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Título: Los fundamentos y alcances del control de

constitucionalidad Autor: Gullco, Hernán V.


Publicado en: RDP 2007-12, 2362 Cita Online: AR/DOC/8841/2012
SUMARIO: I. Introducción. II. ¿Cuál fue el fundamento para la desestimación del recurso
de inconstitucionalidad?. III. ¿Es compatible la decisión de la Suprema Corte local con el
sistema de control de constitucionalidad federal que existe en nuestro país? ¿Qué
características centrales posee dicho sistema?. IV. ¿Qué otros sistemas alternativos de
control de constitucionalidad existen en la Argentina y en el Derecho comparado?. V.
¿Son esos sistemas alternativos de control de constitucionalidad compatibles con la
Constitución Nacional?. VI. ¿Qué vía procesal tiene a su disposición el abogado defensor
para impugnar la decisión de la Suprema Corte provincial?. VII. ¿Qué agravios debería
formular el abogado en la citada vía de impugnación? ¿Qué jurisprudencia de la Corte
Suprema de la Nación debería citar al fundar su recurso?. VIII. ¿Bajo qué supuestos no
sería equivocada la decisión de la Suprema Corte provincial?

I. INTRODUCCIÓN.

En un juicio penal llevado a cabo ante la justicia de una


provincia argentina el abogado defensor del acusado interpone recurso
de inconstitucionalidad previsto en la Constitución provincial ante la
Suprema Corte local, en la cual sostiene que una de las normas
procesales utilizadas en el juicio, y que sirvieron de fundamento para la
condena de su cliente, es contraria al derecho de su cliente a la doble
instancia en materia penal, que se encuentra reconocido en el art. 8.2.h
de laConvención Americana sobre Derechos Humanos (LA 1994-B-
1615).

La Suprema Corte provincial desestima el recurso con


remisión a una disposición de la Constitución local que está redactada
en los siguientes términos: "La Suprema Corte de Justicia tiene las
siguientes atribuciones: Ejerce la jurisdicción originaria y de apelación
para conocer y resolver acerca de la constitucionalidad o
inconstitucionalidad de leyes, decretos, ordenanzas o reglamentos que
estatuyan sobre materia regida por esta Constitución y se controvierta
por parte interesada".

II. ¿CUÁL FUE EL FUNDAMENTO PARA LA DESESTIMACIÓN DEL


RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD?

Es fácil advertir que la Suprema Corte local se fundó


directamente en la norma constitucional provincial transcripta, que
limita el recurso de inconstitucionalidad a la discusión de cuestiones
vinculadas con la interpretación de la Constitución provincial (LA 1994-
C-3809).

Por tal razón, de acuerdo con una interpretación literal de


los límites de su jurisdicción, la Suprema Corte local tenía razón en
resolver que las cuestiones constitucionales federales (1) formuladas
por el abogado defensor (interpretación de los arts. 18 de la CN. y 8.2
de la Convención Americana) eran ajenas al recurso de
inconstitucionalidad interpuesto por el defensor.

Por cierto que esta clase de disposiciones, como las que


aparecen en el caso hipotético, son muy comunes en el Derecho
provincial argentino. Así, la cláusula del caso ha sido tomada
directamente del art. 161 inc. 1 de la Const. Bs. As. A su vez, el art. 489
Ver texto CPP. Bs. As. se remite directamente a la mencionada
disposición constitucional local al regular los alcances del recurso de
inconstitucionalidad (2).

III. ¿ES COMPATIBLE LA DECISIÓN DE LA SUPREMA CORTE LOCAL


CON EL SISTEMA DE CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
FEDERAL QUE EXISTE EN NUESTRO PAÍS? ¿QUÉ
CARACTERÍSTICAS CENTRALES POSEE DICHO SISTEMA?

