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TRABAJO PRACTICO NUMERO 4

ALUMNO: PABLO DIAZ

MATERIA: DERECHO CONSTITUCIONAL

FECHA DE ENTREGA: 02/07/2023


A. ¿Cómo se determina actualmente el número de integrantes de la Corte Suprema
de Justicia de la Nación? Haz referencia a las normas aplicables, tanto las de fuente
constitucional como legislativa.
B. ¿En qué sentencia la Corte Suprema sostuvo por primera vez la doctrina de las
cuestiones políticas no justiciables? Indica qué actos fueron considerados parte de
una cuestión política en ese caso y cuál fue la argumentación ofrecida allí por el Alto
Tribunal. ¿Sigue la Corte argentina el criterio de otro tribunal? Fundamenta la
respuesta.
C. Señala al menos 2 (dos) atribuciones del Poder Ejecutivo que, en la Constitución
vigente, configuran cuestiones políticas no justiciables.
D. En el caso Bussi, ¿la Corte Suprema se declaró incompetente, invocando el
argumento de las cuestiones políticas no justiciables? Haz referencia a la concepción
que tiene la Corte sobre su función jurisdiccional, en el marco de la división e
independencia de poderes y los límites que establece la Constitución sobre ellos
(considerando 5° del voto de la mayoría).
E. Según la Corte, y sin perjuicio de las prerrogativas conferidas a las cámaras del
Congreso en los artículos 64 y 66 de la Constitución, ¿quiénes tienen el poder para
evaluar la idoneidad de los legisladores?

DESARROLLO:
A-Actualmente el número de integrantes de la Corta Suprema de la justicia la Nación
se encuentra formada por cuatro miembros: presidente: Horacio Daniel Rosatti ,
vicepresidente: Carlos Fernando Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo
Lorenzetti.

Conforme la constitución nacional, quien ha establecido la corte suprema de justicia,


en su art 99 inciso 4, no establece el número de integrantes, pero es el presidente de
la nación argentina el que tiene la atribución de nombrar a los magistrados de la corte
suprema de justicia de la nación, con acuerdo del senado por dos tercios de sus
miembros presentes, en sesión pública convocada al efecto. - con relación a los
mismos que integran la corte suprema de la nación argentina en la actualidad, la que
está determinada por la ley 26.183, promulgada en el año 2006, es de 5 miembros.

B- El fallo mas invocado sobre la adopción inicial por la Corte Suprema de la


doctrina de las cuestiones políticas es, sin duda, el precedente "Cullen vs.
Llerena" resuelto el 7 de septiembre de 1893. El actor – apoderado del
Gobernador provisorio de la Pcia. de Santa Fé – inició una demanda ante la Corte
Suprema contra la persona que lo depuso invocando una ley de intervención
federal, calificando de inconstitucional ésta norma por haber sido sancionada
violando el procedimiento previsto en la Constitución. Como surge de la
transcripción de algunos párrafos de la sentencia, la Corte Suprema de Justicia,
por mayoría, declaró que carecía de jurisdicción para entender en la demanda.
Expresó que la intervención nacional en las provincias, en todos los casos en que
la Constitución la permite, es acto político por su naturaleza, cuya verificación
corresponde exclusivamente a los poderes políticos de la Nación, el argumento
del Tribunal fue , que al Congreso y al Poder Ejecutivo, sin ninguna participación
del poder judicial, ya que cada uno de los tres altos poderes que forman el
Gobierno de la nación, aplica e interpreta la Constitución por sí mismo cuando
ejercita las facultades propias que ella les confiere. En este sentido, la doctrina de
las cuestiones políticas presenta similitud con la doctrina de la legitimación, ya
que ambas refieren a si la Constitución brinda elementos que justifiquen una
acción judicial a efectos de reparar el perjuicio que se invoca. Parecería entonces
que - según este primer precedente - las cuestiones políticas devendrían del
resultado del ejercicio de una facultad privativa de los poderes políticos de la
Nación, es decir de la interpretación y ejercicio de las facultades constitucionales
que la Norma Suprema asigna en forma exclusiva o concurrente al Poder
Legislativo y Ejecutivo. Son tan distintivamente políticas en su naturaleza, que
debe considerarse impropio que los Tribunales de Justicia conozcan de ellas, en la
inteligencia que hacen a la organización fundamental del Estado. Así, la Corte
Suprema estimó que no correspondía al Tribunal examinar la interpretación y
aplicación que las Cámaras del Congreso habían dado al art. 71 CN (hoy art. 81),
es decir el procedimiento de sanción de las leyes, porque en el caso particular
que había llegado ante sus estrados no existía contienda entre partes adversas, se
trataba de una cuestión privativa de las Cámaras del Congreso. Por el contrario, la
disidencia del Juez Varela limitó las cuestiones políticas, en principio, sólo a las
cuestiones de soberanía, recordando que la línea que separa las cuestiones
judiciales de las políticas nunca se había trazado y anticipando que una
interpretación restrictiva de las facultades constitucionales de la Justicia Federal
frente al poder político, más que expresar el respeto por la división de poderes y
por las cuestiones privativas de ellos, podría significar un desentendimiento de la
función de control del Poder Judicial. La doctrina argentina sigue la doctrina de
los Estados unidos, en relación a todos conformes con esta doctrina, consagrada
por sus leyes, por la práctica constante de sus Gobiernos, establecida por las
decisiones de sus tribunales. Esto se puede fundamentar por la sentencia en esta
materia con del Juez del Juez Taney, en el caso de Leither v. Bruther y otros, dejó
establecido, confirmando otras decisiones, que las Cortes de justicia.

