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Integrantes:

A l a n M a r ti n i
Camila Nadia Querol
Debora Lis Poggio
Mariana San Roman
Noelia Lourdes Pivarchuk
Sergio Marino Morinigo
TRABAJO PRACTICO Nº 1

CONSIGNAS:

-Elegir un fallo del programa y, a continuación:

1) Elaborar breve reseña histórica.


2) Relacionar con contenidos vistos en clase o instituto propio de la materia.
3) Analizar el contexto social, por esto se entiende, una investigación de los
hechos ocurridos en el fallo seleccionado.
4) Análisis completo del fallo en estudio, el cual incluirá disidencias si las
hubiera, temas abordados y resolución.
5) Exposición final grupal, e individual de cada integrante del grupo.

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Fallo seleccionado:

Tribunal: Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires (S C Buenos Aires)


Fecha: 20/02/1984
Partes: Villar de Puenzo, Leticia C. c. Provincia de Buenos Aires –B. 48. 160
Publicado en: La Ley, 1984-D, 145, con nota de Carlos Manuel Grecco, DJBA, 126-180 –
ED del 31/10/84, p. 7.

1) BREVE RESEÑA HISTÓRICA

Haciendo foco en materia contencioso administrativa, para el año 1984,


estaba vigente el antiguo Procedimiento Contencioso Administrativo de la Provincia de
Buenos Aires, de carácter restrictivo y de previo agotamiento de la vía administrativa,
sustanciado ante la Suprema Corte de Justicia Provincial conforme lo preceptuaba el
artículo 149 inciso 3° de la Constitución, vigente antes de la reforma de 1994 que
establecía:

“La Suprema Corte de Justicia tiene las siguientes atribuciones: … inc. 3: decide
las causas contencioso-administrativas en única instancia y en juicio pleno, previa
denegación o retardación de la autoridad administrativa competente al
reconocimiento de los derechos que se gestionan por parte de la interesada. La ley
determinará el plazo dentro del cual podrá deducirse la acción ante la Suprema
Corte de Justicia y los demás procedimientos de este juicio”.

Ante esta situación nos encontramos con que no existe un fuero


especializado con descentralización territorial, que trate este tipo de causas. Eran
competencia exclusiva de SCJP y la Provincia de Buenos Aires, valga la redundancia,
posee una rica historia en esta materia.

Ya en la Constitución bonaerense de 1854, se contemplaba la creación de


un tribunal especial para juzgar, las por entonces denominadas “causas contenciosas de
hacienda y las que nacen de contratos entre particulares y el gobierno” (artículo 129).

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Pero fue la Constitución local de 1873, el primer cuerpo legal de ese rango normativo, que
asignó el fuero Contencioso Administrativo a la Suprema Corte de Justicia (artículo 156
inciso 3), con una cláusula que perduró, casi sin modificaciones, en las constituciones de
1889 (artículo 157 inciso 3) y de 1934 (artículo 149 inciso 3).

Fue nuestra provincia, la primera en dictar un Código Contencioso


Administrativo a través de la sanción de la ley 2.961 en el año 1905. Esta realidad es
base, a modo de ejemplo institucional, para el resto de las provincias quienes a partir de
esta decisión fueron sancionando sus propios códigos.

El fallo “Villar de Puenzo, Leticia C. c. Provincia de Buenos Aires” pasó a


ser de gran importancia, y el puntapié de una reforma inminente. Podemos decir que
sirvió de disparador para la transformación, que años más tarde sufrió la política judicial
en materia de control administrativo y se plasmo en la creación del fuero pertinente.

Otro punto destacable es como la revisibilidad de la justicia hizo posible un


mayor control de la misma. Fundamentalmente vemos que cuando se lesiona un derecho
en este caso de un particular, existe en la vía contencioso administrativo el camino para
su defensa. Advertimos, cómo evoluciona la doctrina permitiendo el control judicial de los
actos de administración.

Siguiendo esta línea, entendemos que nuestro Código Procesal


Administrativo contiene las normas instrumentales para que los interesados puedan hacer
valer de manera efectiva la tutela judicial y el acceso irrestricto a la Justicia.

Por otro lado, la reforma constitucional provincial de 1994 ha introducido


cambios de trascendencia que se reflejan en las nuevas formulaciones incorporadas al
sistema contencioso administrativo, tanto en su organización como en las reglas
procesales que mandan los conflictos que se plantean ante los jueces.

En este sentido, se eliminó una serie de instituciones y de principios que


habían terminado por paralizar el sistema provincial, generando típicas denegaciones de
justicia, debido a que las fórmulas constitucionales y legales no se adaptaban a los
nuevos requerimientos del estado de derecho, orientado, decisivamente, hacia la vigencia
absoluta del principio de la tutela judicial efectiva y, por consecuencia, de una plena
accesibilidad a la revisión judicial de las actividades regidas por el Derecho Administrativo.

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Este principio, consagrado por el ya estudiado Pacto de San José de Costa Rica
(Artículo 2. Deber de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno y Artículo 8. Sobre
Garantías Judiciales), se encuentra ahora incorporado expresamente en el art. 15 Const.
prov. de 1994.

“Constitución Prov. Artículo 15.- La Provincia asegura la tutela judicial continua y


efectiva, el acceso irrestricto a la justicia, la gratuidad de los trámites y la asistencia
letrada a quienes carezcan de recursos suficientes y la inviolabilidad de la defensa
de la persona y de los derechos en todo procedimiento administrativo o judicial.

Las causas deberán decidirse en tiempo razonable. El retardo en dictar sentencia y


las dilaciones indebidas cuando sean reiteradas, constituyen falta grave.”

El otro precepto constitucional que cobra trascendencia en la materia está


configurado en el párr. 3º del art. 166, que prescribe:

(…) "Los casos originados por la actuación u omisión de la provincia, los municipios, los
entes descentralizados y otras personas, en el ejercicio de funciones administrativas
serán juzgados por tribunales competentes en lo contencioso administrativo, de acuerdo a
los procedimientos que determina la ley, la que establecerá los supuestos en que resulte
obligatorio agotar la vía administrativa".

Esta nueva norma constitucional puso fin a la denominada concepción


restringida del proceso contencioso administrativo, al eliminar las fórmulas contenidas en
el antiguo art. 149 inc 3 de la Constitución de 1934.

2) CONTENIDOS VISTOS EN CLASE.

COMPETENCIA

En primer lugar uno de los temas teóricos con el cual el fallo se relaciona
es la competencia. La cual, según CASSAGNE, es definida como los conjuntos de
atribuciones correspondientes a los órganos y sujetos públicos estatales, las que se
encuentran emanadas en una norma. Su obligatoriedad e improrrogabilidad son

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principios que se encuentran incluidos en el art. 3 de la ley nacional de procedimiento
administrativo.

En el fallo, el Fiscal de Estado interpone una excepción de incompetencia.


El fundamento es que, en el caso no existe resolución de "autoridad administrativa",
entendiendo por autoridad administrativa solamente al Poder Ejecutivo. Se decía que no
era competente la Corte para tratar este caso, porque el acto emanado del Poder Judicial
(este es el de rescindir el contrato por parte de la Prov. de Buenos Aires), no se ajustaba
al concepto de “resolución administrativa propiamente dicha”, y por ello, resulta la
incompetencia del tribunal por considerar que no contaban con la aptitud necesaria para
resolver este tipo de cuestiones; atribuyéndosela exclusivamente al Poder Ejecutivo.

FUNCIONES DEL ESTADO

En segundo lugar, encontramos relación con las “Funciones del Estado”. La


función del Poder Judicial es específicamente la de administrar justicia, una función
jurisdiccional. Mientras que la del Poder Legislativo es crear normas jurídicas, legislativa;
y el Poder Ejecutivo, por su parte, decimos que es meramente gubernativa.

