Está en la página 1de 163

Página

1
¡Apoya al autor comprando sus libros!
Este documento fue hecho sin fines de lucro, ni con la intención de
perjudicar al Autor (a). Ninguna traductora, correctora o diseñadora
del foro recibe a cambio dinero por su participación en cada uno
de nuestros trabajos. Todo proyecto realizado por Paradise Books es
a fin de complacer al lector y así dar a conocer al autor. Si tienes la
posibilidad de adquirir sus libros, hazlo como muestra de tu apoyo.
¡Disfruta de la lectura!

2
Página
Staff
Moderadoras de Traducción
Lipi Sergeyev & ∞Jul∞

Traductoras
Lipi Sergeyev EstherMaslow Black Rose
Taywong Mariana 90 Alysse Volkov
cjuli2516zc ∞Jul∞ Bella'
Kariza Sam89

Moderadora de Corrección
*Andreina F*

Correctoras
*Andreina F* Taywong Dre
Carolina Shaw Bella´ Indiehope
Vickyra dai_alvarado Daliam

Lectura Final
*Andreina F*

Diseño
orwzayn
3
Página
Índice
Sinopsis Capítulo 23
Capítulo 1 Capítulo 24
Capítulo 2 Capítulo 25
Capítulo 3 Capítulo 26
Capítulo 4 Sobre el autor
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
4

Capítulo 22
Página
Sinopsis

5
Página
1
Traducido por ∞Jul∞ & Sam89
Corregido por *Andreina F*

Calla
D
ejando escapar una respiración satisfecha, mis ojos exploran el
apartamento, disfrutando del inmenso espacio que pronto estará
decorado con mis cosas y las de Tori. 6to piso, apartamento 629.
Hemos estado ahorrando para entrar en este edificio por más de un año,
y estar aquí en esta hermosa habitación, con esta hermosa vista, es la
sensación de logro más increíble que he sentido. Estoy tan contenta que podría
gritar... Pero es tarde y no quiero despertar a ninguno de nuestros nuevos
vecinos. Odio las primeras impresiones. Son tan difíciles de arreglar y superar.
Son feas.
De pie aquí, en esta sala de estar, claramente confirma que mi carrera
de fotografía y la de Tori van en la dirección correcta. Estamos en el camino
rápido a patear culos. Cuando trabajas tu trasero y pones tus pensamientos y la
pasión en las cosas que quieres, eventualmente vendrán a ti, por lo menos, eso
es lo que me he estado diciendo desde la graduación. Hasta ahora no se ha
probado que mis palabras estén equivocadas.
—¡Mierda! —La voz de Tori hace eco en todo el espacio mientras saca la
cabeza de su nuevo dormitorio, atrayendo mi atención—. Todavía no puedo
entender cuan grandes son estas habitaciones. Estos dos dormitorios juntos son
como del tamaño entero de nuestro último apartamento. Esto es una locura y
me encanta. Estoy enamorada, y ahora siento que somos dos polluelas
malvadas. Pateamos culos. Maldición, este sentimiento es tan bueno. Necesito
celebrar. —Extiende su mano y agita sus dedos—. Dame esa bolsa de patatas
fritas allí en el mostrador. No hay celebración como una celebración con
Funyuns1 y vino. Dame. Dame. Apúrate.
6
Página

1Es la marca de un aperitivo de maíz con sabor a cebolla; consisten principalmente en harina
de maíz en forma de anillos que representan la forma y la textura de los aros de cebolla frita.
Miro detrás de mí, sobre mi hombro, y busco la bolsa familiar de Funyuns.
La adicción de Tori. La agito frente a mí, burlándome de ella. —¿Cuándo
diablos tuviste tiempo de desempacar esto? —Levantando una ceja curiosa, le
arrojo la bolsa—. No hay otra cosa en este apartamento entero que esté
desempaquetada, ni siquiera el vino. Estás loca. Esa es la única respuesta lógica
a esa pregunta, maldita adicta a las Funyuns.
—¿Bromeas? No los desempaqué, me monté en el camión de mudanzas
con estos en mi regazo. Necesito algún tipo de motivación para lidiar con todo
esto. —Gira alrededor de la pila de cajas—. Así que... Bienvenida.
Miro con diversión como hace estallar una fritura en su boca y cierra sus
ojos, gimiendo mientras lo mastica. Inclina la cabeza hacia atrás, sacudiendo su
cabello castaño detrás de ella. Casi parece que tiene un pequeño orgasmo.
—De acuerdo —le digo, con un repugnante movimiento de mi cabeza—.
Si has terminado de hacer el amor con esa fritura, sería bueno centrarse en
desembalar las cosas que podríamos necesitar por la noche. No creo que verte
hacer el amor con tu bolsa de Funyuns va a mantenerme entretenida lo
suficiente. No después de toda la mierda que he pasado hoy.
Se encoge de hombros, sacudiendo mis palabras mientras agarra otro
puñado. —Dame diez. Regresaré. —Desaparece en su cuarto, cerrando la
puerta detrás de ella.
—Excelente, astuta idiota. —Exhalando, me tiro en el sofá y busco mi
teléfono celular para comprobar el tiempo. Ya son las diez y diez. Dudo que Tori
salga de esa habitación en cualquier momento esta noche. No ha estado
haciendo nada, pero se queja de estar cansada, y que le duele esto y aquello
desde que comenzamos a mover nuestras cosas temprano esta mañana. Ella
tiene su cama y sus Funyuns. Aparentemente, eso es todo lo que necesita.
Yací durante unos minutos, permitiéndome sonreír mientras miro a mí
alrededor. Me siento como una niña que sólo quiere correr por todo el
apartamento y tocar todo. No, porque podría parecer un poco tonto para una
persona de veinticuatro años de edad; especialmente una que se siente tan
cansada que ni siquiera puede manejar el caminar derecho ahora mismo.
»Necesito un poco de vino —murmuro para mí. Miro por encima del sofá
de la cocina. Hay cajas tan altas que ni siquiera puedo ver la nevera—. Eso no
es nada bueno.
Es una buena cosa que este edificio tenga un bar y restaurante abajo en
la planta principal. Me encanta eso sobre este lugar. Imagínense: trabajar duro,
regresar a casa, relajarse y tomarse unas copas en el bar. Entonces, todo lo que
tienes que hacer es arrastrarte de regreso a tu apartamento y sonreír a la gente
7

normal que te pasa caminando y fingir que estás bien.


Página

Al sentarme, alcanzo mi bolso y saco mi billetera.


»Oye, voy a bajar a tomar una copa. ¿Quieres algo?
—¡Nop! Brad viene en camino —grita Tori desde su habitación—. Tenemos
planeadas cosas mejores, así que quizás quieras quedarte fuera por un tiempo.
—Muy bien entonces —digo en voz alta—. Podría o no estar de vuelta, así
que si huyo sólo recuerda que es culpa tuya por completo.
Una vez que llego al bar, mi boca está prácticamente hecha agua para
el tiempo que me siento y agito la mano al atractivo camarero.
Sin aliento, el camarero sonríe mientras se inclina sobre el bar. —¿Qué
puedo conseguirte...?
Sonrío y le doy lo que busca. —Calla.
Él tira su mano a través de su desordenado cabello rubio y agarra un vaso
vacío. —¿Qué puedo traerte, Calla?
Sacando mi billetera, la abro por mi identificación y la coloco delante de
mí mientras pienso. —Me sentía en el tipo de humor de vino, pero... Tal vez he
cambiado de opinión. —Bajo la mirada en el menú de bebidas delante de mí y
señalo algo azul—. Voy a ser aventurera esta noche. Dame eso… —Me
detengo a mirar su nombre—. Dane.
Dane suelta una pequeña risa mientras hace una mueca. —Muy bien,
señora Aventurera. Uno de esos viene justo ahora.
Estoy atrapada en correr mis dedos a través de mi cabello grueso y rubio,
para quitar algún tipo de pelusa, cuando oigo el taburete a mi lado rascarse
contra el suelo mientras es sacado de la barra.
Ignorándolo, sigo recogiendo mi cabello, luchando contra él. —¿Qué
demonios eres? Fuera. —Gruño.
Una profunda risita me hace detenerme. —¿Estoy siendo expulsado ya?
Ni siquiera he hecho nada. Oh, y soy un hombre por cierto. Pensé que esa parte
era bastante clara.
Empujo una pequeña risa y sacudo la cabeza. —¿Estás seguro de eso? —
Agarrándome a la barra, empiezo a girar mi taburete para echar un vistazo a
este hombre—. Cualquiera puede tener una...
Mis palabras se atrapan en mi garganta y casi me caigo cuando mis ojos
se posan en el hombre que se halla a mi lado. Definitivamente es todo un
hombre; el tipo más sexy que hay. Mierda. Debo haber hecho algo bueno hoy.
Habla acerca de estar sin palabras.
Rápidamente me compongo y aclaro mi garganta antes de continuar.
»Una voz profunda. —Trago y levanto la mirada para encontrarme con su
8
Página

cara—. Y una línea de mandíbula perfecta y masculina con la cantidad justa


de rastrojo. —Mis ojos se deslizan más abajo para ver su amplio pecho siendo
abrazado por una camisa blanca—. Un pecho firme y... —Mis ojos bajan. ¿Por
qué bajan?—. Um... Un buen paquete. —Asiento con la cabeza, poniéndome
roja cuando me doy cuenta de que acabo de admitirlo todo en voz alta—.
Definitivamente, todo hombre. Bueno, esto es incómodo.
Dándome una sonrisa sexy, él asiente a Dane mientras pone mi bebida
delante de mí.
—Aquí está, señorita Aventurera. —Dane me guiña antes de mirar a mi
lado al hombre sexy que ahora coloca una bolsa de gimnasio a sus pies—.
¿Una cerveza esta noche, Kyan?
—Absojodidamentelutamente. —Me sonríe, manteniendo sus ojos en los
míos mientras continúa hablando con Dane. Tiene una mirada tan poderosa
que hacen que mis ojos se encuentren con sus ojos ámbar—. Que sean dos.
—Claro, hombre. —Golpea la barra y se va a buscar dos cervezas.
Apartando mis ojos, me extiendo más rápido de lo que me he movido en
mi vida y alcanzo la bebida azul. Kyan, supongo que es su nombre, me observa
cuidadosamente mientras bajo la mitad del trago sin parar para respirar.
Cuando te sientes como una tonta... bebes. Rápido. Muy rápido.
—Eres nueva aquí, señorita Aventurera. —Levanta una ceja,
observándome mientras finalmente me alejo de mi bebida que sabe igual que
el jugo. Tanto por ser aventurera—. ¿Ese es tu verdadero nombre o simplemente
es debido a esa bebida realmente fuerte que tienes allí?
Enfocándome en su hermosa y despreocupada sonrisa, empiezo a
relajarme y sentirme más cómoda. —Es debido a mi bebida, aunque por
desgracia no se encuentra a la altura de ello. —Siento mis ojos vagando por su
cuerpo de nuevo, observando su musculoso brazo tatuado. Su brazo derecho
se halla cubierto por una manga de tatuajes, mientras que el otro parece estar
limpio y firme. Debe entrenar realmente duro en el gimnasio—. Mi nombre es
Calla.
Hunde sus dientes en su labio inferior y a ciegas mueve una de las
cervezas delante de mí y una enfrente de él cuando Dane las deja. —Calla —
dice suavemente—. Ese es un nombre sexy. Podría definitivamente
acostumbrarme a gemirlo.
Oh, mi… ¡qué! Mi corazón empieza a latir rápidamente mientras intento
apartar mis ojos de su boca sexy como el pecado. ¿Cómo son sus labios tan
llenos y suaves? ¿Me metería en problemas por lamerlo? ¡Sí, Calla! ¿En serio? —
¿Es eso algún tipo de frase para ligar? —pregunto, de algún modo esperando
que lo sea.
Toma un sorbo de su cerveza, mirándome por encima del borde. Cuando
9
Página

aparta su cerveza, una sonrisa sexy se apodera de su boca. —Nah, nunca he


dicho eso antes. Sólo afirmo la verdad.
Ahora soy yo la que tira de mi labio inferior en mi boca. Volviéndome,
alcanzo la cerveza delante de mí. —¿Se supone que esta es mi aventura?
Se pone de pie. —Seguro. Si puedes seguirme el ritmo.
Me siento aquí por un segundo, sonriendo como una idiota mientras él se
acerca a una de las mesas de billar vacías y empieza a prepararla.
Parece que voy a jugar al billar. Ha pasado un poco de tiempo, pero
tengo fe en que todavía seré bastante decente. Mi padre me llevaba a bares
un montón los fines de semana mientras él veía fútbol con sus amigos. Fue una
infancia divertida. ¡Oh, los recuerdos!
Saco algo de dinero y llamo a Dane para poder pagar mi bebida. Dane
me mira y niega con la cabeza antes de asentir en la dirección de Kyan. —
Guárdalo. Kyan estará molesto si sabe que pagaste.
Miro sobre mi hombro para ver a Kyan mirándonos. Observa para ver si
Dane toma mi dinero. —De acuerdo. Pues déjame darte una propina. No
aceptaré un no por respuesta. —Dejando un billete de diez dólares sobre la
barra, rápidamente me doy la vuelta y me alejo antes de que Dane pueda
intentar devolvérmelo. Kyan puede no dejarme pagar por las bebidas, pero la
propina es algo que siempre hago.
Dejando mi vaso en la mesa cercana, me quito mi pequeña chaqueta
de cuero y la pongo sobre una silla.
»¿Esto significa que voy a beber más que tú y ganarte al billar esta
noche? Es bueno que no trabaje mañana.
Eso se gana una pequeña risa de Kyan mientras frota la tiza azul en el
extremo de un taco antes de dármelo. —¿Intentas desafiarme, señorita…? —
Alza una ceja inquisitiva.
—Reynolds —digo con confianza—. Y sí. Acabo de pasar todo el día
mudándome a este increíble edificio con mi perezosa mejor amiga que apenas
levantó un dedo en todo el tiempo. Me siento malditamente poderosa en este
momento.
Tomando un sorbo de su cerveza, él agarra su propio taco ahora y frota
algo de tiza en la punta. Preparándose, deja el taco y pasa sus manos por su
cabello marrón grueso, antes de recoger su taco de nuevo. —Buena cosa que
ninguno de nosotros tiene a dónde ir después de esto. —Quita el triángulo de
las bolas antes de hacerme un gesto para que rompa—. He tenido una larga
noche en el gimnasio así que beberé más que un par de éstas.
Dejo escapar una risa divertida mientras camino alrededor de la mesa. —
10

No me asustas, grandote. —Golpeo su pecho cuando paso junto a él—. Oh,


guau.
Página

—¿“Guau” qué?
Alzo la mirada inclinada sobre la mesa. —Nunca he sentido un pecho tan
firme antes. Eso es todo. Debes entrenar realmente duro en el gimnasio. Quiero
entrar en un gimnasio.
—Lo hago. —Destella una sonrisa confiada—. Y eso es perfecto, porque
hay un gimnasio abajo en la carretera. Wilder Fitness. Tienen los mejores
entrenadores personales. —Su voz y lenguaje corporal rezuman pura sexualidad
y confianza cuando sea que habla. Realmente no lo culpo. Tiene derecho a
serlo.
—De acuerdo. Lo investigaré por la mañana. Siempre y cuando no
decida dormir todo el día. —Tomo mi tiro y sonrió cuando dos se hunden en una
tronera—. Dulce. Lo he hecho bien. —Le sonrío orgullosamente.
Una hora después y ambos estamos en nuestra séptima cerveza. En
realidad, él pensó que bromeaba cuando dije que iba a seguirle el ritmo, pero
definitivamente no lo hacía. Ya me ha preguntado unas cinco veces de tomar
un descanso y tener algo de agua, asustado de que me enfermaré.
Fui criada por un hombre. Un hombre soltero. Me criaron ruda y no
retrocedí. Ese es la razón por la que puedo ser tan malditamente terca.
—Nop. —Me inclino sobre la mesa, pero no puedo acercar lo suficiente el
taco a la bola—. Estoy bien. —Me rio, sintiéndome un poco tonta por mi
mareo—. Lo tengo. —Me pongo de puntillas.
De la nada, siento sus manos agarrar mis caderas y me sube en la mesa
de billar. —Aquí —dice en mi oído, causando que mi respiración se acelere por
su cercanía—. Déjame ayudarte a ganarme. —Su brazo se envuelve alrededor
de mi cintura para mantenerme firme mientras apunto mi taco y disparo.
Demasiado malo que su cercanía fuera más una distracción que una ayuda.
—Ahora eso ni siquiera está bien. —Termino golpeando el lado de la bola
y jodiendo mi tiro completamente—. ¿Cómo es eso siquiera posible? Soy muy
buena al billar. Lo juro. —Me enderezo sobre mis rodillas y termino agarrándome
a su brazo mientras mi cabeza gira.
—Espera. —Me agarra apretadamente, mueve las bolas y me ayuda a
colocarme encima de la mesa de billar—. Creo que has probado tu punto,
Calla.
Colocando sus brazos a cada lado de mi cintura, se inclina cerca y me
sonríe cuando empiezo a reír.
—Vale… lo admito, no soy una buena bebedora. —Hipo, causando que
Kyan sonría y aparte mi cabello de mi rostro—. Vivo la aburrida vida de una
fotógrafa de bodas. No salgo mucho. No me importa. —Me rio de nuevo,
11

incapaz de detenerme.
Página
—De acuerdo. Vamos a llevar tu hermoso culo a tu apartamento para
que puedas dormir. —Se inclina más cerca hasta que nuestros labios casi se
rozan—. Y, por cierto… ganaste. —Sonríe—. Sólo bebí seis cervezas. Iba a
cortarte en esta. —Levantándome, me recoge y me coloca sobre su hombro,
envolviendo su brazo apretadamente bajo mi culo—. Vamos.
Mi cabeza gira cuando me endereza, causándome que extienda la
mano por algo a lo que aferrarme. Mi respiración se atora en mi garganta
cuando me doy cuenta de que es su musculoso culo. Se siente delicioso a
través de sus pantalones de entrenamiento y me siento a mí misma agarrándolo
más fuerte.
Lo escucho soltar un pequeño gruñido mientras lo aprieto en el exacto
momento en que él empieza a sacarme del bar y hacia la recepción. Una vez
que nos detenemos en recepción, le pregunta a la joven chica en qué
apartamento estoy.
Me sorprende que sin dudar ella se lo diga. ¿No debería hacerle algunas
preguntas o algo? Es bueno que no sea algún asesino en serie maniaco.
Espera…
Coloco mis manos en su espalda y me levanto una vez que subimos al
elevador. —¿Eres un asesino en serie?
Deja escapar una risa divertida antes de dejarme sobre mis pies y
sujetarme contra la pared para ayudarme a mantenerme firme. Inclina su
cabeza. —No. ¿Lo eres tú?
—¿Y si lo fuera?
Sus ojos bajan, deteniéndose en mis labios. —Entonces estaría feliz de
morir a manos de la asesina en serie más sexy que camina sobre esta tierra.
El elevador repiquetea, causando que ambos echemos un vistazo.
Se muerde el labio inferior de nuevo antes de envolver su brazo alrededor
de mi cintura y guiarme a mi puerta.
»¿Tu llave?
Empiezo a entrar en pánico. —¡Oh, mierda! Está en mi bolso. Lo dejé…
Busca en su bolsillo trasero y saca mi bolso. —Lo tengo, nena.
Mirándome, mete la mano en mi bolso por mi llave. Entonces cierra mi
bolso y abre la puerta.
Antes de que pueda pensar, me tiene en sus brazos de nuevo mientras
abre la puerta de un empujón y empieza a entrar. La siguiente cosa que sé es
12

que estoy tumbada sobre mi cama.


Página
Me siento y miro mientras deja mi bolso en mi cómoda. —¿Cómo sabes
que esta es mi habitación?
Forma una sonrisa con hoyuelos. —Porque la puerta se encontraba
abierta. Dijiste que tenías una compañera de cuarto, así que asumí que la
cerrada era la suya. —Pasa su mano por su cabello—. Buenas noches, Calla.
Luego, justo así, se vuelve y se aleja, dejándome sonriendo como una
maniaca. Mi cabeza gira de nuevo y es cuando lo tomo como mi señal para
callarme y dormir.
Kyan… el tipo sexy con una bolsa de gimnasio y un firme culo. Santos
sueños húmedos…

13
Página
2
Traducido por Kariza
Corregido por *Andreina F*

Kyan
C
errando la puerta del apartamento 629 detrás de mí, corro hacia
el elevador cuando me doy cuenta de que Ryder lo sostiene
abierto para mí.
—Oye, hombre. —Saca su cabeza fuera del elevador y mira por el pasillo
mientras camino dentro. Después de un segundo, empuja su cabeza dentro y
permite que se cierre la puerta—. ¿Acabas de salir del apartamento de esas
chicas calientes? ¿Las nuevas?
—Sí —le digo rígidamente, sabiendo ya en lo que se mete—. Y la rubia ya
tiene novio, así que no te molestes.
El elevador se detiene y camino fuera sin otra palabra. Todo sobre Ryan
es fiestas y dormir con cada chica que encuentre caliente en este edificio.
Quiero decir, también estoy por algo de diversión, pero no con cada chica que
pueda encontrar. Tiene que haber algo en ella que valga la pena más que una
follada.
Puede que no conozca a Calla, pero la hora que pasé con ella es
suficiente para que quiera más de ella. No hago lo de las relaciones, ya no. No
tengo ni el tiempo ni el deseo de estar atado a una chica, pero para ser
honesto, si ella quisiera que la complaciera definitivamente no la rechazaría.
Ese pequeño cuerpo apretado que tiene merece que lama cada pizca
de placer que mi lengua puede darle. Siendo soltero, he tenido el tiempo y la
energía para aprender una cosa o dos que los chicos normales no se sienten
cómodos dando a las mujeres, o no saben cómo hacerlo.
Recordando que dejé mi bolso del gimnasio en el bar, me paseo por el
pasillo, asintiendo a un par de mujeres ebrias mientras pasan, levantando la
14

mirada.
Página

Dane me nota tan pronto como entro en la habitación y rápidamente


toma mi bolsa y la pone en la barra para mí. —Aquí tienes, jefe. —Dándome
una mirada curiosa, me desliza un trago de whiskey—. ¿Está bien Calla? Parecía
un poco fuera de sí cuando la cargaste fuera de aquí.
Le doy un asentimiento antes de agarrar mi trago e inclinarme hacia
atrás. —Está bien. Parece que no se aventura muy a menudo.
—Estoy seguro de que eso cambiará muy pronto. Solo espera hasta que
Hunter vuelva.
Saco uno de veinte y lo aviento para la propina. —Sí, estoy seguro de que
Hunter tendrá su diversión. Siempre la tiene.
Agarrando mi bolsa, la deslizo sobre mi hombro y me paro ahí, dejando
que mis pensamientos tengan lo mejor de mí. Aprieto mi mandíbula y le doy a
Dane un leve asentimiento. »Estoy fuera, hombre.
—Nos vemos —dice mientras camino fuera.
Conduzco el elevador al décimo piso, hasta la cima, y abro la puerta del
apartamento1020. Se siente bien caminar dentro de mi apartamento, y la
primera cosa que hago es tirarme en mi silla de cuero y cerrar mis ojos,
disfrutando la paz y el silencio.
Mi plan más temprano esta noche era solo detenerme rápido en el bar
por una bebida y regresar a mi apartamento. Una vez que la vi, a Calla, sabía
que mi plan cambiaría.
Infierno… Incluso la parte de atrás de su cabeza me tenía cautivado y
queriendo ver más. La manera en que su largo, grueso, rubio cabello
descansaba en su espalda me hacía pensar en lo que sería enredar mis manos
en él. Después, cuando se giró y miré esos grandes, ojos esmeralda,
enmarcados por un par de gruesas pestañas y esos brillantes labios, mi polla se
apretó.
Como si no hubiera estado intrigado ya, ella abrió esa boca y sabía que
tenía que quedarme.
Era divertida también, con una personalidad adictiva. Calla es
definitivamente una chica que quiero tener cerca, pero no tan cerca; nunca
tan cerca, y siempre tengo maneras de asegurarme de que eso nunca pase.
Recargando mi cabeza hacia atrás, tomo una respiración profunda y
lentamente la libero cuando siento mi teléfono vibrar en mi bolsillo. Ya sé quién
podría estar llamando tan tarde en una noche de viernes.
Contesto mi teléfono. —Demonios, Hunter. Ha sido una larga noche.
Escucho su molesta risa antes de que finalmente hable. —Oh, calma tu
polla, hermano. No puede ser tan malo.
15

Dejo que los eventos de la última semana corran a través de mi cabeza y


Página

después una imagen que represente todas las maneras en las que puedo
ahogar la vida de Hunter antes de que regrese de sus vacaciones. —Solo
asegúrate de estar de regreso para el próximo viernes, Hunter. No más extender
esta mierda. ¿Entendido?
—Ya tengo mi boleto reservado. De todos modos… —Se detiene para
hablar con una chica que dice su nombre en una de esas maneras molestas
que te hace desear ser sordo—… te llamaba para hacerte saber que no he
estado de fiesta hasta la muerte… aún. Tengo que cuidar de Hillary. Nos vemos,
idiota…
Él sigue hablando cuando cuelgo. Realmente no quiero escuchar su voz
justo ahora. Es aún más molesto cuando estoy enojado con él.
Cerrando mis ojos, mis pensamientos instantáneamente regresan a Calla.
No había visto a una mujer con tal belleza natural en un largo tiempo,
posiblemente nunca. La mayoría de las mujeres pagaban para obtener belleza
que probablemente ella ni siquiera sabe que tiene. Tal vez necesito mostrarle
cuán malditamente hermosa es.
Escaneo su cuerpo mentalmente, dibujando la manera en que su
apretado, pequeño trasero se veía en esos ajustados pantalones. Siento el
comienzo de una erección y un mal caso de bolas azules viniendo.
Maldición…
No había tenido bolas azules en un largo tiempo. Probablemente desde
que tenía dieciséis. Nunca tuve ningún problema después en ese
departamento.
Bajando mis pantalones y cierre, empujo mi mano bajo el elástico lo
suficiente para bajar mis calzoncillos y pantalones hasta mis muslos permitiendo
mi dura erección salir libre.
Mordiendo mi labio inferior, sostengo mi cuerpo y comienzo a acariciar mi
polla con mis pensamientos sucios en Calla cabalgando en mi cara. Puedo
imaginarme envolviendo mis manos en el fondo de su cabello y jalando hacia
atrás mientras ella me monta lento y duro, dejándome probarla hasta que su
jugo moje mi lengua.
Sorprendentemente, no toma mucho antes de que sienta un tirón leve en
mis bolas, seguido por un gemido en voz alta a través de mis labios mientras mi
orgasmo corre a través de mí, mi semen salpicando mi palma y el puño de la
otra mano mayormente. Es duro contener mis descargas.
—Mierda. —Quitándome la camisa, limpio mi desastre, lavándome
rápido, y tirándome en mi cama, parcialmente satisfecho y aún duro.
16

Jódeme…
Página
3
Traducido por Black Rose & Bella’
Corregido por Carolina Shaw

Calla
E
stúpida, estúpida, cerveza. Te odio. Me incorporo lentamente,
sosteniendo mi cabeza en mis manos. —¡Está tan brillante! —Cubro
mis ojos—. ¿Por qué se ve tan brillante aquí?
Oigo el sonido de los pasos de Tori antes de oír la puerta de mi dormitorio
abrirse. —¿Qué demonios? ¿Por qué gritas y despiertas a todo el apartamento?
Brad y yo seguimos durmiendo. Cierra la boca aquí y baja tus cortinas por Dios
santo. Está brillante como la mierda aquí.
—Jódete tú también, amiga apestosa —murmuro mientras sale de mi
habitación, cerrando la puerta detrás de ella.
Gimo y gruño a mí misma mientras me arrastro bajo mi manta y escondo
el rostro.
»Tengo mucha hambre. —Lloro internamente mientras recuerdo que
todas nuestras cosas siguen empacadas. Lo único que nos arreglamos para
desempacar fue la ropa de cama y algunas cosas del baño.
Girando, me permito caer de la cama, envuelta en mis mantas.
Permanezco aquí durante unos minutos antes de reunir energías para entrar
lentamente al baño y echarme algo de agua en mi rostro.
De pie aquí, mirando mi reflejo, mis pensamientos cambian al bar
anoche. Chico sexy, cara bonita, buenos labios, bien... todo, y con una bolsa
de gimnasio.
»El gimnasio —murmuro.
Recuerdo todo sobre anoche. Fue realmente la última cerveza la que me
puso en el borde. Entonces mi cabeza comenzó a girar y me cansé mucho.
17

»Mierda. Tanto para una buena primera impresión. —Me aferro al


lavamanos y balanceo mis ojos—. Acostada en la mesa de billar. Buen trabajo.
Página

—Gruño.
Lo mejor que puedo hacer ahora es dejar correr una agradable, cálida
ducha y relajarme mientras el agua masajea mi piel. Eso suena tan bien ahora.
Permanezco aquí por un segundo, intentando recordar dónde coloqué la
caja de toallas y champú. La única cosa que deshice la última noche cuando
llegamos primero fue una pequeña caja llena de rollos de papel higiénico,
nuestros cepillos de dientes, y tampones. Por si acaso…
Paso los próximos veinte minutos buscando las cosas necesarias para una
ducha y un nuevo conjunto de ropa. Tengo unos pares de pantalones de yoga
y algunas camisetas sin mangas que serán apropiadas para el gimnasio, así que
me conformo con eso antes de encender el agua de la ducha.
El agua sale duro y rápido. »¡Oh, gracias a Dios! —grito mientras me
despojo rápidamente de mi ropa. El último apartamento tenía una presión de
agua de mierda, lo que hacía imposible disfrutar de una maldita ducha. Nunca
he estado tan emocionada por una ducha en toda mi vida.
Cierro los ojos, gimo mientras paso bajo el agua y deslizo la puerta de
cristal cerrada detrás de mí. Me doy vuelta y dejo el agua golpear por sobre mi
espalda. Duele, pero se siente bien al mismo tiempo. Estoy aquí, disfrutando de
la sensación del agua caliente mientras la habitación empieza a llenarse de
vapor.
Estoy en la ducha por más de treinta minutos, nunca queriendo salir. Me
siento tan relajada y refrescada. En serio podría quedarme aquí todo el día; eso
es hasta que Tori empieza a golpear en la puerta y gritar para salir. Maldita
puta. Siempre arruina todo, pero la amo. ¿Mencioné eso?
»¡Bien! —grito en la ducha—. Calma tus tetas y dame dos minutos.
Cuando salgo del baño Tori se encuentra de pie allí haciendo un baile de
pis. Prácticamente gruñe antes de entrar corriendo al baño. Ni siquiera se
molestó en cerrar la puerta.
—Oh, Dios mío. —Deja escapar un suspiro satisfecho—. Tenía tantas ganas
de orinar.
Baja el agua y sale del baño, observándome mientras sostengo mi toalla.
»¿Cuándo llegaste a casa anoche? —Patea algunas cajas en su camino a la
cocina—. Seguías fuera cuando nos quedamos dormidos y no contestaste el
teléfono. Envié a Brad abajo para encontrarte y me dijo que jugabas al billar
con un tipo.
Procuro esconder mi sonrisa mientras ella lucha su camino en una caja,
sacando un vaso. —Sí —digo con indiferencia, tratando de ocultar mi
emoción—. No creo que me haya ido tanto tiempo. Tal vez dos horas o menos.
18

Girando mi cabello mojado en mi mano, volteo hacia mi dormitorio.


Página
—Oye, ¿eso es todo? —Oigo el grifo cerrarse antes del sonido de sus pies
sobre el piso de madera—. ¿Jugabas al billar con algún tipo y ni siquiera das
detalles? —Se detiene delante de mí—. ¿Era lindo? ¿Lo besaste? ¿Cómo olía?
Quiero decir... Estos detalles son muy importantes.
—Sí, no, y muy delicioso. —Paso a Tori y me detengo en mi puerta—.
Saldré para revisar ese gimnasio: Wilder Fitness. ¿Quieres venir? Creo que
finalmente buscaré un entrenador personal.
—Suena tentador, tener al menos un entrenador personal. Hacer
ejercicio… no tanto. Paso. —Sonríe diabólicamente cuando Brad llama su
nombre desde el dormitorio—. Tengo todo el ejercicio que necesito, chica.
—Gracias a Dios. Me voy entonces.

Estoy de pie fuera de Wilder Fitness, mirando a través del cristal a todas las
personas haciendo ejercicio. Prácticamente todo el equipo se halla en uso y
son sólo las diez de la mañana. Eso es una locura. Nunca he visto un gimnasio
tan ocupado antes.
De repente, siento un poco de náuseas. No importa que la gente me vea
ejercitarme, pero cuando debes estar de pie y esperar por el equipo, empiezas
a hacerte notar. ¿Qué pasa si uso algo mal? Eso no sería embarazoso en lo más
mínimo.
Hago una pequeña sacudida extraña, dejando que mis nervios se
balanceen a través de mí. —Sólo piensa en muslos y un culo firme. Muslos
firmes... y culo.
—Buena charla de ánimo.
Me congelo al familiar sonido de la voz profunda detrás de mí. Kyan... Sr.
Sexy como el pecado.
Se acerca a la puerta y la abre, antes de sonreír y asentir para que entre.
»Me alegra ver que despertaste. Vamos.
Sonrío, recordando lo mal que me sentí esta mañana antes de mi ducha.
—Fue una lucha. No voy a mentir. Pero lo logré.
Camino bajo su brazo y hacia el gimnasio. Todo lo que puedo oír son los
19

sonidos de la respiración pesada y la música. Mi nariz instantáneamente es


Página

agredida con el olor de sudor, pero luego me golpea el olor sexy de Kyan
mientras agarra mi mano y me jala con él.
No puedo dejar de notar cómo chicas al azar nos miran presumidas
mientras pasamos hasta que estamos fuera de vista, deteniéndonos en una
puerta trasera.
Estoy pensando que está a punto de golpear, hasta que repentinamente,
saca una llave, deslizándola en el ojo de la cerradura. Empuja la puerta abierta,
enciende la luz, y menciona que lo siga adentro.
Señala la silla frente al gran escritorio negro. —Tome asiento, señora
Reynolds.
Miro a mi alrededor, revisando la oficina, antes de tomar asiento.
Supongo que esto significa que él es un gerente o algo así. —¿Entonces eres el
gerente? ¿Es por eso que me recomendaste este gimnasio? Muy buenas
habilidades de mercadeo. —Lo miro y sonrío mientras deja su bolsa de gimnasio
detrás del escritorio y se sienta en la otra silla.
Me dispara una sonrisa engreída que provoca cruzar mis piernas detrás
del escritorio. —Por supuesto que no. —Se echa hacia atrás y corre una mano
por su sexy, despeinado cabello—. Soy el dueño. —Se sienta derecho—.
Regresaba de tomar algo para comer. Buena sincronización, supongo.
Estoy en silencio mientras comienza a sacar pantallas en su
computadora.
»¿Tienes una idea de cuántas sesiones buscas?
Muerdo el lado de mi mejilla pensando. Mis ojos se abren más cuando de
la nada siento su mano agarrar mi barbilla mientras masajea un pulgar sobre la
mejilla para detenerme.
»No hay necesidad de estar nerviosa. Nadie en mi gimnasio está aquí
para juzgar. Ya lo verás. Solo relájate.
Miro hacia su mano cuando suelta mi barbilla y regresa a la
computadora. —No lo sé. Realmente ni siquiera pensé en ello —admito—. ¿Qué
recomiendas?
Su mirada se posa en la mía y su mandíbula se flexiona un poco. —Creo
que ya eres sexy como el infierno. No creo que necesites entrenamiento
personal, así que no me malinterpretes cuando lo recomiende. Solamente estoy
aquí para complacerle, Sra Reynolds. —Sus ojos bajan por el frente de mi
cuerpo, sin hacer un esfuerzo en ocultarlo—. Tengo uno especial yendo en este
momento.
Mira de regreso hacia la computadora y cambia algo. »Originalmente
son doscientos cuarenta, pero lo dejaré en doscientos. Eso te da cuarenta y
20

ocho sesiones y se cobra semanalmente, no todo a la vez.


Página
—Espera. Cielos. —Sacudo mi cabeza ante su generosidad, sin estar
segura de si es correcto aceptarlo. Apenas siquiera lo conozco—. Eso en
realidad no es necesario, Kyan. Este es tu negocio. No cobres menos.
—No estoy cobrando menos. Créeme. —Su intensa mirada captura mis
ojos mientras continúa—. No ofrezco esto a muchas personas. En realidad, ésta
es la primera vez. No me rechaces, porque cuando se trata de ti, siento la
necesidad de dar y satisfacer.
Trago duro por sus palabras, ahora comenzando a sentirme sonrojada.
Sacudo la parte superior de mi top. —Empieza a ponerse caliente aquí. ¿Es el
calor o solo soy yo?
Kyan se ríe mientras se pone de pie. —Eres solo tú, Calla. —Camina hacia
mí y agarra mi mano, ayudándome a ponerme de pie—. También estoy
renunciando a tu cuota de socio. Ha pasado un tiempo desde que me he
sentido tan… generoso. —Se vuelve detrás de mí y alcanza una cinta métrica—.
Ponte recta.
Se encuentra justo frente a mí, su cuerpo a solo centímetros del mío
cuando corre su mano por mis brazos, antes de levantarlo. —Quédate así
mientras tomo tus medidas. Solo relaja tu cuerpo.
Asiento, mordiendo mi labio inferior mientras noto el hormigueo subiendo
por mis brazos y piernas cuando cuidadosamente toma mis medidas y las
marca. Cuando termina, extiende algún tipo de aparato para sostener así
puede medir la grasa corporal o algo.
Ambos nos sentamos de nuevo al poco rato mientras él escribe un
montón de información.
—Haces fotografías de boda —afirma.
Asiento cuando respondo. —Sí. He estado haciéndolo desde que me
gradué.
—¿Alguna vez has hecho otro tipo de fotografía? —Me observa con
curiosidad, esperando una respuesta.
—Bueno, sí. Nada demasiado diferente. Unas cuantas fiestas de
cumpleaños y una vez me pidieron para fotografiar una despedida de soltera.
—Levanto una ceja ante el recuerdo—. Esa fue bastante interesante.
—Quiero que me fotografíes.
Mi cabeza se dispara hacia arriba. —¿Qué quieres decir? ¿Vas a casarte
o…?
Dejo la pregunta colgar en el aire mientras se levanta y rodea el
21

escritorio, deteniéndose al frente. Recostándose en él, cruza sus apretados


Página

brazos y baja su mirada hacia mí. —No. —Deja escapar una pequeña
carcajada—. Una de las miembros de mi gimnasio es una autor local y me pidió
estar en su portada. Necesito alguien para fotografiar la sesión.
Me encuentro revisando su cuerpo mientras asimilo sus palabras. La idea
de nosotros solos mientras tomo sus fotos es extrañamente excitante. —De
acuerdo —digo simplemente—. Puedo hacer eso, pero gratis. No te dejaré
pagarme.
—No lo haré —dice—. La autora paga la sesión de fotos. Ya dio todos los
detalles e ideas que tiene en mente. Se halla demasiado ocupada para estar
allí, así que solo seremos los dos.
—De acuerdo. Sí. Podemos hacer la sesión en mi apartamento.
Sacude su cabeza. —Lo haremos en el mío. —Baja la mirada a mi ropa
apretada cuando se levanta—. Y usa algo cómodo. Podrás encontrarte en
algunas raras posiciones.
Rio un poco por su elección de palabras. —Seguro tengo algo. —Me
detengo por un segundo mientras me pregunto si asignará a una entrenadora o
un entrenador. Estoy esperando una entrenadora así es menos raro—. ¿Cuál es
el nombre de mi entrenador?
—Kyan Wilder. —Una sonrisa satisfecha aparece en su cara mientras lo
observo—. Ven.
Me encantaría…
Abre la puerta y sale, de modo que lo sigo detrás. Se detiene para animar
a unos hombres que parecen mantener sus ojos en mí al pasar. Finalmente nos
detenemos enfrente de otra puerta y la abre para que ingrese. Las luces ya se
hallan encendidas, así que solo cierra la puerta detrás de nosotros, y la
bloquea.
Caminando hacia un pequeño estéreo, lo enciende y comienza a hablar.
»Comenzaré con un entrenamiento fácil para ti. Lo último que quiero hacer es
asustarte en el primer día. —Me sonríe y juro que uno de sus hoyuelos me derrite
en el lugar.
Se para detrás de mí y pone sus pulgares entre mis omóplatos,
masajeando mi espalda.
»Separa tus piernas un poco —susurra en mi oreja. Hago como dijo—.
Perfecto. —Su aliento roza mi cuello, causando que un escalofrió suba por mi
columna—. Haz veinte sentadillas. Mantén tus hombros rectos.
Miro hacia la pared de espejo y hago como dijo. No puedo evitar verlo
mordiendo su labio inferior mientras observa. Es casi como si estuviera
22

probándome con su intensa mirada.


Página
—Obsérvate cuando te mueves, Calla, no a mí. Mira cómo controlas tu
cuerpo.
Alejo mis ojos de él y me observo en el espejo, sintiéndome un poco
caliente por la manera en que demanda control.
Me pasa por cuatro ejercicios diferentes, haciendo series de veinte cada
uno, en tres tiempos diferentes, antes de cambiar, inicio y termino con saltar la
cuerda durante cinco minutos y sostenerme en tabla por un minuto.
Para el momento en que ha terminado conmigo estoy cubierta en sudor
y mis piernas se sienten tan flojas que siento que caminaré dentro de una pared
y estrellaré mi cara en el espejo. Qué imagen sería esa…
Estoy parada allí, intentando recuperar el aliento, cuando Kyan aparece
delante de mí con una botella de agua. —Bebe.
La tomo de él y comienzo a beberla. Me percato de que me observa con
una sonrisa cuando alejo la botella. Sí, soy consciente del agua que cubre el
frente de mi cara y pecho, pero, ¿es correcto hacer saber que lo notas? Acabo
de trabajar mi trasero. Estoy caliente.
Con confianza en su paso, cierra la distancia entre nosotros y agarra la
parte trasera de mi cuello, bajando la mirada a mis ojos. —Luces más allá de
sexy cuando estás húmeda, Calla. Me encantaría lamer cada gota de agua de
tu cuerpo. —Pasa su lengua sobre su labio inferior y cierne su boca sobre la
mía—. ¿Estás libre mañana para la sesión de fotos?
Luchado para recuperar mi aliento y no caer, sacudo mi cabeza. —No.
Tengo un concierto mañana. No estaré libre hasta el lunes.
—Perfecto —dice—. Te veré entonces.
Luego, solo así, desbloquea la puerta y sale, dejándome sin aliento y
deseando su toque.
Estúpido chico con bolsa de gimnasio…

23
Página
4
Traducido por Lipi Sergeyev
Corregido por Carolina Shaw

Kyan
T
uve que alejarme cuando lo hice. Estuve más que tentado a besarla
y lamer la mezcla de agua y sudor de su cuello y pechos. No puedo
hacer eso aún, no hasta saber que ella se siente dispuesta a
mantener las cosas únicamente a un nivel sexual. Quiero complacerla… no
hacerle daño. Hasta entonces, mantendré mis manos lejos de su hermoso
cuerpo.
Mitch, uno de mis entrenadores personales, entra en mi oficina mientras
estoy cerrando mi equipo y agarrando mis cosas. Me mira cuidadosamente
antes de hablar. —¿Has terminado por el día?
Levanto mi mirada cuando guardo el papeleo de Calla en mi bolso. —Sí.
Creo que tú y Erica lo tienen. Tienes tres empleados que vienen a mediodía y
otros tres a las cuatro. Ya sabes dónde encontrarme.
Me sigue fuera de mi oficina cuando la cierro detrás de mí y bloqueo con
llave. —¿Hacian entrenamiento personal allí atrás?
—Sí. —Mis ojos se deleitan hacia el cuarto de atrás para ver a Calla
caminando por el gimnasio, comprobando el equipo. Me siento mal por no
tomarme el tiempo para mostrarle los inmediaciones, pero no puedo estar
alrededor de ella mucho tiempo hasta que pueda tocarla. Es demasiado
doloroso físicamente.
—No haces entrenamiento personal —dice Mitch con una sonrisa
ladeada—. ¿Estás seguro de que no quieres asumir el control?
Dejo de caminar y lo miro fijamente a los ojos. —No. Ella es mi primer y
único cliente. No cuestiones mis decisiones.
Retrocede un paso hacia atrás. —Lo siento, jefe. No quise hacerningún
24

daño. Sólo trato de ser amigable.


