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hay personas que los subieron a otros lugares como Wattpad, y dichas
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favor, tampoco subas CAPTURAS de los PDFs a las redes sociales y
etiquetes a las autoras, no vayas a sus páginas a pedir la traducción
de un libro cuando ninguna editorial lo ha hecho, no vayas a sus
grupos y comentes que leíste sus libros ni subas capturas de las
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Si deseas que los foros sigan por mucho más tiempo, no hagas
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libros que de no ser por los foros no llegarían al mundo de habla
hispana. Deja tu granito de arena, todas (os) son bienvenidas (os) en
nuestro espacio.
STAFF
Moderadora
Auris & Jadasa
Traductoras
amaría.viana Gesi Nickie
Anna Karol Ivana Renatte
Auris Jadasa Sahara
Bells767 Julie Sofía Belikov
4 Clara Markov Lau’s Boice Tolola
evanescita Miry Vane
Correctoras
Anna Karol Jadasa
Danita Julie
Elizabeth.d13 Pame .R.
Lectura final
Jadasa
Diseño
Vane’
ÍNDICE
Sinopsis
Capítulo 01: Solo un gran montón de mierda
Capítulo 02: Leñador caliente
Capítulo 03: Esto significa guerra
Capítulo 04: Soy la número uno
Capítulo 05: Incitar a la perturbadora Alicia
Capítulo 06: Tan gracioso
Capítulo 07: ¿De qué casa eres?
Capítulo 08: Debería haber sido mi victoria
Capítulo 09: No es la venganza que esperaba
Capítulo 10: Hora del pavo
5 Capítulo 11: Este no era el juego, que yo estaba jugando
Capítulo 12: El revelador viaje a casa
Capítulo 13: Invasión de Dick y Bobby
Capítulo 14: Coordinación de la Nación
Capítulo 15: Señorita Muérdago
Capítulo 16: Festejando el Año Nuevo
Capítulo 17: Tras los orgasmos
Capítulo 18: Ajuste de cartera
Capítulo 19: El premio para El Mejor Bar es para...
Capítulo 20: No me dejes esperando
Capítulo 21: Bueno, eso lo explica
Epílogo: Te amo más que a los pastelitos
Sobre la autora
SINOPSIS
Blaire Calloway ha planeado cada momento, digno de Instagram,
del lanzamiento de su tienda de pastelitos y cócteles hasta el más mínimo
detalle. ¿Qué no planeó? Que Ronan Knight y su bar deportivo de la vieja
escuela de al lado abrieran el mismo día. Puede que sea estupendamente
atractivo, pero Blaire no ha pasado años obsesionada con la crema de
mantequilla y el bourbon para que arruine su oportunidad de alcanzar el
éxito.
Desde el lanzamiento de hacha (en el lugar de él) hasta los
concursos de glaseado (en el de ella), Blaire y Ronan están
constantemente compitiendo en una batalla para ganar nuevos clientes.
Pero con cada enfrentamiento, también hay una química innegable.
Cuando una amenaza aún mayor para sus negocios llega a la ciudad, se
ven obligados a hacer una tregua en su propia guerra y trabajar juntos.
Y cuanto más tiempo pasa Blaire conociendo al verdadero Ronan, más se
pregunta si es posible tener su pastelito y comérselo también.
6 Forever Romance Standalones #3
1
Solo un gran montón de
mierda
Traducido por Vane Black & Gesi
Corregido por Elizabeth.d13
17
2
Leñador caliente
Traducido por Sahara
Corregido por Elizabeth.d13
24
3
Esto significa guerra
Traducido por Gesi & Lau's Boice
Corregido por Elizabeth.d13
44
5
Incitar a la perturbadora
Alicia
Traducido por Julie & Gesi
Corregido por Elizabeth.d13
—Los libros se ven bien hasta ahora. —Mi abuelo se sube las gafas
por la nariz, sus cejas blancas y tupidas fruncidas, los hombros
45 encorvados al inclinarse y hojear los informes impresos. Tener ochenta
años significa que todo se pierde en la traducción cuando mira una
pantalla de ordenador con los mismos números exactos, así que le
imprimo cosas, aunque haga llorar a los bosques.
Rueda sus hombros, sentándose más recto mientras mira
alrededor del bar. Sus ojos se arrugan en las esquinas, las líneas de su
cara se profundizan con su sonrisa melancólica. —Las renovaciones
también se ven bien.
Me apoyo en la barra, el orgullo me ahoga, así que mi respuesta es
un poco brusca. —Gracias, abuelo. —Fue difícil para él cuando empecé
a cambiar las cosas, así que no había venido durante un tiempo, pero ha
vuelto aparecerse casi todos los días.
Me da palmaditas en el brazo con sus dedos grandes y nudosos. El
abuelo y yo somos casi de la misma altura, aunque ha perdido un par de
centímetros con la edad. Su cabello blanco está bien peinado, y como de
costumbre lleva una camisa blanca de botones y un par de pantalones
de vestir negros. —En mi época, los únicos que se adornaban la piel eran
quienes estaban en la Marina o pasaban algún tiempo entre rejas. —Me
dice esto casi siempre que me ve, lo cual es frecuente, sobre todo ahora
que estoy ayudando a dirigir su bar. La mayoría de las veces es una
broma. Aunque la primera vez que me vio las mangas me preguntó por
qué no podía colgar mi arte en las paredes como la gente normal.
—Puedo concertarte una cita, hacer que te marques con tu propio
arte si estás celoso del mío. Podríamos conseguir unos a juego.
El abuelo se ríe a carcajadas. —Ni siquiera me gusta cuando una
bonita enfermera me saca sangre. No voy a permitir que un tipo que se
me acerque con un montón de agujas zumbantes.
Golpeó la barra y lo señaló con el dedo. —Recuerda que cuando le
dices a una enfermera que es guapa hoy en día se llama acoso sexual.
—Es realmente un mundo de mujeres, ¿no? No puedo decir que no
nos lo merecíamos o que Dottie no me dijo que pasaría. Que Dios la tenga
en su gloria. —Hace la señal de la cruz, y hago lo mismo.
La abuela falleció hace poco más de un año, y durante un tiempo
me preocupaba que el abuelo siguiera sus pasos. Llevaban juntos más
de sesenta años y habían trabajado codo a codo todos los días desde que
se conocieron. En todo el tiempo que llevaban casados, nunca pasaron
una noche separados. Claro, el abuelo salía con sus amigos y jugaba al
póquer, y la abuela tenía noches de “tejer” con sus amigas, que eran
realmente reuniones sociales de gin Martini con unas cuantas bolas de
lana y juegos de agujas de tejer para decorar, pero no hubo una sola
noche en más de sesenta años en la que no durmieran uno al lado del
otro.
No estoy seguro de si consideraría eso romántico, pegajoso o un
caso extremo de codependencia. A pesar de todo, se amaban y discutían
ferozmente. De manera que cuando el abuelo se despertó una mañana y
descubrió que ella murió mientras dormía, no sabía con certeza si él sería
46 capaz de manejar el mundo sin ella. Y más egoístamente, me preocupé
por cómo lo manejaría yo si el abuelo no podía lidiar con la pérdida.
Mi padre, su hijo mayor, y mi madre murieron en un accidente de
coche cuando tenía veinte años. Tenía la edad suficiente para sobrevivir
por mi cuenta, pero aun así sacudió los cimientos de mi vida. Siempre
estuve cerca de mis abuelos, por lo que adquirieron el papel de padres
sustitutos. Así es como terminé de vuelta aquí, dirigiendo el espectáculo
en lugar de solo atender mesas y bares, aunque todavía hago esas cosas.
Había estado trabajando en las finanzas, porque ahí es donde está
el dinero, pero no era mi pasión. Ni siquiera cerca. Era un trabajo de
nueve a cinco que me llenaba los bolsillos, pero que no me daba ninguna
satisfacción laboral.
Durante los últimos años he querido abrir mi propia cervecería,
pero para ello necesito dinero. Así que fui a pedirle un préstamo al abuelo,
con la esperanza de evitar los altos intereses del banco.
Habiendo inmigrado de Escocia a América de niño, y creciendo en
una familia de clase media que a veces se esforzaba por llegar a fin de
mes cuando recién llegaron, él es un gran fanático de trabajar por lo que
se obtiene. Lo cual significa que no entregó el dinero como si nada. No
fue una gran sorpresa.
Sin embargo, me ofreció una oportunidad. The Knight Cap ha
estado en nuestra familia por tres generaciones, y ya no puede manejar
la responsabilidad de administrar el lugar por su cuenta. Además,
necesitaba seriamente una revisión. Él financiaría las renovaciones y si
podía devolverle la vida al pub, me prestaría el dinero inicial para la
cervecería, sin intereses. Me daría la experiencia que necesitaba para
llevar un negocio y con suerte evitaría que su orgullo y su alegría se
fueran a pique.
Hasta ahora, estoy cumpliendo mi parte del trato.
—Tengo que admitir que no me gustaba mucho el negocio del
lanzamiento de hachas, pero parece que una vez que las renovaciones
den sus frutos, obtendrás un beneficio verdadero, siempre y cuando
nadie se corte un brazo. —Guiña el ojo—. Es un buen comienzo, hijo.
—Gracias. Y hay algunas reglas muy estrictas sobre el lanzamiento
de hachas, así que los miembros de todos deben permanecer seguros en
sus cuerpos.
—Generalmente es ahí donde los quieres, ¿eh? —Tamborilea sus
dedos en la barra, con una sonrisa irónica—. Y aprecio que mantuvieras
el muro de fotografías. Significa mucho para este viejo.
—Bueno, puede que no haya estado ahí para todas ellas, pero
también significan mucho para mí. —Sé que ha sido duro para el abuelo
tener que dejar de dirigir el bar. Ha sido su segundo hogar durante la
mayor parte de su vida, y todos sus recuerdos contienen a la abuela.
Mi teléfono se ilumina con las nuevas alertas de las redes sociales.
47 Ambos miramos la pantalla.
—¿De qué se trata? ¿Has buscado una nueva novia? ¿Empezaste a
salir con una de las chicas que contrataste? —Su expresión se ilumina y
me río.
—Una vez más, invitar a mis empleados a salir está en la lista de
los “no-no” en estos días. Demasiadas complicaciones potenciales.
El abuelo levanta las manos. —Dottie y yo no nos habríamos
casado si nos preocuparan las complicaciones, ¿verdad?
—Esto es verdad. Sin embargo, mis empleados son estudiantes
universitarios.
—Ah, bueno, seguro que al final conocerás a una chica, sobre todo
si trabajas aquí.
Decido desviar el tema de mi vida amorosa, ya que no es muy
emocionante en estos días. Además, si le dejo seguir adelante, al final me
convencerá que me establezca antes que sea demasiado viejo.
No es que no quiera una pareja, pero por lo que he visto, no puedes
estar casado con tu trabajo y con otra persona a menos que seas como
mis abuelos, quienes trabajaron juntos. De lo contrario, la carrera o la
pareja terminan descuidadas.
Y ahora mismo, mi carrera es primordial. Tengo una obligación con
el abuelo, y la cervecería está a mi alcance. Además, no he podido conocer
a nadie puesto que siempre estoy en The Knight Cap.
