Está en la página 1de 11

Auto Supremo: 344/2019

Fecha: 03 de abril de 2019

Expediente: SC-116-18-A

Partes: I.T.S. y otra c/ Honorable Alcaldía Municipal de Santa Cruz

actual Gobierno Autónomo Municipal de Santa Cruz de la Sierra.

Proceso: Mejor derecho propietario y otros.

Distrito: Santa Cruz.

VISTOS: El recurso de casación de fs. 297 a 301 vta., interpuesto por P.F.A. en
representación del Gobierno Autónomo Municipal de Santa Cruz de la Sierra contra
el Auto de Vista Nº 168/2018 de 31 de mayo, cursante de fs. 268 a 270 vta.,
pronunciado por la Sala Civil, Familia, N. y Adolescencia, Violencia Intrafamiliar o
Doméstica y Pública Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz,
dentro el proceso de Mejor derecho propietario y otros, seguido por I.T.S. y otra
contra la entidad recurrente, Auto de Concesión de fs. 305, Auto Supremo de
Admisión Nº 815/2018-RA, cursante de fs. 313 a 314 vta.; los antecedentes del
proceso; todo lo inherente; y:

CONSIDERANDO I:

ANTECEDENTES DEL PROCESO

1. I.T.S. y M.C. de T. interpusieron demanda de mejor derecho propietario y otros,


por memorial de fs. 110 a 117 vta., subsanada a fs. 120 a 121, dirigiendo su acción
contra el Gobierno Autónomo Municipal de Santa Cruz, que contestó y opuso
excepción de incompetencia, desarrollándose la causa y una vez instalada la
audiencia preliminar el 5 de marzo de 2018, en la etapa de saneamiento procesal se
resolvió las excepciones planteadas por el J. Público Civil y Comercial Nº 30 de la
ciudad de Santa Cruz, mediante Auto de fs. 215 vta. a 219 vta., que declaró PROBADA
la excepción de incompetencia de la autoridad judicial y dispuso que los
demandantes acudan a la vía administrativa.

2. Resolución que una vez notificada a los demandantes fue apelada por memorial
cursante de fs. 222 a 227, mereciendo el Auto de Vista Nº 168/2018 de 31 de mayo,
cursante de fs. 268 a 270 vta., y en su parte dispositiva REVOCÓ parcialmente el
Auto de 5 de marzo de 2018 de fs. 215 vta. a 219 vta., sustentando su decisión en los
siguientes argumentos:

Atendiendo a la naturaleza jurídica de las sentencias declarativas (no anulatorias)


que se emiten en los procesos de reconocimiento de mejor derecho propietario, en sí
la determinación asumida por el A quo al establecer su incompetencia para conocer
dicha pretensión no es correcta, porque la acción de mejor derecho propietario no es
un tema que deba ser debatido o resuelto vía instancia administrativa, en esa idea
refiere que esa acción solo persigue la preferencia del derecho propietario por sobre
otro existente.

3. Notificándose a la entidad Municipal el 19 de junio de 2018, con la resolución de


segunda instancia, impugnó en casación mediante memorial de fs. 297 a 301 vta.

CONSIDERANDO II:

CONTENIDO DEL RECURSO DE CASACIÓN

Al dictarse el Auto de Vista, se ha realizado una incorrecta aplicación del art.


1545 del CC, el cual debe ser interpretado de la siguiente manera: la parte actora al
demandar dentro de sus pretensiones sobre el mejor derecho propietario y la
cancelación de inscripción en derechos reales, planteó acciones accesorias como
resultado de la pretensión principal, cual es la nulidad del documento público Nº
308/2010 de 3 de mayo, otorgado a través de la Notaría del Gobierno Departamental
de Santa Cruz, a cargo de C.S.A. y al pretender obtener la nulidad de este
instrumento, se estaría dejando sin efecto una ordenanza municipal y sus
emergencias, para lo cual no tiene competencia el J. Público en lo Civil y Comercial,
por lo que el derecho propietario del Gobierno Autónomo Municipal de Santa Cruz
de la Sierra se establece en el Instrumento Público N º 308/2010 de 3 de mayo, el
mismo que nace a consecuencia y emergencia de la Ordenanza Municipal N º
028/2010, de 9 de marzo de 2010, que modifica la Ordenanza Municipal Nº
033/2000, de 16 de junio de 2000, que declara bienes de dominio público los
terrenos en litigio, debiendo la parte actora hacer prevalecer sus derechos por la vía
administrativa y no así por la vía ordinaria, ya que la pretensión de mejor derecho
propietario es consecuente y constante con la pretensión de nulidad de documento.

