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Celulosa Arauco, ¿integración vertical

hacia delante o expansión horizontal?


A principios del mes de marzo de 2004, Alejandro Pérez, presidente y consejero
delegado de Celulosa Arauco, sociedad chilena dedicada a actividades relacionadas con
la industria forestal, estaba a punto de presentar sus recomendaciones al Consejo de
Administración con respecto a si la compañía debía invertir 1.000 millones de dólares
estadounidenses en la construcción de una nueva planta de celulosa química dotada de
las más modernas tecnologías. La nueva fábrica, que formaba parte de un proyecto de
varias fases denominado Itata, pretendía aumentar la capacidad productiva de Arauco en
aproximadamente 800.000 toneladas, hasta las 3,2 millones de toneladas, convirtiendo a
la empresa en la mayor productora de celulosa de mercado junto con Aracruz en Brasil.
Dos años antes, el Consejo de Administración de Arauco había aprobado la primera fase
del proyecto Itata con una inversión que ascendía a 150 millones de dólares, y cuyo
objetivo era la construcción de un complejo formado por un aserradero, una fábrica de
madera contrachapada y una planta de energía. La segunda fase del proyecto implicaba la
construcción de una fábrica de celulosa, que sería prolongación de la nueva planta de
Valdivia inaugurada el 30 de enero de 2004. La planta de Valdivia contaba con una
capacidad de producción de 700.000 toneladas de pasta, su vida de explotación esperada
era de entre treinta y cuarenta años y la cifra de ventas previstas era de 350 millones de
dólares al año
Alejandro Pérez se encontraba bastante preocupado debido a la tendencia a la baja
que habían experimentado los precios de la celulosa de mercado durante los últimos tres
años. Por otro lado, las grandes compañías papeleras, las únicas compradoras de
celulosa de mercado, estaban por lo común integradas hacia atrás en la producción de
pulpa. Sin embargo, Pérez confiaba en que el Consejo de Administración apoyase su
recomendación dado el enorme éxito que Arauco había logrado en sus últimas
operaciones relacionadas con la fabricación de productos remanufacturados derivados de
la madera (como, por ejemplo, custocks [madera sin nudos seca cepillada de diferentes
medidas], blanks [piezas formadas por la unión finger de blocks de diversas medidas],
clear rips y balaústres de moldura), madera contrachapada y paneles de cartón madera.
Pérez esperaba que la cuestión más difícil que le plantearía el Consejo de Administración
fuera la siguiente: ¿no sería mejor para los accionistas de la compañía realizar una
decidida integración hacia delante dirigida a la fabricación de papel en lugar de seguir
con el plan de crecimiento horizontal que él les estaba proponiendo? Además, ¿en el
momento actual, sería una buena medida estratégica comprometer una cantidad tan
importante de recursos como la propuesta?

Historia de Arauco y de COPEC

Celulosa Arauco se creó tras la fusión de Industrias Arauco y Celulosa Constitución en el año
1979. El gobierno chileno había constituido ambas sociedades unos veinte años antes con el fin
de desarrollar nuevos recursos forestales, mejorar la calidad del suelo de plantaciones y
fomentar la creación de puestos de trabajo. A finales de los años setenta, el gobierno de Chile
puso en marcha un amplio programa de privatizaciones en todo el país, que tuvo como resultado
la venta de Industrias Arauco en el año 1977 a Compañía de Petróleos de Chile (COPEC), un
gran grupo industrial dedicado a actividades relacionadas con el petróleo y el gas, la pesca, la
explotación forestal y la celulosa. Dos años después, en 1979, COPEC compró la sociedad
Celulosa Constitución y fusionó ambas entidades, dando así origen al nacimiento de Celulosa
Arauco (normalmente sólo denominada Arauco).
Arauco dio comienzo su plan de expansión durante los años ochenta, en los cuales
se dedicó a la compra de terrenos y de plantaciones, así como a la instalación de
nuevos equipos técnicos destinados a aumentar su eficiencia interna y poder
competir eficazmente en el campo de la celulosa de mercado de todo el mundo. El
plan de expansión dio buenos resultados a la empresa, de manera que su patrimonio
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total en hectáreas pasó de 170.000 en 1980 a 1.200.000 hectáreas en el año 2003 .
A lo largo de los años noventa, la compañía aumentó su capacidad mediante la
construcción de una nueva línea de producción en la fábrica de Arauco, instalando
nuevos sistemas de blanqueado, poniendo en marcha nuevas líneas de productos y
ampliando la generación de energía en sus plantas. En el año 1996, Arauco se
introdujo en Argentina a través de la compra de la sociedad Alto Paraná, ampliando
así la oferta global de productos, las propiedades de terrenos y la capacidad de
fabricación de la compañía.
Poco después del año 2000, Arauco amplió de nuevo espectacularmente su capacidad
de explotación mediante la compra de su tercera fábrica en Chile, el aumento de la
producción en Argentina y su introducción en los mercados de molduras MDF
(medium density fibreboard o cartón madera de densidad media) y HB (hardboard o
cartón madera de densidad superior) a través de la compra de participaciones en
plantas de aserraderos como Cholguán y Trupán. A finales del año 2001, la
compañía puso en marcha un proyecto de inversión de tres años de duración
mediante el que pretendía construir su nueva fábrica, la denominada Planta Valdivia,
a un coste estimado de 600 millones de dólares estadounidenses. La planta de
Valdivia inició por fin sus operaciones en el mes de enero de 2004, y su coste total
de construcción fue finalmente de 1.200 millones de dólares, novecientos de los
cuales se dedicaron a la compra de los activos de la fábrica (una planta de
producción de celulosa y otros activos diversos) y los otros trescientos millones se
dedicaron al establecimiento de una plantación forestal de 100.000 hectáreas de
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superficie . La planta se convirtió así en la quinta mayor del mundo de fabricación
de celulosa kraft blanqueada y en la primera de Chile.
En el año 2004, Arauco era una de las más importantes empresas forestales del
mundo en cuanto a superficie de plantaciones y a resultados. Asimismo, la empresa
se dedicaba a la producción de celulosa de madera kraft de mercado, de madera
aserrada y de paneles de madera, y contaba con plantaciones forestales distribuidas
por todo Chile, Argentina y Uruguay. Por otro lado, poseía oficinas comerciales en
Argentina, Brasil, México, Holanda, Japón y Estados Unidos, así como concesiones
de distribución en Perú, Colombia, Venezuela, Corea, Taiwán, Tailandia, Malasia y
la India. En el Anexo 1 se muestra la estructura corporativa de Arauco. COPEC era
el accionista mayoritario de Arauco, con una participación del 99,98 por ciento en su
capital social.
COPEC La sociedad COPEC se constituyó justo después del hundimiento de la Bolsa
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del año 1929 con objeto de garantizar los suministros de combustibles a Chile .
Durante los años cuarenta con el fin de competir contra la presencia cada vez mayor de
compañías petroleras multinacionales extranjeras, COPEC puso en marcha un programa
de diversificación de actividades, destinado a introducirse en nuevas áreas de negocio
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como, por ejemplo, neumáticos, accesorios, maquinaria, equipamientos y vehículos .
Durante los años cincuenta constituyó una empresa conjunta con el gigante multinacional
Mobil con el objeto de crear una planta de lubricantes, y en los años sesenta se lanzó al
negocio de gas licuado presurizado y al suministro de combustible para aviación. En el
momento en que empezaron a reducirse las restricciones fijadas por el gobierno, Chile
empezó a exportar cada vez con mayor intensidad. COPEC aprovechó entonces esa
oportunidad para adquirir las sociedades Celulosa Constitución y Celulosa Arauco y
fusionarlas en una sola con el fin de crear una gran empresa exportadora de celulosa de
mercado. Más tarde, COPEC compró muchas otras empresas pertenecientes a sectores de
lo más diversos como, por ejemplo, de tecnología informática, turismo, distribución y
pesca.
