Jornada de Reflexión “Jugar en el jardín.

” - Septiembre, 2016

Propuestas de Juego corporal

Forteza, Marcia
Romero, Laura

¿Podría pensarse el nivel inicial sin pensar al niño en movimiento?

¿Podría pensarse al niño/a jugando sin su cuerpo? En estos dos interrogantes
aparece como obvia la respuesta de que el niño es esencialmente en su cuerpo
y es a través de él que manifiesta, expresa , absorbe ,contacta, ensaya,
ejercita, se posiciona, se relaciona, se ajusta, se adapta, incorpora, siente y por
lo tanto aprende etc.
En el nivel inicial la puesta en juego del cuerpo del niño es la escena
lúdica en sí misma, dependiendo esto de la individualidad de cada uno, de sus
posibilidades integrales para relacionarse y actuar y dar respuestas al entorno.
Los juegos corporales, al decir de Calmels (2004) “…son los juegos sencillos,
cotidianos, surgidos al calor del abrazo de la madre, en el regazo de la abuela
o en los brazos del padre, son los aquellos que surgen en los primeros años de
vida y generadores de una modalidad vincular y que van preludiando la
aparición de movimientos intencionados que son rescatados por el adulto
quien le otorga significado. 1”
El jugar es un hacer que siempre involucra al cuerpo. El juego corporal
no solo es juegos de cuerpo sino y principalmente cuerpos en juego; nacen
siempre a partir de un encuentro, de un acuerdo tónico entre padres e hijos.
Los juegos de crianza que devienen luego en juegos corporales determinan un
estilo psicomotor que implica una forma peculiar de manifestarse
corporalmente, todo aquello que hace que reconozcamos a una persona en su
voz, en su ritmo en sus expresiones faciales, en su actitud postural, en sus
gestos expresivos.

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Cuerpo Juego y Movimiento el Nivel Inicial, Ana María Porstein, 2009

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El juego corporal, hace referencia a una modalidad lúdica centrada en

el cuerpo, atendiendo por un lado, la calidad de las acciones corporales en si
(coordinación, gestos, posturas, actitudes) como así también, la calidad
simbólica que en ellas y en el juego elegido se despliegan. Implica tomar y
poner el cuerpo como objeto y motor del jugar.
Las experiencias motrices son fundamentales para la construcción del
yo corporal y de la identidad psicomotriz del niño, permitiéndole la conquista,
exploración e integración espacio – temporal. Están determinadas en parte,
por la evolución del desarrollo neuromotriz, e influenciadas por los procesos
intelectuales y afectivos por los que atraviesa el niño, por lo cual, van
adquiriendo diferentes formas o manifestaciones en cada etapa evolutiva.
La dimensión afectivo / emocional se manifiesta sin forzamientos, en
forma espontánea e inconsciente.

Intervención docente

Organización del espacio:

Debe ser cómodo, seguro, facilitador del movimiento.

Sala (adecuando el espacio para el juego corporal), patio, SUM u otros
espacios disponibles.

Tiempo:
Ofrecer oportunidades cotidianas. Su duración estará
fundamentalmente regulada por el interés del grupo de niños/as y la
intencionalidad docente frente a la propuesta.

Materiales:
Escaleras, tablones, bancos suecos, espejo, bloque de espuma de
poliuretano de distintos tamaños y/o formas, colchones, colchonetas, telas,

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sogas, palos, aros, pelotas, bolsas de arena, paletas, globos, diarios, cestos,
cajas, botellas de plástico, rollos de papel higiénico, etc.

Participación docente durante el desarrollo de las propuestas:

Estará determinada en función del tipo de propuesta, poniendo su

cuerpo a disposición de los niños, a veces como modelo, sostén,
acompañamiento o provocador del juego, facilitando la participación o la
resolución de algún conflicto, etc.
Cuando hablamos de poner el cuerpo a disposición, hacemos referencia
a la mirada, escucha, actitud postural, gestos, contacto y la palabra, que son
los componentes primordiales de la corporeidad. El cuerpo del niño/a se
construye único y original en la relación corporal con los adultos que lo rodean.
Cuando el docente pone el cuerpo, lo hace a través de algunas de sus
manifestaciones. Elige con qué aspecto de sí relacionarse, privilegiando el
mirar, el escuchar, la palabra, etc., según el juego y las necesidades de los
niños.

Tipos de juego

 Juegos de sostén: (mecer, girar, elevar y descender, subir y bajar,

trepar, colgar) (en los brazos del docente, sobre un objeto, en el suelo)
 Juegos de ocultamiento: aparecer y desaparecer, ocultarse y
mostrarse (cuco, sabanita, escondite, escondida, tic-tac, gallito ciego,
búsqueda de objetos)
 Juegos de persecución: (“que te agarro, que te como”, el lobo, la
mancha, el patrón de la vereda, el quemado, etc.)

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Posibles modos de organización

 Libre
 Libre con un objeto que actúa como disparador, permitiendo la
exploración del material y las posibilidades de movimiento que surgen de
manera espontánea por parte de los niños /as.
 Organizados por el docente

Momentos

En el caso de los juegos organizados por el docente, es importante

plantear las propuestas teniendo en cuenta tres momentos.
En el primer momento se establece un encuadre de juego, normas de cuidado
y respeto por uno, por el compañero y material.
Posteriormente, se plantea la propuesta y se desarrolla el juego propiamente
dicho.
Al finalizar, es aconsejable realizar alguna actividad de vuelta a la calma
(conversar con los niños sobre lo que hicieron, escuchar una melodía suave
recostada en una colchoneta, etc.). En algunas ocasiones se pueden utilizar
marcadores, crayones, tizas o masa de sal para propiciar el pasaje de la acción
a la representación.