C- Cuando hablamos de este tipo de materia quedarían excluidas de la revisión


judicial precisamente por el carácter intrínsecamente político de los asuntos,
respecto de los cuales el Poder Judicial no sería competente. La doctrina de las
cuestiones políticas no justiciables es una materia controvertida desde diversos
puntos de vista. Entre los aspectos más relevantes, por un lado, porque su
admisión podría significar cierta “renuncia” a la supremacía constitucional en
determinados temas. Por otra parte, porque en la práctica no ha sido claro
cuantas y cuáles son esas cuestiones. A su vez, incluso, resulta controvertido cuál
es el fundamento de las cuestiones políticas no justiciables, las mismas se
encuentran normadas en el art 99 de la Constitución Nacional. Hablando de
atribuciones, así se sostuvo en uno de los casos judiciales fundantes, como lo fue
“Marbury vs. Madison” en 1803, y así lo ha sostenido –no sin discusiones– la
práctica constitucional a lo largo del tiempo. La actualidad de este tema se da en
el contexto de la discusión sobre la competencia de la Corte Suprema para
conocer en el llamado caso “Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires c/ Estado
Nacional s/ acción declarativa de inconstitucionalidad”, resuelto en 2021. Un
acercamiento al problema de las cuestiones políticas no justiciables Otro caso
Clásico y sumamente relevante fue: El debate en “Cullen c/ Llerena” Uno de los
primeros casos relevantes de la jurisprudencia de la Corte Suprema argentina
sobre cuestiones políticas no justiciables fue “Cullen c/ Llerena . El caso fue
resuelto en 1893 y versó sobre la intervención federal dispuesta sobre la
Provincia de Santa Fe. La sentencia fue dictada con la mayoría de cuatro jueces y
una disidencia. El voto mayoritario fue suscripto por los jueces Paz, Bazan, Bunge
y Torrent. Para la mayoría de la Corte, la “Intervención nacional en las provincias,
en todos los casos en que la Constitución la permite o prescribe, es, como queda
dicho, un acto político por su naturaleza, cuya verificación corresponde
exclusivamente a los poderes políticos de la Nación todos los casos de
Intervención a las provincias han sido resueltos y ejecutados por el poder político,
esto es, por el Congreso y el Poder Ejecutivo, sin ninguna participación del poder
judicial” . En consecuencia, para los jueces de la mayoría, aquellos actos que son
considerados políticos, es decir, los que se deciden y ejecutan por los poderes
políticos del Estado, no admiten revisión por el Poder Judicial. Más allá de
cuántas y cuales sean efectivamente las cuestiones políticas no justiciables,
quiero nombrar una posible clasificación ofrecida por Bianchi, quien las separa en
tres grandes categorías. Para el autor las políticas pueden agruparse en: política
exterior, política interior y cuestiones administrativas. Según el autor, de la
práctica jurisprudencial –tanto argentina como estadounidense– surge que esas
categorías, o bien tienen algún vínculo con la noción de separación de poderes, o
bien el control que sobre ellas se ejerciere podría suponer una evaluación judicial
de la conveniencia u oportunidad de los criterios adoptados.