La propiedad de COPEC estaba en manos del grupo Angelini, perteneciendo la mayoría
de las acciones del grupo a Anacleto Angelini, hombre considerado como uno de los diez
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más ricos de América Latina según la revista Forbes . Al término del año 2003, la
capitalización bursátil de COPEC era de alrededor de 9.300 millones de dólares
estadounidenses, lo cual representaba el doce por ciento de la capitalización bursátil
de todas las empresas cotizadas en Bolsa de Chile. Las ventas consolidadas de COPEC se
situaban en torno a los 2.700 millones de dólares y los resultados de explotación
ascendían 375 millones de dólares. A pesar de que el 35 por ciento de las ventas de
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COPEC procedía de actividades forestales, los beneficios del grupo estaban
estrechamente vinculados a los precios de la celulosa, ya que el 78 por ciento del
EBITDA (beneficios antes de intereses, impuestos y amortizaciones totales) se originaba
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directamente en Arauco . Otras ventas importantes del grupo procedían de los
combustibles (60,4 por ciento), de la pesca (1,4 por ciento) y de otras inversiones
diversas (3,2 por ciento).

La estrategia de Arauco
Arauco hablaba así de su estrategia básica en la carta a los accionistas publicada en su
Memoria Anual:
La idea principal en la que se basa nuestra estrategia mundial es fortalecer nuestra
posición como una de las empresas forestales más importantes de América Latina,
aprovechando el tamaño [de la compañía] para conseguir las economías de escala
necesarias para nuestro posicionamiento como empresa que ofrece una rentabilidad
razonable a sus accionistas, a la vez que cumple adecuadamente sus responsabilidades
con respecto a sus empleados, al país y a las colectividades en las que desarrolla sus
actividades. En el ámbito de los productos forestales, la estrategia de Arauco es
aumentar el valor de sus recursos forestales, formados por pinos radiata y taeda y por
eucaliptos, a través de nuevas compras, pero sobre todo de la realización de un uso
intensivo de las tecnologías más avanzadas en materia de mejoras genéticas, de
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administración forestal y de protección contra plagas, malas hierbas e incendios .
La compañía consideraba que podía hacer realidad dicha estrategia mediante la
aplicación de un programa de inversiones destinado a aumentar la capacidad, la
eficiencia y la productividad en los productos derivados de la celulosa y de la madera.
A pesar de que la fortaleza principal de la empresa en ese momento estaba en la
madera de coníferas conseguida a través de sus plantaciones de pinos radiata y taeda,
Arauco deseaba aumentar su producción de celulosa de madera dura de árboles
caducifolios mediante la plantación adicional de eucaliptos. A través de la
utilización de métodos forestales avanzados, la empresa esperaba mejorar la calidad
de sus productos y aumentar los márgenes de explotación.
Un analista del sector explicaba así las ventajas de costes de Arauco con respecto a
las empresas competidoras del hemisferio Norte:
Arauco cuenta con una posición comercial privilegiada en el volátil sector de
celulosa de mercado debido a sus capacidades de producción de bajo coste. Así, al
contrario de los fabricantes de celulosa comercial blanqueada procedente de
madera de coníferas existentes en el hemisferio Norte, que necesitan gastar
alrededor de 300 dólares para producir una tonelada métrica de celulosa, Arauco
fabrica celulosa kraft blanqueada de madera de coníferas a un coste inferior a los 200
dólares por tonelada. Como consecuencia de ello, Arauco ha sido capaz de generar
flujos de caja positivos en las fases de recesión del ciclo económico de la celulosa de
mercado. Sin embargo, como todos los fabricantes de celulosa de mercado, Arauco
no es capaz de evitar completamente el impacto de las fluctuaciones de los precios en
sus resultados financieros. Ello se pone de relieve en las medidas de protección
crediticia de la empresa, que han mejorado durante los últimos dos años a medida
que los precios se incrementaban
El presidente de Arauco, Alejandro Pérez, expresaba así su opinión sobre los
resultados de la empresa con respecto a su propia estrategia, a la vista de la difícil
situación económica en Chile:
Durante varios años, la compañía se ha dedicado sobre todo al negocio de la celulosa
debido a que contábamos con bosques jóvenes. Sin embargo, a medida que éstos
iban madurando, hemos desarrollado otros negocios importantes, como los centrados
en la madera y los paneles, que han dado un poco más de estabilidad a los
resultados. Por otro lado, las inversiones que hemos hecho para mejorar nuestro
patrimonio, nuestra fortaleza operativa y las condiciones económicas (como el tipo
de cambio favorable a las industrias dedicadas a la exportación) han ayudado
conjuntamente a reducir los costes de explotación. Además, existe una tercera razón
que explica por qué somos diferentes de otras grandes empresas chilenas también
presentes en Argentina, que radica en que nosotros estamos orientados hacia la
exportación. La crisis económica en Argentina nos ha afectado negativamente como
a otras empresas, pero nuestro enfoque nos ha permitido conseguir acceso a otros
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mercados y así capear el temporal .
Un observador del sector afirmaba lo siguiente acerca de la dependencia cada vez
menor de Arauco con respecto a la celulosa: “La empresa … ha diversificado sus
áreas de negocio con el fin de minimizar los efectos negativos de la volatilidad de los
precios de la celulosa, ya que ésta es una de sus fuentes principales de ingresos. Ese
intento de ampliar los horizontes de la compañía ya ha tenido algunas repercusiones
en su propia imagen; así, tradicionalmente se la denominaba Celulosa Arauco y
Constitución (Celarauco) o Celco, pero ahora se conoce a la sociedad cada vez más
frecuentemente por el nombre de Arauco

Segmentos de productos
Arauco contaba con los tres segmentos principales de productos: productos de
celulosa, como celulosa kraft blanqueada y sin blanquear; productos forestales, como
madera para pasta y rollizos aserrados; y productos derivados de la madera, en los que se
incluían paneles, madera aserrada y productos madereros remanufacturados. En los
Anexos 2 y 3 se muestra un resumen de los principales indicadores financieros de
Arauco, así como información sobre sus empleados y sobre las ventas por segmentos de
productos.
Celulosa
La celulosa se empleaba principalmente para la fabricación de papel y de productos de
cartón, a pesar de que esta materia también se utilizaba para la fabricación de otros
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productos como rayón, películas fotográficas, celofán y explosivos . El noventa por
ciento de la celulosa mundial procede de la madera y el diez por ciento restante se extrae
de materias alternativas como el algodón, la caña de bambú, el bagazo de la caña de
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azúcar, el kenaf, el lino y el cáñamo .
Procesos y clases. Existían dos procesos principales para la fabricación de pasta virgen:
celulosa mecánica y celulosa química. La celulosa mecánica se fabricaba directamente a
partir de rollizos troceados o de trozos más pequeños de madera y se utilizaba
principalmente en papeles de pasta mecánica, en papel de prensa y en tejidos. La celulosa
química se subdividía en los dos grupos siguientes: celulosas al sulfito y celulosas kraft
(o al sulfato). La celulosa al sulfito exigía un proceso químico de cocción o desfibrado en
el cual los trozos de madera se cocían en un líquido que contenía dióxido de azufre y
calcio, magnesio, sodio o sulfito amónico. La celulosa al sulfito fue la más utilizada
hasta los años treinta del siglo pasado, pero en el año 2003 su fabricación era muy
escasa y se calcula en sólo alrededor del cinco por ciento el total de celulosa producida
por este método en aquel momento. A pesar de que el proceso de sulfito permitía fabricar
una celulosa más brillante y con un rendimiento superior al de la celulosa kraft, sin
embargo no era tan versátil como el procedimiento de sulfato o kraft. Por otro lado, era
más difícil recuperar los componentes químicos derivados del proceso de sulfito.