Las tres funciones persiguen el bien común, y aunque cada órgano tiene
asignadas atribuciones específicas contempladas en la Carta Magna, pueden realizar en
algunos casos, funciones que, en el consciente colectivo, pertenecen a un órgano distinto.

ACTOS ADMINISTRATIVOS DEL PODER JUDICIAL

En tercer lugar, en función de entender porque cada órgano puede llevar a


cabo funciones que, creemos, pertenecen a otro muy distinto, nos preguntamos:
¿Cuándo realiza el Poder Judicial funciones de tipo administrativo?

Señalamos, que el Poder Judicial al nombrar o remover empleados, al


aplicar sanciones a los agentes o funcionarios, cuando compra muebles y útiles como
sucede en “Villar de Puenzo, Leticia C. c. Provincia de Buenos Aires”, etc. realiza actos
administrativos porque es una actividad esencialmente idéntica a la que realiza el Poder
Ejecutivo cuando éste nombra o remueve empleados, aplica sanciones, etc., o la que, en
similares circunstancias, realiza el Poder Legislativo.

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En cualquiera de esos supuestos, estos “poderes” administran y los actos
que en su consecuencia dictan son actos administrativos, porque actúan cumpliendo una
función de índole administrativa. Esta es una función que puede ejercer cualquiera de los
órganos del Estado. Clarificando el asunto, entendemos que “la función administrativa” la
podemos encontrar repartida en los tres órganos, ya que cualquiera de ellos tiene la
posibilidad de hacerlo.

Recurriendo a la investigación, encontramos que el criterio de que el órgano


determina la función y que la función administrativa sólo la ejerce el Poder Ejecutivo, ha
sido consecuencia de realidades histórico-sociales y de concepciones dogmáticas
vigentes en el momento de su aparición, coincidentes con las viejas enseñanzas de Locke
y Montesquieu. De ahí que pueda definirse a la función administrativa como “toda la
actividad realizada por el Poder Ejecutivo y sus órganos dependientes y aquella que
realizan los Poderes Legislativo y Judicial, excluidas las funciones específicas de estos
órganos, esto es, las legislativas y judiciales, respectivamente”.

De este modo, los actos del poder judicial son “actos judiciales” o
“jurisdiccionales”, correspondientes al ejercicio de la función judicial o actos
administrativos” que derivan de la función administrativa que también realiza.

CONCEPTO DE EXCEPCIÓN (contenido estudiado en procesal parte general)

En sentido abstracto. Es el poder que tiene el demandado para oponer,


frente a la pretensión del actor, aquellas cuestiones que afecten la validez de la relación
procesal e impidan un pronunciamiento de fondo sobre dicha pretensión (cuestiones
procesales), o aquellas cuestiones que, por contradecir el fundamento de la pretensión, se
propone un pronunciamiento de fondo absoluto (cuestiones esenciales).

Es decir, concretamente, las excepciones procesales objetan la válida


integración de la relación procesal e impiden un pronunciamiento de fondo sobre la
pretensión del actor, mientras que las sustanciales contradicen al fundamentación misma
de dicha pretensión y procuran una sentencia desestimatoria.

En nuestro fallo, la excepción interpuesta por el Fiscal de Estado, tiene el


objeto de suspender el procedimiento en el juicio o prorrogarlo en el tiempo, denominadas
excepciones de previo y especial pronunciamiento. Y son previas porque se resuelven

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previamente a la contestación del demandado, resulta un hecho impeditivo o extintivo que
se contrapone al hecho constitutivo (la pretensión) del actor.

La impugnabilidad es una característica esencial del acto administrativo. No


hay ningún acto administrativo que sea irrevisable judicialmente, pues un acto irrecurrible
es impensable en un Estado de Derecho como el nuestro. No puede admitirse un acto tal,
pues nuestro ordenamiento jurídico exige que todos los habitantes tengan siempre acceso
a una instancia judicial — por lo menos— para deducir sus reclamos. Es el corolario
lógico del ejercicio de la defensa en juicio que asegura el artículo 18 de la Constitución
Nacional.