Página
Suelto un gruñido y me alejo. Amigable mi culo. Quiere follarla al igual
que yo. La diferencia entre él y yo es que estoy dispuesto a darle placer, de
manera que éste joven cretino ni siquiera ha tenido la oportunidad de
aprender. Follo para el placer de ella. Eso es lo que me motiva. Este hijo de puta
tiene diecinueve años y se ha acostado con la mitad de sus alumnas, sólo
asegurándose de llegar a sí mismo, de eso estoy seguro.
Visualizo mi Harley, asegurando mi bolso, antes de montarla y ponerme mí
casco. Un paseo agradable y largo es lo que necesito ahora mismo antes de
encontrarme de pie fuera de su puerta, duro como una piedra, y listo para
sostenerla en mis hombros para que pueda montar mi rostro.
La forma en que su coño se veía en esos pequeños apretados pantalones
de yoga llegó más allá de mí, y podía oler su cuerpo mientras empezaba a
sudar. Ese hermoso lugar entre sus piernas lucía bien mojado, y tengo la
sensación de que no era sólo debido a su entrenamiento.
El lunes… tendré todo su sabor sobre mí.

25
Página
5
Traducido por Bella’ & Alysse Volkov
Corregido por Carolina Shaw

Calla
T
odavía no puedo superar mi sesión de entrenamiento con Kyan el
sábado. Sus ojos color ámbar me observaron como si quisiera
probarme y me encantó la manera en que sus sexys labios me
hablaron. Su voz es tan fuerte y seductora. ¿No se da cuenta de lo que le hace
a una mujer?
No lo he visto o hablado con él desde entonces. Mi teléfono suena y un
mensaje de un número desconocido aparece; tal vez es para cambiar. Las
palabras aclaran que Kyan ha tomado mi número de la recepción. Pensarías
que en un exclusivo edificio como este serían más estrictos en la privacidad de
sus inquilinos.
Kyan: Te veré en tres horas. Apartamento 1020. Usa algo cómodo o nada
en absoluto. ;)
Me quedo mirando mi teléfono por un segundo antes de responder. Dije
que estaba libre para fotografiar hoy. ¿Cómo sabe que no estoy ocupada por
las próximas cuatro o cinco horas? Es demandante y, extrañamente, encuentro
eso refrescante y sexi.
Yo: Muy gracioso. Definitivamente estaré usando algo… y puedo o no
estar libre hasta las siete. Lo sabrás si aparezco.
Obtengo una respuesta inmediata como si ya estuviera escribiendo su
mensaje antes que incluso respondiera.
Kyan: Conseguiré todo lo que necesites. Solo trae tu cámara.
Sin molestarme en responder, sonrío mientras dejo mi teléfono en el suelo
de la sala de estar y continúo desempacando la caja en la que estoy
trabajando. Se encuentra tan seguro de que voy a aparecer, que hay que
26

luchar contra ello. Tres horas me darán tiempo suficiente para terminar de
Página

desempacar, comer y tomar una ducha rápida.


Tori y yo pasamos la mayor parte de ayer en el la Boda de los Miller,
aunque regresamos a casa tarde y conseguimos un montón de deshacer
maletas hecho. Afortunadamente, terminaremos con cuatro cajas más.
¡Gracias, dioses!
—¡Oye, mujer! —grito.
Algo viene volando hacia mí de la cocina. —¿Realmente tienes que
gritar? Estoy como a diez pasos de distancia.
Miro a mi lado hacia la espátula ahora yaciendo en el piso. La recojo y
tiro de regreso a la cocina. —Muero de hambre. ¿Qué quieres hacer para
cenar esta noche? Podemos bajar al bar. La comida olía bastante bien cuando
fui allí la noche del viernes.
—Suena bien para mí. Solo quiero unas buenas alitas de pollo. En realidad
no me importa de dónde vengan.
Saco el último DVD de la caja y empujo dentro de la estantería. —Umm.
Eso suena bien en este momento. —Empujo la caja vacía a un lado y me uno a
Tori en la cocina—. ¿Qué nos queda aquí? Si no como dentro de la siguiente
hora lloraré. Estoy así de hambrienta.
Estirándose para poner algunos platos en el gabinete, inclina su cabeza
hacia atrás y gira a su izquierda. —Esa caja de allí. Está llena de todos esos
estúpidos sartenes. Esa es la última caja de la cocina.
—Bien. Terminemos la cocina, vayamos a comer, y luego terminaremos
las otras cajas antes de irme a mi sesión de fotos.
Tori se congela al alcanzar la caja y gira sobre sus talones para mirarme.
Puedo haber olvidado decirle ese pequeño detalle. —¿Qué sesión?
Encojo mis hombros hacia ella mientras arranco la tapa de la caja de los
sartenes. —Kyan… el tipo que conocí en el bar el viernes.
—Sí. —Empuja mi hombro—. Continúa.
Ignorando el hecho de que se halla de pie directamente encima de mi
hombro como una maldita bicho raro, comienzo a sacar los sartenes. —Él es mi
entrenador personal. Una autora local le pidió estar en su portada y él me pidió
que lo fotografiara.
—¡¿Qué?! —chilla—. ¿Consigues fotografías a este lindo, bien perfumado
chico que no besaste, y ni siquiera te molestas en decirme? —Me golpea en la
parte trasera de la cabeza con un batidor.
Vuelo mi cabeza en su dirección con mi boca abierta en sorpresa. —Tú,
puta. Me pegaste.
27

Me pega de nuevo, pero en el hombro esta vez. —Y tú me ocultaste algo.


Página

Estamos a mano.
—Eso piensas —digo apenas en un susurro.
Baja la mirada hacia mí ahora sosteniendo una cuchara de madera. —
¿Qué fue eso?
Sonrío hacia ella. —Nada. Apurémonos así podemos comer. Estar
hambrienta comienza a gestionar una relación amor/odio contigo.
—Estoy de acuerdo —murmura—. Así que deja de hablar tanto y trabaja.

Me dejo caer en mi cama con la barriga llena. Dane se hallaba abajo en


el bar y recomendó las alitas con ajo y trozos de ajo. ¡SANTA mierda sabían
deliciosas! No sé quién era el chef, pero lo besaría si se mostrara. No lo hizo, así
que me conformé con besar a Dane en la mejilla ya que fue quien las sugirió.
Dándome la vuelta sobre mi estómago, miro hacia mi teléfono para
revisar la hora. Nos quedamos en el bar más tiempo del que esperaba. Tengo
menos de cuarenta y cinco minutos antes de ir a lo de Kyan.
Sus palabras, usa algo cómodo, pasan por mi cabeza cuando me paro
delante de mi armario. Tal vez debería sorprenderlo e ir con su segunda opción:
sin nada en absoluto.
Me rio ante la idea, tratando de imaginar su cara si apareciera así. Me
pregunto qué pasaría. ¿Me arrojaría en su cama y me daría la mejor follada de
mi vida, o se reiría de mí y me enviaría a casa para ponerme algo de ropa? El
segundo pensamiento me enferma del estómago.
Eso sería humillante.
Parada en la ducha, comienzo a imaginar la primera opción: a él
viniendo a su puerta y digamos… sin camisa. Sí, eso suena bien. Viene a su
puerta sin camisa, usando solamente un par de cómodos jeans.
Cerrando mis ojos, comienzo a tocarme, lentamente masajeando mi
clítoris. Estoy sorprendida ante cuán sensible se siente ya.
Me mira parada en su entrada desnuda, así que me envuelve un brazo
alrededor de mi cintura y me mete a su departamento… o tal vez solo me
arroja sobre su hombro como un cavernícola. Parece un poco rudo.
28

Comienzo a frotarme más duro y más rápido cuando más ideas y


escenarios de Kyan pasan por mi cabeza. No toma mucho tiempo antes que
Página
mis piernas se vuelvan inestables y me apoye en la pared, jadeando mientras mi
orgasmo pasa a través de mí.
—Oh, vaya. Oh, vaya —repito, sin aliento.
Una estúpida sonrisa tironea de mis labios mientras inclino mi cabeza
contra la pared de la ducha. Ha pasado un tiempo desde que he
experimentado un orgasmo así de rápido. Algunas veces puede tomar veinte
minutos. Eso no es gracioso.
Salto cuando escucho la cadena del inodoro.
»¡Mierda! —Asomo la cabeza por la puerta de la ducha hacia Tori
lavando sus manos—. ¿Qué demonios? ¿Cuánto tiempo has estado ahí?
Sonríe mientras seca sus manos en una toalla rosa y café. —¡Oh, vaya!
¡Oh, vaya!
Gruñendo, me giro a la ducha para cerrar el agua. —¿Alguna vez
escuchaste de la privacidad? —No puedo evitar sino sonreír hacia la cara de
Tori cuando hace una O con su boca—. Ríete todo lo que quieras, pero se
siente bueno como la mierda; probablemente incluso mejor que esos que
mediocres que te da Brad.
Su cara se pone seria. —Mierda. ¿Te conté de esos?
Alcanzando mi toalla, me río y asiento. —¡Seh! Todo lo que tengo que
hacer es darte una botella de vino y te gusta hablar. —Me pongo frente a ella y
empiezo a mover mi mano como si fuera su boca. —Hablar. Hablar. Hablar. Yo
tendría cuidado si fuera tú.
La empujo con mi cadera y la paso. »Tal vez Brad debería revisar su
perezosa lengua. ¿No hay alguna clase de ejercicios de lengua para que te
pueda hacer gritar?
—Desearía —murmura.
—Necesito alistarme para mi cita fotográfica. —Sonrío y me alejo,
dejándola probablemente odiando a Brad y su insatisfactoria lengua.
Extrañamente, eso me deja satisfecha.
Sosteniendo mi cámara, corro mi mano por el frente de mi blusa blanca.
Él dijo que vistiera cómoda, así que lo hice. Me puse un par de shorts cortos de
mezclilla, blusa suelta, y un par de mis desgastados Converse. Tengo mi grueso
cabello puesto a un lado en una floja cola de caballo. Tragando, toco.
Solo toma unos segundos antes de que Kyan esté parado delante de mí
luciendo incluso más sexy que el último par de veces que lo he visto. ¿Cómo es
siquiera posible? Es mágico, así es cómo. Me pregunto qué tipo de hechizos
29

puede manejar con su lengua…


Página
Anda vestido con una camiseta cuello V negra que abraza su amplio
pecho tan perfectamente que comienzo a creer que esa camiseta fue hecha
especialmente para él. Bajando mi mirada, mis ojos se abren más cuando
toman el camino a sus gruesas piernas luciendo más grandes en sus oscuros,
ceñidos pantalones.
Descansa su brazo por encima de él en la puerta y yo inconscientemente
levanto una ceja cuando su camiseta se levanta ligeramente, revelando un
delgado camino feliz, que lleva a la parte superior de sus bóxers negros.
—Srita. Reynolds —dice con una sonrisa de complicidad—. Parece que
estabas libre después de todo. —Da un paso atrás de la puerta, permitiéndome
entrar.
Tomo unos segundos para mirar alrededor mientras cierra y bloquea la
puerta detrás de nosotros. Bajando mi cámara en la encimera de mármol,
camino hacia el negro, cómodo sofá y empujo hacia abajo sobre un cojín. —
Ohhh…
Me da una sonrisa divertida. —Se siente incluso mejor cuando te acuestas
sobre él… especialmente cuando estás desnuda, en la oscuridad, solo
cerrando tus ojos y perdiéndote en tus pensamientos. —Levanta la mirada para
encontrar mis ojos—. Hago eso un montón después de un largo y duro día de
trabajo.
Contengo la respiración y trato de esconder la ridícula sonrisa cuando
imaginé eso en mi cabeza. —Puedo imaginarlo —digo.
—Seguro puedes. —Camina dentro de la cocina y busca por encima de
él en el gabinete—. Tendré una cerveza mientras trabajamos. ¿El vino
funcionará para ti? No estoy seguro de si la cerveza es tu cosa. —Oí un indicio
de humor en su voz, así que le hago una mueca antes de asentir.
Cuando regresa a la sala de estar, pone una copa de vino rojo en la
mesa de café antes de entregarme una hoja de papel impresa.
»Estas son sus imágenes para la sesión de fotos. Ya sé lo que quiere que
use así que tan pronto tengas el resto… —Hizo una pausa para dar un trago a su
cerveza—. Entonces todo está bien.
Trago duro cuando mis ojos se posan sobre las palabras en la hoja. Yo
nunca, y quiero decir nunca he hecho una sesión de fotos tan expuesta y
personal antes. De acuerdo con esta hoja lo estaré fotografiando en dos
lugares: una habitación blanca, y en su cama. Lo que él estará usando… ahora
ese es el pequeño secreto y para que yo lo descubra, pero de las portadas que
he visto en estos días, voy a suponer que va a dejarme sudando mi trasero y
30

limpiando la baba de mi barbilla.


Página
Estirándome por mi copa de vino, sonrío nerviosamente y la llevo a mis
labios. Tomo un largo trago antes de limpiar mi boca. Al menos no es baba. —
Estoy lista cuando tú lo estés.
Kyan me observa sobre su cerveza mientras se inclina hacia atrás. Pone la
botella al lado de mi copa. —Comenzaremos con la pared blanca. —Asiente a
la puerta abierta a nuestra derecha—. Tengo un trípode listo y todo el equipo
necesario que necesitarás para conseguir los ángulos correctos. Quiero
hacértelo tan fácil como sea posible.
—Perfecto —digo, tratando de sonar tan profesional como sea posible—.
Iré a poner mi cámara mientras te preparas.
Rápidamente, alcanzo mi cámara y me apresuro dentro de la habitación
blanca. No hay nada dentro excepto el equipo de la cámara. Escucho a Kyan
entrar en la habitación, pero me concentro en prender mi cámara y ponerla en
el trípode.
Lo escucho arrastrando los pies y preparándose, cuando levanto la
mirada de nuevo, lo veo sacándose la camiseta y arrojándola a un lado. Por
supuesto mis ojos tienen mente propia y termino revisándolo en un lento
movimiento mientras se halla parado sin camiseta, sus apretados músculos
flexionándose cuando se apoya en la pared, esperando a que ponga mi
mierda junta.
Nunca he visto un hombre con tan hermoso cuerpo en mi vida. La última
vez que he estado así de fascinada con el cuerpo de un chico fue en
secundaria. Hunter… ese era un buen hombre. Ahora, es con mi vecino y
maldito entrenador personal.
Pude haber liberado un pequeño gemido cuando la V de sus músculos
apareció mientras tiraba de sus pantalones a donde los quería.
No correré allí y lo lameré. No correré allí y lo lameré…
Sacudo mis pensamientos y empiezo a darle órdenes. Estoy satisfecha
con cada toma que hago. Eso nunca pasa. Kyan es solo tan naturalmente sexy
que no toma esfuerzo para él posar, haciendo más fácil el ser profesional.
Rápidamente entro en ello.
Le digo que traiga su brazo izquierdo al lado derecho de su cabeza y me
mire a través de su brazo, y lo hace. La manera que su cuerpo se coloca, todos
los músculos correctos flexionados y en la pantalla lucen jodidamente
perfectos.
—Perfecto —digo un poco sin aliento—. Ahora párate con tu espalda a la
pared y curva tu brazo derecho sobre tu cabeza. —Flexiona la mandíbula y me
31

da una mirada seductora mientras tomo unas fotos—. Eso es perfecto, Kyan.
Página

Eres natural.
Hacemos unas poses más antes de decidir que estamos listos para la
siguiente sesión de fotos. Hemos estado trabajando en la pared blanca cerca
de cuarenta minutos y tenemos bien cerca de cien buenas tomas.
Kyan me observa con una tonta sonrisa mientras bajo mi cámara. —
Supongo que el siguiente lugar es en mi dormitorio. No muchas chicas son
invitadas a entrar. —Tira del final de mi cola de caballo mientas sus ojos vagan
sobre mi cuerpo—. Una buena cosa que estés vestida cómodamente.
Necesitas ser flexible para esta parte.
Observo la forma de su trasero y músculos de su espalda moverse cuando
sale de la habitación. —Santa mierda —me digo. Alejo mi blusa de mi pecho
mientras un instantáneo calor atraviesa mi cuerpo. Hace esto a propósito; usa
las palabras perfectas para hacer que una chica caiga. Es sexy, suave y exitoso;
la perfecta combinación de problemas.
Me detengo en su puerta y lo observo cuando desabrocha sus
pantalones y baja la cremallera. Sus ojos encuentran los míos y se quedan allí
cuando baja sus pantalones y los patea un lado. No puedo evitar sino tomar
nota de sus tensas piernas y cómo se flexionan cuando se mueve.
Baba… no te expongas.
Camina para pararse frente a mí y alcanza mi cámara, poniéndola abajo
en los pies de su cama. Se hunde en la espesa, blanca manta y ambos la
observamos antes de mirarnos de nuevo.
—Muéstrame cómo quieres mis bóxers. —Agarrando mis brazos, coloca
mis manos en la cima de su ropa interior.
—¿Disculpa?
Toma mis dedos y los engancha dentro de la parte delantera de su negra
ropa interior. —Bájalos a donde los quieras. Muéstrame.
Esto es demasiado poder. Demasiado poder nunca es una buena cosa.
Gentilmente los tiro hacia abajo un poco, exponiendo la cima de los huesos de
sus caderas.
Se ríe. —¿Te sientes incómoda conmigo estando en bóxers? —Me acerca
hacia él—. Arreglemos eso.
Antes que sepa se coloca sobre sus rodillas, tirando hacia abajo mis shorts
por mis piernas.
Instantáneamente me avergüenzo. —¿Qué haces? —Agarra ms caderas
y me levanta mientras patea y empuja mis shorts por el suelo.
—Allí. Ahora ambos estamos en ropa interior. ¿Mejor?
32
Página
Bajo la mirada a mis negras bragas de encaje, antes de mirar hacia arriba
para ver que muerde su labio inferior. De nuevo, siempre parece hacer eso
cuando muestra interés.
Me siento ridícula así que empiezo a reír. —¿Es en serio?
Alcanza mis manos de nuevo y prácticamente las mete dentro de la
parte superior de sus bóxers. —Muy en serio. —Destella sus hoyuelos—. Ahora
toma el control y muéstrame cómo quieres mis bóxers.
La energía detrás de su demanda me alimenta y me encuentro tirando
de sus bóxers color negro hasta que la parte superior de su grueso eje se
expone, junto con la parte superior de su culo musculoso.
Él baja la mirada y alza una ceja. —Mejor —Me da la cámara antes de
caminar alrededor de la cama y tirar de la enorme manta, dejando sólo una
sábana negra de seda.
Me siento extrañamente confiada de pie aquí en mi ropa interior a punto
de fotografiar al soltero más sexy de América. No estoy segura de si esta es una
confianza temporal, pero se siente bien. Me estoy divirtiendo. Me encuentro
pateando mis zapatos a un lado y saltando a su cama mientras trato de
equilibrar mi cámara.
Me sonríe mientras se acuesta sobre su espalda y ajusta la sábana así
queda entre sus piernas. Sin mi dirección, coloca una mano detrás de su
cabeza y espera a que empiece a tomar las fotos. Al parecer con cada clic del
botón su bóxer comienza a estar más y más abajo, exponiendo más de su
cuerpo.
Jugando con suavidad, se vuelca sobre su estómago. Baja sus calzoncillos
hasta que la mitad superior de su trasero queda expuesta. Su culo es tan
redondo y firme que todo lo que quiero hacer es morderlo. Mi respiración se
alza mientras desliza un brazo bajo su almohada y levanta la vista con una
mirada seductora en sus ojos.
Debe notar mi cambio en la respiración, porque sus ojos se encuentran
con los míos y de repente se sienta y se pone de rodillas debajo de mí. Estoy de
pie en su cama y él solo me mira con la cara más sexy que he visto.
Su pregunta me sorprende. —¿Has pensado alguna vez en follarme?
Mi saliva se espesa, trago, y dejo escapar una risa nerviosa. —¿Qué?
Coge mi cámara y la saca de mi mano, antes de lanzarla a su lado.
Luego agarra mis caderas y me mira. —¿Has. Pensado. Alguna. Vez. En.
Follarme? —Me agarra la cadera más fuerte cuando no le contesto—. Dime la
33

verdad. Por favor, no te atrevas a mentirme.


Mis palabras salen antes de que pueda detenerlas. —Sí. Quiero decir. Lo
Página

he hecho una o dos veces…


Se moja los labios, sus ojos clavados en los míos. —¿Crees que podrías
tener sexo conmigo sin esperar más y estar emocionalmente involucrada? —
Masajea el lugar justo debajo de mi vientre mientras retira mi cola de caballo
con su otra mano—. ¿Puedo complacerte y saber que no esperas nada más?
Sin ataduras. Puedes follar a quien quieras y lo mismo vale para mí. Sólo quiero
probarte tan jodidamente mal.
Pienso en ello por un segundo y el pensamiento solo me tiene apretando.
Le doy un ligero asentimiento y cierro los ojos mientras sus manos se mueven un
poco más abajo.
»Dilo, Calla. Dime que quieres que te dé placer y te haré llegar tan duro
que tendré que cargarte a tu apartamento.
Abro los ojos y miro su cara sexy. Sus labios… Oh Dios. Los quiero en mí. —
Quiero que me complazcas, Kyan. Puedo manejarlo.
Sin vacilar, me levanta, colocando mis piernas alrededor de su cuello. Me
estremezco cuando siento su lengua recorriéndome entre los pliegues de mi
coño. Incluso a través de la tela me tiene retorciéndome.
Aprieto su cara con mis muslos mientras una de sus manos se envuelve en
la parte posterior de mi cabello y su lengua empuja mis bragas a un lado.
Oh, Dios mío… Tiene una lengua tan fuerte.
Siento su lengua deslizarse por mi coño desnudo, saboreándome mientras
su gemido vibra hasta mi clítoris.
Mis muslos exprimen su rostro con más fuerza mientras gimo, ya cerca de
alcanzar el orgasmo. Quiero esto tan mal que no va a tomar mucho tiempo.
Apoyándome hacia atrás, él me pone sobre mi espalda y masajea su
pulgar sobre mi coño antes de tirar mis bragas por mis piernas. —Quiero que
montes mi cara. He estado pensando en probarte durante días.
Se mete entre mis piernas y suavemente mordisquea en mi clítoris antes
de mover su lengua alrededor en pequeños círculos para aliviar el dolor. Agarra
mis muslos con fuerza mientras recorre su lengua tan perfectamente que grito
cuando siento que empiezo a apretarme.
—Estoy tan cerca. Kyan… Kyan… —Jadeo
Me sonríe antes de quitarme la camisa y tirar de mí con ella hasta que
estoy sobre su cara. Sus gruesos vellos rozan contra mi coño, dándome una
sensación de dolor y placer al mismo tiempo. —Monta mi maldita cara hasta
que pruebe tu liberación en mi lengua. Quiero cada jodida última gota.
Sus manos se deslizan debajo de mi culo y me aprieta mientras balanceo
34

mis caderas, lento y duro, gimiendo mientras su lengua lame cada pulgada de
Página

mi coño. Su lengua se desliza dentro y fuera unas cuantas veces mientras me


empuja hacia abajo en él cada vez más duro con cada movimiento de mis
caderas.
Luego, saca su lengua de mí y la hace girar alrededor de mi clítoris antes
de succionarlo en su dulce boca.
—¡Oh, Dios mío… Kyan! —grito y agarro su grueso cabello mientras mi
orgasmo me recorre, y tiene razón… No se detiene. Sigue lamiendo hasta que
caigo después de sentirme tan débil y drenada.
Siento sus manos correr por mi espalda antes de que me levante de su
cara y me coloque a su lado.
—Santo Dios. —Se pasa la lengua por los labios, saboreando lo que
queda de mí en su boca—. Eso fue tan jodidamente bueno. La próxima vez
quiero mi polla en ese coño apretado tuyo, Calla. Quiero sentirte mientras me
aprietas.
Mi cuerpo entero se estremece de sus palabras y ante el pensamiento de
él follándome. Oírlo decir eso sólo confirma lo mucho que realmente lo quiero.
Nunca esperé tener un amigo con derechos, pero tengo que admitir que me
encanta el sonido de ello. Al menos puedo tocar a este hombre.
—Espero que tengamos suficientes tomas para la portada —digo sin
aliento.
Lo oigo reír antes de levantarse y ajustar su gruesa erección. —Tenemos
más que suficiente. Créeme.
Nos quedamos allí unos minutos disfrutando del silencio, y no puedo dejar
de sentir mi estómago hundirse ante la idea de que ni siquiera llegué a sentir sus
labios en los míos. Son tan suaves y sexys, pero no quiero traerlo a colación. No
tengo idea de cómo funciona todo esto.
Sin ni siquiera una pizca de torpeza, Kyan me ayuda a vestirme y me lleva
a su puerta.
Me entrega mi cámara, pero la retira cuando la alcanzo. Antes de
saberlo, me tiene presionada contra la pared, su boca aplastando contra la
mía.
Su mano libre alcanza y me aprieta la barbilla mientras su lengua corre a
lo largo de la costura de mis labios, antes de girar alrededor de mi lengua
mientras me abro para él.
Este hombre sabe usar su lengua. Definitivamente, no es un medio cabrón
Brad. Es como si se enorgulleciera de poder usar su lengua para el placer de los
demás.
35

El hombre perfecto…
Página
Se aleja y sonríe contra mis labios mientras me entrega mi cámara de
verdad esta vez. —Gracias por la sesión. —Mete algo de dinero en el bolsillo
delantero de mis pantalones cortos—. Esto es de Olivia. No trates de devolverlo.
Su correo electrónico se encuentra allí también. —Se aleja de mí y abre la
puerta—. Nos vemos en el gimnasio el jueves a las ocho. Tengo una sesión de
entrenamiento especial.
—¿Especial? —pregunto, levantando las cejas—. Te veré allí. —Salgo y me
río, sin molestarme en volver a mirarlo. En serio no tengo ni idea de cómo debo
sentirme ahora mismo, pero me siento bien. Demasiado bien.
No oigo cerrar la puerta hasta que paso al elevador. Las puertas se
cierran detrás de mí y de inmediato caigo contra la pared, respirando
pesadamente.
»¡Mierda! ¿Está bien esto? —Segurísimo que a mi vagina no le importa. Da
eso por sentado.
Me encuentro en un ligero modo de pánico antes de calmarme y darme
un poco de charla, tranquilizándome de que es perfectamente natural para
dos personas adultas follar solo por placer. Es algo que ocurre todos los días,
sólo no con un hombre tan pecaminosamente sexy como Kyan.
Esto es algo que la mayoría de las chicas sólo pueden soñar…

36
Página
6
Traducido por ∞Jul∞ & Bella’
Corregido por Taywong

Calla
E
scucho la molesta voz de Tori gritando en mi oído—: ¡Hola! ¿Estás
ahí?
La codeo en las tetas.
—No grites en mi oído. Sí, estoy aquí. —Hago un gesto
alrededor de la habitación débilmente iluminada, a las parejas bailando y
decoraciones exageradas. Estoy rodeada de rojo y dorado—. Estoy lista para
que esta maldita recepción termine. —Bajo la mirada a mi teléfono celular para
ver que ya son las siete y media. Se supone que debo reunirme con Kyan en el
gimnasio a las ocho y esta fiesta no parece próxima a terminar pronto—. Ha
estado desde las tres. ¿No están cansados todavía? Mi dedo se va a caer si
vuelvo a hacer clic en ese botón una vez más.
Tori levanta una ceja, aburrida.
—Dime a mí. No solo es la recepción más larga de la historia, sino que
también es aburrida como la mierda. ¿Dónde están las bebidas alcohólicas y
los Funyuns? Hablando en serio. Estas personas tienen mal gusto en los refrescos.
De acuerdo, así que ella puede estar exagerando un poco sobre que
esta es la recepción más larga de la historia, pero seguro que se siente así. Me
estoy poniendo tan ansiosa que ni siquiera puedo pensar bien.
Ya es bastante malo que mi mente haya estado en Kyan por alrededor
del ochenta por ciento de la noche, y ahora que se acerca el verlo de nuevo,
estoy empezando a sentirme impaciente.
Empiezo a caminar solo tomando un montón de fotos con la esperanza
de que si llego a un cierto número de tomas de eso pueda solo irme. Los recién
casados bailan lentamente alrededor de su quincuagésima canción y todos los
37

demás los observan ahora con asombro. Supongo que podría ser que la pareja
Página

está en sus sesenta. Supongo que estar fuera tarde es una especie de gran
fiesta para ellos, incluso cuando no hay ninguna bebida o Funyuns.
Uniéndome a los aplausos, sonrío a la señora Crawford cuando la pareja
finalmente deja la pista de baile. Me da un ligero asentimiento y camina en mi
dirección.
—Luce hermosa, señora Crawford. Y tan feliz. Felicitaciones.
Suavemente tira de mi brazo y me acerca a su oreja para que pueda
escucharla hablar sobre la música.
---Tú y tu amiga hicieron un buen trabajo, pero creo que las hemos
mantenido mucho tiempo. Ve a casa y disfruta de tu noche.
¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!
Sonrío un poco e inclino mi cabeza.
—Gracias por tenernos. Por favor, dígale al señor Crawford que vamos a
tener el disco listo en una semana —le digo, mientras intento mantener la calma
y no verme demasiado excitada sobre finalmente salir de aquí.
Asiente una vez y se despide antes de alejarse para unirse a su marido en
la mesa. Ha estado ausente por menos de dos minutos y ya parece que la
extraña. ¿No es eso increíble?
Tori deja escapar un largo suspiro aliviado junto a mi oído.
—Gracias jodido Dios. —Entrelaza su brazo con el mío, y luego empieza a
caminar hacia uno de los trípodes—. Vamos a salir de aquí antes de que
empiece a arrugarme solo por mirar a todos estos viejos. Hay personas mayores
por todas partes y seriamente empieza a asustarme.
Tori y yo empacamos nuestro equipo más rápido de lo que jamás hemos
empacado en una boda antes. Para cuando llegamos a mi jeep, mi teléfono
celular ya marca las ocho y dos.
—Mierda, tengo que apresurarme. —Empujo mi llave en la ignición y salgo
apresuradamente del estacionamiento. Nos hallamos a unos diez minutos en
auto del centro de Chicago y todavía tengo que cambiarme a mi nuevo
equipo de entrenamiento.
Tori levanta la vista de escribir en su teléfono mientras impacientemente
toco el volante cuando el auto delante de nosotros se ralentiza.
—No golpees tus tetas. ¿Por qué la prisa?
Froto mi frente y me concentro fuertemente en el camino.
—Llego tarde a mi sesión de entrenamiento en el gimnasio. Es grosero
llegar tarde. No quiero dejar una mala impresión.
38

—Apuesto a que no, desvergonzada. —La escucho escribir rápidamente


en su teléfono a quien estoy segura que debe ser Brad—. Apuesto a que el Sr.
Página

Sexy está listo para trabajar contigo. Puede que necesite ir al gimnasio contigo
algún día para que pueda echar un vistazo a este pedazo fino de carne de
hombre.
Río de su elección de palabras.
—Estoy segura de que nos encontraremos con él en el edificio algún día y
podrás conocer esta carne de hombre. Él vive en el décimo piso —le
recuerdo—. No hay necesidad de torcerte el brazo para llevarte al gimnasio.
—Cierto —dice sin cuidado—. Quizá esté en el bar o algo así y nos
puedes presentar. Entonces puedo ver quién tiene a mi compañera de cuarto
toda emocionada y comiendo el bizcocho.
Me detengo un poco demasiado abruptamente en el semáforo, mi rostro
se vuelve rojo remolacha. No le he mencionado los acontecimientos de la
noche del lunes todavía así que realmente no tiene idea de cómo de excitada
y emocionada de verdad me tiene. No estoy muy segura de cómo explicar, así
que no lo haré. Aún no.
—Hablas mucho. ¿Lo sabes?
—Oh, te sientes avergonzada porque algún tipo finalmente tiene tus
partes de señora trabajando. No ha habido nadie en más de dos años.
Realmente necesitas salir más.
Aprieto mis dientes a su recordatorio.
—Ha sido por elección. No estoy buscando salir ahora. Cuando lo esté,
buscaré.

Me encuentro corriendo a la puerta del gimnasio tan pronto como salto


fuera de mi jeep. Tengo que sostenerme de plantar la cara cuando mis pies
golpean el asfalto. Eso es lo rápido que mis pies se arrastran ahora mismo.
Ya llevo treinta minutos de retraso y tenía tanta prisa que ni siquiera me
molesté en detenerme a enviarle un mensaje a Kyan. No tengo ni idea de si se
va a molestar y realmente no quiero que piense que me olvidé de nuestra
sesión.
Cuando miro a mi alrededor, el estacionamiento está vacío; todos a
excepción de una motocicleta que luce costosa estacionada cerca del
39

edificio. Eso me confunde, haciendo que mis pasos disminuyan.


Página

—¡Mierda! Por favor, que no esté cerrado.


Pongo mi mano en el mango y tiro, esperando que esté bloqueado, pero
se abre fácilmente, sorprendiéndome. Una oleada de esperanza corre a través
de mí al pensar que al menos tendré la oportunidad de explicar. Solo espero
que la moto fuera sea suya.
Entrando, miro a mí alrededor, pero no veo a nadie más en el gimnasio.
Una de las luces de la sala de bronceado se halla encendida como si alguien
hubiera salido recientemente, pero además de eso, son solo filas de equipo
vacío.
Una vez que me acerco a la parte de atrás, noto que la puerta de la
oficina de Kyan se encuentra abierta, así que troto un poco para llegar más
rápido, no queriendo que tenga que esperar más tiempo del que ya ha
esperado.
Asomo la cabeza dentro para ver a Kyan apoyado en su escritorio,
vestido con una camisa negra sin mangas y un par de pantalones grises. Parece
sudoroso y sin aliento, como si acabara de hacer su propio entrenamiento.
Levanta la mirada cuando me nota.
—Calla. —Sonríe.
—Hola. —Lo observo mientras se aleja de su escritorio y camina para
pararse frente a mí. No dice nada. Sus ojos solo comprueban mis pechos
mientras suben lentamente y caen—. ¿Por qué está vacío el gimnasio? ¿Estoy
demasiado tarde? Me demoré con una boda. Lo siento mucho.
Otra pequeña sonrisa aparece en su rostro mientras agarra la correa de
mi bolso y la desliza por mi hombro.
—Podemos dejar esto debajo de mi escritorio. —Lo coloca en su silla y lo
empuja hacia atrás debajo de su escritorio—. Y no es demasiado tarde. Nunca
llegas tarde, Calla. Tengo toda la noche. Estoy aquí para ti.
Colocando una mano en la parte baja de mi espalda, me guía fuera de
su oficina y hacia las cintas de correr.
»El gimnasio está vacío porque no muchos de los miembros entrenan
entre ocho y nueve. Es uno de los horarios más silenciosos que aún es lo
suficientemente temprano para que vengas. Parecías un poco nerviosa por
todo el mundo el sábado, así que quería estar seguro de que te sientes
cómoda. —Nos detenemos frente a una caminadora y me señala que suba en
ella—. Vamos a calentarte un poco.
—De acuerdo. —Presiona el botón de inicio y pone mi peso.
Sorprendentemente, solo se equivoca por dos kilos. Le doy una mirada de
40

conmoción ya que nunca me pesó el sábado—. ¿Cómo supiste? ¿Yo… fue una
suposición o robaste un vistazo de mi licencia esa noche en el bar?
Página
Me estudia mientras empiezo a caminar con una expresión confusa
pegada en mi rostro.
—Soy bastante bueno cuando se trata del cuerpo de una mujer. —Deja
salir la risa más sexy que alguna vez tuve la gracia de escuchar—. Mirando a tu
cuerpo, es bastante fácil de descifrar. Estuve cerca, ¿eh? —Alza una ceja,
esperando mi confirmación.
—Bueno sí. Bastante cerca. —Empiezo a moverme más rápido cuando
Kyan aumenta la velocidad—. Muy impresionante.
Sin otra palabra, Kyan sonríe y se apoya contra la caminadora justo al
lado de la que estoy, observándome intensamente y claramente disfrutando el
espectáculo.
Para cuando termina nuestra sesión, estoy locamente sudorosa y sin
aliento. Me mostró algunas de las diferentes máquinas y me hizo rotar entre ellas
y llevar un poco de peso a través de la habitación. Me quedo aquí un
momento con las manos en las caderas, observándome mientras él me mira.
—Estoy tan cansada —digo en voz baja—. Este es el entrenamiento más
intenso que he hecho.
—Todavía no hemos terminado.
Mis ojos se abren de par en par.
—¿Qué quieres decir con que no hemos terminado? Me has estado
ejercitando los últimos cuarenta minutos.
Se acerca detrás de mí y presiona su cuerpo contra el mío. Una
instantánea ráfaga de calor se extiende a través de mi cuerpo mientras roza su
labio inferior sobre mi oreja y gentilmente ríe.
—Todavía no he terminado de trabajar contigo. Hay mucho más que
quiero hacer.
Mi respiración se atasca. Observo sus ojos en los míos mientras gira
alrededor para ponerse de pie frente a mí. Sus ojos se demoran abajo en mi
pecho que sube y baja rápidamente, mientras me quedo de pie aquí
imaginando su boca y manos sobre mí.
Mojando sus labios, da un paso más cerca y se estira, enredando ambas
manos en la parte trasera de mi cabello mientras susurra—: ¿Solo sexo?
Mis ojos bajan a sus labios y me encuentro asintiendo.
—Solo sexo —susurro de vuelta.
Tan pronto como las palabras dejan mis labios, Kyan me recoge,
41

envuelve mis piernas alrededor de su cintura, y me besa tan duro que me saca
Página

el aire.
Sus manos se aprietan más en mi cabello y su respiración se atasca
cuando comienza a caminar conmigo en sus brazos.
Antes que lo sepa, estamos en la ducha. Ni siquiera me doy cuenta de
Kyan buscando encender el agua hasta que ambos estamos parados debajo
del agua mojándonos.
Salto un poco de sorpresa, pero fácilmente caigo de nuevo en besarlo
cuando tira de mi labio inferior con sus dientes.
—Mierda, tu boca sabe tan bien. —Inclinando mi cabeza hacia atrás,
gimo cuando sus labios corren por el frente de mi cuello mientras sus manos
aprietan mi trasero—. Necesito estar dentro de ti.
Poniéndome sobre mis pies, tira su camisa por encima de su cabeza antes
de rápidamente agarrar mi blusa y rasgarla. Me quedo de pie aquí jadeando y
empapándome, mientras observo el agua caer por su rostro y lentamente
gotear sobre sus deliciosos labios.
Los músculos en sus brazos se flexionan cuando me alcanza otra vez,
estrellándome contra la pared detrás de mí. Se mueve con tanta intensidad
que no sé qué hacer, así que solo me quedo de pie sobre piernas temblorosas,
esperando que me tome.
El sostén es lo siguiente en irse y no pierde nada de tiempo en dejarse
caer de rodillas en el agua y tirar de mis pantalones negros y bragas abajo de
un tirón.
Escucho un pequeño gruñido profundo en su pecho cuando levanta la
mirada hacia mí desde el suelo.
»Eres tan malditamente hermosa. —Separa mis piernas antes de agarrar
las mejillas de mi trasero y apartarlas, deslizando un dedo por la grieta de mi
culo—. Quiero estar seguro de probar hasta el último centímetro de este cuerpo
antes de que terminemos. Quiero complacerte en cada manera posible.
Corre su lengua hacia arriba por mi muslo, deteniéndose justo debajo de
mi coño. Golpeo mi cabeza contra la pared, sin querer que se detenga.
Necesito esto tanto ahora. Ha pasado tanto tiempo.
Dejo salir un gemido cuando su pulgar pasa sobre mi clítoris, causando
que todo mi cuerpo se sacuda bajo su toque.
»Me encanta ver que te retuerzas, Calla. Darte placer es todo lo quiero
hacer. Te voy a hacer cosas que nadie más ha hecho.
Alejándose, se dirige a la sección del cambiador de ducha y mete su
mano en una bolsa de lona negra, antes de sacar un condón. Mordiendo su
42

labio inferior, tira hacia abajo sus pantalones cortos, masturbándose con su
mano su gruesa erección, mientras se para allí ahora completamente desnudo.
Página
¡Santa mierda! Eso parece doler.
Comienzo a ponerme nerviosa cuando da un paso cerca, acariciándose
unas cuantas veces más antes de abrir el envoltorio con sus dientes y arrojarlo a
un lado.
»Date la vuelta —ordena. Sin vacilar me doy la vuelta—. Inclínate y pon
tus manos en el tapete.
Tragando, mira hacia el tapete antes de inclinarme hacia delante y
poner mis manos frente a mí. Sus manos agarran mis caderas y las levanta hasta
que se alinean con las suyas.
»Envuelve tus piernas alrededor de mi cintura.
Envuelvo mis piernas alrededor de su cintura, sosteniéndome al suelo con
las manos, y aprieto cuando siento su polla clavándose en mí. Nunca he tenido
a alguien que me pusiera en esta posición y tengo que admitir que me ha
excitado mucho. Tiene mis brazos temblando, pero estoy dispuesta a aguantar
tanto como pueda. Pasa sus manos por mi trasero en círculos antes de
golpearlo suavemente.
»Tan perfecto.
Manteniendo mi equilibrio, contengo la respiración y gimo cuando siento
la punta de su polla entrar en mí.
—Umm… —Me agarro a la alfombra y gimoteo entre dientes cuando se
empuja más profundo, ajustándome a su tamaño. Después de unos segundos
está todo el camino dentro, y tengo que admitir que duele más de lo nunca
antes lo ha hecho con alguien dentro de mí. Incluso si no se mueve aún, solo la
idea de tenerlo dentro me tiene comenzando a apretar.
—¿Estás bien? —pregunta—. Aguanta.
Asiento una vez.
»Mierda, te sientes tan bien.
Sale de mí, y rápidamente se clava de nuevo, casi provocando que
pierda el equilibrio, pero mantengo mis brazos firmes, sin querer que esto
termine demasiado rápido. Deseo esto. Lo deseo dentro de mí.
Sus dos manos se entierran más en mis caderas mientras continúa en un
ritmo constante, enterrándose hasta la empuñadura con cada empuje. Ambos
gemimos cuando va más rápido y más duro, golpeando el agua entre nuestros
cuerpos. Es fuerte y caliente; tan malditamente caliente.
Sus caderas se balancean y se muele dentro de mí tan bien que mis
43

piernas duelen por apretarlo tanto. Nunca he sentido tan intenso placer de un
hombre estando dentro de mí. Esto se siente tan bien que es casi insoportable.
Página

Quiero gritar, pero me detengo, temiendo que si alguien viene me escuche.