Sentidos de la propuesta:

El juego corporal es un juego esencialmente psicomotor, que trasciende

la acción instrumental del movimiento para convertirse en un verdadero acto de
jugar. Su verdadera esencia estriba en que el niño es el protagonista, crea su
mundo interno y externo, aparecen fantasías, emociones y deseos.
Este acto es libre (cada uno tiene la posibilidad de elegir o no formas
personales de expresión de las vivencias, experiencias o sensaciones),
espontáneo (tiene la posibilidad de responder con fluidez a situaciones

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conocidas y con originalidad a una situación nueva) y creativo (el niño se

constituye en actor y protagonista, siendo él quien da una forma propia a cada
juego que desarrolla).

Pero es importante mencionar, que es la presencia del otro

(docente) quien sostiene, acompaña y provoca estas experiencias en el
niño, dándoles significado desde la palabra e incluyéndolas en una
escena lúdica

Los diversos juegos corporales cumplen un papel fundamental en la

evolución del proceso de separación – individuación, permitiéndole al niño
adquirir niveles cada vez mayores de autonomía, que posibilitarán la conquista
del mundo externo y el establecimiento de diferentes relaciones con los pares y
adultos que lo rodean. Desde muy temprana edad, estimulan y actualizan los
miedos básicos y, en el mismo acto, brindan las herramientas para elaborarlos.

En las actividades motoras centradas sobre si mismo; balanceos,

giros y caídas; se actúa sobre el tono, el equilibrio, las emociones y la
conciencia de si mismo. Son muy buscadas por los niños, por las sensaciones
corporales que provocan y los estados tónico – emocionales que de ellas
resultan.

En las actividades motoras dirigidas hacia el exterior; salto,

carrera, trepar; se demanda un mayor esfuerzo de adaptación al medio
ambiente, favoreciendo la relación con el mundo exterior y su conquista. El
niño busca poner a prueba al máximo sus posibilidades motrices, los logros
alcanzados despiertan un intenso placer, sorpresa con cada nuevo logro y gran
satisfacción cuando dicho logro es reconocido por otro.

En los juegos de sostén la disminución, variación y/o pérdida de la

referencia táctil es el elemento dominante, junto con la afirmación de la

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confianza en el cuerpo que sostiene y apoya. Se basan en acciones de

desequilibrio y reducción o pérdida de apoyos. Se pone a prueba el lazo de
unión con el otro y se ensaya una separación.

En los juegos de ocultamiento la disminución, variación y/o pérdida

de la referencia visual es el elemento dominante.
Jugar a las escondidas con la sabanita es la primera actividad lúdica y
en ella elabora la angustia del desprendimiento, del duelo por un objeto que
debe perder. A los cuatro meses el niño juega con el cuerpo y los objetos,
desaparece tras la sábana y vuelve a aparecer, de ese modo el mundo se
oculta momentáneamente y vuelve a recuperarlo cuando sus ojos se liberan del
objeto tras del cual estaba escondido. (Arminda Aberasturi)
El nacimiento de este juego, antecede al clásico juego del fort/da
(Freud), en el cual a través del acto de arrojar y recoger un carretel atado a un
hilo, el niño busca simbolizar la ausencia de su madre.
Los juegos de ocultamiento generan y recrean ansiedades que deben ser
controladas para que el mismo pueda llevarse a cabo con éxito. Son juegos de
tensión y distensión, de ausencia y presencia, de repliegue y despliegue del
cuerpo, de ver y no ver, de luz y tinieblas, de soledad y compañía, de buscar y
ser buscado, de exploración y descubrimiento de los espacios, de silencio y
ruido, de impresión y expresión, de movimientos lentificados y acelerados, de
encuentro, reencuentro y desencuentro. Las escondidas son juegos donde se
ejercita el dominio de la ansiedad.

En los juegos de persecución, se pone a prueba la confiabilidad de

un refugio, primero simbolizado en el cuerpo del adulto, luego trasladado a un
espacio físico. Este tipo de juegos habilita al niño a jugar sus miedos en un
espacio de confianza y al mismo tiempo, jugar la agresividad sin actuar la
agresión.

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Winnicott (1989) plantea “el juego cumple una función vital,

especialmente para el manejo de la agresión y la destructividad…, un objeto
puede ser destruido y restaurado, dañado y arreglado, ensuciado y vuelto a
limpiar, matado y revivido…”
Generar instancias de juego es armar una escena donde el niño
libera sus fantasías y conflictos, de este modo puede estar disponible y
deseoso de aprender.

BIBLIOGRAFÍA:

 Sassano, Miguel. Cuerpo, tiempo y espacio. Ed. Stadium. Bs As. 2003

 Calmels, Daniel. Juegos de Crianza. Ed. Biblos Bs As. 2004
 Calmels, Daniel. El cuerpo cuenta. Ed. El Farol. Bs As. 2004
 Calmels, Daniel. Del sostén a la Transgresión. Ed. Biblos. Bs As 2012
 Calmels, Daniel. Infancias en el cuerpo. Ed. Puerto Creativo. Bs As 2009
 Gonzalez, Leticia. Pensar lo Psicomotor. Eduntref. 2009
 Cerutti, Ana y otros. La Práctica Psicomotriz en Educación. Ed. Prensa
Médica Latinoamericana. 1996
 Ana María Porstein, Cuerpo, Juego y movimiento en el Nivel Inicial.Ed
Homosapiens. Rosario, 2009
 Aucouturier, Bernard. Los Fantasmas de acción y la práctica psicomotriz.
Ed Grao. España 2004.

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