Solicita en definitiva se dicte un auto supremo anulatorio.

Contestación al recurso de casación.

Que sustanciado el recurso la parte demandante no la contestó ni la observó, no


mereciendo mayor observación alguna.

III. DOCTRINA LEGAL APLICABLE:

III.1. Sobre la acumulación originaria de pretensiones en el Código Procesal Civil –


art. 114.

Antiguamente bajo la teoría clásica se consideraba que la relación jurídica procesal


era unitaria, lo que suponía la intervención de dos partes (demandante y
demandado), es decir, que reconocía la presencia de una sola persona y una sola
pretensión, sin embargo, dicha teoría ha sido superada de tal manera que en el
derecho procesal contemporáneo, se aprecian relaciones jurídicas más complejas en
las que aparecen en cada una de las partes más de dos personas (como demandantes
o como demandados) y más de una pretensión (múltiples demandas), emergiendo
como consecuencia de ello la institución procesal de la acumulación.
A tal efecto en la doctrina encontramos autores como M.R.S. en su obra
“APLICACIÓN PRACTICA DEL CODIGO PROCESAL CIVIL”, pág. 157, H.A. en su
escrito “TRATADO TEORICO PRACTICO DE DERECHO PROCESAL CIVIL Y
COMERCIAL”, Tomo I, pág. 551, entre otros, que proponen una clasificación sobre la
acumulación en; acumulación objetiva y acumulación subjetiva, en cuyo entendido
respecto a la primera la describen como la pretensión propiamente dicha y en cuanto
a la segunda hacen alusión a la integración de las personas en un proceso; en ese
sentido, y a los efectos de la presente resolución centraremos nuestro análisis en
torno a la acumulación objetiva, sobre la cual el profesor A.A.V., refiere; “…es la
reunión originaria o sucesiva, de distintas pretensiones que un sujeto tiene
contemporáneamente frente a otro, realizada con la finalidad de que sean
sustanciadas en un único procedimiento y decididas en un la misma sentencia, para
obtener con ello la mayor economía y celeridad procesal…1”, de dicha definición
desprenden a su vez una clasificación de este instituto procesal, entendiendo así que
la acumulación objetiva puede categorizarse en; originaria y sucesiva, la originaria
radica en que en el contenido de la demanda se presenta más de una pretensión, y la
sucesiva refiere que en forma posterior a la presentación a la demanda se amplían
otras pretensiones.

Entonces, a partir del análisis expuesto podemos inferir que la disposición inmersa
en el art. 114 de la Ley Nº 439 (demanda con pretensión múltiple), se encuentra
enmarcada en lo que la doctrina denomina “acumulación objetiva originaria de
pretensiones”, en sentido de que dicha norma establece la permisión a los sujetos
procesales (demandantes o demandados reconvencionistas) de interponer una
demanda con una variedad de pretensiones, al respecto el Auto Supremo No.
248/2010 de 26 de julio, refiere: “…el sistema procesal civil boliviano, permite
incorporar en una demanda todas las acciones o pretensiones que no sean contrarias
entre sí, que obedezcan en su nacimiento a una misma causa y se encuentren
vinculadas, de tal manera que, perteneciendo todas esas acciones a la competencia de
un mismo órgano jurisdiccional pueda éste definir todas ellas en una Sentencia
única, válida, eficaz y que comprenda a todos los sujetos que estuviesen directa o
indirectamente involucrados, de tal suerte que se evite multiplicidad de procesos
para un mismo fin, debido a que, siendo posible, se aplique también el principio de
concentración como el de economía y dirección…”, de lo que se tiene que la demanda
con múltiples pretensiones para ser considerada como tal deberá cumplir con los
siguientes requisitos; 1) que se traten de pretensiones de materias iguales, análogas o
conexas; 2) que las pretensiones no sean contrarias entre sí, salvo el caso de que se
proponga como alternativa de la otra; y 3) que todas puedan sustanciarse por el
mismo procedimiento.