En el año 2004, el proceso kraft o al sulfato era el método de desfibrado químico
predominante en el mundo y Arauco lo había elegido como el único para la producción
de toda su celulosa. La palabra kraft procede del alemán, idioma en el que significa
“fuerte”. La celulosa kraft se fabricaba a partir de trozos de madera que se cocían en
una solución alcalina durante varias horas. Los componentes químicos disolvían la
lignina, que se retiraba después, dejando sólo las fibras. La celulosa kraft era de color
marrón, por lo cual debía blanquearse para la mayor parte de las aplicaciones. Así por
ejemplo, las bolsas de papel marrón se fabricaban a partir de papel kraft sin blanquear.
Para fabricar papel blanco, la celulosa se blanqueaba al final del proceso de desfibrado.
La celulosa virgen procedente de madera dura de árboles caducifolios producía un papel
más suave, mientras que la celulosa procedente de madera de coníferas (como, por
ejemplo, de pino radiata) producía un papel más fuerte. Las fibras vírgenes se
procesaban por lo general a partir de rollizos o de trozos más pequeños de madera para
pasta y de otros residuos de aserradero.
Había diversos tipos de celulosa kraft que se comerciaban en el mercado mundial. La
celulosa podía estar blanqueada o sin blanquear y proceder de madera dura de árboles
caducifolios o de madera de coníferas. De esa manera, se le asignaban nombres distintos
con el fin de indicar una clase particular de celulosa: celulosa kraft blanqueada (BKP,
según sus siglas en inglés), celulosa kraft blanqueada de madera de coníferas (BSKP,
según sus siglas en inglés), celulosa kraft blanqueada de madera dura de árboles
caducifolios (BHKP, según sus siglas en inglés) y celulosa kraft sin blanquear (UKP,
según sus siglas en inglés). Dentro del grupo de celulosa blanqueada kraft de madera de
coníferas (BSKP) existían otros tipos de categorías como, por ejemplo, la celulosa kraft
blanqueada de madera de coníferas del hemisferio Norte, que se fabricaba
principalmente en Canadá, Estados Unidos, Rusia y los países escandinavos. En lo que
respecta a la celulosa kraft blanqueada de madera dura de árboles caducifolios, sus
categorías más comunes eran las correspondientes a la celulosa kraft blanqueada de
eucalipto (BEKP, según sus siglas en inglés), que se producía sobre todo en América
Latina, y la celulosa kraft mixta de madera dura de árboles caducifolios
septentrionales (NMHW, según sus siglas en inglés), que se producía en el hemisferio
Norte.
La producción de celulosa de Arauco. Más del cincuenta por ciento de los ingresos
de Arauco procedía de las ventas de celulosa. A principios del año 2004, Arauco
contaba con las siguientes cinco fábricas de celulosa en Chile: Arauco I, Arauco II,
Constitución, Licancel y la recientemente construida Planta Valdivia. La compañía
también poseía otra fábrica de celulosa, que formaba parte de la sociedad argentina
Alto Paraná, propiedad total de Arauco. En el Anexo 4 se ofrece información de cada
una de esas fábricas.
Las fábricas Arauco (la I y la II) se encontraban situadas a 600 kilómetros al sur de la
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capital de Chile, Santiago, en la que se conocía como región octava del país. La
capacidad productiva anual de Arauco I era de 290.000 toneladas métricas de
celulosa kraft de eucalipto ó 200.000 toneladas métricas de celulosa kraft
blanqueada. Arauco II fabricaba sólo celulosa de pino radiata blanqueada y su
capacidad de fabricación anual era de unas 500.000 toneladas. Ambas fábricas
estaban dotadas de la capacidad necesaria para producir celulosa elemental sin cloro
(un tipo de celulosa que evitaba la utilización de gases de cloro perjudiciales para el
medio ambiente). La fábrica Constitución se encontraba situada a 360 kilómetros al
sudoeste de Santiago, en la región séptima de Chile, y poseía una capacidad
productiva de 355.000 toneladas métricas. La fábrica Licancel producía pasta de
madera elemental kraft de pino radiata blanqueada sin cloro, que se utilizaba
fundamentalmente para la fabricación de papeles para impresión, escritura,
higiénicos e industriales. Su producción era de alrededor de 120.000 toneladas al
año. Por último, la fábrica de Alto Paraná, ubicada en Misiones (Argentina),
producía aproximadamente 350.000 toneladas al año de pasta blanqueada de madera
kraft de coníferas procedente de pinos taeda, suministrada por sus propias
plantaciones y por otros proveedores independientes.
La compañía era la mayor productora mundial de celulosa kraft no blanqueada de
madera de coníferas, controlando el 15,8 por ciento del mercado global. Arauco se
dedicaba principalmente a exportar a todas las regiones del mundo, siendo Asia el
continente al que se dirigía la mayoría de sus exportaciones. Las ventas de celulosa
generaron 709,8 millones de dólares estadounidenses (o, lo que es igual, el 48,7 por
ciento del total de ventas) a Arauco en el año 2003. En el Anexo 5 se muestran las
cifras de exportación de celulosa de la sociedad.
La venta de celulosa de mercado. Arauco comercializaba toda la celulosa
blanqueada con la denominación de “Arauco” y la celulosa sin blanquear con el
nombre de “Celco”. La celulosa era un producto que se comercializaba
principalmente en precio y servicio, desde los fabricantes de celulosa a los
fabricantes no integrados de papel. Arauco tenía como objetivo el establecimiento de
relaciones comerciales a largo plazo con fabricantes no integrados de papel a través
del suministro de celulosa de alta calidad y de precios competitivos. El coste de
producción de Arauco por tonelada de celulosa se detalla en el Anexo 6. Aparte de
esos costes directos, se encontraban los gastos administrativos y comerciales cuyo
valor medio suponía aproximadamente el nueve por ciento de los ingresos anuales.
El coeficiente beta de activos de producción y venta de celulosa era del 0,9.
Por otra parte, Arauco controlaba muy estrechamente sus inventarios con el fin de
vender su celulosa blanqueada y sin blanquear a los precios de mercado más
favorables. En el Anexo 7 se ofrecen los precios CIF (coste, seguro y flete) de la
celulosa chilena blanqueada y sin blanquear de madera de pino por tonelada métrica.
Actividad forestal
Los productos forestales de Arauco se clasificaban en rollizos aserrados y madera para
pasta. La compañía era la mayor propietaria de pinos radiata de Chile, donde poseía el
33 por ciento de las plantaciones totales del país. El pino radiata era una conífera de
rápido crecimiento que tenía fama de poseer una madera de alta calidad. Las condiciones
climatológicas de Chile eran perfectas para el desarrollo de los pinos radiata y, por lo
general, se consideraba a ese país como el poseedor de los recursos naturales más
valiosos en cuanto a pinos radiata de todo el mundo. Las utilizaciones más frecuentes
del pino radiata eran: el enchapado decorativo, los trabajos de modelado, la construcción
pesada y ligera, la carpintería de obra, los paneles, los productos de celulosa y de papel,
los revestimientos de paneles de madera, los recipientes de embalaje, las cajas, los
cajones, la construcción de edificios y la fabricación de materiales.
A causa de la calidad del terreno, los pinos radiata de Chile ofrecían una rentabilidad
muy elevada por hectárea, lo que hacía posible plantar gran número de pinos por
hectárea. Los primeros siete a doce metros de un pino radiata se consideraban los de
mejor calidad del árbol y se utilizaban en aserraderos y fábricas de madera
contrachapada o bien se exportaban como rollizos aserrados. Los siguientes ocho a trece
metros del árbol se destinaban a aserraderos o a fábricas de celulosa dependiendo del
diámetro y de la densidad de distribución de los nudos. La sección superior del árbol se
empleaba para la fabricación de celulosa y de cartón madera de densidad media (MDF,
según sus siglas en inglés). En el Anexo 8 se ofrece un diagrama del árbol y de sus usos
múltiples. En Chile, la recogida de troncos para celulosa podía realizarse de dieciséis a
dieciocho años después de la plantación de los árboles, y la de troncos de alta calidad
para aserradero podía hacerse a los veinticinco años de su plantación. Por el contrario,
los troncos para celulosa que se cultivaban en el hemisferio Norte podían recogerse sólo
de dieciocho a cuarenta y cinco años después de la plantación de los árboles y los troncos
para aserradero requerían de cincuenta a ciento cincuenta años.
