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ELEMENTOS GENERALES
En cuanto a los elementos generales del contrato de sociedad; son el sujeto, la capacidad, objeto,
causa y forma. Los elementos generales son aquellos necesarios para el acto de constitución de una
sociedad, la capacidad es un elemento general y es la que debe prestar aquel que otorga el acto de
constitución.
La capacidad se rige por las normas del CCYC o por leyes especiales, debiendo detenerse en
algunos supuestos particulares, como son la capacidad de los menores para constituir sociedad, los
esposos, los corredores y martilleros, así como el problema de la capacidad de las sociedades para
participar en otras sociedades.
ART 22. CAPACIDAD DE DERECHO. Toda persona humana goza de la aptitud para ser titular de
derechos y deberes jurídicos. La ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos,
simples actos, o actos jurídicos determinados.
ART 23. CAPACIDAD DE EJERCICIO. Toda persona humana puede ejercer por si misma sus
derechos, excepto las limitaciones expresamente previstas en este código.
ART 25. PERSONA MENOR DE EDAD. Menor de edad es la persona que no ha cumplido dieciocho
años. Este código denomina adolescente a la persona menor de edad que cumplió trece años.
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ART 26. EJERCICIO DE LOS DERECHOS POR LA PERSONA MENOR DE EDAD. La persona
menor de edad ejercer sus derechos a través de sus representantes legales. No obstante, la que
cuenta con edad y grado de madurez suficiente puede ejercer por si los actos que le son permitidos
por el ordenamiento jurídico. En situaciones de conflicto de intereses con sus representantes legales,
puede intervenir con asistencia letrada.
La persona menor de edad tiene derecho a ser oída en todo proceso judicial que le concierne así
como a participar en las decisiones sobre su persona.
Se presume que el adolescente entre trece y dieciséis años tiene aptitud para decidir por sí respecto
de aquellos tratamientos que no resultan invasivos, ni comprometen su estado de salud o provocan
un riesgo grave en su vida o integridad física.
A partir de los dieciséis años el adolescente es considerado como un adulto para las decisiones
atinentes al cuidado de su propio cuerpo.
ART 27. EMANCIPACIÓN. La celebración del matrimonio antes de los dieciocho años emancipa a la
persona menor de edad.
La persona emancipada goza de plena capacidad de ejercicio con las limitaciones previstas en este
código.
Si algo es debido a la persona menor de edad con cláusula de no poder percibirlo hasta la mayoría
de edad, la emancipación no altera la obligación ni el tiempo de su exigibilidad.
ART 27. SOCIEDAD ENTRE CÓNYUGES. Los cónyuges pueden integrar entre si sociedades de
cualquier tipo y las reguladas en la sección IV.
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La modificación del art. 27 de la ley 19.550 permite a los cónyuges integrar cualquier tipo de
sociedad, incluso las sociedades no reguladas, informales o simples previstas en la sección cuatro,
esto responde a los cambios producidos por el CCYC en el régimen patrimonial del matrimonio,
donde se prevé un doble régimen, esto es, uno de comunidad de bienes y otro de separación de
bienes.
EXPLICACIÓN. El nuevo código supera a la limitación de la ley anterior, que solo permitía a los
cónyuges ser socios en sociedades en las que tengan responsabilidad limitada y los autoriza a
integrar cualquier tipo de sociedad, incluyendo a las informales de la sección cuatro. Esto tiene su
correlato con la modificación al régimen patrimonial del matrimonio previsto en los art 159 y
siguientes del CCYC.
El Título II del Libro Segundo regula el régimen patrimonial del matrimonio en los artículos 446 y
siguientes, y en dicha regulación se modifican totalmente los criterios en vigencia, de modo de
permitir un mayor ámbito de libertad y autonomía entre los cónyuges. Se admite con limitaciones el
principio de la autonomía de la voluntad en el régimen patrimonial del matrimonio y otorga a los
contrayentes la opción de elegir entre dos regímenes de bienes; comunidad y separación de bienes.
Esta decisión tomaran la mayoría de los cónyuges por escritura pública antes de la celebración del
matrimonio o frente al funcionario del registro del estado civil y comercial de las personas y admite el
cambio de régimen luego del año de aplicarse el elegido.
En atención al texto del art 27, al habilitarse a los cónyuges a constituir y participar en sociedades
organizadas conforme a cualquier tipo social, no hay infracción alguna que deba ser sancionada con
la nulidad, como en el régimen anterior.
Les corresponde implementar sistemas y medios preventivos que reduzcan el riesgo de conflictos de
intereses en sus relaciones con la persona jurídica.
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SOCIEDAD ENTRE CÓNYUGES (RÉGIMEN DE SEPARACIÓN DE BIENES)
SRL
Sociedades por Acciones.
Esa limitación tenía la intención de evitar que mediante un tipo societario personalista en el que la
responsabilidad de los socios es ilimitada y solidaria, se viole el principio de orden público que
consagraba la irresponsabilidad de uno de los cónyuges por las deudas contraídas por el otro, pues
no respondían con los bienes, propios o gananciales de su titularidad por las deudas del otro
cónyuge, en cambio sí lo tenían que hacer ante las deudas de la sociedad "intuitu personae", en
forma solidaria e ilimitada. Pero se incluyó a las SCA, sin efectuar reserva alguna para el supuesto
en que ambos cónyuges revistieran la calidad de socios comanditados, de manera que, la finalidad
del art. 27 podía ser avasallada cuando ambos esposos revestían el carácter de socios
comanditados.
El art. 29 disponía como sanción que si uno de los cónyuges hubiese adquirido por cualquier titulo la
calidad de socio del otro en sociedad de distinto tipo a las permitidas legalmente, esta deberá
transformarse en un plazo de seis meses, o cualquiera de los socios deberá ceder su parte al otro
socio o a un tercero en el mismo plazo, transcurrido el cual la sociedad será nula y si liquidará de
acuerdo con lo dispuesto en la Sección XIII, lo cual resultaba incompatible con el art. 27, toda vez
que se les aplicaba el régimen de responsabilidad ilimitada y solidaria por las obligaciones sociales,
siendo dicha sanción lo que precisamente los legisladores habían querido evitar al redactar el
principio general previsto en el dicho artículo.
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Dicha reforma implicó reformular el art. 27 LGS que ahora dispone: “Los cónyuges pueden integrar
entre si sociedades de cualquier tipo y las reguladas en la Sección IV". Así:
Pero el art. 1002 inc. d) CCCN- norma de orden público- prohíbe que los cónyuges puedan contratar
entre sí cuando están sometidos al régimen de comunidad de bienes, resultando incoherente que por
una parte exista tal prohibición y que, por el otro, se amplíe la facultad para constituir sociedades en
las que su responsabilidad sea ilimitada, por lo que se entiende que la permisión del art. 27 sólo es
aplicable cuando se trata de un régimen de separación de bienes en donde los cónyuges pueden
establecer, mediante convenciones matrimoniales, los aportes de determinados bienes a la sociedad
conyugal (art. 446), pero tratándose de un régimen de comunidad, rige el principio de
irresponsabilidad de un cónyuge por las deudas que el otro hubiere contraído (art. 461)- a excepción
de las obligaciones asumidas por uno de ellos para solventar las necesidades ordinarias del hogar y
la educación de los hijos-. Entonces, se admite el principio de autonomía de la voluntad de los
cónyuges de constituir una sociedad, pero con las limitaciones que establece el régimen patrimonial
del matrimonio.
ART. 30 SOCIEDAD SOCIA. Las sociedades anónimas y en comandita por acciones solo pueden
formar parte de sociedades por acciones y de responsabilidad limitada. Podrán ser parte de
cualquier contrato asociativo.
Argumentos sostenidos por la doctrina para justificar esta importante restricción a la capacidad de las
sociedades por acciones:
Uno es el impedir que, a través de la constitución de sociedades excluidas de todo control estatal, la
sociedad anónima eluda lo dispuesto por los arts. 299 Y 301.
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Otro es el de evitar que por esa vía la sociedad emprenda negocios cuyo resultado pueda implicar su
quiebra, en caso de ser este socio con responsabilidad solidaria o ilimitada, y sobre la cual el
accionista carece de todo control, pues estos no tienen facultades para fiscalizar la administración de
la sociedad en la cual se participa.
En referencia a que podrán ser parte de cualquier contrato asociativo, en realidad si el art. 30 se
refiere a la sociedad socia, no alcanza a comprenderse porque en dicho artículo se regularía la
participación de las sociedades en contratos asociativos que no son sociedades. De la norma no
surge sanción específica ante un eventual incumplimiento.
Debemos destacar en forma positiva que esto facilita la actuación de grupos empresarios al permitir
que las sociedades anónimas sean socias de SRL y contratos asociativos, permitiendo realizar
mayores operaciones comerciales.
ART 30. SOCIEDAD SOCIA. Las sociedades anónimas y en comandita por acciones solo pueden
formar parte de sociedades por acciones y de responsabilidad limitada. Podrán ser parte de
cualquier contrato asociativo.
EXPLICACIÓN. Varios han sido los argumentos sostenidos por la doctrina para justificar esta
importante restricción a la capacidad de las sociedades por acciones. Uno es el impedir que, a través
de la constitución de sociedades excluidas de todo control estatal, la sociedad anónima eluda lo
dispuesto por los arts. 299 Y 301.
Otro es el de evitar que por esa vía la sociedad emprenda negocios cuyo resultado pueda implicar su
quiebra, en caso de ser este socio con responsabilidad solidaria o ilimitada, y sobre la cual el
accionista carece de todo control, pues estos no tienen facultades para fiscalizar la administración de
la sociedad en la cual se participa.