Al menos esta es la justificación que doy a cualquiera que pregunte
sobre mi estado sentimental. Honestamente, perder a mis padres a los
veinte años fue duro, y ese fue un tipo de dolor que quisiera evitar. No
ayudó el hecho de que tuviera una novia cuando fallecieron, y esa
relación sufrió una gran turbulencia, que finalmente se estrelló y se
quemó porque no pude soportar la pérdida y ella no supo cómo ayudarme
en el duelo. No fue su culpa, éramos universitarios, pero sí tuvo un
impacto.
Las relaciones hacen que una persona sea vulnerable al dolor, y
perder a mis padres y el final de esa relación fue más angustioso de lo
que pude soportar. Ver al abuelo deteriorarse rápidamente después que
la abuela falleciera fue otra razón para evitar ponerme serio con alguien.
—Por ahora me centraré en el pub, lo que me recuerda que no te
he contado la oportunidad de oro que podría ponernos en el mapa y hacer
que llueva.
Su boca se gira hacia abajo. —¿Es una jerga de jóvenes que no
entiendo?
—Eh, sí. Hacer que llueva significa ganar mucho dinero. Hay una
enorme youtuber...
—¿Youtuber? —Frunce aún más el ceño.
—Sí, es una mujer que hace videos...
48 —¿Vídeos? —Los ojos del abuelo se abren mucho, y me da una
mirada de desaprobación—. No del tipo sucio. No usarás mi bar de Dottie
para hacer esas películas traviesas.
Me ahogo con un sorbo de café y toso en mi codo. —No, abuelo.
Solo videos, no de sexo. ¿Por qué crees que haría algo así?
Sus ojos se desvían y se encoge de hombros, luego toma un gran
trago de su cerveza. —Buscaba algo en el ordenador esta mañana y ya
sabes cómo le gusta rellenar palabras por ti a veces. Bueno, me llevó a
un sitio con todo tipo de cosas que nadie debería estar mirando a las
nueve de la mañana. Sentí que tenía que confesarme después de eso.
—No es la mejor manera de empezar el día, ¿eh?
Sacude la cabeza. —Esas imágenes se quedan atascadas en el
cerebro, en serio. De todos modos, ¿decías algo sobre esta Youtuber?
—Claro, sí. —Golpeo la barra, feliz de alejar el tema de mi abuelo
accidentalmente tropezando con un sitio porno—. Tiene un canal.
—¿Es decir un canal de televisión?
—Sí, algo así. Quiero decir, incluso tienen anuncios que tienes que
ver...
—¿No puedes grabar y avanzar rápidamente esa basura?
Le presenté el DVR al abuelo cuando vivía con él y con la abuela
luego de que mis padres murieron, y es probablemente su cosa favorita
en el mundo. Aparte de este bar y el recuerdo de la abuela. —En YouTube
no. De todos modos, esta mujer, Tori Taylor...
—Suena como una de esas sucias estrellas de cine.
—Te prometo que no es una sucia estrella de cine. En fin, tiene un
canal con más de diez millones de suscriptores.
—Caray, eso es mucha gente. ¿Ella hace trucos ingeniosos o algo
así? ¿Es bailarina?
—No, abuelo. No es bailarina. Solo déjame terminar. —Espero a ver
si va a interrumpir de nuevo, pero se queda en silencio, por ahora—. De
todos modos, tiene un programa de “Lo mejor de” en su canal. Los
mejores productos, los mejores lugares para visitar, ese tipo de cosas.
Dirige un concurso de “El Mejor Bar del noroeste del Pacífico” y participa
The Knight Cap. —Pongo el vídeo en mi teléfono y lo reproduzco para el
abuelo, luego le muestro las nominaciones a The Knight Cap antes de
pasar a Instagram donde puede ver todos los otros bares que han sido
nominados, también.
Hace una pausa en el desplazamiento de algunas fotos. —¿No es
ese el lugar de al lado? ¿Buttercream and Booze?
—Sí. Claro que sí. —Por supuesto que ha sido nominada,
seguramente por todos los seres humanos que conoce. Y a pesar de su
actitud súper irritante, parece que tiene muchos amigos porque está
49 obstruyendo la transmisión con todas las malditas nominaciones.
El abuelo toma mi teléfono y empieza a desplazarse. Luego le da al
enlace de su perfil y sigue hojeando las fotos. Suelta un silbido bajo y
sostiene el teléfono a unos centímetros de mi cara. —¿La conoces?
—Claro que sí.
—Es muy guapa —murmura el abuelo.
—Supongo que si te gusta todo el estilo de June Cleaver.
El abuelo arquea una ceja. —No importa lo que lleve puesto. Podría
ser un saco de arpillera y todavía tendría la cara de un ángel.
El abuelo no se equivoca. Ella es impresionante de una manera
muy clásica y saludable. Tengo que admitir que, por poco convencional
que sea su elección de ropa, también la hace atractiva. Es una masa de
contradicciones. Su aspecto es dulce y retro, pero tiene una personalidad
explosiva y liberal. Y tengo que admitir que me gusta lo fácil que es
meterse bajo su piel. Es adictivo, en realidad.
Los folletos estaban destinados a ser una broma y también lo era
la caca falsa. La había visto pisarla el día anterior y pensé que la mejor
manera de limpiar el aire sería tomarlo a broma. Al parecer Alicia y yo
tenemos ideas muy diferentes sobre qué es o no gracioso. No pareció
apreciar el excremento falso. O el folleto de control de la ira, o el aceite
de lavanda... ¿a quién no le gusta el olor de eso? Y no recibí ni un
agradecimiento ni una risa por la copa de Martini de unicornio
reconfigurada. A la cual le dediqué mucho tiempo y esfuerzo para mi
propia satisfacción personal.
Pensé que se reiría y se suavizaría, pero eso no es para nada lo que
ha pasado. Por otra parte, ¿qué esperaría de alguien que prefiere mezclar
bebidas con catorce malditos ingredientes en lugar de servir una buena
cerveza amarga?
—¿Es la dueña del lugar de al lado, o solo trabaja allí? —pregunta
el abuelo.
—¿Creo que es suyo? Ella lo dirige, eso lo sé.
—Bueno, ha estado vacío durante mucho tiempo. Todos los
negocios que surgen allí terminan hundiéndose en el año. Esperemos que
ella tenga mejor suerte que el resto. Supongo que consiguió un buen
acuerdo sobre el alquiler con todo el mal rollo de ese lugar.
No soy un gran creyente en cosas como el “mal rollo” o la suerte.
Los lugares fracasan o tienen éxito por muchas razones, no porque los
negocios que ocupaban el mismo lugar antes se hundieran. De todas
formas, el hecho que probablemente consiguiera un buen trato en el
alquiler me dice algo sobre la gruñona Alicia en el País de las Maravillas.
Es claramente una luchadora y astuta. Tengo un buen trabajo por
delante si quiero ganarle como el mejor bar del noroeste del Pacífico.
¿Fue la manera más inteligente de manejar las cosas al infiltrarme
50 en su gran inauguración? Probablemente no, y no la copié
intencionadamente, pero sin duda terminó funcionando a mi favor.
Menos mal que me gusta la competencia amistosa.
3 Se refiere a un chico que juega con los sentimientos de las chicas y diría cualquier
cosa que una ella quiera escuchar para tener sexo o para conseguir algo de ellas.
—Es una posibilidad remota. Literalmente cientos de bares han
sido nominados.
—Sí, pero este tiene historia y una grande. Voto por que
empecemos a publicar sobre nuestros abuelos. Tori Taylor casi siempre
apoya todas las parejas famosas que hay por ahí.
Frunzo el ceño, sintiendo que me estoy perdiendo algo. —¿Apoya
cómo?
—Siempre está posteando sobre las parejas ideales. De todas
formas, es algo más sobre lo que podemos publicar si necesitamos, ya
sabes, atraer a las señoritas.
—Claro, sí. —No quiero tener que preocuparme por cosas como las
parejas ideales y el romance. Solo quiero tranquilidad. Un ambiente
relajado donde la gente venga, beba cerveza y disfrute de la conversación
o los deportes o lo que sea, en contraposición a mi tensa vecina y sus
perfectas magdalenas prismáticas y bebidas afrutadas—. Haré algunos
gráficos para que podamos empezar a promocionar las bandas en vivo.
¿Crees que este sábado quedará bien?
—Sí, amigo, puedo reunir a los chicos para el sábado.
—¿Y estarán listos para actuar?
Suena la campana sobre la puerta y entra un grupo de mujeres que
52 parecen tener poco más de veinte años.
—Nací listo. —Guiña un ojo y se gira hacia el grupo—. Buenas
tardes, señoritas. Se ven sedientas.
Sacudo la cabeza y lo dejó con sus coqueteos. Son más de las siete
y aún tengo que hacer una parada al lado para tomar mi dosis diaria de
agridulce. Puede que mi vecina sea un dolor en el culo, pero esos
pastelitos son adictivos. Me estoy comenzando a preguntar si tienen algo.
Paso todas las noches antes del cierre, que es alrededor de las
nueve, pero permanece abierto hasta más tarde los viernes y sábados.
Eso tiene que hacer que sus días sean increíblemente largos. Pero no es
mi problema. Además de que también hago jornadas largas.
Recojo un cupón de detrás de la barra. —Regreso en un segundo
—grito cuando paso a Lars charlando con el grupo de mujeres que ahora
se encuentran en los cuatro taburetes frente a los grifos.
Me hace un gesto con la cabeza y regresa a comprobar las
identificaciones cuando empujo la puerta y salgo a la luz del atardecer.
Aún está cálido y agradable para ser a principios de septiembre. Extraño
las noches en que solía tener tiempo para sentarme afuera en mi balcón
y disfrutar viendo la puesta de sol. Ahora siempre estoy aquí, en el bar,
viendo cómo la luz se desvanece a través de las ventanas.
Sin embargo, algún día lo recuperaré. Por ahora me recuerdo que
hay un plan más grande y que algunas puestas de sol perdidas no son el
fin del mundo si soy capaz de perseguir mi sueño.
Cuando era joven, en mi adolescencia y mucho antes de tener la
edad legal para beber, mi papá solía incursionar con la elaboración de
cerveza casera. Aprendí a muy temprana edad a apreciar la ciencia detrás
de crear cervezas artesanales superiores. Siempre fue un pasatiempo
para mi papá y en algún momento se convirtió en una pasión para mí.
Ahora, aparte de mi abuelo, es la única conexión que tengo con mi papá,
lo único a lo que no quiero renunciar, especialmente a medida que los
recuerdos de él continúan desvaneciéndose.
Durante un tiempo el dinero me importó más que los sueños, pero
la muerte de la abuela cambió mi perspectiva. Necesitaba que los
recuerdos se mantuvieran frescos y tener tiempo con el abuelo, así que
aquí estoy.
Levanto la mirada al letrero que pedí especialmente; costoso, pero
valió la pena. Tu escaparate es tu principal fuente de publicidad para los
transeúntes y cuanto más atractivo sea, más probabilidades hay que
entren las personas. Me río al pasar junto al letrero en la acera de Alicia
en el país de las maravillas. Hoy dice: NO SEAS AMARGO. ¡REGÁLATE
ALGO DULCE!
