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SAGUIR Y DIB

Se interpone recurso extraordinario afirmando al respecto que el art.


13 de la ley 21.541 no prohíbe la donación de órganos en vida a los
menores de 18 años sino que éstos pueden donar igualmente un
órgano, aunque previo consentimiento de sus padres y autoridad
judicial. Se invoca el Art. 19 CN y dice que no existe mayor diferencia
entre una menor de 18 años recién cumplidos y una menor de 17
años y 8 meses de edad

El procurador dice que no es tarea de los jueces juzgar la bondad de


las leyes ni atribuirse el rol del legislador y crear excepciones no
admitidas por aquel. Se pregunta: hoy son 17 años y 8 meses ¿cuál
será mañana la edad exceptuada? Y cita que el derecho sea seguro,
que no sea interpretado hoy de una manera y mañana de otra es una
exigencia de la justicia.

La CSJN dice que la norma tiene que ser interpretada considerando de


forma armónica la totalidad del ordenamiento jurídico y los principios
y garantías de raigambre constitucional.

Que el quid del problema está entre optar por una interpretación
meramente teórica, literal y rígida de la ley o por una interpretación
que contemple las particularidades del caso.

Que se trata de una valoración comparativa de dos intereses


jurídicamente protegidos con el fin de salvaguardad en la mejor forma
posible ambos.
En primer lugar, frente al derecho a la vida del receptor en riesgo
permanente de muerte se opone el derecho a la integridad corporal
de la dadora, que se puede admitir no está prácticamente
amenazado.
En segundo lugar, que el límite de edad establecido en el art. 13 es
una de las presunciones rígidas de la ley, exigida por la naturaleza del
derecho y la técnica jurídica.

Que la norma citada no prohíbe suplir la ausencia del requisito de


edad por el asentimiento expreso de sus partes o por la venia judicial.

Que nada indica razonablemente que en solo dos meses la madurez


psicológica, el grado de discernimiento, responsabilidad y estabilidad
emocional de la dadora pueda experimentar un cambio relevante.

Que cabe recordar lo dispuesto por el 921 CC en cuanto al


discernimiento de los menores adultos y los arts. 58 y 62 relativos al
modo y alcance de suprimir los impedimentos de la incapacidad y que
la representación se extiende a todos los actos de la vida civil que no
fueren exceptuados. Que se encuentran reunidos los requisitos de los
actos voluntarios del 897 CC.
Además dice que debe reconocerse que la capacidad de las personas
es la regla y la capacidad es la excepción y que están han de ser
expresas y de interpretación restrictiva.
Que no se trata en el caso de desconocer las palabras de la ley sino
de dar preeminencia a su espíritu,. Cuando la inteligencia de un
precepto basado exclusivamente en la literalidad de uno de sus
textos conduzca a resultados concretos que no armonicen con los
principios axiológicos enunciados, arribe a conclusiones reñidas
con las circunstancias singulares del caso o a consecuencias
concretas notoriamente disvaliosas. De lo contrario aplicar la le
seria una tarea mecánica incompatible con la naturaleza misma del
derecho

Se autoriza a la menor a que se practique la ablación de uno de sus


riñones.

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