CAPITULO III

Los orígenes del federalismo Rioplatense (1820-1831)

Con la caída del poder central en 1820 emergió una nueva realidad: afirmarse cómo estado
autónomos provinciales.

Los estados autónomos a partir de 1820 fueron El punto de partida para una organización
política-estatal sobre la única unidad sociopolítica existente en el período: la ciudad-provincia.
El conjunto de normas fiscales, legislativas y políticas que las provincias se otorgaron, luego del
fracaso del intento de constituir un estado rioplatense, son testimonios de los esfuerzos de las
élites provinciales por consolidar espacios soberanos, aunque sin perder la denominación de
provincias. Por un lado se buscaba designar las gobernaciones intendencia, y por el otro de la
calidad de provincias que le otorgaron los gobiernos centrales durante los breves lapsos de su
existencia. Pero la provincia autónoma no fue una prolongación de la antigua provincia de
intendencia, sino una ampliación del papel político de las ciudades gobernadas al punto de
configurar una soberanía independiente.

Las provincias no surgieron como parte integrante de un estado superior a ellas, si no Cómo
partes integrantes que llegaron asumirse como sujetos de derecho internacional. La tendencia
confluir en lo que será el futuro estado nacional argentino convivio, durante la primera mitad
del siglo 19, con la tendencia a la autonomía de la provincia.

LA CAÍDA DEL PODER CENTRAL EN 1820 Y LA FORMACIÓN DE LOS ESTADOS PROVINCIALES.

En julio de 1819 Rondeau reemplazo a Pueyrredón, en el cargo de director. Mientras el

congreso sesionaba en forma secreta, buscando coronar al duque de Luca, Carlos de bordón.
En la banda Oriental la élite montevideana veía con buenos ojos la incorporación del territorio
al dominio portugués. Buenos Aires intento doblegar al litoral con reiteradas invasiones a
Santa fe y la promoción de residencias internas en Corrientes y Entre Ríos., Que solo lograron
consolidar aquellos partidarios de Artigas, Cómo Estanislao López en Santa fe y Francisco
Ramírez en Entre Ríos.

En enero de 1820 un grupo de oficiales- Juan bustos, José Paz y Alejandro Heredia- se sublevó
en posta de arequito en contra del directorio, iniciando el breve proceso de derrumbe del
poder central.

En febrero el ejército porteño, fue vencido en los campos de cepeda por las fuerzas del litoral,
conducidas por Ramírez y López, qué exigían la disolución del congreso y la renuncia del
director Rondeau. Lo que generó en Buenos Aires una crisis política sin antecedentes. El
cabildo de Buenos Aires asumió en febrero de 1820 la función de gobernador y proclamó la
disolución del poder central, renunciando en nombre de Buenos Aires a su rol de capital de las
provincias Unidas. Surgió entonces una nueva entidad política: la provincia de Buenos Aires,
qué en febrero de 1820 firma el tratado del pilar para alcanzar un acuerdo de paz con las
fuerzas de litoral.

Qué consecuencias tuvo la disolución del poder central sobre el conjunto del territorio?
La separación del directorio acelero el proceso de disgregación de la antigua estructura
virreinal que los gobiernos revolucionarios ya habían iniciado, para dar nacimiento a
verdaderas soberanías autónomas.

Durante las primeras décadas revolucionarias habían surgido nuevas provincias en los límites
de las ciudades y sus jurisdicciones. En 1813, el SEGUNDO TRIUNVIRATO,. Leo el gobierno
intendencia de cuyo al separar la Mendoza, San Juan y San Luis de la intendencia de Córdoba.
En 1814, el director posadas formó las provincias de Entre Ríos y corrientes al separarlas de las
intendencia de Buenos Aires. A su vez la intendencia de salta del Tucumán se dividió dando
nacimiento a las provincias de Salta y Tucumán. En 1818 Santa fe se separó, por voluntad
propia, de Buenos Aires.

Santiago, en 1820, y Catamarca en 1821, deciden declarar su independencia en Tucumán . La

Rioja se separa de Córdoba en 1820, Jujuy de salta en 1834. Con el nombre de República del
tucumán.

Es necesario distinguir los intentos de separación de pueblos de las capitales provincias e

intendencias anteriores a 1820 de los movimientos autonomistas del ‘20 .

A partir de 1820 mientras la estructuración jurídico política de una nueva nación de viene un
objetivo cada vez más incierto, otros instrumentos legales buscaron reorganizar un orden
social. El pacto de 1831 tuvo un rol fundamental y proporciona una clave para la comprensión
de la naturaleza del federalismo de la época.

