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Introducción

En el presente informe se pretende dar a conocer todo lo relacionado a la sexualidad


masculina, sus aspectos, su desarrollo a lo largo de los años, el porqué de su discriminación
y si poseen sentimientos los cuales puedan expresar.

Este informe tiene como eje principal la sexualidad masculina, donde se presentaran los
siguientes temas:

 Construcción de la sexualidad masculina en contraposición con el sexo opuesto.


 Rasgos de la sexualidad que se educa bajo la sociedad del patriarcado.
 El macho como ser primitivo.
 Hombre y emociones.

Dicho trabajo busca analizar cada aspecto dirigido hacia el hombre, las especulaciones que
se ha creado hacia ellos con el paso de los años, y el avance de la humanidad puesto que se
han visto restringidos hacia ciertas acciones y emociones tales como mostrar debilidad, se
les ha instruido a tener un comportamiento en concreto, es decir, ser machos como muestra
de dominio y no mostrar su verdadero ser, siendo esta bastante arcaica hoy en día.
Construcción de la masculinidad en contraposición con el género opuesto.

El hombre del patriarcado es una arbitraria construcción social resultante de la organización


patriarcal y del dominio masculino en las relaciones entre ambos géneros, puesto que está
compuesta por un conjunto de variantes como: las creencias y los valores que el patriarcado
ha impuesto, en conjunto del deber que les ha asignado al hombre en contraposición de la
mujer. El rol de cada género es la manera particular en que cada persona construye,
interpreta, interactúa y expresa su masculinidad o feminidad ante los ojos de la sociedad.

Gracias a tres aspectos que han colaborado a que la sexualidad masculina sea una adicción
y su decadencia sea una realidad en varios ámbitos tales como la educación, la cultura y lo
biológico, han contribuido a la creación de un estereotipado del hombre, donde no deben
mostrar sus sentimientos o emociones, sino ser seres rudos, fríos y tenaces en
contraposición de la mujer que tiende a mostrar sus emociones ante el público sin miedo
alguno a ser criticadas.

La cultura de hoy en día ha creado modelos a seguir para el hombre y la mujer, en base a lo
que estos consideren adecuado para unos y otros, por esta razón tanto la masculinidad como
la feminidad posee una serie de características que los reflejan. Ciertas acciones se han
visto tachadas para cada género, pautándolas cual va para quien y cual no, como por
ejemplo, el cuidado de los niños pertenece a la mujer y el trabajo fuera del hogar al hombre,
puesto que deben mostrar su virilidad ante el mundo y negarse de necesidades emocionales,
es decir la masculinidad se construye a partir de la negación.

La identidad masculina es algo que se construye a través de un proceso de aprendizaje.


Antes del nacimiento la familia, y el contexto que rodea a los futuros bebés ya tiene
expectativas que más tarde transmitirá a los niños. Luego el contexto en general moldea sus
conductas, de manera que se le refuerzan su actitud que se adecuan al modelo imperante de
masculinidad, mientras que se reprimen las que no concuerdan con su sexo, es decir las
femeninas.
Rasgos de la sexualidad que se educa bajo la cultura del patriarcado.

Con el paso de los tiempos, la sociedad se ha visto acostumbrada a las acciones creadas por
el machismo tales como el feminismo, la discriminación, las luchas por la igualdad de
género y las múltiples violencias que esta ocasionan debido al régimen impuesto por la
cultura patriarcal ante la disparidad que esta ha hecho. El capitalismo que lleva el
patriarcado es tan severo que no permite que la mujer tenga los mismos derechos que posee
el hombre, el cual conlleva a la discriminación racial hacia ellas.

El patriarcado es la tendencia a la autoridad y/o es utilizada para definir la distribución


desigual del poder entre hombre y mujeres, puesto que el varón posee más preeminencia en
uno o varios aspectos como el derecho al sufragio, el tener un mejor puesto de trabajo que
la mujer, entre otros.

En la antigüedad, al hombre se le instruía a salir de caza, a tener un amor poliamorista, es


decir una relación con varias mujeres con o sin el consentimiento y conocimiento de todos
los participantes, en la actualidad aun se dan casos similares en algunos países donde se ve
a un hombre en una relación con varias mujeres.

La cultura es una variable compleja en este ámbito impuesta por el patriarcado y ha influido
en su desarrollo de generación en generación, y se ha visto implementada en la educación
de las personas. El varón se ha visto privado de muchas cosas como el gozar de su
sexualidad sin temor alguno y esta se ha normalizado en las relaciones heterosexuales,
puesto que el rol de la mujer en la cama es con el fin de satisfacer y servir al hombre, es
decir, otorgar placer pero no recibir nada a cambio.

La aparición del sistema patriarcal se remonta a los tiempos de nuestra prehistoria, Esta
estructura se ha estado manteniendo hasta nuestros días, demostrando sus grandes
facultades para servir a la propiedad privada y a su perpetuación, así como al
mantenimiento de la explotación, principalmente de la mujer, sirviendo a una ideología
concreta y presentando la sexualidad exclusivamente reproductora como una categoría
natural y beneficiosa. 
El macho como ser primitivo.

Hoy en día a causa de una sociedad corrompida, el modo en que el hombre piensa e
interactúa con los demás, sigue siendo bajo la cultura del patriarcado, muchos actúan de
forma machista, discriminatoria, y violenta hacia la mujer puesto que las ven como el sexo
inferior y deben estar bajo su tutela.

Desde la infancia se les niega ciertas acciones como la ternura puesto que se les instruye
que los hombres deben ser duros y no blandos, donde no tengan y/o muestren sentimientos
hacia a nadie, se les enseña a no amar verdaderamente, a tener muchas mujeres y divertirse
con ellas, el disfrutar de algo pasajero sin ataduras.

