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Revista Internacional de
Investigación Ambiental y Salud Pública

Revisar

Actividad física y funcionamiento cognitivo de los niños: una


revisión sistemática

Ilona Bidzan­Bluma 1,2,* y Małgorzata Lipowska 2 identificación

1
Centro de Terapia y Diagnóstico Neuropsicológico, Chmielna, 80­748 Gdansk, Polonia Instituto de
2
˙
Psicología, Universidad de Gdansk, Bazy ´nskiego 4, 80­309 Gdansk, Polonia;
malgorzata.lipowska@ug.edu.pl
* Correspondencia: ilonabidzanbluma@onet.pl; Teléfono: +48­692­119871

Recibido: 19 de febrero de 2018; Aceptado: 10 de abril de 2018; Publicado: 19 de abril de 2018

Resumen: La infancia es un período importante y sensible para el desarrollo cognitivo. Hay investigaciones
limitadas publicadas sobre la relación entre los deportes y las funciones cognitivas en los niños.
Presentamos estudios que demuestran la influencia de la actividad física en la salud, especialmente una
correlación positiva entre el deporte y las funciones cognitivas. Se buscaron las palabras clave “niños,
cognición, función cognitiva, actividad física y cerebro” utilizando PsycInfo, Medline y Google Scholar, con
fechas de publicación que van desde enero de 2000 hasta noviembre de 2017. De los 617 resultados, 58
artículos estrictamente relacionados con el Luego se revisaron los principales temas de actividad física y funcionamiento cognitivo
Se analizaron las áreas de atención, pensamiento, lenguaje, aprendizaje y memoria en relación con el deporte y
la infancia. Los resultados sugieren que la práctica de deportes al final de la infancia influye positivamente en las
funciones cognitivas y emocionales. Hay escasez de publicaciones que investiguen el impacto de los deportes
en las funciones cognitivas de los preadolescentes, o que exploren qué funciones cognitivas se desarrollan
mediante qué disciplinas deportivas. Dicho conocimiento sería útil en el desarrollo de programas de entrenamiento
para preadolescentes, destinados a mejorar las funciones cognitivas que puedan guiar tanto a investigadores
como a profesionales en relación con la amplia gama de beneficios que resultan de la actividad física.

Palabras clave: cognición; deporte; cerebro; salud; infancia

1. Introducción

En los últimos años, se ha producido un cambio en los estilos de vida de varios grupos de edad, incluidos los
niños, especialmente en la última infancia. A diferencia de los niños de hace unas décadas, los niños de hoy llevan
estilos de vida cada vez más sedentarios que implican pasar tiempo frente a las computadoras y mirando
televisión. Este estilo de vida les lleva a descuidar la actividad física típica de este período de desarrollo [1,2].
En tiempos en los que los niños son menos activos, la importancia de los estudios sobre el impacto positivo del
deporte en la salud física, la salud mental y el funcionamiento cognitivo es fundamental [3–7]. El objetivo de dicha
investigación es crear conciencia sobre la gravedad del problema, así como crear un programa de salud holístico
que promueva la actividad física en diferentes contextos, incluso con la familia y la escuela [8].
La actividad física limitada, o a menudo la falta total de ella, conduce a diversos problemas de salud, incluidos
problemas posturales (como la escoliosis idiopática), afecciones somáticas, sobrepeso y obesidad, problemas
circulatorios e incluso muerte prematura [6,9­12]. . Cada vez hay más pruebas empíricas de una relación entre la
falta de actividad física y las medidas de salud mental. Por ejemplo, las investigaciones sugieren que los
adolescentes con sobrepeso que no practican deportes son más propensos a conductas de riesgo, incluidos
intentos de suicidio y adicción tanto al alcohol como a las drogas ilícitas [13,14].
Las directrices referentes a la actividad física en un informe de la Asociación Nacional para el
Deporte y la Educación Física [2] enfatizan que los niños deben dedicar el mayor tiempo posible a
actividades que requieran movimiento físico. La Organización Mundial de la Salud y el Fonds Gesundes

