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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE DERECHO

Materia: Sociología jurídica

Profesor: Luis Jorge Molina Piñeiro

Alumno: Luis Guillermo Santana Robles

Fecha: 16/08/2022

REPORTE DE LECTURA 1

“Facticidad y Validez” por Jürgen Habermas


Para comprender a manera más cabal los ideales del filósofo alemán Jurgen
Habermas es menester diseccionar cada uno de los capítulos de “Facticidad y
Validez” en subpartes, pues, de este modo, al descomponer en partes los
elementos de sus planteamientos, será más sencillo ubicar el contexto del
problema. Posteriormente, una vez estudiados por separado cada uno de los
subcapítulos en que se pretende dividir este primer capítulo de la obra, es preciso
volverlos a unir para interpretarlos de manera integral y estar en condiciones de
debatir y construir posturas al respecto. A continuación, se insertará un resumen
del texto en cuestión, tomando las ideas de Habermas de manera textual y con
acotaciones del que suscribe en caso de juzgarse pertinentes.

¿Cuáles son las ideas principales de Habermas en este capítulo


primero?

En primer lugar, el autor empieza por hacer una negación de la razón práctica.
El contexto de razón práctica debe de abordarse como una capacidad subjetiva.
Superada la conceptuación aristotélica se redefine a la razón práctica, de tal modo
que “la razón práctica quedaba referida a la felicidad individualistamente entendida
y a la autonomía moralmente peraltada del sujeto individuado, a la libertad del
hombre como un sujeto privado que también puede asumir los papeles de
miembro de la sociedad civil. En su papel de ciudadano del mundo el individuo se
funde con el hombre.

En este punto es pertinente introducir someramente los pensamientos de


Hegel y Aristóteles, que representan un paréntesis importante para engrosar el
contexto necesario para el entendimiento más profundo de las teorías de
Habermas. Así pues, Hegel, está todavía convencido de que la sociedad
encuentra su unidad en la vida política y en la organización del estado. Para él la
filosofía práctica de la edad moderna sigue partiendo de que los individuos
pertenecen a la sociedad lo mismo que a un colectivo pertenece sus miembros o
que al todo pertenecen las partes, aun cuando ese todo haya de constituirse por la
unión de esas pares.
Platón estaba persuadido de que el conocimiento se puede alcanzar.
También estaba convencido de dos características esenciales del conocimiento.
Primera, el conocimiento debe ser certero e infalible. Segunda, el conocimiento
debe tener como objeto lo que es en verdad real, en contraste con lo que lo es
sólo en apariencia. Las declaraciones o afirmaciones sobre el mundo físico o
visible, incluyendo las observaciones y proposiciones de la ciencia, son sólo
opinión. Algunas de estas opiniones están bien fundamentadas y otras no, pero
ninguna de ellas debe ser entendida como conocimiento verdadero. El punto más
alto del saber es el conocimiento, porque concierne a la razón en vez de a la
experiencia. La razón, utilizada de la forma debida, conduce a ideas que son
ciertas y los objetos de esas ideas racionales son los universales verdaderos, las
formas eternas o sustancias que constituyen el mundo real.

Terminando de exponer algunas de las posturas de Platón que están


relacionadas con el tema, cabe hacer mención del conocido “mito de la Caverna”
pues en está brillante exposición, Aristóteles admite la existencia de dos mundos.
El mundo de sombras de la caverna simboliza para Platón el mundo físico de las
apariencias. La escapada al mundo soleado que se encuentra en el exterior de la
caverna simboliza la transición hacia el mundo real, el universo de la existencia
plena y perfecta, que es el objeto propio del conocimiento. A través de la razón es
como se accede al entendimiento de los conceptos abstractos, ideas fuera del
mundo físico y terrenal, que en realidad son más perfectas que lo perceptible por
los sentidos, pues lo que estamos viendo en el mundo físico solo es
verdaderamente relevante a partir de la connotación que se le da a través de la
razón.

¿Qué tiene que ver lo dicho por Hegel y Platón con la teoría de
Habermas?

En su teoría de la acción comunicativa Habermas emprende un camino distinto a


la concepción de la razón práctica: pues para él, el lugar que está ocupaba pasa a
ser reemplazado por la razón comunicativa. En las tradiciones de pensamiento
viejo europeo quedó establecida una conexión en cortocircuito entre la razón
práctica y la práctica social. Quiere decir esto que la esfera de la práctica social
quedaba sometida por completo a planteamientos normativos.

 Distinciones entre la razón práctica y la razón comunicativa

La razón comunicativa comienza diferenciándose de la razón práctica porque ya


no queda atribuida a un particular o a un sujeto macro estatal-social. Es más bien
el medio lingüístico, mediante el que se contraen a las interacciones y se
estructuran las formas de vida el que hace posible a la razón comunicativa. El
origen de esta propia racionalidad deviene del telos que se encuentra
representando el entendimiento intersubjetivo y que a su vez constituye un
armazón de condiciones posibilitantes al mismo tiempo que restrictivas.

