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R E F L E X I O N E S P E DAG Ó G I C A S

Familia y escuela:
tensiones,
reflexiones y
propuestas Verónica Gubbins1

1 Psicóloga y Doctora en Ciencias de la Educación, Pontificia Universidad Católica de Chile. Directora del Magíster en Psicología
Educacional, Facultad de Psicología, Universidad Alberto Hurtado. Correo electrónico: vgubbins@uahurtado.cl

64 DOCENCIA Nº 46 MAYO 2012


fAMIlIA Y ESCuElA: TENSIONES, REflExIONES Y PROPuESTAS

El problema de la participación de los apo- puede más que estructurarse en base "No obstante
derados2 en la educación formal de los hijos e hijas al diálogo y reflexión conjunta entre
ha estado siempre presente, de una forma u otra, a escuela y un estamento organizado el discurso

REFLEXIONES PEDAGÓGICAS
nivel del debate y la toma de decisiones en materia cuya voz cuente con la legitimación de promocional
de políticas de mejoramiento de calidad y equidad sus pares.
educativa. Un rápido recorrido por la evolución de de alianza y
las políticas educativas de la última centuria en Chile, Según el informe de Desa-
rrollo Humano de Chile (PnuD, 2000)
democratización
permite identificar dos enfoques. El primero, construi-
do sobre el supuesto que la educación formal presen- el 78% de los establecimientos edu- de la gestión
ta especificidades de las que las familias solo pueden cacionales contaba con al menos un
participar asegurando asistencia y respeto de los hi- centro de padres y apoderados. Esto escolar ello no
jos a las reglas escolares (por ejemplo, presentación da cuenta de una cifra cuya magnitud ha permeado lo
personal, disciplina, etc.). Un segundo enfoque, sitúa permite pensar que la lógica demo-
el rol socializador de las familias y la escuela en un cratizadora de la gestión escolar co- suficiente la toma
plano de complementariedad, lo que exige estimular mienza a instalarse. No obstante, y “a de decisiones a
alianzas entre ambas instituciones. Esta última visión se pesar de su alta presencia cuantitativa
apoya en el reconocimiento de la importancia que las (se constata) que estos no parecen nivel pedagógico
familias intencionen de manera más explícita interés, incidir en aspectos centrales del pro- y administrativo
motivación y compromiso de niños y niñas hacia el ceso educativo” (PnuD, 2000, p.123).
aprender escolar. Por otra parte, estudios nacionales de de las escuelas".
los últimos años, muestran que los di-
Se consigna además, la relevancia de la rectivos, docentes y los propios apoderados no saben
participación organizada de los apoderados a dos cómo llevar a cabo esta participación (CiDe, 1999; CiDe/
niveles: desde una lógica de rendición de cuentas uAh, 2010; Participa, 2000; Rivera, 2004).
externa o impuesta desde fuera del establecimiento
educacional o accountability (Corvalán & Mc Meekin, Lo que se tiene, entonces, es que no obstante
2006) y otra de carácter interno o de carácter el discurso promocional de alianza y democratización
autorregulativo (Preal, 2003). La primera, se ejerce a de la gestión escolar ello no ha permeado lo suficiente
partir del proceso de elección de escuelas para los la toma de decisiones a nivel pedagógico y administra-
hijos e hijas. La segunda, refiere a la responsabilización tivo de las escuelas. Es en este contexto de proble-
de las familias por el mejoramiento de procesos y matización que el presente artículo propone algunas
estándares escolares desde dentro de la escuela distinciones susceptibles de ser tomadas en cuenta
(principalmente a través de los centros generales de cuando de lógicas democratizadoras de la gestión es-
padres y apoderados y los consejos escolares). Ambos colar se trate, con especial atención a la participación
niveles de participación se asocian a una lógica de de los apoderados. Así, se comienza señalando algu-
control de eficacia de las escuelas. nos hitos de la historia de la política educativa chilena
que permiten ilustrar con más detalle los enfoques
No obstante, los centros de padres y predominantes antes mencionados. A continuación,
apoderados constituyen espacios de asociatividad se destacan algunos antecedentes que construyen
donde también se ofrece la oportunidad de que los el escenario actual de lineamientos para la toma de
padres se organicen con el fin de conseguir un objetivo decisiones de las escuelas. En tercer lugar, se recogen
común, como es el mejoramiento creciente de la calidad algunos datos que dan cuenta de la percepción de los
del desarrollo y aprendizajes escolares de sus hijos e actores escolares en esta materia. A partir de estos
hijas (PnuD, 2000). Esto último, apoyado en la convicción antecedentes se termina delineando desafíos y distin-
de la co-responsabilidad socializadora que debe existir ciones susceptibles de ser considerados por el Estado
entre familias y escuela, y cuya coordinación no puede y una comunidad educativa que desea construir, de
más que sostenerse desde una lógica democrática de la manera democrática y autónoma, sus propios planes y
gestión escolar. De este modo, la toma de decisiones no programas de mejoramiento educativo y escolar.