Administración forestal. El patrimonio forestal de Arauco se encontraba geográfica-
mente distribuido en tierras de labranza. Con el fin de controlar los incendios forestales,
la compañía contaba con una organización especializada en la identificación y la
eliminación continuas de todos los peligros potenciales. En el Anexo 9 se presenta un
resumen de las propiedades forestales y de terrenos de Arauco en Chile a finales del año
2003. Por otro lado, la compañía poseía 200.000 hectáreas adicionales en Argentina y en
Uruguay.
A través de los avances técnicos logrados en el campo de la genética y de la lucha contra
las plagas, Arauco estaba siempre intentando mejorar la calidad de sus plantaciones. La
división de investigación y desarrollo (I+D) de Arauco, denominada Bioforest, había
conseguido logros muy importantes entre los que destacaban la reproducción genética de
pinos radiata y de eucaliptos de alta calidad. Asimismo, la compañía estudiaba la
fertilidad de los terrenos y los insectos, con el propósito de elaborar estrategias para el
control de las plagas. Entre otros métodos para exterminar los parásitos, la empresa
utilizaba especies naturales depredadoras concebidas biológicamente y reproducidas en
sus propios laboratorios.
Productos derivados de la madera
A partir de sus plantaciones, la compañía proporcionaba rollizos de madera a
aserraderos, a fábricas de celulosa y a fábricas de elaboración de paneles (madera
contrachapada). Forestal Arauco también vendía troncos de árboles y gran variedad de
madera troceada en el mercado abierto. Arauco complementaba su producción de
rollizos para celulosa con compras realizadas en el mercado chileno. Las plantaciones
propiedad de Arauco cubrían aproximadamente las dos terceras partes de la materia
prima necesaria para su producción. El tercio restante lo compraba a otros
proveedores y propietarios forestales.
La empresa empleaba a contratistas independientes para realizar la mayor parte de
sus actividades (plantación, mantenimiento, raleo, podado, recogida, transporte y
construcción de caminos de acceso). En el año 2003, la compañía empleaba a más de
diez mil trabajadores a través de más de trescientos acuerdos de subcontratación, y
muchos de sus contratistas mantenían relaciones comerciales con Arauco desde hacía
muchos años. Una de las actividades más importantes realizadas por los contratistas
independientes era el transporte desde las plantaciones forestales y entre las fábricas
y los puertos. Quince años antes, Arauco era propietaria de un parque completo de
camiones de transporte, pero en el año 2003 la compañía había subcontratado la
mayor parte de sus necesidades de transporte. En algunos casos, Arauco ofrecía
financiación a los propietarios de camiones con el ánimo de expandir y mejorar sus
servicios. Arauco hacía todo lo posible por establecer relaciones estables a largo
plazo y formalizaba contratos renovables de hasta tres años de duración con
propietarios y gestores de parques de camiones.
Aserraderos. Estos centros se dedicaban a limpiar, secar, cortar y trocear los troncos
de los árboles hasta convertirlos en madera aserrada. Los aserraderos de Arauco
variaban en cuanto a capacidad y competencias, ya que algunos de ellos estaban
ideados para producir madera aserrada verde (esto es, madera no secada en horno)
mientras que otros estaban pensados para trabajar con madera secada en hornos y
con productos de madera remanufacturados. Arauco había construido sus
aserraderos de manera estratégica muy próximos a sus plantaciones con el fin de
reducir los costes de transporte y el tiempo. La compañía poseía once aserraderos en
Chile y otros dos en Argentina que repartían su producción entre madera aserrada
(verde o secada en horno) y productos de madera remanufacturados, con una
capacidad de producción anual de 2,5 millones de metros cúbicos de madera.
Asimismo, era propietaria de cinco instalaciones de remanufacturado que fabricaban
productos de madera remanufacturados derivados de madera aserrada reprocesada.
Al igual que hacía en sus operaciones forestales, Arauco empleaba contratistas
independientes para realizar los trabajos de todos sus aserraderos e instalaciones de
remanufacturado.
Las ventas de Arauco de productos procedentes de los aserraderos ascendían a
401,6 millones de dólares estadounidenses en el año 2003, lo que representaban un
27,5 por ciento de las ventas totales de la empresa. Las fábricas poseían una
capacidad productiva total de 5,4 millones de metros cúbicos de rollizos aserrados y
de 2,65 millones de metros cúbicos de madera. El aserradero denominado Horcones
II en Chile y el llamado Misiones en Argentina se construyeron durante el primer
trimestre del año 2000 con el propósito de incrementar la capacidad de producción
en 520.000 metros cúbicos de madera aserrada al año. El coste de la inversión hecha
por Arauco fue de unos 52 millones de dólares. Al mismo tiempo, Arauco adquirió la
empresa Forestal Cholguán, gracias a lo cual se hizo con la propiedad del aserradero
Cholguán, por lo que así consiguió aumentar su capacidad productiva en 300.000
metros cúbicos adicionales de madera al año.
Paneles. Arauco fabricaba madera contrachapada y paneles de fibra, lo cual representaba
el 20,4 por ciento de las ventas totales de la compañía en el año 2003. La empresa había
incrementado su capacidad productiva, en primer lugar, construyendo una planta de
fabricación de madera contrachapada en 1997 al coste de 44 millones de dólares y que
aumentó su capacidad en 230.000 metros cúbicos. En el año 2000, construyó una
segunda planta al coste de 30 millones de dólares y la producción total de la instalación
alcanzó la cifra de 340.000 metros cúbicos. La sociedad Maderas Prensadas Cholguán, S.
A. también pasó a formar parte de Arauco cuando ésta compró Cholguán en el año 2000,
aumentando así su capacidad de fabricación en alrededor de 300.000 metros cúbicos.
Durante el año 2002, se construyeron dos nuevas fábricas, una en Chile y otra en
Argentina, al coste de 135 millones de dólares, lo que añadió una capacidad de
producción conjunta de 500.000 metros cúbicos. Gracias a todas esas inversiones, la
capacidad productiva de Arauco en aquel momento era superior al millón de metros
cúbicos al año, lo que la convertía en uno de los fabricantes más grandes de paneles de
América del Sur.
Alto Paraná
Arauco compró la sociedad Alto Paraná en el año 1996, con el objetivo principal de
emprender negocios rentables en Argentina. La adquisición incluía una fábrica de
celulosa y diversas plantaciones. Alto Paraná se encontraba situada a 1.300 kilómetros al
noroeste de Buenos Aires, en la provincia argentina de Misiones. La planta de Alto
Paraná era la fabricante principal del mercado de celulosa de Argentina, con una
capacidad de producción de 350.000 toneladas al año de celulosa kraft blanqueada
procedente de madera de coníferas.
Arauco obtenía materias primas de las plantaciones de Alto Paraná. A pesar de que las
plantaciones se extendían en una superficie de 173.000 hectáreas, sólo 86.000
estaban plantadas. Como esas plantaciones no eran suficientes para la capacidad de
la fábrica de celulosa de Alto Paraná, aproximadamente la mitad procedía de terceros.
Alto Paraná realizaba frecuentemente negociaciones con terceros en base a los precios, la
calidad, la disponibilidad y los plazos de entrega. Algunas veces, las negociaciones
acerca de los precios implicaban al gobierno local, ya que la industria forestal era una de
las principales fuentes de riqueza de la provincia de Misiones. La proximidad de los
recursos procedentes de terceros era otra de las preocupaciones de más importancia para
la empresa, ya que los costes de transporte reducían enormemente los márgenes de
explotación.