En t. J. Medio Ambiente. Res. Salud Pública 2018, 15, 800; doi:10.3390/ijerph15040800 www.mdpi.com/journal/ijerph
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Las directrices referentes a la actividad física en un informe de la Asociación Nacional para el Deporte y la Educación Física [2] enfatizan
requieran
que los niños
movimiento
deben dedicar
físico. La
el mayor tiempo posible a Int. J. Medio Ambiente. Res. Salud Pública 2018, 15, 800 realizar actividades que 2 de 13
Organización
Mundial de la Salud y el Fonds Gesundes Osterreich [15] especifican además directrices que indican que los niños deben dedicar al menos
Osterreich [15] especifican además directrices que indican que los niños deben dedicar al menos 60 minutos al día a
60 minutos al día para realizar actividad física (como ir a la escuela a pie, subir escaleras y andar en bicicleta).
actividad física (como ir a la escuela a pie, subir escaleras y andar en bicicleta). Es más, los niños
Además, los niños deben fortalecer sus músculos y huesos con entrenamiento de fuerza al menos dos o tres veces
por semana [16].
tres veces por semana [16]. Se ha argumentado que los niños que no hacen ejercicio físico Se ha argumentado que
los niños que no hacen ejercicio físico nunca se desarrollarán completamente
nunca desarrollarán plenamente su potencial genético en términos de habilidades motoras
[17]. su potencial genético en términos de habilidades motoras [17].
Se ha demostrado que la práctica de deportes es un factor protector contra enfermedades somáticas y Se ha
demostrado que la práctica de deportes es un factor protector contra enfermedades somáticas y
comportamientos patológicos [18,19]. El deporte proporciona un equilibrio entre las demandas del grupo y las
conductas patológicas [18,19]. El deporte proporciona un equilibrio entre las exigencias grupales y las individuales.
demandas individuales, entre conductas agresivas y autocontrol. Fomenta un sentido de exigencia de pertenencia,
entre conductas agresivas y autocontrol. Fomenta el sentido de pertenencia a un grupo,
a un grupo y enseña a afrontar tanto la victoria como la derrota [20]. Mayor susceptibilidad al riesgo y enseña a afrontar tanto
la victoria como la derrota [20]. Mayor susceptibilidad a conductas de riesgo entre
Los comportamientos entre los adolescentes se asocian con un sistema de control cognitivo aún no maduro , que
es el responsable de
responsable de los impulsos asociados con la participación en conductas de riesgo [21]. Impulsos regulares de
actividad física asociados con la participación en conductas de riesgo [21]. La actividad física regular también conduce a
también conduce a una mejor circulación y suministro de oxígeno al cerebro, un aumento de la densidad ósea y
muscular, y una mejor circulación y suministro de oxígeno al cerebro, un aumento de la densidad ósea y muscular, y una mayor
densidad y mayor tolerancia al estrés [15]. La Figura 1 [22] presenta la relación entre política y
tolerancia al estrés [15]. La Figura 1 [22] presenta la relación entre política, entorno, organización,
factores ambientales, organizacionales, interpersonales e intrapersonales que afectan la realización de factores
interpersonales e intrapersonales que afectan la realización de diversos tipos de actividades deportivas,
diversos tipos de actividades deportivas, y los beneficios físicos, psicológicos y sociales que se obtienen al practicar
deporte.
haciendo deporte.

Figura 1. Un modelo conceptual de Salud a través del Deporte. Fuente: Eime, et al. [22].
Figura 1. Un modelo conceptual de Salud a través del Deporte. Fuente: Eime, et al. [22].

Si bien es evidente que la actividad física está relacionada con la salud física y mental [23], Aunque es
evidente
La relación quelalaactividad
entre actividadfísica
físicay está relacionada con
el funcionamiento la salud
cognitivo física ymás
requiere mental [23], Cognitivo la relación entre
estudios.
la actividad física y el funcionamiento cognitivo requiere más estudios. Cognitivo
funciones incluyen: memoria, atención, funciones visoespaciales y ejecutivas, mientras que las funciones cognitivas complejas
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Los procesos incluyen: pensamiento (abstracto, causa y efecto, pensamiento creativo y planificación) y funciones del lenguaje [24]. A
pesar de la importancia de esta cuestión, pocos estudios se ocupan de la relación entre el deporte y el funcionamiento cognitivo de los
niños en la última infancia [25], y las investigaciones hasta la fecha (lamentablemente no libres de errores en el muestreo) proporcionan
resultados contradictorios sobre la influencia de los deportes en funciones cognitivas en los niños. Algunos informan que los deportes
tienen una influencia positiva [3,26­29], particularmente en las funciones ejecutivas, que se desarrollan intensamente en este período
[28,30], además mencionan el impacto positivo del ejercicio regular e irregular que conduce a un aumento en el nivel de oxihemoglobina
que facilita el funcionamiento de las funciones ejecutivas durante hasta 30 minutos [31]. Otros, sin embargo, no confirman esta influencia
positiva de la actividad física en el funcionamiento cognitivo [32,33].

2. Métodos

Esta revisión se realizó utilizando los Servicios de información de Ebsco (https://www.ebsco.com/, EBSCO
Industries, Inc.) para acceder a dos bases de datos electrónicas (PsycInfo y Medline), así como a Google Scholar.
La búsqueda se centró en artículos publicados desde enero de 2000 hasta noviembre de 2017. Las palabras
clave aplicadas en la búsqueda fueron: niños, cognición, función cognitiva, actividad física y cerebro. Un total de
617 artículos cumplieron estos criterios originales. Los artículos incluían algunas revisiones sistemáticas, pero en
su mayoría eran investigaciones originales. Estos artículos fueron evaluados más a fondo, y solo se incluyeron en
la muestra final aquellos que enfatizaban las disciplinas relacionadas con el tema de investigación (psicología,
deporte, medicina). Luego se revisaron un total de 58 artículos, dado que muchos de los artículos que surgieron
en la búsqueda inicial estaban relacionados con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y
la discapacidad, más que con la actividad física y la cognición. Dichos artículos fueron excluidos de la muestra.
Se hizo referencia a otras publicaciones para presentar el problema y discutir sus antecedentes en el contexto neuropsicológico.

3. Resultados

Los siguientes subtemas fueron examinados en los artículos que surgieron en nuestra revisión: atención, pensamiento, lenguaje,
aprendizaje y memoria. A continuación, destacamos algunos de los hallazgos más importantes relacionados con cada uno de los
subtemas, seguidos de un modelo que describe la influencia del deporte en los recursos físicos, mentales y sociales.

3.1. Atención

La capacidad de centrar la atención mejora entre los niños que participan en actividades físicas [34­36]. Los estudios transversales
sugieren que, con respecto a la flexibilidad cognitiva y la memoria operativa, la regularidad y la intensidad de la actividad física en niños
de 13 a 14 años afecta positivamente su capacidad para centrar la atención en una tarea determinada [37]. Este efecto es especialmente
notable después de la tercera hora de clase; el momento en el que los procesos relacionados con la atención y el enfoque en una tarea
determinada tienden a deteriorarse. Los estudiantes que practican deporte habitualmente también están más tranquilos durante las clases
[15]. Algunos investigadores indican la falta de conexión entre la actividad mental y la atención cambiante o la flexibilidad de la atención.

También enfatizan que existe un deterioro significativo de estas funciones entre las personas que pasan demasiado tiempo frente a la
pantalla de la computadora y jugando demasiados juegos de computadora, como lo definen los autoinformes y las medidas objetivas [38].
También enfatizan que los niños que practican algún tipo de deporte (p. ej., kárate) funcionan mejor que aquellos que prefieren la actividad
pasiva. Este resultado se observa en mejores tiempos de velocidad y atención visual selectiva que en el caso de niños con un estilo de
vida sedentario [39].
También se han realizado estudios que se centran en la actividad física fuera del horario de clase o del
entorno escolar. Estos estudios revelaron que la actividad física en contextos no escolares mejora la atención
selectiva, en contraste con las actividades pasivas en contextos no escolares [40]. Algunos estudios revelaron el
impacto positivo del deporte, específicamente en las funciones ejecutivas [27,28,36], que se desarrollan
intensamente en el período de la última infancia [4,28,39]. Las investigaciones que utilizan diversos tipos de
ensayos de intervención confirman la influencia beneficiosa de la actividad física sobre la atención. Incluso una
sesión de ejercicio aeróbico de 12 minutos mejoró la atención selectiva de los niños [41]. Las investigaciones
también han demostrado el impacto positivo del ejercicio, tanto regular como irregular, que conduce a un aumento del nivel de oxihem
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facilitando el funcionamiento de funciones ejecutivas por hasta 30 min [31]. Al mismo tiempo, se reporta la influencia desfavorable de la falta
de actividad física sobre el funcionamiento cognitivo. Se ha descubierto que el tiempo pasado frente a la pantalla del ordenador tiene un
impacto negativo en las funciones ejecutivas en relación con la inhibición [36].

También se encontró que los niños que realizaban actividad física demostraban mejores funciones ejecutivas en términos de
inhibición [5,35] y mejores capacidades de planificación [42] que los niños que no realizaban ninguna actividad física. Los estudios realizados
con niños de 8 a 9 años confirmaron que el deporte influye en los cambios en la corteza prefrontal anterior derecha, que están relacionados
con el control cognitivo [43].
Los hallazgos sugieren que las actividades deportivas estructuradas en un plan, como por ejemplo el tenis, están asociadas con el desarrollo
del control inhibidor. Aunque el desarrollo del control inhibitorio y la flexibilidad cognitiva es más lento en los hombres que en las mujeres,
la asociación entre el juego de tenis y el control inhibitorio y la flexibilidad cognitiva parece ser mayor en los hombres [44]. Además, jugar al
fútbol tiene una influencia positiva en el funcionamiento ejecutivo, incluida la atención, en los niños [45]. En el caso de la atención, los
estudios correlacionales y asociativos mostraron efectos mucho más débiles que los estudios que incluyeron intervenciones.

