Está en la página 1de 11

Bases en fisiopatología I

Tema:
1.2- Trastornos del flujo sanguíneo y
presión arterial.

Nombre del alumno: Martínez Heredia Emily


Matrícula: 570118899
Grado y grupo: 4°A
Materia: Bases de fisiopatología
Profesor: Pérez Acosta Maximinio
INTRODUCCIÓN
Los trastornos del flujo sanguíneo son condiciones médicas que afectan la circulación normal de la
sangre a través del sistema cardiovascular. Estos trastornos pueden involucrar cambios en la
velocidad, la dirección o la cantidad de flujo sanguíneo en los vasos sanguíneos y pueden afectar a
cualquier parte del cuerpo.
La presión arterial es la fuerza ejercida por la sangre contra las paredes de las arterias mientras el
corazón bombea sangre hacia el resto del cuerpo. Se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y se
expresa como dos valores: la presión arterial sistólica y la presión arterial diastólica.
La presión arterial sistólica (la cifra superior) representa la presión en las arterias cuando el corazón
se contrae y bombea sangre hacia el resto del cuerpo.
La presión arterial diastólica (la cifra inferior) representa la presión en las arterias cuando el corazón
se relaja entre latidos.
Transtornos del flujo sanguíneo
El flujo sanguíneo en los sistemas arterial y venoso depende de un sistema de vasos sanguíneos
permeables y una presión de perfusión adecuada. A diferencia de los trastornos del sistema
respiratorio o la circulación central que causan hipoxia y afectan la oxigenación de tejidos en todo
el cuerpo, los efectos de la enfermedad de los vasos sanguíneos casi siempre se limitan a tejidos
locales irrigados por un vaso o grupo de vasos particulares.

En los trastornos arteriales se reduce el flujo sanguíneo a los tejidos, con la alteración consecuente
del oxígeno y nutrimentos. En los trastornos venosos hay interferencia con el drenaje sanguíneo y
la eliminación de productos de desecho. Los trastornos del flujo sanguíneo pueden ser resultado de
cambios patológicos en la pared vascular (o sea, ateroesclerosis y vasculitis), de la obstrucción
vascular aguda por un trombo o émbolo, de espasmo vascular (ej. fenómeno de Raynaud) o de
dilatación vascular anómala (ej. aneurismas arteriales y venas varicosas).
Existen varios trastornos del flujo sanguíneo que pueden afectar la salud y el funcionamiento del
sistema cardiovascular.
Transtornos de la circulación venosa
La función de reservorio del sistema venoso lo vuelve susceptible a la insuficiencia venosa, estasis y
formación de trombos.
Venas varicosas
Las venas tortuosas varicosas, o dilatadas, de las extremidades inferiores son frecuentes y a menudo
causan problemas secundarios de insuficiencia venosa. Las venas varicosas se clasifican en primarias
y secundarias. Las primarias se originan en las venas safenas superficiales, las secundarias son
resultado del flujo anómalo en las venas profundas. Cerca del 80% a 90% de la sangre venosa de las
extremidades inferiores se transporta por las venas profundas. El desarrollo de venas varicosas
secundarias se vuelve inevitable cuando el flujo en estos conductos profundos se altera o bloquea.
La causa más frecuente de venas varicosas secundarias es la trombosis venosa profunda (TVP). Otras
causas incluyen fístulas arteriovenosas (AV) congénitas o adquiridas, malformaciones venosas
congénitas y presión sobre las venas abdominales causada por el embarazo o un tumor.
La incidencia de las varices venosas aumenta con la edad. La prevalencia es del 50% en personas
mayores de 50 años. El trastorno es más frecuente en las mujeres de 30 a 50 años de edad, sobre
todo si existe una marcada predisposición familiar. La incidencia también es más alta en personas
obesas, por el aumento de la presión intraabdominal, y entre las personas que permanecen de pie
la mayor parte del día a causa de su trabajo (ej. enfermeras).
Las varices se forman por defectos en las venas superficiales (venas varicosas primarias) o por
alteración del flujo sanguíneo en las venas profundas (venas varicosassecundarias). La insuficiencia
venosa refleja la estasis venosa crónica causada por la incompetencia valvular. Se acompaña de
dermatitis por estasis y úlceras por estasis o venosas.
Insuficiencia venosa crónica
El término insuficiencia venosa se refiere a las consecuencias fisiológicas de la TVP, incompetencia
valvular o una combinación de ambas. La causa más frecuente es la TVP, que causa deformidad de
las valvas valvulares, lo que las vuelve incapaces de cerrar. En presencia de incompetencia valvular,
es imposible el flujo unidireccional efectivo con vaciamiento de las venas profundas. Las bombas
musculares también son inefectivas, a menudo impulsan la sangre en sentido retrógrado. La
insuficiencia secundaria de las venas comunicantes y superficiales somete a los tejidos subcutáneos
a presiones altas.
Trombosis venosa
El término trombosis venosa o tromboflebitis, describe la presencia de un trombo en una vena y la
respuesta inflamatoria en la pared vascular que lo acompaña. Los trombos pueden desarrollarse en
las venas superficiales o profundas. La trombosis venosa superficial (TVS) puede ocurrir en una vena
superficial y antes se consideraba una enfermedad benigna. Ahora se sabe que la TVS genera
complicaciones como la recurrencia de la TVS, TVP y embolia pulmonar en el 10% de los pacientes.
La TVP se produce más a menudo en las extremidades inferiores. La TVP de la extremidad inferior
es un trastorno grave, complicado por embolia pulmonar, episodios recurrentes de TVP y desarrollo
de insuficiencia venosa crónica. La mayoría de los trombos posoperatorios se generan en los senos
sóleos o en las venas grandes que drenan los músculos gastrocnemios. Los trombos aislados en la
pantorrilla a menudo son asintomáticos. Si no se tratan, pueden extenderse a venas más grandes y
proximales con mayor riesgo de embolia pulmonar, hasta del 90%.
Transtornos de la circulación arterial
El sistema arterial distribuye sangre a todos los tejidos del cuerpo. Existen 3 tipos de arterias:
arterias grandes elásticas, incluida la aorta y sus ramas distales; arterias de tamaño mediano, como
las coronarias y las renales; y arterias pequeñas y arteriolas que pasan por los tejidos. La función
principal de las arterias grandes es el transporte de sangre. Las arterias de tamaño mediano están
formadas sobre todo por CML dispuestas en forma circular y espiral; la distribución del flujo
sanguíneo a los diversos órganos y tejidos del cuerpo está controlada por la contracción y relajación
del músculo liso de estos vasos. Las arterias pequeñas y arteriolas regulan el flujo sanguíneo capilar.
Los distintos procesos patológicos tienden a afectar a alguno de estos tipos distintos de arterias.