No, no lo es: el origen del control constitucional


argentino puede encontrarse en la famosa decisión de la Corte Suprema
de los Estados Unidos en el caso "Marbury v. Madison", 5 US. (1 Cranch)
137 (1803). Los aspectos más relevantes de esa decisión pueden
encontrarse en el siguiente párrafo: "Si una ley contraria a la
Constitución es nula, ¿obliga a los tribunales a aplicarla no obstante su
invalidez? O bien, en otras palabras, no siendo ley, ¿constituye una
norma operativa como lo sería una ley válida? Ello anularía en la práctica
lo que se estableció en la teoría y constituiría, a primera vista, un absurdo
demasiado grueso para insistir en él. Sin embargo, la cuestión merece
recibir un atento tratamiento.” "Sin lugar a dudas, la competencia y la
obligación del Poder Judicial es decidir qué es ley. Los que aplican las
norma a casos particulares deben por necesidad exponer e interpretar esa
norma. Si dos leyes entran en conflicto entre si el tribunal debe decidir
acerca de la validez y aplicabilidad de cada una. Del mismo modo,
cuando una ley está en conflicto con la Constitución y ambas son
aplicables a un caso, de modo que la Corte debe decidirlo conforme a la
ley desechando la Constitución, o conforme a la Constitución
desechando la ley, la Corte debe determinar cuál de las normas en
conflicto gobierna el caso. Esto constituye la esencia misma del deber de
administrar justicia. Luego, si los tribunales deben tener en cuenta la
Constitución y ella es superior a cualquier ley ordinaria, es la
Constitución y no la ley la que debe regir el caso al cual ambas normas
se refieren" (3).

Esta doctrina fue receptada expresamente por la Corte


Suprema argentina en el caso "Municipalidad de la Capital v.
Elortondo", resuelto en 1888 (Fallos 33:162): "Que es elemental en
nuestra organización constitucional, la atribución que tienen y el deber en
que se hallan los tribunales de justicia, de examinar las leyes en los casos
concretos que se traen a su decisión, comparándolas con el texto de la
Constitución para averiguar si guardan o no conformidad con ésta, y
abstenerse de aplicarlas, si las encuentran en oposición con ella,
constituyendo esta atribución moderadora, uno de los fines supremos y
fundamentales del Poder Judicial Nacional y una de las mayores
garantías con que se ha entendido asegurar los derechos consignados en
la Constitución, contra los abusos posibles e involuntarios de los poderes
públicos. "Que tal atribución, que es por otra parte un derivado forzoso
de la separación de los poderes constituyente y legislativo ordinario, que
hace la Constitución, y de la naturaleza esencialmente subordinada y
limitada de este último, se halla especialmente consagrada por las leyes
del 16/10/1862 y del 14/9/1863" (Fallos 33:162 , consid. 25) (4).

Las características centrales del sistema de control de


constitucionalidad formulado en los citados antecedentes judiciales son,
básicamente, las siguientes: en primer lugar, los jueces sólo están
facultados para resolver acerca de la validez constitucional de una
norma general únicamente en el contexto de un caso concreto y cuando
tal decisión constitucional sea imprescindible para reconocer el derecho
a una de las partes en el pleito; en segundo lugar, la facultad de ejercer
dicho control no está en manos de un tribunal especializado sino que,
por el contrario, le corresponde a cualquier juez o tribunal, sin importar
cuál sea su jerarquía, fuero o especialización. Es lo que se denomina
"control difuso de constitucionalidad", más allá de que las decisiones de
los tribunales ordinarios sobre cuestiones constitucionales puedan ser
revisadas eventualmente por la Corte Suprema a través (en nuestro
país) del recurso extraordinario federal, previsto en la ley 48, que
aparece mencionado en el caso "Elortondo". Finalmente, la decisión de
un tribunal determinado de declarar inconstitucional una norma general
no tiene efectos derogatorios y, por tal razón, sólo es vinculante para las
partes de ese proceso (5).
IV. ¿QUÉ OTROS SISTEMAS ALTERNATIVOS DE CONTROL DE
CONSTITUCIONALIDAD EXISTEN EN LA ARGENTINA Y EN EL
DERECHO COMPARADO?

En los países de Europa Continental (por ej., Alemania, Italia,


Francia y España, entre otros) el control de constitucionalidad es
ejercido exclusivamente por un tribunal, que es comúnmente conocido
como "Tribunal Constitucional" (por eso es denominado "control
concentrado de constitucionalidad"), cuyas decisiones en muchos casos
poseen efectos análogos a los de la sanción de la ley, ya que, en primer
lugar, el control de constitucionalidad no puede ser ejercido "en
abstracto" (es decir, sin un caso concreto en el que existan individuos
afectados directamente por la norma cuya constitucionalidad se
impugna) y, en segundo lugar, la declaración de inconstitucionalidad
tiene el efecto en algunos casos de derogar la norma en cuestión (6).

