Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Pero el riesgo que toma un psicoanálisis, su curiosidad, radica en inventar un velo que deje más
espacio al cuerpo, que abra al juego, al humor. Un velo que no desconozca tan radicalmente el
vacío que hay en su causa. (Davidovich)
Introducción
En el siguiente trabajo, abordaré las dificultades e interrogantes planteados a partir
de un tratamiento en una sala de internación por salud mental, dentro de un
hospital general de CABA. Me serviré de un material clínico y de desarrollos
teóricos necesarios para cernir la práctica y la lectura posterior del caso. Parto de
pensar a la internación cómo un punto de partida y una oportunidad para un
tratamiento posible, pero también advirtiendo el riesgo de apresurarse a
comprender al que pueden llevar este tipo de pacientes. Me interrogo respecto de
la función del psicoanalista en la sala de internación e intentó discernir ¿Qué
podemos aportar desde nuestra especificidad?
Intentaré ensayar algunas respuestas posibles a partir de relatar las coordenadas
de la historia de la paciente y algunos ejes trabajados durante este periodo.
Reflexiones finales
Lo expuesto hasta aquí da cuenta de los avatares de un tratamiento
psicoterapéutico en la sala de internación que abre más interrogantes que
respuestas.
Me confronte con un primer obstáculo, relativo a la urgencia, que suscita la
entrada de una paciente de estas características a una sala de internación, donde
la demanda institucional asume cómo prioritaria una rápida evaluación del riesgo
con el que la paciente ingresa y las posibilidades de transmutación del mismo.
¿Cómo materializar los tiempos del psicoanálisis en la sala de internación?
Asimismo, desde una perspectiva psicoanalítica, un segundo desafío que parte de
la singularidad del caso: Frente a lo que hemos aprendido a hacer, ofertar un
espacio para que la palabra circule, se presenta un “sujeto” el cual no llega
representado por significantes sino tomado por un empuje emocional que lo
destituye.
La internación cómo intervención posibilitó un corte y que la paciente pueda
comenzar a hablar aquello que actuaba de modo de poder integrarlo. Fue
necesario también apostar a introducir ciertos elementos que vivifiquen el deseo y
a considerar la presencia de un analista cómo aquello que aloja al sujeto, más allá
de lo dicho.
No obstante, una vez transcurrido el momento más agudo y tras haber
experimentado una disminución de la angustia, se presenta un obstáculo posterior
en relación a sostener el tratamiento cuando el paciente no está motorizado por el
deseo de saber. Freud (1914), respecto de la compulsión de repetición, alude a
que el recordar implica una decisión subjetiva, un querer saber sobre la causa que
en muchos casos, cómo en este, no termina por producirse.
Bibliografía: