Está en la página 1de 4

Edad Oscura

Se denomina Edad Oscura al periodo de la historia de Grecia que transcurre desde el colapso del
mundo micénico (entre 1200-1100 a. C.) hasta la época arcaica griega (siglo viii a. C.),
caracterizado por la escasez de fuentes que hagan referencia, por lo cual es muy difícil la
reconstrucción de las realidades históricas de este periodo.1 ​

Aparentemente, la Edad Oscura es un episodio de decadencia y receso cultural griego, pero con los
pocos datos que se tienen no es posible asegurarlo. Además se produce la sustitución paulatina del
bronce por el hierro.2 ​

Causas
El hundimiento de la civilización micénica dio inicio a la Edad Oscura. Ante la problemática que
ofrecen las escasas fuentes para esclarecer las causas de este hundimiento se han propuesto
diversas posibles explicaciones. Modernamente se tiende a considerar que fue producto de varios
fenómenos interrelacionados.

Tesis tradicional
En el pasado se ha ofrecido la explicación de que las destrucciones de los centros micénicos fueron
llevadas a cabo por los dorios, procedentes del norte de Grecia. Esta explicación se apoya en el
estudio de los dialectos griegos de la época posterior así como en el mito del retorno de los
Heráclidas.

En contra de esta tesis algunos historiadores, como Z. W. Rubinsohn, han señalado que la llegada
de los dorios debió producirse dos siglos más tarde de las destrucciones mientras otros, como John
Witch, argumentan que en la época micénica ya había hablantes del dialecto dorio. Tampoco hay
evidencias arqueológicas de una cultura doria que hubiera suplantado la anterior.

Tesis de los pueblos del mar


Se ha asociado el inicio de la Edad Oscura con una oleada de invasiones de los pueblos del mar a
causa de la cercanía cronológica aproximada de la destrucción de los palacios micénicos con las
invasiones documentadas en Egipto de estos pueblos. Algunas inscripciones de tablillas de lineal B
de época inmediatamente anterior a la destrucción del palacio de Pilos sugieren que en esta ciudad
se esperaba un ataque procedente del mar.

El origen de estas invasiones debe inscribirse en el contexto posterior a la caída del Imperio hitita
que eliminó la fuente de estabilidad que había permitido la creación de redes de comercio a larga
distancia y la prosperidad de las ciudades-estado del Levante durante la Edad del Bronce.

Sin una potencia dominante capaz de grandes campañas de represalia, muchos pueblos nómadas o
semi-nomádas fueron capaces de atacar a las poblaciones más civilizadas.

Sin embargo nunca ha estado claro por qué tantos pueblos se pusieron en marcha a la vez y por
qué súbitamente todos ellos obtuvieron una ventaja militar tan grande contra civilizaciones que
llevaban siglos de hegemonía. Otros problemas de esta teoría son que en la mayor parte de las islas
del Egeo no se aprecian señales de destrucción, así como la constatación de que numerosas
destrucciones de Grecia continental tuvieron lugar lejos de la costa.

Al parecer estos pueblos adoptaron una serie de armas nuevas (notablemente la espada larga y la
jabalina) que les permitieron enfrentar con ventaja al arma por excelencia de las aristocracias que
gobernaban las ciudades-estados: el carro con arqueros. Es probable que las guerras entre
ciudades se hubiesen ritualizado (tal como ha sucedido muchas veces en la historia) y que ello, en
combinación con las nuevas armas hubiera dado una gran ventaja a unos nómadas determinados y
sanguinarios.

Factores internos
Se ha propuesto que la rivalidad entre los diversos palacios micénicos pudo ser la causa de la
destrucción de los mismos, así como de la disminución de los recursos y de posibles revueltas
civiles contra la aristocracia.

Sin embargo, esta hipótesis por sí sola no consigue explicar el hecho, arqueológicamente
constatado, de que fueron abandonados un número muy elevado de asentamientos menores. Por
ello se ha propuesto que en el hundimiento también pudo incidir el agotamiento de los cultivos así
como un empobrecimiento de una parte de población que pudo ser debido a una excesiva carga de
impuestos y una gran exigencia de trabajo obligatorio.

Causas naturales
No se puede descartar que un fuerte terremoto colaborara en el proceso de desintegración de la
próspera unidad económica que alimentó las culturas de la época micénica.

Como consecuencia de la inestabilidad y las invasiones, la agricultura de tipo mediterráneo (frágil


de por sí) colapsó, reduciéndose extraordinariamente la cantidad de población que podía
mantener. Es posible que alguna variación climática y/o el agotamiento de terrenos agrícolas por
causa de una previa sobreexplotación también coadyuvaran a la persistencia de la Edad Oscura
durante cuatrocientos años. Este cambio climático no ha sido, sin embargo, suficientemente
demostrado.

