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Habermas afirma que en la investigación y la vida social no hay una ruptura sino una relación de
continuidad. Entre el autor y el sujeto no hay asimetría sino simetría. Esto supone una ruptura
radical con la forma en que otros autores entendían la investigación.
Los actores en su vida cotidiana comprenden (similitud con Shutz). A diferencia de Shutz, Habermas
dice no basta con entender el sentido semántico de la acción sino el contexto en el que se desarrolla:
No comprendemos solo cuando comprendemos el contenido de una acción. Comprender significa
entender el CONTEXTO DE LA ACCION. Solo comprendemos una acción (concreta o emisión del
lenguaje) cuando comprendemos su contexto. Pero solo comprendemos porque lo que estamos
haciendo cuando comprendemos es buscar juzgar si esa acción es válida para ese contexto:
Comprender una acción es enjuiciar, emitir un juicio. Comprender el contexto es juzgar si la
acción/manifestación se adecua a las condiciones de ese contexto. Toda manifestación pretende
ser válida (pretensión de validez). Comprender es enjuiciar la pretensión de validez de una
manifestación.
No hay una única pretensión de validez. Esta va a variar dependiendo el tipo de acción. Según esta
cada actor se vincula de una manera distinta con el mundo. De esa relación actor-mundo se da una
acción. Dentro del mundo de la vida podemos encontrar diferentes formas de relación con el
mundo, diferentes acciones: Cuando tenemos una relación del sujeto con el mundo de cosas hay
una acción teleológica, cuando se relaciona con el mundo social normativa. Pero también hay un
mundo privado. Uno puede abrirse al público en los objetos de su mundo privado, en este caso hay
una acción dramatúrgica.
Acción teleológica: el actor hace que se produzca un estado de cosas deseado eligiendo los
medios más congruentes y aplicándolos de manera adecuada. Mundo objetivo (mundo de
relación con objetos). Racionalidad instrumental (vinculado con la eficiencia).
Relación con el mundo de las cosas. Es la acción instrumental. El actor quiere llevar a cabo una acción
y elige los medios más adecuados para llegar a su fin. Esto supone que el actor considera a su mundo
como objetivo (conformado por objetos). Esta acción es juzgada de acuerdo a dos pretensiones de
validez propias de perspectivas vinculadas con la verdad o falsedad.
En el mundo de la vida no solo hay relaciones con cosas sino también con otros: relación con el
mundo de lo social. No todas las acciones sociales pueden medirse por la eficiencia. En tanto los
actores son miembros de la sociedad participan de un mundo de reglas/normas. Los sujetos pueden
actuar sobre normas y de acuerdo a ellas o no. Si actúa de acuerdo a ellas actuara de manera recta.
La pretensión de validez con la que juzgamos la acción es la rectitud normativa.
Es posible que los sujetos se abran a otros y los dejen acceder a su mundo privado. Esta acción de
abrirse es denominada autosignificarse. La clave está en si existe autenticidad o no en quien se está
abriendo.
fundamentación de sus ideas (simetría). Cuando las relaciones de poder están en el proceso
argumentativo lo distorsionan. Contrapunto con Foucault, que dice que las relaciones de
comunicación y de poder fundan disciplinas (están entrelazadas). Habermas dice que eso no es
discurso porque este supone la capacidad de argumentar y contra argumentar sin otras fuerzas.
La racionalidad tiene que ver con una disposición al entendimiento y la capacidad de reflexión en
el intercambio argumentativo. Racional es alguien que va a fundar sus argumentos y es capaz de
adoptar una actitud reflexiva hacia su cultura. Quien actúa de manera irracional es quien defiende
dogmáticamente su postura y no es capaz de abrirse al proceso de autorreflexión.