En referencia a que podrán ser parte de cualquier contrato asociativo, en realidad si el art. 30 se
refiere a la “Sociedad Socia”, no alcanza a comprenderse porque en dicho artículo se regularía la
participación de las sociedades en contratos asociativos que no son sociedades. De la norma no
surge sanción específica ante un eventual incumplimiento. Debemos destacar en forma positiva que
esto facilita la actuación de grupos empresarios al permitir que las sociedades anónimas sean socias
de SRL y contratos asociativos, permitiendo realizar mayores operaciones comerciales.
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PARTICIPACIÓN DE UNA SOCIEDAD EN OTRAS
Quedan excluidas de estas limitaciones las entidades reguladas por la ley 18061. El poder ejecutivo
nacional podrá autorizar en casos concretos el apartamiento de los límites previstos.
Las participaciones, sea en partes de interés, cuotas o acciones que excedan de dicho monto
deberán ser enajenadas dentro de los seis meses siguientes a la fecha de aprobación del balance
general del que resulte que el limite ha sido superado. Esta constatación deberá ser comunicada a la
sociedad participada dentro del plazo de diez días de la aprobación del referido balance general. El
incumplimiento en la enajenación del excedente produce la perdida de los derechos de voto y a las
utilidades que correspondan a esas participaciones en exceso hasta que se cumpla con ella.
EXPLICACIÓN. El legislador ha tenido en cuenta en el art. 31 LGS la protección del objeto social,
evitando que por medio de un sistema de participaciones este fuera burlado, en desmedro de la
sociedad los socios y los terceros.
Para una adecuada interpretación del límite fijado para la participación de una sociedad en otro u
otras (monto de sus reservas libres más la mitad de su capital y de las reservas legales) se pueden
formular las pautas siguientes:
Salvo la reserva legal propiamente dicha (art. 70 LGS) toda otra reserva contable debe considerarse
reserva libre o facultativa.
El capital debe considerarse el patrimonio neto resultante del último balance (el capital nominal se
halla generalmente desactualizado y representado por cifras ínfimas en la mayoría de las sociedades
constituidas en el país).
El fundamento de esta restricción es impedir que mediante una excesiva colocación de su propio
capital en otra empresa, la sociedad inversora desnaturalice su propio objeto y se vea impedida de
cumplirlo.
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A las participaciones, sea en partes de interés, cuotas o acciones, que excedan de dicho monto
deberán ser enajenadas dentro de los seis meses siguientes a la fecha de aprobación del balance
del que resulte que el limite ha sido superado.
El capital cumple muchas funciones: sin capital no se pueden producir bs y servicios, no puede haber
actividad de la sociedad ni respaldo de las operaciones patrimoniales y por ende los acreedores no
van a poder cobrar sus acreencias. Por todo ello es que si bien se puede participar en otra sociedad
tiene limitaciones: por un monto superior a sus reservas libres y a la mitad de su capital y de las
reservas legales, lo cual tiene como finalidad proteger el objeto social, porque si se asigna más
capital y más reservas de las que permite la norma, no se va a poder cumplir con el objeto para el
cual fue constituida la sociedad y se va a afectar el normal desenvolvimiento de la sociedad,
perjudicando a los acreedores, a los socios y a aquellos que tienen expectativas de contratar con esa
sociedad.
RESERVAS:
→ LEGALES. Son aquellas de constitución obligatoria en razón de una disposición legal, como
la impuesta por el art. 70 a las sociedades por acciones y SRL efectuar una reserva del 5% de
las ganancias realizadas y liquidas que arroje el estado de resultado del ejercicio, hasta
alcanzar el 20% del capital social. Es un porcentaje del capital social y se establecen para
atenuar los efectos de una situación de crisis de la empresa. Se diferencias de las reservas
libres en cuanto no se pueden disponer libremente, es decir, no puede ser afectada.
→ CONVENCIONALES, FACULTATIVAS O VOLUNTARIAS. LIBRES. Cuando se decide no
distribuir las ganancias entre los socios, afectándolas a reservas. Las reservas libres son
aquellas que han sido dispuestas por la sociedad, no son obligatorias y la sociedad tiene
disponibilidad sobre ellas para hacer lo que crea conveniente.
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→ ESTATUARIAS. Son constituidas conforme al contrato social, al momento de constitución los
socios decidieron que todos los años van a afectar el 5% de las utilidades liquidas y
realizables a reserva
PARTICIPACIONES RECÍPROCAS
Las partes de interés, cuotas o acciones que excedas los límites fijados deberán ser enajenadas
dentro de los seis meses siguientes a la fecha de aprobación del balance del que resulte la
infracción. El incumplimiento será sancionado conforme al art. 31.
Existen participaciones reciprocas entre dos sociedades: cuando una de ellas posee acciones,
cuotas o partes sociales de la otra, y esta última, a su vez, posee acciones, cuotas o partes
sociales de la primera.
EJEMPLO. Si la sociedad A aporta $100 en la sociedad B, y luego ésta los aporta en la sociedad A,
y así sucesivamente; inevitablemente los balances de ambas sociedades indicarán un aumento de
capital inexistente, y esto podría perjudicar gravemente a acreedores y terceros.
Se produce una especie de fraude, porque se crea un capital aparente, generando la confusión de
patrimonios y capitales.
Se considera a las participaciones reciprocas como una forma de aguamiento del capital social,
poniendo en peligro el principio de intangibilidad del capital social, ya que se llevan a cabo
operaciones con capital ficticio, lo que no permite determinar quién va a responder frente a las
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obligaciones de la sociedad y desvirtúa la visión que pueden tener los terceros respecto de la
solvencia que tiene la sociedad.
Las partes de interés, cuotas o acciones que excedan los límites fijados deberán ser enajenadas
dentro de los seis 6 meses siguientes a la fecha de aprobación del balance del que resulte la
infracción. El incumplimiento será sancionado conforme al artículo 31.
Es decir, la pérdida temporal de los derechos de voto y de percepción de utilidades, hasta que se
cumpla con la enajenación.
Debe estar presente para dar lugar al acto de constitución de la sociedad y para que este a su vez
sea un contrato valido, y expresado con intención y libertad según el CCYC. Este acto no debe estar
viciado, porque es su condición de validez. Dada la particular naturaleza del contrato social o
contrato de sociedad, esos vicios puede que afecten el vínculo de alguno de los socios con la
sociedad, pero igualmente es válido en el contrato social. Esto es distinto a los contratos bilaterales.
El consentimiento de los socios: en primer lugar, rigen los principios generales que gobiernan el
consentimiento de actos jurídicos en general y contratos en particular. Sin embargo, debe destacarse
que nuestro ordenamiento mercantil prevé dos puestos de sociedad obligatoria: La ley prevé dos
situaciones donde “el consentimiento está ausente” es decir, no hay una específica decisión de los
socios de otorgar el consentimiento, esto se denomina como una “Sociedad Obligatoria”. Son los
casos del art. 90 Y 155 de la ley, y los supuestos de inhibición hereditaria del art. 28 de la Ley de
Sociedades.
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SOCIEDADES OBLIGATORIAS
Son aquellas en las cuales “el consentimiento está ausente”, es decir, no hay una específica decisión
de los socios de otorgar el consentimiento.
En las sociedades colectivas y en comandita simple, es lícito pactar que la sociedad continúe con
sus herederos. Dicho pacto obliga a éstos sin necesidad de un nuevo contrato, pero pueden ellos
condicionar su incorporación a la transformación de su parte en comanditaria.
EXPLICACIÓN DEL ART. Producida la resolución por causa de muerte en las sociedades
colectivas, en las en comandita simple, en las de capital e industria y en las accidentales o en
participación, se debe cuantificar y pagar la participación del causante a sus herederos, quienes no
se incorporaran a la sociedad (salvo pacto en contrario, tratándose de sociedad colectiva o en
comandita simple; puede preverse la incorporación obligatoria para los herederos, o constituya una
facultad de estos o que la misma esté condicionada a la previa conformidad de los restantes socios).
En las Sociedades Anónimas, la muerte de un socio no produce la resolución parcial, por lo tanto el
vínculo mantenido con el causante continuara con sus herederos (salvo que el estatuto prevea que
los mismos no se incorporaran, en cuyo caso, las acciones que correspondían al causante serán
adquiridas por los restantes accionistas o por la sociedad y se le pagara su valor a los herederos).
Si bien el pacto de continuación con los herederos del socio fallecido contenido en el contrato de una
sociedad colectiva resulta, en principio, licito en este tipo societario (art 90), no es tan claro que ese
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pacto otorgue sin más a la porción del socio fallecido el carácter de un bien susceptible de ser
transmitido ipso iure por vía sucesoria, pues al no haber un régimen específico para suceder mortis
causa en la condición de socio, la adquisición de esta condición por el heredero pasa a depender de
otros aspectos como el cumplimiento de ciertas formalidades establecidas en el contrato social.
Las limitaciones a la transmisibilidad de las cuotas serán, en estos casos inoponibles a las cesiones
que los herederos realicen dentro de los tres meses de su incorporación. Pero la sociedad o los
socios podrán ejercer opción de compra por el mismo precio, dentro de los quince días de haberse
comunicado a la gerencia el propósito de ceder la que deberá ponerla en conocimiento de los socios
en forma inmediata y por medio fehaciente.
EXPLICACION. El principio de la libre transmisibilidad de las cuotas se aplica a actos entre vivos o
mortis causa. Veamos las distintas alternativas que se pueden presentar:
1) El contrato prevé que ante el fallecimiento de un socio se producirá la resolución parcial del
contrato.