La fábrica de Alto Paraná se encontraba muy alejada de los principales puertos de
Argentina. Por esa causa, no era razonable ni rentable transportar materia prima
procedente de otros países. Las principales zonas forestales de Argentina se hallaban
situadas en las provincias de Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Chaco y Patagonia.
Aparte de Misiones, provincia en la que estaba ubicada Alto Paraná, Corrientes era la
provincia más cercana, a 300 kilómetros de distancia de las instalaciones de la empresa.
En el año 2003, la provincia de Corrientes poseía plantaciones de pinos y de eucaliptos
esparcidas en superficies de 117.000 y 71.000 hectáreas respectivamente.
En el Anexo 10 se muestran los costes aproximados de transporte dentro de Argentina.
Por otro lado, existían los costes de carga y descarga asociados al traslado de la materia
prima desde las plantaciones forestales hasta las plantas. Los propietarios de las
plantaciones argentinas podían elegir entre exportar la madera a otros países o venderla a
empresas situadas en el propio país. Se calculaba que las empresas que se citan a
continuación necesitarían aproximadamente 50.000 toneladas de celulosa de mercado
cada una de ellas. Las principales sociedades argentinas que necesitaban madera como
materia prima eran las siguientes:
Celulosa Argentina S. A., compañía especializada en la producción de celulosa
blanqueada, con sede en Santa Fe, a 900 kilómetros de Paraná, con una capacidad
productiva de 95.000 toneladas al año.
Flapac S. A., empresa fabricante de madera contrachapada y paneles, con sede en la
provincia de Buenos Aires, a unos 1.000 kilómetros de Alto Paraná, y con una capacidad
productiva de 50.000 toneladas al año.
Ledesma S. A., empresa fabricante de cuadernos y papel comercial, con una planta
de producción en San Luís, a 1.400 kilómetros de Alto Paraná. Ledesma produce
alrededor de 85.000 toneladas de papel al año, aunque la mayor parte de la materia
prima que necesita para elaborar la celulosa procede de caña de azúcar.
Massuh S. A., empresa fabricante de celulosa y de papel, con una producción de
120.000 toneladas al año. Su planta de celulosa y de papel se encuentra situada en
Quilmes, en la provincia de Buenos Aires, a más de 1.300 kilómetros de Alto Paraná.
Papelera Jujuy, empresa fabricante de papel, con sede en Jujuy, a 1.100 kilómetros de
Alto Paraná, con una capacidad productiva de 50.000 toneladas al año.
Papelera Tucumán, compañía fabricante de papel, con sede en Tucumán, a unos
1.000 kilómetros de Alto Paraná y con una capacidad de producción de 50.000
toneladas anuales.

El sector del papel y la celulosa


El sector mundial del papel y de la celulosa se dedica a las cinco actividades
principales siguientes: forestal, de producción de celulosa, de producción de papel y
cartón, de distribución y de transformación. La mayoría de las grandes empresas del
sector realizaba operaciones integradas que implicaban a dos o más de las
actividades antes citadas. El sector había vivido múltiples fusiones y adquisiciones
de empresas durante los años noventa, a medida que los fabricantes de celulosa y de
papel buscaban nuevas vías para aumentar las eficiencias, incrementar las
capacidades y reducir los costes. Algunos observadores del sector pensaban que la
naturaleza enormemente fragmentada de la industria hacía que los precios fueran
menos estables. Se consideraba que algunas de las compañías más grandes estaban
totalmente integradas, gracias a la propiedad y la explotación de plantaciones
forestales, de fábricas de celulosa, de fábricas de papel y de instalaciones de
distribución y transformación. Otras empresas preferían centrar sus actividades sólo
en alguna de esas categorías.
La demanda global de papel se determinaba en última instancia por la voluntad de los
consumidores de comprar productos como periódicos, revistas, papel de oficina, artículos de
papelería y una enorme variedad de artículos para el hogar como, por ejemplo, pañuelos de
papel, papel de cocina y papel higiénico. El papel y el cartón utilizados en embalajes se
empleaban en múltiples actividades y se usaban en la mayoría de las aplicaciones industriales y
para el consumo. La utilización total de productos derivados del papel (periódicos, revistas,
pañuelos de papel, pañales, etc.) creaba la demanda, que a su vez determinaba los precios de la
celulosa y del papel. Los consumidores principales de papel se encontraban en América del
Norte, donde el consumo medio era de 326,5 kilogramos de papel por persona y año. Europa
Occidental, Japón y China consumían aproximadamente 190 kilos por persona y año. Los países
en desarrollo de Asia, Europa del Este y América Latina estaban también aumentando su
consumo de productos derivados del papel. Así por ejemplo, se calculaba que el consumo de
papel ondulado en China era de 13.000 a 15.000 millones de metros cúbicos al año, con unas
xvii
tasas de crecimiento previstas del diez por ciento anual para los diez años próximos . La
posibilidad de ese extraordinario desarrollo había alentado a muchas empresas químicas,
papeleras y celulosas a constituir sociedades conjuntas con compañías chinas.
Los precios de la celulosa y del papel fluctuaban a medida que los fabricantes reducían
los precios en épocas de baja demanda y emprendían actividades para aumentar la oferta
mediante la ampliación de capacidad productiva en los momentos en que esperaban que
aumentase la demanda. Los proveedores de celulosa y de papel controlaban sus
inventarios de manera muy rigurosa, lanzando sus productos al mercado en los
momentos más apropiados. En el Anexo 11 se muestra el consumo mundial de papel.
Consideraciones medioambientales. El reciclado y los productos sustitutivos del
papel
Las autoridades públicas habían ampliado constantemente la normativa aplicable a las
empresas fabricantes de celulosa y de papel con el fin de evitar la despoblación
forestal, reducir el uso de productos químicos derivados, como el cloro, reducir las
emisiones de gas procedentes de la explotación de fábricas y aumentar el reciclado.
Debido a la cada vez mayor preocupación por el medio ambiente, visualizada en el
eslogan de las tres “R” (reducir, reutilizar y reciclar), se estaban creando industrias
detivas y aumentando las capacidades mundiales de producción con el propósito de
reciclar el papel. Así por ejemplo, en Estados Unidos, se calculaba que
aproximadamente el 42 por ciento del papel consumido se recuperaba para su
xviii
reciclado .
Las fibras recicladas procedentes del papel sustituían la utilización de celulosa en la
fabricación de papel. El empleo de fibras recicladas tenía sus propias ventajas, entre las
que destacaban los menores costes del papel reciclado frente a los de la producción de
celulosa, la reducción de la utilización de madera, la disminución de residuos vertidos al
medio ambiente y la reducción generalizada de los costes de tratamiento
medioambiental. Su inconveniente principal era que su producción por tonelada
comparable era muy inferior a la de la celulosa. Las fibras recicladas podían volver a
utilizarse de cinco a siete veces, después de lo cual resultaban demasiado cortas para la
xix
fabricación de papel . Las fibras recicladas experimentaban un crecimiento modesto en
el mercado, con una producción que aumentaba a una tasa de crecimiento acumulativo
anual de aproximadamente el seis por ciento, habiendo pasado de 48 millones de
toneladas anuales en 1980 a unos 150 millones en el año 2000.
Algunos analistas del sector consideraban que el uso creciente de los ordenadores, los
asistentes personales digitales (PDA) y los teléfonos móviles reduciría notablemente la
utilización del papel. Sin embargo, como cada vez es mayor la información que se
transmite por dichos medios de comunicación, otros observadores del sector pensaban
que la utilización del papel seguiría aumentando.