Golpea dentro de mí y se detiene.
»Aprieta mi polla con tu pequeño y apretado coño, Calla. —Sale y
empuja dentro de mi otra vez. Grito cuando mis brazos casi fallan—. Mierda,
tomas mi polla tan bien.
Levanta mis piernas un poco más alto y comienza a follarme tan rápido
que pierdo el aliento con cada vez que golpea en mí. Después de unos
segundos, siento mi orgasmo empezando a construirse y es tan sensible que casi
no puedo soportar la acumulación.
—Me estoy viniendo, Kyan… —Aprieto el tapete y grito mientras se estrella
dentro de mí una y otra vez, dándome el más intenso orgasmo que nunca he
tenido—. ¡Santa mierda! ¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios! —Me levanta durante medio
orgasmo para darle a mis brazos un descanso.
—Mierda sí. Exprime mi polla, nena. —Espera a que mi cuerpo deje de
apretar antes de que me vuelva a bajar y se deje caer de rodillas detrás de
mí—. ¿Estás bien?
Asiento mientras me da la vuelta así que estoy enfrentándolo.
—Sí —digo sin aliento—. Demasiado bien.
—Bien… porque no he terminado. —Me empuja a mis pies y se coloca
directamente sobre el tapete—. Necesito correrme ya. —Recogiéndome,
envuelve mis piernas alrededor de su cintura y agarra mi culo con ambas
manos.
Arrojo mi cabeza hacia atrás y gimo cuando me eleva y me baja sobre su
polla. Aferrándome a él con todas mis fuerzas, entierro mi cabeza en su cuello y
lo muerdo mientras golpea dentro de mí una y otra vez.
Gime y agarra mi cintura más duro mientras se acerca a alcanzar su
orgasmo. Estoy sorprendida que solo por saber que está cerca de llegar me
tiene apretándolo una vez más.
»¡Oh, mierda! —Siento su polla latir en mi interior mientras mi orgasmo me
recorre por segunda vez. Uno de sus brazos se envuelve alrededor de mi cuello
mientras ambos respiramos pesadamente, nuestros cuerpos cansados. Su
aliento cubre mis labios y lo siento sonreír contra mí—. Este es el mejor
entrenamiento que he tenido, y definitivamente estaré esperando más sesiones
como esta.
Sonrió antes de chupar su labio inferior en mi boca y morderlo. Esto
provoca que sus ojos se enganchen en los míos, antes que aparte la mirada y
me baje con cuidado.
44

Estamos ambos de pie aquí bajo el agua por un segundo antes de que
Kyan hable, rompiendo el silencio.
Página
»¿Por qué no te vistes mientras limpio y luego te sigo a casa? Trajiste un
cambio de ropa, ¿cierto?
—Sí —digo suavemente—. Suena bien.
Kyan aparece de la ducha quince minutos más tarde, vestido en un par
de vaqueros y una camiseta gris.
Sonríe hacia mí y agarra mí mano.
—Vamos.

Casi me desmayo y fallo cuando observo a Kyan montar su motocicleta


cuando dejamos el gimnasio. Su nivel de sensualidad está fuera de gráfica y no
estoy segura de cuánto más puedo soportar. Quiero decir, una mujer solamente
puede manejar un tanto, ¿no?
Siento su mano descansar en la parte inferior de mi espalda mientras
entramos al edificio de departamentos y caminamos hacia la recepción.
La chica rubia en el escritorio sonríe hacia mí y luego mira a Kyan.
—Hola, Sr. Wilder. Tiene algunos mensajes y un recordatorio de su
hermano de que regresará mañana en la mañana.
Kyan alcanza las tarjetas que la chica le extiende.
—Gracias, Ashley. —Su mano baja lentamente, deteniéndose sobre mi
trasero y tengo que luchar contra el gemido que casi escapa de mis labios—.
¿Algo más que debería saber?
Ashley asiente hacia mí.
—¿Le gustaría que le dijera en otro…
—Está bien —dice él, interrumpiéndola—. Dime ahora.
Aclara su garganta y me da una sonrisa forzada.
—Parece que Ryder Owens se encuentra retrasado de nuevo este mes y
la Sra. Moore va a pagar mañana cuando se registre.
Rechina su mandíbula.
45

—Dile a la Sra. Moore que no se preocupe. Puede pagar cuando pueda,


y me encargaré de Ryder yo mismo.
Página
Kyan regresa su mano a la parte baja de mi espalda y me presiona un
poco para dejarme saber que está listo para caminar.
Espero hasta que entramos al elevador para hacerle una muy obvia
pregunta después de la conversación de la que justo fui testigo hace unos
minutos.
—¿Eres dueño de este lugar también?
—Sí —dice, todavía parece un poco alterado por este tipo Ryder—. Lo
compré a mi padre hace unos años y luego abrí el gimnasio con mi hermano.
—¡Vaya! —Sonrío mientras el elevador suena—. Alguien es un hombre
bastante ocupado.
Camina dentro del piso seis y me atrae a su lado.
—Soy un hombre muy ocupado. Demasiado ocupado a veces.
Una vez que llegamos a mi puerta, presiona mi espalda contra ella y frota
su pulgar sobre mi garganta. Sus ojos se encuentran con los míos.
»Necesito que me prometas que usarás protección con otro. Cada. Vez.
—Siempre he usado protección. Me protejo cuando se trata de sexo.
Me da un asentimiento de satisfacción.
—Yo también. Siempre. —Su mano se envuelve en la parte trasera de mi
cabello y sus ojos bajan a mis labios—. Buenas noches, Calla. —Se inclina y me
besa en la esquina de mi boca—. Te enviaré un mensaje sobre nuestra siguiente
sesión.
Trago y asiento.
—Buenas noches, Sr. Wilder.
Me dispara una sexy sonrisa antes de subir al elevador. Inmediatamente
desbloqueo la puerta y la empujo, desapareciendo dentro.
»¡Auch! ¡Auch! ¡Auch!
He estado manteniendo eso por un tiempo. Estoy adolorida; tan
adolorida. De todo. Especialmente entre mis piernas, pero no quería que él
supiera que me dolía, porque no quería que lo tomara despacio conmigo la
próxima vez. Quiero esto tanto como él.
Incluso aún más…
46
Página
7
Traducido por Cjuli2516zc
Corregido por Taywong

Kyan
E
ntro en el elevador con el sabor de Calla todavía hormigueando en
mis labios desde el gimnasio. Me sentí tan cerca de besarla en la
boca cuando dije “buenas noches” en su puerta que tuve que
detenerme antes de llevarlo a cabo.
Besar no es algo que me tome a la ligera. Por lo general mantengo el
beso en el dormitorio para mantener esa línea segura entre la cita y solo tener
sexo sin compromiso, pero sus labios se sienten y saben tan malditamente bien
que estoy tan cerca de decir a la mierda y borrar esas líneas.
—¡Mierda! —Salgo del elevador y hacia el décimo piso. Mis ojos vagan
por el pasillo a la puerta de Hunter antes de meter mi llave en la cerradura y
dejarme entrar.
Hunter regresa mañana y finalmente tendré un poco de ayuda aquí.
Estoy tan agotado cuando llego a casa cada noche que el pensamiento es
físicamente doloroso, y sé que es un hecho ahora que desde que he tenido
sexo con Calla voy a estar haciendo un infierno de mucho más pensamiento.
Estar dentro de ella se sintió mucho mejor de lo que esperaba. Tuve que
hacer mi mejor esfuerzo para no correrme antes de que se corriera primero.
Siempre hago correrse a la mujer primero, pero con ella era casi egoísta.
Recojo mi teléfono y pienso en enviarle un mensaje, pero luego lo echo a
un lado, decidiéndome en contra de ello.
En cambio, bajo mis bóxers y voy a la cama, pensando en cómo y
cuándo voy a follar a Calla otra vez.
Definitivamente tiene que ser pronto...
47
Página
Calla
En lugar de ir a la cama me encuentro detrás de la computadora,
subiendo fotos de Kyan de la sesión del lunes. He estado tan ocupada editando
otras fotos que no he tenido mucho tiempo para pasar por la foto de la
portada y necesito hacer enviar las imágenes editadas a Olivia en dos días.
Con cada foto en la que hago clic, me encuentro sonriendo a lo bien
que trabajamos como un equipo ese día, y supongo que tal vez solo un poco
por la forma en que me hizo montar su rostro. Está bien, mucho, muchísimo.
Fotografiar bodas es agradable, es a lo qué estoy acostumbrada, pero
esto... esto es un nuevo nivel entero de diversión. Definitivamente puedo verme
haciendo más sesiones personales, sobre todo si es con Kyan.
Giro mi cabeza hacia un lado cuando escucho que Tori sale de su cuarto.
Asiente a la computadora y camina a la cocina.
—¿Qué miras?
Espero hasta que haya terminado de verter un vaso de jugo antes de
contestarle.
—Mi sesión de fotos con Kyan.
Las zapatillas de Tori rozan contra el piso de madera, trayendo la atención
mientras se apresura a mi camino.
—Sí, por favor. Necesito ver esto.
Subo mis manos para cubrir sus ojos mientras se inclina para echar un
vistazo.
—¿“Sí, por favor”? Nunca te pedí que vinieras a ver. —Río mientras golpea
mis manos y baja la mirada a la pantalla.
—Oh, ¡maldita sea! —Mira más de cerca la foto de Kyan debajo de sus
sábanas, mirándome, a la cámara.
—¿Editaste las fotos a este delicioso hombre o simplemente fue
bendecido con todos los buenos genes que Dios hizo?
Sacudiendo mi cabeza, río y hago clic a través de unas fotos más,
dándole una probada de lo que he estado probando... literalmente.
—No realmente. Esta es la primera vez que incluso las miro. Esto es todo él.
Carne de hombre todo en su maravilla sensual.
48

Se apoya contra el escritorio de la computadora y sorbe su jugo,


manteniendo sus ojos pegados a la pantalla.
Página
—Maldita sea... este hombre podría hacer cualquier cosa que quisiera
con mi cuerpo. Le pagaría solo para lamer mi dedo gordo del pie. No es
mentira.
Sin pensarlo, digo mis pensamientos en voz alta.
—Bueno, es definitivamente bueno con su lengua; tan bueno.
Soy empujada en el escritorio mientras salta a sus pies.
—¡Oh, mi Dios! ¿Qué acabas de decir?
—Nada —miento—. Solo pensaba en voz alta. —No puedo esconder la
sonrisa satisfecha que se apodera de mis labios. ¿Quién podría hacerlo?
—Chica. Si estuviera haciendo algo con un hombre tan sexy, negarlo sería
lo último que haría. —Despacio comienza a caminar hacia su habitación—.
Piensa en eso y luego cuéntame todos los detalles por la mañana. Todos los
detalles. Cada uno. Me voy a dormir. Brad me desgastó y no de un buen modo.
Apago mí computadora y pienso en lo que acaba de decir. Una enorme
sonrisa se apodera de mi rostro y me siento como un niño embelesado. Tiene
razón. Debería estar gritando a los cuatros vientos ahora mismo. Este es el mejor
trato que me han dado en la vida.
Acabo de tener sexo con el tipo más caliente de este planeta, me dio no
uno, sino dos orgasmos esta noche, y no planeo renunciar a él en cualquier
momento pronto.
Mi panecillo nunca ha sido tan feliz...

49
Página
8
Traducido por Black Rose
Corregido por Taywong

Calla
P
asé todo el día editando fotos de bodas con Tori mientras ella
seguía volviéndome loca y cuestionando mi cordura. Admito que el
día pasó sorprendentemente rápido, pero tan pronto como se fue
con Brad por la noche supe que necesitaba bajar por una copa o dos.
Cualquier persona lo necesitaría después de pasar un día entero con ella.
He estado sentada aquí en el bar, hablando con Dane durante la última
hora. El chico trabaja prácticamente cada noche y al parecer es por elección.
Solo toma una noche de descanso por semana con su familia. Tiene una
prometida llamada Kylie y una hija de tres años llamada Melissa.
Kyan le prometió la primera elección del horario y horas cada semana
antes que a los otros cuatro camareros, y aunque Kyan le ha ofrecido un
aumento para que pueda trabajar menos horas, Dane dijo que quería estar
seguro de que se ganó ese aumento primero. Kyan es bueno con él y puedo
ver, solo hablando con Dane, lo mucho que realmente significa para él.
Muestra cuan preocupado es realmente Kyan.
Dane es alejado de nuestra charla una vez que el bar comienza a
llenarse, así que me encuentro sentada sola, girando mi teléfono en mi mano.
Con solo un clic de un dedo y un corto paseo en elevador, podría estar arriba
en el apartamento de Kyan, sostenida contra una de sus paredes. Tengo que
admitir que la idea ha cruzado mi mente muchas veces hoy.
Mi mente me tienta. Es muy tentador, pero cuanto más lo pienso, más
empiezo a decirme que esto no es una relación. No puedo empezar a llamar y
enviar mensajes en cualquier momento que quiera. Eso asusta a los chicos. Lo
he aprendido y no quiero hacer eso con él. Lo que pasó en el gimnasio anoche
fue el mejor sexo de mi vida, y no hay forma de que lo estropee por tener
50

sentimientos involucrados. Cuanto más llamas a alguien, ves a alguien, follas a


alguien… más lo deseas y las líneas se tornan borrosas. No estoy lista para eso.
Página
Me pongo rígida, con mi pajilla entre mis labios, cuando siento una
respiración suave cerca de mi oído. Mis ojos se cierran por instinto, esperando
una voz, y esperando que sea Kyan, pero no lo es.
—Alguien la jodió al no llamarte. —La voz es profunda, no tan profunda
como la de Kyan, pero suena vagamente familiar.
Dejo escapar una risa nerviosa y me detengo de girar mi teléfono.
—El tipo de relación que tenemos no requiere llamar —admito.
Bajando mi teléfono, me doy la vuelta en mi taburete y levanto los ojos
para ver a un hombre muy atractivo. Mirando más de cerca, me doy cuenta de
que también me resulta familiar.
Mi corazón hace este pequeño giro loco y un pequeño baile cuando me
doy cuenta de que es Hunter. Han pasado más de cinco años desde que lo he
visto y se ve aún mejor que en la secundaria. Tenía un enorme, y me refiero a
enorme, enamoramiento por él en mi último año. Nunca tuve las agallas para
acercarme a él.
»¿Hunter? —pregunto con una sonrisa.
Inclina la cabeza y me da una mirada más atenta.
—Maldita sea... Calla. —Sonriendo, toma mi mano y me levanta hasta
ponerme de pie. Sorprendiéndome, me envuelve en un abrazo antes de
alejarse y mirarme—. Te ves muy bien. Ha pasado un largo tiempo.
Dejo que mis ojos se queden sobre él, revisando su cuerpo largo y
delgado vestido con un par de viejos vaqueros descoloridos y una camisa
negra con botones, con las mangas enrolladas hasta los codos. Él no es
musculoso en una manera enorme, pero más de una manera entonada. Es muy
sexy, y tengo que admitir que no me importaría ver ese cuerpo sin ropa. Lo he
imaginado muchas veces en el pasado. Al levantar los ojos, me detengo en sus
ojos azules y sonrío mientras él levanta una mano, pasándola por su cabello liso
y castaño.
—Te ves realmente... caliente. —Sacudo la cabeza y río de mi admisión—.
Lo siento. —Sostengo mi bebida—. He estado deseando decir eso por mucho
tiempo, y supongo que esta bonita bebida púrpura ayudó con eso.
Deja escapar una pequeña risita antes de sacar el taburete a mi lado y
tomar asiento. Sus labios se alzan en una sonrisa arrogante mientras saluda a
Dane, mientras me observa.
—Oye, Dane. Tomaré uno de lo que ella está tomando. Podrías seguir
adelante y hacer tres ahora y ahorrarte tiempo.
51

Dane se inclina sobre la barra, dándonos una mirada extraña.


Página

—Claro, Hunter.
—Así que... —Se inclina y toma un sorbo de mi bebida, sonriendo cuando
ha terminado—. En realidad, no está tan mal. Un poco afrutado, pero ya
sabes... funciona.
—Sí —digo—. Solo un poco, pero frutal es lo que pedí, así que Dane hace
un trabajo increíble. Además, es algo embarazoso estar sentada en el bar,
emborrachándose sola. No estoy preparada para estar en el lado receptor de
las risas esta noche.
Dane coloca rápidamente nuestras bebidas delante de nosotros, nos
dice que disfrutemos, y corre para ayudar a unas cuantas chicas llamándolo.
—Estoy de acuerdo —dice con una risa.
Quise hablar tanto con Hunter en la secundaria, pero al tenerlo aquí
frente a mí ahora, no estoy segura de qué decir. He soñado seriamente con
momentos como este con él, así que ahora no es el momento de sonar como
una gran perdedora.
—Entonces... ¿vives aquí? —pregunto.
Por favor di que sí. Por favor di que sí.
Él toma un trago de su bebida mientras asiente.
—En el décimo piso.
Mi corazón se detiene ante la mención del décimo piso. De inmediato
trae mis pensamientos a Kyan. Una pequeña parte de mí se siente culpable de
que esté sentada aquí toda nerviosa, hablando con Hunter, pero la otra parte
rápidamente me recuerda que Kyan no quiere apegos. Lo ha dejado claro más
de una vez. Hablar con Hunter es probablemente bueno para los dos.
—¿Tú? —pregunta, sacándome de mis pensamientos.
Separo mis labios de mi pajilla mientras señalo.
—En el sexto piso. —Sonrío—. Acabo de mudarme la semana pasada y
me encanta. Es bonito.
Sus ojos se abren de par en par mientras me mira de arriba abajo,
haciendo que mis mejillas se vuelvan rojas.
—Me alegra escuchar eso. Eso significa que definitivamente nos
encontraremos de nuevo. Definitivamente no me molesta eso.
—Esto es raro —admito.
—¿Por qué? —Se inclina cerca y levanta mi barbilla para mirarlo. Mis ojos
se fijan en sus labios llenos mientras habla de nuevo—. ¿Porque vivimos en el
52

mismo edificio?
Suelto una pequeña carcajada, sin siquiera creer lo que finalmente estoy
Página

a punto de admitir. He guardado esto de él durante seis años.


—Yo tenía ese pequeño enamoramiento por ti en la secundaria. Bueno,
tal vez era un enorme enamoramiento, pero siempre fui demasiado gallina para
acercarme.
Sonríe, haciendo que mi corazón se acelere.
—No tenía idea. —Suelta mi barbilla y toma otro trago, observándome
por el borde—. Yo también tuve algo por ti.
Levanto la mirada hacia él, cejas fruncidas en incredulidad. Ahora está
jugando conmigo. O eso o he tenido demasiadas bebidas púrpuras.
—No tienes que decir eso para que me sienta mejor, ¿sabes?
Sacude su cabeza y ríe como si se sorprendiera de que crea que
bromeaba.
—No lo hago. En serio pensaba que eras increíblemente caliente. Casi te
pido que bailes conmigo en una fiesta una vez, pero te vi con un chico así que
no me molesté.
Siento que mi corazón se rompe ante la mención de Jordan. Eso es algo
en lo que no quiero pensar. Han pasado más de dos años desde que dejé que
su nombre cruzara mis pensamientos. Necesito dirigir esto en una dirección
diferente y rápido, antes de que pierda mi mierda.
—Sí... bueno, de todos modos, debiste haber preguntado.
Me observa de cerca mientras que sin saberlo comienzo a beber mi
bebida más rápido.
—Tal vez debería haberlo hecho —dice—. ¿Alguien parece un poco
sedienta esta noche?
Bajo la mirada a mi bebida, con mi pajilla colgando entre mis labios. Ya
iba a medio camino y acababa de ordenarla justo antes de que Hunter
apareciera. Libero mi pajlla y me siento recta.
—Solo un poco. Ha sido un día largo. —Sonrío y muerdo mi labio inferior
mientras me observa—. ¿Qué?
Se inclina más cerca y cepilla mi cabello detrás de mí oreja, antes de
inclinarse y susurrar—: Pensaba en que tal vez debería bailar contigo ahora
para compensarlo.
Siento su pulgar rozar debajo de mi oído, y sin pensarlo, inclino mi cabeza
hacia atrás y cierro mis ojos, apoyándome en su toque.
—Ah, sí —digo suavemente.
53

Siento el leve rozar de sus labios debajo de mi oído antes de que vuelva a
hablar.
Página
—Sí. Te ves tan sexy en este momento, y ya que nadie se supone que te
llame... —Agarra mi mano y me pone de pie—. Entonces creo que depende de
mí mostrarte un buen momento.
Liberando mi bebida, lo dejo llevarme a la pista de baile donde hay un
pequeño grupo de gente bailando. Unos cuantos ojos caen sobre nosotros,
pero nadie dice una palabra cuando encontramos un área espaciosa.
Sin vacilar, cierra un brazo alrededor de mi cintura y me tira contra él. Su
cuerpo se restriega contra el mío de una manera que envía un escalofrío a
través de mi cuerpo. Él definitivamente sabe cómo trabajar sus caderas, y
tengo que admitir que me excita.
Siento un pequeño aliento escaparse de mí en la realización de que
habría muerto por estar tan cerca de él en la secundaria y ahora aquí estoy,
cerca y muy personal.
Estar en sus brazos en este momento me da una pequeña prisa, y tengo
que admitir que me gusta que no parece tímido conmigo. Mueve mi cuerpo en
la forma en que quiere sin vacilación, sin preocuparse si cruza una línea o no. Es
intóxicante.
—¿Es esto extraño? —susurra junto a mi oído—. La forma en que muevo tu
cuerpo con el mío... porque honestamente he querido hacer esto durante años.
Abriendo mis piernas con su rodilla, coloca su pierna entre la mía y aprieta
la parte posterior de mi cuello, ligeramente inclinándome hacia atrás. Muele las
caderas unas cuantas veces, haciendo que mi corazón se salte un latido por
nuestra cercanía.
Me agarro a la parte delantera de su camisa y muevo mis caderas con
las suya cuando siento una de sus manos apretar el fondo de mi nalga
izquierda. Nuestros cuerpos están lo más cerca posible y puedo sentir el grosor
de su erección empujándome, conduciéndome increíblemente loca.
Todo lo que puedo seguir pensando es Hunter James. Este es el Hunter de
la secundaria. Sentir su dureza contra mí es algo que nunca pensé que iba a
pasar. Ahora me siento como una colegiala ruborizada.
Su mano aprieta mi culo más fuerte, haciéndome soltar un pequeño
gemido mientras sus labios acarician lentamente mi cuello.
»Quiero saborear tus labios, Calla. —Sin vergüenza restriega sus caderas
contra mí, haciendo su erección muy clara—. ¿Ves lo que me hace estar cerca
de ti?
Dejo escapar un suspiro nervioso cuando agarra la parte de atrás de mi
54

cabeza y sin dudarlo, presiona sus labios en los míos, saboreándome como si
hubiera estado esperando para siempre por este momento.
Página
Cuando su lengua se desliza en mi boca para girarla alrededor de la mía,
me quejo en su boca y agarro su camisa por apoyo. Su súbito beso me roba el
aliento. No es broma. En realidad, no podía respirar por un segundo cuando
sentí el rozar de su lengua en mi labio inferior. Mi corazón late locamente rápido
y mis pensamientos se vuelven locos mientras estoy aquí besándolo de regreso.
Se siente tan malditamente bien por fin estar besando a Hunter, pero al
mismo tiempo me hace pensar en cómo besaba a Kyan ayer, y sin mencionar,
teniendo el mejor sexo de mi vida. Ambos nos alejamos del beso, respirando
pesadamente, y una sonrisa satisfecha se forma en los labios de Hunter mientras
observa mi expresión.
»Mierda... Eso se sintió bien; mejor de lo que imaginé.
—Sí —admito, antes de lamer mis labios—. Muy... muy bien.
Estamos aquí por un momento antes de que Hunter saque su teléfono de
su bolsillo.
—Mierda. Mi hermano me ha estado enviando mensajes. —Presiona sus
labios contra los míos una vez más antes de llegar a mi bolsillo y sacar mi
teléfono. Golpea su número y me lo devuelve—. Se suponía que debía estar en
casa de mi hermano hace más de una hora y definitivamente no se siente
contento con mi culo ahora mismo. El maldito está explotando mi teléfono. —
Señala hacia abajo a mi celular—. Guarda mi número. Quiero pasar el rato
pronto.
Tragando, miro hacia mi teléfono antes de sonreírle.
—Creo que podemos lograrlo.
Sonríe y empieza a retroceder hacia el bar.
—Eso espero, teniendo en cuenta que solo vivimos a cuatro pisos de
distancia. Envíame un mensaje para que tenga tu número. —Se da la vuelta y
silba para llamar la atención de Dane antes de echar algo de dinero a la barra
y salir corriendo del bar.
Dane sostiene el dinero y me sonríe, dejándome saber que una vez más
mis bebidas son gratis.
Hunter James. El Hunter James. Esto es loco... Oh, guau.
55
Página
9
Traducido por Kariza
Corregido por Dre

Kyan
H
unter embistió a través de mi puerta con la más enorme sonrisa
come mierda que jamás vi en él. Aparentemente su trasero estaba
con una chica, por supuesto, así que decidió que ponerse al día en
el trabajo no era importante. Siempre es lo mismo con él.
Automáticamente va a mi refrigerador y saca una cerveza. —Maldición.
Realmente necesito cambiar mi número. —Tira la tapa en la basura y se dirige a
la isla en la cocina—. Podría haber conseguido mi polla succionada y tú
realmente me arruinaste el humor con tus mensajes.
Saco un taburete y me estiro. —Y yo podría haber estado dándole tu
trabajo a alguien más responsable que tu culo. —Levanto una ceja mientras se
encoge de hombros—. Tu polla puede jodidamente esperar hasta después del
negocio.
Hunter rueda los ojos mientras toma un trago de cerveza. —Realmente
necesitas relajarte un poco y dejar de trabajar tan malditamente duro. Desde
que esta perra te jodió con Bryant, has dedicado todo tu tiempo a este jodido
lugar y al gimnasio. Ni siquiera tienes treinta aún y no haces más que trabajar.
Ambos lugares están bien dirigidos, pero tú siempre quieres más. Es como si
estuvieras buscando maneras de enterrarte a ti mismo en trabajo y olvidar todo
lo que te rodea.
Aprieto mi mandíbula con sus palabras y llego al refrigerador por mi
propia cerveza ahora. No llamé su trasero a mi apartamento para discutir esta
mierda. —Dirigir esos dos lugares se halla en la cima de mi lista de prioridades.
¿Qué jodida mierda esperas de mí? —Le lanzo la tapa mientras abre la boca
para hablar—. Ni siquiera jodidamente respondas eso, hermano.
Ambos nos sentamos aquí en silencio, tomando nuestras cervezas
56

mientras dejo que sus palabras se repitan en mi cabeza. Han sido tres años, y
cada día se sigue sintiendo como si lo rasgaran de mi pecho repetidamente.
Página
Enterrándome a mí mismo en trabajo y no dejar que los apegos formen parte
de mi vida, es como ha sido desde entonces.
Eso es exactamente por qué hago todo lo que puedo para evadir caer
por Calla. Es la más hermosa mujer en la que haya puesto mis ojos, y no puedo
manejar estar en la misma habitación con ella sin querer mis manos sobre ella y
complacerla en cada manera que su cuerpo se merece.
Hunter sonríe a mi lado mientras saca su teléfono de su bolsillo y escribe
un texto rápido.
Asiento hacia el teléfono en su mano. —¿Tu nueva chica para la
semana?
Deja salir un pequeño gemido y se ajusta la polla en sus pantalones. —La
chica es preciosa. Debe ser la chica más sexy en la que he puesto los ojos. —Se
para y agarra otras dos cervezas fuera del refrigerador—. Bajé por las escaleras
por algunas bebidas y la vi sentada sola en el bar. Cuando me aproximé, me di
cuenta de que era la chica con la que desesperadamente quería dormir en la
secundaria. Se veía demasiado buena para mí, además, tenía novio en ese
entonces.
Dejo salir una pequeña risa mientras termino mi cerveza. —¿Muy buena
para ti? Nah. Dudo eso playboy.
Sostiene su teléfono que está vibrando. —Si. Tienes razón. —Sonríe—.
Ahora está soltera y aparentemente es abierta al sexo sin ataduras. Es una
buena oportunidad para mí para finalmente conseguir mostrarle un buen
tiempo y no tener que preocuparme por herirla o terminar enganchado. Su
cuerpo grita sexo, hermano. Necesito tenerla al menos una vez, o varias
veces… tú sabes.
Continúo bebiendo mi cerveza mientras la boca de mi pequeño
hermano sigue trabajando como si me interesara saber de sus festivales de sexo
sin fin.
»Y para hacer las cosas mejores… ella vive aquí. —Salta sobre sus pies y
corre una mano a través de su cabello—. Se mudó al sexto piso. Calla Reynolds.
Joder, es tan hermosa.
¿Qué mierda acaba de decir?
Mi corazón salta y escupo el trago de cerveza que tomé. Buena mierda.
Hunter me observa cuidadosamente mientras dejo mi cerveza en el
mármol negro. »Santa mierda. Tú eres al que no se supone que debe llamar,
¿verdad?
57

Comienza a pasear enfrente de mí con una enorme sonrisa en su cara.


Ha sido un largo tiempo desde que mostré cualquier tipo de interés en una
Página
mujer y se está tomando el tiempo para disfrutar el hecho de que necesito follar
justo como cualquier otro hombre.
»¿Está mi hermano mayor tratando de tener sexo sin ataduras por una
vez, en vez de conocer a la chica, follar a la chica y nunca verla de nuevo?
¿Has estado con ella sexualmente más de una vez, no es cierto?
Dejo escapar un suspiro frustrado y aprieto mi mandíbula. —No hay
ataduras. Ambos somos libres de follar con quien queramos, y no habrá nada
más que yo follándola hasta los sesos y complaciéndola. Lo dejé muy claro.
—¿Así que no te importa si duermo con ella entonces? Nos besamos en
las escaleras, pero no la follaré si tienes sentimientos por ella. —Sostiene su
cabeza, esperando por mi respuesta—. Supongo que nuestros gustos no son tan
diferentes después de todo.
Una parte de mi quiere decirle que retroceda y la deje sola. Eso es
exactamente lo que tengo que decir en vez de esto en su lugar. —Nop. Puedes
hacer con ella lo que quieras, solo no la arruines y la hagas sentirse utilizada.
Sabes cómo me siento sobre esa mierda, y si vas a dormir con ella… —Tomo un
trago de mi cerveza y fuerzo a salir la última parte—. Usa un maldito condón.
—¿Estás seguro, hermano? —Se para como si estuviera a punto de irse—.
Porque hice planes con ella mañana en la noche. Ahora que la he visto de
nuevo, será difícil dejar ir la oportunidad, así que habla ahora o calla para
siempre.
Trago duro mientras me recuerdo a mí mismo que ella no es mía para
proteger y esto solo es sexo casual. —Absolutamente. —Camino a mi puerta y la
sostengo abierta—. Ahora ve a casa y ponte al día con algo de trabajo antes
de que patee tu trasero.
Levantando una ceja, me sonríe y camina fuera con un brazo lleno de mis
cervezas.
Jodido imbécil.
Me tiro en mi sofá y miro al techo. Tengo la urgencia en mi pecho de
enviar un mensaje a Calla, pero arrojo mi teléfono en su lugar. Autocontrol lo es
todo.
Sin ataduras…
58
Página
10
Traducido por Sam89, Taywong & Esther Maslow
Corregido por Dre

Calla
H
aciendo malabarismos con un par de bolsas de papel en mis
brazos, impacientemente espero a que el elevador llegue. Tori y yo
ya hemos subido una carga y estando inquieta, me ofrecí a volver
abajo por la última carga. Por supuesto, Tori rápidamente aceptó mientras caía
en frente de la televisión con una amada bolsa de sus Funyuns, así que mientras
se encuentra arriba atiborrándose, estoy aquí fría y húmeda por la lluvia que
decidió sorprenderme en mi camino de vuelta al edificio.
—Al fin —digo en celebración mientras el elevador se abre, permitiendo a
un par de personas bajar. La última persona, un chico joven con cabello rubio,
hace una pausa para mirarme con una sonrisa antes de irse corriendo.
»De acuerdo entonces. —Entro en el elevador y justo entonces, mis ojos se
alzan para ver a Kyan caminando hacia el elevador. Anda vestido con un traje
hecho a medida, viéndose tan malditamente perfecto que causa que mi
pecho duela mientras lucho por aire. Estoy tan sorprendida que no puedo
funcionar lo suficiente para sostener la puerta cuando empieza a cerrarse.
Justo cuando está a punto de cerrarse, Kyan mete su brazo en el
ascensor, deteniéndolo. Nuestros ojos se encuentran y sonríe mientras se une a
mí en el interior.
—Déjame ayudarte con esas.
Kyan rápidamente vacía mis brazos de los comestibles y me mira mientras
la puerta se cierra, dejándonos a solas en este muy pequeño espacio. Al
menos, ahora mismo se siente diminuto; tan malditamente diminuto.
Sonrío de vuelta cuando me dispara una sonrisa con hoyuelos. —Gracias.
Me sentía seriamente tentada de dejarlas fuera para los sin hogar, pero luego
59

me asusté de que mi compañera de piso me atacara si volvía con las manos


Página

vacías. Está un poco obsesionada con la comida. —Me apoyo contra la pared
mientras el elevador empieza a moverse—. Este es mi segundo viaje al primer
piso y no esperaba que empezara a diluviar.
Kyan da un paso más cerca mientras empiezo a temblar ligeramente por
estar fría y húmeda. Me mira a través de sus espesas y mojadas pestañas. —
Tienes mi número, Calla. La próxima vez, dime y me ocuparé.
Sacudo el agua de mi cara y sonrío ante su generosidad. —Gracias. No
voy a mentir. Sería agradable estar seca ahora mismo.
Sus ojos se bloquean con los míos y lo veo morderse el labio inferior
ligeramente. Entonces, antes de que lo sepa, su brazo se extiende y detiene el
elevador.
Sus ojos se detienen en los míos y bajan a mis labios antes de que deje
caer las bolsas de comestibles y me sujete contra la pared. Su aliento es dulce
mientras roza contra mis labios, haciendo que quiera sacar mi lengua y lamer la
línea de sus labios. —Eres tan jodidamente hermosa cuando estás húmeda.
Creo que preferiría que nunca estuvieras seca.
Su brazo alcanza alrededor para agarrar la parte de atrás de mi muslo
derecho y lo levanta hacia su cadera, dando un paso entre mis piernas. Se
presiona en mí y al instante siento un apretón entre mis piernas cuando su grosor
se me clava a través del fino material de mis bragas. Empezando desde la
parte superior de mi pecho, roza sus labios por mi cuello, deteniéndose justo
debajo de mis labios. Una mano sube por mi vestido y siento su dedo deslizarse
entre mis pliegues.
—Kyan —susurro, mi cuerpo temblando por su cercanía—. ¿En el
elevador? ¿No hay cámaras? No quiero que nadie te dé un momento difícil si
ven el metraje de seguridad.
Se aleja por un segundo como si pensara en ello. Su dedo empuja dentro
de mí y su agarre en mi muslo se aprieta antes de que se retire y envuelva
ambas manos en la parte de atrás de mi cabello.
Inclinándose, susurra—: Lo siento, es difícil para mí mantener mis manos
fuera de ti, especialmente cuando te encuentras aquí de pie húmeda con ese
vestido pegándose a tu cuerpo. —Pasa su mano por el frente de mi cuello antes
de alejarse de mí y arreglar su traje, regresando de vuelta a su profesionalismo.
Me apoyo contra la pared, intentando recuperar mi respiración mientras
me quedo aquí mirándolo respirar pesadamente, como si no quisiera nada más
que desgarrar mi ropa y follarme duro. Ese traje no hace nada más que hacerlo
verse peligrosamente guapo e irresistible. Una parte de mí desea haber
mantenido mi maldita boca cerrada y dejarle tomarme de nuevo.
60

—Está bien —digo en voz baja.


Página
Él alcanza las bolsas de comestibles con una mano y rápidamente las
pone en el recodo de un brazo antes de iniciar el ascensor de nuevo.
Me quedo aquí, mirando su perfil mientras mira hacia delante a la puerta,
como si estuviera a punto de perder una batalla con su autocontrol.
El elevador suena y rápidamente salgo de mis pensamientos mientras
Kyan pone su mano en la parte de abajo de mi espalda y me guía fuera del
elevador y hacia mi puerta.
—Olivia me envió un correo electrónico esta mañana diciéndome cuánto
le encantó la sesión. Hiciste un gran trabajo —dice cuando alcanzo el pomo de
la puerta.
Le sonrío, sintiéndome realmente bien sobre eso. —Eso es increíble. Estoy
realmente feliz de que me dieras la oportunidad de fotografiar la portada para
ella. No puedo esperar a verla.
Abre lo puerta y doy un paso lejos para darle espacio para entrar.
Oigo a Tori empezar a preguntar quién es hasta que me ve detrás de él.
—Santa mierda. —Pone su mano sobre su corazón mientras Kyan camina
hacia la cocina y deja las bolsas sobre la encimera—. Pensé que estábamos
siendo robadas por un loco y sexy chico. No estaba segura de sí correr o estar
agradecida.
Kyan y yo nos reímos de Tori cuando se queda ahí, mirándolo como una
lunática.
—Tori. —Aclaro mi garganta hasta que finalmente me mira—. Este es
Kyan. Kyan, esta es mi compañera de piso y mejor amiga, Tori.
—Encantado de conocerte, Tori. —Kyan sonríe mientas mete la mano en
una de las bolsas—. Debe ser la compañera de piso perezosa que mencionaste
—dice burlonamente.
Tori me mira, sus manos en sus caderas. —Jodida imbécil. ¿Le dijiste que
era perezosa? No todo el mundo tiene la energía para ser el maldito conejito
de Energizer como tú. Algunos de nosotros en realidad usamos esa energía para
mejores cosas como echar un polvo.
Inclina su cabeza cuando mis ojos bajan al suelo. ¡Mierda! No digas nada.
No digas nada.
»Espera… —¡Doble mierda!—. Eres ese tipo con el que Calla hizo la sesión
de fotos, ¿verdad? ¿El entrenador personal?
Kyan sonríe mientras empieza a sacar nuestros comestibles.
61

Sorprendentemente parece saber dónde va la mayoría también.


Impresionante.
Página
—No tienes que hacer eso, Kyan. —Me apresuro a la cocina, esperando
detener esta incómoda conversación que está a punto de empezar. Tori
siempre ha tenido una manera de hacer las conversaciones incómodas.
Siempre. Agarro el pan de su mano y lo pongo al lado de la bolsa—. Cargar
estas arriba fue suficiente. Confía en mí. Te lo debo.
—¿Por qué estás mojada? —pregunta Tori con una risa—. Estabas
completamente seca cuando subimos la primera carga.
La ignoro y le sonrío a Kyan. —Gracias. Puedo ocuparme de estos.
Dando un paso lejos de la encimera, Kyan pasa su mano por su cabello
mojado, sus músculos flexionándose, causando que Tori y yo miremos como
idiotas. —Seguro. —Agarra la parte de atrás de mi cuello y suavemente
presiona sus labios al lado de mi boca de nuevo—. Te mandaré un mensaje más
tarde sobre nuestra siguiente sesión de entrenamiento. De todos modos, tengo
mucho trabajo que hacer.
Asiento y sonrío mientras se acerca a Tori y extiende la mano para
estrechar la de ella. —Me alegra tenerte en el edificio.
Tori inclina su cabeza hacia él mientras estrecha su mano, asegurándose
de toquetear su mano. —Claro —dice confusa—. Encantada de conocerte,
guapo.
Contengo la respiración hasta que la puerta delantera se cierra detrás de
él.
»¿Qué quiso decir eso, Calla? —Tori salta sobre la encimera para
ayudarme a sacar los comestibles—. ¿Él dirige este maldito edificio? Es
terriblemente caliente si lo hace.
—No exactamente. —Lanzo una caja de cereal en el armario encima de
mí, no realmente importándome cómo aterriza en este momento—. Es suyo.
Los ojos de Tori se amplían mientras parpadea para alejar el shock. —
¡Santa mierda! ¿Estás follando con el tipo que posee este edificio? —Apunta al
suelo—. ¿Este edificio? ¿Aquel en el que vivimos? ¿Por el que hemos estado
ahorrando nuestros culos para meternos? ¿Este caro y muy lindo edificio?
Me vuelvo hacia ella y le arrojo una caja de galletas dulces en su cabeza.
—Nunca dije que dormía con él.
Ella salta del mostrador. —No tienes por qué decirlo. Lo imaginé la otra
noche cuando llegaste a casa toda enrojecida mientras mirabas sus sexys fotos.
Además, prácticamente sólo te besó.
—Sí, pero no lo hizo —digo algo decepcionada.
62

—Más prueba de que lo estás follando —dice sonriendo mientras abre el


Página

refrigerador y lanza una bolsa de ensalada dentro—. Los hombres hacen eso
cuando tratan de mantener sus corazones fuera del desastre que sus pollas
tienen. Él trata de no caer por ti, cariño. Esto es perfecto para ti. No estás lista
para abrir tú corazón de nuevo y él no está listo para darte el suyo. Un acuerdo
perfecto.
Estoy aquí, apoyándome contra el fregadero, dejando que sus palabras
se hundan. Si él hace su parte para evitar caer por mí, entonces necesito hacer
mi parte antes de arruinarlo todo.
Alcanzando mi chaqueta, saco mi teléfono y leo el mensaje de Hunter
por vigésima vez desde que lo envió hace una hora.
Hunter: Un amigo mío está teniendo una pequeña fiesta esta noche. Ven
conmigo.
Levanto la mirada mientras Tori sigue divagando, pero no estoy
escuchando una palabra de lo que dice. No puedo. Mordiendo mi labio
inferior, respondo a su mensaje.
Yo: Estoy libre por algunas horas esta noche. ¿Me recoges alrededor de
las ocho?
Hunter tarda unos segundos en responder y, cuando lo hace, sus palabras
me dejan un poco nerviosa y emocionada.
Hunter: Te recogeré tan pronto como me lo permitas. Usa algo sexy ;)
Sonriendo de oreja a oreja, dejo mi teléfono y continúo guardando
nuestras provisiones.
Por favor, no me dejes joder esto…

Sólo estoy terminado mi maquillaje cuando escucho un golpe en la


puerta principal. Al instante me pongo nerviosa sabiendo que Hunter se halla al
otro lado. Una parte de mí quiere derribar la puerta sólo para llegar a él y la otra
parte quiere esconderse antes de terminar metiéndome en una situación
complicada de la que no pueda salir. Esto todavía se siente tan surrealista para
mí.
—Voy a hacer esto. —Voy a salir y disfrutar esta noche con él como si
todavía fuera esa maldita adolescente que sólo quería una cita con Hunter;
63

una cita, y ahora es mi oportunidad.