2) El contrato prevé la incorporación de los herederos y existen cláusulas de restricción para la
transmisión de las cuotas: la incorporación resultara obligatoria para los socios y para los
herederos del causante.
3) El contrato prevé la incorporación de los herederos y no existen cláusulas de restricción para
la transferencia de cuotas: los restantes socios no se pueden oponer a la incorporación; los
herederos podrán transferir las cuotas que le resulten adjudicadas sin restricción alguna.
4) Si el contrato nada prevé, se aplica el régimen sucesorio previsto por el CCYC, por lo que se
producirá la incorporación del heredero, a quien se le aplicaran (si existen) las cláusulas de
restricción de cuotas entre vivos, sin el beneficio de la Inoponibilidad de los tres meses.
Los herederos, hasta la adjudicación de las cuotas sociales en el sucesorio del socio pre fallecido,
están representados en la sociedad por el administrador de la sucesión. La incorporación del
heredero se producirá cuando se acredite su calidad de tal ante la sociedad (declaratoria de
herederos o testamento aprobado) y la adjudicación de las cuotas a su nombre. A partir de ese
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momento se cuenta el plazo de tres meses previsto por el art. 155 y no desde que se presenta el
administrador de la sucesión. Frente a terceros, el heredero será considerado socio, cuando la
adjudicación de cuotas se inscriba en el registro público.
El art. 27 marca un nuevo régimen en materia de sociedad entre cónyuges, este régimen se modifica
como consecuencia del cambio del CCYC y esa amplitud del CCYC se trasladó a la Ley General de
Sociedades, haciendo un sistema mucho más amplio para que los cónyuges decidan qué tipo
societario resulta más conveniente de acuerdo a sus intereses.
CONCEPTO. El objeto social está constituido por los actos o categoría de actos que por el contrato
constitutivo podrá realizar la sociedad para lograr su fin mediante su ejercicio o actividad, los cuales
deben encuadrar en la “producción o intercambio de bienes o servicios” del art. 1.
Es en concreto la especifica actividad económica que los socios acuerdan al momento de celebrar el
acto de constitución y eventualmente su modificación
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REQUISITOS
LÍCITO. La sociedad de objeto ilícito se encuentra fulminada de nulidad (art. 18) y la ilicitud de
las actividades tendientes al cumplimiento del objeto pueden conducir a la sociedad a la
nulidad (art. 19).
FACTIBLEMENTE POSIBLE. Si la imposibilidad es preexistente y absoluta, la sociedad es
nula, si es sobreviniente provocará la disolución del ente. (ej.: la imposibilidad de cumplir el
objeto puede darse cuando el capital social resulta desproporcionadamente reducido con
relación a la magnitud del objeto).
PRECISO Y DETERMINADO. El instrumento de constitución debe contener la designación
del objeto, que debe ser preciso y determinado (art 11 inc. 3LGS/ art. 156 CCCN), es decir,
debe ser enunciado con claridad y exactitud, mediante la descripción concreta y específica de
las actividades que contribuirán a su efectiva consecución, evitándose toda enumeración
genérica de actividades.
DEBE SER ÚNICO. Algunos sostienen la posibilidad de insertar en el contrato un objeto
múltiple, lo cual va en contra del principio de especialidad que rige en materia de personas
jurídicas, conforme al cual su objeto limita la capacidad de las mismas (art. 58).
CAPITAL SOCIAL. Las actividades descriptas en el objeto social deben guardar relación con
el capital social como garantía frente a los socios y terceros.
ACTIVIDAD. El objeto social delimita la categoría de actos que la sociedad se propone
realizar para la consecución de su fin societario. Basada en esta diferencia la ley hace
mención a la sociedad de objeto lícito con actividad ilícita.
La mención precisa y determinada del objeto en el contrato social constituye un elemento de garantía
para los socios y para los terceros, porque determina y limita la capacidad del ente para celebrar
determinados actos, marcando los límites de actuación del ente, de sus administradores y
representantes para obligar a la sociedad por las obligaciones contraídas.
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Esto se vincula con la doctrina “ultra vires”, establecida en el art. 58, el cual determina un límite tanto
a la capacidad de gestión de los administradores como la de la sociedad misma, la cual sólo
responderá por los actos celebrados por sus representantes siempre que éstos no fueran
notoriamente extraños al objeto de la sociedad.
SU INFLUENCIA EN LA TIPOLOGIA
Dubois señala que en materia de derecho societario, genero una modificación en pocos artículos
pero modifico conceptos y reforzó principios muy importantes; así dispone que para que haya
sociedad debe necesariamente haber empresas, no basta con que haya determinada cantidad de
aportes aplicados a un negocio del cual se van a derivar resultados; sino que es imprescindible que
esa sociedad sea titular de una empresa.
En otras palabras, sea titular de una actividad económica organizada para la producción de bienes y
servicios con lo cual el concepto de empresa se hace muy importante. Este concepto se refuerza con
la derogación de la sociedad civil; por ello sostiene que si, aun cumpliendo las formalidades de la ley,
si no hay empresa no hay sociedad, y por ende corresponde en ese caso derogar la persona jurídica
conforme al art 54 de la ley. Dubois dispone que necesariamente deba haber empresa, una
organización destinada a la producción de bienes y servicios.
El empleo de los tipos societarios mercantiles para un solo negocio, plantea un problema relacionado
con el hecho de que las distintas formas mercantiles tengan el carácter de comerciantes persona
jurídica. Cuando hablamos de sociedades mercantiles, estamos hablando de mercaderes colectivos,
de empresarios sociales, de comerciantes.
Si las sociedades mercantiles son colectivas pero de comerciantes, deberán reunir los mismos
requisitos que las personas físicas para ser comerciantes.
Uno de estos requisitos es la habitualidad. De este modo, las sociedades mercantiles deberían
cumplir con la habitualidad para ser considerados como comerciantes, empresarios. Desde este
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punto de vista, parece que las sociedades ocasionales no serían comerciantes, porque no son
sociedades que se pactan para el desarrollo de un negocio concreto, con lo cual no cumplirían con la
característica de la habitualidad.
Actualmente, la doctrina piensa que haya habitualidad cuando hay empresa y desde el primer acto
que se realiza.
De este modo, las sociedades ocasionales si pueden ser consideradas como empresarios. Además,
la habitualidad se interpreta en el sentido de profesionalidad.
Conjunto de prescripciones que deben observarse al tiempo de la celebración del acto jurídico. Los
interesados gozan, en principio, de libertad de elección, salvo que las leyes especiales especifiquen
una forma determinada, como el caso de la LGS.
En derecho societario, las formas se relacionan con la regularidad y no con su personalidad, por
cuanto su inobservancia o violación sólo afecta la registración del contrato, no hacen a su existencia,
la cual principia con el simple acuerdo de los socios, por ello, aquellas sociedades que no tienen un
contrato constitutivo igual funcionando como sociedad.
La inscripción del acto de constitución es necesaria para que la IGJ tome razón de la existencia de la
sociedad.
Observadas las formas y obtenida la inscripción, el ente se considera regular (art 7), lo cual cumple
una función de garantía hacia:
a) Los terceros que a través de la publicidad podrán oponer al ente sus reclamaciones
b) La sociedad por cuanto su registración la hace oponible a los terceros
c) Los socios y administradores, quienes limitan sus responsabilidades frente a terceros según el
tipo social de que se trate.
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REQUISITOS GENERICOS Y ESPECIFICOS PARA CADA TIPO
ART. 4. El contrato por el que se constituya o modifica una sociedad se otorgará por instrumento
público o privado.
ART. 165. La Sociedad Anónima se constituye por instrumento público y por acto único o por
suscripción pública.
INSTRUMENTO PÚBLICO. La sociedad se puede constituir bajo cualquiera de los actos previstos
en el art. 289 CCCN: escrituras públicas- concepto en el art. 299-, los instrumentos que extienden los
escribanos o los funcionarios públicos con los requisitos que establecen las leyes. La disposición
testamentaria se equipara y reviste la calidad de instrumento público (menores). Por otro lado,
también se establece un régimen de Acta judicial que será otorgada mediante una instrumentación
pública a través del funcionario público, lo cual se da en el supuesto del art. 28 LGS y 43 y 53 de la
Ley de Concursos y Quiebras.
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7) Las reglas para distribuir las utilidades y soportar las pérdidas. En caso de silencio, será en
proporción de los aportes. Si se prevé sólo la forma de distribución de utilidades, se aplicará
para soportar las pérdidas y viceversa
8) Las cláusulas necesarias para que puedan establecerse con precisión los derechos y
obligaciones de los socios entre sí y respecto de terceros
9) Las cláusulas atinentes al funcionamiento, disolución y liquidación de la sociedad.
PUBLICIDAD
La registración corresponde a los Registros Públicos existentes en cada jurisdicción, mientras que la
publicación se efectúa a través de diarios de publicaciones legales-B.O - y/o algún otro diario de
mayor circulación.
PUBLICIDAD REGISTRAL. NORMAS SOBRE REGISTRACION. La ley 26.994 modifica los arts. 5 y
6, eliminando la palabra comercio y la referencia a los arts. 34 y 39 del Código de Comercio.
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- Publicidad en la documentación: Las sociedades harán constar en la documentación que de
ellas emane (facturas, notas de crédito y débito, recibos, etc.), la dirección de su sede y los
datos que identifiquen su inscripción en el Registro: la sociedad deudora colaborará con su
acreedor para que cualquier notificación que a ella se le curse, tenga efectos vinculantes para
la misma y si la sociedad no cumple con este nuevo requerimiento, mal podrá alegar que el
tercero conocía la nueva sede social no inscripta.