Abro la puerta y examino la tienda. A pesar de ser martes, está
lleno y casi todas las mesas están ocupadas por mujeres bebiendo café
con leche y Martini. En las esquinas se apiñan parejas jóvenes con sus
libros de textos abiertos, pero ignorados mientras sus dueños comen
53 pastelitos con los pies entrelazados debajo de las mesas mientras
coquetean.
Alicia/Blaire está detrás del mostrador con las manos en la cintura
y el labio inferior atrapado entre los dientes. Su vestido es rosa pálido con
una enorme estampa de una piruleta de arcoíris. La falda es ancha,
obviamente hay algún tipo de material debajo que la hace ser tan…
espumosa. Acentúa su exuberante y curvilínea figura. Su cabello está
recogido en una especie de intrincado peinado, haciéndola parecer como
si hubiera salido directamente del set de una comedia de los años
cincuenta. Seguro que es una mujer interesante.
Su cabeza se gira y su sonrisa de bienvenida se vuelve socarrona.
—Bueno, si no es mi vecino favorito. —Bate las pestañas—. Te esperaba.
Mi sonrisa se ensancha con felicidad genuina. Por razones que no
entiendo del todo, una parte de mí realmente disfruta de la dosis diaria
de sarcasmo que recibo de ella.
—¿Entonces me extrañas? —Me apoyo sobre la vitrina de vidrio. Sí,
soy muy consciente de que no debería. También sé que en el segundo en
que me vaya sacará un limpiacristales ecológico con olor a limón para
quitar la mancha que dejó mi antebrazo.
Hace un sonido gutural, pone los ojos en blanco y murmura algo
por lo bajo. No llego a entenderlo del todo, pero juro que suena sexual.
Probablemente necesite un revolcón.
—¿Qué fue eso?
—Nada. —Mantiene la sonrisa plasmada en el rostro, pero sus
mejillas se sonrojan—. ¿Qué puedo ofrecerte hoy, Ronan?
—No lo sé, ¿qué recomendarías?
—Volvería a recomendar Muerte por Chocolate, pero tenemos pocos
y siempre pareces oponerte. —Se golpea los labios pintados de rosado y
hace un sonido con la boca. Son carnosos. Un poco en puchero.
Probablemente perfectos para besar.
Sip, definitivamente necesito un revolcón.
—¡Oh! De hecho, hoy tengo algo especial para ti.
—¿Especial?
—Ajá. —Arquea una ceja y se gira, su falda se ensancha
impresionantemente. Hay un moño en el centro de su espalda. Incluso
su delantal está atado perfectamente, lo que parece imposible ya que no
puede ver la parte trasera. A menos que tenga a alguien que lo haga por
ella.
Está en medio de sacar algo, no de la vitrina de pastelitos, cuando
un tipo larguirucho con una camiseta que dice ¡PASTELITOS PARA
LLEVAR! sobre el pectoral izquierdo aparece desde la parte trasera del
lugar.
—Todo listo para mañana por la mañana. ¿Necesitas algo más
54 antes que me vaya? —Se pasa una mano por su escaso cabello.
Abandona la caja, que asumo que es para mí, y da unos pasos en
su dirección. —Muchas gracias por encargarte de todo esto esta noche
en vez de mañana por la mañana, Paul. Sé que será un día ajetreado para
ti.
—Bueno, no te iba a dejar abandonada. —Sus hombros se mueven
hacia atrás y su sonrisa rezuma orgullo y satisfacción.
—Eres un regalo del cielo. —Coloca una mano cuidada en su
antebrazo—. Habría estado aquí toda la noche si hubiera tratado de
hacerlo por mi cuenta.
Su sonrisa se ensancha aún más y baja la barbilla cuando ella
levanta la suya. —No puedo permitir que te me conviertas en zombi.
—Aprecio tu preocupación por mi bienestar y mi condición de no
zombi. —Le da a su brazo un apretón y retrocede—. Ahora deberías irte
porque se está haciendo tarde y no quiero que seas zombi por quedarte
aquí hasta tan tarde.
Se aparta de él y su mirada la sigue. Cruza hasta el fregadero, abre
el grifo y se enjabona las manos. Tararea una canción por lo bajo
mientras se frota las manos. También hace un movimiento de cadera.
Me mira cuando retrocede un paso y su expresión cambia a
hostilidad. Eh. Eso es interesante.
Golpea el carro de transporte, lo que llama la atención de Blaire.
—¡Oh! Muchas gracias por llevar eso a la parte trasera, Paul. Callie
ha estado corriendo todo el día y definitivamente apreciamos la ayuda.
—Oh, claro, sí, por supuesto. Que tengas una buena noche, Blaire.
—Tú también.
Retrocede por el pasillo, lanzándome una última mirada antes de
desaparecer. Me pregunto si le habló de mí, y si es así, supongo que lo
que le dijo no fue tan agradable. Blaire se pasea por el pequeño espacio
sosteniendo un plato con un solo pastelito. Lo coloca sobre el mostrador
y lo empuja en mi dirección. —Aquí tienes. Hice este especialmente para
ti. —Guiña un ojo.
Miro el pastel. Hay una pequeña decoración con forma de galleta
en la parte superior con la frase CÓMEME en mayúsculas.
La miro. —¿Lo hiciste para mí?
Parpadea una vez, esa misma casi inquietantemente plácida
sonrisa plasmada en su hermoso rostro. Espera. ¿Hermoso? ¿Desde
cuándo encuentro atractiva a ella y a su extraño sentido de la moda?
—Lo hice —responde.
Vuelvo a mirar el pastelito, evaluando los detalles con más cuidado.
La pequeña galleta parece hecha de caramelo y las letras han sido
pintadas con una mano increíblemente firme. Toco el borde, suavemente
55 y con cuidado. —¿Qué hay de esto? ¿Hiciste esto?
—Sip. No está mezclado con arsénico ni nada. Puedes comerlo sin
preocuparte por tu salud.
—No me preocupaba hasta que lo mencionaste.
—No arriesgaría el bienestar de todo mi negocio por ti. —Aún está
sonriendo, pero hay un borde afilado en su tono, como el corte de una
hoja de afeitar.
Me río un poco. —Me estás matando con tu amabilidad, Blaire.
—¿Lo comerás o qué? —Se inclina sobre el borde del mostrador.
Obviamente he llegado al límite de su paciencia, que es
exactamente lo que he estado esperando. Me encanta cuando se pone
amarga conmigo. Como uno de sus pastelitos rellenos de cuajada de
limón.
—¿Me lo meterás en la boca si no lo hago?
—Tal vez. —Sus labios se contraen.
—¿No quieres que disfrute la experiencia? —Arranco la pequeña
galleta de caramelo de la parte superior—. No dice devórame, dice
CÓMEME. Lento o rápido es la pregunta. Sin embargo, la lentitud suele
ser mejor, ¿no te parece? —¿Qué diablos estoy haciendo? ¿Estoy usando
insinuaciones sexuales?
El diseño del pastelito es claramente una referencia a Alicia en el
País de las Maravillas, no una verdadera invitación a comerla. ¿Y por qué
de repente estoy pensando en cómo sería eso? ¿Es callada o ruidosa?
Apuesto a que es demandante. Probablemente mandona. Y no hay nada
más sexy que una mujer que te dice exactamente lo que quiere.
Me meto el pequeño caramelo en la boca, asegurándome que
ninguno de los pensamientos que flotan en mi cabeza termine saliendo
por mi boca y también para terminar con esto. Porque necesito salir de
aquí en lugar de continuar esta conversación. Es mi competencia en el
desafío de El Mejor Bar, no una futura cita.
Aparentemente rápido será.
Excepto que ese pequeño caramelo se disuelve en mi boca,
burbujeando inesperadamente. Y el sabor es familiar.
Blaire sonríe y junta las manos detrás de ella, balanceándose sobre
sus talones.
Quito el envoltorio del pastelito y lo dejo en el plato. Me lo llevo a la
nariz y lo huelo. —¿Eso es… café?
—Solo dale un mordisco —dice con brusquedad.
Sin embargo, su tono no coincide con su expresión, la cual me doy
cuenta que está tratando de mantener neutral, pero está fallando
bastante dolorosamente. Su mirada está fija en mi rostro, ansiosa,
expectante. Rebota un par de veces y observo el reflejo en la barra
56 espejada detrás de ella llena de botellas de licores. Retuerce las manos
entrelazadas en la espalda, pero trata de mantenerlas ocultas.
Doy un mordisco, no tan grande como originalmente pretendía
porque probablemente es lo que esperaba y quiero prolongar la agonía de
su anticipación tanto como humanamente sea posible. Tengo la intención
de decirle que simplemente está bien, pero gimo en el momento en que
los sabores me golpean la lengua. Ruidosamente. —Oh Dios mío —
murmuro, las migas caen de mi boca y se esparcen por todo el mostrador.
Lo cual me doy cuenta que es repugnante.
Pero a Blaire no parece importarle. Sonríe ampliamente, la
satisfacción y el triunfo hacen que su rostro sea aún más impresionante.
Considero preguntarle qué es, pero decido que no me importa tanto como
para dejar de comerlo. Hay café en el glaseado, pero no es demasiado
dulce, es ligero, mantecoso y deliciosamente cremoso. El bizcocho
prácticamente se derrite en mi boca, destellos de… whisky, cacao y
vainilla, y el siguiente bocado obtengo un toque de crema pastelera con
un suave dejo de… avellana.
Blaire no parece notar el desastre que estoy haciendo. En absoluto.
Se está chupando el labio inferior y rebotando en las puntas de los pies.
Su labio se libera con marcas de dientes aún evidentes. —Lo estás
disfrutando. —No es una pregunta, más bien una acusación.
Quiero devorar el resto en vez de contestar, pero levanto la mano
para cubrirme la boca para poder hacer una pregunta en lugar de afirmar
lo que claramente ya sabe. —¿Qué es?
Una lenta sonrisa se extiende por sus labios.
No dice nada de inmediato, así que me meto el resto en la boca. La
mitad de mí quiere rogarle por más, pero sé que si lo hago entonces de
alguna forma me las arreglaré para darle la ventaja. Lo cual es ridículo.
Es solo un pastelito e independientemente de lo que piense, no estamos
realmente compitiendo contra el otro. Para YouTube sí, claro, pero no veo
cómo puede ganarme a mí y a mi genial bar con lanzamiento de hachas.
Y ahora toda la idea de bandas en vivo y karaoke.
El tema de pastelitos y cocteles es tierno. Pero eso es todo.
Esta vez trato de suprimir mi gemido, pero un sonido de
satisfacción se me escapa.
—¿Entonces te gustan mis gritos orgásmicos? —pregunta.
Es entonces cuando comienzo a toser. También trato de inhalar
con comida en la boca y me ahogo. Y toso un poco más. Blaire retrocede
un paso ya que estoy rociando el mostrador con pastelito a medio
masticar. Es una burla porque lo quiero todo en mi vientre y no sobre el
mostrador.
—¿Estás bien? —pregunta cuando sigo tosiendo durante otros
quince segundos.
—Sí. —Tos—. Yo solo… —tos—, no esperaba eso.
57 —Es el nombre del pastelito —me informa.
—Lo supuse ya que no gritaste ni una sola vez.
—No soy gritona. —Sus ojos arden, como si no hubiera querido que
se le escapara.
Ahora es mi turno de sonreír. —¿Eso es verdad?