Página
Tirando mi lápiz labial rojo, rápidamente suavizo mi apretado vestido
negro antes de apurarme a responder la puerta. Hunter me dijo que me vistiese
sexy, así que escogí este vestido, tiré mi cabello en un suelto y juguetón moño y
me deslicé en mis tacones rojos. Definitivamente me siento sexy, más sexy de lo
que lo hice en mucho tiempo.
Tirando una cara seria, abro la puerta y sonrío a Hunter allí de pie, vestido
para impresionar. Usando una camisa negra manga larga, un par de
pantalones negros y unos zapatos de vestir muy lisos.
Él silba, mientras mira sobre mi vestido. —Maldita sea, Calla. Te ves
increíblemente sexy. —Tira de un pedazo de mi cabello suelto—. Tu cabello se
ve caliente.
Oculto mi rostro, tratando de evitar que se dé cuenta mientras se vuelve
roja. Cuando puedo reunirme, me vuelvo hacia él y dejo que mi cursi sonrisa
asuma el control. —Bueno, he tenido este vestido por un tiempo y no he tenido
la oportunidad de usarlo todavía. —Señalo su traje—. Y tú te ves increíblemente
caliente así que… supongo que somos una buena pareja para la fiesta.
—Absolutamente —dice mientras se estira por mi mano—. No puedo
esperar para mostrar mi cita por la noche. Sólo voy a tener que dejar que los
otros chicos sepan que estás fuera de límites esta noche. —Sonríe—. Vámonos.
Salgo del apartamento y lo cierro detrás de mí, antes de seguir a Hunter
por el pasillo. Se detiene frente a la habitación 619 y levanta una ceja mientras
lo miro. —¿Estamos aquí? —pregunto con una ligera carcajada.
—¡Sí! —Empuja la puerta abierta y entra primero.
Lo primero que veo es el chico rubio que vi antes saliendo del ascensor.
Camina y golpea los puños con Hunter antes de caminar y agarrar mi mano. —
Mi nueva vecina ha llegado —Me tira detrás de él y a la cocina donde hay una
multitud de gente saliendo, bebiendo, y riendo.
»¡Todo el mundo! —La habitación entera se calma cuando silba—. Esta es
mi nueva vecina y amiga de Hunter, Calla.
Doy un incómodo saludo mientras todo el mundo saluda y comienza a
ofrecerme bebidas.
Cuando miro detrás de mí hacia Hunter, él está en la sala sonriéndome
como si pensara que soy la chica más sexy en esta habitación. Mirando
alrededor, definitivamente allí no estoy de acuerdo.
El chico rubio sonríe, mirándome de arriba abajo, antes de pasarme una
copa. »Bienvenida a la fiesta en casa de Ryder, cariño; siempre lo mejor.
64

Disfruta.
Página
Después de unas horas de baile y jugar un par de partidos, Hunter y yo
encontramos un lugar tranquilo para relajarse. De alguna manera terminamos
abordando el tema de la escuela secundaria, así que por supuesto, Hunter trae
mi pequeño enamoramiento por él. Tengo que admitir que es un poco
vergonzoso teniéndolo a él haciendo todas estas preguntas. Nunca pensé que
alguna vez estaría admitiendo estas cosas en su rostro.
—¿Cuánto tiempo estuviste enamorada de mí? —Me tira hacia abajo en
su regazo y envuelve un brazo alrededor de mi cintura. Estar en el regazo de
Hunter James me tiene sonriendo como una niña de nuevo.
—¿De verdad quieres saberlo? —Roza la punta de sus dedos sobre mi
cuello antes de besarlo. Supongo que ese es un sí—. Desde el final del año junior
cuando te vi jugar atrapadas en la cafetería y la pelota accidentalmente
golpeó a mi amiga Tori en la cabeza. Me enamoré de ti todo mi último año
senior después de eso.
Pasa su mano por mi muslo, deteniéndose justo debajo de la línea de is
bragas. —Oh, sí. Se veía muy molesta. —Me besa el cuello de nuevo, pero más
fuerte esta vez—. Recuerdo que me observabas. Te sonreí. ¿No recibiste la
pista?
Sacudo la cabeza y gimo mientras desliza un dedo debajo de mis bragas.
Toca levemente sobre mi clítoris antes de retirarlo. —No —digo, mi respiración
errática.
Empuja sus caderas hacia mí, mostrándome que está duro. —¿Recibes la
pista ahora?
Aguanto una respiración profunda mientras muerde la parte posterior de
mi cuello, completamente excitado. —Umm… mucho más.
—Bien. —Agarra mi brazo y nos levanta a ambos—. Tenemos que irnos.
Ahora.
Ryder levanta los brazos cuando se da cuenta de que nos dirigimos hacia
la puerta. —¡Amigo! ¿A dónde van, chicos?
Hunter abre la puerta y le sonríe de vuelta. —Para tener nuestra propia
pequeña fiesta. —Cierra la puerta detrás de nosotros antes de que Ryder
pueda decir algo más—. ¿Está tu compañero de cuarto? —pregunta
65

impacientemente.
Página
Sacudo la cabeza mientras besa mi cuello, dejando una sensación de
hormigueo mientras el aire sopla sobre los lugares húmedos, dándome
escalofríos. —No. Ella salió con Brad. No estará en casa por un par de horas.
Mi corazón late tan rápido en este momento, y todo se siente como si
estuviera en una especie de loca fantasía. Kyan y ahora Hunter. Debo estar
perdiendo la cabeza.
Lo siguiente que sé, Hunter tiene mi espalda apretada contra la puerta de
mi apartamento y alcanza la parte delantera de mi sujetador por la llave de mi
casa.
»¿Cómo supiste que mi llave se hallaba allí? —pregunto mientras
rápidamente abre la puerta.
Sonríe y me guía para entrar después de que empuja la puerta abierta.
—¿Dónde más podría estar?
Tan pronto como entramos, él cierra la puerta y me levanta, llevándome
al sofá. Me acuesta y se apresura a ponerse entre mis piernas.
»He estado deseando follarte durante seis años. Puedes imaginarte lo
loco que esto se podría poner.
Sus labios aplastan sobre los míos mientras tira de mi vestido por mi cuerpo
y sobre mi cabeza. Sus manos están por todas partes: mis tetas, mi culo, y mi
cuello, dondequiera que pueda ponerlas.
Echo la cabeza hacia atrás y cierro los ojos mientras su mano se desliza
por el frente de mis bragas. Todo esto sucede demasiado pronto y mis
pensamientos empiezan a entrar en modo de pánico.
—Hunter. —Suspiro—. Ya estoy durmiendo con alguien. No estoy segura
de que deberíamos de hacer esto.
Se aleja de besar mi cuello para mirarme. Mueve las caderas y me agarra
la parte de atrás del cuello, inclinando mi cabeza para que pueda mirarlo. —
¿Estás en una relación?
Niego con la cabeza.
Frota su pulgar por mi labio inferior. »¿Él quiere estarlo?
Mi corazón se acelera ante el pensamiento de Kyan no queriendo estar
apegado a mí. —Bueno, no. Él dijo que ambos éramos libres de dormir con
quien quisiéramos.
Me sonríe como si hubiera encontrado exactamente lo que buscaba. —
Entonces, ahí está tu respuesta. —Chupa mi labio inferior en su boca antes de
66

soltarlo—. Vive un poco.


Página
Tiene razón. Quiero esto demasiado. Al menos eso es lo que me dice mi
cuerpo. ¿Cuántas oportunidades más tendré de poder dormir con el tipo por el
que he tenido un enamoramiento por años cuando pensé que no tenía
ninguna oportunidad con él? ¿Cuántas? Esto es todo. Está en mi apartamento,
en mi sofá y entre mis piernas.
Agarro el cabello en la parte posterior de su cabeza y aplasto mis labios a
los suyos mientras comienza a desvestirse encima de mí. Antes de que lo sepa,
ambos estamos completamente desnudos y él saca un condón del bolsillo del
pantalón.
Me mira a los ojos mientras rompe el paquete del condón con los dientes
y lo desliza sobre su gruesa erección. Siento que no puedo respirar cuando
empuja la punta de su pene en mi entrada y se detiene.
—Estoy tan jodidamente caliente ahora mismo. No puedo prometer que
no seré demasiado duro.
Chupo mi labio inferior dentro de mi boca y gimo mientras se mete en mí,
sin detenerse hasta que se halla completamente en el interior. Se detiene un
segundo antes de retirarse y empujar de nuevo en mí.
Sus movimientos son ásperos y rápidos mientras empuja una pierna al lado
de mi cabeza y muele sus caderas.
»¡Oh, mierda! —Me agarra la parte de atrás de la cabeza y me golpea
más fuerte, haciendo que el sofá se deslice ligeramente por el suelo.
—¡Hunter! —Entierro las uñas en su espalda mientras me muerde el labio
inferior y sigue empujando dentro de mí—. ¡Sí! ¡Oh, sí!
—¿Te gusta eso? —Saca su pene y empuja mis dos piernas tan alto como
pueden llegar antes de frotar la cabeza de su pene sobre mi clítoris—. Te gusta
eso, ¿eh? ¿Mi gran pene dentro de ti? —Lo frota nuevamente por mi clítoris—.
¿Lo quieres de nuevo dentro de ti?
Asiento y gimo cuando entierra sus uñas en mi muslo. —Sí —le digo sin
aliento—. He querido esto por tanto tiempo.
Sus ojos se encuentran con los míos y se inclina para besarme, antes de
volver a meterse dentro mí, tomándome duro y rápido. El sofá hace tanto ruido
que me temo que se va a romper.
Alzándose con una mano, comienza a frotar su pulgar sobre mi clítoris. Mis
muslos comienzan a apretarse alrededor de él mientras mi orgasmo comienza a
construirse, pero me empuja las piernas abiertas y me folla más duro, hasta que
me pierdo completamente y estoy temblando por debajo de él. Ni siquiera unos
67

segundos más tarde, se sale de mí y frota su mano sobre su pene cuando


alcanza su propio orgasmo.
Página
—¡Jódeme! —Se levanta sobre mí, todavía acariciándose mientras me
mira. Sonríe antes de inclinarse y presionar un beso rápido en mis labios—.
Demonios, te sientes tan bien.
Miro su cuerpo y me ruborizo en su pecho y abdominales definidos. Nos
perdimos tanto en llegar al punto que no tuve la oportunidad de comprobarlo
completamente. Es absolutamente precioso; sin embargo, no puedo dejar de
compararlo con Kyan.
Kyan es sólo… No sé qué es. Es casi irreal, como si ni siquiera fuera
humano. Es dolorosamente sexy de una manera que te hace sentir como si
realmente estuvieras soñando con él en lugar de estarlo viendo frente a ti.
¡No pienses en Kyan! ¿Qué estoy haciendo?
Sacudo mis pensamientos y le sonrío. —Guau. —Me siento, tratando de
recuperar el aliento—. ¿Esto pasó realmente? —Empiezo a buscar mi ropa para
vestirme, mientras Hunter entra al baño desnudo mostrando su sexy trasero y se
deshace del condón en el inodoro.
Vuelve a salir. —Todavía me lo estoy preguntando. Te das cuenta de que
todos los chicos de la escuela secundaria tenían algo por ti, ¿no?
Dejo salir una risa y empujo su pecho después de que él se ponga la
camisa. —¡Ja! Muy gracioso, Hunter.
Agarra mi mano y me pone en pie. —¿Crees que estoy bromeando? —
Aprieta su mandíbula antes de inclinarse para besarme—. Cerca del dieciocho
por ciento de los jugadores del equipo de fútbol hablaban acerca de querer
tener una cita contigo, pero todos decían que tenías altos estándares. Todos
eran demasiado gallinas como para ser rechazados y que su reputación se
arruinara. —Deja salir una pequeña risa—. Incluido yo.
Miro nuestros pies y hago un grito silencioso de alegría. ¿Yo? ¿Esta chica?
Siempre creí que era invisible durante la mayor parte la escuela secundaria
hasta que Jordan se acercó a mí. Él era inteligente, caliente y tenía planeado
todo su futuro. Pensé que era parte de ese futuro, pero me encontraba
equivocada; tan equivocada.
—Realmente no sé qué decir acerca de eso. No lo sabía. —Levanto la
mirada y sonrío mientras él se aparta para cerrar sus pantalones y abrocharlos.
—Bueno, ahora lo sabes. —Mira su reloj antes de frotar su pulgar sobre mi
barbilla—. Realmente disfruté esto. Sólo somos dos adultos teniendo un poco de
diversión. Si comienzas a pensar que esto es demasiado para ti entonces nos
detendremos. Estás a cargo. Recuerda eso. —Besa rápidamente mis labios—. Se
hace tarde y tengo algo de trabajo que hacer antes de que mi hermano me
68

patee el trasero. Puede ser un poco mandón.


Página
Sonrío y empiezo a encaminarlo a la puerta. —No queremos que pateen
tu trasero, así que eres libre de irte.
Abre la puerta y empieza a retroceder. —Tienes mi número.
Asiento. —Lo tengo.
Dándose la vuelta, se aleja, haciendo que mi cabeza se vuelva loca al
segundo en que estoy sola.
Santa mierda… Acabo de tener sexo con dos chicos en menos de dos
días; dos chicos absolutamente calientes que sólo podía soñar con besar.
Tomo una respiración profunda y me desplomo en el sofá. Ahí es cuando
noto un mensaje de texto sin leer en mi teléfono. Tomo mi teléfono de la mesa
de café y veo el nombre de Kyan en la pantalla.
Mi corazón se acelera.
Kyan: Quiero verte mañana por la noche. Encuéntrame a mi casa a las
siete.
Me aferro a mi teléfono y le escribo de vuelta con los dedos temblorosos.
Parece que mañana voy a tener que contarle a Kyan lo de mi pequeña cita
con Hunter. Sé que él dijo que esto es lo que quiere, pero todavía me siento
extraña sobre todo esto.
Yo: ¿Debo vestirme cómodamente? ¿Es una sesión de entrenamiento?
Me responde un par de minutos después.
Kyan: Puedes usar lo que quieras. Estoy aquí para complacerte, Calla. Te
veré luego.
Mi corazón salta mientras leo su mensaje por tercera vez. No tengo ni idea
de cómo responder a eso… Así que no lo hago.
No sé si podré sobrevivir a estos chicos…

69
Página
11
Traducido por Black Rose y Taywong
Corregido por Dre

Kyan
E
stoy en mi despacho terminando el papeleo cuando Erica aparece
en mi puerta y golpea ligeramente la puerta abierta.
Inclino la cabeza y levanto la mirada. —¿Qué pasa, Erica?
Señala detrás de ella. —¿Hay un chico aquí preguntando por ti? Dice que
realmente necesita verte. Dice que es un viejo amigo. Se ve un poco extraño,
borracho o algo así.
Mierda…
Dejo escapar un suspiro frustrado y agarro la parte superior de mi
escritorio. —Déjalo pasar. Me ocuparé de él.
Unos segundos más tarde Bryant entra vestido con un traje arrugado y
viéndose como si no hubiera dormido por días. Sus cansados ojos marrones
caen sobre los míos mientras cierra la puerta detrás de nosotros.
Luchando para mantener mi mierda bajo control, asiento a la silla frente a
mi escritorio.
»Toma asiento. —Aprieto mi mandíbula y trago la ira mientras lo observo
sentado allí mirándome. ¿No se da cuenta de lo difícil que es para mí no
matarlo?—. ¿Qué quieres?
Se inclina hacia delante y se pasa las manos por la cara antes de mirarme
de regreso. Lleva su cabello rubio y rizado largo y fuera de control, y su rostro
parece como si no hubiera sido afeitado en semanas. —No puedo
malditamente dormir, hombre. —Se frota las manos—. Ella me está matando y
no sé qué diablos hacer.
De acuerdo, ahora estoy convencido de que ha perdido la maldita
70

mente. Quiere sentarse en mi maldita silla y hablar de la mujer con la que me


jodió.
Página

No mates a este desgraciado, Kyan…


Me levanto, me inclino sobre el escritorio y lo golpeo con los puños,
haciéndole retroceder. Mis manos se aferran a la mesa y puedo sentir mis venas
saliendo de mi cuello. Estoy más que listo para arrancarle la garganta. —¡Qué
mierda, Bryant! —Inclino la cabeza y encuentro mis ojos con los suyos—. Jessica
no es mi problema. Tu relación con ella no es mi problema. De hecho, no quiero
tener nada que ver con ninguno de los dos.
Se levanta de su asiento y pasa un brazo sobre mi escritorio, tirando los
papeles. —Tú fuiste el que decidió dejar que una maldita mujer se metiera entre
diez años de amistad. Diez años, hermano. Ahora ni siquiera puedo hacer que
respondas a un simple texto, y tengo que sentarme en casa y escuchar a mi
mujer compararme contigo; cómo hiciste esto y aquello. ¿Crees que es fácil
para mí? ¿Eh? ¿Saber que ella está conmigo, pero te quiere a ti?
Apoyo la cabeza hacia atrás y suelto un suspiro forzado. Va a tomar
mucha fuerza no saltar sobre este escritorio y patear la mierda fuera de él. —No.
—Gruño—. Ahí es donde te equivocas. Tú fuiste el que dejó que una mujer se
interpusiera en nuestra amistad. Rompiste el código, hermano. Ella no era sólo
un levante al azar. Era la chica con la que me iba a casar. Me importa una
mierda lo que quiera ahora, y definitivamente me importa una mierda lo que
quieres. Ambos debieron haber pensado en el maldito futuro cuando ambos
me follaron por el culo. Eso es todo lo que puedo hacer ahora, y mi futuro
seguro como la mierda no incluye a ninguno de ustedes. —Me levanto derecho
y doblo mi mandíbula mientras me mira fijamente—. ¿Sabes qué? Vete.
Jodidamente. Ya. Mismo. Ambos se merecen ser miserables juntos, y cuando
llegues a casa, dile a Jessica que se joda y se olvide de mí. Ya me he olvidado
de ella.
Las fosas nasales de Bryant se aletean mientras él se queda allí,
mirándome directamente. He mantenido esta rabia por demasiado tiempo. Ver
la mirada en sus ojos me dice que definitivamente siente mi odio y traición. Bien.
Asiente con la cabeza unas cuantas veces antes de sacudirla y girar
hacia la puerta. —Tómalo con calma, viejo amigo.
Tan pronto como la puerta se cierra agarro mi escritorio y lo volteo, antes
de agarrar la silla donde él se hallaba simplemente sentado y la rompo contra
la pared. Mi sangre bombea tan rápido que estoy viendo rojo. No necesito esta
mierda ahora mismo. No necesito pensar, ni sentir.
—¡Vete a la mierda! —Pateo mi escritorio—. Ese maldito idiota.
Mi puerta se abre, y sin mirar hacia arriba grito—: ¡Vete a la mierda!
Quienquiera que haya sido, decide no cuestionar mi arrebato. La puerta
se cierra rápidamente y me quedo de pie aquí, deshecho.
71

Dejando a mi oficina hecha un lío, agarro mi chaqueta y bloqueo la


Página

puerta detrás de mí. Miro hacia delante, con la mandíbula tensa mientras
camino hacia la puerta. Siento las miradas sobre mí, pero en este momento no
me importa. Sólo necesito alejarme de toda esta mierda. Necesito puta
libertad.
Corriendo afuera, rápidamente me monto sobre mi Harley y me dirijo a
casa para que pueda cambiarme esta maldita ropa.

Estoy en el elevador, mirando fijamente los números como un idiota. Mi


dedo se cierne sobre el botón etiquetado con un seis, y quiero presionarlo tan
jodidamente tanto ahora que estoy a punto de decidir mandar todo a la
mierda. Son poco después de las seis y se supone que Calla estará en mi puerta
en una hora. Sé que no estaré en casa para entonces y no hay forma de que la
relacione con esto.
—Mierda. —Presiono el número seis y espero a que la puerta del elevador
se abra de nuevo. Sin pensarlo, camino por el pasillo y me detengo delante de
la puerta número 629 antes de que pueda cambiar de opinión. Podría ser un
estúpido por hacer esto, pero por el momento me importa un carajo.
Llamo y agarro el marco de la puerta, esperando a que Calla responda.
Sé que está aquí porque vi su Jeep blanco abajo. Estacioné mi motocicleta
justo al lado.
Unos segundos más tarde oigo a su amiga gritarle para que abra la
puerta, y entonces la puerta se abre ante una Calla mirándome curiosamente
de arriba abajo. Se queda allí con la expresión más sorprendida que he visto.
Tira su grueso labio inferior en su boca antes de soltarlo.
—Kyan... —Sus ojos curiosos se cruzan con los míos y al instante veo un
cambio en su expresión—. ¿Está todo bien?
Se ve un poco preocupada mientras espera mi respuesta. La verdad es…
que realmente no sé cómo contestar a eso sin mentir.
—No. —Trago con fuerza y la miro mientras aprieto el marco de la puerta
más fuerte—. Necesito algo de aire. ¿Quieres venir conmigo?
Mira por encima de su hombro a su compañera de cuarto y un tipo que
se halla sentado en el sofá discutiendo sobre una película, antes de volver a
enfrentarme. —Sí… Vale, seguro. —Coge su chaqueta, la toma del armario y se
72

la pone—. Volveré más tarde, Tori. Me voy con Kyan.


Página

—Quiero todos los detalles…


Calla rápidamente cierra la puerta detrás de ella antes de darme una
sonrisa incómoda. —Está drogada. No te preocupes. —Se aclara la garganta y
pasa por mi lado—. Realmente podría usar un poco de aire también. Esos dos
me han estado volviendo loca por las últimas dos horas.
Pongo mi mano sobre su espalda y la guío hacia el elevador. Sólo la
sensación de su espalda es suficiente para hacerme querer poner mis manos en
otros lugares.
Me sonríe mientras el elevador se abre para nosotros.
»¿A dónde vamos?
Espero hasta después de que Calla sube al elevador, antes de entrar y
golpear el primer piso. —Solo a un lugar al que me gusta ir cuando necesito
respirar y olvidarme de todo.
No le ofrezco más información mientras salimos del elevador y entramos al
aire fresco de la noche.
Deja de caminar y me da una mirada nerviosa cuando me detengo en
frente de mi motocicleta. —Vaya. Las motocicletas como que me asustan
hasta la mierda. Me encanta ver a otros montar, pero…
Agarro su cadera y le doy una sonrisa tranquilizadora. —Primero me haría
daño antes de ponerte en peligro. Créeme.
Piensa en eso por un segundo antes de asentir y permitirme colocar mi
casco en su cabeza. Me quedo aquí un segundo y admiro su belleza mientras
permanece allí en unos vaqueros ajustados, botas negras y una chaqueta
negra. Su cabello es tirado a un lado, saliendo por debajo de mi casco, y
honestamente me hace sonreír el sólo mirarla. Ella me espera, me mira como si
estuviera depositando toda su confianza en mí. Me hace sentir a gusto. Me
gusta.
Montando mi motocicleta, estiro mi mano y la ayudo a subir. —Envuelve
tus brazos alrededor de mi cintura. —Me rodea y envuelve sus brazos alrededor
de mí tan fuertemente que casi no puedo respirar—. Vaya. Está bien. —Froto mi
mano sobre la suya para calmar sus nervios un poco—. No iré rápido hasta que
me digas que está bien. Puedes confiar en mí.
Apoya su cabeza contra mi espalda y afloja su agarre en mí. —¿En serio?
Mi ex me llevó a dar un paseo en la motocicleta de su amigo una vez y ese
imbécil definitivamente me engañó diciéndome que manejaría lento. No lo
hizo.
Siento un pequeño dolor en mi pecho por el tono de su voz. Suena
73

dolorida. No me gusta oírla de esa manera. —En serio —respondo—. Nunca te


haría eso. La confianza es muy importante para mí. Si te doy una razón para no
Página

confiar en mí, ¿cómo puedo esperar que no hagas lo mismo?


—Me gusta eso —dice, cerrando las manos—. Estoy lista ahora.
Arranco despacio, deseando que vea que soy fiel a mi palabra. Hacer
que una mujer se sienta como si alguna vez le hiciera daño y darle razones para
no confiar en mí no me sienta bien. Una mujer debe sentirse segura y cuidada
por un hombre. El problema es… que algunas mujeres simplemente no quieren
eso. Lo aprendí de la manera difícil.
Rodamos por un tiempo, los dos de nosotros simplemente disfrutando de
las vistas y el aire fresco, hasta que finalmente me tiro hacia arriba en mi lugar
favorito. No es realmente mucho, sólo un gran campo abierto con algunos
árboles, pero siempre me da una sensación de libertad y paz.
Apagando el motor, la ayudo a bajar de mi motocicleta antes de sacar
el casco de su cabeza y colocarlo abajo.
Salgo disparado caminando hacia el medio de la nada y la oigo
siguiéndome detrás de mí. Normalmente vengo aquí solo, pero tenerla conmigo
se siente más o menos bien. Tengo la sensación de que ella ha sido herida en el
pasado y tal vez necesita este lugar tanto como yo.
Una vez que llegamos lo suficientemente lejos en medio de la nada, me
detengo y saco mi chaqueta, tirándola a mi lado.
Calla se para justo a mi lado y sólo mira en silencio mientras me quito la
camisa enseguida y la enrollo antes de ponerla sobre mi chaqueta.
—Ven aquí. —Agarro su mano y la guío hasta el suelo para que se
acueste sobre mi chaqueta, usando mi camisa como almohada.
Me dejo caer a su lado y me acuesto con las manos entrelazadas detrás
de mi cabeza. Cuando miro a mi lado, ella se halla contemplando el cielo
nocturno y recogiendo la hierba a su lado.
—Es lindo aquí afuera —dice suavemente—. Tan pacífico y hermoso.
Mirándola aquí a mi lado, luciendo tan aliviada y tranquila, me doy
cuenta de que nunca se ha visto tan malditamente hermosa. —Definitivamente
hermosa —admito.
Cierro los ojos e intento forzar todos los malos recuerdos a salir de mi
cabeza. Ver a Bryant hoy trajo un montón de viejas emociones sobre las que
pensé tenía control. Perdiéndolo como lo hice sólo demostró que me
encontraba equivocado; tan malditamente equivocado.
—¿Vienes aquí mucho? —Oigo su cambio a mi lado, así que me vuelvo
para mirarla. Ella está acostada de lado con la mano apoyada debajo de la
cabeza mientras sus ojos me miran con sinceridad—. Puedo ver por qué este
74

lugar te ayuda a despejar tu cabeza.


Página
Sentándome, paso mis manos por mi cabello. —Sí. He estado viniendo
aquí hace unos años ahora. Por lo general, cuando vengo aquí, estoy solo. —
Me relajo en su toque cuando siento su mano frotar sobre mi espalda—. Me he
estado controlando mejor últimamente, así que no he tenido que venir tanto,
pero hoy he tenido un visitante no deseado, así que… aquí estoy.
La oigo moverse a mi lado, y después de unos segundos, se coloca de
rodillas detrás de mí, frotando mis hombros. —Relájate, Kyan. —Se inclina cerca
de mi cuello mientras frota sus pulgares en círculos entre mis omoplatos—. Estás
muy tenso.
Me encuentro gimiendo y me inclino más hacia su toque. Sus manos se
sienten tan malditamente bien. —Eso se siente increíble.
Suelta una pequeña risa. —Gracias. —Permanece en silencio por un
segundo antes de hablar de nuevo—. Pasé muchos años frotando a mi
hermana pequeña para dormir cuando éramos más jóvenes, así que…
supongo que hay una cosa por la que debo darle las gracias.
Alzándome, agarro su brazo y la beso, antes de tirar de ella por delante
de mí. Agarrando la parte de atrás de su cuello, la tumbo en la hierba y
extiendo sus piernas con mi rodilla. —Es muy difícil sentir tus manos sobre mí sin
que quiera tocarte de vuelta. ¿Te das cuenta de eso?
Sus ojos bajan la mirada a mi pecho y le tomo las mejillas volviéndose un
poco rosadas. No es lo más fácil verla en la oscuridad, pero puedo ver lo
suficiente como para saber que quiere que la toque tanto como yo lo quiero.
Engancha sus ojos con los míos antes de sacudir su cabeza y ocultar su
rostro detrás de su mano. —Kyan… estuve con un tipo anoche. Normalmente
no hago esto.
Siento un pequeño dolor en mi pecho hasta que recuerdo que es lo que
le dije que hiciera. Esto es lo que quería para los dos. Sólo nunca esperé que
fuera mi hermano. Agarro su barbilla y froto mi pulgar sobre sus suaves labios. —
¿Hablaste con él de nosotros? —Traga y asiente—. Entonces no hay nada de
qué avergonzarse. Ambos sabemos el uno del otro así que no haces nada
malo. Quiero que estés satisfecha. Eso es todo lo que puedo ofrecer.
Una parte de mí casi se siente feliz de que Hunter ya haya hablado con
ella sobre nosotros. Lo último que quiero hacer es que se sienta incómoda con
el hecho de que somos hermanos.
Esta es la primera vez en la que he estado con la misma mujer que mi
hermano. Esta es la última cosa que pensé que iba a hacer, pero no puedo
parar, y no tengo derecho sobre Calla, así que no tengo derecho a pedirle a él
75

que retroceda.
Página
La parte extraña es… sabiendo que ha estado con otro hombre,
cualquier hombre, sólo me hace querer complacerla mejor que la última vez.
Puedo ser egoísta por esto, pero quiero ser lo mejor de ella.
»¿Me quieres dentro de ti, Calla? —Le levanto la pierna y paso mi mano
por su muslo—. Podemos detener lo que estamos haciendo ahora mismo… si es
lo que quieres.
Paso mi otra mano por su cuello y la siento tragar bajo mi toque. —
Siempre parece que te quiero dentro de mí —admite—. Incluso en los
momentos más inapropiados.
Sus palabras me hacen perder el control, y antes de que lo sepa la tengo
de pie y estoy sobre mis rodillas, desnudándola mientras paso mis labios sobre
cada centímetro de su carne expuesta.
Una vez que la tengo completamente desnuda, paso mis manos bajando
por su espalda, deteniéndome en el culo. Levanto la mirada hacia ella antes
de girar mi lengua alrededor de su clítoris y chuparlo en mi boca.
Ella suelta un pequeño gemido y se aferra a mi cabello para animarme.
Esto sólo me impulsa más. Quiero probarla de la mejor manera posible y hacer
algo que sé que disfrutará.
Con mi boca todavía en su coño, envuelvo una de sus piernas alrededor
de mi hombro antes de hacerlo con la otra, sosteniéndome en su espalda por
soporte mientras me paro en mis pies.
Deja escapar un chillido nervioso mientras le da a mi cabello un agarre
de muerte. Nunca la dejaría caer, pero creo que es lindo que esté asustada.
Estoy seguro de que ningún otro hombre nunca ha hecho esto por ella y me da
el impulso que necesito para hacerle sentir todo lo que su cuerpo necesita.
Deslizo mi lengua entre sus pliegues, saboreándola como si nunca la
hubieran lamido antes. Ese pensamiento me hace trabajar mi lengua de
maneras que ni siquiera sabía que eran posibles.
Ligeramente arqueando su espalda, gime de placer mientras chupo su
clítoris duro y sin piedad. Puedo decir que le encanta, porque sus muslos
aprietan mi cara tan fuerte que duele. Hundo mi cara profundamente en su
coño y le permito que me apriete.
—¡Kyan! —Jala mi cabello mientras suelto su clítoris y trabajo mi lengua
sobre cada último lugar sensible—. Sigue adelante. Oh, Dios… justo ahí.
Inclina su cuerpo sobre mi cabeza mientras rasguña sus uñas por mi
espalda. Ahí es cuando la siento perder el control en mi boca, dejando su
76

liberación en mi lengua. Su cuerpo entero tiembla y estoy de pie aquí


sosteniéndola tan fuerte como puedo para estar seguro de que puede disfrutar
Página

este momento con la confianza de que la sostendré.


»Kyan… —Está sin aliento mientras repite mi nombre una y otra vez—.
Mierda santa, Kyan. ¿Qué me hiciste?
—Complacerte —respondo—. Mostrarte que vales cada último pedazo
de placer que puedo darte.
Agarrando su cintura, la deslizo de mis hombros y meto mis manos en su
cabello mientras ella permanece allí tratando de recuperar el aliento. Entonces,
lentamente la bajo al suelo para que esté sobre sus rodillas, besándola hasta
que esté acostada sobre su espalda.
Alejándonos de nuestro beso, agarro mi chaqueta y rápidamente busco
en mi bolsillo por el condón antes de quitarme los pantalones.
Calla se sienta de nuevo y ansiosamente lame sus labios mientras alcanza
la parte superior de mis bóxers. Me encanta ver lo desesperada que parece
tenerlos fuera de mí.
»Tira abajo de mis bóxers hasta donde los quieres —digo con una sonrisa,
recordando nuestra sesión de fotos.
Me mira juguetonamente mientras tira hacia abajo mis bóxers por mis
piernas y me obliga a salir de ellos. Sin desperdiciar tiempo, suavemente arrastra
las yemas de sus dedos a lo largo de la parte de atrás de mis piernas antes de
detenerse en mi cintura. Levanto una ceja y la observo mientras pasa su mano
por mi estómago, antes de envolver sus dos manos alrededor de mi polla.
—¿Es extraño que encuentre tu polla tan hermosa? —susurra como si no
estuviera segura de que quiere que la escuche—. Realmente nunca he tenido
el impulso de hacer esto antes.
Antes de que pueda decir algo, sus labios rodean mi polla y su lengua
gira alrededor de la cabeza. Gimo ante la sensación de su dulce lengua
probándome. Ella tiene la boca más malditamente hermosa que jamás haya
visto y se envuelve alrededor de mi polla ahora mismo.
Le toma unos segundos acostumbrarse a mi tamaño, pero entonces me
está complaciendo como si no quisiera nada más que devolver el orgasmo que
acabo de darle.
Mi mano se envuelve en la parte de atrás de su grueso cabello y clavo
mis dientes en mi labio mientras ella se mueve más rápido y más fuerte. Se
siente tan malditamente bien que estoy a punto de perderlo y venirme en su
boca. No quiero eso. Quiero venirme dentro de su coño.
Tirando de su cabello, la retiro hasta que mi polla se libera del agarre de
sus labios. Me caigo de rodillas y la beso tan fuerte que tengo que mantener la
77

parte de atrás de su cabeza para evitar que golpee el suelo. Paso mi lengua
sobre sus labios antes de chupar su labio inferior en mi boca, haciéndola gemir
Página

contra mis labios.


—Me hallaba a punto de venirme —digo sin aliento—. Quiero estar dentro
de ti cuando lo haga.
Rápidamente la volteo y la acuesto sobre su estómago, antes de recorrer
mi lengua por la mitad de su espalda mientras rasgo el condón abierto.
Admirando su cuerpo, enrollo el condón, antes de deslizar un brazo alrededor
de su cintura para levantar ligeramente su cuerpo.
Puedo sentir su cuerpo sacudirse cada vez que mi polla roza contra su
entrada, y esto me hace querer follarla tan duro que no será capaz de sentarse
en mi motocicleta cuando nos vayamos. Necesito controlarme a mí mismo.
Apoyándome sobre su cuerpo, chupo sobre su cuello mientras empujo mi
polla en la estrechez de su coño. Ella grita y agarra la hierba.
»¿Mi pene se siente bien en tu pequeño coño apretado, Calla? —Agarro
su cabello y muevo mis caderas en un movimiento circular—. ¿Quieres que te
folle duro o gentil? —Me retiro lentamente antes de empujar suavemente hacia
ella. Ella gime—. ¿Te gusta lento y suave para que puedas sentir cada
centímetro?
—Sí, Kyan. Quiero sentirte dentro de mí. —Gimotea—. Cada. Único.
Centímetro.
Envolviendo un brazo alrededor de su cuello, la jalo frente a mí y paso mi
labio bajo su oreja. —Entonces te lo daré bien y despacio. Cada. Único.
Centímetro de ella.
Empiezo a empujar mis caderas lento y profundo, haciéndola gemir con
cada empuje, sólo haciéndome ir más profundo y más lento.
Normalmente me gusta rápido y duro, pero no se puede negar la forma
en que su cuerpo me hace sentir en este momento. La sensación es casi irreal, y
me encuentro a mí mismo queriendo hacer perder mi carga en este momento.
»Quiero que te vengas conmigo, Calla. —Beso su cuello—. Dime cuando
estés a punto de venirte.
Alcanzando debajo de ella, froto su clítoris mientras la follo agradable y
lento. Después de unos minutos siento que comienza a temblar en mis brazos.
—Ahora, Kyan. —Se aferra a la hierba mientras su coño se aprieta a mí
alrededor, trayéndome el orgasmo al mismo tiempo. Empujo lo más profundo
que puedo y permito que mi esperma llene el condón.
—Maldición, Calla. —Beso la parte de atrás de su cuello antes de agarrar
su cara y tirando de ella lo suficiente para que pueda pasar mi lengua sobre sus
labios antes de besarla bruscamente—. No creo que jamás pueda tener
78

suficiente de estar dentro de ti.


Página
Cayendo en la hierba, la tiro hacia mí para que se acueste sobre mi
pecho. Los dos sólo nos quedamos aquí, respirando pesadamente y
sosteniéndonos mientras miramos fijamente el cielo nocturno.
Juro que nunca quiero moverme de este lugar. Todo acerca de este
momento se siente tan malditamente pacífico. Estoy aquí desnudo, bajo el cielo
nocturno con la mujer más hermosa de la tierra. Todo parece perfecto.
Si sólo fuera así de fácil…

79
Página
12
Traducido por mariana90, EstherMaslow & Alysse Volkov
Corregido por indiehope

Calla
M
ordiendo mi labio, miro hacia el elegante sobre plateado
colocado frente a mí. He estado mirándolo fijamente durante la
última hora, tratando de decidir si quiero abrirlo.
Cuando Tori y yo terminamos con la Boda de los Anderson, hice una
rápida parada en el buzón para agarrar el correo mientras regresaba. Todo era
cuentas y correo basura, todo excepto esto... Este estúpido sobre de lujo.
Leo el nombre de mi hermana por vigésima vez, sintiéndome como si
estuviera atrapada en una especie de estúpida pesadilla. Chrissy Reynolds… No
puedo creer que estoy mirando esto ahora mismo. Han pasado dos años desde
que hablamos. Dos años enteros y ahora aquí estoy, sentada frente a su sobre,
mirándolo como si fuera a morderme. Lo malo es que probablemente lo hará.
—Ábrelo, Calla. —Tori me mira desde su sitio en el sofá—. Sólo te vas a
torturar si no lo haces. ¿Para qué posponerlo más tiempo y dejar que la maldita
perra gane?
Juego nerviosamente con el extremo de mi cola de caballo mientras miro
fijamente y enojada al sobre.
—Mira el sobre, Tori. —Lo agarro y lo golpeo de nuevo sobre la mesa—. Es
una invitación de boda. No necesito abrirlo para ver eso. Ella ya ha ganado y lo
sabe. Todo el mundo lo sabe.
Tori me tira de vuelta al sofá y me entrega el sobre.
—No… Lo que el mundo entero sabe es que ella es una perra con dos
facetas, que merece que sus costosos zapatos de tacón se metan en su culo de
alto mantenimiento. A nadie le cae bien la perra. —Golpea su hombro contra el
mío y ambas nos reímos ante la verdad en sus palabras—. Ahora abre el sobre
antes de que te lo arranque y lo tire por la ventana. Entonces, personalmente
80

conduciré a Wisconsin, quitaré su tacón lujoso de su pie, y lo empujaré donde


Página

nada más ha sido empujado antes. Maldita mojigata.


Vuelvo la cabeza y tomo una respiración larga y profunda al abrir el sobre
con las manos temblorosas.
—Odio esto. —Saco el papel negro y plateado y contengo mi respiración
mientras todo mi mundo se rompe y se desmorona frente a mí. Siento que he
sido apuñalada en el corazón por uno de los costosos tacones de mi hermana.
Mis ojos se quedan pegados a las letras bonitas mientras la humedad
comienza a deslizarse por mis mejillas, mojando el lujoso papel. Me siento como
si estuviera en una especie de aturdimiento mientras me quedo aquí mirando la
invitación.
—Mierda, Calla —dice Tori en un intento de calmarme mientras miro
hacia la nada como un maldito zombi. Siento su mano en mi espalda mientras
mira por encima de mi hombro—. Ella no vale tus lágrimas. Seca tu cara. —
Dramáticamente limpia los brazos sobre mi cara, haciéndome reír a través de
mis lágrimas.
Asintiendo con mi cabeza, dejo la invitación sobre la mesa y saco el sobre
de mi regazo. Me dispongo a rasgarlo hasta que me doy cuenta de que hay un
pequeño pedazo de papel metido dentro.
Tori se da cuenta al mismo tiempo que yo y rápidamente recoge el sobre,
salvándolo de mi destrucción.
—No necesitas leer esto ahora, cariño. Una cosa a la vez, pero no lo
rompas. Mira lo que la perra tiene que decir primero. —Extiende la mano y
limpia otra lágrima perdida—. Eres mejor que esto, mejor que ella, y mejor que
ellos. Eres mejor que nadie que conozco. Nunca olvides eso.
Asiento con la cabeza y cierro mis ojos. Odio sentirme así. No sé por qué
dejé que me afectara así después de dos años. Tal vez es el hecho de que
realmente tiene el valor de invitarme a su jodida boda. No sé qué la haría
pensar que realmente querría estar ahí. No puedo decir si estoy enojada o
conmocionada. Definitivamente las dos. Siento que alguien me ha metido la
mano en el pecho y me tuerce el corazón.
Tori se levanta y busca su bolso, mirando enojada al mundo.
—Basta de esta mierda. Tienes que salir. Vamos a salir, tomar unas copas y
divertirnos. Sin pensar. Sin cuidado. Sin llorar. Llama a Kyan y llamaré a Brad y
haremos que la noche valga la pena.
Kyan... Mi corazón se hincha con los recuerdos de anoche. El sexo fue
genial, no me malinterpreten, pero la mejor parte fue simplemente tumbarse en
sus brazos después sin una sola preocupación en el mundo. Lo que no daría
ahora mismo por volver a ese momento y olvidar juntos este día. Nos quedamos
81

allí por lo que parecían horas, hablando y disfrutando de la libertad. Me


Página

preguntó sobre mi trabajo y mi familia, mis intereses y cualquier cosa que yo


esperaría que un novio quisiera saber. Cada vez que decía algo gracioso,
encontré consuelo en la vibración de su pecho mientras se soltaba y vivía en el
momento conmigo. Curiosamente, anhelo ese sentimiento ahora mismo.
—No puedo llamar a Kyan y pedirle que vaya a una doble cita, Tori. No es
así con nosotros. Tiene dos negocios que manejar y no es mi novio. Él solo... él
es… —Me detengo y dejo escapar un suspiro frustrado—. Está ocupado.
Pensar en Kyan sólo hace que me duela la cabeza en este momento. No
quiero nada más que pedirle que salga conmigo, pero me temo que va a decir
que no y me recuerda el hecho de que nunca podremos ser nada más. El
pensamiento me causa dolor en el pecho y me llena de ansiedad.
—Puede que no lo esté.
—¿Ah? —Levanto la mirada desde mi teléfono que ni siquiera me di
cuenta de que sostenía.
Sonríe y señala mi teléfono.
—Envíale un texto. No va a hacerte daño preguntar. Luego ve a tu
habitación y cambia esa maldita ropa de trabajo y ponte algo lindo y coqueto.
Veo a Tori mientras corre hacia su habitación y enciende la luz. Puedo
quedarme aquí y ahogarme en mi autocompasión toda la noche, o
simplemente decir a la mierda, pedirle a Kyan que venga con nosotros y
olvidarme de mi hermana y de su estúpida invitación.
—Al diablo con esto —murmuro mientras busco el número de Kyan y le
envío un texto. Dejo caer mi teléfono sobre la mesa y me apresuro a mi
habitación a cambiarme.
Después de ponerme una túnica negra y plateada y un par de leggins
grises, me meto en lo que llamo mis botas roqueras y coloco mi cabello en un
descuidado moño por encima de mi hombro derecho.
Siento un nudo nervioso en mi estómago mientras vuelvo a la sala de
estar y busco mi teléfono. Mi corazón salta cuando veo dos mensajes de texto
de Kyan. Tomando una respiración profunda, abro los mensajes y leo.
Kyan: Puedo dejar el trabajo ahora y encontrarme contigo.
Kyan: ¿A dónde vamos? Estoy recogiendo mis cosas y saliendo.
Oh, Dios mío...
Mi corazón hace esta estúpida danza mientras rápidamente le contesto.
Siento como si mis dedos no se mueven lo suficientemente rápido y me
encuentro mentalmente gritando a mis dedos para trabajar.
Yo: Realmente no tienes que dejar el trabajo por mí, sólo si estás libre. Sin
82

presión. Estaremos en Bare.