La industria del papel y del cartón:
Más de la mitad de los materiales que se utilizaban para hacer papel y cartón se
fabricaban empleando celulosa. Entre otros materiales diversos, destacaban las fibras
recicladas, las sustancias químicas y los minerales. Al combinar diferentes variedades de
celulosa de madera de coníferas o de madera dura de árboles caducifolios, el fabricante
de papel podía elaborar productos para fines específicos. Entre los principales productos
derivados del papel cabe citar el papel no estucado (como el papel normal de escribir), el
papel estucado, los pañuelos de papel, el papel de prensa y la pasta mecánica.
El mercado mundial del papel se calculaba que era superior a los 330 millones de
toneladas a finales del año 2003. Además, había experimentado tres años de baja
demanda sin crecimiento real en términos monetarios desde 2000. En el mes de
marzo de 2004, un analista evaluaba así el mercado internacional del papel:
La
demanda mundial de papel está recuperándose. Los precios estadounidenses
probablemente serán los primeros en recuperarse con un importante efecto positivo
en las ganancias de EE UU durante el segundo trimestre, que deberían ser aún
mayores durante el segundo semestre del año. El dólar estadounidense marca la línea
en cuanto al deseo de invertir en el sector papelero. Mientras que un dólar
estadounidense débil tiene sin lugar a dudas implicaciones negativas en los
beneficios a corto plazo, dicho impacto resulta pequeño al lado del efecto de unos
precios más altos … Los precios del papel europeo han tocado fondo en nuestra
opinión y parece probable que los precios más altos empiecen a tener su efecto en los
beneficios de algunos de los segmentos de ciclo temprano a partir del tercer
trimestre. Los segmentos de ciclo posterior, como el papel de prensa y el papel SC,
deberían experimentar una importante recuperación durante los primeros meses de
2005. Los precios han mantenido una tendencia a la baja desde el cuarto trimestre de
2000, pero parece que su recuperación es ya un hecho
Las empresas fabricantes del papel y de cartón
La mayor parte de las grandes empresas papeleras preferían contar con una
estructura completamente integrada que incluía la propiedad de recursos forestales,
de fábricas de celulosa, de plantas de fabricación de papel, de redes de distribución y
de instalaciones de transformación. Sin embargo, existían bastantes compañías
locales más pequeñas que fabricaban papel en función de las necesidades específicas
de sus mercados. Esos fabricantes más pequeños de papel por lo general compraban
las materias primas, como la celulosa, a proveedores diferentes según las distintas
clases de celulosa (blanqueada, sin blanquear, de madera de coníferas, de madera
dura de árboles caducifolios, etc.), según los costes y según las características de los
abastecimientos. Algunos conocedores del sector consideraban que el mantenimiento
de una estructura completamente integrada ofrecía una mayor fuerza negociadora
con los principales proveedores de la industria, como los suministradores de
productos químicos y los fabricantes de maquinaria específica para papel y celulosa.
En el Anexo 12 se ofrece una relación de las veinticinco principales empresas
papeleras del mundo. Los cinco principales fabricantes internacionales son los
siguientes:
International Paper Co. (EE UU), empresa que tuvo unos ingresos de 25.200
millones de dólares y unos beneficios de 302 millones de dólares en el año 2003.
Esta sociedad tenía una organización completamente integrada que le permitía
elaborar madera contrachapada, papel, celulosa, embalajes y subproductos químicos
a partir de la fabricación de papel. La compañía poseía más de diez millones de acres
xxi
de plantaciones forestales en Estados Unidos, Brasil y Nueva Zelanda .
Georgia-Pacific Corp. (EE UU), empresa que tuvo unos ingresos de 20.200 millones
de dólares y unos beneficios de 254 millones de dólares durante el año 2003. Al igual
que su rival principal, International Paper Co., Georgia-Pacific era un competidor
integrado verticalmente en la producción de celulosa, papel, madera, madera
contrachapada, cartón con fibras orientadas, adhesivos y diversos productos de consumo
fabricados en papel. La compañía tenía previsto desprenderse de su división de
productos de consumo, pero al final cambió de idea debido a la tendencia bajista de los
mercados bursátiles durante el año 2002. No obstante, sí vendió su participación
xxii
mayoritaria en su filial de distribución Unisource Worldwide .
Stora Enso Corp. (Finlandia), empresa que tuvo unos ingresos de 15.200 millones de
dólares y unos beneficios de 182 millones de dólares. Stora Enso se dedicaba a la
fabricación de una extensa gama de productos como papel para revistas, papel para
prensa, papeles finos, embalajes, productos gráficos, papeles para oficina, fondos
xxiii
para papel pintado y madera aserrada .
Kimberly-Clark Corp. (EE UU), empresa que tuvo unos ingresos de 14.300 millones de
dólares y unos beneficios de 1.700 millones de dólares. Kimberly-Clark se encontraba a
la cabeza del sector en cuanto a productos personales hechos de papel, como pañuelos de
papel, toallas de papel y pañales. Tenía previsto traspasar sus actividades de papel,
xxiv
celulosa y madera a la compañía Neenah Paper Inc. a mediados del año 2004 .
UPM – Kymmene Corp. (Finlandia), empresa que tuvo unos ingresos de 12.600 millones
de dólares y unos beneficios de 457 millones de dólares. La sociedad era propietaria de
más de 2,3 millones de acres de plantaciones forestales en Finlandia y explotaba sus
actividades de manera completamente integrada, incluida la administración forestal, la
producción de celulosa y de papel, la distribución y la transformación. También
elaboraba papel para revistas, papel de prensa, papel fino, etiquetas autoadhesivas,
embalajes de protección, sobres, madera aserrada y madera contrachapada, además de
xxv
generar su propia electricidad .
La celulosa y la celulosa de mercado
En el año 2003 se produjeron alrededor de 183 millones de toneladas de celulosa
en el mundo. Los principales fabricantes eran compañías norteamericanas de celulosa,
que producían 78,2 millones de toneladas de esta materia, seguidas de empresas de
Europa, Asia y América del Sur. De aquella cantidad, ciento cuarenta y dos millones de
toneladas de celulosa se producían y utilizaban en la fabricación de papel por parte de
compañías verticalmente integradas de celulosa y de papel.
Los cuarenta y un millones restantes de toneladas de celulosa se denominaban “celulosa
de mercado”, que así constituía el único producto mundial negociable de todo el negocio
xxvi
papelero . Un consultor del sector de celulosa y de papel señalaba que la llamada
“celulosa de mercado” era “celulosa que se vende en el mercado libre. A efectos
estadísticos, toda la celulosa que cruza una frontera internacional se define como
celulosa de mercado, incluso aunque se sólo traslade de una fábrica a otra de la misma
empresa” En el Anexo 13 se ofrece un diagrama en el que se representa la celulosa de
mercado utilizada en todo el sector de fabricación de papel y de cartón durante el año
2003.
Los envíos comerciales de celulosa de mercado habían crecido un 4 por ciento en el año 2002
xxviii
y un 4,3 por ciento en 2003 . Tomando como referencia el mes de marzo de 2004, el
volumen total de envíos anuales de celulosa de mercado había aumentado en un 3,9 por
xxix
ciento . De los 41 millones de toneladas de celulosa de mercado negociadas en 2003, 18
millones correspondían a celulosa Kraft blanqueada de madera dura de árboles caducifolios,
19,3 millones de toneladas a celulosa kraft blanqueada de madera de coníferas y 3,7 millones
xxx
de toneladas a otras clases de celulosa .