2 El debate suele abordar nociones tan distintas como las de familias, padres, madres y apoderados como si estos fuesen sinónimos.
El sistema educacional chileno, y particularmente las escuelas, optan predominantemente por el uso de la palabra apoderados. No
obstante, la Ley de Educación Primaria Obligatoria no menciona esta palabra, sino refiere a “guardadores”. La Política de Participación
de Padres, Madres y Apoderados en el Sistema Educativo, actualmente vigente, tampoco entrega una definición explícita. Para efectos
de este artículo se entenderá por apoderado: toda aquella persona (hombre, mujer o ambos) que desempeña funciones parentales, de
cuidado y acompañamiento de las demandas escolares de niños y niñas, y que no solo se registran administrativamente como tales en los
establecimientos educacionales, sino que son los que asisten a las entrevistas con los docentes y a las reuniones de curso.
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hitos En lA trAyEctoriA dE lA Acción dEl de la infancia. No obstante el imperativo, la práctica


EstAdo En mAtEriA dE pArticipAción dE cotidiana no mostró avances significativos. Las lógicas
ApodErAdos de acción de las escuelas continuaron reproduciendo
el distanciamiento con las familias. De allí que el
De acuerdo a Gallardo (2006) es en el año decreto perdiera fuerza legal en los años siguientes.
1921, cuando se promulga la Ley de Instrucción En paralelo, y desde la iniciativa de algunos privados,
Primaria, donde se encuentran las primeras alusiones emerge tímidamente la necesidad de ampliar la
a este tema. La lógica de ese entonces era que las concepción educativa incorporando la visión de
familias tenían como principal misión asegurar el comunidad educativa por sobre el trabajo aislado de
ingreso de los hijos e hijas a la educación pública. El la escuela (por ejemplo, las escuelas experimentales
no cumplimiento de esta norma contraía sanciones de la década de los cuarenta).
penales para los padres. La responsabilidad de los
padres se remite solo al de velar por asegurar acceso Es en la década de los cincuenta, que la
de los hijos e hijas a la educación pública. Luego, es la participación de las familias, en tanto estamento
escuela la que se hace cargo de la educación formal de organizado, se incorpora como parte de las Garantías
niños y niñas. La familia y la escuela son instituciones Constitucionales. Lo que aquí se señala es que los
que forman y educan de manera separada, de acuerdo padres tienen el derecho de elegir los docentes para
a su propia especificidad. sus hijos e hijas y que sus representantes nacionales
deben ser incorporados como integrantes activos del
La noción de alianza entre familias y escuela, Consejo Directivo de la entonces Superintendencia de
emerge por primera vez el año 1928, donde, por Educación (institución que dio paso posteriormente
decreto, el Gobierno de Ibáñez del Campo impulsa al Ministerio de Educación). Se avanza así hacia un
una reforma educacional (Decreto 7.500). Lo que reconocimiento institucional del derecho y relevancia
aquí se demanda es que las familias no solo deben de contar con la voz de las familias en lo que a toma
asegurar asistencia de los hijos e hijas a la escuela, sino de decisiones políticas y administrativas se refiere
colaboración recíproca. Comienza a reconocerse el (Gallardo, 2006).
impacto socializador de las familias sobre los procesos
y resultados escolares, lo que exige a su vez cercanía y Autores como Redondo (2009) señalan
diálogo entre apoderados y docentes. Esto se puede que es el Proyecto de Escuela Nacional Unificada
ver reflejado en algunas de las palabras que le dirigiera (ENU), promovido en los años setenta bajo el lema
a los padres el Jefe del Departamento de una “educación nacional, democrática, pluralista
de Educación Primaria de la época: y popular” (Mensaje Proyecto de Escuela Nacional
"El paradigma “Queremos que la Escuela sea aliada Unificada [enu] del año 1972, citado por Redondo,
democratizador de la familia. Queremos que la obra 2009, p. 5), donde se aborda de manera más explícita
de la educación sea un producto de la necesidad de una participación más activa de toda
y deliberativo la escuela, constituida en comunidad. la comunidad educativa a nivel escolar. Este debate se
interrumpe, sin embargo, por el golpe militar de 1973,
con los Sirol losquepadres no se dan cuenta del
les toca desempeñar en donde se suprime toda organización de carácter
apoderados, esta reforma sus resultados serán consultiva o de representación. Los apoderados
deben volver a circunscribirse a sus responsabilidades
constituye un dudosos. ¿Cómo puede un padre
o una madre colaborar con los intrafamiliares, quedando excluidos de toda materia
importante maestros, si no visita la escuela, si sólo relacionada con la educación formal y las escuelas. No
obstante, es este mismo Gobierno el que estructura
“perturbador” va a matricular a su hijo? Queremos
que este distanciamiento termine el actual sistema educacional desde una lógica de
de las lógicas para siempre” (Gómez Catalán, 1928, descentralización y de subsidio a la demanda. El
supuesto es que la libre elección de establecimiento
escolares citado por Gallardo, 2006, p. 2). Se
trata de acortar la distancia entre educacional de parte de los apoderados, constituye
predominantes". ambas instituciones socializadoras una presión externa para el mejoramiento de la

