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2. PROBLEMAS Y ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA.

En La segunda unidad corresponde a los problemas de la enseñanza que este caso

son de orden emocional, disciplinario y didáctico y por supuesto la aplicación de

las estrategias para cada dificultad presentada en el aula.

Se tendrá en cuenta para el desarrollo de los problemas emocionales lo considerado

por Charloteo Bühler y Moraima Núñez Lara, quienes además esbozan diversos

síntomas representativos, los diferentes grados en que se presentan, así tenemos

los leves o transitorios, los permanentes y las conductas atípicas que como

educadores nos ayudaran a identificar a un alumno que esté presentando

problemas emocionales.

Es importante destacar en este momento cómo es concebido un problema desde el

orden educativo, este según el diccionario de la Real Academia de la Lengua es

visto como “un hecho que impide o dificulta alguna cosa la cual se trata de aclarar

para obtener una solución”. 1

Esa dificultad es sustentada en la manera de darse el proceso de enseñanza del

maestro y el aprendizaje de los estudiantes. Ahora bien, nos detendremos en estos

problemas emocionales, es de reconocerse con frecuencia en nuestra labor diaria

como educadores se encuentran con diversas manifestaciones de la conducta y

emocionalidad, las cuales son necesarias observarlas de cerca, pues lo que parece

1 RAE
ser un simple episodio de ira, tristeza o apatía puede ser la manifestación de un

Problema Emocional. Los aspectos relacionados anteriormente necesitan

respuestas inmediatas y de carácter institucional, puesto que estas dadas de otra

manera casi siempre restringen lo que se esperarían.

Según Charloteo Bühler, citado por Noemí Do santos, un problema emocional “es

una interrupción, una detención que tiene un individuo o un grupo en su evolución

o desarrollo. “ Por otra parte, la Lic. Moraima Núñez Lara, citada también por Noemí

Do santos, define los problemas emocionales como “Cuadros clínicos que se

instalan en la vida emocional de un individuo y que pueden interrumpir, congelar,

distorsionar y/o desconectar algunas, muchas y en los casos más graves todas las

expresiones comportamentales de su desenvolvimiento personal, familiar, laboral,

social y/o vital.” 2

Al analizar con detenimiento esta definición se puede inferir que la manifestación de

los problemas emocionales varían de un individuo a otro de acuerdo a sus

características individuales, a su historia personal, tomando en cuenta los factores

genéticos y ambientales, así como también la intensidad y magnitud de la

situación(es), indicadores estos que le permitirán a los especialistas (psicólogos,

psiquiatras, psicopedagogos) definir el grado del problema.

El Dr. Bower (2.003) señala además, que “existen problemas emocionales de

diferentes grados, así tenemos los leves o transitorios que son aquellos que

2 Problemas Emocionales. Psicopedagogía.com.


presentan conductas atípicas circunstanciales y/o reactivas producto de un conflicto

que está enfrentando en ese momento (reciente separación de los padres, muerte

o enfermedad de un familiar entre otros), esta situación puede durar algunos días,

semanas o hasta 3-4 meses, notando en la conducta mejoras en forma progresiva.

También “tenemos problemas emocionales en donde la atipicidad de las conductas

permanece, interrumpiendo, congelando sus diferentes actividades diarias,

deteriorando las relaciones interpersonales”(3) 3.

Continuando con la misma línea de pensamiento del autor anterior, él aporta una

lista de conductas atípicas que como educadores nos ayudarán a identificar a un

alumno que este presentando problemas emocionales:

1. Aparente inhabilidad para el aprendizaje, siempre y cuando no tenga explicadores

de orden neurológico, físico, sensorial, intelectual y/o salud.

2. Conductas inapropiadas o inmaduras ante situaciones personales familiares,

escolares y/o vitales.

3. Fallas o insatisfacción en sus interrelaciones personales.

4. Sentimientos de infelicidad y depresión.

5. Temores y miedos asociados a situaciones personales, familiares escolares,

sociales y/o vitales.

