16. Como se ha mencionado anteriormente, para que pueda realizarse el ingreso a la
administración pública mediante un contrato a plazo indeterminado, se exige de manera obligatoria un previo concurso público de méritos para una plaza presupuestada y vacante de duración indeterminada.
En aquellos procesos de amparo contra la Administración Pública, en los que se haya
verificado que los demandantes previamente han cumplido con los requisitos para el ingreso a esta, y además se haya acreditado la arbitrariedad del despido de este cargo, deberá proceder la respectiva reposición.
En la etapa de ejecución de la sentencia de amparo, el juez deberá agotar todos los
mecanismos judiciales previstos en la ley para que la parte demandante sea reincorporada en la plaza que le corresponda conforme a la sentencia que se expida para cada caso concreto, de esta manera se vela por la tutela jurisdiccional de los derechos del demandado, dando de este modo solución al conflicto. No obstante, ello no es de aplicación a los trabajadores de confianza, a quienes no les corresponde la reposición.
17. De igual manera, anteriormente en la doctrina del Tribunal Constitucional, se ha
tratado en jurisprudencia, respecto al prever en el presupuesto con la finalidad de que la plaza que el demandante anteriormente ocupaba se mantenga presupuestada para, de ser el caso actuar o ejecutar de forma inmediata la sentencia estimatoria cuando se cumpla con la verificación de que el demandado haya ingresado a su cargo estatal administrativo mediante concurso público de méritos y abierto para una plaza presupuestada y vacante de duración indeterminada; todo esto siendo visto desde la perspectiva de una posible contingencia económica.
18. En caso el demandante no haya ingresado a la Administración Pública mediante
"concurso público de méritos para una plaza presupuestada y vacante de duración indeterminada", su situación no queda desprotegida, ya que existen lineamientos de protección contra el despido arbitrario y del derecho al trabajo, previstos en la Constitución, el artículo 22° de la misma, señala “El trabajo es un deber y un derecho. Es base del bienestar social y un medio de realización de la persona”. De igual manera, el artículo 27° de la Carta Magna, manifiesta que “La ley otorga al trabajador adecuada protección contra el despido arbitrario. Se tratan de derechos que tienen el objetivo de ser herramienta y mecanismo de protección a favor del trabajador, se trata del principio protector como pauta de actuación del Estado. No obstante, el Decreto Legislativo 728 , en el ámbito de la Administración Pública, exige la realización de un concurso público de méritos respecto de una plaza presupuestada y vacante de duración indeterminada, de tal manera que en los casos que se acredite la desnaturalización del contrato temporal o del contrato civil, si bien es cierto las personas cuentan con protección legal contra el despido arbitrario y el contra el abuso del empleador, los jueces ordenan la reposición, pero no se les reconoce el derecho al nombramiento, toda vez que estos no han ingresado mediante concurso público de méritos, el cual es el principal requisito para ello. Esta regla se limita a los contratos que se realicen en el sector público y no resulta de aplicación en el régimen de contratación del Decreto Legislativo 728 para el sector privado.