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UNIDAD V: LA SOBERANÍA Y FORMAS DE GOBIERNO

5. LA SOBERANÍA

La soberanía es el derecho que tiene el pueblo a elegir a sus gobernantes, sus leyes y a que
le sea respetado su territorio. Según esto, habría que considerar que el derecho se tiene frente a
alguien y porque alguien lo concede; en consecuencia, habría que convenir en que la soberanía,
más que un derecho, es el "poder". Un poder al modo que recoge Jean Bodin en su definición de
soberanía.

Según la clásica definición de Jean Bodin, recogida en su obra de 1576 Los seis libros de la
República, soberanía es el «poder absoluto y perpetuo de una República»; y soberano es quien
tiene el poder de decisión, de dar las leyes sin recibirlas de otro, es decir, aquel que no está sujeto
a leyes escritas, pero sí a la ley divina o natural.

Pues, según añade Bodin, «si decimos que tiene poder absoluto quien no está sujeto a las
leyes, no se hallará en el mundo príncipe soberano, puesto que todos los príncipes de la tierra
están sujetos a las leyes de Dios y de la naturaleza y a ciertas leyes humanas comunes a todos los
pueblos».

Esta inicial definición muestra en síntesis la amplitud del concepto de soberanía, que,
como tal, viene perdurando a través de los tiempos, aunque no exento de variaciones a lo largo de
la historia en su intento de justificar el devenir del sujeto de la soberanía (el Pueblo, la Nación, el
Estado).

5.1. CONCEPTO Y DEFINICIONES

Thomas Hobbes suprimió la dependencia de la ley natural que Jean Bodin trazaba en su
definición de soberanía y constituyó al soberano en única forma de poder. De este modo, en su
tratado más famoso, Leviatán, publicado en 1651, justifica filosóficamente la existencia del
autoritarismo estatal.

Si bien habría que precisar que la Ley Natural no es ajena a las teorías de Hobbes. Dice
éste que «la Ley de la naturaleza y la ley civil se contienen una a otra, y Son de igual extensión (…)
Las leyes de la naturaleza, que consisten en la equidad, la justicia, la gratitud y otras virtudes
morales que dependen de ellas, en la condición de mera naturaleza no son propiamente leyes,
sino cualidades que disponen los hombres a la paz y la obediencia».

Tras estas reflexiones, concluye Hobbes que «la ley de la naturaleza es una parte de la ley
civil en todos los Estados del mundo (…) Cada súbdito en un Estado ha estipulado su obediencia a
la ley civil; por tanto, la obediencia a la ley civil es parte, también, de la ley de la naturaleza. La ley
civil y ley natural no son especies diferentes, sino parte distintas de la ley; de ellas, una parte es
escrita, y se llama civil; la otra no escrita, y se denomina natural».

En 1762, Jean-Jacques Rousseau retomó la idea de soberanía pero con un cambio


sustancial. El soberano es ahora la colectividad o pueblo, y ésta da origen al poder enajenando sus
derechos a favor de la autoridad.

Cada ciudadano es soberano y súbdito al mismo tiempo, ya que contribuye tanto a crear la
autoridad y a formar parte de ella, en cuanto que mediante su propia voluntad dio origen a ésta, y
por otro lado es súbdito de esa misma autoridad, en cuanto que se obliga a obedecerla.

Así, según Rousseau, todos serían libres e iguales, puesto que nadie obedecería o sería
mandado por un individuo, sino que la voluntad general tiene el poder soberano, es aquella que
señala lo correcto y verdadero y las minorías deberían acatarlo en conformidad a lo que dice la
voluntad colectiva.

Esta concepción rusoniana, que en parte da origen a la revolución francesa e influye en la


aparición de la democracia moderna, permitió múltiples abusos, ya que en nombre de la voluntad
"general" o pueblo se asesinó y destruyó indiscriminadamente. Generó actitudes irresponsables y
el atropello a los derechos de las minorías.

Frente a estas ideas, el abate Sieyès postuló que la soberanía radica en la nación y no en el
pueblo, queriendo con ello expresar que la autoridad no obrara solamente tomando en cuenta el
sentimiento mayoritario coyuntural de un pueblo, que podía ser objeto de influencias o pasiones
desarticuladoras, sino que además tuviera en cuenta el legado histórico y cultural de esa nación y
los valores y principios bajo los cuales se había fundado.

Además, el concepto de nación contemplaría a todos los habitantes de un territorio, sin


exclusiones ni discriminaciones. Sieyès indica que los parlamentarios son representantes y no
mandatarios, puesto que éstos gozan de autonomía propia una vez han sido electos y ejercerán
sus cargos mediando una cuota de responsabilidad y objetividad al momento de legislar; en
cambio los mandatarios deben realizar lo que su mandante le indica, en este caso el pueblo.

Así, de Rousseau nace el concepto de soberanía popular, mientras que del abate Sieyès
nace el de soberanía nacional. Ambos conceptos se dan indistintamente en las constituciones
modernas, aunque después de la Segunda Guerra Mundial ha retomado con fuerza el concepto de
soberanía popular que se mira como más cercano al pueblo, el cual se supone que actualmente
tiene un grado de cultura cívica y moderación mucho más alto que en el tiempo de la toma de la
Bastilla en 1789.

También la palabra soberanía se conceptualiza como el derecho de una institución política


de ejercer su poder. Tradicionalmente se ha considerado que son tres los elementos de la
soberanía: territorio, pueblo y poder. En el derecho internacional, la soberanía es un concepto
clave, referido al derecho de un estado para ejercer sus poderes.

5.1.2. EVOLUCIÓN HISTÓRICA

El concepto de soberanía no fue manejado ni por griegos ni por romanos. Dice Georg
Jellinek que la idea de soberanía se forja en la Edad Media y «en lucha con estos tres poderes (la
Iglesia, el Imperio romano y los grandes señores y corporaciones) ha nacido la idea de la
soberanía, que es, por consiguiente, imposible de conocer sin tener igualmente conocimiento de
estas luchas».

Diversos autores contemplan la cuestión de la soberanía en sus obras, tal como Herman
Heller, con La Soberanía; F. H. Hinsley, con El concepto de soberanía; o Harold J. Laski, con El
problema de la soberanía. En las monarquías absolutas la soberanía corresponde al Estado, el cual
a su vez queda identificado al rey («El Estado soy yo», dijo Luis XIV). De ahí que el monarca sea
llamado soberano, denominación que aún perdura. El liberalismo subvirtió el concepto de
soberanía y concibió dos modalidades de ésta: una, revolucionaria, en la que el pueblo,
considerado como un conjunto de individuos, ejerce el sufragio universal (la soberanía popular);
otra, conservadora, que reside en un parlamento de voto censitario (la soberanía nacional).

El término soberanía popular se acuñó frente a la tesis de la soberanía nacional. La


Constitución francesa de 1793 fue el segundo texto legal que estableció que «la soberanía reside
en el pueblo». Jean Jacques Rousseau, en El contrato social, atribuye a cada miembro del Estado
una parte igual de lo que denomina la «autoridad soberana» y propuso una tesis sobre la
soberanía basada en la voluntad general.

Para Jean Jacques Rousseau el soberano es el pueblo, que emerge del pacto social, y como
cuerpo decreta la voluntad general manifestada en la ley.

De acuerdo con las diversas tesis mantenidas hasta la fecha, la soberanía popular implica
«que la residencia legal y efectiva del poder de mando de un conjunto social se encuentra y se
ejerce en y por la universalidad de los ciudadanos», y particularmente en los Estados
democráticos. Así el sufragio universal se convierte en un derecho fundamental y la condición
ciudadana es igual para todos con independencia de cualquier otra consideración, salvo las
limitaciones de edad o juicio.