3Bower P. 2003. Effectivenessay and coste effectiveness of counselling in primary care. Cochrane Database of Systematic
Reviews.
6. Aparición de enfermedades físicas. 4

Como maestros observadores debemos mantenernos alertas durante el desarrollo

de nuestra tarea dentro del aula, llevar un registro de las conductas y tomar en

cuenta la frecuencia y la intensidad en la que se presentan. En estos casos

debemos mantener una actitud de respeto y disposición a prestar ayuda, esta última

puede ser apoyada y orientada por un profesional o equipo especializado.

También el doctor. Bower (2.003) señala que los Problemas Emocionales se

identifican en “esos momentos de tensión, en ese clima de tirantez que se produce

cuando ínter juegan las naturalezas humanas con sus conflictos particulares”. Entre

los más comunes se pueden citar:

Los problemas personales hacen referencia a todos aquellos conflictos,

necesidades y frustraciones que muestra el individuo en su entorno que puede ser

social, familiar, laboral, entre otros, o también aquellas que son originadas consigo

mismo.

Pero vale la pena preguntarse: ¿cómo se logra identificar ese tipo de conductas que

aunque son observables en el aula, suelen tener el sello de problemas personales?

Desde el alumno se aprecia en las ausencias reiterativas a clases, muestra mal

comportamiento, se observa distracción durante las clases, cierta agresividad,

desobediencia y apatía.

4 Bower P. Ibid.
Y el docente demuestra la falta de entusiasmo, inflexibilidad en los procesos

pedagógicos, intolerancia y desgano hacia la academia.

Otros de los problemas suelen ser aquellos presentados por el profesor donde

parece carecer de ganas para desarrollar la clase. Ante esta situación los alumnos

se muestran completamente apáticos. Es más se podría entender que el tema o la

asignatura no gratifica. Sin embargo, en repetidos estudios realizados por

investigadores a un mismo grupo, donde hacen parte diferentes profesores de la

misma asignatura, se ha evidenciado estar atentos, entusiasmados y reflexivos,

preguntan, opinan, escriben. De estas observaciones se podría decir, que la actitud

del docente condiciona en parte un espacio cortesano. Por esa razón, es pertinente

considerar que ese primer paso es darse cuenta de esa realidad, para así encontrar

la solución.

Como se trata no solo se deben ver los problemas, sino además, buscar los

mecanismos para darle solución, se puede mirar en primera instancia la relación

docente – alumno que debe estar enmarcada en los parámetros del afecto. Estudios

además han demostrado que los profesores y maestros que alcanzan mejores

resultados con los alumnos se debe a que ser más activos en las clases y por

supuesto en la organización de las actividades se nota la participación de los

alumnos, existen una proyección en el plano social. Así que fortalecer este

ambiente áulico, no compromete a una condición burocrática, ni tampoco a una


inversión económica o acudir a expertos, solo hace falta el lenguaje de la ternura,

enfatizado en el cariño y recurrir a una actitud optimista.

Un gran problema es no ver nuestra realidad emocional. Los expertos consideran

el hecho de obviar un estado emocional es como asumir una herida que se intenta

ocultar, tapándola, escondiéndola haciendo que esta se infecte y así pueda darse

el contagio a otros tejidos emocionales; hasta que revienta como una enfermedad,

donde sus síntomas es el desaliento, incurriendo en la mediocridad de los procesos.

No observar nuestra realidad es incidir en culpar a los otros de nuestros propios

conflictos. Es frecuente escudarnos en frases típicas como: "es un grupo difícil", "a

estos chicos no les interesa nada de nada", en lugar de cuestionarnos a nosotros

mismos y revisar en qué estamos fallando, para así reorientar nuestra labor. Desde

esta consideración, es bueno acudir al apoyo de nuestros colegas, sostener un

diálogo con ellos fortalece e invita a la reorientación de los procesos pedagógicos.

Si en caso de que el problema sea más agudo, se debe recurrir a la ayuda

profesional.

Las formas de comunicación también suele ser otros de los problemas que afecta

en el aula. Es de aclarar que los seres humanos no solo nos comunicamos con

palabras, sino también acudimos a los gestos, a las expresiones corporales que

suelen acompañar a la expresión verbal y en realidad son muy significativos. Por

ejemplo, una postura corporal nos dice más de un estado interno que lo que el

individuo mismo nos puede expresar con palabras. Es por esta razón, que se refleja
entre la emoción y el deseo una evidencia de los conflictos, por consiguiente, aflora

el dolor, la angustia, desesperación e impaciencia. De allí que la educación

formativa debe apuntar al estudio profundo de estos asuntos.