3.2. Pensamiento

El “pensamiento” se operacionaliza en este contexto como pensamiento abstracto, conceptualización de causa y efecto, pensamiento
creativo y planificación. Pocos estudios han investigado la relación entre la actividad física y el pensamiento. Se ha descubierto que los
niños que participan en actividades deportivas organizadas demuestran un menor nivel de creatividad en la edad adulta en comparación
con las personas que participan en actividades deportivas no organizadas [46].

Además de los estudios transversales, también se realizó un pequeño número de estudios con intervenciones. Los procesos de
planificación en niños que asistieron a un programa de ejercicios de fútbol durante al menos seis meses estaban más desarrollados en
comparación con un grupo de control de compañeros sedentarios [45]. Como en el caso de la atención, los estudios correlacionales y
asociativos sobre el pensamiento también mostraron efectos mucho más débiles que los estudios que incluyeron intervenciones.

3.3. Idioma

Como en el caso de la atención y el pensamiento, algunas de las investigaciones previas sobre la


relación y la influencia de la actividad física en el habla fueron de carácter transversal y algunas implicaron
una intervención. Los resultados, independientemente de que muestren una relación o una influencia,
indican el papel positivo de la actividad física en el desarrollo del habla.
Una investigación longitudinal realizada por Trudeau y Shephard [47] encontró una correlación positiva entre el número de horas
dedicadas al deporte y las calificaciones escolares. Se descubrió que los niños que dedicaban más tiempo a los deportes obtenían notas
significativamente mejores [48]. La investigación de Carlson et al. [49] demostraron que las niñas que practicaban deporte durante al menos
una hora por semana obtenían resultados significativamente mejores en matemáticas y lectura que las niñas que no practicaban al menos
una hora de deporte. En este estudio no se encontró que esta relación se mantuviera para los niños .

En estudios que involucran intervenciones, se ha demostrado una correlación positiva entre


estudiantes de habla alemana cuando se combinaron lecciones de inglés y actividades deportivas. Este
método de enseñanza mejoró las calificaciones de inglés de los estudiantes [50]. Otros estudios destacan
el impacto positivo de la actividad física en el desarrollo de una red léxica más amplia y la comprensión del
significado de las palabras, así como una mayor capacidad para detectar errores sintácticos [34,35] y
rendimiento ortográfico [51]. Además, se descubrió que el deporte afecta positivamente la comprensión del
lenguaje entre los estudiantes de primaria [52].
Algunos autores informan de una asociación entre la actividad física y mejores notas en la escuela [32,53].
Lograr mejores resultados de aprendizaje está estrechamente relacionado con un mejor funcionamiento
ejecutivo. Las funciones ejecutivas son de gran importancia para el éxito escolar y para el desarrollo
emocional de niños y adolescentes [54]. Se pueden mejorar mediante entrenamiento físico y cognitivo [54], como
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entrenamiento con computadora, juegos o ejercicios aeróbicos. Según algunos autores [55,56], las actividades
aeróbicas tienen la influencia más significativa sobre las funciones ejecutivas, que controlan otras funciones cognitivas [57­59].
Las artes marciales, el yoga y el entrenamiento de mindfulness también estimulan el desarrollo de las funciones ejecutivas [60].
Un programa de entrenamiento puede considerarse eficaz si aumenta gradualmente el nivel de dificultad, hasta alcanzar un
efecto final satisfactorio [60]. Además, para lograr el éxito en esta área es necesario desarrollar los siguientes aspectos de las
funciones ejecutivas: creatividad, flexibilidad, autocontrol y disciplina.
Como en el caso de la atención y el pensamiento, los estudios correlacionales y asociativos sobre el lenguaje y
La función cognitiva también mostró efectos mucho más débiles que los estudios que incluyeron intervenciones.
También se han observado en niños cambios en los patrones de actividad cerebral asociados con la actividad física [53].
Los estudios de neuroimagen han revelado que los niños de 12 años que eran miembros de un grupo de danza tenían una
mayor actividad de la corteza somatosensorial [61]. Sin embargo, en un estudio de Bunketorp Käll et al. [62] que se ocupaba
de las estructuras del hipocampo, no se observaron diferencias significativas. Algunos estudios incluso indican que la actividad
física antes de completar una tarea que requiere toma de decisiones impacta más positivamente en su finalización que las
actividades pasivas (como mirar televisión) antes de la tarea [25].

