Concepto

La colecistitis es una condición médica que se refiere a la inflamación de la

vesícula biliar. La vesícula biliar es un pequeño órgano en forma de pera ubicado
debajo del hígado, y su función principal es almacenar la bilis producida por el
hígado. La bilis es un líquido que ayuda en la digestión de las grasas.

La colecistitis generalmente se desarrolla cuando hay una obstrucción en el

conducto cístico, que es el conducto que transporta la bilis desde la vesícula biliar
hasta el intestino delgado. Esta obstrucción a menudo es causada por la presencia
de cálculos biliares, que son depósitos sólidos formados por componentes de la
bilis.

Cuando la bilis queda atrapada en la vesícula biliar debido a la obstrucción, puede

ocurrir inflamación y, en algunos casos, infección. La colecistitis puede
presentarse de manera aguda, con síntomas repentinos y graves, o de manera
crónica, con episodios recurrentes de inflamación a lo largo del tiempo.

Los síntomas típicos de la colecistitis incluyen dolor abdominal en la parte superior

derecha, especialmente después de comer alimentos grasos, náuseas, vómitos y
fiebre. El tratamiento puede variar desde cambios en la dieta y medicamentos
hasta la extirpación quirúrgica de la vesícula biliar en casos más graves. La
colecistitis es una condición médica que generalmente requiere atención médica
para su diagnóstico y manejo adecuados.

Anatomía

La vesícula biliar es un órgano pequeño y en forma de pera que se encuentra

debajo del hígado.

La vesícula biliar se encuentra en la fosa vesicular, una depresión en la superficie

inferior del hígado. Esta fosa, también conocida como la fosa de la vesícula biliar o
simplemente la fosa biliar, se ajusta perfectamente al contorno de la vesícula biliar.
El hígado rodea la vesícula biliar, y ambas estructuras están protegidas por las
costillas inferiores del lado derecho.
La ubicación específica de la vesícula biliar se puede identificar en relación con
otros órganos y estructuras en el abdomen. Se encuentra cerca del borde inferior
del lóbulo derecho del hígado y se sitúa ligeramente por debajo del margen costal
derecho, donde las costillas inferiores se encuentran con la parte media del
abdomen.

Cuando se hace referencia a la ubicación anatómica de la vesícula biliar en

términos de planos corporales, se encuentra en el plano transversal, más hacia el
plano frontal que el plano sagital. Además, en términos de cuadrantes
abdominales, la vesícula biliar está ubicada principalmente en el cuadrante
superior derecho del abdomen.

Estructura

La vesícula biliar es un órgano hueco y en forma de pera que forma parte

del sistema biliar.

La vesícula biliar tiene tres partes principales: el fondo, el cuerpo y el cuello. El

fondo es la parte más ancha y redondeada, el cuerpo es la sección media, y el
cuello es la porción estrecha que se conecta al conducto cístico.

La pared de la vesícula biliar está compuesta por varias capas de tejido. Estas
capas son:

Mucosa: La capa interna que está en contacto con la bilis. Contiene células
especializadas que secretan moco y absorben agua y electrolitos.

Submucosa: Capa que proporciona soporte estructural a la mucosa.

Muscular: Capa muscular que permite la contracción y relajación de la vesícula

biliar para liberar la bilis.

Serosa: La capa más externa que rodea la vesícula biliar y la protege.

La vesícula biliar está conectada al hígado a través del conducto hepático común.
El conducto cístico se origina en el cuello de la vesícula biliar y se une al conducto
hepático común para formar el conducto colédoco. Este último transporta la bilis
desde la vesícula biliar hasta el intestino delgado.

Función

La vesícula biliar desempeña un papel crucial en el proceso digestivo al almacenar

y liberar bilis, un fluido producido por el hígado. La función principal de la vesícula
biliar es facilitar la digestión de las grasas.

El almacenamiento de bilis es una de las funciones clave de la vesícula biliar en el

sistema digestivo. La bilis, producida por el hígado, es un fluido que desempeña
un papel crucial en la digestión de las grasas.

- Producción en el Hígado: La bilis es producida de manera continua por las

células hepáticas en el hígado. Contiene sales biliares, colesterol, bilirrubina
y otras sustancias necesarias para la digestión y absorción de grasas.
- Flujo Continuo hacia los Conductos Biliares: La bilis producida en el hígado
fluye continuamente a través de los conductos biliares, que incluyen el
conducto hepático común.
- Almacenamiento en la Vesícula Biliar: En ausencia de alimentos en el
sistema digestivo, la bilis fluye desde el hígado hacia la vesícula biliar a
través del conducto hepático común. La vesícula biliar actúa como un
reservorio temporal para la bilis.
- Concentración de la Bilis: Mientras la bilis se almacena en la vesícula biliar,
esta se concentra mediante la absorción de agua y electrolitos. La
concentración de la bilis en la vesícula biliar la hace más potente y efectiva
en la digestión cuando se libera durante la ingesta de alimentos.
- Contracción y Liberación: Cuando se ingieren alimentos, especialmente
aquellos ricos en grasas, se libera la hormona colecistoquinina (CCK). La
CCK estimula la contracción de la vesícula biliar, lo que provoca la
liberación de la bilis almacenada en la vesícula. La bilis fluye a través del
conducto cístico hacia el conducto colédoco y luego se vierte en el intestino
delgado para facilitar la digestión de las grasas.
Este proceso de almacenamiento y liberación de bilis por la vesícula biliar es
fundamental para la eficiente digestión y absorción de grasas en el tracto
gastrointestinal. La capacidad de la vesícula biliar para concentrar la bilis permite
una respuesta rápida y efectiva a la ingestión de alimentos, especialmente
aquellos que requieren una mayor cantidad de bilis para su digestión adecuada.

