Está en la página 1de 18

Instituto Superior de Investigación y

Docencia para el Magisterio

Implicaciones del rol de la familia como núcleo de las


comunidades, para generar una escuela abierta

Trabajo final del curso:


Modelos Pedagógicos contemporáneos

Quinto cuatrimestre

Maestría en Ciencias de la Educación


Con Opción Terminal de

Pedagogía
PRESENTA
KEREN HERRERA
Asesora del curso
Elizabeth González Gómez
Zapopan, Jalisco, (marzo, 2023)
INTRODUCCIÓN
En el presente texto se abordará el tema de la familia como unidad
fundamental en la construcción de las comunidades como centro del
aprendizaje, problemática que surge a partir de la reflexión crítica del nuevo
modelo educativo: Nueva Escuela Mexicana (NEM). Además, se presentan una
serie de propuestas para involucrar a las familias con la escuela y lograr
construir esa unidad que se espera del trinomio familia-escuela-comunidad.

Para fines de contextualización, conviene mencionar que la propuesta de


La Nueva Escuela Mexicana surgió para contrarrestar el abandono que
padecían las etapas escolares en educación básica (las cuáles hasta antes del
2019 lo conformaban: preescolar, primaria y secundaria). De acuerdo al
documento oficial de la NEM, la deserción de los estudiantes en el trayecto
hacia educación media superior, representa un problema social, ya que la
escuela es entendida como un medio que prepara a los individuos para su
inserción en la sociedad.

Como toda reforma educativa, la Nueva Escuela Mexicana surgió en


respuesta de una necesidad social que revela cómo lo que se está haciendo en
educación ya no funciona para la formación de los ciudadanos que la sociedad
actual necesita. Esta reforma llegó con el nuevo gobierno del actual presidente
Andrés Manuel López Obrador, aunque el poder Ejecutivo no sea su único
creador.

Entre los postulados que establece la Nueva Escuela Mexicana (NEM) se


reconoce el papel primordial que otorga a las familias como el núcleo de las
comunidades, con quienes el aprendizaje tiene una estrecha relación.

La lectura y reflexión de la NEM, así como el Plan de Estudios para


Educación Básica 2022 hacen notorio que se tienen altas expectativas de las
familias y que así mismo, se demanda mucho de ellas en una intención de
hacerlas parte de lo que se vive en la escuela, y más que eso, relacionar lo que
los estudiantes viven en la escuela con lo que viven día a día en sus hogares y
comunidades.
De acuerdo a la NEM, las familias son el primer círculo social con el que los
niños y niñas tienen contacto. En ellas aprenden normas de conducta, formas
de vida y cosmovisiones. Dado que la escuela es otro medio que vincula al
individuo con la sociedad, para la NEM, familia y escuela son actores igual de
importantes en el proceso educativo, y deben trabajar de la mano para la
formación de la sociedad que se necesita.
El problema es que el vínculo entre familias y escuelas no está lo
suficientemente fortalecido, una de las razones es que las escuelas tienen
pocas esperanzas de que los padres de familia y tutores se involucren en las
tareas escolares, y a su vez las familias desconfían de los educadores y
muestran pocos deseos de participar en ella (Rodríguez Larreta, 2022).
Otra causa es la escasa información que las familias reciben del modelo
pedagógico y de los progresos y avances en el proceso educativo de sus hijos.
Las juntas informativas no son bien asistidas y los maestros se quejan de la
falta de responsabilidad de los padres para participar en las tareas y proyectos
de la escuela.
También influye el hecho de que responsabilizan a la estructura educativa
(conformada por el cuerpo docente, autoridades educativas y el sistema), de
proveer los recursos y ambientes necesarios para la educación, y no asumen
su responsabilidad en el mantenimiento de las escuelas, lo que se evidencia en
el reclamo por las cuotas voluntarias que la escuela solicita o su poca
participación en acciones de cuidado de los recursos y el espacio escolar.
Quizás este escaso involucramiento tiene que ver con el desconocimiento de
sus obligaciones legales con la educación de sus hijos.
Pero pese a la problemática planteada, se tienen esperanzas de que sí es
posible establecer una buena relación familia-escuela. Dichas esperanzas para
solucionar frente al problema, surgen a partir de observar experiencias exitosas
donde las familias han formado parte del proceso de enseñanza aprendizaje de
sus hijos. Como ejemplos, el caso de una maestra de nivel preescolar que cada
semana invita a los padres de familia a realizar la lectura de un apartado del
Libro para las familias que la Secretaría de Educación envía cada ciclo escolar,
y su recuperación con un producto sencillo. Dicho trabajo constante a lo largo
del ciclo, ha permitido que los padres de familias reconozcan lo que este nivel
educativo pretende lograr, las características de la etapa de desarrollo de sus
hijos, y lo que pueden o no esperar del jardín de niños, con ello se percibió
mayor valoración del trabajo que la escuela y la maestra realizan.

