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El presente trabajo, tiene como objetivo investigar la relación entre los niveles de actividad
física y desempeño académico en los estudiantes universitarios de fisioterapia en formación,
en donde se plantea a través de encuestas y análisis descriptivo de corte transversal y
correlacional con diseño no experimental, la evidencia sustentable que los estudiantes pueden
mejorar su rendimiento académico, a través de los múltiples beneficios fisiológicos que se
generan al realizar actividad física, promoviendo de igual forma, la prevención de adquisición
del sedentarismo y/o enfermedades no transmisibles como enfermedades
cardiovasculares,diabetes, obesidad, entre otras. Desde una perspectiva más específica, la
investigación se llevará a cabo con los estudiantes de fisioterapia de segundo a octavo
semestre para dar a conocer la asociación que hay entre los niveles de actividad física y el
desempeño académico, en efecto, se logrará mejorar el bienestar de los universitarios de
segundo a octavo semestre de fisioterapia y sus procesos cognitivos.
La OMS define la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los
músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. La actividad física hace
referencia a todo movimiento, incluso durante el tiempo de ocio, para desplazarse a
determinados lugares y desde ellos, o como parte del trabajo de una persona. La actividad
física, tanto moderada como intensa, mejora la salud.
Entre las actividades físicas más comunes cabe mencionar caminar, montar en bicicleta,
pedalear, practicar deportes, participar en actividades recreativas y juegos; todas ellas se
pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos.
Los datos y beneficios de la actividad física según la OMS son los siguientes:
● La actividad física tiene importantes beneficios para la salud del corazón, el cuerpo y
la mente.
● La actividad física contribuye a la prevención y gestión de enfermedades no
transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes, entre
otras.
● La actividad física reduce los síntomas de la depresión y la ansiedad.
● La actividad física mejora las habilidades de razonamiento, aprendizaje y juicio.
● La actividad física asegura el crecimiento y el desarrollo saludable de los jóvenes.
● La actividad física mejora el bienestar general.
● A nivel mundial, 1 de cada 4 adultos no alcanza los niveles de actividad física
recomendados.
● Se podrían evitar hasta 5 millones de fallecimientos al año con un mayor nivel de
actividad física de la población mundial.
● Las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte
entre un 20% y un 30% mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel
suficiente de actividad física.
● Más del 80% de los adolescentes del mundo tienen un nivel insuficiente de actividad
física
La relación que se atribuye entre la actividad física y salud suele ser parcial , manifestando
los beneficios de manera concreta en los aparatos y sistemas de nuestro cuerpo que optimiza
el rendimiento individual de la persona así en los aspectos que se manifiestan a nivel físico,
psicológico y social. Ser un medio influyente para crear espacios de actividad física durante
los periodos académicos y contribuir al desempeño, calidad, desarrollo y condiciones de los
universitarios.
Por otra parte, el acondicionamiento físico puede influenciar en el rendimiento académico, así
lo demuestra el estudio elaborado por Esteban-Cornejo et al. (2014), los investigadores
analizaron los efectos de la capacidad cardiorrespiratoria, la fuerza muscular y la capacidad
motora en el rendimiento académico de 2.038 niños y adolescentes españoles, según los
resultados de este estudio el tono muscular no influyó en los estudiantes, sin embargo la
capacidad cardiorrespiratoria y la habilidad motora son los efectos del ejercicio que tuvieron
mayor impacto en el desempeño escolar. (Joel y Cristian, 2016).
