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UTN
TECNICATURA SUPERIOR EN HIGIENE Y SEGURIDAD DEL TRABAJO
SOCIOLOGÍA
PROF.ª AMALIA TODONE

El debate macrosociología – microsociología


Desde la segunda mitad del siglo XX, surge una importante división dentro de la sociología
estadounidense. Se trata del conflicto epistemológico entre teorías macrosociológicas y microsociológicas.
Esta tensión de cosmovisiones tiende a superarse después de la década del 80, aunque permanece
hasta hoy con menor fuerza. Los más actuales desarrollos sociológicos plantean como centro
de sus preocupaciones la integración y el vínculo entre lo micro y lo macro, entre sujeto y sociedad.
La macrosociología, preocupada por un estudio macroscópico de las estructuras y funciones
sociales, encuentra sus representantes en las obras de Talcott Parsons, en la teoría del conflicto de
Dahrendorf y en el macroestructuralismo de Meter Blau.
La microsociología hace foco en los procesos subjetivos y en los significados de la acción social.
En esta línea se inscriben el interaccionismo simbólico y la sociología de Blumer y la etnometodología de
Harold Garfinkel, preocupada por las prácticas cotidianas de los actores.
El extremismo micro-macro comienza a diluirse desde los 80, cuando varios sociólogos intentan
la integración de ambas perspectivas así como la vinculación de estructura y agente, sociedad y sujeto.
Ejemplo de estos intentos son las teorías de George Ritzer, Jeffrey Alexander, James Coleman, Anthony
Giddens, Jürgen Habermas y Pierre Bourdieu, entre otros.

LOS ENFOQUES MICROSOCIOLÓGICOS


1. EL INTERACCIONISMO SIMBÓLICO
Esta teoría sociopsicológica recibe su nombre de la obra de Herbert Blumer (1938). Para el
interaccionismo simbólico, el objeto de estudio de la sociología son los procesos de interacción –acción
social que se caracteriza por una orientación inmediatamente recíproca. Las investigaciones de estos
procesos se basan en un particular concepto de interacción que subraya el carácter simbólico de la acción
social. El caso prototípico es el de las relaciones sociales en las que la acción no adopta la mera
traducción de reglas fijas en acciones, sino en el caso en que las definiciones de las relaciones son
propuestas y establecidas colectiva y recíprocamente. En este sentido se considera que las relaciones
sociales no quedan establecidas de una vez por todas, sino abiertas y sometidas al continuo
reconocimiento por parte de los miembros de la comunidad.
El núcleo teórico inicial del interaccionismo simbólico lo aportaron los trabajos de George Mead.
Sus principales raíces históricas y doctrinales son el pragmatismo de la Escuela de Chicago y el
conductismo ortodoxo y social.
Las tesis fundamentales del interaccionismo simbólico son:
1. Los seres humanos, a diferencia de los animales, están dotados de pensamiento;
2. La capacidad de pensamiento está modelada por la interacción social;
3. En la interacción social las personas aprenden los significados y los símbolos que les
permiten ejercer su capacidad de pensamiento distintivamente humana;
4. Los significados y los símbolos permiten a las personas actuar e interactuar de una manera
distintivamente humana;
5. Las personas son capaces de alterar o modificar los significados y los símbolos que usan en
la acción y la interacción sobre la base de su interpretación de la situación;
6. Las personas son capaces de introducir estas modificaciones y alteraciones debido a su
capacidad para interactuar consigo mismas, lo que les permite examinar los posibles cursos
de acción, y valorar sus ventajes y desventajas relativas para elegir uno;
7. Las pautas entretejidas de acción e interacción constituyen los grupos y las sociedades.

Los interaccionistas simbólicos asignan un valor causal a la interacción social. El significado no


se deriva de los procesos mentales sino del proceso de la interacción.
Un concepto de particular relevancia en esta teoría es el de “self” (yo). El self es la capacidad de
verse a sí mismo como un objeto social, dependiente del modo en que el grupo social ve y considera al
sujeto.
Metodológicamente, el interaccionismo simbólico propone investigaciones no-experimentales y
en las que se utilice particularmente la introspección simpática: ‘ponerse’ en la situación del sujeto que se
estudia.
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Una de las falencias más importantes de la teoría es la circunscripción a relaciones


interpersonales inmediatas, descuidando lo relativo a las estructuras y las dinámicas sociales.
El fundamento filosófico es pragmatista y relativista. El sujeto, diluido en el ambiguo concepto de
‘self’ es una especie de espejo social: es lo que los demás consideran que es. Esto es
antropológicamente determinista.