Empero, para que estos presupuestos operen, el modo de postular las pretensiones es
sumamente primordial, puesto que de ello dependerá el ejercicio del derecho de
defensa del demandado así como el orden que seguirá el juez al momento de
fundamentar y dictar la sentencia, ya que debe tomarse en cuenta que no todas las
pretensiones reúnen las mismas características, en tal sentido nuestro ordenamiento
jurídico en el tema adjetivo civil, más propiamente lo dispuesto en el referido art.
114 Ley Nº 439, se limita a establecer los presupuestos de una demanda con
multiplicad de pretensiones, sin instituir los supuestos en los cuales puedan
concurrir dicha multiplicidad, correspondiendo a este máximo Tribunal de Justicia
en aplicación de su función uniformadora instaurar estos supuestos y de esa manera
aclarar la figura procesal propuesta por esta normativa.
En ese contexto, en base a los razonamientos expresados por los autores citados
supra y a partir de lo desarrollado en la doctrina sobre el tema, podemos señalar que
los presupuestos de referencia (numerales 1, 2 y 3 del art. 114), permiten asumir la
concurrencia de una acumulación objetiva originaria de pretensiones, en los
siguientes hipotéticos: 1) la acumulación de pretensiones principales, denominadas
también autónomas o simples que se presenta cuando se plantean dos o más
pretensiones que no sean contradictorias entre sí, de tal manera que pueden ser
resueltas en la sentencia de manera independiente, sin que el fallo sobre una afecte al
de las otras, pues no existe relación de jerarquía o dependencia entre ellas, por
ejemplo, cuando alguien pretende que se cumplan dos prestaciones derivadas de un
mismo contrato; 2) la acumulación de pretensiones subordinadas, que se dan cuando
el demandante plantea una pretensión principal y otra (u otras) que es subordinada
al resultado de la principal, pues ante el desamparo de una, conduce al J. a
pronunciarse respecto a la otra; 3) la acumulación de pretensiones alternativas, este
tipo de acumulación existe cuando el demandante propone más de una pretensión
con esa calificación de modo que, en el caso de que todas sean declaradas fundadas,
el demandado tiene inicialmente la opción de elegir cuál cumplir en ejecución de
sentencia y si el demandado no ejerce dicha facultad, será el demandante quien elija
la pretensión a cumplirse; y 4) la acumulación de pretensiones accesorias, que se
presentan cuando el demandante propone una pretensión principal cuya suerte
determina la de una pretensión accesoria que depende de aquella, de tal manera que
si la principal es fundada, la accesoria lo es también, así como si la principal es
infundada, la accesoria también lo es, es decir que la suerte de una determinaría
automáticamente la suerte de la otra, no siendo esta clasificación restrictiva, puesto
otras legislaciones con similar contenido plantean la acumulación de pretensiones
condicionales, donde la acumulación se presenta cuando el demandante propone una
pretensión como principal o condicional y otra como condicionada a la principal, lo
que implica que solo en caso de que la pretensión principal sea declarada fundada, el
juez pasará a resolver las condicionadas, pudiendo declarar éstas últimas como
fundadas o infundadas.

Para mayor comprensión de lo manifestado, resulta pertinente acudir a la


jurisprudencia desarrollada por este máximo Tribunal de Justicia, que respecto a los
referidos supuestos en el Auto Supremo No. 642/2013 de 04 de diciembre,
manifestó; “…La doctrina uniforme admite 4 clases o tipos de acumulación objetiva:
la principal o simple; la alternativa; la subsidiaria o eventual propia; y la sucesiva o
accesoria o eventual impropia. La acumulación principal o simple, llamada también
autónoma o concurrente, es la que permite acumular varias pretensiones que deben
ser resueltas todas ellas en la misma sentencia. La acumulación alternativa o electiva,
es la que permite presentar varias pretensiones con la finalidad de que sólo sea
acogida una de ellas, no pudiéndose acoger todas las pretensiones formuladas, ya que
el opositor sólo tendrá que satisfacer una de ellas. La acumulación subsidiaria o
eventual propia, llamada también subordinada, permite reunir varias pretensiones
en esta forma de acumulación, en la que el actor reclama frente o contra el opositor
una tutela jurídica en subsidio de otra que se ha formulado de forma preferente y
excluyente. La acumulación accesoria o eventual impropia, llamada también sucesiva
o consecuencial, en la cual concurren una pretensión principal, y el acogimiento de
las otras pretensiones está supeditado o condicionado al acogimiento de la principal.