Por otro lado, son varios los autores que coinciden en que la práctica de actividad física
aporta beneficios a nivel cognitivo (Drobnic, et al., 2013; Esteban-Cornejo, et al., 2014;
Ramírez, 2001). En el estudio de Drobnic, et al (2013) observaron que después de realizar
dos carreras de una duración de 3 minutos a una alta intensidad se producía una
concentración de sustancias como la dopamina, la adrenalina, que repercutió en una mejora
en el aprendizaje verbal y la retención de vocabulario a largo plazo. Por otra parte, el estudio
de Ramírez (2001) nos aporta información sobre los procesos y habilidades cognitivas
cerebrales en las personas mayores que realizaban actividad física eran mejores que la de los
individuos que no lo hacían. El estudio consistió en observar a un grupo de voluntarios, que
durante 60 años habían realizado un estilo de vida poco activo y basado en la sedentariedad,
luego de realizar una carrera rápida y constante durante 45 minutos, 3 veces por semana,
habían conseguido una mejora en sus habilidades mentales, las cuales deberían decaer con la
edad. Siguiendo a Ramírez (2001) los procesos cognitivos en niños que realizan una actividad
física moderada-alta de manera sistemática son mejores que la de los niños que practican un
estilo de vida sedentario. (Joel y Cristian, 2016).
Actualmente, la actividad física es considerada como uno de los factores de vida saludable
más útil y eficaz para prevenir enfermedades de distintos tipos, en especial enfermedades
cardiovasculares, además de repercutir positivamente en las condiciones físicas de las
personas como a su vez, durante el desarrollo de sus actividades diarias, las cuales podrían
ser académicas, laborales o domésticas, pero conforme al objeto de estudio, en este caso sería
académicas. Por otra parte, en el transcurso de la vida universitaria, es considerada una etapa
crítica en la adquisición de hábitos de vida saludable, ya que, los estudiantes no cuentan con
una regularidad en sus hábitos de estilo saludable, porque pasan de una rutina regular de
actividad física en la etapa infantil y adolescencia, ciclos de alimentación y sueño controlado
a una reducción significativa de actividad física (AF), incremento de los hábitos sedentarios
en la vida universitaria, irregularidad en los ciclos de sueño y un aumento de la comida
“chatarra o dulces”. (Lopez-Walle, J. M., Tristán, J., Tomás, I., Guajardo, J. G., Gongora, E.,
& Hernandez-Pozo, R., 2020). Se puede añadir que la Declaración Universal de Derechos
Humanos afirma que, a través de la enseñanza y la educación, se debe promover el respeto de
los derechos humanos y las libertades (Asamblea General de las Naciones Unidas, 1948).
Entre estos derechos, destacamos la salud, que es “un estado de completo bienestar físico,
mental y social y no meramente la ausencia de enfermedad o dolencia” (OMS, 1946). Un
importante desafío de salud pública actual son las enfermedades crónicas no transmisibles,
como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades
respiratorias crónicas; estas enfermedades son las principales causas de muerte a nivel
mundial, y representan más del 70% de la mortalidad en todo el mundo (OMS, 2020). Estas
enfermedades en adultos reducen la productividad y resultan en días laborales perdidos,
además de sus efectos adversos sobre la calidad de vida (Malta et al., 2020).Por lo tanto, los
estudiantes que padecen estas enfermedades tienen un mayor riesgo de tener malos resultados
educativos (Barnett et al., 2018).
Según la Organización mundial de la salud (OMS), la actividad física se define como
cualquier movimiento musculoesquelético que produce un gasto cardiaco por encima del
metabolismo basal. Los adultos que oscilan entre los 18 a 64 años, deben realizar actividades
físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos al día o actividades físicas
aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos al día; o una combinación equivalente
de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana, además deben complementar
con un fortalecimiento muscular 2 veces por semana.
En los estudios que se tuvieron en cuenta para la investigación presentan que la muestra
fueron los estudiantes universitarios de distintos países como Chile, Bolivia, Colombia,
México, Madrid, entre otros, los cuales tienen una evidencia científica de los niveles de
actividad física (NAF) durante la vida estudiantil universitaria, para la cual no hay un tipo de
factor específico, sino que varía de acuerdo a las condiciones sociodemográficas y
antropométricas que se han aplicado, además de que las pruebas también van sujetas de
acuerdo a cada uno de los estudios.( Lopez-Walle, J. M., Tristán, J., Tomás, I., Guajardo, J.
