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San Luis
2004
1.- INTRODUCCIÓN
1
López Melero, Miguel (1986) Teoría y Práctica de la Educación Especial. Narcea S.A. Ediciones – Madrid.
Pag. 99
2
Se entiende por trastorno como modalidades del comportamiento que no se observa en ningún niño normal de
la misma o de otra edad.. Benedet M. Jesús (1991) Procesos cognitivos en la deficiencia mental. Ediciones
Pirámide. S.A. Madrid. Pag. 171
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El bilingüismo dentro de la institución, supone trabajar la lengua de señas como lengua primera y la lengua
escrita como segunda lengua. Sin embargo, la lengua oral de la comunidad también es trabajada en gabinete, en
aquellos niños que tienen posibilidades de aprovechar estos espacios o tienen interés en ella.
usados por las personas oyentes; patrones de socialización y parentales propios,
modos discursivos propios, entre otras características (Massone: 1999)
A nivel educativo, esta consideración del sujeto sordo como una persona que forma
parte de esta “cultura visual” no puede menos que llevarnos a pensar alternativas
protagónicas distintas, donde haya una presencia central de metodologías, recursos
y estrategias que aporten en este sentido.
Es por esta razón que la escuela aceptó la propuesta de participar de la experiencia
del proyecto de investigación de la Facultad de Ciencias Humanas.
La experiencia se llevó a cabo con dos grupos diferentes.
-Grupo 1: está conformado por cinco niños, cuyas edades oscilan entre los 6 y los 8
años, divididos en dos subgrupos, reunidos en función de las edades, estilos y
características de sus procesos de aprendizaje.
El primero de los agrupamientos, está formado por tres niñas de 6 años de edad,
que pedagógicamente están trabajando contenidos correspondientes a 1er. año de
EGB 1. Se caracterizan por ser inquietas, muy interesadas por aprender y siempre
atraídas por los desafíos que se les presentan.
El segundo de los agrupamientos, está formado por una niña de 8 años y un niño de
7, que a nivel curricular, se están iniciando en aprendizajes de la lengua escrita, el
sistema de numeración, etc.
-Grupo 2: formado por seis alumnos cuyas edades oscilan entre los 10 y los 13
años. Este agrupamiento, no sólo tienen en cuenta la edad de sus miembros, sino
también que todos se encuentran en momentos similares en el proceso de
construcción de los distintos objetos de conocimiento dentro de las áreas
curriculares.
3. Una experiencia
Tal como mencionamos esta experiencia se llevó a cabo con un grupo de 6 alumnos
con retraso mental que asisten a la escuela Tobar García y con dos grupos de
sordos del servicio Jean Piaget: un grupo formado por 5 niños/as de 7 a 10 años y
otro grupo pro 6 niños/as de 11 a 14 años.
El recurso didáctico que presentamos está compuesto de dos equipos de
rompecabezas:
1) hito “Viviendas”, conformado por tres rompecabezas que incluyen una imagen del
“Palacio Mollo” (vivienda de sectores altos construida entre 1912 y 1926), una
imagen de una casona (perteneciente a una familia tradicional de la ciudad) y
una imagen de una vivienda rururbana (perteneciente a sectores populares
migrantes del campo a la ciudad).
2) hito “Estaciones de tren” que incluye cuatro rompecabezas: Andén y Fachada de
la vieja estación construida en 1882 y ya demolida (imagen en blanco y negro) y
Andén y Fachada de la actual estación construida entre 1908 y 1912 (foto color).
Cada rompecabezas es del tamaño estándar A4 , de diez piezas, con cortes rectos
oblicuos. En ningún caso fueron acompañados de la imagen no fragmentada que
sirve de modelo.
La experiencia fue coordinada por la maestra responsable del grupo y registrada a
través de filmaciones. Posteriormente se procesó esta información a través de dos
instrumentos de análisis: una planilla completada por el docente a cargo de la
experiencia y otra que se completó a partir de la observación conjunta de la filmación
por tres integrantes del Proyecto de Investigación.
La secuencia didáctica consistió en armar los rompecabezas y posteriormente hacer
una lectura connotativa y denotativa de las imágenes.
A los fines del presente trabajo hemos analizado la información recabada a partir de
dos ejes:
1.- El impacto en las poblaciones de alumnos en relación al interés, trabajo
cooperativo, descripciones, elaboración de hipótesis y estrategias utilizadas para el
armado.