Se da vuelta, pero puedo verle el rostro en la pared espejada frente
a ella. Sus orejas se han puesto rojas y murmura algo para sí misma
mientras toma la caja de la barra detrás de ella. Ensancha los hombros
y vuelve a enfrentarme. Sus mejillas son del mismo color que sus orejas.
Deja la caja sin ceremonias sobre el mostrador. —Pensé que querrías más
de uno.
—Sí. Definitivamente. —Asiento.
—Los múltiples son realmente los mejores. —Sus mejillas se mueve
leventemente con un tic y las puntas de sus orejas parecen a punto de
prenderse fuego y tomar todo su cabello. Me pregunto cuánto producto
usa para que se vea tan perfecto y si es suave al tacto o no.
—Me encantan los múltiples. —Tanto darlos como recibirlos. Dejo
esa parte fuera porque preferiría comer los pastelitos, no usarlos, y siento
que de repente estamos pisando una línea muy fina. Eso o ya la hemos
salteado. Sacudo la cabeza para aclararla—. Uh, ¿qué te debo?
—Estos van por la casa. Disfruta tu noche.
Generalmente felizmente me cobra todo el precio por mi adicción a
los pastelitos. Aunque tiende a arrojar uno extra por si acaso. Estoy
tentado a preguntarle si terminaré amarrado en el maletero de un auto
si como el resto, pero me imagino que eso podría ser demasiado. —No
puedo imaginar que alguien alguna vez haya dicho que no a gritos
orgásmicos múltiples gratis.
Me mira condescendientemente. —De acuerdo, Ronan, la broma se
ha terminado. Vete. —Me corre—. Tengo clientes que atender y quieren
lo que tuviste.
Salgo de la tienda de pastelitos con la sensación de haber perdido
la ronda. Incluso me olvidé de darle el cupón para cerveza y pepinillos
fritos gratis.
Lars ha pasado de coquetear con el grupo de mujeres para atender
a otros clientes. Rodeo la barra y abro la caja con la intensión de comerme
otro. Sacudo la cabeza cuando veo al resto. Cada uno tiene un mensaje
escrito en pequeñas galletas azucaradas: CÓMEME, MUÉRDEME,
CHÚPALO y hay uno de Muerte por Chocolate con una calavera y huesos
cruzados.
Eh, parece que después de todo Alicia sí tiene sentido del humor.
58
6
Tan gracioso
Traducido por Clara Markov & Gesi
Corregido por Elizabeth.d13
68
7
¿De qué casa eres?
Traducido por Miry & Anna Karol
Corregido por Elizabeth.d13
81
8
Debería haber sido mi victoria
Traducido por IsCris
Corregido por Elizabeth.d13
88
9
No es la venganza que
esperaba
Traducido por Vane’
Corregido por Elizabeth.d13
96
10
Hora del pavo
Traducido por Auris, Jadasa & evanescita
Corregido por Elizabeth.d13
6 Carne de Buey japonés muy cara por ser de baja producción y considerada un manjar.
La miro durante varios segundos, digiriendo, aceptando. —Vas a
soltar la sopa de camino a casa.
—Probablemente no habrá mucho que soltar cuando nos vayamos,
pero seguro. —Se encoge de hombros y se vuelve para abrir la puerta.
La detengo para que no se vaya presionando mi mano contra la
puerta. —Hay algo más.
Suspira y sus hombros se encorvan. —¿No puede esperar?
—¿Qué es lo que pasa con Matthew?
No se da vuelta, pero su cabeza cae y parece desinflarse aún más.
—Solíamos salir.
—¿Perdón?
—Salimos. No funcionó. Se casó con mi hermana. Ah, y creo que
Skylar también se acostó con él antes que comenzaran a salir, pero lo ha
hecho un par de veces con diferentes novios, por lo que a veces es difícil
seguir la pista.
—Espera. ¿Qué? ¿Skylar se acostó con tu exnovio antes de que tu
hermana te lo robara? Siento que mi cabeza va a explotar con esta
información.
—Si. ¿Puedo irme ahora, por favor, antes de que nos acusen de
112 tener un rapidito antes de la cena en el baño?
Aparto mi mano de la puerta y sale sin decir una palabra más.
La simple mención de Blaire de un rapidito es aparentemente una
idea atractiva para mis partes masculinas, por lo que me toma un minuto
calmarme antes de poder hacer mis necesidades.
Mientras espero, decido dos cosas: no beberé más alcohol esta
noche y voy a jugar a ser el novio de Blaire por el resto de nuestro tiempo
aquí. No es que su familia vaya a volver a verme. También podría dejarles
una impresión duradera.
11
Este no era el juego, que yo
estaba jugando
Traducido por amaria.viana
Corregido por Anna Karol
119
12
El revelador viaje a casa
Traducido por Anna Karol
Corregido por Danita
147
15
Señorita Muérdago
Traducido por Jadasa & Auris
Corregido por Pame .R.
La tarde no pasa sin problemas, hay fallas, B&B se queda sin vodka
de primera calidad, pero Ronan se encuentra allí para salvar el día con
su propia reserva. Afortunadamente, hemos acordado dividir los costos y
los ingresos, por lo que no es un gran problema. Uno de los meseros se
desliza sobre una papa frita y pierde una bandeja completa de pastelitos,
pero en general es un éxito increíble. Y aunque hay una fila fuera de la
celebración de la gran inauguración de Dick and Bobby’s, estamos al
máximo de nuestra capacidad y terminamos teniendo que rechazar a la
gente, lo cual es desafortunado, pero también algo bueno.
La adrenalina corriendo por mis venas significa que probablemente
estaré totalmente agotada cuando el bar finalmente cierre, pero por el
momento estoy disfrutando del éxito del evento.
Cuando se acerca la medianoche, me encuentro detrás de la barra
con Ronan, mezclando bebidas. Su corbata con diseño de fuegos
artificiales se halla sobre su hombro para que no absorba nada
derramado sobre la barra. A pesar del personal adicional, parece que no
pueden seguir el ritmo de las demandas y la fila para llegar a la barra es
tres veces más larga en tanto la gente pide cócteles de champán para
brindar por el Año Nuevo.
Me quité mis tacones hace horas a cambio de las botas con puntera
de acero que se requieren detrás de la barra, lo que significa que también
he perdido ocho centímetros de altura y tengo que estirarme para
alcanzar las botellas en los estantes altos.
Ronan se acerca a mí y agarra la botella que necesito, luego se
inclina para que su boca esté en mi oído, gritando por encima de la
música para que pueda escucharlo—: Dime lo que necesitas y te lo
conseguiré. —Sus labios rozan el lóbulo cuando habla, enviando un
cálido escalofrío por mi espalda.
Asiento porque he estado gritando la mayor parte de la noche y
prácticamente ya no tengo voz. La parte delantera de mi vestido de fuegos
artificiales y copas de champán está húmeda por inclinarme sobre la
barra, y huelo a champán y cerveza, pero no podría estar más feliz.
Trabajamos juntos, pasando botellas y acompañamientos sin tener
que hablar porque cada uno parece saber lo que el otro necesita. Extiende
157 la mano detrás de mí, nuestros cuerpos se tocan constantemente al
tiempo que vertemos y servimos, vertemos y servimos.
Luego comienza la cuenta regresiva, y hay una pequeña pausa en
el caos detrás de la barra cuando la multitud levanta sus bebidas en el
aire, gritando y riendo de camino hacia el Año Nuevo.
—Aquí, ten esto. —Ronan envuelve mi mano alrededor de un vaso
de chupito y golpea el suyo contra él.
—¿Qué es?
—Solo bébetelo —grita.
Nos llevamos los vasos a los labios y tomo el chupito de golpe.
Gritos de “¡Feliz Año Nuevo!” suben a niveles casi insoportables mientras
quema cuando baja por mi garganta
—¡Feliz Año Nuevo! —grita Lars y nos da un doble abrazo y luego
señala la lámpara sobre nosotros—. Miren para arriba. —Y luego se va
por la barra, gritando—: ¡Feliz Año Nuevo! —a todo pulmón.
Ronan y yo miramos hacia arriba al mismo tiempo y nos damos
cuenta que estamos parados directamente debajo de una de las ramitas
de muérdago. Nuestras miradas se encuentran y puedo ver la resolución
en sus ojos. Estoy segura que los pocos tragos que hemos tomado detrás
de la barra esta noche son totalmente responsables de lo que ocurra a
continuación.
Desliza una mano alrededor de mi cintura y me acerca a él. Inclina
levemente la cabeza hacia un lado: una pregunta silenciosa. Respondo
deslizando mis manos sobre su pecho para entrelazarlas detrás de su
cuello, tirando suavemente en tanto levanto la barbilla.
Su otra mano se curva alrededor de mi nuca en tanto se sumerge
y su aliento cálido y mentolado se mezcla con el mío. —Feliz Año Nuevo,
Blaire.
—Feliz Año Nuevo, Ronan.
Una descarga de energía me ilumina como un letrero de neón,
zumbando por mis venas cuando nuestros labios se encuentran por
primera vez. Es un hormigueo en todo el cuerpo, que comienza en mi
cuero cabelludo y desciende por mi cuerpo. El calor se canaliza
directamente entre mis muslos y los dedos de mis pies se curvan.
Inclinamos la cabeza en direcciones opuestas, los labios se separan
y las lenguas se deslizan una contra la otra. Él gime y yo también a
medida que nos abrimos más, las lenguas acariciando más
profundamente. Agarro la parte de atrás de su cuello y la mano en mi
cintura se desliza más abajo. Tomando mi nalga izquierda, Ronan me
aprieta más contra su cuerpo. Lo siento duro contra mi estómago y
presiono más cerca las caderas.
Estoy bastante segura que el beso habría durado para siempre, o
158 hasta que nos desnudáramos, excepto que los repentinos gritos, chillidos
y silbidos agudos nos recuerdan que no estamos ni remotamente solos.
Nos separamos y me preocupa por un segundo que tal vez esta no
sea la mejor idea. Siendo realistas, no es un buen plan involucrarme con
mi competencia/vecino, pero fue un beso increíble.
Ronan parpadea un par de veces y deja escapar un suspiro. —Creo
que ya no estamos en el País de las Maravillas, Alicia.
Me río, me alegro de que haya roto la tensión.
—Irás a mi casa después que cerremos esta noche, ¿verdad?
Arqueo una ceja.
—O podemos ir a la tuya si eso es mejor. O más cerca —añade.
—¿Dices que quieres más de esto? —Hago un gesto hacia mis
labios.
La música ha comenzado de nuevo y hay clientes pidiendo bebidas
a gritos, pero Ronan levanta un dedo en su dirección y se acerca para
que sus labios estén en mi oído de nuevo. —Quiero todo esto.
Repetidamente. Y aunque mi oficina tiene una puerta con cerradura, no
estoy seguro de que daré mi mejor desempeño allí.
—Mmm. Buen punto. Entonces tu casa es.
159
16
Festejando el Año Nuevo
Traducido por Nickie
Corregido por Anna Karol
163 —Mmm. Tendrás que explicar la diferencia más tarde, así estoy al
tanto. —Desliza su dedo índice debajo de la cintura de mis calzoncillos y
la aparta de mi piel, mirando adentro. Dudo que pueda ver mucho ya que
las luces están bajas y está oscuro dentro de mi ropa interior.
—¿Qué haces?