Otra experiencia se rescata de otro preescolar donde el Consejo Escolar de


Participación Social en la Educación, forma comités en diferentes áreas
temáticas. Los comités los dirigen los padres de familia, quienes tienen la
responsabilidad de crear un plan estratégico para tratar el tema que les
compete, con los padres de familia y los alumnos. El resultado de dicha acción
es el fortalecimiento de la comunicación docente-padre de familia, y que estos
últimos valoren la labor que los maestros realizan cada día en el aula.

Ejemplos con estos hay más como evidencia de los beneficios que acarrea
la relación sana entre familia y escuela.

Actualmente es necesario que la escuela asuma parte de la responsabilidad


como generadora del lazo comunicador con las familias de los estudiantes y
comiencen a preguntarse ¿Cómo informar a las familias que el trabajo
educativo ya no corresponderá únicamente a la escuela?, ¿De qué manera
darles a conocer lo que este nuevo modelo educativo espera de ellos? Y ¿qué
medios o recursos se pueden emplear para fortalecer la participación de los de
padres de familia y tutores con una escuela abierta?
Es así que este trabajo tiene el objetivo de dar respuesta a estas preguntas
a través de la construcción de algunas sugerencias de trabajo para que las
escuelas comiencen a involucrar más a las familias. Por otra parte, es
necesario advertir que las sugerencias aquí planteadas son solo esbozos de
propuestas abiertas que posteriormente pueden recuperarse a fin de generar
con ellas modelos de actuación que puntualicen los pasos a seguir para lograr
los fines que se desean.
Por último, cabe mencionar la metodología del presente trabajo, la cual
consistió en una revisión crítica de algunos medios de noticias en internet,
como Noticias (Rodríguez Larreta, 2022), El financiero (Madrazo, 2019), El sol
del centro (Esparza, 2022) y Toluca, la bella ciudad (González, 2022) para
conocer la pertinencia del problema planteado y argumentar qué información se
ha dado a conocer en los medios de comunicación nacional, acerca de la
relación de familia con la NEM.
Con la intención de describir las características de la NEM y el rol que
asignan a las familias, se llevó a cabo una revisión de los documentos oficiales
del Plan de Estudios de la Educación Básica 2022 (Secretaría de Educación
Pública, 2022), La Nueva Escuela Mexicana: principios y orientaciones
pedagógicas (Secretaría de Educación Pública, 2019), y un artículo de
discusión académica de Díaz Barriga e Inclán (2001) en relación con el tema
planteado.
La construcción de la propuesta de implementación se generó a partir de la
lectura y análisis de los documentos normativos: Ley General de Educación
(Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, 2019) y el Acuerdo 716
(Secretaría de Educación Pública, 2014), un texto académico como referente
(Redding, s./f.), así como sitios web oficiales como la página del DIF Jalisco
(Procuraduria de protección de niños, niñas y adolescentes, 2020) y la página
del H, organismo derivado de la UNESCO (Dirección General de Servicios
Educativos de la UNESCO, s.f.).

PROBLEMATIZACIÓN
La educación en México ha presenciado varias reformas en los últimos 50
años, todas ellas con un enfoque “instrumental, conductista y eficientista”
(Secretaría de Educación Pública, 2022, pág. 51), las más recientes: la de 1992
(Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica); 2001-2006
(Programa Sectorial de Educación); la del 2004 hasta antes del 2017 (que trajo
la incorporación del concepto de competencias); y la del 2017 (llamada
Aprendizajes Clave) (Secretaría de Educación Pública, 2022).
Una reforma educativa “son actos de gobierno, es decir, como acciones
a través de las cuales el Estado establece elementos para orientar las políticas
de la educación, son el resultado de un proceso complejo en el que intervienen
componentes internos y externos a la realidad social y educativa de un país”
(Díaz Barriga & Inclán, 2001, pág. 5). De esta manera, las reformas que se han
vivenciado en México, han modificado el proceso de formación que se vive en
las escuelas, y que impacta en la vida social.
El Sistema Educativo, ha encontrado en la reforma “un continuo proceso
de modificación del papel de la educación en el desarrollo de un país” (Díaz
Barriga & Inclán, 2001, pág. 12), pues reconoce el aporte que tienen las
escuelas en la formación del ciudadano ideal para el espacio temporal que
ocupa cada gobierno.