La enfermedad del sistema arterial afecta la función corporal porque altera el flujo sanguíneo. El
efecto del flujo sanguíneo anómalo depende de las estructuras afectadas y la extensión del
compromiso del flujo. El término isquemia denota una reducción en el flujo arterial hasta un nivel
insuficiente para cubrir las demandas tisulares de oxígeno. Infarto se refiere a una zona de necrosis
isquémica en un órgano causado por la oclusión de su suministro arterial o su drenaje venoso. La
discusión de esta sección se enfoca en los lípidos sanguíneos y en la hipercolesterolemia,
ateroesclerosis, vasculitis, enfermedad arterial de las extremidades y aneurismas arteriales.

Hiperlipidemia
La hiperlipidemia es un exceso de lípidos en la sangre. Los lípidos se clasifican como triglicéridos o
grasa neutra, fosfolípidos y colesterol. Conforman un grupo diverso de compuestos con muchas
funciones biológicas clave. Los triglicéridos, que se utilizan en el metabolismo energético, son
combinaciones de ácidos grasos libres condensados con una sola molécula de glicerol. Los
fosfolípidos, que contienen un grupo fosfato, son elementos estructurales importantes de las
lipoproteínas, factores de coagulación sanguínea, la vaina de mielina y las membranas celulares.
Aunque el colesterol no está compuesto de ácidos grasos, su núcleo esteroide se sintetiza a partir
de ácidos grasos, por lo que su actividad química y física es similar a la de otros lípidos.
Las concentraciones altas de colesterol sanguíneo (hipercolesterolemia) participan en el desarrollo
de la ateroesclerosis, con el riesgo que conlleva de infarto cardíaco y accidente cerebrovascular.
Éste es un gran problema de salud pública, lo que se demuestra con las estadísticas publicadas por
la American Heart Association (AHA). Se calcula que 102,2 millones de estadounidenses tiene una
cifra de colesterol sérico mayor de 200 mg/dl y 37,7 millones de ellos tienen concentraciones de
colesterol de alto riesgo (240 mg/dl o más) que podrían contribuir a un infarto de miocardio,
accidente cerebrovascular u otro accidente cardiovascular relacionado con la ateroesclerosis.