- Legajo art. 9º: En los Registros, ordenada la inscripción, se formará un legajo para cada
sociedad, con la documentación relativa a la misma, cuya consulta será pública.
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3) EFECTOS DE LAS INSCRIPCIONES. INSCRIPCIÓN. EFECTOS. ART. 7º. “La sociedad solo
se considera regularmente constituida con su inscripción en el Registro Público de Comercio.”.
Además de la forma escrita, la ley requiere para calificar como regular a una sociedad la inscripción
en el Registro Público de su acto constitutivo, modificación y el reglamento si lo hubiese, lo que
implica que el cumplimiento de las formalidades que prescribe la ley- inscripción- le otorga a la
sociedad un efecto de regularidad y no un efecto constitutivo, pues la sociedad es un sujeto de
derecho desde el acuerdo fundacional, siendo la inscripción una condición de regularidad pero no de
existencia, que tiene por fin el de dar publicidad a los actos o hechos que han ocurrido fuera de ese
Registro Público y tornarlos oponibles a los terceros - salvo que se probara que lo conocían art 22-,
teniendo como fundamento la transparencia de las relaciones mercantiles. Por ello, la toma de razón
que es la decisión del Registro de inscribir la sociedad, tiene un efecto meramente declarativo, (con
la inscripción no se produce un saneamiento de los vicios que puede haber tenido el acto de
constitución).
Al tercero no solo le interesa conocer el contrato constitutivo y sus modificaciones, sino también otros
actos cuya registración requiere la LGS, xej, designación y cesación de los administradores o
liquidadores, disolución de la sociedad, cancelación de inscripción, etc. La inscripción de los
administradores- art. 60- cumple efectos declarativos: pues son tales desde que son designados por
los socios, en reunión o asamblea de accionistas, independientemente de su inscripción, no obstante
lo cual, la sociedad no podrá repeler el cumplimiento de las obligaciones contraídas por los
administradores o representantes si la cesación de éstos o su reemplazo no estuviera inscripta en el
Registro Público.
Uno de los cambios más profundos realizados por el CCYC ha sido la derogación del estatuto del
comerciante, este CCYC no contiene ningún capítulo destinado a reglamentar la materia comercial,
las obligaciones del comerciante, etc. Del mismo modo, se elimina el registro público de comercio,
actualmente es registro público, sin regular absolutamente nada sobre los actos cuya inscripción la
ley requiere, sobre los procedimientos inscriptorios y efectos de las registraciones. Como
consecuencia de la derogación del código de comercio, las inscripciones societarias pasan a estar
legisladas por la ley 19.550 exclusivamente, así como las leyes 22.315 reglamentaria de la actuación
de la IGJ y 22.316 de registro público de comercio.
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En materia de efectos de las inscripciones en el ahora denominado registro público, la doctrina
distingue entre la publicidad formal y la publicidad material; la publicidad formal implica solo la simple
notificación a los terceros de la existencia de un acto, y de esa manera poder oponerle a ellos el
contenido del documento. La publicidad material además de esos efectos, cumple otro de no menor
importancia, consistente en fijar el momento a partir del cual el acto tiene eficacia plena.
La ley 19.550 otorga a la inscripción del acto constitutivo de la sociedad en el registro público un
efecto constitutivo, pues solo a partir de tal acto las cláusulas del contrato social o estatuto pueden
ser opuestas a terceros, considerándose regularmente constituida a la sociedad desde ese
momento. Por otro lado, la inscripción de los administradores cumple efectos declarativos, pues los
administradores de sociedades son tales desde que ellos son designados por los socios en reunión o
asambleas independientemente de su inscripción.
El derogado art. 6 de la ley 19.550 en concordancia con el art. 34 del Código de Comercio, ponía en
cabeza del registrador mercantil el control de los requisitos legales y fiscales de cada acto societario
sujeto a inscripción. Ello coincide con lo dispuesto por el art. 167 LGS que no ha sido derogado por
la ley 26.994 y conforme al cual el contrato constitutivo de las sociedades anónimas será presentado
a la autoridad de control para verificar el cumplimiento de los requisitos legales y fiscales.
El control de legalidad a cargo del funcionario encargado del registro público ha sido también
duramente cuestionado por las demoras que ocasiona para el sujeto de derecho sometido a los
tramites inscriptorios, intentándose enervar su eficacia a través de la aprobación por la misma
autoridad de control de estatutos modelos o formularios uniformes, como si el texto del contrato
constitutivo pudiera ser igual para cualquier emprendimiento colectivo.
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Halperin sostenía que constituía un medio eficaz para llenar las necesidades del comercio, que no
puede dedicar su tiempo y esfuerzos en el contralor de la legalidad cada vez que se deba contratar
con sociedades. Tal control debe estar en manos de un registro, pues dejarlo librado a lo que se
decida en los litigios que pudieran suscitarse es perder de vista la esencia misma de la institución del
registro público.
La eliminación por la ley 26.994 del control del cumplimiento de los requisitos legales y fiscales del
documento que se presenta a inscribir en el registro público nos lleva a preguntarnos si el encargado
del registro debe ordenar inmediatamente la inscripción del documento sin examinar la legalidad del
mismo (convirtiendo al registro público en un registro buzón) o si a pesar del nuevo texto del art. 6
dichos controles se mantienen inalterables; al respecto la respuesta debe ser esta ultimo por los
siguientes motivos:
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TRÁMITE DE PRECALIFICACIÓN PROFESIONAL
Del documento o acto que pretenda inscribirse debe surgir la autorización del presentante del trámite
(quién firmará el formulario pertinente), salvo cuando se trate del representante legal de la persona
jurídica. Pero si la persona jurídica interesada desea derivar la totalidad de la tarea en el profesional,
debe autorizarlo en el documento o acta en la cual conste el acto que pretenda inscribirse; de lo
contrario deberá conferir poder por separado. La autorización podría ser de siguiente tenor. "Se
P á g i n a 23 | 47
autoriza al Dr. …. a efectuar los trámites pertinentes en la Inspección General de Justicia para
inscripción del presente, facultándoselo a hacer las presentaciones necesarias a tales efectos,
efectuar el dictamen de precalificación profesional, las transcripciones de las actas necesarias,
contestar vistas y cualquier otra tarea o diligencia que resulte necesaria."
Según el art. 36 RG IGJ N° 7/2005, el documento a inscribirse puede ser una escritura pública (por la
cual se constituye una sociedad, o donde se encuentren transcriptas resoluciones o acuerdos
sociales) o un instrumento privado. En este segundo caso, el documento debe ser firmado por el
representante legal de la sociedad con su firma certificada notarialmente o acompañado por una
declaración jurada de profesional habilitado (escribano, abogado o graduado en ciencias económicas
que haya sido expresamente autorizado en el documento o acredite ser apoderado) dando cuenta
que ha comprobado que la trascripción en el instrumento es fehaciente, debiendo identificar los libros
sociales, indicar datos completos de los mismos (folios y datos de rúbrica), y firmar cada una de las
fojas y transcripciones efectuadas, debiendo estar certificada su firma por la autoridad de
superintendencia de la jurisdicción (Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, Colegio de
Abogados de la Capital Federal o Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad de
Buenos Aires), a menos que el certificante sea el mismo profesional dictaminante, en cuyo caso
corresponde certificar la firma inserta en el dictamen más no la del instrumento privado.
Aquí debe analizarse el contenido sustancial del documento de acuerdo con la ley de fondo. Por
ejemplo, si se trata de la constitución de una sociedad, deberá analizarse el cumplimiento de los
requisitos o elementos previstos en los arts. 11 y CC. De la ley 19.550. Tenga en cuenta que "lo que
abunda no daña", y que el dictamen requiere un contenido suficiente para acreditar que el
documento cumple con todas las exigencias sustanciales y formales para ser inscripto, por lo cual
señale el cumplimiento de todas ellas.
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El art. 39 inc. 2 c) de la RG IGJ N° 7/2005 establece como contenido obligatorio del dictamen
expedirse sobre el cumplimiento o no en ocasión de celebrarse el acto que se pretende inscribir de
las normas relativas al quórum y mayorías aplicables y sobre la regularidad en el cumplimiento de las
formalidades atinentes a la convocatoria, citación o consulta de los socios, salvo que se haga constar
la presencia de todos los socios.
Conforme el mencionado artículo, en el caso de cambio de sede social, la IGJ requiere una
certificación o declaración jurada que asevere que el centro principal de la dirección y administración
de los negocios sociales se encuentra efectivamente en la sede cuyo cambio se solicita inscribir. Por
ello, si la intervención del profesional dictaminante incluye la verificación personal de dicha
circunstancia, puede hacerlo constar en el dictamen y con ello se tendrá por cumplimentado tal
requisito. Caso contrario, deberá adjuntarse al trámite una declaración jurada de dicho extremo
suscripta por el representante legal de la sociedad y un miembro del órgano de fiscalización si lo
hubiere, con firmas certificadas por escribano público, de lo cual deberá dar cuenta el dictamen. No
debe el profesional dar fe de tal extremo si realmente no ha sido verificado por él, puesto que
cualquier falsedad en el dictamen puede dar lugar a sanciones disciplinarias y/o penales (art. 53 RG
IGJ N° 7/2005).
El art. 49 inc. 2 a) impone como contenido obligatorio del dictamen expedirse sobre el estado de
vigencia de la sociedad en estos términos.
El art. 39 RG IGJ N° 7/2005 establece que para inscribir actos o contratos otorgados o relacionados
con un sujeto inscribible, debe realizarse la inscripción de este ya sea en forma previa o simultánea.