También en nuestro país en varias jurisdicciones se ha


adoptado un sistema de control de constitucionalidad que se aparta, en
diversas formas, del modelo tradicional previsto en la Constitución
Nacional (ver, por ejemplo, las Constituciones de Río Negro [7], Chaco
[8] y Tierra del Fuego [9]). Por su parte, la Constitución de la Ciudad de
Buenos Aires establece en su art. 113 inc. 2 (10) un sistema de control
de constitucionalidad que muestra aún más similitud con los modelos
europeos mencionados que los previstos en las Constituciones
provinciales examinadas, ya que, a diferencia de éstas, no exige la
existencia de un "caso concreto" para que el tribunal superior pueda
ejercer dicho control. Los alcances del citado sistema aparecen
claramente descriptos en el fallo del Tribunal Superior de la Ciudad de
Buenos Aires en el caso "Club Hípico Argentino v. Gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires": "Desde sus primeros pronunciamientos, el tribunal
señaló que la acción declarativa de inconstitucionalidad del ámbito local,
y de competencia originaria y exclusiva el tribunal superior, tiene por
único objeto impugnar la validez constitucional de una norma de carácter
general emanada de las autoridades locales y que no puede confundirse el
control concentrado y en abstracto de constitucionalidad con el control
difuso que, reconocido a todos los jueces, se orienta al dictado de
sentencias en las que se valoran situaciones jurídicas individualizadas!
(`Constitución y justicia. Fallos del Trib. Sup. Just. Ciudad Bs. As.', t. I,
2001, Ed. Ad-Hoc, p. 56 y ss., in re `Massalin Particulares S.A. v. GCBA.
s/acción declarativa de inconstitucionalidad' , expte. 31/99, resolución
del 5/5/1999, y `Constitución y justicia. Fallos del Trib. Sup. Just. Ciudad
Bs. As.', t. II, 2000, Ed. Ad-Hoc, p. 426 y ss., in re `Asociación de Médicos
Municipales de la Ciudad de Buenos Aires v. GCBA. s/acción declarativa
de inconstitucionalidad', expte. 577/00, resolución del 30/11/2000)"
(sent. del 22/12/2004, JA 2005-II-119 Ver texto , voto de la jueza Conde;
en sentido similar se expidieron los jueces Lozano y Casás).

V. ¿SON ESOS SISTEMAS ALTERNATIVOS DE CONTROL DE


CONSTITUCIONALIDAD COMPATIBLES CON LA CONSTITUCIÓN
NACIONAL?

Hay que distinguir lo siguiente: cuando dicho control


de constitucionalidad abstracto y de efectos generales se ejerce con el
objeto de determinar la validez de normas locales respecto de las
Constituciones locales, no parece existir conflicto alguno con la
Constitución Nacional, ya que ésta les reconoce indudablemente a los
gobiernos locales la facultad de organizar sus sistemas judiciales en
forma autónoma e independiente del poder central a los fines de
mantener la supremacía de sus propias instituciones fundamentales
(11).

En cambio, cuando dicho control se ejerce respecto de


la Constitución Nacional, se plantea la cuestión de si el constituyente o
el legislador local puede otorgar a sus tribunales facultades de revisión
constitucional federal más amplias de las que ejerce la Corte Suprema,
ya que, según ha resuelto ese tribunal, la extensión con que aquél
realiza el control de constitucionalidad a través del recurso
extraordinario federal "configura un marco ejemplar respecto de la
magistratura argentina toda"(12). Sin embargo, se podría argumentar
que el objetivo central de la doctrina del caso "Di Mascio "es impedir
que los tribunales locales ejerzan un control de constitucionalidad
federal más restringido que el que realiza la Corte Suprema de la Nación
a través del recurso extraordinario federal. No hay indicios, en cambio,
de que la Corte Federal haya considerado que fuera contrario a la Ley
Fundamental que los tribunales locales pudieran ejercer un control de
constitucionalidad federal más generoso que el que aquélla ejerce a
través del recurso extraordinario (13).

Por tal razón no parece que existan objeciones


constitucionales a las normas constitucionales provinciales que se
transcribieron anteriormente, ya sea que el control de
constitucionalidad encomendado a los superiores tribunales locales lo
sea tanto respecto de la Constitución local como de la Constitución
Nacional (14).