Los fabricantes de celulosa de mercado
De manera tradicional, los fabricantes más importantes de celulosa de mercado
habían procedido de Estados Unidos, Canadá, Suecia y Finlandia. Ese grupo de
fabricantes era conocido como Norscan (abreviatura en inglés de productores
“norteamericanos y escandinavos”) e históricamente la información sobre los
volúmenes de existencias y los precios se conseguía y evaluaba utilizando sólo esos
cuatro países. En el mes de febrero de 2004, estaba prevista realizar la sustitución de
los datos relativos al grupo Norscan por datos globales que reflejasen mejor a los
productores mundiales de celulosa de mercado. Mikko Tahvanainen, de la
Federación Finlandesa de Industrias Forestales, explicaba así las razones de ese
cambio:
No cabe la menor duda de que en el ámbito de la madera de coníferas, el grupo
Norscan sigue siendo importante, pero sin embargo en el de la madera dura de
árboles caducifolios, en el que el mayor crecimiento tiene ahora lugar en las fibras
cortas, como las del eucalipto, Norscan está perdiendo importancia en el mercado
mundial … Es precisamente en el hemisferio Sur donde está aumentando más la
capacidad productiva, y en la actualidad Norscan representa apenas sólo la mitad de
la celulosa de mercado de todo el mundo, y ésa es la razón por la que el sector piensa
que necesitamos una representación mejor para saber qué es lo que está pasando de
xxxi
verdad en el mercado .
Las cinco mayores compañías productoras del mundo de celulosa de mercado
controlaban el 27 por ciento del mercado (véase el Apéndice). Cada uno de esos
fabricantes se especializaba en celulosa kraft blanqueada de madera dura de árboles
caducifolios, en celulosa kraft blanqueada de madera de coníferas o bien en otras
modalidades de celulosa. Con el propósito de competir efectivamente en cuanto a costes,
muchos fabricantes de celulosa tenían previsto construir instalaciones en zonas de costes
bajos o en lugares próximos a sus clientes principales con el fin de minimizar los costes
de transporte.

La fijación de los precios de celulosa de mercado


Debido a que la celulosa de mercado era el único producto comerciado
mundialmente del sector papelero, el precio de la celulosa era un indicador clave
para la fijación de los precios del resto de la cadena de valor. A principios del mes de
marzo de 2004, la celulosa kraft blanqueada de madera dura de árboles caducifolios
se negociaba a 510 dólares estadounidenses por tonelada, y la celulosa kraft
blanqueada de madera de coníferas se negociaba a 590 dólares estadounidenses por
xxxii
tonelada (véase en el Anexo 14 un gráfico de los precios de la celulosa de
mercado desde el año 2000). La determinación de los precios de la celulosa de
mercado se realizaba de manera semanal a través de la información sobre las
contrataciones reales obtenida de compradores, vendedores y agentes intermediarios.
La mayor parte del sector utilizaba los precios determinados por la sociedad
finlandesa FOEX, empresa no cotizada en Bolsa que publicaba índices de precios
xxxiii
auditados sobre la celulosa y el papel . Un analista del sector decía lo siguiente
acerca de los últimos precios de la celulosa de mercado en el mes de marzo de 2004:
Es cierto que hemos vivido varias falsas indicaciones de que iban a empezar a subir
los precios de la celulosa durante los últimos tres años. Sin embargo, las anteriores y
breves recuperaciones de precios han estado motivadas en gran parte por factores
derivados de la oferta. La actual recuperación de los precios parece estar motivada
por la demanda, factor que creemos mucho más importante para que la recuperación
de precios sea sostenida en el futuro. La celulosa de madera de coníferas es la que
mejor se comporta, gracias a que sólo se han realizado pequeños incrementos de la
capacidad productiva correspondiente. La recuperación de precios es prácticamente
inexistente para las categorías de madera dura de árboles caducifolios, debido a los
recientes e importantes incrementos de la capacidad de producción respectiva en
xxxiv
América Latina .
El aumento del precio de la celulosa ofrecía importantes ventajas a algunas de las
empresas del sector y creaba inconvenientes a otras. Un analista del sector explicaba así
esta dinámica de funcionamiento:
La subida de los precios de la celulosa es buena para los fabricantes integrados,
que se han encontrado en situación de desventaja durante los últimos tres años mientras
los precios se mantuvieron bajos, en especial si se les compara con los precios del papel
… La pérdida de cuota de mercado ha influido negativamente en las tasas de utilización
de la capacidad productiva y, por lo tanto, los costes unitarios, las reducciones de
volúmenes y las constantes presiones sobre los precios han afectado mucho a las
principales empresas. Esa combinación ha dado como resultado el establecimiento de
una presión desproporcionada sobre los beneficios de los fabricantes integrados,
categoría a la que pertenecen la mayor parte de las compañías que cotizan en Bolsa
del sector. A pesar de que la demanda es el factor más importante que influye en las
perspectivas de aumento de los precios del papel, esperamos que el incremento de la
presión sobre los costes derivado de unos precios de la celulosa más elevados ayude a
xxxv
modificar la tendencia en los precios del papel .
El aumento del precio de la celulosa ofrecía importantes ventajas a algunas de las
empresas del sector y creaba inconvenientes a otras. Un analista del sector explicaba así
esta dinámica de funcionamiento:
La subida de los precios de la celulosa es buena para los fabricantes integrados, que se
han encontrado en situación de desventaja durante los últimos tres años mientras los
precios se mantuvieron bajos, en especial si se les compara con los precios del papel …
La pérdida de cuota de mercado ha influido negativamente en las tasas de
utilización de la capacidad productiva y, por lo tanto, los costes unitarios, las
reducciones de volúmenes y las constantes presiones sobre los precios han afectado
mucho a las principales empresas. Esa combinación ha dado como resultado el
establecimiento de una presión desproporcionada sobre los beneficios de los fabricantes
integrados, categoría a la que pertenecen la mayor parte de las compañías que cotizan
en Bolsa del sector. A pesar de que la demanda es el factor más importante que
influye en las perspectivas de aumento de los precios del papel, esperamos que el
incremento de la presión sobre los costes derivado de unos precios de la celulosa más
xxxv
elevados ayude a modificar la tendencia en los precios del papel .
La producción de celulosa de mercado
Las fábricas de celulosa eran enormemente intensivas en capital. Una fábrica de celulosa
con una capacidad productiva de 800.000 toneladas, por lo general exigía una inversión
de casi 1.000 millones de dólares estadounidenses, un período de construcción de al
menos tres años y una vida útil estimada de treinta a cuarenta años. Una fábrica de
celulosa se construía para un tipo específico de madera y, por consiguiente, carecía de la
flexibilidad necesaria para adaptarse a otros fines. Durante el primer y el segundo año de
funcionamiento, por lo común las plantas de fabricación de celulosa trabajaban al 80 y al
90 por ciento de sus respectivas escalas mínimas de eficiencia (MES, según sus siglas en
inglés), y a partir del tercer año de explotación funcionaban al cien por cien de dicha
escala. En el año 2004, la escala mínima de eficiencia de una nueva fábrica de celulosa
era el 95 por ciento de la capacidad productiva máxima de la planta. Por ello, era
necesario realizar una reinversión anual igual al gasto de amortización correspondiente
con el fin de mantener la eficiencia de la fábrica en el futuro.
Chile
La República de Chile se extiende a lo largo de 756.950 kilómetros cuadrados, limitando
al Oeste con el Océano Pacífico Sur, al Este con Argentina y Bolivia y al Norte con
Perú. El país tiene una población de 15,8 millones de habitantes y un producto interior
bruto (PIB) per cápita de 9.900 dólares estadounidenses, lo que sitúa a Chile en el puesto
número 79 de la clasificación mundial por este concepto, justo entre Letonia y Trinidad –
Tobago.
El 1 de enero de 2004, Chile y Estados Unidos se convirtieron en socios comerciales
de libre cambio, lo que situó al país en una excelente posición para beneficiarse
de la recuperación de la economía estadounidense. Asimismo, había firmado un
acuerdo de libre cambio con la Unión Europea en el año 2002, que ya había
empezado a dar los primeros resultados satisfactorios. En 2003, Chile tuvo una tasa
de inflación bastante reducida, de sólo un 1,1 por ciento, y un crecimiento global del
PIB del 3,2 por ciento, en el que el sector agrícola representaba el 6,4 por ciento, el
sector industrial el 38,8 por ciento y el sector servicios el 54,8 por ciento. El país
había tenido una tasa de crecimiento de alrededor de un 8 por ciento entre los años
1991 y 1997. En 1999, Chile sufrió una recesión económica, que superó en el año
2000 tras lograr un crecimiento de 4,2 por ciento, volvió a reducirse en 2001 al 3,1
por ciento y de nuevo al 2,1 por ciento en el año 2002. La tasa de desempleo se
calculaba en torno al 8,5 por ciento en 2004.
