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Hecho Imponible →

HECHO IMPONIBLE

ASPECTO OBJETIVO

CASOS PARTICULARES

ASPECTO SUBJETIVO

ASPECTO ESPACIAL


ASPECTO TEMPORAL

Concepto: El hecho imponible se define como el hecho o acto o conjunto de estos, de


naturaleza económica, previstos en forma precisa en la norma legal y cuyo perfeccionamiento
de origen a la relación jurídica tributaria principal, es decir la obligación tributaria. Por lo
tanto, el perfeccionamiento del hecho imponible genera la obligación de ingresar al fisco la
obligación tributaria (sujeto pasivo) y el estado el derecho a reclamar tal obligación (sujeto
activo).

La conjunción de los elementos que integran el hecho generador de la obligación tributaria


(perfeccionamiento del hecho imponible) se produce al configurarse sus cuatro aspectos:
objetivo, subjetivo, espacial y temporal. Es decir que si no se cumplen los cuatro aspectos, no
habrá obligación tributaria a cumplir por parte del sujeto pasivo, ni obligación tributaria a
reclamar por el sujeto activo.

ASPECTO OBJETIVO

Concepto de Ganancia

El aspecto objetivo es la descripción del hecho generador de la obligación tributaria. Esta dado
por la realización de actos, hechos o actividades cuya consecuencia sea la “obtención de
ganancias”. La ley del impuesto utiliza los vocablos ganancias, rentas, rendimientos y
enriquecimientos como sinónimos. Por ende la mención de cualquiera de ellos implicara que
estamos en presencia de un resultado positivo, es decir, los ingresos superan a los egresos y
por el contrario un quebranto cuando los segundos superen a los primeros, siempre que tales
resultados (positivo o negativo) deriven de las operaciones realizadas por el contribuyente en
un periodo de tiempo determinado.

El aspecto objetivo del hecho imponible está dado por la obtención de:
1.1. Rentas taxativamente indicadas (primera, segunda, tercera y cuarta categorías).
1.2. Rentas originadas en la República Argentina pertenecientes a beneficiarios del
exterior.
1.3. Rentas que requieren periodicidad, permanencia de la fuente productora y explotación
de la misma.
1.4. Todo tipo de rentas que obtengan:
a) Sociedades de capital y otros sujetos tipificados en el artículo 73 de la ley (SA, SCA, SCS,
SRL, asociaciones, fundaciones, cooperativas y entidades civiles y mutualistas -salvo que
estén exentas- , sociedades de economía mixta -en la parte no exenta-, entidades y
organismos del Estado no exentos, determinados fideicomisos y fondos comunes de
inversión y sucursales o establecimientos estables en la República Argentina, de empresas
extranjeras o personas humanas domiciliadas en el exterior).
b) Las sociedades de personas y empresas unipersonales [art. 53, Inc. b), c), d), e) y último
párrafo], excepto que estas realicen actividades indicadas en los incisos f) y g) del artículo 82
y no se complementaran con una explotación comercial, en cuyo caso será de aplicación lo
dispuesto en 1.3. En estos casos, el resultado impositivo se atribuye a los sujetos que sean
dueños o socios de los entes referidos, siendo estos últimos los sujetos pasivos de la
obligación tributaria.
1.5. Los resultados obtenidos por la enajenación (i) de bienes muebles amortizables, (ii)
acciones, valores representativos y certificados de depósito de acciones y demás valores;
cuotas y participaciones sociales -incluidas cuotas partes de fondos comunes de inversión y
certificados de participación de fideicomisos financieros y cualquier otro derecho sobre
fideicomisos y contratos similares-; monedas digitales; títulos; bonos; (iii) inmuebles y
transferencia de derechos sobre inmuebles; en todos, los casos, cualquiera que fuera el
sujeto que los obtenga.