3) HECHOS: CONTEXTO SOCIAL

La vinculación jurídica de la actora, Villar de Puenzo, Leticia, con la Corte


provincial nació de la adjudicación operada por res. 1541 de fecha 27 de diciembre de
1977 -Poder Judicial- y documentada luego en la orden de compra núm. 598 de fecha
29/12/77 para la provisión de ficheros metálicos, casilleros metálicos para Mesa de
Entradas, archivos metálicos y una caja de seguridad.

El 3 de octubre de 1978, el tribunal resolvió rechazar la entrega de algunos


de los muebles contratados; y el 27 de marzo de 1979 –resuelta ya la reconsideración
interpuesta contra ese acto- rescindió el contrato formalizado para la previsión de los
mismos.

Para este entonces, no existe un fuero especializado con descentralización


territorial; estaba vigente el antiguo Procedimiento Contencioso Administrativo de la
Provincia de Buenos Aires, sustanciado ante la Suprema Corte de Justicia Provincial
conforme lo preceptuaba el artículo 149 inciso 3° (ver reseña histórica).

El fallo nos plantea una acción contencioso administrativo, entre un


particular y la Provincia de Buenos Aires en la que ésta no acepta parte de la mercadería
entregada por la actora. Tras lo sucedido, la actora promueve demanda.

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El Fiscal de Estado solicita la incompetencia del Tribunal, interpone
excepción de previo y especial pronunciamiento.

La corte dijo al resolver la excepción, que no solamente emanan


resoluciones de autoridad administrativa del poder ejecutivo, sino que el resto de los
poderes también, en tanto no estén actuando en su actividad principal (en el caso del
Poder Judicial, resolver controversias). Se declara competente, rechaza la excepción y
manda a contestar demanda al Fiscal de Estado.

4) ANALISIS DEL FALLO

En cada uno de los apartados del fallo se hace mención al artículo 149, inc.
3 de la constitución de la Provincia de Buenos Aires y en los Art. 1, 3 y 28 del Código
Procesal, como fundamento para confirmar que es competencia de la Suprema Corte el
fallar en los temas administrativos, que hacen a su desempeño funcional que nada tiene
que ver con su tarea de administrar justicia.

Por su parte el fiscal hace mención a fallos anteriores de la corte, donde


esta niega aptitud para las decisiones de los poderes legislativo y judicial para que sean
revisados en la vía conteciosoadministrativo.

El tribunal, ante lo expuesto por el Fiscal, entiende que los actos de los
Poderes Legislativos y Judicial que sistemáticamente fueran excluidos de revisibilidad
judicial por vía, han sido vinculados con el nombramiento o remoción del personal y con el
ejercicio del poder disciplinario.

Es tal, que ningún obstáculo o razón suficiente se advierte para excluir el


conocimiento y decisión de las mismas cuestiones cuando el contrato para las
"provisiones de elementos o efectos de aplicación pública" ha sido celebrado por el
Estado, aplicando las normas administrativas que rigen con carácter general en materia
de contrataciones de la Provincia. Se lee en el art. 3º del Cód. de Proced.
Contensiosoadministrativo “se autoriza a impugnar por demanda contencioso
administrativa todas las resoluciones que rescindan, modifiquen o interpreten contratos
celebrados por aquéllas” (…), en su carácter de poder público, incluyendo el codificador

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en tal categoría a los contratos celebrados para las “provisiones de elementos o efectos
de aplicación pública”. Y la Corte, ha interpretado con criterio amplio tal norma, incluyendo
en la competencia contenciosoadministrativa a las incidencias a que den lugar la
interpretación y realización de los contratos administrativos.

La doctrina moderna reconoce la existencia de actividad administrativa en el


ámbito del Poder Judicial en base a la distinción entre el Poder del Estado, único y sus
diversas funciones. Y si bien la función administrativa es realizada principalmente por el
Poder Ejecutivo y sus órganos centralizados o descentralizados, nacional, provincial o
municipal, nada obsta a la existencia de actividad administrativa en el ámbito de los
restantes poderes constitucionalmente reconocidos, cuando éstos no ejercen su función
primordial sino que se vinculan con los particulares para proveer a la infraestructura u
organización necesarias para el desarrollo de esa función.