En el caso de los administradores sociales, todo acto emanado de los mismos debe estar precedido
de la inscripción de la designación de los mismos. Tal es la razón por la cual la parte final del artículo
prevé que los dictámenes de precalificación se expidan sobre la inexistencia de actos o documentos
que deban inscribirse en forma previa o simultánea al que se desea inscribir, para lo cual debe
volcarse la información necesaria.
Las Sociedades Anónimas no pagan una tasa por cada inscripción (sin perjuicio de pagar los
sellados del formulario pertinente de inicio del trámite), sino que pagan una tasa anual cuyo monto
asciende a $ 100. En el caso de las demás sociedades, las mismas abonan una tasa retributiva de
servicios por cada trámite que asciende a $ 30, debiendo el dictamen de precalificación dar cuenta
del cumplimiento de tal extremo (art. 49 inc. 3 RG IGJ N° 7/2005).
P á g i n a 25 | 47
El dictamen debe expedirse sobre el cumplimiento de las publicaciones legales, ya sea las
establecidas en la ley de sociedades comerciales (19.550) como en la misma Resolución General
IGJ N° 7/2005. En materia de cambio de sede social, el art. 11 del decreto 1493/82, mencionado en
el art. 85 RG IGJ N° 7/2005 hace referencia a la publicación ordenada por el art. 10 de la ley 19.550.
Al trámite de inscripción debe acompañarse la hoja del ejemplar del Boletín Oficial –diario en el cual
se efectúa la publicación- en el cual conste la publicación del edicto.
Recuérdese lo dicho en la nota 5., en el sentido que el dictamen puede ser firmado por cualquier
profesional independiente, pero si no es suscripto por el mismo firmante del formulario de inicio de
trámite, en ambos instrumentos deben constar las firmas certificadas por la autoridad competente.
La firma del profesional dictaminante debe estar certificada por la autoridad de superintendencia del
profesional actuante en la jurisdicción, en nuestro caso, el Colegio Público de Abogados de Capital
Federal. La certificación se obtiene dirigiéndose al sector matrículas, ubicado actualmente en el 5
piso del edificio ubicado en la Av. Corrientes 1441, en el horario de 8 a 16. El costo de la certificación
en el acto asciende a $ 25.
RESUMEN. El control de legalidad ha sido cuestionado por las demoras que ocasiona para el sujeto
de derecho sometido a los tramites inscriptorios, por lo que se aprobaron por parte de la autoridad de
control “estatutos modelos” o “formularios uniformes”, como si el texto del contrato pudiera ser igual
para cualquier emprendimiento colectivo. Los fracasos de tales técnicas llevaron a poner el control
de legalidad en manos de los profesionales redactores del acto sujeto a inscripción (dictamen de
precalificación), el cual hace un análisis del contrato de constitución o su reforma y emite un
dictamen que versa acerca del encuadramiento legal de esos instrumentos.
Ese trámite surge de Res. de la IGJ, por lo que solamente está vigente para el ámbito de la CABA y
es una forma de facilitar el trámite, porque cuando lo agarra el funcionario de la IGJ ve el análisis y
las observaciones realizadas por un profesional especializado en la materia. Pero se lo critica en
tanto el control para poder otorgar a los actos inscriptos en el RP la presunción iuris tantum de
validez, debe ser efectuado por funcionarios especializados e independientes del profesional que ha
redactado el acto societario, sino se pierde concepto mismo del “control”.
P á g i n a 26 | 47
MODIFICACIONES DEL CONTRATO O ESTATUTO: FORMALIDADES Y EFECTOS
ART. 4. El contrato por el cual se constituya o modifique una sociedad, se otorgará por instrumento
público o privado”. Cuando los socios a través del régimen que establece el contrato constitutivo o la
LGS modifican el contrato original, pueden tratarse de una modificación de aspectos sustanciales del
contrato constitutivo que implican en general una afectación del objeto social o del capital, porque
modifican la idea original de su constitución (modificar el objeto social, aumento de capital por fuera
del quíntuplo, transformación, escisión, fusión, etc.), o una mera modificación instrumental o
accesorias, que no tienen la entidad suficiente para considerar que estamos en presencia de un acto
que modifica sustancialmente el contrato de constitución (domicilio, o alguna clausula no sustancial
para la vida de la sociedad).
Cuando se trata de una modificación sustancial del contrato constitutivo es necesaria la modificación
por instrumento público y las modificaciones accesorias pueden hacerse mediante instrumento
público o privado. Así, el art. 1016 CCCN – que debe interpretarse en armonía con el art. 4-
establece que la formalidad exigida para la celebración del contrato rige también para las
modificaciones ulteriores, excepto que ellas versen solamente sobre estipulaciones accesorias o
secundarias o que exista disposición legal en contrario.
Por otra parte, una modificación no registrada no torna irregular a la sociedad, sino que hace
aplicable el art. 12: Modificaciones no inscriptas: Ineficacia para la sociedad y los terceros: “Las
modificaciones no inscriptas regularmente:
OBLIGAN A LOS SOCIOS OTORGANTES. Son los que participaron en el acto donde se
resolvió tal modificación, atento el principio según el cual la omisión de inscripción no es
invocable por quien participo o conoció el negocio sujeto a inscripción (1893 CCCN).
Son inoponibles a los terceros, no obstante, estos pueden alegarlas contra la sociedad y los
socios, salvo en las sociedades por acciones y en las sociedades de responsabilidad
limitada.”.
PUBLICACIÓN EDICTAL. ART. 10. Las SRL y las sociedades por acciones deben publicar por un
día en el diario de publicaciones legales correspondiente, un aviso que deberá contener:
a) En oportunidad de su constitución:
Nombre, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, domicilio, número de documento
de identidad de los socios
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Fecha del instrumento de constitución
La razón social o denominación de la sociedad
Domicilio de la sociedad
Objeto social
Plazo de duración
Capital social
Composición de los órganos de administración y fiscalización, nombres de sus
miembros y, en su caso, duración en los cargos
Organización de la representación legal
Fecha de cierre del ejercicio;
b) En oportunidad de la modificación del contrato o disolución:
Fecha de la resolución de la sociedad que aprobó la modificación del contrato o su
disolución
Cuando la modificación afecte los puntos enumerados de los incisos 3 a 10 del
apartado a), la publicación deberá determinarlo en la forma allí establecida.
Esta publicidad tiende a completar el régimen registral previsto por la ley tendiente a lograr el
conocimiento de 3° de la celebración de ciertos actos. Debe efectuarse previo a la inscripción del
acto.
PUBLICIDAD. NORMA GENERAL. ART. 14. Cualquier publicación que se ordene sin determinación
del órgano de publicidad o del número de días por que debe cumplirse, se efectuará por una sola vez
en el diario de publicaciones legales de la jurisdicción que corresponda.
Si no se acompaña con el contrato: las clausulas no son oponibles ni siquiera entre los socios
(art. 7).
Si la inscripción es posterior: los efectos de la registración son similares a las de las
inscripciones declarativas, no siendo aplicable el art. 12, pues el reglamento no implica una
modificación del contrato.
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INSCRIPCIÓN DE SUCURSALES. El art. 5 se refiere a la instalación de sucursales de sociedades
constituidas en el país. Respecto a las sucursales de sociedades extranjeras, su instalación está
prevista en el art. 118 que también impone su inscripción en el Registro, pero los efectos son
diferentes en tanto, en las primeras la omisión de esa inscripción carece hoy de sanción, en las
segundas, tal carencia torna inoponible la actuación de la sociedad extranjera en la Republica, hasta
tanto se cumpla con dicha carga.
El objetivo del RNSA consiste en centralizar todos los datos relativos a las sociedades por acciones
existentes en el país asentadas en las diferentes jurisdicciones locales. Es de índole administrativa y
cumple funciones informativas y estadísticas. Se encuentra a cargo de la IGJ de la CABA.
La exigencia del instrumento público o privado para el contrato de constitución de una sociedad es
un requisito de regularidad. La publicidad registral (y la periodística cuando ésta se requiere) es
necesaria para que la sociedad adquiera el carácter de regular. La falta de publicidad de la reforma
del contrato social torna ineficaz el acto, siendo inoponible total o parcialmente. Los requisitos
del artículo 11 de la Ley de Sociedades son todos tipificantes.
Las sociedades de la Sección IV (LGS), en cuanto a forma y prueba se rigen por los arts. 22 y 23 in
fine (LGS).
ELEMENTOS ESPECIFICOS
Estos elementos surgen claramente de la definición de “sociedad” que nos brinda el Art. 1 de la LGS.
ART. 1º. Habrá sociedad si una o más personas en forma organizada conforme a uno de los tipos
previstos en esta ley, se obligan a realizar aportes para aplicarlos a la producción o intercambio de
bienes o servicios, participando de los beneficios y soportando las pérdidas.
P á g i n a 29 | 47
ORGANIZACIÓN. Cuando una o más personas constituyen una sociedad, deben hacerlo en
forma organizada. Es decir que deben estipular, por ejemplo, cuáles serán las obligaciones de
cada socio, cuál será la función de cada órgano, cómo se distribuirán las ganancias, cómo se
adoptarán las decisiones, etc.
TIPICIDAD. La persona o personas que van a constituir la sociedad deben elegir uno de los 6
tipos de sociedad que la Ley General de Sociedades ofrece. Estos son:
1) Sociedad Colectiva
2) Sociedad en Comandita Simple
3) Sociedad de Capital e Industria
4) Sociedad de Responsabilidad Limitada
5) Sociedad en Comandita por Acciones
6) Sociedades Anónimas
De esta forma se otorga seguridad jurídica a las operaciones comerciales, ya que aquel que contrate
con una sociedad podrá saber qué tipo de responsabilidad tienen los socios y cómo es el
funcionamiento interno de la sociedad.