Entonces a partir de estos razonamientos y a los efectos del presente caso, podemos
asumir el art. 114 del Código Procesal Civil, dentro de la gama de supuestos que
propone, reconoce la acumulación de pretensiones, en virtud de la cual al momento
de postularse una demanda o acción reconvencional, los sujetos procesales pueden
formular una multiplicidad de pretensiones, entendiendo que en este supuesto unas
son principales, subordinadas, alternativas y otras accesorias, caso para el cual la
autoridad judicial tiene que realizar el análisis correspondiente para establecer la
categoría de cada una para su correspondiente despliegue en el proceso y análisis en
la sentencia.

III.2. De la acción mejor derecho propietario.

El art. 1545 del Código Civil, dispone que: “Si por actos distintos ha transmitido el
propietario los mismos bienes inmuebles a diferentes personas, la propiedad
pertenece al adquiriente que haya inscrito primero su título” (Las negrillas y
subrayado nos pertenecen).

La línea jurisprudencial asumida por este Tribunal, ha orientado en el Auto


Supremo Nº 588/2014 de 17 de octubre, lo siguiente: “para la procedencia de la
acción de mejor derecho propietario respecto a bienes sujeto a registro, se requiere
de tres condiciones o requisitos a ser cumplidos: 1.- Que el actor haya inscrito en el
Registro Público su título de dominio sobre el bien que ostenta su derecho
propietario con anterioridad a la inscripción del título de dominio que tuvieren otros
adquirentes del mismo bien; 2.- Que el título de dominio del actor y del demandado
provengan de un mismo origen o propietario, y 3.- La identidad o singularidad del
bien o cosa que se demanda de mejor derecho de propiedad” (Las negrillas
pertenecen a la presente resolución).

Asimismo en el Auto Supremo Nº 618/2014 de 30 de octubre se razonó que:“…sobre


dicho articulado este Tribunal emitió el Auto Supremo N° 89/2012 de 25 de

abril , que estableció: “…una acción de reconocimiento de mejor derecho


propietario, el presupuesto esencial, radica en la identidad de la cosa, respecto a la
cual dos o más personas reclaman derecho de propiedad; en otras palabras, la acción
de reconocimiento de mejor derecho de propiedad, supone necesariamente la
existencia de una misma cosa, cuya titularidad es discutida por dos o más
personas…”, la norma de referencia establece el hipotético de que en el caso de que
existan dos o más personas con título de propiedad sobre un mismo bien adquiridos
de un mismo vendedor, la norma concede el derecho al que ha registrado con
prioridad su título, esa es la regla; empero de ello, de acuerdo a la concepción
extensiva de la norma de referencia, también debe aplicarse a los hipotéticos de
presentarse dos o más personas que aleguen ser propietarios de un mismo bien
inmueble, que pese de no haber adquirido el inmueble (predio) del mismo vendedor,
sino que cada uno de estos propietarios hubieran adquirido el bien inmueble de
distintos vendedores y cuyos antecesores también ostenten título de propiedad, caso
para el cual se deberá confrontar el antecedente dominial de cada uno de estos
propietarios y su antecesores, con el objeto de verificar de que se trate de los mismos
terrenos (total o parcialmente), para verificar cuál de los títulos de propiedad fue
registrado con prioridad en el registro de Derechos Reales y por otra también
corresponderá analizar si el título alegado por las partes mantiene o no su validez,
para de esta manera otorgar el mejor derecho de propiedad, sea en forma total
(cuando los títulos de las partes se refieran a la misma superficie) o en forma parcial
(cuando los títulos de las partes solo hayan coincidido en una superficie parcial)”.
(Las negrillas pertenecen a esta resolución).

Es decir, que para resolver sobre una pretensión de mejor derecho de propiedad el
presupuesto es que existan dos títulos de propiedad válidos sobre un mismo
inmueble, en cuyo mérito corresponde al juzgador definir cuál de los titulares debe
ser preferido por el derecho, provengan ambos títulos de un mismo vendedor común
o no, y tengan o no un mismo antecedente dominial.

III.3. De las acciones reales y personales.