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eficacia escolar. La competencia por matrículas y por que impone una sociedad en "Se mantiene
subsidios estatales a la demanda, en consecuencia, se proceso de democratización y
constituiría en uno de los incentivos más importantes globalización tecnológica y cul- la lógica de

REFLEXIONES PEDAGÓGICAS
para que las escuelas mejoren la calidad de su oferta tural creciente, como es lo que mercado o de
educativa. ha ocurrido tan vertiginosamen-
te en los últimos años en Chile: libre elección
De este modo, lo que se tiene es que la po-
lítica educativa chilena de los últimos cien años se ha
la llamada nueva sociedad de la de parte de los
información. Es en este contexto
movido de manera zigzagueante entre dos voluntades. que el enfoque de autonomía y apoderados
Una que entiende la educación como responsabilidad
exclusiva de la escuela, excluyendo del debate y la ac-
democratización en la toma de junto a otra de
decisiones educacionales presen-
ción local a las familias (década de los años veinte y
ta tanto atractivo.
intervención
ochenta). Otra, que desde un paradigma distinto bus-
ca la interlocución directa y deliberativa con los otros estatal en favor
También es de toda cla-
responsables de la educación de sus estudiantes, como ridad que el paradigma demo- de la integración
son sus apoderados, sea de manera individual (Decre-
to del año 1928 y década de los setenta) u organizada
cratizador y deliberativo con los social".
apoderados, constituye un im-
(década de los cincuenta). Es evidente que desde el
portante “perturbador” de las lógicas escolares pre-
primer enfoque, la escuela adquiere más poder para
definir, implementar y controlar los fines y procesos dominantes. Supone un cambio estructural a nivel de
socializadores de la infancia. La desventaja es que, y concepción educativa y estilos de gestión de las es-
particularmente en países como los nuestros donde cuelas, pero también de las lógicas de participación de
la estructura social describe tanta desigualdad eco- las propias familias. Estas últimas mucho más convoca-
nómica entre familias, la educación no logre impactar das, como se verá a continuación, como consumidoras
y no haga más que reproducir un orden social inad- de un servicio educacional que como interlocutoras
misible de seguir siendo sostenido. Asimismo, podría válidas y con derechos ciudadanos sobre las decisio-
quedar retrasada en nes formativas y educacionales de la escuela.
proporcionar res-
puestas socializa-
doras a las nue-
vas exigencias

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lA polÍticA EducAtiVA ActuAl le permite acceder (Elacqua & Fábrega, 2004).