Ateroesclerosis
La ateroesclerosis es un tipo de incluyen cardiopatía isquémica, accidente
arterioesclerosis o endurecimiento de las cerebrovascular y enfermedad vascular
arterias. El término ateroesclerosis, que periférica, causaron cerca del 33,6% de las
deriva del griego atheros («avena» o «pasta») muertes en Estados Unidos.
y sclerosis («dureza»), denota la formación de La ateroesclerosis comienza como un proceso
lesiones fibroadiposas en la íntima de las insidioso y las manifestaciones clínicas de la
arterias grandes y medianas, como la aorta y enfermedad casi nunca aparecen hasta 20 o
sus ramas, las arterias coronarias y las arterias 40 años más tarde.
grandes que irrigan el cerebro
Aunque ha habido un descenso gradual en la
mortalidad por ateroesclerosis en las últimas
décadas, una complicación de ésta, la ECV, se
mantiene como la principal causa de muerte
entre varones y mujeres en Estados Unidos. Es
probable que el descenso reportado en la tasa
de mortalidad refleje los nuevos y mejores
recursos terapéuticos y las mejores prácticas
de atención a la salud, consecuencia de una
mayor conciencia pública sobre los factores
que predisponen al desarrollo de este
trastorno. En 2011, las principales
complicaciones de la ateroesclerosis, que
Vasculitis
Las vasculitis son un grupo de trastornos vasculares que causan lesión inflamatoria y necrosis de la
pared del vaso sanguíneo. Las vasculitis, que son una vía común de compromiso tisular y orgánico
en muchas enfermedades distintas, afectan a las células endoteliales y las CML de la pared vascular.
Pueden afectar los vasos de cualquier tipo (arterias, venas y capilares) de cualquier órgano. Como
alteran venas y capilares, los términos vasculitis, angitis y arteritis a menudo se utilizan de manera
indistinta. Las manifestaciones clínicas frecuentes incluyen fiebre, mialgia, artralgia y malestar.
Las vasculitis pueden producirse por lesión directa al vaso, agentes infecciosos o procesos
inmunitarios; también pueden ser secundarias a otros estados patológicos, como lupus eritematoso
sistémico. Los agentes físicos, como el frío (ej. congelación), radiación (ej. quemadura solar), lesión
mecánica, mecanismos inmunitarios y toxinas causan daño vascular secundario, lo que a menudo
causa necrosis de los vasos. En ocasiones las vasculitis se relacionan con anticuerpos citoplásmicos
antineutrofílicos (ANCA). Son anticuerpos dirigidos contra ciertas proteínas en el citoplasma de los
neutrófilos; pueden causar daño endotelial. Los títulos de ANCA séricos, que pueden relacionarse
con la actividad de la enfermedad, pueden ser un marcador diagnóstico cuantitativo útil en estos
trastornos.
Las vasculitis a menudo se clasifican con base en su etiología, hallazgos patológicos y pronóstico. Un
sistema de clasificación divide los trastornos en 3 grupos:
vasculitis de vasos pequeños, de vasos medianos y de vasos grandes
Poliarteritis nodosa
La poliarteritis nodosa, llamada así por los numerosos nódulos encontrados en el curso de las
arterias musculares, es una enfermedad inflamatoria multisistémica primaria de los vasos
sanguíneos pequeños y medianos, sobre todo los de los riñones, hígado, intestino, nervios
periféricos, piel y músculo. La enfermedad es más frecuente en varones.
Arteritis temporal de células gigantes
La arteritis temporal (arteritis de células gigantes) es la vasculitis más frecuente; es un trastorno
inflamatorio focal de las arterias medianas y grandes. Afecta sobre todo a los ramos del cayado
aórtico, incluidas las arterias temporal superficial, vertebral, oftálmica y ciliar posterior. El trastorno
evoluciona hasta afectar toda la pared arterial, con necrosis focal e inflamación granulomatosa con
células gigantes multinucleadas
Oclusión arterial aguda
La oclusión arterial aguda es un fenómeno súbito que interrumpe el flujo arterial a los tejidos u
órgano afectados. La mayoría de estos episodios son resultado de un émbolo o un trombo. Aunque
son mucho menos frecuentes que los émbolos y trombos, el traumatismo o espasmo arterial
causado por cateterización arterial es otra causa posible de oclusión arterial aguda.
Enfermedad oclusiva ateroesclerótica
La ateroesclerosis es causa importante de enfermedad arterial periférica (EAP) y se observa más a
menudo en los vasos de las extremidades inferiores. En ocasiones el trastorno se refiere como
arterioesclerosis obliterante. Los vasos afectados con mayor frecuencia son las arterias femoral,
superficial y poplítea. Cuando las lesiones se desarrollan en la pierna y el pie, las arterias afectadas
más a menudo son la tibial, peronea común o pedia.