Aplicación de las Teorías sobre la Renta


Ganancias obtenidas por Personas Físicas y Sucesiones Indivisas. Teoría de la Fuente o
Renta – Producto.
Ganancias en cabeza de personas humanas o sucesiones indivisas. Alcance del término: a
los efectos de la ley, son ganancias, sin perjuicio de lo dispuesto especialmente en cada
categoría y aun cuando no se indiquen en ellas los rendimientos, rentas o enriquecimientos
susceptibles de una periodicidad que implique la permanencia de la fuente que los produce y
su habilitación. Esto significa que deben cumplirse tres rasgos distintivos, los cuales se
definen a continuación:
a) periodicidad: la frecuencia de actos no accidentales dirigidos a la obtención de rentas debe
ser real o potencial, es decir, susceptible de serlo por las características propias del
contribuyente o las de sus actividades;
b) permanencia de la fuente: presupone la previa sustantividad de una fuente productora del
rédito y la perdurabilidad de la misma una vez obtenida la renta. Habida cuenta de que el
capital es el elemento generador de rentas, estas constituyen el elemento generado,
interpretándose que el rédito es el resultado que genera una fuente productora, de forma tal
que subsista luego de originada la renta. Ello significa que la realización de un capital impide
que los beneficios puedan repetirse
c) habilitación o explotación de la fuente: implica la voluntad sobre la sustantividad de una
actividad generadora de la renta que habilite o explote la fuente productora sin que esta
desaparezca, exista o no una finalidad lucrativa.
También quedan alcanzados por el impuesto:
1) Los resultados derivados de la enajenación de bienes muebles amortizables: la enajenación
de bienes muebles amortizables por parte de personas humanas (y de sucesiones indivisas)
residentes en el país, “no habitualistas” -toda vez que los “habitualistas” ya están alcanzados
por el apartado 1 del artículo 2-, está alcanzada por el impuesto a las ganancias, atento a su
mención expresa en el tercer apartado del su artículo 2°.
2) Los resultados derivados de la enajenación de: (i) acciones, valores representativos y
certificados de depósito de acciones y demás valores; (ii) cuotas y participaciones sociales -
incluidas cuotas partes de fondos comunes de inversión y certificados de participación de
fideicomisos financieros y cualquier otro derecho sobre fideicomisos y contratos similares-;
(iii) monedas digitales; (iv) títulos; (v) bonos y (vi) demás valores.
3) Las ganancias derivadas de la enajenación de inmuebles y de la transferencia de derechos
sobre inmuebles, siempre que:
- el enajenante o cedente hubiera adquirido el bien a partir del 1/1/2018; o
- tratándose de bienes recibidos por herencia, legado o donación, cuando el causante o
donante lo hubiese adquirido con posterioridad al 1/1/2018.
Caso contrario, es decir, cuando las operaciones detalladas precedentemente se hubieran
perfeccionado antes del 1/1/2018, la ganancia derivada de la venta del inmueble o de la
transferencia de los derechos sobre el inmueble, quedará alcanzada por el Impuesto a la
Transferencia de Inmuebles (ITI), en los términos del Título VII de la ley 23905.
Ganancias obtenidas por Sujetos Empresas. Teoría del Balance o incremento patrimonial o
Renta Ingreso.

TEORIA DEL BALANCE O INCREMENTO PATROMONIAL O


REDITO INGRESO ↓

AUNQUE NO CUMPLAN LOS REQUISITOS DE


PERIODICIDAD, PERMANENCIA Y HABILITACION

CUALQUIER OTRA CLASE DE SOCIEDADES CONSTITUIDAS


EN EL PAIS Y OTRAS EMPRESAS UNIPERSONALES
UBICADAS EN EL PAIS

SOCIEDADES DE CAPITAL Y SUCURSALES COMPAÑIAS ↓


EXTRANJERAS, ART. 73 LEY

CUANDO DESARROLLEN ACTIVIDADES ART. 82 INC. F) Y G)