Ahora bien, ¿cómo se ha abordado la parti- Es aquí donde se reconoce una de las gran-
cipación de los apoderados con el advenimiento de la des contradicciones del sistema educacional chileno
democracia desde el año 1989? La reforma educacio- actual: se fomenta una participación más activa de las
nal que en ese momento se desarrolla no alcanza a familias, pero desde una lógica de mercado y con poca
cuestionar el modelo de base sobre el que se estruc- consideración al contexto de un país desigual en la
tura el sistema. Se mantiene la lógica de mercado o distribución de los ingresos autónomos familiares. La
de libre elección de parte de los apoderados junto a convocatoria ensalza así, mucho más su aporte desde
otra de intervención estatal en favor de la integración un rol de cliente o consumidor de un servicio que su
social. Sin embargo, no se toma en cuenta que este rol de agente activo y co-responsable de la socializa-
modelo opera en una estructura social que describe ción de la infancia.
una de las mayores desigualdades de la región en tér-
minos de la distribución de los ingresos. A pesar de Paradójicamente además, la reforma se plan-
que Chile –haciendo abstracción de las consecuencias teaba la necesidad de focalizarse en “las oportunida-
económicas y psicosociales que trajo consigo el terre- des educacionales y su distribución social” (Cox, 2005,
moto del año 2010– ha descrito avances importantes p. 19). Se ha dicho que se trata de “llevar la reforma al
en reducir la tasa de la pobreza, la desigualdad de in- aula”; es decir, a las prácticas de enseñanza-aprendizaje
gresos se mantiene. En consecuencia, cuando se trata (Cox, 2005, p.42). Para ello, se continúa con el proce-
de ejercer el derecho a la libre elección solo puede so de reforma curricular iniciado el año 1996 para la
hacerlo una de cada dos familias. En la práctica, la liber- educación básica; la educación media desde 1998 y la
tad de elección solo es privilegio de familias con educación parvularia el año 2001. Se incorpora ade-
recursos económicos y culturales para más al currículum, la informática, tecnología
hacerla efectiva. La otra mitad y aprendizaje de un idioma extran-
solo debe resignarse a lo jero desde quinto año básico,
que su posición en los Objetivos Funda-
la estructura mentales Trans-
social versales y

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se aumenta la cantidad del tiempo de trabajo escolar que estas colaboren y participen en los "Se fomenta
a partir de la Jornada Escolar Completa. Se busca, par- procesos de aprendizaje y formación de los
ticularmente para los sectores más pobres, acortar la niños desarrollados por las escuelas” (Mine- una

