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PLEXO BRAQUIAL

Cuando una fuerza aumenta el ángulo entre el cuello y los hombros, los nervios del
plexo braquial pueden estirarse o desgarrarse. La lesión también puede arrancar las
raíces nerviosas del plexo braquial de la médula espinal. Los nervios dañados pierden
un poco de sensibilidad y hacen que los movimientos de los músculos sean débiles.

Parálisis de Klumpke Este tipo de lesión se produce generalmente cuando el niño viene
de nalgas, esta es menos frecuente que la anterior, ya que en la actualidad ante este
tipo de presentación se opta por realizar una cesárea `para evitar problemas durante
el proceso de parto. En esta lesión se afectan las ramas de C8 y D1 afectando los
músculos de la muñeca y la mano, presentando signos en el bebé como la presencia de
una mano caída que no puede cerrarse por completo.

SINTOMAS
 No hay movimiento en brazo, antebrazo y mano.
 Ausencia del reflejo de Moro en el lado afectado
 Brazo extendido (derecho) en el codo y apoyado contra el cuerpo
 Disminución del agarre en el lado afectado.

EXPECTATIVAS
La mayoría de los bebés se recuperará al cabo de 3 a 4 meses. Aquellos que no se
recuperan durante ese tiempo tienen un pronóstico muy desalentador para una
recuperación total. En estos casos, puede haber una separación de la raíz nerviosa
desde la médula espinal (avulsión).

TRATAMIENTO
Tecnica de root

Estimulación sensitiva: Para favorecer las conexiones neuronales sensoriales o


aferentes. Podría trabajarse este aspecto realizando las siguientes actividades:
Dar masajes desde el hombro hacia la mano.
Colocar objetos de distinta temperatura, frío o caliente, durante unos segundos
sobre el brazo (teniendo en cuenta que no sean temperaturas muy extremas)
Estimulación táctil con objetos de diferentes texturas y formas: pinceles, plumas,
lápiz…
Volteo: Se aconseja estimular para que el bebé voltee también hacia el lado afecto,
aumentando así la carga sobre el mismo.
Apoyo: En posición boca abajo, es importante colocar el brazo de manera que no
quede atrapado bajo el cuerpo, si no que sirva de apoyo para fomentar la carga
sobre ambos brazos.
Lactancia: Hay que tener en cuenta que el brazo afecto no puede quedarse colgando,
lo ideal sería colocarlo flexionado sobre su pecho o el de la madre o el padre. En el
caso de que la lactancia se diese tumbada, el brazo no debe quedar presionado o
debajo de su cuerpo.
Vestido: Se aconseja introducir primero el brazo afecto, a continuación, la cabeza y
por último el otro brazo, en cambio para el desvestido se haría en orden contrario.
Aseo: Es importante que el brazo no quede colgando, para ello existen en el mercado
complementos de baño como hamacas que ayudan en el posicionamiento del bebé.
Dada la disminución de movilidad del brazo afecto es importante también el aseo de
la axila.
Juego: Desde recién nacidos, sería recomendable dar más estímulo desde el lado
afecto. Podemos hacer esto colocándonos desde ese lado, hablando al bebé,
mostrando distintos objetos o juguetes, estimulando así la carga en el lado afecto.

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