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Carátula: Antúnez Valesteb S.R.L.

c/ Molina o Molina Frettiz Marina Delvis –


Med. Cautelares y/o Preparatorias y/o Prueba Anticipada

Tribunal: Cám. Civ. y Com. de 2ª Nom. (Córdoba)

Título: JUICIO ORDINARIO. MEDIDAS PREPARATORIAS. Condiciones de


procedencia. Acción personal. Procedencia. Naturaleza excepcional

Descripción del caso: La parte actora apeló el proveído del juez a quo que no
hizo lugar a la medida preparatoria solicitada por no encuadrar en el supuesto del art.
485 inc. 2° del C.P.C., es decir, con fundamento en que la futura demanda no tendría
por objeto la reivindicación de una cosa mueble por lo que no encuadraría en la
hipótesis prevista por la directiva legal invocada. La Cámara rechazó la apelación por
falta de cumplimiento de uno de los requisitos de procedencia de la medida solicitada

Doctrina del fallo:

1. En el ordenamiento procesal vigente (Ley 8.465), la exhibición de cosas


muebles como medida preparatoria no está circunscripta a los casos en los que haya de
promoverse una acción real (vbg. reivindicación) sino que también puede estar referida
a una futura acción personal.

2. La falta de especificación formativa respecto al tipo de acción posterior al que


refiere la medida prevista por el inc. 2° del art. 485 C.P.C., (a diferencia de la previsión
contenida en el C.P.C.C.N., art. 342 inc. 2°, que limita expresamente la exhibición de la
cosa a los supuestos en los que haya de pedirse por acción real), autoriza a concluir que
la mentada directiva legal resulta útil tanto para preparar una demanda real como una
personal.

3. Limitar la exhibición de cosa mueble a la pretensión deducida de acción real o


conflicto posesorio sería trabar u obstaculizar la posibilidad de configurar correcta y
efectivamente una acción personal de origen contractual, como por ejemplo en el caso
de un contrato de locación de obra o de servicios en el que el locador no entregue en
término la obra, manteniendo en la incertidumbre al locatario, de modo que éste, sin el
arbitrio de la exhibición previa, no podrá esclarecer las fundadas dudas que lo
aquejarían acerca de qué acción iniciará y como más convenientes a sus intereses: si la
de cumplimiento o la de rescisión.

4. Debe denegarse la medida cuando no concurre un requisito de procedencia de


la exhibición de cosa mueble previsto expresamente por la norma procesal, esto es que
la misma “...fuere objeto del pleito” futuro que se pretende preparar. La exhibición del
contrato de locación no resulta imprescindible para la correcta articulación del reclamo
de honorarios, ya que no constituye un elemento cuya ausencia pueda frustrar la
posibilidad de emplazar correcta y útilmente la demanda.

5. Las medidas preparatorias –en tanto constituyen actuaciones desarrolladas


fuera de las etapas normales del proceso de conocimiento (introductiva, probatoria y
decisoria)- son de naturaleza excepcional no siendo admisible utilizarlas para obtener o
lograr informaciones o pruebas correspondientes al período probatorio, ni como ensayo
para evaluar las posibilidades de triunfo en un futuro juicio.

FALLO COMPLETO:

Y VISTOS: ...

Y CONSIDERANDO:

Requeridas medidas preparatorias de conformidad a lo preceptuado por el inc. 2°


del art. 485 C.P.C., consistentes en la exhibición por el propietario del contrato de
locación del inmueble celebrado con intermediación de un tercero, pese a ostentar el
peticionante una autorización exclusiva para promover locación lo que le conferiría
derecho a comisión, el primer juez las desestima con fundamento en que la futura
demanda no tendría por objeto la reivindicación de una cosa mueble por lo que no
encuadraría en la hipótesis prevista por la directiva legal invocada.