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distancia entre los códigos lingüísticos familiares y los de duc, 2007). Sin embargo, y no obstante el participación
la escuela. Con todo, la política educativa nacional sigue imperativo asumido, la participación de los
optando por invertir solo en esta última (Cox, 2005)3. apoderados sigue estando atravesada por más activa de
la co-existencia de dos lógicas distintas. La
En paralelo, Chile suscribía el año 1990 en primera, que entiende la escuela como un
las familias,
Jomtien la Declaración Mundial de Educación para To- sistema social cerrado que solo da cabida pero desde
dos. El principio organizador de los acuerdos fue la al trabajo de expertos en educación y don-
Satisfacción de las Necesidades Básicas de Aprendizaje de el rol de las familias es constituirse en un
una lógica
en tanto base fundamental que permite dar cumpli- controlador externo de su eficacia. Una se- de mercado
miento a uno de los derechos consagrados en la De- gunda lógica, que se apoya en una noción de
claración Universal de Derechos Humanos, como es educación que considera indispensable abrir
y con poca
la Educación. Dadas las deficiencias a nivel de acceso sus puertas y crear espacios de deliberación consideración
y calidad de la misma a nivel mundial, la Conferencia entre los actores directamente implicados en
concuerda en la necesidad de una “visión ampliada” los procesos socializadores cotidianos de la al contexto
que comprenda: la universalización de la educación infancia. Alianza que no se traduzca solo en de un país
con equidad, “mejorar el ambiente para el aprendiza- relaciones diádicas entre docentes y familias,
je y fortalecer la concertación de acciones” (Unesco, individualmente consideradas, sino también desigual en la
1990, p.1-2); concertación de acciones entendida aquí convoque a una participación organizada del distribución
como “establecer nuevas relaciones y acciones entre estamento.
sectores gubernamentales, dependencias educaciona- de los ingresos
les, organizaciones no-gubernamentales, comunidades ¿qué sucEdE A niVEl dE lAs autónomos
locales y particularmente las familias de modo de EscuElAs?
contribuir al planeamiento, la ejecución, la gestión y familiares".
la evaluación de los programas” (Unesco, 1990, p. 2); La evidencia sugiere que la parti-
es decir, ir más allá de la escuela y de sus autorida- cipación de los apoderados no ha impactado lo sufi-
des como únicos responsables de la calidad educativa. ciente en la gestión escolar. La lógica centrada en los
Se trata de reconocer que en ello también colabo- expertos en el aula sigue predominando por sobre
ran otros actores y organizaciones involucrados en la concepción de comunidad educativa deliberativa. A
los procesos formativos y educativos de niños y niñas, nivel organizado, por ejemplo, estudios de sistematiza-
desde la “cultura, las necesidades y las posibilidades ción del trabajo realizado por los equipos de gestión
de la comunidad” (Unesco, 1990, p. 5). Se acuerda así, de escuelas P-9005 describen al año 2002, que en solo
promover en cada uno de los países participantes, una un 51.5% de ellos existe la presencia de un repre-
concepción educativa que busca complementar los sentante de los padres, es decir en uno de cada dos
procesos descentralizadores del sistema educacional establecimientos.
con una noción más amplia y democrática de comuni-
dad educativa4. Cuando se indaga en las opiniones de los
actores, algunos estudios muestran que los directi-
De este modo, la política educativa de los no- vos y docentes tienden a responsabilizar a las familias
venta y mediados de los años dos mil se focaliza en como causa primera del fracaso escolar y a percibir
incentivar a los docentes para que se apropien de un más bien falta de interés y compromiso de los pa-
nuevo currículo y estimular a la escuela a que desa- dres con la educación de sus hijos e hijas. Se señala,
rrolle un estilo de gestión que propicie “acciones de también, que el hecho que los padres tomen iniciativa
integración entre profesores y las familias, de modo para acercarse a solicitar información a los docentes,
3 Estas reformas se apoyan, en parte, en lo que se ha conocido como el movimiento de Escuelas Efectivas, el que ha jugado un rol muy
activo en la investigación educacional nacional. Lo que aquí se sostiene es que la escuela puede revertir las limitaciones en las condiciones
de entrada de niños y niñas provenientes de familias menos aventajadas en lo económico y lo cultural. Esto se hace especialmente
relevante cuando se trata de países con estructura social segmentada en lo económico y cultural, como es el caso de Chile (Unesco, 2008).
4 Así ha quedado plasmado también en la actual Ley General de Educación la que la define como: “(…) una agrupación de personas que
inspiradas en un propósito común integran una institución educativa (…) La comunidad educativa está integrada por alumnos, alumnas,
padres, madres y apoderados, profesionales de la educación, asistentes de la educación, equipos docentes directivos y sostenedores
educacionales” (Artículo 9°, p. 8-9).
5 Programa de focalización para el mejoramiento de la calidad de la educación en escuelas básicas de sectores pobres. Comenzó en 1990.