Cada reforma educativa se fundamenta en un modelo pedagógico, con


principios teóricos que guían el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por esta
razón, las reformas traen consigo una serie de cambios que impactan todo el
sistema, desde los documentos normativos (leyes, acuerdos, planes de acción,
proyectos), hasta lo que ocurre día a día en las aulas, así como las relaciones
que se establecen entre los actores y elementos que intervienen en el proceso
educativo, siendo un caso, la relación entre escuela y familia.
Desde la reforma anterior, llamada Aprendizajes Clave 2017, comenzó a
hablarse de la importancia de las familias en el proceso educativo. En el
apartado Relación escuela-familia se menciona la importancia de que las
familias conozcan los cambios curriculares para que sean conscientes que sus
hijos recibirán una educación distinta a la suya. También menciona que la
escuela debe ponerse de acuerdo para establecer comunicación con el CEPSE
(Consejo Escolar de Participación Social) para crear estrategias que
fortalezcan la relación. Así mismo, se sugieren algunas acciones que los
padres deben seguir, como conocer las actividades de la escuela, desarrollar
un diálogo de respeto con los maestros y directivos, mantener comunicación
con sus hijos y enviarlos bien preparados para las actividades escolares
(Secretaría de Educacion Pública, 2017).
En el plan de estudios de esa reforma, se establecen ciertas tareas hacia
los padres de familia que representan cada escuela. Designa que los CEPSE
deben participar en la creación del plan de trabajo, incluso que pueden
participar de la gestión y vigilancia de las normas escolares. Además, a través
de los Comités de Contraloría Social, deben vigilar la transparencia de recursos
económicos. Esto permite ver cómo desde una reforma atrás se consideró a los
padres de familia como actores importantes en la toma de decisiones de la
escuela (Secretaría de Educacion Pública, 2017).
Es necesario mencionar que este modelo educativo, establece una
diferencia entre lo que es comunidad y lo que es familia, y su relación en la
construcción del conocimiento. A la familia se le atribuye la función de transmitir
modelos de conducta a través de los diferentes estilos de crianza y las
actividades cotidianas de vida práctica, la comunidad se encarga de enseñar a
través de las actividades cívicas y culturales, valores culturales y formas de
relacionarse con otros, mientras que la escuela es quien provee las actividades
curriculares y extracurriculares y fomenta la relación entre pares. Así, define
claramente la función de la escuela, diferenciándola de los otros contextos:
“propiciar aprendizajes y lograr que los estudiantes adquieran conocimientos”
(Secretaría de Educacion Pública, 2017, pág. 68).
Tras este escenario, vale la pena cuestionar si el postulado de la NEM es el
mismo que la reforma anterior, dividiendo funciones a cada agente. Respecto a
esto, las noticias señalan que las familias poco saben de la reforma educativa
actual. Las noticias que circulan hacen mención de los cambios curriculares,
por ejemplo, que los grados escolares desaparecerán (González, 2022), hecho
que a los padres preocupa pues piensan que a sus hijos les costará adaptarse
a los cambios.
Otras notas señalaron manifestaciones de grupos activistas para la Familia,
quienes reclamaban que el enfoque curricular de la NEM, impone la ideología
de género y con ello toma parte en acciones que no le corresponden a la
escuela: hablar sobre valores y perspectivas de vida (Esparza, 2022).
Lo anteriormente expuesto revela un panorama donde la escuela se
encargaba solamente de promover aprendizajes del tipo conocimientos, y la
familia de formar en valores. Frente a esto, la NEM tiene una visión distinta de
la escuela, la comunidad y la familia. Las familias también transmiten cultura
pues ella se construye a través de los estilos de vida, valores y creencias de los
individuos que conviven al hacer comunidad.
Comunidad, es para la NEM, el “núcleo de las relaciones pedagógicas y de
los procesos de enseñanza-aprendizaje” (Secretaría de Educación Pública,
2022, pág. 78). La escuela y la comunidad son interdependientes. No hay
tareas distintas para cada actor, la comunidad contiene otros espacios como la
escuela y la familia. Vemos entonces que, escuela y familia con igual de
importantes y cumplen tareas a la par, y la comunidad engloba dichas tareas
porque considera que lo que se aprende en la escuela se debe reflejar en la
comunidad y la familia, y a su vez, lo que se aprende en la familia y la
comunidad, debe considerarse en la escuela también.
Como la NEM considera tan importantes a las familias, a la par de la
escuela, se vuelve necesario legislar lo que se espera de ellas, a fin de
puntualizar su relevancia en el proceso educativo.
Además, de lo descrito anteriormente, el escenario de pandemia que se
vivió hace dos años, refuerza el hecho de que las familias ya no pueden
quedarse fuera de la escuela, y que su involucramiento con las tareas
escolares, fortalece el proceso de aprendizaje.
Durante el confinamiento, las tareas de las familias aumentaron pues al
estar cerrados los espacios físicos de las escuelas, las familias se convirtieron
en ayudantes de los maestros, desde casa. Con esto, se borraron los límites
que existían entre la escuela y la participación pedagógica de las familias
(Secretaría de Educación Pública, 2019), pero, ¿qué implicaciones tiene esto?