De este modo, por ejemplo, la Constitución española de 1978 reconoce que «la soberanía
nacional reside en el pueblo, del que emanan todos los poderes del Estado».

5.1.2. EL GOBIERNO

El gobierno (del griego κυβερνάω kubernáo "pilotar un barco") es el principal pilar del
Estado, la autoridad que dirige, controla y administra sus instituciones, la cual consiste en la
conducción política general o ejercicio del poder del Estado.

En ese sentido, habitualmente se entiende por tal órgano (que puede estar formado por
un presidente o primer ministro y un número variable de ministros) al que la Constitución o la
norma fundamental de un Estado atribuye la función o poder ejecutivo, y que ejerce el poder
político sobre una sociedad.

También puede ser el órgano que dirige cualquier comunidad política. Más estrechamente
"gobierno" significa al conjunto de los ministros, es decir es sinónimo de "gabinete". En términos
amplios, el gobierno es aquella estructura que ejerce las diversas actividades estatales,
denominadas comúnmente poderes del Estado (funciones del Estado). El gobierno, en sentido
propio, tiende a identificarse con la actividad política.
El gobierno no es lo mismo que el Estado, está vinculado a este por el elemento poder.

El gobierno pasa, cambia y se transforma, mientras que el Estado permanece idéntico. En


ese sentido, el gobierno es el conjunto de los órganos directores de un Estado a través del cual se
expresa el poder estatal, por medio del orden jurídico.

Puede ser analizado desde tres puntos de vista: según sus actores, como un conjunto de
funciones, o por sus instituciones.

La misión del gobierno es crear un sistema de auto-protección social para y con todas las
personas que viven en el Estado, que sea seguro al largo plazo, autofinanciable, de muy buena
calidad y sin corrupción.

Prioritariamente asegurar el futuro de la salud, educación, trabajo, sustento y vivienda.

A diferencias de las ONG, la estrategia del gobierno es recaudar aportes obligatorios de


todos los miembros del Estado, hechos en dinero, para construir infraestructura y empresas de
servicios públicos.

Los expertos en ciencias políticas clasifican las diferentes clases de gobierno de diversas
maneras.

A este respecto, la Enciclopedia Británica explica: ―Existe la distinción clásica entre


gobiernos según la cantidad de gobernantes: el que es ejercido por un solo hombre (monarquía o
tiranía), por una minoría (aristocracia u oligarquía), o por la mayoría (democracia)‖

A veces los gobiernos se clasifican según sus instituciones más importantes


(parlamentarismo, gobierno de un gabinete), según sus principios básicos de autoridad política
(tradicional, carismática), según su estructura económica, o según su uso o abuso del poder.
Aunque ninguno de estos principios de análisis abarca todo aspecto comenta esta obra de
referencia, cada uno tiene cierta validez.

Históricamente, el primer gobierno se forma en la tribu, como una forma de coordinar el


pleno aprovechamiento de los recursos humanos, naturales, instalaciones y herramientas, de la
misma, para generar el máximo de beneficios que satisfagan las necesidades de la tribu, en
alimentación, seguridad, vestido, alojamiento, educación.

Después, se ha establecido el "Ejecutivo" como ente coordinador, el "Legislativo" como


generador de leyes y el "Judicial" como encargado de hacer que las leyes se cumplan.

5.2. FORMAS DE ESTADO Y DE GOBIERNO

Esta diferencia radica en que las Formas de Estado tienen en consideración la distribución
espacial del poder. Tienen en cuenta el territorio. Pueden respetarlas o no. Las Estructuras de
Gobierno hacen referencia a la distribución funcional del poder. Se crean determinados órganos a
los que se les atribuye funciones. Comúnmente suelen confundirse formas de Estado y de
Gobierno, por eso es necesario diferenciarlas, ya que estos dos términos significan cosas
totalmente distintas. La palabra Estado designa a la totalidad de la comunidad política, es decir al
conjunto de personas e instituciones que forman la sociedad jurídicamente organizada sobre un
territorio determinado; en cambio la palabra Gobierno comprende solamente a la organización
específica del poder constituido al servicio del Estado. El gobierno es sólo uno de los elementos
constitutivos del Estado. Es el conjunto de órganos directivos del Estado o la institución o conjunto
de instituciones por las cuales la sociedad realiza y desarrolla aquellas reglas de conducta
necesarias para hacer posible la vida de los hombres en una condición social. Mientras la forma
del Estado se refieren a la manera de ser fundamental de la totalidad del cuerpo social
jurídicamente organizado, la estructura del gobierno tiene relación con la modalidad adoptada por
los órganos directivos que formulan, expresan y realizan la voluntad del Estado. El Estado es la
comunidad política íntegramente considerada, constituyendo la persona colectiva de la sociedad
política en la función del Derecho y el sujeto activo de la soberanía. El Gobierno, es la organización
específica del poder constituido en y por el Estado y al servicio del Estado.

5.2.1. PLANTEAMIENTO PREVIO

Los términos forma de gobierno y modelo de gobierno son empleados usualmente, aunque de
forma impropia, para referirse al concepto de forma de Estado o modelo de Estado: propiamente
este último no sólo comprende el poder, sino además el territorio y la población. Las distintas
formas clásicas de clasificar las formas de Estado (federal, confederal, regional) también se suelen
denominar formas de gobierno en los textos políticos y filosóficos por la contracción lingüística
"forma de gobierno del Estado" y "forma política del Estado" en "forma del Estado". Por su parte,
la expresión Forma Política del Estado se utiliza incluso en textos constitucionales para designar la
forma de gobierno. También se utilizan con ambigüedad estos términos frente al de sistema
político que alude también a la estructura y funcionamiento de los poderes públicos. No obstante,
mientras que una forma de gobierno (o sistema de gobierno o régimen político) es una manera de
ejercitar los distintos tipos de poder por parte del gobierno, y una estructura de gobierno es la
forma en la que se organiza dicho poder; un sistema político es el sistema en el que se encuentra
inmerso dicho poder y en el cual ha de desenvolverse para conseguir su objetivo

Entendido así, el concepto forma de gobierno posee una connotación más estática y simple pues
se refiere aisladamente a las instituciones de gobierno o al resto de actores políticos que inciden
sobre ellas, y no a la interdependencia del conjunto (sistema político) y al proceso de toma de
decisiones de gobierno, por su propia naturaleza más dinámico y cambiante.

5.2.2. DISTINCIONES. CLASIFICACIONES

Los expertos en ciencias políticas clasifican las diferentes clases de gobierno de diversas maneras.
Existe la distinción clásica entre gobiernos según la cantidad de gobernantes: el que es ejercido
por un solo hombre (monarquía o tiranía), por una minoría (aristocracia u oligarquía), o por la
mayoría (democracia) A veces los gobiernos se clasifican según sus instituciones más importantes
(parlamentarismo, gobierno de un gabinete), según sus principios básicos de autoridad política
(tradicional, carismático), según su estructura económica, o según su uso o abuso del poder.
Aunque ninguno de estos principios de análisis abarca todo aspecto, cada uno tiene cierta validez.

5.2.3. FORMAS DE ESTADO

Hay diversos tipos y formas de Estado. Una forma de Estado se define o se determina:

 Por la composición del Bloque en el Poder y, especialmente, por su clase hegemónica.


 Por la relación de Bloque en el Poder y el Estado y/o otros centros de poder político o ideológico
de la clase, es decir:

 Por el papel del ejecutivo y del aparato legislativo en el conjunto de la dominación.

 Por el papel y las funciones de los partidos políticos en la unificación de la clase en la elaboración
de su política hegemónica.