3.4. Aprendizaje y Memoria

Una decidida mayoría de los estudios en este dominio se basaron en diferentes tipos de ensayos de intervención.
Investigaciones anteriores sugieren que, en general, se encontró que los niños que están en mejor forma física tenían mayores
capacidades de los ganglios basales y del hipocampo [63]. Estas áreas están asociadas con el control cognitivo y la memoria
[43,63]. Entre los niños de 3 a 5 años, se encontró que una mayor actividad física mejoraba sus funciones cognitivas,
especialmente en el área de la memoria de trabajo [64]. Se observó una mejora similar en los niños que entrenaron karate
[39]. Se encontró una correlación positiva entre la actividad física y una mejor memoria de trabajo entre niños de 8 a 12 años
[4,36,65,66].
Los estudios realizados por Kubesch et al. [37] demostraron que la intensidad de la actividad física en niños de 12 a 14 años
afectó positivamente la flexibilidad cognitiva y la memoria operativa. Resultados similares de Ishihara et al. [44] y Alesi et al.
[45] encontraron que el tenis y el fútbol están asociados con el desarrollo de la memoria de trabajo. Además, se dice que la
actividad física tiene un impacto positivo en la memoria visoespacial (VS) [40,45]. La actividad física en el aula (una sesión de
10 minutos de actividad física aeróbica integrada con práctica de matemáticas) mejoró tanto los niveles de actividad física
como el rendimiento académico. Los resultados mostraron que entre los niños con sobrepeso, la actividad física mejoró el
rendimiento en la prueba Standard Flanker al prevenir el deterioro asociado con la práctica sentada [67].

Algunos resultados [68] sugieren que las lecciones de tenis basadas en juegos tienen efectos beneficiosos sobre el control
inhibitorio y los niveles de condición física, y una mayor duración del entrenamiento de coordinación se asocia con una mejor
memoria de trabajo.
La investigación realizada por Mavilidi et al. [69] y Toumpaniari et al. [70] indicaron que los ejercicios físicos y los gestos
integrados en niños en edad preescolar lograron los mejores resultados en el aprendizaje de vocabulario en lenguas extranjeras.

3.5. Modelo

Teniendo en cuenta los resultados antes mencionados, la mayoría de los estudios de esta revisión
indican que la actividad física es importante para los recursos físicos (p. ej., aptitud física, habilidades motoras)
de los niños en la última infancia, para sus recursos mentales (incluido el funcionamiento cognitivo y las
funciones ejecutivas, que nos interesan especialmente: motivación, capacidad para fijar objetivos, autocontrol
y funcionamiento emocional), y por sus recursos sociales (p. ej., apoyo social, fomento de valores positivos y etiqueta).
Estos resultados son relevantes independientemente de si la actividad física es un juego libre no organizado o una
actividad organizada, como por ejemplo en un club deportivo y actividades escolares. El siguiente modelo, mostrado
en la Figura 2, fue desarrollado para delinear la influencia de los deportes en los recursos físicos, mentales y sociales.
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Figura 2. Un modelo de influencia del deporte sobre los recursos físicos, mentales y sociales. El modelo fue
la Figura 2. Un modelo de la influencia del deporte en los recursos físicos, mentales y sociales. El modelo era
desarrollado por los autores con base en: McMorris, et al. [49], Diehl y col. [71].
desarrollado por los autores con base en: McMorris, et al. [49], Diehl y col. [71].

4. Discusión 4.
Discusión
Los hallazgos clave de la mayoría de los estudios incluidos en esta revisión indican que la participación de los niños en
la actividad física puede estar asociada con cambios en ciertas estructuras cerebrales, lo que lleva a una actividad física puede estar
asociada con cambios en ciertas estructuras cerebrales, lo que lleva a una mejora
mejora de la función de la memoria (memoria de trabajo en particular), así como del control cognitivo. en la función de la memoria
(memoria de trabajo en particular), así como en el control cognitivo. independiente de la
Independientemente de la categoría de edad de los niños (niñez temprana, media o tardía), se ha demostrado un aumento de la
categoría de edad física de los niños (niñez temprana, media o tardía), un aumento de la actividad física.
Se ha demostrado que la actividad física mejora la función cognitiva, especialmente en lo que respecta a la memoria de trabajo, V­
para mejorar la función cognitiva, especialmente en lo que respecta a la memoria de trabajo, la memoria VS y la capacidad cognitiva.
Memoria S y flexibilidad cognitiva [36,37,39,65,66]. Además, las investigaciones sugieren que la flexibilidad
física [36,37,39,65,66]. Además, las investigaciones sugieren que la actividad física influye positivamente
La actividad influye positivamente en las funciones verbales, lo que facilita el aprendizaje de palabras en una nueva función verbal,
lo que facilita el aprendizaje de palabras en una nueva lengua, lo que conduce a redes más ricas.
lenguaje, lo que conduce a redes más ricas de palabras y sus significados, y también mejora la ortografía de las palabras y sus
significados, y también mejora el rendimiento de la ortografía, la comprensión del lenguaje,
rendimiento, comprensión del lenguaje y detección de errores sintácticos. y la detección de errores
sintácticos.