D- En el caso Buse cuando este demandó mediante amparo esta decisión y la


misma fue rechazada por la Juez Federal , decisión que confirmó la Cámara
Nacional Electoral por tratarse de una "cuestión política no justiciable
“fundándola en que la "decisión relativa a la integración de uno de los tres
órganos esenciales de la estructura del Estado, cuyas competencias excluyentes
forman la esencia de la forma republicana de gobierno, encuadra en lo que la
doctrina conceptúa como `acto institucional´ , es decir un acto que ejecuta
directamente una norma constitucional y que, por tanto, es dictado en ejercicio
de una actividad reglada o discrecional de los órganos estatales". "El tema escapa
al ámbito del Poder Judicial, ya que encomendarle la decisión de cuestiones como
la de autos significa poner en juego la independencia del Poder Legislativo. Las
Cámara del Congreso constituyen cuerpos políticos por lo que llama hacia sí el
proceso electoral del que depende su propia integración. “Pero la Corte Suprema
de Justicia de la Nación revocó esta sentencia, y declaró el caso justiciable. En esa
oportunidad dijo nuestro más Alto Tribunal que "El actor sostiene que la Cámara
de Diputados no tiene competencia para actuar como lo hizo, esto es, que
habiendo sido proclamado legislador por las autoridades electorales pertinentes y
reuniendo todos los requisitos que la Constitución Nacional exige para ser
diputado, sólo corresponde proceder a su incorporación. Esas determinaciones
una cuestión justiciable, no hay otro poder por encima del de esta corte para
resolver acerca de la existencia y los límites de las atribuciones constitucionales
otorgadas a los departamentos legislativos, judicial y ejecutivo, y del deslinde de
atribuciones de éstos entre sí y con respecto a las de las provincias. No admite
excepciones, en estos ámbitos el principio reiteradamente sostenido por el
tribunal a que él "es el intérprete final de lacón”. En el caso Bussi la Corte
Suprema no se declaró incompetente. Sino por el contrario. La Corte Suprema de
Justicia concluyó que el Congreso no puede negarse a tomarle el juramento a un
legislador electo, como lo hizo en el 1999 cuando, con el exgobernador por
"inhabilidad moral". La mayoría del tribunal consideró "inoficioso" pronunciarse
sobre el planteo de nulidad efectuado por los abogados de Bussi debido a que
culminó hace años el período para el cual había sido elegido- pero sostuvo que
"una vez electo, el diputado debe ser aceptado" por el cuerpo. La mayoría
subrayó que "es misión de esta Corte fundamentar y proteger los consensos
básicos para el funcionamiento de una sociedad en la que puedan convivir
personas y grupos con opiniones diferentes.

E-En los casos en los cuales los candidatos no sean efectuados por voto popular la
cámara tiene el poder de ver la idoneidad de los mismos, pero en los sometidos a
votos popular no ya que uno de los pilares en que se asiéntala, Constitución
Nacional, es el principio de la soberanía del pueblo, este, implica que el pueblo
debe poder elegir a quien lo gobierne según le plazca. El actor, elegido por el
pueblo, resiste la negativa de la Cámara de Diputados incorporarlo y ésta invoca
la Constitución Nacional para vedarle su ingreso. Este conflicto configura la
cuestión justiciable que la cámara desconoció y cuya comprobación impone dejar
sin efecto la sentencia. El art. 66 de la Carta Magna, al fijar la competencia de la
Cámara para dictar su reglamento, establece que puede remover a sus miembros
por inhabilidad física o moral sobreviniente. Es decir que no hay ninguna
habilitación constitucional para examinar la habilidad moral anterior a la elección
y no habiendo ninguna norma expresa no puede presumirse

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