Página

Mi teléfono vibra inmediatamente con su respuesta.


Kyan: Oh, preferiría pasar mi tiempo contigo en vez de en esta estúpida
oficina. Te veo pronto.
Me da vergüenza que Tori salga y me atrape con esta estúpida y tonta
sonrisa en mi cara. Sé que me veo ridículamente feliz, porque tiene la cabeza
inclinada y aplaude felizmente como un niño de dos años.
—Parece que Kyan no se hallaba ocupado después de todo. Imagínate
eso. —Me mira, revisando mi ropa de salir antes de asentir con aprobación y
silbar—. Ahora eso se ve caliente. Esta es la Calla que me gusta ver. La divertida
que no siempre se preocupa por todos los demás y lo que piensan. —Mira hacia
mis botas—. En serio podría tener que pedir prestado ese traje en algún
momento. —Pone sus manos en sus caderas y sonríe mientras empuja hacia
afuera sus pechos—. ¿Te gusta?
Lleva un par de vaqueros negros y una camiseta blanca con el hombro
fuera que dice: Los objetos en la camisa son más grandes de lo que parecen.
Me río mientras alcanzo mi bolso.
—Sip. Esa camiseta es totalmente para ti. —Meto mi teléfono en mi bolso
y paso mi brazo por el suyo—. Parece que vamos al Club Bare. Kyan saldrá del
trabajo para encontrarnos allí.
Se vuelve hacia mí y levanta las cejas.
—Saliendo del trabajo, ¿eh? Sí, alguien sólo quiere ser amigo con
derechos, ja, mi culo.
La empujo con mi cadera.
—Sólo nos estamos divirtiendo. Estoy segura de que estaba a punto de
dejar el trabajo de todos modos. Ahora cállate y vamos antes de que cambie
de opinión.

El Club Bare se encuentra lleno cuando llegamos, pero de alguna


manera nos las arreglamos para agarrar una mesa y cubrirla con toda nuestra
mierda. La única manera de mantener una mesa en un lugar como este es
dejar lo suficientemente claro de que está tomada. Supongo que lo mismo
podría decirse de tu mujer. La única manera de mantenerla en un lugar como
83

este es dejar claro que ella viene contigo.


Página
Eso es exactamente lo que Brad hace ahora mismo. Tori se halla de pie
delante de la mesa y Brad está tan arriba de su culo que casi creo que está
literalmente sobre ella.
—¿Qué quieres beber? Puedes quedarte aquí y ver nuestra mesa
mientras Brad y yo vamos a buscar las bebidas. —Tori busca en su bolso la
billetera cuando la voz de Kyan se oye junto a mi oído.
—¿Soy el primero en reclamarte esta noche? —Siento que sus labios rozan
mi oreja mientras sonríe contra ella—. Tenía que estar seguro de alejar de ti a
todos los demás imbéciles.
Asiento con la cabeza y me río mientras vuelvo la cabeza para mirarlo.
—Eres definitivamente el primero, señor Wilder. Afortunado, supongo.
Camina alrededor de la mesa y siento que me muero en el lugar cuando
mis ojos aterrizan en lo que lleva puesto. Me doy cuenta de que Tori claramente
lo comprueba también, como si Brad ni siquiera existiera en este momento.
Sus gruesas piernas están siendo abrazadas por un par de pantalones
ajustados negros, y su amplio pecho se halla cubierto con una camisa blanca,
enrollada hasta los codos, y un chaleco negro. Su corbata está suelta alrededor
de su cuello y su cabello parece como si acabara de tener la mejor follada de
su vida. En otras palabras, se ve peligrosamente irresistible. Puedo garantizar
que cada boca femenina cayó en su camino a esta mesa y están ocupadas
limpiando la baba de sus malditas barbillas en este momento.
Le sonríe a Tori y la saluda antes de presentarse a Brad. Se apoya en su
hombro con toda la confianza en el mundo y dice algo antes de volverse a
nosotras.
—Entonces, ¿que será, señoritas?
Tori levanta una ceja y se retuerce en su pensamiento antes de decidirse
por una cerveza, así como el resto de nosotros, y antes de que sepamos Kyan
tiene una de las camareras tomando nuestras órdenes y sonriéndole como si
fuera la chica más feliz en el mundo.
Aléjate, desvergonzada…
Tori le sonríe a Kyan y sus ojos lo siguen hasta que toma asiento.
—Así que... —Saca su propia silla y se sienta, al igual que Brad—. ¿Has
terminado tu trabajo del día?
Kyan le agradece a la camarera y toma una de las cervezas, mientras
afloja su corbata un poco más.
84

—No. Realmente nunca termino con el trabajo.


Página

—Ya veo. —Tori me sonríe como una idiota, así que rápidamente le doy
una patada en la pierna y cambia de tema.
Estuvimos la primera hora o algo así, simplemente pasando el rato en
nuestra mesa, bebiendo y hablando, y tengo que admitir que esta noche la
invitación de Chrissy es la última cosa en mi mente. Esa invitación puede
besarme el culo. El tiempo vuela y todos nos estamos llevando bien, como si lo
hubiéramos hecho cien veces antes. Es cómodo. No he tenido este tipo de
diversión con amigos en lo que parece ser por siempre.
Parece que mucha gente aquí sabe quién es Kyan y lo tratan con tanto
respeto que no puedo evitar sonreír mientras lo veo interactuar con otros que
aleatoriamente pasan a saludar. Es tan diferente a la mayoría de los hombres.
No tiene que intentarlo. A la gente naturalmente le gusta y lo respeta y él no
parece dejar que eso se le vaya a la cabeza. Me hace feliz estar con él.
—De acuerdo —dice Tori mientras agarra la mano de Brad—. Esto es muy
divertido y todo, pero tengo que moverme. Soy demasiado joven para
quedarme aquí sentada. —Se ríe mientras Brad la tira en sus brazos y le muerde
el cuello—. Estaremos en la pista de baile. Ustedes dos no se diviertan mucho.
Kyan inclina la cabeza hacia mí y sonríe antes de tomar un trago de su
cerveza y ponerla de nuevo abajo.
—Vamos. —Agarra mi mano y comienza a llevarme hacia la multitud.
Afortunadamente estoy en mi tercera cerveza, así que me siento un poco
suelta y estoy empezando a no preocuparme por todos los pares de ojos que
parecen seguirnos.
Kyan finge no notar a todas las chicas babeando por él, pero
definitivamente eso ha llamado mi atención.
—¿Bailas? —le pregunto mientras desliza su brazo alrededor de mi cintura
y me pega más a él.
Mueve lentamente sus caderas al ritmo de la música de una manera tan
seductora que se me escapa el aliento. En serio no tenía ni idea de que podía
mover su cuerpo así.
Se apoya en mi oreja y se ríe contra ella.
—¿Sorprendida? No dejes que el traje te engañe. —Moviéndose detrás
de mí, pasa su mano por mi brazo y lo pone alrededor de su cuello, mientras
muele sus caderas contra mi culo. Siento sus labios contra mi oreja otra vez—.
Ha pasado un tiempo, pero nunca olvido cómo mover mi cuerpo.
Oh, Dios…
Siento mi cuerpo moverse al mismo ritmo que el suyo como si lo
hubiéramos hecho un millón de veces antes. Uno de sus brazos se halla
85

alrededor de mi cuello y el otro alrededor de mi cintura mientras nos movemos


al ritmo lento, su cuerpo controlando el mío. Se parece demasiado a estar en el
Página
dormitorio y siento instantáneamente el calor corriendo a través de mi cuerpo
ante los recuerdos.
Su mano sube por mi cuello hasta que mi cabeza se inclina hacia atrás y
sus labios corren a través de mi cara. Trazan la línea de mi cabello, mi nariz y mis
mejillas, pero nunca se detienen en mis labios. Sin embargo, sólo la sensación
de su aliento tan cerca del mío hace que mi corazón se acelere.
Bailamos un rato hasta que se da cuenta de que estoy sin aliento.
Obviamente no estoy en tan buena forma como él y empecé a sudar hace por
lo menos veinte minutos.
—Lo siento —le digo mientras lucho por recuperar el aliento—. No bailo
mucho.
Me pasa la mano por el cabello, a lo largo de la nuca y sonríe.
—No lo hagas.
Entrelazando sus dedos con los míos, me aleja de la multitud y se detiene
junto al bar. Se inclina sobre mí así puedo oírlo bien.
»No he hecho esto en mucho tiempo, pero estar aquí contigo me hace
olvidar todo el estrés del jodido trabajo. Finalmente recuerdo lo que es relajarse
y disfrutar.
Levanta mi barbilla y pasa su pulgar sobre mi labio inferior.
»Estoy feliz de que me invitases a salir esta noche. Lo necesitaba
desesperadamente.
Me encuentro sonriendo contra su pulgar.
—Bueno, me alegro de que hayas venido. —Me inclino a su lado contra el
bar—. No creí que vendrías. Pensé que estarías demasiado ocupado
trabajando.
Le hace señas a un camarero y nos ordena un par de cervezas.
Realmente no tengo ni idea de dónde están Tori y Brad, y por primera vez no
me preocupo para nada. Por lo general, cuando salgo con Tori odio cuando no
puedo encontrarla, incluso cuando estoy con otra persona. Ahora mismo...
Estoy perfectamente bien con Kyan cerca.
Dándole un poco de dinero, agarra ambas botellas de cerveza en su
mano derecha antes de tomar mi mano con la que tenía libre.
Lo veo mirarme de vuelta y sonreír cuando se da cuenta de que hay una
mesa de billar libre. Jalándome detrás de él, la toma y coloca nuestras bebidas.
—¿Estás dispuesta a otro juego? —Levanta una ceja—. ¿Tal vez esta vez
86

no tendré que llevarte cargada a casa?


Página
Empujo su pecho unas cuantas veces y me río de mi estúpido
comportamiento esa primera noche. Esperaba que el final de esa noche fuera
sólo una especie de sueño extraño.
—Estoy dispuesta. —Lo miro mientras me mira—. ¿Qué?
Sacude su cabeza.
—Nada.
—¿Nada? —Me acerco y agarro su corbata, acercando mis labios a los
suyos. Él mira hacia mis labios antes de levantar sus ojos para encontrar los míos.
La mirada de dolor en ellos me hace aclarar mi garganta y soltar su corbata.
Agarro mi taco de billar y sonrío como si ese momento nunca hubiera pasado.
Lo último que quiero hacer es que se sienta incómodo.
»Tú empiezas esta vez. —Me alejo y cruzo mis brazos—. Estoy bastante
segura de que ahora que estoy sobria te voy a patear el culo. —Me inclino y le
sonrío mientras se concentra en su golpe—. Prometo no contarle a mucha
gente.
Me mira y mantiene sus ojos en mí mientras golpea. Me sorprende ver qué
buen disparo pudo hacer. Fue un golpe agradable y sólido.
»Presumido —murmuro.
Me quedo atrás y puedo ver cómo continuamente tira golpe sólido tras
golpe sólido en los agujeros hasta que sólo queda una bola. Luego, falla a
propósito.
»¡De verdad! —grito. Golpeo el extremo de la mesa de billar y agarro mi
cerveza—. Me has engañado la primera noche. No jugaste nada bien.
Me da una sonrisa sexy mientras pongo mi cerveza y me preparo para mi
turno.
—No quería asustarte y mandar a volar mis posibilidades de otro juego
contigo.
—Mentiroso —digo.
—Soy muy serio. —Se inclina sobre mí y corre sus labios por mi cuello justo
cuando estoy a punto de hacer un golpe. Mi mano pierde el agarre y lo oigo
reír en mi oído—. Ups.
Juguetonamente le doy un codazo en el estómago, haciéndole
retroceder un centímetro.
—Eso es hacer trampa. Ahora retrocede, chico grande. No me rendiré
tan fácilmente.
87

Los dos nos reímos y no puedo dejar de mirarlo. Es tan hermoso. Esa
Página

sonrisa… ¿Cómo me perdí que es la sonrisa más hermosa del mundo? En serio
podría estar aquí toda la noche y ver su boca y no tener ni una sola
preocupación en el mundo. Eso definitivamente me da una razón sobre por
qué debería tener preocupaciones en el mundo.
Sin compromisos… Solo por diversión.
Tengo que repetirme esto durante el resto del juego. Pierdo la cuenta de
cuántas veces tuve que hablar mentalmente conmigo misma.
Tori y Brad aparecen hacia el final del segundo juego, viendo como Kyan
toma su turno. Tori echa un vistazo a la mesa de billar antes de darme una
mirada insinuando que soy patética. Tal vez necesitaba unas cuantas cervezas
más para jugar mejor. Juro que fue mejor la última vez, pero estoy equivocada.
Kyan jugaba conmigo y funcionó. Es un profesional en todo lo que hace. Me da
ganas de morderlo.
Levanto mi taco a Tori mientras está a punto de abrir la boca.
—Ni siquiera lo digas.
Se encoge de hombros.
—No iba a decir nada sobre cuán mal estás perdiendo. —Se encoge de
hombros de nuevo—. De verdad.
Kyan gana otro juego, así que pongo mi taco hacia abajo y lo empujó en
las costillas.
—Tienes suerte de ser tan lindo. Normalmente no suelo tomarlo tan
alegremente.
Me agarra por la cintura y levanta, besando la parte superior de mi
cabeza, antes de ponerme en el suelo de nuevo.
—Voy a pagar la cuenta para que podamos irnos. —Agarra las botellas
vacías de cerveza y camina entre la multitud.
—¡Santa mierda! —Tori agarra mi brazo y me atrae hacia ella—. Él
realmente es algo más; mucho, mucho mejor que Jordan. Es casi irreal. ¿Es real?
—Se vuelve hacia Brad—. Lo siento. —Luego se vuelve hacia mí—. Pero,
¡demonios!
Brad simplemente se encoge de hombros y dice—: Todo está bien. —
Termina su bebida—. Vuelvo enseguida.
Quitando los mechones de su cabello dorado de la cara, Brad besa a Tori
en la boca antes de alejarse e ir hacia la barra.
—¿Puedo cambiarlo? —Alza ambas cejas—. Te daré una semana con
Brad si puedo tener a Kyan por una noche. Sólo una noche y apuesto que
88

compensará un año de sexo con Brad.


Página

La empujo y cubro mi boca con sorpresa.


—Eso es tan malo.
Ambas miramos el bar. Kyan se halla de pie allí con confianza, sabiendo
que una de las chicas se peleará para llegar a él tan pronto como esté libre,
mientras Brad sigue saltando y agitando los brazos, parece un niño pequeño
indefenso.
»Él no es tan malo —miento—. Quiero decir… es lindo. Tiene eso de su
lado. Es como un cachorrito. Las chicas aman a los cachorros.
Gira sus ojos y saca un poco de brillo, cubriendo sus gruesos labios.
—Yo no, Calla. Definitivamente no soy de esas.
—Entonces, ¿por qué estás con él?
Me da una mirada confusa y sacude la cabeza para sí misma.
—No lo sé. Supongo que me mantiene ocupada. Ayuda a veces tener
relaciones sexuales con alguien de quien sabes que no te enamorarás. Te
ahorra que te lastimen. Supongo que Brad es seguro… Sé que no me apegaré
demasiado, por eso sigo aguantando. Los hombres me asustan. Los hombres de
verdad hacen eso.
Estoy de pie, aturdida y dejo que sus palabras realmente se hundan en
mí. Kyan es exactamente lo contrario. Es el tipo del que me veo
enamorándome, excepto que no puedo hacerme dejar de tener relaciones
sexuales con él. Mi cuerpo sufre dolores físicos por su contacto cuando está
cerca. No quiero detenerme, no importa cuáles sean las consecuencias.
Siento una mano en mi brazo y giro. Un tipo de cabello oscuro, vestido
con una camisa de polo y unos pantalones caqui, me sonríe.
—Eres demasiado bella para estar sola. —Levanta la cerveza—. ¿Puedo
ofrecerte una bebida?
Sacudo la cabeza y le ofrezco una sonrisa amistosa.
—No estoy aquí sola. —Me inclino para que me escuche sobre la
música—. Gracias, pero no.
Cuando miro por encima del hombro, Kyan camina con la mano en el
hombro de Brad. Veo a Brad agradeciéndole, así que supongo que se encargó
de su cuenta para ahorrarle el problema de rebotar en la barra.
Sus ojos se apartan de la mirada de Brad para encontrarse con los míos, y
su mandíbula se aprieta. Puedo ver claramente su duro cuerpo tensarse.
—¿Segura? —El tipo pone su mano en mi brazo y se apoya en mi oído—.
No te veo con nadie. Sólo una bebida.
89

La mano de Kyan aprieta el hombro del chico, sacándolo de mi cara.


Página
—Ella está aquí con alguien. —Fingiendo que el tipo ni siquiera existe,
Kyan me sonríe y agarra la parte posterior de mi cuello—. Deja que te lleve a
casa.
Murmurando algo bajo su aliento, el tipo se da la vuelta y se aleja,
claramente dándose cuenta de que no tiene ninguna posibilidad contra Kyan.
—De acuerdo —le digo con una sonrisa—. Supongo que me debes un
paseo a casa después de patear mi culo en el billar muchas veces. Es lo menos
que puedes hacer.
Tori me da una enorme sonrisa y le entrega las llaves a Brad.
—Voy a hacer que Brad me lleve a casa y recogeremos mi auto mañana
por la mañana. Te veré en casa.
Kyan dice adiós a Tori y a Brad, antes de atraerme a través de la multitud,
manteniendo sus ojos en mí en lugar de todas las chicas que parecen mirarlo
fijamente de pasada.
¿Por qué quiero ahogar a todas estas chicas? Cada una de esas malditas
lo hace tan obvio que parecen seriamente desesperadas. Lo bueno es que ni
siquiera parece perturbar a Kyan como lo haría a la mayoría de los hombres.
Tenemos una pequeña charla todo el camino de vuelta al apartamento y
me encuentro contando chistes tontos durante el viaje. Me da vergüenza decir
que esto siempre sucede cuando estoy demasiado cansada. Mézclalo con el
alcohol y es peor de lo que puedas imaginar. A veces quiero alejarme de mí. Es
tan malo.
Kyan sostiene la puerta del elevador, dejándome entrar primero.
—Espero que no tengas que trabajar por la mañana. —Se apoya contra
la pared y sonríe cuando lo hago—. Odiaría ver cómo sale esa sesión.
Le doy una palmada en el brazo y me río.
—No, no lo hago, gracias a Dios, pero puedo garantizar que seguiré
siendo genial en esa boda —digo, señalándolo.
Me sonríe y coloca su brazo en la parte baja de mi espalda cuando el
elevador se detiene en el sexto piso.
—Lo creo —dice—. Eres increíble en lo que haces. Pude verlo en el rodaje
que hicimos. Viene de manera natural para ti.
Me encuentro sonriendo más grande de lo que probablemente debería
ser por su comentario.
—Gracias. Eso significa mucho.
90
Página
Sacando mi llave, abro la puerta y giro hacia él. Se acerca, juntando
nuestros cuerpos. Sus ojos se encuentran con los míos mientras trae sus labios
hacia abajo y besa el costado de mi boca.
Sus labios permanecen allí por un segundo, haciendo que mi corazón
palpite de anticipación. Quiero que sus labios aplasten los míos, pero no lo
hacen.
Se aleja, rechinando la mandíbula mientras me mira a los ojos.
—Buenas noches, Calla.
Trago mientras lo miro.
—Buenas noches, Kyan. —Tomo su corbata y tiro de ella—. Gracias por
esta noche. Fue muy divertida. Realmente la necesitaba.
Asiente una vez mientras me mira de arriba abajo.
—Olvidé decirte que te ves increíblemente sexy esta noche. Me cuesta
mucho marcharme en lugar de invitarme a entrar.
Mi corazón corre rápidamente cuando mis ojos encuentran su mirada.
¿Quiere que lo invite? ¿Le pregunto? ¡Mierda!
Es el primero en romper el silencio.
»Necesitamos ponernos al día en algún entrenamiento. ¿Me encontrarás
en el gimnasio alrededor del mediodía? —Frota su pulgar sobre mi labio
inferior—. ¿Puedes manejar eso?
Asiento y abro la puerta detrás de mí.
—Nos vemos entonces. —Sonrío—. Creo que puedo hacerlo.
El elevador se abre con Tori dentro, por lo que Kyan me sonríe y
rápidamente sostiene la puerta mientras Tori sale y se tropieza cansadamente
con la puerta.
Me pasa de largo y tira su bolso al piso.
—Tengo tanta hambre. Hazme comida —se queja.
Separo los ojos de Kyan y entro en el apartamento, cerrando la puerta
detrás de mí.
Ahora que estoy de vuelta aquí y sola… Bien, con Tori, siento ese dolor en
mi pecho otra vez cuando recuerdo la invitación.
Esta noche va a ser una larga noche…
91
Página
13
Traducido por Black Rose y Bella’
Corregido por indiehope

Calla
M
e reuní con Kyan en el gimnasio esta tarde, pasé cerca de una
hora entrenando con él, y luego fui al centro comercial con Tori.
Ahora estoy aquí, acostada en el sofá, y relajándome con uno
de los hombres vivos más sexys: Ryan Guzman2.
Se ve tan increíblemente sexy cuando mueve su cuerpo que me
recuerda a Kyan en el club anoche. Ese pensamiento me tiene sonriendo.
Podría quedarme aquí todo el día y observarlo, olvidándome de todo lo demás,
así que ese es mi plan.
Tori se halla acurrucada en la silla con sus Funyuns, viendo la película tan
concentrada como yo. Esta es la única manera que puedo conseguir que se
calle: un tipo sexy en la televisión y su merienda favorita.
Mi cuerpo entero se siente dolorido por mi entrenamiento esta tarde, así
que cada vez que me muevo tratando de sentirme cómoda, suelto un ligero
gemido.
—Cierra la boca —se queja Tori.
—¿Es en serio…? —Le tiro una almohada a la cara—. Estás allí
mordisqueando tus Funyuns como si tu vida dependiera de ello. Cierra la boca
cuando mastiques, idiota.
—Shh... —Me gruñe y sube el volumen—. Has estado quejándote y
gimiendo desde que nos encontrábamos en el centro comercial. Dile a Kyan
que no te joda tanto la próxima vez, porque realmente arruina mi día.
Me siento y ruedo mis ojos.
—No lo hizo. Tuve una sesión de entrenamiento personal con él. El
gimnasio se hallaba lleno de gente esta vez. No pasó nada.
92
Página

2 Ryan Anthony Guzman: es un actor y modelo mexicano-estadounidense, conocido por


interpretar a Sean en la película de baile Step Up Revolution y a Jake en Pretty Little Liars.
Sus oídos se animan, y de repente su atención se centra en mí.
—¿Esta vez?
Mierda. Mi estúpida y gran boca.
Oprime el botón de pausa y se sienta recta, de repente interesada en
escucharme hablar, cuando antes todo lo que le interesaba era que me
callara.
»¿Tú y Kyan tuvieron sexo en el gimnasio? Si lo hiciste, entonces realmente
necesito saberlo, porque es jodidamente caliente y excitante.
—Tal vez... —Levanto una ceja—. Alguien de repente siente curiosidad
por el gimnasio, porque hace solo unos segundos, recuerdo que me dijiste que
cerrara la boca.
—Tal vez... y eso fue antes de que el sexo en el gimnasio cruzara mi
mente. —Sonríe, alentándome a continuar—. ¿Lo hicieron?
—Ni siquiera debería decirte, pero sí, y fue caliente y emocionante. Eso es
todo lo que necesitas saber. —Busco mi teléfono y empiezo a recorrer mis
correos electrónicos, tratando de alejarme de esta conversación—. Era tarde
por la noche, así que no había nadie allí. Eso es todo lo que conseguirás.
—Te odio tanto. —Arroja la almohada hacia mí—. Por lo menos dime en
qué lugar del gimnasio. No puedes simplemente decirme que Kyan te folló
hasta los sesos en el gimnasio y dejarlo así.
Mis ojos se abren cuando veo un correo de Olivia Powers.
—La ducha... —Mi voz se apaga mientras abro rápidamente su correo
electrónico para ver el archivo adjunto—. Mierda.
Salto de mi asiento con entusiasmo mientras me desplazo rápidamente
por su mensaje, leyéndolo.
—¡¿Qué?! —Tori salta de la silla y se acerca para mirar por encima de mi
hombro—. ¿Es de la perra? Tiene mucho coraje.
Grito en la emoción y golpeo descargar en el archivo adjunto.
—No. Es de la autora para la que hice la sesión de fotos. Dijo que su artista
de portada le envió un bosquejo y que quiere que sea una de las primeras en
verla.
—Oh, vaya, Calla. ¡Eso es increíble! —Pone su barbilla en mi hombro y
espera ansiosamente que la imagen se cargue—. No puedo esperar para ver
esto. ¡Date prisa!
93

Me la quito de encima y abro las fotos en mi galería. Mis ojos se


ensanchan mientras miro fijamente mi teléfono.
Página
—¡Mierda! Guau... No puedo creer que estas son mis fotos. Estas son mis
fotos y están en un libro, Tori. —Me siento como una niña ahora mismo,
imaginando el libro en mis manos.
Ni siquiera tengo otras palabras para esta belleza. En el frente de la
portada hay una de las fotos que tomé de Kyan delante de la pared blanca.
Está puesto de costado y su cuerpo se flexiona en todos los lugares correctos,
luciendo tan malditamente sexy. El fondo ahora es una pared oscura, de
aspecto rústico con letras rosadas que dicen: Antes de Blaine.
La parte posterior de la portada tiene la nota publicitaria, junto con una
de las imágenes de Kyan acostado en su cama, solo la sábana cubriendo
deliciosamente su firme parte inferior. Verlo allí, viéndose tan malditamente sexy
hace que mi corazón se agite mientras pienso en lo que sucedió después de
estas fotos.
—Eso es caliente. —Tori me arrebata mi teléfono de la mano para verlo
más de cerca—. ¿Estas son las fotos que tomaste? De ninguna manera habría
podido contenerme viéndolo así. Éstas parecen tan diferentes de las que vi esa
noche.
Asiento con la cabeza emocionada, sin escuchar sus palabras. Nunca he
estado tan feliz de ver mi trabajo antes.
—Sí. Estoy sin palabras.
—Es asombroso. Este asunto de la portada del libro es muy emocionante.
No voy a mentir. Estoy un poco celosa.
Tomando mi teléfono de vuelta, rápidamente envío a Olivia un correo
electrónico antes de enviar Kyan un mensaje.
Yo: Olivia acaba de enviarme un bosquejo de su portada. ¡Se ve
ASOMBROSO! ¡Te ves increíble!
Dejo mi teléfono de nuevo, sabiendo que Kyan se halla normalmente
ocupado todo el día, y regreso a mi lugar en el sofá. Espero que esta película
ayude a dirigir mis pensamientos lejos de Kyan por un tiempo. Pensar en él lleva
mi mente a lugares que no debería.
—Bien. Suficientes interrupciones. De regreso a la hora de Ryan.
Tori no discute con eso. Vuelve a su silla y golpea reproducir en el mando
a distancia, comenzando el DVD.
Pasamos la primera hora de la película antes de que alguien golpee la
puerta. Me siento y miro a Tori, no queriendo lidiar con eso.
—Ve a ver. Probablemente es Brad.
94

Pone una cara molesta.


Página
—No he hablado con Brad desde esta mañana. Él sabe que no debe
aparecer sin avisar. Es un pequeño perrito entrenado.
—Bueno, ve de todos modos. Estás más cerca y me duele todo.
Deja escapar un suspiro frustrado cuando la persona toca otra vez.
—De acuerdo. Calma tus tetas, voy.
Atraviesa la habitación y se acerca a la puerta. Miro por encima del sofá
y veo mientras la abre a Hunter de pie allí. Mi corazón hace un pequeño salto
mientras que él exhibe su atractiva sonrisa.
—¿Qué demonios... Hunter? —Tori se aparta cuando Hunter entra y cierra
la puerta detrás de él—. ¿Qué demonios estás tú haciendo aquí? Han pasado
como seis años o alguna mierda así.
Se acerca al sofá y se detiene a mi lado, antes de agarrarme la cara y
presionar sus labios contra los míos. Se aleja y sonríe a Tori.
—Me alegro de verte de nuevo, Tori. Esperaba que Calla se uniera a mí
para comer e ir a dar un paseo. Necesito un poco de aire.
Tori me da una mirada confundida, con la boca abierta. Creo que olvidé
mencionar que Hunter vive en el mismo edificio y que dormimos juntos, o tal vez
simplemente decidí no decirle... Porque lo desprecia un poco.
—Hunter. —Sonrío mientras lo veo recostarse en el sofá como si estuviera
perfectamente cómodo. Tengo esa pequeña sensación de vértigo en mi
estómago de nuevo, viendo a Hunter sentado aquí en este sofá como si fuera el
dueño del maldito lugar. La última vez que estuvo aquí nos encontrábamos los
dos... desnudos—. No te esperaba. Quiero decir... bueno, estoy bastante
hambrienta.
—¿Qué mierda pasa, maldición? Estoy tan confundida ahora mismo. —
Me mira con los ojos abiertos—. Él solo te besó y ahora estás dejando a Ryan
por él. Nadie camina sobre Ryan Guzmán sin una buena razón. ¿Están ustedes
dos... saliendo o alguna mierda? ¿Por qué no sé nada de esto?
Sacudo la cabeza, a punto de morir de vergüenza si Tori sigue abriendo
su boca.
—No, sólo estamos... —No tengo ni idea de cómo explicarle a Tori que he
estado durmiendo con dos tipos. Decirlo en voz alta parece sí... incorrecto—.
Umm...
—Sólo soy su esclavo sexual —dice Hunter en broma. Agarra mi mano y la
frota sobre sus abdominales—. Puede usar mi cuerpo cuando y para lo que
quiera.
95
Página
Se ve un poco impresionada cuando entiende mi situación. Estoy segura
de que no hubiera pensado ni en un millón de años que yo tendría sexo con
dos hombres magníficos. Bueno, yo tampoco.
—Vaya. Esto sí que no me lo esperaba. —Sus ojos se quedan en nosotros
mientras camina hacia su silla y toma asiento—. Él es bastante caliente, siempre
y cuando mantenga la boca cerrada. Buen trabajo.
Hunter se ríe a mi lado.
—Tomaré eso como un cumplido. —Agarrando mi mano, me saca del
sofá—. No voy a mantenerte lejos de este tipo Ryan por mucho tiempo. —
Levanta una ceja en cuestión.
Asiento con la cabeza hacia el televisor.
—Ese grandioso tipo congelado en la pantalla.
—Bien —dice.
Tori me observa mientras tomo mi bolso, y puedo decir que tiene mucho
que decir, pero lucha tan duro como puede para mantener la boca cerrada.
Bien. Salir con Hunter me ahorrará tiempo de tener que responder a sus
interminables preguntas sobre Kyan y Hunter.
—Regreso en un rato. ¿Pausas a Ryan hasta que vuelva? —Le doy una
sonrisa dulce—. Por favor.
Tori se encoge de hombros.
—Lo tendré en pausa, pero solo por un par de horas. —Le levanta una
ceja a Hunter mientras me guía suavemente hacia la puerta—. Mantén a mi
amiga a salvo. Sé cómo te gusta ir de fiesta. Estoy segura de que no has
cambiado mucho.
—No hay fiesta —dice Hunter con una sonrisa—. Sólo los dos y algo de
buena comida.
Mi estómago se llena de nudos.
Sólo los dos…

Nos detuvimos junto a un lugar de hamburguesas y pedimos nuestra


96

orden para llevar. Hunter explicó que tenía cierto lugar al que le gusta ir para
Página

estar solo y relajarse. Pensó que sería mucho mejor que comer en un lugar
abarrotado de gente. Estuve de acuerdo. Un poco de aire fresco sería
agradable.
Se sentía tan raro estar dentro de la camioneta de Hunter y no pude
evitar sino seguir mirándolo por encima, observándolo mientras conducía. Estar
con él me hacía sentir como estar de vuelta en la secundaria. Supongo que
Hunter James siempre traerá esa vieja sensación, haciéndome sentir joven otra
vez. Es extraño cómo ciertas personas hacen eso.
Conducimos por cerca de quince minutos hasta que Hunter sale del
camino en la mitad de la nada y estaciona en el pasto. Está comenzando a
oscurecer, pero puedo decir fácilmente que no hay nadie cerca. Estamos
completamente solos y el pensamiento me excita y pone nerviosa. Hunter me
pone nerviosa.
Se voltea a verme y sonríe, todo mientras alcanza la bolsa de comida.
—Comamos afuera. Vamos. —Salta fuera de la camioneta y camina
alrededor para bajar la puerta trasera.
Bajo de un salto tras él y camino hacia la parte trasera. Agarrando mis
caderas, Hunter me levanta y me pone sobre la puerta trasera, sus manos
permanecen ahí unos segundos de más.
»Me encanta comer afuera. —Salta a la camioneta a mi lado y saca
nuestra comida de la bolsa—. Hay algo tan pacífico sobre ello. Odio estar
confinado a un sofá o una mesa. Lo hago demasiado.
Tomo mi hamburguesa y asiento.
—Estoy de acuerdo. Estoy atrapada dentro más de lo que me gusta. —
Inclino mi cabeza hacia atrás y sonrió cuando la brisa sopla a través de mi
cabello—. Esto es agradable, Hunter.
Disfrutando el aire nocturno, ambos nos sentamos ahí en silencio hasta
que terminamos nuestra comida. Con los vientres llenos, Hunter empuja la
basura fuera del camino y se recuesta, entrelazando sus dedos detrás de su
cabeza.
—Asumo que Tori todavía me odia por la vez que la golpeé con mi pelota
de futbol. Que fue hace como… ¿siete años?
Me recuesto junto a él y me echo a reír.
—Sí, pero esa es Tori para ti. Ella no es demasiado aficionada a las pelotas
así de grandes golpeándola en la cara si sabes a lo que me refiero. Has
sobrepasado sus límites, supongo.
—¿Qué hay de ti?
97

Me levanto sobre mis codos.


Página
—¿Disculpa? —Suelto una carcajada mientras me alcanza y me pone
sobre él.
—¿He sobrepasado tus límites? —Muerde mi labio inferior con sus
dientes—. Porque parece que no puedo mantener mis manos quietas.
Sacudo mi cabeza y corro mis manos sobre su estómago, admirando la
sensación de su duro cuerpo bajo mis dedos.
—No eres el único —admito.
Sus ojos miran hacia mis pechos antes de lamer sus labios y jalarme para
besarlo. Mi cuerpo instantáneamente reacciona a su toque y me encuentro
olvidando todo lo demás y solo disfrutando el momento por lo que es.
Toma mis caderas y se muele contra mí mientras yo me acomodo más
arriba, a horcajadas sobre él. Su erección contra mí, al instante me pone
caliente y pierdo todo tren de pensamientos cuando me toca.
—Me encanta verte arriba de mí. —Me atrae y me besa de nuevo,
gentilmente tirando de mi labio inferior antes de liberarlo—. Quiero que me
montes aquí mismo en la parte trasera de mi camioneta. Creo que sería
jodidamente caliente; sabes, escondernos como hacíamos en la secundaria,
teniendo sexo cuando y donde pudiéramos sin que nos pillaran.
Siento una oleada de excitación disparando a través de mí ante el
pensamiento, totalmente perdida en sus palabras.
—Eso suena realmente caliente. Irónicamente las cosas son mucho más
calientes cuando hay riesgo involucrado. —No puedo evitar la sonrisa que se
arrastra por mis labios cuando me observa moverme contra sí. Lo estoy
excitando y nunca pensé que sería posible.
Antes de saberlo. Ambos estamos luchando por salir de nuestra ropa y
Hunter está alcanzando un condón y deslizándoselo. Parece que nunca pierde
el tiempo introduciéndose en mí. Esa es la diferencia entre él y Kyan. Kyan
nunca parece apresurado. Se enfoca en complacerme primero, mientras que
Hunter se enfoca en follarme duro y rápido. Ambos me tienen completamente
satisfecha y deseando más. No pensé que fuera posible.
Gimo y muerdo mi labio cuando Hunter me levanta por las caderas y me
baja a su erección.
—Te sientes tan bien, Calla. He querido hacer esto por días. Podemos
hacernos sentir bien. ¿De acuerdo? Solo perder la razón y disfrutar del cuerpo
del otro. No te contengas.
Aprieta su agarre, guiando mi cuerpo arriba y abajo, rápido y duro. Lo
98

siento trabajando contra mí cada vez que bajo, sus empujones haciéndome
rebotar hacia arriba.
Página
Sentados, agarra la parte trasera de mi cuello y continúa meciéndose
dentro de mí mientras yo me muevo sobre su regazo, disfrutando la sensación
de él dentro de mí. Se siente bien, pero tengo que admitir, no tan bien como
Kyan. La sensación es totalmente diferente y me confunde.
»No puedo creer que estoy dentro de Calla Reynolds. Mierda. —Empuña
su mano en la parte posterior de mi cabello y desacelera su ritmo,
asegurándose de que siento cada pulgada de él—. De verdad fantaseé sobre
esto un montón en la secundaria. No miento.
Dejo salir una pequeña carcajada por su comentario, sin ser capaz
todavía de creer que él me deseaba. Nunca siquiera pensé que tenía una
oportunidad.
—Sí, bueno, es un poco difícil decirle no a Hunter James.
Tira de mi cabello hacia atrás, inclinando mi cabeza, y corre su lengua
hacia arriba por mi cuello, deteniéndose cerca de mi oreja.
—Wilder —susurra, atrapándome con la guardia baja.
Me congelo encima de él, jadeando mientras lucho por recuperar el
aliento. No hay manera de que lo haya escuchado correctamente.
—¿Disculpa? —pregunto. Tengo qué.
Me empuja más cerca de él y comienza a moler sus caderas dentro de
mí.
—Es Hunter Wilder. James era el apellido de soltera de mi madre. Me lo
cambié tan pronto me gradué.
Trago duro y pongo mis manos en su pecho, pero él solo continúa
penetrándome, complaciéndome tan bien que casi pierdo mi tren de
pensamientos.
—¿Así que Kyan…? —Por favor no lo digas. Por favor no lo digas.
Tira de mi cara hacia la suya y levanta la mirada para encontrar mis ojos
mientras empuja más duro dentro de mí y se detiene.
—Él es mi hermano mayor.
—¡Mierda! —Estoy lista para salir de su regazo, pero me detiene—. Hunter.
—Empujo contra su pecho tratando de detenerlo—. Kyan es el otro tipo con el
que he estado durmiendo. No tenía idea. Esto no está bien.
Me pone en el suelo sobre mi espalda y gira encima de mí mientras abre
mis piernas, antes de empujarse de nuevo dentro de mí.
99

—Lo sé —murmura—. Kyan no es capaz de estar en una relación. —Se


empuja dentro de mí una vez más y se detiene—. Tampoco yo. Tú mereces ser
Página

complacida. Déjanos hacer eso por ti.


Hunter moviéndose arriba de mí me aturde, incapaz de poner mi mente a
trabajar. Debería estar corriendo lejos de él. Deberá estar disgustada, pero no lo
estoy. Estoy completa y totalmente excitada. Kyan y Hunter tiene que ser los
hermanos más sexys caminando en esta maldita tierra y tengo el placer de
experimentarlos a ambos. Al menos puedo mirar hacia este momento sin
arrepentimientos, porque no tuve que perder ni a uno ni al otro.
Estoy tan mal por esto, pero se siente tan condenadamente bien.
—Sí… ¡oh, sí! —Gimo con fuerza e inclino mi cabeza hacia atrás mientras
él lame su pulgar y lo frota sobre mi clítoris, dándome placer—. ¡Hunter! Más
rápido. Necesito que vayas más rápido.
Se mueve más rápido y más duro, mordiendo mi cuello mientras me
sacudo en sus brazos.
—¡Oh, mierda! —Me agarra el cuello y comienza a moler sus caderas—.
Estoy cerca. Aguanta.
Se empuja unas cuantas veces más antes de gemir y se sale de mí. Su
mano rápidamente llega a su dura polla y la otra va a mi seno izquierdo.
»¡Santa mierda! —Gime, sin aliento.
Demonios, luce tan sexy en este momento. Me encanta ver a un hombre
masturbarse. Hunter no es una decepción en eso.
»Eso fue definitivamente más rápido de lo que esperaba que fuera —
dice, todavía trabajando en calmar su respiración—. Pareces hacerme eso.
Me pongo de rodillas y agarro sus caderas, riendo contra sus labios
mientras me besa.
—Diría que lo lamento, pero supongo que es bueno de mí parte.
Me quita el cabello de la cara y se ríe de nuevo.
—Definitivamente bueno de tu parte. —Me besa duro antes de alejarse—.
Gracias por venir a pasear. Fue tan jodidamente bueno.
Juguetonamente palmeo su pecho.
—Realmente no sé qué decir en este momento.
Él alcanza su ropa y comienza a vestirse al mismo tiempo que yo.
Lo observo mientras se pone los jeans.
»¿Esto no es raro para ti? Quiero decir… yo nunca he hecho algo como
esto antes.
100

Jala mi cara hacia él y suavemente besa mis labios.


—Nosotros nunca hemos hecho algo como esto tampoco, pero de
Página

alguna manera pareces ser la excepción. —Observa mientras paso mi blusa por
mi cabeza—. Odio apresurarte a que regreses a casa, pero tengo una sesión de
fisioterapia en el gimnasio en treinta minutos, además temo que, si no te llevo a
casa con Ryan pronto, Tori va a arrancarme las bolas.
Me pierdo en mis pensamientos en el camino a casa, tratando de decidir
si esto está mal. Hunter dice unas cuantas cosas. Solo asiento y pretendo que
estoy escuchando, pero parece que no puedo funcionar ahora mismo.
Una vez que estamos frente a la puerta, Hunter me da un rápido beso y
dice que me escribirá pronto antes de irse. Me quedo de pie fuera del edificio
por unos minutos, levantando la mirada al décimo piso, dándome cuenta de
que ambos hombres se quedan allí arriba. La idea causa mariposas llenando mi
estómago.
Cuando voy dentro y entro al elevador, miro hacia mi teléfono para ver
que perdí un mensaje de Kyan hace como diez minutos. Mis emociones y
pensamientos están por todo el lugar cuando lo abro y lo leo. Mi corazón se
acelera.
Kyan: Gracias a ti. ;) Solo ve a casa y entra a la ducha.
Me quedo de pie en el elevador y miro fijamente cuando se abre en el
sexto piso. No me puedo obligar a dejarlo pasar, así que presiono el botón del
décimo piso y espero a que se cierre.
No puedo regresar a mi departamento sin saber desde cuándo Kyan
sabe acerca de que el otro tipo es su hermano; su hermano menor.