G., Gongora, E., Hernandez-Pozo, R. , 2020)
Por otra parte, se evidenció una relación en los estudios, en los cuales, demostraron que los
NAF son menores en el género femenino, mientras que en el género masculino los niveles se
encuentran en rango promedio aceptable- alto para actividad física. Estos recomiendan
integrar dentro de los principios de promoción y prevención de las universidades,
implementar actividades en pro a desarrollar actividades de ejercicio físico, con el fin que
estas desigualdades en género sean menores durante el desarrollo de sus actividades
universitarias, ya que no solo se va a favorecer las condiciones físicas de los estudiantes, sino
también, las condiciones psicológicas e intelectuales de los mismos. (García-Puello, F.,
Herazo-Beltrán, Y., Vidarte-Claros, J. A., García-Jiménez, R., & Crissien-Quiroz, E. , 2020).
Los estudiantes diariamente manifiestan que se ven expuestos a factores como el estrés,
malos hábitos alimenticios y disminución del tiempo de reposo-sueño, que además se
encuentran relacionados por condiciones en que la vida universitaria en sí, contempla una
serie de tareas que implican muchas horas de hábito sedentario, lo que incorpora aún más el
riesgo sumado a la escasa práctica de actividad física, ya que el sedentarismo y la inactividad
física, son factores que inciden indirectamente la salud porque representan las causas que
conllevan a la disminución del ejercicio, ya que, tras ellas hay más razones por las cuales los
estudiantes no realizan actividad física, como la falta de tiempo durante el día, por el exceso
de carga académica, y en segundo lugar reportan factores como la pereza o el cansancio como
limitantes para realizar ejercicio. (Harmouche-Karaki, M., Mahfouz, M., Mahfouz, Y.,
Fakhoury-Sayegh, N., & Helou, K., 2020)
Por consiguiente a nivel específico, en la UMB se manejan horarios extensos académicos que
impiden la realización de actividades externas (lúdicas o físicas), de tal forma que delimitan
la posibilidad de acceder a la participación activa de este tipo de actividades durante el
periodo académico, por lo tanto no se desarrolla un adecuado refresco terapéutico del propio
cuerpo o mente lo que esto puede disminuir el rendimiento de los estudiantes
¿Cuál sería la relación entre los niveles de actividad física y desempeño académico en los
estudiantes universitarios de fisioterapia en formación?
○ 1.3 Justificación en términos de necesidades y pertinencia de la
investigación
En los últimos años la evidencia científica ha sugerido que la actividad física como el
ejercicio tienen un efecto facilitador de neuroplasticidad en ciertas estructuras cerebrales, así
como, en la mejora de aspectos selectivos de las funciones cerebrales aumentando la
concentración durante la jornada escolar y un mejor rendimiento académico. Por otra parte,
estudios en humanos y animales muestran que el ejercicio puede servir como neuroprotector
previniendo o retrasando los declives de la memoria relacionados con el envejecimiento; en
especial, en temas relacionados con la planificación y memoria de trabajo. Además, podría
proteger al cerebro contra el daño causado por los accidentes cerebro vasculares (ACV)
promoviendo su recuperación después de una lesión.
Las investigaciones que se han encargado de entender los mecanismos bajo los cuales el
ejercicio ejerce efectos en las funciones cerebrales se han centrado en los cambios producidos
en neurotransmisores, neurotrofinas y a nivel vascular. Específicamente en el hipocampo, una
estructura cerebral de pequeño tamaño muy importante en procesos de memoria y aprendizaje
en donde se ha demostrado en modelos animales que a través del ejercicio aumenta la
neurogénesis y los niveles del factor neurotrófico (BDNF).