FEDERACIÓN Y CONFEDERACIÓCONFEDERACIÓN
Existió una confusión entre federalismo y confederación ismo,
jose Carlos chiaramonte llamado la atención sobre el hecho de
que esté equivoco se vínculo con la división historiográfica que
considera va a las provincias, formadas en el río dela plata luego
de 1820.
Hasta que se proclamó la Constitución de Filadelfia en 1787, los
tratadistas políticos conocían una forma de federación: la
confederación como Unión de Estados independientes.
Lo federal se identificaba así con lo confederal y lo nacional
designaba al Estado federal que se representaba como una
nueva solución de compromiso frente al fracaso de la
experiencia con federal para organizar una nación.
El nuevo estado federal norteamericano surgió en 1787, creo
una soberanía única, del conjunto de nación, qué se yuxta puso
con la soberanía de los estados miembros.
Es más adecuado designar como tendencia federales a las que se
manifestaron con fuerza durante el proceso de creación del
Estado federal en 1853 y reservar la denominación de tendencias
confederales a las que predominaron durante la primera mitad
del siglo 19.
Las formas de organización política- confederal y federal-
permite conocer Y definir mejor la naturaleza de las unidades
políticas que participaron realmente en el proceso abierto por la
independencia, así como la índole de los conflictos políticos
militares qué se suscitaron.
Luego de la independencia la construcción de nuevos estados era
algo indefinido y por lo tanto, la naturaleza política de las
llamadas “, fue algo abierto a diversas posibilidades: una, la de
convertirse en Estados independientes, otra, la de integrarse a
una unidad mayor, supra provincial, el futuro estado nacional
argentino.
En 1824 Buenos Aires convocó a un nuevo congreso
constituyente pero fue nuevamente rechazados por las
provincias, por su contenido unitario.
Luego del fracaso de 1827, en el río de la plata solo quedaron los
estados provinciales que alcanzaron una formalización provisoria
de sus relaciones mediante la firma del pacto federal.
En 1831, corrientes, Buenos Aires, tres Ríos y Santa fe
suscribieron un acuerdo al que luego se incorporaron las demás
provincias. En el artículo primero, las provincias firmantes
expresaron su voluntad de paz, amistad y unión, “reconociendo
recíprocamente su libertad”… la intendencia, representación y
derechos. En ella es expreso mi reconocimiento de la libertad y
de la independencia de cada una de las provincias signatarias, y
se denego una comisión representativa de los gobiernos de las
provincias litorales de la República Argentina y la organización de
las fuerzas militares necesarias en caso de guerra. No se fijaba la
creación de un poder central.
Lo que se entendía por federalismo en el río de la plata,
Especialmente por parte de los caudillos federales, era alguna
forma de confederación que permitiese resignar lo menos
posible el control político de su provincia.
Las constituciones provinciales remitían a una futura nación
utilizando términos tales como: República Argentina o “Estado
Argentino “.

EL ESTADO PROVINCIAL Y EL EJERCICIO DE LA SOBERANÍA.

Producirse la crisis de 1820, las provincias conservaron las
instituciones heredadas de la dominación española y las que se
habían creado durante el primer decenio de existencia
independiente. El régimen de las ordenanzas de intendentes
perduró en diversos aspectos, pero más se atiende a
disposiciones del reglamento provisorio del 3 de diciembre de
1817. Con el surgimiento de los estados autónomos, aparecieron
los textos constitucionales provinciales-primero es el de Santa fe
en 1819-.
Las constituciones y las leyes complementarias rigieron El
desenvolvimiento institucional provincial.
La historiografía Argentina sostuvo que las constituciones
provinciales reprodujeron el contenido de este reglamento, cuya
letras revelaba la influencia de la constitución del Estado de
Massachusetts de mis de R1780. Sus disposiciones habrían
quedado en la mayoría de las provincias regulando el sistema
electoral, el régimen municipal y la organización judicial.
Las constituciones provinciales rioplatenses tendían a fundar la
autonomía provincial frente a las tentativas de unificación
estatal, monárquica, o republicanas unitarias. Siguieron los
lineamientos del constitucionalismo republicano al establecer un
poder legislativo basado en la soberanía popular.
Antes de que surgiera la legislatura, el cabildo de cada ciudad
ejercía funciones sobre su respectivo centro urbano y la zona
rural de su dependencia. La fijación de la elección de los
cabildantes por sufragio popular, bajo la forma del cabildo
abierto, término por hacer que cada cabildo te niega a
desempeñar funciones legislativas provinciales. Pero la
necesidad de considerar los intereses de la campaña dio origen a
las legislaturas.

