Está en la página 1de 2

Los tejidos formales del poder.

Caudillos en el Interior y el Litoral rioplatenses durante la primera


mitad del siglo XIX – Goldman y Tedeschi

El fenómeno del caudillismo rioplatense se analiza desde dos diferentes enfoques: el primero trata de la
inserción del caudillo en el espacio político provincial, principalmente en las instancias estatales a partir
de 1820. El segundo enfoque se centra en la reconsideración de las zonas rurales como ámbitos no
exentos de los ordenamientos institucionales. Analizando el período de predominio del caudillo riojano
Facundo Quiroga, se destaca la coexistencia del poder político personal del caudillo junto a los poderes
legales provinciales, y su insistencia de justificar su accionar público basándose en “las leyes” y “los
derechos del pueblo” se vinculaba con un cambio en los mecanismos de legitimación del poder luego de
la caída del poder central en 1820. En la provincia de Santa Fe, con el régimen de 20 años de Estanislao
López, quedó evidenciada la relación entre las finanzas, la construcción del Estado autónomo y la política
interprovincial, que derivó en un fisco débil, pero equilibrado.

El texto busca comprobar, a partir del método comparativo, que los caudillos y sus milicias se encuentran
integrados a una estructura militar de origen colonial que se articula a partir de 1820 en una nueva red
jerárquica y territorial provincial, permitiendo reconsiderar la relación entre lo urbano y lo rural.

Caudillo, poder político y soberanía

- La organización política de las provincias luego de 1820 y la nueva relación entre ciudad y
campaña

Luego de la caída del poder central en 1820, el territorio se fragmenta en varias soberanías que
coexistirían hasta la constitución federal de 1853 y esto da lugar a la formación de aspiraciones
autonómicas y de las nuevas formas de poder del caudillo. La relación entre la ciudad y la campaña había
sufrido cambios, cobrando más relevancia las zonas rurales.

En la provincia de Santa Fe, la llegada de López en 1818 y el dictado del Estatuto Provisorio en 1819
conforma su autonomía, pues se instituye la figura del Gobernador electivo y la permanencia del Cabildo
subordinado a la Sala de Representantes constituía por los 4 territorios que conforman la provincia: la
capital, Rosario, Coronda y San José del Rincón. La participación de la campaña en la política santafecina
se respetó, pero se limitó a la elección directa de los representantes, pues no para la elección del
Gobernador (que era designado por la Junta de Representantes). El carácter rudimentario de las
normales permitió que López pudiese revocar artículos y presentar decretos, en correspondencia con el
ejercicio de facultades extraordinaria otorgadas por la Sala.

Por su parte, La Rioja se declara autónoma en 1820, y entre 1823 y 1825, Quiroga desplegó su poder
desde el cargo de comandante del departamento de Los Llanos, pero sin desaparecer las autoridades
locales, que se mantuvieron junto con la estructura política legal. Se observa en la provincia la tendencia
a elegir como diputados a vecinos residentes en la ciudad.

Mientras López concentra más autoridad por ser Gobernador y comandante General, Quiroga ejerce su
influencia desde su función de comandante general, aunque ambos se ven en la necesidad de elaborar
estrategias vinculares con los representantes municipales o provinciales.

Caudillo y estructura militar provincial

- Las bases militares en el ascenso al poder de los caudillos

Ambos caudillos ascendieron en el orden militar hasta ocupar los cargos de comandantes generales. Esta
base militar fue la que sostuvo a los caudillos en el gobierno. Las milicias estaban integradas por todos
los habitantes de las ciudades, villas, pueblos y campañas. En estas milicias se apoyaba Quiroga, que
eran predominantemente rurales con oficialidad profesional; mientras, López basa su autoridad en los
escuadrones de Dragones de la Independencia, tropas cuasiprofesionales, regulares y con asiento en la
ciudad.

- La organización militar de las provincias


El comandante general de armas era el principal representante de la provincia asentado en la ciudad
capital y con mando directo sobre las tropas. El resto del territorio se dividía en tres departamentos con
su comandante militar, capitán de las milicias del lugar. Hacia 1836, se agregaron los comisarios de
campaña para controlar los distritos interiores a los departamentos y sus habitantes.

Además, la estructura militar estaba integrada por dos tipos de formaciones: los Dragones de la
Independencia, que eran tropas permanentes que coexistían con las milicias, con características no
permanentes y que pertenecían a la infantería o a la caballería.

- Negocios particulares y finanzas públicas

El análisis del inventario de los bienes de López en 1838 permite apreciar que las actividades como
particular se concentraron en establecimientos dentro del territorio provincial. En todo su caudal
financiero, el conjunto de actividades que se desarrollan en sus posesiones nos estaría indicando una
diversificación de la producción, en particular en la campaña (basado en la cría del ganado vacuno,
caballar, ovino y mular, y una actividad agrícola). Igualmente, la evolución patrimonial y muchas
características de su actividad privadas son desconocidas. Con el objeto de financiar la estructura militar
de Santa Fe, los importantes ingresos que provenían del cobro de servicios a otras provincias constituyen
un gran caudal de dinero.

El cobro de servicios militares a provincias en conflicto podía adoptar variadas modalidades:


recomposición del ganado, reconocimiento de gastos militares, gratificaciones en dinero a los jefes de
divisiones e imposición de garantías usurarias. Las remesas económicas dieron la posibilidad a López de
liberar progresivamente a los vecinos de Santa Fe de contribuciones forzosas.

- A modo de conclusión

El texto esclarece la existencia de un conjunto de prácticas consuetudinarias y vínculos formales que


articularon las relaciones de los caudillos con el ámbito institucional provincial, las milicias y otros
agentes económicos. La organización de la estructura militar en ambas provincias se apoyó en una red
jerárquica y territorial tanto urbana como rural; y en base a ello, los caudillos desarrollaron su capacidad
social de convocatoria en su condición de propietario rural y de jefe militar. Los caudillos utilizaron para
acrecentar sus patrimonios los instrumentos legales y el saqueo de ganado o dinero en las invasiones a
otras provincias.

También podría gustarte