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FICHA DE DESARROLLO PERSONAL CIUDADANIA Y CIVICA

NOMBRES Y APELLIDOS…………………………………………………………………. GRADO Y SECCION: 2……..

SESION 1: DESCUBRIMOS QUE CHICAS Y CHICOS SOMOS IGUALES, PERO DIFERENTES.

COMPETENC Construye su identidad


IA:
CAPACIDAD Se valora asi mismo /Autorregula sus emociones
ES:
PROPOSITO: Comprenderemos cómo se tejen las interacciones entre mujeres y hombres, ya que a veces nos cuesta
reconocer la complejidad en dichas interacciones. En este proceso, descubriremos qué nos hace
diferentes e iguales entre chicas y chicos, y seremos capaces de cuestionar los estereotipos de género
que se enfrentan en el día a día. Finalmente, podremos identificar lo que favorece y lo que no favorece
nuestro bienestar y desarrollo reconociendo riesgos en el ámbito de la sexualidad.
EVIDENCIA Elabora una lista de estereotipos de género.
Analizan la infografía sobre las causas de desigualdad del género.
Realizó una introspección sobre los aspectos que me impiden o facilitan interactuar con los demás.
criterios de  analiza críticamente situaciones de desigualdad de género en diferentes contextos.
evaluación  Acepta sus características personales y sociales en sus logros, valorando la participación de su familia
en su formación.

LEE LA LECTURA
Lee la información del texto:

Las chicas y los chicos ¿Somos iguales?


Cuando nacemos, los seres humanos llegamos al mundo en condiciones similares:
nacemos desnudos, nos ponen un nombre, nos abrigan, nos dan de lactar, nos
alimentan, crecemos, caminamos, nos empezamos a comunicar con nuestro
cuerpo, con nuestra voz, estudiamos, etc.
No obstante, es importante reconocer que biológicamente los órganos sexuales
nos diferencian como mujeres y hombres.
Muchas veces, sobre esta diferencia biológica, se establecen un conjunto de ideas
y actitudes acerca de cómo deben ser, pensar o actuar las mujeres o los hombres,
por el hecho de ser biológicamente de uno u otro sexo.
Por ejemplo, esto sucede en situaciones en que se asume que los hombres deben
“tomar la iniciativa” y que, por tanto, las mujeres deben solo esperar a que ellos
lo hagan, como en la historia de Paula y Julián, cuando inician su amistad. Si esta y
otras actitudes o ideas se presuponen como normales, como parte de un “código”
de lo que “así debe ser”, y se llega con ellas a limitar el ejercicio de los derechos y
el pleno desarrollo de las personas, estamos frente a estereotipos de género.
Los estereotipos de género son creencias que aprendemos, internalizamos y que
impactan en las interacciones de la vida diaria. Por ejemplo, en el caso de Paula,
su mamá le dijo: “¡Paula! Hija, las chicas son de su casa”. Por otra parte, la mamá
de Julián le dice: “Una chica que toma la iniciativa es una chica muy mandada…”.
¿Lo recuerdas?
Los estereotipos —entendidos como creencias sostenidas en el tiempo y
compartidas socialmente— se constituyen en normas sociales. Esto trae como
consecuencia el creer que es normal atribuir determinadas actitudes y
comportamientos a hombres y mujeres sin cuestionar dichas atribuciones. Así, se
arraigan en nuestras interacciones cotidianas diversos estereotipos de género que
afectan nuestros derechos y producen desventajas, sobre todo en las mujeres,
desde sus primeros años de vida.
Si bien hay normas sociales que ayudan a regular nuestro comportamiento para
una buena convivencia, hay otras que se convierten en un factor desequilibrante
o de desigualdad entre hombres y mujeres. Esto se debe a que nos imponen una
separación de roles que afecta nuestro desarrollo social y que limita las
oportunidades con las que contamos para llevar a cabo nuestro proyecto de vida.
Entonces, somos diferentes, pero… ¿qué nos hace iguales? La respuesta a esto
último está en los derechos humanos que son inherentes a todas las personas
(niñas, niños, adolescentes, personas adultas y personas adultas mayores), y que
se deben respetar.