4.1. Periodo de la última infancia y desarrollo cerebral 4.1.


Período tardío de la infancia y desarrollo cerebral
El desarrollo básico de las habilidades motoras, cognitivas y sociales, que son cruciales para el futuro. El desarrollo básico de
las habilidades motoras, cognitivas y sociales, que son cruciales para el futuro.
desarrollo, ya está teniendo lugar en la primera y mitad de la infancia [72]. Como tal, ya se están realizando estudios relacionados
con el desarrollo en la primera y mediana infancia [72]. Por lo tanto, los estudios que se refieren
Los niños de la última infancia, cuyas funciones ejecutivas están en gran parte desarrolladas, son de especial importancia. Los niños
de la última infancia, cuyas funciones ejecutivas están en gran parte desarrolladas, son de especial importancia.
importancia. El desarrollo más intensivo de todos los componentes de las funciones ejecutivas, especialmente El desarrollo más
intensivo de todos los componentes de las funciones ejecutivas, especialmente cognitivas
La flexibilidad cognitiva ocurre en la edad escolar, generalmente entre los 7 y 12 años. La flexibilidad cognitiva ocurre en la edad
escolar, generalmente entre los 7 y 12 años. La flexibilidad cognitiva requiere
La flexibilidad requiere la inhibición simultánea de una reacción dominante, junto con el recuerdo y la inhibición simultánea de una
reacción dominante, junto con el recuerdo y la activación de una nueva.
activación de uno nuevo, es decir:
uno, es decir:

1. el funcionamiento eficiente de la memoria de trabajo, responsable del almacenamiento temporal de información 1. el funcionamiento
eficiente de la memoria de trabajo, responsable del almacenamiento temporal de información para
ser procesado, que contribuye a la formación de funciones cognitivas complejas, como ser procesado, que contribuye a la
formación de funciones cognitivas complejas, como el habla
discurso y operaciones sobre símbolos; la memoria de trabajo ayuda a memorizar instrucciones y operaciones con símbolos;
La memoria de trabajo ayuda a memorizar instrucciones y etapas de
etapas de planes de acción, así como comparar alternativas; y planes de acción, así
como comparar alternativas; y
2. el funcionamiento eficiente del control de inhibición, es decir, la capacidad de abstenerse de conductas impulsivas, 2. el
funcionamiento eficiente del control de inhibición, es decir, la capacidad de abstenerse de conductas impulsivas,
comportamiento, mantener la atención enfocada y perseguir metas a pesar de las distracciones, lo que también mantiene la
atención enfocada y perseguir metas a pesar de las distracciones, lo que también condiciona la estabilidad
condiciona la estabilidad y la selectividad de la atención
[73]. y selectividad de la atención [73].
La infancia tardía (preadolescencia) ocurre entre los 10 y 12 años. Durante este período, los niños La infancia tardía
sufren(preadolescencia)
una serie de ocurre
cambiosentrebiológicos,
los 10 y 12 años. Duranteyeste
mentales período,
sociales los niñosEl mayor desarrollo de los animales
[74­76].
sufre una serie dedecambios
Las circunvoluciones los lóbulosbiológicos, mentales
frontal y temporal tiendeny asociales [74­76].
ocurrir antes El años
de los 12 mayor[77].desarrollo de
El cerebro madura y se desarrolla
muy rápidamente en este momento, lo que a su vez lo hace particularmente propenso a las influencias ambientales (tanto positivas
como negativas). Investigaciones recientes indican que el aumento de la capacidad cognitiva
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Las circunvoluciones de los lóbulos frontal y temporal tienden a ocurrir antes de los 12 años [77]. El cerebro
madura y se desarrolla muy rápidamente en este momento, lo que a su vez lo hace particularmente propenso
a las influencias ambientales (tanto positivas como negativas). Investigaciones recientes indican que el
aumento de las capacidades cognitivas de niños y adolescentes coexiste con una disminución de la densidad
de la materia gris, causada por la pérdida de algunas sinapsis y el fortalecimiento simultáneo de otras [78].
La densidad de materia gris alcanza su punto máximo, y luego disminuye, aproximadamente a la mitad del
año 11 en las niñas (aún en la última infancia) y aproximadamente a los 14 años en los niños (ya en la
adolescencia) [78]. Al mismo tiempo, aumenta el contenido de materia blanca en el cerebro, lo que se asocia
con procesos de mielinización celular y un aumento de la eficiencia de la conducción de impulsos. Este
intenso desarrollo y maduración cerebral también se traduce en el funcionamiento del sistema límbico, que,
en este período, es particularmente sensible a la información del entorno [78]. Vale la pena señalar que este
es un período en el que aumenta la plasticidad cerebral, lo que por un lado puede ayudar a buscar soluciones
a nuevos desafíos, pero por otro , es responsable del desamparo porque puede subyacer a la sensibilidad a
todo tipo de estrés y sustancias tóxicas en el medio ambiente [79­81].
Las sinapsis en la corteza frontal también se vuelven menos densas en la infancia. Además, hay cambios en
la actividad eléctrica del cerebro y un aumento en las frecuencias de las ondas cerebrales rápidas: alrededor de los
8 a 10 años, las ondas de 6 a 9 Hz aumentan a 8 a 11 Hz [82]. La adaptación a los cambios tanto en el entorno
interno como en el externo es una capacidad posible gracias a la plasticidad neuronal del cerebro [78,83].
La plasticidad del cerebro permite que un individuo adquiera nuevas habilidades y competencias [78,83,84]. Los
investigadores tienden a estar de acuerdo en que la mayor plasticidad del cerebro se produce en la infancia y
posteriormente disminuye gradualmente [84]. El desarrollo del cerebro en la preadolescencia está determinado
genéticamente en un 90%. Se han informado diferencias de género entre niños y niñas con respecto a los
volúmenes de estructuras, como el hipocampo o las estructuras subcorticales de la sustancia blanca (p. ej., el
cuerpo calloso), que son mayores en las niñas [78]. Los estudios de actividad funcional muestran una mayor
actividad en las áreas dorsolaterales de la corteza prefrontal que entre los adultos [83]. La preadolescencia se
asocia con cambios en las estructuras cerebrales y el funcionamiento en términos de funciones ejecutivas, así
como con la memoria racional [84,85]. Además, al final de la infancia, aumenta el nivel de pensamiento hipotético­
deductivo (formal), lo que permite el pensamiento lógico y la formación de juicios [78,85].

