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EL LUGAR DEL OTRO EN LA

ESTRUCTURACIÓN DEL
SUJETO
Lic. Norma Villella
Lic. Marina Guzzetti
Lic. Alesis Bian
Donald Woods Winnicott
◦ Psicoanalista inglés (1896-1971), presidente
de la British Psichoanalytical Society,
desarrolló una concepción sobre el proceso
de maduración y la tarea de la madre,
dando cuenta de un espacio intermedio entre
los mundo interno y externo y planteando,
así, una nueva mirada sobre la
estructuración del psiquismo infantil y la
clínica, extensible también a la comprensión
de los fenómenos culturales.
Principales desarrollos de Winnicott
◦ Para Winnicott el medio ambiente ocupa un lugar central,
tanto en el desarrollo del psiquismo como en la producción de
patología.
◦ Desarrolla el concepto de madre suficientemente buena,
como aquella que puede ajustarse a las necesidades del niño.
◦ Lo que Winnicott destaca es la dependencia absoluta
del “infans” al Otro materno. Es decir todo aquello que el
niño necesita, debe proporcionarlo la madre (o quien lo
cuida). Ya Freud nombraba el desamparo o desvalimiento
para referirse a esta situación del “infans”, que indica que
el mismo no puede mantenerse vivo por sus propios medios
en la primera etapa de la vida.
Función Materna
◦ Winnicott antepone el concepto de función frente al
del sujeto que la realiza (madre, padre o sustituto).
La función implica una acción, un movimiento que
posibilita un proceso, más allá del individuo concreto,
biológico, que realiza el cuidado materno.
◦ De ahí que la función materna puede ejercerla,
indistintamente, todo aquel que tenga condiciones y
disposición para hacerla.
◦ Las funciones maternas primordiales son tres:
el sostenimiento o sostén (holding),
la manipulación o manejo (handling), y
la presentación objetal (objet-presenting).
Sostenimiento (Holding)
◦ La función del sostenimiento es un factor básico del cuidado materno que corresponde al hecho
de sostenerlo (emocionalmente) de manera apropiada.
◦ Dice Winnicott: “Por mi parte me conformo con utilizar la palabra sostén y con extender su significado a todo
lo que la madre es y hace en este período dependencia absoluta”
◦ El término procede del verbo “hold”: sostener; amparar, contener.
◦ En el desarrollo emocional primitivo, la noción de holding describe la función de la madre
que permite la continuidad del ser del bebé: todo lo que la madre es y hace
con devoción corriente.
El juego como elemento constituyente del
psiquismo infantil: posibles efectos subjetivos de
la hipermodernidad
◦ En el texto se abordan los modos singulares en los que se despliega la actividad
lúdica en tanto se encuentra inmersa en la denominada Era Tecnológica. Para ello,
se parte de la premisa que define al psiquismo infantil como un psiquismo en
constitución, abierto a movimientos estructurantes, cuyo objetivo es en pos de la
complejización. En este sentido, se hace indispensable considerar a los cambios
culturales que se atraviesan hoy en día, en la medida que constituyen una
transformación social, donde no pueden desconocerse sus efectos en la producción de
subjetividad y los modos particulares en las que dichas variables sociales influyen en el
aparato psíquico en estructuración.
◦ El texto considera la lógica actual de la
hipermodernidad como posible productora de
Hipermodernidad efectos subjetivos, en tanto nuevas maneras de
estructuración psíquica y subjetiva
◦ En la época actual de las Nuevas tecnologías, estas
atraviesan e impregnan los procesos de
simbolización subjetiva de la primera infancia. Para
comprenderlos se debe valorar la producción de
subjetividad y constitución psíquica como procesos
abiertos en el devenir y azar.
◦ Silvia Bleichmar (1993), a partir de sus planteos
metapsicológicos, define a la infancia como el
tiempo de instauración de la sexualidad humana, y
de la constitución de los grandes movimientos que
organizan sus destinos en el interior del aparato
psíquico destinado al aprés-coup, abierto a nuevas
resignificaciones y en vías de transformación hacia
nuevos niveles de complejización posible.
Hipermodernidad
◦ Peligra el espacio transicional necesario, ya que
hay un Otro que mira a través de una pantalla,
desconociendo que allí se encuentra un niño en
proceso de simbolización, es decir, en vías de
estructuración psíquica
◦ Los dispositivos de la actualidad han
desplazado la función parental, siendo los
encargados de encarnar ellos mismos la función
mediadora de transmisión cultural. En este
escenario, cabe preguntarse con qué juego nos
encontramos hoy en la infancia si la subjetividad
está atravesada por un espacio social tecnológico
hipermoderno.
Hipermodernidad
◦ Es necesario tener en cuenta que en la Era Tecnológica se producen cambios en la subjetividad,
◦ Partiendo de las modificaciones dadas por la globalización y la masividad de los dispositivos tecnológicos, el aparato psíquico se
“nutre” constantemente del entorno en el cual se encuentra inmerso, por eso mismo, no puede dejarse de lado, para su
complejización y su comprensión, lo histórico-social. Subjetividad: entonces, como construcción sociocultural
◦ La tecnología como dimensión ofrece en la inmediatez sus productos, siendo éstos apropiados por los sujetos. La cualidad de
esta práctica, es que el sujeto se posiciona pasivamente en donde todo ha de esperarse de ese objeto, convirtiéndose éste
en promesa de completud.
◦ Tiempo líquido, es posible pensar que en sus lógicas actuales, no sería necesario en la conformación de la escena lúdica un otro en
el jugar. Presentando culturalmente un desvínculo, la potenciación de la individualidad, la no memoria que caracteriza ese
mundo consumidor y reproductor de un capitalismo feroz que provoca adicción a ese tipo de objeto elegido.
◦ No posibilidad de elaboración de determinado padecimiento psíquico en tanto lo temporo-espacial queda totalmente
atravesado por el aquí y ahora, donde va a generar un modo de organización del sufrimiento que no da lugar a la frustración, y
que no entra en consonancia con la posibilidad de procesar aquel sufrimiento en los tiempos subjetivos singulares.
◦ ¿De qué forma darle “uso” al objeto tecnológico en términos winnicottianos, de modo que se
produzca el pasaje de un simple objeto real-virtual a uno libidinal que propicie tal experiencia
enriquecedora?
Es una investigación bibliográfica en torno a la
noción de vulnerabilidad. Se presentan autores que
trabajan el concepto desde la Sociología y desde el
Concepto de
Psicoanálisis, abordando el aspecto psicosocial de la vulnerabilidad: entre la
problemática. fragilidad social y el
Se plantean las formas en que se presenta dicha desamparo psíquico.
vulnerabilidad en la actualidad, describiéndose los
procesos a través de los cuales se arriba a esa
condición;. Se establecen articulaciones entre esa
noción y las de desamparo o desvalimiento
psíquico. Se reflexiona sobre cómo la vulnerabilidad
de los adultos abarcados por los procesos
anteriormente descriptos redunda en aumento de
desamparo en la infancia, y los efectos que esto tiene
en su constitución psíquica.
Para este autor la vulnerabilidad se explica teniendo en
cuenta tanto el tipo de inserción laboral como la categoría
de inscripción relacional que logran los sujetos. Todo
individuo puede ubicarse socialmente en relación a un doble
Robert
eje: el de la integración a través del trabajo y el de la inscripción
relacional (vínculos familiares, relaciones sociales). Explica las
Castel
situaciones de marginalidad como producto de procesos
de desvinculación en relación a ambos ejes que, además,
suelen superponerse.
De acuerdo al grado de inserción en dichos ejes define
tres zonas: a) zona de integración: los individuos tienen
trabajo estable y una inserción relacional fuerte; b) zona de
vulnerabilidad: el trabajo es precario y hay fragilidad
relacional; c) zona de desafiliación o marginalidad: los
individuos no tienen trabajo, y no hay inserción social, sino
aislamiento
Perspectiva psicoanalítica
◦ Cuando se examina la noción de vulnerabilidad desde la perspectiva psicoanalítica en el plano de los sujetos, es necesario vincularla con la
noción del desamparo o como desvalimiento. El desamparo refiere en principio al “estado del lactante que, dependiendo
totalmente de otra persona para la satisfacción de sus necesidades (sed, hambre) se halla impotente para realizar la acción
específica adecuada para poner fin a la tensión interna”.
◦ Freud alude al desvalimiento originario del ser humano que impone la necesidad de la presencia de un otro auxiliar potente. Es
así como se va constituyendo el psiquismo en una realidad intersubjetiva signada por el posicionamiento asimétrico del adulto
que garantiza el sostén del infans. Freud hablará de dos grandes fuentes de desvalimiento o desamparo psíquico que pueden ejercer su
efecto a lo largo de toda la vida: las incitaciones exógenas que vienen desde el mundo, y las endógenas, propias de lo pulsional.