La doctrinaria dentro de los derechos patrimoniales ha determinado parámetros de


clasificación, que ha sido posteriormente asimilado en el ordenamiento jurídico
contenido en los numerales 1, 2 y 3 del art. 69 de la Ley del Órgano Judicial que nos
hace alusión a - pretensiones personales, reales y mixtas sobre bienes inmuebles,
muebles , dinero y valores- , un antecedente histórico nos demuestra las diferentes
teorías de división de derechos patrimoniales generadas, así tenemos la teoría
monista obligacional, la monista real, la teoría clásica y las ponencias intermedias, tal
es así que la doctrina ha terminado decantando por asimilar la teoría clásica, es decir
en asumir la postura de acciones reales y personales, en palabras de R.H.C. de Caso2,
los derechos reales constituyen un vínculo jurídico directo e inmediato entre una
persona y una cosa. Son absolutas pues se ejercitan erga omnes en cambio el mismo
autor sobre los derechos reales define qué relación a dos personas o más; son
relativos pues en principio carecen de efectos frente a terceros.

Del citado entendimiento doctrinario asimilado por la doctrina moderna, podemos


evidenciar que el derecho real implica una relación o vinculo jurídico directo entre la
persona y el bien, que genera una gama de efectos: imprescriptibilidad, oponibilidad
a terceros, ius perseguendi pudiendo ser reclamado las veces que el derecho se vea
afectado; a contra prestación tenemos el derecho personal que emerge como
consecuencia de un vínculo obligacional (prestación) entre dos o más personas
denominadas acreedor y deudor, teniendo como características esenciales: la
prescriptibilidad, rige el principio de relatividad y el ejercicio del crédito solo puede
ser invocado una vez para el ejercicio del crédito, cada una tiene un tipo de defensa
de su acción, por un lado tenemos a la reivindicación, negatoria entre otra (reales),
cumplimiento y resolución de contratos (personales).

Refrendando el criterio asumido podemos citar el Auto Supremo N° 1051/2015 de 16


de Noviembre, ha orientado que: “Según el T.G.A.B.: “…de acuerdo a una clásica
distinción, las acciones patrimoniales se dividen en reales y personales. Las primeras
son las que se dan en protección de los derechos reales y tienen las siguientes
características generales: a) gozan del ius persequendi; ósea de la facultad de hacer
valer el derecho contra cualquiera que se halle en posesión de la cosa… las acciones
personales en cambio se dan en protección de los derechos personales y tienen las
siguientes características: a) solamente pueden ser ejercitadas contra el o los
obligados; b) tienden a la extinción del derecho, porque una vez ejercida la acción y
cobrado el crédito se extingue la obligación….”.

III.4. Del control de legalidad.


En el AS 506/2017, refirió en sentido de que: “Bajo esa interpretación Constitucional,
es que la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia ha emitido el Auto
Supremo Nº 115/2013 de 10 de abril de 2013, expresando lo siguiente: “La ratio
decidendi extractada de las referidas Sentencias Constitucionales Plurinacionales,
tienen carácter vinculante y son de cumplimiento obligatorio conforme lo establecen
los arts. 203 de la CPE y 15.II del Código Procesal Constitucional, y aplicable por
analogía al caso presente; toda vez que la presente demanda trata de un proceso
contencioso administrativo en materia Municipal, donde se demanda a una
autoridad edil, impugnando la Resolución Ejecutiva Nº 199/2012, por lo que,
siguiendo la línea jurisprudencial, estos procesos deben seguir siendo de
conocimiento de los Tribunales Departamentales de Justicia mientras no exista una
regulación y/o reglamentación por parte de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
POR TANTO: La Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia del Estado
Plurinacional de Bolivia, en atención a los argumentos anteriormente expuestos,
anula obrados hasta fs.15 inclusive y se declara SIN COMPETENCIA para conocer la
presente causa, debiendo remitirse obrados a la Sala Plena del Tribunal
Departamental de Justicia de Santa Cruz…”; consiguientemente se ha sentado línea
jurisprudencial para el conocimiento de la contención de actos administrativos que
hayan emergido de un ente Municipal, por lo que en base a la jurisprudencia
señalada en el presente fallo, resulta ser vinculante para todos los órganos de
administración de justicia, siendo competencia de la Sala Plena de los Tribunales
Departamentales de Justicia, el conocimiento y sustanciación de la contención
emergente de los actos administrativos.