● El ejercicio físico de alta y mediana intensidad incrementan significativamente el
flujo sanguíneo en el cerebro, proporcionando de esta forma, un incremento en los
nutrientes necesarios
● El ejercicio incrementa la liberación de neurotransmisores cerebrales, lo que facilita el
procesamiento de la información. El incremento de los niveles de epinefrina,
adrenalina, norepinefrina, precursores y de serotonina.
● Entre las neurotrofinas descubiertas, las que se han estudiado que poseen más relación
entre el ejercicio físico y las mejoras en las funciones cognitivas; son el factor
neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), el factor de crecimiento insulínico tipo-1
(IGF-I) y fibroblástico básico (bFGF)18. La práctica de ejercicio físico aumenta los
niveles de neurotransmisores (principalmente sistema glutamatérgico y de
monoaminas) y factores de crecimiento neuronal (BDNF). Estos factores aumentan
directamente la función de neuronas maduras y estimula la producción de nuevas
neuronas en el hipocampo
Del mismo modo, la plasticidad sináptica se entiende como la capacidad que tiene el sistema
nervioso para cambiar su morfología o funcionalidad a través del desarrollo, por efectos de la
experiencia o tras ser afectado por una lesión (Kandel, Schwartz y Jessell, 2001). La
plasticidad en ciertas regiones cerebrales (como el hipocampo) y es inversa a la edad.
Igualmente, si hay una mayor producción de BDNF, entendiendo , que BDNF, del inglés
Brain Derived Neurotrophic Factor o como en español se llama Factor Neurotrófico derivado
del Cerebro está presente de dos formas, en proteína y gen, las cuales actúan en el sistema
nervioso central (SNC) y sistema nerviosos periférico (SNP), en donde la proteína BDNF
(parte de la familia de neurotrofinas de factores de crecimiento) es codificada por el gen
BDNF.
Para su efecto, la proteína BDNF presenta dos formas fuera de la neurona, denominada
proBDNF y BDNF maduro (mBDNF), esta proteína realiza su síntesis en el retículo
endoplasmático, luego es plegado y cargado en vesículas secretoras que son liberadas en
espinas dendríticas de manera postsináptica y otras son transportadas a terminales axónicos
mediante transporte anterógrado, donde pueden ser expulsadas al espacio extracelular.
(Maureira C., 2016).
Sin embargo, para ejercer su acción, esta proteína tiene que unirse a receptores, los cuales
están codificados para obtener funciones específicas, por ejemplo, la proBDNF se une al
receptor quinasa relacionada a tropomiosina B (TrkB) y al receptor para neurotrofinas
p75NTR; Mientras que el mBDNF se une al receptor TrkB estimulando la supervivencia
neuronal y la potenciación a largo plazo (PLP) (es un cambio en la morfología o
funcionalidad de sinapsis durante horas, días o más tiempo). (Maureira C., 2016).
Lo que en definitiva, explica la razón del cómo y porqué se puede dar la relación entre
actividad física y rendimiento académico, ya que el factor neurotrófico derivado del cerebro
(BDNF) al ser una proteína fundamental en la neuroplasticidad que activan transcriptores de
genes que producen la síntesis de dicha proteína a través de cascadas que la transcriben, este
actuaría como neurotransmisor hacia otra neurona , sobre sí misma, o también como
activador de la inserción de receptores en las nuevas espinas dendríticas, lo que finalmente va
a generar que la síntesis de BDNF se produzca por estimulación o incremento de la actividad
física, y con esto, mejorar o activar su función en el incremento del acondicionamiento físico,
o de procesos cognitivos por la vía de estimulación de cambios morfo-funcionales de
conexiones neuronales.
Como propuesta de formación profesional, el sujeto puede sentir que se acerca a ese modelo
que fue conformando a través de lo que la sociedad comunica, o encontrar distancia entre su
propia vivencia y las representaciones y/o ideas adquiridas. (María S.Gladys, 2013).
1.4 Objetivos
Identificar la asociación entre los niveles de actividad física y el desempeño académico en los
estudiantes de fisioterapia