 Por la forma de relación entre Estado y Sociedad Civil en el sistema de dominación política.

 Por la relación política/economía que adopta el estado.

 Por los mecanismos de dominación prevalecientes (consenso o represión) y el modo específico


en que se expresan ambos.

 Por la naturaleza de la clase-apoyo que le sirve de base al Estado y el modo (pasivo o activo)
como es incorporada.

 Por el modo en que se plantea la contradicción y se resuelve entre el Bloque dominante y el


Bloque popular (o equilibrio inestable de compromiso o pacto de dominación, o su ausencia).
Todo esto expresa la correlación de clase entre el Bloque en el poder y de éste y el Bloque
popular, que es preciso caracterizar como parte constitutiva de la forma misma de Estado.

5.2.4. FORMAS DE GOBIERNO

Históricamente, el primer gobierno se forma en la tribu, como una forma de coordinar el


pleno aprovechamiento de los recursos humanos, naturales, instalaciones y herramientas, de la
misma, para generar el máximo de beneficios que satisfagan las necesidades de la tribu, en
alimentación, seguridad, vestido, alojamiento, educación. Democracia y totalitarismo Los criterios
de clasificación actuales se atienen más al contenido que a la forma, se trata de separar los
gobiernos no por el número de gobernantes, sino por la forma cómo se ejerce el poder o según la
distribución de las competencias entre el individuo y el Estado, según el modo como se toman en
consideración los gobernantes los derechos individuales (libertad de opinión, de prensa, de
reunión, de pensamiento, de creación, de partidos políticos, de enseñanza). Lo más correcto es
separar los gobiernos en democráticos y totalitarios, según se reconozca la libertad de intervenir
en el gobierno a los individuos o no, según se admitan los derechos fundamentales. Totalitarismo
La base de esta concepción es el transpersonalismo; todo lo abarca el Estado y por eso puede
imponer sus ideas, su enseñanza. En esta forma de gobierno todas las competencias residen en el
Estado; éste orienta los individuos de tal manera que se hace necesario que sean suprimidos los
derechos individuales. El Estado totalitario no se caracteriza porque en él no se votó o porque no
se cuente con el apoyo de la mayoría; se caracteriza porque en él no hay auténtica libertad de
opinión. Las libertades individuales son absorbidas por el estado y se ejercitan según el interés y el
fin estatal. Exteriormente la organización gubernativa es muy similar a la democrática, pero es sólo
aparente. La vida política y la económica no tendrán la posibilidad de florecer fuera de las
doctrinas y directivas que dominan en el gobierno. El poder judicial estará sometido a una misma
concepción y el juez tendrá un campo de acción mucho más amplio que en la Democracia, puesto
que no hay derechos individuales que salvaguardar y la justicia debe ejercerse imponiendo
concepciones vagas, en función de los fines del Estado, interpretada por el Gobierno o el partido
gubernativo. El totalitarismo como bien se dice abarca todo, es un tipo de gobierno aspiradora,
absorbe al individuo por completo y no acepta a las religiones por ningún motivo. Democracia
clásica u occidental De acuerdo con el reconocido filósofo catedrático Ismael Iván Santaella Solorio
y en conjunto con catedráticos. La base es el reconocimiento a la eminente dignidad humana,
basando la organización estatal en el objeto de fomentar las múltiples posibilidades que derivan
de dicha persona. La forma de gobierno se basa en el predominio de la mayoría, pero con respeto
a las minorías. Lo que conduce al pluripartidismo.

En cuanto al funcionamiento se señala:

 Pluralidad de órganos constitucionales y la aceptación de la teoría de separación de poderes.

 Constitución rígida y un control de constitucionalidad de las leyes ordinarias.

 Parlamento electivo.

 Una amplia tutela jurisdiccional de los derechos públicos subjetivos y particularmente los
derechos de la libertad civil.

 Descentralización amplia.

 Ideas parlamentadas.

Democracia directa, representativa y semidirecta Democracia directa y Democracia


representativa. El gobierno directo es aquel en el cual el pueblo ejerce directamente las funciones
de gobierno, actúa realizando actos de gobierno sin representantes. Este régimen no existe
actualmente y puede afirmarse que nunca se realizó, en Estado alguno. Sólo ha sido posible en
pequeñas circunscripciones. Se ha dicho que en Grecia se practicó Democracia directa; lo que no
es exacto, pues si bien el pueblo se reunía en el Ágora para discutir y resolver las cuestiones de
gobierno, era en realidad una aristocracia ya que estaban excluidos los extranjeros, esclavos y
mujeres. En la época moderna todos los autores citan como ejemplo de gobierno directo los
cantones suizos. Pero en realidad esas reuniones eran esporádicas y en ellas se limitaban a votar
por sí o por no a los proyectos sometidos a su consideración. El gobierno directo es una forma
teórica y actualmente imposible de practicar, por el aumento de población de los Estados y la
complejidad de la tarea gubernativa, cada vez más técnica. El gobierno representativo es aquel en
el cual las funciones de gobierno son realizadas por los representantes del pueblo. Actualmente la
casi totalidad de los regímenes de gobierno son representativos.

Los gobernantes son considerados ―representantes‖ de la ciudadanía y son ungidos en su


calidad de tales mediante el sufragio. Este es el único contrato del elegido con el elector; el pueblo
solamente tiene derecho de elección, la relación de representación se desarrolla a través del
partido político. El representante no puede ser revocado, porque sus electores no tienen ningún
contrato después del voto, salvo a través del partido político. Teóricamente el votante se inclina
por un partido político por adhesión al programa de gobierno que éste propugna y vota por los
candidatos de ese partido. Por esa razón el representante debiera cumplir con el programa y las
autoridades del partido controlar su actuación.

El régimen semirepresentativo es aquel que participa de ambos sistemas; el gobierno se


realiza indirectamente por medio de representantes, pero el pueblo realiza directamente algunos
actos de gobierno, es decir que no limita su intervención al sufragio, sino que a veces utiliza
formas de gobierno directo: plebiscitos, referendos, iniciativa popular. El fascismo Sistema de
gobierno implantado en Italia de 1922 a 1943, que mantuvo la doctrina de la supremacía del
Estado sobre el individuo, prácticamente eliminando todo Derecho todo dentro del Estado, nada
fuera del Estado, nada contra el Estado El Fascismo surge, pues, en un momento de inestabilidad
política en la península itálica, hecho que aprovecharon los camisas negras‖ de Mussolini para
desarrollarse como movimiento político y capturar el poder, fue un régimen totalitario. El
Fascismo es un sistema político basado en la fuerza, que esgrime la necesidad de una unidad
nacional en contra del ―enemigo interno‖(socialismo) anárquico y revolucionario contra el
enemigo externo, la exploración financiera; combate, igualmente, la inefectividad de las
instituciones representativas de la democracia. Nazismo El Nacional Socialismo a diferencia de lo
que ocurre con el régimen fascista, el nacional socialista, a partir de elementos filosóficos propios
de la literatura alemana elabora un movimiento más fanático… algunos afirman que es una
manifestación del llamado Espíritu del pueblo alemán‖… concebido como la totalidad de los
intereses particulares, que encuentran su realización en el Estado. El Nacional Socialismo, como
entidad política, surge después de la Primera Guerra Mundial, como una corriente nacionalista,
fanática, frente a todo lo que significa la humillación nacional de una Alemania parcelada por la
guerra. Marxismo Surge en la cuarta década del siglo XIX en Europa, donde impera la ideología
liberal y un sistema económico capitalista, en esta época es cuando se percibe con mayor nitidez
las luchas entre la burguesía y el proletariado, estas contiendas adquirieron gran intensidad, en la
mayoría de los países de Europa occidental, así también en Francia, Inglaterra y Alemania. Los
instrumentos de orientación y organización ideológica serán otorgados por Carlos Marx y Federico
Engels.