↓↓

SI LAS MISMAS SE COMPLEMENTAN CON UNA ACTIVIDAD


SI LAS MISMAS NO SE COMPLEMENTAN CON UNA
COMERCIAL
ACTIVIDAD COMERCIAL

↓↓

INCREMENTO PATRIMONIAL O REDITO INGRESO


QUEDAN COMPRENDIDOS EN LA TEORIA DEL BALANCE O
QUEDAN COMPRENDIDOS EN LA TEORIA DE LA FUENTE
O RENTA PRODUCTO
Teoría del Balance. Alcance del término: a los efectos de la ley, son ganancias, sin perjuicio
de lo dispuesto especialmente en cada categoría y aun cuando no se indiquen en ellas, los
rendimientos, rentas, beneficios o enriquecimientos que cumplan o no con los requisitos de
periodicidad, permanencia de la fuente productora y habilitación, obtenidos por los
responsables incluidos en el artículo 73 y todos los que deriven de las demás sociedades o de
empresas unipersonales, salvo que, no tratándose de los contribuyentes comprendidos en el
artículo 73, se desarrollaran actividades indicadas en los incisos f) y g) del artículo 82 y las
mismas no se complementaran con una explotación comercial, en cuyo caso será de
aplicación lo dispuesto para la teoría de la fuente.
Doctrina
Definición subjetiva: la teoría de la fuente -como se vio- toma en cuenta, a efectos de
determinar las ganancias gravadas, la actividad de la cual proviene la renta; en cambio, la
teoría del balance tiene en consideración al sujeto que obtiene la renta, gravando todas las
ganancias obtenidas.
Ejercicio de profesiones liberales de cualquier tipo, bajo la forma de sociedades civiles o
sociedad de hecho, integradas por dichos profesionales. Categorización de las rentas
derivadas del ejercicio de profesiones liberales: la distinción, respecto a la categoría en que
deben encuadrarse las rentas que deriven del ejercicio de profesiones liberales señaladas en
el título, resultará de suma importancia, debido a que si las mismas forman parte de la
tercera categoría, los sujetos que las obtengan deberán imputarlas por el criterio del
devengado. En cambio, si las mismas resultan de cuarta categoría, el método de imputación
será el de lo percibido.
La ley del impuesto a las ganancias contempla expresamente el encuadre de las rentas
derivadas del ejercicio de profesiones universitarias y al respecto dispone que, en el caso en
el cual tal ejercicio es realizado por los profesionales integrando una sociedad, empresa o
explotación unipersonal, esas rentas se encuadran en la cuarta categoría, excepción hecha
del caso en el cual el ejercicio profesional se complementa con una explotación comercial.
Cuando la normativa dispone un distinto tratamiento fiscal (tercera o cuarta categorías) para
las sociedades, empresas o explotaciones unipersonales dedicadas a actividades
profesionales, lo hace en función de si tales sujetos complementan esa actividad con una
"explotación comercial" o no.
Por lo dicho, la letra de la ley requiere que se detecte el ejercicio de al menos dos actividades,
es decir, la actividad profesional y además otra distinta, complementaria de la anterior. Por
otra parte, la ley requiere que la segunda actividad consista en una "explotación comercial".
Sólo en ese caso la norma establece que las rentas se encuadran en la tercera categoría.
Ahora bien, generalmente, los profesionales universitarios se agrupan en estudios sin dar
formalidad contractual a su asociación, siendo la sociedad civil la modalidad más usual
cuando se produce dicha formalización contractual.
Cuando se analizan las normas de la ley del impuesto a las ganancias, se advierte que el
artículo 82 establece que las ganancias provenientes del ejercicio de profesiones liberales
constituyen ganancias de la cuarta categoría, según se indica en el inciso f) del citado
artículo.
La cuestión que se plantea en los casos de los estudios profesionales organizados bajo la
forma de sociedad civil se refiere a la posibilidad de que la existencia de tal sociedad dé lugar
al encuadre de las rentas en la tercera categoría del impuesto a las ganancias, a tenor de lo
dispuesto en el artículo 53, inciso b), de la ley en cuestión, que dice: "Constituyen ganancias
de la tercera categoría: b) todas las que deriven de cualquier otra clase de sociedades
constituidas en el país...".
El asunto se encuentra contemplado expresamente en el último párrafo del citado artículo
53, es decir, el artículo dedicado íntegramente a definir las rentas de la tercera categoría, el
cual señala que, cuando ".la actividad profesional u oficio a que se refiere el artículo 82 se
complemente con una explotación comercial o viceversa (sanatorios, etc.), el resultado total
que se obtenga del conjunto de esas actividades se considerará como ganancia de tercera