Por cierto que el reconocimiento de tal facultad


plantea, a su vez, nuevos interrogantes: así, ¿está facultada la Corte
Suprema de la Nación para revisar a través del recurso extraordinario
las decisiones por ejemplo del Tribunal Superior de la Ciudad de Buenos
respecto de cuestiones federales adoptadas en ejercicio de su facultad
de ejercer el control abstracto de constitucionalidad reconocido en el
citado art. 113 inc. 2 Const. prov.?

Una posible respuesta sería que ello no es posible


dado que la Corte Suprema, conforme lo disponen los arts. 116 y 117
CN., sólo ejerce su jurisdicción ante la existencia de un "caso concreto".
La posición contraria afirma que es inaceptable que una Constitución
local pueda instituir un sistema en el cual la interpretación que el
superior tribunal local haga de la Constitución Nacional sea irrevisable
por la Corte Suprema de la Nación, ya que tal solución sería
incompatible con la función de este último tribunal de ser el intérprete
final de la Constitución Federal (15). Cabe señalar, finalmente, lo
siguiente en apoyo de la posición en el sentido de que las decisiones del
Tribunal Superior de la Ciudad en ejercicio de su jurisdicción "abstracta"
serían revisables por la Corte Suprema a través del recurso
extraordinario federal: la reforma constitucional de 1994, que introdujo
el art. 43 al texto constitucional, ha eliminado algunas de las diferencias
que existían entre los dos modelos de control de constitucionalidad que
hemos examinado.

Así, tal como lo ha explicado claramente la Cámara


Federal de Apelaciones de La Plata, "...el amparo del art. 43 CN. abarca
en su seno la protección de intereses colectivos entendidos como tales,
pues se define como apto para proteger derechos de incidencia colectiva
cuya tutela, además de los afectados, pueden reclamar el defensor del
pueblo y las asociaciones que `propendan a esos fines', o sea, en el
contexto del artículo, a objetivos de bien común ligados a derechos de
incidencia colectiva. Por lo tanto, debe modificarse el criterio según el
cual un caso en justicia es sólo aquel en el que se controvierten derechos
propios de las partes adversarias. Los derechos de incidencia colectiva
son representados por asociaciones que no necesariamente tienen que
estar afectadas al menos en forma directa por el entuerto que procuran
remediar. Se trata de la defensa potencial ya sea por razones ideales, o
por conveniencia política, de derechos del conjunto, que no se quiere
dejar sólo en manos de los afectados directos... A este último propósito,
reflexionemos acerca de que el concepto de legitimación procesal para el
amparo y para los demás medios de impugnación constitucional directa
debe elaborarse cuando se trate de tutela de derechos de tal naturaleza y
de incidencia colectiva, distinguiendo entre los casos en los que el o los
afectados accionan, de aquellos en los cuales las asociaciones
intermedias o el defensor del pueblo revisten la calidad de actores. La
legitimación procesal del afectado singular o plural está ligada a que
aparezca como afectado, o sea, a que como se lo exigió hasta ahora,
demuestra que la norma atacada se halla en vías de aplicación o que la
duda sobre su legitimidad cree una situación de incertidumbre perjudicial
(supuesto este último característico de la acción declarativa de
inconstitucionalidad). Las asociaciones intermedias y el defensor del
pueblo, en cambio, pueden accionar sin ser directos afectados por la
norma cuya validez cuestionan, motivo por el cual la intervención de la
judicatura en las cuestiones constitucionales deja de depender en las
hipótesis ahora consideradas de la estricta presencia de la amenaza actual
e inminente de lesión a intereses de los reclamantes. Y en este sentido
tengamos en cuenta que para Carnelutti el interés para accionar no es un
presupuesto indispensable de la acción (ver [Cappelleti, Mauro] `Litis y
proceso', trad. de Sentís Melendo, en `Estudios de Derecho Procesal', t. 2,
1952, Ed. Ejea, p. 29, n. 18)..." (sala de Feria, sent. del 15/1/1997, causa
"Asociación de Trabajadores del Estado v. Armada Argentina").