—Quiero ver con qué estoy lidiando.
—Puedes tocarlo, no muerde.
—¿Él? —Levanta la vista, divertida—. ¿Tiene nombre?
Me burlo. —Por supuesto que no. —Aunque, mentalmente, lo llamo
La Espada del Destino.
—No te creo. —Mete la mano y roza la longitud.
Gimo y apoyo un puño en la isla, el otro todavía ahueca su pecho.
Tengo planes de quitar ese sostén eventualmente, pero estoy algo
enamorado de él y también me distrae el hecho de que su mano está en
mis pantalones.
Envuelve sus dedos alrededor de mí, dándome un apretón tentativo
antes de liberarme de mi bóxer. Se muerde el labio inferior y baja la
mirada, suelta lo que suena como un suspiro de alivio junto con las
palabras—: Gracias a Dios.
—Gracias a Dios, ¿por qué?
Me mira y tengo la sensación de que no quiso decir eso en voz alta.
Puede que sus mejillas se estén poniendo rosadas, pero la iluminación
hace que sea difícil saberlo.
—No tenía la certeza de dónde estaban y terminaban los tatuajes.
Suelto una carcajada. —Esa es una zona prohibida para mí. No hay
mucho debajo de la cintura.
Arquea una ceja y aprieta mi erección. —Permíteme diferir.
—Me refiero a los tatuajes.
—Ah, sí, bueno, supongo que podré confirmarlo muy pronto.
Dirige mi boca hacia la suya y continúo acariciando su pezón en
tanto me acaricia. Probablemente sea un ángulo incómodo para su mano,
considerando que estoy parado entre sus muslos, pero no estoy tan
interesado en detenerla y a ella no parece importarle.
Cuando la sensación se vuelve demasiado para mí, es decir, cuando
me preocupa correrme en su mano, empiezo a dejar un camino de besos
por su cuello.
Extiendo la mano en su espalda y desabrocho su sostén. Se desliza
por sus brazos y aterriza sobre la isla, luego cae al suelo con el resto de
nuestra ropa. Beso su clavícula y hacia abajo sobre la hinchazón hasta
que puedo cubrir un pezón con mi boca.
164 Gime y suelta mi erección. No es algo malo, considerando que ya
estoy cerca de un límite en el que no quiero estar cuando apenas hemos
comenzado con los juegos previos.
Sus dedos se deslizan por mi cabello y la otra mano se mueve para
agarrarme el hombro. Aprovecho su distracción y vuelvo a guardarme en
el pantalón para concentrarme en hacerla sentir bien. Si consigo que se
corra antes del sexo (si es que llegamos a eso, no hago suposiciones, pero
tengo la esperanza de que así sea), eso me quitará algo de presión.
Paso la palma de la mano por su muslo, moviéndola hacia dentro.
Sus piernas están separadas para acogerme, así que cuando llego al
vértice le rozo con los nudillos el satén.
—Oh, sí, por favor. —Abre más las piernas.
Esto es lo que quiero, que desaparezca toda esa estirada perfección
de Instagram. La quiero desinhibida y despreocupada por nada que no
sea cómo se siente. Sigo moviendo mis nudillos de un lado a otro, apenas
rozando la tela húmeda. —¿Te gusta eso, Blaire?
—Mmm, se siente delicioso. —Cotonea su trasero.
Deslizo un dedo debajo del elástico y me encuentro con piel caliente
y húmeda.
—Oh, eso es mucho mejor. —Sus ojos revolotean cerrados a medida
que acaricio su centro, deslizando un dedo en su canal resbaladizo.
Se apoya en sus brazos y se muerde el labio, gimiendo bajito
cuando agrego un segundo dedo. Su cabeza cae sobre sus hombros y sus
párpados se abren, su mirada va hacia donde mi antebrazo desaparece
debajo de su falda. —Dios, eso es tan caliente —gime, y sus dedos rozan
mi brazo tatuado.
—Lo es, ¿verdad? —concuerdo—. Luces como una buena chica que
fue atrapada con un chico malo. —Parece salida directo de los años
cincuenta, con su cabello perfecto y sus vestidos retro, lo que hace que
su posición actual, con el vestido colgando de su cintura y mi mano
debajo de la falda apretujada, sea mucho más ilícita. Y esas botas con
punta de acero combinadas con sus medias hasta los muslos son la
guinda del sexy pastelito.
Se sube la falda más arriba, exponiendo mi antebrazo y muñeca
ocultos, hasta donde sus bragas están apartadas hacia un lado y estoy
enterrado en su interior.
Enrollo los dedos de mi mano libre en la parte posterior de su
cuello, acariciando con el pulgar el borde de su mandíbula. —¿Te gusta
ver lo que te hago, Blaire?
Estruja la tela y vuelve a gemir. —Sí.
—¿Serás una buena chica y te correrás en mi mano? —Bombeo mis
dedos más rápido, por la forma en que se queda sin aliento.
165 —Oh, Dios —gime y trata de cerrar las piernas, pero sus rodillas
chocan con mis caderas. Y luego llega su orgasmo, se contrae alrededor
de mis dedos, rotando las caderas en tanto monta mi palma.
—Eres tan sexy —susurro.
Antes que el orgasmo decaiga, retiro mis dedos. Hace un sonido
suplicante, probablemente poco impresionada por el hecho de que me
haya detenido a mitad del orgasmo, pero pienso compensarla. Le bajo las
bragas de un tirón. Se le enganchan en las botas, pero consigo
quitárselas sin destrozarlas. La sostengo por la cadera y la arrastro hasta
el borde de la isla para arrodillarme.
—¿Qué…?
El resto de la pregunta se disuelve en un jadeo cuando lamo su
centro.
Se deja caer sobre un codo, la otra mano se desliza por mi cabello
y me agarra con fuerza.
—Mmm, como uno de esos pastelitos rellenos de crema que me
hiciste comer en esa despedida de soltera. —Cubro su núcleo con mi
boca—. Pero sabe aún mejor.
Eso le hace soltar un gemido, un poco avergonzada, pero también
totalmente excitada por la forma en que gira sus caderas y monta mi
lengua hasta otro orgasmo.
Tan pronto como me levanto, me agarra de la nuca con una mano
y me besa. Balbucea algo completamente ininteligible, sobre todo porque
me está chupando la lengua. Busca frenéticamente la cintura de mi ropa
interior con la otra y mete la mano por el frente, liberándome del bóxer.
Interrumpe el beso. —¿Tienes condones, ¿verdad?
Saco la cartera del bolsillo trasero, la abro de un tirón y la pongo
sobre la encimera para poder sacar el condón que ha estado ahí desde
antes de agosto.
Tan pronto como lo tengo en mi mano, lo agarra y mira la fecha con
los ojos entrecerrados antes de abrirlo. Su lengua se asoma mientras lo
enrolla a lo largo de mi longitud y usa su pie (las botas todavía están
puestas y todavía estoy usando mis pantalones) para acercarme más.
—Espera. Levanta los brazos.
Frunce el ceño, pero obedece, tal vez porque los orgasmos la han
hecho discutir menos, o quizá está tan lista como yo para el sexo, incluso
después de dos orgasmos. Agarro la parte inferior de su vestido y se lo
paso por la cabeza. Desordena un poco su cabello perfecto, pero todo lo
que hace es hacerla lucir más sexy.
Y totalmente desnuda.
—Eres toda una visión, Blaire. —La anticipación hace que mi
166 erección se agite en mi puño, pero me obligo a frenar un poco. Arrastro
la cabeza de mi pene envuelto en el condón a lo largo de su sexo—. ¿Estás
lista para mí?
—Tan condenadamente lista. —Se muerde el labio.
—¿Lo quieres lento y suave o rápido y duro? —Me alineo y me
encuentro con su mirada ardiente y necesitada.
Me sonríe con descaro. —Sorpréndeme.
Me río. —Qué buena chica mala. —La agarro de las caderas para
estabilizarla y la penetro profundamente.
Se apresura a rodearme el cuello con los brazos. Cuando estoy
seguro que se ha agarrado bien y fuerte, retrocedo, casi hasta el final
antes de empujar de nuevo. Su mandíbula se afloja y sus ojos se enrollan
con un profundo gemido.
—¿Estás bien? —pregunto antes de volver a hacerlo.
—Sí. Por favor, no te detengas.
La muevo para que esté justo en el borde del mostrador y la embisto
repetidamente, guiándome por sus gemidos y sus súplicas para que no
pare. Resulta que es fanática de lo duro y rápido.
No pasa mucho tiempo antes de que le advierta que estoy a punto
de correrme. Siempre puedo mejorar la resistencia en la segunda ronda.
Quita una mano de mi cuello y mete los dedos entre sus muslos. —
Espera, estoy tan cerca.
Estoy en el borde, apenas aguantando. —Mírate, queriendo más
cuando ya te has corrido dos veces.
—Lo sé, lo sé, pero se siente tan bien. Por favor, Ronan.
—Mejor trabaja rápido —le advierto.
Trato de pensar en algo, cualquier cosa para detener lo inevitable,
pero el labio de Blaire está atrapado entre sus dientes, presionando con
fuerza, y sus dedos se mueven a un ritmo furioso entre sus piernas, como
si estuviera tratando de encender puto fuego.
Embisto una última vez antes de que el orgasmo me baje por la
columna y explote. Esa sensación se magnifica mil veces cuando ella se
contrae a mi alrededor.
Mis piernas amenazan con ceder, así que me apoyo en la encimera,
dejando que tome algo de mi peso en tanto recupero la capacidad de
funcionar. Pasa sus dedos por mi cabello.
Al final, levanto la cabeza y hago un camino de besos desde su
hombro hasta su boca.
—Hola.
—Hola. —Mordisquea mi labio inferior—. Entonces, eso fue
divertido.
9 Los menonitas son un grupo religioso y étnico que tuvo su origen en 1525 en Zúrich
(Suiza). Son seguidores de las creencias de Menno Simons, un líder pacifista del
movimiento anabaptista durante la Reforma Protestante.
—Joder, siento que estoy viendo los juegos previos. Vamos, nena.
Dejémoslos solos. —Le da una palmada a Ronan en el hombro—.
Asegúrate de lavarte las manos si pones los dedos en lugares en que no
se supone que lo hagas.
—¡Aiden! ¡Suficiente, o nunca regresará! —Leslie le da un golpe en
el trasero con un trapo de cocina.
—Saca la cabeza de la cuneta. Me refería a lugares como su nariz.
Todas las feromonas te deben estar afectando. ¿Deberíamos subir unos
minutos y comprobar esa bombilla que hay que cambiar?
—¿Qué…? —Su confusión se transforma en un giro de ojos—. Celia
está durmiendo la siesta arriba, pero buen intento.
La hace salir de la cocina y nos deja a los dos solos. Divido la masa
en varios cuencos para poder añadir a algunos las manzanas con canela,
la mezcla de frutos secos y las pasas. Mientras trabajo en los añadidos,
Ronan se pone un delantal de los años setenta y empieza a echar bolas
de masa en la olla de aceite hirviendo.
—Lamento el desvarío de mis hermanos. Y la designación como
novia. Probablemente deberíamos haberlo conversado antes de que
abriera mi gran boca.
Me encojo de hombros, no queriendo hacerle pasar un mal rato por
ello. —Es lindo.