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especialmente cuando se trata de la tarea pedagógica, bién sentimientos de incompetencia de los apoderados,
es considerado como una intromisión. Otros docen- para prestar los apoyos necesarios desde el hogar, por
tes que reconocen el valor de la participación de los falta de conocimiento. Esto último con más fuerza en
padres en cuestiones de carácter escolar atribuyen di- el discurso de padres y madres con bajo nivel de es-
ficultades para materializarla, fundamentalmente por colaridad. Los padres también perciben prejuicios, de
sobrecarga horaria, las exigencias administrativas y la parte de los docentes, hacia sus formas de vivir en fa-
falta de competencia para trabajar con adultos (CiDe, milia (relacionados específicamente con la composición
1999; CiDe/uAh, 2010; Participa, 2000; Rivera, 2004). familiar y sus capacidades para ejercer eficazmente la
función parental). Especialmente sensibles son las mu-
Desde la perspectiva de los apoderados se jeres que se encuentran sin pareja a cargo de sus hijos
sugiere que los padres de establecimientos educaciona- y las denominadas familias recompuestas. Sin embargo,
les municipales y particulares subvencionados tienden estas consideraciones no parecen ser percibidas por los
a declarar que hacen suficientes esfuerzos por generar docentes (Gubbins, 2011; Martinic, Anaya & Torrendell,
ingresos con pocas oportunidades para compatibilizar 2006; Rivera, 2004).
responsabilidades laborales con las familiares y, en con-
secuencia, no les queda más que delegar a la escuela la En la práctica, lo que se ve es que los en-
educación de sus hijos. Las madres que trabajan seña- cuentros entre docentes y apoderados se reducen a la
lan que la escuela les hace muchas exigencias que no realización de reuniones de apoderados de carácter in-
pueden responder a causa de falta de tiempo. Además, formativas y orientadas a solicitar aportes monetarios,
existe la percepción que las demandas de la escuela útiles, textos escolares, uniformes y “quejas” respecto
son inoportunas y que escapan en mucho a lo que se del comportamiento o rendimiento del estudiante. Se
corresponde con la función parental. Se recogen tam- realizan más por demanda de la escuela que desde las
necesidades parentales. La comunicación entre apo-
derados y docentes tiende a ser así unidireccional y
centrada mucho más en las necesidades prácticas de la
escuela que en la deliberación conjunta de los asuntos
propios del quehacer formativo y educativo de los es-
tudiantes (Gubbins, 2011; Gubbins, 1999; Rivera, 2004).

Lo anterior resulta sorprendente cuando


estudios como los de Rivera (2004) señalan que do-
centes y apoderados dicen valorar la posibilidad de
“un trabajo conjunto y complementario” (p. 60). No
obstante, las prácticas escolares se encuentran aún le-
jos del deseo declarado. En los hechos, la participación
activa de las familias en los procesos decisorios de la
escuela es percibida como un fenómeno complejo de
abordar por ambas partes. Existen razones prácticas,
sentimientos de falta de competencia, temor, pero
también concepciones educativas que hacen difícil
compartir el poder decisorio con otros actores no
especializados en materia educacional y que, además,
no participan de manera directa y presencial de las
tareas y exigencias que trae consigo el trabajo dentro
del aula. De allí que la participación deliberativa de
los apoderados se perciba más como una experiencia
problemática que ventajosa para los fines de socializa-
ción de la infancia. Esto, para todos los involucrados,
incluidos los propios apoderados. La escuela continúa

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trabajando, en consecuencia, con: insuficiente conoci- Las escuelas cuentan hoy con algunos insumos
miento de la necesidad y beneficios de una gestión para estos objetivos. Existe una política que proporcio-
escolar democrática y deliberativa; y desconocimiento na lineamientos para la Participación de Padres, Madres