Por cierto que también la Corte Suprema de la Nación,


a partir de la inclusión del art. 43 en la Constitución Nacional, ha
reconocido la existencia de un "caso" (art. 116 Ley Fundamental) en
supuestos que, de acuerdo con el texto originario de 1853, hubieran
sido considerados como "planteos abstractos" que no habilitaban la
jurisdicción del tribunal (ver, en tal sentido, casos "Asociación de
Grandes Usuarios de Energía Eléctrica de la República Argentina
AGUEERA. v. Provincia de Buenos Aires y otros", Fallos 320:690 [JA
1998-I-309]; "Asociación Benghalensis y otros v. Ministerio de Salud y
Acción Social", Fallos 323:1339 ; "Portal de Belén", Fallos 325:292 [JA
2002-III-472]; "Mignone", Fallos 325:524 [JA 2002-III-482], y "Verbitsky",
sent. del 3/5/2005 [JA 2005-IV-612 [J 35001511]]).

VI. ¿QUÉ VÍA PROCESAL TIENE A SU DISPOSICIÓN EL ABOGADO


DEFENSOR PARA IMPUGNAR LA DECISIÓN DE LA SUPREMA
CORTE PROVINCIAL?

El recurso extraordinario federal se encuentra previsto


en el art. 14 de la ley 48. Se trata, precisamente, de la "ley del
14/9/1863" mencionada por la Corte en el caso "Elortondo". En nuestro
caso es claro que la Suprema Corte provincial es el "tribunal superior de
provincia" a que se refiere el citado art. 14

VII. ¿QUÉ AGRAVIOS DEBERÍA FORMULAR EL ABOGADO EN LA


CITADA VÍA DE IMPUGNACIÓN? ¿QUÉ JURISPRUDENCIA DE LA
CORTE SUPREMA DE LA NACIÓN DEBERÍA CITAR AL FUNDAR
SU RECURSO?

El agravio que debe formular el abogado defensor es


que al omitir examinar y resolver sus planteos constitucionales
federales, la Suprema Corte local desconoció los arts. 18 y 31 de la CN.

El precedente de la Corte Suprema de la Nación que


resulta directamente aplicable a nuestro caso es "Di Mascio" (sent. del
1/12/1988, Fallos 311:2478, JA 1988-IV-683). Los párrafos más
relevantes de esta decisión son los siguientes: "Dada la naturaleza difusa
de dicho control [de constitucionalidad], o sea: que éste se encuentre en
manos de todos y cada uno de los magistrados argentinos, y dado el
emplazamiento preeminente del tribunal, se deriva necesariamente que el
mencionado modelo elaborado por éste sobre las bases indicadas, deba
obrar a manera de causa ejemplar respecto de los alcances con que tales
magistrados han de ejercer la mencionada función de control.” "En otras
palabras: la custodia del principio contenido en el art. 31 de la CN. se
encuentra depositada en todos los jueces; empero, atento a que este
tribunal es, por la Ley Fundamental, supremo en tal cometido, y que éste
es llevado a cabo bajo el mandato directo de esa ley y de las normas
federales que reglamentan la sumisión al art. 31, se concluye en que la
extensión con que la Corte realiza dicho control configura un marco
ejemplar respecto de la magistratura argentina toda. Por ello, en lo que a
ésta concierne, tal marco no consiente regulaciones que, en cuanto a su
origen, provengan de otras fuentes so pena de herir y tergiversar el recto
sentido que cabe dar a la índole difusa que informa al mentado control.”
"Que, en resumen, toda vez que la decisión del legislador, plasmada en la
ley 48, fue que `todo pleito radicado ante la justicia provincial en el que
se susciten cuestiones federales debe arribar a la Corte Suprema de
Justicia de la Nación sólo después de fenecer' ante el órgano máximo de
la judicatura local, dado que los tribunales de provincia se encuentran
habilitados para entender en causas que comprendan puntos regidos por
la Constitución, las leyes federales y los tratados internacionales, cabe
concluir en que las decisiones que son aptas para ser resueltas por esta
Corte Nacional no pueden resultar excluidas del previo juzgamiento por
el órgano judicial superior de la provincia.” "Que, consecuentemente,
corresponde afirmar que en los casos aptos para ser conocidos por esta
Corte según el art. 14 de la ley 48, la intervención del superior tribunal
de provincia es necesaria en virtud de la regulación que el legislador
nacional hizo del art. 31 de la CN., de modo que la Legislatura local y la
jurisprudencia de sus tribunales no pueden vedar el acceso a aquel
órgano, en tales supuestos, vgr., por el monto de la condena, por el grado
de la pena, por la materia o por otras razones análogas" (caso "Di Mascio
Ver texto " cit., consids. 6, 13 y 14; la cursiva ha sido agregada).