Clase 2
Resumen de la anterior: Problema de la comprensión en las CS: Habermas entiende que la
comprensión no es un método exclusivo de las CS (igual que Shutz) sino que es la forma con la que
conocemos/interpretamos al mundo. Pero al mismo tiempo, la comprensión implica no solo
entender el contenido semántico (el significado) de la manifestación, sino que siempre supone
entender el contexto. Nosotros comprendemos el contexto de la acción cuando juzgamos su
pretensión de validez, es decir, el criterio bajo el cual se inscribe una acción que pretende ser
juzgada como válida. Esos criterios son formales, universales y constitutivos de la estructura del
entendimiento.
La comprensión siempre comprende la participación del interprete. Los científicos sociales, para
comprender una acción social debe enjuiciarla. La interpretación de los científicos se guía por las
mismas pretensiones de validez de los actores, pero la diferencia es que cuando el científico social
comprende una acción se encuentra en un desnivel metodológico. El científico y el actor están en
una relación de asimetría.
La interpretación de los científicos sociales en el mundo objetivo, social y afectivo (no así en la
acción comunicativa) se funda sobre un desnivel metodológicamente relevante. Hay una
asimetría entre el científico y el actor social. Este desnivel viene dado porque para habermas en
cada mundo a los actores se les asigna determinada competencia para llevar a cabo una
determinada acción. Pero en ninguno de los 3 casos (mundo objetivo, social y afectivo) esos
actores están dotados de competencia de juicio. No pueden rechazar ni objetar las
interpretaciones de los científicos: “los observadores hacemos uso de una competencia de juicio
contra la que el actor no puede interponer ningún recurso de apelación”.
El científico social asume una actitud objetivante (considerar a la acción como un objeto): el
análisis de la acción social va a ser de manera objetivada en tanto ese actor tiene capacidad de
refutar esa acción.
¿Qué pasa con la acción comunicativa? Este desnivel se rompe cuando queremos analizar las
acciones comunicativas, porque a diferencia de los otros mundos, en el mundo de la vida los
sujetos tienen que tener como competencia necesaria para participar de ese mundo de la vida dos
cosas: la capacidad de habla y acción. Esta competencia les da la capacidad de rechazar, criticar y
argumentar las interpretaciones de los científicos. El científico social y los actores tienen los
mismos rendimientos interpretativos. En este sentido, a diferencia de la actitud objetivante, el CS
adopta otra actitud: la actitud realizativa. No solo tiene que participar del proceso argumentativo,
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sino que lo hace en primera persona y lo hace con los actores. Se involucra para poder
discutir/contra argumentar. El CS tiene que tomar partido. La única diferencia entre el CS y los
actores es el interés, al cual están vinculados las acciones que llevan a cabo. Al científico social no
le interesa llegar a un entendimiento para poder coordinar acciones, lo que le importa es poder
analizar el proceso comunicativo. Ese es su interés.
Comparación
Problema de la objetividad
Comprender implica juzgar. Esto lleva al problema de cómo asegurar que el conocimiento sea
objetivo si para llegar a él antes tuve que juzgar una acción.
Habermas cuestiona el matrimonio entre objetividad y neutralidad valorativa (Shutz). Según él,
se es neutral respecto a los valores de la sociedad a la que estoy analizando. Habermas dice que si
como CS se pretende comprender algo no puedo hacerlo sino lo juzgo, si no participo ni me
involucro. No se puede tomar el mundo social como algo ya dado, sino que debe ser tamizado por
mi juicio.
Propone una nueva forma de alcanzar la objetividad sin acudir a la neutralidad valorativa. Mis
interpretaciones son objetivas porque esa objetividad está dada por las estructuras que permiten
ese juicio: las pretensiones de validez son objetivas, universales y ahistóricas.
Habermas considera que hay una tendencia contemporánea a reducir todos los problemas de la
acción humana a problemas meramente técnicos. Esto se sustenta en que la ciencia es la única
forma de conocer al mundo. Esto ha llevado a un abandono de la reflexión filosófica. Se ha dejado
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