Las exportaciones totales eran del orden de los 20.440 millones de dólares
estadounidenses y las importaciones de unos 17.400 millones de dólares. Los
principales países destinatarios de sus exportaciones eran Estados Unidos (19,1 por
ciento), Japón (10,5 por ciento), China (6,7 por ciento), México (5 por ciento), Italia
(4,7 por ciento) y el Reino Unido (4,4 por ciento). Chile importaba el 18 por ciento
de sus productos de la vecina Argentina y el 9,5 por ciento del también vecino Brasil.
Entre las demás importaciones importantes destacaban las procedentes de Estados
Unidos (14,9 por ciento), de China (6,5 por ciento) y de Alemania (4,3 por ciento).
Chile tenía un endeudamiento total de 42.500 millones de dólares en el año 2003 y su
divisa, el peso chileno, se había devaluado frente al dólar estadounidense, pasando de
688,94 pesos por dólar en 2002 a 691,43 pesos por dólar en el año 2003. El tipo
aplicable al impuesto de sociedades era del 17 por ciento, que se esperaba que se
mantuviera constante a medio plazo. En el año 2003, el coeficiente libre de riesgo de
Chile era del 4 por ciento y la rentabilidad esperada del mercado bursátil era del 11
por ciento.
Alejandro Pérez expresaba así su opinión con respecto a la situación en Chile: “
… Arauco está invirtiendo porque tenemos confianza, al igual que la tiene el Grupo,
en que las instituciones del país van a ser capaces de dar respuesta adecuada a las
necesidades del futuro … Cuando afirmo que Chile va a saber resolver sus
problemas, no quiero decir que no vaya a tener dificultades, ni que no vaya a cometer
errores. Lo que realmente quiero decir es que creo que contamos con unas
xxxvii
instituciones que nos permitirán seguir avanzando de manera razonable” .
La industria del papel y de la celulosa en Chile
Chile producía alrededor de 2,8 millones de toneladas de celulosa en el año
2000, de las cuales exportaba sobre todo celulosa kraft blanqueada de madera de
coníferas. Se preveía que la producción de celulosa en Chile superase los 3,5
millones de toneladas a finales del año 2004.
CMPC. La principal empresa competidora de Arauco en Chile era CMPC
(Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones).CMPC se constituyó en el año
1920 con el objeto exclusivo de satisfacer la demanda nacional de papel. Durante la
II Guerra Mundial, la compañía tuvo que hacer frente a una escasa oferta de celulosa
del mercado internacional, por lo que decidió realizar una integración hacia atrás y
dedicarse también a la explotación forestal y a la fabricación de celulosa mediante la
compra de la sociedad Los Pinares, que poseía una de las mayores reservas de
pinos de la región. En el año 1942, la empresa adquirió la Compañía Chilena de
Celulosa y Papel S. A., lo que la convirtió en el único suministrador del país de
papel de impresión y de envolver. La empresa se desarrolló notablemente durante los
años cincuenta y sesenta, aumentando su capacidad de producción mediante la
construcción de fábricas de celulosa y de aserraderos, así como fabricando cajas de
cartón para el sector frutícola y el pesquero. La compañía dio comienzo a sus planes
de internacionalización exportando celulosa a Japón, Corea y Europa.
En el año 2004, CMPC se dedicaba a actividades de explotación forestal, de fabricación
de celulosa, de papeles y cartones, de papel de seda y pañuelos de papel, así como de
otros productos derivados del papel a través de sus plantas de producción en Chile,
Argentina y Uruguay. La compañía era propietaria de 424.000 hectáreas de plantaciones
de pinos y eucaliptos en Argentina y en Chile, que cubrían la tercera parte de las
necesidades de materia prima de su producción de celulosa. La madera necesaria restante
la adquiría a propietarios forestales independientes. CMPC contaba con tres aserraderos
que producían 720.000 metros cúbicos de rollizos aserrados, de los cuales el 35 por
ciento se vendía en Chile, y el resto se exportaba a más de treinta países. En su única
planta de remanufacturado, la compañía elaboraba cartones de unión finger, molduras, y
productos laminados para su exportación a Estados Unidos, Japón y Europa.
La empresa poseía tres fábricas de celulosa y producía aproximadamente un millón de
toneladas de celulosa al año, colocándose así justo detrás de Arauco en cuando a
capacidad de producción. Vendía celulosa de mercado a empresas de Europa, Asia y
América del Sur, y contaba con oficinas comerciales en Tokio, Londres y Santiago.
En lo que respecta a la fabricación de papel, CMPC era sin lugar a dudas la empresa líder
del mercado nacional y una de las primeras de América del Sur. La mayor parte de sus
ventas de papel se realizaba dentro de América Latina. Contaba con tres plantas que
producían 200.000 toneladas de papel al año. La compañía también era propietaria de la
Sociedad Recuperadora de Papel (SOREPA), empresa dedicada a recuperar residuos de
papel y de cajas de cartón con el fin de reciclarlos en sus plantas especializadas de
reciclaje.
La compañía transformaba los papeles y los cartones en cajas de cartón ondulado para el
mercado de productos alimenticios y elaboraba papel para fotocopias y para materiales
de enseñanza, así como sacos especiales para el sector del cemento y de la construcción.
En el Anexo 15 se ofrece información financiera general de CMPC, además de la
correspondiente a otras de las principales empresas competidoras de Arauco.
Conclusión
Alejandro Pérez cavilaba sobre los posibles resultados de su reunión con el
Consejo de Administración. El proyecto Itata incluiría una fábrica de celulosa, un
aserradero y una planta de producción de paneles y de transformación de la madera. La
primera fase del proyecto, que comprendía una fábrica de madera contrachapada y un
aserradero, había sido aprobada por el Consejo de Administración en el año 2002. La
segunda fase del proyecto, a saber, la construcción de una fábrica de celulosa, pretendía
incrementar la capacidad de producción anual de celulosa de Arauco a más de tres
millones de toneladas, convirtiéndose así junto a Aracruz en el mayor fabricante de
celulosa de mercado del mundo, suponiendo siempre que los demás productores no
aumentasen mientras tanto sus producciones respectivas.
Pérez estaba convencido de que el Consejo iba a debatir acaloradamente acerca de cuál
era la mejor estrategia para el futuro de la empresa. Pensaba que algunos miembros del
Consejo se iban a mostrar muy reacios debido a los enormes recursos financieros
implicados en el proyecto y a la posibilidad de tener por ello que anular otras grandes
iniciativas durante la década siguiente. Pérez también pensaba que algunos otros
consejeros iban a preferir que Arauco aprovechase al máximo su ventaja actual de bajos
costes en la producción de celulosa para integrarse en el negocio de fabricación de
papel.
Asimismo, Alejandro Pérez consideraba que la economía chilena estaba en general bien
dirigida, por lo que tenía confianza en que Arauco se beneficiaría de los nuevos acuerdos
de libre cambio firmados recientemente con Europa y Estados Unidos. A pesar de que
esto sería un buen indicio para sus ventas internacionales de celulosa de mercado,
Pérez se preguntaba si la compañía podría hacerse aún más eficiente operando de
manera vertical.
Por último, Alejandro Pérez pensó en el magnífico paisaje chileno lleno de
frondosos árboles y echó una ojeada al montón de papeles acumulados encima de la
mesa. Había llegado la hora de tomar una decisión importante.

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