Los derechos entre mujeres y hombres


Históricamente, es posible identificar cómo se han construido normas sociales en distintos países y culturas
que, intencionadamente o no, produjeron estigmatización o discriminación hacia la mujer.
Por ejemplo, hasta hace no muchos años, la mujer era educada para asumir roles de esposa o madre,
principalmente. Al extenderse esta idea y consolidarse como una expectativa general o una “verdad” en la
sociedad, se generaron situaciones que impedían la capacidad de la mujer para decidir sobre sí misma y
sobre su proyecto de vida.
Alternativas como ser dirigente, estudiar, practicar deportes, tener una carrera, etc., eran vistas como
extrañezas o postergaciones del rol principal que debían cumplir. Ahora, teniendo esto en cuenta, ¿se
vulneran derechos? ¿Una norma social no puede ser un derecho?
Los derechos, en general, son normas reconocidas socialmente
que expresan libertades o la posibilidad que tienen las personas
de hacer algo. Como toda norma, un derecho pretende orientar
la acción de las personas. Si bien en muchos casos estos pueden
OBSERVA LA INFOGRAFIA:
¿Cómo se expresa la sexualidad?
Como vimos en la historia de Paula, Julián y sus familias, las primeras
reacciones que tenemos sobre la sexualidad se relacionan con
distintos patrones de conducta, costumbres y expectativas. Las
expresiones e ideas de las familias de Paula y de Julián denotan sus
maneras de ver el mundo, de cómo creen ellos y ellas que se deben
establecer interacciones entre las chicas y los chicos, y sobre lo
“correcto” y “no correcto”.
En dicha historia, las madres de Paula y Julián y el padre de Paula
expresan su preocupación o temor por una posible “atracción” de su
hija e hijo, porque temen alguna situación de riesgo que comprometa
su proyecto de vida, sus sueños, salud, seguridad e incluso su vida.
Asimismo, pueden creer que sus hijas e hijos no sabrán cómo lidiar
con sus sentimientos o puede resultarles difícil el aceptar que sus hijas
e hijos “han crecido”. Estas preocupaciones abarcan distintas
expresiones de la sexualidad: posible atracción, afecto, gusto,
afinidad, sentimientos, pensamientos.

Entonces, ¿qué es sexualidad?


Según la OMS, la sexualidad es un aspecto fundamental de la
condición humana, presente a lo largo de la vida, desde nuestro
nacimiento hasta nuestra muerte. Abarca el sexo, las identidades
y los roles de género, la intimidad y la reproducción. La
sexualidad se vivencia y se expresa por medio de pensamientos,
fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas,
prácticas, funciones e interacciones.

Para su comprensión integral, hay que reconocer que la sexualidad humana se compone de varias dimensiones:

Si bien es cierto que la sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no necesariamente todas
ellas se vivencian o expresan siempre al mismo tiempo. En ese sentido, reducir la sexualidad al sexo,
al deseo sexual o a la reproducción constituye un error que limita su comprensión integral.
¿Cómo puedes vivir tu sexualidad de forma
responsable?

Si bien tenemos derechos, para asegurar su ejercicio, tenemos también responsabilidades. En ese sentido,
como adolescentes vamos asumiendo más responsabilidades en el proceso de construir nuestra autonomía y
afirmar nuestra libertad de decidir.