4.2. Actividad física en la infancia y funcionamiento cognitivo

En la infancia, especialmente en la última etapa de la niñez, la participación en la actividad física es


particularmente importante. La falta de actividad física en la infancia puede provocar una percepción limitada y
trastornos del desarrollo [86]. Además, el período de la última infancia es el momento en el que las habilidades
motoras se desarrollan de forma más dinámica [17], así como las funciones cognitivas, especialmente las ejecutivas,
que maduran alrededor de los 12 años [87]. Las funciones ejecutivas permiten involucrarse en una situación
mediante la planificación de una acción determinada, así como inhibir o posponer una reacción determinada
[88,89]. Su funcionamiento eficiente está asociado con la actividad neuronal en los lóbulos frontales, especialmente
en la corteza prefrontal dorsolateral, la corteza cingulada anterior, la corteza parietal y estructuras subcorticales,
como el tálamo, el núcleo caudado, el putamen y el cerebelo [88,89].
El ejercicio físico aumenta la circulación, lo que conduce a un mejor suministro de oxígeno al cerebro, además
de proporcionar nutrientes al cerebro [90­92]. La práctica de deportes tiene una influencia positiva en todos los
sistemas: motor, cardiovascular, respiratorio, hormonal, inmunológico y nervioso. Por tanto, estimula la maduración
de las áreas motoras del cerebro, lo que a su vez influye en el desarrollo motor y aumenta la velocidad de
conductancia de los impulsos nerviosos [30,45,91–94]. La actividad física también estimula el aumento de la
secreción neurohormonal (sustancias producidas por las neuronas hipotalámicas y transportadas por la sangre o
el líquido cefalorraquídeo), lo que tiene un impacto significativo en la excitabilidad de las neuronas que forman
sinapsis [90]. Los niños en edad escolar que dedican al menos una hora al día a una actividad física intensiva
muestran un funcionamiento cognitivo mucho mejor y los investigadores destacan que, a pesar de estos beneficios
incuestionables, sólo alrededor de un tercio de los niños practican deportes con regularidad [95,96].
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4.3. Limitaciones