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de los recursos, intereses, necesidades y disposiciones y Apoderados en la Educación (Mineduc, 2002a). La-
de los padres, madres y apoderados para una colabo- mentablemente, no propone metas o resultados espe-
ración activa e intencionada respecto del mejoramien- rados que permitan realizar monitoreos o seguimiento
to de la calidad educativa. Lo anterior no hace más de su implementación a nivel de los establecimientos
que reproducir prejuicios y temores recíprocos (entre educacionales, por lo que no resulta un instrumento
docentes y familias) y mantener la brecha existente útil para la dirección y gestión pedagógica de la escuela.
entre la convocatoria pública que la política educativa La Política de Convivencia Escolar (Mineduc, 2002b)
le hace a las familias y la gestión de las escuelas. sí considera resultados, pero más bien orientados al
logro de los objetivos transversales. También se tiene
AlGunAs rEflExionEs finAlEs pArA lA el Marco para la Buena Enseñanza, el que tampoco
promoción dE unA pArticipAción más especifica estrategias, indicadores o resultados espe-
ActiVA dE los ApodErAdos dEsdE unA rados que vayan más allá de contribuir “a mantener
lóGicA dE comunidAd EducAtiVA informados a todos los padres sobre los procesos de
aprendizaje, y los avances y dificultades de sus hijos
Es importante recordar que la participación (…) crea(r) oportunidades para que los padres y apo-
de los apoderados se instala en un sistema educacional derados puedan involucrarse en las actividades del
que ofrece alternativas institucionales dependientes de establecimiento, aportando sus saberes, experiencias y
diversos sostenedores (privados y públicos) y con pro- sus deseos de colaboración” (Mineduc, 2008, p. 35). Se
yectos educativos también variados. Se delinea así un destaca también la responsabilidad de que la dirección
paisaje escolar que describe propósitos formativos (y del establecimiento educacional promueva un clima de
recursos) diversos. No obstante, la materialización de colaboración entre el propio establecimiento, los estu-
una lógica escolar más cercana a la de comunidad co- diantes y los padres y apoderados, pero sin orientación
responsable y deliberativa pone en juego concepciones específica sobre cómo hacerlo6. Hay aquí un segundo
educativas y no solo propósitos pedagógicos. Los obje- desafío para el Estado chileno: proporcionar insumos
tivos curriculares plantean más bien la pregunta respec- conceptuales y metodológicos que permitan el diseño
to de las modalidades de participación de los apodera- operacional del sentido y modalidades de participación
dos dentro de la realidad económica y social de cada en la escuela. Es decir, cuestionar la paradoja en la que
establecimiento educacional (o el qué y cómo hacerlo). se encuentra (entre una convocatoria de mercado y
Otro nivel de análisis es el que se relaciona con la toma otra democratizadora y de coordinación de acciones
de decisiones en materia de Proyecto Educativo Institu- con las familias en lo educativo).
cional. Lo que aquí se juega es más bien el sentido o la
razón de ser de la participación democrática. Sin embargo, la pertinencia también debe ha-
cer sentido a las familias de los estudiantes. La legitima-
Es aquí donde el Estado puede hacer con- ción que los actores directamente implicados hagan
tribuciones relevantes. En primer lugar, en hacer las de la misma, no puede ser soslayada ni mucho menos
distinciones que correspondan para ayudar a la es- minimizada. Pasar del deseo a la acción implica com-
cuela a perder el miedo. Aunque en la práctica la res- prender el sentido de la acción escolar y la capacidad
ponsabilidad de privilegiar una u otra modalidad de que la escuela tenga para contribuir a satisfacer las
participación, igual la termina teniendo la escuela, su necesidades, intereses y expectativas que las familias
pertinencia dependerá centralmente de la claridad ponen en juego cuando de la educación formal de los
institucional que se tenga respecto de sus propósitos. hijos se trata. Es esta comprensión la que estimula final-
La definición de lo que se desea lograr en materia de mente interés, motivación y disposición de los apodera-
procesos y resultados escolares constituye el principal dos para actuar a nivel de las actividades de la escuela,
insumo para precisar la o las modalidades que se con- pero especialmente motivar a sus hijos hacia el aprender
sideren adecuadas para estos efectos. escolar. No constituye un acto espontáneo que reacciona

6 Conscientes de estas carencias, algunas instituciones académicas del país han desarrollado en los últimos años programas psico-
educativos orientados al fortalecimiento de la alianza entre familias y escuela. Estos pueden constituirse en referentes interesantes para la
operacionalización de esta política a nivel escolar (Alcalay, Milicic &Torretti, 2005; Cardemil, 1995; Gubbins, 1997).