177 Se estremece. —¿Lindo?
—De acuerdo, tal vez lindo no sea la palabra adecuada,
considerando que te has puesto de un color verde realmente horrible.
¿Qué hay de dulce? Creo que es dulce que me hayas presentado como tu
novia. Me gustas, Ronan, mucho. Y como tu novia, puedo decir que
definitivamente estoy interesada en repetir los eventos de anoche de
manera muy regular.
Me atrae hacia sí. —Ciertamente puedo satisfacer esa solicitud.
Una vez que hayamos terminado de atorarnos con donas. —Me da un
beso rápido, y entonces regresamos a trabajar.
Media hora después, tenemos tres tazones llenos de bolas de aceite.
Tenemos miel, azúcar, azúcar impalpable, azúcar con canela y un
delicioso dulce de arce en el que sumergir.
Celia baja de su siesta cuando nos estamos acomodando en la
mesa del comedor. Ronan me presenta y ella rápidamente estalla en
lágrimas, llorisqueando sobre cuánto la alegra que finalmente se haya
establecido y cómo siempre quisieron que encontrara a alguien.
Una vez que ya no está sollozando sobre la camisa de Daniel, este
la arrima a la mesa y revolotea de un lado a otro, asegurándose de que
esté cómoda. Luego le pone un plato, teniendo cuidado de que los
bañados en arce no toquen el azúcar de canela.
—Lamento eso —murmura Ronan en tanto llenamos nuestros
platos.
—Creo que es dulce que tu familia se preocupe tanto por ti. Es
agradable de ver. —Mucho más agradable que mi hermana roba novios y
mi prima que intenta robar parejas.
Nadie habla sobre con qué famoso se cruzaron la semana pasada,
la dieta keto más nueva o qué cirujano plástico estropeó alguna cirugía.
Como era predecible, el mercado de valores es traído a colación un par
de veces, pero Ronan se apresura a interrumpir la discusión sobre ventas
difíciles que Daniel me lanza.
Me obsequian historias sobre él y sus experimentos científicos de
adolescente. Aparentemente el deseo de elaborar cerveza comenzó a edad
temprana. Antes que siquiera tuviera la edad legal para beber. A los
dieciséis ya había hecho su primer lote de aguardiente casero.
Se encoge de hombros. —El alcohol era caro y difícil de conseguir.
Encontré una forma de obtenerlo.
Después de comer hasta el agotamiento, pasamos a la sala de estar.
Al igual que el resto de la casa es un salto en el tiempo a los noventa. La
alfombra es de un horrible color rosa, los muebles son cuadrados y están
gastados, y las cortinas lucen un estampado floral retro y llamativo. Es
horrible, hogareño y asombroso.
—Solo tengo que ayudar a Daniel con algo. ¿Estarás bien por unos
minutos? —pregunta Ronan.
178 —Por supuesto, ve.
Me besa en la mejilla y me acerco a la chimenea para ver las fotos
de la repisa. Una foto del sexagésimo aniversario de bodas está situada
en el centro, Henry y la difunta Dottie vestidos como si estuvieran listos
para festejar. Al observar el fondo, me doy cuenta de que están en The
Knight Cap.
—Esa era mi Dottie. —Henry recoge la foto enmarcada, su sonrisa
es afectuosa pero también triste.
—Parecen hechos el uno para el otro.
—Sí. Lo éramos. Nos conocimos jóvenes. Yo tenía dieciocho y era
un tonto. Me sonrió y estuve perdido.
—Así como así, ¿eh?
—A veces simplemente lo sabes. —Su pulgar se desliza a lo largo
del marco.
—Lo creo. Me encanta la pared de fotos en The Knight Cap. Es como
ver el progreso de su amor a través de fotografías.
—Cada año me aseguraba de poner una en esa pared para que
pudiéramos caminar junto a ella y ver nuestros buenos momentos juntos.
Sé que hoy en día la gente ya no tiene álbumes de fotos, pero nosotros
siempre tuvimos.
—¿Me mostrarías?
Su rostro se ilumina. —Me encantaría. —Se acerca a una estantería
repleta de álbumes de fotos. Tiene cinco estantes, y debe haber al menos
diez álbumes en cada una. Se golpea el labio—. Por dónde empezar. ¡Ah,
ya! —Toma uno de la estantería y me hace un gesto para que me siente
en el sofá.
Colocando el álbum entre nosotros, pasa la primera página.
Imágenes viejas, amarillentas y en blanco y negro con leyendas y fechas
se alinean en cada hoja.
La primera imagen es de una mujer joven, una adolescente,
basándome en la suavidad de sus facciones y la inocencia de su sonrisa.
—Esta es la primera foto que tomé de Dottie. —Toca la imagen—.
Nuestros padres se oponían a que saliéramos. Yo tenía unos años más y
ella servía mesas en ese momento, pero el amor no necesita aprobación.
Lo mantuvimos en secreto.
—Sin embargo, eventualmente debieron darse cuenta que fueron
hechos el uno para el otro.
—Sí. Nos casamos en ese bar el día que cumplió dieciocho, y
entonces nadie puedo hacer nada para separarnos. —Guiña un ojo—. Y
los nietos tienen una forma de hacer que la gente entre en razón.
Hacíamos todo juntos. Ella fue mi mundo entero durante más de sesenta
años.
179 —Puedo verlo. —Paso a la siguiente página y encuentro más fotos
de una Dottie adolescente en varias etapas de risa.
Se aclara la garganta. —Tenía una enfermedad cardíaca. Nació así,
y no había nada que pudiéramos hacer para solucionarla. A pesar de eso
amaba condenadamente duro, y no podías evitar que hiciera las cosas
que quería, porque siempre decía que la vida era demasiado corta para
tener miedo del final.
—Suena como una mujer inteligente.
—Era muy inteligente. Hubiera sido una trabajadora de Wall Street
de haber nacido décadas después. Fue la que mantuvo a The Knight Cap
en marcha todos estos años. Me hizo prometer que, si algo le sucedía, me
quedaría alrededor para asegurarme que nuestro chico Ronan se
asentaba.
—Ahí está ese gran corazón del que hablabas.
—Sí. Amaba a ese chico como si fuera suyo, especialmente después
del accidente de Jim y Cindy. A todos nos rompió el corazón, pero creo
que a Ronan más. Se parece mucho a mí, necesita una compañera
incluso si ha hecho todo lo posible por evitarlo desde que perdimos a sus
padres. —Sacude la cabeza, como si se estuviera apartando de un triste
hechizo—. De todos modos, en el momento en que oí que le habías dado
un infierno, pensé: ahí está ella, la razón por la que él ha regresado
conmigo. Es la mujer que calmará su alma inquieta.
—¿Alma inquieta? Parece bastante asentado aquí.
—Ahora lo está. Pero cuando era más joven le costaba mucho
quedarse en un solo lugar. Siempre estaba en movimiento. Incluso
cuando iba a la universidad, asumía un millón de cosas. Excepto cuando
tenía novia.
—¿Tuvo muchas novias?
Me mira con picardía. —¿Que yo conociera? No. Pero será mejor
creer que va en serio cuando trae a una dama a un evento familiar como
este.
—¿Entonces has conocido a algunas novias? —Ronan ni siquiera
ha mencionado a una ex, aunque estoy segura de que debe haber habido
algunas a lo largo del camino.
—Solo una, además de ti.
—¿Qué sucedió? —Alejo la pregunta con un gesto de mi mano—.
No tienes que responder eso. Es personal y solo soy curiosa.
—Está bien. —Me da una palmadita en la mano—. Ronan no es
propenso a hablar al respecto, pero podría ayudarte a entenderlo mejor.
Después que sus padres murieron, se trasladó de universidad entre su
segundo y tercer año. Creo que su corazón ya se encontraba demasiado
roto y no quiso arriesgarse a que se destrozara más todavía, por lo que
encontró una forma de terminar las cosas sin causarle demasiado dolor
a ninguno de los dos.
180 —Eso no pudo haber sido fácil para ninguno.
—No lo fue, pero puso toda su energía en la universidad y en el
trabajo del bar. Tuvo citas, pero nunca nada serio, lo que fue difícil de
ver, porque Ronan tiene un gran corazón y necesita a alguien que lo
cuide. —Guiña y me aprieta la mano—. Alguien como tú.
A medida que enero avanza, hago todo lo que puedo para atraer a
más clientes (pastelitos nuevos y divertidos, despedidas de soltera, clases
de decoración de pastelitos por las tardes), pero todavía lucho por
competir contra los precios súper baratos de D&B y su inagotable dinero
de marketing. Me las arreglo para encontrar una gran pastelera a tiempo
parcial que me ayude a aliviar parte de la presión sobre mi tiempo y mis
exigencias. Desde el punto de vista económico, será un poco difícil
durante un tiempo, pero no puedo gestionar un negocio sin dormir.
Por el lado negativo, contratar a una nueva pastelera significa que
tengo que encontrar una manera de reducir otros gastos. Termino
reduciendo el horario de Callie. Es el comienzo de un nuevo semestre y
la carga de trabajo es pesada, así que no está desconsolada por eso, pero
sigue sin estar del todo bien.
La nueva pastelera a tiempo parcial es estupenda para ayudar a
abrir la tienda, pero la reducción de las horas de Callie significa que estoy
trabajando tanto como antes. Ha habido algunas ocasiones en las que he
podido disfrutar durmiendo más allá de las cinco de la mañana,
normalmente con Ronan, pero si el negocio no repunta pronto, voy a tener
que poner fin a eso.
La única gracia salvadora parecen ser nuestros eventos
organizados en conjunto. Estoy agradecida de que Tori planee su visita
alrededor de uno de esos eventos, porque tienden a ser las noches más
concurridas. Siempre hace que su aparición sea una sorpresa, pero
basándonos en sus visitas anteriores durante la semana pasada, Ronan
y yo predijimos que vendría esta semana, y teníamos razón.
Ella se detiene durante una de mis noches de comedia y las bandas
en vivo de Ronan. Por supuesto, esa mañana recibo una llamada del
mejor de los tres comediantes diciendo que tiene gripe y que no hay forma
que pueda subir al escenario sin un balde y un inodoro. Estaba
preparada para presentar solo los dos comediantes, pero Lars dijo que
188 tenía un amigo que era gracioso y al que le encantaría la oportunidad.
Su amigo era atractivo, lo cual era una ventaja, y tenía muchos
seguidores en las redes sociales, así que me arriesgué, barajando los
actos para que él pudiera ir último. Resultó que su cara bonita fue lo
único agradable de su actuación. Era más un humor de chico de
fraternidad que algo que mi clientela pudiera encontrar divertido, así que
se encontró con algunas risas vergonzosamente penosas y no mucho
más.
Para empeorar las cosas, Tori tiene el placer de presenciarlo de
primera mano. Si hubiera aparecido al principio, cuando todos lloraban
de risa, hubiera hecho que el acto final pareciera un poco menos horrible,
pero como se perdió la mejor parte, le quitó el brillo a la noche. Tori se
queda a tomar una copa y prueba los pastelitos, expresando cuánto ama
la decoración y el concepto.
Por supuesto, ha hecho sus deberes, preguntando por mi familia y
por qué elegí salir por mi cuenta con un ambiente local discreto en lugar
de atender a celebridades. Le explico que mi corazón está en hornear y
que quería tener la oportunidad de demostrar mi valía, lo que parece
apreciar.