2. LA FENOMENOLOGÍA SOCIAL Y LA ETNOMETODOLOGÍA


La fenomenología social y la etnometodología hunden sus raíces en la filosofía de Edmund
Husserl.
Alfred Schutz (sociología fenomenológica) se preocupó focalmente por la intersubjetividad, esto
es, el modo en que las personas captan la conciencia de otras mientras viven dentro de sus propios ‘flujos
de conciencia’. Gran parte de la obra de este autor se centra en el mundo de la vida cotidiana. En este
mundo intersubjetivo en el que las personas ‘crean’ la realidad social y están constreñidas por las
estructuras sociales y culturales instauradas por sus predecesores.
El estudio de la intersubjetividad busca respuestas al problema de cómo conocemos otras
conciencias y cómo las comprendemos y nos comunicamos.
Las personas desarrollan y usan ‘tipificaciones’ en el mundo social.
Estas tipificaciones vienen determinadas por las experiencias anteriores del sujeto y sirven como
pauta de conducta y como rótulo para identificar y etiquetar las conductas de los demás.
Las tipificaciones se realizan a través del lenguaje y tienen un fuerte componente sociocultural.
El mundo social se divide, según Schutz, en cuatro reinos, distinguidos por el grado de
inmediatez entre la situación y el actor, y por el grado de determinabilidad dado por la posibilidad que
tiene el actor de controlar las situaciones.
Estos reinos son:
1. UMWELT. Mundo presente de los contemporáneos, con quienes tenemos una
relación cara a cara. Es la realidad social directamente experimentada. Aquí se crean
las tipificaciones.
2. MITWELT. Es el mundo de los contemporáneos con quienes no existe una relación
social directa. Es la realidad social indirectamente experimentada.
3. FOLGEWELT. Es el reino de los ‘sucesores’, de las generaciones futuras. Es
susceptible de predicción científica.
4. VORWELT. Es el reino de los predecesores, el pasado. Es susceptible del estudio
histórico retrospectivo.
Si bien el estudio de la conciencia es el punto de la partida y no la meta de la teoría de Schutz,
aporta en este campo la distinción entre significados y motivos. Los primeros hacen referencia al modo en
que los actores determinan qué aspectos del mundo social son importantes para ellos; mientras los
segundos se refieren a las razones que explican la acción de los actores.
En esta teoría se inspira la célebre obra de Berger y Luckmann, La construcción social de la
realidad, que sostiene que las personas crean la sociedad y ésta, convertida en una realidad objetiva,
crea a las personas.
Mientras la fenomenología se centra en los modos de pensar de los actores, los
etnometodólogos se ocupan de las prácticas mediante las cuales los actores viven su vida cotidiana.
Las personas son racionales, pero usan un razonamiento sociológico práctico para
desenvolverse socialmente. La acción es concebida en tanto implica y entraña un actor reflexivo.
La finalidad de la etnometodología es la investigación empírica de los métodos utilizados por los
individuos para dar sentido a sus acciones cotidianas y llevarlas a cabo.
Algunas de las características comparativas de la etnometodología, con respecto a otras teorías,
son:
1. La trascendencia de la noción de agencia o acción humana. La mayoría de las escuelas
sociológicas, exceptuando en parte al interaccionismo simbólico, carecen de un concepto de
acción. Frente al determinismo estructural de Parsons, en el que el actor aparece como un
‘autómata cultural’, la etnometodología concibe que la sociedad, incluso en los encuentros más
triviales, es siempre una realización inteligente de los actores.
2. La reflexividad de la acción. La acción social es reflexiva, inteligente.
3. El lenguaje como un conjunto de signos y como un medio para la actividad práctica. Los
actores utilizan el lenguaje rutinariamente como medio para organizar su conducta social
ordinaria. Los significados de las palabras se deben entender en relación a los diversos usos que
del lenguaje hacen los actores.
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4. La acción está localiza temporalmente y contextualizada. La acción y más precisamente la


comunicación poseen carácter indexal.
5. La acción social implica acuerdos tácitos que deben ser estudiados.