En la mayoría de las provincias, los nuevos textos

constitucionales proclamados a partir de 1820 crearon las salas
de representantes, pero en el caso de Buenos Aires sala surgió
una ley especial.
La rivalidad entre los cabildos y las salas de representantes no
derivó exclusivamente de la superposición de jurisdicciones, sino
del hecho de ser dos instituciones de naturaleza histórica
diferente. El cabildo era la expresión del estatus de sociedad, la
legislatura representaba a la provincia. Así, las nuevas soberanías
autónomas fueron el resultado de la incorporación de la
campaña en la definición de un nuevo régimen representativo,
que según el ordenamiento político del régimen español, carecía
como tal de representación en los cabildos. Al final de este
proceso todos los cabildos desaparecieron, con excepción el de
orán en salta, qué subsistió hasta la organización nacional.
La calidad estatal independiente de los estados provinciales se
manifestó así al definir facultades para el ejercicio de la
soberanía. Está prórroga tibas se expresaron en los textos
constitucionales pero en la legislación provincial relativa a la
justicia, finanzas públicas, comercio exterior, defensa del
territorio, relaciones interprovinciales, amonedacion, relación de
pesas y medidas, ejercicios de patronato y organización de la
enseñanza.
Las constituciones provinciales muestran la persistencia del
sentimiento de identidad americana en coherencia con el
provincial.
El estatuto provisorio de Santa fe promulgado por Estanislao
López en 1819 solo existen la provincia y América. No menciona
unidad posibilidad de unidad rioplatense.
Las constituciones de Entre Ríos, corrientes, Catamarca y Santa
fe confieren la ciudadanía no solo a los nativos de la provincia
sino a los de América antes españolas.
Gas de Buenos Aires y Córdoba y el proyecto de Constitución
para Buenos Aires, plan imitan al nativo pero también admiten,
con ciertas condiciones y por cierto tiempo para cualquier
extranjero.
San Juan San Luis y Tucumán no determinan nada al respecto.
Por otra parte, existieron diversas formas de expresar la relación
entre es afirmación de soberanía estatal provincial y los
proyectos constitucionales de alcance rioplatense o
hispanoamericano. En las constituciones de Santa fe, corrientes y
Santiago del Estero No hay ninguna mención al proyecto de
reunión de un congreso constituyente. Es la provincia la que
ASUME todas las atribuciones estatales consideradas nacionales
en los que respecta a la guerra, comercio exterior, relaciones con
la iglesia, etc.
Las constituciones de Córdoba ,Salta y Entre Ríos sí contienen
referencia a una posible asociación política de las provincias
rioplatenses con limitación de la soberanía que ello implicara. La
Constitución de Córdoba afirma: la provincia de Córdoba es libre
e independiente, reside esencialmente en ella la soberanía y le
competa establecer sus leyes fundamentales por constituciones
fijas, y entre tanto por reglamentos provisorios…” en cuanto no
perjudique los derechos particulares de las demás provincias y
los generales de la confederación.
Fracasado el proyecto unitario en 1827, la reunión de una
convención nacional en 1828 reveló que las provincias no
estaban dispuesta a continuar lo. Con la firma del pacto federal
se fortaleció al ejercicio de la soberanía. Salvo las relaciones
exteriores qué fue delegado en el gobierno de Buenos Aires. Lo
cual favoreció el crecimiento de influencia política de Buenos
Aires sobre la mayoría de los gobiernos provinciales reflejando
así su poder-acompañando la negativa de rosas a constituir el
país- Cómo la imposibilidad de los estados provinciales de
trascender su autonomismo.
La ley bonaerense del 7 de marzo de 1835 otorgó poder absoluto
al gobernador rosas. A partir de 1835 el uso de los poderes
extraordinarios para regular el mando político dio como
resultado que en algunas provincias se concedieran esas
atribuciones por todo el período legal de gobierno.