Se dirige a The Knight Cap mientras yo cierro. Me siento
desanimada. Sé que B&B es un gran lugar con un ambiente increíble y,
por lo general, mi entretenimiento es de primera categoría. Esta noche
estábamos llenos, no había asiento vacío en la casa, pero si soy honesta
conmigo misma, The Knight Cap tiene algo especial, más allá del
lanzamiento del hacha, que odio admitir que es muy divertido.
Una noche, cuando me quedé para ayudarlo detrás de la barra
durante un evento organizado en conjunto, Ronan me convenció que me
pusiera las botas con punta de acero y lo intentara.
Ver a Ronan demostrando cómo lanzar y luego meterse en mi
espacio personal para corregir lo que hacía se convirtió en su propio tipo
de juego previo. Cada vez que daba en el blanco, me elogiaba, y si fallaba,
intervenía y me daba consejos que consistían principalmente en ajustar
mi postura. Al cabo de un tiempo, empecé a fallar a propósito, y al final
se dio cuenta. Aquella noche terminé apoyada contra la pared, con las
piernas rodeando su cintura, mientras él gemía sobre lo sexy que me veía
blandiendo un hacha. Obviamente, ahora estoy un poco enamorada de
todo esto.
Es difícil competir con el increíble carisma de Ronan, sin
mencionar la historia y el romance relacionados con The Knight Cap.
Y Tori ciertamente no es inmune, teniendo en cuenta la mirada
soñadora que apareció en su rostro cuando mencionó a Ronan. Me siento
totalmente identificada, porque es la misma que llevo todo el tiempo a su
alrededor. Termino de limpiar, envío a mis ayudantes a casa y me aseguro
que todo esté preparado para la mañana. En el silencio que sigue, echo
un vistazo rápido a los libros. No estoy del todo segura de cuál es el
189 objetivo, puesto que ya sé que estoy haciendo equilibrios en una línea
muy fina estos días.
Aún más desanimada, cierro y me dirijo a The Knight Cap para ver
cómo va la noche de Ronan. Por supuesto, la banda está en su mejor
momento y la multitud se está volviendo loca. Veo a Tori junto a la barra,
charlando con Ronan. De vez en cuando, echa la cabeza hacia atrás y se
ríe de algo que él dice.
Tori es una mujer perfecta y deslumbrante. Está lista para la
cámara y es una emprendedora exitosa que viaja por el mundo. Es
inteligente, experta y hermosa. Sí, tiene un novio deportista de alto perfil,
pero últimamente circulaban algunos rumores sobre problemas en el
paraíso, y Ronan es un galán profesional. Puede que sea inofensivo, pero
estoy un poco sensible después de cómo ha transcurrido mi noche.
Lars aparece a mi lado de la nada y me da un chupito. —Tienes
que dejar de intentar matarla con tu mirada de rayo láser.
—¿Eh?
—Tori. Parece que quieres destruirla. No está coqueteando. Él solo
está charlando y realmente es indiferente. —Lars sonríe.
—Sé que no coquetea. —Dejo el trago en la mesa.
—Sin embargo, tu tranquilidad es nula. Quiero decir, sé que
ustedes dos lo tienen mal el uno por el otro, pero no me di cuenta de que
era hasta este punto.
—No sé de qué estás hablando. —Me estoy preparando
mentalmente para ir y saludar sin también decir o hacer algo estúpido.
Quiero decirle a Lars que su amigo el comediante es una mierda, pero me
imagino que no tengo el ánimo para no ser una idiota total al respecto,
así que decido dejar eso para más tarde.
Lars resopla y me entrega un cóctel. No sé dónde guarda los
cócteles o los tragos, pero no voy a rechazarlos. —Lo que digas, Blaire.
Dale unos minutos más antes de ir allí y hacer tu reclamo. Sé que están
juntos y esas cosas, pero no los sabotearía, así que deberías extender la
misma cortesía.
—¡No sabotearía a Ronan! —digo, indignada.
—No intencionalmente, pero tienes esa mirada en tus ojos, como si
quisieras pelear con ella. Y creo que es parte de la naturaleza humana
proteger lo que es tuyo.
—Eso es bastante perspicaz. Aunque, en realidad nunca he estado
en una pelea, y no quiero entrar en una con la persona que tiene el
potencial de ayudar a poner mi negocio o el de Ronan en el mapa.
—No quiero decir que realmente pelearías con ella. Creo que es más
probable que hagas o digas algo que pueda arruinar tus posibilidades
cuando te sientes tan territorial, así que es mejor que te quedes conmigo
hasta que ella se vaya. —Pone su brazo sobre mi hombro y lo aprieta—.
190 Él va a casa contigo, y eso es lo único que debería importar.
Tori no parece tener apuro en irse, y yo estoy cansada y
malhumorada, así que decido que irme a casa es una mejor opción que
contagiar mi mal humor a Ronan cuando está claro que esta noche está
en las nubes.
—Me voy.
—¿Quieres que le dé un mensaje a Ronan?
—Está bien. Le enviaré un texto diciéndole que lo veré mañana.
—¿Estás bien para conducir?
—Solo tomé ese trago, y como tres sorbos de este. —Le paso mi
cóctel casi completo.
—¿Estás segura de que quieres irte?
—Necesita que su enfoque esté donde está, y no quiero ser la novia
pegajosa.
Salgo por la puerta principal en lugar de atravesar el bar y usar la
entrada de servicio, principalmente para que Ronan no me vea. Entiendo
lo que decía Daphne cuando empecé a acostarme con mi competencia y
cómo complicaría las cosas. No se equivocaba. No quiero que pierda, pero
también quiero ganar. Es un lugar extraño para estar, y en este momento
realmente podría usar la prensa positiva para ayudar a impulsar el
negocio.
Cuando llego a casa le envío un mensaje, diciéndole que me he
pasado por allí, pero que él y Tori estaban hablando y no quería
interrumpir, así que lo veré mañana. Le pongo un par de emojis con cara
de beso para que parezca alegre y no una novia celosa, o deprimida,
cuando en realidad soy ambas cosas.
Me pongo una cómoda camisa de dormir, preparo mi vestido para
mañana y decido que ya he tenido suficiente por hoy. Me lavo los dientes,
tomo un vaso de agua y me meto en la cama. Acabo de apagar la luz
cuando suena mi teléfono, no con un mensaje, sino con una llamada, de
Ronan.
Me planteo dejar que salte al buzón de voz, pero decido que eso
sería una patraña. No es su culpa que mi última actuación no fuera
buena y su banda sí. O que sea ridículamente atractivo y encantador y
las mujeres se vuelvan locas por él. Incluyéndome.
Acepto la llamada. —Hola.
—Hola, tú. Te marchaste sin despedirte. Pensé que volvería a tu
casa. —No hay acusación en su voz, solo una pizca de decepción.
—Estabas ocupado con Tori, y no quería interrumpir.
Se queda en silencio por un momento. —¿Todo bien?
—Sí, solo cansada después de un largo día. —Es más una omisión
191 que una mentira.
—¿Me niegas la invitación esta noche? —Y ahora el dolor acompaña
a la decepción.
Debería darme la noche, especialmente con mi estado de ánimo,
pero me siento egoísta y necesitada. —Por supuesto que no, siempre me
encanta tenerte en mi cama. Dejaré la puerta abierta para que puedas
entrar.
—Estaré allí en quince.
Todavía estoy mirando al techo, ya no estoy tan exhausta como
cuando me deslicé entre las sábanas. Sé que mañana estaré cansada
como resultado, pero mi cerebro está demasiado ocupado para calmarse.
Cuando la puerta de mi habitación cruje al abrirse, enciendo la
lámpara junto a mi cama y susurro—: Hola.
—Hola, tú. —Observo cómo Ronan se quita los calzoncillos, el calor
se extiende por mis extremidades a medida que el cansancio residual se
desvanece, reemplazado por el deseo. Tan pronto como se une a mí en la
cama, acerco su boca a la mía y me pierdo en él.
Media hora más tarde estoy acurrucada en su costado, mi cabeza
descansando en su hombro, las yemas de mis dedos trazan las ramas de
los árboles que trepan por su hombro y se transforman en pájaros que
emprenden el vuelo. Es un tatuaje precioso e intrincado.
—La banda estuvo genial esta noche —digo en voz baja.
—Estuvieron fantásticos. Quedé impresionado. ¿Cómo estuvo el
resto de la noche de comedia? —Se detuvo durante el primer acto, cuando
todos se reían a carcajadas.
—Comenzó muy bien, se apagó al final.
—Oh no, lo siento, nena. —Presiona sus labios contra mi frente y
levanta mi barbilla—. ¿Qué pasó?
—El último acto fue un fracaso. Debería haberlo cortado en el
segundo cuando Betty canceló, pero pensé que no estaría de más darle
una oportunidad a alguien nuevo. Creo que el hecho de que Tori estuviera
allí puso nervioso al chico y simplemente lo arruinó.
—Quizás no sea tan malo como crees.
—Lo es. O fue. Está bien. Aunque me alegro que tu noche estuviera
bien.
—Yo también, pero no me gusta que la tuya no lo haya hecho. —
Su sinceridad me hace sentir en conflicto. Quiero que tenga éxito, pero
también quiero mi propio éxito.
—Hubiera sido bueno causar una mejor impresión en Tori.
Realmente me vendría bien algo de prensa positiva y más clientes.
—Tu lugar estaba lleno esta noche.
193
218
Epílogo
Te amo más que a los
pastelitos
Traducido por Tolola
Corregido por Danita
220 ⎯Sí, abuelo, lo sé. Todos necesitan calmarse un poco sobre eso,
también. ⎯Beso a Blaire en la sien. Solo hemos estado juntos unos pocos
meses, pero no puedo ver mi vida sin ella⎯. Y últimamente he estado
pensando en la situación de la cervecería.
⎯Echaré de menos conducir al trabajo contigo. ⎯Blaire me da un
apretón de manos.
⎯Bueno, esa es la cosa... Lars es un buen chico, pero no está ni
cerca de estar listo para hacerse cargo de este lugar, y me gusta lo que
tenemos aquí. ⎯Pongo mi brazo alrededor de su hombro y la acerco⎯. A
la gente le encanta lo que hacemos, y creo que puedo poner la cervecería
en espera hasta que podamos establecer un lugar.
⎯Pero eso es por lo que has estado trabajando ⎯dice ella.
El abuelo asiente y bebe su cerveza, una pizca de sonrisa, como si
supiera que esto iba a pasar. ⎯Los McCurdys de al lado han estado
pensando en vender. Al menos eso es lo que Bertie dice cada vez que voy
a comprar unos fiambres.
⎯Si deciden vender, podríamos ver lo que necesitaría para
convertirlo. No llevaría mucho hacer una puerta para conectar los dos
⎯digo yo.
⎯Cosas en las que pensar. ⎯El abuelo dirige su atención a
Blaire⎯. Podría ser un buen momento para mencionar esa cosa en la que
tú estabas pensando. Estoy bastante seguro de que podrían estar en la
misma página.
Blaire le da una mirada significativa. ⎯No sé si ahora sea el
momento.
Miro entre ellos, desconcertado porque el abuelo y Blaire tengan
conversaciones sobre algo, aparentemente a mis espaldas. ⎯¿Ahora no
es el momento para qué?
