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Teórico S8: Los Tres Registros

Vamos a tomar el tema de los tres registros. Ustedes tienen ahí una referencia que es la
desgrabación de los teóricos dónde y yo mismo he dado esa clase. Lo que llamamos
habitualmente tras registro son tres dimensiones, tres órdenes que permiten pensar el campo
al cual nos estamos refiriendo y son tres dimensiones que vamos a utilizar de ahora más a lo
largo del año, de hecho los venimos utilizando, pero en esta ocasión queremos detenernos un
poco para dar algunas referencias que sean de utilidad para que ustedes puedan trabajar con
estas referencias con las cuales Lacan trabajo a lo largo de toda su enseñanza. Vale la pena
decir que, más allá de los momentos de la enseñanza de Lacan, son tres registros que están
enganchados entre sí, que no es uno sin el otro. Luego la última enseñanza de Lacan él
mismo da algunas indicaciones de las alteraciones que puede haber cuando un registro se
desengancha de los otros principios. Partimos de la idea que los tres se encuentran
enganchados y que uno tiene incidencia sobre el otro. No es lo mismo por ejemplo (lacan lo
resalta en el comienzo de su enseñanza y en los seminarios que ustedes leen que es el
seminario 3 y alguna referencia del seminario 1 y del 2) el registro de imaginario estudiada
por la etología en el campo animal que en el campo del ser humano, donde tiene la incidencia
de lo simbólico.
En esta ocasión lo que me interesa es resaltar, por lo menos en un principio, la diferencia
entre el Sujeto y el Yo. Esa diferencia nos va a servir para marcar una primera diferencia
entre lo simbólico y lo imaginario. El Sujeto es una instancia que está determinada por lo
significante. Lacan planteaba que un significante representa el sujeto para otro significante.
Es decir que, para Lacan, hay sujeto antes de que nazca el individuo, y puede haber sujeto
más allá de la muerte del individuo. Es más, podría existir un sujeto más allá de la existencia
o no de un individuo, por ejemplo, nosotros podemos hablar del sujeto de una novela equis y
hasta podríamos interpretar la condición subjetiva de esa de ese personaje o de ese
protagonista. Por ejemplo, nosotros podemos leer hoy los sueños de Freud e interpretamos y
podemos decir que allí hay un Sujeto. Otra cosa es cuando ese sujeto es encarnado por
alguien, el ejemplo de las obras de teatro que intentan encarnar el sujeto de una novela o una
obra de teatro etcétera. Ahora bien, cuando Freud plantea que alguien tiene un fallido, eso es
una sorpresa para el individuo mismo. En este caso vamos a decir para el Yo del individuo,
uno estaba queriendo decir una cosa y tiene un fallido y a partir de eso, con la posibilidad de
un análisis, uno puede descubrir algo del sujeto del inconsciente. Es decir, que el inconsciente
tiene un Sujeto desconocido para el Yo y eso marca una distancia entre yo del individuo y la
instancia subjetiva, que supone un deseo inconsciente desconocido para el individuo. Ya allí
marcamos una diferencia. El Yo supone siempre un desconocimiento del inconsciente. Uno
cree que cuando está hablando está diciendo lo que quiere decir, pero podría decir algo más,
algo de otro orden de lo que está queriendo conscientemente decir. Allí es cuando surge ese
plus, que es el plus del deseo inconsciente. En ese sentido, para Lacan, el Yo por excelencia
tiene su ligazón con lo Imaginario. Lo ligamos también con la Imagen corporal. De hecho
cuando alguien le piden que se defina a sí mismo, una manera de definirse tiene que ver con
las características de la imagen corporal. Soy alto o bajo, rubio, morocho, etcétera; esas
características que lo definirían a uno desde la imagen corporal. Todo esto lo vamos a ir
ahondando a partir del narcisismo también y el valor que tiene el narcisismo para la
constitución del Yo y, a su vez, con el estadio del espejo.
Ahora otra cosa, entonces, es el Sujeto el inconsciente. Ese sujeto del inconsciente está
entramado en lo que Lacan define como estructura, en el seminario 3, como un conjunto de
elementos covariantes. Es una definición que vale la pena ir distinguiendo cada uno de los
elementos. Cuando Lacan dice conjunto quiere decir que no hay todos los elementos,
conjunto es una cantidad equis pero no todos. Los elementos a los que hacemos referencia,
son los significantes. Eso que Lacan llama significante, podríamos decir, que son los que en
Freud llamamos huellas mnémicas o representaciones. Esos significantes covarían entre sí, es
decir, se ligan entre sí. Ustedes saben que en los términos Lacan, para que se cobre sentido
hay que ligar un significante con el otro y poder puntuar esa frase para que cobre un sentido.