Transtornos de la presión arterial


Los trastornos de la presión arterial son condiciones médicas en las que la presión arterial se
encuentra fuera de los rangos normales de manera crónica o aguda. La presión arterial se mide en
milímetros de mercurio (mmHg) y se expresa como dos valores: la presión arterial sistólica (el
valor más alto) y la presión arterial diastólica (el valor más bajo).
Hipertensión arterial: La presión arterial alta puede dañar los vasos sanguíneos con el tiempo, lo
que puede provocar cambios en la estructura de las arterias y aumentar el riesgo de trastornos del
flujo sanguíneo como la aterosclerosis, la estenosis arterial y la vasculitis.
Hipotensión arterial: También conocida como presión arterial baja, la hipotensión se refiere a una
presión arterial más baja de lo normal. Aunque no siempre es un problema de salud, la hipotensión
puede causar síntomas como mareos, desmayos, fatiga y debilidad. Puede ser causada por
deshidratación, pérdida de sangre, enfermedades del corazón, trastornos endocrinos, efectos
secundarios de medicamentos, entre otras causas.
Hipertensión arterial pulmonar: Es una forma específica de hipertensión en la que la presión arterial
en las arterias que llevan sangre de los pulmones al corazón es anormalmente alta. Esto puede
dificultar el bombeo de sangre a través de los pulmones y aumentar la carga de trabajo del corazón,
lo que puede provocar síntomas como dificultad para respirar, fatiga y dolor en el pecho.
Hipertensión arterial gestacional: Es una forma de hipertensión que se desarrolla durante el
embarazo y puede poner en riesgo tanto a la madre como al feto si no se trata adecuadamente.
Puede ser una condición temporal que desaparece después del parto o puede persistir después del
embarazo.
Hipertensión arterial sistémica: Es una condición en la que la presión arterial sistémica, es decir, en
todo el sistema circulatorio, se encuentra persistentemente elevada. Puede estar asociada con
varias enfermedades y trastornos, incluyendo enfermedades del corazón, enfermedad renal,
trastornos endocrinos, apnea del sueño, entre otros.
CONCLUSIÓN
En conclusión, la identificación temprana de trastornos del flujo sanguíneo y de la presión arterial
mediante chequeos médicos regulares y pruebas de diagnóstico adecuadas puede ayudar a detectar
problemas de salud potencialmente graves en una etapa temprana. Esto puede facilitar el inicio de
un tratamiento oportuno y efectivo para prevenir la progresión de la enfermedad y reducir el riesgo
de complicaciones graves.
Conocer estos trastornos permite tomar medidas preventivas, como llevar un estilo de vida
saludable, controlar los factores de riesgo y buscar tratamiento médico cuando sea necesario para
reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
REFERENCIAS
Hall, J. E., & Guyton, A. C. (2016). Guyton y Hall: Compendio de fisiología médica (13ª ed. --.).
Barcelona: Elsevier.

Kumar, V., Abbas, A. K., & Aster, J. C. (2015). Robbins y Cotran PATOLOGÍA ESTRUCTURAL Y
FUNCIONAL. Barcelona, España: ELSEVIER.

Argente, H. A. (2005). Semiologia medica fisiopatologia, semiotecnia y propedeutica. Enseñanza


basada en El paciente. Editorial Medica Panamericana.

También podría gustarte