Dichas acciones condicionan la creación de un hombre machista o comúnmente conocido


como “macho”. El comportamiento de los seres humanos es un poco similar al de los
animales, por ejemplo, los primates, los machos luchan entre sí para quedarse con las
hembras y así lograr el apareamiento. El macho fuerte, veloz y tenaz tendrá la ventaja ante
los más débiles y carentes de dichas habilidades, volviéndola esta la supervivencia para el
más apto.

La imagen del macho no es más que una creación mental de nuestra sociedad, que se ha
transformado en un mito. Cuando se habla del macho, se refiere a su hombría y vemos en
este tipo de persona haciendo culto hacia su fuerza, su cuerpo y dominio frente a las
mujeres y el resto de los hombres, siendo esta una invitación a una contienda entre ellos.
Esta cultura de venerar a este tipo de hombre siempre ha existido en todas las etapas de la
historia de la humanidad.

Una persona sin valores esenciales, valores naturales como la libertad, la igualdad y la
fraternidad junto a algunos otros valores extra que hacen de la persona alguien respetable y
derecha, son la base principal de una persona. Por ello hoy en día se escuchan muchas
lamentaciones acerca de como los jóvenes se comportan, ya sea con las malas actitudes, la
falta de valores que les llevan a cometer actos despreciables, y la falta de respeto hacia las
demás personas. “Vosotros, machos y féminas, también tenéis un ser primitivo dentro”.
Hombre y emociones.

Los varones expresan sus emociones en menor cantidad que la mujer, tanto por asuntos
fisiológicos, emocionales y culturales, se puede decir que el hombre puede mantener un
estado emocional bastante estable a lo largo de su vida diaria, caracterizado por
sentimientos de soledad, de seguridad e inseguridades y por el orgullo propio, además de
querer ser más fuertes de lo que en realidad son.

El hombre que llora es considerado débil y esto se ha inculcado en nuestra sociedad y se


transmite a través de la educación desde la infancia pero el varón puede aprender de la
mujer, a superar su orgullo y ser más suaves, ser más libres, a pedir ayuda ante una
situación que lo amerite e interesarse a como regular sus emociones. El hombre tiende a
demostrar sus emociones a través de acciones, en cambio la mujer lo demuestra a través de
las palabras.

Las mujeres generalmente expresan mejor sus emociones y sentimientos que los hombres
todo gracias a que la cultura del patriarcado trata de imponer socialmente diferencias entre
cada género. La manifestación emocional varía según la cultura y educación a la que haya
sido sometida la persona.

Por naturaleza, un hombre es un ser supersticioso, competitivo, controlador, defensivo y


solitario que esconde su estado emocional para controlar la situación. Para los hombres,
expresar sus sentimientos significa saber controlar las circunstancias. Los condicionantes
sociales refuerzan esta conducta en los hombres, puesto que les enseñan a “comportarse
como hombres” y a “ser valientes” porque “los hombres no lloran” del escritor italiano
Walter riso.

Algunos varónes cansados de la represión emocional en la que se encuentran sometidos,


buscan la liberación de dichas ataduras impartidas por la sociedad, el hombre posee el
derecho a sentir miedo, a cometer errores, a disculparse y a expresarse libremente, llevando
todo aquello a un manifiesto y ser ellos mismos.
Conclusión

En conclusión se puede inferir que el género masculino ha llevado en su historia una serie
de restricciones y opresiones que han hecho de lo que se conoce como el macho ideal, todo
gracias a la educación y cultura patriarcal que se ha integrado a la sociedad desde tiempos
muy remotos en la historia de la humanidad.

Debido a la discriminación, el hombre de hoy se limita y se ha visto cohibido de ciertas


acciones y emociones, puesto que no deben demostrar manifestaciones emocionales como
la mujer, ni realizar algunas como llorar y demostrar miedo. Deben enseñar al público que
son fuertes, que no le temen a nada y demostrar su dominancia ante los ojos de la
comunidad.

Los hombres también sienten miedo y tristeza, aunque no lo demuestren, el enojo es más
fácil que salga a flote, pues aún está ligado a la agresividad vinculada a la masculinidad,
aunque también dependerá del contexto. Las emociones tienen una razón de ser, incluso
aquellas que vemos como negativas y la expresión de nuestras emociones, nos permite
liberarnos de ellas. Pero a menudo los hombres se encuentran ante la disyuntiva, pues han
aprendido que no deben mostrar lo que sienten. 

El hombre posee todo el derecho a expresarse libremente puesto que son humanos y no una
especie de maquina sin expresiones. La sociedad patriarcal ha influido enormemente en el
desarrollo del hombre y la mujer en cuanto a su papel a lo largo de los años y se ha
transmitido de generación en generación, puesto que el varón debe manifestar su dominio
y hombría ante las personas.
Bibliografía

 Walter riso. (1998). intimidades masculinas. 2007, de vivirlibre.org Sitio web:


www.vivirlibre.org
 María Isabel Soldevila. (2011). Receta para hacer un macho. Listín Diario, 1.
 Santiago Roncagliolo. (2013). Machotes. El Pais, 1.
 Néstor E. Rodríguez. (2016). La masculinidad trujillista en la literatura dominicana.
acento.com
 Octavio Salazar. (2017). Víctimas del patriarcado, no de su sexismo. El Pais, 1.
Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra

Presentado por:
Josimar coronado
2016-0458

Grupo:
ST-LET-102-T-014

Signature:
LET-102

Investigación:
Construcción social de la masculinidad y los efectos que esta genera en el
sexo opuesto

Presentado a:
Ludovina Ogando

18 de abril del 2017


Santiago de los Caballeros
Republica dominicana

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