Reflexionemos frente a posibles situaciones de


riesgo
Cuando nuestra sexualidad es mal comprendida, nos podemos ver
envueltos en diversas situaciones de riesgo. Esta falta de comprensión
se debe a que, muchas veces, “normalizamos” ciertos comportamientos
violentos sin cuestionarlos.
Por ejemplo, asumimos equivocadamente que:
 Piropear no es una forma de acoso que vulnera derechos.
 Mostrarse “duro” y no expresar emociones en el caso de los hombres
es una muestra de “hombría” o “virilidad”.
 Las mujeres deben atender y servir siempre a los hombres, y que esto
no es una sumisión que vulnera sus derechos.
Estas ideas y costumbres causan mucho daño a las personas: afectan
nuestra dignidad como seres humanos y mantienen relaciones de poder
desiguales entre mujeres y hombres. Así, cuando los estereotipos de
género son tan fuertes que se convierten en comportamientos
automáticos e incluso son considerados positivos por una parte
importante de la población, sin considerar las relaciones de poder
desiguales que subordinan a la mujer, entonces decimos que la sociedad
es machista.
A continuación, te presentamos algunas alertas sobre comportamientos y actitudes que pueden atentar contra tu
derecho a vivir tu sexualidad a plenitud y de manera saludable:

Frente al machismo, que nos hace daño a las personas y a la


sociedad en su conjunto, lo mejor es reflexionar éticamente.
Es fundamental reconocer y repensar qué prácticas
“normalizadas” podrían hacernos daño o generar posibles
riesgos. Las siguientes ideas pueden ayudarnos a cuestionar el
machismo:
Cuando reconocemos que las expresiones e ideas machistas
pueden hacernos daño, evitamos situaciones de riesgo, como
las siguientes:
 Relaciones afectivas no saludables o que establecen
relaciones de abuso de poder o violencia
 infecciones de transmisión sexual
 embarazo adolescente.

Uso de la tecnología y situaciones de riesgo


Frecuentemente, usamos las redes sociales para establecer vínculos en el espacio virtual. Hacemos
ciberamistades, establecemos comunicación en Internet, leemos los post de amigas, amigos y otras personas
que, incluso, no conocemos.
El fácil acceso a la tecnología de hoy nos permite compartir información personal con personas
desconocidas. Por ello, es muy importante tomar decisiones sobre lo que queremos compartir y difundir, y
aquello que deseamos reservar para nuestro ámbito privado. El actuar sin consideraciones previas, sin
pautas que nos impongamos para nuestras interacciones digitales, puede exponernos a las siguientes
situaciones de riesgo:

ACTIVIDADES
1.- A partir del análisis de la historia inicial, elabora una lista de estereotipos de chicas y chicos:

chicas chicos
“Nunca deben tomar la iniciativa para conocer y conversar “Toman la iniciativa para conocer chicas”.
con chicos”.

2.- En equipos analiza la infografía y responde:

¿Cuál es la causa común de las situaciones de desigualdad de género presentadas en la infografía? ¿Cómo
podemos cambiar esta situación?

¿Qué situaciones de desigualdad identifican en su institución educativa?, ¿qué derechos se vulneran?, ¿qué
podríamos hacer para fomentar la igualdad de género?

Y en tu barrio o comunidad: ¿qué situaciones de desigualdad de género se presentan?, ¿qué derechos se


vulneran?,
¿Qué podríamos hacer las vecinas, los vecinos o las autoridades para promover la igualdad entre mujeres y
hombres?

3. Reflexiona:
a. ¿Qué estereotipos reconozco en mí cuando me relaciono con hombres o mujeres?, ¿dónde los aprendí?, ¿de
quién o de quiénes?

b. ¿Cómo afectan los estereotipos en el desarrollo de mi sexualidad?

c. ¿Qué podemos hacer para erradicar nuestros estereotipos, mejorar nuestras relaciones y tener las mismas
oportunidades como chicas y chicos?
NOS EVALUAMOS

Lo logre Estoy en proceso ¿Qué puedo hacer


CRITERIOS DE EVALUACION de lograrlo para mejorar mis
aprendizajes?
Analiza críticamente situaciones de desigualdad
de género en diferentes contextos.
Acepta sus características personales y sociales
en sus logros, valorando la participación de su
familia en su formación.

METACOGNICIÓN
1. ¿Qué aprendí?
2. ¿he tenido dificultades? ¿Cuáles?
3. ¿para qué me será útil lo aprendido?

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