Frente a los hechos mencionados, y ante la decisión de la Suprema Corte,


que autoriza a intervenir por ser competente, podemos decir que la función administrativa
debe tomarse en cuenta como una órbita independiente del órgano que la ejerce. Por lo
tanto se la incluye en el concepto de "autoridad administrativa" contenido en el artículo
149 inc. 3 de la Constitución Provincial vigente en 1984.

También entendemos, que es fundamental para determinar la materia de lo


contencioso- administrativo, que exista un derecho administrativo lesionado, como en el
caso de autos, la existencia de un contrato que no fue cumplido por parte de la Provincia
de Buenos Aires (ley para las partes). Todo habitante de la Nación tiene derecho a un
proceso y esta garantía comprende también los actos del Poder Judicial actuando en
función administrativa.

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5) CONCLUSION GRUPAL

En este fallo vemos como el Poder Judicial admite su competencia en el


tema contenciosoadministrativo ya que interpreta la norma en forma amplia al manifestar
que si son revisables los “actos administrativos” cuando emanan de un órgano distinto del
Ejecutivo; los únicos actos administrativos, que quedan excluidos de revisión son los que
versan sobre cuestiones de nombramiento o remoción de personal y el ejercicio del poder
disciplinario.

Además, se cita el artículo 3 de Código de Procedimiento Contencioso


Administrativo el cual autoriza a impugnar por demanda todas las resoluciones
administrativas de las autoridades administrativas que rescinda, modifiquen o interpreten
contratos celebrados por aquella, en su carácter de poder público, incluyendo el
codificador en tal categoría a los contratos celebrados para las “provisiones de elementos
o efectos de aplicación pública”.

La función administrativa tiene caracteres distintos a la función propia


del poder judicial (función jurisdiccional o judicial). La primera se distingue por la
subordinación, lo cual implica una gradación jerárquica respecto a otros órganos
que cumplen la misma función. La distinción tiene su razón de ser y no es una
creación artificial, la independencia del órgano Judicial es garantía de un correcto
sentido de justicia, es uno de los principios básicos sobre los cuales descansa la
división de poderes y el sistema democrático.

No debe perderse de vista que lo importante es la índole de la actividad y


no el órgano de quien emana. Esto quiere decir que no importa de qué órgano provenga
el acto administrativo, siempre va a ser revisable, mientras que no sean cuestiones que se
encuentren mencionadas en la norma.

Percibimos cómo evoluciona la doctrina permitiendo el control


judicial. Y como posteriormente, se da lugar a la creación, por medio de la Ley
12.074, de Tribunales competentes para decidir los casos correspondientes al
Fuero Contencioso Administrativo, de conformidad a lo dispuesto en los artículo
166, último párrafo y 215 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires, con el

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alcance y en las condiciones establecidas en las disposiciones siguientes y en el
Código Procesal Contencioso Administrativo, en diciembre de 1997.

Alan Martini
Camila Nadia Querol
Debora Lis Poggio
Mariana San Roman
Noelia Lourdes Pivarchuk
Sergio Marino Morinigo

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BIBLIOGRAFIA

- LEY 12074 Del Fuero Contencioso Administrativo.


(Texto actualizado con las modificaciones introducidas por la ley 12310, 13101,
13118, 13405 y 13479)
http://www.gob.gba.gov.ar/legislacion/legislacion/l-12074.html

- Fallo “Villar de Puenzo, Leticia C. c. Provincia de Buenos Aires –B. 48. 160”
Publicado en La Ley, 1984-D, 145, con nota de Carlos Manuel Grecco, DJBA, 126-
180 – ED del 31/10/84, p. 7.

- Juan Carlos Cassagne, Derecho administrativo, Sexta edición actualizada


reimpresión, Ed. Abeledo-Perrot, Buenos Aires.

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