Así de esta manera conforme a los arts. 775 y 778 del Código de Procedimiento Civil,
vigente desde el 02 de abril de 1976, la vía contencioso y contencioso- administrativo
para la impugnación de actos administrativos evacuados por la administración
Pública se atribuía a la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia, disposiciones que
fue sustentada posteriormente por el art. 55 núm. 10 de la Ley del Órgano
Judicial Ley 1455,en ese sentido el artículo 10 parágrafo I de la Ley Nº 212 de 23 de
diciembre de 2011, determina que “La Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia
conocerá las causas contenciosas que resultaren de los contratos, negociaciones y
concesiones del Órgano Ejecutivo, y de las demandas contenciosas - administrativas,
a que dieren lugar las resoluciones del mismo; hasta que sean reguladas por Ley
como Jurisdicción Especializada.

IV. FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN

Como único tópico controversial aduce que al dictarse el Auto de Vista, se realizó una
incorrecta aplicación del art. 1545 del CC, el cual debe ser interpretado de la siguiente
manera: la parte actora al demandar dentro de sus pretensiones, el mejor derecho
propietario y la cancelación de inscripción en derechos reales, planteó acciones
accesorias como resultado de la pretensión principal, cual es la nulidad del
documento público Nº 308/2010 de 3 de mayo, otorgado a través de la Notaría del
Gobierno Departamental de Santa Cruz, a cargo de C.S.A. y al pretender obtener la
nulidad del instrumento público N º 308/2010, se estaría dejando sin efecto una
ordenanza municipal y sus emergencias, para lo cual no tiene competencia el J.
Público en lo Civil Comercial, por lo que el derecho propietario del Gobierno
Autónomo Municipal de Santa Cruz de la Sierra se establece en el Instrumento
Público Nº 308/2010 de 3 de mayo, el mismo que nace a consecuencia y emergencia
de la Ordenanza Municipal Nº 028/2010, de 9 de marzo, que modifica la Ordenanza
Municipal Nº 033/2000, de 16 de junio, que declara bienes de dominio público los
terrenos en litigio, debiendo la parte actora hacer prevalecer sus derechos por la vía
administrativa y no así por la vía ordinaria, ya que la pretensión de mejor derecho
propietario es consecuente y constante con la pretensión de nulidad de documento.

Del contenido del recurso de casación se infiere que controvierte dos aspectos, el
primero inherente a la pretensión de mejor derecho propietario, en sentido que es
accesorio y el segundo que no es competencia de la jurisdicción ordinaria el
conocimiento de la acción de mejor derecho propietario emergente de actos
administrativos, problemáticas que nos muestran la existencia de un problema
jurídico central inherente al tema de la competencia y de la misma manera un
problema subordinado, en otros términos para el análisis de fondo necesariamente
de forma preliminar se debe analizar el problema subordinado, pues su estudio nos
dará luces en cuanto al tema de fondo, entonces a los efectos de una correcta
argumentación jurídica corresponde de inicio su estudio.

El recurrente alega que de acuerdo a los fundamentos de la demanda esta tiene como
pretensión el mejor derecho propietario, la cual a su criterio es accesoria a la de
nulidad de documentos, y al ser incompetente el J. de la causa para el conocimiento
de la acción de nulidad que es de carácter principal, por lógica consecuencia tampoco
adquiere competencia para el estudio del mejor derecho propietario.

A los efectos de resolver problemática jurídica subordinada, es necesario reiterar el