101
Página
14
Traducido por Sam89
Corregido por indiehope

Calla
M
i corazón se está saliendo de mi pecho para cuando llego a la
puerta de Kyan. No tengo idea de cómo va a ir esto. De alguna
manera siento como si le hubiese hecho algo malo a Kyan. Sé
que me dijo que ambos somos libres de acostarnos con otras personas, pero
nunca ni en un millón de años pensé que en realidad lo haría o que terminaría
con su hermano de entre todas las personas.
No esperaba que Hunter entrara en mi vida y definitivamente no
esperaba que me quisiera de la manera en que lo he querido por tanto tiempo
como puedo recordar. Me siento un poco sucia ahora mismo, pero una parte
de mí todavía quiere esto.
Tomando una larga y profunda respiración, toco la puerta y me quedo
aquí, tensa, esperando a que abra.
La puerta se abre unos segundos después mostrándome a Kyan envuelto
en una toalla con agua goteando de su cabello y sobre su firme cuerpo. La
vista me causa que contenga el aliento. Él me hace cosas que nadie más hace
y estoy empezando a ver eso. Es aterrador. Ni siquiera Hunter tiene ese efecto
sobre mí.
—Calla. —Da un paso lejos de la puerta y me hace un gesto para que
entre—. Lo siento. Acabo de salir de la ducha. —Se acerca al refrigerador y
saca dos cervezas.
Miro mientras abre ambas y me extiende una para que la agarre.
—Eso está bien —digo nerviosamente, mientras agarro la cerveza.
Nuestros ojos se bloquean mientras echa hacia atrás su cerveza. Sus ojos
vagan por mi cara antes de apoyarse en la isla de la cocina y soltar un
102

preocupado aliento.
—¿Qué te molesta, Calla? Quiero que seas capaz de decirlo sin
Página

preocuparte.
Me acerco para estar delante suyo y tomo un par de tragos para tener
valor.
—¿Conoces al otro tipo con el que me he acostado?
Se tensa con su cerveza tocando sus labios. Su frente se arruga mientras
baja la botella.
—Por supuesto que sí. Es mi hermano, Calla. ¿Qué pasa? —Se endereza,
viéndose de repente nervioso—. ¿Te hirió?
Niego con la cabeza.
—¿Qué? No. —Miro sus ojos mientras viene a pararse directamente
delante de mí—. Entonces, ¿sabías todo este tiempo que el otro chico era
Hunter y nunca pensaste decirme que era tu hermano?
Se ve genuinamente confuso mientras agarra mi barbilla.
—Dijiste que ustedes hablaron sobre nosotros. ¿Hunter nunca te dijo que
yo era su hermano?
Niego con la cabeza e intento alejarme, pero su agarre en mi barbilla se
aprieta.
»Nunca te mentiría, Calla. Pensé que él te lo dijo. —Echa su cabeza atrás
y muerde su labio inferior con rabia—. Ese maldito pedazo de mierda.
Trago duro mientras lo miro alterarse.
—Acaba de decirme. —Tomo un sorbo de mi cerveza, tratando de
resolver todo esto—. Entonces, ¿Hunter supo antes de acostarse conmigo que
tú ya lo habías hecho?
Frota su pulgar contra mi labio inferior y flexiona su mandíbula.
—Sí. —Da un paso más cerca de mí y enreda sus manos en la parte
posterior de mi cabello—. Sólo dejé que mi hermano estuviera contigo porque
sabía que no tenía derecho a decirle que retrocediera. Todo lo que me importa
es que seas feliz y estés complacida. No puedo ser eso para ti, así que no tengo
derecho a interferir en tu vida. —Traga y se inclina hacia abajo para chupar mi
labio inferior en su boca—. Mereces ser feliz —dice contra mis labios—. Si estar
con otro hombre, ya sea mi hermano o alguien más, te hace feliz, entonces eso
es todo lo que quiero. Todo lo que pido es que seas honesta conmigo. Si quieres
abofetearme y llamarme escoria, entonces adelante. —Chupa mi labio otra vez
antes de soltarlo—. Hazlo.
Gimo cuando su erección se clava contra mí a través de su toalla.
103

—No. —Respiro—. Eso no es lo que quiero. Yo sólo… Nunca he hecho esto


antes y no puedo entender cómo debo sentirme.
Página

Se inclina y pasa su nariz por mi cuello.


—Entonces, ¿qué es lo que quieres? Olvida lo que deberías sentir.
Digo la primera cosa que mi corazón siente.
—A ti —susurro.
Desliza sus manos bajo mis muslos y me levanta. Sus labios rozan los míos
cuando susurra—: ¿Acabas de estar con mi hermano?
Asiento con la cabeza, sintiéndome avergonzada. No debería estar
haciendo esto. No debería querer tener a ambos hombres físicamente;
especialmente hermanos, pero lo hago tan malditamente mucho en este
momento.
—Entonces no puedo permitir que te vayas a dormir pensando en él
dentro de ti. —Lleva una mano abajo y permite que su toalla caiga al suelo—.
Puede que haya permitido a mi hermano tener algo de diversión, pero no hay
manera de que vaya a complacerte como yo puedo.
Chocando sus labios con los míos, se da la vuelta y me pone sobre la isla
de la cocina, nunca apartando sus labios de los míos. Me empujo sobre mis
manos, levantando mi culo del mostrador. Con control, lentamente desabrocha
mis vaqueros y los baja por mis piernas.
»Quiero follarte por todo este apartamento, Calla. —Me besa de una
manera que me hace sentir débil, antes de retirarse y morder su labio inferior—.
Pero, primero. —Baja mis bragas antes de sacar mi camisa por mi cabeza y
desabrochar mi sujetador, quitándolo y tirándolo al suelo—. Quiero follarte
contra la pared de mi ducha y lavar a mi hermano de ti.
Me encuentro a mí misma cayendo sobre él y agarrando sus fuertes
hombros mientras me levanta y empieza a caminar por el pasillo.
—Kyan… —Me echo hacia atrás mientras besa mi cuello—. No lo sé… —
Respiro pesadamente cuando siento la cabeza de su pene clavarse entre las
mejillas de mi culo—. ¿Esto no está mal?
—Quizás —susurra contra mi cuello—. Pero quiero complacerte tan
jodidamente mal ahora mismo. Necesito estar dentro de ti.
Sus labios encuentran los míos cuando abre la puerta de la ducha y
enciende el agua. La puerta de cristal sigue cubierta del vaho de la ducha de
la que acaba de salir, y no puedo evitar sentir una avalancha al saber que
estamos a punto de tener sexo en su lugar privado.
Conmigo en sus brazos, entra y cierra la puerta detrás de él.
Cuidadosamente me deja de pie y alcanza su jabón. Empezando por mi cuello,
104

lentamente lo frota sobre mi cuerpo, besando los lugares por los cuales el agua
ya ha lavado el jabón.
Página
Sigue bajando y bajando hasta que su barra de jabón se frota entre mis
piernas, sus ojos se hallan al nivel de mi cintura. Lo frota lentamente mientras me
mira.
»Quiero saborearte… a nadie más. —Dejando caer el jabón, frota su
mano entre mis pliegues, limpiándome mientras el agua lava mi cuerpo,
mojando la cima de su cabeza.
Su pulgar encuentra mi clítoris y levanta la mirada a través de sus
húmedas pestañas mientras reemplaza su pulgar con su boca. Amplío mi
postura, colocando un pie en la repisa de la ducha así puedo abrirme para él.
Pasa su lengua a lo largo de cada centímetro de mi coño; tan despacio y
doloroso que apenas puedo aguantarlo. De vez en cuando se detiene para
lamer sus labios y limpiar el agua de su cara, y no puedo evitar notar cuán
hermoso es este hombre realmente.
Su lengua empieza a trabajar más rápido mientras su dedo se desliza
entre mis mejillas y frota mi culo. Me tenso, no acostumbrada a sentir nada ahí
atrás.
—Kyan… —Gimo mientras agarro su cabello—. No sé. Yo…
Chupa mi clítoris en su boca y lentamente relaja la punta de su dedo en
mi agujero, asegurándose de no darme más de lo que puedo manejar. Jadeo
ante la mezcla de sensaciones que se apoderan de mi cuerpo. La sensación de
la punta de su dedo lentamente entrando en mi culo y su lengua trabajando
sobre la sensible piel de mi coño me tienen corriéndome más rápido de lo que
he hecho antes.
Agarro su cabello más fuerte.
»¡Kyan! ¡Oh, sí! ¡Me corro! —Arqueando mi espalda, me agarro fuerte
mientras sus perfectos movimientos llevan mi orgasmo a través de mí. Sabe qué
hacer para lograr que el orgasmo sea más intenso de lo que normalmente sería
con otro hombre.
Levantándose, agarra mi cabello con sus manos y me besa en mitad del
orgasmo. Mi boca está abierta, pero de inmediato se aferra a la suya mientras
devora mi boca justo como ha hecho con mi coño.
—¿Te hice daño?
Niego con la cabeza y sonrío.
»Bien.
Levantándome, cierra el agua y abre la puerta de la ducha, saliendo. No
105

se molesta en secarnos. Camina a través de la casa con nosotros goteando.


Se detiene enfrente de la puerta de su dormitorio y la patea para abrirla,
Página

mientras reclama mis labios con los suyos como si no tuviera suficiente de mi
sabor. Amo eso porque no puedo tener suficiente del suyo. Podría saborearlo
todo el día, cada día, y nunca cansarme.
»Ahora, voy a follarte —susurra contra mis labios. Estoy sorprendida
cuando me lanza sobre su cama, sin hacer un esfuerzo por ser gentil.
Dejo escapar un pequeño chillido y aprieto la manta cuando caigo. Sus
ojos exigen los míos mientras lentamente gatea sobre mí y abre mis piernas. Me
alza más alto y frota su pulgar sobre mi sensible clítoris mientras rebusca en su
cajón por un condón.
Empiezo a retorcerme por su toque y casi me siento al borde de otro
orgasmo. Sólo mirar su rostro y la manera en que me mira es suficiente para
volverme loca.
Una vez que se coloca el condón, se pone de rodillas y me mira, mientras
agarra mis tobillos y lentamente los coloca sobre sus hombros.
—Déjame saber si te hago daño.
Se posiciona entre mis piernas y entra en mí de una embestida. Ambos
gemimos cuando golpea duro. No creo que alguna vez haya tenido a un
hombre tan profundo antes.
Empieza a moverse despacio, a un ritmo firme antes de acelerar,
causando que golpee mi cabeza contra el cabecero. Lanzo mis manos detrás
de mí y me empujo de la cama mientras continúa tomándome, duro y
profundo.
Mirar la manera en que su cuerpo se mueve sobre mí me tiene
hipnotizada.
—Nunca he visto a un hombre mover su cuerpo con tanta belleza —
susurro.
Se inclina hacia mis labios y murmura—: Y yo nunca he visto a una mujer
más hermosa que tú, Calla. Siempre recuerda eso.
Sus labios se estrellan contra los míos y me agarro de su espalda mientras
se empuja profundo y se detiene.
—Te sientes tan bien dentro de mí.
Sale y golpea dentro de mí de nuevo.
—¿Mejor que cualquier otro? —Chupa mi pezón en su boca antes de
agarrarlo con sus dientes. Apartando su boca, me mira de nuevo—. Dime.
Asiento con la cabeza, diciéndole la absoluta verdad.
106

—Nadie más se siente tan bien y eso me asusta.


Página
Sus ojos se encuentran con los míos por un segundo mientras su
mandíbula se endurece. Lo veo tragar y luego, antes de que lo sepa, me
levanta de la cama y me lleva a través de la casa.
Terminamos en la habitación donde hicimos la sesión de fotos, excepto
que las paredes están ahora pintadas de azul y hay un sofá blanco contra la
pared, un escritorio y un par de mesas. Se acerca al sofá y me pone sobre mis
rodillas, antes de doblarme hacia delante y empujarse dentro de mí desde
atrás.
Agarrando mis caderas, embiste rápido y duro mientras frota sus labios
sobre mi oreja. El rápido ritmo de su respiración en mi oreja y la sensación de él
dentro de mí me tienen agarrándome al sofá mientras un orgasmo se apodera
de mí, una vez más.
Sus manos me rodean, agarra el frente de mi garganta y tira de mi cuello
hacia atrás mientras palpita dentro de mí, llenando el condón. Una vez que su
cuerpo se detiene, presiona sus labios contra los míos, besándome suavemente
y con pasión; una pasión que nunca he sentido venir de él antes.
Una mezcla de emociones cruzan su hermoso rostro antes de que
rápidamente las aleje y se tumbe de espaldas en el sofá, llevándome con él.
No decimos nada. No tenemos que hacerlo. Estamos contentos con este
momento y ahora mismo sólo quiero mantenerlo de esta manera antes de
volver a mi apartamento y dejar que la vergüenza se apodere de mí.
Soy una persona horrible por no querer renunciar a él después de
acostarme con su hermano…

107
Página
15
Traducido por Taywong
Corregido por Vickyra

Kyan
H
an pasado unos días desde que Calla apareció en mi puerta
molesta y confundida por Hunter siendo mi hermano. Tengo que
admitir que me ha estado molestando más de lo que esperaba y
he estado teniendo dificultades para no pensar en ello.
Cuando vi por primera vez a Calla en mi bar hace un par de semanas,
me sentí atraído por su belleza y su personalidad divertida. No quería nada más
que ver de qué se trataba esta hermosa chica, sabiendo que necesitaba
controlar mi corazón. Pensé que sería fácil estar con ella físicamente y no sentir
ningún tipo de apego, pero después de estar con ella una vez y obtener una
probada, sabía que no iba a ser tan fácil como pensaba.
Entonces Hunter vino hablando de este enamoramiento de escuela
secundaria que tenía sobre ella y lo vi como la oportunidad perfecta para
ayudar a mantener mi corazón a una distancia segura, excepto que no era así
como esperaba sentir una vez que la follara también. Esperaba que me hiciera
no quererla, pero cuando apareció en mi puerta… no podría haber estado más
equivocado. La quería tanto como antes, y tal vez incluso más. Eso era jodido.
Ahora estoy empezando a repensar toda esta jodida situación.
El sonido de la puerta de mi oficina me hace levantar la vista de mi
escritorio. Dejo escapar un suspiro frustrado y muerdo mi mandíbula cuando
veo que es Hunter.
No he visto mucho de él desde que volvió de vacaciones y viéndolo
ahora, sabiendo que ha estado dentro de Calla, me pone mal.
Se acerca y toma asiento en el borde de mi escritorio como si todo fuera
perfectamente normal.
108

—¿Alguna vez dejas de trabajar?


Página

Recojo la pila de papeleo en la que trabajaba y la empujo en el cajón


del escritorio.
—Bueno, alguien tiene que trabajar por aquí. —Lo miro y alzo una ceja—.
Definitivamente no eres tú.
Se encoge de hombros mientras se levanta de un salto.
—Trabajo, hermano mayor, sólo no tanto como tú.
Mirándolo ahora mismo remueve algunas emociones extrañas dentro de
mí. Por lo general estoy irritado con él, así que estoy acostumbrado, pero me
siento irritado en el grado más extremo cuando lo veo parándose allí con su
rostro presumido.
—¿Por qué no le dijiste antes de acostarte con ella?
Saca su teléfono y comienza a escribir en él.
—¿Importa? Ella está bien con eso.
Sintiéndome molesto como el infierno con su respuesta, golpeo su
teléfono fuera de su mano y me inclino sobre mi escritorio, mis músculos
flexionados.
—Sí, malditamente importa. ¿No crees que debería haber tenido el
derecho de elegir si quería estar durmiendo con dos hermanos? —Lo miro,
incapaz de contener mi ira. Nunca se ha tomado la mierda en serio, pero es
tiempo para él de crecer—. Deberías habérselo dicho y jodidamente lo sabes.
No tienes idea de lo que podría estar corriendo por su cabeza ahora mismo. La
última cosa que necesita es sentirse como una mierda por nosotros.
—Ella está bien. —Se agacha y coge su teléfono, metiéndolo en su
bolsillo—. ¿Qué tipo de chica no fantasea acerca de dormir con dos hermanos
y que ellos en realidad estén bien con eso? Piénsalo.
Ya he pensado eso. Ahora que sabe, podría querer estar con Hunter más
de lo habitual. Ese maldito pensamiento punza por alguna razón.
—Aún deberías haberle dicho —devuelvo—. Eso debería haber sido la
primera cosa que le dijeras.
Se acerca y agarra mi hombro. Sus ojos se encuentran con los míos y una
pequeña sonrisa se forma en sus labios. —Estás muy ocupado, hermano. Sólo
relájate y disfruta de su pequeño coño apretado. Se siente demasiado bien
para no hacerlo.
Mi mano se extiende para agarrar su cuello más rápido de lo que puedo
detenerlo. —No hables jodidamente de ella de esa manera. —Sus ojos se
ensanchan mientras lo empujo hacia atrás y me alejo de él.
109

—¿Qué demonios? —Puedo sentirlo de pie cerca detrás de mí, pero me


niego a mirarlo a la cara. No he estado tan enojado y confundido en mucho
tiempo, y no quiero terminar haciendo algo de que arrepentirme—. ¿Te estás
Página

enamorando de ella?
—No —digo firmemente, aunque de alguna manera se siente como una
mentira—. No voy a dejar que eso vuelva a suceder y tú lo sabes.
—Necesitas superar esa mierda, Kyan. Una maldita chica te jodió y ahora
actúas como si todo el mundo fuera a buscarte. Jessica era una mierda de
novia y Bryant era un amigo aún más mierda. Ahora sus dos hijos tienen padres
que apenas pueden mirarse. La jodieron.
—No estamos hablando de esta mierda, Hunter. —Siento que mi sangre
hierve pensando en ellos—. No quiero pensar en esa mierda, y definitivamente
no quiero pensar en tu polla dentro de Calla y en cómo se siente para ti.
Hunter me da una mirada molesta antes de acechar a la puerta. —Bien,
será mejor que averigües tus sentimientos por Calla antes de que sea
jodidamente demasiado tarde. Piensa en esa mierda.
Saliendo, golpea la puerta detrás de él.
—¡Maldición! —Me siento en el borde de mi escritorio, pasando ambas
manos sobre mi cara en frustración. ¿Por qué diablos estoy dejando que esto
me moleste de repente? Nada ha cambiado. Mi deseo de permanecer
desapegado no ha cambiado. La necesidad de mantener una distancia
segura no ha cambiado, así que, ¿por qué la idea de mi hermano estando
dentro de Calla me hace querer arrancarle la garganta?
Salgo de mis pensamientos cuando mi teléfono se enciende. Lo
reconozco enseguida como un número de Los Ángeles. Lo sé porque he estado
esperando esta llamada por meses.
Uniendo fuerzas, respondo el teléfono y hago arreglos de negocios para
que Kevin Goode vuele de Los Ángeles en dos días para reunirse conmigo
respecto a la oportunidad de comprar su gimnasio. Este es un trato importante y
quiero más esto que nada ahora.
Goode’s es el gimnasio más grande aquí en Chicago y el primero que
comenzó mi pasión de querer dirigir mi propio gimnasio un día. Necesito que
este trato suceda.

110
Página
16
Traducido por Taywong
Corregido por Vickyra

Calla
K
yan y yo terminamos con nuestra sesión personal de entrenamiento
hace más de una hora, pero todavía estoy aquí trabajando mi culo,
no renunciando hasta que no pueda caminar.
Hemos estado tan atrapados en actividades sexuales que he estado
descuidando pasar tiempo en el gimnasio. No es como si no estuviera haciendo
un buen entrenamiento en casa, pero… sabes a lo que me refiero.
Mis piernas empiezan a arder mientras trabajo la elíptica más rápido.
Estoy sudando mi culo y mi corazón palpita fuerte, pero se siente bien para
trabajar parte de esta frustración.
Justo cuando estoy a punto de parar, siento que una mano se frota sobre
mi espalda baja. Me vuelvo a mi lado para ver a Hunter, sonriéndome. Usando
una camiseta blanca con las mangas cortadas y un par de pantalones negros.
Luce extremadamente sudoroso y sexy. No espero que sea nada más.
—Oye, hermosa. —Tira de su camiseta y se limpia sobre su cara,
absorbiendo el sudor. Mis ojos bajan a sus abdominales antes de volver a su
cara—. Acabo de terminar con una sesión de entrenamiento personal. Estoy a
punto de salir si quieres salir conmigo.
Trago mientras miro alrededor del gimnasio por Kyan. La última vez que lo
vi estaba caminando, animando y motivando a sus miembros. Se detuvo para
empujarme unas cuantas veces, pero trató de mantenerlo lo más profesional
posible.
—¿Has visto a Kyan? —pregunto sin aliento.
Sonríe y asiente con la cabeza mientras limpio mi frente con mi toalla. —
111

Está ocupado en el teléfono. Parece que estará allí por un tiempo. Mi padre
siempre lo mantiene ocupado.
Página
Bajo de la elíptica y asiento, mientras recupero el aliento. —Sí, entiendo.
Creo que he tenido todo lo que puedo tomar hoy de todos modos. Déjame ir a
decir adiós a Kyan.
Hunter agarra mi brazo y me impide caminar. —Será mejor que solo le
mandes un mensaje después. No parecía muy feliz. Créeme.
Dudo por un momento, sintiéndome mal por solo irme sin decir adiós, pero
lo último que quiero hacer es molestarlo aún más de lo que ya está.
Moviendo su mano por mi brazo, agarra mi botella de agua y me
conduce hacia la puerta.
»No me di cuenta de que entrenabas aquí hasta que te vi entrenando
con Kyan. —Levanta la mirada para encontrarse con mis ojos mientras sostiene
la puerta abierta para mí—. Kyan nunca hace sesiones de entrenamiento
personal, pero viendo lo sexual que parecía, puedo ver por qué lo quería.
Pareces ser su excepción para muchas cosas últimamente.
Me apoya contra la puerta de mi jeep y sonríe contra mis labios, mientras
me entrega mi botella.
—Te veré en unos minutos. —Presiona sus labios sobre los míos,
besándome largo y duro antes de retroceder.
—No me hagas esperar. —Guiña un ojo y se da la vuelta para cruzar el
terreno hasta su camioneta.
Abriendo la puerta de mi auto, salto dentro y la cierro detrás de mí.
—Mierda —Paso mis manos sobre mi cara—. Solo por diversión. Es solo por
diversión. Nadie se va a lastimar. Dos sexy… oh, tan sexys hermanos.
Una vez que siento que me he convencido a mí misma, me alejo y me
dirijo a casa, preguntándome lo que Hunter ha planeado.
Hunter ya espera por un espacio de estacionamiento vacío una vez que
me meto en el terreno de atrás. Espera hasta que estaciono mi auto antes de
caminar y abrir mi puerta.
—Maldición, siento como si eso durara para siempre. —Apoyándose
sobre mí, agarra mi cara y presiona sus labios en los míos.
»Quiero follarte aquí mismo, Calla.
Siento su mano deslizarse por la parte delantera de mis pantalones de
yoga e instantáneamente gimo y tiro mi cabeza hacia atrás.
—Hunter. —Empujo su cabeza mientras me saca la camiseta y
112

rápidamente chupa un pezón en su boca—. La gente puede vernos.


Suelta mi pezón y mira sobre el jeep.
Página

—Ahora no hay nadie alrededor. Todo el mundo está en el trabajo.


Me muerde el labio inferior. »Relájate y diviértete.
Tirando de mis piernas por el lado del asiento, tira mis pantalones de yoga
y tanga hacia abajo y rápidamente saca su dura polla por la parte superior de
sus pantalones. Busca dentro de su bolsillo trasero y saca un condón, rasgando
la envoltura con sus dientes.
No puedo dejar de mirar a mí alrededor, revisando para ver si alguien
viene cuando él envuelve mis piernas alrededor de él y se empuja dentro de mí.
—Oh, mierda… Hunter —Me agarro a su cabello mientras se mete en mí,
ajustándome a su gran tamaño—. No quiero que nadie nos vea.
Sonríe y comienza a empujar duro y rápido.
—Oh, puedo hacerlo rápido, nena. La gente podría no ser capaz de
vernos, pero ellos podrán oírte.
Agarrando mis caderas, me folla más rápido y más duro de lo que nunca
se movió antes. Me encuentro mordiendo mi labio, tratando de detener mis
gritos cuando me toma.
Siento la adrenalina por el riesgo de ser sorprendida mientras me toma
aquí al aire libre. La idea de lo público que es esto me hace perderlo, y me
encuentro apretándome alrededor de él más rápido de lo que imaginé.
Esto le hace sonreír, y se empuja unas cuantas veces más antes de
sacarlo, agarrando la parte superior del jeep mientras se acaricia él mismo.
»Joder, necesitaba eso. —Saca su condón y lo mete en su bolsillo antes
de besarme—. Viéndote con mi hermano me ha costado. Puede ser jodido,
pero me excitó. Casi te follé en el estacionamiento del gimnasio.
Me aferro a su espalda mientras jala mis pantalones y arregla
rápidamente el cabello.
—No creo que le hubiera gustado eso —le digo suavemente, imaginando
cómo se habría sentido si nos hubiera pillado teniendo sexo. Hay una enorme
diferencia en saber algo y presenciarlo de primera mano.
Mi corazón se hunde en la idea de que podría tener algún tipo de afecto
por él.
—Necesito volver al gimnasio. —Se lame los labios y sonríe contra mi
boca—. Solo tenía que sacar eso primero. Me alegro de haberlo hecho
también. Hasta luego, preciosa.
—¿Qué dem…? —Paso las manos por mi cabello y respiro hondo—.
113

Hunter —murmuro.
No tengo ni idea de por qué todavía estoy dejando que esto suceda.
Página

Tiene que parar en algún momento. ¿Cierto?


Nada tan fácil dura para siempre, al menos no sin que alguien salga
lastimado…

114
Página
17
Traducido por Taywong
Corregido por Vickyra

Calla

L
eo la carta de mi hermana por centésima vez, simplemente
mirándola fijamente, y dejando que las palabras se difuminen hasta
que mis ojos comiencen a lagrimear. Tanto ha pasado en el último
par de semanas; más de lo que estoy acostumbrada. Durante los últimos dos
años las cosas han sido las mismas: trabajar con Tori, vivir con Tori, y pasar el rato
con Tori. Ha sido simple y familiar. Ahora… ahora tengo la boda de mi hermana
persiguiéndome, y dos magníficos hermanos constantemente corriendo a
través de mi cabeza, volviéndome loca.
Demasiado sucede al mismo tiempo y estoy empezando a sentir como si
estuviera perdiendo mi maldita cabeza. Necesito tiempo para pensar. Sólo
necesito entender estas emociones que han estado cambiando radicalmente
a través de mí.
Todo esto empezó como diversión. Anhelaba algo diferente. Era algo que
nunca hice antes. Diablos, ni siquiera he sido sexualmente activa desde Jordan.
Se sentía agradable ser deseada por una vez, pero ahora… ahora, ¿dónde me
deja esto? ¿Deseando el contacto de dos hermanos que no quieren nada más
que una relación física conmigo? Estoy tan confundida, pero nunca he estado
más satisfecha sexualmente en mi vida.
Levanto la vista del sofá cuando la puerta se abre y se cierra. Oigo que
Tori le pide a Brad que vaya a su habitación y la espere, antes de que se deje
caer a mi lado en el sofá.
Asiente con la cabeza a la carta en mi mano. —Finalmente leíste la carta,
¿eh?
115

La sostengo antes de voltearla y colocarla en la mesa de café. —Sí. Sólo


una vez… o cinco veces, pero quién las cuenta. Realmente no importa. Es una
Página
completa mierda, pero al menos pidió que fotografiaras su boda. ¿No es eso
tan malditamente amable de ella?
Tori aprieta el cojín del sofá y hace un ruido irritado. —¡¿En serio?! ¿Qué la
hace pensar que quisiera hacer esa mierda por ella después de lo que te hizo?
¿Está jodidamente drogada?
Levanto la mirada y la enfrento. No puedo dejar de reírme de la mirada
que hace. —Tranquilízate antes de hacerte estallar un ojo. Me asustas.
Sacude la cabeza y deja escapar un profundo suspiro para calmarse a sí
misma. —Estoy bien. Estoy bien. —Toma otra respiración profunda y la libera—.
¿No tiene ya un fotógrafo? La boda es mañana por la tarde.
—Sí —murmuro—. Pero dijo que preferiría tenerte. Sabes lo que le gusta
mejor que cualquier otro fotógrafo. Va a mantener a esta otra persona
reservada hasta que oiga una palabra si puedes hacerlo o no.
—Que se joda, Calla. —Agarra mi hombro y me sacude—. Quita esa
mirada de tu cara. No la dejes derrumbarte. Tienes que mostrarle que eres
mejor que ellos, y que has avanzado. —Sus ojos se abren y parece que acaba
de conseguir la mejor idea del mundo—. Invita a Kyan o Hunter como tu cita.
Ambos son pecaminosamente sexys y cualquier chica estaría celosa de ti. Uno
de ellos es mucho mejor que su estúpido prometido. Aparece con uno de ellos y
muéstrale que has llegado a la cima.
Inclino la cabeza hacia atrás y grito bajo mi respiración. No tiene idea
cuan complicada se ha convertido esta situación. Va a pensar que estoy loca
cuando le digo esto.
—Acerca de los chicos… —Inclina su cabeza, esperando que continúe—.
Aparentemente, Hunter es el hermano menor de Kyan. —Cubro mi cara y
sacudo la cabeza, todavía sorprendida por las noticias—. Y sí, ambos saben
que estoy follándome a los dos y no les importa. Sólo parece que los complace
más.
Sus ojos se abren y casi suena como si estuviera ahogándose en algo.
—¡Guau! ¿Hablas en serio o estás jodiendo conmigo? ¿Hablas en serio? —
Asiento—. Por una vez en mi vida… estoy sin palabras. Realmente no creía que
hicieran hermanos tan malditamente sexys. Genes tan buenos normalmente
sólo ocurren una vez dentro de una familia.
Le doy una palmada en el brazo, haciéndola saltar hacia atrás y
agarrarla. —No ayudas a nadie aquí. ¿Qué se supone que haga? No he estado
con un chico en dos años y ahora estoy teniendo sexo con dos. Nunca planeé
116

esto, Tori. Es sólo una especie de… jódeme.


Me mira como si fuera estúpida. —Disfrútalo. Disfruta de esto y diviértete.
Página

Es tu turno. ¿Ves lo que pasa aquí?


Sacudo la cabeza y alcanzo la carta otra vez, frotándola bajo mis dedos.
»Este es tu premio por la mala mierda con la que has tenido que lidiar.
Está compensando todo ese tiempo que has gastado, haciendo tu propio
muffin. No voy a mentir. Definitivamente saltaría a la oportunidad de tener sexo
con dos sexys hermanos. Si no lastima a nadie, ¿por qué parar? Mereces algo
de diversión en tu vida.
Me siento aquí y dejo que sus palabras se hundan. Tal vez tenga razón. No
estoy buscando saltar en una relación en cualquier momento, y al parecer
tampoco lo hacen los chicos. Por qué no vamos a disfrutarlo todo mientras
dura. Todavía me deja con una pregunta, porque sé que esto es algo que
tengo que hacer. Mi padre ya me ha llamado, rogándome que por favor
ponga el pasado detrás de mí y sea civilizada con mi hermana por un día. Solo
un día.
—¿A quién le pido ir a la boda entonces?
La expresión de Tori se vuelve seria, como si en realidad no se tomara un
segundo para considerar esto antes. —No lo sé. Este es un gran paso para ti,
Calla. Yendo a la boda de tu hermana va a doler. No voy a minimizarlo. —Se
detiene cuando mis ojos se encuentran con la carta—. ¿A quién puedes ver
sentado a tu lado en esta boda? ¿Quién te traerá la mayor comodidad y hará
que te duela menos? Eso es lo que te debes preguntar.
Levanto la mirada mientras se levanta. Sus palabras causan un nuevo
conjunto de emociones para lavar a través de mí. Pienso en las últimas dos
semanas y cómo me he sentido cuando estoy con Hunter y cuando estoy con
Kyan. He estado tratando tan duro de no pensar demasiado que he estado
completamente ciega a cualquier sentimiento que he estado desarrollando.
Siento un dolor en mi pecho mientras imagino su hermosa sonrisa y la
sensación de su aliento contra mis labios.
—Gracias —susurro.
—En cualquier momento, amor —Me sonríe y empieza a caminar hacia
atrás—. Será mejor que vuelva a Brad antes de que empiece sin mí. Hace eso a
veces.
Estallo en una carcajada, sintiendo una sensación de alivio por primera
vez en días. —Sí. Haz eso. No te detendré más tiempo.
Pasa una hora mientras me siento aquí. He puesto mucho pensamiento
en esta cuestión, y no importa cuántas veces me cuestione, mi respuesta sigue
siendo la misma. El problema con esto es, que esta persona ahora tendrá el
117

poder de lastimarme. Veo eso ahora y me asusta.


Página
Más o menos lo he sabido todo el tiempo, pero ahora es dolorosamente
claro, y si rechaza mi oferta de ser mi cita en esta boda, no estoy segura de ser
capaz de hacerlo sola. No creo que pueda hacerlo sin él a mi lado.
Levantándome, empujo la carta en mi bolsillo trasero y me dirijo al
elevador antes de que pueda cambiar de opinión.
—Puedo hacer esto. Puedo hacer esto. —Presiono el botón en el elevador
y retengo mi aliento hasta que se detiene en el décimo piso.
La puerta se abre lentamente y salgo, preparándome mentalmente para
su respuesta.
Por favor no me hagas hacer esto sin ti…

118
Página
18
Traducido por Taywong
Corregido por Daliam

Calla
M
is manos se sacuden con nervios mientras me estiro y toco
ligeramente la puerta. Casi me siento tonta, estando aquí para
pedirle ser mí cita para la boda de mi hermana, especialmente
porque me iré temprano mañana. ¿No es grosero pedir a alguien que sea tu
cita con tal aviso tardío?
Estoy segura de que lo es, Calla. ¡Dispara!
La puerta se abre y mi corazón salta un latido cuando mis ojos caen sobre
él.
—Hola —susurro.
Kyan se halla de pie frente a mí usando nada más que un chándal negro,
colgando tan bajo sobre su cintura que se puede ver claramente que no usa
nada debajo. Su cuerpo es tan increíblemente sexy que casi me siento ruda por
mirar fijamente, pero no puedo parar.
Su cabello oscuro está parado por todo el lugar como si acabara de
levantarse de la cama para contestar la puerta, y su piel se ve cubierta de un
brillo de sudor.
Sus ojos se encuentran con los míos y noto un ligero cambio en su
respiración mientras sus ojos bajan a mi boca. —Hola. —Sonríe, antes de barrer
su lengua sobre su labio inferior, mojándolo—. Adelante.
Entro en su apartamento y me inclino contra la puerta mientras la cierra
detrás de mí. —¿Te desperté? —Miro hacia el sofá para ver que la lámpara de
arriba se halla encendida, sólo dando luz suficiente para cubrir esa área. Una
hoja se encuentra tirada en el suelo junto a él como si hubiera caído cuando se
119

levantó.
Agarrando mi mano, me acerca a él y pone su mano en mi mejilla. —No
Página

me gusta que estés ahí de pie, como si no fueras bienvenida en mi casa, Calla.
—Coloca su mano en la parte baja de mi espalda y me guía a través de su sala
a la cocina.
Enciende la luz y me acompaña lentamente hacia la isla de la cocina,
antes de recogerme y sentarme en ella. Sus manos descansan a los lados de
mis muslos mientras sus ojos se levantan para encontrarse con los míos.
»Eso está mucho mejor.
Trago mientras él se aleja y abre la nevera. Observando los músculos
ondulando en su espalda mientras alcanza dos cervezas haciéndome tener
que cruzar mis piernas y limpiar la palma de mis manos en mis pantalones.
»¿Una cerveza? —pregunta, sosteniendo una.
Asiento y alcanzo una después de que gira la tapa. —Gracias. En
realidad, podría utilizar esta forma más de lo que puedes imaginar en este
momento.
Se pone entre mis piernas y pasa sus manos por mis muslos. —¿Quieres
hablar de ello?
Tomo rápido un sorbo de mi cerveza, antes de dejar escapar un pequeño
suspiro. —Es complicado. Es solo que…
Casi dejo de hablar hasta que sus ojos se encuentran con los míos y veo la
sinceridad en ellos. Me mira como si realmente quisiera oír lo que tengo que
decir. Me da el coraje de seguir adelante.
»Mi hermana se va a casar mañana por la tarde. No hemos hablado en
un par de años y verla casarse va a ser duro, realmente duro.
Agarra mi muslo y saca la cerveza de mi mano, dejándola a mi lado. —Lo
siento, Calla. —Frota sus manos sobre mis brazos para consolar—. ¿Estás bien?
Sacudo mi cabeza y fuerzo una pequeña sonrisa. —En realidad no, pero
estoy tratando de estarlo.
Se inclina y sus labios rozan los míos. Mi corazón corre en anticipación de
sus labios encontrándose con los míos, pero de nuevo… no lo hacen. Hace que
mi pecho duela con necesidad. Presiona sus labios al lado de los míos y pasa
sus manos a través de mi cabello. —Lo siento —susurra.
Todo mi cuerpo se estremece cuando se aleja de mí y toma un trago de
su cerveza. Este hombre es tan malditamente hermoso que es casi imposible
creer que sea real.
Se hace tarde, y aunque dice que no lo desperté, tengo la sensación de
120

que sólo lo dijo por ser educado. Necesito preguntarle. Ya estoy aquí. Tengo
que hacer esto.
Página

—Vine aquí porque esperaba que fueras mi cita mañana. —Se detiene
de tomar otro trago de su cerveza—. Sé que es de último minuto, pero
honestamente no estaba segura de que iba a ir hasta hace poco. Es solo que…
—Levanto la vista y me encuentro con sus ojos ámbar, notándolo mirándome
como si pudiera sentir lo nerviosa que estoy—. No creo que pueda pasar la
boda sin tener una cita conmigo.
Succiona su labio inferior en su boca, mirando como si estuviera
profundamente pensativo. Tomando un sorbo más de cerveza, se sienta a mi
lado y agarra mi barbilla. —¿A qué hora es?
Mis ojos escanean por toda su cara, incapaces de dejar de mirarlo. —Es a
la una, mañana. Será en el lago Geneva. —Sus fosas nasales se extienden
mientras gira su mirada hacia la pared—. Salgo temprano mañana por la
mañana alrededor de las nueve para que Tori pueda tener tiempo suficiente
para montar su equipo. Está bien si no quieres ir.
—Quiero ir. —Se vuelve para enfrentarme con una mirada de decepción
en su cara—. Pero no puedo. —Da un paso atrás y deja escapar un suspiro
frustrado. Parece desgarrado—. Tengo una reunión importante mañana al
mediodía. Es una gran oportunidad para mí… —Camina mientras pasa su mano
por su cabello. Casi parece dolorido mientras habla de nuevo—. ¿Has pensado
en preguntarle a Hunter?
Sacudo la cabeza y salto en mis pies. —No. Quería pedírtelo a ti. —Le
ofrezco una sonrisa y empiezo a dirigirme hacia la puerta—. No es gran cosa. Se
acabará antes de que lo sepa.
Siento su mano en la parte baja de mi espalda mientras alcanzo la manija
de la puerta. —Sé que esto no ofrece mucha ayuda, pero puedes
mensajearme durante la boda si ayuda. Me aseguraré de mantener mi teléfono
en mi regazo.
Me detengo en la puerta y me vuelvo para mirarlo. —Gracias, pero
mañana es importante para ti. No te preocupes por mí. Estaré bien. —
Devolviéndole su favor, agarro la parte de atrás de su cabeza y presiono mis
labios a un lado de su boca.
Oigo un pequeño suspiro escapar de sus labios mientras me alejo y me
vuelvo hacia la puerta.
»Buenas noches, Kyan.
—Buenas noches, Calla —susurra de vuelta, antes de cerrar la puerta y
alejarme.
Voy a tener que hacer esto por mi cuenta…
121
Página
19
Traducido por Taywong
Corregido por Daliam

Kyan
T
engo que reunirme con Kevin Goode en treinta minutos en su oficina.
Por lo general, nunca estoy nervioso, especialmente cuando se trata
de acuerdos que sé que no tendré problemas cerrándolos, pero
definitivamente me siento tenso hoy.
Mi mente sigue yendo y viniendo entre pensar en este acuerdo para el
gimnasio y pensar en cómo Calla tiene que enfrentar el día de hoy por sí misma.
Simplemente no puedo superar el dolor que vi en sus ojos anoche cuando le
dije que no podía hacerlo. Trató de esconderlo, pero era claro como el día.
Enderezando mi corbata, agarro mi billetera y la meto en mi bolsillo
mientras me dirijo a la cocina. Abro el refrigerador, saco una botella de agua y
me dispongo a abrirla, cuando noto en el rincón una hoja de papel blanca que
sale de debajo de la isla de la cocina.
Curioso, lo recojo y rápidamente la desdoblo para ver que se encuentra
dirigida a Calla. Casi la doblo y me preparo para regresarla de nuevo, pero mi
maldita curiosidad trae lo mejor de mí.
Tragando, leo la carta.
Calla,
Sé que ha pasado un tiempo. Ha sido un poco más de dos años para ser
exactos. He intentado numerosas veces llegar a ti, pero tras ser rechazada
repetidamente, me he rendido. Pido disculpas por eso. Sé que te he hecho
daño y debería seguir intentándolo hasta que me perdones, pero no lo hice. No
soy tan fuerte como tú. Nunca lo he sido. Es por eso que cuando empecé a
tener sentimientos por Jordan, no podía apagarlos y marcharme. Lo que me
mata todos los días es que sé que tú hubieras sido capaz si los papeles fueran
122

revertidos. Tal vez no pienses que no me duele por ese día cuando nos
encontraste a Jordan y a mí, y eso no me persigue hasta el día de hoy, pero lo
Página

hace. Lo siento, lo siento mucho, pero no puedes dejar de amar. El amor es una
fuerza que no puede ser controlada. Sé que podría lastimarte leer esto, pero
amo a Jordan más de lo que amo mi vida. Si no lo hiciera… entonces no me
estaría casando con él, pero también te amo. Puede que no me creas en este
momento, pero yo lo hago. Eso porque te quiero allí. No espero que seas mi
dama de honor o una dama de honor, ni siquiera que me mires caminar por ese
pasillo, pero solo sabiendo que estás aquí para mi día especial será suficiente.
Por favor, por favor, piensa en ello antes de decir no.
Con amor, tu hermana.
Chrissy Reynolds.
La carta cae de mi mano mientras corro mis manos sobre mi cara y
aprieto mi mandíbula. Mi pecho duele ante la idea de Calla teniendo que
pasar por esta mierda. Duele en un maldito nivel personal. Ahora veo por qué
parecía tan desgarrada por ir hoy. Sé más que nadie lo que se siente ser herido
por dos personas que amas. Todavía estoy viviendo en el dolor de ese maldito
día.
Camino alrededor en un maldito aturdimiento mientras repito la carta en
mi cabeza. Debería estar yéndome ahora mismo. Debería salir por esa puerta,
pero no puedo irme.
—Mierda. Lo siento mucho, Calla. —Me congelo a medias y lentamente
froto mis manos por mi cara. Estoy aquí de pie, perdido en mis propios
pensamientos, hasta que mi teléfono vibra en mi bolsillo.
Lo saco para ver un mensaje de Kevin Goode.
Kevin: Sólo tengo una cantidad limitada de tiempo libre, así que por favor
asegúrate de estar aquí a nuestra hora programada. Esta es una oportunidad
única, Sr. Wilder.
Tiro de mi corbata, de repente sintiendo como si no pudiera respirar.
Necesito ir antes de que sea demasiado tarde.
Una oportunidad única…
Agarrando mis llaves, salgo volando por la puerta y corro hacia el
elevador. Continúo presionando el botón hasta que las puertas del elevador se
abren frente a mí. Me detengo y miro a Jessica parándose delante de mí, mi
corazón deteniéndose completamente en mi pecho. Han pasado tres años
desde que la he visto y ahora se encuentra delante de mí, mirando como si no
quisiera más que lanzar sus brazos alrededor de mí y llorar.
Sale del elevador y me mira de arriba abajo. —Kyan… —Se prepara para
abrazarme, pero pongo mi brazo para detenerla—. Lo siento. Ha sido tanto
123

tiempo —dice. Aprieto mi mandíbula y miro mientras juega con la correa de su


bolso.
Página

—¿Qué quieres, Jessica? Realmente no tengo tiempo ahora mismo.