Vascularización

La vascularización de la vesícula biliar es esencial para su función y salud, ya que

el suministro sanguíneo garantiza el aporte de oxígeno y nutrientes necesarios
para el mantenimiento de los tejidos:

- Arteria Cística.- La arteria cística es la arteria principal que irriga la vesícula

biliar. Normalmente, esta arteria se origina directamente de la arteria
hepática común o de una de sus ramas, como la arteria hepática derecha.
La arteria cística se ramifica y forma una red vascular que se extiende por
la vesícula biliar, llevando consigo sangre oxigenada y nutriente esencial.
- Arteria Hepática Común.- La arteria hepática común es otra arteria clave en
la vascularización de la vesícula biliar. Esta arteria se desprende de la aorta
abdominal y se divide en ramas, incluida la arteria cística, que contribuye
significativamente al suministro sanguíneo del hígado y la vesícula biliar. La
arteria hepática común también se divide en otras ramas que irrigan
diferentes partes del hígado.
- Red Vascular.- A medida que las arterias se ramifican y penetran en la
pared de la vesícula biliar, forman una red vascular intrincada que asegura
una distribución adecuada de sangre a través de los distintos tejidos. Esta
red vascular no solo proporciona oxígeno y nutrientes, sino que también es
crucial para mantener la integridad estructural y funcional de la vesícula
biliar.
- Drenaje Venoso.- La sangre desoxigenada y los productos de desecho son
recogidos por venas que drenan la sangre desde la vesícula biliar. Estas
venas generalmente siguen un curso paralelo al de las arterias y
 eventualmente se conectan con la red venosa más amplia del sistema
portal hepático.

La adecuada irrigación sanguínea es esencial para el correcto funcionamiento de

la vesícula biliar y la salud de sus tejidos. La interrupción del flujo sanguíneo, ya
sea debido a obstrucciones arteriales, trastornos hemodinámicos o condiciones
patológicas, puede tener consecuencias graves, incluyendo la isquemia, la
inflamación y otros problemas asociados con la vesícula biliar.

Inervasion

La inervación de la vesícula biliar es parte de un sistema complejo que involucra

tanto al sistema nervioso autónomo como a la influencia de hormonas
gastrointestinales.

Sistema Nervioso Autónomo

- Nervios Simpáticos.- Las fibras nerviosas simpáticas provienen de los

nervios esplácnicos y están vinculadas a la médula espinal. La estimulación
simpática tiene efectos principalmente inhibidores sobre la vesícula biliar,
disminuyendo su contracción y reduciendo la liberación de bilis. Esta
respuesta está asociada con situaciones de estrés y actividades
relacionadas con la "lucha o fuga".
- Nervios Parasimpáticos.- El nervio vago (par craneal X) lleva fibras
nerviosas parasimpáticas a la vesícula biliar. La estimulación parasimpática,
que se activa durante la fase de "descanso y digestión", tiende a favorecer
la contracción de la vesícula biliar y aumentar la liberación de bilis.

Regulación Hormonal

Colecistoquinina (CCK).- La CCK es una hormona liberada principalmente en

respuesta a la presencia de alimentos, especialmente grasas y proteínas, en el
duodeno. La CCK estimula la contracción de la vesícula biliar y la relajación del
esfínter de Oddi, lo que permite que la bilis fluya hacia el duodeno. Esta hormona
juega un papel crucial en la coordinación de la digestión de grasas.
Gastrina.- La gastrina es otra hormona gastrointestinal que, aunque no específica
de la vesícula biliar, puede tener efectos sobre su motilidad y la liberación de bilis.

Reflejos Enterohepáticos

La interacción entre el intestino delgado, donde se libera la bilis, y el hígado,

donde se produce, es regulada por reflejos enterohepáticos. Estos reflejos
implican la retroalimentación entre la liberación de bilis y los estímulos nerviosos y
hormonales que regulan su producción y almacenamiento en la vesícula biliar.

La combinación de la inervación autónoma, la influencia hormonal y los reflejos

enterohepáticos permite una regulación fina de la vesícula biliar en respuesta a las
necesidades específicas del proceso digestivo. La interconexión de estos sistemas
asegura una respuesta coordinada y eficiente durante la digestión de alimentos,
especialmente aquellos que requieren la acción de la bilis para su
procesamiento adecuado.