entendimiento asumido en el acápite III.1 de la doctrina aplicable, donde con buen
criterio se explicó sobre el tema de la acumulación objetiva de pretensiones desde la
óptica del Código Procesal Civil, pues la doctrina moderna acepta la posibilidad de
plantearse una gama de pretensiones, dejando de lado la teoría monista, es así que el
art. 114 de la citada normativa procesal, asume la posibilidad de una acumulación
subjetiva de pretensiones, en los siguientes hipotéticos: 1) la acumulación de
pretensiones principales, denominadas también autónomas o simples que se
presenta cuando se plantean dos o más pretensiones que no sean contradictorias
entre sí, de tal manera que pueden ser resueltas en la sentencia de manera
independiente, sin que el fallo sobre una afecte a las otras, pues no existe relación de
jerarquía o dependencia entre ellas, por ejemplo, cuando alguien pretende que se
cumplan dos prestaciones derivadas de un mismo contrato; 2) la acumulación de
pretensiones subordinadas, que se dan cuando el demandante plantea una
pretensión principal y otra (u otras) que es subordinada al resultado de la principal,
pues ante el desamparo de una, conduce al J. a pronunciarse respecto a la otra; 3) la
acumulación de pretensiones alternativas, este tipo de acumulación existe cuando el
demandante propone más de una pretensión con esa calificación de modo que, en el
caso de que todas sean declaradas fundadas, el demandado tiene inicialmente la
opción de elegir cuál cumplir en ejecución de sentencia y si el demandado no ejerce
dicha facultad, será el demandante quien elija la pretensión a cumplirse; y 4) la
acumulación de pretensiones accesorias, que se presentan cuando el demandante
propone una pretensión principal cuya suerte determina la de una pretensión
accesoria que depende de aquella, de tal manera que si la principal es fundada, la
accesoria lo es también, así como si la principal es infundada, la accesoria también lo
es, es decir que la suerte de una determinaría automáticamente la suerte de la otra,
no siendo esta clasificación restrictiva, puesto otras legislaciones con similar
contenido plantean la acumulación de pretensiones condicionales, donde la
acumulación se presenta cuando el demandante propone una pretensión como
principal o condicional y otra como condicionada a la principal, lo que implica que
solo en caso de que la pretensión principal sea declarada fundada, el juez pasará a
resolver las condicionadas, pudiendo declarar estás últimas como fundadas o
infundadas.

Partiendo del citado antecedente en el sub lite, el recurrente asimila un criterio


errado de las pretensiones planteadas, si bien se planteó la nulidad de un acto
administrativo y el mejor derecho propietario de fs. 110 a 117 vta., sin embargo cita
como antecedente fáctico que son propietarios del inmueble ubicado en el Barrio
Magisterio Sur Mz. 62, UV. 185, L. Nº 24 de superficie 360 mts. actualmente
equipamiento Nº 5 antes pertenecía al Cantón El Palmar Oratorio, mediante
documento de 22 de marzo de 1997 e inscrito en DDRR, pero la entidad demandada
mediante Resolución Municipal Nº 001/2010 de 04 de enero, entre otras
resoluciones ejecutivas protocolizan documentos sobre inscripción de bienes de
dominio público de la Zona Sur, Distrito Nº 1, UV. 185, afectando su predio, en si el
instrumento público Nº 308/2010 de 03 de mayo, registrado en DDRR el 30 de
noviembre de 2011, que fue inscrito en forma posterior, en base a dicho antecedente
solicita la nulidad de las resoluciones Municipales que afectan su derecho propietario
y la declaratoria del mejor derecho propietario.

Teniendo en claro cual el antecedente, corresponde un análisis de ambas


pretensiones.

Sobre el mejor derecho propietario de acuerdo a lo señalado en el acápite III.2, valga


la redundancia consiste en una acción de reconocimiento de mejor derecho
propietario, donde el presupuesto esencial, radica en la identidad de la cosa, respecto
a la cual dos o más personas reclaman derecho de propiedad; en otras palabras, la
acción de reconocimiento de mejor derecho de propiedad, supone necesariamente la
existencia de una misma cosa, cuya titularidad es discutida por dos o más personas,
la norma concede el derecho al que ha registrado con prioridad su título, esa es la
regla; empero de ello, de acuerdo a la concepción extensiva de la norma de
referencia, también debe aplicarse a los hipotéticos de presentarse dos o más
personas que aleguen ser propietarios de un mismo bien inmueble, que pese de no
haber adquirido el inmueble (predio) del mismo vendedor, sino que cada uno de
estos propietarios hubieran adquirido el bien inmueble de distintos vendedores y
cuyos antecesores también ostenten título de propiedad, caso para el cual se deberá
confrontar el antecedente dominial de cada uno de estos propietarios y su
antecesores, con el objeto de verificar de que se trate de los mismos terrenos (total o
parcialmente), para verificar cuál de los títulos de propiedad fue registrado con
prioridad en el registro de Derechos Reales donde se emitirá un sentencia de tipo
declarativa.