CARACTERÍSTICAS DE LA NEM
Descripción general de la NEM
La NEM tiene como función principal la formación integral de niñas, niños,
adolescentes y jóvenes y “promover el aprendizaje de excelencia, inclusivo,
pluricultural, colaborativo y equitativo a lo largo del trayecto de su formación”
(Secretaría de Educación Pública, 2019, pág. 3), esto significa que este nuevo
modelo de escuela, pretende formar en todos los rasgos que constituyen al
individuo, más allá de los saberes, se tratan valores y habilidades.
El principio de responsabilidad ciudadana, busca promover una visión
nacionalista a través de la promoción de valores cívicos como el respeto y la
equidad que generen en los alumnos conciencia social para formarles como
actores transformadores de su realidad. Para ello se requiere formar personas
críticas, participativas y activas.
El principio de respeto a la dignidad humana surge desde el paradigma
filosófico humanista que sustenta la educación, donde el estudiante es el eje
central del modelo educativo (Secretaría de Educación Pública, 2019). Así
mismo, se reconoce a las personas como parte de una comunidad, lo que lleva
a entender el aprendizaje en una relación estrecha entre individuo y
comunidad, por lo que se espera que la escuela sea el medio que conecte
ambos personajes.
El principio de la interculturalidad es un elemento muy característico de
la NEM, (se trata del primer modelo educativo que lo reconoce). Este principio
se sostiene en la comprensión y aprecio de la diversidad cultural y lingüística y
se relaciona fuertemente con el concepto de inclusión y universalidad, en el
sentido que “se reconoce la diversidad como condición y punto de partida de
los procesos de aprendizaje con función de aquello que es común para todas y
todos” (Secretaría de Educación Pública, 2022, pág. 21). Este principio,
reconoce que no existe una sola forma de hacer conocimiento, sino que cada
quien tiene una visión distinta de un mismo hecho y todas las visiones son
válidas.
Desde esta visión, la comunidad ocupa el centro de la educación,
entendiendo comunidad como el “conjunto de sujetos que se relacionan en un
territorio determinado, desde donde es posible hacer construcciones sociales,
simbólicas económicas e históricas comunes…” (Secretaría de Educación
Pública, 2022, pág. 15). En este sentido, el rol que la escuela debe cumplir es
el de conectar a los individuos con su comunidad, preparándoles para ser
sujetos de derecho, capaces de transformar su realidad social desde la
emancipación.
Para ello, el propósito principal de la NEM es formar una sociedad laica y
democrática, que se construye con estudiantes que reflexionan, comprenden y
dan significado a los contenidos en la comunidad local. Para ello, se busca el
desarrollo del máximo logro de las potencialidades y capacidades de cada
persona, en el seno de una comunidad a la que sirven y que les sirve
(Secretaría de Educación Pública, 2022).
Los contenidos que se proponen en la NEM, son aquellos saberes
construidos socialmente desde la vida comunitaria y dirigida de vuelta hacia
ella. Los contenidos deben ser abordados desde una secuencia dialógica y con
perspectiva histórica. Para ello, se vuelve indispensable que exista
transversalidad entre los contenidos y que ningún conocimiento sea transmitido
de manera aislada, sino de manera más interrelacionada.
Puntualmente, la NEM establece cuatro campos formativos que
engloban todos los contenidos: Lenguajes, Saberes y pensamiento científico,
Ética, naturaleza y sociedades y De lo humano y lo comunitario. Así mismo,
instituye siete ejes articuladores que se interconectan con los campos
formativos: Inclusión, interculturalidad crítica, pensamiento crítico, igualdad de
género, educación estética, apropiación de las culturas a través de la lectura y
la escritura y vida saludable (siendo cuatro de ellos temáticas nuevas en un
modelo educativo para el contexto mexicano). Así mismo, la educación básica
se degrada en seis fases que abarcan educación inicial, preescolar, primaria y
secundaria.
En la intención de hacer el comunitario el aprendizaje, la NEM plantea la
problematización como el recurso para contextualizar los saberes. La
problematización consiste en “convertir en pregunta el vínculo con el mundo”
(Secretaría de Educación Pública, 2022, pág. 22), lo cual significa saber de qué
manera se expresa el conocimiento para los estudiantes desde su contexto
cercano.
Para problematizar, se concede la autonomía curricular donde se
revaloriza a los maestros como profesionales de la educación, intelectuales
capaces de “decidir las posibilidades de educación, emancipación y
transformación de la realidad desde los procesos educativos” (Secretaría de
Educación Pública, 2022, pág. 69). Los maestros son los encargados de
ejercer la autonomía a través del codiseño del currículo, en la creación del
programa analítico, que surge de la contextualización de los contenidos
nacionales (expuestos en el programa sintético) a través del ejercicio de
problematización de la realidad. Para la práctica, la NEM instaura metodologías
activas que promueven la colaboración con la comunidad a través de proyectos
de intervención, donde la evaluación se concibe como un proceso formativo y
no punitivo.