Aquel que usa el lenguaje natural para comunicarse y darse a entender con
un destinatario determinado acerca de algo que hay en el mundo, necesariamente
7 inmerso en la obligación de adoptar una actitud realizativa y al comprometerse
con determinadas suposiciones.

En este punto puede hacerse notar que la obra de Cratilo, cuyo tema
central es el lenguaje, se hace referencia precisamente a la importancia de que los
sujetos cognoscentes cuenten con un bagaje conceptual universal y uniforme para
estar en condiciones de hacer una operación intelectual que les permita
aprehender y intelectualizar el objeto observado. A partir de esta idea se puede
afirmar que, la transmisión del conocimiento no sería posible sin verbo, el
problema es que incluso los conceptos universalmente aceptados por alguna
comunidad epistémica dan lugar a la tergiversación del conocimiento, que éste
puede interpretarse la manera diferente por cada sujeto.

Habermas habla de un concepto llamado “base de validez del habla”, el


cual se comunica también a las formas de vida que se reproducen a través de la
acción comunicativa. la racionalidad comunicativa se manifiesta en una trama
descentrada de condiciones trascendentalmente posibilitantes, formadoras de
estructuras, y que impregnan la interacción, pero no es una facultad subjetiva que
dicte a los actores qué es lo que deben hacer.

La racionalidad comunicativa no es como la forma clásica de la razón


práctica una fuente de normas de acción. Únicamente, cuenta con un tejido
normativo en la medida en que el que actúa comunicativamente no tiene otra
opción que aceptar presupuestos pragmáticos de tipo contra fáctico. En otras
palabras, tiene que emprender idealizaciones. Dice Hermas que quién actúa de
manera comunicativa se encuentra bajo algo que llama un “tener que”.

En sumo a lo anterior, la razón comunicativa facilita una orientación bajo la


óptica de pretensiones de validez; sin embargo, no da ninguna orientación de
contenido determinado para la solución de tareas prácticas, no es mi informativa ni
tampoco directamente práctica. Se extiende, por un lado, a todo el espectro de
pretensiones de validez, lo cual significa que, alcana de igual modo a la verdad
preposicional, a la veracidad subjetiva y a la rectitud normativa, y por tanto se
encuentra más lejos que el simple ámbito de las cuestiones práctico-morales.

La normatividad como orientación vinculante

es bien sabido que el derecho es crear sin tomar en cuenta las convicciones
morales o racionales de quiénes son sus receptores. Así, la normatividad en
sentido de la orientación vinculante de la acción, no coincide por entero con la
racionalidad de la acción orientada al entendimiento. normatividad y racionalidad
se cortan y se solapan en el campo de las convicciones morales que se examinan
en actitud hipotética y que sólo poseen fuerza débil que caracteriza a la
motivación racional.

Este autor habla de ciertas diferencias que hay que tener presente al construir una
teoría de la sociedad planteada en términos reconstructivos, para él es inútil
introducir una teoría normativa del derecho y la moral de manera directa. Es
menester ofrecer un hilo conductor para la reconstrucción de esa trama de
discursos formadores de opinión y preparadores de la decisión porque en estos
mismos se encuentra absorbido el poder democrático en forma de derecho.

La tesis central del Habermas: la tensión entre planteamientos


normativistas y planteamientos objetivistas

 La tensión entre facticidad y validez

Cuando son desmenuzadas y tomadas de manera separada la facticidad y


validez tanto de la teoría política como de la teoría del derecho, se tiene como
resultado posiciones completamente opuestas. La tensión existente entre los
planteamientos de índole normativa que eternamente atraviesan el riesgo de
que se desvanezca su contacto con lo que sucede en la realidad sus, y los
planteamientos objetivistas que prescinden de todos los aspectos normativos,
dame una señal de alarma para no obsesionarse con ninguna orientación
ligada a una sola disciplina. Sino que, por el contrario, es mejor mantenerse
abiertos a distintos puntos de vista metodológicos, diversos objetivos
teoréticos, a las diversas perspectivas que abren los distintos roles sociales, y
por supuesto las distintas actitudes y lo tocante a pragmática de la
investigación.

