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…Luego de su extensa parte narrativa, en el epígrafe llamado MOTIVACIÓN, la sentencia recurrida

señala:

Respecto a que el a quo habría ignorado lo dispuesto en el artículo 646 del C.P.C. (sic), que señala
los tipos de documentos en que debe estar fundada la demandada (sic) en un procedimiento de
intimación y no obstante decretar la medida descartando luego la oposición pese a que el medio
acompañado al demandar es una inspección ocular llevada a cabo por una Notaría en un servidor
telemático o de la red de Internet, debe decirse que como tal, el aludido documento pareciera no
encuadrar literalmente con los que menciona el artículo en cuestión, más sin embargo, la
peculiaridad del medio amerita un análisis específico que solo (sic) puede tener lugar en la fase de
valoración pues reúne características que ameritan un estudio pormenorizado dentro de la
resolución de lo principal, habida cuenta que su contenido comprende aspectos concretos de la
pretensión perseguida.’(Negrillas del texto).

En otras palabras, el fallo de segunda instancia obvia la valoración de tal inspección judicial
realizada por una Notaría Pública extra litem -es decir, sin la garantía del contradictorio de la
prueba, resguardada por el ordinal 1° del artículo 49 de la Carta Fundamental- so pretexto de que
dicha valoración es materia exclusiva del juicio principal y no del incidente cautelar.

(…)

En virtud del efecto devolutivo de la apelación ejercida -cuya admisibilidad nunca ha sido puesta
en duda, ni por los jueces ni por las partes-, era deber de la Alzada analizar la Inspección (sic)
Ocular (sic) preconstituida (sic) en sus elementos intrínsecos y extrínsecos. Estos últimos
conciernen a la naturaleza del instrumento, es decir si es un >, como lo señala el artículo 646 antes
transcrito. (Negrillas de la Sala).

El examen de los requisitos intrínsecos es obvio; el juez de alzada no puede confirmar o infirmar el
decreto de medida provisional si no examina el documento público o privado, la factura, la letra de
cambio o cualquier otro instrumento negociable, a los fines de establecer -no, si es un título
ejecutivo- el artículo 646 a pesar de estar inserido en el Título -De los Juicios Ejecutivos- concede
sólo medidas llamadas preventivas o nominadas: embargo provisional de bienes muebles,
prohibición de enajenar y gravar inmuebles o secuestro de bienes determinados. Y estas medidas
están reguladas por los extremos legales del artículo 585 (sic), el cual es la norma que preside el
Libro Tercero del Procedimiento Cautelar y de otras Incidencias del Código de Procedimiento Civil.

No se percató la recurrida de que existe un juzgamiento vinculante y obligatorio para el juez en


materia cautelar, tanto para el que la decreta como para el que la revisa. Ese juzgamiento sin
embargo, no es un juicio de certeza sino de mera verosimilitud o probabilidad; lo que la doctrina
ha llamado el fumus boni iuris y fumus periculum in mora. (Negrillas de la Sala).

…omissis…

Era obligación del Tribunal Superior Tercero del Estado Táchira (sic), determinar: en primer
término, si la inspección ocular realizada por una Notaría Pública, fuera del juicio, sin intervención
ni observación de la contraparte, podía ser calificada entre los documentos que enumera el
artículo 646: instrumento público, instrumento privado reconocido o tenido legalmente por
reconocido, facturas aceptadas o en letras de cambio, pagarés, cheques, y en cualesquiera otros
documentos negociables.

En segundo término, si se desprendía una presunción grave de existencia del pretendido crédito.
Este (sic) es elemental y necesario para decretar y para confirmar o revocar una revisión del
decreto por parte de la Instancia (sic) judicial que la dictó, y aún, por vía de apelación, en una
segunda revisión por cuenta de la Segunda (sic) Instancia (sic); no otro es el propósito del
legislador cuando prevé en el artículo 603 del Código de Procedimiento Civil , lo siguiente: >.
Entonces, si, según el criterio de la recurrida, la segunda instancia no puede valorar
presuncionalmente (sic), es decir, un juicio de verosimilitud o probabilidad -y no de plena certeza y
fehacencia (sic)- el documento ofrecido por el solicitante de la medida para cumplir con el
requisito de presunción grave del derecho que se reclama (exigido expresamente por el artículo
585 Código de Procedimiento Civil [sic]), se sigue entonces la anulación o enervamiento de la
apelación que concede el artículo 603 antes señalado. Pero evidentemente que la Ley no puede
decaer. De allí que la recurrida cometió un error in procedendo, una infracción de ley dirigida a su
propia conducta como jurisdicente, al negarse a analizar los requisitos extrínsecos e intrínsecos de
la mencionada Inspección (sic) Judicial (sic) (que fue preconstituida (sic) sin las garantías del
contradictorio).

