“Las obras humanas emergen en ámbitos histórico-sociales como respuestas

específicas de la colectividad a los cuestionamientos de la realidad.”

(Meyerson,1987)

La intención ya no es mostrar qué en enseñar y cómo enseñar, sino entender los

sistemas didácticos, cómo funcionan, y por qué lo hace. Desde una perspectiva de
didáctica específica, sería más favorable para un docente procesarlo, que
inventarlo; en éste sentido, debe importar la acción educativa como base del
desarrollo de los individuos, de ésta manera se encuentran las siguientes
manifestaciones, para acertar en la enseñanza:

1. Rol central de los artefactos culturales  Instrumentos cognitivos. Se

convierten en el árbitro que direcciona y manipula la información, para
poder transmitirla de manera convergente a los estudiantes. Claramente el
buen uso de éste, es indispensable para una certera comunicación, para
que ese puente que existe, entre docentes y estudiantes funcione. Aquí
encontraríamos los diversos mecanismos que podrían ser llamados
artefactos culturales:
 Obras de arte
 Obras literarias
 Dibujos
 Esquemas, etc.

2. Desarrollo individual del estudiante  Segundo factor fundamental,

después del árbitro del conocimiento, si bien es importante analizar los
dispositivos para convertirlos en el modelador del rol que adoptará el
estudiante, también significa mucho, la manera, la forma, y el estado que se
comienzan a evidenciar en él.

3. Por una tercera parte se obtiene o se analiza, la incidencia que tienen éstos
artefactos, por lo cual es considerable llevar un monitoreo, sobre lo que
 está causando éste, en los estudiantes, si es o no pertinente, si arroja o no
resultados, para considerar un cambio, o una posible transformación, para
no traumatizar el proceso que se está ejecutando.

Los individuos desde que nacen, al poder agudizar y utilizar sus sentidos, van
comprendiendo que el mundo es una manifestación semiótica constante, pues
desde que son bebés comienzan a explorar y a buscar entre sí significados con lo
que los rodea, es decir, que van encontrando en cada gesto, en cada ademán, en
la participación de los objetos que aparecen, la funcionalidad que hay, lo que
denota en su contexto, por esto en algunas ocasiones cuando se orienta a un
grupo de estudiantes a recrear algún tipo de dibujo, desde la evocación de sus
recuerdos, éstos tienden a parecerse de manera increíble, para ser más
específica, el dibujo de un árbol, muchas veces se va a hacer la estructura del
árbol convencional que los dibujos animados, los libros y la sociedad entera nos
presenta, el cual es el siguiente:

Muy pocos detalles podrán variar, como lo podría ser el tono del color, el tamaño,
o incluso adornos como manzanas, peras, naranjas, sin embargo su forma
convencional será la anterior. No obstante, es esto último aspecto en el ejemplo lo
que nos prueba que el desarrollo se da desde un estatus intrínseco, ya que a
pesar de que se exponga al mundo de manera muy similar, son algunas
concepciones personales las que marcan una determinada diferencia.

Finalmente esto expresa, ya desde el punto educativo y de formación en aulas de

clases y procesos académicos, que los docentes deben tener una capacidad de
análisis y diagnóstico frente a lo que sucede con sus estudiantes, que si se
pudiese dar de manera individual (remitiéndome a la realidad del país, donde los
salones están superpoblados), la detección y pronósticos serían más adecuados
en el manejo del tratamiento de artefactos culturales que se deberían aplicar en el
contexto. Como se llamaría coloquialmente, el docente debe tener un ojo clínico y
así monitorear los medios, sus aplicaciones e incidencia en el aula de clase.

Andrea García Castillo