La pretensión de nulidad tiene por efecto la invalidez del acto jurídico, por la
ausencia de los requisitos al momento de formación del contrato, entre los que el art.
549 del CC, establece: 1) Por faltar en el contrato el objeto o la forma prevista por la
ley como requisito de validez, 2) Por faltar en el objeto del contrato los requisitos
señalados por la ley, 3) Por ilicitud de la causa y por ilicitud del motivo que impulsó a
las partes a celebrar el contrato, 4) Por error esencial sobre la naturaleza o sobre el
objeto del contrato y 5) En los demás casos determinados por la ley, normativa que
genera un parámetro de legalidad a los citados casos, pretensión que tiene como
característica esencial que genera un efecto retroactivo al momento de la formac ión
del acto, como si nunca hubiese nacido el acto, dando como consecuencia una
sentencia con carácter de condena.

De los citados antecedentes podemos concluir de acuerdo a los fundamentos fácticos


sustentados en la demanda, las pretensiones planteadas (Mejor Derecho y nulidad)
para el caso concreto ninguna puede ser catalogadas como accesorias, es decir, que el
mejor derecho propietario no depende de las resultas de la nulidad o viceversa, pues
para el presente caso, estas adquieren la calidad de originarias, en principio porque
los antecedentes fácticos no hacen que una dependa de la otra para su posterior
estudio, en el entendido que el mejor derecho propietario necesita como requisito
primordial la existencia de dos títulos inscritos sobre el mismo predio, lo cual
acontece y para la nulidad se necesita el análisis de los presupuestos anotados en el
párrafo anterior, o sea al ser independientes resulta errada la tesis asumida por el
recurrente al catalogar la pretensión de mejor derecho de accesoria para el sub
judice, máxime si en ningún de los fundamentos sustentados en la demanda
precisaron que, como emergencia de la declaratoria de nulidad recién sea viable la
citada pretensión.

Por otro lado, en lo que concierne al tema o problema jurídico de fondo vinculado a
la competencia para el conocimiento de la acción de mejor derecho propietario, en
principio corresponde reiterar que al ser una pretensión totalmente independiente
por los fundamentos antes expuestos, conforme señala el recurrente y el Tribunal de
apelación, el test o control de legalidad del acto administrativo únicamente
corresponde a la jurisdicción especializada, es por tal motivo que la competencia
para el conocimiento de la acción de nulidad es la administrativa, y esto se debe a
que esa pretensión tiene por fin controvertir la validez del acto administrativo, es
decir, que todo el examen versará exclusivamente en cuanto al cumplimiento de los
requisitos en el acto administrativo (en su creación, extinción, transmisión y
modificación) para determinar si debe ser anulado o no, sin embargo, en la acción de
mejor derecho propietario no se aplica el mismo entendimiento debido a que en su
estudio no se discute el acto administrativo en ninguna de sus facetas, sino
simplemente se confronta ambos títulos en base al antecedente dominial o tracto
sucesivo, para establecer quién es el adquiriente primigenio es por tal motivo que la
sentencia a emitirse es una de carácter declarativa, en otras palabras en ningún
momento se realiza el test de legalidad del acto administrativo a contra partida de la
nulidad, por dicho motivo no corresponde su análisis en esa vía, de lo que se
concluye que el Tribunal Ad quem de forma correcta ha revocado parcialmente y ha
dispuesto que la vía ordinaria es la competente para el conocimiento del mejor
derecho propietario, correspondiendo en todo caso a las autoridades judiciales el
examen de los requisitos establecidos en el acápite III.2, de lo que se concluye que el
Ad quem ha obrado de forma correcta.

En tal razón, corresponde dictar resolución conforme manda el art. 220.II del Código
Procesal Civil.

POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia del Estado
Plurinacional de Bolivia, con la facultad conferida por el art. 42.I núm. 1 de la Ley del
Órgano Judicial de 24 de junio de 2010, y en aplicación del art. 220.II del Código
Procesal Civil, declara INFUNDADO el recurso de casación cursante de fs. 297 a 301
vta., interpuesto por P.F.A. en representación del Gobierno Autónomo Municipal de
Santa Cruz contra el Auto de Vista Nº 168/2018 de 31 de mayo, cursante de fs. 268 a
270 vta., pronunciado por la Sala Civil, Familia, N. y Adolescencia, Violencia
Intrafamiliar o Doméstica y Pública Primera del Tribunal Departamental de Justicia
de Santa Cruz.

Sin costas ni costos.

R., comuníquese y devuélvase.

R.: M.. J.C.B.A..

También podría gustarte