El rol de las familias en la NEM


La descripción anterior permite conocer el posicionamiento filosófico-
metodológico que sustenta la NEM, pero queda pendiente el problema que
atañe en este trabajo, el cual tiene que ver con el papel que asigna a las
familias y las responsabilidades que les atribuye en el proceso educativo ¿qué
dice la NEM de las familias y su responsabilidad con la educación?
Este modelo educativo responsabiliza al estudiante como sujeto principal
en la construcción de su aprendizaje, pero como se enunció anteriormente, la
NEM comprende que ningún individuo está solo, sino que todos formamos
parte de un esquema mayor al cuál llamamos comunidad. El primer núcleo de
pertenencia lo conforma la familia, la escuela es otro núcleo, y a su vez, ambos
son espacios que conviven con la comunidad.

Para la NEM las familias cumplen un papel fundamental en la formación


de los estudiantes como ciudadanos. En la familia ellos aprenden de primera
mano, valores, normas de conducta, adquieren creencias y estilos de vida,
cosmovisiones e ideales que los caracterizan como seres únicos y a la vez,
parecidos a sus seres más cercanos. Es así que las familias forman parte del
proceso de enseñanza, y no solo la escuela, como se entendía antes.
Pero para entender y apreciar a las familias, es necesario reconocer que
no existe un modelo único de ella, sino que hay una variedad de modelos de
familia según la NEM, todos ellos valiosos e igual de importantes en el
desarrollo de los infantes y jóvenes. Hay familias “homoparentales,
monoparentales, reconstruidas, de acogida, temporales, extensas y adoptivas”
(Secretaría de Educación Pública, 2022, pág. 27). Además, todas las familias
tienen características particulares de preferencias políticas, religiosas,
culturales, condiciones sociales, económicas, geográficas, de salud, etc., que
las constituyen diversas, todas igual de importantes y valiosas.
Por estas razones, la NEM exhorta a la escuela a involucrar a las
familias a través de la comunicación y el diálogo respetuoso. Se recomienda
que las maestras y maestros comenten con las familias lo que se espera de
ella, pero también que, en una intención bidireccional, las familias expresen a la
escuela y los docentes, lo que se espera de la escuela, en el entendido que se
busca formar un equipo donde todos los actores participen colaborativamente
en el aprendizaje de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Para ello se
vuelve fundamental que las decisiones educativas se funden en permanente
comunicación familia-escuela, para que exista el mutuo acuerdo que favorezca
el trabajo cooperativo.
Se lee sencillo el plan: desarrollar comunicación permanente con las
familias para que el proceso de aprendizaje se potencialice y las acciones
educativas acarren mejores resultados pero, ¿de qué manera puede lograrse
este propósito? A continuación se enuncia una propuesta.