LOS ENFOQUES MACROSOCIOLÓGICOS


Las influencias más importantes en el desarrollo del estructural-funcionalismo estadounidense lo
ejercieron Comte, Spencer y Durkheim.
El estructural-funcionalismo opera sobre la base de varios supuestos positivistas: suele adoptar
un enfoque macroscópico para el estudio de los fenómenos sociales, concibe la sociedad como un
sistema o todo orgánico con funciones propias para cada parte de la estructura.
Los componentes del sistema contribuyen positivamente a su funcionamiento, que siempre
tiende al equilibrio.

1. EL ESTRUCTURAL-FUNCIONALISMO DE TALCOTT PARSONS


Parsons concibe que una función es un complejo de actividades dirigidas hacia la satisfacción de
una o varias necesidades del sistema. Así, asegura que hay cuatro imperativos funcionales necesarios
(característicos) de todo sistema:
(A) ADAPTACIÓN. Todo sistema debe satisfacer las exigencias situacionales
externas. Debe adaptarse a su entorno y adaptar el entorno a sus
necesidades.
(G) CAPACIDAD PARA ALCANZAR METAS. Todo sistema debe definir y
alcanzar sus metas primordiales.
(I) INTEGRACIÓN. Todo sistema debe regular la interrelación entre sus partes
constituyentes.
(L) LATENCIA. Es el mantenimiento de los patrones. Todo sistema debe
proporcionar, mantener y renovar la motivación de los individuos y las pautas
culturales que crean y mantienen la motivación.

Parsons diseñó el esquema AGIL de manera que pudiera usarse en todos los niveles de su
sistema teórico.

L I
SISTEMA SISTEMA
CULTURAL SOCIAL

ORGANISMO SISTEMA DE LA
CONDUCTUAL PERSONALIDAD

A G

El organismo conductual es el sistema de acción que cumple la función de adaptación al


ajustarse o transformar el mundo externo. El sistema de la personalidad realiza la función del logro de
metas mediante la definición de los objetivos del sistema y la movilización de recursos para alcanzarlos.
El sistema social se ocupa de la función de la integración, al controlar sus partes constituyentes.
Finalmente, el sistema cultural cumple la función de proporcionar a los actores las normas y los valores
que les motivan para la acción.
El núcleo de la obra de Parsons es sostener la existencia de cuatro sistemas de la acción. En los
supuestos de su trabajo está presente el problema del orden. El autor encontró una respuesta a este
problema sobre la base de las siguientes afirmaciones:
1. Los sistemas tienen la característica del orden y de la interdependencia de las partes.
2. Los sistemas tienden hacia un orden que se mantiene por sí mismo: el equilibrio.
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3. Los sistemas pueden ser estáticos o verse implicados en un proceso ordenado de cambio.
4. La naturaleza de una parte del sistema influye en las formas que pueden adoptar las otras
partes.
5. Los sistemas mantienen fronteras con sus ambientes.
6. La distribución y la integración constituyen dos procesos fundamentales y necesarios para
el estado de equilibrio de un sistema.
7. Los sistemas tienden hacia el automantenimiento, que implica el mantenimiento de
fronteras y de las relaciones entre las partes y el todo, el control de las variaciones del
entorno y el control de las tendencias de cambio del sistema desde su interior.

La concepción de Parsons sobre el SISTEMA SOCIAL comienza en el micronivel de la


interacción entre ego y alter ego, definida como la forma más elemental del sistema social. Así, un
sistema social consiste en una pluralidad de actores individuales que interactúan entre sí en una situación
que tiene un aspecto físico o de medio ambiente, actores motivados por una tendencia a obtener un
óptimo de gratificación y cuyas relaciones con sus situaciones están mediadas y definidas por un sistema
de símbolos culturalmente estructurados y compartidos.
A pesar del compromiso de Parsons con la concepción del sistema social como un sistema de
interacción, no tomó a ésta como unidad fundamental en su estudio de la sociedad. Utilizó el concepto
más complejo de estatus-rol como unidad básica del sistema.
El estatus es la posición estructural del actor en el seno de un sistema social. El rol es aquello
que el actor realiza en la posición que ocupa.
Al aplicar las funciones AGIL al análisis del sistema social, Parsons considera cuatro
subsistemas sociales:

L I
SISTEMA COMUNIDAD
FIDUCIARIO SOCIETAL

ECONOMÍA
POLÍTICA

A G

La economía cumple la función de adaptación de la sociedad al entrono mediante el trabajo, la


producción y la distribución. La política realiza la función de logro de metas mediante la persecución de
objetivos sociales y la movilización de los actores. La comunidad societal está constituida,
fundamentalmente, por el derecho que se ocupa de coordinar los componentes de la sociedad. El sistema
fiduciario cumple la función de latencia al ocuparse de la transmisión de la cultura a los actores,
permitiendo que la internalicen; son ejemplos de este subsistema la escuela y la familia.
Respecto del SISTEMA CULTURAL, Parsons lo concibe como la principal fuerza que liga los
diversos elementos del mundo social. La cultura es un sistema pautado y ordenado de símbolos que son
objeto de la orientación de los actores, componentes internalizados del sistema de la personalidad y
pautas institucionalizadas del sistema social.
El SISTEMA DE LA PERSONALIDAD se define como la estructura de orientación y motivación
de la acción del actor individual. El componente básico de la personalidad es la disposición de la
necesidad, esto es, la motivación de la acción modelada por la sociedad.
El ORGANISMO CONDUCTUAL constituye un sistema residual. Es la fuente de energía
biológica para los demás sistemas. Parsons ofrece muy pocas ideas sobre él.
Las duras críticas que recibió esta teoría llevan a Parsons, en la década del 70, a plantear el
problema del cambio social.
Su concepción del cambio social está modelada por la biología. Para analizar el cambio social
desarrolla un “paradigma del cambio evolucionista”.
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El componente esencial de este paradigma es el proceso de diferenciación. Parsons supone


una serie de subsistemas, que difieren en términos de su estructura y su significado funcional para el
resto de la sociedad. A medida que la sociedad evoluciona, se van diferenciando nuevos subsistemas.
Éstos deben ser más adaptativos que los primeros subsistemas. Esto lleva a la idea del cambio como
ascenso de adaptación.

2. EL FUNCIONALISMO ESTRUCTURAL DE ROBERT MERTON


Robert Merton critica lo que considera los tres postulados básicos del análisis funcional:
1. La unidad funcional de la sociedad;
2. El funcionalismo universal que presupone que todas las formas y estructuras sociales y
culturales cumplen funciones positivas;
3. La indispensabilidad de las funciones para el mantenimiento de los sistemas.

Merton considera que estos postulados son abstracciones que no tienen punto de contacto con la
realidad social. La responsabilidad del sociólogo es examinar empíricamente cada uno de estos
supuestos.
Merton especifica que el análisis debe partir del estudio de los grupos, las organizaciones, las
sociedades y las culturas.
El estructural-funcionalista debe centrarse en las funciones sociales más que en los motivos
individuales. Merton define las funciones como las consecuencias observadas que favorecen la
adaptación o el ajuste a un sistema dado.
Ahora bien, del mismo modo en que las estructuras pueden contribuir al mantenimiento de las
diferentes partes del sistema social, también pueden tener consecuencias negativas. Esta es la
disfunción.
Es de particular relevancia el análisis de Merton sobre la relación entre cultura, estructura y
anomia. Por la primera, entiende el cuerpo organizado de valores normativos que gobiernan la conducta
que es común a los individuos de determinado grupo.
La estructura es el cuerpo organizado de relaciones sociales que mantienen entre sí
diversamente los individuos.
La anomia es una disfunción que se produce cuando hay una disyunción aguda entre las normas
y los objetivos culturales y las capacidades socialmente estructuradas de los individuos del grupo para
obrar de acuerdo con aquéllos.

El estructural-funcionalismo (tanto en las versiones de Parsons como de Merton) no es válido


para el análisis de cuestiones históricas –se presenta, justamente, como teoría ahistórica-, ni para el
análisis del cambio social y del conflicto y las revoluciones sociales.
La teoría tiende a confundir legitimaciones empleadas por las élites de la sociedad
estadounidense de la época con la realidad social.
Metodológicamente es poco operacionalizable, carece de estudio de casos concretos y un
grueso número de sus principios y conceptos es ambiguo.

El presente apunte fue elaborado por el Lic. Mauricio Rohrer

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