2.- La ponderación de las imágenes para los propósitos de enseñanza.
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La mayoría pasó por esta experiencia ya que sólo dos niñas con compromisos intelectuales agregados a la
sordera y un adolescente del grupo con retraso mental abandonó la tarea.
Estas descripciones permitieron la comparación entre las diferentes imágenes de
cada hito y entre las imágenes y situaciones particulares de la vida cotidiana de los
chicos, por ejemplo: comparaban con su propia vivienda. El detalle y la precisión de
algunas descripciones pusieron de manifiesto la diversidad de conocimientos previos
de los alumnos. Tal fue el caso de jóvenes con retraso mental que se expresaban
con un vocabulario más técnico al describir aspectos constructivos (viguetas,
cemento, metal, construcciones de barro).
En relación a la formulación de hipótesis: realizan interesantes hipótesis ante la
necesidad de definir qué son los edificios de las imágenes. Las viviendas son
identificadas por todos como tales, salvo el palacio Mollo que en un principio lo
relacionaron con una escuela. Todos coinciden en que la vivienda rururbana es vieja,
guiados por indicadores de deterioro y abandono5 , y un adolescente con retraso
mental por el material de construcción (“antes las hacían de barro y ladrillo”). Los
grupos de niños sordos sitúan a todas las casas “lejos”, “en el campo” porque están
rodeadas de “plantas, yuyos y tierra”; no las relacionan con las construcciones de
San Luis. Ante la intervención del docente para contraargumentar sus hipótesis,
dudan, se sorprenden e insisten en que si está en San Luis es “en las afueras”,
“lejos”. No se convencen en relación a la vivienda rururbana a pesar de recibir
información acerca de que fue construida por gente del campo que vino a vivir a la
ciudad. Persisten en sus opiniones y la hipótesis inicial no puede ser revertida.
Con respecto a los rompecabezas de las estaciones de tren, al ser presentados en
todos los casos después de las viviendas y por el tiempo disponible fueron menos
trabajados desde la lectura de imágenes.
En el caso de los adolescentes con retraso mental, no formularon hipótesis respecto
de las funciones del edificio pues la docente ya les había dado la información; un
alumno, aún sabiendo que era la estación de tren “vieja” , dijo que “parecía un
castillo”.
En el caso de los niños y adolescentes sordos, se evidenció un reconocimiento de la
estación como un lugar donde vendían boletos, un lugar por donde pasaba el tren,
pero no la podían nombrar. Es la docente la que la nombra como “estación de tren”.
En el caso puntual de los niños mostraron mayor interés en las actividades que se
realizaban en el lugar, más que en el edificio mismo. Los adolescentes ante la
imagen del andén de la estación nueva dicen que esa parte no la han visto pero que
“debe ser la parte de atrás del edificio de la estación”; ante la imagen de la estación
vieja dicen que “es una casa de campo” y pensaban que “allí podía vivir gente”. La
5
Jean-Noel Lüc ya describe que las primeras hipótesis de los niños acerca de la antigüedad de los edificios está
ligada al aspecto exterior en relación al estado de deterioro de la construcción.
maestra le da información sobre la vieja estación, se sorprenden ante el contraste
con la nueva, desestimando su hipótesis inicial y cambiándola debido a la nueva
información.
Tanto en el caso de los grupos de niños y adolescentes sordos como de los grupos
con retraso mental, hubo algunos alumnos que identificaron el edificio de la estación
nueva y donde está ubicada usando algún referente espacial (avenida y rotonda por
ejemplo).
En relación al trabajo cooperativo se percibe la tendencia espontánea de los
grupos de niños a trabajar en forma individual. Desde que se encuentran con el
material, cada integrante de subgrupo tiende a tomar parte de las piezas del
rompecabezas e intenta armar de modo individual la imagen. Ante la imposibilidad
de poder conformar una imagen total, se comienza a visualizar un intento de trabajo
cooperativo, momento en el cual también es importante la intervención de las
docentes para afirmar la necesidad de trabajar juntos. En los grupos de los más
pequeños, uno toma la iniciativa y el par colabora con el armado. Por su parte, en
los grupos de adolescentes, la tarea fue realizada de a pares y en forma cooperativa
desde un comienzo.