PROPUESTA DE IMPLEMENTACIÓN

El trabajo con los padres de familia es una oportunidad para mejorar la


educación por todas las razones mencionadas anteriormente. Generalmente se
piensa que la familia es la encargada de criar y que la escuela de educar, pero
en realidad, la formación es un trabajo conjunto entre ambos. La propuesta
ahora es que los padres de familia formen parte de las tareas que antes solo
eran reconocidas como tareas de la escuela, y a su vez, la escuela ahora tiene
responsabilidades que antes solo le correspondían a la familia, creando así un
binomio inseparable.
La Ley General de Educación, en su artículo 34 designa a los padres de
familia y tutores como uno de los actores que componen el Sistema Educativo
Nacional, con responsabilidad social (Cámara de Diputados del H. Congreso de
la Unión, 2019), a la par de los docentes, las autoridades educativas y los
organismos sociales.
Además, la experiencia permite notar que los resultados académicos
mejoran cuando los padres se involucran más con la escuela porque los
alumnos se manifiestan más motivados y su desempeño mejora. Pero, ¿de qué
manera los padres de familia pueden involucrarse con la educación de sus
hijos? A continuación, algunas opciones:
1. Proporcionando a los maestros y la escuela, información de los alumnos
que ayude a generar mejores experiencias de enseñanza y atender las
necesidades individuales de cada uno, porque son ellos quienes mejor
conocen a sus hijos.
2. Participando en las necesidades de la escuela, apoyando su
mantenimiento con las cuotas de recuperación, invirtiendo mano de obra
en los casos en que se requiera personal para realizar ciertas
reparaciones.
3. Colaborar con la escuela en proyectos de intervención social, como
campañas de concientización o algunas acciones pedagógicas como
presentaciones, participación en proyectos escolares, etc.
4. Involucrarse en el desarrollo de las tareas que los estudiantes llevan a
casa, comunicarse con los maestros para mantenerse informados
acerca del desempeño académico de sus hijos y proporcionar a sus
hijos, los recursos necesarios para realizar sus deberes, además que
estas acciones son por ley, derechos y obligaciones de todos los padres
de familia o tutores:
Las madres y padres de familia o tutores serán corresponsables en el proceso

educativo de sus hijas, hijos o pupilos menores de dieciocho años para lo cual,

además de cumplir con su obligación de hacerlos asistir a los servicios

educativos, apoyarán su aprendizaje, y revisarán su progreso, desempeño y

conducta, velando siempre por su bienestar y desarrollo (Artículo 21 de la Ley

General de Educación (Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión,

2019, pág. 28).

Este tipo de participaciones comunican a los padres de familia con la


escuela, pero, ¿qué puede hacer la escuela para generar los espacios de
diálogo con las familias? También en este sentido, la Ley General de
Educación estipula que son las autoridades educativas las principales
responsables de realizar acciones para involucrar a los padres de familia y
tutores con la escuela (artículo 74) (Cámara de Diputados del H. Congreso de
la Unión, 2019). Algunas acciones sugeridas son:
1. Aprovechar las juntas escolares como espacios para compartir
información relevante acerca del modelo educativo actual, las
metodologías de trabajo, las expectativas de los alumnos y las
solicitudes hacia las familias. La ley establece esta acción como una
obligación de las autoridades educativas:
En el ámbito de sus respectivas competencias, las autoridades educativas

desarrollarán actividades de información y orientación para las familias de los

educandos en relación con prácticas de crianza enmarcadas en el ejercicio de

los valores, los derechos de la niñez, buenos hábitos de salud, la importancia

de una hidratación saludable, alimentación nutritiva, práctica de la actividad

física, disciplina positiva, prevención de la violencia, uso responsable de las

tecnologías de la información, comunicación, lectura, conocimiento y


aprendizaje digital y otros temas que permitan a madres y padres de familia o

tutores, proporcionar una mejor atención a sus hijas, hijos o pupilos (Cámara

de Diputados del H. Congreso de la Unión, 2019, págs. 28-29).

Comunicar a las familias los avances de sus hijos traerá como beneficio el
seguimiento en su proceso de aprendizaje, lo que permite detectar áreas de
oportunidad y generar acciones para atender las problemáticas, pero en trabajo
conjunto, bajo mutuo acuerdo.
2. Realizar carteles o folletos informativos que permitan explicar a los
padres de familia en qué consiste el modelo pedagógico de la NEM y
que implicaciones tiene para la educación de sus hijos (aunque podrían
aplicar a cualquier otro tema de interés académico, en otro escenario
espacio-tiempo). Dichos medios informativos también deben dar a
conocer las obligaciones que las familias tienen con el proceso de
enseñanza aprendizaje y ofrecer oportunidades para participar con la
escuela.
3. Fomentar la participación de los padres de familia y tutores en los
Consejos de Participación Social en la Educación. La ley les brinda
funciones importantes para su participación escolar en acciones como la
toma de decisiones de la escuela, participar de actividades pedagógicas,
vigilancia en la transparencia de recursos, y de las normas de la
escuela. Según el Acuerdo 716, en el artículo siete, enuncia:
Con el propósito de fomentar la participación organizada de la sociedad, cada
consejo elaborará un proyecto de participación social en la educación, en el
que se fijarán las estrategias, acciones y metas acordes a las necesidades y
competencias de cada uno de ellos (Secretaría de Educación Pública, 2014,

pág. 2).