5.2.5. ASPECTOS CONSTITUCIONALES

Hay muy distintas nomenclaturas para denominar las distintas formas de gobierno, desde
los teóricos de la Antigüedad hasta la Edad Contemporánea; en la actualidad suelen utilizarse de
forma habitual tres tipos de clasificaciones:

 El carácter electivo o no de la jefatura de Estado define una clasificación, entre repúblicas


(electiva) y monarquías (no electiva).

 El grado de libertad, pluralismo y participación política define otra clasificación, entre sistemas
democráticos, autoritarios, y totalitarios, según permitan en mayor o menor grado el ejercicio de
la discrepancia y la oposición política o bien niegan más o menos radicalmente la posibilidad de
disidencia (estableciendo un régimen de partido único, o distintos tipos de regímenes
excepcionales, como las dictaduras o las juntas militares);

 a su vez el sistema electoral por el que en los sistemas participativos se expresa la voluntad
popular ha tenido muy diversas conformaciones históricas (democracia directa o asamblearia,
democracia indirecta o representativa, sufragio censitario o restringido, sufragio universal
masculino o de ambos sexos, diferentes determinaciones de la mayoría de edad, segregación
racial, inclusión o no de los inmigrantes, y otros), así como muy distintas maneras de alterarlo o
desvirtuarlo (burgo podrido, gerrymandering, fraude electoral, pucherazo). La relación existente
entre la jefatura del estado, el gobierno y el parlamento define otra clasificación más, entre
presidencialismos y parlamentarismos (con muchos grados o formas mixtas entre uno y otro).
Estas tres clasificaciones no son excluyentes, sino que se complementan, de modo que una
república puede ser democrática o no democrática; una democracia republicana puede ser
parlamentaria o presidencialista ; y una monarquía puede ser democrática y parlamentaria, no
democrática o situarse en posiciones intermedias, muy habitualmente calificadas de forma más o
menos anacrónica con términos propios de las formas históricas de la monarquía (monarquía
feudal, monarquía autoritaria, monarquía absoluta).

UNIDAD VI: JUSTIFICACIÓN Y FINES DEL ESTADO

6. JUSTIFICACIÓN Y FINES DEL ESTADO

La existencia del estado está justificada cuando cumple los principios del mismo, es decir,
tiene su espacio territorial delimitado y reconocido por otros estados, del mismo modo cuenta con
gobernados y estos son regidos por una sistema de normas que les dan la certeza jurídica para
lograr un bien común.

La definición de Estado de Rafael de Pina, que dice: sociedad jurídicamente organizada


para hacer posible, en convivencia pacífica, la realización de la totalidad de los fines humanos‖.
En el mundo de lo social y lo político, ha de formularse las preguntas siguientes: ¿Una
institución política sin fines es algo inconcebible o inútil? ¿El Estado tiene fines que consumar? ¿El
poder público sirve a los fines del Estado? La acción política se dirige a motivos y objetos
determinados que no pueden ser otros que el bien común, referido a la sociedad en general que
contrasta o debe armonizarse con el bien público particular de los individuos y los grupos. Bien
público o interés general son conceptos clave. No es correcto imaginarnos una sociedad sin fines
que realizar; sería una barca siempre en peligro de zozobrar ante cualquier perturbación. Hay fines
que persiguen el bien social, propio de cada comunidad configurado de acuerdo con sus
condiciones culturales, económicas y políticas. Este bien social no es algo que esté escrito en
alguna parte es simple lógica basada en una realidad, la que precisa que una sociedad se viene
históricamente afanando por lograr su superación y alcanzar metas que le lleven a mejores
condiciones de vida. Todos los pueblos del mundo, en todas las épocas, se esfuerzan a través de
caminos muy variados, en lograr metas mejores. La sociedad aparece como la cantera o la veta, en
el que el Estado tomará los derroteros adecuados a su propio existir y justificación. En el
transcurso de la historia, las ideas en torno a los fines del Estado se dividieron en dos vertientes: la
primera, que no asignó ningún fin al Estado o simplemente lo consideró como un fin en sí o en su
proyección; la segunda que en forma lenta pero creciente aceptó que la única justificación del
Estado, se encuentra en los fines que realiza en servicio de la comunidad, que constituye un
proceso histórico de integración. Existen diversas teorías que estudian los fines del Estado y se
pueden clasificar en tres grupos. En estas clasificaciones se estudian los fines del Estado desde un
punto de vista objetivo y subjetivo ―Siendo el Estado una empresa, una institución humana, no
podría dejar de tener un fin. Es imposible con el pretexto de la ciencia positiva, del método
histórico-empírico, querer hacer abstracción de todo finalismo‖.

Por su parte Jellinek, hace un planteamiento teológico y analiza en primer término el


punto de vista objetivo. Se trata de establecer cuál es fin del Estado dentro de la economía de la
historia, con respecto al destino que tiene el Estado dentro de la acción de la humanidad. También
determina el fin que tiene o ha tenido en la historia un Estado determinado. El punto de vista
subjetivo, se pregunta sobre el fin que tiene el Estado en un momento dado, para aquellos que
forman parte de él, y por consiguiente, para los individuos y para el conjunto de la comunidad. En
una primera clasificación se estudian dos criterios opuestos: 1. Las teorías que niegan toda
finalidad al Estado, es decir, que el Estado no tiene un fin determinado, sino que el fin existe en sí
mismo; 2. Las teorías que afirman que el Estado tiene fines diversos que realizar. Imaginarnos al
Estado sin un fin o simplemente comprobar que una organización política, carece de fines es
aceptar una fuerza incontrolada y despiadada, que ejerza sin ninguna justificación. Los fines del
Estado surgen de la naturaleza de las cosas, es decir, del orden natural. Es necesario diferenciar los
fines que los propios hombres le asignan al Estado, como voluntad política actuante, de los fines
que se deriva la naturaleza de las cosas. En esta consideración se asigna al Estado un propio fin,
que no deriva de la naturaleza de las cosas, sino de la acción social reflexiva, que elige el fin que es
más conveniente a los intereses de un grupo, o en ocasiones aparece como la imposición de una
dictadura o gobierno dictatorial. Hemos de aceptar, que la idea de fines del Estado es necesaria
lógicamente para encauzar la actividad humana y la realización de propósitos superiores, que no
podrían estar en manos de los simples particulares movidos por un interés privado. Otra
clasificación considera las teorías absolutas y las teorías relativas. La teoría de la finalidad absoluta,
supone la perfección del Estado al considerarse una finalidad que es común a todos los Estados. Es
considerar un Estado tipo, general o universal, al cual pueden aplicarse principios absolutos.
Demos por vía de ejemplo de la teoría utilitaria, que se empeña en encontrarle al Estado un fin
supremo y único común a todas las instituciones políticas, asegurar el bienestar del individuo y del
conjunto humano. También se pueden clasificar en fines exclusivos y fines concurrentes del
Estado. Los fines exclusivos del Estado son aquellos que la constitución o la legislación en general
señalan, como fines que solo el Estado debe atender con exclusión de cualquier particular. Tal es
el caso de la defensa nacional, el banco único de emisión, correos y telégrafos, y otra actividad que
la ley señala como propias y exclusivas del Estado.