Surge claramente de estos párrafos que el recurrente


no debería plantear ante la Corte Federal cuestiones vinculadas con el
fondo del asunto (en el caso, la interpretación de las cláusulas
vinculadas con la garantía de la doble instancia en materia penal [art.
8.2.h de la Convención Americana]), sino con la violación de los arts. 18
y 31de la CN. por parte de la Suprema Corte local al omitir examinar su
agravio federal. Ello significa que el recurrente en el petitorio de su
recurso extraordinario debe solicitar a la Corte Suprema de la Nación
que deje sin efecto la decisión de la Suprema Corte local y que reenvíe
el expediente a dicho tribunal para que dicte un pronunciamiento que
respete las pautas sentadas en "Di Mascio"(16). Es claro, por otra parte,
que es muy conveniente que ya al plantear las cuestiones federales ante
el superior tribunal local el recurrente, al fundar la admisibilidad formal
del recurso local, invoque "Di Mascio" para fundar las razones por las
cuales dicho tribunal está obligado constitucionalmente a resolver esas
cuestiones, con independencia de lo dispuesto por la Constitución o la
legislación local.

VIII. ¿BAJO QUÉ SUPUESTOS NO SERÍA EQUIVOCADA LA DECISIÓN


DE LA SUPREMA CORTE PROVINCIAL?

En el mencionado consid. 14 del caso "Di Mascio" la


Corte también realizó la siguiente salvedad: "Las provincias son libres
para crear las instancias judiciales que estimen apropiadas, pero no
pueden vedar a ninguna de ellas y menos a las más altas la aplicación
preferente de la Constitución Nacional” (`Strada, Juan L.' cit., consid. 9,
p. 509)" (la cursiva ha sido agregada).

Esto significa que la Corte local en nuestro caso bien


pudo haber indicado al recurrente que ella no se negaba a tratar las
cuestiones federales que aquél le presentara, pero que tal planteo debía
ser formulado a través del recurso de casación (también previsto en la
Constitución local) y no del de inconstitucionalidad, tal como había
hecho aquél (17). Por cierto que la validez de tal decisión supone que
existía previamente en la jurisdicción local una jurisprudencia
consistente de la Suprema Corte provincial en el sentido de que las
cuestiones federales debían ser presentadas ante dicho tribunal
exclusivamente a través del recurso de casación. La inexistencia de tal
jurisprudencia o la aplicación inconsecuente de ella por parte de la
justicia local no debería frustrar el derecho de la parte de poder
plantear sus agravios federales ante la Suprema Corte local y,
eventualmente, ante la Corte Suprema de la Nación. Una solución
contraria sería claramente violatoria del derecho a una tutela judicial
efectiva, reconocido por los arts. 8 y 25 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos (18).

NOTAS.

(1) En este comentario se denomina "control de constitucionalidad


federal" al que ejerce cualquier tribunal argentino de actos y normas
locales o federales a la luz de la Constitución Nacional.

(2) En forma coincidente, el art. 170 inc. 2, Const. Formosa (LA 1991-
A-968) establece que "el Superior Tribunal de Justicia ejerce la
jurisdicción ordinaria y de apelación para conocer y resolver acerca de la
constitucionalidad de leyes, decretos, ordenanzas o reglamentos que
estatuyan sobre materia regida por esta Constitución y se controviertan
por parte interesada". Ver, además, las otras Constituciones
provinciales transcriptas en la nota 14 de este comentario.

(3) Transcripta en LL Online.

(4) Transcripto en Lexis n. 70019718.

(5) Para una descripción de los aspectos más salientes del control de
constitucionalidad que ha regido tradicionalmente en nuestro país ver
Palacio, Lino, "El recurso extraordinario federal", 2001, Lexis n.
2501/000375 [D 2501/000375], párr. 2º, y Spisso, Rodolfo, "Derecho
Constitucional Tributario", 2000, Lexis n. 6807/003738 [D
6807/003738].