…omissis…

Por tales motivos, con fundamento en el ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento
Civil, denunciamos la infracción del artículo 603 (sic) que obligaba al Juzgado Superior Tercero del
Estado Táchira (sic) a atender el efecto devolutivo inherente a la apelación que consagra dicha
norma y, por ende, a resolver el mérito del decreto cautelar y de la sentencia de Primera (sic)
Instancia (sic) que lo conformó, y establecer además si estaban dadas las dos condiciones que
exige el precitado artículo 585 del Código de Procedimiento Civil…’. (Resaltados del texto).

Para decidir, la Sala observa:


Bajo el amparo del ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, el formalizante
delata un vicio de actividad -relativo a la negativa de analizar los requisitos extrínsecos e
intrínsecos de la inspección ocular que sirvió de base al a quo para decretar en esta causa una
medida preventiva de embargo- y señala que con tal conducta el ad quem violó el derecho de la
parte demandada a obtener una verdadera tutela judicial efectiva, con la garantía de una justicia
accesible y expedita, denunciando como infringidos los artículos 26 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, 585 y 603 del Código de Procedimiento Civil, lo que pone de
relieve la forma enrevesada y confusa en la que se plantea ante esta sede un vicio de forma o de
actividad.

A los fines de facilitar el entendimiento de lo sucedido en el presente caso, la Sala considera


necesario transcribir algunas partes de la sentencia hoy impugnada, a saber:

‘…Respecto a que el a quo habría ignorado lo dispuesto en el artículo 646 del C. P. C. (sic), que
señala los tipos de documentos en que debe estar fundada la demandada (sic) en un
procedimiento de intimación y no obstante decretar la medida descartando luego la oposición
pese a que el medio acompañado al demandar es una inspección ocular llevada a cabo por una
Notaría en un servidor telemático o de la red de Internet, debe decirse que como tal, el aludido
documento pareciera no encuadrar literalmente con los que menciona el artículo en cuestión, más
sin embargo, la peculiaridad del medio amerita un análisis específico que solo puede tener lugar
en la fase de valoración pues reúne características que ameritan un estudio pormenorizado dentro
de la resolución de lo principal, habida cuenta que su contenido comprende aspectos concretos de
la pretensión perseguida.

Otro aspecto de los informes de la parte recurrente tiene que ver con el alegato referido a que la
demandada Policlínica Táchira Hospitalización C. A. nada adeuda a la demandante, existiendo
según la apelante, evidencias de ello, ante lo que el a quo no habría hecho mención alguna sobre
este particular.

Sobre este señalamiento, debe asentarse que la particularidad referida anteriormente respecto a
que el documento promovido como instrumento fundamental de la demanda y a que existen
pruebas que evidenciarían que la demandada Policlínica Táchira Hospitalización C. A. nada adeuda,
implica consideraciones y pronunciamientos propios del fondo de lo debatido, lo que es lo mismo
a que entre el juzgador a hacer una valoración, cuando lo apropiado para esta alzada es que sea en
la oportunidad de pronunciarse en la definitiva, pues la particularidad del instrumento promovido
conlleva un estudio pormenorizado que de hacerse en la presente incidencia generaría inclusive
adelanto de opinión.
Ante lo expuesto por las recurrentes acerca de la medida decretada y cuya oposición fue
desestimada, ratificándola, es menester tener presente que el Juez al momento de pronunciarse
sobre las medidas cautelares que le son solicitadas hace uso de la facultad legal de la que goza
para una vez analizados si se encuentran cumplidos los requisitos del fumus boni iuris y periculum
in mora, proceder a su decreto, basado para ello en la característica primordial de las mismas, esto
es, la instrumentalidad, ya que auxilian o ayudan en la decisión principal porque anticipan los
efectos de una decisión definitiva a la que se encuentra subordinada su eficacia (T. S. J., sent. N°
239, Sala de Casación Civil del 29-04-2008).

Amén de lo dicho, cuando el Juez decreta o levanta alguna medida, se está ciñendo a aspectos
directamente vinculados con la cautela, esto es, requisitos de procedencia y aspectos propios sin
que pueda extenderse a lo principal de lo que trata la causa, lo que implica que se abstenga de
ventilarlos al resolver la oposición, de ahí pues que en la causa que se resuelve la particularidad
del medio promovido y lo argumentado en su defensa por la co-demandada amerita ser analizado
y valorado al resolver el fondo.

…omissis…

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