Está en la página 1de 6

Actividad 2

ELABORAMOS UN MAPA MENTAL


Propósito de aprendizaje

Diseñamos un mapa mental sobre el uso responsable del agua

MAPA MENTAL

1. Concepto
El mapa mental es una técnica gráfica que coloca al centro el tema central. Los subtemas irradian de
la imagen central en forma ramificada, debilitándose la línea curva que los une a medida que van siendo
más secundarios.

2. Características del mapa mental


Sus características son:
- Usa una imagen central de la que se desprenden líneas ordenadoras básicas
- Utilizar la jerarquía para organizar el mapa mental.
- El número promedio de ramas que emplea oscila entre tres y siete.
- Usa dibujos y palabras escritas.
- Varía el tamaño de letras, líneas e imágenes indicando jerarquía.
- Utiliza flechas cuando quiere establecer conexiones.
- Utiliza colores y códigos (señales, círculos, subrayados, cruces y otros para representar personas,
elementos, procesos).
- Las palabras clave se escriben sobre las líneas.
- Las líneas centrales deben ser más gruesas.
ELABORO MI MAPA MENTAL

Recuerda que elaborar cualquier texto tiene tres fases: planificación, textualización y revisión.

1. Planificación

1. ¿Cuál es el tema de
nuestro mapa mental?

2. ¿Qué título llevará


nuestro mapa mental?

3. ¿Cuál es el propósito de
nuestro mapa mental?

4. ¿Qué tipo de lenguaje


usaré en mi mapa
mental?

5. Realizo un esquema de
mi mapa mental Titulo _______________________________

Subtemas
-
-
-
-
-

6. ¿Cuántas imágenes
pondré en mi mapa
mental?

2. Textualización

≠ Realiza tu mapa mental en el cuaderno o la computadora


≠ Te ponemos un modelo o puedes usar otro formato
3. Revisión
Revisa tu mapa mental con la siguiente lista de cotejo

CRITERIOS INDICADORES SÍ NO

1. Estableció el tema, titulo, propósito de su texto


Planificación del y registro lingüístico
mapa mental
2. Tiene los subtemas

3. Tiene título llamativo

4. Tiene coherencia de ideas en los subtemas

5. El tema es claro y bien enfocado

6. El material gráfico está relacionado con el tema


Textualización del y es fácil de entender
mapa mental
7. El tipo, color y tamaño de las fuentes utilizadas
(letras), permite una lectura fluida de la
información.

8. Ortografía correcta en la tildación y los signos


de puntuación.

4. Textualización de la versión final


Escribe nuevamente tu mapa mental, corrige y envíalo al docente
LA GENERACIÓN DEL 50

Concepto
La Generación del 50 es el conjunto de escritores (narradores, poetas, dramaturgos) que tienen
vínculos interpersonales y comparten similar el punto de vista ideológico: el marxismo, el
existencialismo y el compromiso social.

Tendencias narrativas
- Neorrealismo o El Realismo Urbano. Los escritores escriben sobre la vida de la ciudad. Enrique
Congrains Martín, Julio Ramón Ribeyro, Oswaldo Reynoso
- Neoindigenismo: Eleodoro Vargas Vicuña, Carlos Eduardo Zavaleta, Manuel Scorza

Tendencias poéticas
- Poesía social. Los poemas adoptaron un tono protestatario y de compromiso social.
Representantes: Alejandro Romualdo, Juan Gonzalo Rose.
- Poesía pura. Son los poetas preocupados en construir mundos verbales fuera de la realidad.
Representantes: Jorge Eduardo Eielson, Javier Sologuren.

Teatro
El teatro experimenta un período de renovación, inicialmente con las piezas de Sebastián Salazar
Bondy (comedias de contenido social) y más tarde con Juan Rivera Saavedra, con obras con fuerte
denuncia social, influidas por el expresionismo y el teatro del absurdo.

JULIO RAMÓN RIBEYRO


Biografía
Ribeyro nació en Lima en 1929. Estudió en el colegio Champagnat y fue un alumno
regular, un tanto hermético, nada dado a los deportes. Estudió leyes, lo hizo con
desgano. Cuando terminó la carrera, una beca española le cayó de perlas. En 1952,
partió a Europa. De España pasó a París, la angustia de la sobrevivencia lo obligó a
trabajar en oficios manuales y callejeros. Su fama de escritor crece gracias a sus
magníficos cuentos; comienza a figurar en las letras peruanas e hispanoamericanas. La obra narrativa
de Ribeyro recibe premios, reconocimientos y traducciones a otras lenguas. En 1994, el premio “Juan
Rulfo” (el más prestigioso premio a nivel latinoamericano) fue concedido a Ribeyro. Falleció a fines
del año de 1994, víctima de cáncer pulmonar.