Más hay un conjunto de finalidades, que pueden atenderse en forma concurrente entre el
Estado y los particulares. Son aquellas actividades que el Estado no pueda asumir totalmente por
tener limitaciones de diversa naturaleza. Tal es el caso de la educación en la que ocurren los
particulares atendiendo escuelas, institutos y demás establecimientos docentes.
Independientemente de las teorías que se han comentado, los fines del Estado Mexicano se
encuentran contenidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el caso que
nos ocupa nuestra Carta Magna como veremos posteriormente ya incorporó la institución de la
Protección al Medio Ambiente como un garantía individual y la responsabilidad patrimonial del
Estado como correlativas a fines del Estado. En la magna obra de George Jellinek, se señalan estos
fines del Estado: a) Es el bienestar del individuo y de la colectividad manteniendo y protegiendo su
existencia; b) Asegura la igualdad, la seguridad y el mantenimiento de la vida del Derecho; c) Darle
a la comunidad condiciones exteriores favorables, bajo las cuales pueden desenvolverse algunas
actividades vitales que no están, ni pueden estar, bajo la influencia directa del Estado, como las
artes, la moralidad, la ciencia y el sentimiento religioso; d) Conservar, ordenar y fomentar, las
manifestaciones sistemáticas de la vida solidaria de los hombres; e) Defensa del territorio contra
los posibles ataques externos, propendiendo al mismo tiempo por el prestigio internacional, y f)
Asegurar los servicios públicos. El Estado aparece como un orden imprescindible de la conducta
humana, más no siempre está gobernado por los valores que una sociedad reconoce. Más aún
pudiera decirse, que un principio de justicia domina la acción estatal, en cuanto que los titulares
de los órganos públicos se convierten en meros observadores o comentadores interesados de los
desarreglos sociales.

6.1. RAZONES HISTÓRICAS

Para introducirnos a la temática del Estado y la necesidad de existencia como organismo


rector necesariamente tenemos que remontarnos al origen y desarrollo de las primeras
civilizaciones. Se tiene el conocimiento que las características ecológicas fueron determinantes en
el origen de las primeras civilizaciones, inicialmente los nativos se encontraban conformados por
grupos que buscaban mejores condiciones de vida que satisfacían sus necesidades vitales, la
carencia de animales domésticos y la imposibilidad de realizar labores agrícolas debido a la aridez
de las tierras obligaba necesariamente a los nativos a vivir en movimiento constante.

La organización social fue por tribus, las cuales se encontraban conformadas por grupos de
familias unidas por lazos de familias de cada tribu, estaba determinada en dirección directa de la
capacidad de carga del ecosistema. El uso de los recursos por parte de las familias consistió en el
desarrollo de medios para conservar y almacenar alimentos, cuando las tribus incursionaron en las
labores agrícolas y la domesticación de animales cambia el escenario ya que con el desarrollo de
estas actividades surge la necesidad de pertinencia de riqueza de estas actividades que
inicialmente pertenecían a los gens y posteriormente la familias fueron las propietarias (propiedad
privada) de la riqueza. Con la evolución de la familia hacia la monogamia que representa la
civilización surge el Estado. A partir de que tomó conciencia sobre la urgencia de tener seguridad
para él y para los suyos, el hombre se unió a otros individuos de su misma especie y formó la
primera sociedad. A este paso se le conoce como Estado civilizado. Y la base para lograr el
establecimiento de éste fue la conciliación. Gracias a ella pudo ponerse de acuerdo con sus
congéneres y lograr puntos de acuerdo que le permitieran sobrevivir ante otras especies mejor
preparadas para la lucha.

6.2. DIFERENTES DOCTRINAS

Existen varias teorías del Estado que se remontan desde Platón quien consideraba como el
óptimo Estado a la República Ideal; por su parte Aristóteles introduce término Politeia
(Constitución) y la plantea como el "ordenamiento de las magistraturas", "de los cargos públicos" y
hace la distinción de varias especies de monarquía; Polibio presenta una de las más completas
teorías sobre las constituciones en general. Durante el Medievo las teorías de estado tienen una
concepción negativa: el anti-estado, el no-estado y el súper-estado, es la dicotomía Estado-Iglesia;
señalaba que la salvación de los hombres no era tarea del estado, sino de una institución diferente
del estado, superior a éste y en ciertos aspectos antitética del estado, una institución que tiene la
tarea extraordinaria de llevar a los hombres hacia el reino de dios (anti-Estado); por otro lado
Marx, consideraba que hasta que exista el estado habrá el dominio de la fuerza, la coacción, la
represión, la violencia de la clase que detenta el poder sobre la que no lo tiene. Para Marx el
estado está destinado a desaparecer para dar lugar, cuando ya no haya clases contrapuestas, a la
sociedad sin estado (no-Estado). La solución platónica del estado negativo es el estado ideal, la
sublimación del estado, sino su eternización; por otro lado Coluccio retoma una clasificación de las
formas de gobierno o principatus y las clasifica en: Principatus regius, Principatus politicus y
Principatus despoticus; Para Maquiavelo los estados estables son los simples principados o
república, pero aunque sean buenas en sí mismas, están expuestas a la corrupción, por lo que
deben ser consideradas como perniciosas.

Bodino pasó a la historia como el teórico de la soberanía y define esta como el poder
absoluto y perpetuo de un estado, contempla una sociedad dividida en dos esferas una pública y
una privada. El derecho público es un derecho entre iguales y el derecho privado es un derecho
entre desiguales. Para él las formas de estado son tres -monarquía, aristocracia y democracia-. La
distinción entre forma de estado y forma de gobierno es planteada Rousseau, para el nada más
existe una sola forma de Estado el basado en la soberanía popular al cual llama República, que
pueda ser gobernada de tres maneras distintas según si el ejercicio del poder es encargado a uno,
a pocos o a muchos; Bodino sostiene que cada uno de los tres regímenes la monarquía,
aristocracia y democracia pueden asumir 3 formas diferentes toda monarquía puede ser real,
despótica y tiránica, toda aristocracia puede ser legitima, facciosa y despótica, toda democracia
puede ser legítima, despótica y tiránica. Para Hobbes el poder soberano es absoluto, si no lo es, no
es soberano, para él la soberanía es indivisible y el poder soberano no puede ser dividido más que
a riesgo de destruirlo. Por otro lado, Vico dentro de su obra principal plantea tres formas de
gobierno: la aristocracia, democracia y monarquía. Para Montesquieu es necesario descubrir si
existen leyes generales que determinen la formación y el desarrollo de la sociedad humana
general y particularmente, y cuáles son éstas si son físicas o naturales, económico-sociales o
espirituales y según la "Teoría general de la sociedad". hay tres especies de gobierno: el
republicano: es aquel en el que todo el pueblo, o una parte de él, tiene el poder supremo; el
monárquico: es aquel en el que uno solo gobierna, pero con sujeción a las leyes fijas y
preestablecidas; y el despótico: en éste, el poder también está en uno solo, pero sin leyes ni frenos
pues arrastra a todo y a todos tras su voluntad y capricho (este último ha sido sumamente
criticado, pues se había visto anteriormente como una forma mala y corrupta de la monarquía), el
gobierno moderado de Montesquieu deriva de la disociación del poder soberano y de su división
con base en las tres funciones fundamentales del Estado: Legislativa, Ejecutiva y Judicial ya que
consideraba que "para que no se abuse del poder es necesario que el poder frene al poder", "El
control recíproco de los poderes es la distribución de las tres funciones del Estado en órganos
diferentes". Por su parte Hegel distingue el poder del príncipe, del gobierno y legislativo; el poder
judicial no está presente en esta división porque no es interpretado por Hegel como un verdadero
poder constitucional, (Hegel ubica la administración de la judicial en el plano de la sociedad civil),
en la constitución de Hegel el monarca es la persona que expresa la pura y simple alegórica, debe
concretarse en la voluntad de una persona física específica. A pesar de que Marx no escribió
ninguna obra dedicada expresamente al problema del estado sus aportaciones son importantes, la
teoría política marxista considera al estado como un puro y simple instrumento de dominación
enfatiza en los elementos de la concepción negativa del estado.