Tanto los sociólogos como los juristas y filósofos, eternamente se hallan en


disputa por lo que toca a la correcta articulación de la relación entre facticidad y
validez. Naturalmente, dependiendo de la posición que se adopte respecto a
esta relación conflictiva, se construirán diferentes premisas y estrategias. Por
su parte, la teoría de la acción comunicativa empieza por asumir sus propios
conceptos básicos en lo referente al tema de la tensión entre facticidad y
validez. Principalmente esta teoría trata de explicar cómo puede efectuarse la
reproducción de la vida social sobre un terreno tan frágil cómo es el de esas
pretensiones de validez trascendedoras.
La explicación que brinda este teórico se sustenta en lo que el derecho
ofrece como medio de orden. orden que toma la forma moderna de derecho
positivo, pues las normas que pertenecen a este posibilitan comunidades
altamente artificiales, que se asumen a sí mismas como asociaciones de
miembros libres y con iguales derechos cuya cohesión descansa en la
amenaza de sanciones externas y simultáneamente en la suposición de un
acuerdo racionalmente motivado. *Maquiavelo (ver el libro de “el
príncipe”)

Por mucho que el concepto de razón se haya alejado hoy de sus orígenes
platónicos, y por mucho que se haya cambiado a través de la mudanza de
paradigmas, le sigue siendo constitutiva una referencia, sino a contenidos
ideales e incluso a “idea” en sentido kantiano, sí a una concepción
idealizadora, a una concepción que hace siempre alusión al límite

¿Cómo plasmar la acción comunicativa en los hechos sociales?

Un acercamiento realmente útil para entender cómo es posible aplicar la teoría de


la acción comunicativa en la realidad es a través del planteo del giro lingüístico. La
relación entre facticidad y validez empieza produciéndose incluso en un plano muy
elemental, que como enuncia Habermas, es el de la formación de los
conceptos.

Los supuestos metafísicos básicos de Kant acerca de la oposición abstracta entre


lo inteligible y lo fenoménico dejaron de resultar convincentes pues durante el siglo
XIX se impusieron concepciones empíricas que daban preferencia a una
explicación psicológica de las relaciones lógicas y en general de las relaciones
conceptuales, es decir, las relaciones de validez quedaban asimiladas a discursos
fácticos de conciencia.

La tesis de Frege complementa lo anterior pues, el cree que “no somos portadores
de los pensamientos como somos portadores de nuestras representaciones”. las
representaciones son en cada caso mis representaciones o tus representaciones.
los pensamientos aun cuando sean aprehendidos por distintos sujetos, en distintos
lugares y en distintos momentos, son siempre, en sentido estricto, y en lo que a su
contenido se refiere, los mismos pensamientos.

Cuando un pensamiento es verdadero, la oración que lo expresa, refleja un hecho.


Esta sencilla afirmación está respaldada en la crítica a la idea de que el pensar
sea conciencia representativa. pues en la representación están dados solo
objetos, los estados de cosas o los hechos los aprendemos en pensamientos.

Los pensamientos están articulados proposicionalmente: Uno puede


aclarárselo recurriendo a la estructura gramatical de las oraciones asertóricas
simples. En la estructura de las oraciones donde podemos leer la estructura de los
pensamientos podemos ver que las oraciones son los componentes elementales,
susceptibles de verdad, de un lenguaje gramatical. Por otro lado, las expresiones
lingüísticas tienen para sus diversos usuarios significados y idénticos (problema
que planteaba Aristóteles en “Cratilo”).

Lo que a un pensamiento que exponemos lo distingue como universal, es decir,


como algo idéntico a sí mismo y públicamente accesible, como algo trascendente
frente a la conciencia individual, lo que lo hace distinto, de las representaciones,
es ese tipo de idealidad fundada en signos lingüísticos y reglas gramaticales.

La idealidad de la universalidad del concepto y del pensamiento está


entrelazada con una idealidad de tipo muy distinto. todo pensamiento completo
tiene como contenido determinado un estado de cosas que puede expresarse en
una oración enunciativa. pero dicho contenido enunciativo, todo pensamiento,
exige una ulterior determinación, lo cual significa que: es menester preguntar si es
verdadero o falso. los sujetos pensantes y hablantes pueden tomar postura frente
a todo pensamiento con un sí o con un no. Entonces, se concluye que
simplemente el hecho de tener un pensamiento conlleva a que se le añada un acto
difícil. sólo el pensamiento afirmado o la oración verdadera expresan un hecho.

El status de idealidades, que presta a los pensamientos una estructura fija,


proposicional, independiente de la corriente de vivencias, asegurando así a los
conceptos y juicios unos contenidos universales, intersubjetivamente reconocibles
y en este sentido idénticos, remite de por sí a la idea de la verdad.

Conclusión

Con el concepto de acción comunicativa, que pone en juego el entendimiento


lingüístico como mecanismo de coordinación de las acciones, reciben también
las presuposiciones contra fácticas de los actores, quienes han de orientar su
acción por pretensiones de validez una inmediata relevancia para la estructura
y mantenimiento de los órdenes sociales; pues éstos sólo pueden cobrar
consistencia y perdurar en el modo del reconocimiento de pretensiones de
validez normativas.

esto significa que la tensión entre facticidad y validez, inserta en el lenguaje y


en el empleo del lenguaje, retorna en el modo y manera de integración de los
individuos socializados, y en todo caso de los individuos socializados en el
medio de la comunicación, y ha de ser elaborada por los participantes mismos.
En la integración social efectuada a través del derecho positivo esa tensión se
estabiliza.

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