Mirándola, no puedo dejar de notar cuán bien se ve. Se ve tan hermosa
como el día en que me enamoré de ella: largo, cabello rojo, pequeña nariz
pecosa y las piernas más largas que he tenido el placer de tocar. Eso solía ser mi
cosa favorita sobre ella… hasta que descubrí que las envolvía alrededor de mi
mejor amigo cuando me hallaba fuera en un viaje de negocios.
—Te extraño. —Sus grandes ojos azules se encuentran con los míos y
puedo ver la verdad en ellos. No se puede negar el dolor en sus ojos ahora
mismo. Tendrías que ser ciego para no darte cuenta—. Esperaba que
pudiéramos hablar. Sé que no podemos resolver las cosas en una noche o
incluso después de una semana, pero quiero una oportunidad para empezar
de nuevo. Te amo, Kyan, y nunca deje de hacerlo.
Sacudiendo mi cabeza, le doy una buena larga mirada y me doy cuenta
de que he estado perdiendo todo el tiempo; el único hecho que he estado
negando a mí mismo a lo largo de los años. —Ya no te amo —digo. Ni siquiera
me doy cuenta de que estoy diciendo las palabras en voz alta hasta que cubre
su boca y las lágrimas ruedan por sus mejillas—. Ve a cuidar a tus hijos, Jessica.
Olvídate de mí y de lo que tuvimos. Dale a Bryant una puta oportunidad,
porque nosotros nunca estaremos juntos otra vez. Tuviste la oportunidad de ser
mi esposa, pero no estaba destinado ser. He pasado años herido por ti, pero ya
he terminado…
Entro al elevador y toco el botón. »Me tengo que ir. Dile a Bryant que dije
hola.
—No, por favor. —Alza su mano para detener el ascensor—. Kyan…
piensa sobre esto. Podríamos estar juntos como en los viejos tiempos.
Dejo escapar una risa estupefacta, no creyendo mis malditos oídos. —Sí.
Tú, yo y tus dos hijos que tienes con mi mejor amigo. Sólo tenías que tenerlo
entonces, bueno, ahora lo haces. Despierta, Jessica. Ten una buena vida.
La puerta del elevador se cierra y sonrío ante la enorme sensación de
alivio que me invade. Me he rehusado a ver a Jessica desde nuestra
separación, pero verla sólo abrió mis malditos ojos. Estábamos a minutos de
caminar por el pasillo la última vez que puse los ojos aquí. Me cegó, pero la
verdad es que no la he amado en mucho tiempo. Fue la traición la que me
lastimó más que perderla, y eso es algo que nunca malditamente olvidaré.
Diez pisos nunca han parecido tan malditamente tanto antes. Me siento
como si este es el paseo más largo de elevador de mi maldita vida mientras
paseo hasta el primer piso.
Las puertas del elevador se abren y salgo inmediatamente, caminando a
124

un ritmo constante hasta que estoy afuera y me dirijo hacia el estacionamiento


trasero.
Página
Deteniéndome por un segundo para componerme, abro la puerta de mi
Mercedes y tranquilamente entro, cerrando la puerta detrás de mí. —Ten
cuidado de los negocios, Kyan.
Me siento aquí, apretando mi volante, tratando de solucionar las cosas en
mi cabeza, antes de encender el motor y salir.
Tengo que hacer esto. No puedo obligarme a no hacerlo…

125
Página
20
Traducido por Kariza. Black Rose & SOS por ∞Jul∞
Corregido por Dalaim

Calla
E
l parque es tan hermoso que me causa un dolor en el pecho,
mientras miro alrededor de las dispersas flores a mis pies. Mi hermana
siempre ha amado las lilas y ahora están a donde sea que miro.
No hay escape de ellas o esto.
Me rehusé a aparecer demasiado tiempo antes de la boda, así que tuve
a Tori dejándome en el hotel, y tomar un auto podía organizarse. Mi padre me
recogió a los veinte minutos después y estuve tratando en cada manera posible
de asegurarme de no encontrarme con Chrissy. Estoy aquí. Eso es suficiente por
ahora. Tendré que relajarme lo que resta.
La ceremonia debe empezar en diez minutos, así que camino alrededor
del agua, esperando a que todos tomen sus asientos. Por supuesto, Chrissy
reservó un lugar especial para mí en la fila de enfrente, así que no tengo
elección si no sentarme ahí y sentirme incómoda, especialmente desde que no
tengo a Tori a mi lado.
He dado vistazos de Jordan desde lejos, pero he estado intentando
bloquear esa imagen de mi cabeza. El idiota no se merece mi dolor. Él
significaba todo para mí. Lo amaba con cada parte de mí y él prometió que lo
hacía a cambio. Nos conocimos durante mi último año y nos volvimos
inseparables. En realidad pensé que él era el bueno; con el que empezaría una
familia y viviríamos jodidamente felices para siempre. Chico, me hallaba
equivocada…tan equivocada.
Caminar donde Chrissy cabalgaba sobre la polla de Jordan como si lo
necesitara para sobrevivir siempre quemaba siempre en el fondo de mi
cerebro, arrancando mi corazón. Esa es la imagen del tipo de la que nunca te
126

libras, no importa cuántas veces pelees contra ello. Créeme. Lo he intentado y


fallado miserablemente. Me refiero a, ¿quién jodidos engaña a su novia con su
Página

hermana y luego se casa con ella?


—Oye, Calla… espera
Mi corazón salta en un latido y me quedo congelada en el lugar ante el
familiar sonido de la voz de Jordan. No lo había oído en años, y escucharlo
ahora casi se siente como si el tiempo no hubiera pasado. El sonido es como un
cuchillo retorcido en mi maldito corazón. Lo odio.
Escucho sus pasos detrás de mí, antes de que su mano agarre mi brazo.
»Calla, puedo tener un segundo, ¿por favor?
Tragando mis emociones, pongo mi brazo fuera de su alcance y
enderezo mis brazos a mis lados. No quiero sus manos en ningún lugar sobre mí.
El pensamiento me disgusta. No puedo ni mirarlo, así que le doy la espalda
mientras hablo. —¿Qué quieres Jordan? Te estarás casando en menos de diez
minutos. No necesitas gastar tu tiempo en mí.
—Calla… —Deja salir un pequeño suspiro y siento su cuerpo casi
tocándome por detrás, pero se detiene, no dejándose a sí mismo acercarse
más—. Solo quería agradecerte por venir. Significa más para tu hermana de lo
que jamás podrías imaginar. Ella tenía tanto miedo…
Mi giro para enfrentarlo, cortándolo. —¿De qué, Jordan? ¿Miedo a que
no viniera a verla felizmente después? ¿A que las dos personas que significaban
más para mí en el mundo me traicionaran y me hirieran? ¿Tenía miedo de que
yo sufriera por ello y no viniera a ver lo felices y enamorados que están ustedes
dos? ¿Eh? ¿Es eso a lo que ella le tenía miedo? —Ver su cara tan de cerca me
hacía sentir nauseas.
Sus ojos se abren y lo veo tragar nerviosamente mientras mira detrás de
mí, sobre mi hombro. Dios. Alguien nos miraba. No me importa quién demonios
veía mi pequeño arrebato. Podían mirar desde lejos, porque estuve guardando
esto por años.
Él toma una pequeña respiración y la libera. —No. Calla. Eso no es…
—Te di todo lo que tenía, todo de mí. —Apunto a su pecho con mi mano
temblando. Estoy tan enojada que es incontrolable. No quiero que vea la
manera en que me afecta, pero no puedo jodidamente detenerlo—. Te amaba
Jordan. Te acaricié y te escuché… cuidé de ti. Hice todo lo que se suponía que
tenía que hacer y aun así no fue suficientemente bueno para ti. Arrancaste mi
jodido corazón y caminaste sobre él, y con quien… ¿eh? La persona que más
importaba en mi vida después de ti, mi hermana. Mi jodida hermana, Jordan.
Me hiciste eso. No solo arrancaste mi jodido corazón, también robaste a mi
familia. Eso es algo de lo que no hay vuelta atrás. No puedes solo pretender que
127

todo está bien solo porque han pasado dos años.


Su mandíbula se endurece y sus ojos se traban detrás de mi hombro de
Página

nuevo, mientras corre una mano a través de su corto cabello rubio; su estúpido,
siempre perfecto cabello. —Lo siento. No puedo deshacer nada y tampoco
ella. ¿Crees que queríamos que sucediera de esta manera?
—No me importa. Nunca debió haber pasado en primer lugar. Si ustedes
dos querían estar juntos… entonces debieron decírmelo. Los amaba a ambos lo
suficiente para haber retrocedido y darles el espacio para resolverlo, porque
ese es mi carácter. Lo triste es que lo sabes, pero en su lugar ambos traicionaron
mi confianza de la peor manera posible. ¿Cómo esperas que confíe mi corazón
a alguien más después de que las dos personas que más amaba
completamente me jodieron y destruyeron en un millón de piezas? —Inclino mi
cabeza para encontrar sus ojos marrones—. Todavía sigue jodidamente
doliendo. Solo pensé que deberías saberlo.
Escucho pasos justo detrás de mí, crujiendo en el pasto, antes de que
sienta una mano posesivamente con la mía, causándome dejar escapar un
sonido de sorpresa.
Girando mis ojos lejos de Jordan, miro a mi lado para ver a Kyan, mirando
directamente a Jordan como si mentalmente estuviera destrozando su
garganta.
Mi corazón literalmente salta en un latido y una lágrima se arrastra por el
lado izquierdo de mi cara mientras lo miro fijamente. No puedo creer que esté
parado aquí, a mi lado. Estoy tan feliz que podría morir ahora mismo. Cuando
más lo necesitaba vino a mí.
Está vistiendo un par de pantalones ajustados y una camisa blanca
abotonada, con las mangas enrolladas en los codos. Su corbata está suelta
como si hubiera estado tirando de ella, pero su cabello está peinado como si
de hecho hubiera tomado el tiempo de arreglarlo antes de llegar. Luce
dolorosamente caliente y puedo decir que Jordan lo nota también. Estoy
segura de que Jordan solía ser el chico más sexy a donde sea que fuera. Muy
malo para él que no lo será en su propia maldita boda.
—Lo siento, llego tarde, Calla. —Sus ojos siguen directamente en la
cabeza de Jordan y puedo decir fácilmente que Jordan se siente
extremadamente incómodo mientras Kyan lo supera en tamaño. Sus ojos se
mantienen yendo de mi cara a la de Kyan, y después a nuestras manos
entrelazadas—. Vamos a buscar nuestros asientos y dejemos que el novio aquí
se case.
Su mandíbula se aprieta mientras Jordan afloja su corbata. Entonces,
antes de que lo sepa, su mano se coloca en mi espalda baja guiándome a
través del pasto hacia donde Jordan debería estar ahora mismo.
128

Regresando a sostener mi mano, él camina hacia el pasillo como si fuera


perfectamente normal para la gente vernos como si fuéramos una pareja real.
Página
Veo a mi tía abanicar su cara y sonreír mientras Kyan me jala pasándola hacia
el asiento vacío en la fila de enfrente.
Solo hay un asiento desocupado, así que Kyan se inclina y cortésmente
pregunta a alguien si no le importa cambiarse de lugar para que nos podamos
sentar juntos.
Mi estómago se llena con mariposas mientras me guía hacia mi asiento y
toma asiento a mi lado, poniendo mi mano en su regazo.
Sus dedos trazan círculos en mi mano y extrañamente encuentro
consuelo en su tacto, mientras miro hacia delante, lista para que esto termine.
La suave música comienza y siento como Kyan mueve mi silla más cerca
de la de él como es posible. Me causa una pequeña sonrisa mientras observo
cómo me mira. Me lleva a través de todo como si se estuviera asegurando de
que estoy bien.
—Gracias —susurro—. No tenías que hacer esto.
Su musculo de la barbilla se flexiona mientras asiente con la cabeza. —Sí,
si tenía —dice apenas en un susurro.
Mi corazón corre mientras tomo nota de la primera pareja haciendo su
camino por el pasillo para estar en la delantera. Esto está sucediendo en
realidad ahora. Pasa justo en frente de mis ojos. Mi hermana se casará con
Jordan… mi primer y único amor.
Sentarse aquí justo ahora, observando esto, es una de las cosas más
difíciles que he tenido que hacer. Con cada segundo que pasa me siento cada
vez más enferma del estómago de la anticipación de ver a Chrissy caminar por
el pasillo.
La mano de Kyan aprieta la mía, confortándome mientras Jordan hace su
camino por el pasillo para ocupar su lugar.
Parece saber cuánto me duele y no podría estar más agradecida de
tenerlo aquí conmigo. Le debo tanto por esto y nunca le pagaré lo suficiente.
Está renunciando a algo importante para él al estar aquí ahora mismo. Nadie
ha hecho algo así por mí antes.
La música cambia y todo mi cuerpo se endurece. Froto mi mano libre
sobre el frente de mi vestido de seda plateado, mientras mis nervios empiezan a
sacar lo mejor de mí. Ella se halla a sólo a unos segundos de caminar por ese
pasillo y sé de hecho que estará buscando para ver si realmente vine.
Me siento un poco más alta, incapaz de esconderme como sé que
129

debería. Por alguna razón, desesperadamente quiero verla. Casi lo necesito. No


quiero hablar con ella y fingir que todo está bien, pero sólo quiero ver a mi
hermosa hermana después de tanto tiempo que ha pasado. Ha pasado
Página

demasiado tiempo.
Oh, Dios mío...
Allí está ella viéndose más hermosa que hace dos años. Su cabello largo y
rubio se encuentra retorcido en una trenza y recortado en un moño lateral, con
pequeñas flores que sobresalen, y su vestido es la cosa más hermosa sobre la
que he puesto mis ojos. Realmente es una novia hermosa, y verla hace que mi
corazón se hinche con orgullo no deseado.
La veo mirando en mi dirección, tratando de descubrirme. Sus ojos se
encuentran con los míos y la veo aspirar como si estuviera a punto de llorar. Me
hace casi tener un colapso. Me encuentro apretando la pierna de Kyan tan
fuerte que mis uñas probablemente cavan en su piel a través de sus
pantalones, pero me permite hacerlo sin quejarse.
Nuestros ojos permanecen clavados, observando a la otra, hasta que ya
no pueden más. Esto es muy difícil. Dios, la quiero tanto. Estoy empezando a
perderlo y no quiero que nadie me vea estallar en lágrimas.
Empiezo a temblar cuando las indeseadas lágrimas llenan mis ojos. El
sacerdote habla, pero no puedo concentrarme en ninguna de sus palabras.
Siento como si estuviera a punto de entrar en un sollozo en cualquier momento.
—Está bien. —Kyan agarra mi cara con ambas manos y me obliga a
mirarlo a los ojos—. Mírame, está bien. Mantén tus ojos en mí. Aquí no hay nadie
más que nosotros dos.
Asiento con la cabeza y hablo a través de mis lágrimas. —De acuerdo —
susurro.
Sus ojos mantienen los míos cautivos mientras el resto del mundo continúa
alrededor de nosotros. Es como si estuviéramos tomando este momento para
leer el uno al otro y realmente ver lo que el otro siente.
Su cara parece dolorida como si estuviera llevando mi dolor. De repente
me hace sentir dolor por él y no por mí misma en su lugar.
Debe notar mi cambio de emoción porque sus ojos saltan hacia delante y
hacia atrás entre los míos, antes de que envuelva su mano en la parte de atrás
de mi cabello y me tire para un beso.
Cuando sus labios se encuentran con los míos, todo mi mundo se detiene,
y siento como si me estuviera derritiendo en él. Él nunca me besó fuera del sexo
antes y definitivamente tiene mis emociones corriendo salvajes. Esto es nuevo
para él.
Sus labios se mueven con los míos como si estuviera perdido en mí y él no
quisiera nada más que a mí misma con este beso... Y lo hace. Este único beso
130

es mi dueño, junto con mi corazón.


Página
La sensación de su lengua que barre mi labio inferior causa alborotos en
mi estómago. Su beso es tan suave, pero lleno de tanta pasión que me siento
sin aliento en su abrazo.
Se aparta y frota su pulgar sobre mi mejilla, dejándome completamente
sin palabras. —Te ves hermosa —susurra—. Tan hermosa que estoy sintiendo
cosas que no he sentido en mucho tiempo.
Mi corazón se hincha por sus palabras y me encuentro agarrada a sus
manos mientras sostiene mi mirada, segura de que no tengo que presenciar la
peor parte de todo. Él tiene mi completa atención, y para ser honesta, nadie
más puede capturarla como él lo hace. Podría sentarme aquí y mirarle a los
ojos para siempre y nunca me cansaría de tratar de entenderlo.
Antes de que sepa que la gente empieza a estar a nuestro alrededor y
somos los únicos que siguen sentados aquí sólo mirándose el uno al otro.
Trago y me alejo de sus ojos para ver que la fiesta de la boda se prepara
para caminar de regreso por el pasillo. Todo el mundo está ahora de pie con
orgullo para ver Chrissy y Jordan tomar su última caminata de la mano como
marido y mujer.
Mis ojos caen sobre mi hermana mientras hace su camino por el pasillo. Lo
primero que noto son las lágrimas de alegría en la cara de mi hermana.
Realmente parece como si su sueño se acabara de hacer realidad, su felices
para siempre. Sus ojos se apartan de mirar a Jordan para buscarme.
Ella se da cuenta de Kyan y yo juntos, y una sonrisa enorme aparece en
su rostro mientras asiente hacia mí y luego continúa a pasar. Esa pequeña
sonrisa casi es suficiente para romper mi pared y hacerme querer correr hacia
ella, pero no lo hago.
Vaya... ni siquiera se siente que cinco minutos han pasado cuando en
realidad han sido por lo menos veinte, y los ojos de Kyan no dejaron mi rostro ni
una vez.
Agarrando mi mano, Kyan se levanta y me ayuda a ponerme de pie.
Desliza un brazo alrededor de mi cintura y presiona sus labios al lado de mi
frente mientras esperamos una salida clara.
Estamos aquí mientras cada fila de personas hace su camino fuera y se
alinea con sus burbujas antes de que Kyan me lleve por el pasillo y hacia fuera.
Agarra una cosa burbujeante y me la pasa. —¿Quieres hacer esto? No es
necesario. No te presiones a ti misma si duele demasiado. —Decidiendo que
tengo que ser fuerte, tomo las burbujas y empiezo a abrir la gorra mientras
131

asiento con la cabeza. Ver a Chrissy y a Jordan caminar por el pasillo,


felizmente enamorados, me ha hecho comprender cuánto tiempo realmente
ha pasado entre nosotros y estoy empezando a cuestionar si todo valía la pena.
Página

También me hizo darme cuenta de que lo que sentía por Jordan se ha ido
completamente. No siento más que ira cuando lo miro. Es mi enojo el que me
ha mantenido lejos durante tanto tiempo, no un corazón roto por la pérdida de
Jordan como pensé. Mirar a Chrissy me da una sensación de pérdida y dolor. Es
la familia lo que realmente importa. Es perderla como mi hermana lo que más
duele. Necesito dejar ir y aprender a dejarla entrar de nuevo. He sido débil y es
hora de que me levante y sea fuerte para las dos. Sólo va a tomar tiempo para
realmente perdonarla. Kyan se halla detrás de mí y envuelve sus brazos
alrededor de mi cintura mientras empiezo a soplar burbujas a los recién casados
cuando pasan. Tenerlo cerca parece hacer las cosas más fáciles. Me da esa
sensación de paz que he estado buscando.
Ha conseguido ser mi paz a través de la cosa más difícil que he tenido
que hacer en mi vida...

Después de la ceremonia Kyan ayudó a empacar el equipo de Tori y


luego a desempacar de nuevo una vez que llegamos a la recepción.
Tori en su mayoría se quedó atrás con una sonrisa en su rostro y lo vio
hacer el trabajo, pero ustedes entienden lo que quiero decir. Tan pronto como
se dio cuenta de que me hallaba de pie con Kyan, casi gritó. Sus palabras
fueron—: Sabía que iba a aparecer.
Eso es una locura, porque no tenía idea. Honestamente todavía no
puedo creer que esté aquí ahora mismo. No puedo dejar de mirarlo y sonreír. Se
da cuenta y sonríe cada vez, viéndose como si fuera el hombre más feliz de la
tierra.
En este momento, se halla parado junto al bar charlando con mi padre.
Los veo casualmente mirar en mi dirección y no puedo evitar los nervios que me
recorren. No tengo ni idea de lo que discuten, pero ambos se ven muy felices.
Sonriendo, mi padre golpea a Kyan en la espalda antes de estrechar su
mano y alejarse. Mi hermana y Jordan llegaron hace unos minutos, así que
estoy segura de que hace su camino para verlos.
Levanto la mirada y me estiro para tomar la copa de vino mientras que
Kyan me la entrega. —Gracias. —Rápidamente inclino el vaso hacia atrás y lo
termino.
132

Kyan alza una ceja. —¿No es el punto del vino sorber para saborear?
Página

¿Debería comprar la botella entera ahora y salvarme de algunos viajes? Te voy


a comprar toda la barra si ayuda. —Sonríe y luego me jala a él, aspirando el
exceso de vino de mi labio inferior—. Umm... sabe delicioso.
Me río mientras se inclina hacia atrás y molesta el labio inferior. —Kyan...
—Lo siento. —Sonríe contra mis labios—. Tienes un sabor demasiado
bueno.
—Calla... —Mi corazón se detiene y todo mi oxígeno se me escapa
cuando la voz de Chrissy viene justo detrás de mí—. ¿Puedo tener un minuto,
por favor?
Kyan agarra mi cara con ambas manos y frota mis mejillas mientras lo
miro. —Te encontraré en un momento. —Se inclina y me besa suavemente en
los labios, antes de alejarse, dejándome sola... con Chrissy.
Cerrando mis ojos, tomo una respiración profunda y la suelto lentamente.
Cuando vuelvo a abrir los ojos, veo a Tori cruzando la habitación,
observándome. Me da una leve sonrisa y asiente con la cabeza. Supongo que
estar aquí también ha abierto sus ojos.
Me doy la vuelta para mirar a Chrissy y sus suaves ojos caen sobre mi
rostro, mirándome completamente. —Estoy muy contenta de que hayas
venido. —Traga nerviosamente y coge mi mano. Mis ojos miran su mano que
sostiene la mía, antes de mirar de nuevo a su cara—. Hay cosas que necesitan
ser dichas. No puedo retenerlas más. Lo siento mucho, Calla. Sé que no puedo
compensar lo que hice, pero lo intentaré si me dejas. —Su mano aprieta la mía
mientras una lágrima se desliza por su mejilla—. Te echo de menos.
Luchando contra mi sollozo, le aprieto la mano. —Yo también te extraño
—admito.
—No quise lastimarte...
—No hagamos esto aquí —digo, cortándola.
Mis ojos vagan cuando escucho el sonido refrescante de la risa de Kyan.
Se encuentra de pie junto a mi tía y un pequeño grupo de mujeres mayores. No
puedo evitar la sonrisa que se hace cargo mientras lo veo divirtiéndose. Eso es
lo que se supone que son las bodas: diversión y felicidad... no esto.
Nada más parece importar en este momento, sino el hecho de que él
está aquí, apoyándome. El pasado no importa. El enojo que he tenido durante
tanto tiempo... no importa. Tal vez sea el momento de dejar todo atrás.
Sonriendo, extiendo la mano y toco la cara de mi hermana.
»No necesitamos hablar más de esto. Te quiero y quiero que seas feliz. Va
133

a tomar un tiempo para ganar completamente mi confianza, pero te quiero en


mi vida. Pequeños pasos, ¿de acuerdo?
Página
Llorando, Chrissy se inclina y me lanza los brazos, casi estrechándome de
más. Me sostiene, sonriendo contra mi mejilla. —Eso es todo lo que quiero.
Se aleja y tira de un mechón de mi cabello.
»Te ves tan hermosa. Tu cabello ha crecido. Asiente con la cabeza hacia
Kyan—. Y ese hombre guapo parece muy feliz de estar contigo. Te mereces esa
felicidad. No lo rechaces, ¿de acuerdo?
Ambas miramos al mismo tiempo que Kyan se vuelve hacia nosotras. Nos
muestra una sonrisa de hoyuelos mientras la tía Sharon lo tira hacia la pista de
baile.
—Oh, no. —Le doy a Chrissy un último abrazo rápido—. Eres una novia
absolutamente hermosa, pero tengo que ir a salvar a Kyan. Ya sabes cómo se
pone tía Sharon.
—Oh, definitivamente. —Sonríe y sacude su cabeza mientras las manos
de mi tía comienzan a frotar la parte baja de la espalda de Kyan—. Será mejor
que te apures. Trabaja más rápido que de costumbre.
Riendo, me apresuro a cruzar la habitación y colocar mi mano en la
espalda de Sharon. —Este es mío, vieja desvergonzada.
Ambas rompemos una sonrisa al mismo tiempo antes de que ella libere a
Kyan y se aparte. —Esperaba que tu hermana te mantuviera ocupada el
tiempo suficiente como para que me hiciera una idea. —Guiña un ojo—.
Disfruta de este. —Mueve sus cejas pintadas y luego se aleja, buscando a su
próxima víctima.
Kyan moja su labio y rápidamente me tira contra él. —¿Me devuelves el
favor? ¿Me salvas de esa inocente mujer?
Me levanto en la punta de los dedos de los pies y me río contra sus labios.
Si al menos lo supiera. —No... Mi recompensa por venir implicaría
definitivamente que te vengas3. —Sonrío mientras él muerde su labio inferior y lo
tira en su boca—. Te ves increíblemente sexy en ese traje —susurro.
Desliza su mano debajo de mi cuello y me atrae, poniendo sus labios en
mi oído. —Y ese vestido me hace querer arrancártelo y follarte increíblemente
largo y duro. Estoy haciendo todo lo posible para no follarte aquí mismo en la
pista de baile.
Haciéndome retroceder, envuelve ambas manos en la parte de atrás de
mi cabello y se mece contra mí en la música.
—¡Oh, maldita sea! —Tori aparece a nuestro lado y comienza a tomar
134

fotos mientras Kyan continúa moviéndose contra mí—. Ustedes necesitan


Página

3 Coming en inglés es de venir a un lugar y también de venirse (tener un orgasmo).


encontrar un cuarto de baño o alguna mierda y dejar de molestar a los demás.
—Se ríe y saca unas cuantas fotos mientras se aleja.
—Tiene razón —dice Kyan contra mis labios—. Necesitamos encontrar un
baño, porque necesito estar dentro de ti. Ahora.
Agarrando mi mano, me atrae a través de la habitación, sonriendo y
asintiendo con la cabeza mientras gente aleatoria nos saluda. Una vez que
salimos al pasillo, me sostiene contra la pared y desliza sus manos por mi vestido.
Sus labios se encuentran con los míos y me besa tan profundamente que
mi cuerpo tiembla en sus brazos. —Te necesito, Kyan… —Le arranco su corbata,
mordiéndome el labio inferior con los dientes—. Te necesito dentro de mí.
Ahora.
Kyan sonríe antes de agarrarme la mano y alejarme de la pared para
buscar un baño abierto. Me tira de un pasillo lateral donde no hay nadie y se
mete en el primer cuarto de baño desbloqueado, cerrándolo detrás de
nosotros.
Sus manos encuentran mis muslos y me alza, envolviendo mis piernas
alrededor de su cintura con tanta fuerza que mi aliento sale de mí.
No puedo contenerme, enredo mis dedos en su cabello grueso y aplasto
mis labios en los suyos. Él me golpea contra la pared y luego el baño, antes de
finalmente ponerme en el lavamanos, tirando mi vestido por mis muslos.
—Maldita sea, estoy tan jodidamente duro. —Agarra mi mano y la coloca
en su erección—. Sólo tú me tienes tan duro, Calla.
Deslizando mis bragas por mis piernas, corre sus labios a lo largo de mi
piel, burlándose de mí en el camino. De pie de nuevo, tira mi tanga a un lado y
se pone entre mis piernas.
Sonriendo, me agarra el cuello y me atrae hacia él, rozando sus labios
sobre los míos. —Ojalá tuviera más tiempo para disfrutar cada centímetro de tu
cuerpo, pero eso tendrá que esperar hasta más tarde.
Miro con asombro que rápidamente se deshace de los pantalones y la
cremallera, antes de tirar su pene increíblemente duro, acariciándolo mientras
me mira a los ojos.
Empiezo a moler mis caderas para acercarme a él, solo queriéndolo
dentro de mí. Verlo acariciar es una pura tortura. Estoy muy celosa de esa mano
ahora mismo.
Pasa su pulgar por el labio inferior, haciendo que me incline en su
135

contacto.
»¿Tomas la píldora, Calla? —Su mandíbula se contrae mientras me
Página

observa, esperando una respuesta.


Mis entrañas hacen un pequeño tirón ante la idea de que se vaya
desnudo dentro de mí. Nunca he tenido sexo sin condón. Jordan siempre se
aseguró de que usáramos uno. Esto es nuevo y muy... muy caliente.
Asiento con la cabeza y le rodeo el cuello con un brazo, atrayéndolo
hacia mí. —Sí, así que fóllame ya. Te deseo, Kyan.
—Mierda, me encanta tu boca. —Sin vacilar, envuelve mis piernas
alrededor de sus caderas y me penetra. Ambos gemimos en la sensación de él
desnudo dentro de mí. Mis entrañas se estremecen por la prisa que me da.
—Oh, mierda, Kyan… —Sonrío contra sus labios—. Nadie ha estado nunca
dentro de mí así antes.
Me agarra la cara y me obliga a mirarlo a los ojos. —¿Nunca?
—Nunca —susurro—. Sólo tú.
Antes de que pueda volver a respirar, me saca del lavamanos con la
espalda apretada contra la puerta del baño.
La puerta rebota contra el marco mientras me empuja, follándome
profundo y duro, seguro de que siento cada centímetro de él dentro de mí... y
lo hago. Lo siento bien. Lo siento como nunca he sentido nada antes.
Sus labios devoran mis labios, saboreándome y burlándose como nunca
antes. El movimiento de sus caderas y la sensación de sus brazos fuertes
sosteniéndome me tienen completamente satisfecha y lista para entregarme a
él cuando quiera. Es tan bueno y lo sabe.
Se toma el tiempo para asegurarse de que siempre estoy satisfecha y el
sexo con Kyan sólo parece mejorar cada vez.
Aferrando mi cuello, ralentiza su movimiento, moliendo sus caderas en mí
mientras su aliento hincha mis labios. Muele sus caderas tan lentamente, y con
un ritmo perfecto, que me recuerda a cuando estuvimos bailando en la pista
de baile.
—Oh, Dios mío... Kyan. —Me aferro a su cabello y golpeo mi cabeza
contra la puerta mientras él acelera su paso, golpeando mi punto cada vez—.
Me encantas dentro de mí —susurro—. Tan profundo.
Empuja con fuerza, luego se detiene. —Sólo quiero estar dentro de ti así,
Calla. —-Empuja otra vez, haciéndome gritar y apretarlo con mis piernas—. Sólo
mi polla.
Asiento con la cabeza, perdida en el momento. —Está bien. —Me
muerdo el labio mientras él me mira a los ojos—. Bien.
136

Esa palabra hace que lo pierda. Agarrándome la cara, me penetra, no


ralentiza hasta que me deshago y grito en sus brazos.
Página
Unos segundos más tarde, me lleva al lavamanos y me pone en el suelo
mientras rápidamente se saca de mí. Alcanza su polla y la acaricia unas
cuantas veces, a punto de llegar en cualquier momento, pero rápidamente
empujo su mano y salto a mis rodillas. Quiero probarlo tan mal que mi pecho
duele.
Arremolinando mi lengua alrededor de la cabeza de su polla, la chupo
en mi boca mientras la acaricio con mi mano. Unos segundos después siento su
semen golpear la parte posterior de mi garganta. Sin ni siquiera pensar en ello,
lo trago, asegurándose de limpiar cada última gota después.
Lanza la cabeza hacia atrás y gime, observándome con la mayor sonrisa
que he visto en él. Alcanzando mi mano, me empuja a mis pies y presiona su
frente a la mía. —Creo que estoy enamorado —bromea.
Mi corazón se hincha por una fracción de segundo hasta que
rápidamente me recuerdo que no lo decía así.
Estamos aquí de pie, mirándonos a los ojos, cuando alguien llama a la
puerta. Ambos sonreímos mientras él me ayuda a ponerse juntos antes de
arreglarse.
La persona llama de nuevo. —Cualquier día de éstos.
—Llegando —dice Kyan con una sonrisa.
Me echo a reír antes de empujar juguetonamente su pecho. —Supongo
que sólo es educado volver a la boda y darle a este imbécil el baño.
Agarrando mi cara, Kyan muerde mi labio inferior antes de chuparlo en su
boca. —Está bien. Tenemos toda la noche después.
Inclino la cabeza y lo miro en cuestión. —¿Lo hacemos?
Asiente con la cabeza y sonríe, la maldita sonrisa más linda del mundo. —
Reservé una habitación en el camino aquí. Te vas a quedar conmigo y Tori
regresa a Chicago. —Me pone la mano en la espalda—. Vámonos.
Sonrío y salgo del baño con orgullo, mientras Kyan tiene la puerta abierta
para nosotros. Para mi sorpresa, Jordan se apoya contra la pared esperando
para entrar. Me hallaba tan envuelta en Kyan que la voz de Jordan no
significaba mierda. Era un extraño para mí.
Pasa por delante de nosotros, dándonos un gesto de cabeza torpe, antes
de encerrarse en el baño.
Caminando de regreso a la fiesta, todo lo que puedo pensar es cómo
Kyan reservó una habitación y quiere que me quede con él. Ni siquiera podía
137

besarme en la boca y ahora quiere que duerma en la misma cama que él.
No estoy segura de poder sobrevivir una noche con Kyan Wilder...
Página
21
Traducido por mariana90
Corregido por Bella’

Kyan
E
star aquí para Calla se convirtió en mi prioridad para la noche. Soy
muy consciente de que lo jodí con Kevin y que no voy a conseguir mi
gimnasio, pero llega un momento cuando tienes que darte cuenta
de que las personas que te importan son lo más importante. Habrá otros
gimnasios de mierda. No habrá otra Calla.
La mirada en sus ojos y leer esa carta me rompieron. Entonces cuando vi
a Jessica, me di cuenta de que solo porque fue más fácil para mí de lo que
esperaba, no significa que sería tan fácil para Calla; especialmente cuando se
trataba de ver a las dos personas que le hacían daño casarse. No podía dejar
que ella pasara por eso sola.
La fiesta terminó hace más de treinta minutos, así que dejé a Calla abajo
en el vestíbulo para que dijera adiós a su familia. Cuando llegue aquí planeo
pasar la noche asegurándome de que se sienta bien. No la dejaré ser infeliz
mientras esté aquí en mis brazos. Puede que no pueda ofrecerle mucho en
casa, pero esta noche puedo.
La puerta se abre mientras me quito la camisa y la corbata. Llevo mi
atención a Calla y sonrío.
—¿Cómo te fue?
Descaradamente comprueba mi pecho y mis abdominales mientras estoy
aquí pasando las manos a través de mi cabello. Sonriendo, cae encima de la
cama y agarra la manta.
—Salió tan bien como pudo, supongo. No va a ser fácil, pero Kyan... —
Agarra mi mano y me tira hacia el borde de la cama—. Lo hiciste mucho menos
doloroso. Nunca podré agradecerte lo suficiente por venir. ¿Qué hay de esa
138

reunión que tuviste?


Página

Me arrastro hasta el final de la cama y la empujo hacia la cabecera.


Quitándole los zapatos, uno por uno, los arrojo a mi lado en el suelo.
—No es gran cosa. Habrá más reuniones en mi futuro.
Cierra los ojos y libera una respiración satisfecha mientras masajeo sus
piernas, lentamente trabajando mi camino hasta sus muslos.
—Kyan, tus manos se sienten tan bien. —Muerde su labio inferior mientras
masajeo justo debajo de las mejillas de su culo—. Podría dejarte hacer esto
toda la noche. Oh, vaya.
Una carcajada retumba en mi pecho mientras me inclino y tiro su vestido
por encima de su cabeza.
—Bueno, tenemos toda la noche y mis manos definitivamente nunca se
cansan de tocarte. —Lentamente, la levanto y desabrocho su sujetador,
dejándolo caer en la cama a nuestro lado. Luego voy hacia abajo entre sus
piernas y agarro su tanga con los dientes, tirando lentamente hacia abajo por
sus piernas.
Mis manos frotan sus piernas en el camino hacia abajo, masajeando
sobre su suave carne. Arquea la espalda y deja escapar un pequeño gemido
mientras me observa.
—Me haces algo, Kyan.
Paso mis manos hacia arriba por su cuerpo, aplicando presión hasta
alcanzar sus pechos. Luego masajeo suave y lento, mientras corro mis labios por
su cuello.
—Tú también me haces algo —admito—. Más de lo que esperaba.
Alcanzando su boca, presiono mis labios contra los suyos, reclamando sus
labios como míos. Pueden no pertenecer a mí, pero por esta noche lo hacen, y
planeo asegurarme de que sepa eso.
Sentándome para poder alcanzar mis pantalones, los desabrocho y los
deslizo por mis muslos, antes de levantarme y patearlos a un lado. Extiendo la
mano y la coloco en mi estómago mientras saco mis calzoncillos bóxers.
Estoy aquí completamente desnudo, mi cuerpo tiene que ver con lo que
ella quiera. No me importa si quiere follarme o simplemente mirarme. Mi polla no
puede elegir esta noche. Ella lo hace. Esto es todo sobre ella.
Abriendo sus piernas, lentamente me arrastro por encima de ella y agarro
la botella de loción de hotel que encontré tirada en el baño. Abro la tapa antes
de derramarla en mis manos y frotarlas juntas.
Ella me mira, completamente perdida en mí mientras me observa hacer
mi camino por su cuerpo, masajeando la loción en su pierna derecha. Trabajo
139

en su pierna durante unos minutos antes de pasar a la próxima pierna y


trabajarla igual.
Página
—Kyan —dice, completamente relajada—. ¿Por qué elegiste venir a la
boda en lugar de tu reunión?
Me posiciono entre sus piernas extendidas y froto suavemente mis manos
por su estómago y costados.
Mi situación con Jessica y Bryant no es algo de lo que suelo hablar con los
demás, pero sabiendo que ha sido herida también, realmente no tengo
elección. Necesita saber que entiendo su dolor y mientras estamos aquí esta
noche, estoy dispuesto a aliviarlo de la mejor manera que sé.
Aspira una respiración mientras mi polla roza su entrada. Estoy
completamente duro ahora, y con la mujer más hermosa que he visto desnuda
debajo de mí. Este no es exactamente el momento ideal para hablar de esto,
pero…
—Sé cómo te sientes —le digo con rigidez. Sus ojos se cruzan con los míos
y se ensanchan con curiosidad—. Para hacer una larga historia corta, me
enteré no mucho antes cuando estaba a punto de llevar a mí prometida por el
pasillo que ella se hallaba embarazada del bebé de mi mejor amigo. —Hago
una pausa y trago—. Encontré tu carta, Calla. No podía dejarte pasar por esto
sola, sabiendo cómo se siente el ser jodido así.
Siento que aprieta mi brazo mientras su labio inferior comienza a temblar.
Está luchando duro para detenerlo, pero no funciona.
»Bryant fue mi mejor amigo durante más de diez años y Jessica fue mi
primer amor verdadero. Me fui en un viaje de negocios por unas semanas
cuando buscaba comprar mi propio gimnasio por primera vez, y luego me
enteré de que se encontraba embarazada tres semanas más tarde. Estábamos
a punto de casarnos y Bryant se asustó y confesó que estaba enamorado de
Jessica y que llevaba a su hijo, así que terminé nuestro compromiso y le di a
Bryant la casa que yo tenía. Tenían un bebé en camino, así que lo necesitaban
más que yo. Fue el peor año de mi puta vida.
Alzo mis ojos para encontrarme con los de ella y puedo ver el dolor en
ellos mientras mira mi cara.
—Lo siento mucho. —Me besa el brazo—. ¿Siguen juntos?
Asiento y resoplo.
—Sí. Tienen dos hijos juntos, pero no son felices. Siento lástima por los niños.
—Sacudo la cabeza y agarro su cara para consolarla—. No nos preocupemos
por eso esta noche. ¿De acuerdo? Solo quiero hacerte sentir bien.
Su mandíbula se contrae cuando sus ojos se cruzan con los míos.
140

—Entonces hazme el amor —susurra—. Déjame sentirte.


Página
Tragando las emociones que traen sus palabras, deslizo mi mano bajo su
cuello y me guio gentilmente entre sus piernas. Lentamente empujo dentro de
ella, gimiendo cuando su estrechez me abraza completamente.
Su cuerpo se mueve con el mío, sus uñas cavando en mi espalda mientras
lentamente muevo mis caderas, asegurándome de golpear cada punto de
placer que puedo encontrar. Oír su gemido y sentir que su agarre en mí se
aprieta me empuja a querer complacerla aún más.
Estar en su interior de esta manera se siente demasiado bien emocional y
físicamente, y no puedo evitar sentirme egoísta y solamente quiero que ser yo
de ahora en adelante.
Mientras empujo en su interior no puedo evitar ser perseguido por mis
pensamientos de mi hermano dentro de ella, pero rápidamente lucho contra la
ira y los celos y le hago el amor como realmente se merece.
Llevo sus piernas sobre mis hombros, levanto ligeramente sus caderas y
me muevo contra ella, mordiendo un lado de su pantorrilla mientras me entierro
tan profundamente como puedo.
Nuestros cuerpos están cubiertos de sudor. Ambos estamos sin aliento y
completamente perdidos en el otro mientras continúo empujando profundo y
lento por lo que se sienten como horas.
Queriendo estar más cerca de ella, me siento en mis rodillas y traigo su
cuerpo para que se coloque sobre mi regazo. Nuestros cuerpos están pegados,
ni siquiera un centímetro de espacio para respirar mientras beso su carne por
todos lados y me entierro dentro de ella.
Siento que sus uñas perforan mi piel y su respiración se alza junto a mi
oído.
—Quiero venirme contigo, Kyan. Puedo sentir que me estoy acercando.
Sosteniéndola lo más cerca posible, presiono mis labios contra los suyos y
balanceo mis caderas, tirando de su cuerpo para poder llegar lo más profundo
que pueda. Me siento cerca del orgasmo así que chupo su labio inferior en mi
boca, gimiendo mientras se aferra alrededor de mi polla.
Unos segundos más tarde, me meto en ella una última vez, liberando mi
carga en su interior, asegurándome de que reciba hasta la última gota.
Deja caer su frente a la mía y agarra mi cara, mirándome a los ojos
mientras nos abrazamos. Mirándola de nuevo, siento que una emoción se
precipita a través de mí que puede lastimar a ambos. Esta noche todo es
perfecto, somos perfectos, pero qué sucede cuando volvamos a casa y no
141

tengamos otra opción que enfrentar la realidad.