Muchas veces en las aulas se producen situaciones de tensión entre receptor y

emisor, quienes algunas veces no dicen las cosas como las sienten, ni como son

en realidad. Así mismo, algunas personas son brillantes resolviendo tareas

meramente académicas, y la hora de expresar o de darse cuenta de sus propias

emociones tiene dificultad en manifestarlas. Por eso, se hace necesario y pertinente

el estudio y reconocimiento de las emociones dentro de las relaciones profesor –

alumno para entender y resolver las situaciones conflictivas que se presentan.

Además, se considera que la falta de conocimiento emocional y la dificultad para

entender las emociones emitidas es considerada una de las razones de la falta de

disciplina en la escuela.

Como estrategia debe emplearse la sutileza, la generosidad, actitudes que son

manifestaciones de amor; a diferencia de exteriorizaciones de miedos,

inflexibilidad, rudeza, desprecio que suelen ser emociones derivadas del odio. Por

eso, hay que hacerse responsable de lo que se dice, se siente y se piensa y no

buscar culpables de nuestros estados en los otros, porque somos arquitectos de

nuestra vida. Esto permite afirmar, que el docente debe invitar con la propia

vivencia, recordando siempre “que si las palabras mueven, el ejemplo arrastra”.


El estrés es uno de los problemas que más se agudiza en el aula, específicamente

en el rol de la enseñanza. Los cambios vertiginosos que se está produciendo en la

sociedad actual, está dando lugar a problemas que afectan la labor docente,

llegando a recaer en la salud de éste. Implicaciones como la falta de indisciplina y

control de los estudiantes, el encargo de responsabilidades educativas propias que

le competen a la familia al docente; el cambio de valores y relaciones sociales; la

escasa valoración del profesorado; la heterogeneidad de alumnos en el aula; la

transferencia de responsabilidades al docente por falta de personal especializado y

la falta de nuevas estrategias metodológicas. Como alternativa de solución de los

problemas citados, se debe recurrir a periodos de descanso y cambios en las tareas

como ejercicios físicos de relajación para así evitar el estrés.

Otra de las barreras con las que se enfrenta el maestro en el aula es respecto a los

problemas de indisciplina de los alumnos, es la barrera más importante con la

que se choca a la hora de desarrollar el trabajo, en mayor medida que los actos

violentos, destacando como los cursos más problemáticos a los últimos de primaria

y los de la Educación Secundaria, es decir, coinciden con la pubertad y la

adolescencia.

De allí, la necesidad que tiene el maestro de conocer las características de los

periodos evolutivos y actuar en consecuencia. Para atender esta problemática los

docentes reclaman la necesidad de incorporar a nuevos profesionales como


orientadores, psicólogos, trabajadores sociales y logopedas, que apoyen al

profesorado.

Entre los problemas que atañen a la parte didáctica se encuentra la no

apropiación de nuevas tecnologías. La aparición de las nuevas tecnologías a los

centros educativos es hoy una realidad, esto supone que los profesores deben

adaptarse a estos avances tecnológicos. Sin embargo, la situación es otra, en la

mayoría de los casos, esta labor resulta difícil, despertando e incluso sentimientos

de incompetencia y de frustración ante el uso de dichos medios, esto a razón de

que muchos alumnos poseen un mayor dominio de los mismos. Hoy día la

educación de la sociedad del futuro depende en gran parte de estos medios y se

tendrá que adaptarse necesariamente a estos, lo cual aumenta el estrés.

Pero además de ser un problema desencadenante de estrés, por la misma

inseguridad que su falta de dominio es además en este siglo falta de una

competencia tecnológica. Es importante aludir que las nuevas generaciones de

jóvenes, como nativos digitales hacen parte de esta cultura, la de Internet y por

supuesto esperan que el aprendizaje sea dado a través de estos medios

electrónicos, situación que pone un poco en desventaja a un docente desprevenido

o que carece de conocimientos sobre este asunto.