Las limitaciones de esta revisión incluyen los pocos estudios disponibles dedicados al tema de interés, los pequeños
grupos de participantes que participan en estos estudios, la falta de equilibrio cultural en estos grupos y las diferencias
en los métodos, así como la calidad de los informes en los estudios referenciados. El número de estudios de alta calidad
fue relativamente pequeño. En estas publicaciones, los resultados se informaron en diferentes formatos (por ejemplo,
puntuaciones brutas, subescalas, puntuaciones totales). Se identificaron varios artículos y se hizo referencia a ellos
como literatura de antecedentes; sin embargo, la mayoría de estos estudios duplicaron el trabajo de las referencias
primarias y no se identificaron estudios adicionales para su posible inclusión en esta revisión. Las publicaciones
generalmente informaban sobre un solo componente del funcionamiento cognitivo: por ejemplo, sólo las funciones
ejecutivas, la atención o la memoria. De hecho, faltaron informes completos. Además, aunque algunos estudios
incluyeron información sobre las habilidades cognitivas de los participantes, muchos no lo hicieron. Además, no hubo
estudios que compararan niños de diferentes grupos de edad. Todas las publicaciones se referían únicamente a la
infancia temprana, media o tardía. Finalmente, ningún estudio exploró cómo los diferentes tipos de actividad física o
deportes pueden influir de manera diferente en el funcionamiento cognitivo de los niños.
Algunos de los estudios realizados son de carácter transversal [34,35,38,39,42,44,46,52,61,63,68] y algunos incluyen
intervenciones de diversa índole [4,5,15,16 ,31,32,37,40,41,43,45,50,51,57,60,62,64–67,69,70].
Si bien esto no influye en la dirección de los resultados, sí influye en aspectos como el tamaño del efecto o los coeficientes de
correlación. En particular, casi todos los estudios indican que las intervenciones (de diversos tipos, por ejemplo, una breve pausa
para la actividad física, ejercicio aeróbico o programa de actividad física después de la escuela) son efectivas (con la excepción de
dos estudios, que no confirman esta influencia positiva de la actividad física). actividad física sobre el funcionamiento cognitivo
[31,32]), lo cual está implícito en el hecho de que la relación entre la actividad física y el funcionamiento cognitivo (independientemente
de su dimensión) es más fuerte y el tamaño del efecto es mayor. Tanto en los casos de atención y pensamiento como en el de
lenguaje, la correlación/asociación con el funcionamiento cognitivo fue mucho más débil que el efecto de las intervenciones.

Debido al hecho de que muy pocos estudios utilizan algún tipo particular de intervención, fue imposible realizar comparaciones
detalladas entre los diferentes tipos de intervenciones. Además, algunos investigadores se concentraron sólo en un dominio del
funcionamiento cognitivo, y otros en unos pocos seleccionados o en todos ellos.

4.4. Implicaciones para la investigación y la práctica

Teniendo en cuenta las limitaciones de la investigación hasta la fecha, valdría la pena realizar estudios longitudinales
de varios grupos de edad bien diferenciados (preescolar: 2/3 a 5/6 años, edad escolar temprana: 8/9 a 11 años). /12
años, pubertad temprana: 11/12–14/14 años, y pubertad tardía: 14/15–19/20 años).
Además, la niñez tardía y la adolescencia constituyen un período sensible para el desarrollo cognitivo.
Como tal, la investigación debe tener cuidado de distinguir adecuadamente los distintos períodos de la adolescencia,
específicamente la niñez tardía, la preadolescencia, la adolescencia temprana y la adolescencia. Unas medidas bien
organizadas son extremadamente útiles. Las investigaciones futuras también deberían prestar atención a los tipos de
actividad física que uno realiza y cómo las diferentes actividades pueden influir de manera diferente en el funcionamiento cognitivo.
La investigación debe comparar grupos físicamente activos con grupos cognitivamente activos (por ejemplo, los que realizan diversos
tipos de actividad física y los que tocan instrumentos musicales); no sólo aquellos que son físicamente activos en comparación con
aquellos con un estilo de vida sedentario. Además, un enfoque óptimo sería tener en cuenta todas las funciones cognitivas en un
estudio, en lugar de seleccionar sólo una o un número limitado.

Debido al pequeño número de estudios que se ocupan únicamente de la influencia de la actividad física en el desarrollo de las
funciones cognitivas, valdría la pena realizar también investigaciones centradas en cómo los factores exclusivos del deporte influyen
en el desarrollo de las funciones cognitivas de un niño.
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5. Conclusiones

La literatura indica que el funcionamiento cognitivo eficiente en los preadolescentes requiere no sólo de un
cociente intelectual (CI) adecuado, sino también de altos niveles de desarrollo de funciones ejecutivas (como la
motivación, la capacidad para fijar metas y el autocontrol), lo cual se fomenta practicando deporte. Por supuesto,
otras actividades realizadas por los niños, como tocar un instrumento musical [45,97], también están asociadas con
el funcionamiento cognitivo, pero la actividad física, como la más natural para los niños de esa edad, es la más
deseable.
Los resultados sugieren que vale la pena practicar deportes en la última infancia porque influye positivamente
en las funciones cognitivas y emocionales. Sin embargo, pocos estudios han investigado el impacto de los deportes
en las funciones cognitivas de los preadolescentes o explorado qué funciones cognitivas se desarrollan mediante
cada disciplina deportiva. Este conocimiento podría ser útil en el desarrollo de programas de entrenamiento para
preadolescentes, destinados a mejorar funciones cognitivas importantes para una disciplina deportiva determinada.

Agradecimientos: La Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Gdansk cubrió los costos de publicación en acceso abierto.

Contribuciones de los autores: Ilona Bidzan­Bluma y Małgorzata Lipowska prepararon el manuscrito.


Conflictos de intereses: Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

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