Por último, se observó que la estrategia predominante utilizada para el armado
fue la búsqueda de sentido de la imagen a partir de la coincidencia de indicios
ligadas a las formas y colores. En la mayoría de los casos se comenzó con ensayo –
error haciendo coincidir los cortes siguiendo la lógica de encaje de las fichas; como
los cortes eran rectos y permitían múltiples posibilidades se vieron obligados a
utilizar otra estrategia, buscando indicios como son los colores y las formas para
poder encontrar el sentido de la imagen. Cuando ya había gran parte de la forma
armada, las últimas dos o tres piezas se ubicaban por el encaje de los cortes. La
comprensión de la lógica del armado, le permitió a los grupos de adolescentes
adquirir rapidez en el mismo.
4.- Conclusiones
Del análisis de la experiencia podemos concluir que:
1- El rompecabezas, no se constituye en un mero juego que propicia la motivación
como algo externo al proceso de conocimiento, sino en el portador del mensaje
mismo y en una herramienta para la construcción de conocimiento, sostenido por
vínculos y afectos GENUINOS e intrínsecos al aprendizaje mismo.
2- Los rompecabezas trabajados posibilitaron un primer acercamiento al
conocimiento del Patrimonio Arquitectónico de la ciudad de San Luis propiciando:
a. observaciones, descripciones, comparaciones, formulación de preguntas e
hipótesis en un clima de interés, curiosidad y entusiasmo. En el caso del
grupo de jóvenes con retraso mental no se hizo tan notoria la “fatigabilidad”
ya que (salvo uno) se mantuvieron expectantes por más de una hora de
trabajo y manifestaban con gestos y miradas, además de expresiones orales,
el deseo de continuar con otro rompecabezas. Sin bien la dificultad para
realizar abstracciones, se puso de manifiesto a la hora de ubicarse temporal
y espacialmente y en algunas lecturas de carteles (no están alfabetizados),
no les impidió la formulación de hipótesis, ni realizar descripciones, ni
disfrutar plenamente de la actividad. En el caso de los niños y jóvenes sordos
el soporte visual del recurso didáctico suscitó en todos interés y curiosidad.
Aquellos que no tenían patologías asociadas, se mantuvieron concentrados
en la tarea, y pusieron de manifiesto a través del lenguaje gestual y corporal
procesos de reflexión y análisis que expresaban el compromiso con la tarea.
b. un trabajo cooperativo mediado por las diferencias evolutivas, y el trabajo
previo del docente y el grupo. Por ejemplo, los más pequeños pusieron en
evidencia el egocentrismo propio de su edad que cedía ante la intervención
de la maestra. En ambos grupos la propuesta de realizar un trabajo conjunto
que despertaba interés y ponía en juego sus posibilidades, facilitó la
comunicación entre pares.
c. un primer abordaje de temas como: patrimonio arquitectónico, características
sobresalientes, lo público /lo privado, ubicación espacial, relación pasado-
presente, diferentes usos, diferentes sectores sociales, lo propio/ identidad.
3.- Las situaciones didácticas que se configuraron en los distintos grupos se pueden
continuar con: recorridos por la ciudad para verificar y confirmar o descartar
hipótesis sobre ubicación, estado actual, etc. . Trabajo con planos antiguos y
actuales. Investigación y otras estrategias que permitan profundizar algunos de los
aspectos emergentes.
4.- El recurso didáctico no se puede entender aislado de la concepción desde donde
lo trabaja el docente. En esta experiencia las docentes pusieron el énfasis en la
lectura denotativa de las imágenes sin detenerse sólo en ella, dando lugar a
hipotetizar sobre aspectos no presentes en las fotos. Tuvieron como prioridad
desencadenar procesos constructivos centrándose en la pregunta, donde la
información aportada propiciaba nuevas hipótesis o conjeturas, o
contraargumentaba las ideas de los chicos. Si bien la lectura connotativa no estuvo
ausente no se la trabajó con la misma profundidad. Estas prácticas denotan una
formación y una toma de posición particular en ambas maestras, que hicieron
posible un aprovechamiento notable del recurso.
Santos Guerra, Miguel A. (1998). “Imagen y Educación”. Ed. Magisterio del Río de
LA PLATA.
Spiegel, Alejandro. (1999). “La vida cotidiana como recurso didáctico”. Ed. Homo
Sapiens. Bs. As.