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Integral
Clase 3: Masculinidades
Clase 3: Masculinidades
1. Introducción
2. ¿Masculinidad o masculinidades?
2.1. Características de la masculinidad hegemónica
2.2. Masculinidades subordinadas
2.3. El impacto de los mandatos de masculinidad en la salud
3. Hacerse hombre en las aulas
3.1. Nuestra responsabilidad como docentes
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1. Introducción
Les damos la bienvenida a la tercera clase del módulo 10,
“Pedagogías críticas del género y la sexualidad”. Como venimos
desarrollando en módulos anteriores, los géneros son
construcciones sociales, proyecciones que se realizan sobre las
personas, a partir de la asignación de un sexo en el nacimiento. En
las sociedades patriarcales, los géneros son dos, varón-mujer, y hay
maneras “socialmente correctas” de serlo. Quienes las reproduzcan,
serán mejor vistas/os que quienes se salgan de ese estereotipo.
2. ¿Masculinidad o masculinidades?
La masculinidad es un concepto difícil de definir, por lo que vamos a empezar por lo
que la masculinidad NO ES.
La masculinidad NO ES un hecho biológico, no depende de los genitales con los que
hayamos nacido.
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La masculinidad NO ES la manifestación de una esencia interior, no está determinada
ni por el alma ni por las energías.
La masculinidad NO ES un conjunto de atributos propiedad de los varones, no es algo
que se tiene o que se posee.
(Chiodi, Fabbri & Sánchez, 2019:11)
¿Cómo alguien se hace varón? ¿Hay sólo una manera de serlo? ¿Cómo un
niño pasa a ser un hombre? ¿En qué momento? ¿Qué diferencia a un
varón de una mujer?
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la dominante sería equivalente a intentos más o menos frustrados de
ser varón” (Sanchez, 2017:63).
Desde que nacen con pene, socializamos a los que llamamos niños
de manera tal que pongan en valor la autosuficiencia, recorran el
espacio y se apropien de él (muchas veces les regalamos pelotas
pistolas, superhéroes), se espera generalmente que sean valientes,
exitosos, dominantes. Incluso, por estas formas en las que se les
enseña, pareciera que hasta las emociones tienen género, por
ejemplo cuando se cree o se dice que “no está bien que un varón se
angustie y demuestre esa angustia o que lo vean llorando”. Se les
enseña desde muy pequeños que la manera correcta de expresar
sus emociones es el enojo, la rabia. Según De Stéfano Barbero
(2017) a medida que avanza el desarrollo de los niños, la violencia se
presenta como el único medio disponible para sublimar la tensión.
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Les invitamos a ver el siguiente video:
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“La producción sociocultural de la masculinidad normal tiene
como motor fundamental la búsqueda de reconocimiento por
parte del grupo y el miedo a la pérdida de ese
reconocimiento” (Sanchez, 2017:74).
https://www.youtube.com/watch?v=rWK759x3NF4&list=PLtR7M_AB3_U3a
ftw88NNbSXvyH-G9o9WC&index=21&t=4s
● Varón Cis-Heterosexual
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y sentirse atraídos (muy atraídos) por mujeres con vulva y vagina. De
eso dependerá su “virilidad”.
● Proveedor
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mayor edad será quien herede ese rol, incluso habiendo una madre
adulta presente.
Cabe hacer una mención especial a la función que los deportes han
cumplido en relación a los procesos de homosocialización. Ser
hombre ha de ser sinónimo de practicar algún deporte, ser bueno
en él y disfrutarlo.