El abuelo lleva una expresión que se parece mucho a una sonrisa
y luego se da la vuelta cuando un par de sus amigos entran por la puerta
principal ⎯se toman la molestia de venir al menos una vez a la semana
para tomar cervezas y alitas⎯ y se baja del taburete.
⎯Los dejo tortolitos para que hablen.
⎯¿Vas a explicar de qué se trata? ⎯Hago un movimiento entre el
abuelo y ella cuando se acerca a uno de los cuatro.
Ha estado de mejor humor en estos días. Tan feliz con cómo va el
bar, contento de verlo lleno de vida y gente otra vez. Y, honestamente, yo
también.
Blaire entrelaza su brazo con el mío. ⎯Vamos, hablemos en tu
oficina.
⎯¿Vas a intentar distraerme con sexo?
Se ríe. ⎯Podría, pero no lo haré. En especial mientras el abuelo
221 está aquí.
Entro a la oficina primero para poder barajar algunos papeles en el
escritorio, escondiendo los que no estoy seguro de estar listo para dejar
que Blaire mire todavía. Cierro la puerta y me siento al borde del
escritorio, dándole la nueva silla ejecutiva. Por mucho que al abuelo le
encantara la vieja, se caía a pedazos. Literalmente. Uno de los brazos se
cayó hace dos semanas y fue todo el estímulo que necesitó para comprar
algo cómodo.
⎯¿De qué han estado hablando tú y el abuelo a mis espaldas?
⎯Intento un tono ligero, pero no estoy seguro de que salga así.
Blaire se levanta y toma una de mis manos con la suya, ojeando el
diseño de mi muñeca. ⎯Fue algo que mencioné hace unas semanas, más
como una broma que otra cosa.
⎯Bien. ⎯Espero que se explique, pero después de unos segundos
de silencio, presiono⎯. ¿Blaire? ¿Vas a decírmelo?
⎯Solo comenté que sería mucho más fácil dirigir todos nuestros
eventos conjuntos si pusiéramos una puerta entre el B&B y The Knight
Cap. ⎯Se ríe, pero parece tensa y nerviosa.
Tengo que reconocérselo al abuelo; él realmente sabe cómo forzar
una conversación que no sabía si estaba listo para tener. Entrelazo los
dedos con los suyos. ⎯Ah, ¿sí? ¿Y qué dijo el abuelo sobre eso?
Agita su mano libre. ⎯Oh, ya lo conoces.
⎯Entonces, ¿solo bromeabas sobre eso? ¿Sobre una puerta entre
nuestros locales?
Su expresión está entre la vergüenza y el nerviosismo. ⎯Ya me voy
a mudar contigo. No es como si me quisieras delante de tu cara todo el
día, todos los días. Además, el abuelo ha tenido que lidiar con suficientes
cambios con todas las renovaciones de este año.
El mes pasado le sugerí que se mudara conmigo. Mi lugar está a
cinco minutos de los bares, además es el doble de grande que el suyo y
más bonito, y mi cama es más grande. Y ella vive en una especie de
agujero de mierda, aunque no lo diré en voz alta. Pero no es genial. Así
que ha estado trayendo cosas con el auto.
⎯Estaría más que feliz de tenerte delante todo el día, todos los días
y todas las noches. ⎯Levanto nuestros dedos unidos y beso el dorso de
su mano⎯. Pero lo entiendo si es demasiado de mí para ti.
⎯Nunca me canso de ti, Ronan. Ya lo sabes. De todos modos, fue
una idea tonta que deseché, porque hacía frío y llovía y no llevaba un
paraguas conmigo.
⎯¿Y si dijera que no creo que sea una idea tan tonta?
Parpadea hacia mí. ⎯¿Qué quieres decir?
222 ⎯Quiero decir, ¿y si unimos fuerzas de forma permanente? Te amo
y amo este lugar, y creo que trabajamos muy bien juntos.
⎯Yo igual, y también te amo. ⎯Me da una sonrisa suave e
inquisitiva.
⎯Sé lo importante que es para ti hacer esto por tu cuenta, y no
quiero quitarte eso, pero mis noches favoritas son las de eventos
conjuntos. Y lo que más espero cada día son los momentos en los que
puedo verte.
Los dedos de Blaire van a sus labios. ⎯¿Hablas en serio?
⎯Creo que hacemos un gran equipo.
⎯Yo también. ⎯Sonríe, y entonces su expresión se vuelve seria⎯.
Tendríamos que abrir una pared.
⎯La pared contigua no tiene nada más que electricidad por lo que
preocuparnos, y eso es fácil de cambiar.
Inclina la cabeza, considerando. ⎯¿Qué pasa con las cabinas y la
pared de fotos?
⎯Solo tendríamos que perder una cabina para poner la puerta, y
podríamos tener un puesto de anfitrión entre las dos.
⎯Parece que ya tienes un diseño para esto. ⎯Se ríe.
⎯Podría haber hecho un boceto y averiguado algunas cosas.
⎯Espera. ¿También pensaste en esto? ⎯Una pequeña sonrisa
irónica se asoma por la comisura de su boca⎯. Así que eso es lo que el
abuelo quiso decir con que estamos en la misma página.
⎯No quiero presionarte con esto de ninguna manera, Blaire. Sé lo
importante que es tu independencia, y lo duro que has trabajado para no
comprometer tu sueño. Solo quiero que sepas que, si alguna vez te
interesa, me encantaría hacer esto contigo, pero está bien si no te gusta...
Se levanta de la silla de un salto y me rodea con sus brazos. ⎯Me
interesa. Sé que siempre he hablado de no comprometer mi sueño, pero
me di cuenta que me encanta tener un compañero. Tener uno adecuado.
Quería hacerlo por mi cuenta porque nadie pensó que podría, y ahora sé
que puedo. Mi lugar favorito está junto a ti. Quiero que hagamos esto
juntos. ⎯Lleva las manos a mi pecho⎯. ¿Pero qué pasa con la cervecería?
⎯No quiero dejar esto, el bar, la conexión que tengo contigo y este
lugar es demasiado importante. Me metí en esto pensando que lo haría
funcionar y luego seguiría adelante, pero saqué mucho más de ello. Te
tengo a ti.
⎯Y los pastelitos. No te olvides de ellos.
Me río y me agacho para besarla. ⎯Y los pastelitos. ¿Así que
223 estamos juntos en esto?
⎯No hay nadie más con quien prefiera hacer esto que contigo.
⎯Vamos a decirle al abuelo las buenas noticias. Me ha estado
acosando para que te pregunte.
⎯¿Cuánto tiempo has pensado en esto?
⎯Un tiempo. ⎯Lo he pensado desde que gané el premio al mejor
bar. Pero empecé a enamorarme de ella mucho antes de eso.
La tomo de la mano y le doy a Lars un pulgar encubierto cuando
voy a la mesa donde el abuelo está sentado. Lars me dedica una rápida
inclinación de cabeza y saca su teléfono del bolsillo trasero, escribiendo
un mensaje a toda velocidad.
Observo las cabinas cercanas a la mesa del abuelo, contento de que
todo parezca haber encajado en su lugar hoy. Como si el destino hubiera
intervenido una vez más y hubiera puesto algo innegable en mi camino,
obligándome a detenerme y ver lo que tengo delante. O, en este caso,
agarrándome del brazo y prácticamente saltando hacia el abuelo.
Su mirada se encuentra con la mía, y la anticipación se agita en
mis entrañas. Él y yo nos sentamos incontables veces en los últimos
meses, discutiendo esto, yo preguntándome si me movía demasiado
rápido, él diciéndome que me movía muy lento. Me preocupaba hacer
más cambios en The Knight Cap, pero me aseguró que la abuela estaría
de acuerdo. La abuela siempre decía que no se trataba de arreglar cosas
rotas, sino de elevarlas para que se sintieran nuevas.
Y eso es justo lo que vamos a hacer.
El abuelo se levanta de su silla, un poco inestable, como yo. ⎯¿Y?
¿Te gusta la idea?
Blaire se ríe y me suelta el brazo para poder abrazarlo. ⎯Me
encanta. Creo que es perfecto.
Él le devuelve el abrazo y me guiña el ojo por encima del hombro.
⎯Lo sabía.
Cuando la suelta, me acerco y le doy un abrazo. ⎯Gracias por creer
en mí.
⎯Siempre, hijo, siempre. ⎯Su voz se quiebra, y siento que la
emoción aumenta, la tristeza por nuestra pérdida mutua... primero su
hijo, mi padre y mi madre, luego la abuela. Pero me da una palmadita en
la espalda, luego toma mi mano en la suya, dándome la última pieza del
rompecabezas⎯. Ahora deja de perder el tiempo.
Asiento una vez y me giro para mirar a Blaire, que parece estar al
borde de las lágrimas, aunque felices, y me pongo de rodillas.
Sus ojos brillan con sorpresa, pero se quedan fijos en los míos
cuando la comprensión aparece. He tomado muchos riesgos hoy y estoy
a punto de tomar el más grande de todos.
224 Paso mi pulgar sobre la caja de terciopelo desgastada, encontrando
fuerza en ella. No es un anillo nuevo, pero es especial y tiene significado,
porque era de mi abuela. Abro la tapa, el diamante refleja la luz, y arco
iris bailan en el dorso de mi mano y en el vestido de Blaire.
⎯Oh, Ronan ⎯susurra. Dedos temblorosos tocan sus labios y
sonríe detrás de ellos, aun cuando una lágrima se desliza lentamente por
su mejilla.
⎯Blaire, durante mucho tiempo no quise enamorarme, porque la
realidad de perder a alguien que amas es muy dura, en especial cuando
no lo esperas. Pero esto, estar aquí ⎯señalo el bar, y toda la gente en él,
viéndome correr un gran riesgo con la mujer que amo⎯, y conocerte lo
cambió todo. Llegaste de golpe a través de esa puerta e hiciste imposible
no enamorarme de ti y de tu determinación y tu hermosa y creativa
mente. ⎯Le aprieto la mano y ella me devuelve el apretón⎯. Te quiero a
mi lado todos los días. Quiero tus días buenos y malos. Tus problemas y
tu calor y tu alegría iluminando mi mundo. Te quiero para siempre.
Cásate conmigo, por favor.
⎯Por supuesto que me casaré contigo.
Le pongo el anillo en el dedo y me levanto. ⎯¡Dijo que sí!
Todos estallan en vítores estridentes cuando le rodeo la cintura con
los brazos. La beso, probablemente más tiempo del que es apropiado con
la cantidad de gente mirando. Pero no me importa, y tampoco a ella, al
parecer. Hemos encontrado la eternidad en el otro, y ahora nunca tendré
que dejarla ir.
Seis meses después
228
Sobre la autora
Helena Hunting, autora de best-sellers del
New York Times y del USA Today, vive en las
afueras de Toronto con su increíble familia y sus
dos asombrosos gatos, que creen que el mejor lugar
para dormir es su teclado. Escribe todo tipo de
novelas románticas: contemporáneas, comedias de
romance, deportes y angustiosos New Adult.
A Helena le encanta hornear pastelitos, se
sabe que escucha una canción en repetición 1.512
veces mientras escribe un libro, y si tiene que estar
lejos de su familia, prefiere hacerlo en un clima
cálido con sus amigas.
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