Se agravia el peticionante –en prieta síntesis- porque a su entender, el dispositivo


legal invocado (art. 485 inc. 2° C.P.C.) no está limitado a la preparación de una
reivindicación, como pareciera entenderlo el primer juez, sino que resulta extensible a
cualquier acción personal como la que su parte pretende promover, interpretación que
deriva de la ausencia de distinción legal.
En mi opinión lleva toda la razón el apelante en cuanto sostiene que en el
ordenamiento procesal vigente, la exhibición de cosas muebles como medida
preparatoria no está circunscripta a los casos en los que haya de promoverse una acción
real (vbg. reivindicación) sino que también puede estar referida a una futura acción
personal.

La falta de especificación formativa respecto al tipo de acción posterior al que


refiere la medida prevista por el inc. 2° del art. 485 C.P.C., (a diferencia de la previsión
contenida en el C.P.N. art. 342 inc. 2°, que limita expresamente la exhibición de la cosa
a los supuestos en los que haya de pedirse por acción real), autoriza a concluir que la
mentada directiva legal resulta útil tanto para preparar una demanda real como una
personal.

En esa senda se pronuncia buena doctrina local, ejemplificando de forma


elocuente al afirmar que “...limitar la exhibición de cosa mueble a la pretensión
deducida de acción real o conflicto posesorio sería trabar u obstaculizar la posibilidad
de configurar correcta y efectivamente una acción personal de origen contractual, como
por ejemplo en el caso de un contrato de locación de obra o de servicios en el que el
locador no entregue en término la obra, manteniendo en la incertidumbre al locatario, de
modo que éste, sin el arbitrio de la exhibición previa, no podrá esclarecer las fundadas
dudas que lo aquejarían acerca de que acción iniciará y como más convenientes a sus
intereses: si la de cumplimiento o la de rescisión” (Amaya, Normando Enrique Carga de
la prueba, Cba. 1972, p. 186 según cita de Ramacciotti, ps. 386-387, citado por Vénica
Oscar Hugo, Código Procesal Civil y Comercial Tomo IV, Marcos Lerner Editora
Córdoba, p. 494 y sgtes.).

Sin embargo, pese a que le asiste razón al apelante en el aspecto indicado


precedentemente, la denegatoria a la medida debe mantenerse porque no concurre un
requisito de procedencia de la exhibición de cosa mueble previsto expresamente por la
norma procesal, esto es que la misma “...fuere objeto del pleito” futuro que se pretende
preparar.

De los propios dichos del peticionante surge con claridad que la demanda que
intenta promover tendrá por objeto “...cobrar sus honorarios devengados, por la
celebración del contrato de locación y formalización de la locación, con la firma T.T.A.
y los honorarios por la administración del inmueble sito en Avda. Japón 2500 de esta
ciudad, ya que la firma ANTUNEZ VALESTEB S.R.L. tenía una autorización vigente
para administrar y celebrar contrato de locación del citado inmueble” (sic. fs. 55), de
modo que la cosa mueble (contrato de locación) cuya exhibición se pretende no
constituye el objeto del pleito, sino un mero instrumento probatorio para sustentar la
procedencia del derecho a cobro de honorarios.

Así la exhibición del contrato de locación no resulta imprescindible para la


correcta articulación del reclamo de honorarios, ya que no constituye un elemento cuya
ausencia pueda frustrar la posibilidad de emplazar correcta y útilmente la demanda.

En consecuencia, siendo que las medidas preparatorias –en tanto constituyen


actuaciones desarrolladas fuera de las etapas normales del proceso de conocimiento
(introductiva, probatoria y decisoria)- son de naturaleza excepcional no siendo
admisible utilizarlas para obtener o lograr informaciones o pruebas correspondientes al
período probatorio, ni como ensayo para evaluar las posibilidades de triunfo en un
futuro juicio, estimo que la repulsa debe ser mantenida, aunque por diferentes
fundamentos.

Por todo ello, normas legales citadas y atento lo dispuesto por el art. 382 del
C.P.C. modificado por la ley 9.129,

SE RESUELVE:

1) Rechazar la apelación y en consecuencia mantener el proveído recurrido en


todo cuanto decide, aunque por diferentes fundamentos.

2) No imponer costas atento la naturaleza de la cuestión resuelta y el resultado al


que se arriba (art. 130 in fine C.P.C.).

3) Protocolícese y hágase saber.

Fdo.: Chiapero de Bas - Zinny.

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