Considera al estado como una superestructura que refleja la situación de las relaciones
sociales determinadas por la base social que son las relaciones de producción y hace un fin noble
sino que es el instrumento por el cual la clase dominante mantiene su dominio: "en sentido
propio, el poder político es el poder de una clase organizada para oprimir a la otra". Considera que
el tirano es un instrumento de la clase dominante y que con el ascenso de éste al poder la
burguesía renuncia al poder político, pero no al poder económico. El estado esencialmente
siempre es una dictadura de clase, de la burguesía o del proletariado. - El estado y su evolución
(Engels, a la par con la filosofía marxista). Para Marx la mejor forma de gobierno es la que permite
el proceso de extinción de cualquier posible forma de gobierno, es decir que da lugar a la
transformación de la sociedad estatal en una sociedad no estatal. A esta forma de gobierno Marx
la llama estado de transición y desde el punto de vista del dominio de clase es el periodo de la
dictadura del proletariado, y sus características son: a) supresión del ejército y la policía
transformándose en milicias populares; b) Transformación de la administración pública de la
burocracia en cuerpo de agentes responsables y revocables al servicio del poder popular; c)
Democracia electiva con revocación del mandato (los electores pueden remover del cargo a la
autoridad si estos no cumplieran fielmente con sus funciones) y d) Descentralización del estado.
En el Intermedio sobre la dictadura - La tiranía es monocrática, tiene poder extraordinario, pero no
es legítima ni temporal - El despotismo es monocrática, tiene poder excepcional, es legítimo pero
no temporal - La dictadura es monocrática, tiene poderes excepcionales, es legítima y temporal -
La dictadura fue concebida como una forma positiva de gobierno por algunos autores entre ellos
Bodino, Maquiavelo, Rousseau, Carl Schmitt y Marx.

En nuestros días se define como: La forma de gobierno de los estados en los que el
régimen constitucional anterior fue destruido por medio de la fuerza y, después de la conquista
del estado por parte de un grupo armado, el poder continua ejerciéndose por medio de la
violencia al suprimir todas las libertades civiles y políticas. Timocracia (De timé que significa honor)
Es el punto medio en la transición de la Aristocracia a la Oligarquía.

6.3. TEORÍA SOBRE EL FIN DEL ESTADO

Los fines del Estado son básicamente variables y diferentes entre uno y otro, y aun dentro
del mismo ente estatal, entre una y otra épocas; en todo caso, tales fines los determina la parte
dominante de la población, aun cuando haya alguna influencia de las demás; empero se pueden
señalar como finalidades comunes de todo Estado, además de la de procurar su propia
supervivencia mediante la satisfacción de las necesidades públicas, las de alcanzar el bien común,
preservar el orden público, así como las libertades y derechos de sus habitantes, quienes a la luz
de la tesis contractualista sacrifican una parte de ellos para asegurar el disfrute de los restantes; la
de satisfacer las necesidades individuales de carácter general y la de atender al interés público.

El telos, o sea la finalidad del Estado, se logra mediante la realización de diversas


actividades, las cuales podríamos agrupar básicamente en las relativas a las funciones públicas, los
servicios públicos, las obras públicas y las actividades económicas residuales.

7. LA REVOLUCIÓN

La revolución es un cambio o transformación radical respecto al pasado inmediato, que se puede


producir simultáneamente en distintos ámbitos (social, económico, cultural, religioso, etc.). Los
cambios revolucionarios tienen consecuencias trascendentales y suelen percibirse como súbitos y
violentos, ya que se trata de una ruptura del orden establecido. Las revoluciones nacen como
consecuencia de procesos históricos y de construcciones colectivas. La ciencia de la historia
establece tres grandes tipos de revoluciones: política, social y económica. En México surge como
resultado de la falla de las nacientes instituciones políticas republicanas para resolver dentro de la
legalidad el difícil problema de la transmisión del poder. Una de las principales causas es la
permanencia durante más de cuatro décadas en el poder de Díaz, sumado al modo despótico de
gobernar, la estatización y confiscación de tierras pertenecientes al bajo estrato social, seguido de
la desigualdad económica entre las diferentes matices sociales, unida a la entrada de mercados
Estadounidenses ante la explotación de yacimientos petroleros Mexicanos. En 1910, Porfirio Díaz
se sentaba por séptima vez en la silla presidencial: tenía un poder no sólo absoluto sino vitalicio. El
campo de México era una constelación de haciendas, unidades autárquicas que no pocas veces
usurpaban la propiedad de los pueblos, Por otro lado, existía la percepción de que Díaz había
entregado los recursos de México al extranjero. El porfirismo había privilegiado la educación
superior sobre la popular. Porfirio Díaz reconoció el problema cuando era ya muy tarde

7.1. CONCEPTO, EVOLUCIÓN Y CARACTERÍSTICAS

La Revolución Mexicana iniciada el 20 de noviembre de 1910, bajo el liderazgo de

Francisco Madero, ―Pancho Villa‖ (Doroteo Arango), Emiliano Zapata y Venustiano

Carranza, entre los más emblemáticos. Este levantamiento dio inicio a una guerra civil por más de
10 años contra el latifundio y la prolongada dictadura de Porfirio Díaz

héroe de la Batalla de Puebla contra las tropas de Napoleón III e impulsor de un crecimiento
económico que incrementará las desigualdades sociales durante más de 30 años-, y a favor de los
derechos sociales, que significó más un millón de mexicanos muertos en batalla.

En efecto, bajo el mando de Francisco I. Madero, en los diferentes puntos de la

República se levantaron las armas al grito de ―sufragio efectivo, no reelección‖,

exigiendo la dimisión del General Porfirio Díaz. Si bien, la nación demandaba, además de estos
derechos civiles y políticos, los principios democráticos y sociales esenciales como: la igualdad, la
justicia, la equidad y la libertad. La Revolución Mexicana sentó así las bases para la construcción de
una nación socialmente democrática. El impacto de la Revolución: los derechos de los trabajadores
En 1906, antes del inicio del levantamiento armado, estalló una huelga en la Mina de Cananea,
Sonora y, al año siguiente, otra en Rio Blanco, Veracruz. Entre las demandas básicas de estas
luchas se encontraban: jornada laboral de ocho horas; establecimiento de salarios mínimos;
indemnizaciones por accidentes laborales;

otorgamiento de pensiones; descanso dominical obligatorio, y abolición de las ―tiendas de raya‖


de las haciendas que mantenían per

manentemente endeudados a los peones, entre otras. Ambos movimientos fueron precursores
sustantivos de la Revolución Mexicana de 1910. De igual forma, el origen histórico de la seguridad
social mexicana se encuentra en los movimientos y luchas sociales que se sucedieron durante el
porfiriato, así como durante la Revolución Mexicana. El fruto de la Revolución Mexicana: la
Constitución de 1917 y el artículo 123 La Revolución de 1910 dejó al descubierto una serie de
anhelos y demandas populares que constituyeron sus principios fundamentales, y llegaron a
establecerse en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, expedida por el
Congreso Constituyente en 1917. En particular, las propuestas económicas, sociales y políticas de
los trabajadores se enunciaron en el artículo 123 que determina las condiciones del trabajo y de la
previsión social, tales como:

 Derechos en materia de estabilidad en el empleo; vacaciones; salario mínimo; aguinaldo, y las


condiciones laborales en general.

 Jornada máxima de ocho horas.

 Prohibición a las mujeres y a los niños para participar en labores insalubres y peligrosas.
 Establecimiento de un día de descanso por cada seis días de trabajo.