El acuerdo recomienda algunas líneas de participación como temas a tratar,


pero ofrece la libertad de sumar otras. Recordemos que, en la práctica, todas
las escuelas públicas tienen la obligación de elegir y registrar cada ciclo
escolar, padres de familia o tutores responsables de cada línea de
participación, aunque la experiencia ha mostrado que en algunas escuelas,
dicho registro queda solo en el papel, sin llevarse a la práctica porque las
autoridades del plantel educativo aún no comprenden la oportunidad que este
espacio brinda para que se involucren las familias con las tareas escolares.
Aunque también existen los casos de escuelas que han abierto la
oportunidad para que los responsables de dichos comités realicen algunas
actividades pedagógicas con los alumnos en las aulas de clases, y las
experiencias han sido muy enriquecedoras. Si se establecen equipos con
padres de familia para cada línea de participación, se les puede ofrecer la
oportunidad de que ellos planeen actividades para desarrollar esos temas en
sus comunidades escolares, a través de proyectos pedagógicos, gestión de
recursos, capacitaciones o apoyos sociales.
Pero para que se lleve a cabo dicha tarea, es necesario que la plantilla de
registro del CEPSE sea más que solo firmas en papel, que se establezca un
modelo de escuela abierta donde los padres de familia puedan ingresar y
participar con los alumnos e incluso en las juntas de organización como lo son
el Consejo Técnico Escolar.
4. Generar talleres como Escuela para Padres, que son espacios de
capacitación para las familias, donde se pueden abordar diversos temas
que ayuden a mejorar las relaciones familiares. Es necesario mencionar
que dichos espacios son ofrecidos por organismos sociales como el
Desarrollo Integral de la Familia (por sus siglas, DIF), en el caso de
Jalisco como un recurso que las escuelas pueden solicitar gratuitamente
para la formación de sus comunidades de padres de familia y tutores
(Procuraduria de protección de niños, niñas y adolescentes, 2020).
Sin embargo, la Secretaría de Educación Pública brinda a los maestros la
oportunidad de generar estos espacios en las instituciones educativas que
dirigen, en los momentos en que el colectivo docente lo considere necesario.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (por sus siglas, UNESCO), ofrece de manera gratuita, Guías de trabajo
para la implementación de dichos talleres (Dirección General de Servicios
Educativos de la UNESCO, s.f.).
Aunque no está por demás mencionar que, considerar esta última
propuesta, demanda de la autoridad escolar y los docentes, un esfuerzo de
tiempo y trabajo extra, ya que, la planificación, implementación y evaluación de
espacios como estos, se aumentan al trabajo ordinario que ya realizan, sin una
remuneración económica adicional que compense el desgaste adquirido. Se
reconoce pues que, brindar dichos talleres sería una muestra tangible del
compromiso social que tienen los maestros por mejorar las comunidades
educativas y aportar para el bien común de los niños, niñas, adolescentes y
jóvenes de nuestro país.
5. Poner en marcha un Curso propedéutico para padres de familia. Un
espacio donde se les capacite acerca de sus responsabilidades hacia la
educación de sus hijos, donde conozcan la forma de trabajo de esa
escuela en particular, los espacios disponibles para participar de la
mano con la institución, lo que se espera de ellos y lo que ellos pueden
exigir a la escuela. Así mismo, que se les comparta información acerca
de los principios del modelo pedagógico actual, así como los
lineamientos normativos de la escuela.
6. Crear un Modelo de funciones, donde se establezcan claramente las
tareas de cada miembro que participará con la escuela, a fin de que
cada vez que lleguen personas nuevas a los CEPSE, conozcan en qué
áreas sí tienen permitido tomar decisiones, sus responsabilidades y
libertad de exigencia.

CONCLUSIÓN
El desarrollo del presente texto no tiene la menor intención de responsabilizar
exclusivamente a los maestros de la tarea social por involucrar a los padres de
familia y tutores con la escuela. Reconocemos también la responsabilidad que
las autoridades educativas y las propias familias tienen para comunicarse con
la escuela y generar espacios de vinculación con ella.
La intención principal ha sido únicamente, reflexionar acerca de un
aspecto de los muchos que componen la NEM desde sus características como
reforma educativa. Entendemos que como este tema, existen muchos otros
aspectos que podrían ser problematizados a fin de generar otras propuestas de
acción que podrían surgir desde los maestros como profesionales de la
educación.
Por otro lado, se reconoce la labor que los maestros realizan día a día
para establecer el vínculo familia escuela, porque en realidad, desde hace
varios años, los maestros ya se preocupaban porque la familia participara. En
consecuencia, las ideas aquí propuestas se recuperaron de experiencias en
otros espacios donde las llevan a cabo.
Es así que el tema, se abre a la discusión para la generación de nuevos
debates y propuestas, además que las ideas aquí enunciadas son tema
pendientes a profundizar, donde cada una de ellas podría corresponder a un
trabajo aparte de investigación educativa.
Por último, este trabajo permitió reconocer la necesidad de abrir la
escuela para que accedan los padres de familia a ella, no solo como
espectadores, sino como actores de cambio. Este hecho supondrá una
mentalidad flexible por parte de los docentes y las autoridades educativas,
donde se despojen del prejuicio de que las familias no quieren involucrarse con
la escuela, por el contrario, con una visión positiva de ello.