De hecho, el chiste, en los términos de freud, como lo redefine Lacan a partir de la estructura
significante, supone poner un significante uno al lado del otro y aparece un significante
sorpresivo que le da un sentido inesperado a eso que venía de una manera en especial y allí
entonces es cuando surge el efecto de la risa y el efecto chistoso, como algo totalmente
novedoso. Es decir, que la manera en que se covarían esos significantes dan un sentido o dan
otro, dan múltiples sentidos, por eso Lacan habla de la polisemia del significante. Esto es la
variedad de sentidos que puede traer un significante. En el campo del significante siempre se
puede agregar un significante más, justamente porque no es una totalidad. En otras ocasiones
he dado el ejemplo del juego del cen q el zen es un juego oriental que tiene tantas fichas
como agujeritos tiene el tablero, sin embargo le falte una una ficha, es lo que permite que
todas las demás fichas se puedan mover en ese tablero. funciona así, son todas menos una.
Hay tanta ficha como agujero menos una, eso es lo que suponemos en el campo del
significante . Hay un dicho popular que es que a alguien le falta un tornillo y este para hablar
de la locura de alguien , actualmente uno podría decir a alguien le falta un jugador. En
términos de Lacan, uno podría decir que a todo el mundo le falta un jugador. Toda la
diferencia la vamos a ver cuando trabajemos especialmente la cuestión de la diferencia entre
la neurosis y la psicosis, va a ser qué jugador le falta a cada quien. La importancia que le da
Lacan al nombre del padre como un jugador central en el campo de los significantes. En un
sentido podríamos decir que en el campo de los simbólicos siempre vamos a encontrar un
agujero, un tropezón, un vacío, etcétera. En el campo de lo Imaginario lo que vamos a
encontrar la tendencia a completar lo que no está completo, que es propiamente lo que
trabaja la gestalt. Cuando uno dibuja algo que es casi un círculo la Gestalt dice: uno tiene la
tendencia a ver el círculo completo, verlo en ese lazo entre lo imaginario y lo simbólico. Lo
imaginario tiende a completar lo que lo simbólico no completa.
Por otro lado tenemos la instancia de lo Real. Lacan a la dimensión o el registro de lo real lo
define por primera vez como lo que vuelve siempre al mismo lugar . Es una referencia que
hace alusión a los planetas y a la rotación y cómo se mueven los planetas. Hay otra definición
que vamos a usar bastante y que aparece en el seminario 3, que es pensar lo real como lo que
está por fuera de lo simbólico. Si antes decíamos que lo simbólico no puede completar todo,
siempre hay algo que está por fuera de lo simbólico, a eso que está por fuera de lo simbólico
lacan lo llama real. Lo va a distinguir de la realidad. Realidad que freud llamaba realidad
psíquica, para freud esa realidad psíquica, y en algún sentido para Lacan, esa realidad es una
ficción .Una ficción que por ser tal no hay que menospreciarla, todo el mundo tiene alguna
ficción de su vida y es la ficción que comanda toda su vida y le da toda la importancia del
tema. Por ejemplo, cuando uno se topa con un real. Toparse con un real podría ser la muerte
de alguien muy cercano, de hecho freud decía que no había representación en el psiquismo
para la muerte, es decir que eso está fuera de lo simbólico. Hacemos o se intenta hacer, quizás
cada vez menos y más aún con esta pandemia, (hay un escritor francés que se llama glp que
habla de la muerte discreta discreta porque cada vez hacemos menos rituales de hecho en este
momento no se pueden hacer casi rituales con los muertos por el tema de la pandemia ) pero
históricamente intentamos hacer algo con la muerte que es, por ejemplo inscribir en una
piedra el nombre del muerto, como un intento de atrapar algo de la muerte. Pero en todo caso
esa muerte nos conmueve la realidad que uno tiene habitualmente, esa ficción de la que
hablaba antes. Hasta tal punto que a veces uno se pone a repensar toda su vida y se pone a
pensar toda su realidad y dice para qué, qué tanto sentido tenía eso, con que la vida es otra
cosa. Es decir, que esa muerte o ese real que a uno lo toca, por ejemplo un trauma muy fuerte
que uno pueda vivir, un accidente, etcétera; donde uno tiende a replantearse toda su
ficción,toda su vida, toda su realidad y psíquica a partir de un encuentro con lo real. Hay otra
definición de lo Real que es: lo real es lo imposible lógico. Esta es una definición que
aparece mucho más tarde, a partir del seminario 12, y esta es una definición que agrega algo
más al anterior porque, por ejemplo, un imposible lógico es una imposibilidad que está
demostrada desde la lógica. Es decir ,por ejemplo, dentro del campo de los números naturales