EL CAUDILLISMO: LEGALIDAD Y LEGITIMIDAD

El caudillismo tenía que ver con un jefe de tropas qué no eran
profesionales sino que estaban compuestas por grupos armados,
organizados sobre la base de un sistema informal de obediencia,
sostenida por relaciones de tipo patrón peón o protector
protegido.
Era n quiénes habían impedido el proceso de organización
nacional iniciado en 1810. LOS caudillos impulsaron proyectos de
organización constitucional de carácter federal.
Los caudillos tendieron a basar su dominio en formas
republicanas y representativas de gobierno. Pues los propósitos
de creación de una nueva República y la legalidad constitucional,
es en asociados en el río dela plata, partir de la década del ’10, a
la lucha por la independencia, consolidación de Estados
provinciales, a la instauración de un espacio público y de un
régimen representativo liberal llamada La feliz experiencia de
Buenos Aires entre 1820 y 1829. Dentro de estas experiencias,
los lenguajes empleados, al igual que las prácticas políticas y las
instituciones, revelar una compleja imbricación de tradiciones
políticas a veces contradictorias.
Lo cierto es que el conjunto de las soberanías provinciales
adoptó, ciertas formas republicanas representativas, a las cuales
no escaparon los mismos regímenes de caudillos, Cómo solución
provisional para legitimar un orden social y político luego de las
luchas de independencia, pero también para resistir a las
tendencias hegemónicas de Buenos Aires. Una nueva y compleja
relación se estableció entre legalidad, coerción e incluso terror.
Facundo Quiroga comenzó una rápida carrera de ascenso al
poder en 1816, cuándo fue nombrado capitán de las milicias de
San Antonio, en enero de 1818 paso a desempeñar el cargo de
comandante de malazan; en 1820 fue nombrado sargento mayor
y comandante interior de los llanos; en 1822 el gobierno le
confirió el grado de coronel y el empleo de comandante general
de la provincia; en 1827, la sala de representante le concedió el
grado de brigadier.
El ascenso al poder de Quiroga se basó en el control militar de
los llanos y se vínculo con un rasgo peculiar de esta región. Los
llanos constituyen la zona codiciada por la provincia de San Juan,
qué se abastecía de su abundante ganado.
De 1823 Quiroga cuenta con consignatarios en San Juan, por
medio de los cuales abastece de carne al comercio minorista de
esa ciudad y envía ganado a invernar. Así, tanto la acción militar
como el comercial del caudillo se combinaron para neutralizar
los peligros que se cernían sobre los llanos, estoy dando la
jurisdicción provincial pero también su propio poder.
El caudillo también alcanza notoriedad en el interior. 1826 se
lanzó a la conquista de las provincias del Norte, en oposición a
los rivadavianos, consolidando un bloque de las provincias
centrales( La Rioja, Cuyo, Córdoba y Santiago del Estero) y
contribuyeron al fracaso del último intento de organización
nacional ensayado desde Buenos Aires entre 1824 y 1827. Pero
en el interior pese al triunfo de Quiroga, no logro consolidar una
unidad política estable.
Quiroga se enfrentó dos veces a paz pero fue vencido en la
célebre batalla dela tablada en 1829 y oncativo en 1830. Estás
derrotas condujeron al caudillo a establecerse en Buenos Aires.
En 1831 Quiroga recupera El dominio del interior, con el apoyo
de la Liga del litoral, vencer al ejército de lamadrid. Y muere
sorpresivamente en Barranca Yaco
Quiroga logró un cierto ordenamiento legal en La Rioja.
A diferencia de las otras provincias, La Rioja, Buenos Aires y
Mendoza, v no logro darse una constitución para regular el
funcionamiento de sus poderes. Sí contaba con un reglamento
parcial del reglamento provisorio de 1817.
Los nombramientos de oficiales y comandantes de las milicias se
aprobaron por medio de despachos o de comunicaciones con el
sello del gobierno noticia también estaba a cargo del gobernador
junto al poder del caudillo extin existieron así efectivas funciones
de gobierno parte de ella de origen colonial.
Sí bien Quiroga se apoyó en milicias de la campaña, no es menos
cierto que las zonas rurales no constituyeron ámbitos ajeno a
cualquier tipo de ordenamiento institucional. Existen evidencias
que revelan la vigencia de una reglamentación articuladora de
las relaciones militares entre las milicias del caudillo y el
gobierno provincial. En 1820 se estableció el reglamento de
milicias del 14 de febrero de 1801, y se mantuvieron
disposiciones del reglamento provisorio de 1817 para la
organización miliciana.
Lo cierto es que el poder del caudillo, basado en parte
importante en relaciones informales de tipo familiar, amistosa y
comercial, se sostuvo también en un conjunto de relaciones
formales. Quiroga acto con frecuencia en el marco de las
normas, muchas de ellas de origen español, qué regulaban las
relaciones comerciales de la época, Cómo la escrituración de la
compra de tierras o el pago de derecho de exportación a su
provincia.
No cabe afirmar que el caudillo se sometió a las disposiciones de
las autoridades provinciales, si no reconocer la existencia de una
relación más compleja entre legalidad y legitimidad en
regímenes de caudillos, en un período en que la formación de
liderazgos políticos se vínculo con la afirmación de soberanías
provinciales que coexistieron conflictiva mente con proyectos de
organización nacional.