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A través de la estimulación táctil permite contactar de una forma intensa con el mundo corporal y emocional del niño.

Las manos cálidas y amorosas de los progenitores generan una comunicación especial, por medio del lenguaje que va
más allá de lo verbal y de lo físico; es un acto de amor.
Desde el nacimiento los niños necesitan ser tocados, acariciados. El Masaje Infantil facilita el espacio y el tiempo
para que se establezca un diálogo que beneficia tanto a quien lo recibe como a quien lo da. Realizado con frecuencia,
despierta el interés por el placer del tacto y la comunicación.

Un diálogo piel a piel

1. Tacto Nutritivo

La comunicación táctil que se establece durante el masaje permite a los padres y madres comprender las necesidades
del niño y descodificar mensajes expresados a través de su cuerpo, a través de la piel.

2.- Conexiones neuronales

Los dos sistemas fundamentales, el nervioso y el endocrino se ponen en acción para favorecer las conexiones y la
maduración física y psíquica del niño a través del tacto.

3.- Los sentidos

En el momento del masaje se estimulan todos los sentidos, -el tacto, la voz, la vista y el olfato, elementos todos ellos
imprescindibles para el establecimiento de vínculos seguros con sus progenitores.

4.- Íntimo y de calidad

El masaje brinda un momento íntimo de gran calidad entre los padres/madres y sus hijos, que favorece y consolida la
relación familiar.

5.-Tónico muscular

La presión que se ejerce al dar el masaje genera un diálogo tónico muscular. El niño reconoce a papá o mamá por el
calor, el tacto, la diferente presión que ejercen sus manos sobre el cuerpo.

6.- Contacto temprano y único con el padre y la madre

El contacto temprano, respetuoso y único con ambos progenitores, ayuda a eliminar las inseguridades y miedos que
suelen generarse en los primeros meses después del nacimiento. Diferentes investigaciones y estudios con rigor
científico confirman que el masaje tiene un efecto positivo en el desarrollo saludable del bebé y revelan la necesidad
del Tacto Nutritivo como parte fundamental en los primeros años de la vida.

El Shantala o Masaje Ayurvédico Infantil se utiliza en la India para todos los recién nacidos, con el objetivo de recibir
con afecto al niño que nace, estrechar la relación madre/padre-hijo y ayudar en el desarrollo sensoriomotor del
neonato. Todos los recién nacidos y sus padres se benefician con este masaje y especialmente, aquéllos que son
prematuros o de bajo peso, ya que se ha demostrado que el masaje ayuda a la ganancia de peso. Por otro lado, el
masaje se ha desarrollado también para la etapa infantil. Durante este período, el objetivo es corregir las afecciones
que estén alterando la salud y el desarrollo general del niño. Pacientes con las siguientes afecciones se beneficiarían
especialmente con una terapéutica de Shantala:

 Déficit de Atención
 Retraso del crecimiento
 Patologías dermatológicas como atopía y psoriasis.
 Patologías endócrinas como diabetes tipo I
 Patologías neurológicas como parálisis cerebral, retardo mental, miopatías, etc.
 Patologías articulares
 Obesidad
 También los niños con capacidades especiales que requieran estimulación pueden
beneficiarse en gran manera de los masajes, dado que se ayuda a fortalecer el cuerpo,
integrando las percepciones corporales con los sentimientos y emociones.
 
BENEFICIOS: 
El masaje es una técnica milenaria que permite brindar afecto y bienestar tanto a quien lo recibe como a quien lo da.

Se trata de una alternativa natural para aumentar el bienestar en niños sanos y restaurar la salud en niños con
algún tipo de afección
En algunas condiciones, el Masaje Ayurvédico Infantil es útil como terapia coadyuvante en pacientes que están bajo
tratamientos prolongados o agresivos, o en aquellos con patologías crónicas. Los beneficios más importantes son:

 ayuda al desarrollo sensoriomotor y psicológico


 aumenta el tono, la fuerza y la flexibilidad de los músculos y articulaciones
 regula el metabolismo
 permite obtener una mayor atención

