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Guía Diabetes tipo 1

Agujas de insulina: la longitud sí importa

Edad: 0 a 5, 6 a 8, 9 a 13, 14 a
18

Carmen Yoldi
Enfermera-
Educación
terapéutica en
diabetes
Hospital Sant Joan de Déu

La insulina se administra en el tejido subcutáneo, situado entre la piel y el músculo, donde se queda
depositada y desde donde se va absorbiendo lentamente (encontrarás más información al respecto en el
artículo Cómo inyectar la insulina).

Se debe evitar inyectar la insulina en el interior de la piel (inyección intradérmica), ya que resulta muy
doloroso. También se debe evitar inyectarla en el músculo, debido a que cambia la velocidad de
absorción de la insulina, lo que aumenta la variabilidad glucémica y da lugar a más hipoglucemias y a
hipoglucemias inexplicables.

Para asegurar una punción adecuada de insulina se deben tener en cuenta varios factores:

1. Elegir las zonas de punción adecuadas y establecer un buen patrón de rotación de zonas.
2. Evitar inyectarse en zonas con lipodistrofia y en cicatrices.
3. Coger pliegue cutáneo o pellizco con los dedos índice y pulgar de manera adecuada.
4. Contar 10 segundos una vez inyectada la insulina, con el fin de esperar un tiempo prudencial antes
de retirar la aguja y evitar el reflujo de la insulina.
5. Elegir una aguja de longitud adecuada.
6. Evitar la reutilización de las agujas.

Cómo escoger una aguja de longitud adecuada


En los últimos años ha habido muchas mejoras, tanto en la longitud como en el grosor de las agujas, que
han conllevado la modificación de los criterios para escoger la aguja adecuada. Actualmente hay que
tener en cuenta los siguientes aspectos:

1. Las agujas más finas duelen menos: las agujas presentan forma de bisel en la punta para
minimizar el daño en el momento de la punción, pero el grosor de la aguja también influye. El grosor
de la aguja se mide en gauges y se expresa con una G. Cuanto mayor es el número de G, menor es
el grosor. Las agujas que menos duelen son las que tienen 31G y 32G de grosor.
2. Adaptar la aguja de insulina al grosor de la piel: según varios estudios realizados para analizar el
grosor de la piel tanto en niños como en adultos sanos, con diabetes, con obesidad y de diferentes
grupos étnicos, la mayoría de personas tienen un grosor de piel entre 2,0 y 2,5 mm, aunque puede
variar entre 1,25 y 3,25 mm. La piel de los niños es ligeramente menos gruesa que la de los
adultos, especialmente entre los 2 y los 6 años. La grasa subcutánea de los niños va aumentando de
grosor en la pubertad, hasta que alcanza los niveles adultos. En personas muy delgadas y jóvenes,
las inyecciones intramusculares se producen con más frecuencia si se usan agujas largas. Por tanto,
las agujas más cortas que existen en el mercado actual, de 4 mm de longitud, atraviesan de forma
fiable la piel de todas las personas, tanto de niños como de adultos, de manera que la insulina llega
sin problemas a la grasa subcutánea.
3. Las agujas más cortas son mucho más seguras, se toleran mejor y son menos dolorosas: se
sabe que la aguja de 8 mm de longitud (la que se recomendaba hace unos años) aumenta el riesgo
de punción intramuscular.
4. Las agujas adecuadas deberían medir como máximo 6 mm de longitud: las de longitudes de 8
mm o más están desaconsejadas en todas las personas que deban administrarse insulina.
5. La longitud más corta para pluma o bolígrafo es de 4 mm y la de jeringuilla es de 6 mm, ya
que debe atravesar el tapón del vial de insulina.

Cómo pinchar la insulina según la longitud de la aguja


Si llevas bolígrafo o pluma:

Aguja de
4 mm Debe insertarse de forma perpendicular en la piel.

En niños de 6 años o menos y personas muy delgadas es


preferible coger pliegue cutáneo e insertar la aguja en ángulo
perpendicular.

Aguja de Se debe coger siempre pliegue cutáneo e insertar la aguja en


5 mm ángulo perpendicular.

Aguja de
6 mm Es preferible usar agujas más cortas.

Si es la única opción que tenemos se debe coger pliegue cutáneo


e insertar la aguja con un ángulo de unos 45º.

Si llevas bomba de insulina:


Existen diferentes tipos de cánula para bomba de insulina, según el material del que están compuestas y
el ángulo de inserción:
1. Según el material, hay cánulas de dos tipos:

De acero inoxidable, con las que la aguja queda insertada fija. En nuestro entorno, estas
cánulas son usadas principalmente por aquellas pocas personas que presentan alergias al teflón.
De teflón, mucho más flexibles.

2. Según el tipo de inserción, hay cánulas:

De inserción perpendicular, que se pinchan formando un ángulo recto respecto al cuerpo.


De inserción oblicua, que se pinchan con un ángulo más o menos inclinado dependiendo de la
cantidad de tejido graso que tenga cada persona. Algunas marcas de bomba disponen de un
insertador para poner la cánula inclinada.

Habitualmente se escoge la cánula perpendicular y, en nuestro entorno, de teflón. Su inserción deja


menos marca en la piel, es más sencilla y menos "traumática" para los niños.

La longitud adecuada de la cánula depende del grosor de la grasa subcutánea de la persona con
diabetes. Las cánulas de inserción perpendicular son más cortas que las de inserción oblicua.

Cánulas de inserción perpendicular Cánulas de inserción oblicua

6 mm 13 mm

8 mm 17 mm

9 mm

Las cánulas que presentan menos riesgo de inyección intramuscular son las de 6 mm de longitud.
Los niños muy delgados pueden necesitar coger pliegue cutáneo para minimizar el riesgo de inserción
intramuscular.

En personas con gran grosor de grasa subcutánea se puede utilizar la cánula de 8 o de 9 mm de


longitud, según el modelo de bomba de insulina que lleven. Las personas muy delgadas, musculosas o
muy activas cuyo grosor de la grasa subcutánea es muy fino, deberían considerar el uso de cánulas de
inserción oblicua de 30-45º.

Si al retirar la cánula se observa la punta doblada o se tienen muchas alarmas de no infusión en la


bomba, hay que plantearse cambiar a una cánula más corta o a cánula de inserción oblicua.

Última modificación: 21/02/2022

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