Referencias
Agencia el Universal. (08 de febrero de 2023). Docentes rechazan nuevo plan de estudios de
educación básica del ciclo escolar 2022-2023. Obtenido de Publimetro:
https://www.publimetro.com.mx/noticias/2023/02/08/sep-maestros-rechazan-nuevo-
plan-de-estudios-de-educacion-basica-del-ciclo-escolar-2022-2023/

Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. (2019). Ley General de Educación. Nueva
Ley DOF 30-09-2019. México: Secretaría de servicios parlamentarios. Obtenido de
https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGE.pdf

Diario Oficial de la Federación. (2013). Ley General de Educación.

Díaz Barriga, Á., & Inclán, E. C. (2001). “El docente en las reformas educativas: Sujeto o
ejecutor de proyectos ajenos”,. OEI, Revista Iberoamericana de Educación,(25), 3-18.

Dirección General de Servicios Educativos de la UNESCO. (s.f.). Programa Escuela para Padres,
Madres de Familia, Tutores y/o Encargados y Guía de Trabajo. Obtenido de Sistema de
Información de Tendencias Educativas en América Latina:
https://siteal.iiep.unesco.org/bdnp/1248/programa-escuela-padres-madres-familia-
tutores-yo-encargados-guia-trabajo

Esparza, A. (14 de julio de 2022). Frente Nacional por la Familia en descontento con el Nuevo
Modelo Educativo. El sol del centro. Obtenido de
https://www.elsoldelcentro.com.mx/local/frente-nacional-por-la-familia-en-
descontento-con-el-nuevo-modelo-educativo-8591971.html

González, E. (25 de agosto de 2022). Así es el nuevo plan de estudios de la SEP sin grados
escolares para nivel básico . Obtenido de Toluca, la bella ciudad:
https://tolucalabellacd.com/2022/08/25/educacion/asi-es-el-nuevo-plan-de-estudios-
de-la-sep-sin-grados-escolares-para-nivel-basico-280396-240397/
Madrazo, J. (28 de agosto de 2019). Nueva Escuela Mexicana. Revalorizar al magisterio y
construir un nuevo modelo de escuela, columnas de la transformación que impulsa el
gobierno de López Obrador en la educación. El financiero. Obtenido de
https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/julio-madrazo/nueva-escuela-mexicana/

Ortiz, J. (02 de septiembre de 2022). El nuevo plan de estudios golpea la competitividad.


Obtenido de El economista: https://www.eleconomista.com.mx/opinion/El-nuevo-
plan-de-estudios-golpe-a-la-competitividad-20220902-0011.html

Procuraduria de protección de niños, niñas y adolescentes. (2020). Escuela para madres y


padres. Obtenido de DIF Jalisco: https://difjalisco.gob.mx/ppnna/escuela-para-madres-
padres

Redding, S. (s./f.). Familias y escuelas. Ginebra: Academia Internacional de Educación.

Rodríguez Larreta, A. F. (23 de febreo de 2022). La familia y la escuela: la conflictividad entre


padres y maestros. Noticias. Obtenido de
https://noticias.perfil.com/noticias/cultura/la-familia-y-la-escuela-la-conflictividad-
entre-padres-y-maestros.phtml

Secretaría de Educación Pública. (2014). ACUERDO número 716 por el que se establecen los
lineamientos para la constitución, organización y funcionamiento de los Consejos de
Participación Social en la Educación. DOF: 07/03/2014. México: Secretaría de
Educación Pública.

Secretaría de Educacion Pública. (2017). Aprendizajes clave para la educación integral. Plan y
programas de estudio para la Educación Básica. Ciudad de México: Argentina 28.

Secretaría de Educación Pública. (2019). La Nueva Escuela Mexicana: principios y orientaciones


pedagógicas. Ciudad de México: Secretaría de Educación Pública.

Secretaría de Educación Pública. (2022). Plan de Estudios de la Educación Básica 2022. Ciudad
de México: Secretaría de Educación Pública.

También podría gustarte