre sus
miembros. En cuanto al ritual, se contempla como la parte extravagante de
la cuestión, consistente en arremangarse la pernera y proferir juramentos
arcaicos desprovistos de sentido.
Es posible que la situación haya cambiado, pero en sus primeros tiempos
la francmasonería era una escuela mistérica con iniciaciones solemnes
basadas en las tradiciones ocultas de la antigüedad, y expresamente
encaminadas a obtener la iluminación trascendental además de la función
evidente de asegurar la cohesión entre los hermanos. En efecto fue una
organización oculta en su origen, con dedicación explícita a la transmisión
de un conocimiento sagrado. Buena parte de lo que hoy llamaríamos
ciencia salió en realidad de esa cofradía, como lo evidencia la constitución
de la Royal Society inglesa en 1662, que se ocupaba y sigue ocupándose
de reunir y dar a conocer el conocirniento científico. Fue el establecimiento
oficial de lo que había sido en principio el «Colegio Invisible» de los
masones, creado en 1645.2 (Y tal como sucedía en tiempos de Leonardo,
se consideraba que el conocimiento oculto y el científico, lejos de ser
antitéticos, eran una y la misma cosa.)
Aunque muchos francmasones modernos sin duda se someten a sus
iniciaciones respetando lo solemne y con un sentido de espiritualidad, el
panorama de conjunto sí podría decirse que es el de una organización que
ha olvidado su sentido originario. Es así que la corriente mayoritaria de la
francmasonería actual es la Gran Logia, de fundación relativamente
reciente, como que fue constituida el día de san Juan Bautista (24 de junio)
de 1717. Con anterioridad había sido una verdadera sociedad secreta,
pero la aparición de la Gran Logia marcó la época de su conversión ya
realizada en un cenáculo algo pomposo donde se reunían unos amigos, y
tomaba un carácter semipúblico porque ya no tenía ningún secreto que
guardar.
Así pues, ¿qué antigüedad atribuiremos realmente a la francmasonería?
La primera referencia comprobada data de 1641,3 pero si existió la
relación con los templarios obviamente debe de ser mucho más antigua.
Según los indicios que cita John J. Robinson hubo logias allá por 1380,4 y
un tratado de alquimia datado hacia 1450 utiliza explícitamente la palabra
Freemason.
Si hemos de dar crédito a lo que dicen ellos mismos, los masones
proceden de las cofradías medievales de canteros (stonemasons), que
habían adoptado ademanes y códigos secretos de mutua identificación
porque eran portadores de un conocimiento tal vez peligroso, el de la
geometría sacra. Sin embargo, y como han demostrado las extensas y
meticulosas investigaciones de John J. Robinson, esos gremios brillaron
por su ausencia en la Inglaterra medieval.
Otro mito de los francmasones es la pretensión de que los canteros
habían recibido dichos conocimientos secretos de los constructores del
fabuloso Templo de Salomón. Si fue así, ¿podían permitirse no hacer caso
de otro grupo mucho más obviamente vinculado a dicho templo? Pues en
apariencia, evitaron la vinculación más evidente de todas, la de la orden
oficialmente llamada de los Pobres Conmilitones de Cristo y del Templo de
Salomón, es decir los templarios. No obstante, antes de la formación de la
Gran Logia los francmasones propagaban en realidad el mismo tipo de
información que los templarios sobre geometría sacra, alquimia y
hermetismo.
Por ejemplo, los primeros masones prestaron mucha atención a la
alquimia, y un tratado alquímico de mediados del siglo XV alude a ellos
bajo el nombre de «obreros de la alquimia». Uno de los primeros iniciados
masónicos de que haya constancia fue Elias Ashmole (admitido en 1646),
el fundador del Ashmolean Museum de Oxford, que fue alquimista,
hermético y rosacruz. (Y el primero que escribió acerca de los templarios
en términos elogiosos desde la supresión de éstos.)
Una de las joyas de la corona masónica es el curioso y fascinante edificio
llamado la Rosslyn Chapel, a las afueras de Edimburgo. Visto de fuera
parece hallarse en estado tan ruinoso que vaya a derrumbarse de un
momento a otro, pero el observador queda desengañado al contemplar la
robustez del interior... como no podía ser de otra manera, porque la capilla
Rosslyn es en la actualidad el foco de los francmasones modernos y de
muchas organizaciones templarias.
Construida entre 1450 y 1480 por el Laird de Rosslyn. sir William
Saint-Clair, en su origen quiso ser la capilla de la Virgen de un santuario
mucho más grande que iba a construirse siguiendo el modelo del Templo
de Salomón, pero en realidad se quedó por los siglos tal como estaba. Los
Saint-Clair (cuyo apellido cambió más adelante a Sinclair) fueron los
protectores, hereditarios de la francmasonería en Escocia desde el siglo
XV en adelante; no sería por coincidencia que antes hubiesen atendido a
la misma misión en favor de los templarios. En efecto, la orden del Temple
estuvo conectada con los Sinclair y con Rosslyn desde sus mismos
orígenes: el Gran Maestro y fundador Hugo de Payens tuvo por esposa a
una tal Catalina Saint-Clair. Este linaje de los Saint-Clair/ Sinclair, de
ascendencia vikinga, es una de las familias más misteriosas y notables de
la Historia, y destacaron en Escocia y Francia desde el siglo XI. (Por cierto
que el apellido familiar recuerda al mártir escocés Saint-Clair, visitaron las
propiedades de los Saint-Clair en Rosslyn y establecieron allí la primera
encomienda templaria de Escocia, que fue luego cuartel general. (Como se
ha mencionado, Pierre Plantard ha adoptado el patronímico «de
Saint-Clair» buscando deliberadamente relacionarse con la rama francesa
de esa antigua fanillia. Varios comentaristas se han preguntado si tendría
derecho a utilizar el apellido; lo seguro es que tiene al menos una buena
razón para hacerlo).