El fondo común está constituido por los aportes, es requisito esencial. Formal el capital social que
permitirá la consecución del objeto social.
Los aportes son la contribución de cada socio al fondo común que debe formarse para el desarrollo
del objeto social y constituye un requisito fundamental, pues sin aportes no puede haber socios y,
por ende, tampoco sociedad, porque esta es onerosa por naturaleza.
P á g i n a 30 | 47
IMPORTANCIA. El conjunto de aportes estimados en una cifra determinada va a formar parte del
capital social. No solo tienen importancia del tipo económico, sino que también permiten establecer
la participación de cada socio en las ganancias y pérdidas de la sociedad, y para determinar las
mayorías societarias.
BIENES APORTABLES
ARTICULO 38. — Los aportes pueden consistir en obligaciones de dar o de hacer, salvo para los
tipos de sociedad en lo que se exige que consistan en obligaciones de dar.
P á g i n a 31 | 47
BIENES GRAVADOS. Sólo pueden ser aportados por su valor con deducción del gravamen,
el cual debe ser especificado por el aportante. La sociedad se hará cargo del gravamen. (Art.
43)
FONDO DE COMERCIO. El socio aportante debe practicar inventario y valuación de los
bienes que lo integran y cumplir con las normas de publicidad y oposición de la ley de
transferencia de fondo de comercio. (Art. 44)
DETERMINACIÓN DEL APORTE – ART. 39. Salvo el crédito o la influencia, todas las cosas
o derechos pueden ser materia de aportes, pero ellos difieren según el tipo social de que se
trate:
En las sociedades en las que la responsabilidad de los socios se limita exclusivamente al aporte
efectuado (S.R.L., S.A., S.C.A. y socio comanditario en S.C.S.): El aporte debe ser de bienes
determinados susceptibles de ejecución forzada (remate, subasta o cualquier forma de ejecución
compulsiva dispuesta por autoridad judicial). Esto encuentra su fundamento en que los acreedores
no podrán satisfacer sus créditos ejecutando obligaciones de hacer, por ello, solo se admiten
obligaciones de dar.
En las sociedades en que los socios tienen responsabilidad solidaria e ilimitada, aunque subsidiaria
(Colectiva, Capital e Industria, Comandita Simple): se admite que los aportes puedan consistir en
obligaciones de dar o hacer, ya que los terceros se hallan debidamente cubiertos con la amplia
responsabilidad personal asumida por cada uno de los socios.
En propiedad o
En uso y goce.
El aporte en uso y goce solo está autorizado en las sociedades de interés. En las S.R.L. y en las
sociedades por acciones se admite la entrega de bienes en uso y goce, pero como prestaciones
accesorias y no como aporte.
Se presume que los bienes se aportaron en propiedad si no consta expresamente su aporte en uso y
goce. (Art. 45)
P á g i n a 32 | 47
Disuelta la sociedad, el socio aportante de un bien en uso y goce puede exigir su restitución en el
estado que se hallare. (Art. 49)
INTEGRACIÓN
EN LAS S.A. Los aportes en dinero deben integrarse como mínimo en un 25% y los aportes en
especie se integran en un 100% al momento de la inscripción. (Art. 187)
EN LAS S.R.L. Los aportes en dinero deben integrarse en un 25% como mínimo y completarse en
un plazo de 2 años. Los aportes en especie deben integrarse totalmente y los socios garantizan
solidaria e ilimitadamente a los terceros la integración de los aportes, salvo valuación por pericia
judicial.
FORMALIDADES
Se dan según la naturaleza de los bienes aportados. Para los inmuebles, escritura pública, tradición
y registración. Para los bienes registrables, la inscripción de los aportes podrá hacerse
preventivamente a nombre de la sociedad en formación, con el objeto de evitar la sustracción del
bien por un acreedor de un socio aportante. (Art. 38)
ARTICULO 37. — El socio que no cumpla con el aporte en las condiciones convenidas incurre en
mora por el mero vencimiento del plazo, y debe resarcir los daños e intereses. Si no tuviere plazo
fijado, el aporte es exigible desde la inscripción de la sociedad.
La sociedad podrá excluirlo sin perjuicio de reclamación judicial del afectado o exigirle el
cumplimiento del aporte. En las sociedades por acciones se aplicará el artículo 193.
El aporte debe ser cumplido en el término fijado en el contrato, y si no se hubiere fijado término, debe
integrarse desde la inscripción del contrato social en el R.P. la mora en la ejecución del aporte se
produce de pleno derecho y faculta a la sociedad a:
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DISPONER LA EXCLUSIÓN DEL SOCIO. Decisión que debe ser adoptada por el órgano de
gobierno y se hace efectiva sin necesidad de acción judicial. El socio puede reclamar
judicialmente la legitimidad de dicha decisión. Se aplica en todas las sociedades donde es
procedente la exclusión del socio: Sociedades por parte de interés, S.R.L., S.C.A. para el caso
de los socios comanditados, Sociedades de la sección IV, por ser oponible el contrato entre
los socios. La exclusión no opera en las S.A.
EXIGIR EL CUMPLIMIENTO CON LA INDEMNIZACIÓN DE LOS DAÑOS Y PERJUICIOS.
Aplicable a todos los tipos sociales.
Suspensión automática del ejercicio de los derechos inherentes a las acciones en mora.
Puede preverse estatutariamente que los derechos de suscripción de las acciones en mora
sean vendidos en remate público o por medio de agentes de bolsa si son acciones cotizables.
Los gastos e intereses, más la responsabilidad por los daños corren por cuenta del moroso.
Debe exigirse el cumplimiento del aporte más los daños y perjuicios.
También, estatutariamente puede establecerse la caducidad de los derechos del accionista
moroso: en este caso la sanción producirá sus efectos previa intimación a integrar en un plazo
no mayor a 30 días, con pérdida de las sumas abonadas. La sociedad podrá optar por el
cumplimiento del contrato de suscripción.
En las S.A.U. no aplica la mora, porque los aportes se hacen al 100% en el acto constitutivo.
EVICCIÓN. El socio debe garantizar a la sociedad el uso y goce pacifico del bien que aporto, sin que
existan reclamos judiciales legítimos de terceros sobre el bien.
La ley ha contemplado la garantía de evicción para los bienes aportados, autorizando a la sociedad a
optar entre:
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No excluir al socio si integra el valor del bien + los daños y perjuicios. Esto no opera si el
aporte del socio fuera el usufructo del bien. (Art. 48)
VALUACIÓN EN ESPECIE – ARTS. 51 Y 53. Cuando los aportes no son dinerarios es necesario
establecer su valor, a fin de conocer el monto del capital social y la participación que le corresponde
a cada socio dentro de la sociedad.
El art. 150 indica que los socios, en la S.R.L., garantizan solidaria e ilimitadamente por la
sobrevaluación de los aportes en especie.
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ART. 53 – SOCIEDADES POR ACCIONES. En las sociedades por acciones, la valuación que
deberá ser aprobada por la autoridad de control, se hará:
El régimen es más severo y exige la aprobación por la autoridad de contralor, sin perjuicio del
recurso ante la autoridad de control en la forma y en los términos del art. 169, a los efectos de lograr
una mayor equivalencia entre el capital social y el patrimonio en el momento de la constitución.
La última parte del art. 53, y para las sociedades por acciones, la ley admite el aporte no dinerario
por un valor inferior a la valuación, pues no afecta el principio de intangibilidad del capital social.
El aportante tiene el derecho a solicitar la reducción del aporte al valor resultante de la valuación
practicada en sede registral, siempre que los socios que representen el 75% (3/4) del capital lo
acepten, sin contar el voto del interesado. Sino deberá integrar la diferencia.
PRESTACIONES ACCESORIAS
Las prestaciones accesorias son aquellas prestaciones que efectúan los socios, pero que no integran
el capital social ni implican acrecentamiento por parte del aportante de sus derechos sociales.
Son prestaciones efectuadas por los socios que tienen las siguientes características:
No son aportes, por ende, no integran el capital social: mediante las prestaciones accesorias
se establece la posibilidad de que los socios efectúen otro tipo de obligaciones distintos del
aporte, pero que no integran el capital. Por ejemplo: servicios personales de los socios,
asistencia técnica, etc.
Deben estar expresamente convenidas en el contrato constitutivo: se precisará su contenido,
duración, modalidad, retribución y sanciones en caso de incumplimiento. Si no resultaren del
contrato, se considerarán obligaciones de terceros.
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Deben ser diferenciadas de los aportes: su inclusión en el contrato depende de la voluntad de
quien las efectúa. Una vez incluidas en el contrato se tornan exigibles.
No pueden ser en dinero: porque si no desnaturalizan el fin para el cual están destinadas.
Solo pueden modificarse de acuerdo a lo convenido: o en su defecto, con la conformidad de
los obligados y de la mayoría requerida para la reforma del contrato.
Cuando sean conexas a Cuotas de S.R.L, su transmisión requiere de la mayoría necesaria
para la modificación del contrato. Si son conexas a Acciones: deben ser acciones nominativas
y requerirá la conformidad del directorio.
FIN SOCIETARIO. El “fin societario” o “fin común” de una sociedad siempre debe ser la producción o
intercambio de bienes o servicios.