y las operaciones pertinentes para los números naturales, dos más dos es cuatro y es
imposible que sea 5, es decir que, en las operaciones que se pueden hacer dentro de los
números naturales da 4 y no 5. Por ejemplo, uno podría decir que es imposible contar todos
los granito de arena que hay en el planeta, es una tarea muy difícil pero no hay ninguna
demostración matemática y lógica que dé cuenta de que es imposible contarlo. Por cierto es
una tarea muy difícil, de hecho, por ejemplo, Hasta hace un tiempo se decía que era
imposible ir a la luna pero llegó un momento que la tecnología hizo esto posible. Ir a la luna
más que imposible, era la impotencia propia de su época. En cambio, lo imposible se
demuestra en términos lógicos y en términos matemáticos, independientemente de cada época
y de la impotencia propia que se tenga a partir de la ciencia y de la tecnología. Además cada
sistema tiene su propia imposibilidad, por ejemplo en el campo de la geometría, dos rectas
paralelas es imposible que se toquen. Pero eso es dentro de la geometría euclidiana. Un buen
día se generó una geometría esférica, que es diferente, en esa geometría dos rectas paralelas
se tocan en un punto, es decir, que cada sistema tiene su propio imposible. Entonces ahora
puedo decir que cada sistema simbólico tiene su propio real. Esto le agrega a lo anterior que
para cada sujeto hay un real, es decir, de acuerdo como este entramado a la estructura
simbólica en un sujeto, eso genera un Real. Alguien podría decirme, por ejemplo, si explota
una bomba aquí, sería un evento traumático, como para los soldados en la guerra. Sin
embargo, había cinco soldados en un mismo lugar, explotaba la bomba y no todos volvían
con trauma de guerra. Es decir que alguno, con sus elementos simbólicos, pudo hacer algo
diferente con ese evento. Hago alusión al ejemplo del trauma porque es sobre lo que
habíamos hablado en el primer vídeo del año que nombré al trauma, no lo dije como un real,
para ir retomando ya los conceptos los conceptos que hemos trabajado al comienzo del año y
podemos ver ahora qué el trauma está ligado con lo real. El trauma, recuerdan cómo lo
definía a Freud, qué es lo que no se puede asociar en palabras. En términos de la campo de
Lacan, es lo que queda fuera de lo simbólico.
Estos tres órdenes: imaginarios, simbólico y real van a ser tres órdenes que nos van a permitir
ubicar cada una de las cuestiones dentro del campo mismo de la psicopatología. Vamos a ver
que también nos van a permitir (es algo que se irá viendo a partir de que trabajemos la
diferencia de neurosis psicosis) una manera distinta de pensar el adentro y el afuera. ¿Qué
quiero decir con esto? qué es lo que está en el campo de lo simbólico y lo que está fuera de lo
simbólico. Qué es lo que está dentro de la cabeza de alguien. Ahí entramos en un problema
difícil de solucionar. En cambio, a partir de estas tres dimensiones, vamos a ver que algo está
hoy escrito o no está inscripto en ese campo de los simbólicos para determinados sujetos en
especial y sólo de eso sabremos a partir de las consecuencias de esa inscripción o no
inscripción en el campo de lo simbólico, es decir, que eso lo deducimos por las
consecuencias. Es evidente que nadie viene a vernos, al consultorio o al hospital, y nos dice
“mire que yo tengo inscripto o no tengo inscripto el nombre del padre” sin embargo nosotros
lo deducimos a partir de ciertos fenómenos que ustedes van a ir estudiando de la clínica y que
nos permiten pensar cómo está estructurado ese conjunto de elementos covariantes de lo que
del que hablamos antes. Por otro lado, si está inscripto o no es el jugador al que hice
referencia antes, va a tener consecuencias en lo simbólico en lo imaginario y en lo real.
Digo una última cuestión que me parece que es de importancia en este momento y que
también vamos a poder volver a retomar más adelante. La vivencia que uno tiene siempre
con lo Real es una vivencia de certeza. Es una vivencia a veces de angustia, donde uno no
duda de eso. En cambio, la vivencia que uno tiene en el campo de lo simbólico y lo
imaginario, es la vivencia siempre de algo que puede ser engañoso, que puede ser así pero
puede ser asa, que puede tener sus vueltas, que puede tener su coloración, que puede tener sus
diferentes sentidos. En cambio, cuando uno se topa con un real, en ese punto no hay ninguna
duda posible. Existe esa vivencia propia de la certeza o de la certidumbre y Lacan también va
a decir de lo que no engaña. Bueno este los remito a ese teórico sobre los tres registros
donde gran parte de estas cuestiones que estoy mencionando en esta ocasión están mucho
más desarrolladas.

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