categoría".
En síntesis, la ley dispone que las rentas provenientes del ejercicio de actividades
profesionales u oficios encuadran en la cuarta categoría, porque así lo establece el artículo
82 y que, cuando la actividad profesional o el ejercicio del oficio se complementa con una
explotación comercial, entonces el resultado total que se obtiene de ese conjunto de
actividades (la actividad profesional u oficio, y la explotación comercial realizada en forma
complementaria) se considera como ganancia de la tercera categoría.
Por su parte, el decreto reglamentario confirma que, aun en el caso de que sea una sociedad
civil la que obtenga rentas del ejercicio de actividades profesionales, debe necesariamente
complementar su actividad con una explotación comercial para que las ganancias se
consideren de tercera categoría; de lo contrario, son ganancias de cuarta categoría.
Esto está indicado en el tercer párrafo del artículo 126 del reglamento de la ley del impuesto
a las ganancias, el cual se refiere a las ganancias de tercera categoría de sociedades y
empresas, y dice: "Quedan excluidas de las disposiciones de este artículo las sociedades y
empresas y explotaciones a que se refiere el párrafo precedente que desarrollen las
actividades indicadas en los incisos f) y g) del artículo 82 de la ley, en tanto no las
complementen con una explotación comercial. Tales sujetos deberán considerar como
ganancias los rendimientos, rentas y enriquecimientos a que se refiere el apartado 1 del
artículo 2 de la ley.".
Por lo expuesto, resulta que, en el caso en que el ejercicio profesional se complemente con
explotación comercial, no hay posibilidad de encuadrar en la cuarta categoría los resultados
provenientes de la prestación de los servicios profesionales, ya que la totalidad de las rentas
pasa a ser de tercera categoría.
Al mismo tiempo resulta muy claro que, en el caso en el cual la única actividad que se
desarrolle sea el ejercicio profesional (de modo que no se registra complementariamente
una explotación comercial), la renta no es de tercera, sino de cuarta categoría.
En conclusión, la pretensión fiscal de incluir en la tercera categoría las rentas obtenidas por
los profesionales que ejercen su profesión agrupándose en estudios resulta contraria a las
disposiciones legales que regulan la cuestión y, asimismo, conduce a aplicar un criterio de
imputación de rentas que no es el correcto.
Ganancias de capital: en la teoría del balance se confunden réditos ordinarios y eventuales.
No deben considerarse como expresiones sinónimas las "ganancias de capital" con los
"beneficios eventuales", siendo este último concepto más amplio que el primero, ya que
comprende a todos los ingresos, monetarios o en especie, no recurrentes o no reproducibles,
es decir, los incrementos patrimoniales que derivan de la realización de actos a título
oneroso que no constituyen la explotación de una fuente ni su reacondicionamiento.
Teoría del rédito-ingreso: también denominada teoría del incremento patrimonial o teoría
del balance, se caracteriza por someter a gravamen la diferencia monetaria existente entre el
patrimonio al inicio y al cierre del año fiscal, más los consumos del período. Prescinde de la
calidad de habitualista o no, que revista el sujeto que obtenga el rédito así definido. La
doctrina considera que esta teoría consagra el concepto de la "empresa fuente", a través del
cual se concluye que la empresa es una constante fuente de rentas, independientemente de
la ocasionalidad o periodicidad de sus operaciones.
Casos de aplicación práctica
Gonzalo Gadea es un kinesiólogo que tiene un local donde, además de practicar
kinesioterapia, vende vendas y almohadillas para reposo: si bien la labor profesional de un
kinesiólogo es renta de la cuarta categoría, por el hecho de complementarla con una
actividad comercial, el total de la renta obtenida es de la empresa unipersonal y, por ende,
constituye renta de la tercera categoría.
Jurisprudencia judicial
Incremento patrimonial. Incorporación al activo de ciertos bienes: el incremento patrimonial
representado por la incorporación al activo de la empresa, deducidos los costos incurridos, de
las redes cuya construcción fue encarada por municipalidades, cooperativas y sociedades sin
fines de lucro, y posteriormente cedidas por éstos a dicha empresa a título oneroso, para que
ésta se haga cargo de su operación, mantenimiento y seguro, no encuadra en el concepto de
enriquecimiento a que alude el apartado 2) del artículo 2 de la ley del gravamen.