Tienes que usar ropa cómoda y en cuanto te sientas preparada coloca el cuerpecito del bebé directamente sobre
tus piernas.
1. La mano: Ahora vas a masajear la manita con los pulgares yendo desde la base de la mano
hacia los dedos. Después repetimos todo pero en el otro bracito y sobre el otro costado.
2. Los brazos: Toma suavemente con la mano izquierda la mano de tu chiquitín para extenderle
el bracito y con la mano derecha tomas su hombro. Así tus dedos índice y pulgar (los otros
siguen en su posición natural) formarán un pequeño brazalete, que subirás lentamente por el
brazo del niño, repitiéndolo en varias ocasiones.Por último tus manos van a trabajar juntas pero
en sentido opuesto.
3. El pecho: Coloca las manos sobre el pecho del niño y sepáralas, intentando de algún modo
seguir la dirección de las costillas. Como si se quisiera alisar bien las páginas, de esta manera
tus manos trabajan juntas; pero en dirección opuesta. Presta atención al fin del movimiento: la
mano con su borde externo (la parte de la mano que sigue después del dedo meñique) llega a
deslizarse sobre el cuello.
4.  El vientre: Aquí tus manos trabajan una después de la otra. Partiendo desde la base del pecho,
desde la doceava costilla. Trae las manos, una después de otra, hacia ti. Ahora tu mano
izquierda toma los pies del bebé y mantienes sus piernas alargadas y verticales. Con el
antebrazo, continuando el mismo movimiento de arriba abajo, continua masajeando el vientre.
5.  Las piernas: Tendrás que hacer exactamente los mismo que con los brazos, es decir, formando
pequeños brazaletes, se enganchan en el muslo y sube uno después del otro a lo largo del
miembro hacia el pie del bebé. Después en sentido opuesto desde la base de la pierna, haciendo
un movimiento de torsión, como si exprimieras.
6.  Espalda: Este paso se divide en tres tiempos. En el primero lo colocas boca abajo, sobre el
vientre. Coloca las manos sobre la espalda del niño a la altura de los hombros y tus manos
trabajan planas. Se desplazan, con lentitud, una después de la otra cruzándose
(transversalmente). De modo que, habiendo salido de la región de los omóplatos, te encontrarás
masajeando sucesivamente la base de la espalda, los riñones y después las nalguitas. Y de la
misma manera tu manos suben en sentido opuesto.
En el segundo tiempo solamente trabaja tu mano izquierda, que tiene que recorrer la espalda descendiendo desde la
nuca hasta las nalgas, como una ola. Es importante aclarar que no es una caricia, se tiene que aplicar fuerza y hacerlo
con extrema lentitud. La mano derecha tiene que detener el culito reteniéndolo  firmemente.Por último, en el tercer
tiempo hacemos lo mismo que en el pasado pero tu mano izquierda continua recorriendo de manera que llegues hasta
los talones, después subes y vuelves a bajar completamente. La mano derecha sostiene las piernas.
7. La cara:
A)Comienza por masajear la frente, partiendo del medio y desplazando hacia los costados, bordeando la parte
superior de las cejas; después vuelve al medio y regresa al inicio.

B)La base de la nariz: Tus pulgares trepan desde la base de la nariz del niño, a uno y otro lado. Después bajan y
vuelven a subir.

C) Las comisuras de la nariz: Aplica los pulgares sobre los ojos cerrados de tu bebé, la presión tiene que ser muy
ligera y si los ojos están abiertos ciérralos suavemente con los pulgares. Partiendo desde ese punto tus pulgares
descienden, dirigiéndose hacia las comisuras (puntos de unión, labios) de la boca.

   8. Los dos brazos: Toma las dos manos del niño y haz que los brazos se crucen sobre el pecho, después los vuelves
a abrir y luego los cierras. Los abres, los cierras…
   9. Un brazo, una pierna: Toma un pie del bebé y la mano del costado opuesto, haciendo que el brazo y la pierna se
crucen. Esto quiere decir que el pie del bebé llega a tocar el hombro opuesto, mientras que la mano toca la nalga del
otro costado. Intenta repetirlo de 2 a 3 veces por lado.
  10. Padmasana: Esta posición es conocida como el loto. Toma los dos pies del bebé y haz que ambas piernecitas se
crucen, llevándolas hacia el vientre. Después a la inversa, “abre”, extendiendo y separando las piernas llevándolas
hacia el vientre. Intenta repetir este último ejercicio 3 veces.
 Al hacer que los brazos se crucen sobre el pecho, logras que el bebé libere toda la tensión que
pueda tener en la espalda.
 Al cruzar un brazo con una pierna haciendo que de cierta forma se enfrenten un hombro y la
cadera opuesta, haces que la columna vertebral se incline y tuerza sobre su eje lo que libera
tensión.
 Al hacer que las piernas se crucen en el vientre en Padmasan, provocas la apertura y el
relajamiento de las articulaciones de la pelvis.

Terminando el masaje es el momento perfecto para el baño. No se trata de limpieza, sino de aumentar el bienestar de
completa liberación. Dejarlo flotar, debes sostenerlo ligeramente de manera que nada de ti se interponga entre el bebé
y el agua.

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