Esta mujer podría tener el poder de romperme completamente…
Página
22
Traducido por Cjuli2516zc
Corregido por Bella’

Calla
E
s la media noche pero parece que no puedo dormir. Estoy acostada
aquí envuelta en los brazos de Kyan, no queriendo nada más que
sentirlo cerca de mí. Cuanto más me acuesto aquí y lo veo respirar,
más hermoso se vuelve por segundo.
Pensar sobre mañana y lo que podría suceder cuando lleguemos a casa
me asusta. Después de tener este sentimiento con Kyan, no creo que pueda
renunciar a él. Me divertí con Hunter. Es genial, pero no es Kyan; nadie lo es, y
no quiero hacer esto con nadie más que él. Sé eso ahora más que nunca.
Tragando de nuevo mi preocupación, me estiro y giro un mechón de su
cabello castaño entre mis dedos. Su agarre sobre mí se aprieta, tirándome aún
más cerca de su firme pecho.
Saboreando este momento, presiono mis labios contra su pecho mientras
aspiro su olor embriagador. Este podría muy posiblemente el único momento así
que pondremos compartir. Ese pensamiento asusta hasta la muerte. Después de
compartir el sexo más íntimo que he tenido alguna vez en mi vida con este
hombre... con Kyan, podría simplemente arrancar mi corazón al perder esto, al
perderlo.
Levantándome de modo que estamos a la altura de los ojos, Kyan enreda
nuestros cuerpos juntos y besa mi nariz.
—Duerme un poco, bebé. No pienses. Solo cierra tus ojos.
No puedo dejar de notar el dolor detrás de su voz como si supiera que es
el último momento como este que compartiremos también. Mi corazón ansía
mantenerse en este momento.
142

Por favor no me dejes perder este sentimiento...


Página
Volvimos al departamento hace más de una hora. Después de besarme
en la comisura de la boca, como me esperaba, Kyan se fue para ocuparse de
algunos negocios en el gimnasio. Me dejó sintiéndome vacía y me recordó que
las cosas son mucho más complicadas de lo que esperaba que sería cuando
volvimos.
He estado sentada aquí mirando la pared, pensando en cómo me hizo
sentir ayer cuando me sorprendió en la boda.
Una mezcla de emociones me atraviesa, recordándome cuánto efecto
ha tenido este hombre sobre mí las últimas semanas. A pesar de que intento
apagarlo, este hombre ha estado evadiendo cada uno de mis pensamientos
desde el mismo principio. Ni siquiera Hunter fue capaz de empujar a Kyan
completamente de mis pensamientos. El problema es que Hunter podría ser
capaz de empujarme de los de Kyan. La idea de eso me hace sentir mal del
estómago.
La puerta del apartamento se abre con Tori soltando sus llaves sobre la
mesa. Cerrando la puerta, sonríe abiertamente y corre a través de la
habitación, saltando sobre el brazo de su silla.
—Así que... —Sentándose derecha, inclina su cabeza, insistiéndome para
sacarla de su miseria—. ¿Qué pasó? No dejes la mierda. Lo quiero todo.
Suspirando, me recuesto en el sofá y cierro mis ojos con fuerza. Pensar en
ello me agota, pero eso todavía no me ha impedido de hacerlo.
—Anoche fue absolutamente increíble. No mentiré. Pasamos la noche
alternando entre tener sexo áspero y salvaje a tener el sexo más apasionado de
mi maldita vida. Es tan bueno, Tori; tan condenadamente bueno que duele no
ser capaz de ser así ahora. No sé qué voy a hacer. —Suelto un suspiro y corro
mis manos sobre mi cara con frustración.
—El sexo salvaje y apasionado suena como un maldito buen momento
para mí, así que, ¿por qué te ves así... tan... triste o alguna mierda? Yo estaría
toda montada en el culo de ese sexy hombre ahora mismo en vez de sobre
este lamentable sofá.
—Porque estamos de vuelta en casa. —Resoplo—. De vuelta en Chicago.
143

—¿Y? ¿Cuál es el problema?


Me siento lo suficiente para poder mirarla.
Página
—El problema es que lo que pasó en Wisconsin fue temporal. Eso es. De
vuelta aquí en Chicago, tenemos sexo libre, sesiones de entrenamiento personal
y su... hermano. Ese es el problema.
Tori frota su cara, finalmente entendiendo a lo que quiero decir.
—Ah, mierda, cariño. No pensé en eso. —Parándose del sofá, corre a la
cocina y comienza a servirnos un poco de vino—. ¿Qué vas a hacer con
Hunter? No puedes tener serios sentimientos por ese imbécil engreído.
—No los tengo. —Me siento y agarro la copa de vino, sosteniéndola en
mis labios mientras pienso. Solo hay una cosa que puedo hacer y la idea de eso
no me molesta un poco—. Dejar de tener sexo con Hunter, agradecerle para el
buen tiempo, y luego seguir adelante. —Tomo un sorbo y dejo la copa. Esta es
la parte que me molesta, la parte difícil—. Y decirle a Kyan cómo me siento. No
sé si puedo tener solo una relación sexual con él ya. Necesito más, Tori. Con él...
lo necesito todo. Tengo que decírselo antes de dejar que esto dure demasiado
tiempo y me lastime. No creo que pueda manejar esto.
Tori toma un sorbo de su vino antes de retirarlo y pasar sus dedos sobre el
borde de la copa.
—Le daría a Kyan unos días para realmente dejar sus sentimientos cuajar
primero y luego hablar con él y decirle cómo te sientes. Si no puede hacer toda
la cosa de relación... entonces supongo que tendrás que decidir si puedes
tener alguna clase de relación en absoluto. Si no puedes, entonces habrá otros.
Siempre habrá otros.
El problema con sus palabras es que no quiero a otros. Quiero a Kyan y
existe una posibilidad enorme de que no suceda. Aunque ella tiene razón. Le
daré unos días y luego le diré cómo me siento realmente. O bien se sentirá de la
misma manera o me quedaré fuera en el frío y volveré a Fluffin’ mi propio
muffin4.
Solo espero que él termine siendo el único fluffin’...

144

4 Expresión utilizada por los hombres principalmente en sus conversaciones sobre las chicas.
Fluffin the muffin o fluff the muff se utiliza normalmente cuando un hombre habla de tener
Página

relaciones sexuales con una mujer. Es una manera más cortés de decir que vas a joder sus
cerebros.
23
Traducido por Lipi Sergeyev
Corregido por Bella’

Kyan
C
ontemplo mi teléfono, tragando el grueso nudo en mi garganta.
Ya han pasado tres días desde que dejé a Calla en su puerta y no
he dejado de pensar en ella desde entonces. Me está jodiendo no
estar junto a ella. Tocarla y besarla me ha dado una paz que no sentí en años.
Me falta esa sensación y quiero nada más que tenerla de vuelta, pero cuanto
más pienso en ella y la forma en que me hace sentir… más pienso en mi
hermano que la tiene de la misma forma que yo. Ha estado entre esas
hermosas piernas suyas, chupando, lamiendo y degustando igual que yo.
Cada vez que cierro mis ojos imágenes de él follándola me atormentan,
volviéndome loco; él sujetándole las piernas abiertas, empujando entre ellas, y
haciéndola gritar cuando se viene. Jodidamente odio eso. Me hace odiarme a
mí mismo, porque es mi culpa que haya sucedido en primer lugar. Yo fui
demasiado cobarde para permitirme tomarla por completo, porque sabía que
existía una enorme posibilidad de que me enamorara.
—¿Qué mierda? —Lanzando mi teléfono a un lado, agarro mi cabello y
cuelgo mi cabeza entre mis piernas. Hunter se suponía que iba a ser la solución
y no el problema de mierda.
Yo debería ser capaz de darle todo lo que ella merece. Debería ser
capaz de dormir a su lado cada noche, sosteniéndola y haciéndola sentir
hermosa. La parte más difícil es que sé que lo quiere tan mal como yo. Una
mirada a sus ojos y se puede ver eso. Puedo ser estúpido a veces, pero no estoy
ciego.
Ni siquiera a mi propio corazón roto...
145
Página
Calla
Tori y yo estamos en medio de la edición de fotos de la boda de mi
hermana, pero todo lo que puedo pensar es en Kyan. Me dije que le daría
tiempo y tenía la esperanza de que se pusiera en contacto conmigo, dijera
hola, o me pidiera que viniera a una sesión de entrenamiento... cualquier cosa,
pero no lo ha hecho. El pensamiento me mata.
No he hablado con Hunter tampoco. Pensé que era mejor no verlo por un
tiempo. Incluso si es solo para hacerle saber que no podemos hacer esto más.
Sea lo que sea esto que hemos estado haciendo. La verdad es que no se
sentiría justo ver a Hunter antes de ver a Kyan nuevo. De alguna manera se
siente tan mal ahora.
Tori saca una imagen de Kyan sosteniendo mi cara y mirando a mis ojos
durante la boda de mi hermana. La oigo soltar un pequeño sonido de asombro,
colocando la mano a su corazón.
—Este hombre se preocupa por ti, Calla. Mira la forma en que te sostiene.
Eso no es algo que pueda ser falsificado.
Tragándome mis emociones, miro de cerca la imagen, sintiendo mi
corazón hincharse. Se ve tan amoroso sosteniéndome, que se me hace un
pequeño nudo en mi garganta.
—Siguiente imagen —digo en voz baja—. Necesito centrarme en terminar
esto.
Tori cierra la carpeta y vuelve a mirarme.
—No, no puedes. Lo que necesitas para concentrarte es dejar que ese
buen pedazo de hombre sepa cómo te sientes. Tú y yo sabemos que no serás
capaz de funcionar correctamente hasta que lo hagas.
Me río, sin poder evitarlo.
—Me encanta tu insano y loco culo.
Tori se encoge de hombros y retira la carpeta.
—Sí, lo sé. ¡Fuera de aquí para que pueda darme placer con este hombre
atractivo en la pantalla! Ryan no tiene nada de Kyan. —Hace un guiño y la
pellizco—. Ouch. —Agarra su brazo—. Ahora ve. Anda. No puedo aguantar más
hasta que hables con él.
Tomando una respiración larga y profunda, me levanto y me preparo
146

mentalmente. No estoy segura de que realmente pueda alguna vez estar


preparada para esta conversación, pero tiene que hacerse. Me mata no saber.
Página
Necesito saber si siente algo por mí. Aunque sea solo un poco, será mejor que
nada.
—¡Mierda! Aquí no pasa nada.
Por favor, no rompas mi corazón...

147
Página
24
Traducido por Lipi Sergeyev
Corregido por Dai_Alvarado

Kyan
E
stoy envolviendo la toalla alrededor de mi cintura cuando alguien
comienza a llamar a la puerta. Tienen que ser pasadas las diez, por
lo que automáticamente espero que sea Hunter en la puerta.
—Maldita sea, Hunter. —Apretando la toalla alrededor de mi cintura,
desbloqueo la puerta y me alejo, esperando que abra y entre. No lo hace. Su
culo debe estar enfermo o alguna mierda.
Abro la puerta y me alejo sin molestarme en mirar hacia atrás. Una parte
de mí desea no molestarse incluso en abrir la puerta en primer lugar. Verlo no
hace más que despertar emociones en mí que no me gustan.
—¿Qué demonios quieres? —pregunto, mientras me dirijo a la cocina y
abro la nevera.
Escucho la puerta cerrarse ligeramente antes de escuchar la voz de la
mujer que ha estado atormentándome día y noche: Calla.
—Lo siento. Debería haber llamado primero —dice en voz baja, su voz
llena de dolor.
Mierda. La última cosa que quiero hacer es lastimarla. Odio saber que el
dolor en su voz vino de mí.
Dando la vuelta, me acerco a ella rápidamente y froto mi pulgar sobre su
labio inferior haciendo pucheros. La contemplo un par de segundos demasiado
largos, imaginándome tirando de su labio y succionándolo.
—Pensé que era Hunter —digo suavemente—. Nunca te hablaría de esa
manera, Calla.
148

Sus cejas se juntan y veo el ligero temblor de su labio inferior mientras me


mira, tomándose el tiempo para recordar todas mis características como si no
fuera a verme otra vez.
Página

—No puedo hacer esto, Kyan. No puedo seguir con esto.


Se aleja de mi toque, empujando mi mano de su rostro. Tomando unos
pasos hacia atrás, aspira una bocanada de aire, antes de murmurar algo en
voz baja.
Verla caminar lejos de mí solamente me da ganas de llegar a ella. El que
me apartara ahora mismo jodidamente me mató.
—¿No puedes hacer qué? Habla conmigo. —Mi mandíbula se aprieta
cuando me detengo frente a ella y la toco nuevamente. No quiero que alguna
vez retroceda ante mi toque. Pica como una perra—. Odio que te alejes de mí.
No lo hagas, Calla.
Sus ojos se encuentran nuevamente con los míos y mi corazón se hunde.
Se ve tan malditamente triste que todo lo que quiero hacer es llevarla a mi
dormitorio y consolarla. Quiero mantenerla allí hasta que sepa cuánto me
importa. Estoy luchando muy duro para no hacerlo.
—Contigo. —Exhala—. No puedo pretender que no quiero más de
nosotros cuando es todo lo contrario. Quiero estar contigo y no puedo negarlo
más. He intentado tan condenadamente duro. Créeme. Sé que dijiste que no
quieres nada más y pensé que podría manejar eso, pero no puedo. Lo siento.
Mi pecho duele cuando me doy cuenta de lo que dice. Si la quiero en mi
vida, entonces tengo que darle todo de mí... incluyendo mi corazón. La única
cosa que no quería dar cuando todo esto empezó en primer lugar. No sé si
puedo hacer eso. Me duele malditamente mucho pensar en ella con Hunter.
Jodí esto. Dejé que pasara y ahora los dos estamos pagando por ello.
—Calla… —Dejo escapar un pequeño suspiro y aprieto mi mandíbula. No
quiero hacer esto. No quiero lastimarla—. No puedo. —Levanto su rostro,
haciendo que me mire a los ojos—. Cada vez que cierro los malditos ojos te
veo… Te veo conmigo y luego te veo con Hunter. Cada vez que te imagino con
Hunter me dan ganas de querer arrancarle la garganta. A mi propio maldito
hermano, Calla. —Sacudo mi cabeza, empujando mis pensamientos a un
lado—. Lo siento.
Sus ojos rebotan de ida y vuelta entre los míos, asimilando mis palabras.
Veo el más mínimo indicio de una lágrima a punto de caer y desgarra mi
corazón.
—Entonces debería irme. —Separa mis manos de su rostro—. Necesito
irme. Lo siento. Lamento haber venido. No quiero complicar las cosas, pero ya
no puedo hacer esto contigo. Voy a cancelar mi entrenamiento personal y… —
Llega a la manija—. Voy a mantener mi distancia cuando te vea.
149

Al abrir la puerta mientras se prepara para salir, agarro su brazo, tirando


de ella hacia atrás. No puedo dejar que salga por esa maldita puerta sin
besarla. Solo necesito sentir sus labios una última vez.
Página
Golpeándola contra mi pared, cierro de golpe mis labios en los suyos y la
beso más duro y más profundo de lo que nunca he besado a nadie en mi vida.
Con cada caricia de nuestros labios, mi corazón duele cada vez más.
Recobrando sus sentidos, Calla coloca sus manos en mi pecho y me
aparta, girando su cabeza lejos de mi alcance.
—No... —Lucha por recuperar su aliento, sus ojos ardientes—… hagas eso
de nuevo. Adiós, Kyan.
Estoy aquí, con las manos en mi cabello mientras la veo salir por la puerta
y de mi vida. Con el golpe de la puerta ira explota a través de mí haciendo que
quiera romperlo todo.
Lo peor es que sé que soy el culpable. Soy un idiota de mierda y ahora
por eso he herido a la única persona en la que no puedo dejar de pensar.
Golpeo la pared y gruño ante el pensamiento de que posiblemente está
con Hunter ahora. No hay nada que se interponga en su camino. Podría estar
en su puerta en este momento y él podría abrir y llevarla a su cama para
consolarla follándola. El pensamiento me hace sentir enfermo.
Estoy aquí con mis manos contra la pared, mirándola fijamente por un
largo tiempo. Me lleva repetidas veces recordar que esto es todo, para que
realmente comience a asimilarlo.
Finalmente me recompongo, alcanzo en la nevera mi paquete de doce
cervezas y las llevo a mi habitación, tirando la toalla a un lado y bebiendo
hasta caer desmayado.
Tanto para que nadie salga jodidamente lastimado…

150
Página
25
Traducido por Kariza & EstherMaslow
Corregido por Dai_Alvarado

Calla
E
stoy completamente perdida en mi cabeza, ni siquiera noto el hecho
de que Tori ha estado llamándome por los últimos cinco minutos. Su
voz puede ser verdaderamente molesta así que usualmente la
bloqueo de todos modos, pero debo estar realmente bloqueada justo ahora.
Finalmente salgo de ella cuando grita en mi oído, haciéndome saltar y casi
dejar caer mi maldita cámara.
—¡Tori! ¿Qué demonios? No me hagas eso. Estaba pensando. —Gruño—.
Jesús.
—¡Exacto! —Deja salir un bufido molesto y camina a mí alrededor para
tomar algunas fotografías de los novios bailando. Aparentemente he estado
haciendo un trabajo de mierda y solo he estado arrodillada aquí mirando como
idiota—. Todo lo que has estado haciendo durante los últimos dos días es
pensar. Sácalo de tu cabeza antes de que te vuelva loca. Desde que rompiste
con Kyan o lo que sea, apenas estás aquí. Necesitas salir de ahí, cariño. No
dejes que esto te deprima y arruine tu carrera. El dedo que uso para hacer clic
duele demasiado. Ahora ayuda. Captura. Captura.
Sacudiendo mis pensamientos fuera, enfoco mi atención en la feliz pareja
bailando adorablemente y prácticamente tonteando el uno con el otro para
que todo el mundo lo vea. Me provoca un dolor en el pecho, recordándome lo
realmente sola que he estado en los últimos dos años. He estado jugando muy
bien, actuando como si no me hubiera afectado y no queriendo amor de
nuevo, pero perder a Kyan hace muy claro lo mucho que lo hago. La última
cosa que necesito es un montón de parejas felices restregándome en la cara lo
miserable que soy. Esto apesta.
151

Apenas lo logro a través de la siguiente hora sin tirar mi cámara sobre la


cabeza de la novia excesivamente feliz. Eso suena mal, pero justo ahora sonríe
Página

demasiado para mi gusto. Cada vez que me sonríe, tengo la sensación de que
lo sabe todo y me restriega en la cara que mi trasero apesta y nunca tendré lo
que ella tiene. Realmente solo estoy siendo una miserable idiota, pero oh,
bueno.
Tengo tantas cosas pasando en mi cabeza que hace que sea difícil
concentrarse en todo lo demás en este momento. Los últimos dos días han sido
una lucha y en realidad Tori ha estado gritándome para tener mi culo en
marcha en lugar de al revés. Hablando de extraños.
Otra cosa es que ni siquiera he visto a Hunter para decirle que me he
enamorado completamente de su hermano que ni siquiera me quiere de
vuelta. Espero que entienda y no lo tome personal. Es un buen chico, pero
ambos sabemos qué era esto desde el principio. De todos modos, estaba
destinado a terminar en algún momento. Se suponía que era lo mismo con
Kyan, pero me enamoré como una idiota.
Hunter me ha enviado mensajes varias veces en el último par de días,
pero he mentido y dicho que estoy ocupada. Me envió mensaje de nuevo esta
mañana, así que decidí que lo mejor es terminarlo, contesté pidiéndole que se
reúna conmigo en el bar de la planta baja cerca de las nueve. Sé que en el
momento en que llegue a casa voy a estar demasiado cansada para
encontrarme con él en cualquier lugar fuera del edificio, y el último lugar al que
quiero invitarlo es a mi apartamento. Eso definitivamente es una mala idea. No
quiero dar la impresión equivocada.
Diciendo adiós felizmente a la pareja de recién casados, Tori y yo
empacamos nuestro equipo antes de parar por un poco de comida rápida y
dirigirnos a casa. Durante todo el tiempo que estoy comiendo, estoy
atormentando mi cerebro con la mejor manera de explicarle esto a Hunter.
No es que me preocupe romperle el corazón, porque sé que no tiene
sentimientos por mí, pero es una conversación incómoda de empezar. Todo
esto es nuevo para mí; muy nuevo y estoy esperando que sea la última vez que
tenga que hacer esto.

Tomando asiento en el bar, sonrío cuando Dane hace su camino hacia


mí, sosteniendo una bebida bastante azul en su mano. Es la misma que ordené
la noche que conocí a Kyan. Él es bueno. Me gusta Dane.
152

Me sonríe y la coloca frente a mí.


Página

—¿Sintiéndote aventurera esta noche?


Riendo, alcanzo la copa y tiro de la pajilla, salpicando alrededor del vaso.
Ver a Dane se siente bien justo ahora. Es fácil hablar y estar con él. Nada en él
es complicado. Necesito eso por unos minutos.
—Gracias, Dane, es posible que quieras mantener estos viniendo esta
noche. Tengo el sentimiento de que será una larga noche. Realmente muy
larga.
Lanzando la toalla sobre su hombro, se recuesta contra la barra y se
prepara para escuchar como si tuviera toda la noche.
—¿Problemas con los chicos Wilder? —Levanta una ceja y sonríe mientras
le doy una mirada de sorpresa—. ¿Qué? ¿Piensas que no te he visto por aquí
con ambos? Tengo ojos, sabes.
Aclaro mi garganta y coloco la pajilla en mis labios tomando un largo
trago. Umm…esto es delicioso. Lástima que descubrí que no es tan aventurero
como esperaba originalmente. Levantando mi rostro, miro a Dane y sonrió
torpemente.
—Esto es incómodo. —Aclaro mi garganta y me rio nerviosamente—. Es
una larga historia. Del tipo… complicada… y retorcida. Todo era por diversión.
Prometo que ambos lo sabían. Yo nunca…
—Lo sé —interrumpe—. No tienes que explicar cómo funcionan los
hermanos Wilder. Kyan tiene su cabeza metida en su carrera y Hunter tiene su
cabeza estancada en las fiestas. No he sabido de alguno de ellos
comprometiéndose. Esos dos durmiendo con la misma chica iba a suceder en
algún momento. No te sientas estúpida. He visto a otras mujeres tratar de estar
en tu posición y fallar. Estarías sorprendida de cuantas chicas prácticamente
ruegan por estar con ambos hermanos Wilder.
Inclino mi cabeza, de repente sintiendo un poco de orgullo. ¿Eso es raro?
Infierno… todo esto es raro. ¿Incluso importa ahora?
—¿Lo hacen? ¿En serio? Nunca habría dormido con Hunter si hubiera
sabido. No es lo que busco. ¿Sabes?
Dane suelta una risa divertida.
—Me imaginé eso de ti. He visto a otras chicas intentar muchas veces. Por
lo general terminan en la cama de Hunter y luego tratan de conectar con
Kyan. Kyan siempre las rechaza, pero veo algo diferente cuando Kyan está
contigo. Me he dado cuenta desde la primera noche que te conocí. No es lo
mismo contigo, Calla. Él es diferente. Ese es un gran paso para él.
Mi corazón salta con sus palabras y me encuentro sonriendo. Sabiendo
153

que Kyan me mira diferente de otras chicas definitivamente provoca pequeñas


chispas de emoción en mí. El problema es… no me mira demasiado diferente.
Página

No lo suficiente para estar juntos.


—Bueno si… —Dejo salir un pequeño suspiro, sintiendo el dolor tomarme
de nuevo—. Kyan se alejó de mí. Le dije cómo me sentía y él no lo quería. Me
enamoré de él, Dane. Me enamoré como una idiota y ahora ni siquiera estará
conmigo. Me metí en el desastre Wilder. —Sacudo mi cabeza y sorbo de mi
pajilla—. Estoy aquí para decirle a Hunter que tenernos que parar lo que
estamos haciendo. Estoy terminando con los hermanos Wilder ahora. Tengo que
hacerlo.
Me da una sonrisa divertida.
—Aquí viene el más joven. Espero estés lista. —Agarra una cerveza y la
pone en la barra, en frente del asiento a mi lado—. Estaré alrededor si me
necesitas. —Asiente detrás de mí, saludando a Hunter, y entonces se gira para
revisar las bebidas de las demás personas.
Me sonrojo cuando siento que la mano de Hunter se envuelve en mi
cintura desde atrás. Rápidamente presiona sus labios en mi cuello antes de
alejarse y sentarse a mi lado.
—Mierda, hueles malditamente bien. —Sonríe y alcanza su cerveza
pegando el pulgar en el cuello de la botella. Alzando una ceja dice—: Tengo la
sensación de que tienes algo en mente. ¿Qué pasa?
Lo miro por un minuto, recordando al Hunter de la secundaria y cómo
todo lo que quería era tener una oportunidad con él. Es tan raro que tengo esa
oportunidad ahora y podría ser la única razón por la que no voy a conseguir
estar con la persona que realmente quiero. Es una locura como eso funciona.
Alejando mis ojos, tomo una respiración profunda y la suelto. Cuanto
antes acabe esto, más pronto podré comenzar mi proceso de olvidar a los
hermanos Wilder y seguir adelante.
—Me siento como una idiota por decir esto. Honestamente, me siento
como una idiota por estar en esta situación. Nunca planeé tener... sexo;
especialmente con dos chicos, y mucho menos dos hermanos. No puedo seguir
haciendo lo que hemos estado haciendo, Hunter. Tengo que dejar de hacer
esto por diversión. —Levanto la mirada para encontrarme con sus ojos y no
parece sorprendido. Ni un poco. Es como si lo veía venir.
Suelta una pequeña risa.
—¿Es por mi hermano? —Inclina la cerveza tomando un trago rápido—.
Lo sé, Calla. Podía sentirlo la última vez que estuvimos juntos. Estabas allí, pero
no realmente. Tu cabeza se encontraba en el gimnasio con Kyan. Te preocupas
por Kyan. No me sorprende. Es un buen tipo. Se merece que te preocupes por
154

él.
—Sí —dije aliviada—. Es un chico maravilloso. No es que tú no lo seas…
Página
—No estoy tan mal —dice con una sonrisa—. Definitivamente no soy Kyan,
¿verdad?
—Lo siento. No es…
—Estoy bromeando. —Guiña y empuja mi pierna, antes de agarrar mi
rodilla y acercarse a mí—. Eres increíble y hermosa, Calla. Eres una buena chica
y no esperaba que lo que tuvimos pasara de una noche de diversión. Es solo
que quería tanto tener sexo contigo y durante tanto tiempo. Esperaba que
fuera una vez, pero luego fue tan malditamente bueno que dejé que siguiera.
Está bien. No hay resentimientos. —Se detiene y levanta mi barbilla, mirándome
a los ojos—. ¿Y Kyan? ¿Le has dicho cómo te sientes? No hemos hablado
mucho últimamente. Me ha estado alejando.
Me trago el dolor que se levanta en mi pecho al pensar en él alejándose
de los dos. No quiero que aleje a Hunter y lo odio por alejarme a mí también.
Ese último beso ha estado burlándose de mí durante días, recordándome lo
que podría haber tenido.
—Sí. —Agarro mi vaso y tomo un largo y necesario trago—. No quiere
estar conmigo. No va a funcionar. Está bien. Estaré bien. Le dije que teníamos
que ser más o que teníamos que dejar de hablar. Hice mi parte y él no quiso
nada de eso.
Mira sobre mi hombro antes de agarrarme el rostro y presionar sus labios
contra los míos, atrapándome completamente con la guardia baja.
Poniéndome rígida, trato de empujarlo lejos, pero me besa más fuerte,
haciendo un espectáculo de ello.
Lo empujo nuevamente, finalmente separando nuestros labios.
—¡Hunter! ¿Qué demonios…
De la nada, Kyan aparece como un maníaco, golpeando a Hunter
contra la barra. Agarrando su cuello, me empuja cuidadosamente hacia atrás y
cierra la distancia entre ellos.
Tiro mi mano sobre mi boca en shock y saltp de mi taburete cuando Kyan
empezó a golpear a Hunter.
—¿Qué mierda? ¡No vuelvas a tocarla así otra vez, idiota! —Lo golpea de
nuevo contra la barra, pero esta vez más fuerte, antes de soltarlo y permitir que
Hunter se ponga de nuevo de pie—. Mantente lejos de ella. No te importa una
mierda y lo sabes.
Hunter camina hacia delante, acercándose a su rostro.
155

—¿Por qué? —Camina hacia él para que sus pechos se toquen. Ambos se
mantienen firmes, sin retroceder—. ¿Te molesta verla con otra persona? ¿Te
molesta ver mis labios en los suyos? —Kyan lo empuja hacia atrás, pero Hunter
Página

se acerca de nuevo a su rostro—. ¿Te duele pensar que está con alguien más?
—Ese no es tu maldito asunto, Hunter. —Le da otro empujón hacia la
barra, haciendo que todos los miren—. Solo déjala en paz antes de que te joda.
—Kyan presiona su dedo en el pecho de Hunter, empujándolo hacia atrás—.
¿Es por eso que me llamaste para que viniera aquí, imbécil?
Hunter empuja la mano de Kyan y niega.
—No, hermano. Te llamé aquí para que pudieras abrir tus malditos ojos. Te
has enamorado de ella, pero has estado tan empeñado en mantener cerrado
tu corazón que has estado luchando contra ello como un idiota. —Pone su cara
frente a la de Kyan, haciendo que Kyan apriete la mandíbula mientras escucha
lo que Hunter tiene que decir—. Necesitabas ver que Calla no me quiere. No
como ella te quiere. Por eso te llamé para que vinieras aquí. Así que abre tus
jodidos ojos antes de que sea demasiado tarde. Estoy cansado de verte solo y
miserable. ¡Mierda! Han pasado tres años.
Hunter se aleja y se toma su cerveza, respirando con dificultad entre
tragos.
Kyan se pasa las manos por el cabello, respirando pesadamente, hasta
que sus ojos caen sobre mí. Su respiración se estabiliza lentamente y sus ojos se
llenan de dolor, mientras me mira desde la cabeza a los pies como si no me
hubiera visto en meses.
No quiero nada más que correr a sus brazos y abrazarlo, pero no lo hago.
Sé que no tengo el derecho de hacer eso, pero lo quiero más que nada.
Mirando a Hunter, Kyan toma la cerveza de su mano y toma un trago,
mirándolo a la cara. Luego pone la botella vacía sobre la barra.
—Lo sé —dice.
—¿Qué? —pregunta Hunter mirando a su hermano.
—Que me enamoré de Calla. —Se vuelve hacia mí y agarra mi rostro,
mirándome a los ojos—. No puedo dejar de pensar en ti. Lo he intentado con
tanta fuerza, pero es imposible. —Frota sus labios contra los míos antes de
enredar sus manos en la parte de atrás de mi cabello y besarme suavemente.
Agarrando sus brazos, lo beso de nuevo, sonriendo contra sus labios. Mi
corazón late tan rápido que es difícil recuperar el aliento. Sus labios me dan esa
sensación familiar de paz que he estado extrañando desde la boda. Me he
enamorado completamente de este hombre y este beso confirma que él
también se ha enamorado de mí, al menos eso espero.
Alejándose de mí, frota su pulgar sobre mi labio inferior mientras chupa su
labio en su boca.
156

—Solo necesitaba tiempo para pensar y resolver la mierda en mi cabeza.


Cuanto más lo pensaba, más me daba cuenta de que era demasiado tarde.
Página
Ya te he dado mi maldito corazón y no quiero que me lo devuelvas. —Se
agacha y sonríe contra mis labios—. Te quiero —susurra.
—Gracias maldito Dios. —Gruñe Hunter detrás de nosotros—. Me voy a
casa.
Deteniendo a Hunter, Kyan toma su brazo.
—Todavía no hemos terminado, imbécil. Más tarde, tenemos mucho de
qué hablar. ¿Está bien, hermanito?
Hunter sonríe antes de inclinarse para intentar besarme en la frente. Kyan
coloca su mano sobre su rostro, empujándolo hacia atrás.
»De ninguna manera. Tus labios no se acercarán a Calla por un tiempo.
Un largo tiempo.
Se me escapa una pequeña risa mientras veo a los hermanos
reconciliándose. No necesitan decirlo en voz alta, puedo verlo en sus ojos.
Pueden tener sus problemas, pero se aman. Me dan ganas de irme a casa y
llamar a Chrissy. Me hace extrañarla como loca y querer lo ellos que tienen.
Kyan se disculpa ante Dane y todo el mundo, antes de volverse hacia mí
y tirarme contra él. Tragando, me levanta la barbilla para que pueda mirarlo.
»Siento haber sido un idiota. Si me das una oportunidad, te lo
compensaré.
Sonriendo, muerdo su labio y me aparto.
—Definitivamente tienes mucho que compensar, Kyan Wilder. —Envuelvo
mis brazos alrededor de él y presiono mi rostro contra su pecho mientras me
empuja contra él lo más cerca que puede.
Estar en sus brazos se siente tan increíblemente bien que realmente no
quiero pensar en el pasado o en el futuro. Todo lo que importa es el presente.
Quiero a este hombre y él me quiere. Eso es todo lo que puedo pedir.
El tipo sexy con una bolsa de gimnasio y trasero firme... Nunca esperé que
fuera mío.

157
Página
26
Traducido por Sam89
Corregido por Dai_Alvarado

Calla
Un mes después…

A
briendo la puerta de Kyan, entro y lanzo mi bolso en la isla de la
cocina. Kyan me pidió que me pusiera algo divertido y lo
encontrara aquí después de la boda. Sonó bastante excitado en
el teléfono, lo cual solo me puso extremadamente excitada.
—Kyan… trae tu sexy culo hasta aquí —grito—. Necesito tocarte antes de
volverme loca.
Kyan sale del cuarto de baño subiendo las mangas de su camisa negra
de botones hasta sus codos. Sonriendo, se acerca y agarra mis manos,
frotándolas sobre su pecho.
—Umm… —Se inclina y me besa rudamente en los labios, como si se
hubiera estado muriendo por besarme todo el día—. Te ves malditamente sexy
en ese vestido, nena. —Aparta mis manos de su pecho y muerde mi labio
inferior—. No puedo dejar que me toques demasiado ahora mismo o voy a
terminar follándote toda la noche en lugar de salir.
Va a la sala de estar y se agacha para recoger algo de la mesa.
Una enorme sonrisa se apodera de mi rostro tan pronto como me doy
cuenta de lo que es. He estado esperando por lo que parece una eternidad
para sostener esto en mis manos. Me apresuro hacia él y se lo arrebato de las
manos.
—¡El libro! —chillo. Mis ojos se amplían mientras echo un vistazo, ojeándolo
de un lado a otro, comprobando mis fotos en la portada—. Es tan hermoso.
Guau. Esto es tan genial, Kyan. Estoy empezando este libro esta noche.
158

Podríamos tener que abstenernos del sexo hasta que lo termine.


Página

Me quita el libro y juguetonamente empieza a besar mi cuello,


haciéndome gritar y reír al mismo tiempo.
—¡Para! Kyan… —Empujo su pecho mientras continúa haciéndome
retorcer—. Eso hace cosquillas. Eso hace cosquillas, para.
Finalmente, se detiene y atrae mi cuerpo contra el suyo. Envuelve su
mano en la parte de atrás de mi cabello y me mira a los ojos.
—No creo que pueda pasar un día sin estar dentro de ti, Calla. Sabes eso.
—Alza una ceja y hace un gesto con su cabeza hacia el libro—. Te haré el amor
mientras lo lees si tengo que hacerlo. Solo imagina mi polla extremadamente
dura dentro de ti, empujando dentro y fuera mientras lees sobre este tipo Blaine.
Me aseguraré de recordarte que la cosa real es mucho mejor. No me pruebes.
Me río y sonrío contra sus labios. Froto mi pulgar sobre su labio inferior justo
como siempre me hace.
—Te tomaré la palabra en eso. —Estirándome, lo beso gentilmente antes
de retirarme y prepararme para ir a la puerta.
Siento un tirón en mi brazo, deteniéndome. Kyan lentamente se mueve
para estar delante de mí. Sus ojos buscan profundamente en los míos como si
estuviera mirando mi alma, marcándose a fuego en ella, y asegurándose de
que nunca lo olvidaré.
—Te amo, Calla. —Traga saliva—. Lo he hecho por un tiempo ahora.
Jodidamente tanto.
Mi corazón literalmente se salta un latido y las mariposas en mi estómago
se vuelven locas cuando me doy cuenta de lo que acaba de decir. He estado
ansiando escuchar esas palabras por lo que parece una vida entera.
Empezaba a volverme seriamente loca por la espera.
Envolviendo mis brazos alrededor de su cuello, lo bajo hacia mí y choco
mis labios contra los suyos. Lo beso tan duro que lastima mis labios, pero no me
importa. Mis emociones están locas y no me importa si lo ve. Quiero que sienta
lo mucho que he esperado por esas dos pequeñas palabras.
—Te amo, Kyan. Te amo tanto que duele en tu ausencia.
Frota sus pulgares por mi rostro y sonríe.
—Nada nunca tendrá que doler conmigo, nena. Lo prometo. —Me besa
una vez más, gentilmente acariciando mi rostro, antes de agarrar mi mano—.
Vamos abajo para que podamos volver rápido a la cama. —Sonríe y mueve sus
cejas, asegurándose de que entiendo lo que quiere decir, como si nunca fuera
claro con él.
Este hombre es absolutamente perfecto y lo amo. Esto es perfecto…
159
Página
Cuando llegamos abajo, Tori y Hunter empiezan a silbar y llamarnos a una
mesa en la parte de atrás, como si no pudiéramos ver sus culos locos. Pusieron
dos largas mesas juntas para hacer espacio para los siete: Kyan, Tori, Hunter,
Dane, su hermosa esposa, Olivia, y yo.
He conocido a Olivia una vez antes en el gimnasio y es la cosita más
dulce que jamás conocerás. Solo mide un metro cincuenta y dos, con largo
cabello negro, y grandes y amables ojos azules. Es tan malditamente linda. Ya
la adoro.
Tori se pone de pie y corre hacia mí, agarrando mi brazo.
—Oh, gracias a Dios que estás aquí. No sé cuánto tiempo más puedo
mirar a Hunter sin querer grapar su boca. —Hace una mueca sobre su hombro
en la dirección de Hunter—. Es tan caliente, pero su boca seriamente necesita
algo de trabajo.
Pongo los ojos en blanco y rio cuando Hunter alza su bebida y sonríe.
—Mi boca puede definitivamente trabajar sobre ti —bromea—. Puede
trabajar un montón de cosas.
Tori extiende la mano hacia la mesa y le lanza una patata frita a la
cabeza.
—Me vuelves loca. Me encanta la comida. Jodidamente me encanta, lo
cual significa que la como, no la tiro. ¿Entiendes lo que quiero decir, idiota?
Me rio contra el hombro de Tori mientras Hunter solo se encoge de
hombros, recoge la patata, y se la come antes de volverse a hablar con Dane y
su esposa.
Ver a Dane aquí me hace muy feliz. Kyan forzó menos horas sobre Dane y
dobló su sueldo. Dane discutió al principio, pero definitivamente disfruta de su
tiempo libre del trabajo ahora. Basada en lo que Kylie dice, la saca una vez a la
semana para una noche romántica solo ellos dos. No me sorprende. Dane
parece un romántico sin remedio. Se casaron hace un par de semanas y Tori y
yo tuvimos el honor de fotografiarlo. En realidad, lloré un poco. No mentiré.
Kyan aparece detrás de mí y envuelve sus brazos alrededor de mi cintura,
tirándome contra él mientras habla con Olivia sobre su próxima portada y cómo
quiere que fotografíe a Kyan de nuevo. Estoy tan feliz que seriamente puedo
160

gritar ahora mismo. He estado esperando a que me lo pida por lo que se siente
como siempre.
Página
—¡Lo haré! —grito, asustando a todos en la mesa. Me encojo de hombros
y meto una patata frita en mi boca—. ¿Qué? No puedo contener mi emoción.
Saben eso. —Apoyo mi cabeza contra el pecho de Kyan, completamente
satisfecha y sonrío mientras todos vuelven a sus actividades anteriores.
Ver a Hunter meterse bajo la piel de Tori al otro lado de la mesa solo hace
todo mucho mejor. Ella necesita a alguien que la moleste tanto como me
molesta. Brad obviamente no era partido para ella y lo dejó hace unas
semanas. Ha estado sobre el culo de Kyan y mío desde entonces,
constantemente preguntando sobre nuestra vida sexual. No puedo soportarlo
más. Necesita conseguir algo antes de que deje de tener sexo solo para que se
calle. En realidad… me retracto. No puedo hacer eso. No puedo no estar en la
cama de Kyan cada noche.
Olivia aparta mi atención de Tori y Hunter. Emocionada, me inclino y le
doy un abrazo, sacudiéndola en mis brazos. Esta noche es su noche. Esto es
sobre ella y su libro, y Kyan fue tan increíble al preparar esta reunión por ella.
Al soltar a Olivia, lanza su mano sobre su boca con emoción mientras
Mya, una de las otras camareras, se acerca y coloca un pequeño pastel sobre
la mesa con el libro de Olivia sobre él.
—Oh, Dios mío. Voy a llorar —dice Olivia detrás de su mano—. ¡Gracias!
Se vuelve hacia Kyan y lo abraza, mientras me abraza a mí al mismo
tiempo.
—Fue idea de Calla —dice Kyan, mientas nos aprieta.
—¿Qué? —pregunto con sorpresa—. Ni siquiera sabía que el libro se
publicó. —Empujo su brazo cuando nos suelta—. Tú, gran blandengue.
Impresionante. —Todos los demás dicen impresionante al mismo tiempo,
causando que Kyan ponga los ojos en blanco y sonría, mientras agarra su
cerveza.
—Sí. Sí. Coman. —Gime.
Lanzo mis brazos alrededor de él y articulo que lo amo y él hace lo mismo
en respuesta antes de besarme suavemente en los labios.
Las cosas seriamente no podrían ser mejores de lo que son en este
momento. Estoy con mis amigos, las personas más importantes para mí, mi
hermana viene a quedarse el fin de semana siguiente y estoy en los brazos del
hombre que amo.
Estoy totalmente completa ahora mismo y planeo aferrarme a esta
sensación por tanto tiempo como pueda…
161

Fin
Página
Sobre el autor
Victoria Ashley creció en Rockford, Illinois, y tiene una pasión por la lectura
desde que tiene memoria. Después de encontrar una aplicación de lectura
donde los lectores podían cargar sus propias historias, ella le dio una
oportunidad y escribir se convirtió en su pasión.
Vive para un buen libro de amor con chicos malos tatuados que son mal
interpretados y no teme ser atrapada llorando durante una buena lectura.
Cuando no está leyendo o escribiendo sobre chicos malos, puedes encontrarla
viendo sus programas favoritos como Sons Of Anarchy, Dexter y True Blood.
Es la autora de Wake Up Call, This Regret, Slade, Hemy, Get Off On The
Pain y Thrust y actualmente está trabajando en más obras para 2015.

162
Página
Página
163

También podría gustarte