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pertenencia a la escuadra familiar, identificada con la camiseta,
instituye el linaje en un intento de construirse una pertenencia
nacional” (Tajer, 2014).
https://www.youtube.com/watch?v=fMx1Gpvm-uw
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● Violento
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y “femeninos”, sino que cada uno se encuentra en un contínuum entre
esos extremos y presenta diferencias individuales en su composición
específica. Por su parte, los estudios transculturales sobre la diversidad
de configuraciones de las masculinidades (Gilmore, 1991), han revelado
que a lo largo y lo ancho del mundo existen sociedades en las que los
hombres no son violentos con las mujeres o los niños y niñas, ni siquiera
los unos con los otros, demostrando que la biología no es la matriz
explicativa única de la violencia.
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La línea “Hablemos” de la provincia de Buenos Aires es un
dispositivo de atención telefónica de primera escucha y derivación
para varones que ejercen violencia o que están en conflicto con la
ley penal por haber ejercido violencia. Es una herramienta destinada
a varones que demanden de manera espontánea contención y
asesoramiento.
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Para profundizar sobre la temática, compartimos el material “Abordajes
integrales en el trabajo con varones” del Ministerio de las mujeres,
políticas de género y diversidad sexual de la provincia de Buenos Aires:
https://ministeriodelasmujeres.gba.gob.ar/gestor/uploads/Abordajes%20
Integrales%20en%20el%20trabajo%20con%20varones.pdf
Así como hay varones que cumplen con cada aspecto de la larga
lista de demandas para demostrar que son verdaderos hombres,
existen quienes se encuentran subordinados en relación a ellos.
Hablaremos de masculinidades subordinadas para hacer referencia
a ellos. Si tuvieran que pensar en alguien “no suficientemente
hombre”, ¿en quién pensarían?
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2.3. El impacto de los mandatos de masculinidad en la salud
https://bancos.salud.gob.ar/recurso/masculinidades-y-salud-herramienta
s-para-el-trabajo-con-adolescentes-y-jovenes
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3. Hacerse hombre en las aulas
Hasta aquí hemos podido desarrollar el concepto de
masculinidad/es. Nos queda reflexionar sobre cómo es que niños y
adolescentes “se hacen hombres” en las instituciones educativas.
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Muchas situaciones de hostigamiento entre pares, conocidas
muchas veces como acoso escolar o bullying, suelen formar parte
de esas pequeñas microviolencias que van marcando lo correcto e
incorrecto en relación a ser varón. Durante la adolescencia, el acoso
escolar suele predominar entre hombres, más que ser dirigido hacia
mujeres. “Es en los puntos críticos de confrontación y respuesta
donde se pone en juego la masculinidad, y de ello depende que
salga fortalecida o cuestionada (...). Si la masculinidad es un terreno
de disputa, este “juego de hombres” necesita de un escenario donde
esté presente el público que aprecie la performance masculina. La
masculinidad debe ser aprobada y validada homosocialmente: los
hombres se vigilan y juzgan concediéndose la aceptación o el
rechazo en el reino de la hombría (Kimmel, 1997)” (De Stéfano
Barbero, 2017:13).
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Nosotras/os como adultas/os debemos pensar no sólo en promover eso,
sino también revisar nuestras propias prácticas: ¿esperamos lo mismo de
los niños y adolescentes varones? ¿naturalizamos las diferentes trayectorias
educativas según el género? ¿Esperamos que la carpeta de un estudiante esté
más desprolija que la de una estudiante?
¿Hay una sola forma de ser masculino? ¿Qué son los pactos internos? ¿Quién
se privilegia de la estructura patriarcal? ¿Qué es hetero cis? ¿Carnet de
masculinidad? ¿Por qué el acoso callejero estuvo siempre legitimado? ¿Qué
es mansplaining? ¿Cuáles son los privilegios de género?
https://youtu.be/sUPdOr0276U?si=VMzMXXq411dEHzx0
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A modo de cierre, les invitamos a ver el siguiente video, sobre la historia
de Pol, un varón Trans:
https://www.youtube.com/watch?v=NR2C6JwLXSE
Bibliográficas
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pedagógicas para facilitar talleres con adolescentes y jóvenes.
Buenos Aires.
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Licencia Creative Commons
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