 Otorgamiento a los trabajadores de seguridad social, escuela y enfermería

 Responsabilidad de los empresarios en los accidentes de trabajo y en las enfermedades


profesionales.

 Reconocimiento como un derecho de los trabajadores las huelgas y los paros.

 Creación de las Juntas de Conciliación y Arbitraje para resolver los conflictos entre patrones y
trabajadores.

7.2. EL DERECHO A LA REVOLUCIÓN

Hay dos conceptos que esgrime el Derecho Constitucional, uno de ellos es el Derecho a la
revolución, y otro es el Derecho de la revolución. En ambos, la única diferencia parece ser la letra
a‖ y la preposición ―de‖. Primero, debemos reconocer que la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, es la carta máxima que rige la vida del país y de los mexicanos, sabiendo
además que de ella derivan todas las leyes existentes, y que por ende, es el fundamento y
cimiento de nuestra nación.

Hay quienes creen que nada cambiará en nuestro país de no ser por ―otra revolución‖, y
hacen uso del artículo 39 constitucional, que dice: … El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable
derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno. Cierto, pero respetando los cauces
institucionales, el Estado de Derecho y la propia Constitución del 5 de febrero de 1917, que
decretó Venustiano Carranza, y que además, surgió de una revolución. Pero no nos confundamos,
las circunstancias eran totalmente distintas. Entonces, tal artículo no debe entenderse como que
"otorga" el derecho de sublevarse si así se quiere. El Derecho a la revolución, remite a un derecho
moral de librarse de sus tiranos. Por ejemplo, el derecho de matar a una persona todos lo
poseemos, pero no se encuentra escrito en ninguna parte. A su vez, el Derecho de la revolución,
implica un derecho escrito, que para nuestro caso no reconoce la Constitución Mexicana. Ninguna
constitución en el mundo reconoce el derecho de rebelión, únicamente la Declaración Universal
de los Derechos Humanos señala: ―Considerando esencial que los Derechos Humanos sean
protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo
recurso de la rebelión contra la tiranía y opresión…‖.

Ahora veamos el artículo 29 en México, que puntualiza que en los casos de invasión,
perturbación grave de la paz pública, o de cualquier otro que ponga a la sociedad en grave peligro
o conflicto‖, el presidente de la República podrá suspender en todo el país o en lugar determinado
las garantías que fuesen obstáculo para hacer frente, rápida y fácilmente a la situación‖, en otras
palabras, si el pueblo se levanta en insurrección, el Estado podrá digamos establecer toque de
queda y eliminar sus derechos como individuo, en tanto el orden y la paz pública se restablezcan.

Por último, el artículo 136 de la Inviolabilidad de la Constitución: Esta Constitución no


perderá su fuerza y vigor, aun cuando por alguna rebelión se interrumpa su observancia. En caso
de que por cualquier trastorno público, se establezca un gobierno contrario a los principios que
ella sanciona, tan luego como el pueblo recobre su libertad, se restablecerá su observancia, y con
arreglo a ella y a las leyes que en su virtud se hubieren expedido, serán juzgados, así los que
hubieren figurado en el gobierno emanado de la rebelión, como los que hubieren cooperado a
ésta.

¿Qué significa todo lo anterior?, que si en 2014 a alguien o algunos se les ocurre
levantarse en armas, tendrán tal vez el legítimo derecho, mas no contarán con respaldo alguno de
nuestra Constitución.

Todos sabemos que sí, es posible otra revolución violenta en 2014, por ello las condiciones
del país hay que analizarlas con pinzas, México se convulsiona, pero no es causa tan sólo de tres
años, o de 9; del Poder Ejecutivo, tampoco; tendrán mucho qué ver sí, pero igual es culpa de los
gobernadores, de los presidentes municipales, de los mexicanos, todos. El asunto es añejo, y de
ahí deriva gran parte de la problemática de nuestro país, pensar superficialmente, tomar
decisiones porque nos beneficiará en lo inmediato, guiarse por las pasiones mas no por la razón ni
la ciencia. Un levantamiento armado en el país, traería como primer resultado (siendo
extremistas), la salida del Ejército, Armada y Fuerza Aérea a las calles, ¿para qué?, para dar
garantía de orden contra dicha amenaza hacia el Estado. Además de presentarse una fuga de
capitales, que las empresas de este país cierren puertas y se vayan, que los precios de los
productos básicos sean más caros y por tanto difíciles de adquirir, eso y agregue usted cuanta
desgracia pueda encontrar.

7.3. REVOLUCIONES BURGUESAS

En 14 de Julio de 1789, la burguesía se vio apoyada por un gran sector explotado por la
nobleza, los campesinos, que en medio de una agitada multitud revolucionaria formada por
hombres y mujeres, saturados de injusticias y de hambre, se dirigen violentamente a la Bastilla,
símbolo del régimen absolutista, donde funcionaba como cárcel de los opositores al sistema de
gobierno, y toman la toman por la fuerza. Esta demostración atemorizó a los partidarios del
antiguo sistema, y sirvió para inclinar la balanza en favor de los revolucionarios, desplazando así
del poder a los nobles y partidarios del absolutismo. Paralelamente se produjo en las zonas rurales
levantamientos de los campesinos contra los señores feudales, lo cuales fueron asesinados, y sus
castillos saqueados e incendiados. A este movimiento social por la justicia y fraternidad de los
hombres en 1789, se lo conoce como el Gran Miedo. La Asamblea Nacional estaba formada por la
burguesía, que inicialmente para luchar contra la monarquía, lo hizo en forma unificada, pero en
realidad la burguesía no era una clase social homogénea, sino que estaba dividida en la alta
burguesía, banqueros, financistas, comerciantes, propietarios- y en la baja burguesía formada por
los profesionales (abogados y médicos), pequeños comerciantes y dueños de talleres. Cuando
llegó el momento de decidir por la forma de gobierno, la alta burguesía apoyó a los girondinos,
oriundos de la provincia de La Gironda, que querían llegar a un acuerdo con la monarquía e
instaurar una monarquía constitucional, es decir, tenía una actitud moderadora respecto a los
cambios políticos. Por otro lado estaban los jacobinos, que tenían ideas más revolucionarias y de
cambios radicales, con tendencia a la instauración de una república democrática, con derechos a la
participación política y con la aplicación de medidas más equitativas para la repartición de la
riqueza y la lucha contra el hambre popular. Dicho nombre proviene de que se reunían en
asambleas, llamadas clubes, en un convento ubicado sobre la calle San Jacobo.
Los diputados de la asamblea, decidieron eliminar los privilegios de la nobleza, se les
obligó a pagar impuestos y se eliminó el diezmo a la Iglesia. Pocos días después la asamblea dicta
la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, esta proclama se transformó en la
síntesis de las ideas revolucionarias, basadas en tres banderas: IGUALDAD, FRATERNIDAD Y
LIBERTAD. Les interesaba la libertad para comerciar, la defensa de la propiedad privada y la
igualdad de los ciudadanos ante la ley. El 3 de Septiembre de 1789, se proclamó la Constitución de
carácter moderado, en donde la alta burguesía había logrado prevalecer sus ideales, de negociar
con el antiguo régimen, quedando a cargo del poder ejecutivo el rey (Luis XVI), el poder legislativo
lo ejerció una asamblea formada por la burguesía y el poder judicial, se compuso de jueces
electos. Se estableció que sólo podían votar aquellos que pagaban ciertos impuestos, y de esta
manera se pone en evidencia que las banderas de igualdad proclamada por los revolucionarios
tenían ciertas limitaciones. La nobleza de esta manera se vio con sus poderes recortados, lo que
los motivó a tratar de crear alianzas y buscar apoyos en otros países con gobiernos absolutista, y
de paso tratar de evitar que estos movimientos se expandan a otros reinos, y para ello no había
más remedio que la guerra. Países como Austria y Prusia, atacaron a los franceses en los límites de
su territorio y lograron contenerlos, pero los cuidados que tuvieron los países limítrofes con Luis
XVI, hicieron evidente de la alianza que existía entre éste y la intervención extranjera, de esta
manera el pueblo francés destronó al rey, y luego se lo decapitó. Más tarde fue ejecutada su
mujer: María Antonieta. La asamblea nacional fue desplazada y un nuevo cuerpo de
representantes reunidos en una Convención, comenzó a dirigir el nuevo gobierno republicano,
liderado por la baja burguesía, dependiente del partido jacobino. El cambio de mayor importancia
es que ahora los representantes podían ser elegidos mediante el sufragio universal, permitiendo
una mayor participación de sectores humildes y populares, llamados sans culottes (sin
calzones).Desde 1792 los jacobinos lograron el control de la Convención, y sus principales
activistas fueron: Dantón, Robespierre, Marat y Saint Just. La república jacobina en el plano
exterior debió frenar el avance de los ejércitos extranjeros, en el plano interior debió combatir la
aristocracia, y terminar con la resistencia de los girondinos, que se oponían a la nueva forma de
gobierno. Para tomar mejor partido de su control, los jacobinos hicieron alianzas con los sans-
culottes, y durante 1793, se creó una institución destinada a establecer un rígido control de los
opositores, y castigarlos duramente y aplicar la pena de muerte a todos aquellos que no apoyaban
el sistema de gobierno republicano. Este instrumento fue dirigido en persona por Robespierre. Se
trataba de mantener dominados a sus opositores, a través del miedo, por lo que se lo llamó: El
terror revolucionario.