(6) Para una reseña de los sistemas estadounidense y europeo


continental de control de constitucionalidad ver Jackson, Vicki C. y
Tushnet, Mark, "Comparative Constitutional Law", Foundation Press,
1999, Nueva York, ps. 455 a 489.

(7) Art. 208, Const. Río Negro (LA 1988-B-2907): "Cuando el Superior
Tribunal de Justicia, en juicio contencioso, declara por unanimidad y por
tercera vez la inconstitucionalidad de un precepto materia de litigio
contenido en una norma provincial o municipal puede, en resolución
expresa dictada por separado, declarar abrogada la vigencia de la norma
inconstitucional que deja de ser obligatoria a partir de su publicación
oficial. Si la regla en cuestión fuere una ley, el Superior Tribunal de
Justicia debe dirigirse a la Legislatura a fin de que proceda a eliminar su
oposición con la norma superior. Se produce la derogación automática
de no adoptarse aquella decisión en el término de seis meses de
recibida la comunicación del Superior Tribunal de Justicia quien ordena
la publicación del fallo".

(8) Art. 9, Const. Chaco (LA 1995-B-2581): "Toda ley, decreto,


ordenanza o disposición contrarios a la Ley Suprema de la Nación Ver
texto o a esta Constitución son de ningún valor, y los jueces deberán
declararlos inconstitucionales a requerimiento de parte. La
inconstitucionalidad declarada por el Superior Tribunal de Justicia
produce la caducidad de la ley, decreto, ordenanza o disposición en la
parte afectada poraquella declaración".

(9) Art. 159, Const. Tierra del Fuego (LA 1992-A-1506): "Cuando el
Superior Tribunal de Justicia declare por unanimidad y por tercera vez la
inconstitucionalidad de una norma jurídica materia de litigio, podrá
resolver la suspensión de su vigencia en pronunciamiento expreso
dictado por separado, el que será notificado en forma fehaciente a la
autoridad que la dictara y dado a conocer en el diario de publicaciones
legales dentro de los cinco días de emitido".

(10) Art. 113, inc. 2 CCABA.: "Es competencia del Tribunal Superior de
Justicia conocer: ...2. Originaria y exclusivamente en las acciones
declarativas contra la validez de leyes, decretos y cualquier otra norma
de carácter general emanada de las autoridades de la Ciudad, contrarias
a la Constitución Nacional Ver texto o a esta Constitución. La
declaración de inconstitucionalidad hace perder vigencia a la norma
salvo que se trate de una ley y la Legislatura la ratifique dentro de los
tres meses de la sentencia declarativa por mayoría de los dos tercios de
los miembros presentes. La ratificación de la Legislatura no altera sus
efectos en el caso concreto ni impide el posterior control difuso de
constitucionalidad ejercido por todos los jueces y por el Tribunal
Superior".

(11) Ver, sobre este tema, el comentario jurisprudencial del autor de


esta nota "La declaración de oficio de inconstitucionalidad en el ámbito
federal y provincial", LL 1998-A-44. Las provincias basan esa facultad
sobre los arts. 5 , 121 , 122 y 123 CN.; la Ciudad de Buenos Aires, en el
art. 129 Ley Fundamental.

(12) Caso "Di Mascio", Fallos 311:2478, que se examina con más
detalle en el ap. VII del presente comentario.

(13) Esta conclusión se basa sobre la premisa de que en el ejercicio


de sus facultades constitucionales las Constituciones y las leyes locales
pueden reconocer a los individuos derechos más amplios que los
previstos en la Constitución Nacional. Ver, en tal sentido, el artículo de
Bianchi, Enrique, Garay, Alberto y Gullco, Hernán "¿Las garantías
individuales consagradas en la Constitución Nacional establecen un piso
o un techo? Diálogo acerca de las garantías de la Constitución Nacional
Ver texto y de las Constituciones provinciales, con particular referencia
a la inviolabilidad del domicilio y de los papeles privados", JA 1993-III-
803 [D 0003/012007].