En este aspecto aunque no es fácil, se hace necesario para asumir su nuevo rol de

docente debe adaptar y reorganizar un conjunto de viejas prácticas pedagógicas

que hasta el momento venía empleando en el aula desde lo tradicional, con nuevas
prácticas que le permitan estar a tono con los nuevos desafíos que le presenta el

avance tecnológico de este siglo, para lo cual requiere además una mentalidad

abierta a los cambios, procesos de capacitación en el uso de las nuevas

herramientas de comunicación como son: los chats, foros, sistemas de correo

electrónico, teleconferencias, blog, entre otros, para lo cual se debe poseer

conceptos claros sobre la solución de problemas que se pueden presentar

comúnmente con ellos.

Otro problema concerniente a la didáctica se relaciona con el dominio de las

estrategias motivacionales, en este caso en el antes, durante y después del

desarrollo pedagógico. En el antes hay que tener en cuenta el hecho de suscitar un

ambiente agradable de trabajo. Así que el clima del salón de clase debe ser cordial

y de respeto. Por lo que se debe evitar situaciones donde se humille al alumno.

En él durante se debe corresponder a la utilización de ejemplos, dar un uso de un

lenguaje familiar al alumno. Partiendo de los saberes previos del educando, el

maestro puede saber su forma de hablar y pensar. La manera de relacionar lo

anteriormente dicho es ubicarlo en el contexto cultural, destacar sus experiencias y

valores. Y en cuanto al después se deben optar por el diseño de evaluaciones que

no sólo proporcionen información del nivel de conocimientos, sino también que

permitan entender las razones del fracaso, en caso de existir. La evaluación debe

mirarse para ventilar las fallas del proceso ocurridas en la enseñanza aprendizaje,
de tal manera, que el profesor y el discente puedan profundizar en ellas y

subsanarlas.

El desconocimiento de los estilos de aprendizaje educandos se considera un

factor asociado a los Problemas Didácticos en el sentido de que condiciona su

identificación, evaluación, el tratamiento y por ende el uso de estrategias y técnicas

metodológicas que permitan ofrecer una variedad de posibilidades que faciliten el

aprendizaje diferenciado para atender estas situaciones en el aula.

En este sentido, la literatura revisada señala que existe una brecha cuando los

estilos de enseñanza del profesor y los estilos de aprendizaje de los estudiantes no

corresponden. Esta situación puede provocar desinterés en el estudiante, pobre

aprovechamiento académico, pobre participación, poca asistencia, bajas e

insatisfacción, en general.
RESUMEN

La unidad denominada Problemas y estrategias de enseñanza se concibe como

aquellas dificultades presentadas en el aula desde los procesos de enseñanza, pero

también de aprendizaje, entre estas están: las concebidas como motivacionales,

aquí se hallan las de tipo personal, de comunicación y otras más relacionadas con

el estrés.

También se encuentran las de carácter disciplinario, las cuales se ven reflejadas en

el aula cuando el alumno demuestra agresividad, apatía, conflictos escolares y

desmotivación hacia el aprendizaje.

Otras son las de naturaleza didáctica, estas se refieren a una serie de supuestos

prácticos en los cuales el profesor tiene que resolver una situación que se le

presente en el aula. Y ahora con la presencia del enfoque de competencia, es clave

que los alumnos aprendan a desarrollar procesos cognoscitivos para ser aplicados

a situaciones nuevas; y no sólo aplicaciones del conocimiento. Se plantea entonces

un cambio en el énfasis puesto tradicionalmente en la enseñanza hacia un énfasis

puesto el aprendizaje. Se ubican en este problema el desconocimiento de los

estadios de desarrollo del alumno; estilos de aprendizaje; el poco dominio de

estrategias motivacionales y de la tecnología.


BIBLIOGRAFÍA

BOWER, G. Bower P. 2003. Effectivenessay and coste effectiveness of counselling

in primary care. Cochrane Database of Systematic Reviews.

DÍAZ Barriga Arceo, Frida y otro. 2002. Estrategias Docentes para un aprendizaje

significativo, segunda edición.

SÁNCHEZ, Mendías Mª Carmen. 2007. El estrés docente, un grave problema para

la enseñanza. http://www.psicopedagogia.com/problemas-emocionales

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