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solo por sensibilidad a la proclamación de ciertos discur- también se enfrenta a una cultura de convivencia
sos, es una consecuencia que emerge de convicciones social que parece competir más por satisfacer
personales que se articulan con los intereses institu- intereses individuales que asociarse en favor del bien
cionales y, al mismo tiempo, de una concepción edu- común (como es la representación de los pares y la
cativa que traspasa las fronteras de la escuela como organización de los centros de padres y apoderados).
única institución responsable de la educación formal
de niños, niñas y jóvenes. De este modo, la participación de los padres
es mucho más que asistir a las actividades organizadas
Hoy se trabaja con el supuesto de que las por la escuela. Se construye por medio de estrate-
familias no apoyan a sus hijos e hijas, independiente- gias que buscan estimular condiciones y prácticas que,
mente de la dependencia del establecimiento educa- bien direccionadas, pueden contribuir a optimizar la
cional. Existe evidencia que sugiere que esto no es así. efectividad de la escuela desde un clima de gestión
Un estudio cualitativo realizado el año 2009, donde más democrática y participativa. Si esto es así, reco-
se entrevista a 36 apoderados con hijos e hijas que ger información acerca de las disposiciones y prácticas
describían desempeño escolar en educación básica, en parentales es tan importante como la caracterización
establecimientos educacionales de diversa dependen- socio-demográfica de las familias de los estudiantes
cia de la Región Metropolitana, muestra que aunque de una escuela. Los establecimientos cuentan con dos
la participación de los apoderados en las actividades instancias bien valoradas por los apoderados para es-
escolares cumple con el mínimo de presencialidad tos efectos: la reunión de apoderados y las entrevis-
que exige la escuela, la mayor inversión en tiempo y tas personales con los docentes. Se ofrece aquí una
energía se hace en el hogar. El problema es que los oportunidad para instalar nuevas conversaciones en
directivos y los docentes no lo saben. En términos torno a la experiencia escolar de los estudiantes, y los
de su participación en actividades de la escuela, estos procesos involucrados, que no se está aprovechando
mismos apoderados señalaban sus preferencias hacia lo suficiente, en especial en el caso de las familias que
la asistencia –solo presencial– a las reuniones de apo- no han podido elegir libremente el establecimiento
derados y eventos de celebración. A lo más, la colabo- para sus hijos o hijas. El reconocimiento y valor de
ración en dinero, útiles o transporte para la realización la interlocución y construcción conjunta entre agen-
de las actividades que las escuelas requieren efectuar tes que comparten de manera complementaria una
con los estudiantes fuera de los límites físicos del es- misión socializadora en común, impele a develar, en
tablecimiento. Son argumentos más bien prácticos, primera instancia, lo que se va a entender por par-
como es la falta de tiempo por razones laborales, las ticipación de los apoderados. Para ello es necesario
que más se esgrimen a este respecto. En lo particular, traducir en objetivos educativos o formativos preci-
son las apoderadas de establecimientos municipales sos y detallados –ojalá por nivel educacional– lo que
y particulares subvencionados quienes, en la medida se ha planteado la escuela como proyecto educativo
que tengan tiempo y energía física disponible, más se institucional. El desafío de la comunidad educativa será
interesan por involucrarse en actividades organizati- luego, entonces, develar las expectativas recíprocas en
vas. Por otro lado, las apoderadas de establecimientos términos de necesidades, intereses, expectativas, re-
particulares pagados reportan más interés por asumir cursos, disposiciones y capacidad de respuesta para
funciones de delegado de curso ante el centro de pa- avanzar estrategias que permitan contribuir a su ma-
dres y apoderados. No obstante, la evaluación final terialización. De allí la necesidad de abrir los espacios
que se hace es que la presión que reciben en crítica y de encuentro entre familias y escuela para una mayor
falta de apoyo de sus pares inhibe el interés por repe- reflexividad conjunta respecto del sentido y aportes
tir la experiencia (Gubbins, 2011). que tanto la escuela como las familias pueden hacer.

Estos hallazgos permiten concluir que se debe Con todo, y para terminar, es importante
cambiar la creencia que los apoderados no tienen señalar también que sin convicción y confianza en la
interés o no estén comprometidos con la educación deliberación colaborativa como modo de pensar la
de sus hijos e hijas. Existe la disposición, pero también educación de los estudiantes, la participación de los
existen limitaciones objetivas (la jornada laboral, por apoderados seguirá siendo parte de la retórica de la
ejemplo). La participación más activa en la escuela política educativa y de las propias escuelas.

72 DOCENCIA Nº 46 MAYO 2012


fAMIlIA Y ESCuElA: TENSIONES, REflExIONES Y PROPuESTAS

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