El gobierno revolucionario de 1793: Durante la guerra, en el interior de Francia hubo


levantamientos organizados por partidarios de la monarquía y por grupos opuestos a la
Constitución civil del clero. Ante la emergencia, la Convención decidió crear varias instituciones
que tendrían a cargo el gobierno del país en la grave situación:

 EL COMITÉ DE SALVACIÓN PÚBLICA: Integrado por nueve miembros con amplios poderes de
gobierno.

 EL COMITÉ DE SEGURIDAD GENERAL: Con atribuciones de policía y seguridad interna. Se


dedicaba a investigar el comportamiento de los supuestos enemigos de la Revolución.

 EL TRIBUNAL REVOLUCIONARIO: Con extensos poderes judiciales.


Conclusión

Desde los inicios de la humanidad el hombre siendo un animal político, siente la necesidad
de formar grupos, clanes, es decir que conforme van creciendo en número, forzosamente
requieren una regulación para su pacífica convivencia, al inicio predominaba la ley del más fuerte,
pero no siempre con resultados positivos, lo que originó la creación de la política . En la actualidad,
la política es un hacer cotidiano, en razón de su transformación a lo largo de la historia, es por eso,
que en nuestros tiempos la misma ha adquirido un carácter transcendental. Es una notable
aportación al estudio de este tema; se puede disentir o coincidir con sus planteamientos, sin
embargo, es menester conocer a los grandes filósofos, ya que contribuyen a una mayor
comprensión desde la perspectiva lógica, filosófica y la humanista de esta actividad y nos adentra
en el conocimiento minucioso del fenómeno que conocemos hoy en día como política Las
relaciones entre los conceptos de estado de naturaleza, contrato social y formas de gobierno se
dan de forma mecánica , ya que el concepto de estado de naturaleza explica la esencia cruel y
perversa del hombre, para luego dar paso al concepto de contrato social como la cesión de los
derechos y libertades absolutos de los hombres a un soberano o asamblea de hombres que
constituyen en conjunto la sociedad civil, y finalmente el concepto de forma de gobierno es la
expresión del mejor gobierno, esto es la monarquía, frente a otras formas de gobierno
imperfectas. El estado es la expresión de un contrato social dictaminada por la ley natural para
salir del estado de naturaleza y constituir la sociedad civil con las normas y leyes que dictamina el
soberano encaminadas a la protección, la seguridad y la paz Dado que en la evolución de la Teoría
Política y del Estado son inseparables sus análisis económicos, sociológicos, históricos y filosóficos
de la voluntad de emancipación social, algunos autores critican como una forma de pseudo -
ciencia, que no sólo no es verificable, sino que no es axiológicamente neutral. Pero, desde las filas
del Derecho se rechaza esta objeción criticando el carácter ideológico de la concepción humana
del saber, y señalando que ninguna ciencia es realmente neutral.

Glosario

Alteridad (o exteriores respecto a las conductas que regula).

‐Del latín ―alter‖ (el otro), el

Derecho, y por tanto, la norma jurídica, rige las relaciones de conducta de una persona en relación
con otra persona, sin entrar en la esfera interna (pensamientos, intenciones, etc.). Característica
opuesta a la interioridad‖ de algunas normas, por ejemplo, morales, cuyo cumplimiento obedece a
convicciones del propio obligado.

Autocracia Régimen político en el que una sola persona gobierna sin someterse a ningún tipo de
limitación y con la facultad de promulgar y modificar leyes a su voluntad.

Autoridad: es el nivel de influencia que tiene una persona sobre un colectivo. La autoridad
también es el prestigio ganado por una persona u organización gracias a su calidad o a la
competencia de cierta materia. La autoridad suele estar asociada al poder del estado.

Autonomía o estructura propia. A partir del supuesto de hecho, la norma describe también una
consecuencia jurídica.
Concepto. Expresión del mandato del Derecho.

Convencionalismo: Es la creencia, opinión, procedimiento o actitud que considera como


verdaderos aquellos usos y costumbres, principios, valores o normas que rigen el comportamiento
social o personal, entendiendo que éstos están basados en acuerdos implícitos o explícitos de un
grupo social, más que en la realidad externa

Derecho: Es el orden normativo e institucional de la conducta humana en sociedad inspirada en


postulados de justicia y certeza jurídica, cuya base son las relaciones sociales existentes que
determinan su contenido y carácter en un lugar y momento.

Desentrañar: Averiguar o penetrar una cosa secreta o que es muy difícil de llegar a conocer o
comprender.

Detentar. Poseer una cosa, disponer de ella o atribuírsela de forma ilegítima o indebida;
especialmente poseer o atribuirse el poder.

/ Ejercer un cargo público o tener una dignidad, especialmente de forma ilegítima.

Dialéctica 1.Teoría y técnica retórica de dialogar y discutir para descubrir la verdad mediante la
exposición y confrontación de razonamientos y argumentaciones contrarios entre sí. 2. Conjunto
de razonamientos y argumentaciones de un discurso o una discusión y modo de ordenarlos.

Disentir: No estar de acuerdo [una persona] con otra en un asunto concreto.

Divergir. Ir separándose poco a poco [una línea, camino, etc.] de otro. /No estar de acuerdo [una
persona] con otra en un asunto

Epistemología. Parte de la filosofía que estudia los principios, fundamentos, extensión y métodos
del conocimiento humano.

Generalidad. La norma no tiene por destinatarios a personas concretas, sino un conjunto más o
menos amplio, pero indeterminado de personas.

Hermenéutica. Técnica o método de interpretación de textos. "la hermenéutica se remonta a la


exégesis bíblica y a la explicación de mitos y oráculos de la antigua Grecia"

Heterónoma (o exterior en cuanto a su creación). Emana y se impone por persona distinta al


destinatario, por quien detenta el poder normativo. Característica opuesta a la autonomía‖ que se
trata de normas (ej. éticas o morales) autoimpuestas.

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