Producción literaria
Cuentos: La palabra del mudo. Recoge todos los cuentos de Ribeyro publicados a partir de 1955.
Novelas: Crónica de san Gabriel (1960) Los geniecillos dominicales (1965) Cambio de guardia (1976).
Teatro: Atusparia Santiago, el pajarero.
Prosa: Prosas apátridas La caza sutil Dichos de Lúder La tentación del fracaso.

La palabra del mudo es un libro que consta de cuatro tomos; recoge todos los cuentos de Ribeyro
publicados a partir de 1955. Comprende los siguientes libros: Los gallinazos sin plumas (1955),
Cuentos de circunstancias (1958), Las botellas y los hombres (1964), Tres historias sublevantes (1964),
Los cautivos (1972), El próximo mes me nivelo ((1972), Silvio en el Rosedal (1977).

Los gallinazos sin plumas es el cuento que se inicia cuando los niños Enrique y Efraín van por las calles
de Lima a buscar desperdicios en las latas para un cerdo. El viejo don Santos obliga a los niños a traer
más desperdicios para el cerdo Pascual, por lo cual los niños van al basural donde hay muchos
gallinazos. Un día, los niños se enferman y Enrique, a pesar de su dolencia, va al basural. Don Santos
lanza el perro (Pedro) de los niños como alimento para el cerdo. Enterado de esto, el niño Enrique
empuja a don Santos al corral del cerdo. Enrique coge a su hermano Efraín y huyen de ahí, mientras
se escucha en el chiquero el rumor de una batalla.

Características de los cuentos de Ribeyro


- Escribe mayormente cuentos realistas y algunos cuentos fantásticos.
- Personajes de clase media y baja que terminan frustrados o derrotados por la realidad.
- Técnica tradicional. De forma lineal.
- Estilo ágil y objetivo. Desprovisto de sentimentalidad.

Importancia literaria
- Considerado el Mejor Cuentista del Perú.
- Uno de los más grandes cuentistas latinoamericanos del siglo XX
- El máximo representante del Urbanismo peruano.
- Creó el arquetipo de la clase media limeña: el hombre frustrado y fracasado.
- El mejor narrador de la Generación del 50.

Lectura

LOS GALLINAZOS SIN PLUMAS


Don Santos, el abuelo, obliga a sus nietos a recolectar desperdicios para alimentar a su cerdo Pascual, animal al
que brinda más afecto que a sus nietos. Los niños enferman y el abuelo se desespera porque el cerdo no come.
Leamos que sucede:

La última noche de luna nadie pudo dormir.