(14) La Constitución de Río Negro parece atribuir al Superior Tribunal


sólo el control de constitucionalidad local: "Art. 207. El Superior Tribunal
de Justicia tiene, en lo jurisdiccional, las siguientes atribuciones: 1.
Ejerce la jurisdicción originaria y de apelación para conocer y resolver
acerca de la constitucionalidad o inconstitucionalidad de las normas que
estatuyan sobre materias regidas por esta Constitución y que se
controviertan por parte interesada. En la vía originaria podrá
promoverse la acción sin lesión actual". Por su parte, la Constitución de
Tierra del Fuego Ver texto adopta una posición sobre el punto que
podría ser considerada ambivalente, tal como surge de la siguiente
transcripción de su articulado: "Art. 157. El Superior Tribunal de Justicia
tendrá competencia originaria y exclusiva para conocer y resolver: "1.
En las cuestiones que se promuevan en caso concreto y por vía de
acción de inconstitucionalidad de leyes y demás normas jurídicas que
estatuyan sobre materias regidas por esta Constitución. "2. En las
causas de competencia o conflictos jurídicos entre los poderes públicos
del Estado provincial, entre alguno de ellos y una municipalidad o una
comuna, o entre dos o más de éstas, y en las de competencia entre
tribunales de justicia. "3. En las cuestiones de competencia entre sus
salas si las hubiere, en las quejas por denegación o retardo de justicia
interpuestas contra las mismas o contra tribunales inferiores, y en las
derivadas de recursos denegados basados en arbitrariedad y lesión a
derechos o garantías reconocidos en esta Constitución. "4. En las
cuestiones contencioso administrativas, con excepción de las previstas
en el art. 154 inc. 2. Esta competencia podrá ser modificada por ley
cuando las necesidades y posibilidades de la administración de justicia
lo requieran. "Competencia derivada "Art. 158. Tendrá competencia
como tribunal de última instancia: "1. En las causas sobre la
inconstitucionalidad de leyes y demás normas jurídicas que se hayan
promovido ante los tribunales inferiores. "2. En los demás casos que
establezca la ley". En cambio, las Constituciones de Chaco y de la Ciudad
de Buenos Aires atribuyen, tal como hemos visto, ambos tipo de control
a sus superiores tribunales.

(15) La posición que rechaza la posibilidad de que la Corte Suprema a


través del recurso extraordinario pueda revisar las decisiones en
materia federal realizadas por el Tribunal Superior de la Ciudad en
ejercicio de su control abstracto de constitucionalidad ha sido
mantenida varias veces por este último tribunal (ver, en tal sentido, la
sentencia dictada en la causa "Asociación por los Derechos Civiles v.
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Ver texto ", del 16/9/2004, LL
2005-C-41). Como abogado litigante, el autor de esta nota ha defendido
hasta ahora infructuosamente la posición contraria en esa y otras
causas.

(16) Por cierto que no hay obstáculo para que el recurrente solicite
subsidiariamente a la Corte Suprema que luego de dejar sin efecto la
decisión de la Corte local por aplicación de "Di Mascio Ver texto ",
aquélla resuelva directamente el fondo de la cuestión teniendo en
cuenta el derecho del recurrente de obtener una pronta resolución
sobre su situación. Sin embargo, la regla general es que cada vez que la
Corte Suprema advierte que una Corte local ha omitido el examen de
cuestiones federales en violación a la doctrina de "Di Mascio Ver texto ",
el Tribunal Federal deja sin efecto la decisión recurrida y devuelve la
causa al tribunal de origen para que dicte un nuevo pronunciamiento y
resuelva la citada cuestión federal (ver, en tal sentido, casos
"Daragona", Fallos 321:2243 Ver texto [JA 1999-IV-89]; "Trusso", Fallos
322:2080 [J 04_322V2T098]; y "Bucciarelli", Fallos 323:2510 Ver texto ).

(17) Ver, al respecto, el voto del juez Hang, del Superior Tribunal de
la provincia de Formosa, en donde sostuvo que el recurso de casación
local era la vía procesal idónea para que el citado tribunal examinara
planteos fundados en la Constitución Nacional. Agregó que, en cambio,
las partes debían utilizar el recurso de inconstitucionalidad local cuando
los agravios se basaran sobre la Constitución de la provincia (conf. caso
"Santillán, Yanina", sent. del 16/5/2002, LL Litoral, febrero de 2003, p.
70).

(18) Ver, en tal sentido, el informe 105/1999 de la Comisión


Interamericana de Derechos Humanos, en el caso "Palacios, Narciso v.
Argentina", del 29/9/1999, publ. en LL 2000-F-595, especialmente párrs.
57º a 67º.

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