◦ Hugo Bleichmar marca dos tiempos, para diferenciar la impotencia como experiencia anterior al desvalimiento. Dice: “ante lo
pulsional, el lactante experimenta el estado interior de impotencia, la vivencia de que por sí mismo no puede salir de la exigencia que
la pulsión le impone desde el interior. Por el hecho de que no puede, de que él es impotente, se requiere del objeto externo. Si este
objeto faltase, se generaría – segundo tiempo– el sentimiento de desvalimiento, de desamparo, de carencia de socorro”.
◦ La vulnerabilidad social –anteriormente desarrollada– y la vivencia de
impotencia subjetiva –que se trabaja aquí– refieren a vivencias de inseguridad y
de temor en los sujetos; si estas vivencias son reconocidas, implicarán el
desarrollo de algún tipo de sufrimiento.
◦ Eva Giberti conceptualiza la noción de vulnerabilidad en sintonía con la Perspectiva
noción de desamparo o desvalimiento freudiano. La condición de
vulnerabilidad “se expresa entonces como una imposibilidad de defensa frente a Psicoanalítica
los hechos traumatizantes o dañinos, debido a la insuficiencia de recursos
psicológicos defensivos personales, y/o merced a la ausencia de apoyo externo,
además de una incapacidad o inhabilidad para adaptarse a un nuevo escenario
generado por los efectos de la situación riesgosa o peligrosa”. Aplica esta noción
a ciertas situaciones que pueden padecer tanto los sujetos como las
comunidades.
◦ Silvia Bleichmar (2005) plantea que el sujeto necesita para constituirse del
sostén identitario que le brinda la pertenencia a un grupo a partir de la renuncia
de las pulsiones libidinales y hostiles. La falta de dicho sostén en los procesos
de constitución psíquica y la ausencia de empatía en los vínculos produce
daños no sólo en la propia subjetividad sino también en la construcción de
la noción de semejante. Sin ello es difícil articular los intercambios entre los
sujetos en un marco de respeto y reconocimiento del otro como semejante y como
diferente
MUCHAS GRACIAS

Cátedra de Acompañamiento Terapéutico en la Niñez y en la Adolescencia

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