También se han propuesto como causa factores patológicos como la generalización de algunas
enfermedades, con base al estudio de restos de huesos de excavaciones en Lerna y Tirinto.

División
En este periodo se ha establecido una subdivisión basada en la datación de estilos cerámicos
predominantes en el Ática, que no siempre pueden extrapolarse con facilidad a otras regiones de
Grecia. Se trata, pues, de fases arqueológicas, que marcan una evolución no idéntica en distintas
áreas de la Hélade, pero que se emplean por consenso como un modo conveniente de clasificación
general.

Periodo submicénico
Durante el periodo submicénico se constata un repertorio tipológico reducido como una evolución
del estilo granero micénico, con una decoración simple de líneas horizontales onduladas,
verticales, triángulos o semicírculos hechos a mano. Se trata de motivos oscuros sobre fondo claro.

Periodo protogeométrico
Se produce un gran avance en la cerámica gracias a adelantos técnicos como la aparición del torno
rápido y el uso del compás y el pincel múltiple así como el perfeccionamiento de los hornos. Hay
una mejora en la calidad de la decantación y de los barnices.

Los motivos de la cerámica pasan a ser totalmente geométricos con predominio de líneas rectas
paralelas. Los únicos motivos curvos que aparecen se realizan con el uso del compás. La parte
principal de la decoración se sitúa en la franja central del recipiente.

Los mejores ejemplos del arte protogeométrico y geométrico se encuentran en Atenas, en las
necrópolis del Cerámico y del Dipylon. Hacia el final de protogeométrico aparece una variante
decorativa denominada estilo de Dipylon negro.

Predecesor: Sucesor:
Edad Oscura
Civilización micénica Época Arcaica

Unificación de la religión
Si bien la edad

la falta de información podemos afirmar que fue a fines de este periodo cuando la religión griega se unificó. En su
mayoría la información que tenemos es con base en los escritos de Homero y Hesíodo, fueron estos poetas quienes
unificaron distintos mitos y leyendas para desarrollar una genealogía y correlación que derivaría en lo que
actualmente conocemos como religión de la Antigua Grecia.

“De donde procede cada uno de los dioses, si siempre existieron todos ellos, y cuáles
son sus formas, eso lo ignoraban hasta antes de ayer por así decirlo. Porque yo creo que
Hesiodo y Homero son cuatrocientos años mas antiguos que yo, no más. Ellos son los
que hicieron para los griegos la genealogía de los dioses, los que dieron a los dioses sus
epítetos, les distribuyeron honores y competencias y determinaron sus formas”
(Heródoto, Historias, II, 53)

Previo a este momento la religión griega era politeísta y localizada, cada región tenía su creencia
independiente, la unificación por parte de estos poetas generó un complejo de mitos, rituales y
creencias donde los mitos difundidos verbalmente tomaban un rol de importancia.
Homero principalmente brinda detalles acerca de los templos y altares destinados a sacrificios
animales, también nos brinda información sobre la profesionalización del sacerdocio y los templos
oraculares. Estos últimos fundamentales en la épica heroica, en ellos se hacían consultas sobre el
futuro de las ciudades o resultados de las guerras (Homero, Ilíada, XVI, 233-235).

Véase también
Priniàs

Notas y referencias
1. María José Hidalgo de la Vega, Juan José Sayas Abengochea, José Manuel Roldán Hervás.
Historia de la Grecia Antigua, página 73. Salamanca, Universidad de Salamanca, 1998. ISBN
84-7481-889-3.
2. El término Edad Oscura se utiliza también para referirse al comienzo de la Edad Media,
resaltando el apagón cultural de aquel tiempo, si bien dicha nomenclatura no es
universalmente aceptada, porque hoy se tiende a considerar que dicha época tenía una cultura
diferente, pero no carecía de ella.

Bibliografía
Drews, Robert (1995). The End of the Bronze Age (El final de la Edad del Bronce). Princeton
University Press.
García Iglesias, Luis (2000). Los orígenes del pueblo griego. Síntesis. ISBN 84-7738-520-3.
Murray, O. Historia del mundo antiguo: Grecia arcaica, Pag 64-66, Taurus, España, 1988

Enlaces externos
Thomas R. Martin: An Overview of Classical Greek History from Mycenae to Alexander
(Panorama de la historia de la Grecia Antigua desde la época micénica hasta la de Alejandro).
Apartado The Early Greek Dark Age And Revival in the Near East (La edad oscura y el
resurgimiento en el Cercano Oriente).
Texto inglés (http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus%3Atext%3A1999.04.0
009%3Achapter%3D3%3Asection%3D1), con índice electrónico, en el Proyecto Perseus.

Obtenido de «https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Edad_Oscura&oldid=158044683»

También podría gustarte