La necesidad de que la sociedad tenga esa finalidad está dirigida a descartar las sociedades
constituidas para ser simple depositaria o titular exclusivamente de bienes inmuebles o registrables,
sin administración o actividad comercial sobre ellos, o las creadas para ser vendidas. Lo que busca
el legislador es que la sociedad tenga una finalidad económica (vasco Ferrari c/Arlington S.A de la
cámara nacional de comercio…).
CAPITAL
Está constituido por el conjunto de los aportes de los socios y debe ser adecuado al objeto que la
sociedad pretenda desarrollar. Ha sido definido como una existencia de derecho cuya principal
finalidad es la tutela del interés de los acreedores. Su concepto se extrae por confrontación con el
concepto de patrimonio social.
Se trata de una cifra representativa, que suma el valor de la totalidad de los aportes que hayan
realizado los socios, sean en dinero o en especie, para cumplir con el objeto social, sea en el
momento del acto constitutivo o en oportunidad de su ampliación o incremento. Figura en el contrato
constitutivo
Permanece fijo, invariable (el capital no varía en su presión numérica monetaria por más que ya no
esté dentro del patrimonio de la sociedad aquello que se aportó y dio valor numérico al capital),
intangible e inmodificable a lo largo de la gestión social, salvo que sea aumentado o disminuido por
P á g i n a 37 | 47
el órgano deliberativo bajo un procedimiento sometido a estrictas formalidades legales- arts. 191 a
206-, ya que la disminución implica una merma de la garantía efectiva para los terceros y su
incremento puede perjudicar a los socios que no se encuentren en condiciones de integrar la suma
necesaria. Las perdidas pueden llegar a ser solventadas con disminución del capital. Se encuentra
en el patrimonio neto (el patrimonio es el capital más las utilidades). Es una cifra que tiene un
significado jurídico y contable pero no tiene un correlato económico, pues pueden haberse perdido
todos los bs de la sociedad y sin embargo, el capital social permanece invariable, siempre tiene que
existir, pese a que la sociedad no tenga bienes.
PATRIMONIO
El capital social es fijo e invariable, salvo aumento o reducción. Por el contrario, el patrimonio de la
sociedad, cuyo monto sólo puede coincidir con el capital social en el momento de la constitución de
la sociedad, es variable, pues va cambiando y modificándose permanente por el giro de los
negocios. El patrimonio es un activo social efectivo con el cual la sociedad responde por las
obligaciones contraídas, en cambio, el capital social es una cifra jurídica y contable que siempre
debe estar en la sociedad, pues sirve de garantía para los acreedores por la exoneración de la
responsabilidad de que gozan los patrimonios de los socios, en especial cuando la responsabilidad
de los socios se limita al aporte, lo que explica los derechos otorgados a los 3° en caso de reducción
voluntaria del capital, art. 203 y 204-.
Representa el conjunto de todos los bienes y deudas de la sociedad, es un inventario constituido por
el activo y el pasivo, créditos y obligaciones de la sociedad. Se lo califica como una existencia de
hecho, pus importa una noción empírica, ya que está vinculada con las contingencias de los
negocios sociales resultando por ello mutable. Se dice que es una suerte de garantía directa frente a
los acreedores sociales, en tanto que el capital social es una garantía indirecta, dado que la ley
prevé que no puede existir distribución de utilidades sin antes haberse compensado las pérdidas
producidas en el capital social. El patrimonio neto es la parte de los estados contables en el cual se
expresa el capital y las utilidades (diferencia entre el activo y el pasivo).
PRESTACIONES ACCESORIAS
Art. 50. Son prestaciones efectuadas por los socios que tienen las siguientes características:
No son aportes por ende no integran el capital social: Mediante las prestaciones accesorias se
establece la posibilidad de que los socios efectúen otro tipo de obligaciones distintas del
aporte, razón por la cual no integran el capital, por ejemplo: servicios personales de los socios
, asistencia técnica, usufructo de bienes de uso de materias primas, cualquier clase de
colaboración del socio que sea tendiente la mejor cumplimiento del objeto social pero también
puede ser el eje central de la explotación por ejemplo un socio que tenga un know how
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(conocimiento específico técnico científico) para la elaboración de ese producto de la
empresa.
Deben estar expresamente convenidas en el contrato constitutivo: se precisara su contenido,
duración, modalidad, retribución y sanciones en caso de incumplimiento. Si no resultaren del
contrato se consideraran obligaciones de terceros.
Deben ser claramente diferenciadas de los aportes: Su inclusión en el contrato depende de la
voluntad de quien las efectúa. Sin embargo, una vez incluidas en el contrato social se tornan
exigibles.
No pueden ser en dinero: deben consistir necesariamente en obligaciones de dar bienes no
dinerarios, prestaciones de industria u obligaciones de hacer, porque sino se desnaturaliza el
fin para el cual están destinadas.
Solo pueden modificarse de acuerdo con lo convenido: o en su defecto, con la conformidad de
los obligados y de la mayoría requerida para la reforma del contrato.
Cuando sean conexas a cuotas de SRL, su transmisión requiere la conformidad de la mayoría
necesaria para la modificación del contrato, salvo pacto en contrario; y si fueran conexas a
acciones, éstas deberán ser nominativas y se requerirá la conformidad del directorio.
No acrecientan los derechos sociales de aquel que las efectúa;
Adquieren especial relevancia en SRL y SA., en las cuales los únicos aportes que se puede efectuar
son en dinero u obligaciones de dar susceptibles de ejecución forzada, entregada en propiedad a la
sociedad, por ello el art. 45 in fine acepta que el aporte de bs en uso y goce pueda efectuarse en
carácter de prestación accesoria.
La necesidad de que la sociedad tenga esa finalidad está dirigida a descartar las sociedades
constituidas para ser simple depositaria o titular exclusivamente de bienes inmuebles o registrables,
sin administración o actividad comercial sobre ellos, o las creadas para ser vendidas. Lo que busca
el legislador es que la sociedad tenga una finalidad económica (vasco Ferrari c/Arlington S.A de la
cámara nacional de comercio…).
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SEGUNDO ELEMENTO: PARTICIPACIÓN EN LOS RESULTADOS Y CAUSA DEL CONTRATO
DE SOCIEDAD
La idea de objeto o elemento causal del contrato de sociedad para todos los tipos de sociedades no
es otro que el de repartir las ganancias entre los socios, las ganancias que resultan de la explotación
del objeto social, la participación en la repartición de ganancias es uno de los derechos más
importantes que tienen los socios. La ley Gral. De sociedades lo establece como uno de los
elementos necesarios del contrato de sociedades.
La definición de sociedad prevista por el art 1 de la ley 19.550 incluye al fin común o a la causa del
contrato que se traduce en la obtención de beneficios económicos, denominados técnicamente
dividendos, debiendo los socios soportar las pérdidas sufridas por la sociedad. La participación en
los beneficios está sujeta a un procedimiento especial previsto expresamente por la ley 19550 por los
arts 68 y 224, los dividendos solo pueden ser aprobados y distribuidos a los socios si ellos surgen de
ganancias realizadas y liquidas resultantes de un balance confeccionado de acuerdo con la ley y el
estatuto y aprobado por el órgano social competente, salvo en las sociedades anónimas incluidas en
el art 299 LGS.
Los socios deben pactar en el contrato constitutivo o en el estatuto, la forma como se distribuirán
entre ellos las ganancias obtenidas por la sociedad. Caso contrario, la distribución se hará en
proporción a los aportes (art. 11 inc. 7). Ej.: aportes por el 20%, la participación en las ganancias es
del 20%.
La participación en la distribución de estas ganancias es uno de los derechos más importantes que
tiene el estado de socio y se encuentra en la esencia misma de constituir la sociedad, es inalienable
e inderogable pero no es absoluto ni puede ser ejercido en cualquier momento, pues está sujeta a un
procedimiento especial previsto en los arts. 68 (aplicable a todas las sociedades comerciales) y 224
(para las SA), ya que los administradores no pueden repartir las ganancias en cualquier momento ni
de cualquier manera, sino que, según el art. 68, los dividendos solo pueden ser aprobados y
distribuidos a los socios si ellos surgen de ganancias realizadas (utilidades netas devengadas que
es la diferencia entre ganancia y perdidas) y liquidas (realizables a corto plazo, el ingreso de dinero
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va a ser a corto plazo) resultantes de un balance confeccionado de acuerdo con la ley y el estatuto y
aprobado por el órgano social competente- reunión de socios o asamblea de accionistas-, salvo el
caso previsto en el art. 224 2° párrafo.
DIVIDENDOS ANTICIPADOS EN LAS S.A. DEL ART. 299. Las ganancias distribuidas en violación
a esta regla son repetibles, con excepción del supuesto previsto en el artículo 225 (percibidos de
buena fe). Art 224: “La distribución de dividendos o el pago de interés a los accionistas son lícitos
sólo si resultan de ganancias realizadas y líquidas correspondientes a un balance de ejercicio
regularmente confeccionado y aprobado.”
Existencia de un balance regular ajustado a los parámetros legales del cual surja la existencia
de utilidades y aprobado por el órgano social competente.
Que exista decisión de los socios de distribuir en todo o en parte esas utilidades.
Solo ahí el órgano social competente, deberá aprobar la distribución de utilidades entre los
integrantes de la sociedad, naciendo el derecho del socio a la percepción del dividendo, antes de eso
no hay dividendos.
Antes de la resolución de aprobación de distribución, las ganancias del ejercicio van a pertenecer a
la sociedad, una vez aprobados los dividendos adquieren el carácter de irrevocable y pasan a ser del
socio, y no hace falta que se le pague; una vez que esta la resolución de la asamblea, ya el socio
puede considerar que esa utilidad integra su patrimonio y el ente pierde todo derecho sobre esas
sumas y cuya entrega puede exigirse judicialmente incluso con intereses y mora.