Indudablemente los templarlos hicieron de Escocia uno de sus principales
refugios después de la disolución oficial. Quiza porque dicho país fue en
tiempos el reino de Roberto Bruce, excomulgado también, de manera que
el brazo del papa no alcanzaba allí. Es bastante plausible que la
desaparecida flota templaria recalase en las costas de Escocia, como
argumentan Baigent y Leigh. Uno de los acontecimientos críticos en la
Historia de las islas británicas fue sin duda alguna la batalla de
Bannockburn, que ocurrió el 24 de junio (día de san Juan Bautista) de
1314 y supuso una derrota definitiva de los ingleses a manos de las
fuerzas de Robert Bruce. Sin embargo, los indicios dan a entender que
éste contó con una ayuda formidable... a saber, la de un contingente de
templarios que salvaron la jornada en el último momento. Desde luego eso
es lo que creen los modernos caballeros templarios de Escocia (que se
dicen descendientes de aquellos fugitivos), motivo por el cual celebran en
la capilla Rosslyn los aniversarios de la batalla de Bannockburn y dicen
que fue la ocasión en que «se alzó el Velo que cubría a los caballeros del
Temple». Entre los que combatieron en Bannockburn al lado de Robert
Bruce estuvo un sir William Saint-Clair (diferente del mencionado antes),
que murió en 1330 y fue enterrado en Rosslyn... en una característica
sepultura templaria.
En cuanto a la capilla Rosslyn, observamos algunas anomalías evidentes
en su ornamentación. En el interior de ella no quedó ni un centímetro
cuadrado sin esculpir y no sólo está repleta de símbolos, sino que el
edificio entero se alzó con arreglo a los elevados ideales de la geometría
sacra. Muchos de sus elementos son innegablemente templarios; así, por
ejemplo, exhibe la «Columna del Aprendiz» en explícito paralelismo, y el
aprendiz representado en ella recibe el nombre de «el Hijo de la Viuda»,
que responde a una significativa terminología masónica (y también ha
tenido su importancia para la presente investigación). En el dintel contiguo
a esa columna leemos la inscripción: El vino es fuerte, el Rey es más
fuerte, las mujeres son fortísimas, pero LA VERDAD vence a todos.
Ahora bien, y aunque la mayor parte del simbolismo de Rosslyn sea
también definivamente templario: la planta de la capilla tiene la forma de la
cruz templaria y algunos relieves presentan la famosa imagen de dos
jinetes sobre un mismo caballo que fue el sello de los freires. En las
cercanías hay una antigua arboleda que tenía forma de cruz templaria.
Pero también existe en la capilla Rosslyn mucho simbolismo que no es
clásicamente masón ni templario. Hay una plétora de imágenes paganas, e
incluso algunas islámicas. En el exterior un relieve representa a Hermes,
clara alusión al hermetismo, y en el interior se encuentran más de cien
representaciones del Hombre Verde, el dios de la vegetación en el antiguo
panteón céltico. Tim Wallace- Murphy, el historiador oficial de la capilla
Rosslyn, ha relacionado al Hombre Verde con el dios babilónico Tammuz,
una más de las divinidades que mueren y resucitan. Todos estos dioses
tienen atributos parecidos, y suele representárseles con la cara verde,
aunque fue Osiris, el esposo de Isis, el así representado más
habitualmente. Cuando visitamos a Niven Sinclair, un miembro de la ilustre
familla, quedamos prácticamente abrumados por un aluvión de pruebas de
que los Sinclair no sólo habían sido templarios, sino también paganos.
Apasionado estudioso de la Historia de Rosslyn y de los Sinclair, Niven nos
suministró algunos indicios muy reveladores de lo ocurrido con los
conocimientos perdidos de los Templarios. Según él, están codificados en
la obra de la capilla Rosslyn para que fuese posible transmitirlos a futuras
generaciones. Como él dice, «el conde William Saint-Clair construyó la
capilla en una época en que los libros podían ser quemados o prohibidos.
Era necesario dejar un mensaje a la posteridad».
Mientras Niven iba entusiasmándose con su tema nosotros admirábamos
el ingenio aplicado por su antepasado sir William a la creación de ese libro
de piedra. O como él nos dijo, «si vais a la catedral de San Pablo, os
bastará una sola visita para verla toda. Pero la capilla Rosslyn es diferente.
Figuraos si habré estado allí en cientos de ocasiones, y cada vez descubro
algo nuevo. En eso consiste su belleza». Rosslyn dista de ser una capilla
cristiana típica. Según Niven, «se dijo que el conde Guillermo la erigió “a la
mayor gloria de Dios”, pero si es así, llama la atención que se encuentren
tan pocos símbolos cristianos en ella». Los Sinclair medievales
promovieron activamente celebraciones paganas y proporcionaron refugio
a los gitanos (de quienes se ha dicho que figuran «entre los últimos
practicantes del culto a la Diosa en Europa»).
También es revelador que según muchas autoridades la cripta de la capilla
Rosslyn tuviese en tiempos una Virgen negra.

Con todo mi corazón para ti María del Carmen Serna.

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