Pascual lanzaba verdaderos rugidos. Enrique
había oído decir que los cerdos, cuando tenían
hambre, se volvían locos como los hombres. El
abuelo permaneció en vela, sin apagar siquiera
el faro. Esta vez no salió al corralón ni maldijo
entre dientes. Hundido en su colchón miraba
fijamente la puerta. Parecía amasar dentro de sí
una cólera muy vieja, jugar con ella, aprestarse
a dispararla. Cuando el cielo comenzó a
desteñirse sobre las lomas, abrió la boca, mí solo, yo saldré, yo iré al muladar!
mantuvo su oscura oquedad vuelta hacia sus El abuelo se contuvo jadeante. Tardó mucho
nietos y lanzó un rugido. en recuperar el aliento.
-¡Arriba, arriba, arriba! –los golpes -Ahora mismo... al muladar... lleva dos cubos,
comenzaron a llover –¡A levantarse haraganes! cuatro cubos...
¿Hasta cuándo vamos a estar así? ¡Esto se Enrique se apartó, cogió los cubos y se alejó a
acabó! ¡De pie!... la carrera. La fatiga del hambre y de la
Efraín se echó a llorar, Enrique se levantó, convalecencia lo hacía trastabillar. Cuando abrió
aplastándose contra la pared. Los ojos del la puerta del corralón.
abuelo parecían fascinarlo hasta volverlo Pedro quiso seguirlo.
insensible a los golpes. Veía la vara alzarse y -Tú no. Quédate aquí cuidando a Efraín.
abatirse sobre su cabeza, como si fuera una vara Y se lanzó a la calle respirando al pleno
de cartón. Al fin pudo reaccionar. pulmón el aire de la mañana. En el camino comió
-¡A Efraín no! ¡El no tiene la culpa! ¡Déjame a yerbas, estuvo a punto de mascar la tierra. Todo
lo veía a través de una niebla mágica. La al viejo que, erguido como un gigante, miraba
debilidad lo hacía ligero, etéreo: volaba casi obstinadamente el festín de Pascual. Estirando
como un pájaro. En el muladar se sintió un la mano encontró la vara que tenía el extremo
gallinazo más entre los gallinazos. Cuando los manchado de sangre. Con ella se levantó de
cubos estuvieron rebosantes emprendió el puntillas y se acercó al viejo.
regreso. Las beatas, los noctámbulos, los -¡Voltea! –gritó –¡Voltea ¡
canillitas descalzos, todas las secreciones del Cuando don Santos se volvió, divisó la vara
alba comenzaban a dispersarse por la ciudad. que cortaba el aire y se estrellaba contra su
Enrique, devuelto a su mundo de perros y pómulo.
fantasmas, tocado por la hora celeste. -¡Toma! –chilló Enrique y levantó
Al entrar al corralón sintió un aire opresor, nuevamente la mano. Pero súbitamente se
resistente, que lo obligó a detenerse. Era como detuvo, temeroso de lo que estaba haciendo y,
si allí, en el dintel, terminara un mundo y lanzando la vara a su alrededor, miró al abuelo
comenzar otro fabricado de barro, de rugidos, casi arrepentido. El viejo, cogiéndose el rostro,
de absurdas penitencias. Lo sorprendente era, retrocedió un paso, su pierna de palo tocó tierra
sin embargo, que esta vez reinaba en el corralón húmeda, resbaló, y dando un alarido se precipitó
una calma cargada de malos presagios, como si de espaldas al chiquero.
toda la violencia estuviera en equilibrio, a punto Enrique retrocedió unos pasos. Primero aguzó el
de desplomarse. El abuelo, parado al borde del oído pero no se escuchaba ningún ruido. Poco a
chiquero, miraba hacía el fondo. Parecía un poco se fue aproximando. El abuelo, con la pata
árbol creciendo desde su pierna de palo. Enrique de palo quebrada, estaba de espaldas en el
hizo ruido pero el abuelo no se movió. fango. Tenía la boca abierta y sus ojos buscaban
-¡Aquí están los cubos! a Pascual, que se había refugiado en un ángulo y
Don Santos le volvió la espalda y quedó inmóvil. husmeaba sospechosamente en el lodo. Enrique
Enrique soltó los cubos y corrió intrigado hasta se fue retirando, con el mismo sigilo con que se
el cuarto. había aproximado. Probablemente el abuelo
Efraín, apenas lo vio, comenzó a gemir: alcanzó a divisarlo pues mientras corría hacia el
-Pedro... Pedro... cuarto le pareció que lo llamaba por su nombre,
-¿Qué pasa? con un tono de ternura que él nunca había
-Pedro ha mordido al abuelo... el abuelo cogió escuchado.
la vara... después lo sentí aullar. -¡A mí, Enrique, a mí!...
Enrique salió del cuarto. -¡Pronto! –exclamó Enrique, precipitándose
-¡Pedro, ven aquí! ¿Dónde estás, Pedro? sobre su hermano- ¡Pronto, Efraín! ¡El viejo se
Nadie le respondió. El abuelo seguía inmóvil, con ha caído al chiquero! ¡Debemos irnos de acá!
la mirada en la pared. Enrique tuvo un mal -¿Adónde? –preguntó Efraín.
presentimiento. -¡Adonde sea, al muladar, donde podamos
De un salto se acercó al viejo. comer algo, donde los gallinazos!
-¿Dónde está Pedro? -¡No me puedo parar!
Su mirada descendió al chiquero. Pascual Enrique cogió a su hermano con ambas
devoraba algo en medio del lodo. Aún quedaban manos y lo estrechó contra su pecho. Abrazados
las piernas y el rabo del perro. hasta formar una sola persona cruzaron
-¡No! –gritó Enrique tapándose los ojos - ¡No, lentamente el corralón. Cuando abrieron el
no! –y a través de las lágrimas buscó la mirada portón de la calle se dieron cuenta que la hora
del abuelo. Este la rehuyó, girando torpemente celeste había terminado y que la ciudad,
sobre su pierna de palo. Enrique comenzó a despierta y viva, abría ante ellos su gigantesca
danzar en torno suyo, prendiéndose de su mandíbula.
camisa, gritando, pataleando, tratando de mirar Desde el chiquero llegaba el rumor de una
sus ojos, de encontrar una respuesta. batalla.
- ¿Por qué has hecho eso? ¿Por qué? Fragmento del cuento “Los Gallinazos sin Plumas”
El abuelo no respondía. Por último,
impaciente, dio un manotón a su nieto que lo
hizo rodar por tierra. Desde allí Enrique observó

También podría gustarte