REGLAS SUPLETORIAS
ART. 11 INC. 7 LGS. En todos los casos el contrato social o estatuto debe establecer las reglas para
la soportación de las pérdidas por parte de los socios, y en caso de silencio y al igual que las
ganancias, serán soportadas en proporción a los aportes efectuados. Pero si el contrato social o
estatuto previeron la forma de distribuir las ganancias y no las perdidas, estas se deberán soportar
en la misma proporción.
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EJERCICIOS SOCIALES
CONCEPTO. El ejercicio social es el período de tiempo que completa una etapa social a los efectos
contables y fiscales exigidos por la Ley. Toda sociedad mercantil tiene una finalidad de lucro, y las
ganancias, el cumplimiento por el órgano de administración de determinadas obligaciones contables
y documentales, la aprobación de cuentas, el destino del resultado, los impuestos que gravan las
ganancias, etc.. Están siempre en relación con un tiempo determinado, que tiene un inicio y un final
temporal, el llamado ejercicio social.
FUNCIÓN. Su finalidad contable (cuentas anuales) y fiscal (devengos y pagos) se completa con las
exigencias legales de información y decisión de los socios sobre los asuntos más importantes que
afectan a la sociedad. Es un modo de facilitar todos los intereses en juego con una periodicidad
concretada y límite: algo hay que hacer al menos una vez al año.
En cierta forma la expresión "ejercicio social" viene a ser y así se usa en la práctica como
equivalente a ejercicio económico.
La sociedad para autofinanciarse, evitando pedir préstamos, cuanta solo con dos maneras previstas
por la ley de sociedades:
Mediante el procedimiento de aumento del capital social con efectiva suscripción e integración
de los socios o mediante la capitalización de reservas.
A través de la constitución de reservas libres o facultativas.
Es ahí donde se produce el conflicto entre el interés social y el de los socios, porque el interés social
apunta al autofinanciamiento, no al reparto de utilidades y el interés de los socios apunta a obtener
utilidades. Por un lado, ese derecho a las utilidades y el carácter irrevocable de los mismas una vez
aprobada la distribución, no autoriza a sostener de que gocen los socios del derecho de exigir a la
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sociedad el reparto total de la ganancia de ejercicio, porque se estaría negando la posibilidad para la
sociedad de acudir al autofinanciamiento mediante el uso de esas ganancias para aumento de
capital o constitución de reservas destinadas a afrontar los gastos o las inversiones en procura del
mejor desarrollo del objeto social. Pero por otro lado, la posibilidad de la sociedad de conseguir
autofinanciamiento no puede ir en desmedro de un sacrificio ilimitado de los socios, sino que tanto el
derecho del socio como el de la sociedad deberán complementarse para que la sociedad pueda
desarrollar el objeto social y los socios puedan obtener su dividendo.
Cuando hay un intento de distribución de dividendos y no hay ni ganancias liquidas ni realizadas que
surjan de un balance regular y aprobado de la sociedad, esa distribución es de dividendos, pero
ficticios e incumple con el art 68 y 224, por lo que está prohibida por la ley.
Se llaman así por no corresponder a beneficios obtenidos por la sociedad y afectar el principio de
intangibilidad del capital social, porque lo que se está haciendo con esta distribución es una
restitución de capital social, porque si no hubo dividendo lo que se está repartiendo es el capital
social, lo cual afecta la garantía frente a 3°. Este dividendo ficticio puede ser resultado de distintas
causas: puede ser que no hay balance, inventario, que haya inexactitudes de estos dos ejercicios, ya
sea por haberse omitido del pasivo partidas que deberían figurar o por sobre valuación de algunas
partidas del activo. Lo cierto es que pese a que están prohibidos, el art 224 consagra una sola
posibilidad de reparto anticipado de dividendos, que serían una suerte de dividendos ficticios, en los
casos de SA comprendidas en el art 299. Es la única excepción.
SOPORTACIÓN DE LAS PÉRDIDAS. Serán soportadas de acuerdo con el tipo social adoptado:
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SOCIEDAD DE CAPITAL (SRL Y SOCIEDADES POR ACCIONES). Las pérdidas se limitan a
los fondos aportados, salvo infracapitalización societaria, que torna procedente la aplicación
del art. 54 párrafo. 3º.
En todos los casos, el contrato o estatuto debe establecer las reglas para la soportación de las
perdidas y en caso de silencio, al igual que las ganancias, serán soportados en proporción al aporte
efectuado. Pero si el contrato social o el estatuto previeron la forma de distribuir las ganancias y no
las pérdidas, éstas deberán soportarse en la misma proporción (art. 11 inc.7).
El art. 71 establece que las ganancias no pueden distribuirse hasta tanto no se cubran las pérdidas
de ejercicios anteriores. Cuando los administradores, directores o síndicos sean remunerados con un
porcentaje de ganancias, la asamblea podrá disponer en cada caso su pago aun cuando no se
cubran pérdidas anteriores.
Esta obligación se vincula con las contribuciones debidas que se impone a los socios durante el
periodo liquidatorio cuando los fondos sociales fueran insuficientes para satisfacer las deudas (106)
LA SOCIEDAD LEONINA
ART 13. CLÁUSULAS LEONINAS. ESTIPULACIONES NULAS. Que alguno o algunos de los
socios reciban todos los beneficios o se les excluya de ellos, o que sean liberados de contribuir a las
perdidas; que al socio o socios capitalistas se les restituyan los aportes con un premio designado o
con sus frutos o con una cantidad adicional, haya o no ganancias; que aseguren al socio su capital o
las ganancias eventuales; que la totalidad de las ganancias y aun de las prestaciones a la sociedad,
pertenezcan al socio o socios sobrevinientes; que permitan la determinación de un precio para la
adquisición de la parte de un socio por otro, que se aparte notablemente de su valor real al tiempo de
hacerla efectiva.
EXPLICACIÓN. Con esta norma se busca proteger principios generales y particulares en juego
como son: el de participación proporcional en beneficios y perdidas; la protección de los derechos
hereditarios; la garantía del precio real de las participaciones de los socios (ART 154 CCYC); la
intangibilidad del capital social.
ART 11. CONTENIDO DEL INSTRUMENTO CONSTITUTIVO. INCISO 7. Las reglas para distribuir
las utilidades y soportar las pérdidas. En caso de silencio, será en proporción de los aportantes. Si se
prevé solo la forma de distribución de utilidades, se aplicara para soportar las perdidas y viceversa.
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Este derecho del socio no es absoluto, ni tampoco puede ser ejercido en cualquier momento,
entonces, se ve el funcionamiento de reparto de utilidades, y en que oportunidades pueden los
socios ejercer este derecho a las utilidades que tienen. Hay normas que establecen como el ART 68
DIVIDENDOS: los dividendos no pueden ser aprobados ni distribuidos a los socios, sino por
ganancias realizadas y liquidas resultantes de un balance confeccionado de acuerdo con la ley y el
estatuto; y aprobado por el órgano social competente, salvo en el caso previsto en el ART 224
segundo párrafo.
Las ganancias distribuidas en violación a esta regla son repetibles, con excepción del supuesto
previsto en el ART 225.
Varias son las definiciones que se han dado de la conocida “affectio societatis” y que constituye un
elemento especifico del contrato de sociedad; para algunos es la voluntad de cada socio de adecuar
su conducta y sus intereses personales, egoístas y no coincidentes a las necesidades de la
sociedad; para otros es la relación vinculada a la existencia de una voluntad común de los socios
para la consecución de un fin social y constituida más bien por una disposición anímica activa de
colaboración en todo lo que haga al objeto de la sociedad.
Esta alocución latina tiene que ver con la voluntad de cada socio de adecuar su conducta y sus
intereses personales, muchas veces no coincidentes con las necesidades de la sociedad, para que
ésta pueda cumplir su objeto.
Se dice que importa un principio de colaboración activa del socio y una suerte de “ius fraternitatis” del
socio para sus consocios a fin de tratarse como iguales en pos de la consecución del interés social.
La jurisprudencia se inclina por admitir a la “affectio societatis” como elemento esencial en las
sociedades personales, pero no lo es del contrato constitutivo, sino que muestra su vigor durante la
vida de la sociedad y el desarrollo de sus negocios. Esto se vincula con la separación de estas dos
fases, ya que al tratarse de un elemento subjetivo, si se integra a la fase del contrato constitutivo se
confunde con el consentimiento, que debe existir en todos los contratos.
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Por esta razón, quienes admiten su existencia como elemento lo ubican en la fase posterior al
contrato constitutivo. Un gran sector de la doctrina es adverso a la existencia de este elemento
específico y lo considera una dúplica del consentimiento como elemento del contrato. Colombres
cree desacertado hablar de este elemento por su carácter subjetivo. Y aun considerando su
existencia en el contrato, tampoco se advierte que su ausencia pueda ser causal de resolución
parcial del contrato societario.
Es que si bien la “affectio societatis” impone al socio una serie de conductas, como el ánimo de
colaboración y su lealtad hacia los fines societarios, ello supone frecuentes y necesarios cambios de
opinión y discrepancias, lo que no puede conducir fatalmente a la disolución de la sociedad.
En los diferentes tipos comerciales, es lógico que sea mayor en las sociedades por parte de interés o
sociedades de personas, que cuentan por lo general con muy pocos socios, cobrando enorme
relevancia la personalidad de cada uno de ellos.
Esta incidencia se ve diluida en las sociedades por acciones, en donde la importancia mayor radica
en el aporte accionario.
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