Clasificación de Ganancias en Categorías.


El art. 2° de la ley se refiere al objeto del impuesto y menciona ya las categorías al expresar,
en su encabezamiento, que son ganancias las que el articulo define como tales, sin perjuicio
de lo dispuesto especialmente en cada categoría y aun cuando no se indiquen en ellas. Al
hacer esta clasificación de las ganancias imponibles en categorías la ley tiene en cuenta la
mencionada relación económica por medio de los bienes y de las actividades. Establece
cuatro categorías: dos referidas a los ingresos provenientes de la mera posición de bienes,
sin mayor actividad por parte del sujeto que los que percibe, salvo la de una simple
administración, incluyendo en la primera (Art.44) los que son productos de capitales
inmobiliarios y, en un segunda (Art. 48), los que tienen
su origen en capitales mobiliarios. Reúne en una tercera categoría (Art. 53) las rentas
producidas categoría (Art.82) con las que provienen exclusiva o preponderantemente del
trabajo personal.
Estas categorías, creadas por diversas razones, tienen inicio en la estructura cedular que en
sus orígenes el impuesto a las ganancias. Vale mencionar que el impuesto puede ser cedular
o global; es cedular cuando se establece separadamente para cada cedula, constituyendo
cedulas el conjunto de resultados obtenidos de operaciones cuya naturaleza tiene cierta
similitud; o sea que, en este sentido, entre categoría y cedula no hay diferencia sustancial,
pues las categorías agrupan las rentas atendiendo a las características que hacen a su
formación, considerando la mayor o menor medida en que los factores que las generan
contribuyen a producirlas.
Ganancias de Fuente Extranjera. Concepto de Ganancia.
Según el Art. 124 de la ley, son ganancias de fuente extranjera las comprendidas en el artículo
2, que provengan de bienes situados, colocados o utilizados económicamente en el exterior,
de la realización en el extranjero de cualquier acto o actividad susceptible de producir un
beneficio o de hechos ocurridos fuera del territorio nacional, excepto los tipificados
expresamente como de fuente argentina y las originadas por la venta en el exterior de bienes
exportados en forma definitiva del país para ser enajenados en el extranjero, que
constituyen ganancias de la última fuente mencionada.
Toda ganancia generada por hechos, actos, actividades, que encuadre en los parámetros de
este artículo, se consideraran de fuente extranjera, salvo que en la norma este expresamente
tipificada como de fuente argentina.
También se considera de fuente extranjera las ganancias atribuibles a establecimientos
estables instalados en el exterior, de titulares residentes en el país. Art. 125 de la Ley.
Según Rajmilovich, el Art. 124 de la ley delimita la fuente extranjera por exclusión de la
fuente argentina. Esto significa que toda ganancia alcanzada por el impuesto será de fuente
argentina si encuadra en las normas positivas dispuestas al efecto (Art. 5 a 17 de la ley y 9 a
22.8 del Decreto Reglamentario), y de fuente extranjera en caso contrario, estableciéndose
una delimitación, en este caso, por la vía negativa; esto denota el carácter suplementario de
las renta de las ganancias de fuente extranjera, con relación a las de fuente argentina.

Determinación del impuesto de fuente extranjera:


Según dispone el Art. 164, el impuesto atribuible a la ganancia neta de fuente extranjera se
establecerá de la siguiente manera:
a) Las personas humanas y sucesiones indivisas residentes en el país, determinarán el
gravamen correspondiente a su ganancia neta sujeta a impuesto de fuente argentina y el que
corresponda al importe que resulte de sumar a la misma la ganancia neta de fuente
extranjera, aplicando la escala contenida en el artículo 94. La diferencia que surja de restar el
primero del segundo, será el impuesto atribuible a las ganancias de fuente extranjera;
b) Los residentes comprendidos en los incisos d) y f) del artículo 116, calcularán el impuesto
correspondiente a su ganancia neta de fuente extranjera aplicando la tasa establecida en el
inciso a) del artículo 73.
Del impuesto atribuible a las ganancias de fuente extranjera que resulte por aplicación de las
normas contenidas en los puntos a) y b) precedentes, se deducirá, en primer término, el
crédito por impuestos análogos pagado en el exterior.

Crédito impuesto análogo pagado en el exterior


El Art. 165 dispone que del impuesto determinado sobre las ganancias de fuente extranjera,
los residentes en el país comprendidos en el artículo 116 deducirán, hasta el límite
determinado por el monto de ese impuesto, un crédito por los gravámenes nacionales
análogos efectivamente pagados en los países en los que se obtuvieren tales ganancias,
calculado según lo establecido en la ley.
La definición de impuesto análogo surge del Art.166 de la ley, considerando impuestos
análogos al de esta ley, los que impongan las ganancias comprendidas en el artículo 2, en
tanto graven la renta neta o acuerden deducciones que permitan la recuperación de los
costos y gastos significativos computables para determinarla. Quedan comprendidas en la
expresión impuestos análogos, las retenciones que, con carácter de pago único y definitivo,
practiquen los países de origen de la ganancia en cabeza de los beneficiarios residentes en el
país, siempre que se trate de impuestos que encuadren en la referida expresión, de acuerdo
con lo que al respecto se considera en este artículo.
En cuanto a la condición de “efectivamente pagado” dispuesta por el Art. 165, se
consideraran efectivamente pagados según el Art. 166 cuando hayan sido ingresados a los
Fiscos de los países extranjeros que los aplican y se encuentren respaldados por los
respectivos comprobantes, comprendido, en su caso, el ingreso de los anticipos y
retenciones que, en relación con esos gravámenes, se apliquen con carácter de pago a
cuenta de los mismos, hasta el importe del impuesto determinado. Para su computo, los
impuestos análogos se convertirán a moneda argentina al tipo de cambio comprador,
conforme a la cotización del Banco de la Nación Argentina, al cierre del día en que se
produzca su efectivo pago, de acuerdo con las normas y disposiciones que en materia de
cambios rijan en su oportunidad, computándose para determinar el crédito del año fiscal en
el que tenga lugar ese pago.

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